ยกMONOS QUE PIENSAN, BLANCOS QUE CUELGAN DE LIANAS Y TODA LA DIVERSIร N QUE UNO PUEDE ENOCNTRAR EN UN ENTORNO NO URBANO Y QUE NO TE MUESTRA EL ANIMAL PLANET!
Roberto Barreiro y otros
Contenido Editorial: ¡UNGAWA!.......................................................................... 1 BURROUGHS EN ARGENTINA........................................................... 3 TARZAN DE LOS MONOS (Tarzán of the Apes, 1912) .................... 15 EL REGRESO DE TARZAN (The return of Tarzan, 1913).................. 17 LAS FIERAS DE TARZAN (The Beasts of Tarzan, 1914)................... 18 EL HIJO DE TARZAN (The son of Tarzan, 1915) .............................. 20 TARZAN EL TERRIBLE (Tarzan the terrible, 1921) .......................... 21 TARZAN Y EL LEON DE ORO (Tarzan and the Golden Lion, 1922-23)22 El taparrabos mutante de Johnny Weissmuller............................. 24 Covermanía: Tarzan by Gustavo Gilli .............................................. 28 Tarzan estadístico............................................................................ 31 En bolas y a lo loco: Todos los Tarzanes de la pantalla grande .... 33 Tarzan en la radio de Argentina...................................................... 56 Tarzan receives a phone call! .......................................................... 57 Todo lo que querìas saber sobre Bomba, el Niño de la Selva (parte 1) 63 Bomba, el niño de la selva (Bomba The Jungle Boy, 1926) ........... 72 Bomba en la Montaña Movediza (Bomba at the Moving Mountain, 1926)
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Bomba en la Catarata Gigante (Bomba at the Giant Cataract, 1926)75 Bomba en la Isla de los Jaguares (Bomba on Jaguar Island, 1927)76 Bomba en la ciudad abandonada (BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE ABANDONED CITY, 1927)
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Bomba en el sendero del terror (BOMBA THE JUNGLE BOY ON TERROR TRAIL, 1928)79 Bomba en el pantano de la muerte (BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE SWAMP OF DEATH, 1929) Bomba y los exploradores (BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE LOST EXPLORERS, 1930) BOMBA EN EL CONTINENTE NEGRO (Bomba in a Strange land, 1931) 83 Todo lo que querìas saber sobre Bomba, el Niño de la Selva (parte 2) 84 Trágico safari ................................................................................... 89 Kaspa, el Hombre León (The Lion´s Way, 1931) ............................. 90 Mizomba Y Mawa (Tarzanidus Chilensis)....................................... 92 MONOS QUE PIENSAN: Una guía por los simios inteligentes de la cultura pop King Kong comics .......................................................................... 106 King Kong, Rey de la Isla Calavera (Kong: King of Skull Island, 2004) 120 30 geniales tapas de comics con gorilas ...................................... 121 LOS GORILAS COMO METAFORA POLITICA. ............................... 137 THE END ......................................................................................... 140
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Editorial: ¡UNGAWA! "El Hombre ha nacido libre y, sin embargo, por todas partes se encuentra encadenado" (Jean Jacques Rosseau, El contrato social) Algo debe haber hecho bien Edgar Rice Burroughs para que un personaje como Tarzan siga resonando dentro del público a más de cien años de su publicación original y después de una explotación del personaje que debería haberlo agotado ya hace tiempo. Sospecho que el mito del Buen Salvaje, del tipo criado por las fieras y no contaminado en su educación por la civilización (con lo que sería de alguna manera más puro) todavía pega mucho en nuestra cultura. O tal vez sea que a la gente le gusta la violencia y erotismo reprimido (y no tanto a veces) que está subyacente en la historia. O les gustará creerse eso que un tipo blanco criado en medio del Africa puede sobreponerse a gente inferior (léase bestias salvajes, negritos y cosas así)
todavía hace fuera en un mundo donde la xenofobia y el chauvinismo no solo no se van sino que vuelven cada tanto con demasiadas ganas para mi gusto. O será que a la gente le gustan las aventuras exóticas, fuera de lo cotidiano, en las que Burroughs descollaba. Pero, en lo particular, lo que más me ha asombrado de Tarzan es la capacidad de generar infinidad de clones que más o menos han calcado el modelo original con mayor o menor recato. Teniendo en cuenta que el modelo del personaje es tan específico, no deja de asombrarme la cantidad de copias que ha habido en todo este tiempo. De hecho, lo que comenzó como un pequeño buceo que serviría para darle un color temático para reseñar algunas novelas del Hombre Mono y de Bomba el Niño de la Selva se ha ido transformando con el tiempo en un “juggernaut” de proporciones mastodónticas que cada vez me apabulla más. Si bien, al igual que los e-zines anteriores, este especial se nutre del material escrito online en mi blog anterior (http://elefantes_rosas.blogia.com por si quieren ver) hay
varias diferencias notorias. Por un lado está ausente la enciclopedia de tarzanidas Colgados de la Liana. Principalmente porque nunca la terminé y entregar algo incompleto me parecía un error. Me encantaría terminarla un día de esto pero es un trabajo largo. Asismismo, la versión de la historia de Bomba, el Niño de la selva mezcla las reseñas individuales de los libros publicadas online con la versión mucho más completa publicada en la revista española Barsoom. La nota sobre los Tarzanes cinematográficos se publicó originalmente en la revista de cine fantástico y bizarro argentina La Cosa, hace ya mucho pero mucho tiempo (y está levemente actualizada). Y finalmente la nota sobre los simios inteligentes se publicó en el especial del Planeta de los Simios de la revista española Neutron. Todas revistas que siguen saliendo y recominedo comprar si les es posible. Y por el lado de colaboraciones externas tengo que agradecer a Cristián Diaz por su nota sobre los tarzanidas chilenos Mizomba y Mawa y a Hernan Ostuni y a Fernando García por su nota de Burroughs en Argentina (que saliera originalmente en inglés en el Burroughs Bullettin y se tradujo en mi blog por primera vez al castellano). Muchas gracias otra vez. Damas y caballeros, con ustedes, los nobles salvajes...
BURROUGHS EN ARGENTINA Por Fernando García y Hernán Ostuni 1932. En Europa, las sombras de Adolf Hitler, Benito Mussolini y francisco Franco caían implacablemente sobre le futuro del mundo. En Norteamérica, mientras los Estados Unidos peleaba contra la gran Depresión con el "New Deal" de Franklin Delano Roosevelt, Edgar Rice Burroughs estaba publicando Tarzán y la Ciudad de Oro (Tarzan and the City of Gold) en la revista Argosy, y Johnny Weissmüller estaba interpretando el rol del hombre mono en su primer filme hablado. En Sudamérica, Bolivia y Paraguay habían firmado el tratado de paz luego de la guerra por el Chaco. Mientras tanto, Argentina seguía sufriendo las consecuencias del "crack" de Wall Street y del golpe de estado de 1930 que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, mientras el desempleo, los asentamientos marginales y la gente hambrienta seguían creciendo. También por esos años, Juan Carlos Zabala ganaba la maratón y encendía la antorcha de los Juegos Olímpicos de Los Angeles, mientras que una pasión por el fútbol crecía rápidamente y
Carlos Gardel era considerado incuestionablemente el mejor cantor de tango. La Argentina de aquellos días era un país donde la televisión no había todavía llegado, donde la radio y la literatura popular habían conseguido su nivel más alto de popularidad. En ese mismo año, la primera publicación conocida de Edgar Rice Burroughs fue impresa en Argentina. Editorial TOR, encabezada por J.C.Rovira, era indudablemente la más importante editorial de esos años. La oficina central estaba localizada en Buenos Aires y sus libros llegaban a todo el país así como a la vecina república de Uruguay. El formato de los libros seguía el formato de los "libros de bolsillo", de 12 por 18 centímetros. Tenían una tapa blanda impresa en cuatro colores, 160 páginas impresas en un solo color y encuadernación cosida. Cada libro se vendía al ridículamente bajo precio de 30 centavos (el sueldo promedio era de aproximadamente 80 pesos, unos 35 dólares de ese momento). Editorial TOR publico centenares de otros títulos, algunos de ellos formateados de acuerdo a la moda del momento y otros explotando las necesidades sociales de ese tiempo. Novelas detectivescas,
románticas e históricas compartían el catálogo de TOR con obras de teatro clásicas, poemas famosos, y algunos tratados científicos, políticos y sociales. Autores como Victor Hugo, William Shakespeare, Edgar Wallace, H.G.Wells, Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, Gustave Flaubert, Miguel de Cervantes Saavedra, Charles Dickens, Fedor Dostoyevsky, Gaston Leoroux, Émile Zola, y los argentinos Domingo Faustino Sarmiento, Miguel Cané, Fray Mocho y Almafuerte fueron devorados semanalmente por millones de lectores. Una de las colecciones era la Colección Misterio, dedicada exclusivamente a historias de detectives. Aparecía cada jueves y era, tal vez, la menos popular de todas. Por eso fue que en 1932, con el libro nº 85, ellos ampliaron los contenidos de la colección para incorporar historias exóticas y de aventura. El autor escogido para comenzar esta ampliación era poco conocido en Argentina, pero el protagonista de esta serie había causado gran conmoción desde 1931, el año en que sus historietas comenzaron a ser publicadas en el diario Crítica. Nos estamos, por supuesto, refiriendo a Edgar Rice Burroughs y su inmortal Tarzán. Tor con "T" de Tarzan Durante un período de cuatro meses, la Colección Misterio editó doce novelas de Tarzán ininterrumpidamente: Tarzán de los Monos (Tarzan of the Apes), El Regreso de Tarzán (The Return of Tarzan), Las Fieras de Tarzán (The beasts of Tarzan), El Hijo de Tarzán (The Son of Tarzan), El Tesoro de Tarzán (Tarzan and the Jewels of Opar), Tarzán de la Selva (Jungle Tales of Tarzan), Tarzán el
Indómito (Tarzan the Untamed), Tarzán el terrible (Tarzan the Terrible), Tarzán y el León de Oro (Tarzan and the Golden Lion), Tarzán entre Pigmeos (Tarzán and the Ant men), Tarzán, Señor de la Jungla (Tarzan, Lord of the
Jungla) y Tarzán y el Imperio Perdido (Tarzan and the Lost Empire). Muy bien traducidas por Natal Rufino, las historias de Tarzán fueron tan exitosas que las ventas de la Colección Misterio se incrementaron significativamente. Esta fue la razón porque TOR continuó publicando las obras de Burroughs en esta colección, incluso si el paisaje africano fue reemplazado el escenario marciano. TOR publicó solo cuatro de las historias de John Carter de Marte: Una princesa de Marte (A Princesa of Mars), Dioses de Marte (The Gods of Mars), El Señor de la Guerra de Marte (The Warlord of Mars) y Thuvia, la Novia de Marte (Thuvia, Maid of mars). Probablemente porque las historias de Marte fueron menos populares que las de Tarzán. El libro nº 101 de la Colección Misterio reemplazó a Burroughs con Sax Rohmer y su personaje Fu Manchú. Pero Tarzán no había lanzado su último grito. Tarzán, rey de los "truchos" A finales de 1932, las pantallas argentinas fueron sacudidas por la película Tarzán de los Monos (Tarzán the Ape Man). Johnny Weissmuller y Maureen O’Sullivan despertaron pasiones adultas y fantasías infantiles. Los cines se agitaron con nerviosismo cuando Tarzán saltaba de una liana a la otra y los aplausos saludaron al hombre mono cuando, subido a espaldas de Tantor, entraba en el cementerio de elefantes. Sin demora, TOR reimprimió las doce historias de Tarzán que se vendieron enmseguida. Rapidamente, una segunda serie de historias de Tarzán fueron preparadas para imprimirse durante 1933 en la Colección Misterio. Lo curioso es que, de los dieciséis
títulos de la segunda serie, solo uno había sido escrito por Burroughs: Tarzán Triunfante (Tarzan Triumphant), número 119 de la colección. Los otros quince habían sido
escritos por autores argentinos sin permiso de Burroughs. Nadie sabe las razones que llevaron a Rovira a hacer esa decisión, aunque se cree que fue debido a una imperativa necesidad de explotar el fenómeno de Tarzán en Argentina sin esperar a arreglar los problemas de copyright. Cualquiera fuese la razón, el hecho permanece que el 3 de enero de 1933, el número 120 de la Colección Misterio, Tarzán en el Valle de la Muerte marcó el comienzo de una larga serie de novelas pirateadas o "truchas", el nombre que le dan los argentinos novelas falsas o dudosas. El asombroso suceso de estas novelas quedó demostrado por los treinta títulos ilegales que sacó la Colección Misterio durante 1933. Incluso forzó un cambio en el diseño de cubiertas. De 1933 en adelante, la colección estuvo dedicada totalmente a las aventuras del hombre mono (con la excepción de los números 135 a 138). Alfonso Quintana y J. A. Brau Santillana eran los supuestos traductores y los autores reales. Es desconocido si esos eran sus nombres reales o meros seudónimos de uno o más
autores (N.del e.: esto acaba de ser clarificado en el libro La editorial Tor de Carlos Abraham). Estos "traductores" conocían bien el Africa de las historias de Tarzán y el tipo de situaciones en que Burroughs ponía a su héroe. Las tierras de Opar y Pal-ud-on aparecieron repetidamente, lo mismo que personajes secundarios como Jane, Korak y D’Arnot. También estas historias continuamente se refieren al lado aristocrático de la persona de Tarzán y la Mansión Greystoke era frecuentemente el lugar donde una porción de la acción tomaba lugar. TOR publicó por sesenta años hasta que sus oficinas fueron destruídas en un fuego en 1969. Centenares de sus publicaciones se quemaron, así que es difícil determinar el número exacto de novelas piratas de Tarzán publicadas en Argentina. Sin embargo, durante los últimos diez años (N.d.E: el artículo es de 1993) hemos sido capaces de identificar treinta y seis libros "truchos", aunque probablemente existen al menos veinte más. El rastro de la Colección Misterio comienza a desaparecer con el libro nº 157 y se pierde
completamente con el nº 164 (en el medio de una serie de Tarzán). La pista de la colección reaparece en el número 178 donde se comienza a publicar los trabajos de Edgar Wallace, Julio Verne, Gaston Leroux, Maurice Leblanc (la serie de Arsenio Lupin) y Marcel Allain y Pierre Souvestre (la saga de Fantomas). Las ediciones argentinas de Burroughs no tenían ilustraciones interiores, solo arte de tapa. Muchas de ellas fueron pintadas por Macaya, Mendía y Salas, quienes también ilustraron todas las otras colecciones publicadas por TOR. Debería señalarse que, en 1936, Tarzán fue movido desde la Colección Misterio a su colección hermana, la Biblioteca Sexton Blake, donde solo las historias "truchas" de Lord Greystoke fueron reimpresas. Durante 1939, TOR publicó Tarzán de los Monos como el libro 21 de la colección Biblioteca de Las Obras Famosas, que tenía un formato de 15 ½ por 22 ½ centímetros, con 288 páginas, tapa blanda en cuatro colores y encuadernación cosida. Esta serie estaba dedicada a obras maestras mundiales, y entre los autores elegidos se incluían Honore de Balzac, James Fenimore Cooper, Alejandro Dumas y Mark Twain, entre otros. No importa qué colección publicara las historias de Tarzán, sus aventuras siempre tenían buen
nivel de ventas. Es por eos que los libros de Burruoghs y las imitaciones argneitnas fueron masivamente reimpresas hasta 1945, el año en el que TOR decidió lanzar una nueva colección dedicada exclusivamente a Tarzán. Tarzan se independiza Para 1945, Tarzán era bien conocido en Argentina; sus historietas eran seguidas con el mismo entusiasmo por niños y adultos, y era casi una obligación ver sus ansiosamente esperados filmes, disfrutados por varias generaciones de argentinos. Por su parte, TOR había triplicado sus entregas semanales y había instalado su propia imprenta, equipada con modernas y costosas maquinarias. Todo esto resultó en una mejora real en la producción de libros y en la reorganización de las colecciones editoriales de TOR. La tendencia a reimprimir continuamente las novelas que más vendían no había cambiado, pero las técnicas habían mejorado vastamente. Los títulos más vendidos eran reunidos en colecciones unitarias, presentando nuevas producciones de trabajos previamente explotados. Debido a las razones mencionadas anteriormente, Tarzán fue una de las creaciones literarias más favorecidas
cuando le fue acordada su propia colección: Tarzán de los Monos. Publicó solo trabajos de Burroughs, usando las trece historias originales previamente incluídas en la Colección Misterio y cambiando el título de Tarzán and the Ant Men de Tarzán entre Pigmeos a su correcta traducción Tarzán y las Hormigas. También publicaron tres libros nuevos: Tarzán y los Hombres Leopardo (Tarzan and the Leopard Men), Tarzán Invencible (Tarzan the Invincible) y Tarzán en el Centro de la Tierra (Tarzan at the Earth’s Core). Esta colección mantuvo el mismo formato físico que la Colección Misterio, pero esta vez los libros incluían una tapa pintada por Palau. Aprovechando el éxito de esta colección, TOR presentó una nueva serie en 1959 llamada la Colección Tarzán Gigante, de 15 x 22 cm. De tamaño, con 96 páginas impresas en un color y con las páginas cosidas; una edición en tapa blanda fue
impresa a cuatro colores. Esta colección reimprimió ocho de las novelas piratas que habían sido publicadas en la Colección Misterio. Las tapas fueron diseñadas por un artista anónimo y había tres ilustraciones interiores que se repetían en todos los libros. Ambas colecciones, Tarzán de los Monos y Tarzán Gigante, fueron reimpresas anualmente hasta que TOR quebró. El origen de editorial TOR en Argentina es obscuro. Desde su desaparición en 1969, debido al fuego, muchas investigaciones han tratado de reconstruir su historia, pero sin éxito. Muchas concuerdan que TOR abrió sus puertas aproximadamente en 1930. Unos pocos van incluso más atrás, estimando que su inauguración tomó lugar entre 1918 y 1922. Entre estos últimos, el historiador Rodríguez van Rousselt asegura que una serie de Tarzán existió en un año tan temprano como 1919, aunque el no especifica ningún título. Ya que no ha sido posible demostrar la actual existencia de tal serie ni de negar su existencia, solo podemos decir que los libros de editorial TOR mas viejos que se han preservado están datados con fecha 1930. Sin embargo, es definitivamente sabido que J.C. Rovira comenzó su carrera editorial en los veintes. Hoy se cree generalmente que el Tarzán de los Monos de 1932 (nº 85 de la Colección Misterio) fue el primer libro de Burroughs publicado en Argentina. Pero la existencia de ediciones más tempranas todavía es una interesante posibilidad. Burroughs después de la desaparición de TOR Después de la desaparición de TOR, excepto por esporádicas publicaciones en colecciones juveniles, los trabajos de Burroghs han sido casi olvidados en Argentina.
En 1976, Una princesa de Marte (A Princesa of mars) y Aventura en el centro de la Tierra (At the Earth’s Core) fueron incluídos en la Colección Azimut de editorial Intersea. Finalmente en 1975, editorial Acme publicó Jungle Tales of Tarzan en dos volúmenes como parte de la colección Robin Hood. El segundo volumen fue simplemente llamado Nuevas Historias de la Jungla de Tarzan (recordando del título de la serie en Blue Book) Ambos volúmenes contienen arte de tapa y ilustraciones interiores de Pablo Pereyra. En conclusión, sentimos que las obras de Edgar Rice Burroughs todavía están esperando por una edición completa y definitiva en Argentina Esperamos que la espera no sea muy larga. (N. del E: en 1995, Editorial Sudamericana reeditó la serie de Tarzán completamente)
RECUADRO: LOS PIRATAS NO SOLO VIVEN DE LAS NOVELAS Los comics de tarzan siempre habían tenido seguidores leales, ya fuera a través de ediciones locales o de los comic books impresos en Mexico por la Editorial Novaro. En 1969, siguiendo las huellas de Rovira, la editorial argentina Acuario publicó el primer número de Audaces, una revista diseñada para sacar provecho del éxito local tanto del Zorro de Johnston McCulley como de Tarzán, publicando comics "truchos" y mediocres escritos por A. J. Diax y dibujados por Hassini. Afortunadamente, nunca apareció un segundo número.
Anexo: TOR checklist Nota: Puede haber mas ediciones piratas que las que hemos incluído en la lista. (N.del E.: las novelas oficiales tienen a un costado su título en inglés) COLECCIÓN MISTERIO Esta serie fue publicada entre 1932 y 1934. Los números 120 a 164 fueron reimpresos hasta 1936. Los números 85 a 96 y 119 fueron reimpresos hasta 1945. Una novela "trucha" sin numeración ha sido identificada (Tarzán en Etiopía). Primera Serie de Tarzán 85) Tarzán de los Monos (Tarzan of the Apes) 86) El regreso de Tarzán (The Return of Tarzan) 87) Las Fieras de Tarzán (The Beasts of Tarzan) 88) El Hijo de Tarzán (The Son of Tarzan) 89) El Tesoro de Tarzán (Tarzan and the jewels of Opar) 90) Tarzán en la selva (Jungle tales of tarzan) 91) Tarzán el Indomito (Tarzan the Untamed) 92) Tarzán el terrible (Tarzán the Terrible) 93) Tarzán y el León de Oro (Tarzan and the Golden Lion)
94) Tarzán entre Pigmeos (Tarzan and the Ant Men) 95) Tarzán Señor de la Jungle (Tarzan, Lord of the Jungle) 96) Tarzán y el Imperio Perdido (Tarzan and the Lost Empire) Serie de Marte 97) Una Princesa de Marte (A Princess of Mars) 98) Los Dioses de Marte (The Gods of Mars) 99) El señor de la Guerra de marte (Warlord of mars) 100) Thuvia, la novia de Marte (Thuvia, Maid of Mars) Segunda serie de Tarzán 119) Tarzán Triunfante (Tarzan Triumphant) 120) Tarzán en el Valle de la Muerte 121) Tarzán el Vengador 122) Tarzán en el Bosque 123) Las Huestes de Tarzán 124) Tarzán y la Diosa del Mar 125) Tarzán y los piratas 126) Tarzán el Magnánimo 127) La Muerte de Tarzán 128) La resurrección de Tarzán 129) Tarzán el Justiciero 130) Tarzán y la Esfinge
131) La Lealtad de tarzán 132) El Secreto de tarzán 133) Tarzán y el Buda de Plata 134) Las Huellas de Tarzán Tercera Serie de Tarzán 139) Tarzán y el Profeta negro 140) La Odisea de Tarzán 141) Tarzán y el Elefante Blanco 142) La Justicia de Tarzán 143) Tarzán y el lago de Fuego 144) El Nieto de Tarzán 145) Tarzán el implacable 146) El Rescate de Tarzán 147) Tarzán y la Luna roja 148) El Secuestro de Tarzán 149) La venganza de Tarzán 150) Tarzán y el reino de las Tinieblas. Cuarta serie de Tarzán 151) Tarzán y el Velo de Tania 152) La Ley de Tarzán 153) Tarzán y el Búfalo de Barro 154) La Misión de Tarzán 155) Tarzán y el Buitre Maldito 156) La Salvación de Tarzán 157) Tarzán y el Diablo de la Selva Quinta Serie de Tarzán 163) Tarzán y el Hurón 164) La Clave de Tarzán ¿?) Tarzán en Etiopía.
