El Jolgorio Cultural 62

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junio 2013

editorial 6 página del lector 8 notas Rescatistas del pasado. 10 años de ADABI 11 Breves 15 Obituario 16 zona fahho Una plataforma cultural en el mercado de abasto(s) 18 El balcón dispositivo parasitario 20 El Portal de Clavería de Oaxaca 22 centrales Ciencias 24 Arqueología Oaxaqueña El origen del mercado en Oaxaca prehispánica 26 Patrimonio Ambiental Ecología cultural y mercados 28 Urbanismo Mercados en Oaxaca Los lugares más centrales 30

en portada Llévele, marchante, llévele 33 El mercado como experiencia estética 34 ¡Ay ingrata! ¡Cómprame algo! 37 Del regateo como una de las bellas artes 39 Los mercados vistos desde adentro 41 Otras formas de medir 43 Mercamadrid, la ciudad y los flujos alimentarios 46 entrevista · Instantáneas de la Central de Abasto(s) 49

reseñas Artes visuales · El mercado en imágenes 54 Literatura· Malinowski y De la Fuente 56 Cine· Papas muertas, personas vivas. Agnès Varda 57 oficios· Vendedor de almudes 59 especial de desempolvando tesoros· El Códice de Yanhuitlán 60 Miscelánea 62 recomendamos · Día Internacional del Medio Ambiente 65 cartelera 66 directorio 73 mapa 75 el paseante · El paseante pero en la luna 76 poema del mes · Fijación 77 la del estribo · Lengua bara, bara 78


Editorial

E

l mercado es un sensorama que satura nuestros sentidos, un fractal de la ciudad que reproduce sus virtudes y sus vicios, un holograma social que de alguna manera nos refleja, una red relacional con un tejido tan flexible como resistente, una de las ciudades invisibles de Calvino. Pero el mercado es más, y rebasa los límites de toda metáfora que intente contenerlo conceptualmente. Las ricas y complejas relaciones que ahí se gestan están tan arraigadas en la sociedad —nacional, local— que tocan, si no todos, los ámbitos más importantes en que se desarrolla el ser humano: social, político, económico y cultural. Espontánea, cambiante, contradictoria, la vida se recrea en los mercados, y los niveles de convivencia no sólo se realizan en el plano monetario. Al comprar algún producto o al preguntar por él se establece ya una transacción que rebasa el nivel económico y se asienta profundamente en un plano simbólico. Estas transacciones son quizá las más impactantes no sólo por el número o la manera casi siempre inconsciente en que se realizan, sino porque en ellas se manifiesta la identidad. El esplendor de los textiles, las lenguas originarias, las licencias de lenguaje, la creatividad en el regateo y tantas otras prácticas y accesorios culturales se despliegan en estos sitios como un capital identitario. Al mismo tiempo, los mercados son un sustrato y un reservorio dinámico de la cultura, un patrimonio que es preciso valorar y proteger. Por eso, en este número de El Jolgorio Cultural invitamos a escritores, antropólogos, arqueólogos, promotores culturales y comerciantes a escribir sobre estos sitios. Las miradas parecieran coincidir en la gran importancia de los mercados y en la necesidad de considerar su valor más allá de lo alimentario.

refrán del mes

dominio público

A la hora de freír frijoles, manteca es lo que hace falta 6 | junio 2013

REVISTA MENSUAL GRATUITA DE DIFUSIÓN Y REFLEXIÓN CULTURAL DE OAXACA. AÑO 6 - NÚM. 62 - JUNIO 2013 www.eljolgoriocultural.org.mx Coordinación editorial: Gabriel Elías Martínez edicion.jolgorio@gmail.com Edición: Alonso Aguilar Orihuela Asistencia editorial: Paola Ambrosio Lázaro Edición internet: Óscar Tanat Reportero: Mich Hernández Diseño editorial y formación: José Ignacio Zárate Huizar Edición de imagen y fotografía: Carolina Jiménez Difusión: Ethel Arellanes Ochoa Distribución: Víctor Santos Portada: Ilustración de Alma Hernández Director fundador: Juan Pablo Ruiz Núñez Consejo editorial: María Isabel Grañén Porrúa, Verónica Loera y Chávez, Francisco José Ruiz Cervantes Colaboradores del mes: Freddy Aguilar, Luis Manuel Amador, Alejandro Aparicio, Rodrigo Bello, Antonio Calera-Grobet, Montserrat Cañedo, Rodrigo Islas Brito, Carlos Jarquín, Juan José Consejo, Lishey Lavariega, Saúl López Velarde, Gustavo Madrid, Robert Markens, Alice Reynozo, Ana Paula Santana, Brisseyda Vásquez, Ollín Velasco, Hiram Villalobos, Marcus Winter. SUGERENCIAS, ANUNCIOS, INFORMACIÓN: info.jolgorio@yahoo.com El Jolgorio Cultural, Año 6, Núm. 62, junio 2013, es una publicación mensual editada, publicada y distribuida por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C. Hidalgo 907, Altos, Centro, CP 68000, Oaxaca, Oax., México. Tel. (951)5018810 y 5018800 ext. 310, 311 y 355 Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2011-011910593300-102, ISSN: en trámite. Certificado de licitud de título y contenido núm. 15342, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Coorporativa Litográfica de Antequera, S. A. de C. V., Violetas 108, Col. Reforma, C.P. 68050, Oaxaca, Oax. Tel. (951) 513 7811. Se terminó de imprimir el 29 de mayo de 2013, con un tiraje de 10,000 ejemplares. Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan la postura del editor. Prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del editor.



fototrivia

¿Dónde es en Oaxaca? Cortesías, libros, discos, boletos para cine, ¡cada mes nuevos y diferentes premios para los ganadores! Serán recompensados los dos primeros que acierten. Reconoce el lugar y envía tu respuesta a revistaeljolgoriocultural@gmail.com

8 | junio 2013

Agradecemos a todos los participantes en la Fototrivia de mayo. La respuesta correcta es: detalle en el puente del río Jalatlaco, ubicado sobre calzada Porfirio Díaz. Los ganadores fueron Linda Raquel Rasgado e Ismael Vicente.


página del lector

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El Jolgorio Buenas tardes, sólo quería decirles se le agrega el uso que se le da en prácticamente todos los espacios y que es un gusto contar con ustedes, por apoyarnos en algunas documentos públicos, veremos que el español es una lengua oficial de ocasiones. “facto”. Saludos. Yazmín González Gerardo Martínez Ortega Saludos y enhorabuena por la gran Sobre “Todas se llaman lenguas, labor cultural en nuestro estado. ¿conoces la diferencia entre Beto Reyes Hernández dialecto y lengua?” Como medio de transmisión de Sobre la distribución en Huatulco: deseos, conocimiento, costumbres, Recibí ejemplares de la revista, modos de vida, tradiciones y todo lo en general la revista es muy inherente a los grupos sociales es buena, pero en esta ocasión es importante valorarlos y respetarlos. excepcional por la calidad de sus artículos. Los felicito sinceramente. El nombre es lo de menos. Mario Ramírez José Pérez Moreno Muy bien que voltean a ver a Lésper. ¿Qué dirá del arte en Oaxaca? Me encantaría ver un artículo de ella para El Jolgorio. Angélica Leyva Sobre “Todas se llaman lenguas” y el español como lengua oficial: En efecto, la Constitución no dice nada respecto de una lengua oficial, sin embargo, documentos como el Código Federal de Procedimientos Civiles (271), entre otros, sí establecen esta circunstancia de la oficialidad del español. Si a esto

@jolgoriocultura @jolgoriocultura, gracias por su reseña. Los esperamos en el próximo concierto. @OaxacaOrquesta

@jolgoriocultura, gracias por la nota @edpinhole @jolgoriocultura, foto del evento por favor, ¿cómo y ante quién se gestiona la implementación de bibliotecas móviles a otras regiones del estado? @Piepemovil @jolgoriocultura hablan bien chingón de Mumford and sons. @caldodepiedra

Fe de erratas El Códice Ixtepeji se encuentra resguardado en la Universidad de Wisconsin en Milwaukee, y no en el Archivo Judicial de Oaxaca como publicamos.

@jolgoriocultura, recomiendo este artículo de Eugenio Tisselli acerca de la sobrevaloración de la tecnología. @JuanPablornz

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notas

Rescatistas del pasado. 10 años de adabi ollín velasco

17/V/2013, Pachuca, Hdgo. El décimo aniversario de una asociación civil que rescata las memorias de nuestro país, sólo podía ser bien festejado entre papeles antiguos. La institución en Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (adabi) no erró en la celebración: eligió las instalaciones pétreas del Archivo Histórico y Museo de Minería de Pachuca, Hidalgo, para brindar en honor de los archivos nacionales que valen la pena ser recordados por siempre. libros que gritan El estrado, listo. Todos los lugares, ocupados. Cámaras, murmullos y la biblioteca Juan Burgos de fondo. El inventario se abre y salen las historias, cifras y contratiempos de una década. Las labores de restauración, preservación y difusión bibliográfica de adabi suben al templete. Se hace un balance: rescate de archivos eclesiásticos, privados y de bibliotecas antiguas en 28 estados de la República, 683 proyectos en curso y 599 títulos publicados. La lista sigue. Los logros se reproducen a través de imágenes y de los micrófonos que presiden Stella María González Cicero, historiadora emérita, con 35 años en el ámbito de la bibliología; y la directora del recinto sede del evento, Belém Oviedo Gámez. No obstante, el tono de la exposición cambia al revelarse el tamaño del grupo de trabajo detrás de la faena: quince personas, más los voluntarios ocasionales. Entonces sale a la superficie una realidad latente, que sobrepasa el brillo de los números: esta labor de arqueología documental ha sido considerada tradicionalmente como un campo árido, olvidado, en el que po-

cos incursionan y al que aún menos apuestan. Oviedo Gámez aventura que “si todos estos libros olvidados hablaran, gritarían de dolor por el abandono de años y el trato descuidado que han recibido”. la riqueza inexplotada Dicen que lo que no se conoce, ni se valora, ni se cuida. Por fortuna, hubo a tiempo quien se aventurara como rescatista en esto. Stella González, María Isabel Grañén Porrúa, Alfredo Harp Helú y Jorge Garibay fueron pioneros de la idea. Y empezaron a trabajar el proyecto hace mucho más de diez años. Con la distancia que da el tiempo, se comprende que los que parecían papeles viejos en realidad eran mundos enteros por descubrir, en los que iban partes de nuestra historia nacional. “A veces el pasado pesa, duele. Los documentos son muestra de nuestros aciertos y desaciertos; son el soporte de las futuras generaciones”, agrega Oviedo. Al frente se proyectan imágenes de tomos empolvados, rescatados del interior de minas, cementerios, catedrales o de manos irresponsables. Entonces Stella González, quien dejara la dirección del Archivo General de la Nación para dedicarse completamente a adabi, toma la palabra. Y alecciona. Según sus palabras, si en México hay una gran riqueza inexplotada, es su memoria documental. Pero su salvaguarda aún nos rebasa con creces. “Es un error descuidar el presente. Y aún más el pasado, pues lo que vivimos ahora sólo se entiende gracias a la iluminación y cuestionamiento de lo ya vivido”. Sin historia no hay identidad.

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notas

mich hernández

Sexto Festival Internacional de Cuentos para Niños

11/V/2013, Oaxaca, Oax. La nuestra es tierra de beisbol. Y es que en el estadio de la ciudad es común ver a la afición haciendo largas filas para entrar y emocionarse apoyando al equipo local. Por esto y más, Oaxaca fue sede, del 10 al 12 de mayo, del Juego de Estrellas 2013. El encuentro reúne a los mejores jugadores del país, para convivir en torno al “rey de los deportes”. En esta ocasión, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se sumó a la iniciativa con actividad artística y cultural. Por esto fue inaugurada en el Museo de Filatelia (mufi) la exposición Beisbol + Filatelia. Ahí las más de 5 000 piezas de la muestra dan cuenta de la colección temática más grande de la institución. Además, es la más antigua, pues tanto el conjunto como el recinto nacieron hace 15 años por iniciativa del filántropo Alfredo Harp Helú. Éste unió sus ejemplares a los donados generosamente por Spook Jacobs y Peter O’Malley, amantes del deporte y el arte postal. La exposición se desborda de la Sala Grande del mufi y se apodera también del pasillo y bóveda. Los tres espacios lucen en paredes y vitrinas piezas de distintos tipos como timbres, bloques, enteros postales, hojas recuerdo, planillas, sobres, cenicientas, entre otros. Los países de procedencia son varios: Colombia, China, Venezuela, Cuba, Italia y por supuesto Estados Unidos, padre de este deporte.

27/IV-3/V/2013, Oaxaca, Oax. Se realizó en el estado de Oaxaca el Sexto Festival Internacional de Cuentos para Niños, donde hasta el más necio en eso de divertirse pudo relajarse un poco. A cada quien le tocó elegir, de entre cada una de las propuestas presentadas. Y es que si bien el festival se dedicó principalmente a los niños, eso no fue pretexto para que los padres y las madres no pudieran reír durante un buen tiempo y así borronear la mala cara que no siempre se elige traer. Dicho festival es dirigido por Ángel del Pilar Colín y Víctor Arjona, ambos cuentistas mexicanos de amplia trayectoria, y está apoyado en gran medida por la Asociación Cuentos Grandes para Calcetines Pequeños, y por instituciones públicas y privadas, entre ellas la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (fahho). A los ojos nacionales y extranjeros, el festival se ha hecho una empresa necesaria para el acercamiento a la palabra de chicos y de grandes, una iniciativa de gran importancia en estos tiempos en que los niños, y también buena parte de los adultos, se ven seducidos por los tentáculos de la tecnología, por esa coquetería a veces tan pasajera, y que de alguna manera ha afectado la forma de relacionarnos con las otras personas más allá de las redes sociales. Alrededor de 65 actividades conformaron el programa que se llevó a cabo en distintas sedes de la capital oaxaqueña.

Beisbol + Filatelia: arte y deporte en el MUFI

12 | junio 2013

rodrigo bello


notas

Oaxaca y la realidad Ambulante

Juego de Estrellas 2013

rodrigo islas brito

el jolgorio cultural

3-9/V/2013, Oaxaca, Oax. Más de una veintena de documentales de primer nivel se exhibieron en teatros, cines bibliotecas, librerías, plazas públicas, facultades e iglesias de la Verde Antequera. Para el público de esta ciudad, la gira de documentales Ambulante se ha significado como un punto de encuentro para aquellas y aquellos con la urgencia de acceder a la significación de otros mundos, de otras miradas, de otras maneras de hacer las mismas cosas. El festival ha encontrado con el tiempo una madurez que se traduce directamente en una comunión con un público para el que la fuerza de su propuesta ya no puede pasar desapercibida. Entre la enorme y amplia oferta de documentales —resulta imposible verlos todos— resaltan obras como Las historias que contamos (Canadá, 2012). Otro tanto hace el mexicano Diego Gutiérrez con Partes de una familia (México-Holanda, 2012) o Quebranto (México, 2012), realizada con una beca de Ambulante y ganadora del Festival de Guadalajara. Cabe destacar también la presencia de Martha Rodríguez y parte de su filmografía (Chircales, 1966, Campesinos, 1976), documentalista que ha dado desde hace más de 50 años voz e imagen a la opresión-exterminio de los pueblos indígenas colombianos. El título de otro de sus trabajos No hay dolor ajeno, bien podría condensar lo que Ambulante 2013 trajo y dejó en Oaxaca.

10-12/V/2013, Oaxaca, Oax. En su edición número 81, el Juego de Estrellas 2013, organizado por la Liga Mexicana de Beisbol, se realizó en Oaxaca por segunda ocasión (la primera fue en 1999). En su visita a esta ciudad, los directivos y sus esposas, los jugadores y las mascotas deportivas, además de brindar a los aficionados un partido espectacular, también disfrutaron de la bienvenida que el presidente de la fundación que lleva su nombre, Alfredo Harp Helú, les ofreció. Reunidos en el edificio principal de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, los peloteros e invitados especiales conocieron las instalaciones de este centro de alto rendimiento, único en su tipo en Latinoamérica. Entrevistado durante el recorrido, el presidente de la Liga Mexicana de Beisbol (lmb), Plinio Escalante, consideró que las actividades organizadas alrededor del Juego de las Estrellas han sido una parte muy importante de la emisión 81 de este evento: “Don Alfredo ha preparado un marco extraordinario para este juego, con actividades culturales como la visita a esta academia, donde podemos ver cómo ir mejorando lo que tenemos por allá, en [la Academia de] el Carmen. La gente está muy impresionada por los campos de aquí, por todo lo que ofrece esta casa-club, digamos. Estas cosas humanas la gente las percibe, se sensibiliza con ellas y las va poniendo en práctica, que es lo importante”.

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notas

Sobrevive el calendario mesoamericano en la región mixe

Mimetismo Animal en el Jardín Etnobotánico

mich hernández

carlos jarquín

2/V/2013, Oaxaca, Oax. En lo alto del distrito mixe antiguos conocimientos para medir el tiempo y leer el destino sobreviven cobijados por el Zempoaltépetl, cerro sagrado para los pobladores. Ahí las xëë maywë, mujeres herederas de estos saberes, son visitadas por gente aquejada por algún mal o deseosa por conocer su futuro. Luego de escuchar al consultante, la xëë maywë saca un diagnóstico con base en un calendario especial y la lectura del maíz. Al finalizar, pedirá una ofrenda determinada en alguno de los lugares de oración de la zona para que se cumpla lo predicho o dar solución al problema. Esto fue explicado por Araceli Rojas Martínez Gracida en Tiempo y Sabiduría, Mujeres que Leen el Destino y Cuentan los Días en Poxoyëm. Ésta fue la última del ciclo de conferencias Encuentros Después de Fin del Mundo, organizado por el Centro Académico y Cultural San Pablo. La intención fue introducir al público en el calendario mesoamericano y las maneras de contar el tiempo. Iniciadas el 25 de enero, las ponencias hicieron énfasis en la sobrevivencia de varios métodos prehispánicos en comunidades indígenas de Oaxaca. Se buscó, además, poner fin a las malas interpretaciones como la surgida a finales de 2012 sobre el fin del mundo.

17/V/2013, Oaxaca, Oax. A un primer vistazo las ramas, las hojas, las rocas, la corteza de los árboles y las flores parecen seres inertes, quizá por pensarlas —o reducirlas— como cosas inmóviles o sin vida. En realidad existe una complejidad en la naturaleza, por ejemplo, en animales, que a diferencia de nosotros, mutan morfológicamente para asemejarse a otros organismos o a su entorno, y así obtener ventaja y asegurar la supervivencia. Así comenzó la conferencia Mimetismo Animal en la Biblioteca del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, impartida por María Emma Cisneros Palacios, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (ciidiruo), quien desde el inicio aclaró al público, conformado por estudiantes, jóvenes y adultos, que la plática no sería entre expertos. Tras explicar la diferencia entre el mimetismo (práctica para simular a otro organismo) y la cripsis (camuflaje para aparentar ser parte del entorno: flores, corteza, etcétera), Cisneros clasificó los tipos de mimetismo, aunque la mayoría de los ejemplos sólo abordaron la clase de los insectos —probablemente por ser los más habilidosos. Según la bióloga, se puede clasificar el mimetismo en defensivo y agresivo.

14 | junio 2013


breves

Concierto conmemorativo por el Día Internacional del Jazz luis kevin ortiz martínez 30/IV/2013, Oaxaca, Oax. Con un concierto gratuito, la Biblioteca Henestrosa fue sede de la presentación de dos ensambles musicales: la primera participación estuvo a cargo de Jazz Ensamble, integrado por Quimi Hernández en el bajo eléctrico, Ricardo Fernández en la batería, Bernardo Dosantos en el sax, Indalecio Hernández en la trompeta, Cesar Hernández en la guitarra y Miguel Samperio en el sax. Su repertorio consistió principalmente Jardines verticales. Soluciones locales de música de Charlie Parker y Miles Davis. La se- para problemas globales gunda participación estuvo a cargo de Locomotora alma hernández Jonhson, integrado por Yorch Iriarte en la guitarra, Nito Marz en la batería, Fuzzer Josué en el bajo, 17/V/2013, Oaxaca, Oax. La Casa de la Ciudad George Moore en la harmónica y voz, y cuyo géne- fue el escenario de la charla Jardines Verticales a ro predominante fue el blues. cargo del arquitecto Fernando Monasterio, fundador de Verde Vertical empresa especializada en la experimentación, el diseño y construcción de jardiLeyendas oaxaqueñas y teatro nes verticales. Se propone brindar una solución al en San Pablo problema de la pérdida de áreas verdes en entornos el jolgorio cultural urbanos extensos por medio del revestimiento de naturaleza en las superficies verticales construidas, 4/V/2013, Oaxaca, Oax. En un rincón del excony con ello mejorar el medio ambiente, la calidad de vento de San Pablo hay un lugar pensado especialvida y el paisaje urbano. Con un discurso relajado y mente para los pequeños. Ahí se les inicia en el amigable, el arquitecto explicó las cuatro áreas que mundo de la lectura, se les insta a abrir sus mentes comprenden su proyecto: tecnología, jardines, aliy llenarlas con una enriquecedora diversión. Tallemento y potabilización. res, proyecciones y demás acercan a los asistentes no sólo al objeto, sino al amor hacia él. Estampas de Ensueño, uno de estos eventos, inició exitosamente. Fundación Cultural Miguel Cabrera: Sobre una pantalla con proyecciones, como esce- pionera en el arte y cultura nario, la historia fue representada por el grupo Los mich hernández Faranduleros, bajo la dirección de Liliana Alberto. Las animaciones fueron proporcionadas por Da- 17-18/V/2013 Oaxaca, Oax. La Fundación Cultural niel Santiago y el sonido por música mixe de banda. Miguel Cabrera es de las más antiguas instituciones dedicadas a la promoción artística en Oaxaca. Fundada en 1970 por Mario Díaz y María Elena García, tuvo como aliciente albergar al quehacer estético, que en aquella década contaba con nulos espacios. Recientemente un par de actividades revitalizaron dicha fundación. Aprovechando que el espacio alberga numerosas piezas del desaparecido pintor Virgilio Gómez, una conferencia y exposición al respecto fueron ofrecidas. La primera corrió a cargo de Rubén Vasconcelos Beltrán, cronista de la ciudad. Rodeado de personas que conocieron al homenajeado, se internó en una amena charla plagada de nostalgia.

