Btv 2016 09

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EN LA ORNITOTECA DE SOPI The Flight of the Red Knot La ruta de migración del Playero Gordo

B U H O S Y LECHUZAS

habitantes nocturnos en Puerto Rico

El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  1


Publicación digital trimestral de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, Inc. SOPI

EDICIÓN Y MONTAJE EDITORA Adele Mouakad

JUNTA SOPI

JUNTA DE EDICIÓN

PRESIDENTE

José A. Colón López

Nathaniel González

Sergio A. Colón López Gretchen Giuliani Raúl Pérez Rivera

VICEPRESIDENTA Ela Cruz

DISEÑADORA GRÁFICA Carolina Soto M.

SECRETARIO Gabriel Lugo

WEB MASTER Gabriel Lugo

TESORERO José Claudio NUESTRA PORTADA Pi, un Mucarito de Puerto Rico caido del nido, rescatado y cuidado por la manejadora de la reserva de Humacao, quien a su tiempo lo liberó. Actualmente vive en los alrededores de la reserva.

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VOCALES William Ríos Luis Ramos Manuel Seda


házte miembro ya y se parte de nuestra sociedad www.sopipr.org QUIENES SOMOS La Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, Inc. (SOPI), es una organización sin fines de lucro dedicada al estudio, conservación y observación de las aves en Puerto Rico. Establecida en 1995, la Sociedad es reconocida como un recurso objetivo e independiente en asuntos relacionados a la avifauna puertorriqueña. NUESTRA MISIÓN La Sociedad Ornitológica Puertorriqueña a Inc. (SOPI) promoverá la preservación, conservación, restauración y manejo sostenible de lugares de importancia para las aves en Puerto Rico mediante el estímulo al estudió, la observación y la protección de las aves, aportando alternativas de carácter técnico y científico para aquellas acciones que puedan tener un impacto significativo en las aves. NUESTRA VISIÓN La Sociedad Ornitóloga Puertorriqueña Inc. (SOPI) será reconocida cómo la entidad no gubernamental líder y portavoz esencial de la conservación, el manejó y todo asunto relacionado con las aves en Puerto Rico. Como organización vital en pro de la conservación del ambiente, la SOPI basará sus opiniones en la mejor evidencia científica disponible y participará activamente liderando esfuerzos para crear conciencia de la necesidad de proteger, restaurar y manejar las áreas de gran importancia para las aves. El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  3


Mensaje del Presidente página 5

El estatus de los búhos (Strigiformes) de Puerto Rico página 6 - 16

Observando aves en mi patio página 17-18

La ornitoteca de SOPI página 19 - 21

Avistamientos relevantes página 22 - 25

Festival de Endémicas del Caribe 2016 página 26 - 27

Actividades de SOPI página 28

La trivia de las aves página 29

Reconocimiento público página 30

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Vivimos en tiempos difíciles donde el debate sobre la veracidad del calentamiento global se ha tornado académico y ahora debemos aprender a vivir con las consecuencias del cambio. Es en estos momentos donde el conocimiento y trabajo colectivo de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña Inc. (SOPI) puede hacer la diferencia. La lucha por nuestros recursos naturales se intensifica, mientras que muchas decisiones se están tomando sin tomar en cuenta los estudios científicos realizados o la necesidad de realizar nuevos. Solamente en estos pasados meses se presentaron proyectos que atentan directamente contra los humedales, en particular contra el Caño Tiburones y la reserva natural de Vieques. Estas amenazas han sido confrontadas con tenacidad y, sobre todo, con educación. Los medios de comunicación han sido inundados con datos que validan la importancia -no tan solo ecológica sino económica- de estos recursos. Algunos beneficios de los humedales son el control de escorrentías, control contra inundaciones, mitigación del efecto del cambio climático (alza en nivel del mar), fijan nutrientes al suelo, alta producción de peces con valor comercial y recreativo y turismo ecológico, entre otros: son un filtro natural de contaminantes en el agua y el suelo. El Caño Tiburones es reconocido a nivel mundial como un área de gran valor. BirdLife International, National Wildlife Federation, Audubon Society, Sierra Club, la Liga Ecológica Quebradilla y miles de ciudadanos apoyan la protección y el uso sustentable de este humedal. Sin embargo, la esperada presión de intereses especiales limitan la capacidad auditiva y nublan el juicio de aquellos que se suponen nos representen. Es por esto que nuestra organización ha tenido que hacer acto de presencia en la casa de las leyes, reclamando que todo proceso de toma de decisiones ambientales se lleve a cabo con la mayor transparencia posible y con el bienestar de todos los puertorriqueños como norte. De igual forma, en los tribunales exigimos que se cumpla con las mismas leyes que fueron aprobadas hace ya más de 18 años. La batalla por evitar la desregulación de la reserva natural de Vieques fue ganada gracias a la alianza y trabajo realizado por organizaciones como la National Wildlife Federation y SOPI, entre otras. Es posible que al unirte a la SOPI no conocieras del inmenso trabajo voluntario que se realiza para proteger nuestros recursos naturales, pero te garantizo que una vez conozcas nuestras aves y su hábitat también querrás hacer lo mismo. Únete a nuestros esfuerzos y conviértete en el cambio que Puerto Rico verdaderamente necesita. Nathaniel González

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Por:

Raú l

A. Pé rez -Ri

ve ra

Las lechuzas o búhos son un grupo de rapaces principalmente nocturnos. Se caracterizan por tener garras afiladas, pico curvo y fuerte, cabeza grande de gran movilidad y ojos grandes que le permiten ver de noche con muy poca luz. Estos pertenecen al orden Strigiformes y en el mismo encontramos dos familias: la Titonidae, que incluye el llamado grupo de las lechuzas y la Strigidae en lal que se encuentra el resto de los búhos. En relación con Puerto Rico se han informado cuatro especies de búhos. Entre estas hay dos que se consideran extintas. Estas son el Búho de Establos de Puerto Rico (Tyto cavatica) y el Búho Excavador o como se le conoce en la Española, el Cucú (Athene cunicularia – Dod 1981). Las otras dos especies son: el Múcaro Real o de Sabanas (Asio flammeus) y el muy conocido Múcaro Común o de Cafetales (Megascops nudipes). El objetivo de este trabajo es discutir el estatus actual de estas especies e inferir sobre una nueva especie que ha sido informada como residente en la Isla.

