Universidad Mariano Gálvez de Guatemala. Dirección general de posgrado. Facultad de Humanidades. Maestría en Educación Superior. Curso: Educación en Valores. Catedrática: MA. María Antonieta Reyes.
Conflictos Sociales
Estudiantes: Héctor Manuel López Aguilar. Esther Isabel Calderón De León. Jaqueline Carolina Comelli Barrios. Ernesto Jonathan Mazariegos Mérida.
Coatepeque, Mayo de 2016
Introducción Vivimos en una sociedad caracterizada por la intolerancia y la falta de solidaridad que, aunque logran verse pequeños actos de bondad, la mayoría de las veces vemos que las personas se preocupan más por descalificar a otras personas en lugar de darles el valor que merecen como personas. Para intentar dar solución a estos problemas es necesario primero identificar las características de cada uno de ellos y luego intentar realizar acciones que cumplan con el objetivo de reducirlos y posteriormente eliminarlos.
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR:
De acuerdo a la legislación vigente actualmente en Guatemala, “La violencia intrafamiliar, constituye una violación a los Derechos Humanos, debe entenderse como cualquier acción u omisión que de manera directa o indirecta causare daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el ámbito público como en el privado a persona integrante del grupo familiar, por parte de parientes o conviviente o ex conviviente, cónyuge o ex cónyuge o con quien se haya procreado hijos o hijas”. Según un estudio realizado por el INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA. Del 2004 al 2013 se incrementó un 439% se el número de denuncias, eso significa que en el hogar hay mayor número de víctimas.
CAUSAS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR: El consumo de bebidas alcohólicas y patrones aprendidos en la casa están estrechamente relacionados con la violencia intrafamiliar, expuso Elizabeth Quiroa, secretaria presidencial de la Mujer, en Guatemala. “Gran parte de los ingresos se gastan en bebidas alcohólicas. Los procesos de violencia empiezan por discusiones que se intensifican por el consumo de alcohol”, afirmó.Según Quiroa, el ejemplo que se les da a los hijos con escenas de violencia y maltrato marca sus vidas, por lo que en el futuro pueden ser agresores o víctimas de esa violencia. María Machicado, representante de ONU Mujeres en Guatemala, señaló que las estadísticas presentadas por el INE demuestran que es en el hogar donde ocurren más casos de violencia.Machicado refirió que en algunos lugares la violencia intrafamiliar puede considerarse “normal”, por lo que no se denuncia. Según el INE, unos 18 mil 800 niños son víctimas colaterales.La violencia física y psicológica son las formas más denunciadas, y los casos, según los registros, ocurren entre el domingo y lunes, así como en las quincenas de cada mes. Además, las indígenas y amas de casa son quienes más padecen los abusos.
“La mayoría de mujeres en Guatemala no tienen acceso a presentar una denuncia porque no conocen sus derechos, no tienen la oportunidad de movilizarse hacia los lugares donde pueden denunciar. Las mujeres mayas siguen siendo víctimas de violencia silenciosa”, afirmó Quiroa. El INE recabó los datos con información del Ministerio Público, la Policía Nacional Civil y el Organismo Judicial y prevé que sea una base para crear políticas que permitan la prevención. Otras causas según los videos sugeridos. No denunciar y esperar que el agresor cambie mientras se sufre la violencia, es falsa esperanza.
El miedo al que dirán.
El miedo a denunciar por las amenazas del sujeto agresor.
Suponer que lo tienes que soportar por ser el padre de sus hijos.
Suponer que la violencia es normal, porque así lo vivó en casa.
Sentir culpa y suponer que se lo merecen.
Un problema de autoestima, les hace ser dependientes del agresor.
La violencia intrafamiliar es una epidemia mundial que afecta a todas los grupos sociales, culturales y económicos de una nación. Es lamentable pues este tipo de violencia no afecta solamente a hombre y a mujeres sino también a niños y niñas que en un futuro podrían convertirse en víctimas o victimarios. Bullying o Acoso Escolar.
En la actualidad se conoce con el nombre de “Bullying” a lo que es la violencia en el ámbito escolar, especialmente entre estudiantes de diferente o igual edad. El Bullying es en ingles el acto de hacer violencia, perseguir, agredir a otro niño o compañero estudiante, estigmatizar y este término proviene del sustantivo bully que en ingles significa aquel niño o estudiante que agrede a otro o se aprovecha. La problemática social del Bullying, ha llegado a términos de riesgos altos en las instituciones escolares. Actualmente en Latinoamérica se ha despertado la alarma para contrarrestar esta problemática y esto mediante la prevención del acoso escolar y promoción de la convivencia pacífica. Es una práctica que se desarrolla en las instituciones educativas desde hace tiempo la cual comienza a tener una relevancia diferente a través de las Redes
Sociales como un medio de comunicación masiva. Llegando en algunos casos a maltratos físicos o emocionales directos que representan un fenómeno que requiere un tratamiento específico debido a que han tenido un fuerte impacto. Se caracteriza por ser sistemática y los afectados o víctimas son generalmente niños solitarios, buenos estudiantes aislados, los de mejor comportamiento o los más vulnerables, e incluso los agreden tanto que llegan al suicidio. El acoso escolar es un fenómeno que se presume a existido siempre pero actualmente ha requerido mayor importancia, debido a que se han presentado casos de estudiantes que al parecer se suicidan por estos motivos de maltrato en sus escuelas, hasta casos en los que las victimas que toman represalias matando a los que se burlaban de ellos y también hay otros que deciden alejarse de las escuelas de los lugares donde está el problema de los acosadores y quedándose así sin una oportunidad en su vida profesional pero esto genera resentimiento hacia la sociedad o problemas emocionales. Debemos de ayudar haciendo actividades dentro del aula donde se fomente el respeto siendo este la esencia de las relaciones humanas. Debemos dialogar, comprender, escuchar, para poder mirar las diferencias sin que genere contraposición, son todos ejercicios que se pueden vivenciar en todos los espacios tanto en la escuela como en el hogar.
LA INEQUIDAD DE GÉNERO:
La búsqueda de la igualdad de género es un elemento central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo. Según un estudio realizado por; El Foro Económico Mundial, a nivel Latino América, Guatemala representa el país con menos oportunidades para la población femenina, El informe señala que aunque se mejoró dos posiciones con respecto al año pasado, sigue siendo el que promueve menos la participación de la mujer y solo es superado por los países africanos. La amplia meta de la igualdad de género es una meta social a la que la educación y las demás instituciones sociales deben contribuir. La discriminación de género está imbricada en el tejido de las sociedades. En muchas sociedades, las mujeres llevan la carga principal de la producción de alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar. La cuestión de género debe ser considerada prioritaria en la planificación de la educación, desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los
procesos pedagógicos. La participación total y equitativa de las mujeres es vital para asegurar un futuro sostenible porque: Los roles de género son creados por la sociedad y se aprenden de una generación a otra; • Los roles de género son constructos sociales y se pueden cambiar para alcanzar la igualdad y la equidad entre las mujeres y los hombres; • Empoderar a las mujeres es una herramienta indispensable para hacer avanzar el desarrollo y reducir la pobreza; • Las desigualdades de género socavan la capacidad de las niñas y mujeres de ejercer sus derechos; • Asegurar la igualdad de género entre niños y niñas significa que ambos tienen las mismas oportunidades para acceder a la escuela, así como durante el transcurso de sus estudios. •
Las Causas:
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La inequidad social en la satisfacción de necesidades básicas que coloca a la mujer en condiciones de inferioridad con relación a los hombres.
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En el ámbito económico: la cultura de género está generando ineficiencias significativas en la producción total de la economía, distintas a las generadas por los problemas de distribución que afectan a la mujer como responsable de actividades productivas tales como: la discriminación en el acceso a la asistencia técnica, el crédito, la capacitación profesional y otros recursos de producción, que tienen que ver directamente con la disponibilidad y calificación de factores de producción. •
La actual perspectiva de género distorsiona los precios de la mano de obra femenina, introduce rigideces en el mercado laboral y concentra el poder de decisión sobre la asignación de los recursos laborales del hogar. •
La sub-valoración del trabajo femenino distorsiona los precios de la fuerza laboral e introduce sesgos en su asignación que van en contravía del óptimo social. •
Al subestimar la participación de la mujer en lo político, en relación a su contribución en la tarea reproductiva, la sociedad la confina a esta última y produce una situación en la que la participación de la mujer en lo político es inferior a la óptima. Aunque imposibles de calcular, los costos para la sociedad son reales y tienen indudable impacto sobre sus niveles de bienestar.
En resumen, la cultura de género afecta negativamente la asignación óptima de recursos de la sociedad en las tres tareas básicas para su desarrollo, la tarea productiva, la tarea reproductiva y la tarea creativa, con lo que se obtiene una combinación inadecuada de las tres. LA CULTURA DE LA VIOLENCIA Si el estudio denominado Siete mitos sobre la violencia homicida en Guatemala, publicado por elPeriódico está en lo correcto, más de la mitad de los homicidios en nuestro país son ocasionados “por causas personales” y un abrumador veinte por ciento se queda sin esclarecer. El veinte por ciento de los asesinatos que queda sin resolver nos aclara por qué muchos optan por delinquir: existe una amplia posibilidad de que un acto execrable como quitar la vida quede sin castigo. La capacidad de esclarecimiento de nuestro sistema es demasiado débil, por ende, el impulso asesino no percibe un límite claro en el poder coactivo del Estado. Pero más abrumador resulta saber que más de la mitad de homicidios tiene que ver con “causas personales”. La estadística es para pararnos el pelo. Nosotros que tanto nos quejamos de la violencia como algo ajeno, ahora resulta que tenemos el monstruo dentro. Es nuestra propia violencia la que nos está matando. Un factor importante en esta ecuación es la falta de credibilidad en el sistema de Justicia. Antes del surgimiento del Estado de Derecho, la venganza era un asunto privado. Entregar esta capacidad punitiva en exclusiva al Estado, requiere una adecuada respuesta institucional. Si no existe, se regresa a la primaria respuesta de la venganza personal. El estudio también aclara lo poco que incide la presencia policíaca en alterar estos índices. Así, la medicina que aplicamos a nuestro mal es la equivocada. Ciertamente no será ampliando nuestro arsenal de armas, municiones, guardaespaldas o paredes alambradas con púas que alteraremos una cultura violenta. En todo caso, no debemos olvidar es que el corazón de la violencia que nos aqueja está en la cultura. A partir de esta conciencia, debemos tomar decisiones fundamentales. ¿Nos gusta ser así? ¿Podemos cambiar? Nuestra sociedad está basada en un montón de paradigmas enfermos. Tenemos la suficiente madurez para analizar cuáles son y emprender el camino de cambiar, no cosas externas, sino nuestra manera de ver la realidad. No existe un cambio más revolucionario. Un estudio reciente del Banco Mundial arribó a sorprendente resultado: por cada dólar invertido en arte se ahorran nueve en seguridad. Aquí tenemos una clave: propiciando la educación informal que el arte provee, alimentando nuestra capacidad creativa, la de discernir y cuestionar, elevando la sensibilidad hacia lo bello, podemos transformar los impulsos destructivos mejor
