“Hoy ha nacido para ustedes un Salvador” San Lucas 2, 11
Cómo ser feliz según los santos página 6
Siguiendo los pasos de la Inmaculada página 11
Jesús se manifiesta en nuestra vida, Epifanía. página 12
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Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la Unión. Donde haya duda, que lleve yo la Fe. Donde haya error, que lleve yo la Verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz. Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar. Porque es: Dando, que se recibe; Perdonando, que se es perdonado; Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.
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CONTENIDO Oración de San Francisco de Asís Editorial Constructores de la Paz, Papa Francisco Cómo ser feliz según los santos El encuentro con Dios, fieles difuntos La Jornada Nacional de la Juventud Esperando al Salvador, adviento 2017 (+ Propósitos)
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10 Siguiendo los pasos de la Inmaculada 11 Jesús se manifiesta en nuestra vida, Epifanía 12 La oración de alabanza 13
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Oraciones para corona de adviento
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EDITORIAL Por la gracia de Dios, hemos llegado a una época en el año en la cual la presencia divina se hace manifiesta, según la liturgia de la Iglesia, en el corazón de cada creyente que, de modo sincero, le busca y desea encontrarle. En la presente revista encontrará, estimado lector, artículos que nos harán meditar sobre nuestra cercanía con Dios y, por ende, el estado de gracia que cada quien debe aprovechar para alcanzar, la tan anhelada felicidad de su vida. En el mes de noviembre la Iglesia nos invita a meditar en los santos, como modelos de fe y, a la vez, intercesores de nuestras intenciones ante Dios, nuestro Padre. Luego nos motivará a rezar por el eterno descanso de nuestros hermanos difuntos que, confiamos, permanezcan en el gozo sin final. El Adviento, se vuelve un tiempo maravilloso para que podamos preparar nuestra cercanía con la gracia divina. Durante cuatro domingos se nos invitará a reflexionar en aquellos personajes que, se vuelven íconos y figuras de este tiempo de preparación para cada uno de nosotros. Tiempo de preparación hacia la Navidad. La Navidad es, sin lugar a dudas, el tiempo más esperado por el mundo para llenarse de la alegría por vivir la presencia del Enmanuel, es decir, Dios con nosotros. Cristo viene a este mundo, gracias al sí, sencillo pero sincero de nuestra madre santísima, la Virgen María. Nuestra Madre, es venerada de manera especial a través de cuatro dogmas que llamamos, marianos. Dos de ellos caben en este tiempo de Adviento y Navidad: La Inmaculada Concepción de María, celebrada de manera relevante el 08 de diciembre y, Santa María, Madre de Dios, cuya solemnidad se celebra el 01 de enero. Finalmente concluimos este material, preparado de manera especial para usted, con la Epifanía, fiesta en la cual recordamos la visita de los Magos de oriente al Hijo de Dios, ofreciendo tres regalos: oro, por ser rey, incienso en cuanto que es Dios y mirra porque un día tendría que padecer. Recordándonos que no existen distancias para quienes desean acercarse a Jesús como Salvador. Confiando en la gracia de Dios, oramos al Cielo, rogando una bendición especial para usted que tiene estos artículos en sus manos. Que la bendición del Señor permanezca siempre a su lado.