BIBLIOTECA SEXTON BLAKE Esta serie fue publicada en 1936 y reimpresa hasta 1945. Ningún título ha sido identificado hasta el momento. BIBLIOTECA LAS OBRAS FAMOSAS Esta serie fue publicada en 1939 y reimpresa hasta 1945 21) Tarzán de los monos (Tarzan of the Apes) COLECCIÓN TARZAN DE LOS MONOS Esta serie fue publicada en 1945 y reimpresa hasta 1969 1) Tarzán de los Monos (Tarzan of the Apes) 2) El regreso de Tarzán (The Return of Tarzan) 3) Las Fieras de Tarzán (The Beasts of Tarzan) 4) El Hijo de Tarzán (The Son of Tarzan) 5) El Tesoro de Tarzán (Tarzan and the jewels of Opar) 6) Tarzán de la selva (Jungla tales of tarzan) 7) Tarzán el Indomito (Tarzan the Untamed) 8) Tarzan el terrible (Tarzan the Terrible) 9) Tarzán y el León de Oro (Tarzan and the Golden Lion) 10) Tarzán y las Hormigas (Tarzan and the Ant Men) 11) Tarzán Señor de la Jungle (Tarzan, Lord of the Jungle) 12) Tarzán y el Imperio Perdido (Tarzan and the Lost Empire) 13) Tarzán triunfante (Tarzan Triumphant) 14) Tarzán y los hombres Leopardo (Tarzan and the Leopard men) 15) Tarzán Invencible (Tarzan the Invencible)
16) Tarzán en el centro de la Tierra (Tarzan at the Earth’s Core)
COLECCIÓN TARZAN GIGANTE Esta serie fue publicada en 1959 y reimpresa hasta 1969 1) Tarzán el Magnánimo 2) Tarzán el vengador 3) Las Huestes de Tarzán 4) tarzán en el Valle de la Muerte 5) Tarzán y los Piratas 6) Tarzán y la Diosa del mar 7) La Muerte de tarzán
8) La resurrección de tarzán Apéndice Por Roberto Barreiro Las versiones piratas de Tarzán no solo han aparecido en Argentina. El personaje ha tenido tanto éxito que siempre ha atraído el interés de los editores, tanto escrupulosos como inescrupulosos. Así, tanto en Estados Unidos como en Israel se produjeron libros y comics no autorizados por la Edgar rice Burroughs Inc. Tambien hay películas ilegales, pero ese es tema para otro día. Empecemos por Estados Unidos. Más precisamente en Derby, Conneticut, donde la gente de la editorial Charlton decidió que era hora de lanzar una línea de comics y paperbacks con el personaje sin pagar ningún canon a los herederos de Burroughs. Aparentemente habían creído que se había vencido el plazo de validez del copyright y el personaje quedaba en dominio público. Bueno, al menos eso argumentaron. Lo cierto es que para 1964 (en un momento donde el interés en Tarzán se había reavivado) decidieron sacar una línea de comics y de novelas protagonizadas por el Hombre Mono. Por el lado de las novelas, usaron un "imprint" suyo, Gold Star Books, para editar cinco novelas, todas escritas por Barton Werper, que era el seudónimo de Peter T.Scott y Peg O’Neill Scout. Las novelas fueron: 1) Tarzan and the Silver Globe (1964) 2) Tarzan and the cave City (1964) 3) Tarzan and the Snake people (1964) 4) Tarzan and the Abominable Snowmen (1965) 5) Tarzan and the Winger Invaders (1965)
¿La calidad? No puedo hablar de primera mano pero si quieren una opinión de un fanático de la época, pinchen este link y lean la poco halagüeña crítica. Por el lado de los comics la Charlton decidió sacar Jungle Tales of Tarzan, cuyo primer número salió en diciembre de 1964. Con guiones de Joe Gill y dibujos de Sam Glanzman, Tony Tallarico, Hill Montes y Ernie Bache, la revista tuvo el suficiente éxito para poner nerviosos a los editores de la Dell, dueños de la licencia del personaje para los comics en ese entonces. Pero todo estaba condenado para la gente de la Charlton porque, al enterarse de la aparición de este material no autorizado, la ERB Inc. Amenazó con entrar en litigio por el personaje. Porque, incluso si el copyright hubiese expirado como decía la Charlton, la marca registrada no lo había hecho. Y los dueños de la Charlton decidieron no complicarse la vida y ordenaron cerrar ambas colecciones. Pero el hallazgo más asombroso en los anales de los Tarzanes truchos son las versiones piratas de Israel, Siria y Líbano. De acuerdo al investigador israelí Eli Eshed, llegaron a publicarse más de diez series diferentes (todas no autorizadas) de novelas de Tarzán, contándose más de 940 (SI, NOVECIENTOS CUARENTA) libros piratas protagoniza-dos por Lord Greystoke entre las décadas de 1930 y 1960. Y eso solo en Israel... Habría también versiones de Tarzán ilegales en Siria y Libano. Demostrando que el fanatismo por Tarzán no tenía barreras religiosas o políticas. Y ¿Quién sabe? Seguramente existirá en algún otro lado del planeta algún otro Tarzan trucho que ahora mismo desconocemos…
TARZAN DE LOS MONOS (Tarzán of the Apes, 1912)
Autor: Edgar Rice Burroughs Serie: Tarzán nº 1 Edita: Sudamericana, Buenos Aires, 1995 Esta novela cambió literalmente la industria de la novela popular norteamericana y mundial, ya que su éxito al publicarse originalmente en 1911 en la revista All-Story Magazine (y con una versión que modificó algunas cosas menores que se publicó al año siguiente y que es la más conocida por los lectores) contribuyó a afirmar definitivamente el formato de lo que luego se conocerían como revistas pulp. El éxito gigantesco que cosechó la historia ya se lo pueden imaginar si luego de cien años de su aparición original, el nombre y la estampa de Tarzán es conocido por todo el mundo, además de generar una plétora de copias en todos los medios masivos. Vamos, si no existiera esta novela este especial no sería posible... Teniendo en cuenta la importancia de la novela, era lógico empezar esto leyéndola a ver que impresión me quedaba. La había leído hace muchos años, en una viejísima edición que saqué de la biblioteca de mi colegio de enseñanza media. Lo único que recordaba exactamente era que me había aburrido soberanamente. Pero, en bien de este trabajo (y aprovechando que había encontrado las cuatro primeras novelas de la saga) hice tripas corazón y empecé a leerla. Me aburrió mucho menos que la primera vez, eso seguro. Pero tampoco me enloqueció. Antes de seguir con la crítica, contémosle a lo que no hayan leído la novela de qué va. Sí, a Tarzán lo crían los monos y sí, se enamora de Jane, igual que en las películas (que, no jorobemos, es donde todo el mundo vió la historia
del personaje), pero hasta ahí llega la similitud. Nada de "¡Jane! ¡Tarzán!": el Rey de la Selva aprende a leer de manera autodidacta, mirando libros infantiles en la cabaña de sus difuntos padres. Y nada de Chitas simpáticas: los gorilas son unas criaturas salvajes y violentas que andan buscando camorra cada dos por tres. Este libro cuenta básicamente el origen del personaje, cómo llegó a ser el Rey de la Selva, cómo conoció a Jane y el descubrimiento de sus nobles orígenes (¡hijo de un lord inglés!). Y es una narración con acción permanente: los sucesos mas que pasar, avanzan al galope, chocándose unos a otros sin descanso. Lo mejor de Burroughs es la capacidad de generar imágenes poderosas en los relatos: las peleas entre Tarzan y otros gorilas o fieras salvajes, el increíble ritual orgiástico del dum dum, el acoso silencioso que le hace Tarzán a una tribu caníbal que justo vive cerca de su jungla, todos ellos son momentos vibrantes y poderosos, que activan la imaginación de cualquier ser con una inteligencia superior a la de una ameba o la de un barrabrava futbolero (que son básicamente lo mismo). A cambio de eso, hay fallas brutales en la narración. Tal vez la peor sea que las coincidencias brotan por todos los rincones. Por ejemplo, a Jane Porter y demás comitiva justo los abandonan en la misma playa donde habían abandonado veinte años ha a los padres de Tarzán. Y entre los que van con ella está el actual Lord Greystoke, que no tiene ni idea de que su primo anda por ahí cerca colgándose de las lianas, matando fieras y devorándoselas crudas... y que también está enamorado de Jane. Y tal vez sea porque hoy por hoy el impacto de la historia del tipo criado por monos se haya diluido luego que todo
el mundo más o menos lo sepa, pero la primera mitad de la novela (en la que se cuenta la crianza y madurez de Tarzan) se hace un poco aburrida, levantando con la llegada de Jane y compañía. En resumen, esta novela puede haber sido muy importante en su momento y estuvo mejor de lo que pensaba, pero no me caigo de espaldas por lo entretenida. Cualquier novela menor de Salgari o Verne la pasan por arriba. Pero claro, es solo la primera novela, con lo que hay que ver como sigue la serie…
EL REGRESO DE TARZAN (The return of Tarzan, 1913)
Autor: Edgar Rice Burroughs Serie: Tarzán nº 2 Edita: Sudamericana, Buenos Aires, 1995 Al final de la primera novela, Tarzán (¡sopa fría! No lean lo que está en itálica si quieren leer primero la anterior novela) dejaba a Jane convencido que ella era la novia de William Clayton, su primo y el actual heredero del titulo nobiliario de los Greystoke. Un título que por derecho correspondía a Tarzán, aunque solo él lo sabe al final de la primera novela. Claro, ella se casaba por una responsabilidad social pero en realidad sabemos de quien está enamorado... (ya pueden seguir leyendo). Así, Tarzán intenta aclimatarse a la buena sociedad parisina (donde reside junto a su amigo D´Arnot). Allí conocerá al conde De Coude y a su bella esposa Olga… y se ganará un enemigo acérrimo en elhermano de Olga, Nicholas Rokoff, un espía ruso más malo que la mierda… y que detesta que detengan sus planes. Rokoff será de ahí en mas, el villano que va a hacer todo lo posible para destuir a Tarzan y que la Casualidad (que parece tener un contrato en exclusiva con el Hombre Mono, como veremos seguidamente) va a poner en el camino entre éste y Jane. Si la primera novela de Tarzan insinuaba las fuerzas y flaquezas de su autor, esta segunda parte las pone completamente en evidencia. Se podría decir que esta es la novela arquetípica del E.R.B. En toda la historia hay una sucesión de escenas incomparables, que se quedan pegadas en la mente con una fuerza increíble. Este libro nos da en sus páginas a los waziris, la ciudad perdida de Opar, combates en el desierto, duelos a muerte entre caballeros, naufragios e intrigas de espionaje, todo junto y
entreverado. Y tambien une esas escenas con una sucesión de increíbles coincidencias que hacen que solo falte el deus ex machina para completar el catálogo. Por ejemplo, luego de ser arrojado de un transatlántico y nadar veinte horas seguidas (no pregunten, viejo: creansenlo o vayanse a leer el National Geographic), Tarzán no solo llega a las costas de África, ¡sino que a la playa donde está la cabaña de sus padres!. Capítulos después, naufra-gio mediante, Jane, William Clayton y Rokoff terminan en una playa pocos kilómetros más al sur de ese sitio. ¿Qué hacen juntos ellos? ¿Adivinen que? Sí: ¡Coincidencia! Igual, si uno acepta las cosas como vienen, esta entrega es mucho mas entretenida que la anterior. La imaginación de Burroughs es tan poderosa y vital que uno puede olvidarse de las falencias y dejarse llevar por la acción y el carisma del personaje.
LAS FIERAS DE TARZAN (The Beasts of Tarzan, 1914)
Autor: Edgar Rice Burroughs Serie: Tarzán nº 3 Edita: Gustavo Gili, Barcelona, 1964 El final de la novela anterior dejaba claro que iba a venir el enfrentamiento entre el actual lord Greystoke (a) Tarzán y Nicolás Rokoff. Este libro va a tener como eje precisamente esa lucha. Claro que como es de esperarse un tipo tan retorcido y malvado como Rokoff (villano de opereta, más malo que la mierda, cobarde, traicionero y jodido en general) no iba a hacer un ataque así nomás. ¡Que va! El tipo se tomó dos años de espera, mientras Tarzan se acostumbraba a su nueva vida de civilizado, casado y con hijo para atacar. Y lo hace secuestrando al hijo de Tarzan, usándolo de cebo para atrapar al padre y abandonarlo en una isla desierta. Pero, claro, hay dos problemas. Primero, al barco donde se plantaba la trampa se sube Jane. Segundo, que dejar a Tarzán en una selva (por más isla que sea) es como dejar Aníbal Smith y su A-Team dentro de una bodega llena de chatarra: uno sabe que a la larga va a zafar. Así es que el Hombre Mono se hace rey de una tribu de grandes mangani y amigo del más inteligente de ellos, Akut y se consigue como mascota a Sheeta, la pantera. Con ellos, más el guerrero negro Mugambi, salen de la isla y se ponen a perseguir a Rokoff. Todo eso, mientras Jane, ayudada por un marino de la tripulación, huye con su hijo por las selvas, con Rokkof en sus talones. Como siempre, hay momentos brillantes, escenas espectaculares en la historia (el mejor ejemplo es Tarzan atrapado por los caníbales y salvado a la noche por la horda de simios y pantera que se cuelan en la aldea y hacen una masacre de aquellas). Tambien hay de esas
coincidencias increíbles y casi idiotas, shocks baratos por que sí (golpe bajo lo que le pasa al bebé en Africa… que no al hijo de Jane). Al menos esta vez la estructura de persecución le da a Burroughs acciones más lógicas y menos coincidencias, pero sigue habiendo Igual, creo que lo peor del libro es que resulta evidente que hasta acá puede seguir la línea argumental original, la que se inició en la primer novela. Era lógico esperar algún cambio. Habría que esperar hasta la novela siguiente para que eso ocurriera… pero eso es otra reseña.
EL HIJO DE TARZAN (The son of Tarzan, 1915)
Autor: Edgar Rice Burroughs
Serie: Tarzán nº 4 Edita: Gustavo Gili, Barcelona, 1964 Han pasado diez años del final de la tercera novela. Tarzan y Jane ya son una pareja respetabilísima de la aristocracia británica y su hijo Jack es un adolescente fascinado con la selva, aunque no sabe del origen de su viejo. Pero parece que la sangre tira nomás. De hecho, en esta novela las teorías del darwinismo científico, teoría popular en ese tiempo y que subyacía en todas las novelas anteriores, está mucho más en la superficie del texto. Así, el joven lord Greystoke tiene una afinidad con la selva, fruto de la herencia paterna, aparentemente. Y por supuesto, también es un ejemplar superior de hombre, más fuerte, ágil e inteligente que el promedio, como correspondería a un lord inglés. Bueno, por algo era una teoría que los aristócratas apoyaban públicamente. Las cosas hubieran sin embargo seguido su curso natural si no hubieran aparecido dos viejos conocidos de la familia Greystoke: Paulvitch, la mano derecha del fallecido Rokoff, que había quedado abandonado en Africa al finalizar la historia anterior (y que por supuesto quería venganza) y Akut, el gorila mano derecha de Tarzan, ahora convertido en estrella de circo que, al igual que El Oso de Moris, quiere volver a su selva. La aparición de ambos va a hacer que Jack termine (por obra y gracia de esas coincidencias y mala suerte que siempre aparece en Burroughs) convertido en un salvaje medio mono igual que papá conocido por los monos como Korak (traducción: "el Matador") Y es que Korak es una bestia de cuidado, que espachurra gente con una parsimonia y salvajismo increíble. O sea no
es que Tarzán no tuviera muchos escrúpulos para despachar algún enemigo en medio del combate, pero el hijo no tiene el menor empacho en eliminar a quien sea que se le cruce en el camino si lo considera necesario. En ese sentido, Korak es a Tarzán lo que Venom es a Spider Man: el lado oscuro y salvaje del mismo personaje. Si a eso pensamos que, a diferencia del papi, Korak sí tuvo una educación "civilizada", es impresionante leer los pocos escrúpulos que tiene en eliminar gente. De hecho a la única persona que quiere en la selva Korak es a Meriem, esclava de un jeque árabe que el muchacho rescató y convirtió en su gustosa compañera de correrías selváticas. Claro que ella es algo más que una simple esclava. Y precisamente los villanos serán aquellos que saben quién es ella en realidad. Después, lo de siempre: habrán coincidencias inexplicables, gente que cree que el oro o la otra están muertos, personajes moralmente ambiguos y no necesariamente buenos o malos (es curioso que nadie se de cuanta que en cada novela de Tarzan hay secundarios que no caen en el bando de los buenos o de los malos automáticamente, lo cual es de agradecer) y muchas peleas con animales y personas, bien sanguinolientas ellas. Y todo por supuesto termina bien… A esta altura, las cosas no parecen variar demasiado en las historias de Burroughs: el truco del ser querido secuestrado ya se estaba haciendo repetitivo… Esperemos que las cosas cambien porque me voy a aburrir soberanamente si siguen asi...
TARZAN EL TERRIBLE (Tarzan the terrible, 1921)
Autor. Edgar Rice Burroughs Serie: Tarzan nº 8 Edita: Gustavo Gilli, Barcelona, 1966 Al final de Tarzán el Indómito (Tarzán the Untamed, 1921... y no busquen la reseña aquí que no la hallé para leerla) Jane terminaba secuestrada por el teniente alemán Obergatz, que huía con ella de la ira de Tarzan, que había machacado a los alemanes que habían tomado su estancia africana y la habían destruído. Y Tarzan estaba ne su búsqueda. Buscando, el Hombre Mono llegaba a una meseta inaccesible. Al meterse se encuentra en el valle perdido de Pau-ul-don, donde vive una raza diferente de hombres, que quedan impresionados por Tarzan–jad-guru (O sea, "Tarzan el terrible") y su fuerza y valor. Así, Lord Greystoke termina metido en una guerra religiosa, peleando con triceratops carnívoros, paseando por templos llenos de trampas y corriendo de un lado a otro de toda la región, enfrentándose a los villanos de turno (que justo son los que tienen a Jane). Este libro definitivamente estuvo entretenido, sobre todo porque evidentemente a Burroughs le encanta contar historias en mundos perdidos. Hay imágenes prodigiosas que saltan de las páginas y te atrapan indudablemente, obviando las deficiencias que pueda tener la narración. Libros como este son la verdadera inspiración para autores como Hal Foster o Burne Hogarth en su representación gráfica del mundo de Tarzán. En fin, que mola mucho este libro. Bien entretenido, ágil y con escenas interesantes, para mí es el mejor de los que leí hasta ahora.
TARZAN Y EL LEON DE ORO (Tarzan and the Golden Lion, 1922-23)
Autor: E. R. Burroughs Serie: Tarzan nº 9 Edita: Gustavo Gilli, Barcelona, 1967 Uno de los clisés más usado en algún relato es la aparición del doble malvado, del "evil twin" que le dicen los gringos. Y por supuesto Tarzan no podía evitar el clisé... Todo comienza con una expedición preparada para entrar a Opar, la fabulosa ciudad escondida donde Tarzan cada tanto se lleva "prestado" su buena cantidad de oro para mantener su tren de vida en sus posesiones africanas (es evidente que la selva te enseña muchas cosas... excepto administración contable). Los que la preparan tienen una idea perfecta para que no los molesten en el camino: conseguir a alguien que se haga pasar por Tarzan. Y para eso consiguen a un actor llamado Estaban Miranda, que se parece muchísimo físicamente a Lord Greystoke. Así terminan yendo a Opar, donde usando el viejo truco del somnífero en el café (que es el único vicio que parece tener Tarzan, al menos de acuerdo a la novela) dejan maniatado al Hombre Mono. El problema es que justamente en ese momento hay un complot en Opar: el sumo sacerdote, que quiere sacarse de encima a la Sumo Sacerdotisa y reina de la ciudad, La, y nada mejor para eso que obligarla a sacrificar a Tarzan. Es que La lo ama definitivamente y ya fueron dos veces antes que lo salvó del sacrificio. El sacerdote, al ver a Tarzan atado, lo lleva a la ciudad y pone en obligación de sacrificarlo a La. Que ve como única opción liberarlo y huir al Valle de los Diamantes, un lugar donde nadie de Opar va porque alí vive una temible civilización de gorilas inteligentes, con imperio y esclavos negros incluidos.
