solvamos nuestro conflicto!Los tres hermanos modo de solucionar esta disputa podrían encontr propuso: —Estoy convencido de que los dioses es así. Sé que esCuentos así. Y he pensado una forma lo que digo es cierto, los dioses me concederán a n, incrédulos. —En de que eso en caso acción 2 ocurra, acept Radamantis siguió en silencio. Bajó la mirad y argentinos preguntóFantásticos entonces Minos—. ¿Aceptas o no sin mirarlo. Los tres bajaron entonces hasta ofreció un sacrificio a Poseidón8. —¡Poseidón, d vencido de que tú y los demás dioses del Olimp maravillosa. Te pido entonces una señal, pa disputas entre nosotros por el trono que fue alabra de Minos, cada uno de sus gestos, con u uas, la prueba de que digo la verdad —exclamó sobre el que tú reinas, un toro. Una vez que dos los cretenses sean testigos del homenaje a as como si se avecinara una tormenta. El mis interior del torbellino que formaba la espum o blanco. Un animal magnífico, de una bell arena de la playa, fue caminando hasta Min tis como Sarpedón reconocieron la voluntad de orona de toda Creta. Así fue. Pero el día en dió conservar aquel toro espléndido, que podía ntonces ocultarlo en sus rebaños, y lo reempl o por la afrenta, Poseidón decidió vengarse. castigar a quienes cometen una falta contra ell oco después de su intento de engaño. ta. El mis interior del torbellino que formaba la espum o blanco. Un animal magnífico, de una bell arena de la playa, fue caminando hasta Min tis como Sarpedón reconocieron la voluntad de
solvamos nuestro conflicto!Los tres hermanos modo de solucionar esta disputa podrían encontr propuso: —Estoy convencido de que los dioses es así. Sé que es así. Y he pensado una forma Índice lo que digo es cierto, los dioses me concederán a n, incrédulos. —En caso de que eso ocurra, acept Radamantis siguió en silencio. Bajó la mirad preguntó entonces Minos—. ¿Aceptas o no sin mirarlo. Los tres bajaron entonces hasta ofreció un sacrificio a Poseidón8. —¡Poseidón, d vencido de que tú y los demás dioses del Olimp maravillosa. Te pido entonces una señal, pa disputas entre nosotros por el trono que fue alabra de Minos, cada uno de sus gestos, con u uas, la prueba de que digo la verdad —exclamó sobre el que tú reinas, un toro. Una vez que dos los cretenses sean testigos del homenaje a as como si se avecinara una tormenta. El mis interior del torbellino que formaba la espum o blanco. Un animal magnífico, de una bell arena de la playa, fue caminando hasta Min tis como Sarpedón reconocieron la voluntad de orona de toda Creta. Así fue. Pero el día en dió conservar aquel toro espléndido, que podía ntonces ocultarlo en sus rebaños, y lo reempl o por la afrenta, Poseidón decidió vengarse. castigar a quienes cometen una falta contra ell oco después de su intento de engaño. ta. El mis interior del torbellino que formaba la espum o blanco. Un animal magnífico, de una bell arena de la playa, fue caminando hasta Min tis como Sarpedón reconocieron la voluntad de Bienvenidos a la estación de Cuentos en acción 2 ................................................ 6
El viaje de Lucio, de María Esther Vázquez................ 22 Juan Darién, de Horacio Quiroga ............................. 28 El zapallo que se hizo cosmos (Cuento del crecimiento), de Macedonio Fernández..................... 46 La rosa de Cernobbio, de Eduardo Mallea . .............. 52 Problema resuelto, de Fernando Sorrentino............. 84 Cielo de claraboyas, de Silvina Ocampo .................... 98 Grafitti, de Julio Cortázar...................................... 102 Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj, de Julio Cortázar ........................... 110 Trabajos en la estación . ....................................... 112 Cuadro de movimientos literarios ....................... 124
ir, los sobresaltó un espantoso estrépito provenie ras, se encontraron con que una antigua armadura de losa, y vieron al fantasma de Canterville sentad na expresión de agudo dolor en el rostro. Los mel proyectiles, con una puntería que solo pueden adquirir esor deBienvenidos caligrafía. Mientras tanto, el ministro los estación dedecalif ordenaba, de acuerdo con aloslausos de la etiqueta vantó con un salvaje alarido de furia y se escabulló de Washington Otis y dejándolos en una oscuridad t ó lanzar su célebre carcajada demoníaca, que en más cía que con ella había hecho encanecer la peluca de utrices francesas de lady Canterville renunciaran an sotada más horrible hasta que retumbó una y otr ezaban a extinguirse los escalofriantes ecos, se abri celeste y le dijo al fantasma: –Me temo que usted lla de la solución medicinal del Doctor Dobell. Si sma la miró enfurecido y de inmediato comenzó a pr hazaña que le había valido un merecido renombre, manente idiotez del tío de lord Canterville, el honora s que se acercaban lo hizo desistir de su propósito, d desvaneció lanzando un profundo gemido sepulcral, e zarlo.Cuando llegó a su cuarto, se derrumbó por com emelos y