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Shamar. Generar cultura del cuidado
from Revista EC 116
Irene Arrimadas Gómez. Equipo Shamar-Escuelas del Cuidado y directora del Departamento de Innovación Pedagógica de EC
“Shamar-Escuelas del Cuidado”*, el proyecto interdisciplinar y en red que busca fortalecer y consolidar la cultura del cuidado y de la protección en las instituciones y centros, fue organizado por Escuelas Católicas desde noviembre de 2021 hasta diciembre de 2024, y participó, junto con otros proyectos de distintas organizaciones, en el programa H3 promovido por Porticus. Una vez finalizado, queremos compartir los por qués y los cómos de este gran proyecto, los aprendizajes generados y los próximos retos que afrontaremos para seguir siendo escuelas del cuidado.
El proyecto lleva en su ADN la voluntad de promover, a través de la educación, una sociedad inclusiva, respetuosa, solidaria y justa; una sociedad en la que cada persona pueda desarrollar su llamada a ser en plenitud, sabiendo que la vida, el bienestar y el desarrollo integral de todos están en juego.
¿Por qué es tan importante el cuidado, ahora y siempre?
En la Jornada Mundial de la Paz 2021, el papa Francisco nos pidió que devolviéramos a la sociedad una cultura del cuidado como una forma de combatir la “cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación tan frecuente en nuestro tiempo”. En sus palabras, “la cultura del cuidado, como un compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, es una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, como camino privilegiado para construir la paz”.
Tras la pandemia, afloraron y siguen empeorando situaciones que ya existían. Tras los terribles datos de las estadísticas1 se esconde mucho sufrimiento infantil y juvenil con síntomas variados (trastornos alimenticios, problemas de sueño, conductas conflictivas, adicciones, autolesiones, ideación suicida…) ante las que no podemos ni debemos quedarnos indiferentes. Y la salud mental de los adultos también se ha visto afectada. En estos momentos, la sociedad está más sensibilizada y existe un creciente interés por el cuidado emocional, la prevención de la violencia, por fomentar la resiliencia y el bienestar, y la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia Frente a la Violencia estructura un nuevo marco normativo.
Objetivo del proyecto: generar cultura del cuidado
Shamar ofrece formación, acompañamiento y apoyo para que juntos podamos transformar la violencia en buen trato desde las escuelas católicas. El fin último del proyecto es contribuir a que los centros educativos se conviertan en espacios seguros e inclusivos para todos los miembros de la comunidad educativa (alumnos, familias, profesores, directivos y demás personal escolar). Esta cultura del cuidado que promovemos se evidencia cuando en las escuelas e instituciones católicas se producen estas situaciones.
Comparten una visión de la “cultura del cuidado” y expresan valores comunes de cuidado y protección que forman parte integrante de su misión.
Diseñan un plan, con creatividad y desde la misión, que involucra a toda la comunidad educativa, con establecimiento de recursos y evaluación continua de los avances alcanzados.
Cuentan con estructuras para prevenir, actuar y reparar las incidencias de violencia, y todos los miembros de la comunidad educativa se ven a sí mismos como agentes comprometidos de protección, poniendo en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos.
Generan espacios de escucha, confianza y participación de la comunidad educativa.
Colaboran en red para compartir recursos y apoyarse mutuamente en la transformación de su cultura.
Datos, actividades y recursos compartidos
Para alcanzar los objetivos del Proyecto, desde la comisión interdepartamental de Escuelas Católicas, promotora de Shamar, nos apoyamos en tres líneas de acción, orientadas a formar, sensibilizar y acompañar a los equipos directivos y docentes de nuestros centros. Todos los recursos generados para aprender, leer, mirar y escuchar se pueden encontrar en la página web de Shamar.
FORMACIÓN
Hemos ido adaptando la oferta formativa de Shamar en función de las necesidades detectadas de los participantes. En su origen, el programa formativo de Shamar suponía 69 horas de formación on-line tutorizada sobre planificación estratégica; sistemas y protocolos de ámbito jurídico; cuidado desde el aula con liderazgo pedagógico, metodologías activas y evaluación auténtica; comunicación que cuida; y todo ello infusionado con la pastoral del cuidado, que guía todos los procesos. Y para que se realizara una transferencia a la práctica de todo lo aprendido, la participación se organizaba en equipos motores de los centros e instituciones para la elaboración de un sistema de protección y de un plan estratégico a tres años para alcanzar la cultura del cuidado en sus organizaciones.
En la última fase del proyecto decidimos reducir la oferta a los contenidos al módulo jurídico (20 horas on-line), como base imprescindible sobre la que construir el resto de elementos de un sistema de protección y cuidado, y a la vez lanzamos un MOOC (curso de 15 horas on-line sin tutorización y sin límite de participantes) con los contenidos básicos del programa. En el primer trimestre de este año 2025 se volverá a abrir convocatorias de ambas actividades.
Completamos la formación con procesos colaborativos (tres talleres on-line), reuniones individualizadas de seguimiento con centros participantes y la creación de comunidades de aprendizaje para reflexionar conjuntamente y compartir inquietudes y propuestas. El canal de Telegram para divulgar y compartir recursos y noticias, y varias jornadas de buenas prácticas completaron la propuesta formativa. Los centros participantes nos han manifestado que saber qué hacen y cómo trabajan otros centros y compartir y crear sinergias es una gran ventaja del programa.