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Ty t o ( g l a u c o p s ) c a va t i c a El Búho de Establos de Puerto Rico, fue descrito de fósiles encontrados en la cueva Toraño de Utuado, por H.E. Anthony (Wetmore 1920). La especie se describió con muy pocos huesos y fue considerado dentro del mismo grupo que el Búho de Cara Gris (Tyto glaucops). No obstante, Wetmore (op. cit) encontró que su talón era más grande que el previamente mencionado y lo separó como una especie nueva (T. cavatica). Sin embargo, en tiempos recientes se ha considerado como una subespecie del búho de la Española (Tyto glaucops cavatica – Avibase 2015). Wetmore (1927) indica que cuando estuvo en Puerto Rico en el 1911, vecinos de Utuado, le indicaron de la presencia de un búho que habitaba en cuevas. Éste, tomando en consideración que los huesos que encontró Anthony se podían clasificar como subfósiles, interpretó que T. cavatica pudo haber sobrevivido hasta el siglo XX. En la década del 1970 hubo varios avistamientos de búhos blancos y cenizos viviendo en cuevas de Guánica y aparentemente en un edificio abandonado en Adjuntas. Este último salía de noche para atacar un dormidero de Mozambiques (Quiscalus niger) localizado en la plaza del pueblo (Pérez-Rivera 1977). Pérez-Rivera sugirió que se tratase de atrapar el búho de Adjuntas para determinar qué especie era pero no descarto la posibilidad de que se tratara de T. cavatica. No obstante, éste recibió una comunicación de Storrs Olson, en donde le indicaba que él había examinado los restos del ave que coleccionó Anthony y que en su opinión eran mucho más antiguos, que lo previamente informado, y que a tales efectos el entendía que T. cavatica se había extinguido previo al siglo 20.

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Athene cunicularia A este pequeño búho, llamado Búho Excavador o Cucú en la República Dominicana (Dod 1981), algunos lo han colocado dentro del género Speotyto. De este búho se encontraron restos fósiles en Isla de Mona y Puerto Rico (Olson 1983). Estos fósiles tienen una edad aproximada de 13,000 años o sea pertenecen al Pleistoceno. Los huesos son más pequeños que los de las aves de otras islas, por lo que es posible que se trate de una subespecie particular (Olson 1983). Este búho terrestre tiene una distribución sumamente amplia que incluye a Cuba y la Española. Este rapaz es relativamente pequeño y se caracteriza por sus patas largas. Usualmente habita en áreas xerofíticas en donde predominan las yerbas. Este organismo vive en madrigueras o cavidades en tierra, usualmente excavadas por otros animales como los Perros de Pradera (Cynomys spp.). Suelen ser más activos de día que otras especies de búhos, aunque la mayoría de la caza se produce durante el atardecer y el amanecer. Aunque esta especie está extinta, en territorio puertorriqueño, hay hábitat disponible para la misma en la Isla. Este búho sería un candidato idóneo para que fuera reintroducido en Isla de Mona a partir de individuos provenientes de la Española. Las técnicas de relocalización para estas aves ya han sido desarrolladas con gran éxito (Trulio 1995). Además, ya hay un plan de manejo, bien estructurado, para esta especie en los EUA (Klute et al. 2003). 8  El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI


Asio flammeus portoricensis El Múcaro de Sabanas o Real (Asio flammeus portoricensis) fue descrito como una subespecie endémica por Wetmore (1928). Aunque esta clasificación ha sido retada, hasta el momento se sigue aceptando. La distribución y números de esta ave, en nuestra Isla, han variado, sustancialmente, a través del tiempo. En el 1867 fue cazada una de estas aves en Boca de Cangrejos (Blanco 1969). Bowdish observó uno en San Juan en el 1900 y Worthington coleccionó otro en Utuado en el 1912 (Wetmore 1927). Wetmore (1916) indica haberlos oído en localidades de Rio Grande, Utuado, Salinas y Lares. No obstante comenta en su libro, que cree que el ave estaba al borde de la extinción. Danforth (1926) coleccionó una de estas aves en los alrededores del llamado Anegado, y en el 1942 se coleccionaron otros especímenes en el mismo lugar. No obstante, Danforth (1936) considero al ave como rara en Puerto Rico. Rolle (1960) también logra coleccionar a una de estas aves en el 1950 y la consideró rara. En la década del 1970, Pérez-Rivera et al. (1977) escriben un artículo titulado “El retorno del Múcaro Real” y en el mismo informan de 24 nuevas localidades incluyendo zonas del centro de la Isla, como Cidra. Atribuyen el incremento en el número de estas aves al revertimiento de áreas agrícolas a pastizales. En la década del 1960 comienza a decaer la agricultura, particularmente la siembra de caña. A tales efectos, más de 800,000 cuerdas de tierra dedicada a la agricultura, se convirtieron en pastizales y esto proveyó de hábitat adecuado al Múcaro Real. Sin embargo, a partir de la década del 1980 muchos de estos pastizales se habían convertido en bosques secundarios y otros fueron limpiados para ser urbanizados. A tales efectos, hoy en día podemos decir, otra vez, que el hábitat del Múcaro de Sabana se ha reducido notablemente y junto con este sus poblaciones. Por ejemplo, hasta la década del 1990 se podían observar estas aves en áreas urbanas como los campus de la Universidad del Turabo y la UPR-Humacao. No obstante, los hierbazales en ambos campus desaparecieron para dar lugar a la construcción de nuevos edificios y junto con la eliminación de hábitat desaparecieron las aves. De igual manera ocurrió en Cidra en donde los pastizales para ganado, dieron origen a 22 urbanizaciones. Los fuegos en años de sequía, revierten matorrales y bosques secundarios en hierbazales y en dichos parchos usted puede luego observar a estos búhos. Los grandes fuegos como el ocurrido recientemente, en Gurabo (2015), en donde se quemaron más de 1,000 cuerdas, permite que se restablezcan los hierbazales y que el Múcaro posteriormente, invada dichos lugares. Pero fuegos de esta magnitud no son comunes y mucho menos frecuentes para revertir suficiente hábitat para el Múcaro de Sabanas.

