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El Guajhú
Revista de, con y por las letras
Sumario Editorial
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Año 2- N.o 5 Mayo 2015 Asunción, Paraguay
Entrevista a Carlos Bazzano
Equipo Editorial Camila Recalde Giselle Caputo
Le, les, se
Diseño Mauro Collante www.facebook.com/maurocollante
Diagramación Camila Recalde Diseño de tapa Pite Mosteiro Diseño de contratapa Alejandro Ayala Escritores de esta edición Camila Recalde César Barreto Diego Florentín Giselle Caputo Lourdes Benítez Miguel Arias Mildred Parodi Pedro Lezcano Ilustración de contenido Alejandro Ayala Camila Recalde Charles Da Ponte César Román César Barreto Fotografía Iván Benítez Josie Lacaruter Agradecimientos Arandurã Editorial Carlos Bazzano Contacto
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Pedro Lezcano
Diego Florentín
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Metafóricamente hablando Camila Recalde
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El tiempo. Ensayo Miguel Arias
La naranja mecánica. Reseña Mildred Parodi
¿Mba´éichapa? Pedro Lezcano
contrato social?! Camila Recalde
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Hay una ciudad que nos acecha
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Giselle Caputo
Bocaditos poéticos
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Publicaciones recientes
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elguajhu@gmail.com facebook: El Guajhú (fan page)
El Guajhú permite la copia y difusión de los contenidos de este número siempre que se reconozca a los autores y la distribución se realice con fines no comerciales. ©2015. ElGuajhú. 2
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E d i t o r i a l Hay mucho escrito en literatura sobre la ciudad: ese universo complejo y sublime que inspiró grandes obras y que a cada instante exalta los corazones y los espíritus de olvidados transeúntes, de agitados ciudadanos. En su arquitectura natural y artificial encontramos huellas de una historia, de un discurso colectivo, de disputas con el paso del tiempo; pero, si miramos bien, lo urbano también trasluce mezquindades y soledades, un sinfín de pensamientos y palabras hechas calle o zapatos. La ciudad es un libro que parece ayudar a entendernos a nosotros mismos a partir de los códigos que en ella se comparten con otros; por eso es tan nombrada, es leída y es escrita cada vez con mayor frecuencia por lectores y escritores de nuestra urbe. En poesía reciente, lo urbano es leitmotiv y en la nueva narrativa paraguaya no solo es escenario, la ciudad es personaje, es disparador o pretexto, es contexto, es el impulso mismo de un relato. En estos últimos años y en varios puntos del país, existe una movida literaria urbanizada o urbana (al menos) que se reconoce y se identifica con este tipo de escritura: una oleada de seres hambrientos de poesía, de arte en general, un público joven y atento que participa activamente, aunque inconscientemente algunas veces, de la representación y apropiación colectiva de lo urbano a través de la literatura y el arte, generando espacios propicios para su invención y difusión. Y aunque cada poema y cada relato escritos sobre nuestras ciudades constituyen apenas una mirada parcial, íntima y personal, o una perspectiva quizás sesgada de lo urbano, es perentorio decir que, finalmente, el trabajo de la literatura urbana (y tal vez sea este el motivo mismo de su eclosión) es el de tomar fotografías textuales, que bien podrían no ser fieles a las imágenes físicas pero sí funcionar, en conjunto, como un registro emocional de la evolución y mutación apresurada de la ciudad; capturando, en suma, las inquietudes de una sentimentalidad generacional que, como derivación de esas transformaciones, también muta, también evoluciona o explota y lo expresa. Todo lo que se escribe sobre la ciudad alimenta a un corpus ficcional que atesora en sus vísceras verdades esenciales de nuestro tiempo para los lectores del futuro. Así, la ciudad siempre es lo que pensamos de ella, lo que hacemos en ella, lo que escribimos sobre ella. Dedicamos entonces este número de la revista a la literatura urbana que tanto nos gusta y, entre otros temas igualmente apasionantes, nos abocamos a compartir, en las siguientes páginas, algunas de las manifestaciones literarias actuales que surgen de la interacción cotidiana de la escritura con esta inmensa maquinaria de símbolos, que es la ciudad.
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En poesía, mensaje emitido no siempre es mensaje recibido Por Pedro Lezcano Ilustraciones: Charles Da Ponte ¿Cuándo empezaste a escribir?
Carlos Bazzano, es un joven, quizás hasta un niño de 40 años, escritor y trabajador social, estudiante de comunicación, poeta por excelencia, probablemente uno de los de mayor producción artística en los últimos años, lleva adelante el proyecto del Laboratorio de Creación Literaria, es un chico por demás interesante y por ende bastante solicitado, a lo largo de esta entrevista en el patio de El Otro Teatro, recibió cuatro llamadas telefónicas; luego de varias publicaciones colectivas en dos décadas, pluma en mano, lanza su primer libro personal «Que En Bar Descanse».
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Recuerdo que escribí por primera vez a los 10 años, en la fila de mi escuelita, tengo un poema que se llama «Hakembo» que habla de eso, pero después tuve muchos lapsos, en poesía mensaje emitido no siempre es mensaje recibido y quizás en el contexto en donde yo estaba, donde yo crecí, lo que yo hacía no era visto como algo “normal”, en el colegio seguí escribiendo y escribía para mí, tenía poca confianza hasta que empecé a conocer a gente que también escribía y de eso puedo decir que hace 20 años que estoy escribiendo. ¿Por qué poesía? Mis amigos íntimos saben que tengo una novela inconclusa, inconclusa quizás por la forma de vida que tengo, pero yo, desde hace 20 años, si paso una semana sin escribir o sin leer un libro, algo anda mal. Siento que es más fuerte que yo, que es una necesidad expresarme así, hay gente que escribe muy bien a la que
´ yo le leo, va más allá de cualquier situación de competencia, no juzgo la obra de nadie, ni me pongo en competencia en ese sentido, si no que necesito escribir, necesito poesía, leer poesía.
estoy satisfecho con lo que hago, pero es lo que hago, es lo que puedo presentar y mostrar, es un espejo de una faceta de mi ser, un reflejo de muchos momentos.