que con pistolas y guardaespaldas. La clave es crear sociedades con un concepto más elevado de “lo humano” y, con ello, personas con mayor capacidad para la libertad. La cultura de la violencia es aquella en la cual la respuesta violenta ante los conflictos se ve como algo natural, normal e incluso como la única manera viable de hacer frente a los problemas y disputas. La violencia es un comportamiento que todavía sigue actuando en nuestra sociedad como medio para resolver los conflictos. Algunos motivos para la cultura de la violencia son: el maltrato, la intolerancia, la falta de diálogo y el dejar que los conflictos se salden con violencia. En una cultura de violencia, los conflictos se gestionan a través de la violencia, siendo esta solo la consecuencia de un conflicto mal abordado, en una cultura de la paz, es a través del dialogo. El concepto de agresividad es distinto de violencia. La agresividad es un concepto muy relacionado con la asertividad, es innata y connatural al ser humano, es un mecanismo defensivo ante un peligro inminente, real o imaginario y hay que entenderla como algo positivo en cuanto que permite tener identidad propia. A través de los medios de socialización, la agresividad se puede canalizar en tres tipos, la destructiva, que seria lo mismo que la violencia, la indiferencia, que seria la pasividad y la constructiva, la cual la se considera como positiva y que seria igual a la no-violencia, es decir, a actuar pero no violentamente. En cambio, la violencia, es aprendida, por tanto, puede ser desaprendida y reemplazada por otros mecanismos, no destructivos, de resolución de conflictos. Aunque cada ser humano está influenciado por una cultura bélica, esto no es irreversible, existiendo el potencial y las posibilidades de cambiar la situación forjando una cultura de paz. Uno de los principales problemas en las sociedades es el hecho de las concepciones de la perspectiva de género y de la educación, pudiendo estos dos ejercer una influencia muy positiva, pero también muy negativa, sobre los conflictos, dependiendo de cómo se usen. Sobre cómo la perspectiva de género puede contribuir a un proceso de paz debemos entender varias cosas. Primero que género no es sinónimo de sexo y también de que no existen dos géneros a pesar de que mucha gente cree en el género femenino y el masculino. El sexismo estructura la sociedad en géneros, ya que todos los ámbitos de la vida tienen el carácter de un género u otro. El aspecto fundamental de la estructura social es la interrelación entre la posición del hombre como superior a la mujer. Esto nos muestra la característica androcentrismo de la
humanidad. El concepto de género enfatiza el carácter social de las diferencias y, tal y como están estructuradas la gran mayoría de las sociedades actuales, se dan relaciones desiguales. El poder es siempre el resultado de una relación social en la cual la relación es asimétrica a favor de los hombres sobre las mujeres. Por tanto, para cambiar el funcionamiento actual de los procesos de paz, en donde las mujeres tienen un papel mínimo, si más no poco visible, debería darse una mayor participación de estas en todos los procesos a la vez que atender sus experiencias y necesidades específicas para que pudieran beneficiarse de forma equitativa de los resultados de los procesos de paz. Podemos entender que ¿las guerras han sido provocadas por los hombres, mientras que las mujeres han contribuido más a la construcción de la paz? Esta pregunta pienso que es difícil de responder, pero podemos plantearnos que, la socialización diferenciada recibida por hombres y mujeres (es decir, lo que ha ido relacionado con los conceptos de género de mujer y hombre) ha dado como resultado que las mujeres tengan una mayor predisposición para la paz y los hombres para la guerra. Por tanto, la unión simbólica de mujer/paz y hombre/guerra no es biológica sino construida. El porqué de la importancia de la participación de las mujeres en los procesos de paz es sencilla y creo que evidente: los procesos de paz marcan el futuro desarrollo de la vida en el país a la vez que los proceso de negociación suministran una oportunidad única de reorganizar las instituciones, estructuras y relaciones para la construcción de una nueva sociedad. Por tanto, es cuando pensamos en las negociaciones como un proceso del que depende la estructura social que va a reconstruir la convivencia, cuando se ve la importancia de la participación de las mujeres en él. Para finalizar con la cultura de violencia (heroica, patriótica y patriarcal) debemos desmitificar los mitos masculinos, por tal de eliminar la idea de que la realización masculina se produce mediante la violencia. Para ello se debe acabar con la relación héroe-guerra. La educación es el resultado de un número incalculable de pequeñas influencias, de palabras, de gestos, de aceptaciones y de rechazos, de actores y de sujetos. Por tanto, es imprescindible que todos los agentes educativos vayan en una misma dirección. Para ir en contra de una cultura de violencia, debemos educar a toda la sociedad, pero centrándonos especialmente en los infantes, hacia una cultura de la paz, la cual consiste en educar, no solo con palabras sino con hechos, se trata de hacer sentir en la propia piel los problemas, en la medida de lo posible, ponerse en la piel del otro, para sentir los problemas, para vivirlos, para interiorizarlos realmente, no de una manera teórica o retórica, sino práctica,
