Kant: Doscientos Anos

Page 1

Kant: Doscientos Años

Filósofo alemán nacido en 1724 en la ciudad de Könisberg, y fallecido en la misma en 1804. Profundamente cristiano, educado en el pietismo: desde la mas tierna infancia se grabó “en mi corazón un profundo respeto por el Creador de todas las cosas”. Pertenece a los idealistas alemanes que van desde él hasta Hegel, pasando por Fichte y Schelling. Su obra se divide en dos grandes períodos: precrítico y crítico. En el primero escribe, entre otras, su “Historia del universo y teoría del cielo” (1755), donde desarrolla su teoría de las nebulosas. Este primer período llega hasta la década de los 70 del siglo XVIII, cuando empieza a escribir su Crítica de la Razón Pura (CRP), publicada en 1781. Con esta obra da inicio su segundo período e inicia además una nueva Teoría del Conocimiento, da fin a la metafísica tradicional proveniente de Aristóteles. Esta obra es fundamental para su posterior Crítica de la Razón Pura (CRp) de 1788, en la cual crea una nueva fundamentación de la metafísica: una fundamentación moral, y también crea una nueva moral. Otras obras importantes son: Idea de una historia universal en clave cosmopolita

(1784),

Prolegómenos

a

toda

metafísica

futura

(1783),

Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), Crítica del juicio (1790), Sobre la paz perpetua. Un esbozo filosófico (1795), La religión dentro de los limites de la mera razón (1793), la metafísica de las costumbres (1797). Por lo dicho se comprende que a su filosofía se le haya dado el nombre de criticismo. Otro nombre que se le ha dado es el de idealismo trascendental, pues él se pregunta por las condiciones de posibilidad de las matemáticas, la física, la metafísica. Condición de posibilidad o fundamento es, para nuestro autor, equivalente a trascendental. El idealismo alemán, al que pertenece nuestro autor, ha tenido gran influencia en los dos últimos siglos, de tal modo que casi todas las corrientes filosóficas importantes han sido influenciadas por él, o se han visto obligadas a tomar una posición frente al mismo. Por esta razón Kant ha recibido numerosos y merecidos


homenajes en el mundo, a dos siglos de su partida. Este artículo esboza algunos temas abordados por él, y busca ser una forma de recordar su ingente obra. Su pensamiento social es influido por la Ilustración, particularmente por Rousseau; su Teoría del Conocimiento es la parte mas importante de su obra, y se encuentra influida por el agnosticismo de Hume y por Leibniz, admite en parte la Ontología o Tratado del Ser de Wolff. Basándose en Hume realiza una critica de aquella parte de la metafísica tradicional que fundamenta al alma, al mundo y a Dios en la razón pura, dándole Kant una nueva fundamentación. En el presente artículo abordaremos, someramente, los siguientes aspectos de la filosofía Kantiana: Cosmología, Teoría del Conocimiento, Metafísica, Moral y su pensamiento social. En 1755 es publicada su Historia natural del universo y teoría del cielo. En ella expone su teoría según la cual el universo se origina de una gigantesca nebulosa de partículas materiales; ésta se fue transformando, conforme a las leyes naturales, hasta llegar al estado actúa. Medio siglo después Laplace elaboró una teoría similar ampliamente aceptada. En la obra de 1755 sobresalen dos ideas: un origen del universo a partir de si mismo, sin intervención de fuerzas extrañas, inmanente; y que existe un devenir del universo. Ello en una época en que se creía, y se tenía que creer, que el mundo había sido siempre igual. Su teoría del conocimiento esta expuesta en la “Critica de la Razón Pura” (CRP). En ella logra superar las diferencias entre empiristas y racionalistas, las dos corrientes con mayor influencia en esa rama de la filosofía. La CRP se encuentra dividida en tres partes: estética trascendental, analítica trascendental y dialéctica trascendental. Cada una de estas partes corresponde a una de las siguientes preguntas: ¿Cómo son posibles las matemáticas?, ¿Cómo es posible la física?, ¿es posible la metafísica? Como vemos, la existencia de las dos primeras no se pone en duda, en cambio si se pone en duda la tercera, la metafísica. Estas preguntas se pueden formular de otra forma equivalente: ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas, en la física, en la metafísica? Los juicios sintéticos a priori son fundamentales en el criticismo. Estos juicios son la unión de dos tipos de juicios: sintéticos y a priori. Los jucios sintéticos son aquellos que expresan algo nuevo sobre el sujeto, o sea algo que no está contenido en su concepto; ejemplo: esta pizarra es blanca. El concepto de


