LAS MIL Y UNA VIDAS DE JOE MESITA DE LUZ
Matilde Tacchini
Matilde Tacchini es directora de arte, ilustradora y autora de libros infantiles. Tras licenciarse en dirección artística en la Academia de Bellas Artes NABA en Milán, se dedicó a campañas publicitarias y 15 años después abrió un estudio creativo en Piacenza, donde se dedica al diseño gráfico de literatura e ilustraciones para niños, su verdadera pasión. Está convencida de que, a fin de cuentas, la creatividad es lo único real.
LAS MIL Y UNA VIDAS DE JOE MESITA DE LUZ
Matilde Tacchini
Queridas lectoras y queridos lectores:
Mi nombre es Joe, Mesita de Luz Joe. Quiero contarles mi increíble historia.
“¿Qué historia podría tener una mesita de luz?”, se preguntarán.
Bueno, si realmente quieren conocer la respuesta, ¡se van a sorprender!
Deben saber que no siempre fui una mesita de luz. Antes de esta vida viví muchas otras, y cada una fue una aventura más grande que la anterior. Cambié de forma, de color y de hogar. Hice muchas cosas y fui utilizada de diferentes maneras.
Cuando ya no me necesitaban, no me destruían: me llevaban a una fábrica donde me volvían a convertir en algo útil.
¿Están listos para conocer mi historia?
CAPÍTULO 1
Una cómoda valiente
En mi primera vida como mueble fui una cómoda.
Todo comenzó cuando un árbol cayó en un bosque oscuro y un carpintero lo usó para hacer una cómoda. Una cómoda muy elegante, a decir verdad. Y fui a vivir a una casa igual de elegante, con una dama rica y aristocrática.
Ella utilizaba mis cajones finamente tallados y decorados para guardar sus objetos favoritos. Uno de los cajones era muy pequeño y estaba bien asegurado con una cerradura. Allí guardaba sus joyas más preciadas.
Viví una buena vida en esa casa. Me desempolvaban y limpiaban a menudo.
Eso me gustaba mucho, igual que a los otros muebles de madera.
Pero una noche, cuando la dama de la casa estaba fuera de la ciudad, escuché ruidos inquietantes. Me desperté de golpe y vi a una banda de ladrones, que estaban poniendo toda la habitación patas para arriba. Los ladrones se veían igual que en las películas: estaban vestidos de negro y tenían las caras cubiertas con máscaras.
Por desgracia, después de buscar por toda la habitación, me atacaron. Me agarraron de aquí para allá, intentaban a toda costa abrir el cajón con las joyas. Tuve mucho miedo, ¡pero no podía permitírselos! Hice todo lo que pude para mantener cerrado ese cajón. No se las puse fácil, sus manos quedaron llenas de astillas. ¿Saben cuánto duelen las astillas en los dedos?
Por fortuna, justo cuando los ladrones estaban por vencerme y ya casi no me quedaban fuerzas, llegó alguien a la casa. Los ladrones huyeron por la ventana cuando se encendieron las luces.
Tuve suerte, los ladrones no robaron ninguno de los objetos que estaban bajo mi protección. Pero, para mi mala suerte, me habían dañado tanto que fue imposible repararme.
CAPÍTULO 2
Joe, el asistente de pastelero
Después del terrible incidente con los ladrones, pensé que terminaría como leña para horno. El solo hecho de pensarlo me aterrorizaba, pero temía que no había otra opción. No me podían reparar. Solo era una cómoda inservible.
Pero tuve suerte otra vez.
En vez de quemarme en la hoguera me llevaron a un lugar donde la madera destruida como yo se desarma, limpia, tritura y... ¡renueva! Así es, leyeron bien, se renueva. Yo era una cómoda destruida por completo y me llevaron a una fábrica donde me dieron una nueva vida. Me convirtieron en un tablero de aglomerado, es decir, un tablero de madera reciclada con el que se pueden crear nuevos muebles. De hecho, me compró un artesano que me convirtió en un armario de cocina. Así llegué a una pastelería. ¡Mmm, qué rico!
De nuevo tuve suerte, pero no la suficiente. Este pastelero me agradaba mucho, pero de vez en cuando se confundía un poco. Quizás estaba enamorado o tal vez solo estaba pensando en demasiadas cosas. Quizás no veía muy bien, pero no se quería poner sus anteojos. Lo cierto es que cada tanto usaba sal en vez de azúcar.
Así, los días de AZÚCAR, los pasteles eran riquísimos, los mejores del mundo, pero los días de SAL eran incomibles.