personal. Se trata de que los niños se conmuevan para que reaccionen y modifiquen sus comportamientos, sus actitudes, sus valores, sus conductas. De este modo, irán interiorizando soluciones no violentas para afrontar los conflictos. Los conflictos son situaciones de disputa en los que hay contraposición de intereses, necesidades y valores. No debemos confundir conflicto con violencia puesto que hay conflictos que pueden resolverse sin el uso de la violencia, aunque no es posible que haya violencia sin conflicto La violencia es un fenómeno social, que se aprende y por tanto también se debería poder desaprender. Por tanto, no se debe pretender eliminar los conflictos, puesto que estos son positivos en tanto que son oportunidades de transformación; se debe luchar a favor del no uso de la violencia para resolverlos. Los conflictos, entendidos erróneamente como algo negativo, son connaturales a las relaciones humanas y positivos en tanto que implican un cambios. Bien gestionados, pueden ser una excelente herramienta pedagógica. Ahora bien, esto implica un trabajo, tanto de enseñar como de aprender a gestionar los conflictos. El problema con el conflicto empieza cuando las necesidades de dos o más personas/grupos son antagónicas, puesto que esto genera una crisis, difícil de resolver. Por eso, hay que poder abordar el conflicto antes de que llegue a la crisis. Necesidad → Problema → Crisis La violencia, puede ser entendida como el uso o amenaza de uso de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no consienten libremente de hacerles algún tipo de mal (físico, psíquico o moral).
Discriminación racial, social, económica y religiosa.
Discriminación Racial
Se desconocen, prácticamente, las razones por las que diversos grupos humanos poseen características físicas diferenciales. En el estado actual antropológico, poco más que conjeturas pueden efectuarse. Existen, pues, diferencias, probablemente de origen adaptivo, entre unos grupos humanos y otros; pero los datos de que se dispone son todavía fragmentarios. Es preciso destacar, en cualquier caso, las características diferenciales en las que solemos fijarnos, color de piel, forma de rostro, que no son las que mayor importancia posee consideradas desde el punto de vista biológico. Tendemos a diferenciar a los seres humanos en tres o cuatro grupos, atendiendo el color de piel: blancos, amarillos, negros, cobrizos. Sin embargo sería posible hacerlo atendiendo a otro tipo de categorías. El hecho de que el progreso científico haya superado hoy toda pretendida justificación biológica del racismo, no implica que no puedan existir diferencias en algún factor de capacidad intelectual entre unas y otras etnias; en cualquier caso, no están demostradas. Cuando nos creemos superiores por diferencias de cultura, de religión, educación, etc., esto quiere decir que los parámetros que se toman para discriminar dependen de la persona que los toma y lo peor es que se dan por válidos. Cabe afirmar, pues, que los estudios antropológicos están contribuyendo a derribar la muralla de prejuicios culturales generados durante siglos de racismo. Si bien el termino raza se utiliza para clasificar la humanidad de acuerdo con características superficiales físicas y de herencia común, este no resulta particularmente útil desde el punto de vista biológico o sociológico, ya que todas las razas pertenecen a una única especie biológica. Cuando nos referimos desde el punto de vista biológico, la raza era másevítense cuando las diferencias se referían a los rasgos morfológicos, como la pigmentación de la piel, el cabello, la forma de la nariz y la estructura corporal. La aparición del análisis genético vino a refutar esta idea. Antes de la definición genética, la clasificación de las razas dependía de una combinación de factores geográficos, ecológicos y morfológicos. En cuanto a las razas, es decir la blanca, la amarilla, negra, etc., la ciencia no reconoce entre ellas otras diferencias que no sean las del orden biológico, como la pigmentación de la piel, estatura, forma del cráneo, etc. Estas diferencias genéticas no dan origen a desigualdades intelectuales o a distintas aptitudes sociales y políticas. Si bien se ha intentado demostrar que entre las razas existen diferencias sobre esos aspectos, se llegó a la conclusión a que todas las razas poseen las mismas aptitudes intelectuales. Actualmente, cuando tratamos de encontrar un significado especifico a la raza invalidada. Las diferentes razas humanas son una realidad indiscutible, pues poseen rasgos físicos distintos que se mantienen siempre aunque no existan mezclas entre ellas, de tal manera, que ninguna de estas razas tienen alguna superioridad o inferioridad biológica entre sí, es decir, con el solo hecho de ser un integrante de la