A todo esto sumen al león de oro del título, criado de cachorro por Tarzan y que se larga a perseguirlo. La historia correrá entonces por dos caminos: por un lado todo lo que hará Tarzan para liberar a los negros del Valle de los Diamantes del control de los gorilas y, luego, para reinstalar en Opar a La. Por otro, las vicisitudes de los exploradores para robarse le cargamento de oro que había logrado sacar Tarzan de Opar, usando como herramienta a Estaban Miranda, una versión codiciosa del Rey de la selva, que huele bastante a sutil pateadura de Burroughs a las versiones tarzanescas que había hecho hasta el momento Hollywood. El resultado final es sumamente entretenido, con momentos de imaginería visual muy buenos, personajes sutiles (el grupo de expedicionarios dispuestos a robarse el oro es realmente demasiado bueno para desaprovechar, una colección de granujas que han mordido más de lo que pueden mascar) y una narración enrevesada y que termina convertido casi en una comedia de enredos (¿ese es Tarzan o su copia? ¡nadie parece saberlo hasta el final!) que, en manos de alguien medianamente inteligente se podría convertir en una parodia brutal del personaje... Esta es la última novela de Tarzan que he obtenido, y la verdad la que más me entretuvo. Las hay más importantes en le ciclo y hasta mas brillantes como producto final. Pero como diversión pura y dura, como montaña rusa narrativa, esta fue absolutamente disfrutable. Historias como esta deben ser las que han conseguido que Burroughs y su personaje se mantengan en la existencia colectiva aún hoy día.
El taparrabos mutante de Johnny Weissmuller Todos los que están leyendo esto sospecho que conocen de sobra a Johnny Weissmuller. Si bien su Tarzan en muchos aspectos divergía del creado por E.R. Burroughs, para muchos de nosotros (habituados a ver sus películas en matiné de fin de semana) se convirtió en el rostro lógico del personaje. Lo que mucha gente no ha notado en sus películas es un dato curioso sobre su vestimenta: aparentemente su taparrabos... ¡ERA UNA CRIATURA MUTANTE, UN SIMBIONTE CUAL VENOM, EL ENEMIGO DEL HOMBRE ARAÑA! ¿Qué tengo que dejar de tomar esas pastillas de colores? Por favor, estoy plenamente en mis cabales. Puedo demostrar con pruebas fehacientes que el taparrabos era una criatura alienígena que poco a poco se fue apoderando de Weismuller, creciendo lentamente hasta cubrirlo por completo. ¿No me creen? Miren nomás...
En Tarzán, el Hombre Mono (Tarzan the Ape man, 1932) tienen ahí un taparrabos pequeño en su mínima expresión, cubriendo solo lo necesario para que no vaya preso por ataques a la censura.
Junto a Maureen O'Sullivan en Tarzan y su compañera (Tarzán and his Mate, 1934) sigue el taparrabos de formato reducido. Es de notar tambien la ropa de Jane: bikini de dos plazas... Atenti con esto, porque no solo a Tarzan le crecía la ropa...
Tarzán encuentra un hijo... y el taparrabos empieza su crecimiento. El abdomen de Tarzan comienza a ser cubierto lentamente por éste, aunque todavía esto es poco notorio.
sarong. Y fíjense en Jane: el bikini de dos piezas se convierte en una ropa de una pieza entera. Y eso sin contar el cambio de facciones, que hace que deje de parecerse a Maureen O`Sullivan y ahora se parezca a Brenda Joyce. ¡Le cambió el cuerpo! ¡Eso es poder...! Ah, ahora me van creyendo...
¡Se acabaron las sutilezas! El simbionte ha crecido en tamaño y Johnny tiene un taparrabos que parece un
¿ES William Wallace con su faldita escocesa? NO, es Tarzan - Johnny, sufriendo un exorcismo primitivo para ver si pueden sacarle del control del simbionte - taparrabos. ¿Lo lograrán? La respuesta en la siguiente foto...
A las pruebas me remito. Quien quiera creerme, que me crea. Si quieren pueden creer la versión "oficial" que explica este crecimiento del taparrabos a que Weissmuller se ponía cada vez mas viejo y obeso. Pero yo lo sé y ustedes lo saben: LA VERDAD ESTA AHI AFUERA. Y quien puede ver, verá. Ahora me voy. Tengo que seguir una pista que explica la conexión que hay entre Alf, el Código Da Vinci y los turbios manejos de la corporación Zig Zag...
...que es una respuesta negativa. El simbionte lo cubre por completo, cambiándole la personalidad por completo. De hecho ahora Tarzán dice llamarse Jungle Jim.
Covermanía: Tarzan by Gustavo Gilli Este post empezó gracias a un comentario del buen amigo Absence diciendo que tenía algunas tapas de los Tarzanes de la editorial Gustavo Gilli. A lo que rápidamente le respondí si podía mandarlas escaneadas, para así sumarla con las que tengo y así hacer una galería como corresponde. El resultado aquí está. Don Absence no solo envió las tapas sino que además, "como propina he añadido la portada de un álbum de la editorial Laida de 1967. En su interior hay historietas de Tarzán procedentes de tebeos USA de 1955". Ahi lo tienen al final de las de Gustavo Gili. Como verán las tapas son todas de imágenes o fotos publicitarias de los actores de las pelis de Tarzán. En fin, nada más que agregar… excepto agradecerle a Absence su colaboración.
Tarzan estadístico TARZAN Como dije en la editorial, no pienso detenerme mucho en las versiones cinematográficas de Tarzan y similares. No que no me gusten: de hecho las primeras seis películas de Johnny Weissmuller me parecen una maravilla del género de aventura. Pero es que prefiero centrarme en las versiones literaria y del comic de los tarzanidas, porque sitios sobre el Tarzan fílmico hay muchos y buenos (además, si sigo sumando cosas a este tema, no termino ni en el 2020). Así que decidí saquear parte de una nota que hice yo mismo para el número 42 (julio de 1999) de la revista La Cosa, le sumé el material hecho desde esa fecha hasta el dia de hoy y armé el Paquete Estadístico de Tarzanes Fílmicos (PETF), un pequeño conjunto de datos numéricos de las versiones cinematográficas y televisivas de Papá Mono...
Total de películas para cine con actores: 47. Películas de cine animadas: 2 Series de TV: 7 (2 animadas) Películas hechas con episodios originalmente pensados para la TV: 3 Películas hechas especialmente para la televisión: 1 Actores que hicieron del personaje en la pantalla grande: 19 En la pantalla chica: 4 Actores que le pusieron la voz a Tarzan en la pantalla grande: 2 Actor con más películas como Trazan: Johnny Weissmüller (12) Veces que Tarzan se enfrentó en filmes a... ... negritos: 7 ... cazadores y traficantes: 10 ... comunistas. 2 ... nazis. 2 ... cowboys: 1
Trabajos previos de los Tarzanes: Bombero: 1 Cantantes de ópera: 1 Atletas. 6 Actores. 5 Fisicoculturistas: 1 Dobles de riesgo: 2 Psicólogo: 1 Entrenador de fútbol americano: 1 Total de medallas olímpicas ganadas por actores que hicieron de Trazan: 8 (cinco Weissmuller y una cada uno Buster Crabbe, Herman Brix y Glen Morris) JANE Actrices que hicieron el papel: 18 Actriz con más apariciones: Maureen O’Sullivan (6) Pelis en las que Jane estaba “de viaje”: 2 Janes que aparecieron en bolas: 2 (Maureen O’Sullivan y Bo Derek) EL NENE Actores que interpretaron al personaje: 4 Actor con más apariciones: Johnny Sheffield (8) Diferentes nombres del hijo: Korak, Joey, Jai, Boy (uno por cada actor, ¿vistes?) Actores que siguieron colgándose de las lianas luego de trabajar en Tarzan: 1 (Johnny Sheffield, que hizo de Bomba el Niño de la Selva en 7 películas) EL MONO
Nombre más conocido del animal: Chita Primera aparición bajo ese nombre. 1931 Actor que fue mordido por Chita en un rodaje de peli de Tarzan: 1 (Mike Henry)
En bolas y a lo loco: Todos los Tarzanes de la pantalla grande Elmo Lincoln (1889 – 1952) Es imposible evitar hablar de Tarzan sin pensar en sus encarnaciones cinematográficas. Sin el cine, seguramente Trzan no sería el ícono mundial que todavía hoy es. Correspondía hablar de los Tarzanes de la pantalla grande. Por eso canibalicé mi nota del número 42 (julio de 1999) de La Cosa y la actualicé un poco para estar al día de hoy. Porque vale la pena recordar a toda la gente que se puso el taparrabos y se colgó de la liana.
Si querés gritar, gritá (total nadie te va a oir) Una prueba del fenomenal éxito de Tarzán fue que apenas seis años después de la publicación de la novela Tarzán de los Monos de Edgar Rice Burroughs, se estrenaba el primer largometraje protagonizado por el personaje. En los once años siguientes hubo ocho films (largometrajes y seriales) contando las aventuras del Hombre Mono. Las películas seguían en buena medida las historias de las novelas de Bunoughs. Y por lo menos cinco Tarzanes (seis si contamos a Gordon Griffith, que hizo de Tarzán de niño en la primera película) se colgaron de las lianas durante el período mudo.
Su nombre real era Otto Linkkenhelt. Antes de actor fue cana. Sus papeles anteriores más importantes fueron en El Nacimiento de una Nación (The Birth of a Nation, 1915) e lntolerancia (lntolerance, 1916), dirigidas por D.W. Griffith. Tarzán llevaba puesto una peluca larga, una vincha y un traje de piel que le cubría el pecho. Una cruza entre Guillermo Vilas y Pedro Picapiedra. Durante el rodaje del primer film llegó a matar a un león que se descontroló en medio del rodaje y lo atacó. En las tres pelis que estuvo no sólo enfrentó a animales salvajes y nativos: también luchó contra bandoleros del Oeste (!), malvados bolcheviques (l!) y soportó los celos de la reina de la ciudad perdida de Opar. Tras algunos laburos menores -y fuera de algunos papelitos dos de los Tarzanes sonoros- terminó sus dias como sereno de un depósito. Tarzanografìa: Tarzan of the Apes (1918), The Romance of Tarzan (1918), The Adventures of Tarzan (serial de 15 episodios, 1921)
Gene Pollar (1872- 1971)
Este tipo se lleva el premio al Tarzán desconocido. Y hubo unos cuantos que estuvieron en la competencia. El ignoto Pollar era bombero en Nueva York cuyo nombre real era Joseph Pohler. Comenzó su nada amplia carrera cinematográfica con The Revenge of Tarzan, también conocida como The Return of Tarzan. En ella ayudaba a una condesa francesa en París, terminaba salvando a Jane de un león en África y enfrentaba a un villano de nombre ruso. Nótese que ya en esa época los comunistas eran los villanos de la peli. ¡A sólo tres años de la revolución bolchevique! Parece que al niño Pohler no le fue muy bien en Hollywood. La peli The Revenge of Tarzan fue debut y despedida para el amigo Pollar. Tarzanografía: The revenge of Tarzan / The Return of Tarzan (1920)
Percy Dempsey Tabler (1876 - 1956)
¿Un Tarzán pelado, cuarentón y cantante de ópera? Sep, asi es. Perce Dempsey Tabler había sido atleta y cantante de operetas. La carrera de Perce comenzó bajo las órdenes del mítico director del cine mudo Thomas H. lnce, como productor y protagonista en algunos de sus films. Cuando actuó en su único film como Tarzán tenía unos 41 pirulos. El Hombre Mono geronte. Como se estaba quedando completamente dolape, tenía un gato sujeto por una vincha que parece ser el abuelito del quincho de Shatner (y así le quedaba). Pocos años después, viendo que como actor no daba para más, se dedicó a la publicidad en San Francisco. Y se llenó de guita. Tarzanografía: The son of Tarzan (1920)
James Pierce (1900 – 1983)
Era un futbolista universitario de Indiana que luego de graduarse se dedicó a dirigir equipos de football americano en el secundario. Tenía como hobby la actuación. En una fiesta en la casa de Burroughs, el autor lo convenció para que haga del Rey de la Jungla en Tarzan and the Golden Lion, donde descubría una ciudad de diamantes y mataba a Numa, el dios - león. lgual Peirce encontró un tongo mejor: en 1928 se casó con la hija del creador de Tarzán y aunque siguió haciendo papeles pequeños (por ejemplo el del Hombre León en el serial de 1936 de Flash Gordon), se retiró de la actuación. Volvió a interpretar al hombre mono en la radio entre 1932 y 1934. Su mujer era Jane. Cosas del nepotismo... ¡Ah! En el film trabajaba Boris Karloff. Tarzanografia: Tarzan and the Golden Lion (1927)
Frank Merrill (1892 – 1966)
Fue campeón nacional norteamericano de gimnasia y trabajó como doble de riesgo antes de dedicarse a la actuación. Incluso llegó a doblar a Elmo Lincoln en una de sus pelis como Tarzán. Su primer protagónico fue en Perils of the Jungle (1921) sirvió para que le ofrecieran el papel del hombre mono. El rol había sido ofrecido a otro intérprete, Joe Bonomo, pero como éste se fracturó, lo terminó ligando Merrill. Años después el mismo Bonomo sería el doble de Weissmüller. El primer serial que protagonizó Frank fue un exitazo y el actor repitió su papel al año siguiente. Merrill fue el primero en colgarse por las lianas como le hemos visto hacer desde entonces. También fue el primero en hacer oír su grito, gracias al sonido sincronizado que le agregaron posteriormente a su segundo film. Con la llegada del sonido se retiró de la actuación. Desde entonces hasta su muerte trabajaría haciendo tareas educativas con los chicos de Los Angeles. Tarzanografia: Tarzan the Mighty (1928), Tarzan the Tiger (1929)
El Rey Mono Johnny Weissmüller (1904 – 1984)
Cuando el 16 de agosto de 1931 Johnny Weissmüller firmó su contrato con los estudios Metro-Goldwyn-Mayer para hacer del primer Tarzan sonoro, no sabía que su vida iba a cambiar para siempre. El joven de 27 años ya era conocido públicamente como un fenomenal nadador de estilo libre. Durante la década anterior, Weissmüller había ganado 52 campeonatos nacionales, roto 67 records mundiales de natación y ganado cinco medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. Johnny no tenía experiencia actoral, aunque había figurado en cortos deportivos y en una pequeña aparición en la película Glorifying the American Girl (1929), haciendo de sí mismo. El productor Bernard Hyman y el director W.S. Van Dyke lo entrevistaron para ver si podía servir como protagonista de la primera película íntegramente sonora de Tarzan, que haría la Metro. Un Tarzan muy alejado del culto Lord Greystoke que las novelas de Burroughs y los films mudos describían: el Tarzan de Weissmüller siempre fue un salvaje de buen corazón y de vocabulario limitado, que usaba los verbos siempre en infinitivo y una de cada dos de las escasas
palabras que pronunciaba era "ungawa". Tampoco aparecían la mayoría de las civilizaciones perdidas que Tarzan tenía por costumbre encontrar en sus narraciones escritas. Hay quien criticó estos cambios. Pero la verdad es que el contrato entre el creador de Tarzán y los ejecutivos de la MGM permitía usar solamente a los personajes de las novelas y no las novelas en sí. Weissmüller y una joven actriz llamada Maureen 0'Sullivan se pusieron a trabajar a fines de 1931 en esta nueva película, llamada Tarzan, El Hombre Mono. Al estrenarse el año siguiente, la peli se convirtió en un éxito de taquilla. La presencia física de Weissmüller -con una estampa más grácil que los robustos y forzudos Tarzanes anteriores- y la química que establecía en las escenas con su compañera de reparto hicieron que el público quedara encantado con ambos personajes. De allí en más el actor reinaría como Tarzan durante dos décadas. En vista del éxito del primer film de Tarzan, la MGM decidió hacer la secuela. El resultado fue Tarzan y su Compañera. Jane aparece con un traje en dos piezas que dejaba poco a la imaginación y tiene una escena en la que nada desnuda en algunas copias (aunque, sopa fría, Maureen O'Sullivan no era la que nadaba en cueros, tenía una doble). Por supuesto hubo escándalo con esas escenas provocativas y la peli fue recortada antes del estreno. De allí en más, Jane aparecería con trajes más recatados.
Los siguientes films comenzaron una lenta pero inexorable baja en la calidad. El argumento de "cazadores codiciosos buscando algo que no debe hallarse en medio de la jungla y Tarzan debe impedirlo antes que los negritos indígenas decidan hacerse un almuerzo de explorador" se repetiría muchas, demasiadas veces. Hasta el agotamiento. Tarzan y Jane ganarían un hijo caído del cielo (de un avión más precisamente) al que -en un momento de originalidadllamarían Boy (y que interpretaría Johnny Sheffield). Jane se iría a lnglaterra por dos films y volvería convertida en la actriz Brenda Joyce (0'Sullivan, tras seis pelis como la compañera de Tarzán, se retiró del cine para criar a sus hijos), La MGM le vendería los derechos para hacer las pelis del hombre mono a Sol Lesser (un tipo que había intentado destronar a Weissmüller como EL Tarzan con varias realizaciones del personaje con otros actores, como veremos más adelante) y la RK0. ¿Y Weissmüller? Se la tuvo que bancar haciendo de Tarzan hasta 1948, tan encasillado estaba en el papel (no es que su poca habilidad como actor lo ayudara mucho). Y cuando logró sacarse de encima el papel del Rey de la Jungla, le ofrecieron el papel... de Jungle Jim, un aventurero que vivía sus aventuras en la selva, basado en el personaje de un comic de Alex Raymond. ¿Las diferencias? Primero,
en vez de un taparrabos, estaba vestido con un traje de explorador que le tapaba los rollitos que te da la edad, Segundo, las historias de Jim de la Jungla tenían aún menos presupuesto que los Tarzanes de la RK0, que tampoco desparramaban la guita. ¡Con decirles que quien las producía era Sam Katzman, productor especializado en films de dos mangos! Al final Weissmüller tiró la toalla, le dijo buenas noches a la actuación y se dedicó a vender piletas de natación durante mucho tiempo. En 1984, absolutamente gagá y tras una larga enfermedad, Johnny Weissmüller se murió. Y todavía hoy, sigue siendo el Tarzan a superar' Tarzanografía: Tarzan the Ape Man (1932), Tarzan and his mate (1934), Tarzan escapes (1936), Tarzan Finds a son (1939), Tarzan’s Secret treasure, 1941), Tarzan’s New York Adventure (1942), Tarzan Triumphs (1943), Tarzan’s Desert mystery (1943), Tarzan and the Amazons (1945), Tarzan and the Leopard Woman (1946), Tarzan and the Huntress (1947), Tarzan and the Mermaids (1948). ¡Aca está la monada! Weissmuller puede ser el más conocido, pero ni de lejos ha sido el único en calzarse el taparrabos y colgarse de las lianas. Acá están, estos son todos los demás actores que han hecho de Tarzan en películas estrenadas en el cine (no contamos los programas de tele, ojo) dentro de la filmografía oficial del personaje.