¿Qué cosas densas te pasaron en el ambiente de la poesía? ¿Qué situaciones tuviste tenido que sortear escribiendo poesía? En todos los espacios hay élites, yo creo que mi generación vivió al margen de eso, estábamos en una revista que se llamaba el Yacaré, en donde podíamos expresarnos y creo que las generaciones de ahora tienen muchos canales de expresión aunque quizás no reciben la bendición de otras personas, creo que leemos en soledad y escribimos en soledad, este es un oficio muy solitario, de repente muchas dificultades que tenemos entre escritores, quizás sean por esa dificultad que tenemos de compartir espacios, que no tienen que ver solo con el ambiente de la literatura sino en todos los ambientes, cada vez vivimos en un formato de mayor soledad y de mayor dificultad de encuentro. ¿Qué satisfacciones te dio la poesía? La poesía trasciende. En estos 20 años, llegaron a acercarse a mí escritores buenos diciéndome “déjate de escribir” o “escribís muy feo”, incluso hablando públicamente de eso, pero trasciende y es la expresión que tengo cuando estoy enamorado, desenamorado, indignado o feliz, es la forma que tengo de expresarme, que quizás no sea una forma muy lograda, porque nunca
¿Cuáles son los escritores que más te gustan o más te inspiran? Es una pregunta muy difícil, porque hasta puedo decirte que es el escritor o la escritora que aún vendrá, que todavía no conozco, porque siempre hay un encuentro vertiginoso, lo que vos me decís es lo mismo que me preguntes quién es el amigo que más me copa, habiendo otros amigos, en ciertos momentos, un amigo pudo ser mi mayor compañía y en otro momento otro pudo hacerme salvado la vida. En el mundo de la escritura hay ciertos autores, autoras, que de alguna manera te salvan la vida. Esto ya lo dijo alguien, hay escritores que son como grandes maestros, hay escritores que son como grandes compañeros y hay escritores que son como grandes amigos y otros que son como grandes confidentes, entonces la pregunta se torna difícil.
Entonces, ¿qué escritores recomiendás a las personas que están interesadas en leer cosas a las que todavía no han podido acceder? Leer, desde la inquietud que uno maneja, no leer obligadamente, leer desde la sed de uno y en el mundo de la creación literaria hay diferentes caminos para recorrer, hay múltiples autores, múltiples lecturas de esos escritores. Yo tengo los que me calaron hondo. Cítame 3 nombres… Augusto Roa Bastos en la forma de narrar y de escribir para mí es un autor de necesaria relectura constante, creo que somos muy ingratos con Roa, porque por más que sea el escritor más conocido del Paraguay, hizo grandes creaciones que no son valoradas, por ejemplo en teatro, una de ellas, Yo el supremo, fue una obra que en un país como
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´ este se debería presentar anualmente, al igual que su trabajo en el cine, todo lo que llego a hacer Roa son cosas que nos dignifican como pueblo; no es el único que vive esa marginación, pero creo que se trata de olvidarle y evitar sacar el Roa rebelde, el Roa transformador, que es lo que pasó también con Rafael Barrett, otra de las influencias de Roa y también influencia mía, además, Elvio Romero, grandes escritores. ¿A nivel internacional? En la actualidad, está un escritor que vive la misma situación que Roa, quizás por ser muy famoso que cierta gente del mundo alternativo no se acerca a su obra, pero que para mí es muy intenso, este es Roberto Bolaño, la poesía de Bolaño me gusta, me gustan sus cuentos, su narrativa, pero la lista cuesta, uno quiere hablar de Kafka, cuando yo era joven amanecía leyendo García Márquez. Por lo que estaba diciendo, depende de los momentos, depende de los tiempos, un tiempo yo necesitaba leer Onetti y me leí toda la obra, porque fue un tiempo en que vivía en Uruguay y la forma de sentir el otro Montevideo, para mí, era leerlo. Borges, Cortázar, muchos, muchos autores necesarios, Alejandra Pizarnik.
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¿Cómo ves actualmente el mundillo de la literatura, dentro de nuestro país? Creo que hay una generación actual muy fuerte, que no nació en dictadura, que vive la democradura, que mira críticamente la realidad actual, describe eso, hay todo un código que se está trabajando, y creo que Asunción, se va encontrar con otro espejo al que mucha gente todavía no está preparada, espejo profundo, porque esta generación de ahora no es acartonada como la nuestra o como las anteriores y vive el desafío de poder romper las barreras que nos impone el neoliberalismo, donde cada vez más, vivimos más competencia y con un sentimiento de mayor soledad que nos revienta. ¿Cuáles son los desafíos? El desafío es reconstruir el concepto de éxito, porque si consideramos que es otra cosa; en la literatura, en la creación, no van a ser necesarias esas competencias que se fueron viviendo. Barrett no era un escritor querido en su época por las élites literarias, los autores de ahora, yo creo que van a forjar una Asunción diferente que a muchos no les va gustar, creo también que no tiene que ser solamente una técnica de confrontación ante un supuesto enemigo, la obra del autor, obra que está naciendo tiene que nacer porque si no nace, explota, inde-
pendientemente de que le guste o no le guste a la gente, es una cosa posterior, al menos en mi caso personal , no escribo para molestar a personas de cualquier mundo literario, para competir, en ese sentido no soy un intelectual que piensa a quien ganarle y que mis recursos son mejores que otros, sino que necesito más recursos literarios para mejorar esa sed que tengo. ¿Y cómo vez los espacios de publicación y difusión? Están emergiendo, están naciendo espacios, creo que al menos una vez al mes, desde hace un año me invitan a lugares para leer, en mi caso, sé de otros amigos que hace más tiempo están en la escritura que también están viviendo eso y amigos a los que les paso 15 o 20 años de edad que están generando espacios o siendo invitados, hay academias, grupos de literatura, están grupos muy alternativos que dan cabida a la literatura, hay arte compartido, hay veces que hacemos o participamos de actividades donde hay música, teatro, literatura, entonces no lo veo como que no hay espacios sino que falta crear más, se están generando espacios muy buenos, hay revistas literarias alternativas, hay gente que expresa lo suyo en las redes sociales , en blogs, hay obras que están trascendiendo lo que es esta ciudad, este país, y creo que eso es algo muy positivo y me refiero al ambiente under
´ de acá, que cuando viene un escritor de otro lado, hay un código en común para compartir y también cuando nos vamos a otros espacios. ¿Qué podés decir sobre tu nuevo material Que En Bar Descanse? Es un libro que ahora mismo está en un momento muy agitado porque estamos preparándolo, para mí es algo muy importante, por más que hace 20 años que escribo, es la primera vez que voy a publicar un libro individual. Es una
síntesis de diferentes experiencias, para mí es reflejar un poco Asunción desde la visión de un chico que a finales de los 90, llegó de Luque y vivió una relación de amor-odio muy intensa con Asunción y es el testimonio de esa relación, entonces los poemas que están ahí y los escritos que están ahí son diferentes momentos en Asunción, quizás se reflejan de mayor manera los últimos escritos de hace 3 años, desde hace 3 años que el libro está girando en mi cabeza, todos los escritos fueron publicados en redes sociales, fueron desarrollando contacto directo con la gente, para mí eso fue una experiencia nueva y habla de mis amistades más íntimas, de mis miedos más íntimos, mis broncas, y de un sentimiento de estar a contrarreloj y de la necesidad de poder decir algo y expresarlo.
