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éstor García Canclini escribió en 2006 que una industria cinematográfica saludable mantiene una correlación de una película por cada millón de habitantes. En comparación con 1995, cuando sólo se crearon 14 filmes, la producción de 126 cintas en 2013 nos habla de un significativo repunte en el sector y permite aventurar que el cine mexicano ha tomado un segundo aire. Esto parece confirmarse con el éxito a nivel mundial de cineastas como Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, cabezas de una generación que emergió de los serios esfuerzos públicos y privados por impulsar la industria nacional. Aunque de manera más discreta, otros aspectos del mundo cinematográfico se han desarrollado tenaz y continuamente en las últimas décadas: la labor de críticos, analistas y estudiosos del séptimo arte, y la aparición o consolidación de festivales, cineclubes especializados e instituciones como la Filmoteca de la unam, que trabaja sin descanso para recuperar una parte esencial de nuestra memoria histórica. Dedicamos este número a reconocer todos estos oficios que han ampliado el alcance de la cinematografía nacional. Esta edición responde también a la relevancia que ha cobrado el trabajo académico sobre el cine en la Facultad, donde además de enseñar elementos vinculados a su realización, también se utiliza como herramienta de análisis de la sociedad que lo produce y recibe. Muestra de ello son los numerosos eventos que se llevaron a cabo en los últimos meses: tertulias con directores, debates, proyecciones de películas, coloquios de análisis y conferencias magistrales, entre los que destacan las visitas de Hamid Dabashi, experto en cultura y literatura iraní de la Universidad de Columbia, e Ismail Xavier, de la Universidad de Sao Paulo y uno de los más importantes estudiosos del Nuevo Cine Latinoamericano. Por otra parte, reconocemos a los estudiantes que hicieron una espléndida labor al representar a la Universidad y a la Facultad en actividades como el modelo de la oea Eugene Scassa, donde 10 alumnos de Relaciones Internacionales, Ciencias de la Comunicación y posgrado obtuvieron el galardón a mejor delegación internacional; o la segunda edición del concurso de debate Universus, en la cual el representativo de la unam –integrado por tres estudiantes de Ciencia Política y uno de la Facultad de Derecho– se alzó con la victoria. Con el arranque del semestre 2015-2 tenemos ante nosotros la oportunidad de aplicar renovados bríos a los proyectos que, sin duda, serán los futuros logros de la comunidad. Estaremos atentos para, de igual forma, compartirlos en los próximos números de esta Gaceta. Fernando Castañeda Sabido
Universidad Nacional Autónoma de México José Narro Robles Rector Eduardo Bárzana García Secretario General Renato Dávalos López Director General de Comunicación Social Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Fernando Castañeda Sabido Director Claudia Bodek Stavenhagen Secretaria General Gaceta Políticas Roberto Oseguera Quiñones Director
Otra mirada El conocimiento cinematográfico en la unam: tres opciones Avances en la crítica y el análisis del cine mexicano Horizontes del cine mexicano actual El fenómeno de los festivales de cine en México El trabajo de restauración de la Filmoteca de la unam
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ntrevista Sociología del medio ambiente, más allá de los clásicos Sobre la vigencia de Norbert Elias Enfoques actuales a la cultura organizacional Decisiva, la competencia cultural en el aprendizaje de un idioma Feminismo: ardua labor El Pacto por México hoy Mucho más que imagen en movimiento
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Juncia Avilés Cavasola Subdirectora Leticia Martínez Eslava Editora María Magdalena Sierra Romero Adriana Godoy González Cuento Diseño
En busca de una reconceptualización de Medio Oriente Reflexiones en torno al xii Congreso Internacional de Análisis Cinematográfico Cuestionan las políticas de la imagen que México proyecta al exterior Fusión de conocimientos
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Reporteros Myriam Corte Cortes Ingrid Celeste Delgadillo Muñoz Luis Sadit Olivera Gabriel Yoko Elizabeth Callejas Maceda Montserrat Ortíz Quezada Elías Lozada Martínez David Elías Jiménez Franco María Soledad Villicaña Serrano Teresa Montero Moreno Lucía Flores Mejía
Portada de María Magdalena Sierra Romero
unam gana concurso Universus Proyecto estudiantil con mucha Sinergia Premian a estudiantes de la Facultad en el esmoas
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De Enamorada a Amores perros: lo que el cine dice de México y Brasil Testimonios sobre la dictadura perfecta
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Novedades editoriales
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Otra mirada C
on más de 100 años, el cine es una de las industrias culturales más importantes a nivel mundial. A través de sus muy diversos formatos y géneros, ha combinado sus funciones como medio masivo de comunicación con sus cualidades estéticas, generando productos que, al tiempo que nos informan, también transmiten a sus espectadores todo el rango de emociones posibles al ser humano. Es por ello que, sin duda, a través del cine se puede ver la vida. Aunque con altibajos, esta premisa se aplica de igual forma a la industria mexicana que, tanto en el sector público como con la inversión privada, ha permitido retratar las características más brillantes de nuestro país y documentar sus aspectos más aciagos. Al sistema de reconocidos actores, directores y técnicos de la época de oro del cine, se suman nuevos nombres de connacionales que hoy en día funcionan como embajadores de la cultura mexicana en el extranjero. No obstante, resaltar la labor de la producción nacional de cintas en un país con más del 80% de consumo cinematográfico importado de eu resulta hasta cierto punto absurdo. Y es que una importante veta del desarrollo en épocas recientes está justamente vinculada al público, que mantiene viva la industria. Por lo mismo, compartimos las reflexiones de cuatro académicos y un cineasta de la Filmoteca, que en nuestra sección de actualidad analizan el trabajo con el cine desde el otro lado de la pantalla: el de los estudiosos, los observadores, los distribuidores, los restauradores. Francisco Peredo despliega así el panorama que se ha abierto respecto al trabajo con cine dentro de la Universidad. A la formación de cuadros profesionales en la realización de cintas, y de los espacios relativos a la difusión, extensión y preservación de nuestra cultura filmográfica, se suma la apertura de cada vez más programas y materias donde se estudia el séptimo arte desde diversas perspectivas teóricas y críticas. Con esto se responde a una línea de trabajo que se ha desarrollado dentro de la unam desde hace más de 50 años. Pero no sólo. Como Javier Ramírez señala en su artículo, los esfuerzos académicos por usar al cine como fuente de conocimiento social se han difundido en casi todos los centros especializados del país, aunque lentamente y casi a cuentagotas, al igual que la crítica de cine. No obstante, la tendencia global generada por los estudios culturales y visuales ha enriquecido este cuadro con los cada vez más numerosos trabajos que en torno al cine se realizan en los núcleos académicos mexicanos. Sin embargo, la resurrección de la cultura cinematográfica nacional también se debe a aquellos espacios en donde se transmiten y difunden diferentes propuestas de ese universo en expansión que es el cine. En los esfuerzos de producción, distribución, promoción y exhibición merecen un lugar privilegiado los trabajos de los cineclubes, tema al que se refiere Gabriel Rodríguez. En su opinión, para entender su preponderancia en épocas recientes, es necesario poner atención a la difusión y el desarrollo de diferentes soportes digitales que simplifican notoriamente la copia, distribución y exhibición de materiales alternativos a la industria norteamericana. En cuanto a este último rubro, el de la proyección y comercialización, Rebeca Jiménez analiza el fenómeno de la efervescencia actual de los festivales de cine que copan la agenda nacional. Ella propone analizar estos encuentros a partir del beneficio que se logra dar o no al público objetivo que, paradójicamente, cada vez está más lejos de acceder a las salas. Finalmente, Albino Álvarez nos detalla cuáles han sido los avances obtenidos y los obstáculos sorteados por la Filmoteca de la unam en la preservación del material cinematográfico que resguarda. Su aportación es importante porque señala la compleja serie de trabajos que la institución emprende día con día en una constante lucha contra el tiempo.
El conocimiento cinematogrรกfico en la UNAM: tres opciones Francisco Peredo Castro*
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n la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) existen tres opciones de conocimiento sobre el cine para la comunidad académica, integrada por profesores, investigadores y estudiantes, desde bachillerato hasta posgrado. En primer lugar, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (cuec) es la entidad encargada de la formación de cuadros profesionales para la producción fílmica. Es decir, para un ejercicio que se concibe en lo esencial con un carácter práctico: directores, cinefotógrafos (o directores de fotografía), editores, guionistas, adaptadores, directores de arte (escenografía, decorados, utilería), productores ejecutivos, etc. Se trata de estudios que sólo recientemente obtuvieron reconocimiento de nivel licenciatura y posgrado que acredita a los alumnos para trabajar en las diversas etapas de la producción fílmica: preproducción, producción y posproducción, y en cualquiera de las funciones antes mencionadas. Hablamos de una formación encaminada a la práctica profesional de la realización cinematográfica. No obstante, dicha educación tiene un componente de enseñanza teórica y conceptual, pero que no está encaminada a la formación de investigadores, analistas o críticos del cine. Eventualmente han surgido de este centro profesionales de este tipo, algunos de ellos muy destacados, pero no es ese el objetivo del cuec, ni el perfil laboral básico de sus egresados. En cambio, de sus filas han surgido algunos de los realizadores y directores de fotografía –además de productores ejecutivos, guionistas, directores de arte, editores, etc.– que han tenido desempeños significativos tanto en el cine mexicano como en el extranjero, y en consecuencia con gran reconocimiento en ambos ámbitos. Esto explica que el cuec sea considerado una de las mejores escuelas de cine en Iberoamérica. En segundo lugar, la Dirección General de Actividades Cinematográficas (dgac) es la instancia cuyas funciones son la difusión y extensión de la cultura vinculada al séptimo arte, tanto para la comunidad universitaria como para el público en general, es decir, para todo aquel que se acerca al cine con fines de entretenimiento de calidad o con intereses que, aunque de carácter social e incluso político o ideológico, no tienen una estricta formación curricular y académica. La dgac no realiza actividades ligadas a ningún programa académico de licenciatura o posgrado, salvo por el hecho de que frecuentemente participa en la organización y desarrollo de cursos y diplomados extracurriculares que funcionan como complemento en la formación de estudiantes cuya currícula contiene asignaturas relacionadas con el conocimiento cinematográfico. A la vez se convierte en una opción de esparcimiento con contenidos de calidad para el pú-
blico en general, el que estrictamente no forma parte de comunidad universitaria o educativa alguna, pero que como sujeto social de derechos en materia de información, comunicación y cultura, puede beneficiarse de estas actividades de extensión y difusión de la cultura cinematográfica. La dgac es responsable del resguardo de la Filmoteca de la unam, el acervo filmográfico más importante de Latinoamérica, riqueza invaluable en términos de preservación del patrimonio cultural audiovisual mexicano, pero también de grandes obras de la cultura fílmica mundial. Con este recurso, además de su biblioteca especializada, la fototeca, y el acervo de carteles, fotomontajes y archivos periodísticos, la dgac apoya a los investigadores y tesistas con el acceso a materiales de consulta, útiles para apuntalar e ilustrar su trabajo. También programa importantes ciclos de cine que mantienen viva la memoria de la cultura fílmica universal y, sobre todo, sus salas dan foro a producciones de difícil acceso en los circuitos comerciales de exhibición. Eventualmente el cuec y la dgac han unido esfuerzos y recursos para patrocinar el debut de nuevos realizadores y profesionales de las diversas ramas de la producción fílmica, fundamentalmente de egresados del cuec, aunque también en colaboración con otras entidades, públicas y culturales, de México y el extranjero. En tercer lugar, la comunidad académica de la unam, estudiantes de licenciaturas y posgrados, así como profesores, investigadores y técnicos académicos (fundamentalmente en las áreas de ciencias políticas y sociales, humanidades y artes), tienen oportunidad de relacionarse con el conocimiento cinematográfico a través de todos los programas de estudios que contienen en su currícula materias relacionadas con el cine. Se trata de asignaturas, talleres, seminarios y proyectos de investigación útiles para el desarrollo de la teoría, o para su aplicación en investigación, análisis, y crítica del cine. La aproximación a éste desde las perspectivas teóricas y metodológicas de la sociología, psicología, semiología, narratología, historia, estética, economía, literatura, filosofía, etc., marca la diferencia entre la formación del cuec y la de las escuelas y facultades de la unam. En este sentido, es importante considerar que para la comunidad universitaria, entendida como la masa crítica adscrita a programas regulares y oficiales de estudios y de investigación dentro de la unam, el cine es abordado no sólo como una industria, un recurso de entretenimiento o un medio de expresión estética. En los centros de estudio universitarios el cine se aborda e investiga desde todas esas posibilidades de aproximación, con desprendimientos que van a un destino casi totalmente
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distinto de la aplicación final de los estudios que se imparten en el cuec. En el fenómeno cinematográfico está implícito, desde luego, el hecho de que el cine es una industria cultural con las mismas posibilidades, necesidades y capacidades de cualquier otra, que genera un producto que se lanza al mercado con recursos de publicidad para promover su consumo. Existe un ciclo de circulación de capitales que incluye la producción, la distribución y la exhibición, pasando por las campañas de lanzamiento, así como la producción cultural adyacente: revistas, discos con la música de los filmes, programas de televisión, comercialización en otros formatos audiovisuales –como el dvd, sitios de internet y videojuegos, etc.–, además de franquicias para la venta de juguetes, vestuarios y otros objetos propios del culto a determinados filmes y personajes. El trasfondo de este conjunto de negocios asociados al cine suele involucrar una gran lucha de poder empresarial, político, económico e inclusive diplomático, entre las diversas cinematografías del mundo. Dado que el cine es producido, distribuido y exhibido en diferentes formatos y contextos de consumo cultural, tiene efectos e impactos muy diversos entre las audiencias. Por ello, cada vez se extiende más el estudio de los procesos de recepción, recientemente denominados también procesos espectatoriales, que subraya un hecho incuestionable: el cine debe trabajarse por lo es, esencialmente como medio de comunicación, como industria, como manifestación artística, etc. Pero es un hecho que su estudio no se agota en el mismo, su impacto socio-cultural, su incidencia en las audiencias, y su uso con fines que trascienden el mero propósito empresarial o de entretenimiento reclaman, de manera acuciante, mayor atención. Esto es así porque el cine ha servido desde su origen para el reciclamiento de mitos, patrones culturales, prejuicios e ideologías que existían antes de su surgimiento como nuevo invento de la comunicación visual. Simultáneamente ha generado otros mitos, estereotipos y patrones que le son propios y cuyo consumo, uso, efecto o rechazo –así como lo que eso significa en términos de luchas políticas, ideológicas o culturales– suele ser estudiado por los profesionales de las ciencias políticas y sociales, de las humanidades y las artes, de las ciencias del lenguaje y la conducta (social e individual). Es decir, por sociólogos, politólogos, psicólogos, psicoanalistas, comunicólogos, filósofos de la cultura, semiólogos, narratólogos, historiadores, economistas, literatos, internacionalistas, antropólogos de lo visual, etc. El cine es un medio de expresión estética, es decir, es un arte, y no porque en él estén presentes todas las demás expresiones artísticas, tanto las de la llamada