Larry “Buster” Crabbe (1907 – 1983)
Clarence Lindon Crabbe, antes de hacer de Flash Gordon en tres seriales fue, como Weissmüller, nadador de estilo libre y ganador en las olimpíadas de 1932. El productor Sol Lesser, viendo el éxito que tuvo el Tarzán de 1932, decidió prenderse al negocio. Firmó un contrato con Burroughs para hacer Tarzan the Fearless. El protagonista del film fue Crabbe. Pero la peli no fue un éxito. Crabbe seguiría por años trabajando como héroe de acción hasta retirarse en los cincuenta. Después serÍa el director de ejercicios de un hotel, se pondría a vender piletas (¡igual que Weissmüller!), escribirÍa un libro de salud física para personas mayores de cincuenta, trabajaría en el comité de preparación de los Juegos Olímpicos de Los Angeles y se moriría de un infarto. Tarzanografía: Tarzan The Fearless (1933)
Herman Brix / Bruce Bennet (1906- 2007)
Otro atleta olímpico yanqui (fue medalla de plata en 1928). Estuvo a punto de ser Tarzan en el film de 1932. Al sufrir un accidente la MGM se decidió por Johnny Weissmüller. Tres años después le llegaría la revancha: el propio E.R. Burroughs lo contrató para hacer un serial. Filmado en escenarios naturales de Guatemala, la peli tuvo unas condiciones de rodaje terribles. El sonido de tan malo tuvo que doblarse luego en los estudios. Brix hacía de Tarzán tal cual estaba escrito en las novelas. Tras este papel, Brix siguió en el cine en seriales y peliculitas de acción. En 1940 cambió su nombre profesional por el de Bruce Bennett. Con el nuevo nombre fue actor secundario en películas como El Tesoro de La Sierra Madre (The Treasure of Sierra Madre, 1947). Se retiró para trabajar en bienes raíces. Tarzanografía: The New Adventures of Tarzan (serial, 1935)
Glen Morris (1912 – 1974)
En la más clásica tradición de los hombres monos fílmicos, Morris era otro atleta con medallas olímpicas. Como pasó con Jhonny W. y con Larry "Buster" Crabbe, el pibe ganó en 1936 la medalla de oro en el decatlón. Sol Lesser insistiendo en hacerle competencia a la MGM y Weissmüller- lo eligió para hacer de Tarzan en una nueva película de los estudios 20th Century Fox. Que casi nadie se acuerde de Glen Morris da una idea de lo mal que le fue al largometraje. Tras un papel más en Hold that Co-ed/Hold that girl (38), Morris se retiró de la actuación, laburando en seguros hasta su muerte. Tarzanografía: Tarzan’s Revenge (1938)
Lex Barker (19191 – 1973)
El reemplazante de Weissmuller fue este actor hijo de una familia de guita. Empezó a trabajar en cine en 1945, pero su primer papel grosso fue como Tarzan en 1949. Tras cinco películas como el Mono Tremendo (ninguna de las cuales fue un éxito), Barker dejó las lianas, se casó con Lana Turner, y viendo que su carrera en Hollywood no iba a ningún lado, rajó para las Europas. Sabia decisión: se encontró en el lugar y en el momento justo para agarrar el boom del cine europeo. Actuó en La Dolce Vita(1958) de Fellini, (donde hacía del marido-mastodonte de Anita Ekberg) y en un montón de "spaghetti westerns" alemanes. Se murió de un ataque al bobo. Tarzanografía: Tarzan´s Magic fountain (1949), Tarzan and the Slave Girl (1950), Tarzan’s peril (1951), Tarzan’s Savage Fury (1952), Tarzan and the She-Devil (1953)
Denny Miller (1934 – 2014)
Era un .lugador de basquet descubierto por un agente de la MGM. Lo contrataron. Su único papel para el estudio fue como Tarzán en la remake del film de 1932 de Johnny Weissmuller, ahora a todo color. El resultado final fue calificado piadosamente como un bofe. Hay escenas del original (entre otros) viradas de color para que parezcan nuevas. Los pigmeos eran interpretados por chicos que estaban en el secundario. El productor de la peli había hecho antes Robot Monster (1953), una peli de esas más raras que la mierda. Miller, luego de este fracaso iría a trabajar en la tele, en series como Caravana. Tarzanografía: Tarzan, the Ape Man (1959)
Gordon Scott (1926 – 2007)
Fisicoculturista, bombero, y guardaespaldas, Scott tenía un físico de esos que hacen babear a las chicas (y, por qué no decirlo, a algunos cuantos chicos). Fue este físico que le dio trabajo reemplazando a Lex Barker como protagonista de seis pelis de Tarzán. Especialmente recomendable es Tarzan's Greatest Adventure (1959), filmada en África y que tiene como uno de los villanos a Sean Connery, años antes de que se convirtiera en James Bond. A principios de la década de 1960 rajó para ltalia para trabajar en algunos de los mejores "peplums" hechos allá. Tarzanografia: Tarzan’s Hidden Jungle (1955), Tarzan and the Lost Safari (1957), Tarzan and the Trappers (1958), Tarzan’s Fight for life (1959), Tarzan’s Greatest Adventure (1959), Tarzan the Magnificent (1960)
Jock “Jocko” Mahoney (1919 – 1989)
Nombre real: Jacques O'Mahoney, soldado en la Segunda Guerra. Al volver trabajó en Hollywood como doble de riesgo. Poco a poco consiguió papeles en westerns. Hasta actuó en varios de los cortos de Los 3 Chiflados. Fue el villano en Tarzan The Magnificent (1960). Al productor le cayó en gracia y decidió que sería el próximo Hombre Mono. Así fue que hizo dos películas vestido sólo con un taparrabos. Luego de eso siguió trabajando en cine y televisión. Hasta volvió a hacer de malo en la serie televisiva de Tarzán, peleando contra Ron Ely. Tarzanografia: Tarzan goes to India (1962), Tarzan’s Three Challenges (1963)
Mike Henry (1937)
Jugó al fútbol americano antes de intentar ser actor. Hizo papeles secundarios en unos cuantos films, por ejemplo en Los Boinas Verdes (The Green Berets, 1968) junto a John Wayne. Hizo tres pelis como Tarzán. Pero lo mordió uno de os nonos que hacía de Chita y le hizo juicio al productor por daños físicos y mentales. Iba a ser el Tarzan de la tele. Pero gracias al juicio, el papel fue a parar a Ron Ely. Y Henry perdió sus quince segundos de fama. Tarzanografia: Tarzan and the Valley of Gold (1966), Tarzan and the great River (1967), Tarzan and the Jungle Boy (1968)
Ron Ely (1938)
Su nombre real es Ronald Pierce. Trabajó en cine y tele durante años hasta ser elegido para hacer de Tarzan en la serie de televisión, que se filmó en México desde 1966 hasta 1969. Si miran con cuidado van a ver un montón de tomas donde, atrás de la selva, se ven autopistas. Juntando varios episodios de la serie se hicieron DOS pelis para el cine, engañando a más de uno. Luego de su rol más conocido siguió trabajando en cine y en series de TV, como la última versión de Caza Submarina. Fue el protagonista de Doc Savage, el Hombre de Bronce (Doc Savage, 1970), la última peli producida por George pal. Tarzanografia: Tarzan’s jungle rebelión (1970), Tarzan’s Deadly Silence (1970)
Miles O’Keefe (1954)
El tipo se recibió de psicólogo y trabajó un tiempo en una prisión. Pero quería ser actor. 0tro ex rey de la Jungla, Jock "Jocko" Mahoney, lo eligió como el Tarzan que salvaba a Bo Derek (¡la Chica 10!) en la remake de Tarzán, El Hombre Mono (Tarzan, The Ape Man, 81) que dirigió John "siempre pongo de protagonista a la mina que me garcho" Derek. Después de demostrar allí sus (digamos que pobretonas) cualidades actorales. De ahí en adelante 0'Keefee ha estado laburando en cuanta peli, hecha sólo para video, se les pueda ocurrir (¡incluyendo la trilogía de Ator el Barbaro!). Y no siempre como protagonista. Tarzanografía: Tarzan, The Ape Man (1981)
Christopher Lambert (1957)
Antes de ser El Último lnmortal, antes de filmar en Argentina, antes de laburar en Mortal Kombat (1995), el amigo Chris se ganó la fama haciendo de Tarzán en Greystoke, La Leyenda de Tarzán (Greystoke, The Legend of Tarzan, Lord of the Apes, 1984), una película que sigue con cierta fidelidad la novela de Burroughs y que debería haber tenido más éxito del que tuvo. El guión de P.H. Vazak estuvo nominado al Oscar. Lo mejor es que el nombre del autor es un seudónimo utilizado por Robert Towne, que usó la gracia de su perro. ¡Un perro nominado al Oscar! ¡Qué buenol Tarzanografia: Greystoke (1984)
Casper van Dien (1968)
Alexander Skarsgård (1976)
Después de estar en Beverly Hills 90210 y hacer el papel del soldado espacial argentino Johnny Rico en Starship Troopers (1997) entre otras (muchas) actuaciones en pelis clases A, B y Z, Casper Van Dien se enfundó los taparrabos e hizo de Tarzan. La crítica destruyó la película.
Mas conocido como uno de los vampiros de la serie True Blood, Skarsgård es hijo del actor sueco Stellan Skarsgård. Su papel en la última versión fílmica de Tarzan parece ser el papel que o lo pone en la cresta de ola hollywoodense o lo hunde en el descrédito total. Ahí veremos…
Tarzanografía: Tarzan and the Lost City (1998)
Tarzanografía: The legend of Tarzan (2016)
Bonus track: Tarzanes solo de la pantalla chica
Joe Lara (1962)
Wolf Larson (1959)
Nacido en Alemania, fue por años profesor de economía. Su Tarzan (una serie televisiva hecha con capitales franceses, canadienses y mexicanos) era ecológicamente conciente. Y usaba botas, el muy blandengue.
De descendencia indígena, española y polaca, Joe hizo de Tarzan en la película para televisión “Tarzan en Manhattan” (1989) y, sobre todo en la serie “Tarzan: The Epic Adventures” (1996-97), tal vez una de las versiones de Tarzan más cercanas al estilo de las novelas de Burroughs.
Travis Fimmel (1979)
Australiano. Quiso jugar al futbol profesionalmente, pero termino siendo modelo y actor. En el 2003 fue el Tarzan de la Ăşltima versiĂłn televisiva del personaje, serie que ponĂa a tarzan en la jungla urbana y duro solo 8 episodios. Despues se hizo conocido por su papel en la serie Vikings.
Tar-truchos
No todas las pelis protagonizadas por el hombre mono han sido oficiales. Hay unos cuantos films cuyos productores se cagaron en todo eso de la marca registrada, le hicieron un corte de manga a los dueños de los derechos y sacaron pelis protagonizadas por Tarzanes ilegales. Estos son algunos de los largometrajes truchos, con los datos que pudimos encontrar. Debe haber más, no lo duden... -TARZAN ISTANBUL’DA (1952): ¡Un Tarzán turco, sañur! Lo único que sabemos es que el que hacía de Tarzán era un futbolista llamado TAmer Balci y que en España se estrenó como Tarzan contra el Mau Mau. ¿Alguien sabe algo más? -TARZAK CONTRO GLI OUMINI LEOPARDO/TARZAN CONTRA LOS HOMBRES LEOPARDO (1964): Ratph Hudson (seudónimo tano) hace de TarzAk (notar la K final para que no digan que roban al personaJe). Film fatto in Italia. -TARZÁN EN LA GRUTA DEL ORO (1969): Coproducción hispano-italo-portorriqueña. Steve Hawkes es Zan, el hombre mono. Lo acompañan Kitty Swan, Jesús Fuente, Luis Marin y Krista Nell, entre otros. Dirige jesus Caño y guión de Umberto “Cannibal Ferox” Lenzi En Norteamérica se llamó Tarzan in the Golden Grotto. -TARZÁN Y EL ARCO IRIS (1972): Otra vez Steve Hawkes como Zan. Junto a él, Ángel del Pozo, Peter Lee Lawrence y Agata Flori. TARZAN Y EL MISTERIO DE LA SELVA (1973): ¡España sigue robando! Con Richard Yesterán (Jose Luis Ayesterán) como Tarzán y una intriga de espionaje de andar por casa.
Tarzan en la radio de Argentina Argentina, década de 1950. El general Juan Domingo Peróngobierna un país de vacas gordas, con unas clases obrera y media pujantes. Políticamente, eso sí, la fractura entre los peronistas y los antiperonistas es gigantesca. Es un país sin televisión todavía, donde la radio era el principal medio masivo. Y los chicos escuchaban radioteatros pensados para ellos: Poncho Negro, Sandokán y los tigrecitos de la Malasia, El León de Francia y, principalmente, Tarzán. A las 17,45 horas, de lunes a viernes (justo cuando se terminaba el colegio turno tarde) los chicos argentinos salían corriendo a sus casas a escuchar por Radio Splendid ("...y su red de emisoras") las aventuras del Rey de la Selva, auspiciada por Toddy. Y ahí se quedaban, tomando la merienda, alucinados escuchando la historia. El papel de Tarzán lo tenía el actor Cesar Llanos. Su mujer, Juana (sí, Juana, no Jane) era interpretada por Mabel Landó. Alfredo Navarrine era el profesor Philander, Miguel Banni era Darnot, el amigo francés de Tarzán (no D’Arnot como en las novelas) yCarlos Alberto Dussó era el indio Wali. Y en el papel de Tarzanito, salió ganador de un concurso organizado por la revista infantil Billiken (la más antigua de Argentina con casi 100 años de publicación, por cierto) un chico
de once años llamado Oscar Rovito, que años más tarde sería un conocido actor de películas. Con este elenco, el director y guionista Jorge Rey se mandó un exitazo de aquellos. Con decirles que en la Billiken salió por años una página mensual dedicada al espacio radial llamada La Voz de Tarzan. Y hasta hubo un club de fans donde se practicaba el tarzanismo (¿Cómo sería el lema? ¿"Primero Tarzán, después el Movimiento y luego los niños"?) . El éxito fue tan tremendo que, para apretar a los ejecutivos con un aumento de sueldo, los miembros de la troupe radial hicieron un desfile por avenida Santa Fe (una céntrica calle de Buenos Aires) un 21 de setiembre ataviados como los personajes y fue tanta la gente que asistió que hubo que volver a repetir al año siguiente. De ahí en más el desfile se continuó y ahí nació el tradicional desfile del Día de la Primavera que siguió por bastante tiempo en la ciudad argentina. ¿Y por qué se acabó el éxito? Simple: pidieron otro aumento de sueldo, no se lo dieron, renunciaron casi todos los del elenco, los empresarios pusieron otros actores y la cosa no funcionó. Así en 1955 se acababa el tarzanismo radial. También el gobierno de Perón, pero eso es otra historia... (Datos sacados del libro "Dias de Radio: Historia de la radio argentina" de Carlos Ulanovsky y del número 42 de la revista La Cosa)
Tarzan receives a phone call!
Covermania: Tarzan Ace covers Para los coleccionistas de paperbacks, las reediciones de las novelas de E.R.B. que la editorial ACE hizo en la década de 1960 se encuentran entre el selecto círculo de material altamente deseable, entre los Santos Griales para hallar. Y esto es básicamente porque las tapas de ellas fueron hechas por dos monstruos de la ilustración: Frank Frazetta y Roy Krenkel. Que, como pueden imaginar se mandaron unas tapas fabulosas. Lo mejor era que ambos ilustradores eran fanáticos de la obra de Burroughs, con lo que pusieron lo mejor de si mismos para hacerlas. De hecho Frazetta de niño sacaba del sótano de su casa las novelas del Hombre Mono (que arrojaba allí su tio tras leerlas) y las leía debajo de la mesa del comedor. Estas tapas fueron además las que llamaron la atención sobre el ilustrador de parte de una ediotrial Lancer Books, que decidió así contratarlo para que ilustrara las tapas de su nuevo proyecto: la reedición de las historias de Conan. El resto, es historia. No podíamos dejar pasar este especial sin mostrar todas las tapas que Frazetta hizo para esta editorial sobre las novelas de Tarzan. Pasen y vean:
Del genial humorista argentino Gustavo Sala (y publicado con su autorización).
Todo lo que querìas saber sobre Bomba, el Niño de la Selva (parte 1) Prólogo personal Tenía seis o siete años y los libros empezaban a interesarme seriamente. Por obra y gracia de unos primos cayó en mis manos un libro amarillo de una colección de literatura juvenil de Argentina (nací y viví allí hasta mis 30 años, cuando me mudé a Chile) llamada Robin Hood. La tapa era espectacular: parecía Tarzan (ya había visto por la televisión las películas de Johnny Weissmuller y había quedado fascinado) pero era más joven. En la tapa este joven (que me hacía acordar a Boy, el hijo de Tarzán de las películas de Weissuller) tenía agarrado a un indio por la espalda en una toma digna de la lucha libre. Atrapado irremediablemente por la tapa, comencé a leer. Y quedé enganchado irremediablemente. Al protagonista le pasaba de todo: lo perseguían indios, fieras salvajes, se salvaba de peligros imposibles y al final triunfaba. Yo no podía parar de leer esas páginas. Había quedado
atrapa-do por la literatura escapista. Y mi captor era Bomba, el Niño de la Selva. Sé que no fui el único al que le ocurrió eso: en Argentina y buena parte de América Latina entre las décadas de 1950 y 1980, varias generaciones de niños crecieron leyendo los libros de la colección Robin Hood (que editaba editorial Acme, ¡se los juro por Bugs Bunny!). Y entre todos los libros de la colección, los de Bomba estuvieron entre los más exitosos. Desde las tapas, firmadas por Pablo Pereyra – un dibujante argentino de estilo realista que también hizo bastantes historietas- el lector no paraba de leer las historias del Niño de la Selva. Bueno, hasta que se hacía grande: recuerdo que uno de mis primeros momentos de crítica literaria fue aproximadamente a los diez años, cuando decidí que las historias de Bomba eran bastante repetitivas (a diferencia de, por ejemplo, Emilio Salgari, otro autor que descubrí con la Robin Hood) y me deshice de los libros. Pero el recuerdo quedó. Y también quedó la intriga de saber quién era
ese tal Roy Rockwood, el autor de las novelas. Durante mucho tiempo no supe nada de nada sobre él: ninguna historia de la literatura lo nombraba. No había pistas sobre él. Solo una serie de libros que parecían existir sin pasado ni presente. De a poco la información se fue filtrando. Primero con gotas, en libros de referencia. Después, un poco más en Internet. Hay bastante información sobre la serie de películas del personaje, interpretado por un Johnny Sheffield adolescente recién salido de las películas de Tarzan, pero que son muy diferentes de las novelas en que se basan. De las novelas, poco y nada. Así que no hubo más opción que ir a las directamente a las fuentes y releer las novelas del personaje cuando decidí hablar sobre éste en mi blog sobre literatura pulp. Este artículo se basa en esta primera aproximación, expandiendo sus contenidos. No pretende ser la palabra definitiva sobre el tema: hay algunos libros (especialmente los últimos) que simplemente son imposibles de encontrar. Pero creo que hay suficiente información para que puedan entender el por qué del éxito de este personaje en su momento. 1 - Los libros A principios del siglo veinte, la literatura popular ya era un hecho. Los diarios llevaban décadas publicando historias que continuaban día tras día, mientras que las revistas que apuntaban a las clases medias y bajas entregaban historias (algunas con personajes regulares, otras con relatos unitarios) sensacionalistas, llenas de acción, fugas imposibles, lugares maravillosos y material que permitía al lector escaparse un rato de la dura realidad cotidiana de
esos años de luchas de clases y transformaciones brutales de la sociedad. Pero todavía faltaba un nicho de mercado que no había sido explotado: los relatos sensacionalistas para niños. Si bien ya existía previamente una literatura para niños en ese período, en general esos relatos se enmarcaban más bien dentro de leyendas tradicionales como los de los hermanos Grimm. Y los chicos disfrutaban de Jules Verne, Emilio Salgari, Jack London o Louise M. Alcott igual que el resto de la población, ya que esos autores no apuntaban específicamente sus historias hacia un público infantil y juvenil. Al que se le ocurrió la idea de mezclar ambas dos cosas (literatura infantil más los contenidos espectaculares de las "dime novels") fue a Edward Stratemeyer (1862 – 1930). Su primera historia la escribió en 1889 y pronto se convirtió en uno más de los muchos autores que escribían para el mercado de la literatura popular. Le fue tan bien que a finales de la década de 1890, fundó el Stratemeyer Syndicate, un grupo dedicado a escribir libros por kilo para ofrecer y vender a las
diferentes editoriales (lo que se conoce como "book packager"). Y se le ocurrió escribir historias apuntando al público juvenil, protagonizadas por personajes que continuaban de libro en libro. Así nacieron las series juveniles. Rápidamente esta idea prendió gracias a los personajes que inventaban Stratemeyer y su equipo de escritores fantasmas. Fantasmas porque los libros eran firmados con seudónimos propiedad del “syndicate”. Además el escritor recibía un único cheque por el texto escrito: de royalties ni hablar. De hecho la mayoría de las ideas para conceptos de series y argumentos provenían de Stratemeyer o alguno de sus editores, que se la pasaban al escritor para que la desarrollara. De esta manera nacieron series como The Hardy Boys, Nancy Drew, The Bobbsey Twins, Tom Swift, The Rover Boys, etc., muchas de ellas con gran éxito entre los niños de ese tiempo… aunque no con los críticos, que vieron en ellas casi una afrenta a lo que un niño debe leer para ser un hombre de bien y no corromperse en el mundo. O sea, nada que los críticos hoy día no sigan diciendo.
Para la década de 1920, los libros de la empresa de Stratemeyer estaban bien establecidos dentro del mercado juvenil. Y, paralelamente, las novelas de Tarzan eran un rotundo éxito. Con lo cual alguien, tal vez el propio Stratemeyer, tal vez uno de sus subordinados, vino con la idea de hacer una serie de novelas protagonizadas por una versión juvenil de Tarzan. Y con la diferencia de que, en vez de estar ambientada en las junglas africanas, estarían ambientadas en las junglas del Amazonas. Así, en 1926 salía Bomba, el Niño de la Selva (Bomba the Jungle Boy; or The Old Naturalist’s Secret era el título original en inglés). Allí concíamos a Bomba, un adolescente de 14 años criado en la jungla amazónica por Cody Casson, un viejo naturalista que a esas alturas ya estaba medio gagá. Bomba era amigo de los animales de la selva, era un experto cazador y luchador y tenía una agilidad impresionante. Los indios de
la zona, si bien no eran amigos, tenían con Bomba y Casson una fría cortesía. Las novelas llevaban la firma "Roy Rockwood", uno de los tantos seudónimos que imponía el Syndicate a sus escritores. Aparentemente, el autor que escribió las novelas de Bomba fue John Duffield, uno de los escritores más prolíficos que tenía Stratemeyer. La editorial Cupples & Leon editaría los veinte títulos (existe un libro más que ha quedado inédito hasta el momento) entre 1926 y 1938, además de reeditarlos varias veces en las décadas de 1930 y 1940. En 1953, Grosset & Dunlap reeditaría los primeros diez volúmenes con nuevas tapas, en una edición que parece ser la que más buscan los coleccionistas de habla inglesa. Por cierto todos eran de tapa dura con solapas protectoras donde estaba le arte de tapa. Clover Books reeditaría entre 1953 y 1959 los primeros nueve libros (¡dejando afuera el tomo donde se descubría quienes eran los padres de Bomba!). En 1978, finalmente,
Grosset & Dunlap reeditarían los dos primeros tomos de Bomba. De allí en más Bomba terminaría en la sección de libros usados de Norteamérica. Hay al menos tres ediciones en otros idiomas de los libros de Bomba. Está la edición danesa, la edición alemana y la edición argentina de Editorial Acme, que fue la que este escritor disfrutó de niño y fue un éxito total entre muchos niños de Latinoamérica entre las décadas de 1950 y 1980, mucho después que desaparecieran las versiones originales de las librerías estadounidenses. A continuación les detallo el listado de todas las novelas de Bomba, el año de su publicación original y como fue el título en español (si es que lo supiera):
1 - BOMBA THE JUNGLE BOY; or, The Old Naturalist’s Secret (1926) / Bomba el Niño de la Selva 2 - BOMBA THE JUNGLE BOY AT THE MOVING MOUNTAIN; or, The Mystery of the Caves of Fire (1926) / Bomba en la Montaña Movediza 3 - BOMBA THE JUNGLE BOY AT THE GIANT CATARACT; or, Chief Nascanora and his Captives (1926) / Bomba en la Catarata Gigante 4 - BOMBA THE JUNGLE BOY ON JAGUAR ISLAND; or, Adrift on the River of Mystery (1927) / Bomba en la Isla de los Jaguares 5 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE ABANDONED CITY; or, A Treasure Ten Thousand Years Old (1927) / Bomba en la Ciudad Abandonada
6 - BOMBA THE JUNGLE BOY ON TERROR TRAIL; or, The Mysterious Men from the Sky (1928) / Bomba en el Sendero del Terror 7 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE SWAMP OF DEATH; or, The Sacred Alligators of Abarago (1929) / Bomba en el Pantano de la Muerte
8 - BOMBA THE JUNGLE BOY AMONG THE SLAVES; or, Daring Adventures in the Valley of the Skulls (1929) / Bomba en el Valle de las Calaveras 9 - BOMBA THE JUNGLE BOY ON THE UNDERGROUND RIVER; or, The Cave of Bottomless Pits (1930) / Bomba en el Río Subterráneo 10 - BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE LOST EXPLORERS; or, A Wonderful Revelation (1930) / Bomba y los Exploradores 11 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN A STRANGE LAND; or, Facing the Unknown (1931) / Bomba en el Continente Negro 12 - BOMBA THE JUNGLE BOY AMONG THE PYGMIES; or, Battling with Stealthy Foes (1931) / Bomba entre los Pigmeos 13 - BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE CANNIBALS; or, Winning Against Native Dangers (1932) / Bomba y los Caníbales 14 - BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE PAINTED HUNTERS; or, A Long Search Rewarded (1932) / Bomba y los Cazadores 15 - BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE RIVER DEMONS; or, Outwitting the Savage Medicine Man (1933) / Bomba y los demonios del río 16 - BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE HOSTILE CHIEFTAIN; or, A Hazardous Trek to the Sea (1934) / Bomba y el jefe enemigo 17 - BOMBA THE JUNGLE BOY TRAPPED BY THE CYCLONE; or, Shipwrecked on the Swirling Seas (1935) / Bomba en las garras del ciclón
18 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE LAND OF BURNING LAVA; or, Outwitting Superstitious Natives (1936) / Bomba y el monstruo acuático 19 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE PERILOUS KINGDOM; or, Braving Strange Hazards (1937) / Bomba en el reino del peligro. 20 - BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE STEAMING GROTTO; or, Victorious Through Flame and Fury (1938) / Bomba en la gruta humeante. 2 - La historia Bomba vive en la selva del Amazonas junto a Cody Casson, un viejo naturalista que a esa altura se acuerda de pocas cosas (fruto de un accidente con la esquirla de un rifle que estallo, dejándolo con la memoria a media máquina). Para tener catorce años es un pibe forzudo y ágil, experto tirador de arco y diestro en el uso del machete. Y que suerte que sea así: parece que no se puede avanzar por la selva amazónica más de quince minutos sin que te ataquen jaguares, anacondas, caimanes, buitres, pumas y pirañas o que una tremenda tropical digna del huracán Katrina caiga sin previo aviso.