Intenté ayudarlo: cuando veía que, sin querer, estaba por usar sal en vez de azúcar cerraba con fuerza mis puertas. ¡PUM!
Esperaba que se diera cuenta de su error. En cambio, se asustaba y seguía salando como si nada hubiera pasado.
Error tras error, cada vez había menos clientes en la pastelería (era de esperarse, ¡se supone que vendía pasteles dulces!).
Y yo seguía dando portazos: ¡PUM! ¡PUM! Cerraba mis puertas cada vez más seguido para llamar la atención de mi distraído amigo.
Pensé que estaba logrando avances. Pero como el pastelero seguía escuchando los portazos, se terminó convenciendo de que había fantasmas en su tienda y la cerró de un día para otro.
CAPÍTULO 3
Joe se instruye
Por desgracia, nadie quería un armario de cocina que viniera de una tienda poseída por fantasmas. Todos los que me veían me tenían miedo y, al final, terminé en un basurero. De nuevo era inservible, o al menos eso parecía.
Pero como ya saben, ¡soy una mesita de luz con suerte! Me sacaron del basurero y me llevaron de nuevo al lugar mágico en el que renuevan madera. Me lavaron y me trituraron otra vez, lo que me hizo bastantes cosquillas. Me mezclaron con pegamento y me convirtieron en una biblioteca maravillosa.
No una biblioteca normal, ¡sino la de un escritor!
Bueno, debo decir que no era un escritor exitoso. Había mandado miles de manuscritos a diferentes editoriales, pero solo había publicado pocos libros.
Algunos de sus títulos más importantes eran:
• EL ESCARABAJO ESCALADOR
(la historia de un escarabajo que quería escalar el monte Everest)
• BOLAS DE PELO
(la aventura de un gato en la Primera Guerra Mundial)
• DO, DO Y DE NUEVO DO
(la historia de un pianista muy pobre cuyo piano solo tenía una tecla funcional, Do, como se habrán dado cuenta).
Evidentemente, estos libros no se vendían muy bien. El escritor ganaba dinero escribiendo mensajes para galletas de la fortuna.
Yo tenía tantas ideas y sugerencias para mi amigo escritor. Pero no quería que todo saliera mal, como en la pastelería. Así que decidí comportarme como una biblioteca normal.
En el departamento del escritor hice un nuevo amigo, uno pequeño, un ratón. Era todo un ratón de biblioteca e incluso tenía anteojos. De él aprendí a leer. Fue una época muy bonita. Leí todos los libros en mis estantes y el tiempo pasó rápido y tranquilo.
Podría haber vivido así para siempre, pero un día el escritor recibió una llamada que cambió su vida (y la mía).
Era su editor: “EL ESCARABAJO ESCALADOR” tuvo éxito inesperadamente y se convirtió en un best seller en Nepal. Ahora todos querían conocer a mi amigo escritor y lo invitaron a muchos eventos, por lo que él se fue de inmediato.
CAPÍTULO 4
Una vida de vacaciones
Como el escritor se fue, por lo visto ya no era necesaria una biblioteca. Pero no me destruyeron: de nuevo me limpiaron, trituraron, mezclaron y renovaron. Cada vez que salía de la fábrica me sentía como nueva. Era una sensación hermosa. Entonces, me convertí en una pared de un bungaló en un camping.
En el camping viví hermosos veranos con personas de todo el mundo: hablaban inglés, alemán, neerlandés y francés. Me convertí en políglota y aprendí muchos juegos, como brisca, Monopoly y Scrabble.
En verano, me divertía mucho. El único problema eran los mosquitos. Los turistas los golpeaban con sus pantuflas contra la pared, o sea, ¡contra mí!
Por el contrario, en invierno me sentía muy sola. Solo estaba el administrador, un hombre solitario que no me hacía mucha compañía. Cada tanto, hablaba con la casa que estaba junto a mí, pero era del tipo de gente que siempre se anda quejando. Antes de ser una casa pequeña había sido una cocina en una gran mansión, entonces, ahora no estaba para nada contenta con su nueva situación.
Por eso, cuando me enteré de otra vez que me convertiría en algo nuevo, porque el dueño del camping había decidido hacer una pileta donde estaba el bungaló, no me preocupé demasiado.
CAPÍTULO 5
El gran viaje
¡Quizás debería haberme preocupado! Me renovaron nuevamente, pero esta vez me esperaba un largo y peligroso viaje. De casa de camping me convertí en una caja de embalaje de madera. Me llenaron con microondas y me embarcaron.
En realidad, el viaje iba a ser corto: en Génova, me cargaron en un barco que tenía que viajar al puerto de Civitavecchia, donde debían subirme a un vagón de carga rumbo a Roma.