el grosero materialismo de la señora Otis lo que más lo perturbaba era no haber podido ncluso aquellos modernos estadounidenses se estreme otra razón que el respeto a su poeta nacional Long abía entretenido muchas veces mientras los Cante adura; la había vestido con gran éxito en el torneo por la Reina Virgen. Pero esta vez, cuando quiso pon orme coraza y del yelmo de acero, y cayó pesadamen los de la mano derecha. Durante varios días estuvo mantener la mancha de sangre en buen estado. Al r a cabo un tercer intento de asustar al ministro de osto para su aparición. Pasó la mayor parte de ese ran sombrero de ala flexible con una pluma roja, u da. Al atardecer estalló un violento temporal, y el vi antigua casa se sacudían y chirriaban. Ese era pr n era el siguiente: se abriría paso con sigilo hasta el pie de la cama y le clavaría tres puñaladas en hington un rencor especial, pues estaba perfectam
ente del vestíbulo. Luego de baja apresur adamente a se había desprendido de su soporte y había caíd do en una silla de respaldo alto, frotándose las rodi lizos, que traían sus cerbatanas, dispararon sobr r quienes han practicado larga y pacientemente sobr s Estados Unidosapuntaba al fantasma con su revó iforniana, que pusiera las manos en alto. El fantas ó entre ellos, como una neblina, apagando al pasar total. Al llegar a lo alto de la escalera, se recuper s de una ocasión le había resultado extremadamente lord Raker en una sola noche y había logrado que ntes del primer mes de trabajo. En consecuencia, la ra vez en el viejo techo abovedado; pero, cuando ape ió una puerta y apareció la señora Otis vestida con no está nada bien de salud, y por ello le he traído se trata de una indigestión, este remedio lo ayudará repararse para convertirse en un enorme perro ne y a la cual el médico de la familia había atribuid able Thomas Horton. Sin embargo, el sonido de u de modo que se limitó a volverse ligeramente fosforesc en le preciso instante en que los gemelos estaban mpleto, presa de una violenta agitación. La vulgarida s naturalmente le resultaban de lo más exasperan o colocarse la armadura. Había tenido la esperanz ecieran al ver al Espectro Acorazado, aunque no fu gfellow , con cuya delicada y atractiva poesía él mis erville estaban en la ciudad. Además, era su pro de Kenilworth, y había sido muy elogiada nada me nérsela, se vio completamente superado por el pes nte al suelo, raspándose las rodillas y lastimándose muy enfermo, y únicamente se movía de su habita l fin, luego de muchos cuidados logró reponerse y reso e los Estados Unidos y a su familia. Eligió el viernes día revisando el guardarropa, y finalmente se decidió un sudario fruncido en las muñecas y el cuello, y una iento era tan fuerte que todas las ventanas y las puer recisamente el tiempo que más le gustaba. Su plan el dormitorio de Washington Otis, le susurraría la garganta al son de una música lenta. Le guardab mente al tanto de que era él quien tenía la costumbr
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¿la escrit miente en que uno i
que miente ¿una carta , ? ra tu y ra mo es lite uno invente r cosa que n diario ínti ie qu al cu ¿ , teratura? narra es li ? es literatura
¿Qué es la literatura? Determinar qué es la literatura supone responder a ciertos interrogantes que todos nos hemos formulado en algún momento. Si la literatura es todo texto que se refiere al campo de la imaginación o al campo de la realidad desde la perspectiva subjetiva de quien escribe, ¿la escritura de un diario íntimo es literatura?, ¿una carta que miente en los sucesos que narra es literatura?, ¿cualquier cosa que uno invente y ponga por escrito es literatura? Tratando de responder a esta clase de preguntas (y tantas otras posibles y semejantes), nos parece oportuno partir de una definición simple y breve que propuso el escritor argentino Julio Cortázar alguna vez y que decía que la literatura es la actitud y las consecuencias resultantes de una intencionada utilización estética
del lenguaje. Puede ser bajo la forma de un diario íntimo, un intercambio epistolar, un texto que narre sucesos reales desde una perspectiva subjetiva o sucesos completamente ficcionales. Lo que realmente importa es que, al escribir ese texto, quien lo haga “trabaje” sobre el lenguaje, sobre qué palabras debe usar, qué forma debe tener el texto para adecuarse al contenido, en qué orden deben contarse los hechos para obtener un determinado efecto de lectura, cómo lograr un todo estéticamente bello. En pocas palabras: cómo hacer literatura, más allá del contenido en cuestión (y de lo mejor o peor de los resultados). Para lograrlo, quien lo intente deberá hacer uso de dos materiales básicos: el lenguaje (materia prima de la escritura) y la ideología (su subjetividad, su experiencia
cualquie diario ín ratura?, ¿ tura de un arra es lite n e qu s ? so ratura n los suce crito es lite onga por es invente y p
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Julio Cortázar.
