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Marzo 2023: hablemos de liderazgo y participación política de la mujer
El 2023 marca el rumbo de un escenario político muy competitivo de cara a las elecciones del 2024 en el país. Surgen nuevos liderazgos que apuestan a la renovación política y una nueva manera de ejercer la función pública desde los distintos poderes del Estado. Estamos en presencia de una era donde los políticos están llamados a responder ante los grandes desafíos globales de inflación, crisis social y cambio climático.
En este contexto, se hace necesario reflexionar sobre la situación actual de la participación de la mujer en el escenario político partidario y sus posibilidades de aspirar a cualquiera de los distintos niveles de elección que va desde una regiduría, direcciones distritales y alcaldías en el nivel municipal; diputación y senaduría en el Congreso de la República, hasta el nivel presidencial. Entonces nos preguntamos ¿qué tanto hemos avanzado en nuestra democracia y qué esperar de la próxima contienda electoral 2024?
Según informes publicados sobre las últimas elecciones del 2020, que ofrece el Observatorio de Participación Política de las Mujeres, publicado por la Junta Central Electoral (JCE), en el padrón de ese año la cantidad de mujeres representaba un 51.1%. En cuanto a las candidaturas en los niveles Municipal, Congresual y Presidencial, las mujeres alcanzaron un 44.11%, postulaciones donde solo un 12.50% aspiraba a una curul en el Senado, mientras que a nivel de diputaciones el porcentaje de postuladas fue de un 43.55%.
Luego de ver estos datos, es importante que como sociedad continuemos reflexionando sobre la brecha de género que aún existe en la participación de la mujer en la política. Cabe resaltar que hemos visto programas, proyectos, iniciativas y un sinnúmero de esfuerzos que evidencian que existe compromiso con este tema.
Aprovecho estas líneas para compartir algunos puntos que considero aportarían para diseñar propuestas:
1.Formación desde las bases:
Existen programas y se han hecho esfuerzos, sin embargo, sigue haciendo falta que la mujer desde el nivel comunitario sea preparada con una formación robusta en temas políticos, formarla y apoyarla a desarrollar habilidades y competencias, sobre todo a afianzar su liderazgo, para facilitar que pueda ejercer su participación o lanzarse a una carrera política. Importante priorizar la juventud, para preparar el relevo.
2.Incentivar la participación, reconociendo a quienes participan: El objetivo de la participación es poder ser escuchadas, aportar, hacer incidencia y lograr buenos resultados, reconozcamos a quienes lo hacen dándoles su valor y facilitando que por sus méritos tengan el espacio que merecen. Cuando se hacen esfuerzos y se trabaja, pero una se ve estancada, eso puede desmotivar y generar que no se quiera participar.
3.Visibilizar los referentes:
Contamos con muchos referentes, mujeres modelos que desde las comunidades hacen un trabajo extraordinario, estamos llenos de historias (muchas veces invisibles), que pueden ser ejemplos de inspiración, motivación y de guía para que se replique su accionar. Hagamos visible y viralicemos lo bueno, desde lo más pequeño y lejano, hasta lo más grande.
4.Elevar el debate de este tema:
En muchos escenarios se discute este tema y generalmente se enfocan únicamente en hablar de cuotas, creo que el principal objetivo debe ser la discusión sobre cómo garantizar una participación real, activa y efectiva de la mujer a nivel político, donde se pueda analizar si lo que se ha hecho hasta el momento ha sido suficiente, cuáles ideas o soluciones innovadoras podríamos aplicar, ver las lecciones que nos dejó la pandemia, así como dar un rol más activo a la juventud en estas discusiones, ya que son quienes enfrentarán las consecuencias de las decisiones de hoy, en el futuro.