especie humana, va a tener las mismas condiciones intelectuales que los demás siempre en cuando que sus medios geográficos y culturales sean similares. A esto se lo pudo demostrar a través de test que se realizaron durante la Segunda Guerra Mundial a niños de la raza blanca y negra, que habían recibido la misma alimentación, de tal manera que las aptitudes intelectuales de ambos grupos fueron iguales. Sin embargo, distintas formas de discriminación reaparecen permanentemente en diferentes momentos y partes del mundo, tales como la “depuración étnica”, otras a través de la aparición de partidos políticos que levantan las banderas de la xenofobia y el racismo, y otras que conviven cotidianamente con todos nosotros entre los pliegues culturales del prejuicio. La discriminación contra las minorías, las poblaciones indígenas y los migrantes no solo continua sino que, en muchos casos a aumentado. Este aumento de la discriminación surge por la ruptura de solidaridades y la generación de inseguridad favorecen su aumento, pero a la vez existen elementos personales que hacen que alguien se diferencie negativamente de los otros. Sin embargo, peses a la incasable lucha de los pueblos de eliminar este cruel método de “dominación-dominado” falsamente guiado por infundadas creencias, el racismo sigue siendo una realidad y nuestro deber es frenarlo, este es el deber de la humanidad. El enemigo está muy dentro de nosotros es la humanidad luchando contra sí misma.
DISCRIMINACION SOCIAL Es una situación en la que una persona es tratada de forma desfavorable por cuestiones de raza, religión, rango socioeconómico, edad, discapacidad, ideas políticas, preferencia sexual, o alguna otra característica. Es una conducta sistemáticamente injusta contra un grupo humano determinado.Es entendida como toda forma de menosprecio, distinción o exclusión, restricción o preferencia hecha por persona, grupo o institución, basada en la raza, color, sexo, religión, descendencia, origen étnico, edad, orientación sexual, o cualquier característica análoga que anule o menoscabe el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales tanto en las esferas políticas, sociales, económicas, culturales, como en cualquier otra. Discriminar a un grupo social seria privarle de los mismos derechos que disfrutan otros grupos sociales. Es un fenómeno de relaciones intergrupales, de relaciones entre grupos y tiene sus raíces en la opinión que un grupo tiene sobre otro. La mente humana piensa por medio de estereotipos, categorías y prejuicios. Quienes discriminan designan un trato diferencial o inferior en cuanto a los
derechos y las consideraciones sociales de las personas, organizaciones y estados. Hacen esta diferencia ya sea por el color de piel, etnia, sexo, edad, cultura, religión o ideología. Tienen una visión distorsionada de la esencia del hombre y se atribuyen a sí mismos características o virtudes que los ubican un escalón más arriba que otros grupos. El prejuicio a cierto tipo de comunidades hacen que los individuos que pertenecen a estas sean prejuzgados antes de ser conocidos. Son generalizados y rechazados. La intolerancia, el rechazo y la ignorancia en la mayoría de los casos son determinantes para el nacimiento de conductas discriminatorias. En la mayor parte de los países encontramos alguna discriminación contra: - Extranjeros: Se les prohíbe usar el autobús o entrar en un lugar público, excesivos requisitos con los papeles, estricto control en las fronteras... - Religión: Como los que existen entre los protestantes y católicos, musulmanes y judíos... - Raza: Como la política del apartheid en Sudáfrica que empezó en 1948. - Sexo: Derechos muy limitados de las mujeres, discriminación a homosexuales... Las culturas dominantes siempre han impuesto a las culturas de los grupos minoritarios cual debe ser su lugar y su forma de actuar dentro de la sociedad. La discriminación puede adoptar cualquier forma como: Conducta verbal, gráfica, escrita, o física que denigra o muestra hostilidad o aversión hacia un individuo a causa de su raza, color, origen nacional, religión, edad, inhabilidad, sexo u orientación sexual, o la de sus compañeros, colaboradores o asociados.
