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EN CASA DE

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GUÍA DE DISEÑO

GUÍA DE DISEÑO

Gente que disfruta de su casa

Cuando el trabajo se lo permite, el arquitecto Carlos Nicolau viaja a Mallorca, la isla que le conecta con su infancia. Aquí pasó los primeros veranos de su vida y ahora disfruta del mismo entorno en la casa que sus padres

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A la izquierda, el arquitecto Carlos Nicolau en la casa que José Antonio Coderch creó para su familia, un proyecto firmado y dirigido por su hijo Gustavo Coderch. En esta página, una de las paredes de la vivienda, decorada con una obra enmarcada de Chillida que dialoga con diferentes piezas: unas tijeras para la brasa, una rueda que forma parte de un juguete y un muelle utilizado en la marina para unir los cabos.

En las imágenes, el muelle privado con la embarcación de la familia; una ventana decorada con objetos de la colección de cerámica que los padres de Carlos crearon en los años setenta; un detalle de la Jacaranda mimosifolia que rodea la casa; vista desde el mar, desde la que se aprecian los muros de piedra seca típicos de las islas baleares y la escalera de hormigón en bruto.

Las líneas minimalistas que definen los interiores se intuyen en la puerta de entrada. A la izquierda, una colección de esculturas realizadas por el padre de Carlos a partir de objetos que ha ido encontrando a lo largo de su vida y que ponen de manifiesto el talento de Luis Nicolau. Objetos tan dispares como un zueco, una cuchara o piedras de distintos tamaños y colores.

aun niño, contaba los días para que llegara el verano y asípodermarcharsejuntoasufamiliaaMallorca, a la casa de sus abuelos paternos. Allí gozaban de plácidas jornadas en las que se llenaban de energía gracias al contacto con el sol, la costa rocosa y el agua.Trasvariosveranos,elpadre,Luis,ingeniero de profesión, decidió construir su propia casa para poderdisfrutardeunespaciomáspersonalizado. Y, como había trabajado con colaboradores del arquitectoJoséAntonioCoderch,lepidiósuayuda.En 1975, ya estaba terminada y lista para ser vivida. EXPLOSIÓN DE NATURALEZA .:.:.:. A primera vista, no es posible hacerse una idea completa de la magnitud de la casa puesto que, cuando la miras de frente, puedes llegar a pensar que tiene una sola planta y que carece de ventanas. Pero, ¡nada más lejos! Está construida en varios niveles que se conectan mediante escaleras y patios semicubiertos. Y tiene ventanas al este, sur y oeste, por lo que la luz se cuela desde primera hora de la mañana hasta la noche. Las altas puertas de vidrio, que se pueden abrir completamente, posibilitan que cada habitación se vuelva un todo con la naturaleza. De esta forma, se cumple uno de los sueños de Coderch: integrar la casa en el entorno.

Gruesos y suaves cojines descansan sobre un banco de obra en el salón principal. Detrás de ellos, unas escaleras conducen a un patio interior con una naturaleza exuberante. Dos lámparas Cesta de Miguel Milá, realizadas originariamente con enea, y que actualmente edita Santa & Cole, participan en la decoración del salón, así como el taburete de Alvar Aalto. La chimenea es obra de Coderch.

"Esta casa es el epítome de una arquitectura ética, donde la naturaleza circundante se respeta y se integra"

CARLOS NICOLAU

Móvil creado por Luis Nicolau a partir de dos piezas de arado y la pieza de un ancla. Con sus paredes encaladas blancas, el dormitorio invita a relajarse. El muro que recorre la habitación se ha aprovechado como estantería, con las lámparas Cesta de Miguel Milá. Abajo, las ventanas a sur y a oeste dan mucha luminosidad al comedor. La mesa de madera de raíz encerada es de un crucero inglés.

A lo largo de sus 250 m2, la vivienda exhibe un estilo muy moderno, pero orgánico. Por fuera está encalada, como muchas de las fincas locales, y, por dentro, las tradicionales baldosas de la zona visten el suelo. El autor de la obra, José Antonio Coderch, cuya estela en el mundo de la arquitectura a menudo es comparada a la de Le Corbusier, influyó en la decisión de Carlos de convertirse en arquitecto. No en vano, trabajó en el estudio de los hijos de Coderch, Gustavo y José Antonio, cuando era un estudiante de arquitectura, y colaboró con el maestro durante un verano, cuando él ya estaba enfermo.

Esta es la casa en la que Nicolau se reúne con su familia, donde disfrutan del silencio y la tranquilidad de la isla que le vio jugar y crecer. En ella, las tradiciones tienen un papel importante y se expresan en las piezas de artesanía que salpican los espacios y que han sido trabajadas por manos expertas. Entre ellas, se cuela una serie de objetos que el padre de Carlos, Luis Nicolau, ha ido encontrando en un paseo, en el fondo del mar..., y a los que ha ido dando forma. Constituyen uno de los tesoros de la casa. Uno más. n

En el salón, un escritorio antiguo en el que Carlos suele sentarse a trabajar y que está decorado con las mismas líneas naturales que se reproducen en toda la casa. Las paredes están cubiertas con sencillas estanterías blancas sobre las que se colocan libros y, entre otras cosas, parte de la colección de cerámica. El silencio y el aroma de los pinos son sus grandes fuentes de inspiración.

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