Ni dormir se puede en paz porque vienen los murciélagos vampiros gigantes y se ponen a succionarte la sangre mientras dormís. Sí, la selva amazónica de las novelas de Bomba es un lugar con la mayor densidad de criaturas salvajes por metro cuadrado de la Tierra. Además Bomba tiene el gran problema que la mayoría del os nativos desconfian de ellos, tratandolos con cierto temeroso respeto en el mejor de los casos. También es´ta le peor de los casos, también conocido como la tribu de los jíbaros, salvajes cazadores de cabezas dirigidos por el malvado Nascanora, que está decidido a decorar le interior de su casa con la cabeza de Bomba, quien le rompió la nariz en una pelea. Peor el problema que más complica a nuestro adolescente selvático es su origen. Resulta que el es BLANCO y, por ende, superiormente diferente a todos los indios de la zona. Y quiere saber cómo llegó ahí pero su único nexo con el pasado, Casson, recuerda cosas sueltas. Así que a partir de la poca información que de a poco va saliendo de éste, Bomba inicia su periplo para
conocer su pasado. Tras hacerse amgio de la tribu de los araos –dirigida por el jefe Hondura – empieza yendo primero a la Montaña movediza del hechicero Jojasta, quien, antes de morir (y de que una erupción volcánica arrase con su poblado, porque otra cosa que pasa seguido en Bomba son los desastres naturales) lo envía a ver a la bruja Sobrinini, que vive ne la Isla de las Serpientes, cerca de las Cataratas Gigantes. El encuentro con ésta genera los que probablemente sean los momentos mas fascinantes de la serie, con Sobrinini interpretando ópera en un teatro desvencijado en medio de la selva rodeada de serpientes a la luz de las antorchas con Bomba de único espectador. Sobrinini le dará dos nombres a Bomba (“Bartow” y “Laura”) y lo guiará hacia le mestizo Japazy. Lamentablemente Japazy es un tirano temido por todos en la zona, que se ha dedicado a esclavizar a los nativos para ponerlos a trabajar en el saqueo de una antigua ciudad abandonada, a la que arribará Bomba tras muchos peligros. En medio de ese viaje, salvará de la muerte a Gibo, un nativo supersticioso hasta la exageración que se convertirá en su Tonto particular por el resto de la serie, al que el adolescente rescatará una y mil veces cual damisela en peligro. Al hallar a Japazy, Bomba descubrirá que el mestizo le tiene un odio terrible, en tanto hijo de Bartow y Laura, a quienes asegura haber matado. Desgraciadamente, un gigantesco terremoto hará que japazy caiga al vacío, llevándose a la tumba mas información sobre su pasado, ayudado primeor por un diario escrito por Japazy y después por un cofre escondido por Sobrinini, lo que resulta en más peligrosos viajes por la selva. Finalmente en la décima novela, “Bomba and the Lost explorers”, Bomba rescatará a un grupo de
exploradores... ¡en el que encontraba herido nada menos que a su padre, quién nunca dejó de buscarlo! El libro además termina con Bomba enfrentando y venciendo definitivamente a Nascanora y su tribu, antes de partir a reencontrarse con su familia y el resto de la civilización blanca, cerrando así el primer (y más original) ciclo de la serie. Reconozcamos que, narrativamente, las novelas de bomba dejan mucho que desear. Repetitivas en la acción, donde los incidentes, mas que desarrollarse, se tropiezan unos con otros, llenas de animales salvajes que aparecen casualmente, casi como si Bomba estuviera en manos de un director de juego de rol particularmente sádico. Particularmente toda la parte de las novelas que suceden entre la muerte de Japazy y el encuentro con el padre, parecen estirar innecesariamente un misterio que ya está casi resuelto. Otra cosa notoria de la serie es su descarado racismo. Incluso teniendo en cuenta que el propio subgénero tiene unas bases de racismo implícito, la serie de Bomba hace que Tarzan parezca un panfleto de la NAACP. Todos los indígenas –sean amigos o enemigos- son supersticiosos, apocados, “con el alma dormida” (como dice explícitamente varias veces en la serie). Y no digamos de los enemigos de Bomba, que son malvados hasta la médula, impiadosos, sádicos y que no hacen asco a su buen filete de humano. Bomba es, por le mero hecho de ser blanco, infinitamente mas astuto, valiente, despierto y generoso que los nativos de la zona. Es de imaginarse que un personaje así difícilmente podría ser revivido hoy día. A partir del tomo 11, la serie tomaría un giro hacia rumbos más predecibles. Bomba, ya convertido en Bonny Bartow,
un joven americano viviendo en la ciudad - y cuyo único contacto ocn el mundo anterior es Gibo, que lo ha seguido fielmente-, debe ir al Africa a rescatar a su padre, atrapado por una tribu de caníbales. En el resto de las novelas, Bomba abandona su único entorno diferenciador – la pertenencia a la selva amazónica – y se convierte en un clon más de Lord Greystoke, con aventuras por diversas selvas del mundo. Lo único rescatable será la aparición como ayudante de Wafi, un forzud porteador negro que seguirá fielmente a Bomba y se dedicará a pelear con Gibo al mejor estilo que los Ham y Monk de Doc Savage. Con la aparición en 1938 de la última novela de Bomba, “Bomba the Jungla Boy in the Steaming Grotto” (Bomba en la jungla humeante) la serie finalizaría un ciclo y el personaje languidecería hasta finales de la década de 1940, cuando un nuevo medio lo recuperaría: el cine.
Bomba, el niño de la selva (Bomba The Jungle Boy, 1926)
Autor: John Duffield (a) "Roy Rockwood" Colección: Robin Hood (Serie Bomba nº1) Edita: Editorial Acme, Buenos Aires, 1956 Bomba vive en la selva del Amazonas junto a Cody Casson, un viejo naturalista que a esa altura se acuerda de pocas cosas (fruto de un accidente con la esquirla de un rifle que estallo, dejándolo con la memoria a media máquina). Para tener catorce años es un pibe forzudo y ágil, experto tirador de arco y diestro en el uso del machete. Y que suerte que sea así: parece que no se puede avanzar por la selva amazónica más de quince minutos sin que te ataquen jaguares, anacondas, caimanes, buitres, pumas y pirañas o que una tremenda tropical digna del huracán Katrina caiga sin previo aviso. Ni dormir se puede en paz porque vienen los murciélagos vampiros gigantes y se ponen a succionarte la sangre mientras dormís. Por si fuera poco, los cazadores de cabezas de la región cercana han decidido que el viejo gagá que vive con Bomba es un hechicero peligroso. Y como todos saben, el mejor hechicero es el hechicero muerto. Y ahí anda el pobre Bomba, huyendo a como de lugar de los cazadores de cabezas durante toda la novela. Por suerte los monos y su fiel puma Polulu, son sus amigos (y digo por suerte porque si no la novela se queda sin continuación... y no digo nada más para no arruinar el final). Pero lo peor de todo es cómo sufre Bomba por ser un blanco descastado. Al principio de la historia conoce a dos blancos que se encargan de buscar caucho en la jungla. Se hacen amigos, lógicamente. Pero luego que se van, Bomba se la pasa cada momento de introspección
lloriqueando porque se siente más solo que Augusto Pinochet en una reunión de Amnistía Internacional. Que no es como los indios, que soy diferente a ellos, y que quiero saber quién soy, de donde vengo quienes son mis padres, y bla bla bla. Por supuesto hay un poco escondido racismo en las historias. Todos los indios que conoce Bomba, incluso los amigos, son supersticiosos e incapaces de sentir belleza o tener imaginación. Y los cazadores de cabezas directamente son crueles, malvados y perversos con premeditación y alevosía. Es lógico que Bomba los pueda engañar de manera relativamente fácil. Esta novela es el equivalente narrativo de un serial: acción sin parar, amenazas en cada capítulo, personalidades de papel maché. Totalmente legible, si nos olvidamos de los discursos racistas que están en el fondo. Para un chico de ocho años (digamos) debe resultar más entretenido que miles de otras novelas infantiles de hoy día. Aunque sea porque Bomba no tiene asco a matar a algún bicharraco (o cazador de cabeza) que lo incordie demasiado. Todo el mundo lo sabe: A los chicos, que maten a los malos no les causa ningún remordimiento de conciencia. Y si hay algo en este libro, además, es acción y adrenalina. Al final de la novela, Casson recuerda un nombre: Jojasta, el brujo de la Montaña Movediza. Ahí va a ir Bomba. Pero eso será en la próxima novela... que ya tendrá su reseña aquí
Bomba en la Montaña Movediza (Bomba at the Moving Mountain, 1926)
Autor: John Duffield (a) "Roy Rockwood" Colección: Robin Hood (serie Bomba nº2)
Edita: Editorial Acme, Buenos Aires, 1956) Al final de la primera novela, Bomba descubría (gracias a un súbito instante de claridad mental de su protector, el anciano Cody Casson) el nombre de quien podría ayudarle para saber sobre la identidad de sus padres: Jojasta, el hechicero que vivía en la Montaña Movediza. Que por supuesto era un lugar al que nadie quería ir. Por supuesto Bomba va a ir en su búsqueda. Y por supuesto, debe volver a evitar a los cazadores de cabezas de Nascanora, que siguen en la región y continúan empeñados en despachar al otro mundo a Bomba y Casson. Pero además, los jíbaros han capturado a una familia de exploradores blancos y Bomba se empeña en ayudarlos a huir. Al final la búsqueda del hijo de la familia (un chico de catorce años como Bomba llamado Frank Parkhurst) lo termina llevando al interior de la Montaña Movediza. Que resulta ser por supuesto un volcán Sí, un volcán en medio del Amazonas. ¿Van a discutir con el libro o qué? Por supuesto, ambos terminan en medio de las Cavernas de Fuego del volcán, al borde de la muerte y no solo logran escaparse, sino que además se toman el tiempo para rescatar a dos indios esclavos de Jojasta llamados Ashati y Neram (que ya aparecerán en libros posteriores). Lo mejor es que, cuando están por enfrentar a Jojasta y enterarse algo del pasado de Bomba, estalla una erupción volcánica (¿para qué iba a estar el volcán sino? ¿de decoración?) que abre la tierra y se traga a Jojasta. Por suerte, al menos tira un nombre antes de morir: Bartow. Y
una pista: Sobrinini, la bruja de la Isla de las Serpientes, podrá contarle más cosas sobre su origen. En fin, que a segunda entrada en la serie de novelas de bomba es básicamente más de lo mismo, sin mucho que agregar extra. Los nativos siguen siendo tarados mentales, Bomba continúa queriendo vivir como blanco y haciendo soliloquios sobre eso como si fuera el Silver Surfer de Stan Lee (¡sí, igual de llorón resulta!), la acción nunca se detiene y los nuevos personajes son entes inexistentes, excepto el niñito Frank que, la verdad, podría haberse perdido en el volcán y no retornar, porque es bastante insufrible. Entrada descartable en la serie. Eso sí: la portada de Pablo Pereyra (como todas las de la serie) es de primera calidad.
Bomba en la Catarata Gigante (Bomba at the Giant Cataract, 1926)
Autor: John Duffield (a) "Roy Rockwood" Colección: Robin Hood (serie Bomba nº 3) Edita: Editorial Acme, Buenos Aires, 1956 No contento con hacer una búsqueda infructuosa en medio de la volcánica Montaña Movediza, Bomba sale esta vez a ver si encuentra quién le diga quienes son sus padres (el leit motiv de toda la primera parte de la serie). Esta vez le toca ir a ver a Sobrinini, una vieja bruja que vive en la Isla de las Serpientes, cerca de las cataratas Gigantes, que es donde está la aldea de Nascanora y sus Cazadores de cabezas. Que siguen empeñados en eliminar a Casson, el viejo mentor de Bomba. Lo bueno del caso es que esta vez, los tipos no se andan con chiquitas: no solo mandan una partida para atrapar a Casson, sino que encima deciden arrasar la aldea de los indios amigos de Bomba y llevárselos para convertirlos en souvenires para turistas. Así que esta vez Bomba tiene que a) liberar a sus amigos y b) lograr que Sobrinini (que está vieja y tan gagá como Casson) le diga algo de sus orígenes. Todo eso sin contar los usuales encuentros selváticos con fieras variopintas. Este libro mejora varios puntos respecto a los anteriores, no tanto por la narrativa (a estas alturas el tono de "serialen-donde-cada-quince-minutos-el-héroe-arriesga-elpellejo" está claro que será marca de estilo de estas novelas) sino por un par de momentos con bastante atmósfera. Casi todos, por cierto, en la residencia de Sobrinini. La imagen de una vieja chiflada cantando arias de ópera en un mini teatro alumbrado con antorchas, con un adolescente selvático como único público, es un momento realmente mágico. Otro similar es la caminata
entre las serpientes que hacen Bomba y Sobrinini, que logra crear una atmósfera digna del mejor pulp tenebroso. Y cuando reconoce Bomba la imagen de su madre en un cuadro, hay alguna emotividad levemente más profunda que la del obvio melodrama. Desde ya que Bomba sigue siendo el mismo blanquito condescendiente que sigue suspirando por el mundo de los blancos. Lo que sí, al menos esta vez, los indios tienen un poco más de prestancia y son (un poco) menos brutos, estúpidos e insensibles. Bueno, los indios amigos: los cazadores de cabezas siguen siendo igual de malos y slavajes como siempre. Bomba tampoco esta vez puede conseguir mucha información, sino un nuevo nombre: el mestizo Japazy, que vive en… ¡exacto, adivinaron!: en un lugar temido por todos los nativos (¿No puede saber sobre los padres de Bomba alguien que viva en un lugar fácil de llegar y que no esté loco y/o sea malvado? Digo, para variar…). Por supuesto eso quedará para otro volumen. En síntesis, la cosa mejora un poco respecto al tomo anterior. Pero esta busqueda se está haciendo monótona y la sorpresa de a poco se va evaporando de la serie. No es que esté mal, pero ya esto comienza a aburrir un poco...
Bomba en la Isla de los Jaguares (Bomba on Jaguar Island, 1927)
Autor: John Duffield (a) "Roy Rockwood" Colección: Robin Hood (serie Bomba nº4) Edita: Editorial Acme, Buenos Aires, 1956. Hasta ahora la búsqueda de Bomba, el Niño de la Selva para saber quienes son sus padres ha sido infructuosa. Después de meterse en la Montaña Movediza y en la Isla de las Serpientes cercana a la Catarata Gigante, lo único que averiguó son dos cosas. La primera que sus padres se llaman Andrew Bartow y Laura. La segunda, que el mestizo Japazy, que vive en la Isla de los Jaguares, tiene las respuestas. El problema es que Japazy resulta ser (a ver, chicos, usen los conocimientos adquiridos leyendo las anteriores reseñas y contesten la pregunta)... A ...Considerado por los indios de la región un malévolo hechicero B ...Elvis, que no murió, sino que vive en le Amazonas C ...La ganadora del conscurso "Miss Travesti 1922" Si adivinaron correctamente, la respuesta es la A (Si no adivinaron correctamente, necesitan o sentarse a leer más literatura pulp o dejar de fumar esas porquerías). Lo que lleva a preguntarme: ¿ES QUE JOHN DUFFIELD NO SE LE OCURRIA NINGUN OTRO TIPO DE ARGUMENTOS? LLEVAMOS TRES VIAJES DE BOMBA Y EN LOS TRES TIENE QUE HALLAR A BRUJOS MALEVOLOS. CARAJO, HASTA ROB LIEFELD TIENE IDEAS MAS VARIADAS. Así que Bomba otra vez va en un periplo peligroso, otra vez se enfrenta a los cazadores de cabezas en la jungla y
otra vez escapa de fieras salvajes y peligros inenarrables. Por lo menos esta vez no encuentra a Japazy en su isla, porque éste fue a una misteriosa ciudad abandonada de ahí cerca. Mientras lo espera, los indios de Japazy prefieren evitarse que su amo se enoje con ellos y lo intentan matar. Cosa que por supuesto evita Bomba. Lo peor es que el libro termina porque el volcán de la isla (¿Volcanes en el Amazonas? ¿Costaba tanto conseguir un manual de geografía para escribir el libro?) comienza justo una erupción y todos salen huyendo. Sí, otra vez pasa lo mismo. Esta vez al menos, el libro queda abierto: Bomba sale de la isla en busca de Japazy. A ver si por fin sabe algo de sus orígenes. Con cuatro libros, la serie va deshaciéndose velozmente en una repetición tras otra. Ahora recuerdo porque a los diez años ya me había aburrido del personaje...
Bomba en la ciudad abandonada (BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE ABANDONED CITY, 1927)
Autor: “Roy Rockwood” (aparentemente John Duffield) Colección: Robin Hood Edita: Acme, Buenos Aires, 1955. Esta es la quinta novela de la serie, tras Bomba en la Isla de los Jaguares. Tras que ésta última terminara literalmente hundiéndose víctima de un terremoto – regla de oro de toda novela de Bomba: tiene que haber como mínimo una catástrofe natural en cada novela, sea terremoto, inundación o erupción volcánica en la selva – Bomba salva de la muerte al único otro superviviente del poblado, un nativo llamado Gibo. Que se convertirá en su fiel y servil ayudante, con acento en servil. Porque otra regla de oro de esta serie es que los indígenas son siempre inferiores, serviles, supersticiosos y, si son buenos, reconocen la innata superioridad blanca de nuestro niño selvático favorito. Así que Gibo se convierte rápidamente en su Viernes particular, al que Bomba rescata en toda la historia una y otra vez de fieras salvajes. Que las hay por doquier, listas para atacar en todo momento a Bomba y Gibo e impedirles el viaje. Pumas, jaguares, monos salvajes, serpientes, cerdos salvajes: todos estan listos esperándolos para atacarlos. Ambos se encaminarán en búsqueda de una ciudad abandonada donde todos los edificios son de oro, que es donde se encuentra el malvado mestizo Japazy, quien es el que puede contarle a Bomba sobre sus orígenes y sus padres. Porque éste está obsesionado con saber quienes son los progenitores blancos y por que lo dejaron en medio de la selva. Desde ya que llegan e intentan hablar con Japazy, pero, cómo éste es un tipo malísimo –como buen mestizo, porque, claro, es una criatura antinatural, ni
inferior como los indios ni superior como los blancos así que evidentemente es un monstruo malvado – no dirá mucho y , después, al capturarlos, los quiere matar. Pero ambos se escapan y, ayudados por el siempre ubicuo terremoto de cada novela, hacen que Japazy caiga por un precipicio hacia su muerte. Eso sí, dejando un cuaderno escrito que puede que tenga más pistas sobre los orígenes de Bomba (y así continuar la saga). Fin Desde ya, si obviamos el racismo omnipresente, y todas las coincidencias de las que hablamos en la reseña, la novela es entretenida en tanto aventura juvenil. Claro, si pensamos en chicos a los que todo estos “peros” no les importen. Diría que hoy día se hace inviable revivir al personaje.
Bomba en el sendero del terror (BOMBA THE JUNGLE BOY ON TERROR TRAIL, 1928)
Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield )
Colección: Robin Hood nº 96 Edita: Acme, Buenos Aires, 1958 Tras vencer a Japazy al final de Bomba en la Ciudad Abandonada, Bomba y su fiel acompañante Viern… perdón, Gibo, se dirigen rumbo a la aldea del jefe amigo Hondura, donde se encuentra su mentor, el semi demente Cody Casson. Bomba lleva con él un libro manuscrito de Japazy donde espera hallar alguna respuesta sobre su origen. Pero, desgraciadamente, su camino se desvía por un sendero más peligroso que día de elección en Haití. Por este sendero del terror se topará con jaguares, serpientes, caimanes, plantes que exhudan ponzoña y una tribu de caníbales que quiere merendárselo. Y, mientras avanza trabajosamente por la selva, verá pasar por su cabeza un avión, pilotado por dos hombres blancos que andan buscando a su compañero, perdido en la zona. Desde ya Bomba lo rescatará y ganará su gratitud, con rescate final vía avión (y miedo supersticioso de Gibo ante el artefacto, porque todo indio que se precie es supersticioso en las novelas de Bomba) de por medio. Finalmente, llegará a la aldea de Hondura y Casson leerá el libro, descubriendo algo de sus padres (Andrew y Laura Barton) y su nombre original: Bonnie Andy o “Bonny” Bartow. También que Japazy odiaba a los Bartow por un problema de celos y que, al llegar a Brasil en una gira algo pasó. Qué no se sabe porque, justo faltaban unas páginas, arrancadas en medio de la captura de Bomba por un caníbal desconsiderado. Pero bueno, de a poco las piezas del rompecabezas de la serie se van organizando y Bomba ya sabe un poco más sobre su origen.