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Megascops nudipes El Múcaro Común o de Cafetales, es una especie endémica, que fue descrita por Daudin en el 1800 como Otus nudipes. Su nombre común, Múcaro, es de origen taino. Es el más pequeño de nuestros búhos y existe en dos morfotipos. A saber, unos que son virtualmente grises y la forma más común, que es pardo tirando a rojizo. Recientemente, el ave se cambia al género Megascops porque tiene las patas y los dedos desnudos o sin plumas como las aves del género mencionado. Este búho es el de más amplia distribución que existe en la Isla y se encuentra virtualmente en cualquier arbolado en donde se hayan formado cavidades que le permitan anidar, incluyendo hábitats urbanos. No obstante, es más abundante en hábitats montañosas de la parte central de la Isla. Se han descrito dos subespecies de este búho. A saber: M. n. nudipes, informado para la Isla principal y M. n. newtoni, informado para St. Croix en el 1860 (Lawrence 1861, 1878). No obstante, previo a la descripción de la subespecie se habían coleccionado mucaritos en St. Thomas (Knox 1852) y St. John (Newton 1860). Posteriormente se hicieron avistamientos en lugares como Vieques. En tiempos recientes ha habido algunos avistamientos de estas aves, los cuales han sido puestos en duda. Leck (1975) informa de un avistamiento de unos de estos búhos, en St. Croix, pero que el no pudo confirmar. Posteriormente, Nellis (1979) indica el haber observado dos de estas aves en St. Croix. Sin embargo, Norton (1986) indica que los avistamientos posiblemente pertenecían a individuos del Múcaro Real. Es menester mencionar que Robert Norton, pasó mucho tiempo en las Islas Vírgenes Americanas, realizó mucho trabajo de campo en ornitología y era el que coordinaba los censos anuales de aves en dichas islas. En el 2010 Olasse Davis, informa el haber observado un Múcaro Real en St. Croix. Este avistamiento apoya la hipótesis de Norton de que las aves que estaban siendo observadas no eran individuos del Mucarito de Newton. Moreno (1998) hizo una extensa búsqueda de esta ave en las Islas Vírgenes Americanas y no observó las mismas. Tampoco tuvo respuesta a grabaciones de aves de Puerto Rico. 10  El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI


Esta ave tampoco se ha observado en tiempos recientes en Vieques o Culebra. Sorrie (1975) que realizó un estudio sobre las aves de Vieques, no encontró al múcaro. Otros estudios, más recientes, tampoco han podido dar con esta pájaro (Saliva 1994). El autor hizo varios viajes a Vieques durante la primera mitad del 2000 y tampoco, observó o escuchó a esta ave. A tales efectos entendemos que esta ave debe estar extinta. Se sospecha que algunos avistamientos recientes, particularmente en Vieques correspondan a individuos de la subespecie de la Isla principal que han llegado a Vieques accidentalmente, ya que el ave no parece dispersarse mucho. Por otro lado, algunos han puesto en duda la validez de esta subespecie indicando que pudiera ser un morfotipo (Moreno 1998). La subespecie fue descrita como más pálida, grisácea y con poco color rojizo (Wetmore 1927) y se sabe que en la isla principal hay un morfotipo grisáceo. No obstante, Avibase y ADW, que es un sitio en la internet dedicado a la taxonomía y que es ampliamente respetado, aun reconocen la subespecie. De igual manera agencias federales como el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS). La razón de la aparente desaparición de este búho de las pequeñas islas al este de Puerto Rico, no está del todo claro. Vieques, Culebra y las Islas Vírgenes, fueron ampliamente deforestadas, particularmente para la agricultura, incluyendo la siembra de caña y la ganadería. Para finales del siglo XIX, Puerto Rico, le vendía madera, para hacer carbón y espeques, a las Islas Vírgenes que en ese momento eran parte de las Antillas Holandesas (documento en la colección de Pérez-Rivera), porque virtualmente no tenían vegetación arbórea. A tales efectos se eliminaron muchos de los árboles que contenían cavidades. Por otro lado, estas islas son tan secas, que la vegetación arbórea tarda muchísimo en restablecerse. Además, estas islas, incluyendo a Vieques, fueron afectadas por varios huracanes durante la década del 1890, los cuales suelen ser desastrosos para poblaciones pequeñas de aves. Por ejemplo, Puerto Rico fue azotado por el Huracán San Magín en el 1891, San Roque en el 1893, luego en el 1896 por San Ramón y finalmente en el 1899 por San Ciriaco, que fue devastador para nuestra Isla, y parece haber exterminado la población de Cotorras de Puerto Rico, que había en Culebra. La marejada ciclónica de San Ciriaco permitió que el mar entrara una milla de tierra adentro en lugares como Humacao. No hay recuento histórico sobre el efecto de la marejada ciclónica en Vieques, Culebra o las Islas Vírgenes.