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alta cultura (arquitectura, danza, escultura, música, pintura, literatura) como las expresiones generadas en la cultura popular. Lo es porque en sí mismo llegó a convertirse en un medio de expresión artística, con características y especificidades (narrativas, de composición visual, de creación de espacios para la representación y de nuevas formas para la expresión literaria, para el guión o la escaleta) que además de que le son propias como recursos, a la larga le generaron el válido nombramiento de séptimo arte. Debido a esto, y por su imbricación con las vanguardias artísticas de toda índole, en adición a las corrientes o escuelas fílmicas a que ha dado lugar durante su primer siglo de existencia (expresionismo, neorrealismo, nueva ola francesa, cine negro, etc), el cine ha sido también fuente inagotable de conocimiento y enriquecimiento cultural. Es un poderoso medio de comunicación, y a lo largo de sus poco más de cien años de existencia ha sido usado por grupos y hombres de poder con afanes de adoctrinamiento o proselitismo ideológico. Ejemplo de esto son las luchas propagandísticas en las que se le usó durante las guerras mundiales del siglo xx y, en general, en los conflictos socio-políticos de diversos países (como en la revolución soviética, la revolución mexicana o la guerra civil española). Todas estas implicaciones e imbricaciones del cine con el ejercicio del poder, con los procesos sociales y conflictos de corte bélico o cultural, lo han configurado como un aparato ideológico cuyos productos (los filmes y sus adyacentes: carteles, revistas, guiones, etc.) son documentos o testimonios estéticos, desde luego, pero también históricos. En este sentido, los filmes son susceptibles del proceso al que se somete todo testimonio histórico: análisis, crítica, interpretación y explicación, útiles para una mayor y mejor comprensión de diversos procesos históricos y sociales. De la misma manera que la literatura u otras expresiones artísticas y populares, el cine ha dado lugar a la creación de diversos géneros, algunos de ellos surgidos desde la etapa muda y otros precisamente a raíz de su sonorización. El western, el cine de terror, la ciencia ficción, el cine musical y el cine bélico, son algunos géneros universales y cultivados en diversas cinematografías del mundo, junto con otros que son propios de las cinematografías nacionales, distintos de los de Hollywood, que remiten a la especificidad de sus sociedades: el melodrama ranchero en México, el tango film en Argentina, la españolada ibérica o el cine de carnaval y la chanchada en Brasil, son manifestaciones culturales de la misma magnitud e importancia que el cine de samuráis en Japón. Todos ellos responden a un proceso de creación de genuinos cines nacionales de la historia que los hizo posibles: la de sonorización de la cinematografía en el mundo.
Durante el siglo xx el cine evolucionó y originó industrias paralelas, accesorias inicialmente (como las revistas del corazón, con toda clase de mitos sobre las estrellas), pero que a la larga han devenido en industrias prácticamente de la misma magnitud e importancia que la matriz de la que surgieron. Son ejemplos significativos de esto los mercados del disco (con la banda sonora de las cintas, en particular), la editorial (por las obras literarias adaptadas a la pantalla o bien las originadas por el cine mismo, así como la publicación de guiones), la del videocasete primero y del dvd después, la de los videojuegos y la de la publicidad en internet, así como los sitios para fans y para el culto del star system, cuya evolución también ha sido relevante en términos sociales. De ahí que el cine como parte de un amplio y complejo proceso de producción cultural haya requerido la creación de legislaciones y normatividades diversas, en tanto que involucra derechos sociales en materia de acceso al entretenimiento de calidad, el respeto por la identidad, por los derechos de individuos y grupos sociales, por las características del nacionalismo, por el intercambio y la migración de ideas, así como por la representación con dignidad de grupos que no detentan el poder o el control sobre los medios. Varias de estas razones empujaron en su momento a la unesco a reconocer al cine en general, y a algunos filmes en particular, como parte del patrimonio cultural de la humanidad. En virtud de todo lo antes expuesto, el cine es un campo abierto para el estudio y la investigación desde todas las disciplinas sociales y humanísticas. Su especificidad como industria, arte, medio de comunicación, en el estudio de los grupos de poder detrás de él, del uso que se hace de él (con fines políticos, ideológicos, propagandísticos), de sus efectos sobre las audiencias, y de la relación que éstas establecen con el cine, hacen necesaria su investigación desde perspectivas que comprenden las humanidades, al igual que las ciencias políticas y sociales. Lo más importante en este panorama es tener claro que las escuelas y facultades universitarias no compiten con el cuec ni éste con ninguna de ellas. La formación académica que ofrecen responde a perfiles formati-
vos distintos, con finalidades de ejercicio profesional e impactos y resultados también distintos. Cuando en algunas ocasiones se ha querido crear un falso debate sobre si la formación relacionada con el cine debería brindarse en el cuec o en las facultades y escuelas, lo que salta a la vista es una tremenda ignorancia respecto a los fines y propósitos de las diferentes entidades. En última instancia, ni los alumnos del cuec podrían verse obligados a estudiar todo lo que sobre cine se enseña y se investiga en escuelas y facultades, ni los miembros de éstas tendrían que sentirse fozados a capacitarse para la producción cinematográfica, como proceso práctico de creación estética, cultural o industrial, si se quiere. A unos les compete crear el producto. A otros estudiar el proceso en que dicho producto cultural surge, desde su gestación como proyecto, durante su realización, y una vez integrado al ámbito social, en un entorno pleno de significados sociales, que son los que además le darán valor de documento sociológico e histórico. Podemos concluir que si se dice que el cine es “arte, evasión y dólares”, es porque se reconocen sus cualidades como medio de expresión artística o estética de diversos tipos de creadores (realizadores, argumentistas, escenógrafos, directores de fotografía, etc.); pero también porque es un poderoso medio de comunicación que igual sirve al entretenimiento que a la educación, y finalmente porque se ha usado con fines de propaganda o para inducir a sectores de la audiencia a la evasión o catarsis, con propósitos que abiertamente buscan un cambio o inclinación en las actitudes de los espectadores. Finalmente, por su gran poder creador en la cultura, las artes, los ámbitos educativos y entre las audiencias, el cine ha ganado un lugar privilegiado en la industria del entretenimiento que, año tras año, genera inmensos dividendos para sus dueños. Frente a estas posibilidades, condicionantes y características del cine, la unam ha cumplido un rol fundamental en el desarrollo de la cultura cinematográfica del país: en la actualidad, el cuec forma creadores, la Filmoteca contribuye a educar a los espectadores, y lo hecho por docentes e investigadores permite ensanchar y consolidar el conocimiento sobre el cine y sus públicos, con fundamentación académica.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad y doctor en Historia por la unam, es profesor de carrera del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación.
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Avances en la crítica y el análisis del cine mexicano Javier Ramírez Miranda*
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n 1961 el estado del cine mexicano fue calificado como deprimente. Pero este señalamiento no fue hecho por los productores, los cineastas o el público, sino por jóvenes universitarios y artistas de diversas procedencias agrupados en torno a la revista Nuevo cine, una publicación que aglutinó a quienes en aquella época propugnaban por la renovación de nuestra industria fílmica y que lanzaron un manifiesto en abril de aquel año. Aunque aquellos jóvenes se decían “aspirantes a cineastas”, en realidad muy pocos llegaron a ver algo de su trabajo en pantalla. Si su declaración ha trascendido tiene que ver más bien con su propuesta de vincular la realización fílmica con una reflexión en torno suyo: la crítica, la historización y el análisis del cine como un asunto íntimamente ligado al desarrollo cinematográfico de un país. Para esa época, el cine mexicano añoraba la gloria perdida de los años 40, cuando las cintas nacionales se exhibían con gran éxito en el mundo de habla hispana. La llamada “época de oro” había creado también un tipo de periodista cinematográfico ligado al espectáculo y la banalización, interesado en la vida de las estrellas y, además, muchas veces pagados por los productores para promover las cintas. En ese marco era difícil concebir el trabajo periodístico como autónomo y reflexivo, y cuando el auge de la industria declinó, la prensa debía buscar también una transformación. En contraste, hacia fines de los años 50, en Europa se empezó a concebir al cine como una forma de arte y de pensamiento, lo que llevó a la creación de revistas, publicación de libros, consolidación de archivos y expansión de una nueva cultura cinematográfica a través de la multiplicación de cineclubes. Estas ideas se conocen entonces en México, y la revista Nuevo cine significa un punto de partida de una serie de esfuerzos que procuran la instalación de esa nueva cultura cinematográfica en nuestro país. En esta publicación ven la luz los primeros textos de una generación que reflexionará con el cine:
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Salvador Elizondo, Jomí García Ascot, José de la Colina o Carlos Monsiváis, escritores que tendrían en su obra posterior el referente del cine, pero también se darían a conocer plumas como la de Emilio García Riera, quien iniciaría una larga labor como crítico y estudioso del cine mexicano, labor que se verá reflejada en una obra monumental, la Historia documental del cine mexicano –publicada por primera vez en 1969–, y que se convirtió de inmediato en una referencia para los estudiosos de la materia, ampliándose en los siguientes años. Profesor del cuec desde 1964, Jorge Ayala Blanco inició en aquellos años una labor sistemática e independiente de crítica cinematográfica, reflejada en numerosas publicaciones, y que diera un primer gran fruto en 1968 con Aventura del cine mexicano, texto reflexivo sobre los avatares históricos del cine nacional que se convirtió en un referente indispensable para el análisis sobre el tema. En los 70 se multiplicaron los espacios para la crítica, ocupados muchas veces por alumnos de estos dos grandes maestros, entre quienes se mantendrá por muchos años una disputa constante, continuada incluso por sus seguidores. García Riera se desempeñó, primero, como investigador en la Filmoteca de la unam y, más tarde, en la Universidad de Guadalajara, donde dejó un buen número de discípulos formados bajo su influencia, entre ellos Gustavo García, Andrés de Luna y Eduardo de la Vega Alfaro, quienes siguieron distintos caminos en la crítica periodística o en la investigación académica. Particularmente en Guadalajara se forjó una tradición de historiar el cine mexicano y generar publicaciones al respecto. Por su lado, Ayala Blanco se convirtió en un referente para otros importantes críticos mexicanos –como Carlos Bonfil o José Felipe Coria– y contribuyó a consolidar una tradición de crítica fílmica en la prensa nacional. Asimismo, ha formado a un número mucho mayor de estudiantes de realización
cinematográfica, quienes a lo largo de décadas han pasado por su clase de análisis. En cuanto a la investigación académica, hay que resaltar la labor de Aurelio de los Reyes. A fines de los años 70 éste encontró múltiples resistencias en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam para tomar al cine como herramienta para la Historia, pues se le consideraba un entretenimiento banal que poco podía aportar a la reflexión y que no merecía ser examinado con mayor seriedad. Su empeño le permitió superar obstáculos e ir consolidando un estudio sistemático del cine de los primeros tiempos en México. Por su parte, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Juan Felipe Leal realizó una investigación sobre el cine mudo mexicano que representó una forma distinta de abordar el problema. Diversos investigadores han encontrado en el cine un terreno fértil y han abierto diferentes formas de aproximación a sus temas de estudio. Es el caso de Julia Tuñón, quien en Mujeres de sol y sombra mostró un acercamiento novedoso al cine de la época de oro e inauguró toda una corriente de análisis en la que se inscriben investigadores como Ángel Miquel, Álvaro Vázquez Mantecón o Francisco Peredo, profesores a su vez de una nueva generación de estudiantes. En la última década se han multiplicado los espacios para la investigación académica en torno al cine, grupos de investigación y redes de trabajo se han creado y consolidado. El Coloquio de Cine Regional, por ejemplo, llegará este año a su 8º encuentro bianual, poniendo a debate los avances de investigación en el terreno de la historia del cine mexicano. El Seminario Permanente de Análisis Cinematográfico (sepancine), con la importante presencia del investigador Lauro Zavala, ha aglutinado a investigadores de diferentes instituciones y organizado publicaciones colectivas y congresos por más de una década. En Guadalajara, la Red de Investigadores de Cine lleva varios años con un trabajo constante de investigación y difusión. En la Universidad Nacional, el Seminario Universitario de Análisis Cinematográfico aglutina a estudiantes de posgrado y profesores en torno al asunto, mientras que en Tijuana, Baja California, se ha formado el Foro de Análisis Cinematográfico. Esta efervescencia de grupos, revistas y encuentros tiene que ver sin duda con una necesidad de confrontar avances y generar diálogos; pero también con el proceso de consolidación de una estructura de trabajo académico que es producto de la multiplicación de los estudiantes que, desde diferentes programas de posgrado en el país, se aproximan al tema. Aunque en México no existe aún un programa de estudios de posgrado específico, el cine es hoy sin duda un tema recurrente de investigaciones desde diferentes perspectivas.