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obituario

Ray Manzarek (1939-2013)

Jeff John Hanneman (1964-2013)

alice reynoso

carlos j. jarquín

A mediados de los 60, siendo estudiante de la Universidad de California, en el departamento de cinematografía, Ray Manzarek conoció a Jim Morrison. Al final de la carrera se volvió a encontrar con el futuro cantante de los Doors que le mostró un borrador de “Moonlight drive”. La química (y la orgánica) fueron instantáneas. Lo demás es historia conocida. Los Doors se dedicaron a explorar los vínculos entre el rock-blues, el teatro, la poesía, el cabaret, Bertolt Brecht, Antonin Artaud y, entre otros, William Blake. Sabemos que de los escritos del poeta inglés viene el nombre de la legendaria banda que fundaron Morrison y Manzarek: “Nos dedicamos a explorar las puertas de la percepción, no consumíamos drogas, expandíamos la mente”. La polémica sobre esta aseveración no importa aquí. Importa celebrar a un músico, cineasta, productor y director, cuyo órgano psicodélico ha marcado nuestro adn. De ascendencia polaca, criado en Illinois, Chicago, Manzarek era un motor tan importante en el sonido y filosofía de la banda como los otros tres integrantes. A su muerte, es importante recordar ciertas cosas: que Manzarek usaba un teclado Fender Rhodes para proveer de bajo a la banda, que nadie sonaba así en esa época, que su parte en When the music’s over puede aún enchinar la piel; que era también cantante (recordemos Close to you un blues llevado con fuerza por el tecladista) y que, tras el final de los Doors, Manzarek grabó una versión de Carmina Burana con Philip Glass, tocó con Iggy Pop, y con los poetas Michael McClure y Michael C. Ford.

Jeff Hanneman, pionero del trash metal y cofundador de una de las bandas más renombradas a partir de los ochenta, Slayer, murió el dos de mayo, luego de cumplir 49 años, en el sur de California. En un principio sólo se dijo que se trataba de una disfunción hepática. Ocho días después, en la página oficial de la banda, se declaró la causa: cirrosis a causa de un etilismo crónico. Slayer es de las bandas big four —grupos conformados de cuatro integrantes— más importantes en la escena del metal en California, junto a grupos reconocidos como Megadeth, Defiance, Anthrax o Metallica, los cuales aún representan, para millones de seguidores, un género musical, aunado al consumo masivo de su discografía. El fin de Hanneman será recordado por la ausencia del caos melódico de las guitarras gemelas, en compañía de Kerry King, el cual se perfeccionó en canciones como Angel of Death, Raining Blood, Seasons in the Abyss, South of Heaven —éstas escritas por Jeff—, entre otras. Así termina la primera vida de uno de los miembros de Slayer, y, como dice en la página oficial de la banda “Our brother Jeff Hanneman, may he rest in peace”.

16 | junio 2013



zona fahho

Una plataforma cultural en el mercado de Abastos alonso aguilar orihuela

A

demás de un tablero horizontal o la parte trasera y descubierta de un tráiler, una plataforma es el conjunto de reivindicaciones o exigencias que un grupo determinado de personas realiza en un lugar específico. En este sentido, cada una de la acciones y talleres emprendidos por El Balcón Dispositivo Parasitario, paulatinamente han integrado una propuesta cultural que demuestra la sensibilidad de quienes a diario conviven en un sitio de suma importancia, y ha hecho visible a una comunidad ávida de este tipo de proyectos, a quien poco se ha garantizado el acceso a bienes y servicios culturales. El concepto inicial de El Balcón se planteó, a partir de la obra homónima de Jean Genet, en términos de develar las relaciones de poder y sus representantes en este sitio. Sin embargo, la participación de la gente, las dinámicas sociales del propio mercado, el involucramiento entre diversos artistas fue derivando en la construcción colectiva de una plataforma artística inmaterial, metafórica. Si bien durante las primeras acciones existía cierto nerviosismo y “la realidad”, comenta Saúl López Velarde Pazos, “nos rebasaba”, poco a poco y con el apoyo de Martha Acevedo, quien forma parte de la directiva de la Zona Seca

18 | junio 2013

del mercado de Abastos, el proyecto fue tomando forma y conduciéndose por las rutas pertinentes. Así se involucraron más personas. Desde 2011 el discurso teórico de El Balcón se ha traducido en una serie de performances, conciertos, proyecciones de documentales, una función de lucha libre y talleres de distinta índole —de origami, de danza aérea, de títeres hechos con materiales reciclados—, entre otras actividades, realizadas en diferentes zonas de la Central de Abastos. El fin no es propagandístico ni se agota en usar el espacio como soporte de ideas y propuestas alejadas de su contexto. El fin es el disfrute, la ruptura de la monotonía, rasgar el aburrimiento, combatir el tiempo muerto — como se tituló una de las obras presentadas. En cada una de estas acciones fue necesario el apoyo y vínculo con los locatarios y algunos líderes, así como el compromiso tanto del director y creador del proyecto, Saúl López Velarde Pazos, como de los participantes. Desde su inicio, El Balcón ha presentado más de 30 acciones en las cuales ha habido asombros y conflictos, consensos y disensos, que han creado un sitio no físico sino relacional, una infraestructura humana que ha permitido que se acerquen al mercado propuestas artísti-


Concierto de cuerdas del Centro San Pablo en coordinación con El Balcón. Autor: Saúl López Velarde

cas que de otra manera no hubieran accedido a este lugar privilegiado del entramado urbano. Los performances, como una premisa básica, fueron creados para este lugar, para las personas que lo habitan. No se basaron en lo multitudinario ni en lo publicitario. Muchos de ellos, la mayoría, sólo fueron presenciados por un grupo específico de personas a quienes se les buscaba generar una experiencia asombrosa, fuera de su vida cotidiana —de alguna manera, ésta es una parte fundamental de El Balcón y del arte, en general. Muchas de esas experiencias fueron incentivadas a partir de obras gráficas, de música, de representaciones escénicas, de ejercicios físicos y de acupuntura, por mencionar unos pocos estímulos a los que recurrieron algunos artistas. La constante en los espectadores involuntarios de los performances es la reacción misma ante una situación que fractura la lógica de un sitio, y al hacerlo, cuestiona su percepción: no es el mercado un lugar sólo de compra-venta, sino donde puede suceder el arte. Aquí podríamos hablar de Genet, de las formas en que se evidencia el poder a través de sus obras y el vínculo de éstas con este mercado; de lugares que se superponen como

capas de significados y sentidos, del acting out incentivado por El Balcón. Pero aquello que reluce del proyecto son las vivencias que a nivel artístico, pero sobre todo a nivel personal, se han gestado. Los logros de este proyecto se afianzan sobre todo en los lazos de trabajo y amistad, en la curiosidad animada en los niños y jóvenes —que son espectadores-actores y participantes— en los talleres y performances, en el ímpetu contagiado a los líderes y administradores de distintas zonas para fomentar estas iniciativas, en los locatarios que han cooperado para que su lugar de trabajo goce de alguna expresión cultural que les anime el día, que les sea memorable. En este esfuerzo cultural han intervenido —con apoyos económicos o en especie— locatarios de este mercado, asociaciones civiles como la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca e instituciones públicas locales y federales como la Secretaría para las Culturas y Artes de Oaxaca y el Instituto Nacional de Bellas Artes. El futuro de ese proyecto dependerá en gran medida, comenta Saúl, de los recursos que de manera independiente pueda conseguir.

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El Balcón Dispositivo Parasitario freddy aguilar y saúl lópez velarde

E

ste dispositivo se hospeda en un ambiente unitario elaborado colectivamente, en un escenario entrópico en un momento de vida específico: el microcosmos del mercado de Abastos de Oaxaca, por ser el medio justo donde brotan y crecen relaciones singulares, que quizá por una lógica de distribución de lo público y lo privado, de lo visible y lo invisible, de la palabra y del ruido, definen las maneras de estar separados o juntos, dentro, en medio, o fuera de los flujos de producción económicos, culturales, políticos. El Balcón Dispositivo Parasitario traza reconfiguraciones de lo sensible, lo perceptible y lo pensable, sin ningún cálculo determinable, en los escenarios de las relaciones que se despliegan en el contexto de la Central de Abastos, a raíz de acontecimientos generados que apelan a distintos regímenes del arte (Representativo-Mimético, ético y del Régimen Estético), que a su vez proyectan nuevos escenarios en un movimiento infinito. Formando vínculos que activan disposiciones específicas, cuando los locatarios destinados a permanecer en el espacio invisible del trabajo —que no deja tiempo para hacer otra cosa— toman este tiempo que no tienen para afirmarse como copartícipes de un mundo común, El Balcón se apodera del espacio del trabajo que no se espera o de la libre inactividad de los locatarios. Aquí los espectadores se vuelven participantes en la medida en la que se involucran desde un gesto hasta la proposición o verificación de lo acontecido; el espectador como participante de un mundo común, de la coreografía del mercado en acción y de la significación de una masa caótica de instituciones, objetos, nombres propios y referencias.

20 | junio 2013

El Balcón despliega acciones devenidas de herramientas estilísticas y poéticas emplazadas en el territorio de lo real, que trazan una zona temporalmente autónoma que ha activado teatro, performance, una gama amplia de las artes visuales. El dispositivo es generado por Liliana Alberto y Saúl López Velarde, se gesta dentro del Diplomado en Dirección Escénica y Producción Teatral Práctica de Vuelo: El Retorno a lo Real, bajo la Coordinación Nacional de Teatro, y lleva el acompañamiento de Jorge Vargas, Héctor Bourges, Rubén Ortiz, Noé Morales, Shaday Larios y Alicia Laguna. El dispositivo se potencia en el marco de las artes visuales en el Diplomado de Producción Visual, realizado en el Centro de las Artes De San Agustín 2011-2012, impartido por Luis Felipe Ortega, Richard Mozka, Laureana Toledo, Virginia Colwell y Paola Santoscoy. Para llegar a los locatarios, se Inauguraron Las acciones transicionales que se instalan como una zona intersubjetiva que permite subvertir el tiempo laboral del locatario, el cual constituye el campo intermedio en el que se desarrollarán experiencias culturales, que trazan reconfiguraciones en lo sensible, lo perceptible y lo pensable sin ningún cálculo determinado. Este acuerdo, este convenio, es de orden simbólicolúdico. Se trata de acciones concretas que se proponen, no se imponen; deben sobrevivir a la aprobación y al repudio, deben tener continuidad, ser confiables, susceptibles de ser observadas, corroboradas o verificadas. Se han realizado más de 30 Acciones Transicionales dentro de diferentes áreas del mercado: zona seca, cuadro de chapulines, pasillo de las barbacoas y flores, la exrampa (basurero),


zona fahho

Acción poética en el mercado. Autor: Saúl López Velarde

El Balcón despliega acciones devenidas de herramientas estilísticas y poéticas emplazadas en el territorio de lo real, que trazan una zona temporalmente autónoma que ha activado teatro, performance, una gama amplia de las artes visuales, danza, video, talleres de formación, fotografía y música.

un diálogo amplio e incluyente Un mercado —en este caso la gran Central de Abastos de Oaxaca—, independientemente de su función de proveedor de alimento, vestido, herramientas, etcétera, es habitualmente mirado desde la perspectiva de lo pintoresco, de lo que hay que visitar para apropiarnos, aunque sea de manera superficial, de esa otra cultura que no está en los museos o galerías de arte. Más allá de esa cáscara, se encuentran las relaciones que se generan entre los locatarios del mercado y/o entre ellos y sus marchantes, relaciones que devienen en una cultura marginal o subterránea, pero cultura al fin, expresada en diferentes formas, a través de manifestaciones religiosas o de “cultura popular”; de igual forma, la sensibilidad de quienes trabajan en el mercado aflora a la superficie cuanzona modular, estacionamiento del municipio, do se introducen manifestaciones que no son almacén alimentario del dif, zona húmeda y habituales en el mismo, al hacerse partícipes la escuela primaria publica Vicente González de las mismas y alimentarlas con sus propias Díaz que se ubica dentro de las inmediaciones ideas sobre el mundo y sobre el otro, lo que del mercado. Las acciones transicionales dan deviene en un diálogo que genera un resultavida al proyecto, ha sido la mejor forma de do más amplio e incluyente. conocer el propio dispositivo, el material más www.elbalconcentralabastosoaxaca.blogspot.mx potente de investigación, y son el andamiaje fundamental para instalar las Teatralidades en los Escenarios Sociales: un montaje de conductas exaltadas, que abren una fisura pública, generando un acto político o anagnórico enca- Freddy Aguilar. Bibliotecólogo por la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Director de la Biblioteca Infantil BS y minado a develar una dramaturgia abierta, per- de la Biblioteca Andrés Henestrosa. mitiéndonos detectar singularidades de lo real. Saúl López Velarde. Artista. Coordinador de El Balcón.

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El Portal de Clavería de Oaxaca paola ambrosio

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os portales edificados alrededor de las plazas de armas, zócalos, espacios principales, en casi cualquier ciudad mexicana, han ocasionado una convivencia entre sus habitantes, los pasajeros, comerciantes, vagabundos, vendedores ambulantes y demás; han sido un punto de reunión para todos los sectores sociales. Muchos recurren a ellos por su sombra. Así su tránsito por una ciudad con una temperatura de 34º centígrados es más plácida. Desde la época colonial se ha registrado su importancia para el comercio. Actualmente, en la ciudad de Oaxaca, funcionan básicamente para esto. Allí, tiendas de telas, cafés, restaurantes ofrecen una mesa desde donde se puede mirar el paseo de los demás. Estos fueron construidos por inversiones privadas en espacios públicos y por ello a lo largo de su historia han corrido las plumas de escribanos e interesados en una amplia disputa por la propiedad, según señala Sebastián van Doesburg en su libro El Portal de Clavería de Oaxaca, publicado luego del cierre, en 2004, de este portal que enmarca el zócalo de la ciudad. Dicha edición, publicada con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca, deja documentado parte de la historia del Portal de Clavería a través de escritos, actas, cartas y una revisión de la bibliografía que hasta el momento se tiene de dicho lugar. La investigación recurrió a archivos nacionales e internacionales con el afán de profundizar sobre la pertenencia que

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pasó por manos religiosas, gubernamentales, hasta ser privatizada totalmente después de una venta de dudosa legalidad, según apunta van Doesburg. La memoria visual también forma parte de este libro, y es que con ella entendemos parte de las funciones con las que el edificio cumplió. Hasta el siglo xx, contó con dos plantas. La primera estaba ocupada, desde el siglo xvi, por sastres, sederos, espaderos y una gama de oficios y mercancías que muchas veces pagaban renta. La parte alta se utilizó también para el comercio o bien para las oficinas de los asuntos religiosos. En su conjunto el Portal de Clavería se mantenía en diálogo con los portales de Mercaderes, del Palacio y el de Flores, que quizá hacían del centro un gran mercado. El espacio que por más de cuatro siglos, pese a sus múltiples disputas, procuró respetar la planta baja, siempre abierta al público, ha desaparecido. Si ya desde 1543 se apunta que los portales han de ser libres, el texto lleva a preguntarnos sobre ¿quién promulgó lo contrario? Nombrar algún edificio, objeto o tradición, patrimonio de la humanidad, fuera de valorar, en este caso, lo oaxaqueño, debería de interesarnos como habitantes. La historia del portal lleva más que un simple registro de lo acontecido, lleva a una reflexión sobre la pérdida: llámese transformación de una práctica cultural, el paseo, el mercado, la convivencia en Oaxaca.



ciencias

Leopoldo Méndez, La siembra, 1948

Los organismos genéticamente modificados lishey lavariega

ante la posibilidad de que el gobierno sitio diferente para el que fue creado. Como mexicano otorgue permisos a Agrosciences, los cultivos son organismos vivos, la mezcla o Monsanto y Pionner para que inicien siem- contaminación de especies es ineludible. En bras comerciales de maíz en dos millones de México, con cientos de variedades de maíz hectáreas en Sinaloa, Tamaulipas, Baja Cali- autóctonas, este aspecto cobra relevancia ya fornia y Chihuahua, con la variedad NK603, que tenemos la responsabilidad de proteger resistente al herbicida Roundup, miles de per- esta biodiversidad. sonas han alzado la voz y convocado a conferLa otra cara del debate son los interesados encias y mesas de debate. Por ello es necesario en introducir estas variedades en el terreno hacer una breve revisión y reflexión sobre los mexicano: grandes multinacionales con práctransgénicos, su potencial para alimentar a ticas monopólicas son las únicas que han soliuna sociedad creciente, y la forma en la que se citado los permisos. No obstante, hay expertos implantarían en México. que creen que con una legislación eficaz que Los organismos genéticamente modi- proteja al campesino, algunos ogm pueden ser ficados (ogm), llamados transgénicos, son una gran ventaja en la producción y seguridad aquellos a los que se les ha incorporado, me- alimenticia. En el caso del maíz se necesitan diante técnicas genéticas, un gen de otra es- más estudios que aseguren la protección de pecie para dotarle de alguna cualidad especial las especies nativas. de la que carece. Visto de esta manera, es una Estos y otros aspectos deben ser difundipráctica análoga a lo que la humanidad ha dos y analizados por científicos y gobernantes, hecho, en procesos milenarios, para la do- pero también por la población en general, ya mesticación de los cultivos alimenticios. Sin que al final seremos todos los que comeremos embrago, la agricultura es muy sensible y es- —o no— tortillas de maíz transgénico. pecífica de un terreno en concreto: el suelo, el clima, el recurso del agua y otros factores influyen en cómo un ogm funcionará en un

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Rescate educativo en Oaxaca A finales de 2012 se formalizó un convenio entre la Escuela de Ciencias de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y el Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca, con el objetivo de combatir el rezago educativo en matemáticas, en los niveles medio y medio superior en el estado. La entusiasta participación de los profesores de la academia de Matemáticas para hacer investigación pura y aplicada, divulgar la ciencia y vincularse con la sociedad directa y permanentemente tiene un gran ejemplo en la reciente publicación de un libro de temas básicos de matemáticas, con un enfoque de pensamiento crítico y reflexivo. También, se plantea contribuir al progreso académico mediante un software educativo para motivar al alumno a adquirir la habilidad de aprender por cuenta propia. De este modo, los científicos responden al compromiso con la sociedad demostrando que es posible hacer ciencia de alta calidad y simultáneamente apoyar la educación científica en zonas críticas.

El CO2 en la Tierra alcanza un máximo histórico Un último reporte sobre las concentraciones de CO2 en la atmósfera indica que se batió un récord histórico: 400 partes por millón. Una concentración que no se ha visto en la Tierra hace más de tres millones de años cuando las temperaturas medias globales fueron 3o o 4o C más altas que la de hoy. Los investigadores coinciden que no sólo es una cifra histórica sino una evidencia científica muy clara del efecto de la actividad humana tiene en nuestro planeta. Aunque los niveles de CO2

cambian de manera estacional, la evidencia demuestra que las concentraciones aumentan a un ritmo siete veces mayor que cuando empezó la era industrial. Así, la concentración registrada será la media en los próximos años, acercándose más al nivel a partir del cual el calentamiento global será imparable. Este evento representa la oportunidad que tienen en este momento los gobiernos y la población mundial para decidir hacia dónde vamos. ¿sabías qué…? Los focos normales o incandescentes utilizan entre el cinco y diez por ciento de la electricidad que consumen para producir luz, mientras que el resto se convierte en calor. No sucede lo mismo con los focos de tecnología led que aprovechan hasta un 60 por ciento de la electricidad. consejo No precalientes el horno. Es innecesario. Además, apágalo 15 minutos antes, el calor que queda en el horno terminará la cocción. ligas: www.350.org/es Plataforma internacional para crear un sentido de urgencia y posibilidad de soluciones para la crisis climática. El límite máximo seguro de CO2 en la atmósfera es de 350 partes por millón.