Pero algo salió mal: no me descargaron en Civitavecchia y terminé en una ciudad que, aunque se llamaba Roma, no estaba en Italia ¡sino en Australia! El viaje fue largo y sufrí mareos. Después de todo, estaba hecha con la madera de un árbol de montaña.
Pero en Australia no se necesitaba ninguna caja de embalaje de madera llena de microondas. Entonces, me mandaron de Roma (la Roma australiana) a Sídney, la ciudad más famosa de Australia, con instrucciones claras de enviarme de inmediato de vuelta a Italia. Pero al parecer hay varias ciudades en el mundo con el mismo nombre.
Durante el viaje, mientras hablaba con mi vecina, una caja llamada Rosy, descubrí que estábamos de camino a una ciudad llamada Sídney, pero no la que queda en Australia ¡sino en Canadá! Rosy hablaba mucho y me contó que seguramente ese sería su último viaje, pues las cajas de embalaje se desechan después de usarse.
No se vuelven a utilizar, sino que se queman en una planta y su ciclo de vida termina para siempre.
¡Me dio terror! Por suerte, alguien descubrió el error y nos enviaron de regreso a Italia, donde nos renovaron.
CAPÍTULO 6
¡Aquí estoy!
Después de nuestro largo viaje por el mar, a Rosy y a mí nos transformaron de nuevo. Rosy ahora es una bonita mesa en la que nuestro dueño pone siempre jarrones hermosos llenos de flores y está muy cerca de mí.
Todos los días la saludo por la ventana, ella me sonríe y me cuenta de las nuevas flores que han florecido.
Yo, por el contrario, soy una mesita de luz, pero eso ya lo sabían. Una maravillosa mesita de luz que vive en la habitación de Leo, un niño de 10 años.
Debo decir que Leo es un poco desordenado. La mayor parte del tiempo estoy tapada de cómics, juegos y medias sucias. Sin embargo, estar de vuelta en casa después de un viaje tan largo me hace tan feliz.
A pesar de las medias sucias que tira encima de mí, Leo es un buen niño.
Puedo gritar a los cuatro vientos:
¡SOY UNA MESITA DE LUZ MUY FELIZ!
CAPÍTULO 7
SAIB y el secreto de la renovación de la madera
En realidad, no es que yo tenga tanta suerte. Hay un lugar mágico en el que otros muebles como yo, que hemos sido clasificados como inservibles y desechables, podemos encontrar un nuevo camino y así empezar una nueva vida. Ese lugar se llama SAIB.
Gracias a esta empresa pude vivir tantas aventuras. Deben saber que todos los días llegan a SAIB 150 camiones llenos de madera para reciclar. Vienen de todas partes de Italia y de Europa: cómodas, armarios, escritorios, ventanas y cajas de embalaje, pero también estanterías, roperos, cajones de verdura, muebles de cocina, mesitas de luz, sillas, madera de sitios de construcción, palés... Todo lo que lo que se construyó con madera y ya no es necesario se lleva a SAIB. Y todo se renueva.
El proceso está muy bien organizado: la madera se tritura y se separa de otros materiales (como tornillos, clavos, picaportes, vidrio o partes de plástico). Después se seca con cuidado, se trata con un pegamento especial y se prensa hasta que se logra un tablero de aglomerado. Lo vieron en mi historia: con estos tableros se pueden hacer escritorios, bibliotecas, roperos, armarios, muebles de cocina, mesitas de luz... es decir, todo se puede renovar. Lo que parecía viejo, inservible y listo para desechar vuelve a la vida.
¡REUTILIZAR, REDUCIR Y RECICLAR!
CAPÍTULO 8
Protección del planeta
Esta es mi historia. Es la historia de un pedazo de madera, que después de usarse una vez no fue quemado, sino que se volvió a utilizar de distintas maneras. Es la historia de un pedazo de madera, pero es muy importante para nosotros. Reciclar la materia prima ya utilizada es realmente importante. Porque volver a usar una materia prima al final de su vida útil, como la madera de un mueble viejo, extiende la vida de esta materia prima y evita que se usen otras nuevas.
En vez de seguir talando árboles, SAIB ha decidido renovar residuos de madera para producir tableros. De esta forma, se pueden hacer muebles nuevos con madera reciclada y no se talan árboles que son valiosos para nuestro planeta.
¡Mírenme a mí!
Primero fui una cómoda, luego, un armario de cocina, una biblioteca, parte de un bungaló, una caja de embalaje y, por último, ¡Joe Mesita de Luz!
