Municipalismo patrimonio inmaterial - Gumersindo Bueno Benito

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GUMERSINDO BUENO BENITO

¡Hay que agarrase al cintu! Director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León

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na mañana de otoño avanzado, de esas en las que luce el sol pero la escarcha tarda en desaparecer, fui con mi esposa a recorrer algunos de los esplendidos monasterios leoneses con el afán de pasar un buen día. Visitada ya la iglesia del monasterio de Santa María de Gradefes pensamos que era buena hora para un aperitivo. Con las restricciones anticovid pedí en barra un par de rosados de prieto picudo y fuimos a la terraza donde, con el abrigo abrochado, nos sentamos a tomar las tapas y unos rayos de sol que calentaba poco. En la terraza había otras mesas ocupadas y en ese momento llegaron un padre con su hijo; un muchacho de unos 11 o 12 años. Desde una de las mesas se dirigió a ellos un señor que allí estaba diciendo: «¡Chaval ya no te agarras al cintu. Vas a perder las mañas!». El chiquillo se azoró un poco y dijo el padre: «Ya sabes lo que hay, con esto del coronavirus ni corros ni entrenamiento. Esperemos que pase pronto que van a perder la forma». El señor respondió: «Ya no va a quedar nadie que se agarre al cintu cuando digan aluche en el corro» Siguieron hablando de sus preocupaciones, de cómo la pandemia había parado toda la actividad deportiva del aluche o lucha leonesa y del peligro que esto suponía para la continuidad de esta bella expresión del deporte tradicional de nuestra tierra. La lucha leonesa es uno de los patrimonios inmateriales de nuestra tierra, así está reconocida legalmente y así debemos conservarla entre todos. Hay, todavía, muchas personas que piensan que el patrimonio cultural de Castilla y León se limita a los monumentos: la iglesia y el castillo del pueblo son para ellos donde empieza y acaba el patrimonio, es aquello que les llama la atención y hacia lo que sienten cierto apego. Esa es ya una visión superada y las personas del siglo XXI consideran que el patrimonio cultural va más allá de esas manifestaciones para incluir la arquitectura civil, los yacimientos arqueológicos, el patrimonio etnológico, los paisajes culturales, los vestigios de la industria y el patrimonio inmaterial. Esta es la menos evidente de todas las manifestaciones patrimoniales. Es por que no se pue-

de tocar este patrimonio la razón por la que también se llama patrimonio cultural intangible. El patrimonio inmaterial nos une con una sociedad milenaria de carácter agrícola y ganadera que en el último siglo y medio quiso ser industrial en algunas zonas, pocas, de nuestra región. Está por ello sufriendo los envites de una transformación vertiginosa hacia una sociedad postindustrial con el riesgo de perder los últimos vestigios de los tiempos pasados. La Unesco lo define como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –con sus instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que le son inherentes– que la comunidad reconoce como parte de su cultura. De alguna forma podríamos decir que se trata de concreciones culturales especí-

«El patrimonio inmaterial nos une a nuestra tierra, nos sitúa en el entorno físico y en el imaginario colectivo»

ficas de la representación del mundo realizadas por las distintas sociedades humanas. ¿Qué nos aporta el patrimonio inmaterial? Básicamente nos une a nuestra tierra, nos sitúa en el entorno físico y en el imaginario colectivo. Cohesiona a los grupos sociales portadores, crea y perpetúa la comunidad y enriquece a toda la humanidad por la diversidad y creatividad que proporciona. Se trata siempre de expresiones muy delicadas que se pierden cuando se corta la transmisión de padres a hijos, cuando se deja de usar, cuando se deja de recrear por diversas razones. Ese sábado asistí al lamento por la vivencia de una situación de fractura, de interrupción de la transmisión a las nuevas generaciones de esa expresión cultural. La covid está teniendo un grave impacto en el patrimonio inmaterial por varios motivos. Al ser un patrimonio viviente cualquier ruptura en su práctica supone un riesgo de olvido, de pér-

dida definitiva. No ocurre lo mismo con otros patrimonios como el monumental o el arqueológico, que ante una situación de pandemia o de olvido temporal, siempre tienen la opción de ser recuperados con posterioridad. Además, y esto es muy grave, del patrimonio inmaterial suelen ser portadores y conocedores las personas ya mayores que se han visto especialmente atacadas por la pandemia. Las personas nos convertimos en eslabones de una cadena de transmisión que se puede romper por circunstancias desgraciadas como las que vivimos o por un cambio cultural brusco. La globalización es ese cambio cultural brusco. La tecnología ha cambiado las formas de vida en todo el planeta, los oficios cambian rápido, se abandonan muchos, la relación con la tierra, con los animales, con el resto de las personas ha variado radicalmente en los últimos 70 años más que en los anteriores 10.000. El patrimonio inmaterial que sobrevive lo hace a hombros de comunidades resistentes que se niegan a perder el vínculo con el pasado y pretenden salvarlo con la vista puesta en el futuro como motor de identidad, creatividad y oportunidades. La Unesco proclama que ese cemento que une a las comunidades puede manifestarse como tradiciones y expresiones orales, idiomas, artes del espectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el Universo así como las técnicas artesanales tradicionales. Son muchas las manifestaciones que de todas ellas tenemos en Castilla y León y aún pocas las que han recibido un reconocimiento y protección como Bien de Interés Cultural Inmaterial. Es nuestro compromiso, para compensar esta situación, centrarnos en la protección, en la salvaguarda como establece la Unesco, de estas expresiones culturales. Ojalá pase pronto la pandemia y podamos retomar todas las prácticas que constituyen parte de ese patrimonio inmaterial, que nos unan y nos hagan una sociedad más resiliente y más respetuosa con la herencia recibida. ¡Que siga habiendo alguien que se agarre al cintu en el corro!

| El Patrimonio Inmaterial de Castilla y León | 2021 EL NORTE DE CASTILLA | 3


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