Agua - Darío Falconi (El Mensú, 2014)

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Colección

Ciudad y río

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. poesía .

El Mensú Ediciones

www.elmensu.blogspot.com.ar



Agua DarĂ­o Falconi


Falconi, Darío Agua / Darío Falconi; ilustrado por Dario Doñate Alvarez con prólogo de Oscar Conde. 1a ed. - Villa María: El Mensú Ediciones, 2014. 72 p. + CD-ROM; 22x13 cm. (Ciudad y río / Darío Falconi; 15). ISBN 978-987-1894-29-1 1. Poesia Argentina. I. Doñate Alvarez, Dario, ilus. II. Conde, Oscar, prolog. III. Título CDD A861

contacto con el autor: dfalconi@gmail.com www.dariofalconi.blogspot.com.ar La edición de este trabajo se realizó, en parte, mediante el mecenazgo instituido por la Ordenanza N°6635 de la Municipalidad de la Ciudad de Villa María (sancionada con fecha 18 de abril de 2013). La empresa patrocinadora fue: Cooperativa de Trabajo Acueductos Centro Limitada (Co.T.A.C.) www.cotacacueductos.com.ar

Diseños . Darío Falconi Prólogo . Oscar Conde Corrección . Oscar Conde y Susana Zazzetti Imagen de portada . “Azul” de Dario Doñate Alvarez (tinta y collage digital) Fotografía de solapa . Border Estudio Fotográfico de Pablo Costantino Felipe Grabación y edición de CD . Prímula Estudio de Alvaro Montedoro Booktrailer . Ayllu Audiovisuales Cooperativa de Trabajo Ltda. © 2014 Darío Falconi © 2014 Oscar Conde © 2014 Dario Doñate Alvarez - www.facebook.com/dario.donatealvarez © 2014 Border Estudio Fotográfico - www.facebook.com/BorderEstudioFotografico © 2014 Prímula Estudio - alvaromontedoro@gmail.com © 2014 Ayllu Audiovisuales - www.aylluaudiovisuales.com.ar © 2014 El Mensú Ediciones - www.elmensu.blogspot.com.ar

ISBN 978-987-1894-29-1 1ra. edición de 500 ejemplares numerados - Abril de 2014 Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723 Libro de edición villamariense (Argentina) Hecho e impreso en Argentina - Made and Printed in Argentine Impreso en Premat Industria Gráfica - Entre Ríos 2650 - Córdoba - ARGENTINA Se permite la reproducción parcial o total por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos. A tal efecto se ruega citar correctamente las fuentes. Se agradecerá la gentileza de comunicarlo posteriormente al Autor.


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A Camila barquito de papel en este oc茅ano de concreto.

A Susana Zazzetti quien rescat贸 este poemario del naufragio.



Prólogo

No es demasiado habitual que un poemario lleve prólogo. Menos aún lo es que un poeta se despoje de su ego y le pida a otro poeta que se encargue de su prólogo. Tal actitud deja al descubierto al menos dos virtudes, que son aplicables al autor de este libro: una infrecuente humildad y una seguridad en sí mismo y en su poesía que ya muchos quisieran tener. Ciertamente Darío Falconi no tenía necesidad de pedirme este prólogo: sus poemas no necesitan de una apología. Pueden, y saben, defenderse solos. De modo que las siguientes líneas no serán más que eso: líneas. Posibles líneas de lectura. Fogonazos en la noche. Intuiciones, emociones, solamente doxa. Sumergirse en la lectura de Agua induce de inmediato a la empatía. Un ser humano practica esgrima con sus contradicciones: se resigna al anonimato, se aferra a la soledad, toca fondo pero decide vivir y ya tiene estudiado el modo de burlar a la muerte con la complicidad estricta de Caronte. Los versos de Falconi funcionan entonces como un eco sonoro de lo que nos pasa a todos, y a la manera de fieles espejos nos devuelven dolores, instantes, frustraciones y sentimientos no solo cotidianos sino también fácilmente