Oaxaca, Oax. (1987) Realizó estudios de Física y actualmente sobre Energías Renovables. ciencias.jolgorio@ gmail.com

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arqueología oaxaqueña

El origen del mercado en Oaxaca prehispánico marcus winter · robert markens

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os tianguis hoy en día, y a través de gran parte de la historia reciente del mundo, han servido como una institución económica primaria; unen en un espacio a productores de bienes y a proveedores de servicios con consumidores, así que los mercados facilitan en gran medida el abastecimiento de los miembros de una sociedad. Uno de los intereses de los arqueólogos, que trabajan en Oaxaca y más allá, es averiguar los orígenes de los mercados en la época prehispánica. Esto es un reto por los aspectos efímeros del tianguis y el tipo de transacción que se lleva a cabo dentro de sus confines, conocido como el intercambio de mercado (market exchange). Para los economistas, el intercambio de mercado ocurre siempre y cuando las ventas y compras que ahí se realizan obedezcan en gran medida a los factores de la oferta y la demanda. Es típico que los vendedores y consumidores de un mercado sean anónimos o se conozcan sólo de una manera casual, así que los factores de parentesco y obligación social son ajenos a las transacciones. Dentro del mundo antiguo se han documentado algunos mercados y el intercambio de mercado en las sociedades urbanas y sus áreas de sustento donde hay una población densa y un alto grado de especialización laboral. En este contexto histórico surgieron los primeros mercados, a veces acompañados por elementos afines característicos, tales como pe-

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sas y mediciones estándares, monedas y grandes espacios públicos formalizados. Desde el establecimiento de las primeras aldeas hace más de 3 000 años, la gente del Valle de Oaxaca intercambiaba bienes y productos. Algunos recursos estaban distribuidos de manera dispareja y las personas cercanas los explotaban: barro en Atzompa para hacer cerámica; ónix en Magdalena Apasco para confeccionar adornos; sílex en Guadalupe Hidalgo y San Antonio de la Cal utilizada para hacer implementos; basalto en los Teitipacs utilizado para hacer manos, metates y molcajetes; y sal en Lambityeco para consumo y para medicina. Otros bienes eran perecederos, por ejemplo, madera para construcción, frutas y plantas silvestres para comida, palma para tejer canastos, y maguey para fibra y comida. Incluso otros materiales fueron importados: concha marina y piedra verde para adornos, obsidiana para implementos, plumas y pescado seco para comer. El intercambio fue entre individuos, familias y pueblos, pero con el crecimiento de la población se crearon otros mecanismos como el mercado. Los mercados presentes en Oaxaca son eficientes para el intercambio de bienes, pero ¿qué antigüedad tienen estos? ¿Cuándo y por qué fueron establecidos? No ha sido fácil contestar estas preguntas porque la evidencia arqueológica es ambigua como se mencionó arriba. ¿Y si los mercados prehispánicos fueron


Es probable que el mercado en Oaxaca se originara con la fundación de Monte Albán, aproximadamente 500 años a. C. Ya existían cientos de personas en el valle, y durante los primeros siglos Monte Albán creció hasta tener varios miles de habitantes. como el mercado de los viernes en el parque El Llano en la ciudad de Oaxaca? Los vendedores llegan, instalan sus puestos, venden su mercancía y se retiran, todo en unas 12 horas y casi sin dejar huella. Levantan estructuras, pero son desarmables; generan basura, pero se limpia luego. Es probable que el mercado en Oaxaca se originara con la fundación de Monte Albán, aproximadamente 500 años a. C. Ya existían cientos de personas en el valle, y durante los primeros siglos Monte Albán creció hasta tener varios miles de habitantes y cientos más vivían en otras comunidades. Monte Albán —tal como la ciudad de Oaxaca hoy en día— está en el centro del valle, en el punto más conveniente para integrar económicamente las comunidades con la capital. El mercado era un mecanismo eficiente para concentrar y redistribuir los bienes. El mercado en Monte Albán probablemente estuvo localizado en la Plaza Principal, aunque unos colegas piensan que estaba en las afueras de la ciudad. Es interesante notar que alrededor

del año 100 d. de C. hubo mucha producción de cerámica precisamente cerca a la Plaza Principal; pensamos que fue así porque los gobernadores querían controlar no solamente la distribución de la cerámica a través del mercado sino también la producción de la cerámica en sí. Así, y por lo menos en el caso de Monte Albán, el mercado tuvo efectos más allá de la provisión de la economía doméstica. Permitió a los gobernantes controlar la economía; estimuló la creación de nuevos productos entre la población; y sirvió para integrar en el mismo lugar las actividades religiosas y políticas con las económicas para transmitir nuevos bienes e ideas a los pueblos participantes.

Robert Markens, Instituto de Investigaciones Estéticas-Sede Oaxaca, Universidad Nacional Autónoma de México. Marcus Winter, Centro inah Oaxaca.

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patrimonio ambiental

Oaxaca Sustentable xv

Ecología cultural y mercados juan josé consejo

Los hombres han inventado dos excusas para acercarse a comulgar libremente en turbas heterogéneas y sin sospechas: la religión y el mercado. D.H. Lawrence

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emos dicho ya aquí que la ecología estudia las relaciones entre los seres vivos y lo que los rodea. Este énfasis en articular sistemas complejos le permitió a esta ciencia, a mediados del siglo pasado, salir del ámbito estrictamente biológico para incluir al hombre como parte del ecosistema y entrecruzarse con las disciplinas sociales. Tal es el caso de la ecología cultural, cuyo enfoque es la relación entre los grupos sociales y la naturaleza, de modo parecido a como lo hace también la etnoecología. Como ilustración, para la ecología cultural la pérdida de un grupo étnico, una cultura o una lengua es grave en sí misma, pues estamos cerrando una ventana y su perspectiva del mundo, pero es también una pérdida ecológica, pues con ella desaparece un conjunto de saberes acerca de la naturaleza que podrían haber sido de extrema utilidad para enfrentar la crisis ambiental común. De ahí la importancia de preservar estos conocimientos. Los mercados, especialmente los mercados tradicionales de Oaxaca, representan para la ecología cultural un espléndido campo de estudio, pues muestran un sinfín de relaciones entre las plantas, los animales y otros elementos de la naturaleza y las comunidades oaxaqueñas. Cualquier visita a un mercado regional en los

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Valles Centrales, incluyendo todavía la propia ciudad de Oaxaca, puede ser experimentada como una auténtica exploración etnoecológica. Estoy seguro que el tema será tratado con mayor erudición y gracia en este mismo número de El Jolgorio Cultural, pero me gustaría aportar algunos ejemplos. La riqueza de plantas y animales de Oaxaca no sólo es paradigmática sino que está estrechamente vinculada a su también famosa diversidad étnica y social. Desde la perspectiva de la ecología cultural, los grupos humanos son activos agentes de esta diversificación, entre otras formas, por la vía de creación de variedades de plantas cultivadas. Gracias a ello, la entidad tiene un lugar mundial prominente por sus variedades de maíz, frijol, calabaza, chile y tomate. Adicionalmente, la milpa tradicional incluye un sinnúmero de plantas: quelites, quintoniles, chepil, chepiche… Esta variedad se refleja en nuestros mercados. En estos lugares también tenemos muestras de la importancia y variedad del uso de insectos en la alimentación: sus productos, huevos, larvas, adultos. Miel, chicatanas, gusanos de maguey, diversos tipos de chapulines. En realidad en Oaxaca se consumen cerca de 200 especies distintas de insectos. Por cierto, no es una mala


¿Chapulines oaxaqueños?

opción en términos de calidad alimentaria: los insectos tienen en general un alto contenido de proteína, y en general de una calidad superior a la del ganado vacuno. La medicina tradicional es otro espacio vinculado íntimamente con los mercados. La sección de hierbas medicinales y limpias es indispensable en cualquier mercado oaxaqueño. Los mercados, asimismo, guardan pistas esenciales de nuestra historia ambiental. Por ejemplo, la conquista en los Valles Centrales tuvo un impacto ambiental profundo: cambios demográficos, introducción de técnicas, plantas y animales antes ajenos. Al cabo del tiempo, sin embargo, y al igual que en otros ámbitos de la cultura, se dio una mezcla peculiar que llevó a una condición de relativo equilibrio: los indios adoptaron rápidamente el arado tirado con bueyes y combinaron los nuevos cultivos traídos por los españoles con los suyos. La ciudad era colonial, pero con fuertes rasgos indígenas y tenía pueblos satélites que proveían comida y otros productos. El mercado fue el espacio natural de ese aprovisionamiento y hasta la actualidad ha reflejado esa mezcla de elementos indígenas y españoles. En cualquier mercado de los Valles Centrales podríamos degustar un buen tejate y una empanada de quesillo. Podríamos reflexionar en la compleja trama de productos y saberes, americanos y europeos, que se amalgamaron para ello. Por desgracia el proceso avasallador de la modernidad industrial, que padecemos crecientemente, ha alcanzado a los ámbitos de comuni-

dad de múltiples formas, desde la invasión de comida chatarra hasta el empobrecimiento de los suelos y las lenguas. Los mercados también reflejan este proceso: ahora importamos chapulines y quesillo del vecino estado de Puebla; un espacio creciente de la Central de Abastos es ocupado por comerciantes foráneos que han ido sustituyendo paulatinamente a los productores locales, y las grandes cadenas de supermercados van suplantando a los mercados y plazas como fuente de abastecimiento de nuestros requerimientos diarios. Los mercados sobre ruedas, originalmente impulsados para conectar directamente a productores y consumidores, se han convertido en series interminables de puestos de discos pirata, cosméticos y juguetes chinos de contrabando o ropa estadounidense de segunda clase. Entre esta avalancha consumista y uniformadora, surgen signos esperanzadores de resistencia: ferias de hongos o comida, mercados orgánicos alternativos, alianzas de productores que rescatan espacios públicos en el sentido original de nuestros mercados, el de la tan manoseada guelaguetza: espacios de intercambio, convivencia y celebración. La regeneración social y ecológica de Oaxaca pasará inevitablemente por el Mercado.

Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, A.C. (inso). jjconsejo@hotmail.com

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urbanismo

Mercados en Oaxaca Los lugares más centrales gustavo madrid

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axaca es un lugar que debido a su añeja historia social nos ofrece continuamente discursos apasionantes, uno de tantos es, sin duda alguna, su tradición de mercados públicos. Estos componentes de la estructura económica y social de nuestros pueblos son un continuo de tradición mercantil que se remonta a los tiempos previos a la llegada de los colonizadores europeos. En los registros sobre la vida en América, algo que constantemente se menciona es la forma en que nuestros antepasados mercadeaban en las ciudades, y la importancia de estos lugares. Bernal Díaz del Castillo narra, por ejemplo, su encuentro con el mercado de Tlatelolco:

Estas crónicas nos detallan lo intenso de la actividad comercial de los pueblos originarios. Lo relevante que resultaban los lugares de mercadeo en la vida de estas sociedades y sus ciudades. Ciudades que formaban un sistema urbano que se unía mediante el intercambio de productos por toda Mesoamérica, aunque hoy sabemos que el intercambio pudo haber abarcado un área más vasta. Los mercados prehispánicos, sin embargo, con la llegada de la colonización, lejos de desaparecer, como pasó con otros muchos elementos de las sociedades nativas, se enriquecieron.

en un valle de oaxaca Para comprender lo que implicó el mercadeo de Cuando llegamos a la gran plaza, como productos en la parte central del actual estado no habíamos visto tal cosa, quedamos de Oaxaca habría que recordar lo magnífico de admirados de la multitud de gente y su geografía física. Se trata de un territorio de 93 952 km² —un mercaderías que en él había y del gran concierto y regimiento que en todo poco más grande que Portugal—, con 500 km de tenían. Los principales que iban con litoral y más de la mitad de su superficie formada nosotros nos lo iban mostrando. Cada por cadenas montañosas que se elevan hasta los género de mercaderías estaban por sí, y 3 200 metros sobre el nivel del mar. A su vez, este tenían situados y señalados sus asientos. territorio se extiende entre dos océanos. A lo largo de la historia del territorio de los Comencemos por los mercaderes de oro y plata y piedras ricas, plumas y mantas Valles Centrales, podemos ver cómo en la enorme y cosas labradas, y otras mercaderías de superficie de estas cuencas existen y existieron indios esclavos y esclavas […] Luego diversos asentamientos que conformaron un estaban otros mercaderes que vendían sistema urbano rico que aprovechaba todos los ropa más basta y algodón y cosas de hilo beneficios que hemos descrito con anterioridad. torcido, y cacahuateros que vendían cacao, y de esta manera estaban cuantos Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la géneros de mercaderías hay en toda la 1.conquista de la Nueva España, México, Editorial Porrúa, 1 Nueva España. 1955, cap. xcii.

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En particular, y debido a lo vasto y rico de este tema, nos centraremos en un lugar: Tlacolula. Esta ciudad que da nombre al valle es un referente en cuanto al mercadeo desde hace muchos siglos. Su posición geográfica como puerta del Istmo de Tehuantepec, la abundancia de agua y recursos naturales y la inmediatez con otras localidades, le dieron un carácter profundamente original. Desde hace mucho tiempo e incluso hoy, en Tlacolula cada domingo se realiza uno de los mercados al aire libre más antiguos y espectaculares. Su riqueza no sólo es la que deriva de su historia: el mercado tiene la capacidad de concentrar a comerciantes de lugares muy remotos para dar cabida a la actividad que nos llevó a ser seres urbanos, el intercambio. Éste no es el único ejemplo. Ocotlán, al sur del valle; Etla, al poniente, y otros muchos lugares de menor calado, armaron un sistema de mercados públicos vastos.

posición donde, según múltiples crónicas —entre ellas, la que se hace en el juicio de Martín Cortés contra la colonia española—, existía una gran plaza donde se desarrollaban las actividades propias del tianguis o mercado de la ciudad. Esta tradición se ha extendido hasta nuestros días y este lugar, pese al evidente deterioro de su arquitectura porfiriana —que urge conservar—, sigue siendo una referencia para la ciudad, en lugar y tiempo. Pero la narrativa no termina allí: en la ciudad existe un buen número de mercados públicos —destaca la Central de Abastos como fenómeno social y económico— y otros incontables tianguis al aire libre, que ratifican la tradición mercantil de la sociedad oaxaqueña. Estos lugares no sólo son parte de nuestra identidad y paisaje, sino también referencia a la cual acudimos para ubicarnos dentro del contexto de la ciudad. Sobre todo son una parte viva de una larga tradición que se niega a morir pese al acoso de las tiendas de autoservicio, que si bien pueden ser competitivas en precio, nunca actualmente en la ciudad lo serán en cuanto encanto, tradición e identidad. Los mercados han sido siempre, en la tradición Intercambiar —lo que sea— es en muchos mestiza americana, el lugar central de todos, sentidos la definición de visa social, de ciudad y muchas veces superando o compartiendo pla- de comunidad. Y pocas cosas reflejan esta reaza con los poderes políticos y religiosos. Por lidad tan nítidamente como el abanico que se mucho tiempo, en la capital de México, en lo abre ante nosotros cuando recorremos un merque hoy es el zócalo, subsistió un mercado pú- cado. Porque, al final, siempre cabe reservar un blico conocido como El Parián, ubicado sobre día especial en la semana, para ir de plaza. lo que se cree ya era el mercado prehispánico de la Plaza Mayor de Tenochtitlán. En la ciudad de Oaxaca sucedió lo mismo: la ubicación del actual mercado central de la Urbanista, coordinador de la Casa de la Ciudad. ciudad, el 20 de noviembre, coincide con la @gustavo_madridv

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Ilustraci贸n: Alma Hern谩ndez


en portada

Llévele, marchante, llévele

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ste número de El Jolgorio Cultural versa sobre otras formas de ver, de narrar, de medir. Es un número sobre mercados. No sólo acerca de su relevancia como centros vitales de intercambio de mercancías, distintos de los supermercados, las tiendas de línea, y mega plazas, sino, y quizá sobre todo, sobre las formas de relacionarnos, de establecer comunicación y decodificar lenguajes al tiempo que nos abastecemos, regateamos, buscamos que las cosas nos salgan buenas y baratas. Por supuesto, presentamos textos que dan cuenta de la voz de los habitantes de la Central de Abasto(s), y sobre las miradas antropológicas —del pasado y el presente— que se han vertido a analizar el “teatro de fascinaciones” que son los mercados como éste y otros. Sin embargo, hacemos también el recuento de una batalla: un estira y afloja, un regateo entre la exactitud y la inconsistencia, entre “la paciencia y la prisa”, entre el mercado representado y el mercado que se vive. No olvidamos tampoco el aspecto sensorial, subjetivo de estos centros, y exploramos algunas de las aristas que nos recuerdan la importancia social y cultural, de mantener vivos a los mercados, los tianguis, los puestos de la calle. Queremos, con este número, haciendo eco de las palabras de Luce Giard, “volver la vista hacia la gente […] hacia la vida cotidiana y su diferenciación indefinida”, presente en todo la que sucede día a día en los mercados. Así, pues, “llévele, lector, llévele”.

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El mercado como experiencia estética alonso aguilar orihuela

La experiencia estética ocurre continuamente porque la interacción de la criatura viviente y las condiciones que la rodean está implicada en el proceso mismo de la vida. john dewey. El arte como experiencia

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on las 4:25. Aún no sale el sol y el mercado ya está (sigue) despierto. Los tráileres y camiones de tres toneladas llegan a la explanada del Mercado de Abasto(s) cargados con frutas, verduras, legumbres y otras mercancías. Sus luces parecen brillar más a esta hora, cuando el azul oscuro del celaje delinea los contornos de los autos. Decenas de cargadores van y vienen de un lugar a otro de la plancha de cemento. Unos estiban huacales, otros esperan la carga, algunos barren restos de lechugas, tomates y botellas de plástico que con el agua y tierra esparcidas forman un hediondo lodo multicolor. Gritos, silbidos. Una jauría de perros revuelve un montón de basura. Los motores bufan, ¡viene, viene!, para los choferes que acomodan los armatostes en sitios reducidos. Empieza el trajín de un día de plaza. Cada martes y viernes, abarrotistas de los estados vecinos arriban al mercado más grande de Oaxaca para ofrecer sus mercancías. Y aunque cada vez menos, aún es posible comprar artículos de diversa índole directamente a los productores o, al menos, a algunos vendedores de diferentes regiones del estado. De la Sierra Norte podemos encontrar cartuchos y agapandos, peras y manzanas criollas. Estos días, la zona de las tehuanas recibe ostiones en su concha, jaibas y huachinangos; hay vendedores de café de Pluma Hidalgo y otras poblaciones cir-

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cundantes; mezcal de Matatlán, de Minas y de Sola de Vega. Decenas de miles de transacciones se realizan estos días, no sólo económicas, sino también, o quizá sobre todo, culturales. En los mercados de Oaxaca la cultura se recrea de manera natural y fascinante. Los mercados son, a la vez, sitios de cruce y frentes culturales donde confluyen distintos grupos que luchan por impregnar el espacio de sus hábitos y costumbres, de sus prácticas y símbolos, y que en la lucha por diferenciarse forman una amalgama variopinta que nos identifica. Los mercados son resguardos dinámicos de la cultura. Alejados de la solemnidad, del silencio, de simbolismos forzados, parecieran la antítesis de los museos, sin embargo, también pareciera que comprenden mejor las dinámicas culturales —por naturaleza incontenibles dentro de las paredes de un recinto— que aquellos asépticos y en ocasiones frígidos lugares. La dinámica de los mercados no es contener sino encauzar la vitalidad de lo que fluye en ellos —dinero, gente, símbolos, significados—, no intentan detener las obras en el tiempo. Su naturaleza es el cambio. Aquí todo está vivo: no sólo se recrean las lenguas, sino diferentes lenguajes, desde el caló hasta las miradas y los cantoneos de las vendedoras. Se puede observar la arquitectura oficial y la funcional, que se sostiene con clavos y alambre


Los mercados son resguardos dinámicos de la cultura.

recocido; la estética de la abundancia expresada por la disposición de los plátanos, las sandías y melones en el puesto, en la carne que se muestra casi doliente, con anzuelos atravesándola. Podemos ver que la indumentaria tradicional viva no teme usar colores fosforescentes ni bordar con hilos de nylon, y que no se sacia con diseños ancestrales. Somos testigos de cómo se entiende lo urbano en la capital de un estado pluriétnico. El gusto sigue las reglas de la construcción colectiva, de la inercia social, la estética del pastiche que lo mismo incluye lo masmediático que lo indígena, la Virgen de Guadalupe que el logo de Cruz Azul, el bordado de cadenilla istmeño y la serigrafía del Pato Donald. Y así, los mercados han logrado lo que la mayoría de instituciones artísticas no ha podido: ser un espacio no sólo de difusión de la cultura sino de producción, de alteración —apropiación, robo, mutilación—, disfrute y por lo tanto de revitalización cultural, de encuentro comunitario, de intercambio de ideas y de símbolos. Bajo el pretexto de adquirir bienes de consumo alimentario, básicamente, los mercados se han constituido en sitios donde la creación se desborda y busca otros cauces para lograr sus fines o expresar su mensaje, como ejemplo están los cientos de vendedores que deambulan por el mercado sin pagar

aranceles —por lo menos no los legalmente reconocidos—, los discursos que los merolicos pregonan para atraer a sus cada vez más precavidos clientes, o el uso del lenguaje de los vendedores al regatear. Y aun con públicos cautivos, sensibles y hasta ansiosos por desarrollar actividades artísticas, los mercados han sido poco apreciados como lugares para el disfrute de éstas o como destinos para garantizar un derecho de tercera generación: la cultura. En Oaxaca, grupos de teatro como Cuauhpanco, el performancero Saúl López y festivales como Instrumenta —impulsado por Ignacio Toscano— y Abasto de Letras —animado por Jesús Rito y Óscar Tanat— no han pasado por alto este lugar cultural, y han realizado actividades en éste y otros mercados. “Si las obras de arte se colocaran directamente en un contexto humano de estimación popular, tendrían una atracción mucho más amplia que la que obtienen bajo el dominio de las teorías que ponen al arte en las alturas”,1 dice John Dewey. Y es que no es el asombro domesticado que fomenta el turismo al que me refiero como experiencia estética. Hablo de la fascinación que los mercados suscitan 1. John Dewey. El arte como experiencia. Barcelona. Paidós. 2008.

