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ÁVILA
PROVINCIA DE ÁVILA
Ávila
EL PATRIMONIO Toros de Guisando y castros celtas, testimonio de la cultura vetona. Castillos e iglesias, con innumerables testimonios medievales. Contacto. Turismo: 920206222. turismoavila.com
Castros, iglesias y castillos en un entorno natural extraordinario
DE INTERÉS
Además de sus siete conjuntos histórico-artísticos, Ávila cuenta con un abundante patrimonio arquitectónico y folclórico popular, y con una naturaleza, presidida por la sierra de Gredos, que enmarca y engrandece la riqueza de su patrimonio.
La provincia de Ávila, a lo largo de sus comarcas, cuenta con numerosos testimonios célticos y medievales, con pueblos plenos de sabor y de historia
Palacio de los Duques de Alba, en Piedrahíta
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a condición de Ávila capital como ciudad Patrimonio de la Humanidad define la enorme riqueza cultural de una provincia que concilia maravillosamente sus tesoros históricos y artísticos con una naturaleza fascinante y un patrimonio tradicional, popular y gastronómico entre los más ricos de la región y de España. Cerca de un centenar de bienes de interés cultural y siete localidades que cuentan con el título de Conjunto Histórico Artístico, repartidas a los largo de la provincia por todas sus comarcas. Arévalo y Madrigal de las Altas Torres en la Moraña; El Barco, Piedrahíta y Bonilla de la Sierra en el Valle del Corneja; Pedro Bernardo y Guisando en el Valle del Tiétar. Y, por supuesto, Ávila en la comarca de la Sierra de Ávila y Tierra de Pinares. Los Toros de Guisando, en el municipio de El Tiemblo, son el símbolo mayor de la enorme riqueza en testimonios vetones de la provincia abulense. Los castros de Ulaca, El Raso o la Mesa
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Cruz de piedra ante una casa típica en Piedralaves.
Puente de Valsordo, en Cebreros.
de Miranda son tres de los hitos imprescindibles en esta Ávila céltica que ha llevado hasta El Barraco el nombre de sus extraordinarias esculturas zoomorfas: los verracos. Con la Muralla de Ávila y la Abadía de Burgohondo a la cabeza, los testimonios medievales de la provincia son innumerables. En la Moraña destacan las iglesias mudéjares, como la de San Nicolás de Bari, en Madrigal, o las de Santa María
Y la huella, también patrimonial, de los grandes santos vinculados a esta tierra: Santa Teresa, en Ávila; San Juan de la Cruz, en Fontiveros, y San Pedro de Alcántara, en su santuario de Arenas de San Pedro. Las murallas de Ávila y Madrigal de las Altas Torres abren también la lista defensiva de los fantásticos castillos de la provincia, como los de La Adrada, Arenas de San Pedro, Mombeltrán o El Barco. Castillos o
la Mayor y San Martín, en Arévalo. Y en el Valle del Corneja, la extraordinaria colegiata de Bonilla de la Sierra, residencia veraniega de los obispos de Ávila.
Los testimonios medievales son innumerables en todas las comarcas de la provincia
Y ADEMÁS...
1 1. Muralla de Madrigal de las Altas Torres. 2. Castillo de El Barco de Ávila. 3. Abadía de Burgohondo.
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elegantes palacios, como el del infante Don Luis, en Arenas; el del Duque de Alba, en Piedrahíta, o el de Magalia, en Las Navas. Una historia vibrante que llega prácticamente hasta nuestros días, con ejemplos como el Museo de Adolfo Suárez y de la Transición, instalado en la antigua iglesia de Santiago de Cebreros. Y todo, siempre, al pie de una naturaleza maravillosa, presidida por las majestuosas cumbres de Gredos.
