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Entrevista
Yrenes Martínez
La creadora de Ginger Milk destaca la importancia de cuidar de la salud mental para tener negocios exitosos
Por Danielis Fermín
dfermin@eldinero.com.do Foto: Luilly Luis Reyes
Yrenes Martínez es una soñadora empedernida y una mujer persistente. Con sólo RD$1,500 y la certeza de que lograría cumplir sus metas inició Ginger Milk, una empresa de productos capilares que, gracias a su calidad, se ha posicionado en el mercado local e internacional.
En la actualidad, cuenta con 13 productos, de los cuales el gotero para el crecimiento Be Poweful (con el que empezó su trayectoria) y la mascarilla nutritiva Be Generous son los más vendidos. La marca comercializa unas 10,000 unidades mensualmente. Además de República Dominicana, los artículos se venden en Estados Unidos y Europa.
Aunque hoy disfruta de las mieles del éxito, sus inicios no fueron “color de rosa”. Su historia en el mundo de los negocios comenzó mientras trabajaba en una institución financiera. A la par, tenía una tienda vía Instagram de accesorios y calzados, los cuales traía desde Colombia. El estrés de llevar el emprendimiento, el trabajo, más una una maestría, le provocó problemas de ansiedad. “No tenía mucho tiempo ni siquiera para estudiar y aparte tenía un negocio en las redes sociales”. Su proyecto le obligaba a salir del trabajo para llevar los pedidos a
sus clientes. “Era salir del trabajo a eso (delíveri) y luego coger para la maestría”. Recordó cómo un domingo tuvo un fortísimo ataque. “Estuve como aproximadamente dos semanas bajo psiquiatra, bebiendo ansiolíticos para poder recuperarme. Luego de que pasé esa recaída tuve que dejar la maestría y el negocio. Empezar, como quien dice, de nuevo”. Este proceso le desencadenó una caída excesiva del cabello, lo que le motivó a buscar una solución con remedios naturales. “Empecé a hacer mi producto (el gotero), que fue el único que duré como aproximadamente dos años en el proceso de creación”. Sus resultados fueron evidentes y tuvo que preparar varios para regalarlos. “Después que salí de esa recaída, volví de nuevo a tener más estrés porque no me esperaba que me iba a ir Sigue tratando de dar tu milla extra en cada paso” “ tan bien. Tuve que ponerle precio (al producto), porque llegaba cansada del banco para trabajar de nuevo”. Se apoyó en las redes sociales para promocionar su fórmula para hacer crecer el pelo. Aunque no tenía una etiqueta como la actual, la calidad de sus productos y el “boca a boca” hicieron que su gotero se convirtiera en un éxito. Así nació Ginger Milk, la marca que posicionó el jengibre como principal
ingrediente de su propuesta de belleza capilar. Acudía a los mercados para adquirir productos naturales que estimulen el crecimiento del cabello. Sin embargo, como eran hechos en casa tenían que estar en la nevera para evitar que se dañaran. Ante esta situación, entendió que debía darle carácter a la formulación.
“No era simplemente una poción mágica en mi casa. Tuve que ir educándome y trabajando bastante las formulaciones para que pudiera ser un producto comercialmente aceptado”, precisa.
Gracias al apoyo de su madre, conoció a un ingeniero químico que la ayudó con la reformulación para comercializar el producto. Después, logró una alianza con un laboratorio para su producción.
De esta experiencia, resalta la importancia de buscar ayuda, ya que no se trata simplemente de ver el emprendimiento como si fuera un pasatiempo. “Hay que hacer lo mejor para que la gente también pueda reconocer tu trabajo”.
Ginger Milk inició con dos colaboradores. En la actualidad, tiene 42. “Trabajamos con un equipo desde fuera, porque tenemos la marca posicionada en Estados Unidos. Recientemente, empezamos en Europa a exportar, porque vendemos a cada uno de los países que nos colocamos”.
Aunque reconoce que le ha costado aprender a delegar, ha entendido que debe cuidar de su salud para evitar desgastarse y seguir trabajando en la empresa. “No puedo hacer que mi trabajo se convierta en un problema para mí”.
Productos
Su lema “La belleza viene de las raíces”, se debe, tanto al ingrediente estrella del producto, como por el concepto de marca país. “Nuestra belleza, nuestro color, nuestra forma de ser como dominicanos, o sea, viene de nuestras raíces”. La compañía se ha apoyado en comerciantes locales para la compra de materias primas, como canela, extracto de romero, aceite de coco y aguacate, entre otros.
Además, importan el aceite de uva y la manteca de karité. “Nosotros trabajamos arduamente las formulaciones para que sean ingredientes veganos y libres de crueldad animal”, explica, al destacar la alegría que le da apoyar a productores de diferentes localidades del país.
Ginger Milk está certificada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y cuenta con los registros locales. “Hacemos los productos con ese tipo de formulaciones porque creemos en la cosmética limpia”, dice, ya que tiene una inclinación a los procesos sostenibles.
Desafíos
El reto “más grande” que ha tenido que enfrentar Martínez está en entender que Ginger Milk no es “100% Yrenes, que en la marca tiene vida propia”.
Como empresa que se ha internacionalizado, señala que otro desafío está en su posicionamiento en mercados extranjeros, ya que deben captar a los usuarios, pero, además, cumplir con todos los protocolos que tiene cada país.
Invita a las emprendedoras a no saltarte los pasos para estandarizar sus productos, debido a que si desean exportar tienen que cumplir con todos los registros sanitarios. “En los muelles, por ejemplo, paran las mercancías para examinarlas. Entonces, tienes que cumplir con absolutamente todo, porque si no, te la devuelven”.
Recomendaciones
“La clave de todo es ser perseverante y convivir con el miedo, porque van a llegar situaciones en las cuales uno no quiere seguir apostándole a la empresa, porque es normal, somos humanos, pero sí es muy importante ser perseverante”, precisa.
Martínez, quien ha entendido el valor de tener una visión clara, recomienda a las emprendedoras tener un enfoque y creer en lo que están haciendo. Además, entender cuál es la necesidad que están satisfaciendo para poder innovar en el mercado en el que les interese destacarse.
Exhorta aprender a manejar el estrés y los procesos difíciles que tienen todos los negocios. “No dejarse abrumar por cualquier situación porque, si no, yo no estuviera aquí el día de hoy. Honestamente, las cosas no se crean de la nada, hay que darles tiempo”.
Una de las recomendaciones de Martínez es formalizarse para poder crecer. “Tienes que pensar en grande, independientemente de que empieces pequeñito”. Asimismo, exhorta a evaluar lo que hace la competencia, “no para compararse, sino para tener aspiraciones y llegar al lugar de tus sueños”, expresa.