del mundo, su percepción de las ideas y las preocupaciones del contexto histórico en el que habita). Por supuesto que ese trabajo sobre el lenguaje y esa “forma bella” resultante han ido variando a lo largo del tiempo, son conceptos históricos y que responden a una época. Hacer literatura hoy no es lo mismo que hace doscientos o dos mil años. En la antigua Grecia, donde muchos especialistas ubican el origen de la literatura occidental, hacer “arte con palabras” era oficio de poetas y dramaturgos, quienes presentaban al público una historia muchas veces ya conocida, porque no era tan importante qué se contaba sino cómo se hacía.
Para reflexionar sobre esto, alcanza con tener en cuenta que esos materiales de los que se nutre la literatura son altamente variables: cambia el lenguaje con el paso del tiempo, así como también la experiencia de los sujetos, ya que cambia el mundo y son diferentes las ideas y las preocupaciones de cada época.
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Tipos de texto y géneros literarios Así como existen tipos de texto (literarios, periodísticos, científicos, publicitarios, etc.) de acuerdo con su intención, su forma, sus propiedades, su contexto de producción y sus destinatarios, existen, dentro de eso que hemos aceptado como literatura, distintos géneros literarios. La idea de género literario está relacionada íntimamente con la forma. Existen diferentes géneros literarios porque, además de un contenido (qué se cuenta) y una intención estética (búsqueda de la belleza en la forma de contar), todo texto tiene una estructura, una forma. Partimos de la base de que existen, dentro de la definición tradicional, tres géneros literarios: el género lírico (poemas, canciones), el género dramático (teatro) y el género narrativo (cuentos, novelas, leyendas y mitos).
El género lírico se caracteriza, en su contenido, por expresar las sensaciones y sentimientos de quien escribe. En su forma, utiliza el lenguaje de modo connotativo. Es cierto que en todo texto literario sucede esto, pero en el género lírico se hace más evidente. Cada palabra hace, o puede hacer, uso de más de un sentido. El ejemplo más claro de este uso es el recurso de la metáfora, donde la palabra “moneda” puede ser ese objeto de pago de uso corriente, pero si está en el cielo seguramente será una forma de referirse a la luna. A la metáfora, se le agregan otras estrategias retóricas frecuentes en la poesía: repetición, anáfora, aliteración, rima, métrica y ritmo.
El género lírico debe su nombre a la lira que tocaban los poetas, en la antigua Grecia, mientras recitaban.
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Género dramático, puesta en escena.
El género dramático encuentra su definición en una característica elemental: está hecho para ser puesto en escena. Una obra de teatro, a diferencia de cualquier otro tipo de texto literario, consta fundamentalmente de diálogos, parlamentos y una serie de indicaciones para su representación (referencias a cómo debe ser el decorado, los movimientos de los actores en el escenario, el tono que deben usar en cada frase, el vestuario que deben llevar y la iluminación general de la escena). Esto en cuanto a la forma. Respecto del contenido, normalmente una obra de teatro cuenta la oposición entre dos o más fuerzas, el conflicto que esto genera y su resolución.