¿Es difícil hablar de la obra de uno? Es difícil hablar de la obra de uno, había sido, es mi primer libro y no sé, sentí una cuestión muy fuerte cuando entregué el borrador a la Editorial Arandurä, aprecio bastante el gesto de la editorial, a Cayetano, que me ofreció editar este libro que de alguna manera también es un guiño a mi generación de que nos animemos a editar y a las generaciones nuevas y sus
ediciones nuevas a animarse, por más que lo que mostramos no es una cuestión, decía Baudelaire de Satán o de Dios no importa belleza, yo te adoro; yo creo que están ahí algunas cosas que hice con más amor y con más dolor. ¿Qué significa para vos el Laboratorio de Creación Literaria? Como decía, la literatura para mí es una necesidad, una persona que me formó bastante en la literatura fue Chester Swann, a la par de Roa, él formó parte con nosotros del primer grupo de escritura en el que estuve, que fue la Sociedad Literaria Metáfora, con Gustavo Torres, Blas Britez, Javier Viveros, Diana Viveros, Ever Román, éramos todos chiquitos, yo tenía cabello, me acuerdo y fue una experiencia muy fuerte, luego, en la Facultad de Filosofía donde estuve solamente 2 años, estábamos en un Club de literatura, estuve 2 años en la Fa-
cultad y 4 años en el club, yo crecí mucho en esos espacios, después generamos otro espacio muy importante; Balcón del Albatroz con Monseratt Álvarez, luego con Ever Román y con Giselle Caputo también, hace unos 10 años atrás teníamos un espacio para jóvenes. El laboratorio entonces nace en este mundo muy acelerado, en donde yo tenía una inmensa soledad y ansiedad demasiado grande de conversar de literatura, de conversar sobre creación, parece que en esta ciudad no hay tiempo para estar hablando de nuestros cielos y nuestros infiernos y fue una soledad tan grande que me dije a mi mismo que necesitaba un espacio para hablar con alguien de creación, la primera vez que lo habilitamos tuvimos que hacer dos grupos, descubrimos con Lourdes Benítez que muchísima gente estaba buscando lo mismo y ahora también, es un espacio de creación en donde no hay un profesor, un chico de 15 años te puede dar cátedra de
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´ lo que es crear y también lo puede hacer un tipo de 40 o de 60. El Laboratorio es para compartir y experimentar, crear y compartir. Mi producción personal creció desde que empezó el Laboratorio. ¿Es la poesía un arte para solo unos pocos? La escritura es, con Eulo solemos decir o escribí en el prólogo de Gris, que hay veces que uno puede poner un cartelito y decir un suicidio fue postergado por un poema, encontrarse con un poema tan intenso que te haga continuar, para mí eso es la poesía. Creo que, como dicen en diferentes culturas: todos, sin distinción, nacemos mínimo con un arte a desarrollar y este esquema en el que vivimos hace que nosotros vayamos cercenando ese arte, todos tienen su poesía, todo lo que uno haga con amor y sinceridad es su poesía, yo conocí militantes sociales cuya poesía es el compromiso con la gente. ¿Cuántas publicaciones tenias antes de esto? En formatos alternativos, El ombligo del mundo, antología Generación de los 90, en la Facultad de Filosofía participé de Cigarra Fónica, antología Anales urbanos, antología Poesía Joven 2000, 2001 y 2002, en ediciones cartoneras con Cristino Bogado, Douglas Diegues y Edgar Pou que me potenciaron bastante y así fueron varias antologías en varios formatos, la cantidad exacta ya no la recuerdo. Mi escuela más fuerte con la escritura fue el semanario cultural El Yacaré, en 5 años sacamos más de 270 números… (Suena el teléfono por cuarta vez)
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Herrera esquina Chile, 3:43 AM Nunca Nada fue sencillo en esta ciudad En este país Nunca ¿Por qué olvidarte sería la excepción?
Avenida Quinta Sentir tu mano, Cerrar mis ojos, Y aplazar un rato la muerte.
Habitación, José Berges casi Brasil Cuál será la palabra Que sintetiza La nostalgia La soledad La melancolía La mutua necesidad de copas de más De un tal vez con un vos y un yo siendo nosotros O un brindis sin futuro Cuál será la palabra Que sintetiza La risa La lágrima El silencio La cama El mañana que despierta sin tus ojos.
Oscurito, cuarta última botella El silencio a su manera es Asunción Y yo extraviado dentro de ella En un bar donde nunca te he esperado Alguna plaza, quinta última botella, corrección,primera última latita Como un cristo que muere sin fe en plazas urbanas, Busco y busco y busco y busco una salida Un viejo edificio, una sala, y caigo.
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Le, les, se Por Diego Florentín
Es interesante la cantidad de veces que se cometen errores con el uso de estos pronombres personales.
La gente usa erróneamente el singular “le” porque está, por lo general, más próximo al sujeto singular. Ejemplo: El profesor le explica la lección a los alumnos. (x)
(El último es nivel literario, por eso el uso de lo y se. En este caso está mal usado los por la confusión entre complemento directo y complemento indirecto).
Lo bueno es que la confusión no es exclusiva de los paraguayos, se extiende a la Argentina y otros países. (Mal de muchos consuelo de tontos). El problema radica, según mi opinión, en que la gente no distingue la trilogía: sujeto-complemento directo-complemento indirecto. O no le interesa distinguirla. O nunca le enseñaron…
Puse también ejemplos registrados en Argentina, para hacer notar que el fenómeno se da en toda la zona lingüística del Río de la Plata. Ya se sabe que el idioma uruguayo es prácticamente una copia fiel del argentino. En Paraguay, lo que cambia principalmente es la entonación y el agregado de numerosos guaranismos que aquellos dos países no tienen.
Ejemplos incorrectos: • Mirta le responde a los jubilados. (Argentina) • No le vendemos bebidas a los menores de edad. • El Papa le pidió a los jóvenes que cambien el mundo. • Cómo hablarle a sus hijos. (Revista Selecciones) • Este es mi país. Se los presento como lo conozco, como lo quiero y como lo amo. Porque yo nací aquí.
