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Las mujeres y el gimnasio

Las mujeres y el gimnasio

Por: Alfred Machado Entrenador Presonal Certificado

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Hace mucho tiempo que las mujeres son parte integral de la población que entrena a diario y cada día está en mayor crecimiento. A tal punto que en deportes que eran dominados por los hombres, ya se ve un desempeño igual o casi igual. Por ejemplo, el ciclismo de ruta o montaña es uno que en los pasados años se ve de forma acelerada.

El ejercicio no tiene género y los beneficios mucho menos, el cuerpo humano y su anatomía está capacitado para realizar innumerables tareas. Con ese pensamiento en mente debemos entrenar, siempre buscando un cuerpo que sea más funcional, que se lesione menos, que dure más tiempo trabajando y por consiguiente que vivas feliz.

Cuando pensamos en gimnasio a muchas personas le viene a la mente, pesas, trotadoras y lo tradicional de las últimas décadas, espacios llenos de máquinas, capaces de trabajar con partes específicas del cuerpo humano. Pero la realidad es que eso ha estado cambiado y en la actualidad se busca hacer rutinas de ejercicios donde se utilicen mayores grupos musculares, con movimientos más complejos y lograr movimientos que se parezcan más al diario vivir.

En la rutina diaria, te sientas y te pones de pie, te agachas, subes escaleras, caminas al estacionamiento, limpias el patio, paseas al perro... en fin usas la maquinaria corporal para ejercer funciones cotidianas y en ellas la oportunidad de hacerlas sin ningún tipo de molestia y de manera óptima. Esa debe ser una buena meta, claro siempre con el ejercicio llegan los beneficios estéticos, mejor cintura, mayor tonificación de glúteos y piernas, brazos más estilizados y hasta el “six pack” que tanto anhelas. Eso está muy bien, pero es necesario reconocer que eso es lo que se ve, pero lo que se siente es mejor y además te motiva a seguir intentándolo día a día. Además, los beneficios internos como disminuir el pulso y presión, regular niveles de glucosa en sangre, mejorar composición corporal, o sea niveles de grasa, disminuir el “stress” por el nivel de serotoninas, al igual que el cortisol y por ende dormir mejor y mejorar el metabolismo.

Cabe señalar que no tenemos que inscribirnos a algún gimnasio para obtener todo estos beneficios. Existen muchas alternativas en el mercado, tener acceso a ellas cada día es mas fácil. La motivación sale de adentro de nosotros. El deseo de cambio se suda día a día, eso no lo venden y no lo encuentras en ninguna aplicación. No lo consigues en YouTube, aunque puede ayudar en ocasiones. Deja notitas en tu espejo, en la oficina, en “things to do” diario y poco a poco será parte integral de tu rutina diaria. Busca en tu interior que quisieras ver de ti, cómo deseas verte y trabaja para eso. Al final serán placenteros y duraderos los resultados y más económicos que otros métodos como cirugías, por ejemplo.

A sudar el cuerpo se ha dicho, a moverse, a ganarse la figura que deseas, a conseguir la funcionalidad que necesitas, a prolongar la salud que se requiere para seguir cuidando tus hijos. En fin, a buscar la felicidad plena aunque sea utópica.

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