Canto gregoriano

Page 1

CANTO GREGORIANO

Ester Martínez Sanzo


1


Índice

 Introducción………………………………………………………………3  Historia……………………………………………………………………5 o Decadencia del canto gregoriano…………………………………7 o El canto gregoriano y la polifonía………………………………..7 o Motu Proprio Tra le sollecitudini del sumo pontífice Pío X sobre la música sagrada……………………………………..…...8  Características…………………………………………………………….9  Formas musicales……………………………………………………….10 o Los cantos de la misa…………………………………………….10  Cómo cantar gregoriano………………………………………………...14  El canto en Silos………………………………………………………...16  Crux Fidelis – Canto gregoriano………………………………………17

2


Introducción Llamamos canto gregoriano al repertorio musical constituido por cantos que se usan en los oficios litúrgicos de la Iglesia católica romana. La tradición litúrgica de la Iglesia nos ha legado un conjunto de piezas vocales y monódicas compuestas a partir de palabras latinas de los textos sagrados. Por eso, el canto gregoriano ha recibido a menudo el nombre de Biblia cantada. Íntimamente relacionadas con la liturgia, las melodías gregorianas tienen como finalidad ayudar al desarrollo espiritual del hombre para comprender mejor y vivir más intensamente el don de Dios y la coherencia incomparable de le fe cristiana. En los orígenes del canto gregoriano, se encuentra el repertorio romano compuesto esencialmente durante los siglos V y VI por la schola cantorum. En la segunda parte del siglo VIII, el soberano del reino franco decreta que se adopten las costumbres litúrgicas romanas que él ha podido apreciar en la ciudad eterna. El texto manuscrito de los cantos romanos fue tomado como texto de referencia. En general, el canto romano y su arquitectura modal fueron aceptados por los másicos

galicanos,

pero

éstos lo vistieron con una ornamentación completamente diferente. Este resultado híbrido de los cantos romanos y galicanos es lo que llamamos hoy canto gregoriano. Con el tiempo, se va disminuyendo el papel y la capacidad de la memoria en la civilización europea, y este fenómeno tiene consecuencias desastrosas para el canto, puesto que sin tradición oral, la másica hay que escribirla. La decadencia es total a fines de la edad media: en esta época, los manuscritos están llenos de "una pesada y fastidiosa sucesión de notas cuadradas". El Renacimento le da el

3


golpe final: las melodías son "corregidas" por los musicólogos oficiales y las largas vocalizaciones reducidas a unas cuantas notas. En 1833, un joven sacerdote de Le Mans, Dom Prosper Guéranger, se decide a restaurar la vida monástica benedictina en el priorato de Solesmes, después de cuarenta años de interrupción debido a la Revolución francesa. Entre sus proyectos está el abordar la restauración del canto gregoriano. Esto lo hace con entusiasmo. Empieza por la ejecución y pide a sus monjes que respeten en su canto, sobre todo el texto: pronunciación, acentuación, y atención. Todo esto para mejorar la inteligibilidad del canto, lo cual hace posible una verdadera oración.

4


Historia El actual canto gregoriano es producto de un proceso casi tan antiguo como la misma Iglesia. Es desde hace por lo menos 14 siglos el canto oficial de la Iglesia Católica y es herencia de los himnos y cantos entonados durante los primeros siglos de nuestra era. Tales cantos a partir del siglo IV sufrieron un proceso de asimilación a la liturgia romana, cuando se comenzaron a cantar en lengua latina, y no en su original. Maestros anónimos reelaboraron las melodías en Roma cuyo resultado fue unas piezas musicales más refinadas, sobrias, construidas sobre los textos de la traducción latina de la Biblia y logrando con ello la síntesis de los cantos de los ritos judíos, griegos y bizantinos.

En un primer momento se le llamó Canto Romano. Fue a fines del siglo VIII que por devoción a San Gregorio se le empezó a llamar Canto Gregoriano. Un poco más adelante en el siglo IX se le conoció como Cantus Planus en oposición a la naciente técnica polifónica (a varias voces). La verdadera labor de Gregorio consistió en codificar, fijar textos y melodías y ordenarlas en el calendario litúrgico para la Iglesia de Roma; es decir, nunca pretendió establecer una reforma universal. El primer San Gregorio Magno

producto de este gran trabajo fue el "Antiphonarium

cento", primera gran recopilación que sirvió de modelo para los sucesivos libros litúrgicos. La difusión del Canto Gregoriano en todo el mundo cristiano se debió en gran parte a las estrategias de unificación de Carlomagno, "en detrimento de las otras liturgias existentes". La intención del Papa al aprobar esto fue la unificación ritual y la depuración de la liturgia celebrada en lengua vernácula. El Canto Gregoriano fue un elemento indispensable en todas las ceremonias eclesiásticas practicado por los oficiantes y los creyentes reunidos en el templo". Esto cambiaría al hacerse cada vez más compleja su práctica, por lo que el papel del primicerius o maestro cantor y del coro fue cada vez mas importante llegando a poseer un casi monopolio en la practica del canto litúrgico.

5


La época de mayor brillantez o de esplendor del Canto Gregoriano ocurrió hacia el siglo IX cuando se estableció la división de los cantos de la Misa en Cantos del Ordinario (Kyrie, Gloria, Credo Sanctus, Benedictus y Agnus Dei) y Cantos del Propio (Introito, Graduale, Tractus, Alleluya, Ofertorio, Communio) que servirán como esquema aún en nuestros días para los compositores que abordan la forma Misa, tan importante en la Música Sacra. La contribución mayor la hicieron las grandes Abadías Europeas (Toledo, León, Ripio y Gerona). Este progreso hacia la forma más definida y elaborada, y el estilo más puro y dependiendo absolutamente de la exaltación del texto, hacen que la época Carolingia sea al mismo tiempo la del esplendor del Canto Gregoriano.

6


Decadencia del canto gregoriano Las nuevas sonoridades de la incipiente Polifonía así como el aparente agotamiento del uso de las escalas modales comenzaron a filtrarse en un repertorio tan cuidado y sólido como el del Canto Gregoriano, lo cual culminó hacia los siglos XIV y XV con su decadencia, que se dio en 2 sentidos: rítmico y melódico. En el caso de la primera se dio ante la pujante influencia de la nueva métrica de la Polifonía la cual se opuso al tradicional ritmo libre Gregoriano. Las melodías comenzaron a ejecutarse como si estuvieran sujetas al ritmo fijo de los compases, mas emparentado con nuestra actual música. La decadencia melódica buscó incluir los nuevos conceptos del cromatismo y del uso de las escalas antecedentes directos de los actuales Modos Mayores y menores. Así por ejemplo se disolvió el sabor propio de la modalidad griega, a favor de la simplificación de los modos y de la altura tonal.

El canto gregoriano y la polifonía Es a partir de estas influencias que la nueva técnica Polifónica demolió el canto Gregoriano y con ese material construyo sus propios edificios sonoros. La autoridad eclesiástica sujeta a los devenires sociales y a la crisis moral de todos conocidas en este tiempo poco pudo o quiso hacer para evitar que su canto oficial fuese tratado de esa forma. Las grandes abadías se convirtieron en el refugio seguro para los manuscritos antiguos, pero también antiguos laboratorios donde los mismos monjes experimentaron libremente con las nuevas técnicas. Más adelante volveremos a encontramos con el Canto Gregoriano y con una Iglesia verdaderamente preocupada por recuperar lo perdido y revalorar tan espléndido tesoro musical, no nada más desde el aspecto cultural, sino y sobre todo por su insuperable valor espiritual y oracional.

7


MOTU PROPRIO TRA LE SOLLECITUDINI DEL SUMO PONTÍFICE PÍO X SOBRE LA MÚSICA SAGRADA

 http://www.vatican.va/holy_father/pius_x/motu_proprio/documents/hf_px_motu-proprio_19031122_sollecitudini_sp.html

8


Características 

Las partituras del canto gregoriano están escritas en tetragramas (a partir del trabajo de Guido d'Arezzo).

Tiene un ritmo sometido ante todo al texto latino. Se considera pues que es de ritmo libre.

Es una plegaria cantada y la expresión de una religiosidad.

Es un canto monódico (solo existe una línea melódica) y a cappella (carece de acompañamiento), interpretado por voces masculinas. Las voces lo interpretan en forma coral (tanto la Asamblea de fieles como la schola cantorum), en forma solista (el celebrante o presidente de la celebración, o uno de los cantores de la schola cantorum).