Pbro. Luis Alvarado – Asesor espiritual de Lumen El Salvador
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Visita Apostólica a Colombia 2017
El Santo Padre realizó una visita apostólica a Colombia del 6 al 11 de septiembre, visitando Bogotá, Villavivencio, Medellín y Cartagena, impartiendo mensajes de paz, esperanza y reconciliación a todo el pueblo colombiano, mensajes que podemos tomarlos como nuestros. A continuación, presentamos un pequeño fragmento de la homilía que el Papa Francisco dio en la misa del 7 de septiembre en Bogotá: “En Bogotá y en Colombia peregrina una inmensa comunidad, que está llamada a convertirse en una red vigorosa que congregue a todos en la unidad, trabajando en la defensa y en el cuidado de la vida humana, particularmente cuando es más frágil y vulnerable: en el seno materno, en la infancia, en la vejez, en las condiciones de discapacidad y en las situaciones de marginación social. También multitudes que viven en Bogotá y en Colombia pueden llegar a ser verdaderas comunidades vivas, justas y fraternas si escuchan y acogen la Palabra de Dios. En estas multitudes evangelizadas surgirán muchos hombres y mujeres convertidos en discípulos que, con un corazón verdaderamente libre, sigan a Jesús; hombres y mujeres capaces de amar la vida en todas sus etapas, de respetarla, de promoverla. Y como los Apóstoles, hace falta llamarnos unos a los otros, hacernos señas, como los pescadores, volver a
considerarnos hermanos, compañeros de camino, socios de esta empresa común que es la patria. Bogotá y Colombia son, al mismo tiempo, orilla, lago, mar abierto, ciudad por donde Jesús ha transitado y transita, para ofrecer su presencia y su palabra fecunda, para sacar de las tinieblas y llevarnos a la luz y a la vida. Llamar a otros, a todos, para que nadie quede al arbitrio de las tempestades; subir a la barca a todas las familias, ellas son santuarios de vida; hacer lugar al bien común por encima de los intereses mezquinos o particulares, cargar a los más frágiles promoviendo sus derechos. Pedro experimenta su pequeñez, experimenta lo inmenso de la Palabra y el accionar de Jesús; Pedro sabe de sus fragilidades, de sus idas y venidas, como también lo sabemos nosotros, como lo sabe la historia de
05 violencia y división de vuestro pueblo que no siempre nos ha encontrado compartiendo la barca, tempestad, infortunios. Pero al igual que a Simón, Jesús nos invita a ir mar adentro, nos impulsa al riesgo compartido, no tengan miedo de arriesgar juntos, nos invita a dejar nuestros egoísmos y a seguirlo. A perder miedos que no vienen de Dios, que nos inmovilizan y retardan la
urgencia de ser constructores de la paz, promotores de la vida. Navega mar adentro, dice Jesús. Y los discípulos se hicieron señas para juntarse todos en la barca. Que así sea para este pueblo”. Puedes leer todos los mensajes de la visita del Papa Francisco a Colombia en el siguiente link: goo.gl/hdHWnv
Al mismo tiempo, compartimos algunos testimonios sobre la experiencia de la visita del Santo Padre:
DIMOS EL PRIMER PASO:
“
Pedro armó lío en Colombia, y fui testigo de esto junto con 3 amigos más” … El Papa tuvo la valentía de ir a sembrar semilla de alegría y esperanza en un pueblo tan necesitado de paz, reconciliación, unión… necesidad que tenemos todos los países latinoamericanos…, “no se dejen robar la alegría y la esperanza” pidió una y otra vez desde su llegada. Nos retó como jóvenes, como laicos, como Iglesia, a no ser simples espectadores, a no ser lejanos, más bien a ser protagonistas y cambiar las cosas desde tu espacio y realidad. - “no tengan vuelo rastrero, vuelen alto, sueñen en grande”, “cuidado con caer en una atmósfera de relativismo”, “ustedes tienen el potencial de construir”, “muévanse, arriésguense”, “no tengan miedo de trabajar en esta tierra complicada”, “hay que mirar hacia adelante sin el lastre del odio”, “que el mal no los venza”son sólo algunas frases que golpearon, que movieron, que despertaron mi corazón y los corazones de los que vivimos esta visita. No sólo nos retó a dar el primer paso, nos pidió que no nos quedáramos ahí, es necesario seguir caminando, a pesar de las situaciones que vivamos, porque siempre en la esperanza sabemos que Dios tiene el poder de cambiar el curso de las cosas.