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en portada

Vivencia entrañable

en el individuo como una vivencia entrañable, exhaustiva para los sentidos —muchas veces no de una manera muy agradable, hay que decir—, emotiva y que se convierte en memorable a fuerza no necesariamente de “lo nuevo” sino de lo cotidiano revisitado. De ver lo mismo de otro modo. La luz que se descompone sobre el caparazón de las decenas de jaibas que intentan salir de la tinaja donde son mostradas a los marchantes, los colores y nombres de las flores, los distintos silbidos con los que se comunican los diablitos, las mujeres y hombres que bailan cumbias entre las mesas de azulejos y el pan de yema, miles de personas conviviendo en un ecosistema social tan complejo como la ciudad en donde se finca. Otra semejanza entre el mercado y la urbe es el sentimiento de anonimato que los visitantes ocasionales tienen al ingresar a estos sitios. El tamaño del lugar, el número de personas, la agilidad de las transacciones y la cantidad de ellas, la diversidad de estímulos que saturan los sentidos, el desconocimiento de los cientos de pasillos y recovecos provocan en el transeúnte esa sensación de vértigo, de extravío, también sentida en las ciudades. Y extravío, entiéndase, no es estar en un lugar desconocido, sobre todo es no tener que desempeñar un rol específico, no saber qué hacer ni a dónde ir. Es esa tensión vibrante dentro de uno. Es tener constantemente la sensación de que algo sucederá, sin saber dónde ni cuándo. Así, extraviado, al llegar al mercado, ¿eres comprador? No necesariamen36 | junio 2013

Los mercados son resguardos dinámicos de la cultura. Alejados de la solemnidad, del silencio, de simbolismos forzados, parecieran la antítesis de los museos, sin embargo, también pareciera que comprenden mejor las dinámicas culturales. te. Las posibilidades se abren y con ellas se multiplica la capacidad para maravillarse. Pero sobre todo, los mercados son recipientes que contienen la liquidez de las prácticas sociales que cambian constantemente. Y siguiendo la metáfora que han desarrollado Edgar Morin y Pablo Navarro, el mercado podría ser un holograma social: “una forma de organización en la que las partes que componen una determinada realidad contienen información a cerca de la totalidad de la misma y por ello es capaz de reproducir tal realidad autónomamente”, es decir, es un pedacito de la ciudad que reproduce las virtudes y los vicios de ésta. Una gama de sensaciones se abre al flaneur en el Mercado de Abasto(s), una Oaxaca insospechada, como de hecho es. La experiencia mercado. Oaxaca, Oax. (1979). Escritor, editor y promotor cultural.


¡Ay, ingrata! ¡Cómprame algo! hiram villalobos audiffred

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ste mercado de Oaxaca […] me parece guis” descritos en las relaciones geográficas el mercado más igual a los tianguis que del siglo xvi y xviii, y en los libros de los ardescriben los conquistadores en sus chivos novohispanos, sobre todo parroquiarelaciones. Para enumerar lo que se vende en les, señalaron esa intensa interacción social este mercado sería necesario un libro. Aparte durante los “días de plaza” o de la fiesta pade que es difícil conocer los nombres de tronal en cada uno de los pueblos y regiones tanto artefacto, de tanto bastimento, de tanta de Oaxaca. Toussaint lo observaba en 1926: baratija”1, escribía Manuel Toussaint en 1926. “El interés mayor del mercado lo presentan Con asombro hablaba de los mercados hoy las indias vendedoras. Viene desde pueblos denominados Benito Juárez y 20 de Noviem- remotos con uno o dos días de anticipación bre, espacios arquitectónicos de finales del si- […], venden la mercancía que han traído de glo xix. Como señalaba Andrés Portillo, hasta sus pueblos y compran lo que les falta”.2 1910 Oaxaca sólo contaba con cuatro: La Además del valor que tienen los roles Industria, Democracia, Sánchez Pascuas y, el femeninos en el mercado, debemos notar la más importante, el Porfirio Díaz —hoy Beni- rica interacción cultural entre los productoto Juárez. Éste fue edificado en 1893, por la res y consumidores en este tipo de espacios misma empresa inglesa que construyó el ferro- económicos, con o sin un lugar edificado. Lo carril, en un predio que había sido donado por importante es la relación de las acciones de el filántropo portugués Manuel Fernández Fi- los mercados con la producción, el consumo allo —a finales del siglo xvii y principios del y con los sistemas de distribución, como esxviii— para esa misma función: “La plaza del cribieron Bronislaw Malinowski y Julio de mercado”. Pero, lo más importante, existían la Fuente en su estudio sobre el sistema de otros lugares donde se realizaban estas relacio- mercados del Valle de Oaxaca de 1957:3 “Los nes económicas: la Plaza de Armas, los atrios mercados de México son felices cotos de cade las iglesias, las calles —estos espacios exis- cería para el turista interesado en la variada y pintoresca mescolanza de gente, objetos y tieron desde la Colonia y seguirán existiendo. Más que la mirada estética de Toussaint, costumbres”, pero, sobre todo, “compendia[n], en suma, la organización económica de cada llama la atención su referencia histórica y de roce antropológico. Efectivamente, los “tian- distrito y localidad”.4 1. Manuel Toussaint, Oaxaca, Oaxaca, Gobierno del estado de Oaxaca – H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, 1982, p. 75. 2. Ídem, p. 80. 3. Bronislaw Malinowski y Julio de la Fuente, “Economía de un sistema de mercados en México” en Acta antropológica, época 2, Vol. 1, Núm. 2, México, enah, 1957, p. 57. 4. Ídem, p. 19.

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Mercado de Juchitán. Autor: Edwin Hernández

Más allá del cliché de la admiración folclórica de los colores y sabores de Oaxaca, y de su asimilación en el consumo global de las expresiones y productos multiculturales, debemos valorar y reflexionar en torno a los procesos de producción, de trabajo doméstico o familiar, y de organizaciones campesinas, gremiales o comunitarias. Es decir, el tiempo invertido y el espacio geográfico, no sólo por el oficio en su elaboración o cultivo de los productos, sino por la biografía cultural de cada uno de estos objetos. Y como parte de esa historia de vida están las mismas prácticas en torno al intercambio. Lo que Malinowski y De la Fuente observaron: las diferencias en los precios de los productos, el famoso regateo —y las regatonas—, los marchantes, los pregones, los acaparadores, agentes, intermediarios, e incluso el trueque. Una variedad de estrategias económicas y culturales, de cruces lingüísticos y discursivos —¿Es lo menos?, ¡Totopo, wero!— que seguimos usando porque tienen sentido dentro de nuestra sociedad. Pero los mercados sufren actualmente de una discriminación reflejada en el consumo. La introducción, por demás estratégica en la

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distribución urbana, de los centros comerciales y minisúper; las ideas de lo marginal y la “delincuencia” que se les pretende adjudicar —sobre todo en la Central de Abastos—; y la construcción discursiva de calidad y distinción en el consumo, en detrimento de los mercados, han creado un impacto negativo. Sabemos que no podemos estar fuera de las realidades del sistema económico y de las necesidades del consumo, pero tratemos de ser conscientes de los procesos económicos locales, de nuestra realidad social, y no sólo de un consumo de lo inmediato, de lo necesario para el momento. No una asimilación mercantil de los productos, sino una integración a través del poder del consumo. Evitemos la destrucción de oficios y del trabajo local, y de las relaciones de producción locales. En pocas palabras, como dicen en el Istmo: ¡Ay, ingrata! ¡Cómprame algo!

Oaxaca, Oax. (1980). Antropólogo e historiador del arte.


Del regateo como una de las Bellas Artes luis manuel amador

Siento llegar tarde, Dorian. Fui en busca de una pieza de brocado antiguo en Wardour Street y he tenido que regatear durante horas para conseguirla. En los días que corren la gente sabe el precio de todo y el valor de nada. oscar wilde

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ntes que el capitalismo fue el mercado. guaje; cortesías y deferencias; las empatías, Antes que el monopolio estuvo la ne- afinidades o sus contrarios; nociones de espagociación horizontal, el barullo de la cio y tiempo; horizontes interculturales; tácplaza. Las transacciones con dinero llegaron ticas de presión, códigos cooperativos; mistedespués e, incluso, en acuerdos de hoy en día riosos mecanismos preferenciales; voluntad donde el dinero no interviene, no hay trayec- incluyente; diplomacia… to que omita la negociación en los cierres con apretón de manos. Ni tú ni yo Fuera de lo fraterno, vendedor y compra- Regla esencial: la cercanía o afinidad acortan dor jamás están tan cerca como en la comu- el tiempo del regateo, aunque las experiencias nión del regateo, trance ritual de toda socie- personales varían. Por ejemplo, María Luisa, dad con historia. mesera que sale del trabajo a medianoche, Regatear sólo es posible en la interlo- comenta cómo hace para tomar taxi hasta su cución entre iguales (bancos, supermercados casa en las afueras de la ciudad de Oaxaca: y otros establecimientos obligan a “contratos “Paro el taxi y le pregunto cuánto me cobra. de adhesión”, y uno se subordina sin nego- Si me dice 80, le digo que me cobran 50, y ciación posible: lo tomas o lo dejas). él dice ‘es lo que se cobra’. ‘Te doy 60, ni tú Según Aníbal Serralta, “el regateo pone ni yo, si ni tráfico hay’, le digo. ‘No, amiga, te a las partes frente a intereses opuestos, dado llevo por 70’. ‘Traigo 65’, le contesto. ‘Súbete que, mientras más obtenga una de ellas, me- pues’. De repente me cobran menos de lo que pienso y ya no digo nada.” nos obtendrá la otra y, con frecuencia, las dos quieren lo máximo”1 a obtener de una negociación concreta en el presente y sin plazos. Colmos del regateo En el regateo la experiencia es madre del Otra regla que parece no variar es “el que método y la ciencia. El añoso comerciante de menciona el primer costo pierde”. Aunque no la central de abasto le da dos vueltas al doc- siempre. A veces exige una sensibilidad alerta, tor en comercio internacional, en materia de de modo que regatear no resulte ofensivo o compras diarias. irrespetuoso. Raymundo, tendero de profeHay elementos claros en el buen regateo: sión, comparte una anécdota: “Un amigo mío la confianza; las emociones y sentimientos, quería comprarse un vocho nuevo con poco expectativas e impresiones; los usos del len- más de 10 000 pesos. De agencia costaba como 30 000. Fue el año en que dejó de fabricarse. En esos días un vecino mío acababa de 1. Anibal Sierralta Ríos, Negociaciones comerciales comprarse uno, pero su hijo había sufrido un internacionales. Texto y casos. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2005. accidente y le urgían 15 000 pesos. Le avisé

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a mi amigo y cuando llegó, le preguntó a mi vecino que cuánto quería. ‘15 000. Ya. Ahorita, llévatelo’. Y le extendió las llaves. No sé que tenía mi amigo en la cabeza, que le dijo ‘Te doy 5 000, en caliente, y di que te fue bien’. Mi vecino le mentó la madre y lo corrió de su casa.” No regatear Guadalupe, maestra universitaria, evita el regateo y refiere: “La verdad, yo no regateo. Claro, bien que cuando vamos al súper pagamos sin decir nada. Si le compro a un artesano, a una persona humilde que trabaja con sus manos, lo que pago siempre va a ser poco, ¿o no? Pienso que es igual si es un pastel o un huipil. Luego ni nos detenemos a pensar en el tiempo y el esfuerzo, lo que significa el trabajo de las manos de nuestra gente.” Trato igual, pero no tanto Desde la otra orilla, quien vende ejerce el arte de ofrecer lo suyo. Doña Josefina tiene un puesto de quesos y crema que atiende con sus hijos, y menciona sobre sus clientes: “A todos los trato igual y les doy el mismo precio. Claro que si son gente que ya conozco, les doy su pilón o precio especial. Hay una señora que me compra y tiene a sus niños en la misma escuela que mi hijo, y casi siempre le dan aventón hasta la casa. A veces le regalo un quesillito o algo. Hay que ser agradecidos.” Hortensia tiene una verdulería con su familia en la Central de Abasto: “Vienen aquí clientes de buen modo y hasta gusto da que saben comprar. También hay gente mañosa que trae puro billete grande. Los conozco. Dizque no traen más y quieren que les cobres nomás lo que ofrecen de cambio. Los que son groseros y luego quieren que uno les dé buen precio son los más codos y al final nadie les va a dar barato. Como tratas te van a tratar.”

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Seducciones Elizabeth trabaja en una oficina de gobierno. A su entender, el regateo es un asunto de tácticas que pueden operar también en beneficio del comprador como un “trato especial” de quien le compra: “Lo que se dice regatear no lo hago mucho. Pon que si yo voy a comprar algo en el mercado pues a la gente le gusta que le hablen chulito, más si son muchachos y les cierras el ojo [ríe] y hasta escogen lo mejorcito del puesto para quedar bien o te dicen ‘ya, déjelo así’ y ya no te cobran el extra.” ¿Cuánto ofreces? No se trata de reglas invariables, aunque debe tomarse en consideración que el regateo es un arte que se ejercita en las maneras y el trato, del que se puede desprender que la empatía y afinidad acortan el tiempo para resolverlo. El que menciona el primer costo pierde. Hay tres fases en el regateo: oferta inicial, negociación y cierre. La cantidad de clientela es inversamente proporcional a la posibilidad del regateo. Los supermercados, los bancos y ciertos establecimientos comerciales no son terrenos para regatear. La amabilidad y la cortesía garantizan mejor el éxito en el regateo. La tenacidad también marca la pauta en la negociación. En la muchedumbre del mercado es fácil perderse si no aprendemos a mirar el paisaje. Hay que abrir los sentidos para encontrar la familiaridad en nuestros semejantes, entre otras cosas que a diario descubrimos, pedimos u ofrecemos, y que hacen la vida grata, llevadera. nota: los nombres de los entrevistados han sido cambiados para preservar su privacidad. Juchitán, Oaxaca (1975). Escritor, editor y gestor cultural. Twitter:@luismanuelamado


Los mercados vistos desde adentro antonio calera-grobet

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uando los llamados “del continente” se arrojaron al mar a graduar la utopía se toparon con nuestra otredad. Un rostro oculto de la raza humana que les serviría de espejo. No pudieron más que conmocionarse: y ésa es la palabra justa, ya que se trató de un duro y súbito reacomodamiento de su logos. Cómo no, si se habían topado con la impresionante estructura de MéxicoTenochtitlán, una ciudad vertebrada con mayúsculas, proveniente de una cosmovisión bien arracimada con sangre y sudor sobre su tierra, que no pedía nada en absoluto, desde sus parámetros claro, a las ciudades del viejo mundo. No la pureza o virginidad salvaje y selvática de una cultura, que hubiera podido ser tan oscura como la piel de sus moradores, sino el complejo orden de una civilización fincada de cara a la luz de sus ideas. Y de verdad se trató de un doble golpe. Por un lado, los movió la exactitud de su traza, que equilibraba una estupenda disposición espacial (la majestuosidad de sus templos o santuarios, palacios, habitaciones de los ciudadanos comunes, en fin, su solución arquitectónica, la estética de su profusa realidad tridimensional), pero también, con todo poder, lo que ello protegía, preservaba en todo su fulgor poético: la vida misma, un rico ecosistema de poblaciones en paisaje, hecho de ríos de gente en interacción de oficios, placeres y ocios, conectados por relaciones de

todo tipo —rituales religiosos, negociaciones políticas, meros tratos civiles— y en el que la parte más visible de tal panorama vital fue de siempre, y sigue siendo, su mercado. Ahí en algún punto digamos epicéntrico, situado a la mano de los pobladores, aséptico, apolíneo en sus diversas secciones, clasificaciones (y vigilado, por cierto, permanentemente por autoridades para evitar cualquier problema entre vendedores y compradores), el mercado armado con esmero y limpieza, y en él todos los productos existentes a lo largo y ancho de la tierra indígena. No sólo las endémicas del altiplano central sino tantas otras de otras latitudes. Espacio y tiempo. Porque un mercado también es tiempo y en uno, como este todo, está fresco: porque simplemente no pudo haber sido de otra forma. En palabras del europeo: epifanía, cuerno de la abundancia, viña del señor. Edén. Para nosotros, simplemente los frutos del aguay de la tierra esparcidos para provecho de los naturales, la economía engarzada por el truque del tianguis. Y por sólo unos canutos, un poco de cacao. En la jerga actual: esplendor en el espacio público, patrimonio vivo, efímero, intangible, de profusa organoléptica: olor, sabor, color, textura. Idiosincrasia profunda porque vistos a profundidad, es decir no sólo enumerando el inventario acostumbrado de todo lo que se puede hallar en ellos (que seguro es todo lo habido y por haber), los mercados son junio 2013 | 41


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ese lugar arquetípico, zona concentrada de sentidos, de fenómenos identitarios que reclaman su estudio no sólo por la antropología o la sociología sino por la filosofía. ¿Qué si no eso es lo que se trafica realmente en ellos, más allá de lo concreto, objetual, fuera de lo relacionado con la compraventa de comestibles perecederos o insumos para el abasto de las poblaciones? Nada. Ahí se juega la cultura misma. Ése es el terreno de juego para la proliferación masiva de mensajes, el espacio idóneo para la infección o contaminación de éstos, que son formas de conducta y pensamiento. Ahí, en sus puestos delimitados por una tela, por un cordón, por la mera estivación de lo vendible (expresión mínima de la arquitectura), los mercados reproducen, por un simple modelo de imitación, todo lo que ahí surja o llegue en su dimensión cultural (ahí distinguimos y copiamos las modas en diferentes ámbitos, lo que los grupos de líderes prefieren o no usar para vestir, lo que las multitudes gustan o aborrecen de escuchar, acostumbran o detestan comer), es decir, lo que se siembre y coseche por su población en términos trascendentales de historia y destino: noticias ocultas, secretos a voces, preguntas que no se desean o saben responder, mentiras como verdades y viceversa (su punto medio que son los rumores, los chismes, las leyendas), lugares comunes o certezas empíricas, y también miedos, misterios, alegrías, deseos. En otras palabras: ahí en los mercados el vaivén de los temperamentos colectivos, los estilos de época, el genio de los pueblos, la manera que tiene un grupo de pobladores unidos por un territorio y un mismo gobierno, de entender la vida y la muerte y la forma de transcurrir el tiempo que las separa: su mitología, su cosmogonía.

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El mercado nunca más como un mero lugar en donde pagamos por comestibles que nos mantienen con vida, por artículos para el cuidado de nuestra persona o herramientas para el mantenimiento de nuestra vivienda. Refractarios a su estudio somero, los mercados se plantan de manera más profunda en las raíces de su tierra. Ahí por ejemplo, el nivel de sofisticación del pueblo que lo propone. ¿O no es posible inferir, deducir por lo que se expende en él y su mayor o menor consumo, algo sobre su personalidad? ¿En temas como la higiene personal, el modo de comer o vestir, la concepción del trabajo, la práctica del culto o la proclividad al ocio? Así es: el mercado como diccionario de símbolos que permite comprender el carácter de su población: la digestión de usos y costumbres, los vicios y virtudes ocultas bajo su superficie. Ahí un lindero de nuestra capacidad de abstracción, donde se funde y reproduce nuestra cultura. Más que en las instituciones educativas, los aparatos ideológicos de cualquier tipo de gobierno, por el simple hecho de ser una zona de transfusión de elementos no tangibles, de origen insondable. El mercado pues como una de tantas máscaras que tapan el vacío de la significación, cuyo dorso nos enseña la pura oquedad, el vacío, la nada. Y es más: en la naturaleza profunda de los mercados, el punto de partida, quiebre y retorno de nuestro propio lenguaje. En donde, valga la mofa, se maneja lo que viene siendo lo que es y lo que no es. México, DF. Escritor. Editor de Mantarraya Ediciones. Es autor de Carajo. Personas, animales y cosas en el fin del mundo (2012). Escribe para el sitio de internet de la revista Letras Libres. antoniocaleragrobet@yahoo.com.mx.