Están escritos en latín, exceptuando el Kyrie Eleison, que está en griego.

Todas las piezas gregorianas son siempre modales, y dentro de los modos gregorianos o modos eclesiásticos existen 8 tipos.

Se suele hablar de tres estilos de canto gregoriano, que se clasifican dependiendo de la cantidad de notas diferentes que se cantan por sílaba. Cuando hay 1 nota por sílaba se llama estilo silábico, cuando hay de 6 a más tonos por sílaba se llama melismático y cuando hay alternancia entre canto silábico y melismático se llama canto neumático.

En el canto gregoriano, la forma musical está definida por el contexto litúrgico en donde se interpretan las piezas.

En este tipo de canto, la línea melódica no es muy movible, es decir, no hay grandes saltos en la voz. Por lo regular la línea se mueve por segundas, terceras, cuartas o quintas.

El repertorio gregoriano es anónimo.

Hay varios tipos de canto gregoriano: 

Según la forma del canto pueden ser: estilo responsorial (alternancia de un solista con un coro), estilo antifonal (alternancia de dos coros) y estilo directo (sólo hay un coro o un solista)

Según el tratamiento melódico: canto melismático (más de una nota por sílaba), canto silábico (una sola nota por sílaba) y canto neumático (alternancia entre canto melismático y silábico)

Según el tipo de texto: bíblicos (aparecen en la Biblia) y no bíblicos (no aparecen en la Biblia)

9


Formas musicales Las principales expresiones del canto gregoriano son el recitativo litúrgico, la Salmodia,

la Santa

Misa y

el Oficio

divino.

Los

textos

conocidos

como accentus son entonados por los obispos, sacerdotes, o diáconos principalmente en una sola nota con fórmulas melódicas muy simples en ciertos lugares en cada oración gramática. Los cantos más complejos son cantados por coros o solistas expertos en el canto gregoriano. Existen muchas colecciones de cantos litúrgicos que incluyen: Graduale Romanum (o también el Graduale Triplex, con el mismo contenido pero con triple notación), que contiene los cantos Propios y el Ordinario de la Misa; Liber usualis, que contiene los cantos de la forma Extraordinaria de la Misa (Misa Tridentina) y los cantos del Oficio Divino. Los cantos de la Misa

Los cantos del Propio de la Misa Los propios están constituidos por piezas que se cantan según el tiempo litúrgico o según la fiesta que se celebra. Estos cambian cada domingo, lo opuesto a los cantos del Ordinario, cuyos textos nunca cambian. Los cantos de Intróito, Gradual, Aleluya, Tracto, Secuencia, Ofertorio, y Comunión forman parte del Propio de la Misa, o Proprium Missae en latín. 

Introito: canto de entrada para iniciar la celebración

Gradual, aleluya o tracto: después de las lecturas

Secuencias

Ofertorio para acompañar la procesión de las ofrendas

Comunión

Además de estos dos grupos de piezas, existen otras que se cantan como recitativos con algunas inflexiones (cantillatio): tales son las oraciones, las lecturas, el prefacio y la oración eucarística, el Padre nuestro. Eran piezas que por su sencillez podían ser ejecutadas por el celebrante o por personas que no requerían de especiales habilidades para el canto.

10


Los cantos del Ordinario de la Misa El Ordinario está compuesto por textos que se repetían en todas las Misas. Los textos se mantenían invariables. Todos los textos son en latín, excepto el Kyrie, que está en griego. 

El Kyrie consiste de la repetición de "Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison" ("Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad"). En la forma extraordinaria, cada parte es repetida tres veces y en misales aún más antiguos, se encuentra "Kyrie eleison imas" (Señor ten piedad de nosotros"). Se distingue el Kyrie por ser el único canto en griego en lugar de latín. Frecuentemente se le canta en un estilo melismático.

El Gloria canta la Gran Doxología. Ambos son largos y frecuentemente el texto es alternado entre partes del coro o entre el coro y la congregación.