El género narrativo (antiguamente llamado épico) tiene numerosas variantes. Vamos a ocuparnos aquí de dos: la novela y el cuento. La novela se define por ser un texto que narra acciones que se desarrollan en el tiempo y que tienen, entre sí, una relación de causa y efecto (porque pasó o había pasado tal cosa, pasa tal otra). Respecto de su forma, no tiene una extensión predeterminada (como veremos que sí tiene el cuento), pero en general es un texto que tiende a expandirse porque suele abordar más de un conflicto. El cuento, en cambio, sí tiene una extensión prefijada y es casi lo opuesto de una novela en su forma de contar: mientras que la novela se expande, el cuento se contrae. Esta es una de sus principales características: la condensación. El cuento es un texto concentrado en el que cada palabra tiene un sentido, una función. Para atrapar al lector desde
biografía
María Esther Vázquez (1937)
María Esther Vázquez nació en Buenos Aires en 1937. Cursó la
carrera de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras. Es autora
de los libros de cuentos Los nombres de la muerte y Desde la niebla,
entre otros. En colaboración con Jorge Luis Borges, escribió los ensayos Introducción a la literatura inglesa y Literaturas germánicas
medievales. También es autora de las biografías Victoria Ocampo y
Esplendor y derrota. columnista del diario La Nación, da a los censores yBorges. fundamente lasComo razones de mi obra; y sin duda estoy bas publicó más de mil quinientos artículos. Recibió el Premio de una disertación, hecha e comedia, me surgió después de las dos o tres prim Konex en dos oportunidades: 1987 y 2004, Premioconocido Comillas en sociedad, y que principio una persona elevada, cuyo ingenio es elmuy de la Editorial Tusquets en España en 1995 y el Premio de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 1997.
stante en deuda con todas las personas que le dieron su aprobaciĂłn como para meras representaciones de mi obra. Una noche la comentĂŠ en la casa donde m me de expectativas receptivas que tan a menudo preceden la presentaciĂłn de
el
viaje de Lucio
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Cuentos en acción 2
1 Absurdas significa sin sentido. 2 Las cornisas, en arquitectura, son las molduras salientes exteriores. 3 Azoteas quiere decir terrazas. 4 El altillo es una habitación ubicada sobre la parte superior de las casas antiguas. 5 Las lajas son piedras lisas usadas normalmente para hacer los caminos en jardines o espacios parquizados. 6 Antiestético significa aquí opuesto a la belleza aceptada por la mayoría. 7 Algo inconcluso es algo no terminado. 8 Lucas Cranach fue un pintor y grabador alemán que vivió entre 1472 y 1553.
El viaje de Lucio
L
ucio fue siempre un especialista en diversiones absurdas.1 Cuando era chico podía correr por las cornisas2 de las azoteas,3 deslizarse por las canaletas, trepar por las palmeras, enredarse detrás del viento entre las ramas altas de los pinos o hamacarse con tanta fuerza que el columpio daba vuelta la barra. Inventaba juegos en los que ninguno de sus primos, ni siquiera su hermana Nora, quería participar. En realidad, no parecía nada divertido, por ejemplo, apagar un fósforo en la mano apoyándolo fuertemente en la palma. A veces se subía con Coca, la gata, al altillo, 4 y se pasaba toda la siesta contándole cuentos y alisándole el pelo con sus manos chicas y ásperas. Otras tardes dibujaba animales y árboles desproporcionados y negros que eran la delicia de su abuela, con la que se fue a vivir en forma definitiva poco después del accidente. Un día subió a la palmera más alta del jardín, con el cuaderno y los lápices, para dibujar las cosas desde arriba, y en el papel aparecieron el perro dormido entre las lajas,5 la máquina de cortar pasto, la escalera que subía a la galería, el banco de piedra y un extraño pino chato y azul. Fue la última vez. Nunca pudo saber qué lo sobresaltó haciéndolo resbalar. Cayó, lo encontraron desmayado sobre las piedras del jardín. Así fue como Lucio, desde los trece años, caminó ayudado por muletas. Cuando dos o tres años más tarde comprendió que el crecimiento irregular de su cuerpo y sus piernas lo hacía antiestético,6 visualmente odioso, dejó de ir al colegio y se encerró en la casa vieja de Belgrano con su abuela. En esa época empezó a escribir una novela autobiográfica, que al parecer no terminó nunca, y un ensayo titulado: “Los primitivos, color y forma”, que también quedó inconcluso.7 Una tarde de mayo, Nora, la hermana, fue a visitarlo con dos amigos y discutieron hasta la madrugada sobre una reproducción de Lucas Cranach,8 regalo de Nora, que Lucio había pegado sobre una de las paredes de su cuarto.