Es impresionante ver la autoridad, amor y firmeza con la que el Papa Francisco habla, es sin duda por el respaldo de Dios, fue tan edificante escuchar a una persona que se declaró como no creyente y de pocas emociones decir: “pasó frente a mí y no puedo explicar lo que me sucedió, ahí pasa algo, ¿qué tiene él?, solo con verlo me llenó de paz”. Vi como periodistas que cubrían esta visita se quebrantaban narrando lo que vivían; pude ver como víctimas y victimarios se perdonaban; ¿“que pasó?”, y la respuesta en mi interior fue con toda la convicción: “Es el Espíritu de Dios que habita en mi Papa, es la sombra de Pedro la que nos acoge, porque esto no es el poder de un hombre, es el poder y la presencia de Dios .
”
KARLA KHALIL
PEREGRINA SALVADOREÑA
EL PAPA DE TODOS:
“
ANDRÉS MERINO RESTREPO VOLUNTARIO COLOMBIANO
La visita del Papa Francisco a Colombia tiene lugar en un momento coyuntural y convulso de su historia, un momento en el que el país, aún en búsqueda de la paz, se encontraba polarizado. Para nosotros, los católicos, él nos ha reafirmado en la fe; pero su amor, esperanza y misericordia ha sido ejemplo para todos. Con sus palabras y gestos nos ha invitado a no dejarnos robar la alegría, a la cultura del encuentro y nos ha enseñado la verdadera paz; los protagonistas de su visita fueron las víctimas de la violencia, los niños y los pobres, como lo fuesen en la vida de Jesús. Con certeza, Francisco, el Papa de todos, ha dejado una huella indeleble en los corazones de los colombianos”. Gracias Francisco por invitar a no dejarnos robar la alegría, por enseñarnos tu cultura del encuentro y a soñar en grande, por consolar a las víctimas de la guerra y enseñarnos la verdadera paz, por visitar a los niños y abrir más las puertas de nuestra Iglesia que siempre se renueva, por Merinodenunciar vehementemente el crimen visitarAndrés a los pobres, R e s la t resclavitud e p o , voluntaria por la paz y sembrar Colombiano:
”
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¿Cómo ser feliz
según los SANT OS? La felicidad es el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno, pero desde una perspectiva cristiana, el ser humano no logra ser feliz plenamente sin Dios en su vida; como decía San Agustín “Sólo Dios puede colmar la voluntad humana, sólo en Dios, en la visión de Dios, está la felicidad”. Es por ello que compartimos algunos consejos de santos que hablan sobre la felicidad: Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas de los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados… TENER A TODOS POR MEJORES QUE NOSOTROS.
VIVE siempre como si este fuera el último día de tu vida, porque el mañana es inseguro, el ayer no te pertenece y solamente EL HOY es tuyo.
Santa Teresa de Ávila
San Maximiliano Kolbe
Tú me preguntas si soy alegre; y ¿cómo no podría serlo? ¡Mientras la FE me de la fuerza estaré siempre alegre!
"Nuestra felicidad y paz interior no podrá depender de lo que digan u opinen las personas, sino del TESTIMONIO de nuestra propia conciencia y de la CONFIANZA que ponemos en Dios, tanto en las adversidades como en la prosperidad.
Beato Pier Giorgio Frassati
San Jerónimo Emiliani
ALEGRÍA, ESTUDIO Y PIEDAD: es el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma.
ENAMORARSE DE DIOS es el más grande de los romances, BUSCARLO, la mayor de las aventuras; ENCONTRARLO, la mayor de las realizaciones.
San Juan Bosco
San Agustín
Antes, solo, no podías… ahora, has acudido a la Señora (VIRGEN MARÍA), y, con ella, ¡qué fácil!
"Es feliz quien NADA RETIENE para sí". San Francisco de Asis
San Josémaría Escrivá
“Mi alegría es CUMPLIR SIEMPRE LA SANTA VOLUNTAD DE MI JESÚS, mi único y solo amor. Así, vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual.”
