4 Música mis alas Agatha Cervantes
La ventana seguía cerrada, el ambiente de repente se inundó con una mezcla de ruda, chocolate y agua, una infusión poco convencional, aquellos remedios que mi madre usaba y se usaron por generaciones en la familia; esa extraña infusión se utilizó para aumentar mi fe y matar mis sentidos, simplemente no sirvió. Por mi cuerpo pesaba según el médico una fiebre reumática, con su hálito esta invadió mi rostro soplando debilidad sobre todos mis pensamientos, mientras se sumergían en una oscuridad que proliferaba en la habitación, en la cual solo estaban la cama, un pequeño buró y sobre él una radio, la única que me acompañaba con la música que se transmitía en los años 60.