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Después de aquella visita, la abuela descubrió que volvía a pintar. A los veinte años, su carácter no había variado. Reservado pero amable, sus rarezas eran dos: no salía jamás y recibía a todo el mundo sentado en una silla, con una manta cubriendo sus piernas cortas y maltrechas. Ganó un concurso con un afiche publicitario e ingresó en una agencia para la que trabajaba regularmente; pero así como en las cosas que hacía por encargo brillaban la luz y los colores, los cuadros que pintaba para sí, y que se amontonaban en su cuarto y en el altillo, eran sombríos, negros, rojizos y verdes. La abuela vivía para él, pero no fue ella quien notó el cambio, sino Nora. Para su cumpleaños –tenía ya veintiocho– uno de sus amigos le regaló un viejo llamador9 de hierro, probablemente del siglo pasado. Esa noche, Lucio, muy excitado, le habló a su hermana de una casa vieja y estrecha, con ventanas enrejadas en la planta baja y en el piso alto; de ese llamador destacándose entre las sombras del portón, y todo –contornos, paredes, rejas y puertas– iluminado y oscurecido por luces misteriosas quebradas en la lisura de la tela. Empezó el cuadro y, con él, un cambio, sutil y casi imperceptible al principio, en su carácter y en su persona. Aquello duró muchos años; no sería excesivo decir más de diez. Sin embargo, seguía con su trabajo. Pintó, para una galería del centro, con bastante éxito, una serie de grotescos.10 Además, sus dibujos se vendían
9 El llamador es el objeto que, colocado en la parte exterior de la puerta, permite golpear sobre ella. Tiene la misma función que el timbre. 10 El grotesco es una forma de expresión artística que consiste en exagerar algunos rasgos de lo representado para lograr un determinado efecto estético.
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11 El mutismo es un silencio absoluto y, en general, voluntario. 12 Hermética significa que no deja pasar nada ni hacia afuera ni hacia adentro. 13 Los postigos son las puertas situadas en el exterior de las ventanas o puertaventanas de una casa para impedir el paso de la luz. 14 Las voces cesaron quiere decir que se interrumpieron. 15 El marfil es la materia que compone, por ejemplo, los colmillos de los elefantes. Se caracteriza por su blancura.
El viaje de Lucio
bien. Pero, cada tanto tiempo, insistía en aquel cuadro de la puerta y el llamador. Adelgazó. Su rostro recordaba vagamente el de un monje. Se hizo más y más reservado día a día, su mutismo11 llegaba a veces a la hostilidad. Los amigos fueron abandonándolo y llegó un momento en que solamente la abuela, la hermana o el padre lo veían; el aislamiento, la lejanía parecían no importarle. En los primeros tiempos, en el cuadro había vagos rostros oscuros, algo imprecisos, que asomaban su tristeza infinita detrás de la puerta entreabierta; después fueron disminuyendo o se los veía asomados a las ventanas. Acabaron por desaparecer. Lucio pintaba y variaba y volvía a pintar ese cuadro inacabable. Dejó los afiches y los dibujos. Una mañana de abril, increíblemente calurosa, encontraron a la abuela muerta en la cama. La noche del velorio, por las ventanas abiertas entraba todavía el olor de un verano tardío, lleno de viento y de estrellas. Lucio, ausente y callado, sentado en la galería, miraba hacia la noche. Todos trataban de consolar aquel silencio quieto. Lucio quedó solo definitivamente con su cuadro. Hizo siete y ocho variantes de la tela hasta que por fin pareció elegir una. La casa alta, estrecha, hermética,12 el portón cerrado, y detrás de una ventana entreabierta en el piso alto, una mano casi transparente, delicadísima, como si fuera de mujer, se insinuaba en el postigo.13 Un día Ana, la mujer que lo atendía, fue al cuarto a llevarle el almuerzo. La puerta estaba cerrada, pero ella oyó voces vagas, un fragmento de conversación deshilvanada. Pensó que Nora habría llegado sin que ella lo notara. Cuando golpeó la puerta, las voces, del otro lado, cesaron.14 Dentro del cuarto, Lucio, solo, sentado frente a su cuadro, lo miraba fijamente. Llegó el invierno. Las palmeras altas y frías anunciaban el viento. Desde la muerte de la abuela, Lucio había adelgazado mucho; sus manos habían tomado el color del marfil15 viejo. Nora, preocupada, había querido llevárselo al campo, pero él se
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había negado en forma rotunda, porque –agregó– estaba preparando un viaje más importante. No quiso dar más detalles. En realidad, no hacía nada, no dibujaba, no pintaba, no leía, casi no comía, parecía no vivir. Sus horas se iban frente al cuadro, mirando la tela. A veces no se daba cuenta de que en el cuarto no había luz; del crepúsculo16 pasaba a la oscuridad y a la noche, sentado, inmóvil, hablando en voz baja o sin hablar. Nora se dio cuenta de que ya ni siquiera había variantes en la tela. Una mañana de agosto, como a las diez, Ana, agitadísima, llamó a Nora por teléfono. Dijo que pasaba algo muy raro. Nora llegó a la casa en menos de veinte minutos; era un día lluvioso y frío. Subió al cuarto de Lucio seguida por Ana, que lloraba grandes lágrimas silenciosas. Entró. Lucio no estaba. La cama, deshecha, conservaba aún la huella y el calor de su cuerpo. El cuadro, como siempre, sobre el caballete17 y, apoyadas contra la tela, Nora vio las muletas y la manta. Un aire extraño e irreal había invadido la habitación. Todo estaba como siempre, pero nada era igual. Entonces Nora miró el cuadro y notó un cambio: la ventana del primer piso había sido cerrada y ya no se veía la mano deslicadísima que la abría apenas. Algo más había variado: la puerta, la hermética puerta cerrada, estaba entreabierta. Nora supo, todavía confusa pero inexorablemente,18 que Lucio había iniciado el viaje. Nadie volvió a verlo y, años después, cuando vendieron la casa de Belgrano, advirtieron que el cuadro también había desaparecido. Las muletas, la manta, los lápices, los óleos, los dibujos… todo estaba en el cuarto donde había vivido Lucio.