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Otras formas de medir gabriel elias

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n algún momento no era necesario medir con precisión. O no con la precisión voraz de hoy. No era necesario cultural, socialmente. Cuando caminamos por el mercado de Zaachila no parece haber refugio para las antiguas formas de medir. Pero tras unos tacos de carnitas y la interpelación de un vendedor de chintestle, “es para que no les dé el pasón”, encontramos un puesto en donde se venden formas viejas de establecer proporciones, un puesto donde el señor Betomacho ofrece una variedad de estas medidas. Hace algunas semanas habíamos conocido a Moisés, un reivindicador de los juegos de destreza. Sus artefactos, confeccionados en madera, recuerdan lo que vemos en el puesto de don Betomacho: bastones de este mismo material, carros gigantescos, y una pila de almudes. Los almudes parecen cajas breves de madera sin tapa. El almud ostenta cierta longevidad: “Los almudes ya se usaban desde hace 150 años, eran las primeras medidas porque antes no se usaba la báscula”. Descubrimos después que el almud se usaba desde tiempos de la Colonia, y que su valor exacto es difícil de precisar. Nos explica Betomacho: “El almud son cuatro kilos, vamos a hablar del medio almud, que son dos kilos, el cuarto que

es un kilo, del medio cuarto que es medio kilo, y de la mitad, que es la mitad de medio kilo: ésas son las medidas antiguas que existían”. Una breve investigación arroja resultados variopintos: su equivalencia en litros es —en México— de 7.568 litros. En términos de peso, en Venezuela, varía entre 9 y 50 kilogramos. Aquí no impera el valor exacto, lo consistente. Los almudes, como el regateo, no son fórmulas fijas. En su inconsistencia — como en la inconsistencia de la historia— está su operatividad y su vigencia. Y está, también, una poética de viejos tiempos. Que el intercambio y venta de “mercancías” no dependiera de una precisión avasalladora — como la del dinero— indica, por lo menos en términos generales, que el único valor en juego, cuando se pensaron estas medidas, se socializaron, no era la ganancia. almudes, fanegas de memoria Ávido de plática, solicitado por marchantes, Betomacho nos hace saber —así, solamente con su memoria— que es portavoz de un mundo casi extinto que extiende aún vigencia al siglo xxi. Lo que nos cuenta es apenas un cuarto de almud —en términos de volumen— de las historias que ha vivido: “Aprendí a los

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Ante nosotros, un carpintero, padre de familia, orgulloso exalcohólico, provee una forma de medir que no depende de la exactitud para ser válida y útil, de la misma forma en que el tiempo, en los lugares donde la prisa y la puntualidad son baladíes, no necesita de la aprobación de un reloj. diez años […]. Un padrino que tenía yo, me dijo que fuera a aprender carrocería [confección de objetos de madera como las carretas], porque hacíamos carretas de las que jalan los bueyes, con rayos de encino, camas de encino”. Las memorias de este carpintero de medidas están contenidas en las antiguas formas de medir que conoce: “Ahorita lo que se sigue usando son los cargadores de carrizo, había canastas de 15 almudes de tomate de cáscara, y había cajas de 25 almudes que eran de rejas”. […] Usé la [báscula] romana, una flecha larga con números de kilos hasta el 100, que se colgaba de un armazón de palos. Se usaba para el maíz, porque se pesaban 100 kilos de maíz, que era una fanega, 25 almudes, pero era más porque los 12 almudes eran los 100 kilos. […] Para que se fuera tranquilo el cliente se le daban los 25: su pilón o puño, como se le llamaba, porque se sembraba mucho”. Nos hemos encontrado con alguien que quiere relatar. Y a pesar de que interrumpimos su labor de venta, Betomacho pasa por sus memorias, por objetos y palabras que viven más en él, que en el mundo que rodea el mercado, donde habitan otras más precisas y grises formas de medir. Hacia el final de la conversa, este maestro carpintero nos dice que quiere que le hagan un libro: “si yo escribiera un libro no se imagina todo lo que podría escribir”.

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Pero estamos aquí para saber por qué las medidas de antiguo uso tienen todavía relevancia. Ante los kilos, ante los Wallmarts, ante un mundo que exige precisión de la misma forma en que exige aniquilamiento, los almudes —y también la fanega y el bote de aceite— subsisten con una función, continúan siendo vitales y reivindican aquí, si bien acechados por las usanzas modernas, otra forma de entender lo que ahora se llama comercio: “tengo unos 30 años vendiendo estas medidas, no puedo dejar de hacerlas porque soy el único que [las hace]”. En efecto, mientras platicamos con él, muchos acuden a comprar: “si dejo de venir una semana sufren porque la gente económicamente dice, dequiochodías me la llevo, porque van a empezar a vender cacahuate”. utilidad poética No estamos ante un puesto de curiosidades encantadoras, pero inútiles. No estamos ante un vendedor de chácharas. Nos cuenta Betomacho que productos como el cacahuate, aún se miden con base en esta especie de cubos de madera, cuyo valor en términos de comercio rivaliza con su valor poético: “Aquí en Zaachila todavía venden el cacahuate y el maíz, y muchos lo compran con la misma medida [de almud] que es cuatro kilos. Hay distritos, por ejemplo de Huajuapan, Nochixtlán, en que


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Baratillo de Cuilápam de Guerrero

reinan las medidas de cinco litros, pero allá, por motivos de que no pueden llegar las medidas de madera, usan el bote de aceite”. Ante nosotros, un carpintero, padre de familia, orgulloso exalcohólico, provee una forma de medir que no depende de la exactitud para ser válida y útil, de la misma forma en que el tiempo, en los lugares donde la prisa y la puntualidad son baladíes, no necesita de la aprobación de un reloj. Esto nos enseña una lección y nos recuerda que aún muchas formas de ganarse la vida, de la compra y venta que esto implica en distintos niveles, escapan todavía al carrito del supermercado, a la caja registradora, a las ofertas masivas, a la marcas perennes… o a las granjas.

imprecisiones. Por alguna razón gravitamos a donde una señora, que inmediatamente se percata de nuestra ignorancia, vende puercos de tamaños diversos. Ella nos resuelve el enigma del nombre de estos mercados. “Se llaman Baratillos porque a alguno le sale barato, al cliente o a uno. Puede ser que uno venda barato lo que ya no se vendió y entonces a uno no le salió bien el negocio, pero puede ser que el cliente encuentre aquí más barato lo que buscaba que implica victoria para el cliente y para uno”. El nombre se refiere a la negociación, al regateo, a la posibilidad de encontrar un precio común, que no se tiene en las granjas, otro lugar donde puede comprarse el ganado que aquí vemos —puercos, chivos, borregos, es decir ganado menor. baratillos: la cosa es a quién La forma en que platicamos con la dueña le sale barato del puesto de chanchos indica que aquí tamTras platicar con Betomacho, emprendemos bién se vende con la palabra, con la conversael camino hacia el Baratillo de Zaachila. No ción. Teniendo en mente que la persona con la sabemos aún por qué se llama así a este tipo de que se intenta una transacción es alguien con mercados —donde lo que se compra son ani- quien se puede bromear, incluso intimar, y sin males, ganado mayor y ganado menor— pero perder de vista, claro está, que la cosa es que esperamos encontrar también pistas de lo que a todos, en la medida de lo posible, nos salga nos incumbe aquí: dar cuenta de las formas barato de forma digna. de comercio que resguardan en su interior modos de vender mercancías que aún conser- *Con información de Mich Hernández. van en su esencia gestos, dominio del lenguaje México, D. F. (1977). Editor. Estudió Letras Inglesas —halagador, diplomático, poético—, picardía, en la unam.

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Mercamadrid, la ciudad y los flujos alimentarios montserrat cañedo

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ercamadrid es el nombre del mercado mayorista que abastece al área metropolitana de la ciudad de Madrid, con sus casi seis millones de habitantes. Más del 65 por ciento de, por ejemplo, las frutas y verduras frescas que se consumen en la capital de España, pasan por el nodo comercial y logístico de lo que un planificador urbanístico llamaría un importante “equipamiento” de la ciudad: el que garantiza su abastecimiento alimentario más básico. Se trata de un complejo de más de dos millones de metros cuadrados, que se estructura alrededor de tres lugares de mercado diferentes —frutas y hortalizas, pescados y carnes— arropados por un buen número de empresas de servicios a lo que, en el lenguaje comercial, se llama la “cadena alimentaria” (frío, manipulación-envasado, transporte y logística, servicios financieros, etcétera). Mercamadrid se localiza a las afueras de la ciudad, en un nudo de carreteras que obliga de facto al acceso en automóvil. Puede verse, “el merca”, —que por este nombre es conocido entre quienes lo frecuentan—, como una ciudad dentro de la ciudad, circunscrita por las fronteras materiales de los torniquetes que franquean el paso a la entrada y exigen prueba de identidad (“sólo compradores autorizados”) y pago del peaje estipulado. Esta imagen de la ciudad dentro de la ciudad da cierto juego a la hora de describir cómo es este mercado. Por un lado, podemos acercar el zoom y observarlo como el microcosmos en el que diariamente convergen del orden de 25 000 personas; un nodo de interacciones sociales complejas que vendría a ser una formulación contemporánea de ese anti-

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guo vínculo de lo urbano con el lugar del intercambio. Así, en una perspectiva histórica, el Mercamadrid se creó (por fases) a partir de los primeros años 80, como una evolución y una integración de los mercados centrales anteriores, que databan de los años 30 y estaban ubicados en el área central de la ciudad. Fue precisamente este emplazamiento y las dificultades de conciliar la actividad mercantil con el tráfico urbano, junto a la falta de espacio para el volumen de operaciones que imponía el censo de población y la insuficiencia de instalaciones adecuadas, lo que determinó la necesidad de un nuevo modelo de mercado central, que tomó la forma del Mercamadrid. Un nuevo modelo consonante con una nueva visión de la planificación urbanística, desde la que comenzaría a imaginarse la ciudad en términos de flujos, áreas metropolitanas, redes de comunicaciones, coronas logísticas, etcétera. Asimismo, el merca vino a ser una encarnación de la obligación (y el derecho) de las administraciones públicas a regular los flujos comerciales urbanos con vistas a garantizar la llamada “seguridad alimentaria”, esto es, el abastecimiento de una gran ciudad cuyo ordenamiento depende, en gran medida, de ella. Así, la empresa mixta que gestiona el merca está participada en un 51 por ciento por el Ayuntamiento de Madrid, y en un 49 por ciento por otra empresa pública, mercasa, vinculada al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El uno por ciento final del accionariado de Mercamadrid sa lo componen asociaciones gremiales y otros usuarios. El nuevo modelo de mercado mayorista integrado contribuyó a la encapsu-


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lación progresiva de los flujos comerciales de los alimentos perecederos dentro de lo que Giddens ha llamado “sistemas expertos”, esto es, formas de organización —complejas articulaciones de prácticas, instituciones, protocolos, legislaciones, tecnologías, entre otros— desancladas, abstraídas, desconectadas de las condiciones locales de la interacción presencial. Muchos han visto en esto una pérdida, leída en clave de una ausencia de alma del mercado, que se habría convertido, de este modo, en un espacio burocrático más, de los

trasunto de nuevas demandas y de cambios sociales paralelos le dan calor y color a este gran mercado: los técnicos de la “higiene alimentaria”, esos otros que velan por la “transparencia del mercado”; los que se ocupan del banco de alimentos, o quienes organizan las complejas tareas de reciclado de basuras, entre tantos otros. Y no sólo las personas, sino los instrumentos y los protocolos que, junto con la acción humana, dan forma a las múltiples actividades en las que, un día y otro, consiste la actividad del merca. Los paneles infor-

El nuevo modelo de mercado mayorista integrado contribuyó, de algún modo, a la encapsulación progresiva de los flujos comerciales de los alimentos perecederos dentro de lo que el sociólogo Giddens ha llamado “sistemas expertos”, esto es, formas de organización. muchos que alberga la ciudad: un mercado frío. Pero la temperatura sube con la proximidad, y a pie de calle se observan en el Mercamadrid antiguas imágenes de los mercados urbanos: tradiciones y redes familiares dedicadas al negocio durante generaciones, vínculos de confianza que asientan los negocios, modos del trato que implican un sutil saber hacer aprendido en la escuela de la práctica, rituales cotidianos. En suma, todo lo que hace del merca un espacio de sociabilidad y de la economía una dimensión incrustada y transversal al resto de las dimensiones de la vida humana. Los ritmos cotidianos del merca componen una coreografía que es una parte y una imagen fractal de la totalidad de esa coreografía que es, en sí misma, Madrid en cuanto gran ciudad. Pero también otras escenas,

mativos, cuya seriedad de indicadores viales contrasta con el toque infantil de lo que señalan. O esa otra imagen, omnipresente, que en su desolación viene a ser la imagen de lo que no tiene imagen (habitable): el tráfico constante de vehículos y contenedores metálicos en aparcamientos infinitos. Cuando una observa las mercancías que entran de madrugada en los camiones, las que salen en los vehículos más grandes o más pequeños de dueños de restaurantes, transportistas de supermercados o pequeños fruteros, imagina otra perspectiva para describir el Mercamadrid: la del nodo en una gran cadena de flujos entrelazados, que unen al merca con Madrid y a Madrid con el resto del mundo, y que componen una imagen de la muy extensa y compleja cadena alimentaria globalizada de

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nuestros días. Las estadísticas que semanal y mensualmente se producen desde el merca informan sobre la procedencia de los alimentos y permiten imaginar nuevas topografías en las que Madrid aparece vinculada con Argentina a través del movimiento de calabazas, con Marruecos vía el propio de los ajos, con Bélgica a partir del tráfico de guisantes, con Israel circulación de aguacates mediante o con México gracias a los movimientos de garbanzos. Considerando estos flujos en el espacio-tiempo global, Mercamadrid es una imagen a escala del modelo just-in-time. Este modelo es impuesto por la logística de los movimientos de la mercancía y se orienta a una circulación permanente en la cual la coordinación logística, tecnológicamente híper-mediada, está orientada a un ajuste “perfecto” entre oferta y demanda, evitando los stocks y las mermas, y haciendo equilibrios en la extendida malla de una red comercial global en la que bienes muy perecederos viajan hasta cientos de miles de kilómetros para ser consumidos por urbanitas exigentes. Siguiendo este eje, podemos observar cómo el rol del merca se transforma en estos nuevos paisajes de la economía contemporánea: su función como espacio de la venta al por mayor deja de ser central ante el empuje de las

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grandes cadenas de supermercados y las nuevas reglas del juego. A través de sus centrales de compra, los supermercados adquieren los productos en origen, a menudo en el marco de contratos detalladamente estipulados que regulan al máximo las condiciones de venta. El rol del merca como espacio del intercambio mercantil se reduce en favor del mercado como espacio logístico que provee las condiciones materiales y tecnológicas necesarias para que los flujos comerciales puedan tener lugar. Un objetivo que interpela también a los planificadores urbanos, muy conscientes de cómo estos movimientos constantes de mercancías impactan sobre el territorio urbano, creando y desarticulando espacio-tiempos, y de cómo la forma de la ciudad no es ya pensable al margen de la forma del merca: del Mercamadrid como lugar de mercado urbano, pero también como nodo en un cadena de relaciones que ata, de una manera propia y singular, a esta ciudad en particular con el resto del mundo. más información: www.mercamadrid.es wwwmercamadridvisualizar.wordpress.com Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas y doctora en Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid.


entrevista

Instantáneas de la Central de Abasto(s) óscar tanat

estamos en uno de los pasillos de la Central de Abasto(s), es viernes, no hay muchas personas circulando, pero hay bastante actividad comercial, no como antaño, cuando el mercado reunía a personas de todos los estratos, de diferentes pueblos y países. Desde hace más de 20 años a la relojería de mis padres llegaban personas que hablaban otro idioma, a veces yo los atendía, unos vestían humildemente, otros eran güeros. Los relojes se vendían bien, no había celulares en aquel entonces. Mi padre trabajaba milimétricamente con las máquinas, yo sólo les ponía las pilas. Mientras tanto mi madre, al tiempo que discurría con un cliente sobre las virtudes y defectos de tal o cual reloj, miraba de reojo a mi hermana de seis meses cuya cuna era una caja de huevo —de esas que dicen Socorro Romero Sánchez. Vivíamos pendientes del tiempo, pendientes de la exactitud del trayecto de la manecilla en un segundo. Hoy los segundos se siguen sepultando, el tiempo ha desplazado incluso a los viejos relojes, pero el mercado ahí sigue, quizá ahora luce más vacío, pero no menos diverso. Había que hablar con la gente que ahí trabaja, preguntarles algo, lo que sea. Y así lo hicimos. He aquí algunas voces.

*** Vendedor de legumbres —¿Cuánto tiempo lleva aquí, vendiendo? —Como 30 años, porque mi esposa vendía en el 20 de Noviembre, y luego se vino para acá. Yo lo que me pongo a pensar a veces es que el arquitecto o el ingeniero que trazó el mercado no lo trazó bien. Mire, yo le voy a decir una cosa, en este lugarcito debieron hacer un canalito, porque a veces cuando llueve el agua llega hasta las rodillas, hubieran hecho un canalito en todos los pasillos. Los productos [con el agua], pues se echan a perder. Ahorita estoy solo, porque somos varios, tengo a cuatro de mis hijas, mi esposa, mi nuera, y otras chamacas vendiendo afuera, pero como están vendiendo afuera yo tengo que estar aquí, por decir, escogiendo el aguacate. Me lo piden y ya yo lo mando. Porque en lo que voy, pasa un desgraciado y algo se lleva. —¿Algo bueno del mercado? —Antes teníamos hasta 70 bultos de aguacate, y se vendían. Pasaba mucha gente. Nomás se vende porque están mis hijos allá afuera. Algo bonito del mercado es que entregamos a todas las taquerías de allá afuera, es lo único. El Día de Muertos nos dan unos puestos allá afuera [del mercado], y estos [adentro] nomás los ocupamos como bodega. No es como antes que aquí se ponía toda la gente.

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entrevista

Tortillera —Cuéntenos sobre la vida en el mercado, la venta de las tortillas. —Uy, en la tortilla no hay nada de venta, y venimos aquí a gritar tlayudas o blanditas, y nadie nos compra. Yo vengo desde que tenía 12 años, aquí gracias a dios vendiendo-comiendo. Anteriormente sí vendíamos las tortillas, estábamos más unidos, ahorita hay mucha delincuencia y la gente ya no entra. Ya no vienen a comprarnos como venían antes. Antes nosotros llegábamos y vaciábamos nuestro bulto y vámonos. Ahorita nos estamos cinco, seis horas y no vendemos como debe ser. Venía con mi mamá, con mi abuelita. Ahorita ya no, ahora vengo yo solita, porque ya me siento abuelita.

Comerciante de granos y semillas —¿Y en estos últimos diez años, cómo ha sido la vida aquí? —Pues para nosotros bien, no nos quejamos. Estamos al día también, ora sí que sacando para los frijoles, porque los niños también tienen que comer. En el mercado estamos a lo del diario. Qué le puedo decir, hay días buenos, hay días malos. Ahora sí que al cliente hay que ponerle buena cara, hay que tratarlo bien. —¿Y las ventas? —Bajísimas, también los centros comerciales nos quitan más el día a día. Tienen estacionamiento, y ahí la gente tiene su carrito para comprar. Aquí no hay lugar para estacionarse, y luego los rateros. 50 | junio 2013

Vendedor de flores —¿Cómo llegó al mercado? —Trabajábamos en la calle de Mina, este mercado [el de Abasto(s)] casi va pa’ los 40 años, ya cuando se fundó este mercado nos trasladaron. Yo soy productor de flores, soy de San Antonino Castillo Velasco, precisamente este día viernes que es el tianguis allá afuera, ahí llegan los que no tienen su puesto. Entonces se instalan allí para vender el producto que siembran. Y precisamente las rosas se empiezan a producir ahorita en San Antonino, porque antes no, era la pura verdura o flores más sencillas: la nube, las margaritas, la penumbra. Hace como 15 años me vine para acá.


entrevista

interesa. Es la razón de qué mucha gente esté mendigando. Antes venían nada más un día martes [los comerciantes poblanos], tenían derecho de venir, nadie impide de que vengan, también tienen derecho. Pero también antes consumíamos mucho con ellos, entonces ya no podíamos vender lo que ellos nos vendían, porque ellos nos venden a un precio y ya en la tarde lo malbaratan. Y eso nos perjudica, porque lo compramos a un precio y ellos lo dan a medio precio de cómo lo compramos, y la mera verdad eso fue lo que generó mucho vendedor ambulante, que bajan a malbaratar la mercancía. Desde que se fundó este mercado cada quién ve cómo mejorar su puesto. Nunca nadie ve si tenemos agua, luz. De día andan asaltando a los clientes, robando. Hay mucha inseguridad, por eso es que el mercado ha bajado, porque la gente teme, y se van a los centros comerciales. Hemos estado en decadencia en vez de tener mejoras. El valle de Oaxaca prácticamente se está manteniendo con productos de Puebla, y el campo de Oaxaca está por los suelos, teniendo tanto campo, tantas maneras de producir. No tenemos medios de cómo continuar nuestra producción, para abastecer la necesidad del estado, cuando menos eso. A consecuencia de que no hay apoyo, los de Puebla nos están invadiendo en todos los aspectos de producción. Si producimos cien cajas de tomate, meten mil cajas y nos bajan el precio fácilmente. Ahorita ya mero están entrando casi diario, ellos. Nos están invadiendo, ya no podemos vender como antes. Era una fuente de trabajo que nos favorecía mucho, porque de ahí sacábamos para el sustento, y ahorita ya no. —¿Han hecho algo al respecto? —Existen documentos firmados desde antes de que va a haber un control, pero es más la situación de la mafia, y qué les importa la gente humilde que está luchando, trabajando, no les

