Este libro no tiene ninguna pretensión literaria, su
contenido son narraciones en forma de cuentos muy simples
hasta casi infantiles. Diría Francisco de Asís, la Santa Simplicidad.
Creo que no es para leerlo solamente, sino también para
pensarlo, porque su orientación nos lleva a descubrir el sentido
de la vida que trascendiendo lo natural, quiere mostrar “el valor
de lo eterno, lo inmutable” y el único que posee estos valores es
Dios.