Para los paraguayos es prácticamente inexistente en el nivel coloquial el grupo de pronombres átonos de tercera persona, salvo “le”. Pertenecen a este grupo: lo, los, la, las, le, les, se. Esta es una de las grandes diferencias —que raras veces se hace notar— entre el idioma paraguayo, el argentino-uruguayo y el español. Siempre se habla de diferencias de entonación, de significado, pero raras veces los gramáticos mencionan esta clara diferencia gramatical.
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´ Una vez, un amigo me comentó que estaba un poco frustrado porque no encontraba un libro de gramática en el que se explique con claridad cuáles son las clases de palabras. Y no le faltaba razón... Esta es una de las causas por las que las gramáticas son pocas veces consultadas. La gente común y corriente no encuentra los conceptos básicos, explicados con sencillez.
estas funciones provienen de los casos del latín, y que la gramática latina es el origen de la gramática española. (Empiezo a sospechar que la RAE supone que la gente conoce el latín y lo maneja sin ningún problema). Por eso, cuando me propusieron escribir sobre los usos incorrectos de “le” en el Paraguay, me pareció que había que empezar mostrando cuáles son los pronombres personales, en su totalidad. (Ver cuadro de abajo) Fuente: §16.2. Real Acade-
Debo admitir que a pesar de ser profesor de la materia, tampoco yo encuentro los conceptos básicos explicados con sencillez en ningún libro, empezando por la nueva gramática que publicó hace pocos años la Real Academia Española (RAE). Es de lo más aburrido y confuso que existe. Es puro gramaticalismo y está llena de discusiones bizantinas que no conducen a nada. La publicaron en tres versiones: la completa o íntegra, la versión manual, y la gramática básica. Entre las tres hay contradicciones, diferencias y errores. (Léase mi artículo titulado “Una salvajada”). Aparte de que no existe un libro sencillo con lo básico de la gramática, los distintos autores no se ponen de acuerdo nunca en la nomenclatura que van a utilizar. Esto ya se arrastra desde la época de Andrés Bello, que creó todo un sistema para nombrar los tiempos verbales que difería por completo con los nombres usados por la RAE. (Nunca se unificaron esos criterios). Para no ir tan lejos: lo que los paraguayos conocemos como complemento directo, en la Argentina se denomina objeto directo, y en los libros de la RAE se denomina complemento acusativo, o pronombre en “función” de acusativo. Si se va a utilizar “acusativo” y “dativo”, por lo menos hay que mencionar que 1
Persona
Forma Tónica
Forma átona
Academias de la Lengua Es-
1ra.
yo, mí, conmigo
me
pañola. Nueva gramática de la lengua española. Manual.
2da.
vos, tú, usted, ti, contigo
te, lo, la, le, se
Espasa. Buenos Aires, 2010. (993 pgs.)
3ra.
él, ella, ello, sí, consigo
se, lo, la, le
Observación: Aclaro que aquí la RAE comete una
1ra.
nosotros, nosotras
nos
omisión: no hace figurar el pronombre usted/ustedes,
2da.
ustedes, vosotros, vosotras
los, las, les, se, os
pero en la siguiente página, hace referencia clara a este
3ra.
ellos, ellas
los, las, les, se
pronombre. (Diego Florentín)
Con respecto a “le”, la gente —lo tengo comprobado con mis alumnos de los cursillos— no sabe, en primer lugar, que se trata de un pronombre. Y, en segundo lugar, hay que explicar a la gente qué es un pronombre. Muchos profesores a veces damos por supuesto que los alumnos lo saben, pero a la hora de distinguir entre un determinante y un pronombre, no tienen ni la más pálida idea ¡Porque nunca nadie les explicó! De nuevo cito la queja de mi amigo: no hay ningún libro que se despoje de la jerga gramatical engreída y absurda, y baje los conceptos básicos a la gente común y silvestre. Pero esto excede el presente trabajo, porque hay que explicar la función de cada una de las clases de palabras, en su conjunto, para que se entienda. El problema con el uso de “le” en lugar de “les” se debe también en parte al desconocimiento de la trilogía sujeto-complemento directocomplemento indirecto. Consideremos unos ejemplos: No es lo mismo decir: “Reunió a los empleados para presentarlos al jefe.”, que “… para presentarles al jefe.” En el primer caso, los son los empleados quienes son presentados; en el segundo, el jefe quien se les presenta a los empleados.1
Vivaldi, Gonzalo Martín. Curso de Redacción. Paraninfo. XXXIII edición. Madrid, 2003. - 539 pgs. (Pág. 67)
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mia Española. Asociación de
´ El pequeño esquema o tabla de abajo sirve para ver que “le/les” se usa para reemplazar al CI, en tercera persona. Y debe respetarse la concordancia de número, entre el sustantivo y el pronombre. No existe distinción de género, pero sí de número. Si el CI es singular, se usa el pronombre singular “le”. Si el CI es plural, se usa el pronombre plural “les”.
Observaciones:
Persona, en función de sujeto
le/les del dativo como complemento directo, en lugar de lo, la, los, las. Se acepta su uso cuando se refiere a personas masculinas, pero es incorrecto cuando se refiere a personas femeninas o a cosas. 2
1ra. (yo) 2da. (vos, tú, usted) 3ra. (él, ella, ello) 1ra. (nosotros, nosotras) 2da. (ustedes, vosotros, vosotras) 3ra. (ellos, ellas).
complemento directo (CD)
complemento indirecto (CI)
lo, la, se
le, se
los, las, se
les, se
1 Cuando se usa el pronombre de segunda persona “usted/ustedes”, se usan los pronombres átonos de tercera persona. Por la etimología: usted < vuestra merced.
2 El leísmo consiste en emplear las formas
3 Se utilizará “se” en lugar de “le, les” cuando se reemplazan CD y CI simultáneamente. Hay que recordar que “se” en este caso es invariable. También se usa en función de CD, ver: §16.2. Real Academia Española. Asociación de Academias de la Lengua Española. Nueva gramática de la lengua española. Manual. Espasa. Buenos Aires, 2010. (993 pgs)
En la foto - pintoresca por cierto - se ve el típico error del uso de “le“. Además de la preposición y de la tilde. Pero esta es harina de otro costal
2
Vivaldi, Gonzalo Martín. Curso de Redacción. Paraninfo. XXXIII edición. Madrid, 2003 - 539pgs. (Pág. 66).
Aclaración: dativo = complemento indirecto.