Desde ya que los mismos estereotipos racistas sobre los indígenas siguen perneando la narración y la historia es medianamente similar a los tomos anteriores. Pero al menos esta vez no termina el libro con un cataclismo natural y las pistas del libro sirven efectivamente para avanzar la intriga de la serie. Si, no es mucho, pero yo no espero a estas alturas demasiado de la saga.
Bomba en el pantano de la muerte (BOMBA THE JUNGLE BOY IN THE SWAMP OF DEATH, 1929)
Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield)
Colección: Robin Hood nº 82 Edita: Acme, Buenos Aires, 1955 Primero un dato curioso: esta novela salió primero en la colección Robin Hood que su inmediata antecesora, Bomba en el sendero del terror, dejando un error en la cronología interna de la serie que solo leyéndolas de corrido se subsana. Así que están avisados de la pifia. Ahora respecto a la novela, tenemos a Bomba encontrando a unos médicos que andan buscando una planta que puede, convenientemente tratada, solucionar los problemas mentales de las personas… incluído Cody Casson, el anciano que crió a bomba y está medio gagá si lo miramos con un ojo solo. Por supuesto no creen en cualquier lugar de la jungla sino en un pantano repleto de caimanes y donde viven una tribu feroz y salvaje. Para que no sea fácil, vamos. En fin igual Bomba irá, conseguirá las flores, engañará a la tribu salvaje y conseguirá que hagan el remedio para que Casson al fin hable de su familia. La resolución de esta saga se sigue estirando más y más, hasta la estulticia. En fin lo de siempre. Esto es para que lo lean nostálgicos del personaje y/o investigadores de la cultura pop de derribo. Como el que escribe este blog Eso sí, las tapas ilustradas por Pablo Pereyra siguen apoteósicas como siempre.
Bomba y los exploradores (BOMBA THE JUNGLE BOY AND THE LOST EXPLORERS, 1930)
Autor: “Roy Rockwood” (probablemente John Duffield) Colección: Robin Hood nº 114 Edita: Acme, Buenos Aires, 1957 Este libro cierra el primer ciclo de la serie de Bomba, el que finalmente responde las intrigas básicas desde le comienzo de la serie sobre el origen de Bomba, y cómo llegó a la selva amazónica. Y las responde de la manera mas obvia posible: el padre termina cayendo en la selva, es rescatado por Bomba y al final se une a éste en el combate final contra los cazadores de cabezas del malvado jefe Nascanora. Sí, un “deus ex machina” que debería haber ocurrido cinco libros atrás para ahorrarme la lectura de la serie. Al menos este libro funciona como cierre, sin dejar cabos sueltos en la búsqueda. Al fin descubrimos toda la historia de cómo los padres edieron a Bomba por obra y gracia de Japazy y como terminó con Cody Casson en medio de la selva. Y al final los malvados jíbaros son castigados, Nascanora cae a manos de Bomba y padre hijo y madre se reúnen para un happy ending. Después vendría la segunda tanda de episodios con Bomba yendo a investigar al Africa, sacándole la única cosa que lo hacía diferente de Tarzan. Igual, al tener un conflicto que debe resolverse sí o sí, este libro se hace mucho más entretenido de leer que las novelas anteriores, donde claramente se está estirando la trama. No voy a decir que sea un clásico ni mucho menos. Pero, solamente por ser el cierre de ciclo de un tarzanida que tuvo cierto éxito en su momento, el libro vale la pena.
BOMBA EN EL CONTINENTE NEGRO (Bomba in a Strange land, 1931)
Autor. John Duffield (a) "Roy Rockwood" Colección: Robin Hood (serie Bomba nº11) Edita: Editorial Acme, Buenos Aires, 1957 Al comienzo del libro nos topamos con Bomba viviendo con sus padres en Chicago tras haberse reunido en la novela anterior con sus padres y vuelto al mundo del os blanocs que tanto añoraba sin conocer, acompañado por su fiel indio Gibo. El problema es esta vez que el viejo de Bomba (que parece un trotamundos de cuidado) acaba de ser capturado en Africa por caníbales. Así que Bomba ahora cambia de selva y se va derechito al continente negro a una expedición de rescate. Por supuesto sus habilidades de cazador hace que se gane la admiración de los negros porteadores de su grupo (a los que dirige Wafi, un guía parco y con los pies bien en la tierra), pero la novela discurre en una multitud de encuentros más o menos similares con animales o nativos de la zona. Tal vez el punto más interesante es que esta vez Bomba está jugando de visitante. Esta no es su selva y los peligros pueden ser similares pero no son iguales. Aunque, claro, siempre termina zafando. Es evidente que con este libro la gente del Stratemeyer Syndicate querían seguir explotando al personaje, dándole una vuelta de tuerca que lo pusiera más a tono con Tarzan. Un Tarzan light si se quiere. Igual creo que este fue precisamente un error, porque, si algo tenía de original Bomba era su entorno: que estuviera ne la selva sudaca en vez de la africana era una gran diferencia. Poniéndolo en el entorno más típico de los tarzanidas, lo único que hizo fue convertirlo en un clon más de Lord
Greystoke. O sea, la nueva dirección no era tal, sino apenas un engaño para tratar de seguir sacando jugo a algo que ya estaba bien exprimido.
Todo lo que querìas saber sobre Bomba, el Niño de la Selva (parte 2) 3- Las películas
Estamos en 1949 y Johnny Sheffield no era ya un niño. El actor, que interpretó el papel de Boy, el hijo de Tarzán, en las películas protagonizadas por Johnny Weissmuller desde Tarzan encuentra un Hijo (Tarzán finds a Son, 1939) hasta Tarzán y la Cazadora (Tarzan and the Huntress, 1947), ya a esa altura era un adolescente y se hacía indispensable que protagonizara su propia serie de películas. Así, Walter Mirisch, productor de la Monogram Pictures, decidió conseguir los derechos de la serie de Bomba, como vehículo estelar para Sheffield. Así que Sheffield dejó de ser Boy para ser Bomba en la primera de las películas de esta serie, llamada lógicamente Bomba, the Jungle Boy. Por cierto que, aparte de tomar el título, el protagonista y el hecho que lo había criado Cody Casson, las películas descartaron toda la historia de los libros. Bomba no vivía en el
Amazonas sino en una cabaña cerca de un precipicio en una selva no nombrada (pero que recordaba a Africa). Y ahí el tipo se dedicaba a rescatar damiselas, enfrentar nativos, fieras salvajes y cazadores furtivos de esos típicos, con historias entretenidas pero nada del otro mundo. Habría doce filmes de Bomba entre 1949 y 1955. Todos ellos fueron dirigidos por Ford Beebe, uno de esos incombustibles directores de serie "B" capaces de hacer películas entretenidas no importa qué genero fuera. Para muestra, un botón: los tres seriales de Flash Gordon, de la película Night Monster (una pequeña gran películita con Lon Chaney Jr.), La Venganza del Hombre Invisible (Invisible man’s revenge, 1944) y una infinidad de westerns, policiales, seriales y películas reacción. Gracias a Beebe, las películas de Bomba son aún hoy aceptables pasatiempos donde el escaso presupuesto y la abundancia de stock fílmico no impide que tengamos una aventura entretenida. Que quede claro: no son clásicos, pero sí son una pasable manera de pasar el rato viendo aventuras selváticas. Las películas fueron las siguientes (en este orden): 1) Bomba, The Jungle Boy (1949) 2) Bomba on Panther Island (1949) 3) The Lost Volcano (1950) 4) The Hidden City (1950) 5) The Lion Hunters (1951) 6) Elephant Stampede (1951) 7) African Treasure (1952) 8) Bomba and the Jungle Girl (1952) 9) Safari Drums (1953)
10) The Golden Idol (1954) 11) Killer Leopard (1954) 12) Lord of the Jungle (1955) Luego de terminar su contrato con la Allied Artists (compañía en que se convirtió la Monogram a principios de los años cincuenta), Johnny Sheffield intentó por una última vez seguir colgado de la liana, esta vez por televisión. Junto a su padre, produjo Bantu the Zebra Boy, un piloto para la tele que no funcionó. Sin embargo las películas de Bomba se pasaron continuamente en la televisión de 1950 y 1960, siendo vistas por una cantidad neorme de público (mayoritariamente infantil) cuya imagen del personaje sería marcada principalmente por la versión fílmica. Incluso para 1962, se remontarían las películas para ofrecer la serie en formato ajustado al os horarios televisivos, bajo el título de Zim Bomba. 4 – Los comics Para 1967, Bomba ya era un recuerdo menor entre los aficionados a la jungla pop. Apenas resultaba recordado por las (cada vez más esporádicas) emisiones de las películas de Johnny Sheffield en la pantalla catódica (con excepción de Argentina y Sudamérica, donde sus novelas seguían vendiéndose muy bien) Por eso resultó cuando menos curioso descubrir que en septiembre de 1967 la DC Comics decidió publicar ese año un comic book basado en las aventuras de Bomba. ¿Por qué se les ocurrió a los editores de la DC justamente ese año sacar un comic con ese personaje? La respuesta no está muy clara, aunque es probable que decidieran conseguir los derechos para
tener algun material para competir con los otros héroes del a jungla que todavía salían en los comics de esos años. Y seguramente los derechos saldrían muy baratos. Lo importante es que el primer número de Bomba the Jungle Boy salía en septiembre de ese año 1967 escrito por Otto Binder y dibujado por Leo Sommers, un tipo más conocido por su trabajo como ilustrador de revistas de ciencia ficción que como historietista. Este primer número mantenía una cierta fidelidad a las novelas originales, enfrentando a Bomba con Jojasta, el villano de la segunda novela, aquí convertido en un típico hechicero de comic book, además de hacer aparecer a Gibo, los animales Kiki y Woo Woo y decir que Bomba fue criado por Casson. Tambien era fiel a la novela la historia banal y obvia. Apartir del segundo número, los guiones estarían en manos de George Kashdan, que a su vez era el editor de la revista. Y en sus manos desaparece cualquieri ntneto de fidelidad a la novela. En esos números Bomba se conseguirá una compañera / ayudante / dama a rescatar llamada Tina, se enfrentará a tribus incas perdidas, hombres árboles, exploradores abusivos y demás elementos. En el
número 3 Sommers será reemplazado por Jack Sparling, un “powerhouse” de la editorial, que dibujaría la revista hasta su cierre en el número 7. A comienzos de 1968 la National Periodical Publications (lo que se conoce hoy como DC Comics) fue comprada por la Kinney Services (la primera movida corporativa en las que la editorial terminó siendo parte del grupo Time Warner). Uno de los primeros cambios que hubo en la editorial fue el despido de George Kashdan (que muchos veían como un tipo demasiado blando con sus escritores y artistas, amen de que sus revistas no estaban vendiendo demasiado bien): Su reemplazante fue el antiguo editor en jefe de la Charlton Comics, Dick Giordano, que tenía muy buenas referencias. Uno de los títulos que recibió Giordano fue Bomba, que no había vendido para nada bien: Giordano recibió la misión de eliminar piadosamente la revista. Así que le dio los dos últimos guiones a Denny O`Neil, uno de los jóvenes guionistas (en ese entonces) que había escrito para él en la Charlton Comics. O’Neil escribió los dos últimos números de la revista con una historia bastante atípica, llegando a poner a Bomba en una ciudad moderna. El séptimo fue el último número de Bomba en comic book. En 1974 dos de estas historias serían reimpresas en el comic book de Tarzán (que ahora sí era publicado pro DC) pero con un leve cambio: por cuestiones de derechos el personaje era llamado Simba. Desde la cancelación de este comic book, Bomba le Niño de la Jungla no ha vivido nuevas aventuras.
De hecho, en un mundo como el de hoy, el personaje difícilmente seguiría siendo viable. Sin embargo, vale la pena dedicarle un homenaje por todos los niños a los que sus historias ayudaron a soñar. Recuadro: Robin Hood, la colección de tapas amarilla que cambió a la juventud de Sudamérica Durante 50 años, los niños y niñas de los países del Cono Sur crecieron leyendo unos libros con tapas con un fondo de color amarillo furioso, hermosamente ilustradas. Era la Colección Robin Hood, tal vez una de las series del ibros que más han marcado los gustos literarios del público en la Latinoamérica del siglo XX. La colección fue creada en Buenos Aires a principios de la década de 1940 por Modesto Ederra, dueño de la editorial Acme Agency, haciéndole caso al librero Amadeo Bois, que veía el interés de los lectores infantiles por libros de aventuras. El primer libro, una versión de la leyenda de Robin Hood –que le daría nombre a la colección- ya tenía en su edición todos los elementos que la convertirían en rápidamente identificables: tapas duras con sobrecubierta, lomos redondeados, un color amarillo brillante, las excelentes ilustraciones realistas de Pablo Pereyra (gran ilustrador, historietista y diseñador de esos años en Argentina), traducciones bastante fieles al original y una tipografía clara y legible. Serían más de doscientos los títulos que se editarían una y otra vez en la colección, con autores de la talla de Jules Verne, Emilio Salgari, Louise M. Alcott, Robert Stevenson, Edmondo De Amicis, James Fenimore Cooper, H. Rider Haggard, Washington Irving, Charles Dickens, Mark
Twain, etc. Dentro de la serie se publicarían también –y con mucho éxito – todas las novelas de Bomba el Niño de la Selva y la serie de Big little Books de el Principe Valiente – que adaptaban las “Sundays” que hacía Harold Foster en esos años. También autores argentinos como German Berdiales, Eros Nicola Siri, Elías Carpena, Lucio V. Mansilla y Rodolfo Bellani tuvieron libros publicados en la colección. La serie empezaría su decadencia en la década de 1970, superada por los tiempos, y terminaría de publicarse dos décadas después. Modesto moriría en el 2004 (¡con 102 años!), poco después de ser homenajeado públicamente por su trabajo como editor en la Feria del Libro de Buenos Aires. Pero en el 2010 el grupo Clarín, principal consorcio mediático de Argneitna, lanzaría a la calle veinte de los títulos de la colección, cuyo nombre todavía significa para muchos “literatura juvenil de la buena”. Y lo es.
Trágico safari
Autor: “Alar Benet” (seudónimo de Juan Alarcón Benito) Colección: Congo n° 3 Edita: Bruguera, Barcelona, 1955 Harry Lamborn es uno de los guías de safaris mas conocidos de la zona de Uganda. Cuando decide llevar a Alicia y Peter Collins a hacer unas mediciones a la jungla, no sabe en lo que se mete. Cuando unos misteriosos atacantes aniquilan su safari (sobreviviendo solo Harry, Alicia y la mano derecha del guía, Kalahari), Harry debe no solo sobrevivir en la peligrosa jungla, sino desentrañar la conspiración tras esa masacre. Una conspiración que involucra potencias extranjeras, espías y minerales radioactivos en la jungla. Todo eso, mientras hay un misterioso personaje ayudándolo y otro que lo quiere ver muerto. ¡Ah! Y con una relación en la que no sabe si Alicia es amiga o enemiga… pese a que ambos corazones empiezan a amarse… A mediados de la década de 1950, con África todavía como un continente colonial – aunque ya se veía que llegaba la independencia – los clisés de la literatura de la jungla tenía suficiente tirón todavía para generar colecciones de cultura popular como la brugueriana “Congo”, del que está novela es el único ejemplo que tengo. Como corresponde aquí tenemos al típico Gran Cazador Blanco, que resuelve todos los entuertos, con los negros de comparsa. Reconozcamos eso sí que en este caso particular, es un Gran Cazador Blanco absolutamente carente de racismo: su mano derecha es una persona tan valiente, abnegado y compañero como él, solo que casualmente es negro. Y el color de la piel no
delimita categorías de superioridad e inferioridad en la historia. En ese sentido, el autor merece mi respeto. Hablando de éste, Juan Alarcón Benito parece ser o haber sido – no sé si vive o no – uno de esos todo terreno que trabajó tanto en televisión (en la serie Crónicas de pueblo, una serie española de los setentas que muchos adjudican como abanderada del tardofranquismo en su ideología, al menos eso leo en la Internerd) como escribiendo novelas, obras de historia y cosas de pseudociencia, entre otras cosas. Si alguien sabe más, pues bienvenido. Ah y la tapa de Bosch Peñalva , una delicia al ojo. Sin que vaya a cambiar la vida, fue una novelita entretenida.
Kaspa, el Hombre León (The Lion´s Way, 1931)
Autor: C. T. Stoneham
Colección: Biblioteca Oro (serie Azul) nro. 166 Edita: Molino Argentina, Buenos Aires, 1941 En el casi inextinguible subgénero de los tarzanidas, Kaspa ocupa un lugar más o menos privilegiado. Esto se debe principalmente a la versión cinematográfica del personaje, que dio a conocer a Larry “Buster” Crabbe como héroe de acción y rival de Johnny Weismüller en el área de los señores que se cuelgan de las lianas y andan en taparrabos. Pero previamente Kaspa había sido el protagonista de esta novela (en la que la película está basada) escrita por Charles Thurley Stoneham, un británico que además de escribir, era naturalista y cazador profesional. El éxito de ella le permitió convertirse en un prolífico autor en las tres décadas siguientes, con éxito a ambos lados del Atlántico, para desaparecer a finales de los años sesenta, muriendo en Sudáfrica en 1965, luego de escapar de los movimientos independentistas de Africa. Respecto al libro en sí sigue los parámetros típicos del género: niño muy chico criado por animales salvajes (en este caso, leones) desarrolla habilidades físicas casi sobrehumanas. Descubierto por los blancos, es capturado y reconvertido como ser civilizado. Por supuesto resulta que además es el heredero de una fortuna. No logra adaptarse totalmente a la civilización pero allí conoce a una mujer que le entusiasma y viceversa. Vuelve a la jungla, pero termina al final con ella siguiéndolo y ambos enfrentándose a ese mundo con un pie en cada lado. Como ven un argumento muy pero muy parecido al de las dos primeras novelas de Tarzan… y de incontables otras historias del subgénero.
En ese sentido compararlo con la serie de E.R. Burroughs es ilustrativo del problema inherente que hizo que, finalmente, este subgénero desapareciera casi totalmente. Porque, si uno compara las dos primera novelas de Tarzan con esta primera novela de Kaspa, estilísticamente Stoneham es mucho mejor autor, con personajes mucho más matizados y menos clisés ambulantes que ERB y una prosa mucho más tersa. Y sin embargo le falta el elemento que hacía a ERB un éxito: la fantasía desencajada. Todo en Kaspa es –evitando la premisa de que a un niño lo críen los leones– completamente realista, tanto en sus descripciones como en las reacciones psicológicas de los personajes. Justamente la carencia de civilizaciones perdidas, acciones imposibles y criaturas desconocidas reduce al final a la novela a algo banal, en donde al final todo gira a si Kaspa quiere o no a Magadalena y si cederá a los demás parientes o no la herencia. Creíble. Melodramático. Ni siquiera tedioso (Stoneham escribe bien). Pero que genera poco entusiasmo, a diferencia de ERB que o lo amas o lo odias pero no te deja indiferente. Hubo una segunda novela de Kaspa, llamada “Kaspa, the lion man” (así que ojo con confundirlas a ambas: pese al título en español esta es la primera de ellas). La verdad no me mata encontrarla. No ha sido una lectura horrible pero tampoco me genera particularmente entusiasmo este libro.