No tengo nada más, pero tengo aún mi corazón y con él puedo siempre AMAR Beata Chiara Luce
Santa Teresa del Niño Jesús
Hay más felicidad en DAR que en recibir. Jesús de Nazareth
Frente a la infelicidad, la enfermedad que aqueja a gran cantidad de personas de nuestra época, tenemos una grave responsabilidad de “hacer todo lo que está en nuestras manos con las capacidades que tenemos, por ser felices y compartir con otros la felicidad de encontrarse con Jesús como lo dice Santa Teresa de Calcuta:
“Que nadie venga a ti sin irse mejor y más feliz”.
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Cada año, el día 02 de noviembre, tenemos la devoción de visitar los cementerios para arreglar con decoro las tumbas de nuestros seres queridos y, a la vez orar, suplicando por el eterno descanso de quienes han experimentado el tránsito de la muerte. El Evangelio de San Juan, en el inicio del capítulo 14 nos presenta una enseñanza de Jesús: “En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararles un lugar. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros…” (Cfr. v. 2-3) El Señor está hablando sobre marcharse para preparar un “lugar”. Cuando nos referimos a un lugar, necesariamente estamos refiriéndonos a un espacio físico. En este sentido, Jesús nos presenta el término “lugar”, pero no como un espacio físico, sino como un sinónimo de “estado”, es decir algo propio del alma de una persona. De esta forma, cuando hacemos referencia a “estado”, nos referimos a algo espiritual, en sentido estricto del alma. El Señor nos presenta la idea de preparar ese “lugar/estado” y, cuando ya esté listo, volverá para que cada uno de nosotros habite en esa morada. Esta es la realidad de la muerte, el Señor viene por nosotros, para que estemos con Él, ya no de manera temporal, sino para siempre. En este sentido, la muerte es el encuentro definitivo con Dios, un momento sublime para el cual debemos prepararnos cada día de nuestra vida. La muerte es una realidad que todos, tarde o temprano, vamos a experimentar. Creyentes y no creyentes. Por esta razón se vuelve necesaria la pregunta ¿Ha pensado alguna vez en el momento de su muerte? ¿Cómo prepara su corazón para ese encuentro definitivo con el Señor? La liturgia del día 02 de noviembre nos lleva también a recordar personas cercanas a nosotros que ya han experimentado este tránsito, y que recordamos seguramente con nostalgia y, por qué no, con tristeza también. La ausencia de un ser querido nunca se supera, se aprende a vivir con ella siempre. Esta celebración es una motivación para orar, suplicando el eterno descanso de quienes compartieron su vida con nosotros en una época determinada. Dales Señor el descanso eterno, y brille para ellos la Luz perpetua. Pbro. Luis Alvarado Asesor espiritual de Lumen El Salvador
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de de parte a it c a n ntud emos u la Juve todos ten o e ñ d a l e t a a s E iscop rado un a p isión Ep re p m o C la (JNJ), es han , quien ventud ) u S J E J la E C ( l de Naciona Jornada n: celebrará e s e d n o d
Es sin duda alguna un momento de gracia para la juventud de El Salvador, donde podremos celebrar con júbilo estos acontecimientos y prepararnos de una mejor manera para vivir el encuentro mundial con el Papa, en Panamá. La JNJ se realizará el 18 de noviembre en el Estadio Nacional Jorge “El Mágico” González, a partir de las 7 am, peregrinando desde 2 puntos: Parque Cuscatlán y Plaza Salvador del Mundo. Se contará con la participación en alabanza de los ministerios: Juan Pablo II, Totus tuus, Trigo, Orquesta Polifónica de Catedral de San Miguel. El esfuerzo que ha hecho la Comisión Episcopal de la Juventud, es muy grande, y seguimos trabajando para que esto sea un éxito y recojamos grandes frutos pastorales en cada una de nuestros Cantones, Caseríos y comunidades, donde muchos jóvenes realizan su misión como discípulos y misioneros de Jesucristo. La compañía de María en la vida de los jóvenes es crucial, esa joven de Nazaret llamada por Dios es un modelo para nosotros, es por ello que queremos celebrar esa majestuosa aparición, donde trajo un mensaje al mundo, que es actual y que sigue resonando en el