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Metafóricamente hablando Por
Camila Recalde
“Hay palabras que se retraen, que se niegan, porque tienen demasiado significado para nuestros oídos cansados de palabras” José Saramago
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El máximo exponente del producto social es el lenguaje, base de la comunicación y, por tanto, de la interacción. La formación de las palabras se ve supeditada a la percepción de distintas experiencias que se legitiman con la coincidencia a nivel colectivo, los nuevos conceptos se consolidan y su origen se olvida de modo que nos sorprendemos con etimologías como la de “persona”:
Por supuesto, el concepto de “persona” ya adquirió una nueva significación que encierra, sin embargo, una profunda reflexión sobre la naturaleza humana. Por eso, cada palabra no es simplemente una manera de referirse a conceptos sino que encierra la evolución del referente a través del tiempo y las múltiples experiencias que ha concebido a través de las generaciones.
El término está compuesto por las raíz «pros-» que significa «delante de» y «-opos» que significa «faz, cara». En el griego clásico la palabra designaba a las máscaras que usaban en el teatro los actores
Así, “guapa” en Paraguay es sinónimo de “trabajadora” o “hacendosa” mientras que para el ciudadano español significa “linda” o “hermosa” dejando entrever la terrible relación entre clases sociales y razas en la época de la colonización, relación en la que lo agradable o bonito tiene una íntima correspondencia con la subordinación y la servidumbre.
´ En su etimología, el término “marginal” se refiere a quienes salen del margen, sin embargo ha adquirido una fuerte carga peyorativa, demostrando una tendencia normalizadora y alienante. Palabras como “éxito” a la cual muchos despojan de su esencia remitiéndose directamente a logros económicos, como si una no pudiera ser exitosa sin un solo guaraní en el bolsillo. Y para citar uno más de los tantos ejemplos: abundan discursos con palabras como “progreso” o “desarrollo” que, casi irrisoriamente, parecen emparentarse con la modernización (y acá no puedo dejar de recordar el fragmento de una canción, genialidad del compositor Prabath Pacuá que dice “contaminan el mundo y le llaman progreso, hay que ser pelotudo para para creer en eso”).
Sociedades atemorizadas dejan entrever en sus idiomas grietas de un sistema fatigado. Las figuras literarias intervienen en la construcción de nuevas cadenas de significación y en el lenguaje cotidiano abundan las metáforas sin que siquiera los usuarios puedan identificar la gran carga semántica que esconden sus enunciados, limitando su acción al campo literario con finalidades estéticas cuando en realidad la metáfora como figura retórica se encuentra en los discursos de distintas índoles. Estamos, como siempre, reescribiendo los conceptos, y es acá donde los comunicadores tienen que parar la oreja y pensar en todo el bagaje semántico implícito en la configuración de los discursos, para poder elaborar los propios desde un enfoque más consciente y no convertirse en vehículos perpetuadores de ideologías ajenas.
Metáforas que nos piensan es el título de un libro escrito por Emmánuel Lizcano que trata el tema de la configuraión de los discursos y los mensajes subyacentes con un prosa muy amena y bastante lúcida. Me lo recomendó un amiga, me atrajo el título y me atrapó el subtítulo “Sobre ciencia, democracia y otras poderosas ficciones”. Este artículo es, en realidad, un conjunto de ideas y acotaciones al margen durante la lectura de este libro. Acá dejo, como obsequio, un breve fragmento del primer capítulo: “Creemos estar expresándonos libremente y estamos diciendo lo que la estructura de nuestra lengua y la multitud de metáforas que la habitan (que nos habitan) nos obligan a decir. Por eso decía Barthes que la lengua no es de derechas ni de izquierdas, sino simplemente fascista. Pero igual que las metáforas dan a las cosas y situaciones una consistencia robusta que en ningún modo está en las cosas mismas, basta con alterar y subvertir las metáforas imperantes para que empiecen a esbozarse otras cosas y situaciones, posibles aunque antes inimaginables. Y basta que las nuevas metáforas se extiendan y se vayan incorporando al lenguaje para empezar a habitar en otro mundo. Otro mundo, ciertamente, tan ficticio —pero también tan real— como éste, aunque seguramente más nuestro. [...]. Lo que aquí se propone es aprender a pensar algunas de las metáforas que nos piensan. Pero no sólo eso, también se exploran caminos y herramientas para liquidarlas, para licuar su aparente solidez… y para refundir esos flujos en nuevos sólidos y renovadas solidaridades (o acaso para abandonarlos a su fluir y dejarse llevar gozosamente por ellos).”
Ilustración: Camila Recalde 13
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El tiempo. Ensayo Por
Miguel Arias
Recuerdo que en una clase, en el Curso de Filosofía, el profesor habló sobre el tiempo. Creo que estábamos dando un repaso sobre San Agustín y dijo: pareciera que el presente no existe, pues en el mismo momento en que hablamos ya se convierte automáticamente en pasado.
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Reconozco que esta proposición es indudablemente razonable, válida y, hasta podría decir, verdadera. Estaba totalmente de acuerdo y no tenía motivo alguno para ponerlo en tela de juicio. Es como que el presente se nos escapa de las manos también fue algo que dijo el profe. Esta nueva proposición hizo que naciera en mi mente la duda y a la vez la pregunta: ¿Cómo es que pretendemos entender algo tan abstracto si lo aplicamos a algo tangible? Respondiéndome pensé que la única y antigua manera de entenderlo es con la razón, en síntesis; entender algo abstracto mediante algo abstracto, pero ¿acaso la razón no tiene también su fundamento en la materia? Me refiero a la fusión entre la mente y el cerebro; entre los pensamientos que se generan a partir de infinitas redes neuronales a través de nuestra materia gris. Entonces, si queremos entender completamente algo abstracto es totalmente factible materializarlo. Por ejemplo: una mirada podría ser la materialización del odio; o un beso podría ser la materialización del deseo, la pasión, el amor. Estos ejemplos son para pintar un poco lo que quiero decir.
´ Unos días después, conversando con una amiga en el quinchito de la Facultad estuvimos hablando de lo mismo, le dije que considerando que el punto de vista de que el presente se convierte casi instantáneamente en pasado y por ende el presente no existe o prácticamente no existe sea totalmente verdadero ¿qué pasaría si le damos otro enfoque? Por ejemplo esta silla, le dije, señalándola, estuvo ayer en este mismo lugar y hoy la tenemos nuevamente en frente, en nuestro presente (sin darme cuenta estaba llegando al razonamiento de que no se puede medir el tiempo sin el espacio).
do. Pero hasta entonces creí que se había apartado simplemente fuera de mi alcance. Para mí el pasado sólo era un retiro, otra manera de existir, un estado de vacaciones y de inactividad; al terminar su papel, cada acontecimiento se
acomodaba juiciosamente en una caja y se convertía en acontecimiento honorario; tanto cuesta imaginar la nada. Ahora sabía: las cosas son en su totalidad lo que parecen, y detrás de ellas... no hay nada.
