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1.2. PIB del español en el mundo
18 Valor económico del español
internacional, solo el español ha logrado consensuar los tres códigos fundamentales de toda lengua culta: código gramatical, código léxico y código ortográfi co. Y esa unidad de la lengua española es lo que hace de ella «una auténtica arma industrial», el «mayor y más valioso activo intangible que tiene la economía española», y ambas son expresiones de conocidos empresarios.
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No es difícil recapitular: en una economía globalizada e intercomunicada, los tres hechos mencionados adquieren extraordinario realce. Los tres tienen carácter novedoso y los tres se están consolidando simultáneamente en el curso de los lustros más recientes. De los tres se desprenden efectos benéfi cos para la expansión del español y para el reforzamiento de su condición de lengua multinacional, haciendo crecer su valor económico.
1.2. PIB del español en el mundo
Como muestra el caso del inglés, el peso demográfico es una condición necesaria pero no sufi ciente para adquirir primacía como lengua de comunicación internacional. Por eso, que hoy sea el español la lengua común y de relación de cuatrocientos cincuenta millones de personas, y ofi cial en una veintena de Estados, es solo un cimiento: la base sobre la que habrá de crecer una comunidad de gran vitalidad y geográfi camente concentrada en un área del mundo que es bisagra y gozne fundamental de dos hemisferios; un área del mundo que aspira a elevar los niveles de vida y, con ello, la «capacidad de compra» de sus habitantes: la potencia del español depende también, y diríase que más decisivamente, si cabe, de la capacidad económica que los hispanohablantes sean capaces de desplegar.
Así, sobre el punto de partida que proporciona la demografía, se ha realizado un ejercicio hipotético en El español en los
El español, lengua de comunicación internacional 19
fl ujos económicos internacionales (Jiménez y Narbona, 2011): ¿Cuál sería hoy la capacidad de compra de los hablantes de español en el mundo si a cada uno de ellos se le asignara la renta per cápita de su país? Atribuir a cada hispanohablante la renta per cápita de su país, con el fi n de obtener, por agregación, una medida de la capacidad de compra actual de los hablantes de español en el mundo es un supuesto simple, pero realista, a tenor de la muy mayoritaria cobertura del español en los países donde es lengua ofi cial, que son, a su vez, los que concentran la parte fundamental del total hispanohablante (el «grupo de dominio nativo»); y, en el único caso en que existe una evidencia de poco realismo en este supuesto, el de los hispanos de Estados Unidos, se cuenta con la cifra de 798.000 millones de dólares estimada para 2006 por el Selig Center for Economic Growth —y refrendada por los datos que ofrece la Ofi cina del Censo de Estados Unidos— como poder de compra del conjunto.
Pues bien, el resultado de los cálculos para la comunidad de hispanohablantes en el mundo revela, con 2006 como año de referencia, una capacidad de compra global de 4,2 billones de dólares; 4,5 billones, en una estimación alternativa del «PIB del español» en Estados Unidos. Este «PIB del español», no obstante, se reparte geográfi camente con parecida asimetría a la que prevalece en la distribución internacional de la renta dentro de buena parte del condominio hispánico.
Dos grandes áreas —reuniendo aproximadamente cerca de la mitad de los hispanohablantes— concentran la parte fundamental de ese gran poder de compra: la que conforman México y Estados Unidos —más Canadá, por incluir toda Norteamérica (o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte)—, por un lado, y la Unión Europea —con España, obviamente, a la cabeza—, por otro. Ambas reúnen más de las tres cuartas partes (el 78 por 100) del «poder de compra» de los hablantes