Hay que tomar en cuenta que los últimos años han visto un cierto auge de los estudios cinematográficos en la región latinoamericana. Esto se manifiesta con fuerza en las numerosas asociaciones que se han formado tanto en Argentina como en Brasil, países donde hay una tradición anterior ligada, igual que en México, a trabajos de historia, filosofía, estudios culturales o semiótica. Las publicaciones originales, traducciones y congresos amplían sin duda el marco de referencia, pues han permitido a investigadores de nuestro país entrar en contacto con sus pares, así como el descubrimiento de temas, intereses y enfoques comunes. Quizá por ello, la discusión sobre el Nuevo Cine Latinoamericano ha encontrado un terreno fértil y es, sin duda, una discusión vigente. Hoy día sería difícil calificar con un solo adjetivo el estado del cine mexicano, pero sin duda, para bien y para mal, hay una estructura de crítica, reflexión y análisis que afronta otros retos, nuevas dificultades y que seguirá su proceso de crecimiento y consolidación. *Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad, es candidato a doctor en Historia del Arte. Profesor de la licenciatura en Historia del Arte en la enes Morelia, unam.
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Horizontes del cine mexicano actual Gabriel Rodríguez Álvarez*
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n este milenio el cine mexicano ha resurgido en todas las áreas de la producción cinematográfica. Parte esencial de la industria cultural, desde hace más de medio siglo coexiste con la televisión y la radio. Recientemente se ha fusionado con series televisivas transmitidas por cable e internet, y hoy cuenta con estrellas, divas, actores, comediantes, directores y productores egresados de escuelas públicas y privadas. Hay numerosos técnicos que continúan la tradición y los oficios cinematográficos en tiempos digitales. Son sectores que conviven y se afectan unos a otros en un proceso mestizo, nunca puro, en el que las debilidades algunas veces producen fortalezas. Se trata de un conjunto que combina la producción y la distribución, la promoción, la exhibición, y la crítica, el estudio y la preservación de películas. En ese ciclo, la unam ha jugado desde hace medio siglo un papel central en el aprendizaje de las técnicas, la divulgación de los cines del mundo y la conservación de materiales fílmicos de todas las épocas. En el campo de las publicaciones, se profundiza en la edición de libros especializados por la Filmoteca de la unam, la Cineteca Nacional y el cuec principalmente, abordando temas del celuloide mexicano (intérpretes, autores, técnicos, anuarios), géneros y autores clásicos y contemporáneos. Las universidades mantienen sus estudios de cine y se producen tesis que analizan las películas por sus temáticas, contenido, lenguaje y género. La educación es la clave en la profesionalización. Se cultivan generaciones de estudiantes en el Centro de Capacitación Cinematográfica (ccc) y el cuec, que recientemente obtuvo el reconocimiento para otorgar el grado de licenciatura. Hay diversas escuelas que ofrecen cursos y capacitación ante una demanda creciente. Algunos productores desarrollan incubadoras como el Laboratorio de Cine y Creación, dirigido por Bertha Navarro, que reúne a un destacado grupo de creadores que comparte su sensibilidad y habilidades para desarrollar proyectos y acompañar la maduración de
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ideas y las relaciones profesionales entre jóvenes, noveles y destacados profesionales del cine. También en la Universidad, periódicamente se rescatan cintas que superan el síndrome del vinagre y llegan al Blu ray para vencer la batalla de la caducidad de su formato original, en ocasiones se acompañan con bandas de música en vivo para viajar en el tiempo hasta nuestros días; el Ensamble Cine Mudo ha trabajado para cine de ficción y documental exitosamente. Churubusco, como capital de la producción mexicana, es a su vez un satélite de Hollywood, y los que allá residen son embajadores culturales exiliados de la industria nacional, pero activos en la vida pública internacional. También hemos sido testigos en los primeros lustros del siglo xxi, de cómo calladamente crece la nómina de creadores con reconocimientos internacionales o provenientes de otras ramas del saber científico o social. La crítica cinematográfica persiste en seminarios universitarios, suplementos culturales de publicaciones periódicas y en sus formas de reseña publicitaria. Además de innumerables blogs, circulan revistas impresas como Icónica, de la Cineteca Nacional, o Toma, editada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, institución que otorga el premio Ariel y que en los últimos años ha empezado a jugar un rol más politizado como parte de la sociedad y menos centrado en el glamour del espectáculo. Desde hace tres décadas el Instituto Mexicano de Cinematografía (imcine) es un actor fundamental en la promoción y otorgamiento de incentivos y estímulos para la profesionalización y difusión de autores consagrados y emergentes. En fechas recientes, la deducción fiscal ha sido un factor para la recuperación de algunas películas mexicanas, además, los empresarios se han sumado a la producción, lo que ya se tradujo en un aumento del número de cintas realizadas anualmente. Desde los años 80, el intercambio con cines iberoamericanos ha sido fundamental en la suma de experiencias y capitales. Sin embargo,
aún falta mucho por conocer de los cines andinos, del Caribe y los sudamericanos. Pero el cuello de botella se encuentra en la exhibición y los laberintos de la distribución. La oferta incesante de las cadenas comerciales abarca poco a poco el 3d, el vip y el 4d; los géneros de la comedia, la animación, el horror y el documental recuperan terreno en las carteleras. No obstante, paralelamente surgen y figuran también las salas digitales, microcines que aprovechan las prestaciones del Blu ray o el dsp para mover otros catálogos a los de los Majors californianos. conaculta impulsa la circulación de una enorme masa de producciones digitalizadas y a contracorriente, el público va desbordando la estrechez del circuito comercial. Las fronteras de lo digital se abren con plataformas de difusión de películas a través de internet. Las mudanzas en las salas suponen limitar la piratería que se extendió incontrolablemente con los formatos domésticos. Hoy la producción independiente permite pelear por alimentar numerosos puntos. Es la batalla de circuitos culturales, cineclubes, salas especializadas y alternativas. Las trincheras son los museos, las universidades y los festivales que existen en todos los estados del país, impulsados por profesionales y amantes de todos los géneros. Participan productoras independientes de todo tipo de estilos y técnicas. En el panorama de muestras y festivales nacionales, el Festival Internacional de Cine unam (ficunam) es ya una cita obligada para conocer invitados de todo el mundo, cines radicales y poéticas de la
imagen. Su concurso de crítica Fósforo, realizado en colaboración con la Facultad, complementa la vinculación con estudiantes y el impulso a la reflexión teórica con el Foro permanente de la crítica, sus talleres y las conferencias magistrales. Aunque el cineclub local no brilla actualmente, la facultad mantiene todo el año un pulso de actividades cinematográficas con invitados, debates, seminarios, presentaciones y eventos especiales. En el último lustro, la Cátedra Bergman en cine y teatro unam se ha sumado alrededor de las artes escénicas, llevando a invitados de primer nivel a los escenarios universitarios y organizando encuentros regulares entre pioneros de innovaciones técnicas y destacados artistas con estudiantes y el público en general. Rodeado de tecnología y atosigado de publicidad, el público será siempre un factor determinante para romper los esquemas puramente comerciales y buscar alternativas que promuevan el conocimiento por encima del entretenimiento. En el panorama cineclubista hay grupos, colectivos, asociaciones y promotores culturales que trabajan con entidades oficiales y con festivales. Principalmente en museos, casas de cultura, universidades, facultades e institutos se desarrollan proyectos de formación de públicos. La cinefilia tiene mucho que ver con la ciudadanía y no sólo con los admiradores o los fanáticos de las películas. Las batallas por la soberanía cultural encuentran en estos espacios palancas de cambio social. Siguen abiertos los horizontes en las salas oscuras mexicanas.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Facultad, donde es profesor de Sociología del Cine. Publica Luneta, gaceta cineclubista del Centro Histórico de México.
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El fenómeno de los festivales de cine en México Rebeca Jiménez Calero*
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n años recientes ha sucedido un fenómeno interesante con los festivales de cine que se llevan a cabo en nuestro país: se han multiplicado de manera casi exponencial; apenas comenzado el 2015 tuvieron lugar casi al mismo tiempo las primeras ediciones del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal de las Casas y el Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán. Estos noveles festivales tuvieron que compartir fechas de realización dentro del copadísimo calendario de este tipo de eventos, que hasta hace unos años eran muy pocos. Pero, ¿quién se beneficia de la proliferación de festivales cinematográficos?, ¿a quién están dirigidos?, ¿qué retribuyen al espectador y a las instituciones organizadoras? Esta reflexión parte de mi propia experiencia como asistente a diversos festivales que se llevaron a cabo el año pasado y asume, desde luego, el punto de vista de quien debe ser el beneficiario más importante de estas muestras: el público. Considero que el éxito de un festival de cine radica en dos cosas: primero, poseer una identidad definida que se manifieste en objetivos claros –qué tipo de cine va a presentar y cuál es el público meta al que está dirigido– y segundo, que este público responda positivamente a la propuesta que le ofrecen. Cuando estos dos puntos se cumplen, es casi seguro garantizar la continuidad de un festival, pero para que ello ocurra debe haber detrás un equipo operativo competente, infraestructura, instituciones organizadoras y patrocinadores, que deben trabajar en conjunto para sacar adelante la empresa. Definitivamente, los festivales con más tradición han cumplido estos dos requisitos: tanto el Festival Internacional de Cine en Guadalajara como el Festival Internacional de Cine de Morelia han logrado perdurar gracias a que realizan de forma tenaz las actividades antes descritas. Ambos tienen como característica principal el ser espacios de competencias oficiales en las que se presentan las producciones más recientes del cine mexicano que, por lo general, son de gran atractivo para quien asiste a las proyecciones. Su programación también se complementa con el estreno de producciones ganadoras en festivales alrededor del mundo y con retrospectivas, ya sea de directores específicos o de filmografías provenientes de algún país. Otro que también sigue los mismos pasos es el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, que pasó de ser un espacio para la exhibición de cortometrajes, a optar por la proyección de trabajos
de todo tipo de duración, género y procedencia. Esta ciudad ha adoptado al evento de manera casi orgánica: un público acostumbrado a toda clase de manifestaciones culturales ha hecho suyo un festival que ofrece funciones gratuitas en sedes oficiales como teatros y plazas públicas. Por otro lado, existen ejemplos en los que parecería que el objetivo final no es atraer público a las salas, sino turismo a ciertas ciudades; es el caso de Los Cabos International Film Festival y el Riviera Maya Film Festival. Contrario a lo que pudiera pensarse, ambos festivales ofrecen una muy buena programación cinematográfica. Sin embargo, se nota poco interés por parte de las instancias organizadoras en difundirlos: los pobladores de ambos destinos turísticos desconocen esta información, no así el gremio hotelero, que se beneficia al ver sus nombres en los medios locales y nacionales. Caso curioso es el ficunam, que este año llegó a su quinta edición. La Universidad ha sido desde hace ya varios años un espacio de exhibición para la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional y cuenta con salas cinematográficas que proyectan durante todo el año distintos ciclos y retrospectivas. Con estos antecedentes, la unam resulta el espacio ideal para un festival de cine propio. El problema del ficunam es que la especificidad de su propuesta no ha logrado enraizarse en la comunidad universitaria: muchos de los filmes exhibidos son tan radicales en sus aspectos formal y narrativo que con dificultad podrían alcanzar a los grandes públicos. Y, tristemente, ocurre algo similar a lo que sucede con los festivales en destinos turísticos: la comunidad muchas veces no está al tanto de su existencia. Los festivales cinematográficos deberían servir como escaparate para todo ese cine que nunca encontrará un lugar en la cartelera comercial, y su tarea es justamente servir como puente entre películas y espectadores. Para que esto ocurra, los festivales tendrían que darse a la tarea de formar públicos, llevar a cabo actividades que inciten la asistencia de la gente a las salas de cine y crear sinergia entre la comunidad y la programación. Es cierto, hacer un festival de cine resulta muy caro y requiere de patrocinios y negociaciones con gobiernos locales y estatales. No obstante, los existentes habrán cumplido verdaderamente su función cuando se conviertan en parte de la comunidad que los hospeda y su programación sea mucho más interesante que las alfombras rojas y las notas en los periódicos.
*Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la fcpys, donde es profesora. Articulista de Icónica y Confabulario, trabaja también como traductora y editora de subtitulaje para diversos festivales nacionales.