gal. a, Portu im t á F n irgen e n de la V ió c ri a p ero. rimera a ñor Rom e s de la p s o n ñ o a M 0 1. Los 10 años del natalicio de MJ- Panamá 2019. 2. Los 100 e preparación para la J 3. El año d
corazón de los jóvenes. Esa bella frase que pronunció constantemente a los pastores: “Rezad el Santo Rosario”. Es por ello que, como CEJES, queremos propiciar un encuentro con la joven de Nazaret, Con la Madre y Maestra de la juventud y que al igual que ella podamos dar un “Si” concreto a Dios. Desde 2015 tenemos en la Santa Iglesia un Beato, que ha acompañado a los pueblos de América Latina, Oscar Arnulfo Romero, un joven como nosotros que ha muy corta edad da rumbo a su vida y decide ingresar al seminario. Nuestro Beato inspira a los jóvenes y queremos que con su figura y su modo de vivir muchos jóvenes se sientan identificados y puedan adoptarlo como un modelo para su vida. Que, después de vivir la JNJ, podamos llevar su lema “Sentir con la Iglesia” a cada una de nuestras comunidades y en especial reflejar en nuestros rostros la alegría de “Oscarito Romero” nuestro Pastor y Mártir. En la misa de envió de la JMJ Cracovia en 2016 el Santo Padre anuncia, de manera sorpresiva, la sede del próximo encuentro, y por un chispazo de Dios elije Panamá como sede de este encuentro, desde ese momento muchos jóvenes se han empezado a preparar para vivir de manera especial esa jornada, en la que, el
Papa Francisco ha querido que sea Mariana, con el lema: “El Todopoderoso ha hecho grandes cosas en mí”. El banderillazo de salida para este año de preparación será en nuestra JNJ San Salvador 2017. Estamos en la recta final y en muchos medios ya circula el logo que como jóvenes nos representa para este encuentro, también se ha preparado un himno que suena en todas las radios de El Salvador, todo está listo solo faltan los protagonistas del encuentro,
¿Te animas?
Busca más informació n en Facebook: Jornada Nacional de la Juventud San Salvador 2017 Instagram y Twitter: @JNJ2017SS
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1. Dar gracias a Dios por todo 2. Pedir perdón y perdonar 3. Cumplir con los medios de crecimiento 4. Hacer obras de misericordia 5. Amar y bendecir a otros, sobre todo a los que más nos cuesta 6. Esperar con fe y alegría, confiando en Dios en todo momento 7. Acercarse a la familia
Cuando estamos por comenzar el tiempo de adviento, viene siempre a mi memoria, una experiencia que viví hace unos años atrás. En una comunidad rural donde hacia trabajo pastoral, el contexto es que en ese tiempo había una Huelga de maestros a nivel Nacional todas las escuelas estaban cerradas y en ese ambiente al ir caminando por la comunidad vi a un niño que hacia tareas escolares, y estudiando solo, mientras los demás niños jugaban, me llamo la atención me
“Tanto amo Dios al mundo que entregó a su Hijo Único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino que por él ha de salvarse el mundo. El que cree en él no se pierde; pero el que no cree, ya se ha condenado, por no creerle al Hijo Único de Dios”
acerqué y le pregunté. “¿Por qué hacía tareas escolares y estudiaba si los maestros estaban en Huelga Naciona?l” me contestó que como no se sabía cuándo iban a iniciar las clases de nuevo, y si al regresar los maestros le ponían un examen él quería estar preparado para no perderlo. Eso fue para mí una lección de lo que es el adviento, no sólo estar preparado sino vivir en constante preparación, no sabemos cuándo vendrá de nuevo nuestro salvador (claro él no está en huelga), así que este es un tiempo litúrgico para evaluar, meditar de qué manera estamos y nos preparamos para esa venida de Nuestro Señor Jesucristo.
San Juan 3, 16-18
El mundo nos ofrece una preparación totalmente contraria al verdadero sentido espiritual de este tiempo. El mundo nos quiere perder en luces de colores, música, bulla, consumismo, regalos, ofertas, fiestas, bebida y comida. Que vienen hacer opuestos al espíritu del adviento. El adviento tiempo de espera de Nuestro Salvador, “tiempo de nacer de nuevo” San Juan 3,3.