Entonces, todo presente debe de ocupar un espacio y ese espacio es lo que determina nuestro presente, por lo tanto, puedo decir que las cosas que veo todos los días son el presente: el edificio, mi casa, las personas, etc. Y para englobar lo que constituye el presente puedo decir que es la realidad en la que vivo o vivimos. En conclusión: el presente existe. Existe en las cosas. El presente es todo lo que nos rodea y de hecho es lo único que podemos cambiar. Les dejo un fragmento de Sartre que tal vez pueda aclarar e incluso presentar mejor y concretamente todo lo que escribí más arriba. Eché una mirada ansiosa a mi alrededor: presentí, nada más que presente. Muebles ligeros y sólidos, incrustados en su presente, una mesa, una cama, un ropero con espejo —y yo mismo. Se revelaba la verdadera naturaleza del presente: era todo lo que existe, y todo lo que no fuese presente no existía. El pasado no existía. En absoluto. Ni en las cosas ni siquiera en mi pensamiento. Por supuesto, sabía desde mucho tiempo atrás que el mío se me había escapa-
Ilustración: César Román
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Fotografía: Josie Lacaruter
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La Naranja Mecánica Por Mildred Parodi
La primera película punk rock de la historia del cine se basa en una novela de Anthony Burgess publicada en el año 1962 y luego adaptada al cine en 1971 de la mano del director Stanley Kubrick. Burgess escribió esta novela basada en episodios de su vida y Kubrick se enfrentó por primera vez en solitario a la estructura de un guión. Tanto el libro como la película fueron considerados muy fuertes para la época. Ultraviolencia, asesinatos, robos, drogas, sexo, polémica, Beethoven y un lenguaje fuera de lo común son los ingredientes principales de esta obra maestra con una perfección en la toma, plano y estética. Alex Delarge es el protagonista principal, quien no sólo es un carismático psicópata sino que para la época representaba un símbolo de protesta contra el gobierno después de que se sometiera al tratamiento Ludovico. Cuando hablamos de un lenguaje fuera de lo común nos referimos específicamente a la inclusión de un léxico nadstat que apareció por primera vez en la edición norteamericana. Lo curioso es que no fue una idea original de Burgges pero sí colaboró en la redacción.
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¿Mba´éichapa? Por
¿Mba´éichapa? Han pasado dos centurias desde aquel levantamiento en armas del ejército paraguayo para lograr la revolución del 14 y 15 de mayo de 1811, pero la verdad es que hoy la dependencia sigue, y se nota en la cuestión idiomática y en el símbolo del guaraní, lengua tantas veces prohibida y relegada, por muchos menospreciada. La lengua autóctona, pe ñande ñe´ê jarekóva ore, umi jaikóva ko yvy ári. Hetã mangurujukuéra ohasama ñande gobiernorupi, ha upéicha avei hetã hikuai ojukase ko ñande ñe´ê. Ya en la primera década del siglo XX, había llegado a nuestro país un español de profesión periodista, hérava Rafael Barrett, quien en El dolor paraguayo dedicaba un artículo al dulce idioma. En el texto nos cuenta cómo en aquel 1910 ya se gesta-
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Pedro Lezcano
ba el estigma del “guarango”, como diciendo ignorante, impuesto por la clase social de los ricos a todo aquel que se expresaba en el idioma que nos habían legado los verdaderos dueños de esta tierra, los antiguos habitantes de esta región del planeta. Barrett, explicaba en el texto lo equivocados que estaban los paraguayos al menospreciar el guaraní o rechazar el uso de las dos lenguas en la búsqueda del desarrollo del país. Nada más adaptable a la realidad actual de la ciudad de Asunción y el citadino del 2015, a raíz de las campañas cual inquisición que por años intentaron acabar con el avañe´ ê. Rafael, el viejo anarco, hacía un paralelismo con otros países del mundo, por ejemplo, con España, sí, ahí, en el mismísimo lugar donde hoy se encuentra la aquí sobrevalorada Real Academia. Específicamente en la región de Cataluña se hace uso legítimo y valorado del Catalán -lengua romance occidental que proviene del latín vulgar- observán-
dose un alto índice de progresismo y avances en la ciudadanía. Pues, más vale, si todos los pobladores pudieran comunicarse sin pasar por la vergüenza de ser menospreciados por su expresión, habría mayor diversidad de ideas y menos personas silenciosas y sumisas, obligadas a no opinar. Los catalanes tienen la posibilidad de recibir educación de calidad en el idioma materno de los estudiantes; en el Paraguay hace menos de una década se ha promulgado por Constitución, la no tan discutida y difundida Ley de Lenguas,. Esta ley avala a todos los paraguayos a poder recibir educación en el idioma que sea más utilizado en sus hogares, pero... ¿cómo andamos con los planes de estudio del mismo Ministerio de Educación y Cultura? ¿Cómo se refleja esta disposición legal en nuestras universidades? Recién en el 2006, aquel idioma nativo que sirvió y fue utilizado como estandarte para la conveniencia de los colores de una bandera y defensa de líneas limítrofes imaginarias -como en la guerra del Chaco- fue declarado idioma oficial del Mercosur, pero... ¿cómo anda su desarrollo en las academias que la estudian? Veo tantos buenos teóricos que no saben o no pueden ponerse de acuerdo para unificar sus concepciones sobre la lengua, quizás por anteponer sus actitudes de egolatría, actitudes que día a día se descartan cuando vamos más allá de calle última, a las casas de donde algunos migramos e intentamos acercarnos a la capital, tal vez si paseamos por el mercado o salimos a las calles del centro y encontramos a un amigo, un conocido, o algún extraño, todos sabremos qué responder si de alguna boca humana resuena un sonido hermoso que nos diga: ¿Mba´éichapa?
