Norys Odalia Saavedra Sánchez
Voy a mear la mano hasta que se quiebre Del libro: “De Aridas Soledades”
Hasta que se quiebre Un primer hombre es tronco El segundo se pierde en las ramas El tercer hombre es el aparecido En medio de todos su espalda se acrecienta como la montaña Y deja una estela de ventarrones huyendo al monte Del libro: “De Aridas Soledades”
Nº 41
Madriguera página de poesía
itinerante
Norys Odalía Saavedra Sánchez
Nació un 29 de febrero de un año bisiesto. Poetisa y narradora. Obtuvo la mención honorífica en el Concurso Universitario de Poesía “Andrés Eloy Blanco”. Pertenece a la Asociación de Escritores del estado Lara, Red Nacional de Escritores y Red de Escritores por el Alba. Autora de los cinco poemarios: “Bisiesto”, “De áridas soledades”, “Naranjos largos de Viento”, “Caza de Animales en flor”, “7 Corderos“. Ha publicado en periódicos literarios, revistas y diarios entre otros. Figura en la Antología “Un canto a Venezuela”, Pdvsa 2008-2009.
A Marlon Morato, en La Habana Perderemos las alas en las plumas de la vertiente Aun no desistas de la piel del azahar de los cantos En la distancia de los gusanos bajo el sueño oscuro habla y no leas sobre mi lengua No pronuncies la pupila de los grillos brincando En los relámpagos sombríos el ojo de lo vertido se abre el mantra escondido No levantes las pestañas
Año 5 - Nº 41 - Marzo 2011 Depósito legal PP200603FA452
Editores: Jenifeer Gugliotta / Mariana Chirino / Ennio Tucci Ilustraciones: Mariana Chirino Espacio web: http://www.madriguera.ya.st Correo: edicionesmadriguera@yahoo.es
Pandora está en la lluvia despierta Bañándose debajo de las gotas Del libro: “Naranjos largos de viento”
Coro, estado Falcón / República Bolivariana de Venezuela
Secar el corazón para colgarlo y echarle sal De “De áridas soledades”
De “Caza de animales”
Tierna carne para comer
Debe ser un corazón reciente
Un cuero de chivo que sucumbe a la agonía
He visto secar el corazón al sol
De “Bisiesto”
De rodillas veo diluvios Según las grullas: Alguien ha de pagar el derrumbe
Desaloja el nombre de la orca y tigres de cristal Cocodrilos mansos en lágrimas de lejía
A sangre de ballenas el cielo cobalto no llueve
Soffocado corazón de ballenas
Del libro: “De Áridas Soledades”
La soledad llegó en un vendaval Hay una flor que pisan los mendigos
Del libro: “Bisiesto”
Macerados con tres puntos de muerte.
Es mar degüello No azúcar Ni tifón Duro toca mi puerta
Eso que no es…
Me pongo la cobija
De “Siete Corderos”
Para que no se quiebre
dale a la comadrona que te trajo el santo y seña que voló escondido entre mis senos Y te guardo el corazón entre mis tetas
escóndete en el cerro en la mata de algarrobo no quieras jugar con serpientes
Resguárdame en tu regazo imposible
Marrón iguana en combate y el murciélago anda de cabeza por mi rastro en las puertas no voy a delatarlo no diré más el encanto Sólo me siente de nieblas de lobos sin voz
En duermevela aprendí a caminar de revés altos pasos de un cactus suave brasa de leña verde inundación de la quebrada
Quedóme en nidos lejanos con este sopor de los palomos sin calentarme los pezones fríos desde el toque de cuernos de esa muerte sin día en madrugada
Que me voy y no dices amatista de aires
A Rubén Rodriguez, a Holguín por sus escritores
Con el pecho tapado sudo flores
Tomo guarapo de colibríes al degüello
Rezo
Mar deguello
Pócima de colibríes