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reconocibles para cualquiera. Sólo que esa realidad aprehendida es vista a través de una lente: el agua. Ello explica por qué este libro no es una mera recopilación de poemas sueltos, sino una obra concebida conceptualmente, con fineza y altura poética. Desde “Sed” hasta “Fin” un yo lírico fieramente humano celebra y padece la tiranía tanto de las formas naturales como de las formas camufladas del agua. En el primer caso, aparecen la lluvia, siempre consonante con estados de iluminación; el río, con la otra orilla a la vista; el hielo, punzante y doloroso como un rayo; la nieve, campo minado que hace falta cruzar; el mar, escenografía imprescindible para las luces de los faros y la verosimilitud de los naufragios. En el segundo caso, Falconi opera la transmutación y la «mágica sustancia» se vuelve vino, leche o cicuta. O bien se amolda a las necesidades humanas y deviene sangre, semen, líquido amniótico, lágrimas, orina, leche materna o sudor –un sudor persistente hermanado a una sed inextinguible–. Todas estas formas del «líquido sagrado» revalidan a Tales de Mileto, al mismo tiempo que le proporcionan carnadura a un yo poético que se presenta como «sólo un rostro envuelto / en la maleza oscura de su barba», que practica la elusión «siendo nadie» y se percibe como «esa figura temblorosa» en el cinético reflejo del agua en movimiento. Así y todo, su reino es de este mundo. Nada le impide a este hombre-pez sacarse la escafandra para respirar un aire fumón impregnado de hambre, para agitar la pedagogía de los barcos de papel, para denigrar el horror de un intercambio canallesco «por dos cubetas con agua» o para convertirse en espina ven-

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gadora. Estas alusiones a la realidad podrían servir de prueba para lo que a veces puede ser la existencia: «un trago de agua podrida», una emboscada, un dejarse oxidar. En este microuniverso de un hombre-pez con destino de mosca, las gotas –aparentemente ajenas, pero muy pendientes de los destinos humanos– se columpian, practican saltos ornamentales. Se suicidan incluso. En el último verso de su tragedia Las traquinias Sófocles escribe: “Y nada hay que no sea Zeus”. Me parece perfectamente lícito parafrasear al poeta griego y reemplazar el nombre del dios por el título de este libro. Falconi se las arregla muy bien para hacernos sentir eso. Oscar Conde Buenos Aires, noviembre de 2013

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“Todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.” Eduardo Galeano. El libro de los abrazos.



Sed

Un verso que cale los huesos, que desgarre la voz al repetirlo; pero eso sí, un verso que termine en agua. Diego José

Sin norte preciso deambula por las calles. No tiene nombre, sólo un rostro envuelto en la maleza oscura de su barba. Un semáforo intermitente pincela las últimas hojas del otoño y él cruza por la senda con su bolsa de nailon. La madrugada entumece el tiempo. Los vehículos traccionados a sopor y los pasos del errante se extravían como el aullido de un perro que divaga entre los recovecos de la noche

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sin agua.


De Mileto a José Luis Najenson

Si Tales no tuvo razón, ¿qué es esta agua corriendo por mi pecho? ¿Quién me explica, entonces, el río, la sangre, el esperma? Nos cuecen entre el líquido íntimo del placer, maduramos en el acuoso vientre materno y nos hidratamos con la mágica sustancia. Tales tenía razón: el agua es vida, origina el universo y le da sustento a nuestros cuerpos. Ya pronto lo sabremos, muy pronto. n

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Arpegios el universo empezó sin los hombres y terminará sin ellos. Claude Lévi-Strauss

Madura el damasco, se pudre, cae tras el patio. Chicharras aturden los lamentos del último estertor del día y el cielo reposa como un vino en la cava majestuosa de la noche.

Sobre la pantalla negra, desde aquí, no queda más que observar las guirnaldas de luz entre los arpegios de la muerte.

Aún no aprendimos.