SENSIBILIZACIÓN
Entre los temas que hemos trabajado en las publicaciones y recursos de divulgación, destaca el liderazgo centrado en las personas; bienestar digital; espacios seguros; participación y escucha activa; salud mental, comportamental y física; bienestar emocional; prevención del suicidio; acompañamiento de equipos; cuidar al que cuida, y un largo etc. que se pueden encontrar en:
15 webinars con más de 15.000 participantes en total. Están publicados en la lista de reproducción en YouTube.
20 artículos publicados en la Revista EC y tres monográficos en la revista Educadores (nº279, nº283 y nº292) con más de 6.000 visualizaciones.
10 post publicados en el blog EC.
4 guías de actuación para centros: para prevenir, detectar y abordar casos de abusos sexuales (con más de 13.000 descargas), para abordar el acoso escolar y el duelo, así como el Programa de
9 episodios en el podcast “Maestros de la Educación” relacionados con el cuidado en la escuela.
Buenas prácticas y consejos de expertos en Instagram.
ACOMPAÑAMIENTO ESTRATÉGICO
Pero, como sabemos, no solo con acciones formativas o de sensibilización se logra un cambio de cultura. Por ello, Escuelas Católicas, con el soporte de consultores expertos en sistemas de entornos seguros y conocedores del programa Shamar, ha acompañado de forma personalizada a algunos centros e instituciones participantes en el programa con el fin de poner en marcha una efectiva transformación, implantar planes y sistemas de cuidado, y aprender cómo evaluarlos, ofreciendo así una visión sistémica de la cultura del cuidado para que esta sea una realidad global, no basada solo en acciones puntuales.
Red de expertos del cuidado
Igual que el cuidado se teje como una red, así ha sido la red de personas que ha hecho realidad Shamar. Desde el principio, contamos con la participación de un nutrido grupo de expertos que han puesto “cabeza, corazón y manos” en este proyecto. Algunos somos personal de la organización (como los equipos de los departamentos de Pastoral, Jurídico, Innovación Pedagógica y de Comunicación de Escuelas Católicas) y otros externos, y juntos, coordinados por la maravillosa dedicación y efectiva coordinación de Eline Lund y Marta Montero desde la Secretaría Técnica. A todos hay que agradecer enormemente la profesionalidad y el cuidado de su trabajo, que ha dejado una huella imborrable. Y, sobre todo, agradecemos profundamente la confianza y el esfuerzo de los 168 centros e instituciones que han participado en el programa, que son los verdaderos protagonistas de este camino que no ha hecho más que comenzar.
Y concluimos compartiendo las palabras de dos queridas participantes, Marisa Vázquez e Isabel Padilla, de las Religiosas Pureza de María, que nos recuerdan que generamos así redes de cuidado, entendidas como un “estar vinculados a otras personas, ser un nudo de la red con los otros”. Y es en esa red, que puede ser la de nuestras comunidades educativas, en las que co-existimos, compartiendo, enriqueciendo y multiplicando los dones recibidos. Nuestro referente de buen trato, sin lugar a duda, lo encontramos en Jesús, puesto que Él nos cuida sin oprimir, nos da aire, nos da la libertad que supone el vivir en confianza y seguridad.
Resultados y aprendizajes
Como principales logros, podemos evidenciar que se ha mejorado la sensibilización e impacto en los centros e instituciones de EC para generar entornos y estrategias protectoras y de buen trato de manera sistémica. Hemos recogido evidencias en los siguientes aspectos:
el alto grado de satisfacción de los participantes a la hora de elaborar planes y medidas de protección y buen trato en los centros e instituciones;
la introducción del mapa de riesgos como herramienta preventiva;
la formación de los actores más relevantes del centro/institución, incluido el Coordinador de Bienestar y Protección.
De la reflexión compartida por la comisión interdepartamental de Escuelas Católicas, podemos aportar los siguientes aprendizajes tras la finalización del proyecto.
Carácter holístico. Trabajar para conseguir una verdadera cultura del cuidado requiere procesos desde diferentes ámbitos (planificación estratégica, jurídico, pastoral, pedagógico, comunicación) pero trabajando como un todo que forma parte de un sistema donde todos estamos conectados.
Cambio de paradigma. La cultura del cuidado no puede ser solo reactiva en la prevención de la violencia, sino proactiva hacia la generación de entornos de buen trato, protección y bienestar. Debe pasarse de proteger como sinónimo de evitar daño, a promover el buen trato. Y ete cambio de cultura ha de planificarse.
Personalización. Es necesario adaptar los planes, formaciones y acompañamiento a la realidad de cada centro/institución, a las características del alumnado, recursos disponibles... La formación presencial y on-line, y las reuniones de seguimiento personales son importantes para generar cultura de protección y cuidado en las instituciones y centros, y también conseguir la vinculación de los miembros de los equipos directivos.
A fuego lento. Los cambios en la cultura de las organizaciones necesitan tiempo para que calen, se asienten y se asuman por todos los actores de la comunidad educativa. Alcanzar una verdadera y sólida cultura del cuidado requiere de visión de los equipos directivos, y recursos y medios para conseguir que drene a toda la organización.
Coordinador de Bienestar y Protección. Es importante partir de un refuerzo de la figura del Coordinador de Bienestar y Protección en los centros, clarificando los aspectos legales y de carácter estratégico; además, la consolidación de la Comisión de Bienestar puede favorecer el cumplimiento de las funciones para que no recaigan en una única persona. Actualmente, en la mayor parte de centros no está dotado de horas ni de presupuesto y tampoco están bien definidas las funciones, pues existe variación según comunidades autónomas.