MUNICIPALISMO 2020 EL NORTE DE CASTILLA
240 El patrimonio de Castilla y León
ÁVILA
Ávila
DE INTERÉS
La restauración de las pinturas de Santa María del Castillo de Madrigal de las Altas Torres, financiada por la Consejería de Cultura y Turismo con aportación europea a través de los Fondos Feder, se ha desarrollado de forma colaborativa con la participación de la Diócesis de Ávila, la Parroquia, el Ayuntamiento y la Asociación de Amigos de Madrigal.
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patrimonio cultural es de todos. Y no porque cada uno de nosotros tenga una pequeña participación, siquiera simbólica, en esa propiedad común. Es más bien porque tratándose de algo que nos llega del pasado, está presente –omnipresente, casi– en el mundo en que vivimos. En Castilla y León lo tenemos cerca. Hay patrimonio hasta en el último de los rincones de esta Comunidad. Constituye las raíces de lo que somos, suele decirse, y es bien cierto, pues resulta sencillo identificarse con cualquier manifestación, material o inmaterial, que como comunidad nos liga a nuestro ayer más o menos remoto. Es el ingente legado que recibimos de quienes nos precedieron en este territorio, en forma de yacimiento arqueológico, de construcción arquitectónica, de obra de arte mayor o menor, de industria u oficio, de celebración tradicional..., de cualquier elemento en el que, mirándonos, atisbemos un reflejo de nuestra idiosincrasia cultural. Pero el patrimonio también es de todos porque está en nuestras manos: en las del conjunto de los
Recinto amurallado de Madrigal de las Altas Torres.
El patrimonio cultural, propiedad común El patrimonio cultural exige un compromiso colectivo. Y son cada vez más los casos que dan fe de ello. En esa línea se mueve la concienzuda intervención que se está llevando a cabo en la Iglesia de Santa María del Castillo de Madrigal de las Altas Torres
ciudadanos que habitan este territorio. Ya sea porque nos sintamos afectivamente cerca de alguna de sus manifestaciones, ya porque la misión de su salvaguarda rebase con creces las posibilidades y esfuerzos de las administraciones, lo cierto es que el patrimonio cultural exige un compromiso colectivo. Y, por fortuna, son cada vez más los casos que dan fe de ello en Castilla y León. En el Valle de Manzanedo, en las Merindades de Burgos, se halla el Monasterio de Santa María
de Rioseco, hasta hace nada engullido por la vegetación de ribera del Ebro. Del abandono en que cayó desde la Desamortización de Mendizábal en 1835 lo ha rescatado la voluntad, el esfuerzo y la generosidad del amplio Colectivo ‘Salvemos Rioseco’. Lo conforman gentes, entidades y asociaciones del Valle y de más allá del Valle que han conseguido dignificar esta excepcional joya cisterciense que brillaba con luz propia desde el siglo XII. A este y a otros proyec-
tos se ha sumado la Junta de Castilla y León, activando el programa ‘Iniciativas sociales por el patrimonio’ para articular la colaboración de colectivos sociales y pequeños ayuntamientos que buscan modelos de desarrollo a partir de recursos históricos y culturales existentes en sus propias localidades y territorios. Las Tierras de Lara, también en Burgos, el Monasterio de Palazuelos en el municipio vallisoletano de Cabezón de Pisuerga o en León el Castillo de Sarracín en colaboración con el Ayuntamiento de Vega de
Valcarce y la asociación Promonumenta.
Madrigal En esa misma línea se mueve la intervención que se está llevando a cabo en la Iglesia de Santa María del Castillo de este municipio abulense. Ahí aparecieron en 2010, ocultas tras el retablo barroco, unas pinturas murales que nos hablan de la construcción de la iglesia originaria hace siete siglos. Además de las labores de investigación sobre la cronología de la iglesia, se han abordado obras de reparación de las
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cubiertas del presbiterio, del cuerpo situado entre la torre y el hastial, del ábside central, del crucero y, fundamentalmente, la consolidación estructural del ábside. Las pinturas se extienden de un lado por el ábside central y el presbiterio, y de otro por el ábside norte y sus tramos rectos anteriores. Entre otras figuras y motivos, destacan en uno y otro ábside sendos pantocrátores, rodeado cada uno de ellos por la representación simbólica de los cuatro evangelistas. Su restauración, además de la del retablo, ha obligado a compatibilizar la convivencia del espacio medieval recuperado con el resto del templo barroco, sin menoscabo de uno y otro y con respeto al uso litúrgico.
Colaboración El proyecto de restauración de las pinturas, financiado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León con aportación europea a través de los Fondos Feder, se ha desarrollado de forma colaborativa con la participación de la Diócesis de Ávila, la Parroquia de Santa María del Castillo, el Ayuntamiento de Madrigal y la Asociación de Amigos de Madrigal. Esta última es una asociación con carácter no lucrativo que se ha implicado en dar a conocer y difundir los valores del patrimonio cultural de la villa, y en particular de la Iglesia de Santa María del Castillo, propiciando su apertura y promoviendo las visitas guiadas, en concierto con la Oficina de Turismo municipal. Son estas algunas muestras de que la sociedad civil castellana y leonesa participa de forma activa en la conservación y en la transmisión de los valores y significados de su patrimonio cultural. Indicios de que las gentes, en las ciudades y en los pueblos, luchan por lo que reconocen como sus señas de identidad cultural. El patrimonio es de todos. Debemos seguir el ejemplo.
Pinturas de la Iglesia de Santa María del Castillo de Madrigal, objeto del programa de restauración.
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