Credo: Su título es "Misa del Día de Navidad: Credo". Compuesto en el S.VII en adelante. Su textura es monofónica. Lo canta un solista (oficiante de la ceremonia) y un coro de voces masculinas sin acompañamiento instrumental. El oficiante entona la primera frase "Credo in unum Deum (Creo en un solo Dios)", y el coro continúa desde "Patrem omnipotente (Padre Omnipotente)" hasta el final del Credo. En cuando a los aspectos melódicos, tiene un ámbito estrecho, no tiene saltos melódicos y su estilo es silábico. Tiene un ritmo libre determinado por la palabra. Es una composición modal. En el "Liber Usualis", como todas las composiciones gregorianas, la pieza está escrita en notación cuadrada sobre tetragrama.

Sanctus y Benedictus

Agnus Dei

Ite, missa est

Diferencias entre el ordinario y el propio de la misa La diferencia básica está en la letra. Los cantos del ordinario siempre tienen la misma letra mientras que en los cantos del propio la letra varía y también puede cambiar la música. Todo esto depende de la fiesta que se celebre y del calendario litúrgico. A partir del S.X se realizan reformas sobre el repertorio del canto gregoriano, tanto cambios que aparecen de forma espontánea como cambios o ajustes que se realizan de una forma totalmente dirigida. Nos

11


encontramos tres manifestaciones: el tropo, la secuencia y el drama litúrgico. Existen 3 clases de tropos: 1. Sólo se añade melodía: en medio del texto se introduce un melisma, por lo tanto, puede modificar la melodía antigua. 2. Sólo se añade el texto: pasa de un canto melismático a otro silábico, pues se le añade el texto (tropo) en el melisma. 3. Se añade texto y melodía: se añade pequeñas cuñas de composiciones nuevas a composiciones antiguas. La secuencia es un tipo especial de tropo. Es un tropo del Alelluia (muy melismático) que con el tiempo se independiza de la pieza original. Se hicieron independientes sobre todo por tener texto y música completa. El drama litúrgico son pequeñas obras de teatro que se realizan en la Iglesia.

Los cantos del Oficio Divino El Oficio Divino (También conocido Liturgia de las Horas) es la oración litúrgica cotidiana que han de cantar los cristianos, sean religiosos o laicos. En los monasterios, los monjes hacían una pausa en sus labores y se reunían regularmente a determinadas horas (horas canónicas) del día para hacer su oración. Estas oraciones son largamente cantadas, especialmente los himnos al empezar, los antifonarios usados para los salmos, los salmos mismos, y para los antifonarios Marianos. Estos son cuatro canciones (Alma Redemptoris Mater, Ave Regina caelorum, Regina caeli laetare, y Salve Regina) que vienen del siglo XI y son más complejos que la mayoría de los antifonarios de los salmos, 

Maitines: plegaria de vigilia.

Laudes: plegaria de la mañana.

Prima: seis de la mañana.

Tercia: nueve de la mañana.

Sexta: doce del mediodía.

Nona: tres de la tarde.

Vísperas: seis de la tarde.

Completas: antes de ir al descanso.

12


El repertorio de cantos para el oficio divino consta de: 

El canto de los salmos

Simples recitativos (cantillatio) de lecturas y oraciones.

Antífonas de invitatorio

Himnos

Antífonas cantadas antes y después de los salmos.

Responsorios

Te Deum

Cantos del antiguo y del nuevo Testamento (Benedictus, Magníficat, Nunc dimittis)

13


Cómo cantar gregoriano Además de unas leves nociones de solfeo, junto con una voz "moderadamente" armoniosa, son diez las reglas básicas para una perfecta interpretación del Canto Gregoriano. A saber:

1. Actitud interior. El Canto Gregoriano es una oración cantada. Por ello, una interpretación creíble exige una actitud espiritual básica que se adapte a los textos y a su contenido (es necesario conocer algo de latín y gozar de una gran paz espiritual).

2. Actitud exterior. El lenguaje corporal de cada uno refleja su actitud interior. La autodisciplina, la calma y la tranquilidad, la actitud al caminar, estar de pie o sentarse, la expresión del rostro... son factores esenciales. El nerviosismo, la dejadez, la mímica, el parloteo o una pose corporal forzada dejan traslucir falta de madurez y desinterés y provocan

incredulidad

respecto

al

canto.

3. Homogeneidad. El rezo monástico cantado alcanza su cumbre al fusionarse con la voz. La homogeneidad del sonido es por ello una meta esencial de la interpretación del Canto Gregoriano. Sólo se puede alcanzar mediante un autocontrol consecuente, un "escucharse unos a otros" constante y una manera de cantar concentrada y esencialmente

contenida.