16 El crepúsculo es la claridad que hay desde que raya el día hasta que sale el sol, y desde que este se pone hasta que es de noche. 17 El caballete es el elemento que se utiliza para sostener los cuadros mientras están siendo pintandos. 18 Inexorablemente significa sin lugar a dudas.
biografía
Horacio Quiroga (1878 † 1937)
Horacio Quiroga nació en 1878 en Salto, Uruguay. Estudió
en Montevideo y siendo muy joven se interesó por la literatura y el periodismo. Instalado en Buenos Aires, publicó Los arrecifes
de coral (1901), El crimen del otro (1904) y Los perseguidos (1905), pro-
ducto de un viaje con Leopoldo Lugones por la selva misionera. En 1909 se radicó precisamente en la provincia de Misiones,
donde se desempeñó como juez de paz en San Ignacio, donde
sus funciones el cultivode de yerba mate y naranda a los censores yalternaba fundamente las con razones mi obra; y sin duda estoy bas jas. Su contacto con la naturaleza está presente en gran de una disertación, hecha e comedia, me surgió después de parte las dos o tres prim de la obra que nos legó, muchas veces de formaconocido terrible y en sociedad, y que principio una persona elevada, cuyo ingenio esunamuy como enemiga del ser humano. De regreso en Buenos Aires, trabajó en el consulado de Uruguay y dio a la prensa sus obras más meritorias: Cuentos de amor de locura y de muerte (1917), Cuentos
de la selva (1918), Anaconda (1921) y Los desterrados (1926). Además,
colaboró en diferentes medios periodísticos, como Caras y Caretas y Fray Mocho. En 1937 puso fin a su vida.
stante en deuda con todas las personas que le dieron su aprobación como para meras representaciones de mi obra. Una noche la comenté en la casa donde m me de expectativas receptivas que tan a menudo preceden la presentación de
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Darién
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Juan Darién
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1 La viruela es una enfermedad viral y eruptiva casi erradicada en nuestro país. Se asemeja a la varicela y al sarampión. 2 Vacilante es aquello que tiene poca estabilidad. 3 Aquí el autor usa runruneó por ronroneó, que es el sonido que hacen los felinos para demostrar satisfacción. 4 Desvalido quiere decir que no puede valerse por sí mismo, que necesita protección y cuidado.