DISCRIMINACIÓN ECONÓMICA Ya hemos abarcado algunos de los principales temas de discriminación que afectan a las sociedades y en específico a la nuestra. Ahora hablaremos de uno que también afecta pero sobre todo, divide muchas sociedades en el mundo.La discriminación económica en palabras simples, es el hecho de diferenciar a otras personas por el dinero que poseen, también deriva en una discriminación por clase social que margina a ciertos individuos de los diversos beneficios que podrían tener en la sociedad. El hecho económico, es decir, la cantidad de dinero que la persona posee, otorga poder a las personas y por ello ocurre la discriminación. Este tipo de discriminación sucede en diversos niveles de la sociedad, desde los más humildes hasta los más poderosos.
La discriminación económica está presente en colegios, universidades, instituciones públicas, privadas, etc. No es ajeno a nadie que hay lugares donde esta discriminación está latente en el aire y se la puede sentir, aunque no se diga nada todo está dicho.Por ejemplo, una señora de pollera que entra a un restaurante fino recibe toda clase de miradas y cuchicheos. Esto es discriminación por la condición económica, ocasionada también por prejuicios y otros tipos de discriminación (racial, física, etc.) Las principales privaciones que sufren las personas víctimas de esta discriminación son: - Privación económica: Ingresos insuficientes en relación con el contexto, empleo inseguro y falta de acceso a recursos. - Privación social: ruptura de los lazos sociales o familiares y de mecanismos de solidaridad comunitaria, marginación de la comunidad, alteración de los comportamientos sociales e incapacidad de participar en actividades sociales (por ejemplo, las personas con escasos ingresos se ven obligadas a disminuir sus relaciones sociales) - Privación Política: Carencia de poder, incapacidad de participación en las decisiones que afectan a sus vidas o participación política. La discriminación económica no sucede al margen de otros tipos de discriminación, si recordamos los anteriores temas y los distintos motivos por los que las personas discriminan, nos damos cuenta que muchos de ellos están vinculados y suelen mezclarse en la mente.Al final, la cantidad de dinero que tenemos en el bolsillo, no debe ser razón diferenciadora en cualquiera de las etapas de nuestra vida.
