Cuento del sinsonte olvidadizo
Para Amir, Ulises, Octavio y Yarim Israel Barrón
Dirección editorial: Ana Laura Delgado Cuidado de la edición y diseño: Raquel Sánchez Asistencia gráfica: Yarim Gómez © 2021. Antonio Orlando Rodríguez, por el texto © 2021. Israel Barrón, por las ilustraciones Primera edición, enero de 2021 D. R. © 2021. Ediciones El Naranjo, S. A. de C. V. Avenida México 570, Col. San Jerónimo Aculco, C. P. 10400, Ciudad de México. Tel. +52 (55) 5652 1974 elnaranjo@edicioneselnaranjo.com.mx www.edicioneselnaranjo.com.mx ISBN: 978-607-8442-97-3 Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables. La persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes. Impreso en México / Printed in Mexico
Cuento del
o n s t n e i s a dizo d i v l o
Antonio Orlando Rodríguez Israel Barrón, ilustración
Dicen que una vez a un sinsonte olvidadizo, al más olvidadizo de todos los sinsontes, se le olvidó su cantar. Y como un sinsonte sin melodía es lo mismo que un bosque sin verde o que una playa sin azul, el pequeño músico echó a volar por el monte, en busca de una canción que le viniera bien.
Vuela que te busca y busca que te vuela, el sinsonte desmemoriado llegó junto al arroyo, y éste, al verlo tan piquicerrado, le propuso con su voz de agua:
—Canta mi canción, amigo.
—A ver —suspiró el sinsonte—, ¿cómo es?
—Así:
Erre y erre rifirrafe, erre y erre raferrí, rápido, arremolinado, runruneante y saltarín.
Relumbrante, revoltoso, refrescante y retozón, risueño corre el arroyo: reguilete bajo el sol.
Antonio Orlando Rodríguez ¡Hola! Soy el escritor de este y otros libros para niños. También escribo para los adultos. Nací y crecí en Cuba, viví y trabajé durante años en Costa Rica y Colombia, y desde hace más de dos décadas resido en Miami. En los lugares por los que he pasado, he tratado de mantenerme fiel a mi voz, a mi cultura y a mis ideas. Como el sinsonte de esta historia —y creo que como casi todas las personas—, tengo una “canción” propia, una manera particular de ver el mundo, de escucharlo y de dialogar con él, y he hecho todo lo posible para que esa “melodía” nunca se me olvide. Porque pocas cosas hay tan tristes como extraviar tu identidad o renunciar a ella. Cuento del sinsonte olvidadizo es una historia que escribí a los 30 años de edad, en el lejano 1977 (¡te reto a que calcules cuánto tiempo ha transcurrido desde entonces!). La hice, entre otras cosas, porque me gustan mucho las rimas y los trabalenguas. www.antonioorlandorodriguez.com
Israel Barrón Me subí al tren solo con mi mochila a los 12 años, para viajar y visitar a mi abuela. Ella me esperaba con montones de retazos de tela e hilos porque sabía que, a diferencia de mis primos que salían a la calle a jugar fútbol, yo me podía pasar horas diseñando y cosiendo ropa para mis muñequitos y crear con ellos un montón de historias. Crecí haciendo dibujos para mis amigos de la escuela y creando pequeñas esculturas con los gises de los maestros. Tiempo después, los fuertes aires de Pachuca me invitaron a tomar otros vuelos y me fui con mi libreta, mis pinceles y lápices dentro de mi morral viajero. Desde entonces, ellos han sido mis compañeros de viajes y aventuras, junto a mi muñequito favorito de la infancia que siempre va conmigo. Su ropa sigue guardada en la cajita de madera que me regaló mi abuelo.
colección mar de cuentos
El viejito del sillón Antonio Orlando Rodríguez
De la vida de las ranas María Branda
Para niños lectores
Dragones en el cielo Sergio Andricaín
El rinoceronte de Durero Luis Vera Prendes
se imprimió en el mes de enero de 2021, en los talleres de Offset Rebosán, S. A. de C. V., Acueducto 115, Col. Huipulco, Tlalpan, C. P. 14370, Ciudad de México. En su composición tipográfica se utilizó la familia Quicksand. Se imprimieron 2 000 ejemplares en papel couché mate de 150 gramos, con encuadernación rústica. El cuidado de la impresión estuvo a cargo de Ediciones El Naranjo.
colección mar de cuentos
Para niños lectores
El sinsonte, también conocido como cenzontle, es un ave que además de emitir un magnífico canto, es capaz de imitar el trino de otros pájaros, el sonido de otros animales y hasta el ruido de las máquinas. El sinsonte de este cuento ha olvidado su cantar y preocupado se da a la tarea de buscarlo. Descubre dónde y cómo lo encuentra, y entona los versos que sus amigos del monte le sugieren en su afán de ayudarlo a hallar la melodía perdida.
Antonio Orlando Rodríguez nació en la isla de Cuba y se dedica al antiguo oficio de domador de palabras. Su primer cuento fue sobre un oso policía de tránsito, lo escribió a los ocho años de edad y fue un bestseller... entre los niños de su aula de tercer grado. De entonces a la fecha ha vivido en distintos países, ha publicado muchos libros y ha ganado diversos premios literarios. En El Naranjo también publicó El viejito del sillón. Israel Barrón nació en Pachuca, Hidalgo. Estudió Artes Plásticas en la Universidad Veracruzana. Ha expuesto su obra de forma colectiva e individual tanto en México como en el extranjero. Ilustró la imagen de la 38 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (filij). En 2017 ganó la Placa de Oro en la Bienal de Bratislava. En Ediciones El Naranjo también ha ilustrado
Cirkótico, Dragones en el cielo y De la vida de las ranas.
www.edicioneselnaranjo.com.mx