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contrato social?! Por
Tengo nombres, y he construido a su alrededor un mito de asimilación del ego como miembro de una sociedad de humanos que consideran un derecho pertenecer a ella. Desde nuestro nacimiento se labra un “acta” que certifica que hemos nacido vivos. En medio de este afán de control y registro de humanos, yo me pregunto ¿Quién les dio permiso para registrarme? Dependiendo de la azarosa situación geográfica en la que se encuentre tu madre en el momento en que su sistema orgánico decida irreversiblemente expulsarte de su interior, adquirís una nacionalidad o, mejor dicho, se te es impuesta una nacionalidad que no podés modificar sin el visto bueno del país en cuestión a través de sus representantes. Automáticamente heredás un equipaje de obligaciones y “derechos”, además de
un número y nombres que te identifican ¿Y si yo no quiero tener un nombre?, porque no lo quiero…. Quisiera llamarme de muchas maneras, llamarme como la gente me quiera llamar, llamarme con nombre distintos cada día, nombres de colores, de pájaros, de lo que se me antoje ¿A quién debo recurrir para notificar adecuadamente que quiero renunciar a mi nombre, los números que me habían dado y todos los derechos y obligaciones, sin someterme a ningún cuerpo estatal de aplicación de la justicia? Yo no quiero formar parte de esto, así el mundo será más mío porque lo será en su totalidad, no me pertenece ningún pedazo de tierra y en cambio yo no pertenezco a nadie. Se han apoderado de nosotros y debemos trabajar, dedicar gran parte de nuestro tiempo y energía a conseguir el dinero que fabrican unos fulanos y pagar por un pedazo de tierra, por el simple hecho de estar donde ellos dicen tener su territorio.
Camila Recalde
Yo nunca decidí ser paraguaya, no tengo problema alguno en no ser parte de ninguna nación, pero tengo la quebradiza certeza de que no me dejarán no pertenecer a ningún país… El primer problema sería, por supuesto, que cada minúsculo pedazo de tierra en el planeta pertenece a algún sistema político con poder centralizado, en pos de considerar a individuos como yo como seres humanos antes que ciudadanos creo sinceramente que se debe hallar un lugar en el planeta que no pertenezca a nadie más que al que lo pise y lo sienta y que esta pertenencia dure solo el periodo en el que lo esté ocupando. Allí podrán ser retiradas todas las personas que tomen la decisión de sacarse de encima la tutela de algún país, esta decisión, dicto, podría ser irreversible o no dependiendo del nivel de flexibilidad de cada estado y podrá tener todas las cláusulas que desee. Considérese ésta mi carta de renuncia, a la salud de todos ustedes, colegas disidentes.
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Hay una ciudad que nos acecha Por
Giselle
Caputo
Hay una ciudad que nos acecha, que nos vigila, que al final del día se pone elocuente en su desolación de plaza y viento, o hamaca, o en su canto de papelitos-bolsas perdiéndose en un desfile desafinado hacia la nada. Hay una ciudad que nos mira y que escuchamos, es cierto; por eso a veces le escribís versos o la ficcionás; porque su mirada estridente te desnuda y vos sabés que ella sabe, mejor que nadie, de tus paseos en colectivo, de tus angustias, de tus encuentros fallidos, de la espera, del laburo, del batallazo, del día a día. Ella te mira atardecida a veces, exhalando un sonido incomprensible, y ahí nomás, sin darte cuenta, sacás lápiz y papel y le hablás (pensás, en el fondo, le escribo al pedo a esta ciudad, estoy loco) y enloquecen juntos. De noche, le prendés un pucho en la boca y hablan de nuevo, pero menos exaltados ahora, más nostálgicos ahora, más borrachos tal vez. Asunción es una ciudad muerta, no te equivoques, siempre estuvo muerta, querés creer antes de dormir y lo escribís en tu libreta para no olvidarte; pero, de golpe, suena el teléfono y el sol se muestra apenas como un ojo lila en la mañana fría o calurosa; atendés atontado entonces y nadie te habla; colgás, y en este breve acto revelador descubrís que ya no hay misterio… Ahora entendés, la ciudad es así: es una llamada anónima y encriptada que te elige a veces, un ringtone despabilador o una sinfonía apacible, enigmática y nocturna, que conversa contigo a su manera; entendés que lo que hacés cuando le escribís es una traducción verbal de sus mensajes y sus ideas, que son las tuyas, o una fabulación discursiva de sus cicatrices, que son las tuyas. Ella quiere que la deduzca, pensás todo expansivo; quiere que me pasee en sus símbolos, quiere que me levante y tome una caminata interpretando la ingeniería de sus señales, quiere que la contemple audiovisual y temporalmente y la describa íntimamente, como si me mirara al espejo. Ella quiere que entienda algo que tal vez parezca excesivamente azaroso o confuso al concebirlo, pero que quede muy claro, sólo para ella y para mí, cuando yo lo ponga en mi grafía. La ciudad quiere mis palabras, concluís fugazmente; de eso se alimenta. Ella quiere nuestras palabras, por eso nos vigila, te decís en secreto: siempre está intentando descifrarnos.
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21Benítez Fotografía: Iván
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Bocaditos Poéticos Martes Calles Sobre la mañana del alumno arreado, del funcionario reclutado, del canillita a la deriva, escolares y ómnibus trazan dibujos extraños en la ciudad que tienen la forma circular de la monotonía, que tienen el color pendular de la rutina. Giselle Caputo
A veces pienso que las calles son cercas urbanas que nos ordenan con mal gusto y nos separan con violencia, fueron diseñadas con la intención siniestra de sabotear el destino de dos caminantes cuyo designio es encontrarse. Ah, si no fuera porque Palma y Presidente Franco son arterias paralelas… Las calles son grietas trazadas por geógrafos amargados, son aberturas por cuyas gargantas fluyen nuestras penas más aisladas que nunca, nuestras soledades, más bárbaras que nunca. Las calles son trampas, son abismos en continuo hasta que… Bueno, por ejemplo, las esquinas son nuestra esperanza. Giselle Caputo
Giselle Caputo.Nació en Buenos Aires en 1986 pero vive en Asunción desde 1991. Licenciada en Letras (Facultad de Filosofía - UNA). En diciembre de 2008 publicó el poemario Batel con la editorial Felicita Ñembyense Cartonera. Participó en antologías colectivas. Integra el equipo editorial de la revista literaria El Guajhú.
