EL PROCESO DE LA PLANEACIÓN Por: Erika Karina García Torres La planeación educativa, es un proceso por el cual debemos pasar para organizar nuestras ideas acerca de cómo llevaremos a cabo nuestras situaciones didácticas. Cómo estudiante de segundo año, esté proceso resulta ser el enigma más importante que debemos descifrar para poder enfrentarnos a las primeras prácticas docente. Mi primer planeación le realicé el semestre anterior, pero en sí, sólo fue el planteamiento de una pequeña actividad para tener un primer acercamiento al grupo de educación preescolar; sin embargo, el verdadero reto estaba por venir. Este semestre representaba el reto más grande al que no podíamos enfrentar como educadoras en formación, una planeación completa, creación de situaciones didácticas, llevar la planeación a la práctica y realizar las adecuaciones necesarias para lograr aprendizajes esperados y la adquisición de competencias. Al ser la primera planeación, resulta una situación estresante, sin embargo, poco a poco fuimos obteniendo los elementos necesarios para llevare a cabo la planeación, el primer paso resultó ser el más importante que consistió en la visita al Jardín de Niños en donde llevaríamos a cabo la aplicación de nuestra planeación, conocer a los niños resulta fundamental, pues aunque una semana no es suficiente para realizar un diagnóstico completo, al menos identificamos a los niños que sueles distraerse fácilmente, así como a los más avanzados. Lo siguiente resultó ser más fácil, el saber qué es una situación didáctica, cuál es la diferencia con la planeación y cuando es necesario aplicar una adecuación. Otro reto, fue elegir el campo formativo, la competencia y los aprendizajes esperados, por consecuente, una situación didáctica adecuada para cumplir con ello, pero; ¿Cómo se diseña una situación didáctica?, ¿En qué debe estar basada?, ¿Qué tan extensa debe ser?, ¿Cuántas actividades debe abarcar? Eran tantas mis dudas en ese momento, que se fueron resolviendo poco a poco con el sabio consejo de un docente normalista: “la situación didáctica debe estar pensada imaginándose a los niños hacerla”. En lo personal, no me sentí estresada, confiaba en los elementos que se me habían brindado, si significó un gran reto, y poco a poco todo fue dando forma. La educadora a cargo del grupo en el que llevaría a cabo mi primer acercamiento a la práctica docente me dio una lista de sugerencias para los aprendizajes esperados que ella tenía planeado para el grupo, en el campo formativo que a ella se le dificultaba más que sería el de Expresión y Apreciación Artísticas; el aspecto de expresión y apreciación visual. Así mismo la misma educadora me facilitó un libro guía con situaciones didácticas aplicables en el campo formativo seleccionado. Al momento de conocer el desarrollo de las actividades, las ideas y la creatividad van surgiendo poco a poco, cuando uno lo imagina a los niños llevando a cabo las diversas actividades. La siguiente duda que surgió fue, ¿cuánto tiempo debe durar cada actividad en su aplicación?, ¿y si se aburren los niños?, ¿y si no resulta?; es cuando los materiales y
contenidos de adecuación curricular se hacen presentes; empecé a crear diversas actividades cómo recurso en caso de que alguna situación extraordinaria llegará a pasar. Llegado el momento de la estructura de la planeación, sería la aplicación y desglose de la situación didáctica diseñada, principalmente dejar en claro los aprendizajes esperados, en mi caso, se sugirió que sólo usáramos uno, sin embargo yo usé tres, pues se ligaban uno con el otro, siendo los tres de una misma competencia. Es también aquí cuando me llevó a pensar en la evaluación, ¿Qué aspectos estaré tomando en cuenta para confirmar que los aprendizajes esperados fueron significativos en los niños?, ¿Cómo podré realizar una evaluación heterogénea en la que no desarrolle prejuicios o juicios personales en los niños? Y de aquí nacieron las estrategias de evaluación, la idea consistió en la observación, pero principalmente en preguntarles a los niños quienes de sus compañeros habían trabajado acorde a las indicaciones, así como la exposición que se iba a llevar a cabo de los trabajos realizados. Además, en la estructura de la planeación consideré las actividades de rutina y permanentes que se llevaban a cabo tanto como parte de la escuela, como por parte de la educadora; y pensar en cómo dar las indicaciones para llevarlas a cabo, así como en las estrategias que se podrían aplicar en la realización de las actividades, el reglamentos, y una actividad en la que los niños pudiesen mantener su atención y evitar problemas de conducta sobre todo porque era mi primer acercamiento frente a grupo. En las clases conocimos diferentes tipos de estructuras de la planeación, pero al crear la mía, confirmé que el diseño de la planeación es para mí para que yo pudiese entenderla y aplicarla de la mejor manera, y sobre todo como una guía para mí de llevar a cabo mi situación didáctica. Sin duda alguna este primer acercamiento a la práctica representó el primer gran reto, al que me enfrenté como educadora en formación, un reto que poco a poco deberá ser parte de nuestro vivir diario, pues de ello dependerá que las situaciones didácticas diseñadas en un futuro puedan cumplir con el propósito de los aprendizajes esperados, así como el desarrollo de las competencias. La realización y aplicación de una planeación se debe considerar como el objetivo principal de las clases cotidianas, y si queremos que los niños del hoy sean una mejor sociedad del mañana, debemos enfocarnos en ello, la más grande recompensa que podremos obtener no será una buena paga mentaría, pero si seres humanos íntegros, humildes y de valores. Porque educar en la más grande arma que podemos tener ante la ignorancia y conseguir el desarrollo y avance de nuestra sociedad.