quí se cuenta la historia de un tigre que se crió y educó entre los hombres, y que se llamaba Juan Darién. Asistió cuatro años a la escuela vestido de pantalón y camisa, y dio sus lecciones correctamente, aunque era un tigre de las selvas; pero esto se debe a que su figura era de hombre, conforme se narra en las siguientes líneas. Una vez, a principio de otoño, la viruela1 visitó un pueblo de un país lejano y mató a muchas personas. Los hermanos perdieron a sus hermanitas, y las criaturas que comenzaban a caminar quedaron sin padre ni madre. Las madres perdieron a su vez a sus hijos, y una pobre mujer joven y viuda llevó ella misma a enterrar a su hijito, lo único que tenía en este mundo. Cuando volvió a su casa, se quedó sentada pensando en su chiquillo. Y murmuraba: —Dios debía haber tenido más compasión de mí, y me ha llevado a mi hijo. En el cielo podrá haber ángeles, pero mi hijo no los conoce. Y a quien él conoce bien es a mí, ¡pobre hijo mío! Y miraba a lo lejos, pues estaba sentada en el fondo de su casa, frente a un portoncito donde se veía la selva. Ahora bien; en la selva había muchos animales feroces que rugían al caer la noche y al amanecer. Y la pobre mujer, que continuaba sentada, alcanzó a ver en la oscuridad una cosa chiquita y vacilante2 que entraba por la puerta, como un gatito que apenas tuviera fuerzas para caminar. La mujer se agachó y levantó en las manos un tigrecito de pocos días, pues aún tenía los ojos cerrados. Y cuando el mísero cachorro sintió el contacto de las manos, runruneó3 de contento, porque ya no estaba solo. La madre tuvo largo rato suspendido en el aire aquel pequeño enemigo de los hombres, a aquella fiera indefensa que tan fácil le hubiera sido exterminar. Pero quedó pensativa ante el desvalido4 cachorro que venía quién sabe de dónde y cuya madre con seguridad había muerto. Sin pensar bien en lo que hacía llevó al cachorrito a su seno y lo rodeó con sus grandes manos. Y el tigrecito, al sentir el
ipio, munas se burta comedia; reidores la , y todo lo e pudieron ho de ella
lla no evitó que haya tenido un éxito del que es a publicación, algún prefacio que responda a ; y sin duda estoy bastante en deuda con todas ara creerme obligado a defender su opinión con s cosas que tendría para decir sobre este tema ma de diálogo, y con la cual todavía no sé qué h ueña comedia, me surgió después de las dos o t oche la comenté en la casa donde me encontrab es muy conocido en sociedad, y que me hace el ho u agrado, no sólo para pedirme que me abocar quedé muy sorprendido cuando, dos días más ta erdad, de una manera mucho más galante y mu o en la cual muchas cosas me parecían demas ntaba esa obra en nuestro teatro me acusaran n ella. Así que eso me impidió, por considerac nta gente me presiona todos los días para qu mbre es la causa de que no incluya en este pref cida a hacerla aparecer. Si llegara a ser así, vu ico del delicado malhumor de algunas personas vengado gracias al éxito de mi comedia, y deseo por ellos como esta, con tal de que el resto siga d nas se burlaron de esta comedia; pero los reido r dicho de ella no evitó que haya tenido un éxito , en esta publicación, algún prefacio que respo obra; y sin duda estoy bastante en deuda con t para creerme obligado a defender su opinión con s cosas que tendría para decir sobre este tema ma de diálogo, y con la cual todavía no sé qué h ueña comedia, me surgió después de las dos o t noche la comenté en la casa donde me encontra o es muy conocido en sociedad, y que hace el ho su agrado, no sólo para pedirme qe me abocar
saltó un espantoso estrépito proveniente del vestíb on con que una antigua armadura se había despr fantasma de Canterville sentado en una silla de resp r en el rostro. Los mel lizos, que traían sus cerb que solo pueden adquirir quienes han practicado la tanto, el ministro de los Estados Unidosapuntaba os de la etiqueta californiana, que pusiera las manos se escabulló entre ellos, como una neblina, apaga curidad total. Al llegar a lo alto de la escalera, se r ás de una ocasión le había resultado extremadamen lord Raker en una sola noche y había logrado que tr primer mes de trabajo. En consecuencia, lanzó su viejo techo abovedado; pero, cuando apenas empeza apareció la señora Otis vestida con una bata celes de salud, y por ello le he traído una botella de la stión, este remedio lo ayudará. El fantasma la miró e en un enorme perro negro, una hazaña que le hab ilia había atribuido la permanente idiotez del tío d el sonido de unos pasos que se acercaban lo hizo des te fosforescente y se desvaneció lanzando un profun staban por alcanzarlo.Cuando llegó a su cuarto, se de idad de los gemelos y el grosero materialismo de l ntes, pero lo que más lo perturbaba era no h a de que incluso aquellos modernos estadounidenses s por otra razón que el respeto a su poeta naciona había entretenido muchas veces mientras los Can ; la había vestido con gran éxito en el torneo de K Reina Virgen. Pero esta vez, cuando quiso ponérsel raza y del yelmo de acero, y cayó pesadamente al su o derecha. Durante varios días estuvo muy enfermo, a de sangre en buen estado. Al fin, luego de mucho ento de asustar al ministro de los Estados Unidos Pasó la mayor parte de ese día revisando el guarda ible con una pluma roja, un sudario fruncido en la violento temporal, y el viento era tan fuerte que chirriaban. Ese era precisamente el tiempo que paso con sigilo hasta el dormitorio de Washington res puñaladas en la garganta al son de una música ba perfectamente al tanto de que era él quien tenía l ville con su el detergente “Inigualable” de Pinkerton.