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T y t o a l b a o T. g l a u c o p s Recientemente, (tercera semana de agosto) se mostró por televisión un pichón de un búho de establos o lechuza común (Tyto sp). Se indicó luego, que personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico, visitaron un lugar de nuestra Isla y encontraron a adultos criando pichones. Sin lugar a dudas, el pichón exhibido era un titónido. Sin embargo, no se indicó a qué especie este pertenecía.

A nuestro mejor entender hay dos posibilidades. En primer lugar, a un Búho de Establos o Lechuza Común (Barn Owl – Tyto alba) y en segundo lugar a la Lechuza de Cara Ceniza (T. glaucops). La Lechuza Común es una de las especies de búhos más comunes y de mayor distribución en este planeta. Las poblaciones en los Estados Unidos se consideran saludables y el ave suele ser una migratoria, que ha llegado ocasionalmente a las Antillas (Keith et al. 2003). En esta especie se ha encontrado, que los adultos, guardan gran fidelidad, al lugar en donde se reproducen. No obstante, los pichones se mueven enormes distancias desde su lugar natal. Marti (1999) encontró que la distancia promedio de dispersión de los pichones de la Lechuza Común, era de 171 km, con un extremo de 1267 km. Muchos opinan que T. alba pratincola (otros lo consideran T. a. furcata) llegó a la Española en la década del 1970, cuando hubo una gran expansión territorial de T. alba (IBC 2015). No obstante, se coleccionó una de estas aves en Haiti en el 1962 (Keith et al. 2003). Por su parte Wiley (2010) opina que la especie llegó a la Española posiblemente, en la década del 1950. Desde entonces ha expandido su distribución y ha ocupado virtualmente todo el territorio de dicha isla. Esta ave también es residente de Cuba. La especie, al menos en la Española, se reproduce a través de todo el año, principalmente de agosto a abril (Keith et al 2003). Cabe la posibilidad entonces, de que aves, particularmente de la Española hayan invadido a Puerto Rico, de igual forma que lo ha hecho en tiempos recientes el Carrao (Aramus guarauna). La distancia promedio de dispersión de 171 km, encontrada en el estudio de Marti (op. cit.) es mayor que la distancia que hay entre la costa este de la Española y la oeste de Puerto Rico. A tales efectos, no debe haber problema, para que la especie haya podido llegar a nuestra Isla desde la Española, quién sabe si utilizando como “escalón” a Isla de Mona.

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Stewart (1952) encontró que algunos ejemplares jóvenes de este búho se podían mover hasta 1,600 km, de distancia del lugar donde nacieron. A tales efectos no podemos descartar la posibilidad de que las aves que se han hecho residentes en Puerto Rico, tengan su origen en Cuba, e inclusive desde la costa este de los EUA, particularmente, utilizando como “escalones” a las islas previamente mencionadas. Cabe señalarse que West Palm Beach (Florida), se encuentra a 1,003 millas de Aguadilla y 1,057 de San Juan. En la década del 1980, algunos cazadores alegan haber observado “búhos blancos” en Ponce y Arecibo. Uno de estos cazadores me indicó que eran iguales a los búhos blancos que él ya previamente había observado en la Republica Dominicana. Como los avistamientos fueron durante el periodo de cacería (diciembre y enero), asumí que eran individuos migratorios accidentales de T. alba. Cabe señalarse que Raffaele et al. (1998) informan a esta especie como visitante ocasional a nuestra Isla. Así, que es posible que estas aves hayan estado residiendo en la Isla, desde mucho antes de lo imaginado. La Lechuza de Cara Ceniza (T. glaucops), hasta el 1980 se incluyó dentro de la especie T. alba. Posteriormente, se separó y se consideró una especie endémica de la Española, en donde se encuentra ampliamente distribuida (Dod 1981). No obstante, Bruce (1999) consideró a los búhos en las Antillas Menores como subespecies de glaucops. El asunto de taxonomía no queda ahí cuando un análisis de ADN, König, Weick & Becking (2009) permite sugerir que a la Lechuza Común de los EUA continental se le separe de la forma europea (se sugiere como nombre T. furcata) y a la forma de Curazao se le trate también como una especie diferente (T. bargei). No obstante, la AOU mantiene la misma clasificación actual (T. alba), indicando que el estudio no es concluyente porque no incluyó en el mismo a una de las subespecies. La Lechuza de Cara Ceniza, en la Española se considera igualmente común que la Lechuza Común (Dod 1981, Keith et al. 2003). Sin embargo, los últimos indican que el primero no suele encontrarse en hábitats urbanos y tiende a anidar de enero a junio. No se han hecho estudios sobre la capacidad de movimiento y dispersión de los ejemplares jóvenes de glaucops. Algunos opinan que no es una especie de grandes movimientos. No obstante, también se encuentra en la Isla de Tortuga lo que implica que la especie tiene la capacidad de cruzar cuerpos de agua. Es mi opinión que esta especie es más común en la parte este de la Española (ej. Samaná y la Romana) que T. alba. En consecuencia, no podemos descartar la probabilidad de que haya sido la especie que invadió a Puerto Rico o que en alguna ocasión haya llegado a nuestra Isla