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El trabajo de restauración de la Filmoteca de la UNAM Albino Álvarez Gómez*
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n la Filmoteca de la unam se resguardan latas de película y en ellas rollos de celuloide que forman parte de un film, negativos compuestos, originales de cámara de algún rodaje y un largo etc. Hacer ese resguardo conlleva la tarea de clasificar y catalogar el material para su mejor conservación y preservación. Esto con la finalidad de brindar el acceso a la comunidad universitaria, investigadores, cineastas e instituciones públicas y privadas interesadas en el quehacer cinematográfico. Las labores de conservación y preservación de un archivo fílmico están íntimamente ligadas a los procesos de distribución y exhibición. Una filmoteca que resguarda la cinematografía como expresión artística y como documento histórico, debe ser un espacio vivo y de circulación y no un museo de resguardo para la conservación del “objeto” en sí –latas, stills, documentos, etc–. Los rollos de nitrato de celulosa, acetato o poliéster tienen un gran valor, pero no tanto por su soporte, sino porque posibilitaron la expresión y comunicación de imágenes y sonidos articulados en un contenido. Un soporte o emulsión de película no es en sí mismo un objeto de culto, so pena de convertirse en fetiche. Lo que importa son esas imágenes y sonidos que se proyectan al espectador en forma de relatos y que se exhiben a oscuras en una pantalla. Ese es el fin primero y último de una filmoteca que procura el rescate, la restauración, la conservación, la preservación y la exhibición de los filmes que se resguardan en sus bóvedas. La Filmoteca de la unam ha rescatado y restaurado, ya sea por iniciativa propia o bien con el apoyo de distintas instituciones –entre ellas la Cinemateca de Valencia, España, y el Archivo General de Puerto Rico, así como organismos de Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Cuba, Ecuador y Costa Rica–, varios títulos relevantes de nuestra cinematografía, como son los filmes del destacado director Fernando de Fuentes, o bien Redes, de Fred Zinemman, en colaboración con la Cinemateca de Bolonia, y La Mujer del Puerto, de Arcady Boytler, junto con la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
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El rescate que se realiza en la Filmoteca de la no sólo contempla la búsqueda de títulos relevantes de nuestra cinematografía, sino que también procura detectar aquellos otros que, aun bajo su resguardo, presentan alguna clase de deterioro. La muerte de un rollo de película es ineludible, así pues, de lo que se trata es de conservarlo, restaurarlo y preservarlo para que dure el mayor tiempo posible. Rescatar significa detectar, restaurar y preservar. Es una lucha constante contra el tiempo y el olvido, un deseo por la sobrevivencia física del soporte y emulsión de una película que enfrenta diferentes enemigos: ambientes adversos en intemperie, humedad, calor, temperaturas extremas, polvo, además de la propia descomposición de los elementos orgánicos que la componen. La Filmoteca de la unam cuenta con varias bóvedas de almacenamiento de películas de distintos soportes: siete de nitrato de celulosa y ocho de acetato, poliéster y distintos formatos sonoros y de video. En ellas se aloja un aproximado de 350 mil latas y 35 mil títulos de filmes. Las variables se deben a que, si bien año con año el acervo incrementa, también hay circulación de depositantes que retiran su material, o bien hay pérdidas por los procesos de sulfatación y avinagramiento. La tarea es enorme y representa varios retos y apasionantes desafíos. Por eso la conservación, que se refiere a tener las mejores condiciones para que el material se deteriore lo menos posible, implica tecnologías sofisticadas de refrigeración, controles de humedad, circulación de aire y extracción de gases (bóvedas de nitrato), y un manejo estricto de monitoreo para detección de materiales contaminados o en camino de estarlo. Desde hace muchos años, la Filmoteca de la unam se ha dedicado a la preservación y conservación de materiales fílmicos. Mediante procesos fotoquímicos hemos conseguido que obras muy antiguas en nitrato de celulosa cuenten con una nueva copia en poliéster, logrando así su conservación por muchos años más (se estima un mínimo de 100). Este rescate se lleva a cabo unam
con máquinas muy antiguas, pero también muy sofisticadas y efectivas en sus procesos. La mayoría de ellas fueron donadas por instituciones cinematográficas que están en sintonía con la labor de la Filmoteca. Aunando a estas donaciones, y con el fin de estar a la vanguardia, la Filmoteca adquirió en 2014 equipo de impresión fílmica bhp, el cual mejora considerablemente la calidad de imagen en los procesos de restauración de negativos. La máquina Lipsner ultrasónica es ideal para llevar a cabo procesos necesarios de limpieza de película durante el copiado o la transferencia de material. Los analizadores de color, que también fueron adquiridos, nos permiten obtener mejor calidad y un óptimo balance de luces a partir de negativos originales o de cámara. Con la incorporación de la reveladora debrie, que entrará en funcionamiento este año, se pretende satisfacer las necesidades de cualquier servicio de revelado en blanco y negro con mucha mayor rapidez. El trabajo de mantenimiento preventivo y correctivo se lleva a cabo en coordinación con ingenieros que han hecho su carrera dentro de la Universidad,
jóvenes que realizan su servicio social son de gran ayuda para lograr que todo el equipo funcione en las mejores condiciones. La preservación en la Filmoteca continúa mejorándose y este año comenzaremos nuestras primeras restauraciones digitales en el recientemente creado Laboratorio de Cine Digital. Si bien nos esforzamos por la conservación y preservación del film, es evidente que cada vez más trabajamos en entornos y tendencias digitales con sus correspondientes avances en cámaras y equipos de proyección en altas resoluciones. La migración a nuevas plataformas y tecnologías ya está con nosotros, por lo que los valiosos contenidos albergados en nuestras bóvedas iniciaron también un proceso sofisticado y cuidadoso de digitalización a través de múltiples y variadas herramientas. Sin embargo, en la Filmoteca de la unam seguimos apostando por la preservación y restauración fotoquímica que en nada es excluyente de la digital; todo lo contrario, ya que ambas se complementan y enriquecen.
*Cineasta. Ha dirigido una treintena de documentales, entre ellos El informe Toledo (México, 2009). Actualmente es subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la unam.
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ntrevista
Ignacio Rubio. Foto: Teresa Montero.
Sociología del medio ambiente, más allá de los clásicos Elizabeth Maceda
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gnacio Rubio, profesor en el Centro de Estudios Sociológicos (ces) de asignaturas como Crisis y catástrofes, Medio ambiente y sociedad en México, y Desarrollo de proyectos sociales, entre otras, se dio a la tarea de organizar el encuentro Progresos, temas y problemas de la sociología ambiental. En él se abordaron tópicos relativos a la ecología política, la justicia ambiental, el cambio climático y los conflictos socioambientales. En entrevista para Gaceta Políticas, Rubio definió la sociología ambiental como una rama disciplinaria que se ocupa de la interacción de los grupos humanos con su espacio vital, ecosistema y territorio. En ella conviven diversas tradiciones y teorías vinculadas a la forma en que percibimos y juzgamos el entorno. Agregó que, aunque esta rama disciplinaria tiene ya un largo camino recorrido –aproximadamente cuatro décadas–, llegó tarde a resolver los problemas entre medioambiente y sociedad en comparación con la antropología o la geografía, que ya trataban el tema. “Es como muchas otras ramas de la sociología, multidisciplinaria, por eso es difícil integrarla al llamado ‘núcleo duro’ y su lugar en la academia es igualmente periférico con respecto a otras disciplinas; en cambio, fuera de ella pasa lo opuesto, se 16
desarrolla ampliamente debido a la sensibilidad de la población sobre los asuntos medioambientales y la creación de nuevas instituciones que los trabajan”. Para profundizar en torno al caracter interdisciplinario de su tema de estudio, puso como ejemplo lo que ofrece la economía a la sociología ambiental: entre otras cosas, la comprensión de particulares respecto a la interacción con el medio ambiente, la creación de demandas de mercado y prácticas específicas. La economía política, aseguró Rubio, tiene mucho que ofrecer al estudio de la relación del hombre con el medio ambiente. Con respecto a la participación y el interés del estudiantado en el encuentro, el profesor afirmó que éste participó satisfactoriamente y aumentó el número de tesistas interesados en estos temas; sin embargo, comentó que al elegir materias optativas, los alumnos aún eligen tópicos clásicos y éste es un reto que se debe superar. Finalmente, celebró que la Facultad sea sede de encuentros académicos con este enfoque, pues es un espacio natural de difusión de investigaciones y nuevas perspectivas, en especial de aquellas que son críticas al capitalismo.
Sobre la vigencia de Norbert Elias Leticia Martínez
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on la presencia de ponentes de Brasil, Argentina, Colombia, Holanda, Bélgica y México, se llevó a cabo el xv Congreso Internacional Procesos civilizatorios: el legado de Norbert Elias, donde se analizó la obra de uno de los sociólogos más importantes del siglo xx. A fin de entender por qué se considera a Elias uno de los pensadores más prolíficos, sostuvimos una conversación con Gina Zabludovsky, profesora del Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales (cetmecs), y quien, en conjunto con Mónica Guitián –titular de la misma dependencia–, y un grupo de estudiantes, organizó este encuentro. Gaceta Políticas (GP): ¿Por qué el título: “Procesos civilizatorios”? Gina Zabludovsky (GZ): El nombre viene de la propia propuesta de Elias y el trasfondo es de total actualidad. Él señaló que en el proceso de civilización el hombre aprende, a la par de ciertas normas y rituales, la autocontención social, es decir, aprende a contenerse, a frenar la exacerbación de la violencia. Es importante cuestionar qué tanto sirven sus tesis para dilucidar nuestra realidad. En mi opinión, tienen mucha vigencia puesto que señalan que para actuar de forma civilizada se requiere autocontrol, cosa que se está perdiendo en todos los niveles de gobierno: local, estatal y federal. Esto es gravísimo. Desafortunadamente, en México estamos viviendo un proceso des-civilizatorio que, de acuerdo a Elias, implica la pérdida de control del Estado sobre sus aparatos de violencia –policía y ejército–, los cuales sólo se consideran legítimos, en tanto la población esté convencida de que son los mejores para defendernos. Analizar el monopolio de la violencia física legítima –definido por Weber como el Estado–, puede ser muy útil para entender hasta qué punto éste se ha fragmentado o, peor aún, a qué nivel llega la complicidad entre criminalidad y Estado. Hay otros elementos de autocontrol que también se están perdiendo. Creo necesario reconocer que la situación en México es tan abominable, que no sólo requerimos los aportes de Elias para explicarla. Faltan autores y términos sociológicos para comprenderla a profundidad. GP: Elias es un autor que trabajó muchos temas, pero hay especialistas que destacan su llamada sociología configuracional, ¿cuáles son las principales aristas de ésta? GZ: La propuesta configuracional también tiene mucha vigencia. Básicamente parte de la no separación entre el individuo y la sociedad. Gran parte del debate en la sociología y la ciencia política se yergue sobre la pregunta de qué es más importante para la explicación social, ¿el individuo o la sociedad? Elias dice, y ahí está su oportunidad actual, que para analizar lo social no es posible desvincular individuo y sociedad, por lo cual propone estudiar redes o nudos sociales: el ser humano no se puede separar del ámbito donde fue educado y la sociedad tampoco se puede entender sin éste. Dicho elemento, además, lo relaciona con la sociología contemporánea que trabaja las redes sociales. Sus contribuciones sobre la globalización también son valiosas porque no acepta una división entre hombre y Estado, sino habla de la humanidad. Hoy las unidades de análisis de la ciencia política y la sociología de antaño, como el Estado-nación, ya no son útiles pues se observan movimientos internacionales y trasnacionales; en
ese sentido, el concepto de Elias de humanidad es muy pertinente para analizar los nuevos marcos de las ciencias sociales. GP: Se ha dicho que Elias es un autor complejo. En este marco, ¿su análisis sólo puede realizarse entre sus pares o también es posible entre estudiantes? GZ: Efectivamente, su perspectiva es muy interdisciplinaria. Elias tuvo una formación en medicina. Por tanto, primero se propuso no separar la sociología de la psicología; luego, sumó a sus nociones conceptos tomados de la antropología y la ciencia política, lo que le permitió el estudio de muchos más temas: desde genocidio, política, ciudadanía, justicia y gobernanza, hasta emociones y amor; desde costumbres, hábitos y rituales, hasta sociología del deporte y ocio en el proceso de civilización; desde sociología de las artes y teoría de la música, hasta modales y formas de morir; desde el poder y la exclusión social hasta los asesinatos y las masacres. Pero realmente no es tan complejo; al contrario, tiene un estilo literario que invita a ser leído. Es un autor poco conocido, pero ya se empieza a leer más y no sólo puede ser abordado entre especialistas. La nutrida concurrencia de estudiantes que tuvimos en el congreso lo demuestra. A pesar de que últimamente se le ha rescatado en las ciencias sociales, todavía es necesario entenderlo a fondo. Uno de los principales objetivos de nuestro congreso fue precisamente dar a conocer a Elias a un público mucho más amplio; el título del mismo, “El legado de Norbert Elias”, hizo hincapié en ello. Realmente estamos satisfechos con la respuesta del coloquio, que fue muy positiva: recibimos, a través de convocatoria abierta, 120 ponencias; seleccionamos las 75 de mayor calidad, las cuales fueron presentadas por investigadores y alumnos de maestría y doctorado de México y América Latina, y comentadas por 25 especialistas. Los materiales que reunimos son tan buenos que publicaremos un libro con ellos.
