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FIESTAS Y TRADICIÓN 1. Uno de los huertos de ocio que se siguen cultivando en Segovia.
Virgen de la Fuencisla
SEGOVIA VIA
La cultura del agua en la Segovia menos conocida Sus usos y aprovechamientos conjugan patrimonio material e inmaterial al mismo tiempo; a los pies de la muralla, en el Valle del Clamores, se siguen conservando los huertos de ocio
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l acueducto, la Catedral, el Alcázar o la Iglesia de San Martín forman parte del patrimonio histórico-artístico de Segovia, la vertiente más conocida de la ciudad para el visitante. Pero hay otro elemento fundamental que ha hecho su propia aportación a la configuración urbana de Segovia, el agua. Sus usos y aprovechamientos conjugan patrimonio material
E la patrona de Segovia y Es se celebra el 25 de septiembre. Previamente se ti tr traslada desde su santuario en la alameda de la ri Fuencisla a la catedral para empezar la novena, en la que se canta el himno de la Fuencisla, y el último domingo del mes la Virgen vuelve a su santuario. San Frutos
Es el patrón de Segovia (25 de octubre). A media mañana, según marca la tradición, se canta en la catedral el villancico de San Frutos. San Juan y San Pedro
e inmaterial, al mismo tiempo. Segovia está rodeada por por dos valles: el Valle del Eresma y el Valle del Clamores. La antigua Morería marca el inicio del Valle del Clamores, hoy Segovia barrio de San Millán, donde las casas que todavía se conservan son de hortelanos que tradicionalmente han aprovechado el caudal del río. A los pies
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Entre los días 24 y 29 de junio. Son las fiestas más destacadas, se celebran dese el siglo XV.
DESTACA
La ciudad vieja y el acueducto de Segovia que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985.
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2 2. Fiesta de exaltación del cochinillo. 3. Un grupo de personas camina por la acequia de San Lorenzo. 4. Jotas a los pies del acueducto. 5. Huertos de ocio en el Valle del Clamores y al fondo, una parte de la muralla.
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4 que proviene de la época de la repoblación, en torno a 1088, cuando comenzó la necesidad de aumentar la producción de las huertas.
Hay noticias de la conocida como Cacera de Regantes que fechan esta infraestructura en el año 1441
Folklore y gastronomía
de la muralla, por ejemplo, se siguen trabajando un destacado número de huertas.
Acequia de San Lorenzo
Por otra parte, hace ya dos años que el Ayuntamiento puso en marcha una iniciativa para que la Acequia de San Lorenzo, conocida como Cacera de Regantes, sea declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León, ya que forma parte de la cultura tradicional segoviana. Este singular elemento cultural de carácter etnológico está asociado al paisaje segoviano. Las alamedas y arbolado o las huertas del valle de San Lorenzo y valle del Eresma se deben en buena medida a esta infraestructura hidráulica que hace llegar el agua a pie de surco para el riego. Las noticias más antiguas de este canal se remontan al año 1441, sin embargo se cree
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En cuanto al folklore, la jota segoviana identifica a la capital y a toda la provincia, aunque cada zona tiene sus propios matices a la hora de bailarla o interpretarla. Es una forma de expresar la a La jora es una manera de expresas alegría y a día de hoy, sigue siendo típica en la mayoría de las procesiones. La gran cantidad y calidad de las canciones y bailes que se conservan se debe en parte, al trabajo de Agapito Marazuela. En el caso de la gastronomía, el cochinillo asado identifica a Segovia no solo por esa forma de cocinarlo sino también por la manera de trincharlo con platos. Desde hace años se mantiene una fiesta de exaltación del cochinillo que tiene lugar a los pies del acueducto y en la que se ofrece degustación popular. En el caso de la repostería, el ponche segoviano es una de las referencias con su cremoso interior y tostada apariencia. Tampoco faltan las rosquillas, soplillos, florones y hojuelas.
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CLARA LUQUERO DE NICOLÁS
La Cacera de Regantes, patrimonio hidraúlico Alcaldesa de Segovia
E
l visitante a su llegada a la ciudad ve envuelto su conjunto patrimonial por un magnífico cinturón verde que conforma un paisaje singular y que en 1947 fue declarado como ‘Paraje Pintoresco el conjunto de arbolado y alamedas de la ciudad de Segovia’. El origen de este magnífico paisaje está estrechamente vinculado a sus condicionantes geográficos. Los dos valles de los ríos que circundan la ciudad, el río Eresma por la vertiente norte y el río Clamores por la vertiente sur, dan lugar a esa estampa que está en la retina de todos los que nos visitan. Ha sido el uso del agua de estos ríos y de los arroyos y torrenteras que en ellos confluyen, el origen del patrimonio cultural que encontramos en barrios como San Lorenzo o San Millán y que a día de hoy todavía se conserva. El correcto uso del agua a lo largo de la historia ha dado lugar a los cultivos tradicionales de las huertas no solo de conventos y monasterios, sino a los propios vecinos de los barrios de los arrabales de la ciudad. Esto es así desde la Edad Media, concretamente desde el siglo XI, momento en el que la repoblación al sur del Duero trae a Segovia un importante desarrollo urbano. En la zona alta de la ciudad se asientan nobles y clérigos, mientras que en los valles, en torno a los cauces del agua, se desarrollan barrios tan singulares como San Millán o San Lorenzo. Muestra de ello son sus respectivas iglesias románicas, dos de las más representativas de nuestra ciudad. Uno de los elementos más singulares que dan muestra de esta gestión del agua y que hemos heredado de aquel momento es la Acequia de San Lorenzo, que sirve de soporte vital a las tradicionales huertas del valle del Eresma. Éstas son esenciales al Paisaje Urbano Histórico, uno de los componentes básicos por los que la UNESCO concedió el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad a la Ciudad Vieja de Segovia y su Acueducto.
Los Estatutos de la Comunidad de Regantes de la Acequia de San Lorenzo y las sucesivas ordenanzas, desde las conocidas de 1411 otorgadas por Enrique IV, hasta nuestros días, y el uso y el mantenimiento continuado tanto por los propios regantes como por el Ayuntamiento de la ciudad, también han sido una garantía de conservación y protección que han hecho que este bien patrimonial de rango etnológico haya llegado hasta hoy. La propia cacera está asociada a la economía y a los procesos productivos e industriales del pasado, cuenta con un especial interés histórico y a la vez se trata de un patrimonio vivo, lo que lo otorga una singularidad todavía mayor a efectos de obtener las más altas protecciones a nivel patrimonial y urbanístico. La Cacera de San Lorenzo, como patrimonio hidráulico li-
«Es un elemento emblemático al ser el soporte territorial tanto de los valores agrarios como de los valores inmateriales de la cultura de un pueblo»
gado a los usos agrícolas del territorio, conforma un auténtico sistema que, en perfecta convivencia con el medio natural, garantiza y refuerza el funcionamiento de todo el paisaje al que hace llegar el agua. Funcionamiento del paisaje implica aquí conservación de su estructura, sus relaciones, su biología y biodiversidad, su capacidad agraria, su cultura tradicional de usos... El agua sostiene todos esos valores y es, por tanto, el atributo básico y esencial del elemento patrimonial. La cultura del uso del agua, las ordenanzas y estatutos que rigen las relaciones en la Comunidad de Regantes, las costumbres relacionadas con este elemento son también la parte in-
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material de este rico patrimonio cultural. En este sentido, el barrio de San Lorenzo es un ejemplo de conservación de los usos tradicionales y sus elementos asociados. Y la Cacera de Regantes es un elemento emblemático al ser el soporte territorial tanto de los valores agrarios como de los valores inmateriales de la cultura de un pueblo. El trazado de la cacera mantiene su estructura, distribución y ordenamiento de manera muy similar a como señalan las antiguas ordenanzas, pero al ser un elemento en continuo uso, ha sufrido reparaciones constantes a lo largo del tiempo, siendo escasos los elementos materiales originales que aún conserva. Pero, a la vez, esa relevancia histórica se complementa con el valor que le otorga el uso actual de las huertas. La singularidad está no sólo en lo histórico de esta concesión de aguas sino en su mantenimiento a lo largo del tiempo. También en los usos y costumbres generados durante su historia y los documentos que son fruto y expresión de las relaciones y organización social del arrabal de San Lorenzo. El Ayuntamiento inició en 2009 el proyecto de recuperación de la Cacera de Regantes, proyecto con financiación europea del EEA GRANTS, que fue ejecutado adecuadamente y garantizó la conservación y restauración así como la puesta en valor de los elementos de la cacera de regantes. Además, solicitó a la Junta de Castilla y León, administración competente en la materia, su declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Etnológico al considerar que cumple todos los requisitos para contar con la más alta de las protecciones del patrimonio cultural que figuran en la legislación vigente. Esperamos que pronto lleguen buenas noticias a este respecto, ya que la declaración de la Cacera de Regantes como BIC no es solo la protección material de esta infraestructura hidráulica, sino de todo el paisaje, usos y costumbres que esta conlleva.
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