Mizomba Y Mawa (Tarzanidus Chilensis) Por Cristian Diaz LA LEYENDA DE MIZOMBA
Cuando un concepto artístico logra aceptación y demanda por parte del público consumidor, sus variaciones o derivaciones a otras formas de expresión no tardan en concretarse. En el caso de un personaje novelesco como Tarzan de Edgar Rice Burroughs su paso al celuloide y a las historietas, tema que nos compete, no se hizo esperar. Y siendo un producto atractivo las imitaciones de esta adaptación prontamente salieron a competir por una parte del abanico de lectores en muchas partes del mundo. En Chile se pudo leer la saga de Tarzan en muchas revistas aunque el producto original la mayoría de las veces era alterado. Un ejemplo de esta práctica para este y otros personajes se puede encontrar
en algunos de los ejemplares de la revista El Peneca donde el hombre mono era transformado en Sandar, el titán. Retomando la idea de los émulos de un personaje exitoso en el mundo del cómic, en nuestro país, además de ser publicado el producto original, se dieron dos grandes ejemplos de versiones libres del señor de la selva, ambas desarrolladas por guionistas y dibujantes chilenos, que engalanaron el periodo conocido hoy como la edad dorada del cómic nacional (mediados de los años 60 a 1973) Estos personajes que usufructuaron de la obra de Burroughs fueron Mizomba, conocido como El Intocable, el hombre tabú de la costa oriental de África y Mawa, la diosa blanca del Mato Grosso, estando situado cada personaje en distintos períodos del siglo XX. Hablemos de ellos. Mizomba, el gigante rubio que era considerado por los aborígenes africanos como el enviado de Klitán, Señor de la Montaña de Fuego no era sino el hijo de Sir Ricardo Manley y su esposa
Diana quienes a bordo del navío Argos encallan en la Poza de Kabila, en alguna parte del África ecuatorial a comienzos del siglo XX. Muriendo el padre del menor en cruento enfrentamiento con los antropófagos nativos del lugar, los Kavilas, la malograda mujer logra sobrevivir a duras penas y entrega a su pequeño a un fugitivo y joven nativo llamado Mukala, de la tribu de los Walkis, quien huyendo de su enemigo Mukamba encuentra al menor y luego a la madre a quien piensa matar para luego desistir. Balbuceando la mujer antes de expirar y mostrándole documentos que acreditaban la realeza del bebé le pide al nativo que cuide de su hijito ("take care of my son baby") entendiendo las últimas palabras en inglés como Mizomba, que sería el nombre que llevaría el pequeño en lo sucesivo y vendría a apoyar los planes de Mukala que entrenaría por 15 años al pequeño para que cumpliera la profecía de la venida del último de los Intocables ayudando al actual y manipulador hechicero a dominar las tribus con este tótem viviente. Como habitante de la selva y la sabana africana en las aventuras de Mizomba muchas veces aparecieron animales y algunos en forma recurrente por lo que debían ser identificados con nombres propios, este es el caso de: Numba el león, Volgan el gorila, Chilka la mona, Iska la
serpiente, Likan el leopardo y Kirón, el perro gran danés y fiel mascota que crió Mizomba. A pesar de lucir diferente a los africanos nativos la pequeña Karola, ayudante de Mukala se enamora del gigante rubio quien no se fijará en ella por largo tiempo, hasta que esta se haga mujer. Pero no es ella la única en la vida del Intocable porque desde la tierra natal del heredero de los Manley llega Mariana, llamada por los indígenas Karmina Kauda o el ángel de la selva. Ella conocería al paladín de la selva en dramáticas circunstancias y le volvería a encontrar tiempo más tarde comenzando así su amistad y nunca formalizada relación amorosa, sin saber a ciencia cierta por algún tiempo que su novio en Inglaterra era el primo de este fantástico habitante de la jungla. Pero no todo es grato en la vida de Mizomba, porque en su calidad de defensor de los aborígenes se enfrentará a cazadores inescrupulosos como Jack Maston y Bulanka, antes conocido como Kurdo Renzi. También lidiará con habitantes de villorrios romanos o egipcios enclavados en la selva y perdidos en el tiempo, las infaltables tribus salvajes y belicosas, seres mutantes, animales extraños, extraterrestres, salvará a gobernantes de paso como el joven Zirak, amenazado por japoneses, deberá medir fuerzas con peligrosos robots,
dobles malvados o titanes mutantes como Monzón, que casi mata a Mizomba. En esta primera etapa de su vida como defensor de los débiles en la selva siempre estará presente el misterio de su pasado, de su diferencia obvia, evidente respecto de los Walki y tribus aledañas. El joven Manley dará varias veces con los restos del navío Argos y se preguntará sobre el pasado de la embarcación sin sospechar su vínculo a ella. En sus periplos el gigante blanco se topará con personajes que algo tienen que ver con su pasado como Lin Yan, oriental que se hace amigo de Mizomba y evoca en este encuentro a Sir Ricardo Manley, sin entender el porqué. El marino chino aumentará el poder de su imponente amigo al enseñarle kung-fu. En esta instancia el Intocable da con la sortija de su madre. Otro personaje que se relacionó con el misterioso pasado de Mizomba fue Ralki, un blanco considerado tótem de los Kardonga. Este mítico individuo era el capitán del Argos, William Preston a quien ahora le llaman el Hechizado. Importante eslabón con el pasado de Mizomba es Wilkinson quien de joven halla la biblia de los Manley en el Argos, libro que
contenía la foto de la desaparecida pareja además de una carta. El caminante en su peregrinar vio morir al último Intocable y este le señaló que viviría para ver al siguiente, el último según Karik. Con el tiempo Wilkinson extravía la biblia y topa con Mizomba cumpliendo la profecía, pero muere no pudiendo ayudar a Ricardo hijo a descubrir su pasado. En su momento y andando el tiempo se devela el origen de los intocables, los tabúes africanos. El primero de ellos, cuyo aspecto físico es idéntico al de Mizomba, fue el griego Atlante, quien guió a las tropas pompeyanas derrotadas en Africa por César. El espíritu de este guerrero se encarnaría a través de los tiempos en nativos de la zona quienes serán capaces de increíbles proezas. Mizomba es el último. Un giro importante en la vida de Mizomba es cuando el paladín decide unirse a los nativos contra la invasión blanca, vistiendo pantalones y botas además de cargar un fusil, lo que genera el quiebre entre él y la bella Mariana renegando el joven Manley a su herencia y su linaje británico. Por lo mismo decide unir su vida a la siempre leal Karola que le dará un hijo. Para proteger al pequeño se oculta esta paternidad. Las aventuras comienzan
tempranamente para el hijo de Mizomba pues el pequeño es raptado por una gorila que perdió a su cría. En la adolescencia y aun sin saber que el gigante blanco es su padre el joven Yarkho, tal es su nombre, se encontrará con su padre, quien tampoco sabe que tiene un hijo, mas ambos congeniarán enseguida. Así comenzarán sus aventuras, las últimas conocidas, en un valle perdido en medio de África donde deberán enfrentar al malvado Mentutep, quien llama telepáticamente al primogénito de Mizomba cumpliendo una profecía sobre el enviado de Aminotep y reunir en torno a este objetivo a los grupos armados de aquel lugar y salir a conquistar el mundo exterior desde donde proviene el último de los Intocables. LA LEYENDA DE MAWA El otro personaje que emula en la época dorada del comic chileno al Rey de la Selva del señor Burroughs y las versiones femeninas de origen norteamericano y europeo del mismo, es la sensual Mawa, Diosa Blanca del Amazonas, sacerdotisa de la Silla del Diablo-Shaitan ka Singashan-. Las aventuras de Mawa
estaban ambientadas en el Matto Grosso, la aun misteriosa selva brasileña, en la década del 60. Siendo ella un bebé de raza blanca de origen desconocido, Lolotó, un hechicero, la encontró y crió. Cuando crece ella recibe de manos de otro hechicero en La Silla del Diablo un misterioso puñal malayo, un kriss que en su mango guarda las fotos al parecer de los padres de la amazona. De esta forma se da a entender que Mawa pertenece al dios Choti Meguí. Junto a Mawa están sus fieles mascotas los jaguares sagrados Usha y Shak. En sus aventuras la mujer de blanca piel y cabellos negros debe enfrentar diversos peligros: Jíbaros belicosos, una falsa hermana, mutantes, una selva viva, los árabes que tiene una ciudad oculta en Sudamérica, extraterrestres, un gorila gigante, científicos desquiciados como el Doctor Diavolo, quien aparecerá a menudo y se convertirá en el archí villano de la amazona. Un giro importante en la vida de Mawa es cuando los seguidores de la diosa blanca son aniquilados en una guerra de tribus y la amazona debe embarcarse a África tras la muerte de su mentor y protector el brujo Lolotó. Junto a sus mascotas, el
anglo hindú Víctor Nagaland y los guerreros Oketé y Kafunga se ponen como destino el medio oriente, la India, donde debe encontrar las respuestas para su misterioso
pasado. Desde el continente negro sigue navegando por el océano Indico para llegar a Pakistán. Como principio para el origen de Mawa se plantea el intercambio cultural de los habitantes de la India con Sudamérica en el pasado pudiendo vislumbrarse un anacronismo entre los personajes del medallón y el origen definitivo de la guerrera. Deambulando por los agrestes paisajes de Asia Menor la saga de la sacerdotisa sufre un cambio importante. Durante este periplo el Doctor Diávolo por fin es derrotado al igual que sus seguidores y Mawa se acerca cada vez más a sus orígenes pero ya no es la invencible mujer de antes pues va perdiendo protagonismo respecto de sus compañeros de aventuras. Las peripecias del grupo se desarrollan en Punyab, un lugar en Medio Oriente donde deben derrocar con la ayuda del también monje luchador, Karmán (morirá tras su cometido) al majaraha Randa Prader. En esta etapa Mawa aparece sumisa y débil, incluso la capturan junto a Nala, mujer que se suma a las peripecias de la diosa del amazonas. Así, las acciones del ayudante Oketé toman mayor relevancia pues resulta ser un guerrero Damayanti que no recuerda su glorioso pasado en el Tíbet. Esta situación se gatilla cuando aparece un monje luchador quien derrota a los invasores que asolan el poblado de Raimur donde está Mawa, la amazona que busca respuestas para su pasado. Oketé es herido y el misterioso monje se lo lleva al templo oculto en las montañas para revivirlo. Al herido amigo de la amazona este titán le llama "Hermano". Se reencontrará con Mawa y Nala más tarde y ambas notarán el cambio del otrora sumiso indígena. Luego de esta aventura Víctor se casa con Nala –dejando a un lado la atracción hacia Mawa
sugerida en el pasado y vuelven a Sudamérica mientras que Oketé debe seguir hasta Manchuria para recuperar su vida anterior en compañía de la una vez invencible Mawa quien da con la ciudad perdida de Kismet -la que queda a la vista en realidad- tras rodar en un alud por las laderas de un lugar de los Himalayas lo que puede significar la respuesta que Mawa tanto busca ahora en compañía de un investigador indio de nombre Vinkú Tagor, quien por 30 años ha buscado el mítico lugar. Para resaltar que el lugar ha sido olvidado por el tiempo el trío se enfrenta a un pteranodonte y hacen amistad con primitivos hombres subterráneos. Mawa vuelve a recuperar su protagonismo. Un anciano que deambula por las praderas, Azmaral, ve a la amazona y cree reconocerla por lo que trata de entregarle un medallón el cual completa una frase grabada en su kriss. Mientras, la protagonista comienza a hablar en caldeo balbuceando la palabra Ananka que resulta ser una gruta con cualidades especiales y el final del peregrinaje. Así, Mawa se interna en la citada gruta que en su entrada tiene un busto esculpido de ella y que reza en su inscripción Ananka, reina de los caldeos, aquí se generó su principio y se producirá su fin en el mundo de los mortales. Así lo dice la profecía de los sabios de Caldea. Ella, llegará algún día. Azmaral, el sumo sacerdote, la espera. De esta forma mientras Mawa es tragada por una vorágine espacio-temporal, en otra dimensión una rubia guerrera sufre una suerte similar. Ante la atónita mirada de Oketé y Vinkú su compañera de viaje desaparece quedando ante el par el inerme cuerpo de la que se convertirá en la nueva camarada de aventuras del singular par. Con esta extraña situación se cierra la gloriosa saga de la sacerdotisa de la silla del
diablo y de ella, de Mawa, nunca más hablarán quienes le acompañaron por su último peregrinaje. Las aventuras de Vinkú Tagor y Oketé junto a su nueva compañera, Khanda, son parte de otra historia...
MONOS QUE PIENSAN: Una guía por los simios inteligentes de la cultura pop La idea del simio de inteligencia humana lleva mucho tiempo recorriendo la cultura popular. Que nuestros primos peludos hablen y se comporten como seres humanos nos ha dado a una variada cantidad de personajes salidos de la literatura, el cine, los comics y demás variopintas muestras de la cultura pop. Sin querer ser un examen exhaustivo del tema, este es un paseo por algunos de estos monos que piensan: 1- THEY MADE HIM HUMAN! (AND VICEVERSA) Un biólogo normal investiga, analiza y controla los comportamientos de los simios en su hábitat natural o los pone en condiciones controladas de experimentación, bajo hipótesis demostrables. Un biólogo de película, historieta o televisión dará un paso más, convirtiéndolo en humano. O al revés, poniendo el cerebro de un hombre dentro del cuerpo de un gorila (aparentemente el único primate que se merece ese tipo de trasplante). El (habitual) trágico resultado de estos experimentos se
pueden ver en estos tristes casos de simios convertidos en humanos contra su voluntad: PAULA DUPREE, THE APE WOMAN: Echadle la culpa al éxito de Cat People (Jacques Torneur, 1942) para que la gente de los estudios Universal decidieran que necesitaban agregar a su galería de monstruos algo similar. Así, con Captive Wild Woman (Eduard Dmytryk, 1943), conseguimos una gorila convertida en una hermosa humana (Acquanetta) por obra y gracia de la manipulación glandular de nuestro científico loco estandar (en este caso, John “todo sea por el cheque” Carradine). Por supuesto cuando le surge alguna emoción violenta (digamos celos porque un humano bonito está flirteando con otra chica) le salen pelos por todos lados, pierde la cabeza y puede dedicarse a asesinar gente por puro cabreo. Que sería la única habilidad expresiva del personaje, porque Acquanetta (con todo lo bonita que podía ser) actuando era de cartón piedra, la verdad sea dicha.
Si esta primer película es de una calidad mediocre, sus dos secuelas, Jungle Woman (Reginald LeBorg, 1944) y Jungle Captive (Harold Young, 1945, donde Acquanetta era reemplazada en el rol por la igualmente inepta Vicky Lane y cuyo principal mérito parece ser que es una de las pocas películas donde actuó el acromegálico Rondo Hatton) son infumables. No por nada, Paula Dupreé es el monstruo de la Universal menos recordado por el público. MONSIEUR MALLAH: Convertido genéticamente en un animal con un coeficiente intelectual de 178. Guardaespaldas personal (y románticamente envuelto) de su creador, un cerebro viviendo en una jarra. Con acento francés y una boina roja a lo Che Guevara. Lógicamente Monsieur Mallah tenía que ser uno de los enemigos más tenaces de la Doom Patrol, uno de los grupos más freaks de superhéroes. GORILLA BOSS OF GOTHAM CITY: ¿Qué hacer si van a electrocutarte? El mafioso George Dyke tiene la respuesta: trasplantar su cerebro al cuerpo de un gorila. Y con eso se convierte en EL jefe
mafioso de Ciudad Gótica. Pero, obviamente, es un malhechor muuy evidente. Así que se le ocurre un plan mejor: capturar a Batman, poner su cerebro en el del Encapotado y viceversa. Así cuando la policía capture y mate al gorila, matará a Batman. ¿Un plan malvado, no? Lamentablemente eso no pasará. Publicado en Batman 75 (en febrero/marzo 1953), escrito por David Vern y dibujado por Lew Schwartz y Charles Paris, el Gorilla Boss será otro de los extraños villanos de tercera fila que alguna vez enfrentaron al Dúo Dinámico. PHILLIP TERRY: Un organista de pueblo, el pobre Terry intentó sacar a su hermana Susan de una red de prostitución en la que había caído. Pero termina condenado a la silla eléctrica acusado por un crimen que no cometió, trampa que le organizó el círculo mafioso que controla a las prostitutas. Por suerte, antes de que se cumpla la sentencia, el doctor Parry (George Zucco en uno de esos maravillosos papeles de científico loco que tan bien le salían) le propone que le done sus sesos luego de la ejecución para ponerlos dentro de un gorila
(aparentemente no importa que hayan sido fritos previamente), todo en nombre de la Ciencia, claro. Un golpe eléctrico y un trasplante quirúrgico más tarde, ¡voilá! Terry es un gorila inteligente y que solo quiere una cosa: ¡Venganza! Si, suena tonto el argumento pero “The Monster and the Girl” (Stuart Heisler, 1941) es una de esas pelis de serie “B” que tienen un ritmo vibrante, actuaciones asombrosamente tridimensionales y escenas donde se implica mas que se exhibe. Una de las imitaciones más logradas de la serie de filmes de horror sutil que Val Lewton hizo en la década de 1940. Vale la pena ser vista. ULTRA HUMANITE: Hay gente que no se decide. Tomemos el caso del Ultra Humanite. Primero es un genio científico pelado e inválido que enfrenta a Superman. Después, decide que hay que cambiar su cuerpo y adopta el cuerpo de… una mujer, la actriz Dolores (o Delores dependiendo del comic) Winters. Y como no lo convence ese cuerpo, obtiene uno nuevo, el de un gorila albino. También mandará su mente a un tiranosaurio rex, un insecto y hasta dentro del cuerpo de Johnny Thunder, el Forrest Gump de la JSA. Trasladar su mente al cuerpo de un hombre de 40 en buen estado físico parece que nunca se le ocurrió.
2 – FLEE, PUNY HUMANS! Son grandes, feos y peludos. Y lo saben. Y tienen inteligencias superiores al promedio de esos débiles humanos. Así que, ¿por qué no conquistarlos y/o destruirlos? Como bien quieren hacer los siguientes personajes:
RO-MAN: En realidad es un conquistador extraterrestre, pero como parece un gorila con escafandra de buzo, pues lo tenemos aquí. Enviado a la Tierra para destruir a la raza “hu-mana” lanza un “rayo de la muerte calcinador” que deja solo a ocho sobrevivientes. Que parecen difíciles de eliminar porque durante el resto de la película se dedicará a encontrarlos usando un aparato que lanza pompas de jabón... mientras su naturaleza alienígena empieza a dudar de su misión, generando soliloquios del porte de “no puedo… sin embargo debo.¿Cómo calcular eso? ¿En qué parte del gráfico se cruzan “debo” y “no puedo”? Sin embargo, debo… ¡pero no puedo!”. Por algo su jefe lo terminará eliminando al final de la película (Robot Monster,
Phil Tucker, 1953, para quien no haya visto este hilarantemente atroz filme). GORILLA GRODD: Porque si hay algo más peligroso que un gorila inteligente que quiere dominar a la Humanidad es un gorila inteligente que quiere dominar a la humanidad y tiene poderes telepáticos. Grodd viene de la oculta Ciudad Gorila, donde primates evolucionados se esconden de los hombres. Pero a Grodd eso no le alcanza: para él, los humanos son seres inferiores que deben ser dominados. Por eso lleva años tratando de dominar el mundo con planes complejos. Solo los esfuerzos de superhéroes como Flash (donde debutó por primera vez en el número 106 de esa revista, en abril/mayo de 1959) han impedido que lo logre. THE SUPER APES: Ivan Kragoff, científico comunista, decidido a derrotar a esos paradigmas del capitalismo, los 4 Fantásticos, se lanzó también a la conquista del espacio junto a tres monos altamente entrenados, Mikhlo (un gorila), Igor (un babuino) y Peotr (un orangután). Y les pasó lo mismo que a ellos: pasando por un cinturón de rayos cósmicos consiguieron superpoderes. Miklo consiguió super fuerza, Igor se puede cambiar en cualquier cosa y Peotr puede controlar la gravedad o el magnetismo (depende de lo que se le cante al escritor de turno). Junto con Kragoff (que se hace invisible y se hace llamar el Fantasma Rojo) llevan décadas peleando contra Reed Richards y familia, todo eso mientras tienen una relación de familia disfuncional.
EL REY LOUIE: Como siempre que Disney se dedica a agarrar clásicos, los destripa y remonta para hacer versiones “familiares”, nos hallamos con personajes nuevos que no aparecían en la historia original. Tomemos el ejemplo del rey Louie. En la historia original de Rudyard Kipling, los monos que quieren el fuego no tienen rey (de hecho son “el pueblo sin ley”). Entonces, por supuesto, Disney hace un rey mono orangután, lo llama King Louie y lo pone a cantar para que Mowgli le dé el secreto del fuego.. Bueno al menos eligieron al cantante de swing Louis Prima para la voz, con lo que conseguimos una de las canciones más conocidas del repertorio de Disney (“Quiero ser como tu-u-uu…”) y el momento más divertido de ese tostón que es la versión disneyana de “El Libro de la Selva”. MOJO JOJO: El antiguo mono de experimentación del profesor Utonio, el mismo experimento que permitió el nacimiento de las Chicas Superpoderosas le dio superinteligencia. Y su brillante mente decidió que el mundo era muy grande para que convivieran las tres niñas y él. Así que Mojo Jojo dedicó toda su carrera a elaborar siniestros planes para destruirlas y dominar la ciudad de Saltadilla, hogar de Burbujas, Bombón y Bellota,
convirtiéndose oficialmente en su archienemigo durante toda la serie de las Powerpuff Girls (que dio a partir de 1999 exitosamente el Cartoon Network, creada y dirigida por Craig McCracken). 3 – MONKEY HEROES El mono puede ser el mejor amigo del hombre también. Algunos pueden convertirse en héroes, otros resolver crímenes y otros meramente hacer la vida más agradable a sus compañeros humanos… DETECTIVE CHIMP: “Bobo” es un chimpancé de una inteligencia prodigiosa que fue capturado por Fred Thorpe, quien lo convirtió en estrella de un acto de carnaval. Pero empezó a resolver crímenes por su cuenta logrando comunicarlo a su entrenador, si bien no podía hablar. Otro animal de inteligencia excepcional, Rex el perro maravilla, lo llevó a la Fuente de la Juventud que lo volvió inmortal y le dio la capacidad de comunicarse con los humanos. Tras la muerte de Thorpe, se convirtió en detective privado y trabajó para una agencia del gobierno estadounidense. Alcohólico y fumador empedernido, terminaría ayudando al grupo
místico llamado Shwadowpact. Creado en 1952 por John Broome y Carmine Infanitno. LANCELOT LINK: ¿Su nombre? Link… Lancelot Link. Agente secreto extraordinario de la A.P.E. (Agency to Prevent Evil), una agencia destinada a detener los planes malvados de la organización C.H.U.M.P. (Criminal Headquarters for Underworld Master Plan). Su compañera es Mata Hairi. Su jefe, el comandante Darwin. Creada en 1970 por dos antiguos escritores de Get Smart, la serie televisiva (protagonizada por chimpancés entrenados disfrazados como actores) estuvo en el aire desde 1970 hasta el año siguiente. Recomendado: buscad en el tutubo los segmentos musicales de la banda “The Evolution Revolution”. APE (GEORGE DE LA JUNGLA): Ape es un mono culto, educado e inteligente. Su principal problema es el tonto de su hermano, George de la Selva, un humano criado desde niño por él que definitivamente es un idiota de cuidado, aunque buen chico. Ape y todo el elenco de esta maravillosa sátira de Tarzán es fruto de la imaginación de Jay Ward en 1967.