DISCRIMINACION RELIGIOSA En su vida cotidiana, muchas personas hacen frente a la discriminación basada en su religión o sus creencias. Esa discriminación puede manifestarse en la forma de limitación de su acceso a la enseñanza pública, a los servicios de salud o a los cargos públicos. En casos extremos, los miembros de las comunidades religiosas
pueden ser encarcelados o asesinados debido a su afiliación o a sus creencias religiosas.Desde su fundación, las Naciones Unidas han mostrado su interés en esta cuestión, de ahí que la prohibición de la discriminación por motivos religiosos haya quedado consagrada en todos los instrumentos internacionales básicos de derechos humanos. En este sentido, los Estados tienen el deber de abstenerse de discriminar contra personas o grupos por motivo de religión y creencias (obligación de respetar); están en la obligación de prevenir esa discriminación, incluso por parte de entidades no estatales (obligación de proteger); y deben adoptar medidas para garantizar que, en la práctica, toda persona que viva en su territorio disfrute de todos los derechos humanos sin discriminación de ningún tipo (obligación de cumplir). La discriminación religiosa se da cuando una persona, o grupo de personas, recibe un trato desfavorable por no practicar la creencia religiosa mayoritaria de la sociedad en la que vive o por no profesar creencia alguna. También puede hacer referencia a tratar a una persona de manera diferente por estar casada (o asociada) con una persona de una religión en particular o por su relación con una organización o grupo religioso. Es una forma de intolerancia contra lascreencias o prácticas religiosas (o la falta de las mismas) una persona o grupo. Puede estar motivada tanto por creencias religiosas diferentes, como por otra clase de ideologías, así como por un sentimiento antirreligioso. El monopolio religioso es un atractivo a la intolerancia religiosa fácil de entender. Desde niños, los seres humanos son conscientes de su impotencia respecto a cosas fundamentales como la comida, el amor y la propia vida. La religión les ayuda a afrontar la pérdida y el miedo a la muerte; enseña principios morales y hace que la gente los siga. Pero, precisamente porque las religiones son fuentes tan poderosas de moralidad y sentido comunitario, se convierten con demasiada facilidad en vehículos para huir de la impotencia, que tantas veces se manifiesta en opresión e imposición de jerarquías. En el mundo de hoy, las personas abordan las diferencias étnicas y religiosas de maneras nuevas y temibles. Al aferrarse a una religión que consideran verdadera, al rodearse de correligionarios y colocar por debajo a los que no abracen esa religión, pueden olvidar durante un tiempo su debilidad y su mortalidad. Dos ideas suelen alimentar la intolerancia y la falta de respeto en materia de religión. La primera, que nuestra religión es la única verdadera y las demás son falsas o tienen fallos morales. La gente que opina así, no es monolítica, también puede creer que los demás merecen respeto por sus creencias, siempre que no hagan daño. Mucho más peligrosa es la segunda: que el Estado y los ciudadanos
particulares deber铆an obligar a la gente a abrazar la forma correcta de abordar la religi贸n.
Conclusi贸n La sociedad se ve afectada por distintos conflictos que vienen todos de una falla en el sistema educativo, tanto en el hogar como en la escuela, logrando as铆 una cultura en la que no se da importancia a la virtud y se aplauden los antivalores, esto no puede seguir as铆 y es necesario introducir cambios que puedan dar soluci贸n a nivel cultural a estas grandes fallas de las que padecemos.
Propuesta Educación en Valores para Resolver los Conflictos Sociales Como hemos visto, los conflictos que afronta nuestra sociedad nos hacen vivir en un clima de desconfianza, peligro y subdesarrollo. Estos conflictos no pueden ser solucionados de la noche a la mañana y es impensable que pueda hacerse con soluciones cosméticas. La única forma en la que realmente se pueden solucionar estos conflictos es a través de una valorización y dignificación del ser humano pues sólo a través del respeto, la tolerancia, la inclusión y la solidaridad, dichos conflictos serán erradicados. Para esto, se vuelve indispensable educar en valores. Para lograr este objetivo proponemos una educación en valores que sea integral y que incluya todos los ámbitos de la sociedad, pues de nada sirve educar en valores en la escuela si no se hace en el hogar, en el trabajo y en la sociedad en general, por lo tanto habría que cubrir los aspectos siguientes: Educación en el hogar: Realizar campañas en hogares y llevar al educación en valores hacia los padres de familia, pues serán ellos los primeros en inculcar valores en los niños. Educación formal: Incluir valores en todos los grados y reiterar continuamente todos aquellos valores que hacen que la sociedad prospere. Educación laboral: Exigir a las empresas que den talleres sobre valores y de esta manera lograr que se desarrollen en sus actividades de manera virtuosa. Educación social: Realizar campañas propagandísticas periódicas en las que se enseñen valores a través de vallas, anuncios radiales y televisivos, redes sociales, etc. Para mantener la idea de los valores y la virtud en todos los aspectos posibles de la vida cotidiana.