Antes de despedirme de ustedes, debo contarles una última cosa. Espero que recuerden mi historia en su día a día. Intentemos reciclar y reutilizar los objetos que ya no se pueden seguir usando, en vez de simplemente destruirlos.
Es muy importante reutilizar los desechos, darle una nueva vida a lo que parece que ya no se necesita. Hablo no solo de madera, sino de plástico, vidrio, papel...
¿Sabían que se pueden hacer anoraks con botellas de plásticos usadas?
Con periódicos viejos o papel para envolver se pueden hacer hojas de papel, en las que se puede imprimir libros.
¿Y que con las bisagras de aluminio de ventanas y muebles se pueden hacer latas? Exacto, latas para llenar con sus bebidas favoritas.
¿No lo creen? Hemos usado ese mismo papel para publicar este libro con mi historia, la misma que están leyendo en este momento.
Un día este librito puede ser un cuaderno de apuntes o el papel de un periódico. Pero, por favor, no lo tiren. Pónganlo sobre sus mesitas de luz. Estoy seguro de que se alegrará de estar cerca de ustedes.
Y estoy seguro de que su mesita de luz tiene una historia bonita para contar.
Detrás de escena
En un año, se recicla medio millón de toneladas de residuos de madera y, así, se evita la tala de 600 árboles por día en promedio. Las actividades de reciclaje y renovación de SAIB en su fábrica de Caorso, en la provincia de Piacenza, impidieron que estas enormes cantidades de madera terminaran en basureros o se quemaran, de modo que nuestro planeta no pierda este recurso, que aún tiene un gran potencial de uso.
En las plantas de SAIB, la madera reciclada primero se revisa, se libera de impurezas y se tritura hasta obtener astillas. Luego, las astillas se secan, se seleccionan y se limpian, se mezclan con resina y se prensan en caliente para obtener un tablero de aglomerado crudo. Los tableros crudos se pulen y al final se revisten con papel de diseño. El producto terminado es un tablero compacto, revestido por ambos lados con papel de diseño que se puede utilizar de diversas formas. Por ejemplo, para el acabado de interiores y la fabricación de muebles (cocinas, dormitorios, habitaciones infantiles, salas, oficinas, muebles del baño).
SAIB fue fundada hace 60 años en Italia. Fue el sueño hecho realidad de una mujer que había decidido fabricar tableros de aglomerado de las raíces de los álamos que crecían en la región. Ahora la empresa pertenece a la gran familia EGGER.
La experiencia de SAIB nos muestra que la sustentabilidad es un desafío que crea nuevas oportunidades y genera gran valor para el medio ambiente y las personas.
SAIB fue fundada en 1962 y en más de 25 años transformó su modelo de negocio en una economía circular, lo que hace posible el reemplazo de la madera fresca por los residuos de madera de objetos usados.
SAIB siempre tuvo un vínculo estrecho con la comunidad local. A lo largo de los años, forjó importantes relaciones con organizaciones sin fines de lucro de la zona a las que apoyó en numerosos proyectos. Al mismo tiempo, intenta mantener un compromiso constante e invariable con las iniciativas sociales o relacionadas con la sustentabilidad, empezando por los más pequeños y en las escuelas.
El libro “Las mil y una vidas de Joe Mesita de Luz” nace de una idea de Matilde Tacchini y Clara Conti de SAIB.
SAIB se alegró de poder apoyar la iniciativa educativa de promoción de una cultura de sustentabilidad entre los niños.
La historia, los dibujos y el diseño gráfico son obra de Matilde Tacchini.
El tipo de letra Easy Reading es la más adecuada para una lectura directa y fluida, incluso para personas con dislexia.
Muchas gracias a quienes llevan las cosas que ya no utilizan a los centros de reciclaje para que se renueven y se les dé una nueva vida,
a Rilegno, el consorcio nacional italiano que coordina la recolección de cajas de madera, lo que contribuye a la protección del medio ambiente y evita la tala de miles de árboles todos los años,
a todas las personas que hicieron posible la creación de este libro: a Leo Goretti por editar los textos y a ADP Comunicazione_Francesca De Ponti y Monica Racic por el apoyo editorial en la coordinación. ®
Sujeto a cambios técnicos y errores de impresión. ES_05/2023 © 2023 SAIB
¿Y si tu mesita de luz no fue siempre una mesita de luz?
¿Y si antes de llegar a tu habitación fue una antigua cómoda o un armario?
¡Quién sabe cuántas aventuras nos podría contar!
Joe nos acompaña en un viaje fascinante, en el que descubriremos que la historia de una mesita de luz puede ser muy colorida
¡Y BENEFICIOSA PARA NUESTRO PLANETA!
© 2023 SAIB