Somos... inteligencia volátil, roca sin memoria, condenada al polvo al viento al barro. n

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Una vez más Sintió la escasez de oxígeno, emergió presuroso y pudo contemplar la melodiosa corriente, el brote verde nuevo, los gorjeos en el sauce, el sol abrasando los cristales de arena… Una lágrima se fundió con el agua, la pintó de púrpura. Penduló su cabeza y decidió vivir. n

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Naufragio

¿Quién te hace barquitos de papel los días de lluvia? Gustavo Borga

Zarpa el barco de papel sobre la creciente que dejó la lluvia. Deriva por los adoquines entre las hojas secas y la mugre, los finos dedos no pueden menguar la rabia del agua turbia que arrasa con todo a su paso. La nave acelera en el declive, gira a babor y desaparece. Poco a poco ese niño aprenderá que en cada travesía de la vida acechan las bocas de tormenta. n

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No茅 Fue un precursor, un jaguar en el diluvio. Reuni贸 a todas las especies, las meti贸 en su arca, asegur贸 las puertas y dio comienzo a su reality show. n

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Lluvia de verano a Oscar Conde

Nubes de caliza devorando por el sur. El llamado imperativo de mi madre y la pista de carreras aún sin terminar, me apoyo en la ventana, pasa el viento con su urgencia, la tierra danza en el patio y la tarde cubre el sol con óleo de estaño. Llueve. Pienso en ella. En el beso que me dio antes de mudarse. Sus caprichos de princesa de barrio. El canto de su voz cuando me nombra. La vida es una farsa. Una pelota que no pica. Un trago de agua podrida. Un caramelo de sal. Para. Afuera, en el patio de la casa, arde el nuevo sol y las últimas gotas se suicidan como en el salto ornamental de un clavadista a destiempo. n

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Literalmente No es cualquier dicho. Esa mosca sabe muy bien lo que es ahogarse en un vaso con agua. n

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Reflejo

El agua más acobardada, es aquella que no cicatriza sus heridas. Mario Trecek

La piedra toca el fondo del estanque y soy, otra vez, esa figura temblorosa que rompí sin descanso durante toda la tarde. No pude con ella. A pesar de mi esmero, esta decrépita imagen que hoy flamea sobre el agua siempre será parte de mi esencia. n

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Secretos a Eduardo Belloccio

Lo que el río sabe y calla sólo podrás descubrirlo si escuchás el eco apresado en las telarañas de la otra orilla. n

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Urgencia

Saber que aquí está empezando todo. Mientras llueve. Fernando de Zárate

Antes de que terminase la reunión erguí mi cuerpo y salí, giró la puerta sobre su eje, se rompió el humo del café. Me atravesó la calle en contramano, esquinas incomprendidas por el carro, silenciadas por el agua y la luz. Entre el diluvio de la tarde llegué, hurgué el cajón y tomé mi cuaderno. Escribí mi mejor poema, creo. El sudor me abrasó. n

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Soledad A la soledad la escribo, con todo este semen que me sobra. n

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Sueños urbanos Desperté exaltado: sudor en el rostro, martillazos en el pecho. Soñé vivir entre cemento hirviente caminando la urgencia miope del esclavo de semana. Soñé que el sol tostaba mi piel. Que sudaba hasta descomponerme. Me quedaba sin aire. Desperté y sigo estando aquí, la cascada me trajo de vuelta a percibir el contoneo del helecho, la arena fina de la orilla, la imponente luna que me guía. Todo fue mal sueño. Afortunadamente… sigo siendo un pez. n

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Realidad comparada De este lado del dĂ­a: derroche y descuido. Juego inconsciente de videntes que se ciegan. Del otro lado del mar: niĂąas livianas de ropa sepultan su virginidad por dos cubetas con agua. n

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Caronte a mis Padres

Mi padre conserva un cuaderno de tapas negras y un rótulo blanco que dice: cuando yo me muera, hagan esto. Trámites, cuentas, claves, seguros, deudas, bienes, todo eso está ahí, esperándonos.

Cuando yo no esté sólo recuerda dejarme, un par de óbolos en mis ojos y dos más en mi bolsillo.

Seguiré el rito, cruzaré el caudaloso Aqueronte. Pero no te aflijas ni me llores, celebra el convite, arregla nuestra casa, trasplanta orquídeas salvajes, enciende faros de colores en la oscuridad, pues Caronte me traerá de vuelta. n

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Cañaveral

Dentro de una lágrima tuya, ¿puede caber mi nombre todavía? Jorge Boccanera

Cayeron mis últimas monedas sobre el mostrador, y agradecí al retirarme. Esperé la noche contemplando el ocaso, lustré mis zapatos y me los calcé, el traje de casamiento me incomodó pero aun así me encaminé hacia el sur. Crucé el tenso alambrado y llegué hasta nuestro lugar, arrojé la bolsa y de inmediato abrí la tierra hasta el cansancio. Me arranqué los ojos, borré los besos con un revés de brazo, escupí la lengua, me extirpé el corazón y deposité todo en lo más profundo. Bañé el pozo con combustible, encendí el viejo Zippo y lo dejé caer en nuestros recuerdos, para que ardiera como ardimos, se consumiera como nos consumimos. Me senté en una piedra, percibí la brisa de la madrugada, el crepitar desde el fondo, el abucheo de los grillos, las luminarias a lo lejos.

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Saqué una botella con agua, la pasé por mi frente, desenrosqué la tapa y bebí un rayo de hielo. Quizás no pude cuidarte como debí, quizás esto debía suceder, quizás siempre quizás… por eso liberé tus imágenes, tu recuerdo, para que seas feliz con lo que has decidido. Tomé un puñado de tierra y al igual que mis pensamientos lo deshice entre las yemas de mis dedos. Lo cubrí todo y me perdí en el cañaveral. n

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Heterogéneo No, aquí no todo es agua, también estás vos que sos aceite. n

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Gota Se deja caer, planear por el precipicio, alinearse con el viento, refractarse con la luz. Cuando llegue a destino será nada más un punto minúsculo en la tierra. n

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Dosis De ese instante s贸lo qued贸: la corona h煤meda sobre la barra, astillas y fragmentos por el suelo, y el regadero de p铆ldoras develando la tragedia. n

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Estuve vivo En un rapto de lucidez me pregunto si alguna vez viví. No veo fotogramas, esa clásica y estúpida creencia de que cuando uno muere la vida pasa en segundos. Yo veo (recuerdo) nada más que el vaso, el zumo enigmático y oscuro, percibo el olor a meada rancia, la cicuta devorando la sangre. Dudé al principio. Ahora lo sé. ¡ESTUVE VIVO! Me doy cuenta ahora cuando escucho los cascotes, el granizo repiqueteando sobre la tapa de mi féretro. n

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Al decir de Bauman El amor es lĂ­quido: a veces, agua; otras, orina. n

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Necesidad Succiona con avidez, tibio l铆quido se derrama por las comisuras de la boca. Es la desesperaci贸n, el deseo, el sexo, huellas que se imprimen en grandiosos senos. S贸lo 茅l sabe lo mucho que necesitaba la

l e c h e m a ter na.

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Cardumen Las mojarritas se mueven en conjunto. No son bobas, saben de los beneficios del sindicalismo. n

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Noche posible

En la ciudad sin mar, el amor es agua. Iván Ferreyra

Cuando la ciudad da un respiro de silencio, se revelan ante mí dos cielos. Ínfimos leds destellan intermitentes, siembran de luz y galaxia los médanos de esta alfombra líquida. El espectáculo es íntimo. Siempre hay un momento de la noche dispuesto a descubrirse. n

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Moneda Euro, Dólar, Peso, Bolsa, Acciones, Cheques, Valores… Cuando el mundo se rija por el agua no habrá papel, metal o plástico que acalle nuestros ruegos ni plegarias, serán moneda de hielo fundiéndose en el pavimento. n

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Escafandra a Leonid Tishkov

Sumergido en días inútiles no pudiste darte cuenta de que existe un paisaje posible, en el que el sol resplandece sobre las sierras. Hay que abrir la escafandra, aprender a mirarse, percibir la atmósfera y descubrir ese mundo dentro de nosotros mismos. n

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Cenote sagrado En el rinc贸n de la noche el hueco blanco regala su eterna lumbrera de sosiego. Kil贸metros m谩s abajo la insistencia del hombre que besa una moneda de 100 y la arroja al centro de la fuente. Al amanecer algunos deseos se habr谩n cumplido; excepto el de aquellos que expropiaron eternamente las ofrendas. n

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Purificación Después del acto sexual decide asearse, quitarse los rastros del placer. Prepararse es toda una ceremonia: camuflarse la piel ceñir delicadamente el cíngulo y hundir sus manos pulcras en el líquido sagrado. El hombre de Dios toma el libro de finas páginas y atraviesa el umbral. Ahora sí puede comenzar la Santa Misa. n

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Postal Los restos de lluvia se columpian en los cables. Más allá, el arcoíris enmarca un par de zapatillas anudadas entre sí. Señalan el sitio donde el hambre se retuerce con dulces volutas de raros cigarros. n

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Sombras

Nunca se olviden que el llanto de la gente va hacia el mar. Los Fabulosos Cadillacs

Ya lo decidí. Juntaré coraje. Montaré mi bicicleta rumbo al sol y pedalearé lo más rápido que pueda.

En el rincón más inhóspito de la costa me quitaré el ropaje, me arrojaré al mar.

Penetraré la zona más oscura donde ya no destellan los corales ni coletean los hipocampos.

Cuando toque fondo allí, recién allí, ahogaré la sombra del olvido para que de una vez por todas pueda quedarme absolutamente solo. n

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Cuesti贸n de tiempo Aunque demoran, los restos del naufragio siempre llegan a la orilla. Paciencia. n

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Desafío Lo difícil no es tener una vida pública, llevar un Nombre, cargar una cruz.

Lo verdaderamente arduo es despertar cada mañana y sobrevivir un día más, siendo nadie.

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Vuelos

En el agua de los lagos, los cadáveres esconden su luz, su fuego. Eda Nicola

En tus últimos fotogramas mi presencia es recurrente baúl / cemento / avión / agua. En la cena familiar devoraste el manjar con fruición y la espina de ese pez se te clava ahora en la garganta, te asfixia de a poco, al igual que lo hiciste vos en aquel otoño de borcegos y silencios. n

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Piedras de luz a Liliana Chavez

La rutina es la de siempre: en la hondura de la noche el poeta ensaya caminos que crucen el campo de nieve. Arriba, junto a la moneda de sal, se queman los cristales del deseo. Una mosca sobrevuela el cuarto, guillotina el aire entre el lamento felino que desata el Ăşltimo lastre de la madrugada. La pluma acaricia el lacio papel, y comienza a centellar con la visita del verso feliz. El poema brilla en las manos del poeta como espejos al sol, como piedras de Wanda. n

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Transcurrir

a Marcelo Di Marco

No es el tiempo que se extingue ni el adi贸s de las golondrinas, somos nosotros, imp谩vidos, que elegimos oxidarnos mientras todo transcurre, se recrea con el movimiento de las aguas llevando hojas secas, dando tumbos a su paso. n

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Césped a Zacatecas

El nopal extiende su reinado en esta ciudad de tierra roja y piedra. La lluvia es el recuerdo de una vieja novia a la cual se añora. El hambre y la sed se convierten en caras de una moneda que pueda pagar el milagro. ¿El deseo del animal? Invocar el relámpago, amplificar el trueno, afilar el rayo y cortar el lóbrego vientre, bendiciendo con maná el territorio. n

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PĂŠrdida Te mezclaste entre la muchedumbre y te perdiste inevitable como esta lĂĄgrima en el rĂ­o. n

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Tué-Tué

El grito no alcanza, siquiera, para que descarrilen los trenes. Para que el agua se trague todo. Para que el sol se canse. Raquel Graciela Fernández

Amanecí. Un tríptico indeseable se deslizó por debajo de la puerta de chapa. La nota pregonaba que no tenemos agua. Hace un mes fue el gas, luego la luz, ahora esto me deja sin apetito. Intento escribir algún verso que me salve, refugiarme entre los libros, pero el trinar de la mañana se enreda con mis pensamientos. El corazón se agita y el pájaro Tué-Tué canta más fuerte, aturde mis sentidos, me deja tambaleante frente al abismo. n

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Elevarse Estudio, progreso, cultivo del espĂ­ritu; distintas maneras de elevarse. Vos elegiste rodearte de moscas. A un metro del suelo tus pies desnudos parecen volar. n

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Distancias a Dario Doñate Alvarez

Me prometió la luna y no le creí.

Juró poder tocarla, atravesarla con el puño, estremecerla entre sus dedos. Me habló de noches mágicas, de bautismos y juventud, de sombras y luminarias. Me prometió la luna y seguí sin creerle.

Sin embargo, cierta vez me llevó hasta allí, se abrieron los juncos y lo seguí.

Con sus yemas acarició el lomo del río en ese preciso lugar donde el astro recuesta su columna y dormita con la serenidad con que lo hace un animal doméstico. n

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Nieve No hay forma de mimetizarse. Hagas lo que hagas, tu alma negra revolotearĂĄ inequĂ­voca, como mosca atrapada en taza de leche. n

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Fin Y entonces vendrรก la sed, el indicio feroz de nuestra voracidad por destruirlo todo. n

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Agua Darío Falconi

Prólogo de Oscar Conde

15

Sed

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De Mileto

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Arpegios

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Una vez más

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Naufragio

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Noé

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Lluvia de verano

27

Literalmente

28

Reflejo

29

Secretos

30

Urgencia

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Soledad

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Sueños urbanos

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Realidad comparada

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Caronte

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Cañaveral

36

Heterogéneo

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Gota

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Dosis

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Estuve vivo

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Al decir de Bauman

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Necesidad

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Cardumen

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Noche posible

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Moneda

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Escafandra

47

Cenote sagrado

48

Purificación

49

Postal

50

Sombras

51

Cuestión de tiempo

52

Desafío

53

Vuelos

54

Piedras de luz

55

Transcurrir

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Césped

57

Pérdida

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Tué-Tué

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Elevarse

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Distancias

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Nieve

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Fin

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Agradecimientos

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Notas finales

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Reseña bio-biobibliográfica

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Agradecimientos

Hasta ser lo que hoy tenés en tus manos, este libro fue mutando, y en ese devenir mucha gente aportó sus ideas y trabajo. Algunas colaboraciones están incluidas, otras quedaron en preliminares. Aún así cada mano tendida ayudó a que el Agua no se estancara y siguiera el curso establecido de la publicación. Inmensamente agradecido a: Priscila Hernández Robles, Annie Rochfort, Anahí Anzotegui, Susana Zazzetti, Cecilia Sperat, Paula Fernández, Bárbara Poskuz, Florencia Vera, Lía Bagnoli, Liliana Chavez, Griselda Rulfo, Tatik Carrión y Graciela Zambrano. Mis padres y hermanos, Fernando de Zárate y familia, Nicolás Bonetto, Juan Arregui, Oscar Conde, Jorge Boccanera, Edgar Medina Fetecua, Dario Doñate Alvarez, Emilio Rosso, Ricardo Tell, Augusto Páez, Pablo Costantino Felipe, Omar Barberis, Alejandro Rodas, Rafael Sachetto, Walter Bosio, Jorge Díaz, Alvaro Montedoro, José Luis Najenson, Iván Wielikosielek, Luis Negretti, Juan Premat, Raúl Olcelli, Marcelo Silvera, Carlos Máximo Ferreyra, Iván Ferreyra, David Gatica, Felipe Noguera, Sebastián Capurro y Mauro Almirón. Instituto A-P. de Ciencias Humanas e Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María, Cooperativa de Trabajo Ayllu, Prímula Estudio, Cooperativa de Trabajo Acueductos Centro Limitada (Co.T.A.C.), Border Estudio Fotográfico, Universidad Popular, Municipalidad de Villa María, Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio, El Diario del Centro del País, Puntal Villa María, Corredor Mediterráneo, y Zona de Arte Alternativo (Colombia).


Notas Finales

Todos los poemas fueron escritos y corregidos entre enero de 2012 (Fresnillo, Zacatecas, México) y enero de 2014 (Villa María, Córdoba, Argentina). La lectura de los poemas fue registrada el 18 de marzo de 2014 en Prímula Estudio. La grabación, edición y masterización del CD estuvo a cargo de Alvaro Montedoro. El booktrailer es una realización de Ayllu Audiovisuales, el mismo puede verse en www.vimeo.com/aylluaudiovisual, junto a otras producciones de esta cooperativa de trabajo. Los poemas “Arpegios”, “Una vez más”, y “Cañaveral” obtuvieron una mención especial en el XL Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Cultura en Palabras 2014” realizado por el Instituto Cultural Latinoamericano (Buenos Aires). Los mismos fueron publicados en la antología que lleva el mismo nombre. Los poemas “Naufragio” y “Piedras de luz” se publicaron en la Antología Literaria 2013 de SADE Villa María. Este libro puede descargarse de manera íntegra en el blog de la editorial (www.elmensu.blogspot.com.ar). Está disponible en Epub y PDF, para que nadie pueda privarse de esta lectura. Agradezco desde ya, la duplicación, el préstamo, la descarga y cualquier otro método para compartir este trabajo. El Autor


Darío Falconi

Nació en Río Tercero (Córdoba, Argentina) el 15 de febrero de 1979, hoy vive en Villa María. Como autor ha publicado los libros: “rock_vm: el rock de Villa María en el nuevo milenio” (entrevistas, Recovecos, 2007) conjuntamente con Carlos Gazzera y José Azocar, “Tinta de poetas. Una encuesta a la literatura de este río” (entrevistas y antología literaria, Eduvim, 2009), “De barro y carne” (poesía, El Mensú, 2010). Además Coordinó y compiló Versos y relatos de nuestra gente (Villa María 2013) (antología literaria, El Mensú, 2013) y “Tinta de poetas 2.0. 42 escritores de 9 países. Un proyecto virtual en papel real” (antología poética, El Mensú, 2014). Participó en la antología “Cultura en palabras 2014” del Instituto Cultural Latinoamericano (Buenos Aires) con poemas que obtuvieron mención de honor en el concurso del mismo nombre y en la “Antología Sociedad Argentina de Escritores Villa María” (El Mensú, 2010 y 2013; Autor, 2011 y 2012). Es Diplomado en Gestión Editorial por la Universidad Católica de Córdoba y estudiante avanzado en la Licenciatura en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Villa María. Coordinó desde 2006 hasta 2012 “El Diario Cultura”, suplemento cultural de El Diario del Centro del País (Villa María). Fue Vice-Presidente de SADE (Sociedad Argentina de Escritores) filial Villa María durante el período 2010-2013. Es el Editor/fundador de El Mensú Ediciones.




Agua de Darío Falconi terminó de imprimirse y encuadernarse en abril de 2014 en los talleres de: Premat Industria Gráfica SRL Entre Ríos 2650 - Córdoba - ARGENTINA Se tiraron 500 ejemplares numerados, trescientos barquitos de papel con un norte único,

tus manos. - . Versión digital junio 2014 . -






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