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No obstante, el análisis de la información recopilada tiende a indicar que lo más probable es que la especie que ha llegado a la Isla, y que ha logrado reproducirse, lo sea la Lechuza Común (T. alba) y que su origen sea la Republica Dominicana. Hay rumores de que la pareja que anidó se encontró en la parte noroeste de la Isla. Si esto es cierto, es probable entonces que no haya pasado mucho tiempo desde que la especie se haya establecido en Puerto Rico. Es menester indicar, que hay que esperar para determinar si esto ha sido un evento aislado de reproducción o si la especie se ha establecido claramente en nuestra Isla. La Lechuza Común alcanza la madurez sexual en poco tiempo, produce una camada grande y su dieta es sumamente amplia. Sin lugar a dudas, en Puerto Rico hay hábitat disponible y las condiciones para que esta especie se establezca sin grandes problemas. De establecerse esta especie en Puerto Rico, no esperamos que presente una seria competencia para las otras dos especies de búhos residentes en la Isla. Estos utilizan hábitats diferentes y tienen una dieta sumamente amplia. El Múcaro de Cafetales, anida en cavidades relativamente pequeñas, mientras que el Múcaro Real, anida en las axilas de palmas o en los suelos. Es menester mencionar, como dato curioso, que muchas de las especies que se han establecido en la Isla, como las cigüeñas o ibis y el carrao, entre otras, se han informado previamente como irregulares o accidentales. Algunos científicos han sugerido que estos movimientos “raros o inexplicables” de organismos, incluyendo aves, son el resultado del cambio climático. Esto pudiera explicar la presencia del Ruiseñor de las Bahamas (Mimus gundlachi -avistado en Cabo Rojo), el Pitirre Real de Cuba (Tyrannus cubensis – avistado en Santa Isabel) y la Golondrina Cubana (Progne cryptoleuca – avistada en Santa Isabel), en Puerto Rico. Por otro lado, el cambio climático que ocurrió en el Pleistoceno, fue uno en donde se extinguió una buena cantidad de aves y virtualmente todos los mamíferos que había en Puerto Rico. No sabemos, qué otros efectos puedan tener el cambio actual sobre nuestra avifauna.

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Por: Adele M. Mouakad

A veces la vida nos presenta situaciones que nos impiden salir al campo a observar aves. ¿Qué mayor deleite sería poder hacer las observaciones desde nuestra casa? Algunas personas tienen la dicha de vivir en medio de un bosque, o tenerlo muy cerca, lo que facilita la observación ya que uno espera que el bosque tenga una gran variedad de especies. Los demás, como yo, que vivimos en zonas urbanas, ¿cómo podemos atraer especies a los alrededores de nuestra casa? Pues resulta muy fácil atraer las aves; la clave está en asegurarse de llenar sus necesidades durante el año entero. Esto lo podemos hacer de varias formas. La primera, sembrar plantas y árboles que las atraigan. La segunda. procurarles una alimentación adecuada todo el año y la tercera, proveerles fuentes de agua. Las aves necesitan arbustos, flores, semillas y árboles. Si vives en una urbanización que lleva tiempo establecida, ésta contará con un gran número de árboles y palmas en sus alrededores y esto atrae a las aves. El truco es lograr que lleguen hasta tu patio y para ello debe haber follaje denso, ya que éste le da seguridad al ave y le proporciona un sitio donde anidar. Si observamos las aves en búsqueda de alimento notaremos que ellas nunca van directo a la comida, sino en etapas. Primero van a una rama, luego saltan a otra, hasta que por fin llegan al comedero. Esa es una de las formas de protegerse que ellas utilizan. Por eso es bien importante colocarle los comederos cerca de la vegetacion. La comida es de suma importancia, y es es el atractivo principal para lograr la presencia de aves en tu jardín. Hay muchas formas de proveerles alimento. Sembrando árboles que tengan frutas seria una opción. Ejemplos de estos son el yagrumo, la schefflera, el cafetillo, o el árbol de péndula, En otra oportunidad hablaremos de las plantas más adecuadas para atraer aves. El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  17


Otra forma de proveerles alimento es colocándole comederos en el patio y una fuente de agua. Los comederos pueden ser de semillas, de frutas y/o bebederos con agua de azúcar para los zumbadores, reinitas y en ocasiones, los turpiales. La ventaja de tener los comederos es que atrae un gran número de aves a tus alrededores, es un efecto dominó. Al venir una o dos aves, otras aves son atraídas y el número de

estas se irá incrementando. ¿Qué alimento es el mejor? Depende de las aves que quieras atraer. Los gorriones prefieren las semillas y vas a atraer un número significativo de ellos. Las calandrias, las reinas moras y los turpiales prefieren las frutas. Los zumbadores y las reinitas prefieren el agua de azúcar. En los comercios hay varios bebederos para zumbadores. Tú puedes preparar los bebederos con una mezcla de agua y azúcar; la cual debe ser una cuarta parte de azúcar para tres cuartas partes de agua. Debes darle un hervor para que se disuelva mejor y mantenerla más pura. En cuanto a las semillas, la mejor es la comida de Pericos (éstas se encuentran en los agrocentros) o la mezcla de semillas para aves silvestres. El agua es importantísima para las aves, pues ellas la utilizan tanto para beber como para bañarse, sobre todo, en las temporadas de poca lluvia. Entre las plantas que siembras, los comederos que colocas y una fuente de agua, vas a ir creando un oasis en tu patio para el disfrute de las aves, el tuyo propio y el de tus amistades.