Por cierto, la película con actores de 1997 basada en la serie es una delicia. La voz de Ape la pone en la versión original del filme el ex Monthy Python John Cleese. Hay una secuela fílmica y una nueva serie animada. Olvídenlas, haganme caso. GORILLA MAN (AGENT OF ATLAS): Ken Hale estaba obsesionado con la inmortalidad. Escuchó una leyenda que decía que aquel que matara al mítico Gorilla Man, se volvería inmortal. Fue en busca del monstruo, lo halló y lo mató. Y consiguió su objetivo. Se convirtió en el nuevo Gorilla Man, inmortal hasta que otro lo mate y ocupe su lugar. De ahí en adelante, el Gorilla Man sería parte del grupo conocido como Agentes de Atlas. Creado en 1958 en la revista Men’s Adventures nº 26, solo recientemente ha ganado ser algo más que un personaje absolutamente desconocido. Ahora es meramente de tercera línea. CONGORILLA: ¿Qué haces cuando “Congo” Bill, un personaje estilo Gran Cazador Blanco que has tenido funcionando desde los inicios de tu editorial ya no resulta atractivo para tus lectores? La solución para los editores
de la DC Comics fue darle un cuerpo de gorila. Gracias a un anillo mágico que le dio un médico brujo amigo, al frotarlo puede cambiar mentes con el Golden Gorilla, un gigantesco simio. Claro que el problema es que, mientras ocupa el cuerpo del gorila, debe proteger su cuerpo, ocupado por la mente del primate. La movida lamentablemente no sirvió para que la serie desapareciera de las páginas. Congojilla ha sido visto esporádicamente como secundario del Universo DC. SIMIOLON: Que nadie acuse a Hanna-Barbera de originalidad. Una vez que la fórmula Scooby Doo funcionó se dedicaron a copiarse a sí mismo, haciendo series donde “un grupo de amigos + mascota rara resuelven misterios que les aparecen por ahí”. Crucen esta idea con King kong (cuya remake estaba por hacerse) y tenemos a Simiolón (The Great Grape Ape en inglés), un enorme gorila púrpura que viaja resolviendo entuertos. No es que sea un mono muy inteligente: su única frase que repite continuamente es su nombre, pero con eso califica para entrar aquí, aunque sea por los pelos. Apareció en la tele por primera vez en 1975 y duraría por un total de 32 episodios, antes de ir a ese gran cementerio donde van los personajes animados que a nadie realmente les importa. EL GORILA MAGUILA: Tal vez lo más interesante de Maguila sea que fue una de las primeras ocasiones en que una compañía de animación trabajó conjuntamente con unos productores de juguetes para lanzar al mismo tiempo muñeco y “cartoon”. En 1964 Hanna-Barbera lanzó al gorila Maguila, eterna mascota invendible de la tienda del
señor Peebles, junto a Ideal Toys. ¿Y que tal la serie animada? Psé, tipica de Hanna-Barbera de los sesentas: animación limitada, guiones predecibles y muy infantiles, fantásticos diseños de Iwao Takamoto. BEPPO EL SUPER MONO: Si hay algo peor que un mono imbuído con poderes kryptonianos, es un mono venido desde Kryptón. Beppo se coló en la nave que mandó a Kal-El a la Tierra sin que Jor-El se diera cuenta. No pregunten cómo sobrevivió a los rigores del espacio, la cuestión que llegó a la Tierra. Llegó y, cuando Kal-El era
Super bebé (No pregunten) casi descubre en público sus superpoderes. Por suerte, eso quedaría en el pasado cuando, gracias a Supergirl, Beppo se vaya al siglo XXX para ser uno de los miembros claves de la Legión de Super Mascotas. (Y no, no pregunten) SAM SIMEON: Cualquiera puede dibujar historietas. Sino pregúntenle a Sam Simeon, dibujante extraordinario y compañero de la detective privado Angel O’Day. Que sea un gorila parlante no parece ser inconveniente para entregar a tiempo o conseguir trabajo. Una deliciosa serie humorística creada por E. Nelson Bridwell y Bob Oksner para la DC Comics en 1967, que duraría solo siete números y tuvo un par de miniseries nuevas a posteriori. Este solo ha sido un breve paseo por el mundo del primate no humano que piensa. Nos quedan otros en el tintero, pero el espacio es tirano y quedará para el futuro. Mientras tantos nos despedimos repitiendo las conocidas palabras de nuestro Charlton Heston: ”Get your hands off me, you damn dirty ape!”
King Kong comics Me cuesta creer que todavía no haya hablado todavía del gorila más conocido del mundo: KING KONG. Yo la verdad no pienso hablar de cómo se hizo la película de 1933 o de su genialidad (hay muchas fuentes para eso que lo hacen mejor). Tampoco me voy a detener a decir por qué me parece que la película original es una verdadera maravilla, la remake de Dino de Laurentis es (como toda producción de De Laurentis) algo exagerado y con momentos particularmente mal hechos (aunque no tan intolerable como su Flash Gordon) y la nueva versión de Peter Jackson, si bien no está nada mal, todavía no le gana a la original (de entrada cortale 45 minutos, Piter). Lo que sí voy a hacer es un breve paseo sobre comics que tienen que ver con King Kong. En otro artículo pueden encontrar la tapa de la versión de la Gold Key del largometraje. Que no es la única ni mucho menos...
Está la edición de Fantagraphics que hizo Don Simpson en seis números. Aquí están las tapas:
Le sigue la versión noruega del comic de la Gold Key:
... una edición en español (diría que es mexicana pero no lo aseguro... ¿Alguien de la audiencia tiene idea?)
...y una edición francesa que tiene las tapas más interesantes de todas, a que mentir. (y que creo que corresponden a la edición francesa de Mytek, el gorila robot británico creado por la IPC en la década de 1960)
Bola extra1: La tapa de la adaptación de la versión de Peter Jackson a la historieta.
Boa Extra 2: la adaptación gráfica de Kong, King of Skul Island, la novela reseñada mas abajo.
Bola extra 3: Tres comics made in lengua espaĂąola. Uno mas bizarro que el otro
Y quienes quieran ver el filme... vayan y búsquenlo, que se consigue fácil.
King Kong, Rey de la Isla Calavera (Kong: King of Skull Island, 2004)
Autores: Joe de Vito, Brad Strickland y John Michlig Edita: Booket, Buenos Aires, 2005 Por las gracias del destino conseguí este libro, comprado hace unos meses en el viaje a Buenos Aires de saldo. Que llenaba todos los requisitos de este blog: novela que no dejará una marca en la historia de la literatura, que es sobre gorilas (más específicamente sobre EL GORILA POP POR EXCELENCIA) y que merecía una reseña medianamente seria que nadie más le hará. La historia surgió como un proyecto de Joe De Vito, escultor especializado en personajes de comics y pulps que además es un ilustrador bastante conocido. El tipo, fascinado con la historia de King Kong desde chico, decidió escribir la continuación, obviando eso sí a Son of Kong, la continuación que Merian Cooper hizo de su propia película. Así que consiguió a Brad Strickland, y a John Michlig y armó una suerte de novela profusamente ilustrada que la editorial Dark Horse publicó en su momento. Por supuesto esta edición española es de bolsillo y no tiene una puta ilustración con lo que solo tenemos para sustentar el relato la narración de los autores. Que vamos a ser dicho, es básicamente una fan ficción autorizada legalmente por los herederos de Cooper. Veinte años después de lso acontecimientos de la película, Vincent Denham, el hijo de Carl Denham, vuelve a la Isla Calavera para saber qué sucedió con su padre – que desapareció tras llevar de regreso consigo el cadáver de Kong a su tierra natal-, acompañado del ya maduro Jack Driscoll. Tras la desaparición de Vincent en la selva, la historia se divide básicamente en dos: por un lado tenemos a Driscoll esquivando dinosaurios por la selva
como si no hubiera hecho nada en los anteriores veinte años y por el otro un accidentado Vincent que es curado por la Narradora, bruja local que le va contando la historia de cómo Kong se volvió King Kong a fines del siglo XIX y detallando un poco la sociedad nativa de la isla (con lo que el libro es tanto precuela como secuela). El libro tiene le defecto de saltar demasiado de atrás para adelante sin demasiada lógica, lo que hace que la historia se haga innecesariamente confusa. Además (como le pasa a la fan ficción) si uno no conoce la película original se aburrirá como una ostra. Por otro lado, si les gusta la película, se divertirán descubriendo los datos desconocidos de la Isla calavera (como pasa con toda buena fan ficción). O sea, para resumir, si no les interesa King Kong, déjenlo pasar. Si por el contrario les interesa,pueden pasar un rato agradable, aunque no esperen nada del otro mundo.
30 geniales tapas de comics con gorilas Dice la leyenda (al menos la impresa en Comics: Between the Panels, que es de dónde estoy sacando esta información) que la culpa que haya tantas tapas con gorilas y simios varios en los comics books la tuvo la tapa del número 8 de Strange Adventures de la DC Comics (de mayo de 1951), donde aparecía un gorila en la tapa. Ese número casi duplicó las ventas del número anterior con lo que Harry Donenfeld (el editor en jefe de la DC en esos años) le preguntó al editor de ese comic Julius Schwartz qué podía ser la causa de ese incremento de ventas. "Tal vez fue el gorila" dijo Schwartz. De ahí en más, Donenfeld siguió revisando las ventas de los números y parece que cada vez que aparecía un gorila en la tapa las ventas se disparaban. Así que llegó la orden de poner gorilas de manera más o menos regular en las tapas. Lógicamente otras editoriales copiaron la idea (por algo la DC era una de las editoriales grandes) y, en esos tiempos de persecuciones varias contra los comics e inseguridades editoriales, la fórmula fue un éxito. ¿Resultado final? Hoy por hoy el gorila en la tapa es un fixture del comic book. No pienso hacer aquí un catálogo exhaustivo de las tapas con gorila. Para eso, lo mejor que pueden hacer es ponerse a bucear en las innumerables tapas de la Grand Comic Book Database. Lo que hice, en cambio, fue elegir treinta tapas con primates que por alguna razon me gustaron y ponerles un pequeño comentario. Así que ahí vamos, en estricto orden alfabético.
Empezamos con Action Comics nº 6, el primer comic book con un gorila en la tapa. Que, como corresponde a un gorila pop, es un ser amenazador, peligroso y que esta por hacer pedacitos al intrépido aventurero. Los gorilas pacíficos, solo en Gorilas en la Niebla...
La Amazing Man Comics nº22 tiene no solo gorilas y no solo nazis... ¡tiene gorilas nazis! ¿Qué más puede pedir el paladar bizarro?
Lo bien que le sienta el chaleco Nehru y la sítara al mono de Angel and the Ape. ¡Una cubierta a go-go!
Bati Chica, Bati Sabueso, Bati Duende... ¡¡¡Bati Mono!!! ¡¡¡Y se llama Mogo!!!! El chiste políticamente incorrecto es tan simple que hay que resistirse para evitar la obviedad... (apellido: Loide... sorry, no lo resistí) Hala, monín, baja el palo para el otro tejado...
Nadie lee historias deportivas. ¿Qué hacer para que la gente se interese? Por supuesto: un gorila jugando al béisbol. El error es que los yanquis no juegan al futbol: ahí un gorila no se notaría. Cuando mucho, sería un líbero "un poco brusco".
El Capitán América con su propia versión de los Crímenes de la Calle Morgue.
Un gorila (Monsieur Mallah de nombre) con acento francés, con boina a lo Che Guevara y que lleva en su coche de bebé a The Brain, su compañero en el crimen... y en algo más. Si consiguen este número de la Doom Patrol de Grant Morrison, no lo dejen pasar que es de lo más gracioso que se les pueda ocurrir. Es literalmente increíble.
Aquí tenemos a Grodd el gorila inteligente más malvado que haya pisado la tinta y el papel diciéndonos que nos olvidemos de Flash. Ningún problema: ¿para eso hicieron la Crisis en Tierras Infinitas, no?
En Francia amaron esta parodia de King Kong...
"¡Contémplenme, mortales, y tiemblen! Porque soy..." (elija la frase correcta) a) "...el Bruto que Camina." b) "...una pálida imitación de King Kong." c) "...el nuevo equipo especializado de renovación urbana." d) "...una nueva estrella en el firmamento musical del concurso de Eurovisión."
¡Miren esa cara babeante! ¡Esos ojos sanguinolientos! ¡Esa implacable ansia de cargar a los hombros hembras humanas! ¡Esa aldea recién saqueada e incendiada! A ver si se dejan de joder con que son pacíficos y se hacen cargo que las hordas gorilas pueden ser de lo peor que ocurre en Africa. ¡Y ningún Tarzan de opereta puede evitarlo!
No se ustedes pero para mí no nombrar a King Kong en este especial es como no nombrar a Maradona si hiciéramos el Especial Grandes del Futbol. Así que aprovecho a poner esta maravillosa tapa de la adaptación que la Gold Key hizo de la peli original.
Sobran las palabras, diría yo.
"¡He venido a conquistar tu mundo, terrícola! ¡Tu eres formidable… pero te destruiré!"! dice este Ultraman de segunda. La respuesta de Konga será (elijan de las siguientes opciones): a) "Uk Uk, Ak Ak" b) "¿No tenés calor andando con ese traje ridículo?" c) "¿Por qué las flechas de tu traje señalan hacia abajo? Si es para demostrar quien la tiene mas larga, mejor sacate la ropa" d) "Verde y amarillo... ¡Qué horrible combinación! ¿Quién es tu modisto?"
"¿Hola? ¿Agencia de monstruos?... Quería contratar a King Kong y Godzila para una tapa. ¿Cuánto me salen?... Ahhhh... ¿Y no tendrá algo parecido, pero más económico...?"
Nyoka, heroína de la jungla parece sentir algo que no le gusta mucho mientras el gorila la aferra fuertemente a juzgar por la cara de pánico que tiene. Además es la única tapa de todas estas con alguien efectivamente disfrazado de gorila.
La tapa que empezó todo, como se explica al inico de la nota. "Ruth: ¡Por favor, créeme! ¡Soy la víctima de un terrible experimento científico! Ralph" dice la nota que sostiene el gorila enjaulado. Ahora, la cara de mala onda que le pone a la tal Ruth me hace sospechar que tiene la leve sospecha que ella también anda experimentando con ahí con humanos…
Mr X, conocido ladrón, resulta ser... ¡un gorila con una máscara! Nada como saber que los criminales son verdaderos animales para estar con la conciencia tranquila a la hora de disparar. Tolerancia cero que le dicen.
"¡Maníacos! Uds destruyeron todo. Malditos sean. ¡Malditos sean todos!" (Uds no lo ven, pero seguro que del otro lado de la imagen está la Estatua de la Libertad en medio de una playa...)
¿Así que leyendo Moby Dick, La Isla del Tesoro y Robinson Crusoe un gorila puede conquistar al mundo? Bueno que lo haga: a ver si es capaz de leerse completo Moby Dick...
¿¿¿¿¿El Jefe Gorila Mod????? Bueno, ahora me queda claro por qué Grant Morrison eligió a Animal Man para empezar su carrera en la DC. Y sobre el traje, solo se me ocurre el refrán "aunque la mona se vista de seda..."
"¡Yo era Superboy pero tu me convertiste en un super mono! ¡Ahora te aplastaré hasta la muerte, Clark Kent!" dice el simio con traje de Superman mientras tiene en su poder al pobre Clark. Ahora, ya que Clark es Superboy hay varias explicaciones: a) El mono tiene no solo capacidad de hablar sino algun desorden de disociación de personalidad que le hace creer ser otra persona... er, simio, er... bueno uds me entienden. b) Esta es una version pre Crisis, post Hypertiempo, de un universo paralelo o algo así, como continuamente pasa en el universo DC (sí, sé que nadie entiende... pero realmente ¿alguien entiende los candombes temporales que hace la DC?) c) Es la idea para la nueva peli de Superboy (¿Idea ridicula? ¿Desde cuando eso ha detenido a Hollywood? )
Por cierto, nótese la proporción entre la figura de Kent y el puente de tren que rompe el Superboy monificado: o es un modelo a escala el puente o el Joven de Acero también se ha convertido en el Increíble Kriptoniano de 50 Pies. Esta es la primera aparición de Titano, supermono venido de Krypton y que, aparte de venir en formato King Kong, tiene visión de kryptonita. Y parece que esta vez va a ser Luisa Lane la que le va a salvar el estofado al Super tipo.
Como el experimento con Ralph y su cambio a gorila parece que no funcionó (seguro que fue Ruth la culpable, esa put..) el responsable del "terrible experimento científico" se consiguió otro espécimen: Jimmy Olsen, el Amigo de Superman. Que nadie se da cuenta del extraño com-portamiento de Olsen (en realidad con los sesos del gorila) indica que nunca nadie ha hablado de la inteligencia superior del amigo de Superman.
¿Qué está mal con esta tapa? Respuesta: ¡Todo!
¿Qué hace Tarzán acostado en esa cueva con esa mona? ¿Por qué tiene esa sonrisa seductora? ¿Por qué la mona tiene esa cara de felicidad? ¿QUE ESTA PASANDO AQUÍ? ¿Jane sabe de esto?
"Yo vengo... ¡hic!... siempre aca... Las chicas puede que no sean... ¿hic!... nada del otro mundo, pero siempre pasa algo interesante en las fiestas que hacen..."
"¿Cazafantasmas?... Sí, tengo un problema con el fantasma de un gorila dorado llamado Bombo que espanta en mi jungla... ¿Hola? ¿Hola?... Tercer vez que me cortan..."
Yo no sé mucho sobre historia norteamericana pero algo me dice que los gorilas gigantes morados no fueron parte crucial en la independencia de ese país.
LOS GORILAS COMO METAFORA POLITICA. No quiero dejar pasar este especial sin hablar de cómo el término "gorila" se convirtió en Argentina en una metáfora política (algo terriblemente lógico teniendo en cuenta la delirante historia del país que me vió nacer).
Y terminamos con más gorilas Nazis, para alegría de todos los lectores.
Estamos en 1955. El régimen de Juan Domingo Perón estaba al borde de la crisis, con un país dividido rabiosamente en peronistas y antiperonistas. Una pequeña digresión aquí: aclaremos de entrada que Perón no era un simple tirano fascista como muchas veces se lo ha hecho ver. En lo personal, creo que la mejor comparación con un político actual es con el venezolano Hugo Chavez. Ambos
fueron ex militares que aprovecharon el vacío de poder de los partidos tradicionales en su momento (que no supieron entender lo que pedían importantes secto-res sociales de sus respectivos países) para llegar al poder agrupando en torno a sí a la gente pobre que no era considerada de peso político hasta que ellos llegaron. Ambos generaron regímenes personalistas y de corte populista. Ambos han amagado con guiños a regímenes "políticamente incorrectos" (Perón con el fascismo y Chavez con su amiguismo con Fidel y su Cuba igualitaria pero no necesariamente muy libre) pero sin llegar a romper la cuerda con los sistemas democrático-liberales. Ambos nunca perdieron en elecciones democráticas, cuyo juego siempre respetaron irrestrictamente (cosa que sus opositores no pudieron decir, la verdad sea dicha). Ambos han tenido circunstancias económicas beneficosas que les permitió generar redistribución de la riqueza (con Perón fue la Segunda Guerra Mundial y su posguerra inmediata y con Chavez es el precio del petróleo) y, por ende, un apoyo en los sectores populares (y por contrapartida, un furibundo odio entre los que más tienen). Ambos tuvieron la oposición de Estados Unidos por su postura majadera de oposición a considerarse el "patio trasero" e intentar ser líderes regionales. Y (particularmente importante en esta historia) ambos han dividido al país en dos sectores
irreconciliables en pugna: en el caso de Perón entre peronistas y antiperonistas. Volvamos a 1955, específicamente a marzo. El programa radial La Revista Dislocada (recordar: en esos años la radio era el medio de difusión masiva pro excelencia) era un éxito humorístico, haciendo muchas parodias de películas e su programa. Una de ellas (escrita por el guionista y humorista Aldo Cammarota) se hizo para burlarse de la recien estre-nada Mogambo (una película que no es ni por lejos una de las mejores de John Ford, la verdad sea dicha). En el sketch paródico había un científico que, ante cada leve ruido decía "deben ser los gorilas, deben ser..." Nada político realmente. Pero la realidad de ese año estaba impregnada de política. El choque entre peronismo y antiperonismo estaba en su punto álgido y cada día había rumores de posibles golpes de estado para derrocar a Perón. Y ante esa continua ola de rumores, la ciudada-nía argentina (que si algo siempre ha sabido tener es un brutal ejercicio de la sátira y la ironía política) se respondía humorísticamente que "debían ser los gorilas, debían ser.." El 16 de setiembre de 1955 (despues de tres meses de lo que estuvo a punto de ser una guerra civil, con bombardeo
de un sector golpista de la Fuerza Aérea Argentina a civiles en la céntrica Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires incluído), finalmente Perón abandonó la presidencia y huyó al extranjero. Los golpistas (que por supuesto actuaban en nombre de una "restauración democrática") decretaron la proscripción del peronismo (que duraría dieciocho años), la persecución de sus cuadros políticos y la prohibición de nombrar a Perón y a Eva Perón públicamente (se le podía decir, eso sí, "el tirano prófugo"... y haganme acordar que les cuente otro día sobre el destino del cadaver de Eva Perón). Por supuesto, para el sarcástico argentino medio, los nuevos dueños del poder se empezaron a conocer como los gorilas. De ahí en más, ser gorila significó en Argentina ser sinónimo de antiperonista rabioso, incapaz de negociar y que prefería el golpe de estado antes que la posibilidad que la mayoría pudiese gobernar (y que quede claro, durante la proscripción, el peronismo seguía siendo mayoría, que no quede duda). Hasta hay una muy buena historieta política hecha en Argentina donde se juega con esta metáfora: Bosquivia. Todavía hoy existen tipos así en Argentina, que piensan que Perón fue un desastre y que el golpe que le hicieron fue lo mejor que podía haber ocurrido, pero ya la cosa ha desaparecido. Un poco porque, luego del brutal regimen militar de 1976-1983 (30000 seres humanos desparecidos, una guerra perdida y el comienzo de la destrucción financiera de Argentina, proceso finiquitado en diciembre del 2001) ya nadie iba a poner al golpe de estado como excusa para echar a gobiernos elegidos democráticamente (al menos eso se ha entendido mal que bien en Argentina) y otro poco porque, con lo completamente diferente que es hoy el
peronismo argentino de lo que era originalmente ser un gorila antiperonista tiene tanto sentido hoy como declararse carlista en España. Que sigue habiendo, sigue habiendo, pero no tienen peso político verdadero. (Update del 2016: mi conclusión final puede ser errónea. Creo que hay gorilas argentinos para rato…)
THE END Otro especial terminado, recopilando principalmente el material que hicimos en nuestro antiguo blog (http://elefantes_rosas.blogia.com ). Queda poco ya que recopilar. Ahí veremos que pasa cuando esa veta se acabe. Mientras pueden seguir revisando lo que posteamos de manera regular en nuestro nuevo blog, ubicado en la web en http://arbolesmuertosymuchatinta.wordpress.com . Vayan ahí y disfruten los contenidos. Tambien pueden sumarse al grupo de Facebook (llamado en un arranque de originalidad Arboles Muertos Y Mucha Tinta) para recibir notificaciones de lo que vmaos haciendo. Y si quieren comentar laog ahí también pueden. Bueno pronto, un nuevo especial. Nos vemos! ¡Bundolo!