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Aprender español sin renunciar al sol y la tapa
Estudiantes orientales participan en una clase de gastronomía española dentro del programa de español, en Salamanca. ALMEIDA
No hay, de momento, pantalla en el mundo que permita a un estudiante de Seattle, de Amberes o de Kioto saborear el hornazo salmantino, ni acariciar el granito de los sillares del Acueducto segoviano, ni sentir la berrea en la soriana Sierra de Urbión. El traductor automático les aproximará con un vocablo del acerbo gastronómico, histórico o biológico, nada más. Por eso americanos, chinos, italianos o franceses, primeros países emisores, prefieren venir a Castilla y León a hablar español. Las herramientas digitales son una ayuda pero es el viaje, la inmersión, el principal vehículo de aprendizaje del idioma. En cambio, la digitalización de la enseñanza del español ha tenido un desarrollo en un campo inesperado: la formación de profesores.
Antes de que el ‘Prestige’ nos recordara la negrura del crudo, el petróleo era metáfora de riqueza. A comienzos de este siglo se acuñó la sentencia de que «el español es el petróleo de...», póngase en los puntos suspensivos el territorio a potenciar. El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, la utilizó el día 7 de noviembre refiriéndose a España. En 2006 ya se usaba en esta autonomía, refugio del español de místicos y pícaros. Un año después se creaba el Comisionado para la Lengua, en la Consejería de Cultura de la Junta, actualmente responsabilidad de Mar Sancho. Una década antes nació la AEECyL (Asociación de Escuelas de Español de Castilla y León). El petróleo idiomático sigue siendo un bien codiciado.
«Las pantallas no han funcionado para nadie», dice tajante Miguel Ángel de Benito, presidente de la AEECyL y director del Colegio Miguel Delibes de Salamanca. «La digitalización es un complemento surgido en la pandemia pero nuestro negocio se basa en el contacto directo con los alumnos. No se trata solo de cursos de idiomas, sino de una experiencia, una inmersión en la cultura, unas vivencias. El nuestro es un modelo de negocio incompatible con la pantalla. Nuestra razón de ser es la enseñanza del español, en torno a eso organizamos unas programas que requieren presencialidad». Representa a 16 escuelas de Castilla y León, 14 de Salamanca, una de Valladolid, otra de Ávila y «ha solicitado entrar una de Burgos».
Están intentando recuperar las cifras de 2019, antes de la pandemia. «Ese año vinieron unos 47.000 alumnos extranjeros a Castilla y León, 32.000 de los cuales eligieron Salamanca y 20.000, en nuestras escuelas», explica De Benito. Trabajan con un rango amplio de perfiles. «Desde grupos de niños entre 10 y 12 años que vienen con sus profesores hasta jubilados, no hay límite. Nuestro nicho fundamental es Europa aunque también tenemos clientes de EE UU, Brasil, Corea, China». En cuanto a la procedencia conti> nental, los países emisores de mayor presencia son Italia, Francia y Holanda,
EL PETRÓLEO DE CASTILLA Aprender español sin renunciar al sol y la tapa
Turismo idomático. Los alumnos extranjeros de nuestra lengua prefieren la inmersión y la experiencia en Castilla y León. La digitalización del sector ha descubierto en la formación de profesores un nuevo nicho de mercado
LA FORMACIÓN EN LÍNEA ASÍNCRONA HA CALADO EN LOS PROFESORES LA COMISIÓN DE LA LENGUA EN CASTILLA Y LEÓN BUSCA PRESCRIPTORES
>«menos de los países eslavos y nórdicos que cuando viajan lo hacen buscando la playa». Málaga parece el destino estrella para los que buscan aprender español al sol.
La estancia media es de 2,7 semanas entre alumnos de secundaria y bachilleres, mientras que los universitarios permanecen entre cinco semanas y un semestre. Contra el prejuicio de que los anglosajones no aprenden idiomas, De Benito apunta que «se ha convertido en un mercado importante porque comienza a tener el español como primera lengua extranjera, en cambio para el resto del alumnado es la segunda tras el inglés. Los anglosajones necesitan el español para vender en el mercado hispano. En Estados Unidos hay 50 millones de hispanohablantes, los políticos lo tienen en la cabeza y suelen hacer un guiño a ese electorado».