pizarra no implica que necesariamente tenga que ser blanca. Son juicios a priori aquellos que dicen algo universal y necesario: la parte es menor que el todo. Esta última afirmación ocurrirá siempre, bajo toda circunstancia. Leibniz había señalado que un juicio no puede ser sintético y a priori al mismo tiempo. Esta incompatibilidad entre ambos juicios es una forma de separar experiencia y razón, es un error que persistía desde los griegos, y tiene sus raíces sociales en el abismo entre el trabajo corporal del esclavo y el trabajo intelectual. Sin embargo, el de Könisberg afirma que sí son posibles los juicios sintéticos a priori, pues no otra cosa son las leyes de la Física. El problema será demostrar cómo son posibles dichos juicios en la matemática y en la física. A este fin dedica las dos primeras partes de la Crítica de la razón pura: Estética trascendental (matemáticas) y Analítica transcendental (física). Para demostrar cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en las matemáticas y en la física, Kant realiza lo que llama inversión copernicana, pues pone al sujeto cognoscente en el centro del conocimiento y al objeto de conocimiento girando a su alrededor, al contrario de las filosofías anteriores. Esto lo logra porque espacio, tiempo y categorías son presupuestos del conocimiento, son fundamento, condición de posibilidad, son a priori, son puestos por el sujeto, son trascendentales. Veamos grosso modo alguno de sus argumentos: yo puedo pensar un objeto cualquiera y siempre lo pensaré en un espacio, me seria imposible pensarlo sin que ocupe un espacio; también puedo pensar un acontecimiento cualquiera de mi vida, o una operación aritmética, y siempre la tendré que pensar en el tiempo, nunca sin él; la categoría de sustancia nunca la encontraremos en la realidad, no la podemos percibir, entonces como no proviene de la experiencia tiene que provenir del sujeto. Estas son unas pocas muestras de los muchos argumentos que utiliza el de Könisberg para demostrar que el sujeto pone espacio, tiempo y categorías, y que, por lo tanto, éstos son a priori. Conocer no es, entonces, copiar la realidad, reflejarla como un espejo, pues el sujeto construye la realidad al poner ciertos elementos que no están en ella, y que por lo tanto sólo pueden provenir del sujeto, pues experiencia y razón son las dos únicas fuentes del conocimiento. En su teoría del conocimiento Kant reúne, entonces, empirismo y racionalismo: sintético y a priori, experiencia y razón, decir algo nuevo y necesario. Terminan ambas corrientes filosóficas, y se prepara el camino para otras filosofías. Veamos rápidamente algunas filosofías del siglo XX influenciadas por Kant. La


fenomenológia es impensable sin el idealismo trascendental, y el propio Husserl reconoció abiertamente esta deuda. A su vez sin la fenomenológia no pudo haber existido el existencialismo (Heidegger, Sartre, Camus, entre otros), que influyó fuertemente en el siglo XX. Para probar esta afirmación se puede pensar en la influencia de esta corriente en millones de seres humanos, que comparten una visión fatalista sobre el futuro de la humanidad, temor a la muerte (es el único tema digno de la filosofía, escribe Camus), angustia por el futuro. En la literatura y en el arte en general, podemos también encontrar la influencia del existencialismo. Por otra parte, el neopositivismo o empirismo lógico (Shclick, Carnap, y muchos mas) se ve obligado, desde sus inicios (el empirocriticismo de Mach y Avenarius), a tomar posición filosófica (el neopositivismo) es hoy indispensable para el estudio de la filosofía de la ciencia (epistemología o cosmología), la lógica y la filosofía del lenguaje. Además, está fuertemente arraigado en la visión del mundo de millones de personas: sólo recordemos cuántos dudan de la existencia de algún dios. También en metafísica inicia cambios. La metafísica anterior, hasta Wolff, trataba sobre alma, mundo y Dios. Estos tres elementos no se encuentran en el espacio y en el tiempo, lo que implica que no podamos tener percepción alguna de ellos, y por lo tanto no pueden ser objetos de la ciencia y de la razón pura teórica, aunque son reales. ¿Es imposible conocerlos, entonces? No. Porque existe otro tipo de razón, la razón practica. La razón pura se basa en hechos, el hecho moral. Es un hecho que hay moral, juicios morales, principios que regulan nuestra conducta. Y es un hecho que todo eso no existe en mundo fenoménico, sino en otro mundo, que Kant llama mundo inteligible. Este mundo nos muestra tres postulados: libertad, inmortalidad, Dios. Es un hecho que se puede juzgar la conducta de los seres humanos: malo, bueno, moral, inmoral, etc. En cambio, no se puede moralmente lo hecho por un objeto. En resumen: existe moral, entonces existe el deber, y éste sólo es posible si se es libre. Sobre el alma nos dice que tiene que ser inmortal porque no existe en el espacio y el tiempo. Y Dios existe porque es la garantía que asegura un premio a la virtud en el mundo inteligible. De esta forma la razón práctica nos lleva a la metafísica. Como vemos, los tres postulados son condición de posibilidad o presupuestos necesarios de la razón práctica. Por ultimo podemos mencionar que la metafísica de Kant tiene influencias sobre autores del siglo XX, como Husserl, Hartman y el existencialismo.


Hemos visto que el orden moral sólo es posible gracias a los tres postulados de la razón practica o voluntad, la cual trata del deber ser, y no del ser como la razón teórica. La razón práctica tiene primacía sobre la teórica, porque ésta se mueve dentro de las fronteras de la experiencia, y aquella las trasciende, realiza nuestros deseos. Por otra parte, igual que la razón pura, la razón práctica quiere encontrar principios absolutos, incondicionados, universales y necesarios (a priori). Las condiciones a priori de la moral sólo pueden proceder de la razón, de esta forma ésta será autónoma, no heterónoma como la moral de mandamientos. Es decir, el sujeto se determina a sí mismo. Primacía y autonomía son dos características que dan a la moral mayor relevancia que en épocas anteriores. Rousseau se encuentra presente en el pensamiento social de Kant. La idea social fundamental de éste consiste en que el orden jurídico burgués debe terminar con las arbitrariedades y opresión feudales. No resulta extraño, por lo tanto, que sea partidario del principio: “todos somos iguales ante la ley”, tan contrario al feudalismo, y propio de un orden capitalista. También pensaba que en el futuro la humanidad gozaría de un estado de paz. Ya en su época promovió la paz entre las naciones, como lo hiciera también Leibniz. A modo de conclusión nos gustaría señalar que hay una línea directriz que encontramos en todo el pensamiento kantiano: el capitalismo progresista de su época, que pugna contra el feudalismo, haciendo progresar a la humanidad. Lic. Napoleón Fuentes Aburto Profesor de Humanidades y Filosofía (UCA)


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.