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MUNICIPALISMO 2020 EL NORTE DE CASTILLA
El patrimonio de Castilla y León
David Muriel Alonso. Geógrafo
PATRIMONIO, LA IDENTIDAD DE NUESTRA SOCIEDAD
E
l patrimonio histórico, para generar en torno al mismo un artístico y cultural como recurso desde un punto de vista elemento aglutinador de económico. Una solución está en toda una sociedad local la prospección de los recursos en es un concepto especialmente reel ámbito local de abajo a arriba, levante en una de las regiones desde los agentes socioeconómimás ricas en Europa desde este cos que pueblan un territorio y punto de vista y que tiene, por que establecen una estrategia ejemplo, el mayor número de recompartida, un camino común cursos declarados Patrimonio de la para crecer, para avanzar juntos en Humanidad por la UNESCO. la consecución de unos objetivos y El punto de partida en estas proyectos prioritarios. Y este es cuestiones pasa por identificar a otro de los puntos críticos que deeste patrimonio como un recurso safortunadamente no es habitual con capacidad de generar empleo en nuestra región, en la que seguien riqueza; si no lo identificamos mos entendiendo que la conservacomo tal, no lo podemos poner en ción del patrimonio es responsabivalor y una de nuestras carencias lidad exclusiva de las administracrónicas es, precisamente, no vaciones públicas o del propietario lorar nuestro patrimonio. Somos correspondiente del inmueble; conscientes de la importancia de cuando se detecta la importancia nuestros conjuntos históricos ardel elemento patrimonial se percitísticos, catedrales, muchos de los be la necesidad de conservarlo, castillos, palacios y monasterios pero no de dinamizarlo, y en eso que salpican el territorio castellano hemos quedado, muchas veces no y leonés, pero no tanto del varehabilitando sin pensar en el uso lor de la arquitectura tradicional, y ni mucho menos en la sostenibide las bodegas subterráneas, de lidad económico financiera. nuestras fiestas gastronómicas, No podemos seguir empezando populares y tradiciones inmemola casa por el tejado. El planteariales, de los archivos documentamiento correcto es el contrario: les, de las harineras, de las infraespartir de un análisis compartido tructuras ferroviarias abandonapor los ciudadanos, organizaciodas a su suerte o de un sinfín de nes, empresas y administraciones personajes y acontecimientos que que interactúan en un pueblo, o jalonan nuestra historia. mucho mejor, en una comarca y Uno de los elementos más reledetectan las necesidades y oportuvantes en este sentido es la pernidades del territorio para reciclar, cepción del paisaje, un paisaje hureformar y convertir sus elemenmanizado a lo largo del tos patrimoniales, matiempo que lo hace teriales o inmateriales, singular, genuino, dien recursos públicos o «Podemos convertir privados, o mucho meverso y apreciado por nuestro patrimonio jor, compartidos para nuestros visitantes, en una herramienta generar servicios, actipero que nosotros despara afrontar el reto vidades, puestos de trapreciamos desde la indemográfico» consciencia de quien bajo productivos ligalo habita y transforma dos al turismo, pero día a día. El colmo del también a la cultura, la despropósito, también presente educación, la empresa... en nuestra conciencia colectiva, De esta forma podemos converes plantear nuestra propia historia tir nuestro patrimonio en una hecomo un peso heredado que no rramienta de trabajo para afrontar nos deja levantar una autoestima el reto demográfico que ahora, de atenazada por lo que fuimos antes repente, nos agobia, pero no sólo y no somos ahora. desde el punto de vista de la conNo llegamos a percibir el valor sabida despoblación, sino también de oportunidad que nos ofrece un del envejecimiento de la poblacontenedor o un hecho histórico ción y los innegables flujos migra-
torios. La ansiada ley de mecenazgo que facilite la implicación privada en proyectos de interés general y la adaptabilidad de la normativa y tramitación urbanística en las intervenciones en patrimonio son también herramientas que facilitarían esta labor y que se echan de menos.