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Volumen 4

The Flight of the Red Knot A Natural History Account of a Small Bird’s Annual Migration from the Arctic Circle to the Tip of South America and Back, Brian Harrington y Charles Flowers, W. W. Norton & Company; 1st edition, Febrero 1996. Por Ana Pazos

El fenómeno de la migración de las aves se ha observado desde hace más de 3,000 años en nuestro planeta. Homero, Heródoto y Aristóteles, entre otros, hicieron las primeras observaciones acerca de este fenómeno. No es sino hasta principios del siglo XIX que se acepta la migración como la causa y explicación de la desaparición de las aves en las zonas del norte durante el invierno. Muchas especies de aves migran por diversas razones y por largas distancias, en respuesta a cambios en la disponibilidad de alimento, de hábitat y de clima. Estas migraciones están atadas a las estaciones del año. Tradicionalmente, las estaciones de primavera y otoño señalan los períodos donde las aves comienzan sus movimientos hacia los territorios de anidaje y de invernar, respectivamente. El éxito de las migraciones depende de que las aves encuentren lugares para detenerse a lo largo de las rutas de migración. La disponibilidad de recursos alimenticios para poder re-abastecerse antes de continuar su camino es uno de los factores más importantes para que grupos grandes de aves se detengan en estos lugares. Ciertas especies de aves han adquirido notoriedad por la extensión de sus migraciones. La Barga Aliblanca (Limosa haemastica) y el Charrán Ártico (Sterna paradisaea), son algunas de las aves que han sido estudiadas a través de anillamiento y tele metraje y cuyas rutas migratorias cruzan el globo de la tierra desde un polo hasta el otro. Pero hay un ave cuya historia de migración y supervivencia está íntimamente atada a la costa del este de Norte América y que se encuentra prácticamente bajo los pies de los veraneantes que acuden a las playas a disfrutar de la arena y el sol del verano norteño: el Playero Gordo, Calidris canutus. El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  19


El Playero Gordo, como se le conoce en español, es un ave limícola de costa perteneciente al género de los Calidri. De tamaño mediano entre los playeros, mide aproximadamente 9 pulgadas de largo, con 20 pulgadas de alcance y pesando menos de media libra. También se le conoce como Correlimos gordo o Playero rojizo. Esta especie fue casi aniquilada por la cacería para el consumo como alimento y las poblaciones han continuado disminuyendo por causas asociadas a la perdida de hábitat. Este playero tiene una de las rutas migratorias más largas de las aves de nuestro hemisferio, viajando más de 9,000 millas entre las áreas de anidaje en la tundra del norte de Canadá, Alaska y Groenlandia y las áreas donde suele pasar el invierno en el cono sur de Sur América, especialmente Tierra del Fuego. En su viaje de otoño, la mayor parte de los playeros gordos (subespecie C. c. rufa) parten de Nueva Escocia y vuelan sin detenerse sobre el océano Atlántico hasta llegar a las costas de Brasil. A su vuelta, revierten el camino, cruzando el Atlántico nuevamente, deteniéndose en la costa de Delaware antes de seguir hacia el Ártico. La historia que nos ocupa, en las páginas del libro, es un recuento de este viaje anual, etapa por etapa, de la ruta que sigue este viajero incansable. El Playero gordo recorre una trayectoria de más de 18,000 millas en el ciclo de su migración. El libro cubre aquellos lugares especiales que son enlaces en la cadena hemisférica de migración para el Playero gordo. El libro está dividido en cinco capítulos que indican las paradas en el viaje anual de esta impresionante ave. Octubre a febrero: Patagonia y Tierra del Fuego, época de verano austral y abundancia de alimento en las costas de Chile y Argentina, donde se alimenta en áreas costeras rocosas (restinga). Marzo y abril: partida hacia el norte, guiados por el instinto natural, cruzando el continente desde Chile y Argentina hasta llegar a la costa de Brasil. Mayo y junio: inicio del vuelo sobre el Atlántico y arribo en masa a la Bahía de Delaware justo en el momento en que el Cangrejo herradura (Limulus polyphemus) comienza a desovar. Durante esta parada de descanso, los playeros reponen el peso perdido durante la primera etapa de la migración, exhibiendo un 42% de aumento en el peso corporal. Este aumento en peso les permite completar la segunda etapa de la migración hasta el polo norte. El 90% de la población de C. c. rufa se detiene en la Bahía de Delaware justo en el momento en que los cangrejos llegan a la orilla a depositar los huevos, evento que coincide con los momentos en que los norteamericanos de desplazan en masa a disfrutar del sol y de la arena en la época de verano.

