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Al ritmo de la poesía

Eventos digitales: Semana internacional del libro AL RITMO DE LA POESÍA Una charla con formalista: Entrevista a O. M. Brik sobre el ritmo literario.

Daniel Alejandro Castro Martínez. 3er semestre.

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El día de ayer once de noviembre del presente año se realizaron algunos eventos vía internet por la semana internacional del libro, se presentaron grandes formalistas rusos de la literatura, entre los cuales se tuvo la oportunidad de platicar con el escritor Osip Maksimovich Brik y conocer más sobre su estudio acerca del sonido en poesía.

Osip Maksimovich Brik (6/01/1888 – 22/02/1945), fue un escritor y crítico literario de vanguardia ruso, que fue uno de los miembros más importantes de la escuela formalista rusa, aunque también se identificó como uno de los futuristas.

Para contextualizar al público acerca del ritmo literario, O.M. Brik comenzó con su deficnición partiendo de su perspectiva: “Ritmo… se llama ritmo a toda alternancia regular, independientemente de la naturaleza de lo que alterna. El ritmo musical es la alternancia de los sonidos en el tiempo. El ritmo poético, la alternancia de las sílabas en el tiempo; el ritmo coreográfico, la alternancia de los movimientos en el tiempo. Existe también una apropiación de los dominios vecinos: se habla de laalternancia rítmica del día y de la noche, del invierno y del verano.”

Además, durante su presentación se nos permitió hacer preguntas en el trascurso de esta: “¿Este empleo figurado, artístico, no sería peligroso si se redujera al dominio del arte?” pregunto uno de los asistentes, a lo que O. M. Brik respondió: “Muy a menudo se intenta construir sobre esta imagen poética la teoría científica del ritmo. Se intenta, por ejemplo, probar que el ritmo de las obras artísticas (como lo es el verso, la música, la danza) no es más que una consecuencia del ritmo natural… el ritmo de las palpitaciones del corazón, el ritmo del movimiento de las piernas durante la marcha. El ritmo como término científico significa una presentación particular de los procesos motores. Es una presentación convencional que no tiene nada que ver con la alternancia natural en los movimientos astronómicos, biológicos, mecánicos... El ritmo es un movimiento mostrado de una manera particular”, el asistente además añadió “ ¿Considera que exista una diferencia entre el movimiento y el resultado del movimiento?, a lo que O. M. Brok respondió “Si existe una diferencia entre estos, es decir, si una persona salta en un terreno pantanoso y deja sus huellas, aunque sean regular, no es un ritmo. Los saltos tienen lugar siguiendo un ritmo, pero las huellas que dejan en el suelo no son más que datos que sirven para juzgarlas. El poema impreso en un libro no ofrece más que las huellas del movimiento. Sólo puede ser presentado como ritmo el discurso poético y no su resultado gráfico... Hasta hoy. todas las tentativas por encontrar las leyes del ritmo analizaban las combinaciones de las huellas dejadas por ese movimiento y no el movimiento presentado bajo una forma rítmica”.

Conforme O. M. Brik explicaba la intensidad con la que se entona cada silaba y las pronunciaciones del verso, los asistentes parecían estar hipnotizados con lo que decía. “Cómo esta intensidad con las

pronunciaciones del verso?” pregunte después de pedir la palabra, “Este permanente malentendido es producto de la confusión del impulso rítmico con el verso ya realizado. Si aceptamos la primacía del movimiento rítmico, el hecho de que se obtengan resultados diferentes en el curso de distintas lecturas. no tendrá nada de sorprendente; no nos admirará obtener, en diversas lecturas de un mismo poema, una alternancia distinta de las unidades rítmicas. Algunos suponen que la lectura correcta de los versos consiste en leerlos como la prosa. utilizando las entonaciones habituales del lenguaje familiar.” Me respondió.

Después de que O.M. Brik terminara de responder, volví a preguntar: “¿Existe el riesgo de que el verso se transforme en un discurso transracional?”, “Si, porque es fundamental en la estructura del verso. Una actitud parecida ante la poesía surge cuando se asigna importancia primordial a las exigencias rítmicas. Esta actitud que aísla la serie rítmica de la serie semántica. Provoca luego como reacción el refuerzo de las entonaciones de la lengua hablada. De allí que todas las épocas conozcan dos actitudes posibles frente a la poesía: se acentúa el aspecto rítmico. o se privilegia el aspecto semántico y se genera una sintaxis...”, se mantuvo un momento en silencio y después agrego “una sintaxis es el sistema de combinación de palabras en el discurso ordinario. En la medida en que la lengua poética cumple las leyes principales de la sintaxis prosaica. las leyes de combinación de palabras son también las leyes del ritmo. Estas leyes rítmicas complican la naturaleza sintáctica del verso.”

Descripción grafica de la entonación y pronunciación de silabas y del verso.

Aunado a lo anteriormente mencionado por nuestro formalista, otro asistente añadió la siguiente pregunta: “¿estas estructuras semánticas, pueden ser similares?”, “Por supuesto, apariencia pueden ser enteramente diferentes desde el punto de vista semántico según que se encuentren en un discurso poético o prosaico” dijo el formalista, “¿Y cuáles serían las diferencias del discurso prosaico y poético?”, “En el discurso prosaico toda la fuerza de la ascensión entonacional reposa sobre la palabra, no vale; en el discurso poético esa fuerza se distribuye por igual entre las palabras. e! orden de las palabras en la lengua prosaica reclama una entonación que, precisamente, no admite la estructura de la lengua poética. En consecuencia. una lectura "prosaica" de los versos destruiría su estructura rítmica.” Respondió O. M. Brik. Antes de concluir, se le pregunto “En base a su experiencia, ¿Cómo se presenta la creación poética?, “el poeta escribe primero su pensamiento en prosa y a continuación cambia las palabras para obtener un metro. Si algunas palabras no obedecen a las exigencias del metro, las desplaza hasta que respondan a lo que espera de ellas, o bien las remplaza por otras que convengan mejor. Por eso, la conciencia ingenua percibe cada palabra o giro inesperado como una libertad poética, como un alejamiento en nombre del verso de las reglas de la lengua hablada. Algunos aficionados del verso perdonan esta libertad al poeta, considerando que tiene derecho a ella. Otros juzgan severamente esta alternación y ponen en duda el derecho del poeta a desollar la lengua en nombre de un impulso poético.”, contestó Y para finalmente concluir con la presentación, se le hizo una última pregunta que era personal: “¿Qué fue lo que lo motivo a escribir?”, a lo que O. M. Brik con una sonrisa discreta: “escribía que para saber si los versos son buenos o malos es suficiente dar una versión en prosa y su valor aparece inmediatamente. Para él la forma poética no es más que una envoltura exterior del complejo lingüístico habitual y es natural que se interesara ante todo por la significación del complejo y no por su envoltura.” Y con estas palabras se despidió.

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