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Viernes 29.11.19 EL NORTE DE CASTILLA
ALEJANDRO ROYO-VILLANOVA PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE EL NORTE DE CASTILLA
Mismos principios, p p mismos valores
E
l Norte de Castilla cumple 165 años, y me piden que escriba recuerdos vividos a lo largo de los 49 años como Presidente y 55 formando parte del Consejo de Administración. Cierro los ojos y veo todavía en Montero Calvo la gigantesca mesa donde se sentaban a trabajar todos los redactores de El Norte y oigo el ruido de las linotipias, siento el calor de la fundición de las teclas de plomo, el olor de la tinta, el ruido de la rotativa que se oía en todo el edificio y cómo impresionaba verla funcionar- y las conversaciones y discusiones sobre cómo recomponer la portada para incluir noticias de última hora, etc. Disfrutaba yendo a El Norte después de la cena para ver el cierre del periódico y charlar con los redactores sobre política local y nacional, sobre todo en las tres primeras legislaturas, en las que fui Diputado y Senador por Valladolid. Cómo olvidar la decisiva labor como Gerente de Fernando Altés Villanueva, alma de la empresa durante tantos años; las conversiones con Miguel Delibes, a veces difíciles pero siempre llenas de afecto y amistad; las reuniones del Consejo, con las figuras señeras de Alejandro Fernández de Araoz y de la Devesa, de Emilio Gómez Orbaneja y de José Antonio Rubio Sacristán o Miguel Delibes, que fueron mis maestros, compañeros y amigos durante más de 30 años. Pasan por mi memoria los sucesivos Directores, cada uno con su personalidad, y me recreo en la figura de Jiménez Lozano, que nos trajo serenidad a la redacción y una colección de editoriales escritos por él durante la transición, que son una pieza antológica de responsabilidad política y que recogían perfectamente el espíritu liberal del Norte. Recuerdo el centenario de El Norte, con mi abuelo Antonio de Presidente, cuando le fue impuesta la gran cruz de Isabel la Católica por Joaquín Ruiz Jiménez, Ministro de Educación, y las
explicaciones que me dio mi padre sobre lo que significaba esa condecoración, que ya tenían él y mi bisabuelo, así como que me tocaba a mí ser la cuarta generación en recibirla; pero esto yo lo conté hace poco, cuando me la concedieron. Parece que fue ayer el 125 aniversario, con el magnífico discurso que pronunció Ricardo de la Cierva, que vino como Ministro de Cultura a la celebración que dimos con todo Valladolid y el personal de El Norte. Y se mezcla en mi memoria con el 150 aniversario ¡y hace ya 15 años! con los Reyes de España, todas las autoridades regionales y locales y las palabras llenas de afecto de Su Majestad el Rey don Juan Carlos por ser el primer diario español que alcanzaba esa edad, y por lo que había significado a lo largo de su vida. Siempre tuve claro lo que El Norte
había significado, lo que era y lo que debía seguir siendo: un periódico digno y veraz, independiente, apoyado en una ideología liberal y que defendiera siempre los intereses del campo castellano de Valladolid, de Castilla y de España. Precisamente por defender esa independencia, libramos una lucha implacable, cuando fui nombrado Presidente, para evitar que El Norte cayera en manos del grupo más poderoso del Gobierno y de España en aquel momento. Hemos buscado siempre la excelencia en la ética y en lo profesional, y también en la lucha contra el deterioro del lenguaje. Ningún periódico de España puede presumir, como nosotros, de haber tenido tres directores Premios Nacionales de Literatura: Cossio, Delibes y Jiménez Lozano, y esto es un ejemplo y un reto para las nuevas generaciones.
Hay que resaltar la postura decidida de El Norte y de la transición, apoyando la reforma, la superación de la Guerra Civil, la convivencia de todos los españoles, su defensa de una Constitución consensuada bajo la monarquía de don Juan Carlos. La entrada de El Norte en el grupo Vocento se realizó después de que éste garantizara, como así ha sido en los últimos 25 años, la personalidad histórica de nuestro periódico. Puedo afirmar que El Norte ha cumplido con dignidad ese compromiso tácito que existe entre un periódico y sus lectores, defendiendo siempre, en el transcurso cambiante de la historia, los mismos ideales y principios políticos, sociales, éticos y profesionales que confirman su personalidad. Confío que este siga siendo el compromiso de El Norte dentro de otros 165 años.
Rotativa de El Norte de Castilla en la calle Duque de la Victoria de Valladolid, en 1967.