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Es por consiguiente que la competencia por la pesca del Cangrejo herradura, cuya sangre se usa para extraer un líquido importante para determinar endotoxinas, y la presión del uso de las áreas costeras donde se detienen los playeros, han incrementado la amenaza para la población del Playero gordo. Junio a Agosto: llegada a la tundra en el Círculo Ártico y el período de anidaje y reproducción. Agosto a Octubre: comienzo de la migración hacia el sur, y la llegada de vuelta al lugar que mantiene la disponibilidad de alimento durante el invierno boreal. El último capítulo del libro considera los obstáculos para la conservación de las áreas importantes para las especies de playeros que dependen de lugares críticos de alimentación. El libro enfatiza en aquellas acciones que se pueden tomar y expone las que se han logrado para conservar las áreas costeras y de humedales críticas para asegurar un futuro para las aves migratorias. El libro, según las propias palabras del autor, fue inspirado en el trabajo del Manomet International Shorebird Survey (ISS) y la red de voluntarios que han participado por los últimos 30 años levantando la data para evaluar los movimientos y fluctuaciones en las poblaciones de aves playeras. La selección del Playero gordo y la información presentada en el libro han sido focales en el desarrollo de estrategias de conservación para migrantes de largas distancias. La Red de Conservación de Aves Playeras del Hemisferio Occidental (WHSRN) designó como su primer lugar de importancia global a la bahía de Delaware y el Global Flyway Network ha expandido el programa de investigación a una red global de lugares claves para la supervivencia de las aves playeras. Brian Harrington, co-autor del libro, sirvió como biólogo del Centro de Ciencias de Conservación Manomet desde el 1971. Durante sus años en Manomet, la mayor parte de su trabajo se enfocó en aves playeras y sus migraciones, y especialmente con las dificultades en la conservación de los lugares asociados a las estrategias de larga distancia que muchos playeros usan. La especie en la que Brian se enfocó, el Playero gordo, se escogió por que ilustra los problemas de conservación que él había documentado. Mucho de su trabajo esta descrito en las páginas del libro. Brian ha conducido investigaciones de campo en Puerto Rico, es conocido por algunos de los miembros más antiguos de SOPI. En el año 2007 Brian condujo unos de los Talleres de Identificación de Playeros más memorables de SOPI. Ya retirado, Brian continúa apoyando la investigación sobre las poblaciones de Playero gordo y sirve como asesor para WHSRN y ISS. The Flight of the Red Knot es un ejemplo de cómo una persona puede influenciar el futuro de una especie, con un libro popular que ha postulado como podemos evitar que grupos de aves comunes declinen hasta convertirse en especies amenazadas.

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20 de octubre de 2015

Vireo de Filadelfia Vireo philadelphicus Philadelphia Vireo observado y fotografíado por Kitty Aponte en el área del manglar de La Parguera en Lajas.

21 de octubre de 2015 Zumbador Verbena Mellisuga minima Vervain hummingbird

Julián Rosado lo observa en la Reserva Natural Isla de Mona., y ese mismo día también observó 5 Reinitas de Connecticut Oporornis agilis Conneticut Warbler,.

21 de octubre de 2015 Reinita Castaña Setophaga castaneaen Bay-breasted Warbler

Guillermo Plaza la observa y fotografía en el área del manglar de La Parguera, Lajas. 22  El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI


Gavilán de Ciénaga Circus cyaneus Northern Harrie

Kitty Aponte lo observa y fotografía en el Valle de Lajas. *Al momento de escribir este reporte se continúa avistando por la zona.

7 de noviembre del 2015 Reinita de Canadá Cardellina canadensisen Canadian Warbler observada y fotografiada por Guillermo Plaza en el Bosque Estatal de Río Abajo, Utuado 9 de noviembre de 2015 Vencejo Común Apus apus Common Swift

Juliann Rosado lo observó y documentó en el Faro de Rincón. *Este es el primer récord de esta especie en Puerto Rico. 18 de noviembre de 2015 Pato Aliverde Anas crecca Green-winged Teal

Sadhu Govardhan lo observó en el Refugio de Vida Silvestre Laguna Cartagena, Lajas. El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  23


29 de noviembre de 2015 Gaviota de Franklin Leucophaeus pipixcan Franklin’s Gull observada por Sadhu Govardhan en la desembocadura del Río Grande de Añasco. En las siguientes semanas se llegaron a observar hasta cuatro individuos en la zona.

4 de diciembre de 2015 Vireo de Filadelfia Vireo philadelphicus Philadelphia Vireo.

Dylan Avila lo observó y fotografió en el patio de su hogar en Aibonito

19 de diciembre de 2015 Gaviota Espaldinegra Larus marinus Greater Black-backed Gull Durante el conteo de aves navideño Audubon, Pedro Santana, Julio Salgado, Pablo Román y Elvin Santana la observaron en Isla de Roque, Barceloneta.

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26 de diciembre de 2015 Gaviota Espaldinegra Larus marinus Greater Black-backed Gull

Dylan Ávila observó tres de esta especie en la desembocadura del Río Camuy. Al momento de escribir este artículo al menos una de ellas continúa en el área.

29 de diciembre de 2015 Pato Gris Anas strepera Gadwall

Pablo Román y Ana Pazos encuentran cinco de esta especie en la Charca Yeguada en Camuy.

2 de febrero de 2016 Avoceta Americana Recurvirostra American Avocet

Julio Salgado y Luis Ramos observaron una americana, en las Salinas Fortuna de Lajas. El Bien-Te-Veo, la revista digital de SOPI  25