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Carlos García González. Presidente de la Diputación de Ávila por el PP desde 2019
BIEN DEL PASADO Y HERRAMIENTA PARA CONQUISTAR EL PORVENIR
C
omo testigos mudos de una historia cincelada, esculpida y construida en piedra, ladrillo, cemento, madera o vidrio, el patrimonio que Ávila atesora se extiende por cada una de las comarcas de esta provincia que, como en otros aspectos, se distingue por su rica diversidad. Un proceso casi de decantación que durante siglos ha acumulado un sinfín de muestras del ingenio del ser humano a través de esa actividad sublime que es el arte. La protección y el mantenimiento del patrimonio que hemos recibido para legarlo a las generaciones futuras es una de las primeras obligaciones de cualquier gobernante. Habrá quien se extrañe de que la señalemos entre «las primeras», pero seguro que me entenderán si escribimos que en la Diputación Provincial de Ávila consideramos el patrimonio histórico-artístico de nuestras comarcas a la vez como un bien del pasado y una herramienta para conquistar el porvenir. Siete conjuntos histórico-artísticos engrandecen el patrimonio de nuestra provincia: Piedrahíta, El Barco de Ávila, Guisando, Madrigal de las Altas Torres, Bonilla de la Sierra, Arévalo y Pedro Bernardo. Siete conjuntos que la Diputación se preocupa de mantener, preservar y proyectar hacia el futuro mediante planes especiales bienales a los que destina unos recursos que, aunque menores de lo que desearíamos, están orientados a potenciarlos como herramienta atractiva para los propios ciudadanos de esos municipios y de toda Ávila, para los investigadores y expertos, y para el turismo. Pueblos bellos por su historia preservada y pueblos bellos por su historia traída al presente, explicada y mostrada con respeto y excelencia. Ese es el objetivo que perseguimos. No obstante, también queremos llamar la atención en estas líneas sobre algo que consideramos necesario para que el patrimonio de nuestros municipios, su mantenimiento y gestión, alcance
los servicios fundamentales que permitan mostrarlos son factores determinantes si deseamos que el patrimonio renazca y se convierta en un factor que sume entre tantos que debemos desarrollar para hacer frente al reto demográfico. Otra reivindicación histórica de la provincia de Ávila tiene que ver con una de las culturas ancestrales que se asentaron y desarrollaron en nuestro territorio: la vetona, con los castros y los verracos –esculturas zoomorfas de significados múltiples (religioso, funerario, de delimitación territorial…)– como gran exponente. El reconocimiento de castros y verracos como Patrimonio de la Humanidad –o, al menos, de los verracos como BIC, figura de protección de la que ya gozan los castros–, sería un acto de justicia para estos elementos de una cultura fundamental para entender la España prerromana en el centro de la Península. Y hablamos en términos de investigación y divulgación, pero también de protección, para que los verracos no puedan moverse de sus lugares de origen, como sucede en la actualidad con total impunidad. Si consideramos a Castilla y León un cofre que contiene tesoros patrimoniales que admiten poca comparación en Occidente, si queremos dar a este recurso que Verracos abulenses. configura nuestra identidad, desde lo local hasta lo regional, la potencia que merece, debemos hanuevas cotas de implicación e incerlo con hechos, con imaginación versión por parte de las adminisy con constancia. traciones supramunicipales que Conservemos, divulguemos y están encargadas de conservarlo mostremos al mundo nuestra para el futuro. En la provincia de historia a través de nuestro enorÁvila hay innumerame patrimonio artísbles monumentos catatico. Unamos nueslogados como Bien de tras manos y nuestro «Siete conjuntos Interés Cultural (BIC) intelecto al de aquehistórico-artísticos que se encuentran en llos que lo levantaron engrandecen estado ruinoso, espeen el pasado para leel patrimonio de cialmente en el caso de gárnoslo y transminuestra provincia» castillos y conventos, o támoslo hacia el futuque no cuentan con asro con amor y entupectos tan básicos y siasmo por esta tierra exigibles como un horario de aperen la que nacimos, en la que vivitura para visitantes. Invertir en mos y, lo que es más importante, rehabilitarlos y para dotarlos de en la que creemos.