Por eso hemos de “nacer”: nacer de la experiencia de un Dios que nos ama gratuita e incondicionalmente, no por méritos propios si no por su misericordia este es un tiempo para vivir intensamente la liturgia de la palabra que la iglesia nos regala en cada celebración, es un pequeño alto en nuestra vida cotidiana y ordinaria que sea un espacio de reflexión para que Jesús pueda nacer en nuestros corazones, y en ese lugar tengamos un pesebre (nacimiento) del Jesús vivo que se encarnó para redimirnos. Pbro. Jaime González Fraternidad Misionera de Cristo Crucificado
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¿Cómo rezar en familia la
Corona de Adviento? La corona de adviento es una tradición de nuestra iglesia en la que, los que se reúnen alrededor de ella se preparan para la venida del Señor. Se dice que el círculo de la corona nos recuerda que el amor de Dios no tiene principio ni fin. Su amor hacia nosotros es ETERNO. ¿Quieres aprender cómo rezar en familia con la corona de adviento? A continuación, te mostramos como: Bendición de la corona: “Señor, te pedimos que derrames tu bendición sobre esta corona, para que nos recuerde domingo a domingo que debemos estar despiertos esperando a Cristo que nos trae la salvación. No dejes que los males que nos rodean nos impidan comprometernos con la realidad para cambiarla. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.” Todos los domingos: Hacen la Señal de la Cruz.
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Primer domingo:
Oración frente a la corona: “Encendemos Señor esta luz, como aquel que enciende su lámpara con alegría para salir en la noche al encuentro del amigo que ya viene. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!
Segundo domingo:
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Oración frente a la corona: “Encendemos estas dos velas como un símbolo. El viejo tronco está rebrotando, florece el desierto. La humildad entera se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!
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Tercer domingo:
Oración frente a la corona: “El Señor va a llegar. Preparad sus caminos, porque ya se acerca. Adornad vuestra alma como una novia se engalana el día de su boda. Ya llega el mensajero. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz. Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!
Cuarto domingo:
Oración frente a la corona: “Al encender estas cuatro velas, en el último domingo de Adviento, pensamos en ella, la Virgen María. Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría. En sus brazos encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador! Todos los domingos: 1 Padrenuestro y 1 Avemaría.
Oración final:
“Querida Madre, se te ha encomendado la misión de estar siempre despierta para atender a todas nuestras necesidades, particularmente cuando el peso de las responsabilidades nos agobian, cuando encontramos obstáculos en el camino o cuando quieran arrebatarnos la alegría. Camina junto a nosotros en este Adviento. Amén”.
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Diríamos que, la proclamación mariana de la Inmaculada nos adentra en lo secreto de nuestra humanidad, revelando aquella genuina identidad que siempre nos ha caracterizado en nuestro peregrinar por esta vida. La Inmaculada nos descubre que nuestra humanidad es esencialmente “pluripotencial”, es decir, nutrida de la placenta materna de Aquella que ha sido colmada de Espíritu de Vida. Y en apertura a este mismo Espíritu, los hijos de María quedamos abiertos a infinitas posibilidades de vida rejuvenecida. Con la mirada fija en la Inmaculada, percibimos que la maternidad de María está llena de caridad y la misericordia que son expresión de la acción del Espíritu Santo que debemos imitar. Hace unos meses celebramos la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos donde recordamos la naturaleza inmaculada de la Virgen, como fidedigno anuncio de que nada de lo que ha sido habitado por el Espíritu está llamado a la perdición. Hoy la Inmaculada nos invita a ¡soñar!… porque dónde está el Espíritu de Dios hay libertad; porque el Espíritu de Dios nos rejuvenece. Nos invita a ¡soñar!... porque el Espíritu nos hace osados; ¡soñar!... porque los hijos sueñan descansados en el regazo del Padre/Madre; ¡soñar!... porque, como María, siempre estamos de viaje: al encuentro de Isabel, peregrinando con José y el Niño, caminando junto a los discípulos, orando en comunidad, celebrando en las bodas de Caná de Galilea, en pos del Hijo cargado con la cruz… y en ese camino hacia el encuentro con los demás los sueños nos invaden y nos retan a explorar nuevas rutas y maneras de compartir vida y la misericordia de Dios. Soñar que se puede ser joven, creyente, y alegre como María. Soñar caminos… porque el Espíritu nos mantiene activos, en pie… todo porque el creyente es eternamente joven, bello, agraciado por la bendición de Dios… como la Madre Inmaculada.
María, Madre Inmaculada, que nunca dejemos de soñar caminos… Si deseas asistir a la Celebración por el Dogma de la Inmaculada Concepción de María te compartimos los horarios de misa del 8 de diciembre en la Parroquia Inmaculada Concepción 7:00 a.m. y 6:00 p.m. 4a Av. Nte. 1-4 Santa Tecla Tel.: 2228-1415
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A
l llegar la fecha de la “Epifanía del Señor” recordamos lo que esto significa, una "manifestación". Jesús se da a conocer, nace para salvarnos a todos y su manifestación viene acompañada por signos visibles, como “la estrella”, que guio a los reyes de oriente. Los videntes, o reyes magos, al descubrir la estrella, se gozaron con un gozo muy grande. ¿Por qué tanta alegría? Porque, los que no dudaron nunca, reciben del Señor la prueba de que la estrella no había desaparecido: dejaron de contemplarla sensiblemente, pero la habían conservado siempre en el alma. Así es la vocación del cristiano: si no se pierde la fe, si se mantiene la esperanza en Jesucristo que estará con nosotros hasta la consumación de los siglos, la estrella reaparece. Entrando en la casa, vieron al Niño con María, su Madre, y, arrodillados, le adoraron. Nos arrodillamos también nosotros delante de Jesús, del Dios escondido en la humanidad: le repetimos que no queremos volver la espalda a su divina llamada, que no nos apartaremos nunca de Él; que quitaremos de nuestro camino todo lo que sea un estorbo para la fidelidad; que deseamos sinceramente ser dóciles a sus inspiraciones.
Y abriendo sus tesoros le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Detengámonos un poco para entender este pasaje del Santo Evangelio. ¿Cómo es posible que nosotros, que nada somos y nada valemos, hagamos ofrendas a Dios? Dice la Escritura: toda dádiva y todo don perfecto de arriba viene. ¡Si tú conocieras el don de Dios!, responde Jesús a la mujer samaritana. Jesucristo nos ha enseñado a esperarlo todo del Padre, a buscar, antes que nada, el reino de Dios y su justicia, porque todo lo demás se nos dará por añadidura, y bien sabe El qué es lo que necesitamos. Démosle, por tanto, ORO: el oro fino del espíritu de desprendimiento del dinero y de los medios materiales. No olvidemos que son cosas buenas, que vienen de Dios. Pero el Señor ha dispuesto que los utilicemos, sin dejar en ellos el corazón, haciéndolos rendir en provecho de la humanidad. Ofrecemos INCIENSO: los deseos, que suben hasta el Señor, de llevar una vida noble, de la que se desprenda el perfume de Cristo. Impregnar nuestras palabras y acciones en del perfume de Dios, es sembrar comprensión, amistad. Que nuestra vida acompañe las vidas de los demás hombres, para que nadie se encuentre o se sienta solo. Nuestra caridad
ha de ser también cariño, calor humano. Y, con los Reyes Magos, ofrecemos también MIRRA, el sacrificio que no debe faltar en la vida cristiana. La mirra nos trae al recuerdo la Pasión del Señor. Pero no pienses que, reflexionar sobre la necesidad del sacrificio y de la mortificación, signifique añadir una nota de tristeza a esta fiesta alegre que celebramos hoy. Mortificación no es pesimismo, ni espíritu agrio. La mortificación no vale nada sin la caridad: no mortifiquemos a los que viven con nosotros. El cristiano no puede ser ni un verdugo ni un miserable; es un hombre que sabe amar con obras, que prueba su amor en la piedra de toque del dolor. Hemos hablado hoy sobre cómo debe de ser la manifestación de Jesús en nuestra vida, pero, ¿qué mejor maestro que San José? Si quieres un consejo, acude a San José: él te enseñará caminos concretos y modos humanos y divinos de acercarnos a Jesús. Y pronto te atreverás, como él hizo, a llevar en brazos, a besar, a vestir, a cuidar a este Niño Dios que nos ha nacido. Con el homenaje de su veneración, los Magos ofrecieron a Jesús oro, incienso y mirra; José le dio, por entero, su corazón joven y enamorado.