bulo. Luego de baja apresur adamente las escaleras rendido de su soporte y había caído al suelo de los paldo alto, frotándose las rodillas con una expresió batanas, dispararon sobre él dos proyectiles, con arga y pacientemente sobre su profesor de caligr al fantasma con su revólver y le ordenaba, de acu s en alto. El fantasma se levantó con un salvaje ala ando al pasar la vela de Washington Otis y dejánd recuperó y decidió lanzar su célebre carcajada demoní nte útil. Se decía que con ella había hecho encanecer res institutrices francesas de lady Canterville renuncia risotada más horrible hasta que retumbó una y aban a extinguirse los escalofriantes ecos, se abrió ste y le dijo al fantasma: –Me temo que usted no a solución medicinal del Doctor Dobell. Si se trat ó enfurecido y de inmediato comenzó a prepararse p bía valido un merecido renombre, y a la cual el m de lord Canterville, el honorable Thomas Horton. sistir de su propósito, de modo que se limitó a volv ndo gemido sepulcral, en le preciso instante en que errumbó por completo, presa de una violenta agita la señora Otis naturalmente le resultaban de lo m haber podido colocarse la armadura. Había tenido se estremecieran al ver al Espectro Acorazado, aun al Longfellow , con cuya delicada y atractiva poesí nterville estaban en la ciudad. Además, era su pro Kenilworth, y había sidoestación muy elogiada nada menos Trabajos en la la, se vio completamente superado por el peso d uelo, raspándose las rodillas y lastimándose los nudi y únicamente se movía de su habitación para mante os cuidados logró reponerse y resolvió llevar a cabo y a su familia. Eligió el viernes 17 de agosto para arropa, y finalmente se decidió por un gran sombr as muñecas y el cuello, y una daga oxidada. Al atard todas las ventanas y las puertas de la antigua casa más le gustaba. Su plan de acción era el siguiente n Otis, le susurraría algo desde el pie de la cama a lenta. Le guardaba a Washington un rencor espe la costumbre de eliminar la famosa mancha de san . Después de reducir al imprudente y temerario jo
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Actividades para revisar la lectura 1
“El viaje de Lucio”
a. ¿Cómo es Lucio en la infancia? ¿Qué rasgos de su personalidad cambian después del accidente? b. En este texto se postula la idea de mundos paralelos, ¿Cuáles son? Confeccionen un cuadro comparativo entre ambos. c. ¿En qué mundo elige vivir, finalmente, Lucio? ¿Por qué creen que elige esto? 2
a.
“Juan Darién” ¿Por qué el pequeño tigre se convierte en hombre?
b. ¿Qué condición pone la serpiente para que la metamorfosis perdure? c. Según este relato, ¿quiénes son más feroces, los tigres o los hombres? ¿Por qué? ¿Están de acuerdo con esta opinión? d. Teniendo en cuenta la concepción de Todorov sobre lo fantástico mencionada en la Introducción, ¿cómo consideraría él este cuento? e. Julio Cortázar dijo que un buen cuento es como una buena fotografía porque representando un fragmento echa luz sobre una realidad mucho mayor. ¿Qué realidad les parece que alumbra este cuento? ¿Cómo es, según lo descripto en el texto, la vida en los pueblos selváticos? ¿Cómo son los hombres y las mujeres y qué relación tienen con los animales de la selva?
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“El zapallo que se hizo cosmos”
a. Resuman, entre todos y en forma oral, el argumento del cuento. b. La teoría de la evolución propuesta por Charles Darwin postula que, de cada especie, nacen muchos más individuos que los que llegan a desarrollarse y procrearse nuevamente. Esto supone que las especies compiten entre sí y que solo persisten las que desarrollan mecanismos para sobrevivir en su entorno y seguir multiplicándose. ¿Qué relación pueden encontrar entre esta teoría y el cuento de Macedonio Fernández? ¿Por qué creen que Macedonio, entre tantas especies posibles, eligió un zapallo para convertirlo en cosmos? c. Teniendo presentes los tres órdenes de lo fantástico determinados por Ana María Barrenechea, mencionados en la Introducción, ¿en qué orden se desenvuelve este texto? ¿Por qué es fantástico? 4
“La rosa de Cernobbio”
a. En este cuento se cuenta más de una historia, ¿cuáles son? b. ¿Por qué es un texto fantástico? ¿Hay algún indicio dentro del cuento que anticipe el final? ¿Cuál? c. Busquen en el texto algunas metáforas, comparaciones e imágenes. d. Desde un sector de la crítica literaria se afirmó que Mallea escribía para ser leído por la aristocracia porteña ilustrada de la década del cuarenta, clase a la que pertenecía. Teniendo en cuenta el vocabulario que usa y la construcción que hace
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Trabajos en la estación