Gina Zabludovsky. Foto: Myriam Corte. 17
Enfoques actuales a la cultura organizacional Leticia Martínez
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on el objetivo de revisar los encuadres mediante los cuales se estudia y analiza hoy en día la cultura organizacional en el mundo, se llevó a cabo el coloquio Complejidad y cultura en las organizaciones. Virginia Reyes, docente del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (cecc) y coordinadora del evento, compartió sus reflexiones con Gaceta Políticas. Sobre el nexo del concepto “complejidad” y organizaciones, la profesora explicó que la visión dominante en el estudio de la cultura organizacional es de corte positivista y lógica racional, hecho por el cual es común que en cada investigación se aborde sólo un elemento del espectro temático, como puede ser la identidad, los valores, el liderazgo, sin retomar un análisis integral en el que se muestre un panorama más acabado. Debido a esto, indicó, “en este coloquio planteamos como metodología de análisis la teoría de sistemas complejos, a fin de retomar la relación de nuestro tópico central con una serie de procesos interconectados, donde por supuesto está presente la premisa social”. El pensamiento administrativo-positivista, precisó, mira a las organizaciones desde la parcialidad. Observa la cultura de éstas desde su interior pero no vincula lo que sucede afuera de ellas, no considera su entorno. Esta construcción teórica no ha permitido evaluar a cabalidad su conexión e incidencia con la realidad social, la incertidumbre, el caos, el desempleo, los problemas derivados de la globalización. En este marco, no podemos seguir pensando a las organizaciones de la misma manera, añadió la Reyes: “es momento de reconfigurar su función social. Por ejemplo, en el ámbito de las empresas
Virginia Reyes. Foto: Myriam Corte. 18
productivas de alimentos, es obligado efectuar los estudios necesarios que muestren las ventajas de instrumentar procesos de producción e intercambio no globales ni trasnacionales, sino locales, con miras a un beneficio social”. Al término de este coloquio, la maestra sostuvo, “los expertos y académicos participantes enriquecimos nuestros conocimientos, ya que además de trabajar con una teoría más abierta, complementamos nuestros marcos con literatura y experiencias provenientes del campo laboral, que es precisamente uno de los cometidos del proyecto Elaboración de materiales para la enseñanza teórica de la cultura organizacional con enfoque interdisciplinario y de sistemas complejos a mi cargo, auspiciado por el Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (papime)”. Derivado de esta dinámica, apuntó, los alumnos de Ciencias de la Comunicación ampliaron sus perspectivas de análisis, ya que atestiguaron exposiciones donde hubo tanto concordancias como discrepancias conceptuales, que les permitieron conectar el tema con un panorama más amplio. Además, abundó, la comunidad de la carrera de Administración Pública también está muy interesada en el estudio de las organizaciones. Acerca de la importancia de estos foros de actualización en la Facultad y en el cecc, señaló que son vitales para la especialidad de Comunicación Organizacional: “de hecho, el equipo de trabajo del proyecto papime ya realizó un diagnóstico de la impartición de las clases en dicha área, en el que se concluye que es necesario poner al día bibliografías y métodos de enseñanza, así como proponer el estudio de conceptos nuevos”.
Decisiva, la competencia cultural en el aprendizaje de un idioma Leticia Martínez
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on 12 años de historia, las Jornadas culturales de idiomas tienen un lugar importante en la vida académica de la Facultad. Al término de su más reciente edición, Patricia Toussaint, organizadora de las mismas y coordinadora del área respectiva, nos habló del tema. El principal objetivo de estas jornadas, explicó la docente, es acercar a los alumnos del plantel a la vida cultural, social y política de los países donde se hablan las lenguas que se estudian en nuestras aulas, es decir, inglés y francés.“Los tópicos presentados se preparan entre los académicos de la Coordinación de Idiomas y los colaboradores de diferentes embajadas. La finalidad es responder a los intereses de los alumnos, de ahí que puedan referir desde la experiencia de jóvenes mexicanos en naciones de habla inglesa y francesa, hasta asuntos relativos a música, cine, arte”. La última década es crucial en la evolución de la enseñanzaaprendizaje de los idiomas en México. Respecto a la importancia que los alumnos otorgan al dominio de una lengua extranjera, la profesora destacó que se trata de una herramienta fundamental para su desarrollo académico y profesional, para obtener becas y ofertas de trabajo. Agregó que los métodos didácticos de enseñanza en la Facultad están en sintonía con los del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras (cele) de la unam, institución que certifica al plantel y evalúa competencias fundamentales como la gramática, la comprensión de textos y auditiva, y la expresión oral, a las cuales se ha añadido la competencia cultural, toda vez que un idioma vehicula y expresa la forma de ser de un país.
También subrayó que aun cuando en la actualidad se enseñan cada vez más idiomas en el país –y algunos tienen verdadero auge como el chino–, en México siguen siendo prioritarios el inglés y el francés, como lo demuestran los numerosos alumnos inscritos en los cursos de la Facultad de ambas lenguas. Toussaint precisó que gracias a las iniciativas académicas de la Coordinación de Idiomas –las jornadas culturales, los cursos presenciales, semipresenciales y a distancia, los talleres de conversación y pronunciación– “la Facultad se ha hecho de tan buena fama que alumnos externos vienen con el interés de estudiar aquí. Sin embargo, son tantos los muchachos de casa que sólo tenemos lugar para ellos”. Entre los aspectos positivos de la coordinación a su cargo, Patricia Toussaint enfatizó la probada experiencia del equipo de profesores, quienes constantemente se actualizan y reciben capacitación, así como el desarrollo de la mediateca, centro de autoaprendizaje donde los jóvenes trabajan en autonomía con el apoyo de un asesor. Asimismo, reconoció que siempre hay cosas por pulir: “debemos perfeccionar incluso nuestra labor psicológica, a través de la cual demostramos a los alumnos que no tienen impedimento alguno para aprender una lengua, que si llegaron a la Universidad pueden alcanzar cualquier meta, simplemente hay que exponerse al idioma y jugar; el elemento lúdico es importante para romper el hielo e inhibiciones relacionadas con esa sensación de que pronunciamos mal, por ejemplo; pero así es el aprendizaje: poco a poco se avanza hasta dominar algo”
Patricia Toussaint. Foto: Myriam Corte. 19
Feminismo: ardua labor Myriam Corte
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n el marco de la viii Semana de comunicación y género, la profesora Gloria Hernández, adscrita al cecc, platicó en entrevista para Gaceta Políticas sobre los alcances y retos de estas actividades dedicadas a la promoción de la equidad de género y el feminismo desde una perspectiva académica.
Gaceta Políticas (GP): ¿La Semana se organiza con el objetivo de convocar a un sector demográfico específico? Gloria Hernández Jiménez (GHJ): Hemos notado gran desconocimiento en nuestra comunidad respecto de los temas de género y feminismo, este último un término muy satanizado por los medios de comunicación. Por ello, varias compañeras del cecc quisimos dar información sobre el tópico y explicar para qué sirve en el mundo contemporáneo. A veces, ante estos asuntos, nuestras estudiantes y los jóvenes varones carecen de información o sólo conocen clichés. Además, es gravísimo que estemos generando profesionistas que desconocen los derechos humanos de las mujeres –y más en esta Facultad, en cualquiera de sus especialidades–. Por eso invitamos a especialistas en temas legales de género, que se han desarrollado de manera muy importante en México en las últimas décadas. Queremos sensibilizar a la población, empezando por los jóvenes, quienes además requerirán de dichos conocimientos cuando se incorporen a su campo de trabajo.
Gloria Hernández. Foto: Myriam Corte. 20
Por otro lado, realizamos una mesa, quizá más específica para la comunidad que estudia ciencias de la comunicación, sobre la presencia del discurso crítico feminista en los últimos 30 años en distintos medios informativos. GP: En su opinión, ¿qué es el feminismo y cuál es su utilidad? GHJ: Se trata de un discurso crítico. El discurso feminista tiene una larga tradición histórica en muchos ámbitos, desde la política, la liberación y la autogestión en la reproducción o la anticoncepción, incluso en el aborto, tanto en la vida cotidiana como en las instituciones. El discurso crítico feminista es una perspectiva que atraviesa de manera transversal todas las instituciones y propone llegar a una mejor vida; no se trata de volvernos todos feministas y tampoco es una supravaloración de las mujeres. Si hay problemas para ellas, los hay en todos los ámbitos; y si hay una vida mejor para éstas, la habrá para los varones, para las familias, para todos. Ésa es su utilidad. También es una valoración más justa, equitativa, sobre qué es la mujer en el orden social. Esto ayudará para que en algún momento desaparezcan medidas públicas como la división de los espacios en el transporte público, donde se separa a las mujeres como si fuéramos débiles físicamente o vulnerables. No lo somos y no queremos serlo. No obstante, la mentalidad de la sociedad todavía considera que somos más susceptibles de ser asaltadas o atacadas sexualmente que un varón. GP: ¿Qué acciones ha implementado la Facultad? GHJ: Aún es un trabajo reducido, ya que se cuenta con algunas materias en sociología, en ciencia política y principalmente en el posgrado de comunicación. Pero sin duda hacen falta más asignaturas en las licenciaturas. GP: Y ¿cómo evalúa el feminismo en el país? GHJ: Yo creo que sí ha habido una mejora, aunque muy entre comillas. Se han hecho visibles algunas situaciones de la mujer que no son gratas o convenientes para su salud física y mental ni para la salud –permítame el término– social. Ha habido una apertura que nos ha permitido la capacitación para laborar y ser competitivas, el ingreso a las universidades, y la participación en el ámbito político. Sin embargo, estos beneficios –llamados así de forma relativa porque nos han salido bien caros– siempre han estado rodeados de circunstancias particulares. Incluso hoy en día resulta que puedes ir a la universidad, pero no descuidar la casa ni la reproducción familiar –sobrellevar el embarazo, dar a luz a los hijos, educarlos–, aunque tu pareja sea económicamente solvente. Por la crítica feminista y el activismo se han ganado derechos, pero en la vida cotidiana estas victorias se traducen en un aumento de las jornadas de trabajo: al tiempo dedicado a ser estudiante o profesionista se suma el que se dispone para la pareja y la familia. Creo que hay que trabajar para conseguir el cambio desde lo personal, sobre todo con educación; por ejemplo, habría que dar capacitación feminista a las profesoras y profesores en todos los niveles de educación, tanto en el ámbito público como en el privado, a los padres de familia y a los responsables de los medios de comunicación. GP: ¿Cuál es su balance de la VIII Semana? GHJ: Todas las organizadoras quedamos muy satisfechas porque tuvimos una numerosa audiencia. Hubo mucha retroalimentación mediante las redes sociales. Los alumnos de comunicación organizacional se involucraron de manera decidida, y además de coordinar los eventos, comentaron que aprendieron mucho. Con sorpresa nos percatamos que los alumnos saben muy poco del tema; por fortuna hubo gran interés de su parte.
El Pacto por México hoy Monserrat Alejandra Ortíz
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rganizado por Héctor Zamitiz Gamboa, profesor e investigador del cep, se realizó el Coloquio de investigación Pacto por México: agenda legislativa y reformas 2013-2014, –derivado del papiit homónimo–, donde expertos en materia política analizaron el proyecto presidencial desde aristas como gobernabilidad, transparencia, finanzas y ordenamiento electoral. En entrevista con Gaceta Políticas, Zamitiz se refirió a la urgencia de una agenda social que resuelva la crisis de seguridad y corrupción en la que se encuentra el país, e invitó a los partidos a coadyuvar en el desarrollo de elecciones más responsables. Gaceta Políticas (GP): ¿Qué consecuencias traerá el Pacto? Héctor Zamitiz (HZ): Hay que pensar en los cambios constitucionales en dos vertientes: a largo y a corto plazo, donde se pueden ver medidas muy concretas, como sugerencias en materia de telecomunicaciones o finanzas; sin embargo, sus consecuencias no son sencillas de evaluar, pues no pueden verse de inmediato. Si se especula en las reformas de forma integral, se podría ver un impacto en 15 o 20 años. GP: ¿El Pacto es resultado de una transición democrática inacabada? HZ: Si pensamos en democracia económica, pareciera que el Pacto entró en un momento muy contradictorio: una reforma fiscal, evidentemente necesaria, que llega en medio de una recesión económica fuerte, pero a contracorriente, pues inhibió la inversión, la competencia y contrajo la economía. La democracia en México se detiene, no es lineal. En el orden político, el sistema se ha conformado como procesos de democratización graduales, a veces con regresiones. GP: ¿Qué relación tiene actualmente el Ejecutivo y el Legislativo? HZ: El pacto se firma un día después de que Enrique Peña Nieto asume el poder, pero se estableció uno o dos meses antes. Se desarrolla con un prd con divisiones profundas y un pan fracturado. Las agendas del Congreso no se desarrollan por sí mismas; fue la acción del Pacto la que modificó y estableció las prioridades que antes, a partir de la alternancia, definía el Senado. Hay una primacía del Ejecutivo sobre el Legislativo, contrario a lo que sucedía después de la alternancia. El Legislativo revisaba, detenía y postergaba propuestas de ley e iniciativas de la agenda; las reformas constitucionales y las leyes reglamentarias se llevaban a cabo en periodos extraordinarios. En el caso del Pacto, las propuestas de ley y leyes secundarias fueron presidenciales y de las secretarías de Estado. GP: ¿Cómo afectó al Pacto la crisis de seguridad? HZ: La crisis política generada por las rupturas de los partidos y la ilegitimidad del Ejecutivo fue acompañada de la crisis de seguridad y corrupción. El momento del Pacto, el Mexican Moment, cambió justo por dos aspectos: la forma y el desarrollo en que se aprueban las reformas para impactar en la figura del presidente. La imagen que la sociedad tiene del Ejecutivo no es buena. Esto, aunado a la ausencia de crecimiento económico y la recesión, se agudizó con la situación de Guerrero. Este problema se le revierte, pues el fenómeno no sólo implica la renuncia del gobernador y la búsqueda de los culpables. El conflicto llega a encapsular a la presidencia y sus instituciones. Hubo incluso una modificación del titular de la cndh que podría resultar un espacio de legi-
timidad a las decisiones de cerrar el caso y al dolor de las víctimas. El gobierno debe atender la agenda social. La crisis lo exigió. Ha llegado un momento de dificultades que se deben conducir con leyes, honestidad política y con la menor represión posible. Para muchos, el Pacto terminó con la crisis de noviembre. Sin embargo, ahí están las reformas y hay que seguirlas analizando. Habrá que ver de qué forma impacta la crisis de seguridad y lo sucedido en Guerrero, en la imagen del Ejecutivo y también a nivel mundial con la intervención de organizmos internacionales. GP: ¿Qué panorama se despliega ante las elecciones intermedias? HZ: Las elecciones están hechas para que la gente vea, mida, vote, y entonces pueda exigir cámaras más plurales. Además de que hay tres nuevos partidos y es necesario conocerlos, el que viene es un proceso que impactará nuestra vida política. Podremos medir entonces la eficiencia del ine y del Tribunal, saber si se pueden tener elecciones más libres, transparentes, competidas y justas. Es lo que el país necesita. Las elecciones serán un termómetro. Hay que reivindicar a la política. Los principales retos que tienen los partidos políticos son redignificarla, fortalecer a las instituciones y seleccionar buenos candidatos. Hay que leer cada elección en su contexto: los partidos ahora están preocupados por saber qué candidato tiene vínculos con el crimen organizado. La política tiene que volver a ser creíble, los actores deben ser de confianza, capaces de convencer a la ciudadanía de sus propuestas y llevarlos a las urnas sin hacerlos clientes. Hay que hacer cambios sustanciales en la forma de ofrecer propuestas. El Pacto por México ha marcado el contexto del gobierno actual y del Estado entero. El país cambió. Hay que pensar en el significado de las reformas y ojalá veamos los cambios.