Cacahuatera —¿Cómo es el negocio de los cacahuates? —Es un negocio muy bonito, esto es una medida tradicional [señala una pequeña caja de madera], está es pequeña, es de tres cuartos. Puede tomarle una foto. Éste es un negocio familiar, mi padre lo siembra en Zaachila. Desde las abuelas aquí hemos venido a vender. Bendito dios que sí se vende bien. A lo largo del tiempo sí han bajado las ventas. Antes llegaba uno y sentado vendía uno, y ahora sí hay que salir a caminar. Productos esotéricos —¿Llevan mucho acá? —Llevamos 23 años acá. Hay muchos factores que nos van rezagando, pero nos invadimos, en vez de hacer más amplios los pasillos los reducimos más, o pasa un diablero en los pasillos o pasa el cliente. Y un poquito que nuestros dirigentes han cometido errores garrafales, nos han tapado las entradas. Nos han encajonado. A lo mejor sí venden los de alrededor, porque están a la orilla. A la gente ya como que le da miedo meterse un poquito, por la inseguridad. Pues nosotros ya nos estamos acostumbrando. En Semana Santa antes eran muy buenas ventas, ahora son nada más dos días y lo demás nada. Antes no nos dábamos abasto. De este tipo de negocio, a lo que más recurre la gente junio 2013 | 51


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aquí son las veladoras. A parte de ser tradicio- Verdulera nales, la gente tiene mucha fe para los santos, —¿Todavía es posible vivir del mercado? para el descanso de alguien o pa’ los entierros. —Pues mucha gente sí quiere porque por aquí Entre mejor surtidos estemos aguantamos es un poquito menos. Aquí sí compra la gente, más la crisis. Lo que raramente se vende, pues en otra parte es más caro. Aquí le rinde a la las lociones: se venden un poquito más despa- gente otro poco su dinero. Le rinde más venir cio. Lo más carito es lo que se rezaga más. acá, aunque con miedo, pero viene. Hay unos que de plano sí se enojan y ya definitivamente Carniceros no vienen. Viernes y martes es el tianguis —¿Cómo ha cambiado el mercado a través de afuera, y adentro todos los fines de semana. los años? —Nosotros no venimos diario, nomás puros —¿De dónde vienen las frutas y verduras? días de plaza, martes, viernes y sábado. No —Las verduras vienen de los valles. Pero la sabemos mucho. Aunque nos han prometido fruta viene de otra parte, de México, de Puemuchas cosas y no ha cambiado nada. Gra- bla. La fruta se la compramos a productores cias a dios nosotros sí vendemos, pero mucha grandes, y lo demás a pequeños. gente se queja de que han bajado sus ventas. Esta carne viene del valle, de San Antonino, Zaachila, de diferentes pueblos. Aquí los productos son frescos. Viene gente de diferentes pueblos del valle, o de Puerto Escondido vi- Oaxaca, Oax. (1984). Escritor. enen a comprar en cantidades. oscartanat@hotmail.com @scartanat

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El mercado en imágenes paola ambrosio lázaro

en busca de un fruto fresco, de adquirirlo al mejor precio, de platicar con el marchante, de vender todo lo cosechado, así es como un mercado existe. El bullicio siempre advierte un arduo trabajo, el vaivén entre compradores y comerciantes. Una vida a la que no pocos han recurrido, sea para curiosear o conocer. Cuántas vistas tenemos de este espacio, desde fotografías, pinturas, grabados y demás, que han tratado de atrapar parte de este ser mexicano. Baste preguntar ¿con qué mirada han pasado por allí? Abordaje a los mercados mexicanos José María Velasco (1840-1912), con motivo del jubileo sacerdotal de León xiii, pintó La Catedral de Oaxaca, en 1887, y enmarcó este majestuoso edificio con la presencia indígena en la vendimia habitual. La plaza parece pequeña comparada con el recinto religioso. Sin embargo, el pintor mexicano escogió representar la concordia entre estado laico e iglesia a través de una de las prácticas comerciales de la época, quizá una de las más importantes para el estado: la venta de alfarería. La oferta de comales, ollas, cántaros y demás objetos de cerámica quedó registrada por Juan B. Carriedo, en 1847, al existir un espacio dedicado exclusivamente a esto, “La plazuela, llamada antiguamente Plaza de Cántaros, porque en ella se hacía el mercado de todas las piezas de alfarería trabajadas por los indios”1. En la imagen, parte del atrio y de la calle sirven para ofrecer estos productos. Allí arrieros, señores y damas que acuden a misa o van de paseo aprovecharán para comprar lo necesario; algunos puestos se

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favorecen de la sombra de los muros para exhibir sus productos. Y la vida que podía tener tanto la iglesia como el palacio, parece estar sujeta a este pequeño mercado, que luce tan limpio y silencioso. Aunque remarca el orden que vivía la ciudad, no deja de presentar esa convivencia, ese encuentro entre extraños y propios, todo a través de la compraventa. Hay un bullicio que apenas percibimos, pero que existe. En cambio, el mercado ordenado, casi apacible, lo encontramos en un cuadro de Johann Moritz Rugendas (1802-1858), uno de los tantos viajeros que visitó México y que dejó dos particulares muestras. En Plaza Mayor de Córdoba (ca 1831-34), en una forma casi homogénea, distribuye a los vendedores, sus productos, animales y puestos. Todo enmarcado con las casas, con la iglesia tan detalladamente representada en su cúpula de cerámica y torre de columnas. Las ofertas entre marchantes se esfuman en un espacio tan amplio. Prefiere personajes solitarios, más que un aglomerado e indescifrable mercado. En este cuadro, el pintor alemán no se entromete más. Sin embargo, en La reina del mercado (1833), otro de sus óleos, convergen clérigos, léperos, chinacos, junto a las amas de casa, niños y demás personajes que preguntan por los muchos productos expuestos en un puesto gobernado por una dama que ocupa una posición dominante: trepada en lo alto, ofrece uvas, plátanos, legumbres y demás productos por encima de todos sus comprado1. Juan B. Carriedo, Estudios históricos y estadísticos del estado libre de Oaxaca, México, Talleres Gráficos de Adrián Morales, 1949, (1ª ed. 1847), p. 245


visuales

res. La mirada de Rugendas —como la de muchos otros viajeros— demuestra su curiosidad, sus ganas de compartir lo vivido, pero también presenta ese ideal mexicano que el extranjero tanto comenzaba a buscar. Enmarcadas en un modelo costumbrista, estas imágenes se realizaron muchas veces bajo una mirada extranjera, para un público básicamente europeo, interesado en el exotismo de otros mundos. Durante el siglo xix, así fue como se conocieron los mercados mexicanos: viajaron en estampas publicadas en libros, albúmenes, revistas ilustradas, entre otros soportes. Hoy juegan un buen papel por el registro que exponen, son testimonios peculiares que también nos permiten entender una época, pero sobre todo un entramado simbólico: la plaza y sus actores. Una visión peculiar la tuvo José Agustín Arrieta (1803-1874), porque parece conocer a cada uno de los personajes que visitan el zócalo de Puebla en día de plaza. No sólo se trata de presentar a los tipos populares mexicanos, sino sus virtudes, pasiones, vicios y necesidades. En sus pinturas existe una demanda, un acercamiento más humano. Por ejemplo, representó El mercado de Puebla en el zócalo y Escena de mercado con dama no sólo para registrar una fuente emblemática con su gran escultura —o los magníficos edificios coloniales o las monumentales iglesias— sino que bajo esas mantas de los puestos, entre ese conglomerado de huacales, animales y gente, le presta atención a la vivencia que este espacio les permite a los mendigos, a las chinas, a los catrines, a los soldados: una multitud dispuesta a convivir.

Este ambiente que sofoca y da calor, también, fue litografiado por el mexicano Casimiro Castro (1826-1889) con La calle de Roldán y su desembarcadero (1855). Carlos Monsiváis escribe: “Sin duda se trata del clímax de la representación popular en el México del siglo xix, del frenesí de compraventa que llamamos tianguis […], la multitud que se distribuye con armonías inesperadas, los poderes del abastecimiento, la variedad y la uniformidad de tipos humanos, la paciencia y la prisa, el laberinto y las figuras que se cuelan entre los intersticios de la masa”. 2 Donde es casi perceptible el ruido, la oferta y la demanda. El entramado que no muchos han podido entender. Existen otros ejemplos, como el famoso Mercado del Parián o los muchos fotógrafos, como Charles B. Waite, Hugo Brehme y artistas que se han ocupado del mercado. Pero de esta breve muestra, tomamos que no siempre se quiere vivir esa existencia. Algunas miradas son distantes, otras tratan de atrapar aquella complejidad. No siempre se entendieron o se interesaron verdaderamente en las plazas, y muchas veces sólo se cumplía con el momento: colocar una estampa de lo mexicano en el mercado nacional o extranjero.

2. Carlos Monsiváis, “Casimiro Castro, paisajista de costumbres, multitudes y soledades”, Casimiro Castro y su taller, México, Fomento Cultural Banamex, 1996, p. 15-20 Oaxaca, Oax. (1981). Editora e historiadora del arte.

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literatura

La economía de un sistema de mercados en México

Malinowski y De la Fuente óscar tanat

fuera de los círculos académicos y de aficionados, pocos saben que quien sentó las bases de la actual investigación antropológica, realizó, además, investigaciones en Oaxaca. Este autor también creó la observación participante, que consiste en integrarse a la vida cotidiana de la cultura que se investiga. Antes de él, la antropología se reducía a un trabajo de gabinete, distante de la gente, distinto a la realidad cultural. Bronislaw Malinowski (Cracovia, Polonia. 1884), polémico por sus diarios de campo, en los que se trasluce un investigador aún apegado al racismo y a conceptos evolucionistas —contrario a sus publicaciones oficiales—, pisó suelo oaxaqueño para dar origen, junto con el antropólogo mexicano Julio de la Fuente, a La economía de un sistema de mercados en México. Publicado en 1957, el tratado personifica un estudio importante para entender lo que fuera, y es, un sistema de relaciones comerciales entre comunidades oaxaqueñas del valle. No el mercado en singular, sino el mercado como un conjunto de redes sistémicas, como ventana para entender procesos para la configuración social. Malinowski y De la Fuente asocian el mercado con festividades como la mayordomía: la fiesta depende del mercado, y éste requiere de la fiesta para desahogar sus productos. Ambas manifestaciones establecen una reciprocidad que genera el flujo de bienes y equilibra la distribución de la riqueza. Cuando no es época de fiesta, se requiere dinero para hacerla, y 56 | junio 2013

entonces se recurre a la producción, la venta y el ahorro. Se trata de un proceso circular en el que el mercado es la columna vertebral de todas las relaciones. La economía de un sistema de mercados en México describe el paisaje de la época en contextos de compra-venta: qué alimentos son los que más se consumen, quiénes son los compradores de qué productos, las diferencias entre estratos sociales y la existencia del trueque. Ocotlán, Atzompa, Tlacolula, Zaachila, Zimatlán, Etla y San Bartolo, por ejemplo, son algunos lugares de los que se detallan tópicos como la vestimenta de los mercaderes, el sistema de producción, la exportación a otras regiones del país —entre ellas Puebla y el df—, los sistemas de medida —muy diferentes a los occidentales— , la variación de los precios a partir del día de la semana o de la hora, el sistema de regateo y hasta la especulación del maíz para inflar los precios, el abuso de poder y la invasión de producción foránea como amenaza a la economía local. La obra, más allá de un informe etnográfico, es un tragaluz hacia un momento histórico de una institución y da cuenta de procesos aún vigentes. Representa un avistamiento inédito sobre la economía local: en él casi palpamos el murmullo de un sistema vivo desde la América precolombina. Oaxaca (1984). Escritor. oscartanat@hotmail.com


cine

Papas muertas, personas vivas rodrigo islas brito

agnes varda, la octogenaria enfant terrible de la Nueva Ola Francesa, responsable de películas femeninas, desencantadas y agrestes como Cleo de 9 a 5 (1962) y Sin techo ni ley (1985), realizó en el año 2000, Los cosechadores y yo, documental a medio camino entre el testimonial y el ensayo. El filme cuenta la historia de personas dedicadas al oficio del reciclaje de todo aquello con visos de haber sido desechado, y es también una reflexión metafísica de la pepenada como boleto a la reinvención espiritual y a la reinserción individual. Los 13 años pasados de su estreno no le han quitado a Les glaneurs et la glaneuse (titulo original del filme) un gramo de su actualidad, al contrario. El planeta parece estar cada vez más inmerso en una cadena de desperdicio crónico, con estudios que sugieren que alrededor de un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierden o se desperdician en todo el mundo. La obra de Varda se dedica a recorrer media Francia, mostrándonos a exchoferes alcohólicos esperanzados, madres solteras senegalesas, desempleados en paro eterno, matrimonios enamorados y aferrados, biólogos devenidos en humanistas errantes, artistas conceptuales clarividentes, vitivinícolas con voz de terciopelo y veinteañeros furiosos indescifrables, a través de un cristal de disección emocional, mística y subjetiva. Este grupo de hombres y mujeres de los más variopintos orígenes parecen guardar entre sí una sola con-

stante: en un mundo que los ha desechado, vivirán de los falsos desechos de este mundo. De papas dadas por muertas, de yogurts alcanzados por su fecha de caducidad, de tomates mallugados —como los propios sueños—, de uvas condenadas por el abandono a pudrirse y jamás convertirse en vino. Estos espigadores del siglo xxi, urbanos y rurales, prófugos de un cuadro de Jean Francois Millet, huérfanos y deudores de un consumismo que lo ha corroído todo, pero al que no queda otra que reciclar, serán las voces lúcidas de un sistema degradado siempre presto a colapsarse. Encontrarán en otro tipo de degradación, en la de los alimentos, en la de los objetos, en la de ellos mismos, el pretexto para no vencerse. El ingrediente que necesita ese guiso que los alimenta, que los sostiene. Varda ni los idealiza, ni los juzga, se limita a escucharlos, a exponer su lucha. Rebelde por naturaleza, inconforme ante su propia decadencia física, con ella misma como una protagonista, recuerda el anticonformismo envenenado de la Sandrine Bonnaire de Sin techo ni ley. Agnes Varda parece decirnos que el secreto de la vida está en no ser tan estrictos ni con las fechas de caducidad, ni con los frutos marchitos.

México, D.F. (1979). Guionista y profesor universitario. elperrodeljaibo@hotmail.com

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oficios

Vendedor de almudes el jolgorio cultural

Don Pedro Gómez Manuel

“Yo soy del primer distrito del estado, soy de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca”, nos dice el octogenario Pedro Gómez Manuel, apretujado en su puesto del mercado de Zaachila. Su oficio es proveer de medidas a los y las vendedoras del mercado. Vende escalas que están a punto de desaparecer: almudes de madera. El octagenario, al platicar, recuerda casamientos de alcurnia e historias de objetos que ahora dan nombre a otros. Cuenta, por ejemplo, que un “yerno” era una especie de candelabro para festejos, y que mucha gente sigue usando estas referencias para adquirir sus productos: “Hay pueblos donde la gente no quiere dejar sus tradiciones, ahí se van a seguir usando estas medidas, como aquí, en Zaachila”. El origen del almud, cuya capacidad varía entre 4.5 y 11 centímetros cúbicos, se remonta antes de la Conquista, y hoy es usado en Centroamérica, México y Chile.

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desempolvando tesoros

El Códice de Yanhuitlán, un tercer fragmento recuperado para Oaxaca centro académico y cultural san pablo

al producirse la conquista, la Mixteca era sin duda uno de los principales centros de la producción de documentos pictográficos. Los pintores-escritores mixtecos eran maestros en las técnicas de la producción de libros y mapas. Largas tiras de cuero preparadas con flexibles soluciones de almidón blanco o grandes telas de algodón eran los soportes sobre los cuales los pintores especializados ejecutaron los precisos glifos en una gama de colores atractivos. El registro arqueológico nos revela que estos libros y mapas con sus avanzadas técnicas de producción fueron el resultado de 2000 años de desarrollo de la escritura en Mesoamérica. Parece que los valles centrales de Oaxaca fueron una de las áreas donde se dio el surgimiento de esta escritura, quizá en el quinto siglo antes de nuestra era. Este hecho cobra especial relevancia, cuando nos damos cuenta que hubo sólo tres áreas en el mundo donde se dio este invento de manera autónoma. Recomiendo visitar el Museo de San José Mogote, muy cerca de Etla, donde podemos observar una de las primeras muestras de esta escritura en el Monumento 3 del sitio. Desde estos primeros momentos, Oaxaca fue una tierra de glifos y mensajes escritos. De la época de la conquista se conservan varios libros en bibliotecas y museos alrededor del mundo. Sin embargo, la violencia y el abandono acabaron con la mayor parte de esta literatura. Cuando este arte de escribir entró en contacto con el arte gráfico de Europa, este último no desplazó al primero de golpe. De hecho, a lo largo del siglo xvi, los artistas mixtecos

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siguieron elaborando documentos en su escritura. Fue sólo a partir del sólido desarrollo de la escritura alfabética en náhuatl, mixteco, zapoteco y chocho, en la segunda mitad del siglo, que los pintores de los palacios se convirtieron en los escribanos de los cabildos, dejando la pintura atrás a favor de las letras europeas. Entrando en el tema de este breve texto, uno de los documentos pictográficos mixtecos más conocidos es sin duda el Códice de Yanhuitlán. Casi cualquier libro sobre la cultura antigua de los mixtecos incluye por lo menos alguna imagen tomada de este documento. Esto se debe a su muy particular estilo y temática. Hecho alrededor de mediados del siglo xvi, en la última etapa de la escritura mixteca, este códice viene a ser una curiosa mezcla de elementos mixtecos y españoles. Como tal, representa el estado de la cultura mixteca en este momento: una cultura en transformación, en que las aun sólidas raíces mixtecas se nutrieron de las novedades españolas, creando nuevas combinaciones, muchas veces de una estética inesperada, espontánea y refrescante. El Códice de Yanhuitlán fue un libro mixteco muy moderno en su momento. Hecho de papel europeo, con dibujos en blanco y negro y como libro europeo (o sea de hojas y no de una tira) incluye poderosas imágenes en un estilo gráfico que aún revela la tradición pictográfica, mientras que la mode-rnidad se anuncia en el sombreado de las figuras, la aplicación de la perspectiva y el uso de múltiples planos. En cuanto a su temática, toca los nuevos asuntos de la reali-


Códice de Yanhuitlán, siglo XVI

dad diaria en la Mixteca en los años en que el poder español se estaba asentando en la región. No hay duda de que fue sólo un momento (1540-1580) en que se produjeron estas expresiones tan creativas y bien logradas, en que sentimos a los dos mundos en una suerte de breve bala-nce. En este sentido, el libro va a la par con monumentos arquitectónicos de la misma época, como la Casa de la Cacica en Teposcolula, en que una planta arquitectónica y esquemas decorativos de origen prehispánico se juntan con elementos de la arquitectura española en una nueva armonía bien lograda. En el temprano siglo xviii, el Códice de Yanhuitlán estaba en manos de don Agustín Carlos Pimentel de Guzmán y Alva­rado, el cacique de Teposcolula (donde radicaba) y de Tututepec, descendiente de los caciques de Yanhuitlán y uno de los hombres indígenas más poderosos de la Mixteca. Alrededor de 1717, don Agustín mandó hacer una copia de varios expedientes del cacicazgo de Tututepec, para defenderse contra la usurpación de tierras por un rival. Para sugerir autoridad y antigüedad a su reclamo, mandó pegar cuatro hojas del Códice de Yanhuitlán al final. Esta copia está hoy conservada en el Archivo General de la Nación, ya que fue entregada como prueba en el pleito. Lo demás del códice (12 hojas) llegó a Puebla en el siglo xix, donde hoy está guardado en la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la Universidad de Puebla. Ahora, al inicio del siglo xx, el incansable historiador oaxaqueño Manuel Martínez Gra-

cida obtuvo en préstamo de un tal don Isaac Narváes de Tlaxiaco, otra copia más de los mismos expedientes, con otras tres hojas del Códice de Yanhuitlán al final. Reconociendo el valor del documento, lo copió y mandó hacer copias de las pinturas, las que incluyó en su obra inédita guardada en la Biblioteca Pública Central de Oaxaca. Los originales, sin embargo, pronto desaparecieron otra vez y las copias de Martínez Gracida no fueron reencontradas hasta finales del siglo xx por Maarten Jansen. En el 2007, el magistrado Raúl Bolaños Cacho dio la noticia de que un documento de gran interés para Oaxaca existía en manos de unos amigos en la Ciudad de México. Les había llegado como herencia. La inspección de este documento reveló que se trató de nada menos que la copia y las tres hojas de pinturas perdidas. En el año de 2012 se llegó a un acuerdo con la propietaria, la señora Elvia Castro Monterde y con su esposo, el magistrado Víctor Orlando Díaz Ortiz, sobre la adquisición del documento. Fue gracias a la cooperación del Mtro. Toledo, la Dra. María Isabel Grañén, la empresa oaxaqueña Chocolate Mayordomo y varios investigadores interesados, que este documento, memoria invaluable de aquella época dramática, pero también creativa que era el siglo xvi en la Mixteca, está hoy de regreso en Oaxaca para formar parte de nuestro patrimonio.

