3 minute read

GLOBAL BIG DAY

El ‘Global Big Day’ es un encuentro de observación de aves que reúne a expertos y aficionados de todo el mundo, quienes reportan sus avistamientos, fotos o registros sonoros en la plataforma virtual Ebird.org.

La isla de San Andrés nuevamente participó en este interesante desafío el 13 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial de las Aves Migratorias.

Advertisement

Por Janeth Raga

Fotos: Andrea Pacheco y Thomas Mc’Nish

El evento se viene realizando a nivel internacional desde el año 2015 (abanderado por la Universidad de Cornell, en New York); y Colombia se sumó hace tres años, ocupando siempre el primer puesto en cantidad de especies reportadas.

Tan solo en 2022, fueron cerca de 30 especies observadas y reportadas desde San Andrés, entre ellas el colibrí (Anthracothorax prevostii), la paloma coroniblanca (Patagioenas leucocephala) y el chincherry (Vireo caribaeus), ave endémica de la isla; así mismo, se registraron algunas migrantes como chorlitos (Calidris), golondrinas (Hirundo rustica) y reinitas (Setophagas).

Es importante recordar que los registros en Ebird.org son válidos tanto con prueba fotográfica como sonora, dado que en muchas ocasiones estos individuos se posan en lugares muy altos y no es posible obtener una foto; pero si se es lo suficientemente hábil para reconocer de qué pájaro se trata a través de su canto, se considera lícito dicho reporte.

Aporte Isle O

De acuerdo con la bióloga Andrea Pacheco, desde la isla se participó activamente con dos grupos: uno conducido por ella, que recorrió el Jardín Botánico de San Andrés, el parque de manglares Old Point, y el borde costero aledaño al Muelle Departamental.

El otro grupo estuvo dirigido por el profesor Jairo Lasso, y estuvo consti- tuido principalmente por estudiantes del colegio Antonia Santos de San Luis con quienes viene trabajando el tema de observación de aves. Ellos recorrieron la zona de manglar y de costa del sector de San Luis.

Entre los participantes también hubo estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, sede Caribe, uniformados de la Policía Ambiental, personal del Jardín Botánico, de la Corporación Ambiental Coralina, y algunas personas que ya habían participado en versiones anteriores, porque tienen intereses particulares en ese registro mundial o en temas de fotografía de aves.

Preparaci N

“Normalmente en días previos al avistamiento, hacemos una charla informativa para que los participantes tengan claro en qué consiste la actividad, cuál es la ruta establecida, las especies más probables de ver y algunos aspectos clave para su identificación; así como las condiciones de vestuario (cero colores vistosos) y algunos requisitos de comportamiento como la paciencia, el guardar silencio y no comer durante el recorrido, para evitar espantar las aves”, detalló la profesional.

En todo caso –añadió– quien reconoce muy bien las aves, puede hacer un recorrido y sus reportes por sí solo en otros puntos diferentes de la isla o del país, y es totalmente válido.

“Sin embargo, se espera que la infor- mación reportada en la web sea veraz; por eso, quienes lideramos estos avistamientos nos empeñamos en hacer algo de educación previa y damos a conocer algunas herramientas virtuales (aplicaciones móviles) para identificar las aves más fácilmente y llevar el registro de aquellas detectadas”, enfatizó.

Ciencia Participativa

Pachecho recalcó, además, que es muy positivo que en cada versión del ‘Global Big Day’ haya ido aumentando la cantidad de participantes; ello porque no es un evento dirigido únicamente a ornitólogos o científicos, sino también a principiantes y aficionados.

Y reiteró que su deseo es poder vincu- lar cada vez más amantes de la naturaleza, pero que los grupos no pueden ser muy numerosos porque podrían volverse inmanejables, al tener que guardar tanto silencio durante estas actividades.

En el mes de octubre se tiene prevista una salida de observación similar, aprovechando una nueva temporada migratoria. Así que los interesados pueden estar atentos a las redes sociales del Jardín Botánico (@JardinBotanicoSanAndres) para prepararse con anterioridad y poder asistir a esa nueva oportunidad.

Para finalizar, la bióloga insistió en que no se trata de una actividad que busque un fin lucrativo, sino que la iniciativa de la Universidad de Cor- nell se creó con el fin de fomentar lo que se conoce como ‘ciencia ciudadana’ o ‘ciencia participativa’, para que asista todo aquel que se interese por el tema y para que el conocimiento se siga difundiendo, no solo entre los académicos.

“En San Andrés, los coordinadores somos personas a quienes nos apasionan las aves; aquí todo es voluntario, no percibimos retribución económica alguna, simplemente nos mueve el deseo de que se tengan en cuenta las especies que tenemos aquí en la isla o que nos visitan, registros que se vuelven valiosísimos y que le suman puntos interesantes al reporte general de Colombia”, comentó.

No obstante, buscan y obtienen el apoyo de entidades públicas o privadas para el óptimo desarrollo de la actividad. Tal es el caso del Jardín Botánico, que abre sus instalaciones para la charla previa y para la salida propiamente dicha, presta algunos binoculares para la observación y ayuda con la divulgación.

En el caso de la autoridad ambiental Coralina, por su parte, contribuye con la producción de las piezas publicita- rias (flyers/imágenes) para redes sociales y demás canales de información; mientras que la Policía Ambiental brinda acompañamiento durante los recorridos y colabora con el transporte de algunos menores participantes.

“Nuestra idea es tener el apoyo de la Secretaría de Turismo, por cuanto esta actividad ayuda a potenciar el destino en el segmento de ‘aviturismo’, el cual cada día gana más adeptos no solo en el país sino en el mundo; y siendo Colombia potencia en diversidad de aves, es una oportunidad que no se puede menospreciar”, concluyó.

This article is from: