Muchas fueron las causas que, allá por 1984, impulsaron la creación de una escuela primaria en barrio Cerino. En ese lugar, la deserción escolar era significativa ya que para concurrir a clase, los niños debían recorrer una considerable distancia hasta llegar al antiguo colegio de barrio Escuela.
Ningún gobierno se hacía cargo de la situación. La decisión era obligada, había que soñar con la escuela propia.
En este libro encontrarán las experiencias y vivencias que llevaron adelante los miembros de la Comisión Vecinal para lograr construir, de la nada y con la ayuda de los vecinos, el colegio que hoy todos conocemos como Armando Rótulo.
En clave cotidiana, Falconi revela sus proyectos, sus temores y las decisiones que debió tomar para sortear los obstáculos que se le presentaron siendo presidente del Centro Vecinal.
En estas páginas están plasmados los hechos, pero también las personas que se solidarizaron con la causa y pusieron, a su manera, un ladrillo para edificar este sueño.