Siembran a un año vista, ya están trabajando para el 2023 con el objetivo de recuperar las cifras prepandemia. «En medio, algunas escuelas se han arruinado, no facturábamos y había que seguir pagando sueldos y alquileres. Nos hemos ido sobreponiendo a base de créditos y como ha podido cada uno». Salamanca, ciudad referente La ciudad de La Celestina y del Lazarillo es también la de la universidad que más alumnado foráneo interesado en el idioma de la comunidad. La Universidad de Salamanca (USAL) nombra a un consejero delegado de los cursos internacionales, José Miguel Sánchez Llorente. «En marzo de 2020 teníamos unos mil alumnos presenciales que se fueron a casa de forma apresurada y continuar la formación en línea de forma síncrona a través de videoconferencias. Ya teníamos desde 2017 cursos de formación en línea para profesores asíncronos con una matriculación de entre 200 y 300 estudiantes por año». Este año cerrarán el ejercicio con 3.200 profesores egresados de sus cursos.
«Tras el confinamiento todas las matrículas en línea decayeron. Nuestros alumnos universitarios volvieron a sus países de origen y descendió bruscamente la matriculación en línea. Para nosotros es testimonial. Ellos quieren venir a Salamanca, buscan la inmersión, desean pasar tiempo en Castilla y León», explica el delegado. Sin embargo, ha aparecido un nuevo nicho. «Los profesores, quizá porque tienen trabajo y poco tiempo, por su familia o por el esfuerzo económico, encuentran en la formación ‘on-line’ una salida satisfactoria, sobre todo en Estados Unidos donde cobran más por mayor formación. Nuestra demanda viene fundamentalmente de Argentina, Brasil y Estados Unidos. Hay que recordar que se trata de formar profesores, por eso no debe llamar la atención que esté ahí un país hispanoparlante como Argentina». Intereses acotados En cuanto a los presenciales, el aumento de alumnos europeos compensa la caída de los procedentes de China. «Aún no pueden salir de su país. Los europeos, en cambio, están cerca, a una o dos horas de avión, pueden venir para poco tiempo y vuelven sin peligro. La pandemia sigue latente, no se ha terminado».
A la unidad de I+D+i de la delegación de la USAL se le ha multiplicado el trabajo ya que «produce contenidos para la plata-
EL ESPAÑOL, PRIMERA LENGUA EXTRANJERA PARA LOS NATIVOS INGLESES
La Universidad de Washington, en León Desde hace una década el Palacio Conde Luna acoge cada año a medio centenar de estudiantes estadounidenses. En León trabajan desde el departamento de Español y el de Comunicación alienados con su universidad de origen en Seattle. El Centro Internacional Antonio Machado, con la traducción En Soria continúa recuperando la matriculación presencial el Centro Internacional Antonio Machado. Su oferta en línea ha crecido con los cursos de traducción literaria a los que se suman alumnos que trabajan en chino, alemán, inglés, francés o italiano. Se trata de público profesional. También pusieron en marcha un curso de español y vino. El Aula Virtual del Español, en el Instituto Cervantes La llamada AVE Global, del Instituto Cervantes, funciona desde 2014 (a partir del AVE que comenzó en el año 2000). Atiende a grupos (de empresas o particulares) en línea bajo el tutelaje de un profesor con los recursos didácticos y un sistema de evaluación automático. Para niños propone ‘Clan 7 con ¡Hola, amigos!’.
J. A. González Sainz
47.783
alumnos extranjeros estudiaron español en Castilla y León en 2019. Este año se espera recuperar esa cifra tras los dos años de pandemia (20.156 en 2020, 21.035 en 2021)
Presentación del curso a los estudiantes extranjeros en la USAL. EL NORTE
Elena Prieto, pionera: «La clave está en la flexibilidad»
V. M. N. A Elena Prieto no le pilló la pandemia con el pie cambiado. Su negocio nació digital en 2014 y esa sigue siendo su plataforma. Prieto (Zamora, 1977) dejó el periodismo para crear la academia ‘on-line’ Tu escuela en español cumpliendo su deseo de montar algo por su cuenta. «Llegué a esto por casualidad. Siempre me gustó la lengua y enseñar. Un amigo de la infancia que se dedica al marketing digital me preguntó ‘¿dónde están tus alumnos?’. Y me animó a abrir una web para encontrarlos y un canal de YouTube para atraerlos. Los vídeos eran una vía para captar alumnos. Y finalmente es el escaparate de todo lo que vendo: libros, clases, material didáctico».
Elena recuerda que el inicio fue difícil, «iba muy lento, de hecho mucha gente abandona el negocio digital. Tardé seis meses en encontrar la primera alumna. Era una francesa que vivía en el Caribe español. Tardas en posicionarte. Logré 100 suscripciones al canal de YouTube el primer año, 10.000 en dos años y 100.000, en cinco».
La mayoría de sus alumnos son europeos, seguidos de brasileños y asiáticos. Su perfil: profesional de mediana edad, multilingüe que necesita el español para trabajar pero no es su primera lengua extranjera. «Es un alumno muy autónomo y el profesor tiene que adaptarse, ser flexible en horarios, contenidos y demanda».
En cada caso, hace una clase gratis de media hora en la que «evalúo sus necesidades y hago mis recomendaciones según sus deseos. Luego ellos deciden. Hace tiempo que solo admito alumnos de nivel intermedio y avanzado. Los de iniciación exigen mucho esfuerzo». El primer año perdió dinero, el segundo, cubrió gastos y a partir del tercero llegaron los beneficios.
«Ahora soy fundamentalmente creadora de contenidos que programo con un año de antelación. Casi lo que menos doy son clases», dice Elena. «He hecho más de 300 vídeos colgados durante ocho años. No vivo de YouTube, hay que tener muchos millones de visualizaciones. Ando por 35 millones, es una ayuda pero para mi el canal es el escaparate donde vendo lo que hago». Usa dibujos animados y los vídeos más populares no son los más elaborados ni sus favoritos. «El más visto es uno de alimentos, si pone alimentos y español en Google sale. Es muy sencillo. Me gustan más los de gramática. Por ejemplo, uno de los más vistos es el que explica los verbos ser y estar que es difícil para los extranjeros».
Elena Prieto.
>forma digital: textos, webs, imágenes, vídeos, imágenes...», detalla Sánchez Llorente.
Los alumnos adultos han ido acotando su acercamiento al español. «Los que vienen de Estados Unidos, de Japón, de Brasil, no buscan aprender por aprender sino para aplicarlo a un fin específico, en un campo determinado. Eso nos llevó a diseñar una oferta de español para la medicina, la enología, el turismo o la biología», aclara Sánchez Llorente.
Caso especial es el de Estados Unidos, donde los médicos quieren aprender español para entenderse con pacientes hispanos o entrara en el mundo los negocios de esta comunidad. No en vano los 50 millones de latinos de este país generan un PIB mayor que el de España.
«Por tanto ha habido un crecimiento de la matriculación ‘on-line’ que no ha desvirtuado la enseñanza presencial. Hemos incrementado esa oferta y encontrado un nuevo nicho de negocio».
El portal Español en Castilla y León es la ventana informativa del Comisionado para el Español que dirige la viceconsejera Mar Sancho. «Como comunidad autónoma, nos interesa la formación presencial. La digitalización ha avanzado pero no tanto, no estaba implantada cuando llegó la pandemia», explica Sancho. «Cada vez hay más profesores de primaria en EE UU interesados en aprender español, cada vez demandan más docentes bilingües y la formación ‘on-line’ lo facilita». Mercado de docentes en EE UU El comisionado busca «prescriptores» de Castilla y León, «porque al final son los profesores los que deciden dónde van los alumnos. Tenemos un programa muy fuerte que llamamos de ‘Prescriptores’, que este año tiene previsto traer a mil docentes, por el cual enganchamos a profesores de universidades extranjeras para que vengan a conocer nuestra oferta y traigan a sus alumnos. Si vienen una vez es más fácil fidelizarles durante años».
En el caso de los alumnos de secundaria y bachiller «buscamos la estancia de dos semanas, eso que se llamó turismo idiomático. Si les gusta, enganchan a la familia en verano».
El Comisionado sigue dos estrategias: «Por un lado seminarios digitales con Estados Unidos, Francia o Italia para atraer a los prescriptores. Es un medio eficaz y de bajo coste. Por otro lado, la promoción internacional del español siguiendo el ejemplo del agroalimentario, con presencia en ferias y acciones concretas».
En el ámbito universitario, organizan el Congreso Internacional del Español de periodicidad bienal, y que en 2020 tuvo que retrasarse a noviembre y terminó celebrándose ‘on-line’. «En 2021 hicimos uno de profesionales dedicado al español de la salud, del turismo, de los negocios y académico».
Sobre la posición regional en el ránking nacional, Castilla y León compite «paradójicamente con Barcelona. Salamanca va bien, Madrid está empezando a hacer cosas y Málaga es un destino imbatible. Aún hay mucho margen para avanzar».