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miscelánea ana paula santana

Muchacho Phosphorescent usa, dead oceans, 2013 Una polifonía de voz que multiplica a Matthew Houck por diez. Un folk americano que recuerda a un disco noventero de los Cowboy Junkies. Soundtrack para una escena de Natural Born Killers. Un compilado que es más campo que playa. Si fuera estación: entre otoño e invierno. En resumen: música para galopar a caballo.

música Mala Devendra Banhart usa, nonesuch, 2013 Antes de Mala, lo último de Devendra What Will We Be (2009) parecía apuntar hacia una dirección más bailable, más producida, más compleja instrumentalmente. Pero Mala es una alegre sorpresa, parece que Banhart regresó a las formas que usó en Cripple Crow o en Niño Rojo: un intencionado Lo-Fi, grabaciones que parecen estar hechas en su habitación. Lonerism Tame Impala australia, modular records, 2012 Tame Impala es una banda australiana que sacó su primer disco en 2010. Lonerism es el segundo y entre ambos hay una excelente continuidad. Una banda que trabaja como si se tratara de un collage de colorimetría psicodélica y encima recortes donde se pueden ver a los Beatles, a Kevin Barnes de Of Montreal, los MGMT y los Flaming Lips.

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libros Poesía El tiempo menos solo Abraham Gragera España, Pre-Textos, 2013 Segundo libro del poeta madrileño Abraham Gragera, quien desde el primero, Adiós a la época de los grandes caracteres (2005), nos presenta una palabra cautelosa que enmarca en delicados detalles el poder de aquello atemporal entre el ser y las cosas del mundo. Gragera navega entre ritos, pasajes bíblicos, imágenes que indagan los túneles del lenguaje, la escucha y el menester de la poesía misma. Fotografía The Present Paul Graham UK, Mack Books, 2012 El Presente de Graham es un juego de dualidades que sutilmente sugiere realidades alternas, tiempos empalmados: la posibilidad de saltar de un mundo a otro con sólo cambiar el foco de la lente. El Presente para Graham es una unión de detalles que nunca son casuales, como lo serían los recorridos y cruces entre transeúntes que dibujan un mapa.


Ilustración

radio

México Ilustrado (1920-1950) Salvador Albiñana (Ed.) México, RM, 2010

Metamina FNR http://metaminafnr.hotglue.me/

RM edita un compilando de ilustraciones para libros, revistas, carteles y postales hechas en México entre los 20 y los 50 y presentadas en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) en Valencia, España. Contiene obra de J. C. Orozco, Diego Rivera, Dr. Atl, Leopoldo Méndez, textos de Juan Manuel Bonet, Mercurio López Casillas entre otros.

Una radio al azar: Metamina funciona bajo un código de programación en Pure Data que vincula más de 500 emisoras de música y netlabels y transmite las 24 horas. Su creador, Óscar Martín (aka Noish) lo explica como una radio del anonimato ya que no se puede saber quién es el autor o de dónde viene lo que se escucha. Y poniendo pausa al stream, Metamina también propone programaciones especiales con proyectos de artistas. internet Book Camping www.bookcamping.cc

cine Amour Michael Haneke Francia, 2012, 127’ Palma de Oro en Cannes 2012 y Mejor Película extranjera en los Premios Oscar 2013, la última obra del cineasta alemán Michel Haneke hace que durante más de un par de días permanezcas en un extraño y casi gustoso luto. La trama retrata el final de una historia de amor: una pareja de franceses de la tercera edad que se enfrentan al fatalismo de una muerte muy lenta. Esta obra es un ensayo de la muerte mirada desde su punto más doloroso: el amor del que se queda.

Una red social para reseñar y recomendar libros: Bookcamping es una interfase colaborativa de menester literario, los usuarios reseñan sus obras favoritas teniendo la opción de subir contenido, ya sea la obra completa cuando los derechos son Bienes Comunes Creativos, o en su defecto, extractos de ella. También se hacen enlaces a programas radiofónicos, revistas, blogs y videos. El objetivo es ser una biblioteca digital de contenido abierto y pluricultural. IDensitat www.idensitat.net IDensitat es un proyecto que vincula propuestas artísticas con el espacio público mediante dinámicas de colaboración que proponen intervenciones, acciones públicas, exposiciones. Se inició en Calaf en el 99 y a la fecha funciona en Barcelona, pero en este año se incorpora a México comenzando con la exposición Esto no es un museo, en el Centro Cultural España, hasta el 30 de junio, junto con un seminario y un taller.

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recomendamos

Semana del medio ambiente, en la BS Biblioteca Infantil mich hernández

Es un orgullo saber que México se encuentra entre los cinco países con mayor biodiversidad a nivel mundial. Esto es, al mismo tiempo, una gran responsabilidad. El daño hecho a los ecosistemas también afecta al ser humano por estar relacionados directamente. Siempre, aunque a veces no se perciba, las sociedades dependen del entorno natural y sus elementos: el agua, la tierra, los árboles o los minerales. Preocupada por esto, la Organización de las Naciones Unidas estableció en 1972, durante la Conferencia de Estocolmo, el Día Mundial de Medio Ambiente (dmma). Éste busca fomentar el cuidado del planeta mediante acciones individuales, bajo la premisa de que el cambio positivo empieza por uno mismo. Actividades como conciertos, festivales, competencias y demás, fungen como incentivos en todo el mundo. A celebrarse el 5 de junio, el dmma no pasará desapercibido en Oaxaca. La BS Biblioteca Infantil y la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales unirán esfuerzos en La semana del medio ambiente, con actividades del 1 al 15 del mes. Iniciará con la exposición Descubriendo las energías renovables. Acorde al espíritu de comenzar un cambio personal, se impartirán los talleres Una Granja de Hormigas, Creando un Aerogenerador, Páneles Solares y Cocina con Energías Renovables. Para finalizar, se realizará la proyección y plática Mitos y Realidades de las Energías Renovables, además del espectáculo Cuentos y Melodías de Sol y Agua. Con esto, se cerrará un ciclo de aprendizaje y concientización al que todos estamos invitados de manera gratuita.

1 al 15 de junio, BS Biblioteca Infantil de Oaxaca José López Alavez 1342, Barrio de Xochimilco, C.P. 68040, Oaxaca de Juárez, Oax. · Tel. 502-6344 - www.bs.org.mx bibliotecainfantil@prodigy.net.mx Facebook: Biblioteca Infantil · Twitter: @BibliotecaBS

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Recomendamos 2º Foro de gestión cultural Se busca que el participante conozca las tendencias actuales de las políticas culturales, para contar con una plataforma viable a partir de la cual desarrollar una sólida propuesta de desarrollo cultural. Conferencias magistrales por Ramiro Osorio, Carlos Villaseñor y Daniel Goldin. Seminario para la gestión de proyectos culturales. Del 3 al 8 de junio, 12 a 21 h. Exconvento de San Pablo. Semana del Medio Ambiente Estamos todos invitados a participar en los talleres que han preparado para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, Una granja de lombrices (lunes 3, 16:30 h., dirigido a infantes de 6 a 11 años y jóvenes de 12 a 17 años, divididos en dos grupos. Martes 4, 16:30 h., dirigido a familias), Creando un aerogenerador (jueves 6, 16 h., dirigido a infantes entre 7 y 12 años), Paneles solares (jueves 6, 17:30 h., dirigido a infantes entre 7 y 12 años), Cocina con energías renovables (viernes 7, 16:30 h., dirigido a infantes entre 10 y 15 años). BS Biblioteca Infantil de Oaxaca. El diablo de los libros Libros que itineran en diablito por la Central de Abastos, Oaxaca. Lunes, miércoles y jueves del mes, 16 h. El balcón+BS Biblioteca Infantil de Oaxaca. Visitas guiadas a las exposiciones Todos los miércoles del mes, 17 h. Recorridos en español e inglés. $10.

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Museo Textil de Oaxaca. Beca Tirney 2013 Convocatoria abierta hasta junio 21. Mayor información en la página del sitio. Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo Amapola Trastorno Radio Música, poesía, entrevistas y reflexión cultural en este programa radiofónico semanal, único en su tipo en el cuadrante de la ciudad de Oaxaca. Pueden escuchar todos las emisiones en su blog. XEUBJ Radio Universidad de Oaxaca 1400 AM Miércoles, 21 h. www.amapolatrastorno. tumblr.com

En curso Casa de la Ciudad México en infografías Exposición. Paseos alrededor del mundo Exposición de fotografías estenopeicas. Centro Cultural Santo Domingo Desde la mirada y el sueño Exposición de dibujos por Jorge Perezvega. Centro de las Artes de San Agustín Los artistas dialogan con Posada Homenaje nacional a José Guadalupe Posada. Viviendo la Materia Exposición de Pallet Seiersen. Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo

La línea Exposición de fotografías de Francisco Mata Rosas tomadas en la frontera norte del país. Exconvento San Pablo El arte de la cantería mixteca Hasta junio 30. El circo de Calder Exposición interactiva concebida para acercar a la niñez al arte desde una experiencia no convencional. Hasta agosto 10. Fundación Cultural Miguel Cabrera El retorno Exposición de obra de Virgilio Gómez. Ubicación: Neptuno 402, col. Estrella (a un costado del Club de Leones). Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca 84 thought forms Exposición de James Brown basada en las composiciones de piano de John Cage. Cábula raza Exposición de Francisco Morales y Pedro Andrés sobre piezas en diferentes técnicas, formatos y disciplinas detonadas por la cultura del tatuaje penalero. La telaraña, espacio escultórico Eli Beneviste/Jorgen Huagen Sorensen Exposición de obra. Ubicada en Venustiano Carranza 215, casi esquina con Eulalio Gutiérrez, col. Alemán

Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca Plakaty polska Exposición del cartel polaco. Revisiones El paisaje fotográfico. Museo de Filatelia Beisbol + filatelia Leyendas del beisbol, estadios e hitos nacionales grabados en 5 mil piezas filatélicas que ofrecen un recorrido por los países con mayor tradición beisbolera. Exposición con juegos, audioguías y catálogo. Hasta septiembre. La carta Exposición de grabados del taller de Artemio Rodríguez, La Mano Press. Museo de los Pintores Oaxaqueños Fluxus, una revolución creativa 1962-2012 Exposición colectiva. Alteraciones del espacio Muestra por Jarol Moreno, seleccionado de la Convocatoria Proyecto Joven 2013. Takeda vs. Herrera Exposición. Hasta junio 9. Museo Textil de Oaxaca Molas: invitados especiales al circo de Calder Exhibición de pieza utilizada por grupos kuna de Panamá ligado a la propuesta didáctica empleada por Calder a partir del ensamblaje de telas


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Las mujeres decentes de la 58 Trabajo realizado en bordado libre en diversas telas con doblado en ratán con madera de bejuco por Elena Martínez sobre las mujeres que ejercen la prostitución para sostener a su familia. Joyas de hilo: obras maestras del MTO Para conmemorar el quinto aniversario del museo se exhiben extraordinarias piezas del acervo procedentes de todo el mundo, seleccionadas por su alarde técnico y carisma estético.

Sábado 1

V Artes visuales

Descubriendo las energías renovables Inauguración para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, con la participación especial de la Banda Infantil y Juvenil de San Mateo Capulalpam. BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, 16:30 h.

V Artes visuales

Lilo y Stitch Dean Deblois (EUA: 2002), 167 min. Centro de las Artes de San Agustín, 17 h.

M Música Jazz electroensamble Nueva Babel, 22 h. Domingo 2

M Música

Concertistas de Bellas Artes Concierto por Alberto Cruz al piano interpretando piezas de F. Chopin. Centro Cultural Santo Domingo, 12 h.

O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Lunes 3

C Cine The wall Alan Parker (EUA: 1982), 95 min. HUB Oaxaca, 19 h.

Martes 4

I Infantiles La historia sin fin Wolfgang Petersen (Alemania: 1984), 94 min. BS en el Exconvento de San Pablo, 17 h. Miércoles 5

O Otros Mitos y realidades de las energías renovables Proyección y plática por Ángel Pérez, Rufino Fidel Sánchez, Omar Hernández y Alberto de Jesús Díaz. BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, 17 h. C Cine Ciclo La arquitectura en el cine La panza del arquitecto Peter Greenway (EUA: 1987), 90 min. Casa de la Ciudad, 18 h. Good morning. Mr. Orwell Nam June Paik (EUA: 1984), 58 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h. Three extremes Takashi Miike (Japón: 2004), 90 min. Ishuakara galería, 20 h.

O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h.

Jueves 6

L Literatura La ventura del alma Presentación del libro de Josep Soler, el cual comenta cómo la vida habla de formas múltiples y las diferentes formas de prepararnos para escucharla. Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, 19 h. C Cine To John with love Jonas Mekas (EUA: 2006), 7 min. •

Rape Yoko Ono/John Lenon (EUA: 1970), 78 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h.

Viernes 7

L Literatura Innovación tecnológica incremental para la producción rural Presentación de libro de Fernando Elí Ortiz. Biblioteca Francisco de Burgoa, 12 h. O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. M Música Gato jazz Nueva Babel, 22 h.

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Sábado 8

L Literatura Cuentos y melodías de sol y agua Clausura de la semana del Medio Ambiente con Maiko Barbosa (flautista) e Isabel Cruz (narradora). BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, 13 h. I Infantiles Cómo entrenar a tu dragón Chris Sanders (EUA: 2010), 98 min. Centro de las Artes de San Agustín, 17 h. V Artes visuales

Expresiones abstractas Inauguración de exposición colectiva. Ishuakara galería, 20 h.

M Música Locomotora Johnson blues band Nueva Babel, 22 h. Domingo 9

O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Lunes 10

C Cine Ridicule Patrice Leconte (Francia: 1996), 102 min. HUB Oaxaca, 19 h.

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Miércoles 12

C Cine Fliz TV Joseph Beuys (EUA: 1970), 10 min. •

Sonne statt Reagan Joseph Beuys (EUA: 1982), 2 min. •

Joseph Beuys: transformer John Halpern (EUA: 1979), 58 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h.

C Cine Odishon Takashi Miike (Japón: 1999), 90 min. Ishuakara galería, 20 h. O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Jueves 13

C Cine

One 11 John Cage (EUA: 1992), 93 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h.

Viernes 14

C Cine La mala educación Pedro Almodóvar (España: 2009), 109 min. Centro de las Artes de San Agustín, 16 h.

O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. M Música RRC jazz funk Nueva Babel, 22 h. Sábado 15

I Infantiles La bella y la bestia Gary Trousdale (EUA: 1991), 84 min. Centro de las Artes de San Agustín, 17 h. L Literatura Versos de media luna Lectura de poesía por Antonio García, Víctor Castro, Eleazar José, Pepe Merlín y Gregory Quiñones, Alan Vargas como invitado especial. Biblioteca Andrés Henestrosa, 19:30 h. M Música Meztli folklor cumbia Nueva Babel, 22 h. Domingo 16

O Otros

Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h.

Lunes 17

C Cine Los soñadores Bernardo Bertolucci (Italia: 2003), 115 min. HUB Oaxaca, 19 h. Martes 18

I Infantiles Laberinto Jim Henson (EUA: 1986), 136 min. BS en el exconvento de San Pablo, 17 h. M Música Concierto por la orquesta de cámara de la escuela de Bellas Artes Escuela de Bellas Artes, 18:30 h. Miércoles 19

M Música Sesión de apreciación musical con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes Centro de las Artes de San Agustín, 17:30 h. C Cine Freedom Yoko Ono (EUA: 1970), 2 min. •

Fly Yoko Ono (EUA: 1970), 25 min. •

All star Nam June Paik (EUA: 1984), 31 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h.

M Música Concierto por la orquesta de cámara de la escuela de Bellas Artes Biblioteca Andrés Henestrosa, 19:30 h. C Cine Gozu Takashi Miike (Japón: 2003), 90 min.


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Ishuakara galería, 20 h.

O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Jueves 20

C Cine

The misfits Lars Movin (EUA: 1993), 78 min. Museo de los Pintores Oaxaqueños, 19 h.

Viernes 21

C Cine Hable con ella Pedro Almodóvar (España: 2002), 112 min. Centro de las Artes de San Agustín, 16 h. O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Viernes 21

M Música

Dedazo jazz rock Nueva Babel, 22 h.

Sábado 22

O Otros Recorrido por espacios culturales. HUB Oaxaca, 15 h.

L Literatura Yodocono: paisaje de un llano hondo Presentación de libro de Lupita Miguel por Haydee Ramos, Jorge Pech y la autora. Biblioteca Andrés Henestrosa, 19:30 h. M Música Kimono jazz Nueva Babel, 22 h. Domingo 23

I Infantiles El jorobado de Notre Dame Gary Trousdale (EUA: 1996), 91 min. Centro de las Artes de San Agustín, 17 h. O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. Lunes 24

C Cine OaxacaCine presenta: Tanta agua Ana Guevara y Leticia Jorge (Uru-Méx-Hol-Ale: 2013), 100 min. $30/Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. Exit through the gift shop Banksy (EUA: 2010), 87 min. HUB Oaxaca, 19 h.

Martes 25

C Cine OaxacaCine presenta: La bicicleta verde Haifaa al-Mansour (Ale-Arab: 2012), 97 min. $30/ Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. Miércoles 26

C Cine OaxacaCine presenta: En el camino Walter Salles (Fran-RU-EUABra: 2012), 137 min. $30/ Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. Three extremes II Peter Chan (Japón: 2002), 90 min. Ishuakara galería, 20 h.

O Otros

Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h.

Jueves 27

C Cine OaxacaCine presenta: Las lágrimas Pablo Delgado Sánchez (México: 2012), 60 min. $30/ Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. Viernes 28

C Cine Todo sobre mi madre Pedro Almodóvar (España: 1999), 105 min.

Centro de las Artes de San Agustín, 16 h.

M Música Carlos Chávez y Laura Klugherz Concierto en vivo del cuarteto. Exconvento de San Pablo, 18 h. C Cine OaxacaCine presenta: Meteora Spiros Stathoulopoulos (Ale-Gre: 2012), 82 min. $30/ Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. L Literatura Poemario de Ricardo Cázares y Juan Carlos Cano Presentación de libros por José Molina y los autores. Biblioteca Andrés Henestrosa, 20 h. O Otros Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Al finalizar el recorrido visitaremos el exconvento de San Pablo. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. M Música Gato jazz Nueva Babel, 22 h. Sábado 29

I Infantiles 102 Dálmatas Kevin Lima (EUA: 2000), 100 min. Centro de las Artes de San Agustín, 17 h.

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L Literatura Los culpables Presentación del libro de Juan Villoro. Exconvento de San Pablo, 18 h. C Cine OaxacaCine presenta: Buscando a Sugar Man Malik Bendjelloul (Sue-RU: 2012), 86 min. $30/ Descuento $20. Teatro Macedonio Alcalá, 19 h. L Literatura Nuevas publicaciones de Editorial Mangos de hacha Presentación de libros por José Luis Bobadilla, Jéssica Díaz, Ricardo Cázares y Juan Carlos Cano. Biblioteca Andrés Henestrosa, 19:30 h. M Música

Acid jazz trio Nueva Babel, 22 h.

Domingo 30

O Otros Domingo tradición Música y sabores en el atrio, con la participación de la marimba Estrelita del Sur de San Bartolo Coyotepec. Exconvento de San Pablo, 13:30 h. M Música Concierto con el cuarteto Carlos Chávez y Laura Klughrz Centro de las Artes de San Agustín, 18 h. O Otros

Oaxaca es más bella en bicicleta Paseo nocturno por céntricas calles de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilidad en Oaxaca. Organiza Mundo Ceiba. Punto de reunión: explanada del templo de Santo Domingo, 21 h. 70 | junio 2013

Talleres infantiles Talleres en junio de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca Ver cartel en p. XX de este número. BS en el exconvento de San Pablo Encuadernación japonesa: primera fase Imparte Aranjuez Ortizgris. Aprender la técnica para lograr narrar una cosmovisión personal. Para jóvenes de 11 a 13 años, sábados 22 y 29 de junio, 11 h. Biblioteca Jorge Luis Borges (ubicada al interior de la BS) Taller de tifloinformática y ábaco Cranmer para niños y con discapacidad visual Imparte Luis Alberto Reyes. Enseñanza de computación a niños ciegos de 6 años en adelante que tengan conocimiento de Braille. Sábados del mes, principiantes 10 h. Taller permanente de Braille Imparte Esperanza Martínez. Taller para ciegos, débiles visuales, estudiantes de educación especial, comunicación y público en general. Centro de las Artes de San Agustín Talleres de verano para niños Imparten Emilia Gracida, Amelia González y Saúl López Velarde. Inscripciones abiertas, de lunes a viernes del 15 a 26 de julio, de 10 a 14 h. Hasta junio 24.

Centro Cultural Santo Domingo Alexander Calder, torciendo el nopal Creación de piezas de alambre y papel de china. Domingos 9 y 23, 12 h. Museo de Filatelia Verano MUFI ¡Actividades, talleres y mucha diversión para infantes de 4 a 6 años y de 8 a 14 años! Inscríbete del 3 al 28 de junio. Informes al 51 6 80 28. Mis primeros pasos encuadernando Imparte Dulce María Luna. Para infantes de 8 a 13 años. 26 de junio, 16 h. Sede: Biblioteca Francisco de Burgoa. Pintura para niños Imparte Rosalba González. Para infantes de 6 a 11 años. Sábados, 11 h. Mayor información 520 14 30. Escuela de muralismo de Oaxaca Pintura e historia del arte para infantes. Sábados 10 h. Ubicada en Cosijoeza 212-B, barrio de Jalatlaco Centro de Educación Musical Infantil Clases de estimulación musical para infantes de 3 meses a 6 años de edad. Orquestación infantil método Orff y Tort. Clases de piano, flauta dulce, guitarra clásica y popular. Mayor información con Patricia Monsell, 515 00 47, 044 951 307 9366.