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Noche Cuando yo te escucho, te escondes cual misterio sensible, sublime, silencioso, invisible. Acariciando el mundo perdido en lo profundo, entre estelas de paz buscando el azar. Besos de dolor, lágrimas de satisfacción. El todo que te quiere, yo, necesita morir, hoy, en tu interior. Cesar Barreto
Dentro (mezcla) – fragmento Dijeron: a partir de hoy, el amanecer no será el mismo y todos buscarán refugiarse bajo la sombra del paraíso. Ese día, el mañana en lágrimas se desvaneció y los años se alejaron cargados de irrisión. Fue concebida por medio de un incesto de ideas entre gritos y lamentos venidos de mareas. Fue abandonada ante el vacío de su existencia. Yo recogí las piezas y me adueñé de ellas. Me levanto todos los días y ella está a mi lado. Llora y no me deja ir. Reclama sus piezas. Y, al estar solo, la veo… tímida, paciente. La única oscuridad perfecta es la de sus ojos. Es la oscuridad que puede ver dentro de mí. Cesar Barreto
César Alberto Barreto Fernández (1989). Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Cristo Rey. Es licenciado en Diseño Gráfico, por la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Tiene en su haber un camino recorrido en las artes visuales (Ilustración de página: Cesar Barreto). Colecciones de sus ilustraciones fueron expuestas en diversas ocasiones desde el año 2008. Con Ecos de mente incursiona por primera vez en la poesía, dando forma y color a sus ideas, esta vez desde la palabra. Recientemente publicó su segundo poemario Vitahamors.
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Asunción me inunda Asunción me inunda y no me salvo Me levanto un día y mi día está inundado de normalidad De aquí no se salva nadie Nos sacamos las botas de invierno, los tacos de raudal Para sumergirnos y nadar entre la ciudad con la nada a cuestas Dame una lancha, una canoa, madera Para naufragar en aguas quietas Entre perros sobre el techo, gatos en el árbol Chanchos ahogados. La desidia nos inunda La catástrofe nos ha tomados por sorpresa. Pobre tú, pobre yo Y esto pienso desde afuera. ¿Tan cómodo, no? Seca, húmeda miro a los lejos y me digo: Asunción me inunda Se inunda, la imagino bajo agua Con peste. Gente salvando otra gente Y en medio de todo ese vaivén, están tus manos. Que me salvan de tanta agua caótica, sin disfrutarla. Sé que cuando todo baje. Cuando la tierra sea barro El barro sea huella, la huella sea nostalgia Estará tu imagen. Pero ya no están tus manos, Asunción las ha inundado Y veo tu canoa que viene junto a mí Navego por Asunción y no solo flotan lamentos Veo flotar tus manos Mis ojos se inundan, se quedan ciegos El agua me ha llevado. Lourdes Benítez
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Lourdes Benitez. La vista y la experiencia de esta escritora es la que habita de cuadra en cuadra, de silencio en silencio ante el paisaje inhóspito de una realidad que acecha. Ante el viaje desde un colectivo con paradas aleatorias al ta- te -ti ¿dónde quiero parar? Asunción la inunda desde San Lorenzo, donde habita, Asunción la inunda desde la propia inundación de su barrio, Villa Laurelty, desde los amores ahogados, rescatados, danzados entre mareas, desde las creaciones para creer. En lo seco de un edificio se filtra la naturaleza que reintegra al ecosistema irrelevante del sistema que nos acoge. Ella es inundada y salida a flote hace 26 años. Mucha agua, mucha vida, tanto líquido que nutre, pero que de vez en cuando se seca esperando la próxima lluvia.
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Publicaciones recientes Arandu ka´aty de Tadeo Zarratea. Edición bilingüe guaraní / castellano. Relatos de la vida cotidiana del campesino paraguayo. Editorial Servilibro.
Haiku Ñe´e Mbyky de Feliciano Acosta Poesía en guaraní. Editorial Servilibro.
Ciudad Rebelde de Maribel Barreto. Novela que se adentra en la Guerra Civil del 47. Editorial Servilibro.
Senderos a ninguna parte y otros cuentos desatinados de Lourdes Talavera. Relatos hacia el interior de la memoria. Editorial Servilibro.
El Cetro del Tahuantinsuyo de Alejandro Hernández y Von EcksteinNovela corta sobre un viaje al Perú. Editorial Servilibro.
Q.E.B.D (Que en bar descanse) de Carlos Bazzano. Poesía. Editorial Arandura.
Natalicio Talavera, Poemas y Pólvora y polvo: historietas de la guerra del Correspondencias de Catalo chaco de Javier ViveBogado. Poesías en castellano y ros, Enzo Pertile, Juan guaraní y correspondencias de Moreno. Colección de la Guerra contra la Triple Alianza historias bélicas que recopilados por Catalo Bogalos artistas del cómic do con el apoyo del Fondec. nacional ofrecen sobre uno de los episodios más significativos de la historia del Paraguay. Editorial Servilibro.
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´ La noche del catorce: la independencia del Paraguay de Guido Rodríguez Alcalá. Novela. Editorial Servilibro.
Continuación del ayer. Por Jacobo Rauskin. Editorial Arandurã
La sangre florecida de Susy Delgado. Edición bilingüe español/ portugués. Editorial Arandurã
La flecha y la cruz de Efraín Enríquez Gamón. Diálogo entre un santo y un caique. Editorial Arandurã
El refutador de la infamia contra Francia de Gilberto Ramírez Santacruz. Editorial Arandurã
El golpe. Teatro de gabriel Ojeda. Editorial Arandurã
Hora Paraguaya ¡Los pretextos para la im-puntualidad de Diego Martínez Ávila.Ensayo. Editorial Servilibro.
En los aires del tiempo (19951997) escrito por Luis María Martinez. Editorial Arandurã
El Taxista de Mirella Cossovel de Cuellar. Editorial Arandurã
El altar de los marineros borrachos de Jorge Canese o Xorge Kanexe o Jorxe Kanese
Gran espíritu mburuvipóra de Gonzalo Daniel Soler Lluis. Libro de fantasía épica. Editorial Servilibro.
Yndabor del Valle Sayavedra es un escritor argentino enamorado del Paraguay. Desde joven hizo amistad con paraguayos cuando trabajaba en el campo en Santiago del Estero. Hoy en día, su hijo está casado con una paraguaya y Del Valle Sayavedra tiene un nieto paraguayo.“La Argentina debe mucho al Paraguay y yo en el 2011 escribí un libro titulado “Palabras del verdadero amor para Paraguay”, que es una propuesta mía entre la poesía y la filosofía. La escribí aquí, en las calles paraguayas, sintiendo a la gente y la realidad local”, dice Yndabor. El libro no ha podido ser publicado, pero para quienes quieran conocer sobre el mismo, aprovechando las fechas patrias, Yndabor pide que lo escriban a su correo electrónico, yndabor@yahoo.es y gustoso responderá. Fuente: ABC Color
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