Cantar sin director supone a este respecto un gran reto. La perfecta entonación es una necesidad insoslayable. La coloración vocal unitaria es esencial para la homogeneidad. Oscurecer la vocalización no es aconsejable dado que perturba el carácter del canto y la reproducción

del

texto.

4. Ligadura. Cantar con ligaduras facilita mucho el fraseo, evita excesos métricos y es insustituible para la reproducción de un estilo verdadero de los elementos de paráfrasis menores compuestos a partir de los grupos neumáticos (la resolución de las notas independientes

destruye

la

14

melodía).


5. Dinámica y fraseo. El fraseo, de acuerdo con el texto y la melodía, genera música viva (el canto sin fraseo es aburrido para el cantante y el oyente). Ello se logra con entradas ágiles y diminuendos más largos, por lo que la acústica

del

lugar

debe

tenerse

en

cuenta.

6. Respiración del coro. La respiración debe efectuarse de la forma más silenciosa posible de acuerdo con el vecino y hacer posible la continuidad del fraseo durante largos arcos melódicos.

7. Valores de la escritura neumática. El ritmo se rige por el texto y sus acentos silábicos. En la llamada ejecución melismática se incluyen dos o más notas sobre una sílaba; a una nota acentuada le siguen de una a dos sin acento, de forma que se origina un

cambio

constante

de

grupos

ternarios

y

binarios.

8. Pausas. Las pausas son elementos esenciales en la interpretación de la música y deben estar estructuradas correspondientemente de manera flexible con la estructura de la

pieza.

9. Texto. La comprensión del texto de acuerdo con las exigencias del latín debe hacer creíble la comprensión de los contenidos. También deben tenerse muy en cuenta forzosamente los acentos silábicos y no pronunciar "t" aspiradas ni "s" sonoras.

10. Modos. Para la elección de la modalidad es esencial una secuencia de modos eclesiásticos. Para conseguir una mejor comprensión del texto, sobre todo en espacios amplios, resulta ventajoso que el coro posea una voz de tenor para cantar en un ámbito de saludo.

15


El canto en silos Apropiadamente, algunos de los registros de Canto Gregoriano que más emotivamente impresionan, son los realizados por los monjes de Silos y que los cantan como parte de sus oficios religiosos diarios, y que con su armonía y dulzura inundan cada rincón de la vieja Abadía. Sin duda, su tono ligero y tranquilo añade un tinte peculiar que es ayudado por las vocales redondeadas y consonantes

suaves

de

su

pronunciación

hispana.

Los monjes de la Abadía de Silos han contribuido a llenar el catálogo de discos de Canto Gregoriano con obras intensas y suaves. Particularmente cautivadoras son las frases finales que a menudo parecen difuminarse en la nada, como absorbidas por los muros de piedra que rodean el coro. Esto es inherente en la música que con frecuencia se va alejando al final de cada frase, y de las palabras latinas siempre acentuadas en la penúltima sílaba, dándole al canto un sentimiento

de

dilatada

tristeza

en

cada

frase.

En la colección gregoriana de Silos, el canto es viril, exacto y estudiado e inevitablemente atractivo. La ornamentación y alargamiento en las notas, junto con la obligada y nasal licuescencia, producen de inmediato una gran sensación de paz, la paz espiritual que todo hombre alguna vez buscamos en nuestro interior,

dañado

por

el

devenir

de

la

vida

diaria.

Ahora, nos encontramos ante un fenómeno sociológico difícil de evaluar. La popularidad de estos monjes humildes y sencillos, ha traspasado nuestras fronteras dando la vuelta al mundo, pero cuando todo vuelva a su cauce y la imposición de la moda le haga caer en el olvido, el Canto Gregoriano seguirá ahí, como lo ha hecho durante siglos, para servirnos de refugio espiritual, independientemente de nuestras tendencias religiosas porque, como bien dice el Rvdmo. P. Abad Dom. Clemente Serna, "la espiritualidad, no está reñida con la creencia".

http://www.youtube.com/watch?v=-JmGHuH_vHU

16


crux fidelis – canto gregoriano

http://www.youtube.com/watch?v=Ww-aOIQKMIc

17


18


19


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.