Talleres Adultos Biblioteca Henestrosa Poesía latinoamericana después de las vanguardias Imparte José Luis Bobadilla. Del 27 al 29 de junio, 17 h. Biblioteca Jorge Luis Borges (al interior de la BS) Taller permanente de Braille Imparte Esperanza Martínez. Taller para ciegos, débiles visuales, estudiantes de educación especial, comunicación y público en general. BS Biblioteca Infantil de Oaxaca Paisaje sonoro Imparte Vladimir Flores. Capacitará en tecnologías de la escucha y composición de narrativas sonoras desde la comunicación auditiva del espacio sociocultural. Del 3 al 15 de junio, lunes, miércoles y sábados, 17 h. Centro Cultural Santo Domingo Alexander Calder, torciendo el nopal Creación de piezas de alambre y papel de china. Domingos 9 y 23, 12 h. Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo Intermedio de fotografía Imparte María Luisa Santos. Del 3 al 14 de junio, 16 h. Iluminación Imparte Marcel Rius. Del 7 de junio al 30 de agosto, sólo viernes, 16 h.


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Fotografía Documental Imparte Mary Ellen Mark. Del 23 de junio al 3 de julio. Talleres con Charles Harburt del 8 al 12 de julio, y Joan Listin del 12 y 14 de julio. Inscripciones abiertas. Centro de las Artes de San Agustín Elaboración de proyectos y revisión de portafolios Taller del 1 al 5 de julio. Cierre de inscripciones junio 25. Iluminación de manuscritos Taller de de jueves a sábado del 4 al 6 de julio. Cierre de inscripciones de junio 20. Museo de Filatelia El arte de la encuadernación Taller gratuito para adultos de 18 años en adelante. 27 de junio, 10 h. Museo Textil de Oaxaca Teñido de lienzos con técnica de reserva Imparte Eric Chávez. Los participantes crearán juegos de diseños geométricos con la técnica de reserva y sus variantes sobre lienzos. Cuota de recuperación $50 (traer lienzo blanco dobladillado de 0.40 m de ancho por 2 m de largo, 100% algodón, lavado previamente con jabón neutro). Viernes 7, 11 h. Hazme si puedes, técnica de pepenado Imparte Miriam Campos. Se trabajará con tela de algodón, aguja e hilos de colores para practicar el plisado y comprender el conteo de hilos de la tela para hacer figuras. Cuota de recuperación $200 (incluye parte de los materiales). Del 10 al 13 de junio, 18 h.

Tejido con telar de cintura, técnica de trama suplementaria Imparte Irma Adriana Sabino. Cada participante trabajará con un telar para elaborar un textil de algodón, generando una pieza decorativa o utilitaria. Cuota de recuperación $350 (incluye materiales). Del 17 al 21 de junio, 10 h. Tejido con telar de cintura, técnica de labrado de urdimbre Imparte Abigail Mendoza. Cada participante trabajará con un telar para elaborar un textil de algodón, generando una pieza decorativa o utilitaria. Cuota de recuperación $350 (incluye materiales). Del 24 al 28 de junio, 16 h. Informes e inscripciones: echavez@mto.org.mx, asabino@mto.org.mx, smaldonado@mto.org.mx. Teléfono: 501 16 17, ext. 104. Ishuakara Casa Estudio Cámara estenopeica básica Imparte María Luisa Santos. Cuota de recuperación $500. Inicia el 14 de junio. Paisaje Sonoro Imparte Vladimir Flores. Cuota de recuperación $500. Inicia el 14 de junio.

El ateneo cine Cine y video Imparte Luis Urrutia. Taller permanente, aprenderá a producir documentales, ficción y experimental. Mayor información: 951 190 6919 / 951 156 2410 y en Colón 804, Centro. Escuela de muralismo de Oaxaca Lengua mixteca Martes y viernes, 16 h. Pintura mural al fresco Imparte Jesús GonzálezGutierrez. Dibujando la figura humana Jueves y sábados, 17 h. Ubicada en Cosijoeza 212-B, barrio de Jalatlaco. Colectivo Urbanizarte DJ’s 16 h. Reciclaje 18 h. Ambos talleres son gratuitos, todos los miércoles del mes. Ubicado en Calle 21 de marzo 211, fracc. Montoya. Mayores informes: 044 951 2371574.

Joyería con cerámica Imparte Yari Montes. Cuota de recuperación $670. Ubicada en Cosijopí 208, Centro. Informes: 514 50 45.

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directorio

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BS Biblioteca Infantil de Oaxaca · Biblioteca para ciegos Jorge Luis Borges José López Alavez 1342, barrio de Xochimilco. Oaxaca, Oax. C.P. 68040. Tel. (951) 502 6344, 502 6345 Lun-dom, 10 a 19 h. www.bs.org.mx

2

Biblioteca Pública Central Macedonio Alcalá 200, Centro, Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 4128. Lun-vie, 9 a 20 h; sáb, 9 a 15 h.

3

Biblioteca Andrés Henestrosa (BH) Porfirio Díaz 115 esq. Morelos, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 9750, 516 9715 Lun-dom, 9 a 20 h. www.bibliotecahenestrosa.com Casa de la Ciudad (CdlC) Planta alta. Tel. (951) 516 9647, 516 9648 Oficinas: lun-vie, 9 a 15 y 17 a 20 h. Exposiciones: 9 a 20 h. www.cdlc.mx

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Biblioteca Beatriz de la Fuente del IIE-UNAM Antonio de León 2, altos, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. 501 2150, 516 0541, ext. 0519 y 521. Fax ext. 0512. Lun-jue, 9 a 15 y 16 a 18 h; vie, 9 a 14:30 y 16 a 18 h. www.esteticas.unam.mx/oaxaca/ biblioteca/legado_beatriz.html Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO) González Ortega 403 esq. Colón, ex convento de los Siete Príncipes, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 2483, 516 1154 Lun-vie, 9 a 20 h; sáb y dom, 9 a 14 h. www.casadelaculturaoaxaquena. com.mx

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Centro Cultural Santo Domingo (CCSD) Macedonio Alcalá s/n, ex convento de Santo Domingo, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 9741 Mar-dom, 10 a 17:30 h. Biblioteca Francisco de Burgoa (BFB-UABJO) Tel. (951) 514 2559, 501 2299 Sala de consulta: lun-vie, 9 a 15 h. Sala de exposiciones: mar-dom, 10 a 18 h. www.bibliotecaburgoa.org.mx Museo de las Culturas de Oaxaca Tel. (951) 516 2991 Dirección ext. 3, Servicios educativos ext. 4. Mar-dom, 10 a 17:30 h. $57 (Aplica descuento). Domingo entrada libre. Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo M. Bravo 116 esq. García Vigil, Centro. C.P. 68000. Tel. (951) 516 9800 Mie-lun, 9:30 a 20 h. www.cfmab.blogspot.com La Curtiduría (Espacio contemporáneo para las artes) 5 de mayo 307, barrio de Jalatlaco. Oaxaca, Oax. C.P. 68080. Tel. (951) 133 6293. Lun-vie, 10 a 14 y 16 a 20 h. www.lacurtiduria.blogspot.com EXCONVENTO DE San Pablo FAHHO · BBLIOTECA FRAY JUAN DE CÓRDOVA · FONOTECA JUAN LEÓN MARISCAL Hidalgo 907 e Independencia 904, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 501 8803, 516 2508 Lun-dom, 10 a 20 h. www.san-pablo.mx

10 Espacio Zapata

Calle Porfirio Díaz 509, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000 Lun- sáb, 11 a 20 h. www.espaciozapata.blogspot.mx

11 Fundación Cultural

Bustamante Vasconcelos Labastida 117, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 514 1674. Lun-vie, 10 a 14 y 16:30 a 20 h. fundacionbustamante@hotmail. com

12 Hemeroteca Pública

Néstor Sánchez Reforma s/n esq. Constitución, acceso sur del ex convento de Santo Domingo, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 7234 Lun-vie, 9 a 20 h; sáb, 9 a 17 h.

13 HUB Oaxaca

Quintana Roo 211, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000 Lun- vie, 10 a 20 h. www.huboaxaca.org

14 Instituto de Artes

Gráficas de Oaxaca (IAGO) Macedonio Alcalá 507, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 6980, 516 2045. Exposiciones: mie-lun, 9:30 a 20 h. Biblioteca: lun-sab, 9:30 a 20 h. www. institutodeartesgraficasdeoaxaca. blogspot.com www.expoiago.blogspot.mx

15 Biblioteca de letras del IAGO

Fonoteca Eduardo Mata Avenida Juárez 222, Centro, Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 514 19 33 Lun-sáb, 9:30 a 20 h. www.fonotecaeduardomata. blogspot.com

16 Instituto de Investigaciones

en Humanidades (IIH-UABJO) Independencia 901, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 4745 · Lun-vie, 10 a 20 h. iiuabjo@hotmail.com

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17 Jardín Etnobotánico

de Oaxaca Reforma s/n esq. Constitución, acceso sur del ex convento de Santo Domingo, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 5325, 516 7915 Visitas en español: 10 a 11, 12 a 13 y 17 a 18 h. $50. Visitas en inglés: mar, juev y sáb, 11 a 12, 12 a 13 h. $100 / Aplican descuentos. jetnobot@prodigy.net.mx Biblioteca especializada en Ciencias Naturales y Agronomía Tel. (951) 516 9017 · Lun-vie, 9:30 a 19h; sáb, 9 a 13 h.

18 Museo de Arte

Contemporáneo de Oaxaca (MACO) Macedonio Alcalá 202, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 514 2228, 514 1055 Mie-lun, 10:30 a 20 h. $20. Aplican descuentos. Domingo entrada libre. www.museomaco.com

19 Museo de Arte Prehispánico

de México Rufino Tamayo Morelos 503, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 7617, 516 4750 Mier-lun, 10 a 14 y 16 a 19 h; dom, 10 a 15 h. $40. Aplican descuentos.

20 Museo Belber Jiménez

Matamoros 307 esq. Tinoco y Palacios, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 514 5095 Lun-vie, 11 a 14 y 17 a 19:30 h; sáb, 11 a 14 h. www.museobelberjimenez.org

21 Museo del Palacio

Plaza de la Constitución s/n, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000 · Tel. (951) 501 1662. Mar-sáb, 9:30 a 18 h; dom, 9:30 a 16 h. $25. Aplican descuentos.

22 Museo de Sitio Casa Juárez

García Vigil 609, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 1860 Mar-dom, 10 a 19 h. $42. Domingos aplican descuentos.

23 Museo de Filatelia (MUFI)

Reforma 504, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel (951) 514 2366, 514 2375, 516 8028, Lun-dom, 10 a 20 h. www.mufi.org.mx Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO) Tel. (951) 516 3956 www.iohio.org

24 Museo de los Pintores

Oaxaqueños (MUPO) Avenida Independencia esq. García Vigil, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 516 5645, 514 3433 Mar-sáb, 10 a 20 h; dom, 10 a 18 h. $20 / Estudiantes e INSEN $10. www.museodelospintores. blogspot.com

zegache a.c. Calle 5 de mayo 412, Plaza comercial Fray Gonzalo de Lucero, segundo patio, interiores 6 y 8, Col. Centro, Lun-Vie, 10 a 19; sab, 10 a 17, Tel (951)5010317 www.proyectozegache.com Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) Independencia s/n, barrio de Vista Hermosa, San Agustín Etla. Oaxaca, Oax. C.P. 68247. Tel. (951) 521 2574, 521 3042/43 Lun-dom, 9 a 18 h. www.casanagustin.org

Centro Cultural Universitario Avenida Universidad s/n ex Hacienda de 5 Señores. Oaxaca, Oax. C.P. 68127. Tel. (951) 501 0732, 501 0700 Lun-vie, 9 a 15 h. www.ccu.uabjo.mx

25 Museo Textil de Oaxaca (MTO)

Museo de Arte Popular de Oaxaca (MEAPO) Independencia s/n, San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, Oax. C.P. 71256. Tel. (951) 551 0036 Mar-dom, 10 a 18 h. $20. Aplican descuentos. www.museo-meapo.com

26 Teatro Macedonio Alcalá

Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur (MFMS) Calzada Madero 511, barrio del ex Marquesado, Oaxaca, Oax. C.P. 68000. · Tel 8951) 516 9388 Lun-vie, 10 a 17; sáb, 10 a 15 h. museoferroax@hotmail.com

Hidalgo 917 esq. Fiallo, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 501 1104, 501 1617, 514 9256 Lun-sáb, 10 a 20 h; dom, 10 a 18 h. www.museotextildeoaxaca.org.mx

Avenida Independencia 900 esq. Armenta y López, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000 Tel. (951) 516 8312, 516 8344 www.teatromacedonioalcala.org

27 Teatro Juárez

Avenida Juárez 703, Centro. Oaxaca, Oax. C.P. 68000. Tel. (951) 502 5476 www.teatrojuarez.org

Para ubicar instituciones numeradas ver mapa en la siguiente página 74 | junio 2013

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el paseante

El Paseante pero en la Luna antonio calera-grobet

1. ¡Quién te viera, amigo paseante, como palomo, acá en la Luna! Con tus tenis blancos, tu suéter blanco y toda la cosa. Sí, tienes razón, unos privilegiados. Y mira que no todos tienen el privilegio de andar por estos lares, ¿eh? Somos apenas el vuelo número 46. ¡Y qué vuelo! Primero fue todo turbulencia y luego un buen rato sin sentir absolutamente nada. ¡Pfff! Mira nada más, amigo, qué cosa esta tan bella de la nada. Nada de nada, por donde se vea, hasta esas montañas grises del fondo, donde se pierde por completo la luz de la estación espacial. Ta bien que se llame Neil Amstrong, ¿no? ¿Que si me aviento a salir corriendo para allá? ¡No, qué va! ¡Vas tú! ¡Anda, vamos! ¡Una, dos, tres! ¡Ah, verdad! El miedo no anda en burro. Ta cañón, ¿qué no? No me la creo aún, de verdad. Sí, claro, está súper caro el boleto, ¿verdad? Yo vengo con mi chava que está ahora echándose un café en la estación. Sí, es la primera vez. ¿La cuarta? ¡No, pues, ya eres todo un conocedor! ¿Y ya saliste de excursión al lado oscuro? ¿Ya estuviste sin gravedad? ¿Y qué se siente estar fuera de la cúpula? ¿En serio? ¿Abierto ahorita? ¡Pues lancémonos! 2. Tienes razón se fue muy rápido la cola. ¿Nosotros? ¡Ya nos toca! Estoy bien nervioso. ¿No se me nota? ¿Y el traje pesa mucho? Ok. ¡Qué maldito miedo, joder! Bien, sí señor, sí, acá firmo, sí, es la primera vez. No, no estamos borrachos, señor. No, nunca he buceado. ¿Pero qué importa eso? Perdón. Sí señor. Máximo una hora y me regreso. Sin salirnos de la línea marcada. Ok. Listo. Sí. Seguro. Ok. 4, 3, 2. 1… ¡AAyyyyyy! ¡Péreme señor, no me suelte, péreme, por favor, por lo que más…! ¡Joder! ¡Joder! ¡Qué me voy…! ¡Agárreme, paseante, por favor! ¡Aghy! 3. Mejor, ya mucho mejor. Es que se siente… ¿Me oyes bien? ¡N’ombre al principio se siente bastante gacho! Como si la sangre se te fuera a los calcetines. Ya ahora bien. Sólo cuando salto 76 | junio 2013

siento como si me fuera a despegar de la tierra y saliera volando. ¿Oye? ¿Y por qué siento que todo me da risa? ¡Ah, es el oxígeno entonces! Como que hasta me duelen las quijadas de reírme. Y es que se siente todo muy raro. Como si no pesara nada. Hasta te puedes dar vueltas, ¿ya viste? Bueno, yo no tanto pero tú sí. ¿A ver? ¡Eso! ¿Puedes aventarte una chilena? A ver si yo... No, yo no puedo. Nel. Pero checa esto: ¡Iujú! Como si me fuera deslizando. Y esto sí que es un “moonwalker”, paseante, checa esto: ¡Ajúa! Y mira. ¿Puedes hacer esto? ¡No manches se siente como si tuvieras confeti en la cabeza! ¡Ja! ¡Qué risa! ¡Eah! ¡La pura cabriola, don paseante! ¡Así se hace! ¡Ni la Comanechi, me cae! ¡Neta se siente muy, pero muy, pero muy cañón! Sí, un rato, ¿no? Podemos tomar un refresco. Así que acá te amarras. ¡Ah, ta bueno! Uno de limón, ¿y tú? Yo invito. ¡Salud! ¡Por los locos que inventaron esto! ¿Y sabes que es lo que más me sorprende? Que volteas para arriba y esta la Tierra. ¡Ve nada más eso! ¡No manches! ¡Las estrellas! Miles de millones de millones de estrellas. Carl Sagan decía que éramos polvo de estrellas, ¿sabías? Eso decía en la revista que venía en el avión. ¿Pido un deseo? ¿Esa es la moda? Va. ¿Qué hago luego? Sí, no se lo digo a nadie. ¿Le seguimos? ¿A la torre? ¡Esa sí me da miedo, oye! ¡Pues vamos! 4. ¡Venga! ¡Y luego le ponen Babel a la mendiga torre ésta! Y además le ponen la rola Fly me to the moon de Sinatra ¡Malditos locos! Y qué hago. Sólo me suelto y me voy bajando solito. No puedo, te lo juro. Está súper alto. No, de verdad que no me atrevo. Sí, soy un cobarde, pero me da vértigo. ¡Vas tú! ¡Tú! ¡Vas! ¡Tú! ¡Tsss! ¡Tas loco paseante verdaderamente loco, sabías! ¡Me escuchas! ¿Voy yo? Sí, señor, sí me aventaré. Sí. ¡Vamos, qué puede pasar! ¡Va! 4, 3, 2, 1… ¡Soy un lunático! ¡Ayy! ¡Ayy! ¡ Jerónimooooo! ¡Fly me to the moon, let me play among the stars!


poema

Fijación alejandro aparicio

Si pudiera te cortaría las piernas las pondría en las llaves de mi auto o en los tendederos como pinzas sosteniendo palabras. Si pudiera cortar tus piernas las guardaría en mi bolsillo, les probaría las zapatillas de todas las prostitutas las calcetas de las hadas tocadas por ogros rosas. Si sólo pudiera tener tus piernas ahorraría las palabras que le digo a tus oídos y los besos que le doy a tu espalda.

Oaxaca (1987). Poeta poscorrientista. Director de Poesía entre redes. Estudió letras Iberoamericanas en la Universidad del Claustro de Sor Juana y en la Universidad De las Américas. Fue incluido en la antología Cartografía II de la literatura Oaxaqueña (Almadía 2012) .

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la del estribo

Lengua bara, bara rodrigo bello

a ver, güerita, ya cada quien lo sabe: el comercio, la merca, es algo tan sanguíneo al ser humano como es el sexo o el dormir. Siempre, ya sea a costales llenos o en cantidades racionadas, estamos vendiendo algo, mostrándonos al marchante a que decida si quedarse o no con lo que ve por muestra. Pueden ser desde actitudes, gestos, rostros, máscaras o verdades. Me alejo de metáforas: pueden ser verduras, carnes, frutas, aves de corral, pescado, ganado, ropa. Es en este tipo de mercado, siempre más interesante y necesario que ningún otro, donde se pone en práctica el lenguaje en sus múltiples gambetas —ya sea publicitariamente, halagadoramente y hasta calientemente— con el fin, el único fin, de dar de cachetadas a la apatía reinante en la mayoría de los compradores. Algo es claro en los mercados: el que no grita, ese que esconde la voz como un canario golpeado tras su jaula, sólo tiene por cliente a la mala suerte. Y es que fuera de la buena calidad de un producto, de si está fresco o madurito, mucha de la venta tiene como principal músculo la manera en que se seducen los oídos de los demás. Hay dos formas de hablar: la del ángel y la del diablo. La primera siempre guarda las buenas intenciones, la sinceridad ante todo, su anuncio en el mercado es el más tímido de todos, por supuesto (11 pesos kilo de papa). En cambio, la lengua del diablo, la mejor para los negocios, ofrece una amplia oferta de variedades como la seducción, el 78 | junio 2013

chantaje, la apelación a esa memoria juvenil (Fresas dulces como el primer beso), o el piropo aderezado que busca ayudar a la economía del bolsillo (Mangos casi tan ricos como usted, 2 kilos 10 pesos). Desde otro punto del escenario, también, aparece el lenguaje del regateo, ese que busca jinetear y salir bien librado de los corcoveos y relinchos que comúnmente se practican por cada uno de los vendedores. La intención de este tipo de lenguaje no es la victoria total, aplastante, sino la de llegar a un punto medio, es decir, a un empate entre comerciante y comprador. Todos felices y contentos, reza la frase. Sin embargo, necios como somos, siempre alguien tiene que ceder, unas veces más, otras menos, a las artillerías del oponente. No en todas las ocasiones se puede ondear la bandera de la paz. Basta decir que es en los mercados donde las posibilidades de un mano a mano en asuntos del lenguaje es algo tan común como necesario. Es en los mercados, en su vena acelerada por los ritmos de las ofertas y la competencia, donde uno puede medir los alcances verdaderos de su ingenio, la manera en que las palabras se hacen tan atractivas como despampanantes a la hora de exhibir algo en la vitrina o al aire libre. Cuernavaca, Morelos (1988). Autor del poemario inédito Certezas en las líneas de una mano. Reside desde hace un año en la ciudad de Oaxaca.




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