El Hospital Simón Ruiz
Un ejemplo significativo por su simbolismo, la importancia del elemento monumental y como proyecto que ha aglutinado los anhelos de la toda la ciudadanía de una localidad, está siendo la recuperación del antiguo Hospital Simón Ruiz en Medina del Campo. Foco de polémicas y reproches entre administraciones y la fundación de carácter asistencial propietaria de un inmueble Bien de Interés Cultural que acaba de cumplir 400 años de su inauguración, la rehabilitación del único hospital general español cerrado ha sido durante las últimas décadas uno de los deseos más repetidos por los medinenses. Lejos de ser percibido como un espacio de oportunidad en el entramado urbano de la Villa de las Ferias, era una de las patatas calientes que se pasaba de mano en mano entre los responsables de su adecuada conservación. La estrategia de desarrollo sostenible Medina 21 trabaja de forma participativa con la ciudadanía de manera directa en la consecución de proyectos prioritarios en periodos de programación de 5 años en los ámbitos social, económico y ambiental, estando desde sus orígenes, hace 15 años la recuperación del antiguo hospital como objetivo, un edificio sin uso de unos 10.000 metros cuadrados habitables y con su parcela de 2 hectáreas convertida en almacén y en una escombrera municipal. Era una de las cuestiones pendientes que por unas circunstancias u otras se quedaba siempre encima de la mesa de los equipos técnicos que cada dos meses reúnen a profesionales y voluntarios que procuran el cumplimiento de los objetivos de la estrategia.
MUNICIPALISMO 2020 EL NORTE DE CASTILLA
El patrimonio de Castilla y León
Hospital Simón Ruiz de Medina del Campo. El inicio de movimientos ciudadanos denunciando su lamentable estado de conservación, la entrada de Medina en iniciativas europeas URBACT e Interreg Europa que abrieron las posibilidades de reciclarlo siguiendo modelos similares en otros países de nuestro entorno, las aportaciones en conocimiento de entidades como las Universidades de Valladolid, Castilla-La Mancha o Federico II de Nápoles, de la Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico o de la iniciativa DueroDouro, y las aportaciones económicas de la administración local, regional y estatal han hecho posible cambiar la dinámica de degradación del edificio por una de recuperación. La existencia de una hoja de ruta consensuada, trabajada desde su propio origen por los habitantes de Medina del Campo, con la suma de expertos y profesionales en la materia han posibilitado plantear la paulatina rehabilita-
ción del edificio como un factor de oportunidad estratégica para la Tierra de Medina. El objetivo comunitario es habitar progresivamente el edificio para convertirlo en un centro de desarrollo económico a escala regional, un foco donde la creatividad y la innovación imprima personalidad a un espacio que tiene usos culturales y turísticos inherentes al mismo, pero que se concibe como un espacio para la creación, para desarrollar proyectos formativos, de investigación y emprendedores. Un contenedor para la generación de sinergias que no solo posibiliten el mantenimiento sostenible del equipamiento, sino que permitan convertirlo en una factoría de iniciativas que haga que nuestros jóvenes encuentren motivos suficientes para desarrollar en su propia tierra sus proyectos de vida. Así ha comenzado su rehabilitación y puesta en uso, que se extenderá seguramente más de una
década porque necesariamente ha de hacerse de forma sostenida por el volumen de la inversión y también, y primero, por la paulatina implantación de usos y servicios públicos y privados, pero siempre de interés general para la sociedad medinense y su entorno. En definitiva, patrimonio para afrontar el reto demográfico de nuestros pueblos y comarcas, patrimonio como elemento dinamizador capaz de movilizar la conciencia colectiva de una sociedad que necesita ilusionarse, que necesita motivos para creer en que aquí tenemos oportunidades de desarrollo basadas en nuestros propios recursos; pasar de la recurrente frase de ‘Aquí no hay nada’, a una visión positiva de todo lo que tenemos por hacer, por recuperar y reciclar. Solo tenemos que abrir nuestros oídos y dar protagonismo desde el origen de la idea al elemento más valioso que habita en nuestro paisaje: las personas.
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