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Saluda del Arzobispo de Valencia
Valencia, 9 de marzo de 2020
Queridos hijos e hijas: Recibo con agradecimiento la solicitud que me hacéis llegar desde el Altar del Carrer de la Mar, para saludar a cuantos celebrarán las fiestas dedicadas a San Vicente Ferrer.
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Estamos celebrando en nuestra diócesis un nuevo Sínodo, para renovar nuestra Iglesia desde dentro y tomar conciencia clara de ser Iglesia diocesana “en salida para la misión”, llamados todos a evangelizar. Esta convocatoria tiene sus raíces en la llamada del Papa Francisco a la conversión, a renovar el encuentro personal con Jesucristo, una conversión que devuelva la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio. Necesitamos en la sociedad el testimonio de personas de fe, que salgan al encuentro de quienes buscan a Dios sin saberlo. San Vicente Ferrer anunció con palabras y con su propia vida la Buena Nueva; se sintió llamado por el mismo Cristo a predicar por toda Europa occidental el Evangelio; fue el más popular y eficaz evangelizador de su tiempo, contribuyó a la reconstrucción europea con el Evangelio de la caridad, de la alegría y de la paz, buscando siempre la unidad de la Iglesia. San Vicente constituye hoy un estímulo en nuestra diócesis que ha comenzado el camino sinodal, de renovación y evangelización, en el que contamos con la fuerza del Espíritu Santo. “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16, 15). Id es salir –nos dice el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium, 20–, salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio, como hizo este gran santo valenciano, Vicente Ferrer. Os invito a escuchar la llamada del Señor a trabajar en su viña; que, por intercesión de San Vicente, seáis en vuestra vida testigos de Jesucristo. Cordialmente en Cristo Jesús
+ Antonio, Card. Cañizares Arzobispo de Valencia