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PAPA FRANCISCO, Enero 2014
Es difícil justificar a quien siente vergüenza al cantar la alabanza del Señor, mientras que luego se deja llevar por gritos de júbilo por el gol de su equipo del corazón. Éste es el sentido de la reflexión que propuso el Papa Francisco en la misa del martes 28 de enero en el 2014 que hoy recordamos. El Papa Francisco se centró en la descripción de la fiesta que improvisó David por la llegada del arca de la Alianza, tal como lo relata la 2da carta de Samuel 6, 12-15 .17-19. «El rey David —recordó el Pontífice— inmoló sacrificios en honor a Dios; oró. Luego su oración llegó a ser jubilosa... era una oración de alabanza, de alegría. Y comenzó a danzar. Dice la Biblia: “David iba danzando ante el Señor con todas sus fuerzas”». Y David estaba tan contento al dirigir esta oración de alabanza que salió «de toda moderación» y comenzó «a danzar ante el Señor con todas sus fuerzas». Esto, insistió el Papa, era «precisamente la oración de alabanza».
Ante este episodio «pensé inmediatamente —confesó el obispo de Roma— en la palabra de Sara tras dar a luz a Isaac: “el Señor me hizo bailar de alegría”. Esta anciana de 90 años bailó de alegría». David era joven, repitió, pero también él «bailaba, danzaba ante el Señor. Esto es un ejemplo de oración de alabanza». Que es algo distinto de la oración que, normalmente hacemos «para pedir algo al Señor» o incluso sólo «para dar gracias al Señor». Pero «la oración de alabanza —destacó el Santo Padre— la dejamos a un lado». Para nosotros no es algo espontáneo. Algunos, podrían pensar que se trata de una oración «para los de la Renovación en el Espíritu, no para todos los cristianos. La oración de alabanza es una oración cristiana, para todos nosotros. En la misa, todos los días, cuando cantamos repitiendo “Santo, Santo...”, ésta es una oración de alabanza, alabamos a Dios por su grandeza, porque es grande. Y le decimos cosas hermosas, porque a nosotros nos gusta que sea así». Y no importa ser buenos cantantes.
Pensemos en una hermosa pregunta que podemos hacernos hoy: “¿cómo es mi oración de alabanza? ¿Sé alabar al Señor? ¿O cuando rezo el Gloria o el Sanctus lo hago sólo con la boca y no con todo el corazón? ¿Qué me dice David danzando? ¿Y Sara que baila de alegría? Cuando David entró en la ciudad, comenzó otra cosa: una fiesta. La alegría de la alabanza nos lleva a la alegría de la fiesta». Fiesta que luego se extiende a la familia, «cada uno en su casa comiendo el pan, festejando». Pensemos cuán hermoso es hacer oraciones de alabanza. Tal vez nos hará bien repetir las palabras del salmo 23: “¡Portones! Alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternas: va a entrar el rey de la gloria. ¿Quién es ese rey de la gloria? El Señor héroe valeroso, el Señor valeroso en la batalla». Ésta debe ser nuestra oración de alabanza, y, concluyó, cuando elevamos esta oración al Señor debemos «decir a nuestro corazón: “levántate corazón, porque estás ante el rey de la gloria”».
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