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Introducción
VICEMINISTERIO DE ANÁLISIS ECONÓMICO Y SOCIAL (VAES) Dirección de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática
ECONOMÍA, PLANIFI CACIÓN Y D ESARROLLO
Ni la vida, ni la economía pueden desarrollarse sin las tareas que implican los cuidados. La limpieza del hogar, la elaboración de la comida, el cuidado de los niños y otras personas dependientes o el lavado de la ropa son actividades esenciales para la vida y también para la economía.
Estas actividades implican tiempo y trabajo; todas las personas necesitan resolverlas para poder sobrevivir y trabajar de forma remunerada. Algunas personas contratan a alguien para que se encargue de estas tareas, de esta forma se genera la rama de actividad económica denominada servicio doméstico.
El trabajo doméstico1 representa una importante fuente de empleo, en 2021 significó la tercera rama de actividad económica más importante para la ocupación de las mujeres en el país. Además, contribuye al acceso al mundo del trabajo del resto de personas ocupadas, dado que su realización libera de tiempo dedicado a tareas esenciales domésticas y de cuidados. A pesar de ser un importante generador de empleo2, se trata de un sector con condiciones de trabajos inadecuadas, amplias jornadas laborales, remuneración precaria, desprotección social e insuficiente regulación. El trabajo doméstico en el país, como en la región, no cuenta con el suficiente reconocimiento social y retribución económica, pese a sus aportes para el cuidado y sostenibilidad de la vida, la reproducción de la fuerza de trabajo y la reproducción social. La crisis sociosanitaria provocada por el COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de estas actividades y la necesidad de generar un mejor equilibrio entre vida y trabajo y un mejor reparto de las tareas de cuidado entre el Estado, el sector privado, la comunidad y por supuesto, entre hombres y mujeres dentro de los hogares. Esta revalorización implica también la necesidad de mejorar las condiciones laborales de las personas que se dedican a al trabajo doméstico remunerado, garantizando el acceso al trabajo decente.
A partir de este reconocimiento del trabajo doméstico como eslabón esencial para el bienestar de la sociedad y motor de la economía, el gobierno dominicano ha diseñado y puesto en marcha la creación de Comunidades de Cuidado como una estrategia piloto hacia la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Cuidados bajo el liderazgo de 10 instituciones públicas. El Ministerio de Trabajo, como rector de las relaciones de trabajo asalariado dependiente del sector privado y organismos oficiales, así como de las políticas de empleo, en fecha 29 de marzo de 2022 publicó una propuesta de Resolución para la regularización del trabajo doméstico equiparando sus condiciones laborales a las del resto de trabajadores en el país y cumpliendo con el mandato del Convenio núm. 189 ratificado por República Dominicana en 2015. Este trabajo utiliza las estadísticas de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) para presentar al país la realidad de las trabajadoras y trabajadores del servicio doméstico y aportar por tanto a un debate informado sobre la regulación de este sector laboral.
1 En el presente documento se hace uso del concepto «trabajo doméstico» haciendo referencia al «trabajo doméstico remunerado» o las trabajadoras/es de la rama de actividad económica denominada servicio doméstico en la Encuesta
Nacional Continua de Fuerza de Trabajo. 2 Según datos de la ENCFT el trabajo doméstico para 2021 dio empleo a 245,102 personas en promedio, lo que representó 5.68% de la población ocupada en el país.