Héctor Zamitiz. Foto: Myriam Corte. 21
Mucho más que imagen en movimiento Luis Olivera
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esde el nacimiento del cine a finales del siglo xix, éste ha cumplido múltiples funciones, principalmente como entretenimiento y medio de información. En la actualidad se utiliza como relato testimonial, vehículo de denuncia, forma de expresión e inclusive propuesta teórica. En ocasión del seminario Cine y ciencias sociales, organizado por Carlos Eduardo Barraza, profesor del Centro de Estudios Políticos de la Facultad, Gaceta Políticas realizó una entrevista sobre la pertinencia del empleo del cine en el aula.
Gaceta Políticas (GP): ¿Por qué utilizar el cine como herramienta educativa? Eduardo Barraza (EB): Considero que el cine puede complementar la educación de los alumnos, pues la suma de sus lenguajes –visual, auditivo y escrito– permite transmitir de manera ágil distintos mensajes. El cerebro está más acostumbrado a ver imágenes que letras, por lo que una película puede ayudar a recordar diferentes informaciones de forma rápida, eficaz y sencilla. Esta capacidad de hacer asociaciones le da un empujón extra a nuestro conocimiento. La enseñanza a través de la recopilación de fragmentos de una película puede ser igual de efectiva con cine documental o de ficción. Todo radica en usar material que se adapte al plan de estudios o enfoque de cada profesor. Recurrir a los fragmentos, además, puede incentivar a una persona a ver en el hogar el trabajo completo de un director. Esto, además de difundir una cultura cinematográfica, ayuda a conformar un imaginario universitario más completo y apto para el planteamiento de posibles soluciones a escenarios políticos de la vida cotidiana. Hoy incluso las actuaciones dentro de una película pueden servir como punto de partida para pensar y ponerse en el lugar de los protagonistas, a promover la concientización sobre un determinado acontecimiento o proceso social. GP: ¿Cómo han sido recibidas sus propuestas para una práctica educativa multimedia?
Eduardo Barraza: Foto: Myriam Corte. 22
EB: Si bien cada vez más profesores recurren al uso del cine en la práctica educativa, también hay que aprovechar el uso de internet; por ello he desarrollado una plataforma didáctica que, en tiempo real, ayude a generar debates teóricos y permita que a usuarios de distintas partes del mundo compartir sus propios materiales. Tengo mucha fe en este proyecto, que ha sido adoptado por varios profesores aunque otros continúen renegando sobre el uso de materiales multimedia. Pero incluso eso es una ganancia, ya que estamos haciendo que todos piensen en la tecnología y conozcan sus usos e influencia. Por primera vez en la historia los avances tecnológicos son capaces de captar la realidad social y están al alcance de todos. Lo que recupero es la insistencia en el no divorcio de la práctica con la teoría. Si se ejemplifica bien cada concepto, cada idea o escenario, no tendríamos ningún problema para aplicarlo de forma cotidiana. Somos seres plenamente visuales y la mayor parte de nuestra vida hemos aprendido observando a otros; viendo y analizando incorporamos, de forma inconsciente, las pautas del comportamiento social para conformar las nuestras. Nadie está exento de aplicar involuntariamente la teoría en la cotidianidad o de conformar su aprendizaje a partir de las imágenes de la sociedad. GP: ¿Qué problemáticas has notado en la aplicación del proyecto? EB: Aunque en general conlleva muchas ventajas, de igual modo tiene sus puntos débiles. Uno de ellos es la actitud del estudiante frente a estos contenidos. Muchos lo consideran un juego y otros un motivo más para dormir en clase o platicar con el compañero. Hay incluso docentes que echan mano del cine solamente para evitar dar clase. Un profesor siempre está expuesto a riesgos de este tipo, es inevitable. No obstante, si estamos plenamente conscientes de lo que queremos hacer, no puede haber mayor problema para sacarle jugo a esta propuesta educativa. Al final del día, el cine no sólo es imagen en movimiento, también es una llave para el conocimiento.
Hamid Dabashi. Foto: Teresa Montero.
En busca de una reconceptualización del Medio Oriente David Jiménez
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ara la inauguración del Taller de Estudios sobre Medio Oriente, organizado por el Centro de Relaciones Internacionales (cri) de la Facultad, el iraní-americano Hamid Dabashi, académico de la Universidad de Columbia, dictó una conferencia magistral titulada La reconfiguración geopolítica de Medio Oriente a tres años de las revoluciones árabes. Con miras a una mejor comprensión de la geopolítica regional de la zona sur-occidental de Asia, el especialista sugirió analizar el entorno social producto de las múltiples revoluciones árabes ocurridas desde 2011. En su opinión, éstas permitieron el desarrollo de una práctica post-islámica con una nueva visión de la religión árabe, más abierta, menos radical, más genuina, repensada y, en muchos casos, aceptada en los países occidentales. Para entender el proceso, también consideró necesario no estigmatizar a los medios de comunicación –así se trate de la cadena norteamericana cnn, la árabe Al Jazeera o la británica bbc– pues todos han realizado
la ardua labor de informar, e incluso “traducir”, lo que sucede en el entorno árabe. La información, indicó, debe concebirse como la generación de conocimiento, por lo que es primordial que “uno mismo se vuelva una fuente de información”. Postuló también la necesidad de una nueva epistemología post colonial que replantee la comprensión de la zona del Medio Oriente y supere la falsa dicotomía islam-secularización, que no existe ni en la historia ni en el desarrollo del pensamiento y la religión árabe, así como en sus distintas lenguas y el persa: “las divisiones entre espacio religioso –mezquitas– y espacio público de carácter político son parte de una misma contextualización del pensamiento social”. Dabashi se preguntó cómo ha funcionado la reconceptualización del mundo árabe, sobre la que destacó que los países antiguamente opositores al comunismo europeo han encontrado un enemigo sustituto en el islam. De esta manera se explica que algunas manifestaciones en la plaza egipcia de Tahrir por parte de activistas
marxistas hayan sido permitidas, al tiempo que, por el contrario, se reprimieron las realizadas por la Hermandad Musulmana. Una tarea conjunta Previo a la conferencia de Hamid Dabashi se realizó un homenaje a María de Lourdes Sierra y Jaime Isla por sus valiosas aportaciones en México y en la unam respecto a los estudios sobre Oriente Medio. Al acto asistieron Luis Mesa y Gilberto Conde, ambos especialistas adscritos al Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México, el coordinador del cri, Javier Zarco, la secretaria general de la Facultad, Claudia Bodek, y el impulsor del Taller, Moisés Garduño, profesor del plantel. El establecimiento del Taller, así como los dos eventos mencionados, reforzaron el compromiso de la unam por abrir espacios de trabajo sobre las problemáticas sociales y políticas de una zona que aún nos resulta desconocida por su lejanía geográfica y cultural. 23
Reflexiones en torno al XII Congreso Internacional de Análisis Cinematográfico Isabel Lincoln Strange
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a Asociación Mexicana de Teoría y Análisis Cinematográfico y su Seminario Permanente sepancine organizaron, con apoyo de la Facultad, el xii Congreso Internacional de Análisis Cinematográfico. Durante tres días más de 50 ponentes de diversas universidades de México y de Latinoamérica expusieron, reflexionaron y discutieron algunas de las investigaciones que giran en torno al estudio del cine y que son realizadas por académicos y especialistas del área. El tema del Congreso fue “Cine y educación” y de él se desprendieron ponencias que muestran el creciente interés de la comunidad académica y estudiantil en el tema. Inauguró el evento la conferencia magistral de Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, quien subrayó la necesidad de estudios de posgrado en la realización cinematográfica, pues incluso a nivel licenciatura son pocas las instituciones del país que ofrecen esta disciplina: como la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (amci), que cuenta con la carrera en Cinematografía, o el Instituto Mexicano de Investigaciones Cinematográficas y Humanísticas (imich), que tiene la licenciatura en cine; el cuec, donde se imparte la licenciatura en cinematografía y la maestría en guión y dirección para cine; así como la Universidad de Guadalajara, donde se cursa la maestría en estudios cinematográficos. Pelayo señaló que hoy en día existe un auge de los estudios cinematográficos en diversas instituciones de educación superior en el ámbito internacional, donde el cine tiene un espacio entre las ciencias sociales y las humanidades, y contemplan en sus programas tanto la historia como la teoría y el análisis de éste. Por ejemplo, la University of California Los Ángeles (ucla) tiene un doctorado en Cinema and Media Studies y la Universidad de Nueva York (nyu) uno en Cinema Studies. Esta conferencia se relacionó estrechamente con la de Manuel López Monroy, profesor de carrera del cuec. En “Secretos para elaborar campanas. Reflexiones en torno a la formación de un cineasta” explicó las vicisitudes a las que se enfrentan los estudiantes de cine en México y lo complicado que es el oficio, en un contexto en el que lo audiovisual permea casi todos los aspectos 24
de la vida cotidiana y se piensa que todos pueden hacer una película. López Monroy estableció un símil entre los “secretos para elaborar campanas” y los estudios de realización cinematográfica. Asimismo, la charla de Francisco Peredo, profesor de carrera del cecc de esta Facultad, titulada “El cine y la educación”, destacó la importancia del cine en instituciones del ámbito internacional y explicó la necesidad de incorporarlo a los programas de nivel medio superior, superior y posgrado.
Para concluir los trabajos del congreso, Peredo mencionó ejemplos del cine como herramienta didáctica para la historia, la literatura, la psicología y otras disciplinas. El próximo mes de junio, el Congreso de sepancine se realizará de manera conjunta con la Cineteca Nacional y se espera la participación de ponentes nacionales e internacionales, lo que significa para la comunidad académica, estudiantil y el público en general, una oportunidad para conocer nuevas investigaciones en torno al cine.
Isabel Lincoln Strange. Foto: Myriam Corte.
Cuestionan las políticas de la imagen que México proyecta al exterior Myriam Corte, Elizabeth Maceda e Ingrid Delgadillo
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onsuelo Dávila, jefa de la División de Estudios Profesionales, Javier Zarco, coordinador del cri, y Rosa Isabel Gaytán, académica del mismo, inauguraron la xxii edición del Foro Nacional de Política Exterior La política exterior de México en la coyuntura actual. En dicha ocasión Zarco explicó los tres escenarios de estudio del foro: la cancelación del contrato para la construcción del primer tren de alta velocidad en Latinoamérica, el anuncio del presidente Peña Nieto –realizado ante la onu– sobre la inclusión de México en los cuerpos de paz, y el decreto ejecutivo de Barack Obama para evitar la deportación de miles de ilegales. A su vez, Dávila celebró la existencia de este espacio de análisis, que desde 1986 rescata los principales temas de política exterior del país para realizar una reflexión tanto de la agenda internacional como de la nacional. Cuenta de ello dieron las diferentes mesas que se realizaron. En la primera, “La imagen internacional de México: del Mexican Moment al Estado fallido”, resaltó la intervención del embajador Walter Astié-Burgos, quien criticó la práctica gubernamental de proyectar al exterior una imagen de desarrollo que no corresponde con la realidad: “se vende el Mexican Moment, que se convierte en el México desastre. Afuera es evidente la descomposición en estados como Michoacán y Guerrero, y escándalos como el de la ‘Casa Blanca’ de la primera dama”. Por ello, sostuvo, es importante cuestionarnos qué hace que nuestra imagen se deteriore constantemente sobre el trasfondo de los hechos reales; “¿por qué difundir una imagen que no existe? Una solución es poner ‘la casa en orden’, ser realistas, hablar de lo que sí se está mejorando”. Astié-Burgos expresó que hay una constante histórica que nuevamente vivimos. El primer caso fue el gobierno de Porfirio Díaz, quien manejó a México ante el resto de la naciones como un país estable y pacífico; sin embargo, esta “realidad” se rompió con el estallido de la revolución mexicana. Otro ejemplo fue la aparente estabilidad de la nación en el marco de los xix Juegos Olímpicos, contrapuesta a lo evidenciado por el movimiento estudiantil de 1968; un hecho similar sucedió en el man-
dato de José López Portillo, el cual concluyó con la primera devaluación del peso en 30 años, o el “salinato”, que al tiempo que inauguró el Tratado de Libre Comercio con América del Norte vio surgir el neozapatismo. Una demostración más del fenómeno es la “guerra contra el narco” declarada por Felipe Calderón. En esa línea, César Villanueva, profesor de la Universidad Iberoamericana, habló sobre los componentes teóricos que explican el funcionamiento de la imagen de la política exterior de México. Dijo que este elemento es de absoluta importancia en la labor diplomática, dado que “en cada gestión se desarrolla una narrativa estructural del pasado histórico; se puede tratar de imágenes coyunturales, como la solidaridad ciudadana durante el terremoto de 1985, o los ‘punto ciegos’, estereotipos que la sociedad cree, como cuando se dice que la Ciudad de México es más limpia que otras urbes. El manejo de la imagen al exterior es fundamental, por ello, la labor gubernamental debe encaminarse a ofrecer soluciones a la pobreza o la desigualdad, en vez de reflejar una realidad inexistente”. China y México: relación estratégica pero desigual China es el segundo socio comercial más importante de México; sin embargo, se ha establecido una relación muy desigual entre las dos naciones, pues por cada dólar que les exportamos ellos nos retribuyen 10, aseguró Javier Zarco durante la segunda sesión, “Perspectivas de la relación México-Asia: el caso de China”. En ella Ignacio Martínez, docente del cri, reflexionó sobre las causas que propiciaron la caída del pib mexicano en 2014, año en que presentó un crecimiento de tan sólo 2.1% –en contraste con el 2.7 pronosticado por el gobierno del presidente Peña Nieto– mientras que el de China creció el 7.8%. Un aspecto relevante sobre la economía China, señaló Martínez, es que en 20 años ha mejorado el ingreso cuatro veces más que el caso mexicano: en 1948 ambos países exportaban el 0.8% de las manufacturas mundiales; en 2012 China alcanzó el 11%, en tanto que México sólo un 2.1%, lo cual demuestra la consolidación del gigante asiático.
