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TRASTEVERE
si lo tuyo es perderte entre callecitas de piedra y casas medievales, el barrio de Trastevere es la opción. Entre ellas seguramente vas a encontrarte el escudo del rione Trastevere, un león dorado sobre un fondo rojo. Este era uno de los símbolos originales de Roma hasta el siglo XV cuando fue sustituido por la loba.
En este vecindario podrás visitar cuatro basílicas que cuentan la historia del arte en la ciudad: Santa María, una de las más antiguas adornada con mosaicos dorados del siglo XII, Santa Cecilia con termas romanas, Santa María dell’Orto con decoraciones barrocas y San Francesco con esculturas de Bernini.
También está la Villa Farnesina, construida en el siglo XVI y donde se cree que César escondió a Cleopatra en su visita a Roma. El palacio está completamente decorado con la obra de artistas renacentistas, entre ellos Rafael, que pintó El triunfo de Galatea Dentro del Trastevere se encuentra la colina del Janículo, una de las mejores opciones para tener una vista panorámica de la ciudad. En este paseo también puedes hallar la Fontana dell’Acqua Paola, construida en el siglo XVII. El mármol y la piedra que se utilizaron fueron extraídos del Foro Romano con la idea de hacer funcionar el antiguo acueducto de Trajano, además sirvió como inspiración para la Fontana di Trevi.
Uno de los arquitectos más importantes del Alto Renacimiento italiano fue Bramante, quien construyó un Templete en este vecindario. Es un pequeño templo dentro del claustro de la Iglesia de San Pietro in Montorio, y la historia indica que este fue el sitio del martirio de San Pedro. Los benefactores de esta construcción fueron los Reyes Católicos de España, por lo que ahora en los edificios del monasterio se aloja la Real Academia de España en Italia.
Otro buen plan es detenerte en una norcineria a comprar quesos y embutidos para luego emprender un paseo por la colina o visitar la Puerta Septimiana en la Muralla Aureliana, la única original que queda en el mismo sitio donde se construyó.