Por Manuel Seda

La Sociedad Ornitológica Puertorriqueña Inc., SOPI, se unió nuevamente a la celebración del Festival Anual de las Aves Endémicas del Caribe auspiciado por BirdsCaribbean. Esta actividad fue celebrada en varios lugares de las islas del Caribe, desde la Habana, Cuba, la Isla Nonsuch en Bermuda, hasta el Bosque Estatal Cambalache en Puerto Rico. Es motivo de celebración que en nuestra región caribeña existan unas 173 especies endémicas y que en nuestra Isla unas 17. El Festival Anual de las Aves Endémicas del Caribe comenzó el 22 de abril, el Día del Planeta Tierra y concluyó el 22 de mayo, Día International de la Biodiversidad. SOPI comenzó la celebración con una gran actividad de apertura El Festival de las Endémicas, el sábado 23 de abril en el Bosque Estatal Cambalache en Arecibo. Hubo gran participación de nuestros socios, escuelas, tropas de niños escuchas, familias y público de todas las edades. Iniciamos el día con una importante charla de leyes y reglamentos locales y federales que protegen nuestras aves a cargo de Nathaniel González. Luego se realizó un recorrido de observación de aves comandado por Gabriel Lugo, combinado con un entretenido juego de búsqueda de ilustraciones de aves escondidas por las veredas del bosque. Se presentó ante los participantes del Festival la Colección de Fotos de Aves Endémicas de Puerto Rico de SOPI. Esta colección consta con una foto de cada ave endémica de nuestra Isla. Fotos muy bien logradas y tomadas por fotógrafos de aves de nuestra organización. Estas fotos sirvieron de marco en la amena charla sobre las aves endémicas de Puerto Rico ofrecida en varias secciones por Ela Cruz, William Ríos, Marjorie Batista, Sergio Colón y Julio Salgado. Varios grupos de niños, jóvenes y adultos pudieron afinar su creatividad, durante el taller de dibujo de aves endémicas a cargo de Manuel Seda. Los participantes del taller pudieron aprender técnicas para dibujar al San Pedrito y al Carpintero de Puerto Rico. Simultáneamente se ofrecieron recorridos de observación de aves con binoculares por el Bosque Cambalache para los visitantes y participantes del Festival de Aves Endémicas del Caribe. Fue recompensante poder compartir estas actividades con los amigos que nos visitaron y mas aún verlos salir del Festival con una sonrisa en sus labios.

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Nuestra organización también co-auspició otras actividades como Celebramos las aves endémicas de Puerto Rico el 30 de abril en el Refugio de Vida Silvestre de Cabo Rojo junto al US Fish & Wildlife Services. Para cerrar con broche de oro las celebraciones del Festival de aves endémicas del caribe, SOPI organizó La Noche de las Endémicas en el Bosque Estatal de Susúa entre Sabana Grande y Yauco. Comenzamos esta actividad nocturno a las 5:30 PM con entretenidas charlas. La Sra. Wetsy Cordero, manejadora del Bosque de Susúa habló a los participantes de las especies de fauna y flora distintivas de este importante hábitat húmedo subtropical. La avifauna del Bosque está representada por 44 especies, siendo el Guabairo su ave emblemática. Luego los participantes disfrutaron de dos excelentes charla una de nuestras endémicas nocturnas, la primera acerca del Guabairo de Puerto Rico por Guillermo Plaza y la segunda del Múcaro por Kitty Aponte, ambas llena de muchos datos curiosos e interesantes. Aprendimos a distinguir al Guabairo del Querequequé y que el Mucarito tiene un sentido auditivo más desarrollado que su sentido visual. La noche nos cayó y salimos al recorrido nocturno por el Bosque. Avistamos varios Mucaritos y escuchamos Guabairos. ¡Misión cumplida! El Festival de las aves endémicas del Caribe de SOPI fue todo un éxito. Gracias a todos los participantes, socios, amigos y voluntarios.

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MES

DÍA

ACTIVIDAD HORARIO PATROCINADOR LUGAR ACCIÓN Recorridos Bosque Bosque Aguirre, 2 dom 8am-12m JBNERR Observación de aves Aguirre Guayama Día Internacional de 7-11 am EFTA & Birds- Viejo San Juan Observación de aves 8 sab las aves migratorias 7-11 am Caribbean La Parguera Observación de aves

Refugio NVS, oct 15 sab Celebremos la Na- 10am-2pm USFWS turaleza Cabo Rojo Siembra de uvas 22 sab 8am-12m E. Quiñones Playa Camuy playeras 29 sab Taller Reinitas nov 26 sab Taller Acuáticas 17 sab Conteo Audubon dic 31 sab Conteo Audubon TBD Conteo Audubon

7am-12m

SOPI

1-6pm

SOPI

Pendiente Pendiente Pendiente

Audubon Audubon Audubon

Mesa educativa y exposición de fotos Siembra y pajareada

Taller y recorrido educativo Taller y recorrido Pendiente educativo Cabo Rojo Conteo de aves Caño Tiburones Conteo de aves Fajardo Conteo de aves Pendiente

NOTA: esta programación se revisa periodicamente y se actualiza cada vez que hay un cambio. Las actulizaciones puede verlas en

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Identifica estos playeros y determina sus diferencias. Tocando cada foto obtendrás la información de cada uno.

1 Ja vier Hernandez

2 3

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Un agradecimiento especial a los fotógrafos que amablemente prestaron sus fotografías para engalanar esta edición de nuestra revista digital. Dania Isabel Echevarría Javier Hernández Frankie Nieves Luis R. Alvarez Lugo Miguel A. Rivera Adele Mouakad Manuel Seda Julio Salgado Dylan Avila Julián Rosado Kitty Aponte Guillermo Plaza R. Carolina Soto Montiel Así mismo damos la bienvenida a los nuevos miembros SOPI y agradecemos su colaboración y participación en todas nuestras actividades. Alex Borschow Carlos García Troche Dannise Ruiz David López Pumarejo Elizabeth Cuba Lara Erick Pérez Guzmán Ernesto Burgos Aponte Francisco Quiles Gerán Vicil Anaya Gerardo Cerra Gerardo Toledo Gerardo Vicil Dávila Gustavo Torres Janely Lugo Martínez Jessenia Marrero Negrón

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José Lee Torres José Ortega Beede Juan Santana Katie Flynn Lori Ann Beede Luis A Morales Caballero Luis Alvarez Vázquez Luis Macfie Manuel Seda Batista Marilyn Rodríguez Ginorio Norm Guice Rafael Cruz Tirado Roberto Batista Medina Sonia Longoria Tito Ortega Vergés


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