Si se piensa que en los próximos años México no figurará como un aliado clave en los planes económicos de China, elevar aranceles de importación a esta potencia sería perjudicial para nuestra nación, pues no existen posibilidades para hacerlo y, en caso de lograrlo, únicamente se elevaría el gasto interno. Por ello, en opinión del profesor, la mejor opción que tiene México es un acuerdo de comercio estratégico en los sectores donde nuestro país tiene mayor competencia con China: electrónico, químico, siderúrgico y automotriz. Mitos y realidades en torno a una reforma migratoria Durante la última mesa “Las relaciones México-Estados Unidos ante la propuesta migratoria del presidente Obama”, Javier Urbano, coordinador del Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, destacó la importancia de generar espacios abiertos al estudio crítico de dicho tema. Sobre la propuesta de ley del presidente estadounidense, consideró que es inconsistente y endeble a la luz de diversas consideraciones; entre ellas, el problema de interpretación que implica saber quién es sujeto de regularización, pues en la incipiente propuesta se tocan aspectos como la edad, el tiempo vivido en los Estados Unidos, la calificación laboral, antecedentes penales, etc. Opinó que el elemento de la temporalidad constituye un riesgo, pues denota que la ley responde a la coyuntura política y no soluciona la crisis humanitaria en que se encuentran millones de personas. Por su parte, Milton Muñoz, profesor del cri, destacó la relevancia de que la reforma migratoria esté ahora en manos del Partido Republicano, que tiene mayoría en el Congreso; habló también sobre la responsabilidad de la sociedad y el gobierno mexicanos de generar presión al sistema parlamentario del país vecino: “es tarea vital del Congreso mexicano informarse para apoyar a los connacionales a través de sus embajadas y consulados; es necesario ser más proactivos, saber cabildear y conocer el funcionamiento del Congreso estadounidense para incidir en la política migratoria de ambos países”.
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Fusión de conocimientos: firman convenio la FCPyS y el IAP-Chiapas Myriam Corte
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as autoridades de la Facultad y del Instituto de Administración Pública (iap) del Estado de Chiapas firmaron un convenio de colaboración para realizar trabajos académicos, cursos, investigaciones y libros. Se busca así fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje de ambas instituciones. A la sesión acudieron Fernando Castañeda, director del plantel, Claudia Bodek, secretaria general, Ricardo Uvalle, coordinador del Centro de Estudios en Administración Pública, y Noé Pérez, secretario académico del mismo. Por parte
del iap-Chiapas asistieron Harvey Gutiérrez, presidente del Consejo Directivo, y Ediberto Gutiérrez, secretario ejecutivo. Castañeda comentó que la firma de este convenio es un hecho sobresaliente para la Facultad, la cual ha promovido la vinculación con otras instituciones de educación superior e institutos profesionales. Eso denota el interés de sus académicos por relacionarse con entidades hermanas en sus campos de competencia y especialidades. En el caso de la Administración Pública y la Ciencia Política, agregó, se han conso-
lidado vínculos y promovido proyectos de investigación que permiten mejorar la movilidad académica, así como ayudar a los egresados a obtener trabajos más satisfactorios. A su vez, Gutiérrez enfatizó que la firma del acuerdo permitirá fortalecer varios proyectos como es el caso de los estudios regionales de Chiapas y Tabasco, además de seminarios con personal académico de alto nivel de ambas instituciones. Este vínculo permite, consideró, “tener una visión más amplia y prometedora de la administración pública en México”.
Formalización de colaboraciones. Foto: Soledad Villicaña.
gacetapoliticas.blogspot.mx
Tiempo de análisis
@extensionFCPyS UNAM.politikas +politicasunam politicasunam 26
Miércoles 20:00 hrs. 860 am, Radio unam
Ganadores. Foto: Myriam Corte.
UNAM gana concurso de debate Universus Myriam Cortes
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ntre septiembre y diciembre de 2014 José Luis Burgos, José Antonio Cárdenas y Eduardo Martínez, alumnos de Ciencia Política, e Iván Adelchi Peña, de la Facultad de Derecho, representaron a la unam en el concurso Universus. El equipo coordinado por la secretaria de Desarrollo Académico de la fcpys, Patricia Martínez Torreblanca, demostró sus habilidades en análisis, argumentación, reflexión y confrontación de ideas. Universus es una competencia de debate público entre alumnos universitarios, organizada por Unotv y con sede en el Museo Soumaya. En su segunda edición, 16 universidades se disputaron, en eliminación directa, el primer lugar, cuyo premio consistió en 30 computadoras. Además de la unam, destacó la participación del Instituto Tecnológico de Monterrey, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Anáhuac, el Instituto Tecno-
lógico Autónomo de México (itam), y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (cide). En la gran final, televisada en vivo, el equipo de la unam se enfrentó al del cide para debatir el tema “Los gobiernos locales pueden evitar la infiltración del crimen organizado en los municipios, y de no ser así, el gobernador debe ser procesado”. Por sorteo, a la unam le correspondió la postura “a favor”, y al cide “en contra”. Provenientes de los estados de Oaxaca, Michoacán, Yucatán y el Distrito Federal, los ganadores expresaron a Gaceta Políticas que, además de la satisfacción académica, el certamen les provocó impulsar la cultura del debate dentro y fuera de la Universidad. Al respecto, José Luis Burgos comentó que el torneo fue un gran reto pues al tiempo que participaron instituciones de alto nivel académico, cargaban con el compro-
miso de “hacer equipo y representar de la mejor forma a la Universidad”. Por su parte, Antonio Cárdenas expresó sobre la justa que “más que una confrontación, fue una forma de expresar ideas que aún no han salido a debate, no han sido publicadas o difundidas. También nos dio la posibilidad de hacer puentes, de relacionarnos con otras instituciones”. “La mejor impresión que me dejó, sin duda, es que los jóvenes universitarios estamos preocupados por temas de la agenda nacional y que, además de tener una postura crítica, también tenemos propuestas”, resaltó Eduardo Ezequiel Martínez. Finalmente, Iván Adelchi Peña subrayó la enorme labor académica que conlleva trabajar en equipo, ya que se requiere “conjuntar ideas, liderazgos, opiniones y experiencia, además, claro, de la posibilidad de generar lazos de fraternidad, como el que hemos forjado”. 27
Proyecto estudiantil con mucha Sinergia Myriam Corte
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n entrevista para Gaceta Políticas, Ricardo García, alumno de noveno semestre de Ciencias de la Comunicación e impulsor del proyecto estudiantil Sinergia, habló sobre los orígenes y objetivos del mismo e hizo una evaluación del trabajo realizado por estudiantes de esta Facultad durante el segundo ciclo de conferencias organizado por el colectivo. Gaceta Políticas (GP): ¿Cómo surge el proyecto Sinergia? Ricardo García (RG): A partir de la necesidad que detectamos un grupo de estudiantes de Ciencias de la Comunicación y de Ciencia Política de dar seguimiento a los procesos electorales estudiantiles –las consejerías–. Coincidimos en que las agrupaciones que sólo buscan conseguir votos carecen de un auténtico interés por generar herramientas políticas. Al abrir un espacio de discusión invitamos a estudiantes de todas las carreras, de séptimo, quinto y primer semestre de la Facultad, y de ahí surgió el proyecto. GP: ¿Qué tipo de actividades realizan? RG: No queremos efectuar tareas que sólo involucren a estudiantes de Ciencias de la Comunicación, aunque la mayoría somos de dicha disciplina. Nuestro principal objetivo es apostarle a actividades multidisciplinarias que enlacen nuestros conocimientos con los de Sociología, Administración Pública, Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Siguiendo esta línea organizamos nueve conferencias el semestre 2014-2 (cuando surgió el proyecto), en las que tratamos la relación de la publicidad con la sociología y la literatura, la planeación estratégica de movimientos estudiantiles y organizaciones civiles, fenómenos políticos como las autodefensas en Michoacán, así como la importancia del deporte en los medios de comunicación. Tuvimos muy buenos resultados en cuanto a la promoción de la imagen de la Facultad y de la unam en los sectores empresarial y político. Con esa base efectuamos otro ciclo en el semestre pasado, en el que redujimos el espectro a cuatro conferencias sobre la coyuntura que atraviesa la Facultad y el país: se trabajaron temas de seguridad nacional, derechos humanos y la 28
movilización civil a partir de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En esta ocasión también conseguimos que Munjed Saleh, embajador de Palestina en México, participara en una mesa sobre el conflicto en la Franja de Gaza. El diplomático calificó la situación actual del territorio como de semidestrucción pues el más reciente ataque del ejército israelí dejó más de 2 mil muertos —entre éstos 500 niños—, 11 mil heridos, 40 mil casas y todas las zonas industriales de la Franja en ruinas, y los cinco accesos fronterizos bajo control israelí. La presencia de Saleh permitió a la población universitaria acercarse a una problemática de total actualidad pero con más de 60 años de existencia.En opinión del embajador, la ocupación de Palestina y el continuo irrespeto al territorio reduce las posibilidades de reconciliación entre ambas naciones. Sin embargo, recalcó cómo los jóvenes palestinos han logrado establecer una forma de vida normal a pesar de lo anormal de su situación, señal de los mejores valores de su pueblo, que describió como “fuerte, dedicado, firme, culto y amante de la educación”. GP: ¿Cómo ha respondido la comunidad estudiantil a Sinergia? RG: En general ha habido bastante interés, y no sólo de estudiantes, sino de profesores del plantel e investigadores de los institutos de
la Universidad. Ayudó que nos abrimos a todo tipo de público, siguiendo la normativa de la unam, para la que es un honor recibir a cualquier interesado. También asistieron estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana, periodistas de medios independientes, y egresados. Otro indicador fue el número de seguidores de nuestra página de Facebook, que además de crecer cuando se dio a conocer este ciclo de conferencias recibió muchos mensajes requiriendo información. GP: ¿Cómo ves a futuro el proyecto? RG: Uno de nuestros propósitos es compartir lo poco o mucho de nuestra experiencia y conocimiento con los compañeros, y lo hemos logrado. Un indicio de que habrá Sinergia al corto y largo plazo es que ahora también participan alumnos de los primeros semestres. Además, si bien estoy en proceso de titulación, me interesa continuar en la Facultad como docente, lo cual me permitiría mantener esta labor. GP: ¿Qué has aprendido con Sinergia? RG: Coordinar y dar seguimiento a las acciones que realizamos me ayudó a llevar un orden sobre nuestra característica dispersión como estudiantes. En ese sentido, un poquito de concentración me hizo bastante bien. Con Sinergia he aprendido a dirigir asuntos y cuestiones del trabajo en equipo, cosa que nunca había hecho.
Ricardo García. Foto: Myriam Corte.
Premian a estudiantes de la Facultad en el ESMOAS Myriam Corte
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Mejor delegación internacional”, fue el premio que recibieron los estudiantes de la Facultad que representaron a la Universidad en la xviii edición del Modelo de la Organización de Estados Americanos Eugene Scassa (esmoas, por sus siglas en inglés), realizada en la Universidad de Baylor, Texas. La embajada se compuso de alumnos de Relaciones Internacionales de tercer y séptimo semestre, de Ciencias de la Comunicación también de séptimo semestre y del posgrado en Ciencias Políticas y Sociales. En reunión con Fernando Castañeda, director del plantel, y acompañados por Ileana Cid y Marco Antonio Lopátegui, profesores del cri, los galardonados expresaron su agradecimiento a la institución por el apoyo brindado. Además, Héctor Domínguez, Andrea Hierro, Claudia Saldaña, Óscar Alexis Rojas, Janina Márquez, Atenea González, Marina Guadarrama, Sandra Urzúa, Valeria Monge y César Díaz comentaron lo mucho que aprendieron durante la competencia. Castañeda señaló que históricamente la Facultad cuenta con una tradición de conocimiento, así como una visión profunda sobre el mundo y las ciencias sociales, tanto por parte de profesores como de estudiantes. Nuestra institución, expresó a los galardonados, “es heredera del pensamiento mexicano, y ustedes formarán
Delegación “Argentina” de la
parte de dicho legado”, como lo demostraron con su participación en el esmoas. Por su parte, Ileana Cid comentó a Gaceta Políticas que todos los estudiantes de la delegación son de alto nivel académico, además que durante su participación se condujeron en inglés e interactuaron con alumnos de distintas áreas. Por ello, destacó la formación que se les brinda en la Facultad, “que los acredita indudablemente como los mejores en las ciencias sociales”. En cuanto a la preparación, Cid indicó que ésta se realiza con varios meses de anticipación, y con el trabajo de profesores, asesores externos, estudiantes que ya han participado y nuevos integrantes. Así, los recién llegados reciben tanto lineamientos generales del modelo como un nutrido intercambio de experiencias. En esta ocasión la asesoría fue provista por Yadira Gálvez, académica del cri que brindó pláticas sobre América Latina y la política exterior de Argentina, país al que representaron los alumnos. Aunque subrayó que “en comparación con estudiantes norteamericanos nuestros jóvenes están muy bien preparados en historia, política, economía y sociedad de América”, consideró que éstos tienen tres retos fundamentales al participar con sus pares de otras universidades: presentarse con gran confianza en sí mismos; el manejo del idioma, “que superaron in-
mediatamente”; y “empaparse de las técnicas de negociación parlamentaria. Los estudiantes de eu tienen muy buena formación en este rubro, son muy hábiles y manejan bien el lenguaje diplomático, eso es lo que tenemos que superar”. Para Claudia Saldaña, estudiante de séptimo semestre de Relaciones Internacionales, la prueba le permitió “aplicar la teoría aprendida a lo largo de nuestros estudios; pusimos en práctica las habilidades de negociación y de mediación, y valoramos el papel del otro”. A su vez, César Díaz, estudiante de maestría, describió su experiencia como “fascinante en términos de los aprendizajes que pudimos obtener; fueron tres días extenuantes, de debate constante y defensa de nuestras propuestas. Me pareció muy enriquecedor, pues consolida nuestra formación académica, por lo que buscaré repetirlo”. Finalmente, Andrea Hierro, de séptimo semestre de ri y encargada de dirigir la delegación, opinó que tuvo que asumir el reto de tener mayor responsabilidad, lo cual le dio una perspectiva muy diferente: “tenía que hacer que el trabajo de la Universidad resultara, como siempre ha sido, puntual, con buenos contenidos y forma, pero también crítico. Estuve muy contenta de trabajar con este equipo. Las delegaciones de la unam siempre somos una delegación critica y humanista”.
unam.
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Ismail Xavier y Javier Ramirez. Foto: Myriam Corte
De Enamorada a Amores Perros: lo que el cine dice de México y Brasil Elías Lozada
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urante una ponencia magistral dividida en dos partes, el teórico brasileño Ismail Xavier, profesor de la Universidad de Sao Paulo, expuso las relaciones entre los cines mexicano y brasileño en tres periodos: clásico, moderno y contemporáneo. Invitado por el Seminario Universitario de Análisis Cinematográfico y con apoyo de la Coordinación de Extensión Universitaria, el experto en cine latinoamericano analizó en seis películas los estilos y motivos visuales característicos de cada época usando como eje el travelling, el movimiento de traslado de cámara. Xavier consideró que, más allá de ser una forma de recorrer el espacio, el travelling es una propuesta estética que responde al contexto histórico de creación. Así, desarrolló una reflexión crítica sobre el modo de vida social característico del siglo xx, marcado por el movimiento. Usando como base Foundational fictions: the national romances of Latin America, trabajo de la lingüista Doris Sommer, Xavier explicó que a partir de los años 20 las potencias mundiales produjeron cintas monumentales con las cuales expresaban su hegemonía: Cabiria (Giovanni Pastrone, 1914) en Italia, Napoleón (Abel Gance, 1927) en Francia, El nacimiento de una nación (DW Griffith, 1927) en EU, por ejemplo. En contraste, opinó, en Latinoamérica, la emulación de filmes monumentales fue rara, pues los únicos países con una 30
industria estructurada, México, Brasil y Argentina, filmarán sus ejemplos de forma tardía, durante los años 40. En el caso de México, con la concresión de la revolución hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, ésta se convertirá en el acto inaugural de la narrativa de corte nacionalista. Para demostrarlo presentó las semejanzas entre Enamorada (Emilio “El Indio” Fernández, 1946) y Congaceiro (Lima Barreto, 1953). El argumento en ambas es similar: el revolucionario (en la primera) o el bandido (en la segunda) se enamoran de una mujer que pertenece al bando contrario. Ambas películas inician con un travelling de derecha a izquierda, punto de vista que, al ser inverso a la forma que leemos en occidente, se propone como una “narrativa de formación”, de “crisis nacional”, una lectura insurgente: la revolución. La diferencia, explicó Xavier, es que el drama mexicano se contextualiza en una situación real; dado que no se desarrolló una revolución en Brasil, la cinta de Barreto se inspira en el western norteamericano. Para hablar del Nuevo Cine Latinoamericano, Xavier desmenuzó las cintas Reed, México insurgente (Paul Leduc, 1970) y Dios y el diablo en la tierra del sol (Glauber Rocha, 1960). En ambas puede ubicarse un debate respecto a lo que el historiador Eric Hobsbawm denominó el bandido social contemporáneo. En las dos también hay un personaje dividido entre ma-
tar y reflexionar, que es acorde al debate que entonces consideraba que la figura del bandido social existía con la finalidad de cambiar el presente. De la misma manera, cuando los dos directores se referían a la violencia, no lo hacían pensándola como odio, sino como una voluntad de transformación. Sobre el periodo contemporáneo Xavier encontró un nuevo paradigma: el de la violencia cotidiana como representante de las grandes ciudades. En él, O invasor (Beto Brant, 2002) es para Sao Paulo lo que Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000) fue para la ciudad de México. El invasor retrata la mafia de Sao Paulo originada en el “desorden económico contemporáneo”. En Amores Perros, el choque entre dos autos funciona como paroxismo de la construcción en mosaico de una ciudad y como prefiguración de un colapso social mayor. Las historias que narra tienen una relación irónica con ciertos símbolos monumentales: “en el momento de virtual derrota del pri y frente a la ya imparable transición, hay una crisis en las relaciones de pareja, en la configuración de la familia y de la masculinidad, lo cual también se proyecta como una crisis del Estado por la relación simbólica entre padre de familia y presidente. Los personajes se sitúan en las antípodas de la fundación nacional: en el fracaso de los proyectos, en la ausencia de un dirigente”.
Testimonios sobre la dictadura perfecta Myriam Corte
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on la presencia del director Luis Estrada y en compañía de José María Calderón y Juncia Avilés, académicos de la Facultad, se llevó a cabo una charla dedicada a la más reciente película del cineasta: La dictadura perfecta. El largometraje gira en torno a las estrategias con que una de las televisoras más importantes del país manipula la política nacional y a los gobernantes. Durante el encuentro en el auditorio Ricardo Flores Magón, organizado por estudiantes del ces, Estrada se refirió a la importancia del contexto en el desarrollo de este filme. Comentó que, sin planearlo, La dictadura perfecta se apegó al término que acuñara el escritor Mario Vargas Llosa para referir las características del gobierno priista de antaño como un régimen autoritario insuperable. Estrada explicó a los alumnos que, aunque se ha hecho costumbre hablar de sus últimas cuatro películas (La ley de Herodes, Un mundo ideal, El infierno y La dictadura perfecta) como una tetralogía, en realidad considera que la más reciente producción funciona como un díptico con La ley de Herodes. En ambas películas, protagonizadas por Demián Alcázar, el personaje principal se apellida Vargas; pero además, el contrincante político, Agustín Morales “es el hijo del doctor Morales de La ley de Herodes. En el lecho de muerte de su padre le prometió combatir la corrupción de Vargas”, contó Estrada. De esta manera, el díptico muestra “el deterioro político de los gobiernos de Ernesto Zedillo, Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto”. En cambio, comentó, Un mundo ideal y El infierno exteriorizan la violencia generalizada a partir de las administraciones panistas, y en particular las consecuencias de su “guerra contra el crimen organizado”. Con La dictadura perfecta, de la cual se comenzó a escribir el guión en el 2011, antes de que Enrique Peña Nieto fuera oficialmente candidato, Estrada una vez más demostró con tono satírico la realidad del país y eligió el género cinematográfico para que resultara más crítica. En este caso, se concentró en el poder de la televisión sobre una población como único medio informativo y de entretenimiento. En su intervención, Calderón expresó que en esta película Estrada mostró enorme
habilidad y audacia para sintetizar la realidad. Entre varias reflexiones, el profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) se refirió al concepto de dictadura, que hace referencia a una forma de ser, a la aspiración de permanencia; en este sentido, “la perfección a la que hizo referencia Vargas Llosa cuando se refirió al gobierno del pri, es la probada eficacia del modelo que mantiene el manejo de las instituciones en favor de algunos. Ejemplo de ello fue la realización del Pacto por México entre pri, pan y prd para aprobar las reformas estructurales”. Sin embargo, continuó, este modelo ya no es viable para la sociedad, que se comporta de manera informal cuando la vía normal deja de funcionar. Los hechos de violencia acontecidos en Iguala lo demuestran, como es el caso de la crítica despiadada al sistema político que hizo uno de los padres de familia de los estudiantes desaparecidos cuando le dijo a Peña Nieto:
“usted pudo o está utilizando todo el poder del Estado pero no hay resultados”. Luego, a la pregunta planteada por Avilés sobre el lugar que ocupa la izquierda en sus películas, Estrada señaló que en cada cinta refleja lo que considera el signo dominante del sexenio; y añadió: “si la izquierda llega al poder será de igual forma susceptible de ser criticada”. No obstante, agregó, en la actualidad se observa el nivel de cinismo que maneja la clase política; basta recordar el Pacto por México, donde participaron los tres partidos principales del país. Para finalizar, los estudiantes cuestionaron a Estrada sobre las dificultades del proceso de realización y exhibición, e incluso preguntaron por qué decidió hablar de esta temática, a lo que Estrada respondió: “hay una suma de razones, la más relevante es una combinación: hablar de lo que me preocupa y dejar un testimonio de ello”.
Luis Estrada. Foto: Soledad Villicaña. 31
Elecciones del 2012: crónica de un conflicto anunciado México, UNAM, 2013
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ermán Pérez Fernández del Castillo, docente del cep, sostuvo durante la presentación de su libro en la Casa de las Humanidades que, en la situación convulsa por la que actualmente atraviesa el país, realizar procesos electorales democráticos resulta más indispensable que nunca. Publicaciones como ésta, comentó, “son una invitación a la defensa de la democracia”. El académico se encargó de coordinar la edición de los resultados del Seminario de Investigación sobre Procesos Políticos y Electorales, donde un grupo de profesores trabajó el tema con un arco temporal que parte de las elecciones federales de 1988. Fue acompañado por sus colegas Pablo González Ulloa y Jorge Márquez; éste habló sobre la comunicación gestual de diferentes personajes políticos: los actores
sorpresivos –entre ellos el movimiento #YoSoy132–, el humor involuntario de los candidatos, la influencia de las élites en el Congreso y el voto de los mexicanos en el extranjero, así como la creciente desconfianza hacia los partidos políticos. Crónica de un conflicto anunciado, comentó, “nos habla de las elecciones de 2012 que generaron un conflicto en 2014”. A su vez, González Ulloa consideró que el libro permite reflexionar sobre el acontecer político, al tiempo que ofrece una visión amplia y fundamentada sobre las instituciones participantes en el proceso: “este análisis coadyuva a entender por qué hay una gran desconfianza de la ciudadanía en los partidos, y por qué después de cada elección viene una ola de reformas constitucionales”.
México (re)cargado. Dependencia, neoliberalismo y crisis México, UNAM, 2013
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l nuevo libro de Adrián Sotelo Valencia, profesor del cela, aborda la implementación del neoliberalismo en México a partir de la presidencia de Miguel de la Madrid. Durante su presentación en la Facultad, el profesor señaló que la obra analiza por qué dicho proceso capitalista no ha podido impulsar la economía de nuestro país. Para el autor éste “no es un libro más sobre la crisis del capitalismo”, pues “la investigación que contiene es la continuación de un trabajo de ya varios años, en donde se persigue entender cuáles son los nudos del sistema político mexicano”. Acompañado por sus colegas José María Calderón y Rosa María Larroa, Sotelo señaló que ha trabajado la economía de la región desde la teoría del centro-periferia, reconociendo que los países en desarrollo nunca alcanzarán a las potencias.
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Como ejemplo mencionó las reformas de los presidentes Lula da Silva y Dilma Roussef, en Brasil, que aparentemente dispararon su crecimiento económico, pero no solucionaron la pobreza extrema del país. Asimismo, habló sobre los poderosos intereses detrás de la aprobación de las reformas estructurales mexicanas, así como su nulo impacto en la economía a corto y mediano plazo: “es necesario que no sólo conozcamos la parte política sino el trasfondo, y qué está pasando, para tener una visión completa del hecho social”.