11 minute read

CRISTÓBAL COLÓN EN LA FACULTAD DE MEDICINA

Carlos Camilo Castrillón

Primer desembarco de Cristóbal Colón en América (Dióscoro Puebla,1862)

Advertisement

... es una película argentina de la década del 60. 1 Parafraseando el título de la misma, podemos decir que Cristóbal Colón ingresó desde sus viajes al nuevo continente en las Facultades de Medicina de casi todo el mundo, donde se estudiaron sus escritos y lo que escribieron sobre él, como fuente para la medicina de la época y para la historia de la medicina.

Para ello, debemos partir de sus escritos testimoniales de la gran hazaña del descubrimiento, una de las más grandes que haya realizado el hombre hasta nuestros días. En su diario de viaje que escribiera a bordo está la crónica viva que relata, paso a paso, el encuentro de dos mundos: el europeo y el americano. La primera mención la hace en su primer viaje, al encontrarse el 12 de octubre de 1492 con gente de la isla Guanahaní (llamada San Salvador por Colón, hoy es la isla de Watlings de las Bahamas), cuando refiere que los indios se cortaban por ignorancia al tomar las espadas de los españoles por el filo. También menciona que vio señales de heridas en sus cuerpos, producto de la pelea con gentes de otras islas. 2

Tanto ese día como al día siguiente, hace una clara descripción antropométrica de los habitantes de la isla. El resto de los días, sigue alternando con estas descripciones y las de los alimentos vegetales y animales y otras costumbres que encontraba en las distintas islas, fundamentalmente la mandioca o yuca (con su harina hacían una especie de pan y una torta llamada cazabí), la calabaza, la patata y luego el maíz (a nivel continental), las semillas de cacao (transformadas en polvo y amasadas), el ají, los huevos de iguana, los quemíes, los hutías, los mohíes, los curíes, los manatíes, vicios como el tabaco, ocios como las hamacas (con fibras de pita), etc. 3 También importó enfermedades, como la sífilis, ya que algunos autores (como Molly Zuckerman, de la Universidad de Emory, Atlanta, Estados Unidos) consideran que el brote epidémico europeo de dicha enfermedad ocurrió por primera vez en 1494. mo refiere en sus apostillas la primera pelea que hubo entre indios y cristianos en la Isla La Española, donde a un indio lo hirieron con una gran cuchillada en las nalgas y otro fue asaetado en el pecho. También refiere que el 1° de diciembre de 1492 Colón descubre la Isla de Bohío a la que llamó La Española (hoy Santo Domingo), donde construyó el Fuerte de La Navidad con los restos de la carabela Santa María, que había sido abatida por un ciclón. Luego, dejó en ese sitio a 41 personas, entre las cuales estaba un “físico” (médico) que quedó atendiendo a los habitantes del fuerte y poblado La Navidad, y regresó a España. Éste sería el 1° médico que llegaría al nuevo continente, que se quedó a vivir en él y que murió en este lugar. 4

Esto fue refrendado por Don José María Asensio y Toledo, quien en su obra: Cristóbal Colón, del siglo diecinueve, refiere que en la Santa María se embarcaron cuarenta y ocho personas, entre ellas el “físico” de Moguer Maese Alonso y el cirujano Maese Juan. 5 Esto mismo aclara Irving, separando a las personas que ejercían cargo, al decir que también iba un médico y un cirujano, contabilizando hasta ciento veinte personas en las tres naves. 6 Asensio y Toledo también explica que al volver Colón en 1493 al Fuerte La Navidad reconoce que uno de los muertos por los indios o por alguna fiebre del país fue el médico cirujano Maese Juan, a quien no había incluido Navarrete en la lista original del año anterior, y que éste fue el “físico” que había quedado en el fuerte. 7, 8 Maese Alonso, de más representación y cultura, acompañó al almirante en su viaje de regreso a España, llevando muestras de plantas, resinas, alimentos, etc., de las tierras descubiertas. Ambos fueron los primeros facultativos de medicina españoles que visitaron las tierras americanas. En el segundo viaje de Colón en 1493 figuran entre los acompañantes el Doctor Diego Álvarez de la Chanca, un cirujano romancista Maese Rodrigo Fernández, y otro médico, Juan de la Vega. 9

En el tercer viaje estuvo el Maese Diego, ayudado por un cirujano barbero llamado Gonzalo; y en el cuarto (último) viaje viajaron un médico y Maese Bernal, cirujano. Al final

Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V.Turgis, siglo XIX)

del cuarto viaje, Colón sufría una serie de dolencias: gota, artritis, a veces no podía caminar, también padecía episodios de pérdidas de visión, es verosímil y probable que eso afectara su claridad mental También hubo un físico y un cirujano en la expedición de 1495. Hasta 1502 habían llegado al Nuevo Mundo más de diez facultativos que habían aprendido una medicina estudiada desde fines de la Edad Media. Ellos habían estudiado las obras de Hipócrates de Cos (Corpus hippocraticum), Claudio Galeno de Pérgamo (Manual de disección y administraciones anatómicas), Razhes o Abu Bakr Muhammad ibn Zakariya al-Razí (La conducta virtuosa del filósofo), Avicena, también llamado Abu Ali Al Hosain Ibn Abadía Ibnsina (Canon) y Arnau de Vilanova (Sanitatis ad regum aragonum y Medicinalium introductonum speculum), y eran fieles a ellas con la fe del dogmatismo religioso. Tenían deficientes estudios anatómicos, ya que habían practicado escasas disecciones, la mayoría en animales (como Galeno). Tenían libros impresos de autores extranjeros, que se usaban fundamentalmente en la Universidad de Salamanca, donde predominaban la teoría humoral y las disputas escolásticas de la época. En cuanto a los conocimientos teóricos, los habían adquirido en las cuatro Cátedras de Medicina y dos de Anatomía y Cirugía, sin contar con un adecuado entrenamiento clínico, lo que todavía no estaba bien desarrollado. La práctica era poca y, generalmente, adquirida al lado de un profesional de prestigio.

Álvarez de la Chanca fue el más destacado de todos ellos. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Ejerció en Sevilla y fue Médico Jefe de la Armada Española desde 1543 y Médico de Cámara de los Reyes. Fue el primer médico graduado que vino al Nuevo Mundo y ejerció en Santo Domingo. 10 En su viaje observó el efecto de algunas plantas americanas como las salvaginas; asistió a Colón en una grave enfermedad, la influenza suina, que algunos pensaron que pudiera haber sido también paludismo o fiebre tifoidea, porque estuvo varios días sin conocimiento; solicitó al Cabildo de Sevilla que le enviasen medicamentos y bastimentos a tal efecto porque eran muchos los enfermos con fiebre “por mudamientos de aires y aguas”; y terminó acompañando a Colón convaleciente en su regreso a España. 11 Escribió una Relación (carta) en 1494, siendo éste el primer documento que habla de la flora, de la fauna, de la etnología y de la etnografía de América. Allí detalla datos antropológicos de los indígenas, diferencias de caracteres y costumbres entre taínos y caribes, hablando de la antropofagia de estos últimos. 12 Se dice que el Dr. Chanca, al examinar un enfermo procedía primeramente a ver el estado de la lengua, pulsaba la arteria, palpaba los costados, investigaba la vida del paciente y pensando en el balance de los humores echaba una mirada a la orina y heces fecales. Terminado todo esto, se sentaba con aire majestuoso, pronunciaba algunas palabras en latín, tomaba la pluma de ave, tinta y papel que se le tenía preparado y prescribía: la gran tríada, castóreo, hierro, azufre, pomada mercurial, algún purgante, ungüento, clister, gargarismo, masticatorio, un jarabe o disponía una sangría con la dieta y medidas higiénicas correspondientes. Como clínico, conocía algo de anatomía patológica y sabía diagnosticar el garrotillo, la tos ferina, la sífilis, la lepra, la hidropesía, etc.

Sus compañeros de más baja esfera, los cirujanos y romancistas, eran más ignorantes y usaban una vestimenta parecida a la de los hombres del pueblo. Sólo sabían hacer alguna mala cura empleando la interminable sarta de ungüentos recomendados por Galeno o efectuar alguna operación menor. La operación de la piedra, de la catarata, de la hernia y amputaciones, sólo se practicaban por los grandes cirujanos.

Actualmente, el tema fundamental de Colón en las Facultades de Medicina tiene que ver con la Antropología Forense, porque se busca determinar aún dónde están enterrados sus restos. Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quita toda la carne de los huesos. Se le enterró inicialmente en el Convento de San Francisco (Valladolid) y, posteriormente, sus restos fueron llevados al Monasterio de la Cartuja en Sevilla. Por deseo de su hijo Diego, fueron trasladados de nuevo en 1542, esta vez a Santo Domingo. Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladaron

a La Habana y, tras la guerra de la independencia de Cuba en 1898, sus restos fueron trasladados por última vez (de momento) por el crucero Conde de Venadito hasta la Catedral de Sevilla, donde reposan en un suntuoso catafalco. 13 Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino final de los restos de Cristóbal Colón, tras aparecer en 1877,en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo que contenía fragmentos de huesos y que llevaba una inscripción donde se leía “Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón”. Esos restos permanecieron en la catedral de Santo Domingo hasta 1992, año en el que fueron transportados al Faro a Colón, un monumento faraónico construido por el gobierno dominicano para conservar los restos que se suponen también de Colón. Al parecer, en el momento de exhumar el cuerpo de la catedral de Santo Domingo no estuvo muy claro cuál era exactamente la tumba de Cristóbal Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta al menos probable que sólo se recogieran parte de los huesos, quedando la otra parte en la catedral de Santo Domingo. Para averiguar cuáles eran los verdaderos restos se propuso tomar muestras de ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo. Los estudios debían acabar en mayo del año 2006, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba. El 1° de agosto de 2006 el equipo de investigación dirigido por José Antonio Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, que estudia los huesos atribuidos al almirante que están en la catedral de Sevilla desde 1898, confirmó que “sí son los de Cristóbal Colón”. Esta afirmación está basada en el estudio del ADN comparado con el de su hermano menor Diego y con los de su hijo Hernando. Según los estudios de ADN, se determina que Cristóbal Colón era “varón, de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana”. 14 Todavía se espera que las autoridades de la República Dominicana permitan el estudio de los restos atribuidos al Almirante que están en ese país, lo cual permitiría completar la historia en torno a esta cuestión. Se estima que pueda haber restos en otros lugares, ya que los que hay en la capital andaluza no llegan al 15% de la totalidad del esqueleto, por lo que podría resultar que los que están en Santo Domingo también correspondan al descubridor de América. Con esto, dio comienzo otra película más sobre la vida del Gran Almirante.

Bibliografía

1.- Comedia de 93 minutos, estrenada el 8 de marzo de 1962, dirigida por Julio Saraceni, escrita por Abel Santacruz (según la obra teatral de André Mouezy-Eón y Robert Francheville, protagonizada por Florencio Parravicini en la década del 30), con la participación de José Marrone, Juanita Martínez, Nelly Láinez, José María Langlais, Alberto Locatti, Alicia Paz, Víctor Tasca, Pepe Castro. Música original: Tito Ribero. Fotografía: Américo Hoss. Edición: Vicente Castagno. Producción: Carlos T. Dowling. 2.- Barone, Luis Roberto; Gómez Sordi, Sergio Rafael; Mazzi, Daniel Oscar: El diario de viajes de Cristóbal Colón. Crónica paso a paso del encuentro de dos mundos. Editorial Clasa S. A. Buenos Aires. 1992. 3.- Salas, Alberto M.; Vázquez, Andrés R.: Noticias de la Tierra Nueva. Eudeba. Buenos Aires. 1964. 4.- Las Casas, Fray Bartolomé de: Copia del Primer Viaje de Cristóbal Colón a América. Historia general de las Indias. 1552. 5.- Asensio y Toledo, José María: Cristóbal Colón, su vida, sus viajes, sus descubrimientos. Edición Monumental. Libro I. Capítulo XII. Pág. 191. Editorial Espasa. Barcelona. 1891. 6.- Irving, Washington: A history of the life and voyages of Christopher Columbus (Historia de la vida y los viajes de Cristóbal Colón). Vol. I. G. & C. Carvill Publishers, New York, 1828. 7.- Asensio y Toledo, José María: Cristóbal Colón, su vida, sus viajes, sus descubrimientos. Edición Monumental. Libro II. Aclaraciones y Documentos. Pág. 545. Editorial Espasa. Barcelona. 1891. 8.- Fernández Navarrete, Martín: Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles. 1825. 9.- Asensio y Toledo, José María: Cristóbal Colón, su vida, sus viajes, sus descubrimientos. Edición Monumental. Libro III. Capítulo I. Pág. 608-609. Editorial Espasa. Barcelona. 1891. 10.- Paniagua, Juan A.: El Doctor Chanca y su obra médica (vida y escritos del primer médico del Nuevo Mundo). Ediciones Cultura Hispánica. Madrid. 1977. 11.- Asensio y Toledo, José María: Cristóbal Colón, su vida, sus viajes, sus descubrimientos. Edición Monumental. Libro III. Capítulo I. Pág. 616. Editorial Espasa. Barcelona. 1891. 12.- Guerra, Francisco; Sánchez Téllez, María del Carmen: Las enfermedades de Colón. Quinto Centenario. Vol. 11. Pág. 21. 1986 13.- Taviani, Paolo Emilio: Cristóbal Colón. Dos polémicas. Editorial Nueva Imagen. México, 1991. 14.- Morison, Samuel Eliot: Christopher Columbus, Mariner. Little, Brown and Company. Boston 1955.

This article is from: