1 minute read

Marchas fúnebres, un legado cultural que despierta sentimientos

Este tipo de composiciones fueron declaradas

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación en 2011.

Advertisement

Ana Lucía Mendizábal Ruiz elPeriódico

Entre los elementos culturales más representativos de la Semana Santa de Guatemala se encuentra el que es considerado un género musical propio del país: las marchas fúnebres. Esta manifestación musical recibió la distinción como Patrimonio Cultural Intangible de Guatemala a través del Acuerdo Ministerial 362-2011 del 12 de abril de 2011.

Según el sitio www.marchasdeprocesion. com, “las fanfarrias fúnebres surgen de la

Los músicos que acompañan las procesiones realizan un recorrido que varía entre las ocho y las 18 horas.

Muy Conocidas

Hay algunas que son reconocidas por la población como las más populares. Entre estas se pueden mencionar La Fosa, de Santiago Coronado; Cristo Rey, de Miguel Zaltrón; Mater Dolorosa, de Julia Quiñónez; Jesús del Consuelo, de Fray Miguel Murcia y Una Lágrima, de Manuel Moraga.

Además, se encuentran A los pies del Maestro, de Víctor Manuel Lara Gaitán; Camino al Gólgota, de Julián Paniagua; Desolación, de Monseñor Enrique Castro; Señor de la Merced, Salvador Iriarte, y Martirio, de Alberto Velásquez Collado.

Las influencias musicales europeas que marcaron al naciente género guatemalteco vinieron en los siglos XVII, XVIII y XIX con creaciones de músicos como Frédéric Chopin, Gustav Mahler, Ludwig van Beethoven y Franz Liszt, además de las marchas que acompañaban los cortejos procesionales en Sevilla España.

Músicos que acompañaron a Jesús Nazareno del Consuelo del Templo de la Recolección.

mano de los músicos criollos e indígenas en el siglo XVI, las cuales comenzaron a tener una evidente influencia de la escuela musical veneciana”.

En el estudio, Marchas Fúnebres: La Vía Sacra Musical de la Semana Santa en Guatemala, Celso Lara menciona que la marcha fúnebre guatemalteca más antigua fue la que acompañaba la procesión intramuros del Cristo de los Reyes de la Catedral de Santiago de Guatemala en 1594. Según Lara, la partitura de esta obra fue descubierta por el también historiador Enrique Anleu Díaz en los archivos de la Catedral Metropolitana.

Fue precisamente a finales del siglo XIX cuando ya se empezó a definir con mayor puntualidad el género de marchas fúnebres en el país.

En su tesis, Marchas fúnebres en la Guatemala actual, análisis y caracterización musical, Jacobo Nitsch señala: “La instrumentación para la interpretación de marchas fúnebres, es similar a la utilizada en una banda marcial, a excepción de cornos franceses, flauta transversal y saxofón”. Esta similitud con la banda marcial tiene una razón. En su columna Las marchas fúnebres guatemaltecas publicada por elPeriódico en 2019, Phillip Chicolá anota: “Luego de la expulsión del clero durante la Reforma Liberal, la organización de los ceremoniales religiosos pasó a manos de hermandades laicas.

En la exhibición se muestran costumbres y tradiciones practicadas por los mayas de la actualidad como la de Maximón.

This article is from: