A R E N A S Revista Sinaloense de Ciencias Sociales Número 25 Publicación trimestral de la Maestría en Ciencias Sociales. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Sinaloa. Nueva época. Otoño 2010.
DIRECTORIO Dr. Víctor Antonio Corrales Burgueño, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Dr. José Alfredo Leal Orduño, Secretario General. M.C. Giova Camacho Castro, Director de la Facultad de Ciencias Sociales. Dr. José Luis Beraud Lozano, Coordinador de Investigación y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales. Consejo Editorial: Dr. Luis Astorga; Dr. José Luis Beraud; MC Pedro Brito Osuna; Dr. Nery Córdova; Dr. Segundo Galicia; MC Jenny Guerra González; Dr. Ernesto Hernández; MC René Jiménez Ayala; Dr. Arturo Lizárraga; MC Roxana Loubet; Dr. Carlos Maciel; Dr. Rigoberto Ocampo; Dr. Arturo Santamaría; Dra. Lorena Schobert; Dr. Liberato Terán; Dr. José Manuel Valenzuela. Dirección Editorial: Nery Córdova Edición y Diseño Editorial Pedro Humberto Rioseco Gallegos Ilustraciones de ARENAS 25: Obra artística de Leonel Maciel A R E N A S. Revista Sinaloense de Ciencias Sociales. Año 10, Nueva Época, número 25, publicación trimestral de la Universidad Autónoma de Sinaloa, editada por la Facultad de Ciencias Sociales y la Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en estudios regionales. Domicilio: Ángel Flores s/n, Centro, Culiacán, Sinaloa, CP 80000. Domicilio en Mazatlán: Av. De los Deportes s/n, Ciudad Universitaria, CP 82127. email: nerycor@yahoo.com.mx http://faciso.maz.uasnet.mx/editorial Tels. (669)981-21-00 y 981-07-62. Certificado de Reserva SEP, No. 04-2010-091413591500-102. *No están prohibidos el uso y la reproducción de los textos citando autoría y publicación. *La UAS y la Facultad de Ciencias Sociales no necesariamente comparten las reflexiones y las opiniones expresadas por los autores.
CONTENIDO Presentación ……………………………………………….. 9
LA INDUSTRIA EDITORIAL Y EL FENÓMENO DEL BOOM Jenny GUERRA GONZÁLEZ ………………………….…. 12 CARTA A JULIA URQUIDI A PROPÓSITO DEL NOBEL A MARIO VARGAS LLOSA De Gabriela POLIT …………………………………….….. 34
JOSÉ MARTÍ: UN HOMBRE ÉPICO Felipe MENDOZA …………………………………… 39 LA CULTURA POLÍTICA DEL NEOPANISMO: LAS CAMPAÑAS DE HUMBERTO RICE Ursula Viridiana CÓRDOVA MORALES……………... 43
PROCESOS Y DESAFÍOS EN LA CONFORMACIÓN DE LA CIUDAD Celso Iván OLIVARRÍA NÚÑEZ ……………….…… 62 CULTURA E IDENTIDAD CULINARIA Karina OCHOA LEYVA y Arturo SANTAMARÍA GÓMEZ………………………………………………….….. 78
PESCA Y COMPETIVIDAD INTERNACIONAL: UN DESAFIO PARA SINALOA Roxana LOUBET y Guillermo VALADÉS ……….…. 92 INMIGRANTES…SE HACE CAMINO AL ANDAR Roberto ONTIVEROS SOTO……………………….……... 110
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PRESENTACION Como parte sustancial de los quehaceres universitarios, en lo que concierne a la investigación: pesquisas, búsquedas, registro de datos, hechos, voces, situaciones, selección, valoración, reflexión y análisis, forman parte de un largo y sinuoso proceso que se cristaliza, de cierta manera, en obras concretas (libros, tesis, ensayos, monografías, artículos, apuntes, notas) para entender y comprender un poco más de las cuestiones y problemáticas que aquejan a nuestras realidades, espacios y entornos. Las localidades, las regiones, los países, son los escenarios donde se confrontan las teorías, las concepciones y las perspectivas ante el mundo social, sus objetos y productos, sus instituciones y que finalmente se expresa y se refleja en la vida y la cotidianeidad de la sociedad y la población. Este renglón de la labor de los investigadores resulta más que una necesidad académica, que trasciende a los reducidos espacios e intereses universitarios, y se constituye en una urgencia de la sociedad en su conjunto para que ésta trate e intente mirarse y entenderse, con rigor y sin recatos, en los viacrucis de sus rumbos, de su existencia y en la crudeza de sus contradicciones y realidades. El trabajo y la obra intelectual no son un lujo; son más bien parte de la sintomatología de la complejidad y sumum del pensamiento humano, y una muestra de su altura de miras, de su horizonte de expectativas, de su avance y de su desarrollo. En el posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS en Mazatlán proseguimos, dentro de nuestras posibilidades, esta actividad que se expone, sintetiza y decanta en la publicación de los trabajos de investigadores, estudiosos y profesores, de la UAS y colegas de otros centros universitarios de México y del extranjero, desde las específicas perspectivas disciplinarias de las ciencias sociales y humanísticas en las que están adscritos. Así, en ARENAS, número 25, abordamos varios temas vinculados estrechamente, como raigambre y urdimbre de identidad e historia, a la cultura regional, nacional y latinoamericana. Catedrática e investigadora de la Universidad para la Profesionalización Estratégica (UNIPRES), con sede en la ciudad de Toluca, y de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jenny Guerra González, experta en estudios iberoamericanos, aborda, borda y teje fino en torno a la gesta de la industria editorial y el trascendente fenómeno del boom de la literatura en América Latina, ligado éste por supuesto el oficio sublime de la prosa y la poesía con las complejidades 9
socioculturales y económicas de nuestros pueblos. Dice Jenny, por ejemplo, que “…la multidisciplina provee un conjunto de herramientas ad hoc para estudiar este vínculo indisociable entre literatura, cultura y sociedad desde un proceso que comprende las esferas de producción, circulación y consumo y que competen a todo bien económico y simbólico, como es el caso de la narrativa latinoamericana”. Destaca también la colaboración, en esta entrega, de Gabriela Polit, desde la Universidad de Texas, en Austin. Participa con una cartarevelación, a propósito de la grata noticia que significó, la entrega del Premio Nobel de Literatura a otro grande de los escritores de nuestra florida tierra latinoamericana: Mario Vargas Llosa. Con franca agudeza, la estudiosa ecuatoriana pareciera dialogar en corto y de forma hasta intimista, con la exesposa del vigoroso escritor peruano. Y, por otro lado, pero dentro de la temática respecto de los escritores de la región, el maestro y escritor Felipe Mendoza, desde Culiacán, nos ofrece un breve retablo, con nostalgia y autoreclamo, sobre otro símbolo histórico de las letras: el poeta cubano José Martí, expresión de compromiso social, pero igual de sublimación, arte y prosapia. Luego de este leve atisbo de ensayistas y autores de nuestra tierra, pero que también forma parte de la cultura regional, Karina Ochoa Leyva y Arturo Santamaría Gómez, nos brindan, en un ensayo de gastronomía e investigación, un sabroso acercamiento a una de las tradiciones de profundas raíces nacionales: la comida, vista hasta como oficio artístico culinario, forjado y condimentado éste desde los ayeres de las culturas autóctonas del mundo prehispánico y envinado y enriquecido con las aportaciones posteriores de las costumbres europeas. En seguida una mirada, grosso modo, sobre los senderos, caminos, rutas, retos, obstáculos e irregularidades que se han tenido en la conformación urbana de un puerto en especial: Mazatlán, cuyo autor, Celso Iván Olivarría Núñez, estudiante del posgrado en Ciencias Sociales, nos presenta como parte de un trabajo de más amplio aliento. La maestra Roxana Loubet Orozco, catedrática e investigadora de nuestra institución, y Guillermo Valadés Valdez, funcionario de la SAGARPA en el puerto, efectúan, en trabajo conjunto, un balance y una mirada sobre el panorama de la pesca del camarón en Mazatlán y Sinaloa y los desafíos que entraña la competividad internacional en los contextos de la globalización. Y finalmente, en una significativa colaboración, Roberto Ontiveros Soto, artista de la plástica, la ebanistería y sociólogo egresado de la Facultad de Ciencias Sociales, narra las peripecias y vicisitudes de una diáspora personal, pero que de algún modo se refiere al 10
drama y la odisea humana que viven los migrantes de México y América Latina en sus aspiraciones de trabajo, comida y vida un poco más digna dentro de los Estados Unidos, cuestiones tan elementales que en sus países y localidades de origen no han podido obtener. Y sí, en efecto, como musicalmente evoca el ex migrante y narrador de su propia experiencia de vida por los senderos y rumbos de la frontera norte y más allá de ella, a partir de una clásica canción del cantautor Juan Manuel Serrat: en esta vida, sencillamente “se hace camino al andar”. Nery CORDOVA
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LA INDUSTRIA EDITORIAL Y EL FENÓMENO DEL BOOM
Jenny GUERRA GONZALEZ♥
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Maestra en Ciencias por la UNAM. Especialista en estudios latinoamericanos. Labora en la Universidad para la Profesionalización Estratégica (UNIPRES) y en la UNAM. En ésta, estudia actualmente un doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras. 12
Como complemento del debate y las argumentaciones que pretendieron definir al boom, es de importancia recabar el testimonio de quienes con frecuencia han sido llevados al banquillo de los acusados: los editores. Los narradores del boom han preferido no hablar de ellos o han reiterado de paso viejas muletillas sobre que son ellos quienes se enriquecen mientras los autores permanecen en la pobreza, a pesar de ser los productores. Tanto García Márquez, como José Donoso, a pesar de sus muy diferentes posiciones en el mercado, lo han dicho. Tal imputación está lejos de haberse comprobado (Rama, 1981 a: 66). Los editores que propiciaron el surgimiento de la nueva narrativa fueron en su mayoría casas oficiales o pequeñas empresas privadas que se han definido como “culturales” para distinguirse de las empresas estrictamente comerciales. Una enumeración parcial de las editoriales de los sesenta, así lo pone de manifiesto: en Buenos Aires, Losada, Emecé1, Sudamericana, Compañía General Fabril Editora, tras las cuales algunas más pequeñas como Jorge Álvarez, La Flor2, Galerna, etc. En México, Fondo de Cultura Económica, Era, Joaquín Mortiz; en Chile, Nascimento y Zig Zag; en Uruguay, Alfa y Arca3; en Caracas, Monte Ávila4; en Barcelona, Seix Barral5, Lumen, Anagrama6, etc.
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En 1939 Mariano Medina del Río, recién llegado de España a la Argentina, tuvo la iniciativa de crear Emecé Editores con la colaboración literaria de Álvaro de las Casas y el apoyo de Carlos Braun Menéndez, que había sido su compañero de estudios en Europa. En un principio, Emecé se lanzó a la aventura de editar libros sobre temas de Galicia, algunos de ellos impresos en la lengua de aquella región de España. Emecé prestó siempre atención a obras de interés artístico y cultural: desde el Estudio de la historia de Toynbee y los trabajos de Malraux, Matisse, Kandinsky, Francastel, René Huyghe, hasta las ediciones de lujo del Quijote y Martín Fierro. Escritores como Bioy Casares, Sábato, Gudiño Kieffer, Blaisten, Abelardo Castillo, Abel Posse y César Aira, entre otros, integran la nómina de más de 300 autores argentinos que conforman el catálogo de Emecé. 2 Fundada en 1966, Ediciones de la Flor es una de las pocas editoriales argentinas que subsisten así: independientes, sin haber sido absorbidas por ningún grupo. Empresa de familia, sus socios y directivos son Ana María T. (Kuki) Miler y Daniel Divinsky, quienes ejercen su conducción desde 1970. 3 Monte Ávila Editores fue fundada en 1968 como empresa dependiente del Estado, y es el más importante sello de Venezuela dedicado a la edición de libros en varias áreas (literatura, filosofía, arte e historia). En sus inicios, llegó a publicar un promedio de cien títulos anuales, pero en los años 80 tuvo una fuerte reducción al publicar sólo la mitad de esos títulos. Tal bajón se debió en esencia a la crisis económica que sacudió al país e implicó un alza considerable en los costos operativos y de insumos, lo que afectó al mercado editorial venezolano. 13
De todas, cupo papel central a Fabril Editora, Sudamericana, Losada, Fondo de Cultura, Seix Barral y Joaquín Mortiz, cuyos catálogos en los años sesenta mostraron una reconversión del habitual material extranjero que los ocupaba en su mayoría a un porcentaje elevado de producción nacional o latinoamericana, al tiempo que varias de ellas encargaban concursos internacionales con premios atractivos, los cuales dieron a conocer obras de calidad que el público recibía refrendadas por jurados calificados, lo que les aseguraba una larga audiencia. Así, Fabril Editora descubrió a Onetti (El astillero), Sudamericana a Moyano, aunque la más exitosa fue Seix Barral cuyo premio, desde que en 1962 distinguió a La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, reveló una tendencia a la narrativa con textos de la importancia de Tres tristes tigres de Guillermo Cabrera Infante, Cambio de piel de Carlos Fuentes y, como conclusión, El obsceno pájaro de la noche de José Donoso. La moda de los concursos se acrecentó con el anual instituido por Casa de las Américas, el cual se orientó al descubrimiento de los jóvenes valores (Rama, 1981 a: 66). Editorial Losada, por ejemplo, fue fundada en 1938 por Gonzalo Losada, ciudadano español que llega a la Argentina como director de Espasa-Calpe, y que, tras unos años de exitosas iniciativas, como la creación de la colección Austral, se enfrenta a las dificultades que la censura española impone a su tarea como editor. Decide entonces crear su propia empresa en la que participarán como socios Guillermo de Torre y Atilio Rossi. Entre sus primeros colaboradores se encontraban Amado Alonso, Pedro Henríquez Ureña y Lorenzo Luzuriaga. La editorial intentó desde el principio aunar lo clásico con lo contemporáneo, la tradición con la vanguardia. Autores polémicos que más tarde serían reconocidos (C. G. Jung, Kafka, Frobenius) fueron publicados originariamente en castellano por Losada. También la poesía 3
Fundada en 1911, Seix Barral pertenece desde sus orígenes a la tradición editorial de la ciudad de Barcelona. 3 Anagrama, editorial independiente fundada en 1969 por Jorge Herralde, ha publicado más de 2.500 títulos. Como una constante a lo largo de estas tres décadas, cabe subrayar: la búsqueda de nuevas voces -es decir, la apuesta por los posibles clásicos del futuro- tanto en narrativa como en ensayo, en nuestro país y en otros ámbitos; el rescate de aquellos clásicos del siglo XX olvidados o ya inencontrables; la exploración en torno a los debates políticos, morales y culturales más significativos de nuestro tiempo.
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tuvo un papel esencial: Federico García Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti, sin olvidar las obras completas de Pablo Neruda. Gonzalo Losada no sólo se enfrentó a las sucesivas crisis económicas para mantener a flote su proyecto, también tuvo que capear la censura; en 1945, por ejemplo, ésta consideró “inmorales” u “obscenos” a autores como Balzac, Ovidio o Zola. Tampoco cejó en su empeño de abrir las fronteras del negocio editorial (fue uno de los promotores de la primera Feria del Libro de Buenos Aires) y se enfrentó a las necesidades del gremio editorial hispanoamericano. Losada promovió el diálogo entre los editores de Latinoamerica y la Península Ibérica, propuso estudios sobre la política del libro, la implementación de leyes de propiedad intelectual y amparo de los derechos legítimos de autores y editores, la unificación de los derechos de autor tras su muerte, la libre circulación de los libros sin trabas de ninguna especie, la reducción de tarifas postales, completas franquicias aduaneras, la creación de una federación de las Cámaras del Libro de América y España, etc.7 Un año después (1939) en la capital argentina, un grupo de intelectuales argentinos integrado por Victoria Ocampo, Oliverio Girondo, Carlos Mayer, entre otros, comienza a reunirse impulsado por una nueva idea: crear una editorial. La idea es fuerte, el momento oportuno y el proyecto no tarda en concretarse; la editorial que en junio de 1939 queda fundada se llama Sudamericana. El nacimiento de Sudamericana en estos tiempos no es casual, y está relacionado con otros fenómenos de la vida cultural del país. En la década de 1930 comienza a generarse en el sur del continente un inmenso proceso de producción intelectual; las metrópolis -como Buenos Aires, México o São Paulo- funcionan como centros de una importante actividad que irá dando forma al campo cultural. En el ámbito de lo literario, este impulso dará lugar a la aparición de revistas, de las primeras historias literarias y de otras casas editoriales. El surgimiento de Sudamericana se inscribe, de este modo, en el marco histórico del país y de Latinoamérica. La nueva editorial tenía por entonces un doble objetivo: por un lado, dar a conocer a los autores sudamericanos y consolidar de este modo el espacio de la propia literatura; por el otro, traducir y divulgar la literatura extranjera contemporánea. La tarea editorial en ese momento era algo nuevo en América del Sur, y para concretar el proyecto se buscó a un editor con 7
Fuente electrónica: http://www.editoriallosada.com/ [Consulta: 22 de abril, 2007]. 15
experiencia. Así fue como uno de los miembros del Directorio, Don Rafael Vehils, propuso para el puesto a un editor catalán que en esos tiempos estaba en Francia y que había salido de España con motivo de la Guerra Civil. Antonio López Llausás llegó a Buenos Aires en 1939 y se hizo responsable de la gerencia general de la empresa. Poco después se convirtió en su principal accionista y llevó adelante el proyecto editorial de los primeros tiempos. Años más tarde, su hijo y sus nietos, continuando la obra, se ocuparían de la conducción de Sudamericana.8 Sin embargo, previo a la iniciativa “comercial” de Losada y el anhelo intelectual de Sudamericana en Argentina, la industria latinoamericana tenía en su haber un proyecto gubernamental surgido en México en 1934: el Fondo de Cultura Económica. Este atendió a la preocupación del economista e historiador Daniel Cosío Villegas, quien comprendió la necesidad de crear una biblioteca básica en español enfocada, ante todo, a los estudiantes de la recién fundada Escuela Nacional de Economía. El FCE no fue concebido como empresa lucrativa, sino como institución de fomento cultural, y surgió gracias al apoyo financiero del Estado, en calidad de fideicomiso, con el fin de impulsar la cultura sin condicionarla ni censurarla. Pronto se formó una Junta de Gobierno y, desde su fundación, la empresa definió su destino, estableciendo una relación de mutuo respeto con el Estado. Así, después de la colección de Economía, surgieron nuevas y variadas series que en un principio brindaron al público traducciones al español de lo más avanzado del saber universal. Durante los primeros quince años de vida de la editorial se publicaron 342 títulos comprendidos en las colecciones de Economía, Política y Derecho, Sociología, Historia, Tezontle, Filosofía, Antropología, Biblioteca Americana, Tierra Firme y Ciencia y Tecnología. Asimismo, en este lapso se empezaron a promover y publicar obras en lengua española que vinieron a sumarse a las traducciones iniciales del catálogo de la editorial. De 1948 a 1965 ocupó la dirección Arnaldo Orfila Reynal. Durante estos años se publicaron 891 títulos nuevos y se crearon siete colecciones: Breviarios, Lengua y Estudios Literarios, Arte Universal, Vida y Pensamiento de México, Psicología, Psiquiatría y Psicoanálisis, y la muy gustada Colección Popular. El patrimonio de la editorial crecía a pasos
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Fuente electrónica: http://www.edsudamericana.com.ar/institucional/[Consulta: 22 de abril, 2007]. 16
agigantados haciendo sentir su presencia no sólo en la vida cultural de México sino en la de Iberoamérica. El FCE crecía no sólo en número de colecciones y títulos sino en redes de distribución, de modo que comenzó a incursionar en el extranjero, estableciendo sucursales en Buenos Aires, en 1945, y en Santiago, en 1954. El FCE llegó a Europa en 1963, al fundar en España su mayor sucursal.9 Al otorgar a las editoriales que acompañaron la nueva narrativa el calificativo de “culturales” se pretende realzar una tendencia que en ocasiones manifestaron en detrimento de la normal tendencia comercial de una empresa, llevándolas a publicar libros que quizá tendrían poco público pero cuya calidad artística les hacía correr el riesgo. Fueron dirigidas o asesoradas por equipos intelectuales que manifestaron responsabilidad cultural y nada lo muestra mejor que sus colecciones de poesía. Propiciaron la publicación de obras nuevas y difíciles, interpretando sin duda las demandas iniciales de un lector asimismo nuevo, mejor preparado y más exigente, pero lo hicieron pensando en el desarrollo de una literatura más que en la contabilidad de la empresa. Triunfaron en su apuesta y obtuvieron algunos dividendos económicos, pero desde la perspectiva actual es evidente que ellos fueron escasos y poco permanentes. Varias desaparecieron, otras sobrevivieron arruinadas y otras resurgieron com vigor mediante la producción de la peor línea de best seller (Rama, 1981 a: 67). Al concluir los años setenta se registra una asombrosa transformación del mercado editorial. Las editoras culturales entraron en insalvables crisis y en cambio emergieron robustamente durante los años ochenta, las multinacionales del libro, ya sea mediante la adquisición de aquellas arruinadas, ya mediante la puesta en práctica de sistemas de ventas masivas a domicilio (“the book month club”), ya mediante la venta de series populares en los supermercados (Ibid: 68). La autonomía editorial de América Latina, iniciada en los años treinta como consecuencia de los desastres de la guerra civil española y el exilio originado por la represión del franquismo (los cuales ocasionaron que España desatendiera la exportación de libros y perdiera gente valiosa para su industria editorial en beneficio de México y Argentina) se vio reducida por el avance de las multinacionales del libro, tanto por razones 9
Fuente electrónica: http://www.fondodeculturaeconomica.com/ED_QuienesSomosHistoria.asp [Consulta: 22 de abril, 2007]. 17
económicas como políticas. El primer lugar que ocupó transitoriamente Argentina en la edición de libros en español a partir de 1946 fue paulatinamente recuperado por España desde 1962, gracias en gran parte al decidido apoyo del Estado10 (Zaid, 2007: 20). Lo anterior se debió a que no hay comparación posible entre lo que publicaban las multinacionales y lo que con esfuerzo daban a conocer las editoras culturales: éstas procuraban descubrir nuevos valores, prestándoles ayuda para acercarlos al público; mientras que las primeras atendían y atienden en exclusiva al rendimiento económico. Si bien han incorporado a sus catálogos a casi todos los títulos vendibles de los autores del boom, han dejado de prestar ayuda a las nuevas invenciones y han dejado de plantar ese indispensable y previo almácigo destinado a desarrollar futuros bosques. Como diría Ángel Rama en su momento y con lo cual es imposible no estar de acuerdo, “este cambio en las políticas editoriales no es ningún efecto de la “perversidad anticultural”, sino una imposición del mismo sistema masivo que no permite a las casas editoras sino manejar títulos con un alto margen de confiabilidad de ventas” (Rama, 1981 a: 68-69). Este notable cambio editorial obedece a la evolución del nuevo público y a las contingencias económicas y políticas que comenzaron a vivirse en América Latina. Las multinacionales del libro se abalanzaron sobre ese público masivo que creció en nuestro subcontinente, desbordando el estrecho cerco de las élites lectoras, disputándoselo a las editoras oficiales y culturales que fueron las que primero detectaron su presencia y lo atendieron. A fines de los años cincuenta y en el primer quinquenio de los sesenta, con anterioridad a la consolidación del boom 10
En 1934, de los libros importados por México, 55% (en pesos) era de España, 0.5% de Argentina. En 1939, los porcentajes cambiaron a 6% de España y 19% de Argentina. En 1946, a 7% de España y 61% de Argentina. A partir de ahí, España empieza a recuperarse. En 1951, los porcentajes fueron 32% de España y 28% de Argentina. En 1952, España publicaba 119 títulos por millón de habitantes, México 114. Diez años después, España había subido a 310 y México bajado a 101. En 1962, México publicaba 3. 760 títulos, España 12.243. El estirón de España fue exportador y basado en traducciones. En 1961, las exportaciones de libros representaron 2.53% de todo lo que exportaba, una proporción varias veces mayor que la de Gran Bretaña (0.81%), los Estados Unidos (0.50%), Francia (0.43%) y Alemania occidental (0.24%). En 1964, se publicaron en el mundo unos 380.000 libros, de los cuales 69.000 se encontraban en inglés, 39.000 en alemán, 28.000 en español y 18.000 en francés. De los libros en español, más de la mitad (15. 540, 56%) se publicó en España (Zaid, 2007: 20-21). 18
narrativo, se produjo otro que le sirvió de plataforma y que estuvo representado por la demanda masiva de libros de estudio, sobre todo de tipo universitario, por libros políticos, por libros que recuperaban el pasado nacional. Las dos mayores editoriales de Hispanoamérica lo atendieron: en México, el Fondo de Cultura Económica y en Argentina, la Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), dirigidas, ambas, por dos notables editores, Arnaldo Orfila Reynal y Boris Spivacow, quienes habiendo sido luego eliminados de la dirección de éstas, continuaron su tarea al frente de empresas privadas: Siglo XXI y Centro Editor de América Latina, respectivamente (Ibid: 69). La Colección Popular del Fondo, que extendió a un público vasto lo que ya se había intentado gradualmente con los Breviarios, así como las múltiples colecciones de libros breves, manuales y textos que EUDEBA preparó para estudiantes, y allegó al público utilizando ventas directas, fueron indicadores de ese crecimiento de una demanda sobre todo juvenil. Con ellos ingresa el pocket book o libro de bolsillo en el mercado latinoamericano con sus dos clásicas características: tiradas masivas a precios reducidos, es decir, público amplio pero de escasos recursos (Rama, 1981 a: 69). Concursos y premios: ¿estímulos culturales o incentivos económicos? El origen de los galardones literarios se remonta a la antigüedad cuando éstos eran un medio utilizado con frecuencia por los mecenas tanto para ayudar y proteger a los artistas como para su mayor gloria personal. Asimismo suponen, como viene ocurriendo desde el siglo XVI, una forma de recompensar el talento de uno o varios autores que resultaran triunfantes de una justa literaria celebrada ante el público o a consecuencia de la deliberación de un jurado convocado al efecto. No obstante, nunca han existido tantos premios como en la última mitad del siglo XX. Esto se debe a que a la función tradicional de los protectores de las letras se han incorporado los Estados y numerosas entidades públicas que los patrocinan, así como fundaciones, academias, asociaciones culturales, empresas, sellos editoriales e incluso personas privadas. En el contexto latinoamericano y más en específico, antes de iniciarse el boom como fenómeno cultural y publicitario, hubo concursos y premios organizados por editoriales, fundaciones y revistas de los Estados Unidos y no de España –como se ha venido asegurando hasta ahora- que pretendían situar en una mejor perspectiva a la novela y el cuento latinoamericanos, amén de llamar la atención del lector 19
norteamericano sobre esta narrativa. Tres concursos muy importantes que no deben pasarse por alto son: 1.- El concurso Farrar & Rinehart, celebrado en 1941 para premiar a la mejor novela hispanoamericana. Como se ha dicho anteriormente, éste concurso fue ganado por Ciro Alegría con la novela El Mundo es Ancho y Ajeno. 2.- El de 1957 patrocinado por la Fundación William Faulkner, cuyo premio fue obtenido por José Donoso con Coronación. Con este premio, por primera vez se reconoce la existencia de la nueva novela en Hispanoamérica, por cuanto El Mundo es Ancho y Ajeno es una de las últimas obras del ciclo indigenista. 3.- En 1960, la Revista LIFE en español patrocina el concurso que ganó el argentino Marco Denevi con Ceremonia secreta. (Herrera, 1990: 42-43) Otro premio importante, ya en el ámbito latinoamericano, fue el que el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes de Venezuela (INCIBA) creó en 1964 durante el mandato de Raúl Leoni, el “Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos”. Este premio ha tenido la finalidad de perpetuar y honrar la obra del eminente novelista y estimular la actividad creadora de los escritores de habla castellana. Fue entregado por primera vez en 1967 a Vargas Llosa por La casa verde. Está considerado hasta nuestros días como el reconocimiento literario de mayor prestigio del continente sudamericano. Un narrador del boom que también se hizo acreedor a él fue García Márquez en 1972 por Cien años de Soledad.11 Desde luego, el premio que por excelencia se une al boom es el auspiciado por la editorial española Seix Barral. El 14 de junio de 1958, en Sitges (Barcelona), se falló el “Primer Premio Biblioteca Breve de Novela en Lengua Española”, que tomaba su nombre de la colección Biblioteca Breve, ininterrumpida hasta hoy, y la más característica de Editorial Seix Barral. Los rasgos distintivos de este premio, que lo singularizaban respecto a todos los otros que entonces se fallaban y hoy se fallan en el ámbito hispánico, se desprenden claramente de las declaraciones que, en ocasión de aquel primer veredicto, emitieron los miembros del jurado. Para Víctor Seix, director de la Editorial Seix Barral, la misión del premio es estimular a los escritores jóvenes para que se incorporen al 11
Fuente electrónica: [Consulta: 22 de abril, 2007].
http://www.ojanguren.com/premios/romulo.html 20
movimiento de renovación de la literatura europea actual”. Para el director literario de Seix Barral, Juan Petit, “su principal interés reside en que debe concederse a una obra que por su temática, estilo o contenido represente una innovación». Y para el director de Biblioteca Breve, Carlos Barral, se aspiraba a que la obra «se cuente entre las que delatan una auténtica vocación renovadora o entre las que se presumen adscritas a la problemática literaria y humana estrictamente de nuestro tiempo”.12. Estas declaraciones, complementarias en todo caso y en gran medida coincidentes, señalan un camino que definió toda la trayectoria del premio. En aquella primera convocatoria, recayó en Las afueras, del narrador local Luis Goytisolo, y en la siguiente en Nuevas amistades, del también español Juan García Hortelano, para quedar desierto en 1960, aunque la obra finalista que obtuvo mayor número de votos fue Encerrados con un solo juguete de Juan Marsé. En 1961, era premiada Dos días de setiembre de J. M. Caballero Bonald. Y aunque parecía que la casa barcelonesa continuaría premiando a sus coterráneos, en 1962 Mario Vargas Llosa se convierte en el primer latinoamericano en recibirlo por La ciudad y los perros. A él le seguirían el mexicano Vicente Leñero con Los albañiles, el cubano Guillermo Cabrera Infante por Tres tristes tigres; interrumpiéndose en 1965 con la premiación de la obra Últimas tardes con Teresa del ya finalista cinco años atrás, Juan Marsé. Sin embargo, la carestía latinoamericana llegaría a su fin dos años después con el galardón obtenido por Carlos Fuentes con Cambio de piel, novela que debido a la censura se publicó en México pero no en España. Hasta ahí la preeminencia de los premios españoles que permitirían “universalizar” nuestra literatura, es decir, catapultar la narrativa de los escritores del boom a lo que investigadores como el argentino Claudio Maíz han denominado la República Mundial de las Letras (Maíz, 2005). Las editoriales latinoamericanas, por su parte, fueron ajenas a esta “novedosa” forma de incentivar y/o estimular a la nueva producción literaria hispanoamericana; a excepción del Premio Literario Emecé, instituido en 1954 por esta editorial argentina y que en sus inicios homenajeó a narradoras como Beatriz Guido, Griselda Gambaro, María Esther de Miguel, María Granata y Angélica Gorodischer. Esto pudo haber sido una consecuencia de lo que Carlos Barral y Benito Milla (quien dirigió Alfa de Montevideo y Monte Ávila de Caracas), argumentaron durante el Coloquio del Libro convocado por la editorial 12
Fuente electrónica:http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/b_breve.html [Consulta: 22 de abril, 2007]. 21
oficial Monte Ávila, celebrado en Caracas en 1972. El primero sostuvo que cualquier editorial mediana o pequeña no podía financiar una inversión publicitaria desmedida porque los márgenes del negocio editorial no se lo permitirían y que incluso una serie de avisos en diarios o revistas tampoco era capaz de asegurar el consumo masivo de un libro. Mientras que el segundo afirmó reiteradamente: “No se puede pagar la publicidad para un producto que no es de circulación masiva”, agregando: “[…] cuando un libro se conoce más allá del ámbito normal de los lectores es, casi siempre, por razones extraliterarias” (Rama, 1981 a: 72). El proceso de estas editoriales culturales se remitía y enfocaba entonces, en el lanzamiento de los nuevos autores narrativos y su divulgación. El premio fungía como aliciente, pero también como una garantía de la crítica de que la obra tenía calidad, motivaba el interés en la obra y en su autor, le otorgaba valía y justificaba la inversión económica de su compra y el empleo del tiempo libre en su lectura. El lector latinoamericano en los sesenta y la nueva narrativa Asegura Emir Rodríguez Monegal que el más importante de los caminos de reconocimiento de un autor es el que parte del lector. Un premio, una propaganda nacional o internacional, una conspiración de agencias internacionales, el trabajo de un grupo dinámico de industriales, puede asegurar que una obra sea publicada, distribuida y vendida, pero no puede asegurar que sea leída. Es imprescindible, entonces, destacar el hecho de que después de la Segunda Guerra Mundial aparece en Latinoamérica una nueva generación de lectores que por su número y por su dinamismo, es una de las causas determinantes del “boom” (Herrera, 1990: 35-36). La guerra en Europa trajo a América un grupo de intelectuales determinantes para nuestro continente: escritores españoles refugiados como Rafael Alberti y León Felipe; editores como el ya citado Guillermo Losada; profesores como Américo Castro y José Gaos. Todos ellos impulsaron un verdadero renacimiento cultural en el continente. La generación de lectores que se formó en Latinoamérica a partir de los años cuarenta tuvo a su alcance más universidades, más bibliotecas, más librerías y, especialmente, casas editoras que, además de traducir la cultura universal, fomentaron la cultura nacional y latinoamericana. Como ejemplos del fenómeno hemos de recordar que en México tanto Juan Rulfo, con Pedro Páramo (1955), como Carlos Fuentes con La región más transparente (1958), se convirtieron en éxitos de crítica y de venta. Mientras que en Argentina, Borges, considerado 22
hasta entonces como un autor extranjerizante y esteticista que sólo interesaba a un pequeño grupo, fue puesto al alcance del público gracias a las publicaciones de Editorial Emecé (Ibid: 36). Por otra parte, se pasó de un pequeño grupo de revistas de escasa difusión (Sur, Contemporáneos, entre otras) a la publicación de suplementos literarios en periódicos de gran circulación como Siempre en México, El Nacional en Caracas y La Gaceta de Tucumán en Argentina. Estos hechos propiciaron precisamente la formación de una nueva generación de lectores, sin la cual el boom no hubiera podido ser. Esta ampliación en el tipo y tiraje de publicaciones periódicas y libros obedece fundamentalmente a un incremento en las tasas de alfabetización de la población. En el siglo XIX sólo una de cada diez personas en el mundo sabía leer y escribir. A mediados del pasado siglo el analfabetismo afectaba a la mitad de la población mundial que, en aquel entonces, rondaba los 3 000 millones de habitantes. A partir de ese momento, por iniciativa de los gobiernos locales e instituciones eclesiásticas -para el caso de América Latina la Compañía de Jesús tiene un rol determinante-; los índices oficiales de alfabetización aumentaron, aunque de manera más significativa entre 1950 y1970. Así es que, si en 1950 la tasa de alfabetización mundial era de un 56%, en 1970 ésta se había incrementado hasta llegar a un 70%.13 Como efecto de la alfabetización, en los años sesenta el subcontinente había experimentado los más elevados índices de crecimiento educacional del mundo. La estructura de varios sistemas educativos latinoamericanos había sido reformada como respuesta a movimientos estudiantiles-docentes que demandaban más y mejor educación en representación de las grandes capas sociales que aspiraban con acceder a los niveles superiores. Esto ocurrió desde Tlatelolco hasta la reforma argentina de 1973. Se difundieron las universidades 13
Las teorías de Paulo Freire, su pedagogía del oprimido, y su método de alfabetización popularizado a partir de los años 60 tuvieron una enorme influencia para la teoría y la práctica de la alfabetización no sólo en su país o en la región, sino en el mundo entero. Documento electrónico: Alfabetización, puerta del conocimiento. Informe de Entreculturas (organización no gubernamental promovida por la Compañía de Jesús que trabaja por la educación y el desarrollo de los pueblos en América Latina, África y Asia) y Unesco sobre Alfabetización a nivel mundial. Disponible en: http://www.entreculturas.org/publicaciones/estudios_informes/alfabetizacion_pu erta_del_conocimiento[Consulta: 08 de mayo, 2007]. 23
pedagógicas; se descentralizaron los grandes planteles universitarios creando subsedes en zonas periféricas de varias ciudades; se crearon universidades chicas en ciudades del interior de algunos países; se realizaron experiencias de educación media superior como los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) de México. Costa Rica introdujo una reforma que la colocó entre los países con mejor educación de la región. Las transformaciones afectaron también modalidades marginadas como la educación de adultos y la indígena (Puiggrós, 1999). El conjunto de reformas introducidas en la época preparaban a los sistemas educativos para lo que entonces se enunciaba como “los grandes cambios producidos por la ciencia y la técnica”, adecuaban los procesos de enseñanza-aprendizaje a los nuevos desarrollos epistemológicos y articulaban a las escuelas con las demandas políticas y sociales. (Ibid). Esta suma de hechos también propició principalmente en México, Chile y Argentina la formación de una conciencia pública en una masa creciente de gente que disponía de conocimientos básicos de educación y, por ende, llegó a estar más interesada en comprar y leer libros de producción local, fundamentalmente de tipo literario. De esta manera la literatura iba poseyendo una función puente entre el escritor y sus lectores, entre literatura y realidad, entre el autor y su contexto nacional, regional y social. Si por un lado los lectores extranjeros en Europa y Estados Unidos compartían cada vez más este deseo de valerse de nuestra literatura como una de las posibilidades de conocernos mejor en muy diversos planos; por otro, los lectores latinoamericanos, en cuya propia casa nace la literatura del boom, llegaron a descubrir por medio de estos libros a partir de los años sesenta, como dice Marga Graf en su artículo “El lado de acá”: Los autores del boom y el discurso literario y cultural en Hispanoamérica-, un nuevo “sentimiento de la realidad”. 1.4 La crítica literaria frente a la narrativa del boom El número de quejas contra el boom es incalculable y se inicia poco después de su estallido. Uno de sus primeros críticos fue el político y educador peruano Luis Alberto Sánchez, quien identificaba una crisis en el entorno sociopolítico de su tiempo que se reflejaba en la serie de novelas de los cincuenta y principios de los sesenta, que registraban una escritura artística cosmopolita. El crítico veía esta producción como una desleída imitación de los modelos vanguardistas europeos o norteamericanos, por lo que arremetió frontalmente contra sus autores y otros críticos, entre ellos Ángel Rama, por haber apoyado productos que 24
él consideraba frívolos y socialmente irresponsables. Un fragmento de su requisitoria define bien su posición y la de un sector del público: A mi entender, la generación de Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, José Revueltas, Julio Cortázar, Lino Novás Calvo y algún otro, ha ido demasiado lejos en el desempeño de renovar la técnica, y varios de ellos han dado en un mimetismo que resta originalidad y vigor a sus obras. Me doy perfecta cuenta de que los tres últimos, por la edad, pertenecen a una generación anterior a la de Rulfo, Fuentes y Vargas Llosa, y que la tarea novelística de Novás Calvo y Revueltas antecedió en no pocos años a la de los otros con ellos agrupados. Pero a despecho de la cronología, creo que a todos los emparenta el afán de renovarse siguiendo patrones importados. Cortázar, Rulfo, Fuentes y Vargas Llosa, son los cuatro narradores más loados por la crítica que en América existen hoy. Rayuela, por ejemplo, ha sido proclamada, “el Ulysses latinoamericano” y un comentarista tan culto y talentoso como Carlos Fuentes no ha titubeado en encimar al autor hasta colocarlo a la diestra de Rabelais, Sterne y Joyce, y aun parece sugerir que los supera. Tales hipérboles se me antojan subjetivas e inadmisibles, porque Rayuela, a despecho del innegable talento y cultura del autor, es lo que los mexicanos llaman un “refrito”, es decir, un “popurrí” de calcos que la convierten en auténtico “pastiche” (Rama, 1981 a: 73-74).
Esta posición mide cabalmente el cambio de percepción estética en que se sitúa la nueva novela. Con signo contrario fue homologada por los defensores, quienes para caracterizarla la enfrentaron a la novela regionalista latinoamericana (Azuela, Rivera, Gallegos) estableciendo así una dicotomía gruesa que oponía dos poéticas bien disímiles, y más aún, dos estilos. Y con ese subrepticio deslizamiento tan habitual en las polémicas generacionales donde lo nuevo, por su mera existencia diferencial, aparece mejor que lo viejo y el estilo epocal emerge como suficiente garantía de la excelencia artística. Pero ese enfrentamiento, que se puede seguir en los escritos de Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa, altera la verdad histórica y tiende a presentar como exclusiva invención de los años sesenta lo que venía desarrollándose en las letras latinoamericanas desde la generación vanguardista de los veinte y nos dotó de una serie de narraciones que muestran búsquedas en cuyo cauce se asienta la producción del boom y la que ha ido sucediéndole hasta nuestros días (Ibid: 76). Ahora pues, hemos de considerar una segunda crítica proveniente de uno de los intelectuales que apoyaron decididamente a la nueva narrativa, habiéndole consagrado un libro de amplia repercusión, tanto en 25
español como en inglés. Se trata de Luis Harrs, crítico y narrador, quien junto con Bárbara Dohmann publicó en 1966 el libro Los nuestros que bajo el título, Into the mainstream apareció al año siguiente en inglés. Partiendo de entrevistas personales a diez escritores, estableció ensayos críticos y biográficos que ofrecían un panorama cuidadoso de los plurales caminos de la narrativa latinoamericana. Contrariamente, en la tercera edición española de su libro, de 1969, agregó un “Epílogo con retracciones” para revisar críticamente las últimas producciones de los autores por él tratados, agregando: En cuanto a lo que ha dado en llamarse el “boom” de la literatura latinoamericana, -un fenómeno, se está viendo ahora, que tiene más que ver con una revolución editorial y publicitaria, que con un verdadero florecimiento creativo –sigue su curso, no siempre brillante, pero frondoso, con su cuota de éxitos y fracasos, como toda empresa diversificada en que se mezclan el talento y la inercia. En la multiplicación de los planes no faltan ni los fraudes ni los parásitos disfrazados de émulos, ni las promesas incumplidas. Las trenzas de intereses de antes, que en un momento de euforia parecían superadas, han sido remplazadas por las camarillas de hoy. Las acciones simplemente han cambiado de manos. La fama rápida y la falta de criterio van juntas, haciendo peligrar constantemente el sentido crítico del que tanto necesita una joven literatura para darse su justo valor. Ya abundan –gracias, en parte, al analfabetismo de las revistas de difusión, que están en la onda- las falsas alarmas, los seudoacontecimientos y las reputaciones infladas (Harrs y Dohmann, 1969: 12-13).
El anterior es un texto severo que ya a la altura de 1969 registraba la ola de confusionismo y ligereza que rodeaba al mencionado boom, viéndolo como un ambiente propicio para encaramar cualquier subproducto literario y, lo que resultó más perjudicial, parece instituir el “bestsellerismo” como la meta a codiciar por cualquier nuevo narrador. Quizá hayan sido los productos frívolos e imitativos que en los últimos años de los sesenta fueron inflados por las que Harrs llama “revistas de difusión que están en onda”, los que expliquen la severidad de su juicio. Efectivamente, en ese momento desbordante se vivió una suerte de “modistería de la narrativa” que se aplicaba a lanzar todos los años “novísimas modas” y decretaba simultáneamente la muerte artística de las que habían sido puestas en el mercado el año anterior. Fue una suerte de zambullida en el nihilismo de la moda, jugando desaprensivamente con las aporías de la vanguardia, la cual otorgó su peor perfil al boom y generó el rechazo de las jóvenes generaciones (Ibid: 76-77). 26
Un tercer tipo de críticas es la que procede de los propios narradores. Coincidiendo con las diversas represiones que se dirigieron al movimiento, varios escritores, que integraban las listas del boom, tomaron distancia respecto al fenómeno. Lo hicieron Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier. Fue este último quien se explicó largamente en su visita a Caracas en 1976: Yo nunca he creído en la existencia del boom […] El boom es lo pasajero, es bulla, es lo que suena [...] Luego, los que llamaron boom al éxito simultáneo y relativamente repentino de un cierto número de escritores latinoamericanos, les hicieron muy poco favor, porque el boom es lo que no dura. Lo que pasa es que esa fórmula del boom fue usada por algunos editores, con fines más o menos publicitarios, pero yo repito que no ha habido tal boom. Lo que se ha llamado boom es sencillamente la coincidencia en un momento determinado, en el lapso de unos veinte años, de un grupo de novelistas casi contemporáneos, diez años más diez años menos, los más jóvenes veinte años más veinte años menos, pero en general son todos hombres que han pasado, que están entre 40 y 60, más o menos y alguno que está alcanzando esa edad.
Es importante destacar que la definición de parámetros (escritores, estéticas, etcétera) para “comprender” esta nueva forma de hacer literatura provino del mismo grupo de narradores del boom y cobró forma como contra respuesta en el connotado texto de Carlos Fuentes, La nueva novela hispanoamericana publicada por vez primera en 1969. De este modo quedan planteadas las distintas posiciones asumidas respecto al boom en los más variados ámbitos. Las positivas de algunos narradores implicados; las de los editores, procurando reconstruir la situación en que operaron; y las de críticos o narradores que desde diversos ángulos le formularon reparos en diversos momentos. Pueden ser ampliadas con muchas otras, pero son suficientemente representativas. 1972. El año que cayó el telón: fin del boom El 68, como ya se sabe, fue un incendio de la imaginación juvenil. Surgido en Estados Unidos y Europa Occidental, contagió instantáneamente el resto del mundo, demostrando hasta qué alto grado había llegado la intercomunicación del planeta y la coparticipación de los sectores jóvenes y aun adolescentes en esperanzas comunes que a ellos les llegaban por la extensión desmesurada y la acción inmediata que habían conquistado los medios de comunicación de masas. Fue un auténtico test sobre una implícita solidaridad internacional, fuera de los 27
parámetros preexistentes de partidos, doctrinas, religiones, agrupando de manera distinta e imprevisible a fuertes sectores de la juventud. En cada región las llamas se colocaron con los materiales propios e internos a ellas, de tal modo que en América Latina el movimiento aceleró los reclamos contra los poderes regresivos, esclerosados o francamente dictatoriales del momento.14 Tras el 68, vinieron muy distintos comportamientos políticos y culturales en nuestro continente, independientemente de las inflexiones doctrinales de cada una de las naciones, se presenció la consolidación del poder centralizador, en lo que puede percibirse como un contragolpe del universal movimiento conservador que aun antes que en las metrópolis se ejerció sobre las periferias. Donald L. Shaw considera que una de las causas del agotamiento del fenómeno de masificación literaria, conocido como el boom latinoamericano, comienza en éste momento, además de que durante su vigencia se había comenzado a manifestar lo que más tarde se denominó “una crisis de representación”, dada la tendencia de ciertos escritores del boom a cuestionar su propia capacidad de observar, describir e interpretar la realidad mediante el empleo acrítico del lenguaje referencial. A ello se incorporaron las condiciones de explotación económica en que vivían numerosos sectores de la población de varios países latinoamericanos, las atrocidades que acompañaron al pinochetazo, la Guerra Sucia en Argentina y Uruguay y las luchas en Centroamérica, que produjeron una inevitable reacción que se tradujo en la forma de narrar, retomándose en cuantiosos casos la tradición de la narrativa “cívica”, de protesta y denuncia, renaciendo así la literatura testimonial. (L. Shaw, 1999 b: 253) El debate final del boom tuvo que ver con su “misteriosa” extinción. Para 1972 críticos, estudiosos y editores comenzaban a comentar su muerte, pero sus miembros seguían publicando y nuevos escritores y nuevas obras importantes continuaban apareciendo. Para algunos críticos, como el uruguayo Ángel Rama, base referencial para el presente trabajo, la lectura de la muerte del boom es un cambio más en la dinámica que el mundo editorial hispanoamericano había venido padeciendo desde los últimos seis años (1966), y cuyo eje ahora se implantaba en Barcelona.
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Fuente electrónica: http://www.letraslibres.com/index.php?art=9023 [Consulta: 08 de mayo, 2007]. 28
En 1972, finiquitado el boom con la publicación de Historia personal del “boom” del chileno José Donoso15 al que le antecedieron trabajos de críticos como Luis Harss, Jean Franco, Jaime Mejía Duque, comenzaría un nuevo momento en las letras latinoamericanas, el denominado posboom o momento de la novela testimonial o la non fiction novel. Para Ángel Rama en Novísimos Narradores Hispanoamericanos en Marcha (1964/1980), la novela testimonial “resultaría un instrumento insustituible para abordar literariamente la represión política y social que caracteriza a la década de los setenta” (Rama, 1981 b: 18). La enorme producción literaria estrictamente testimonial se abre con La noche de Tlatelolco (1971) de Elena Poniatowska en México. Novela y testimonio se combinan en este tipo de prosa en tan variadas dosis que se llegan a borrar los límites genéricos y se promueven nuevas perspectivas de la narratividad. Sin embargo, lo testimonial no es el único ítem que imperaría en el posboom; también habría una invasión de los temas sexuales en esta narrativa. Dice Rama al respecto: Toda mojigatería parece haber desaparecido, aunque podamos sospechar que ha sido remplazada por una voluntariedad que se ha entregado a otra condición: la novelería. Esta pretende agotar las mil combinaciones posibles del tema, trabajando sobre un recurso (la provocación) cuya misma intensidad va acompañada de precariedad y cancelación, sobre todo en aquellos casos en que no alcanza otra funcionalidad artística o cultural que la derivada del mero impacto circunstancial (Rama, 1981 b: 30).
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En Historia personal del “boom” (1972), José Donoso, valiéndose de la autobiografía, da cuenta de las características del fenómeno atendiendo a lo que fueron sus causas “estrictamente literarias” (Op. cit.11-12); destacan el papel de las editoriales, los antecedentes e historia de la novela hispanoamericana y la conformación de un nuevo público lector. La principal meta del texto parece haber sido despejar las dudas sobre el mito que se cernió sobre el boom al ser considerado por un amplio sector de la crítica como un producto de la moda y la publicidad. Cabe aclarar que el valor del texto como documento histórico que brinda luces sobre el fenómeno del boom –término ante el cual Donoso se muestra escéptico e incluso molesto-, se complementa al anexarse en su edición de 1987 el ya mencionado apéndice escrito por la esposa del narrador, María Pilar, El “boom” doméstico, donde se relatan las causas “extraliterarias” que permitieron el surgimiento y la consolidación del proyecto y, de igual manera, las tensiones entre los miembros del grupo y sus intereses personales que pudieron haber sido determinantes para la crisis y el fin del mismo. 29
Juan Armando Epple, académico y cuentista chileno citado por Donal L. Shaw en Nueva narrativa hispanoamericana: boom, posboom y posmodernismo, resume en tres las características fundamentales de las obras del posboom: 1. la parodia de los géneros literarios y los códigos oficiales del lenguaje, 2. la caracterización protagonista del estrato adolescente y juvenil de la sociedad y, 3. la incorporación a la textualidad narrativa de la expresividad poética, como forma natural del decir. Pero sin lugar a dudas, el elemento más importante es la referencia al estilo de vida de los jóvenes como tema prominente en la novela y el cuento de este periodo (L .Shaw, 1999 b: 264-265). Los narradores más jóvenes llevan hasta sus últimas consecuencias el anti-realismo desplegado por los del boom; hay cada vez una mayor libertad de construcción de la obra y un mayor énfasis en lo lúdico. Así, se escriben novelas alegóricas que logran revelar hasta los aspectos más desconocidos de la realidad por medio del humor negro, el lenguaje vulgar, los elementos de la cultura “pop” (que ya para entonces es bien conocida en muchas capitales de América Latina) y la sobrevaloración del sexo. Hay un total rechazo a toda clase de solemnidad y una frescura y espontaneidad que nunca antes se había utilizado. En palabras de Emmanuel Carballo, “los novelistas de la “onda” entre risotadas y palabrotas, dinamitan todo lo que antes se consideraba sagrado” (Herrera, 1990: 22-23). La esfera de la realidad que prefirieron elaborar estos escritores fue el mundo de la infancia y de la adolescencia, -como ya hemos dicho-; al estilo del Alfredo Bryce de Un mundo para Julius (1970), del Reinaldo Arenas de Cantando en el Pozo (1982) o del Gustavo Sainz de La princesa del palacio de hierro (1974) y de Compadre Lobo (1977). En estos relatos se representan destinos juveniles y la conciencia del adolescente se convierte en perspectiva para interpretar la realidad. Esta interpretación se extiende hasta el mundo del adulto, con su rechazo o sin él, pero siempre buscando la autodestrucción. ¿Un nuevo fenómeno de masificación en la narrativa? Para nuestro subcontinente, la década de los ochenta pasó a la historia como “la década perdida”. Las constantes crisis económicas, la entrada pujante del neoliberalismo, la caída del Muro y sus implicaciones en el sistema socialista cubano y la suspensión de los movimientos sociales hicieron eco en la actividad artística, intelectual y literaria. Estudiosos como el norteamericano Donal L. Shaw consideran que este momento fue de estancamiento para la narrativa latinoamericana. Lo comercial imperó sobre la calidad estética y literaria de las obras; de ahí 30
que una novela como La Casa de los Espíritus (1982) de la chilena Isabel Allende, la cual conjugaba elementos del realismo mágico y de la narrativa testimonial tan en boga, haya sido un incuestionable triunfo de ventas (L .Shaw, 1999 b: 260). Pese a los numerosos argumentos que han pretendido reafirmar o refutar esta tesis, lo cierto es que la década de los noventa se presentaba como el tiempo-espacio para las oportunidades tanto de renovación literaria como de reconocimiento y éxito comercial de los escritores. Justo cuando media la década, aparece una primera afirmación del camino por el que transitan los nuevos narradores, sus expectativas creadoras y sus críticas hacia lo que la filosofía y la sociología han designado como la posmodernidad. Así, en 1996, los chilenos Alberto Fuguet y Sergio Gómez congregan bajo el título de McOndo una serie de cuentos de jóvenes escritores latinoamericanos y españoles que retratan el ritmo vertiginoso de la vida en las ciudades cada vez más cosmopolitas de Nuestra América y que, simultáneamente, hacen una crítica al realismo mágico y a la narrativa creada por Gabriel García Márquez. Sin embargo, el proceso de renovación cultural y literaria de alerta por el fin de siglo y milenio, no pararía ahí. A esta antología se sumaría una más, Líneas aéreas (1999), compilación realizada por el académico español Eduardo Becerra y que congrega en sus páginas los relatos de 70 narradores latinoamericanos, menores de 40 años, consolidados en sus países o prometedores valores de las letras subcontinentales. Debido a la edición y promoción del texto desde España, al eco y la crítica de los que ahí tenían voz y de los que habían sido relegados, fue que el tema del boom de los sesenta renació y con él la idea de un “baby boom” o un nuevo boom. La creación literaria y el mercado en tiempos de globalización y neoliberalismo llevan a considerar lo que sobre el nuevo boom han dicho la prensa, los críticos, los editores y narradores, desde la edición de McOndo hasta nuestros días. La comparación entre este boom y el de los años sesenta es atrayente y necesaria para los estudios de literatura y cultura. De ahí que la multidisciplina provee un conjunto de herramientas ad hoc para estudiar este vínculo indisociable entre literatura, cultura y sociedad desde un proceso que comprende las esferas de producción, circulación y consumo y que competen a todo bien económico y simbólico, como es el caso de la narrativa latinoamericana. Variables de lo estético, lo literario y lo comercial son los ejes que a primera vista permean el análisis y la discusión sobre la obra literaria y sus creadores en este momento histórico. 31
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De Gabriela Polit♥ CARTA A JULIA URQUIDI A PROPÓSITO DEL NOBEL A MARIO VARGAS LLOSA 14 de octubre de 2010
Querida Julia:
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Gabriela Polit, especialista en letras y oriunda de la República de Ecuador, socióloga y doctora en filosofía, en la actualidad desarrolla sus actividades académicas y de investigación en Austin, Estados Unidos, donde es catedrática de la Universidad de Texas. Es autora, entre otros trabajos, del libro Cosas de hombres (2007), ed. Viterbo, Buenos Aires. Es integrante de la red internacional sobre el fenómeno del narcotráfico a través de la Cátedra de la UNESCO, con sede en el IIS de la UNAM 34
Al enterarme de que su sobrino y ex marido Mario Vargas Llosa recibió el Premio Nobel de literatura, no pude sino acordarme de usted. Disculpe la torpe ocurrencia, pero es que al juzgar por las confesiones en la ficción y en la autobiografía de su sobrino, o mejor dicho, de su Ex, ya que el prefijo destaca una relación terminada, usted ocupó un lugar muy importante en la vida literaria de Mario. Por eso pienso que es la persona con quien puedo compartir mis inquietudes. Julia, mal que le pese, su Ex es uno de los mejores narradores latinoamericanos de los últimos tiempos. Para quienes hemos leído su obra con algún orden cronológico, conocemos que su mejor literatura empieza en los 60 y termina en el 93. También sabemos las dos que desde que incursionó en la vida política profesional, cuando decidió postularse a la presidencia de su país, su vuelo fue como el de Ícaro. Su esposa Patricia, se lo advirtió. Pero los hombres, Julia, y usted sabe eso muy bien, tienen una selectiva deficiencia auditiva. El dijo que haría política por una razón moral. Patricia sabiamente tradujo la grandilocuente frase de Mario en términos más simples: “Fue la aventura…de escribir, en la vida real, la gran novela”. No es invento mío Julia, el mismo Mario lo escribe en la página 46 de su autobiografía. Como yo, imagino que usted reconoce que en los libros escritos hasta el 93, su literatura se destaca por mostrar de manera incisiva, con gran prosa e inteligentes tramas, las relaciones de poder entre el oficial del ejército y la prostituta; entre el hombre rico y su amante chofer de origen afro; entre la chola de clase media y el burócrata ambicioso; contando la vida cotidiana de la política. También explora la relación de amor entre un joven promesa y su tía, la de odio entre el hijo y el padre. Estas historias, Julia, son tan universales como profundamente peruanas. A ese Perú clasista, mestizo, racista, machista quizá nadie lo narró tan bien. Pero la experiencia política de su Ex, resultó antiliteraria en un sentido muy Borgeano. Borges decía que la realidad imita a la literatura. Pero Mario no tuvo esa suerte. Él, que había incursionado con minucia en la mente de personajes tan arraigados en la realidad de su país, no supo hacer suyos los votos de la gente. La literatura le hizo un quite cuando le dio la victoria política a un contrincante que hablaba peruano con acento extranjero y sabía tanto del Perú como su Ex de Ingeniería. Ese paradójico fracaso político, sin embargo, acercó a nuestro Ícaro al sol y al calor de su llamas se perdió el mejor fuego de su ficción. El pez en el agua parece ser el umbral entre sus grandes obras y las demás. El pez…es la historia de su vida pública, la de político 35
fracasado que justifica su pérdida en el relato autobiográfico y la de quien cuenta su genealogía como escritor. Comienza a los 10 años cuando el padre aparece para reclamar el lugar junto a la madre, obligando al pobre Mario a vivir el complejo de Edipo al revés. Quizá por eso es que su Ex tiene tanta aversión al psicoanálisis. Ha vivido contra la corriente de una teoría cuyo flujo es uno de los más caudalosos de la cultura moderna. ¿Se deberá a eso su terca manía de narrar el poder? En El Pez…Mario nos cuenta que de la mano dura del padre se hizo hombre y, desafiando su mirada homofóbica que veía en la pasión por las letras el indefectible afeminamiento de su hijo, se hizo escritor. Disculpe la intromisión. Pero a pesar de que él se empeña en ver así ese paso enorme que le significó desobedecer al padre y escribir, yo siempre percibí en ese gran paso, su mano Julia. Debe ser porque en este mundo todavía son los hombres los que ponen los pies y las mujeres las manos. La valentía para confrontar a Ernesto, ese padre abusivo y maltratador, tenía que venir de una prueba contundente de hombría. Y esa prueba fue usted, querida. Sin usted Mario jamás hubiera sido escritor. En ese universo autoritario y violento del padre, viniendo de ese micro mundo tan chauvinista como el colegio militar, no creo que el joven Mario se hubiera atrevido a ningún desafío si no tenía a su lado una hembra que simbólicamente le probara la hombría. Y usted Julia, además de encantadora e inteligente, le llevaba trece años de experiencia a ese muchacho. ¡Por supuesto que lo llevó de la mano! Quizá eso también explica esa obsesión con prostíbulos, con la búsqueda de experiencias sexuales que avalen a sus personajes como hombres, y los acrediten como agentes de la política, del Estado, del ejército. La frustración con la política quizá se condense mejor en ese amor homosexual de Cayo Bermúdez con su chofer. Sólo desde ese universo homofóbico y machista desde el que narra Mario, puede servir la homosexualidad para representar el mundo abyecto de la política. Por su puesto, sé que en términos de su Ex la definición sería la contraria: representar la frustración política con el acto abyecto de la homosexualidad. Disculpe Julia, que lleve las reflexiones del premio Nobel al campo de la sexualidad y el género. Pero usted más que yo debe reconocer que no es un capricho mío, sino que por el contrario, es su propio sobrino quien se sirvió de las diferencias entre los géneros para narrar magistralmente el poder. Pocos personajes me hicieron reír tanto como Pantaleón. Mario comprendió que el poder, la autoridad, la sexualidad y el deseo son indispensables para reír. Y no me va a decir, Julia, que la sensualidad de 36
los encuentros de Panta con Olga Arellano tienen algo en común con el erotismo de manual con el que su Ex experimenta en Los cuadernos de Don Rigoberto. A eso me refiero cuando le digo que Mario hizo buena literatura hasta el 93. No quiero repasar los títulos de las obras que ha publicado desde entonces, aunque unas fueron mejor logradas que otras. Quizá la suspicacia para narrar el Santo Domingo de Trujillo resultó persuasiva para muchos, o la vida de Flora Tristán. Pero convengamos que su Niña Mala viajando por el mundo, es más una novela de folletín. Lo cierto es Julia, que son estas novelas y el Mario de los últimos veinte años, lo que me impulsa a escribirle esta carta. El premio regresa a esta esquina de la lengua después de veinte años. En 1990 lo recibió Octavio Paz, en el 89 Camilo José Cela, pero a mí el Nobel de Mario me recordó a Gabriel García Márquez. Quizá porque los dos pertenecieron al mismo campo literario que puso a las letras latinoamericanas en un radar de consumo más amplio. Quizá también por la mezquina idea de que finalmente a Mario le llega el momento de revancha. Y aquí va a tener que perdonarme Julia por la imprudencia, ¡pero qué diferencia, querida! No hablo de la calidad narrativa, porque para serle honesta, y aunque a los suecos le suene a sacrilegio, los premios no reconocen solamente calidad. Si así fuera, tardaríamos años elaborando reclamos de imperdonables olvidos y extremas generosidades. Así que dejemos eso de la neutralidad de lado. La diferencia de la que hablo querida Julia, es la de los tiempos que corren. Cuando le dieron el Premio a García Márquez en 1982, todavía teníamos fe. Celebramos la celebración de Macondo porque sentíamos la necesidad de que terminaran los regímenes autoritarios, porque aunque habíamos dejado de creer en Cuba, Nicaragua nos había nacido; porque la violencia que azotó a Macondo venía de verdugos identificables, y porque creíamos que el tiempo de esos verdugos llegaría pronto a su fin. El premio fue una señal de que esa fe tenía sentido. Sí Julia, sé que usted me dirá que al describir así la celebración del premio confieso ser una hereje en el sagrado territorio literario, y lo admito. Es la malsana tendencia a idealizar el pasado, pero le confieso Julia, que en esos años hasta creía en la ecuánime objetividad de los jurados y la sabia neutralidad de la Academia. Ahora son otros tiempos. Ya no tengo la misma fe, y para serle honesta, mi reacción cuando escuché que su Ex recibía el premio que él tanto ha codiciado, fue de perplejidad. Me alegré, sí, pero no por las razones que nos dan los periódicos, los críticos literarios, las instituciones, esos discursos del reconocimiento a la lengua castellana; 37
del tributo a la gran narrativa latinoamericana, o específicamente a la peruana. No. Todas esas colectividades a las que se pertenece o no, no hacen que se pueda sentir el premio como propio. Lo que hace que un premio sea compartido son lo ideales. Por eso es que este Nobel es de Mario Vargas Llosa y de nadie más. Y si hubo alegría en mí, fue por él. Julia, el mundo ideal de su Ex, sobre el que escribe con asiduidad en El País, y para el que reclama la expansión de libres mercados, la privatización de los servicios, criticando las acciones de los estados, es muy distinto al mundo que yo aspiro. El celebra la expansión económica de Perú sin reconocer los enormes costos sociales, sin mirar los escombros de una memoria resquebrajada, ni la herida traumática en la gente por tanta muerte impune que dejó la guerra contra el terrorismo. En ese mundo de Mario, querida Julia, los premios sólo pueden ser individuales. Ese es el motivo que no me permite celebrar con euforia a su Escribidor. Créame que reconozco en usted el tesón, y en Mario el trabajo prolífico y sesudo, digno de muchas distinciones. Pero para que yo pueda celebrar ese premio como he celebrado otros, tendría que sentirlo un poco mío, y no puedo. Supuse, querida Julia, que a usted, por razones distintas, le pasaba lo mismo y por eso decidí escribirle. Usted como ex esposa de Mario, yo como su lectora, tenemos en este momento algo en común. Pero ya la he abrumado bastante. Le pido disculpas si en algo la ofendo, o si he sido imprudente. Le he escrito con la vehemencia de quien necesita compartir inquietudes. Si en algún momento decido brindar por Mario y por ese galardón que ha recibido, pensaré en usted Julia, en esa mano de mujer sabia que lo ayudó a convertirse en el gran escritor que es. Con profunda admiración, Gabriela POLIT DUEÑAS
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JOSÉ MARTÍ: UN HOMBRE ÉPICO
Felipe MENDOZA•
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Escritor. Realizó la licenciatura en Letras Hispánicas en la UAS y la maestría en Literatura Mexicana, en la UNAM. Es autor de varios libros de poesía y fue becario de FOECA. 39
La figura integral de José Martí ha permitido diversos y variados artículos y estudios, desde múltiples visiones, todo porque nuestro hispanoamericano es un hombre polifacético: poeta, pedagogo, político, activista revolucionario, periodista, filósofo, educador. Muchas verdades a medias o mentiras completas se han tejido alrededor de la figura emblemática de nuestro moderno Quijote. Hoy nos unimos a la celebración del 155 aniversario del nacimiento del hombre: José Julián Martí Pérez y Cabreras, a quien la historia ha conocido como José Martí. Nos unimos a una fiesta universal que en Cuba desde 1922 se instituyó como celebración nacional obligatoria. Es difícil separar la figura del poeta con el hombre, Martí fue desde temprano un comprometido con la dignidad humana, desde la prisión que sufrió, en 1871, cuando apenas tenía quince años, le envió a su madre un retrato y en el reverso de éste, un poema donde expresaba su sentimiento y ánimo, que le animaba a seguir con mayor compromiso a la búsqueda de la libertad de su país que padecía ante la corona española: Mírame, Madre, y por tu amor no llores, Si esclavo de mi edad y mis doctrinas Tu mártir corazón llenes de espinas Piensa que nacen, entre espinas, flores. La visión general que José Martí tuvo sobre varios asuntos de trascendencia le ha ayudado a Cuba y a Hispanoamérica a crearse un sentido identitario, creyó al igual que Rodó en la devoción americanista, vio en las figuras de Hidalgo, de Juárez, de Sarmiento, de Cecilio del Valle y de tantos próceres hispanoamericanos el sentimiento de la dignidad y la defensa esta América nuestra. En el ideario de Martí se alzan los más nobles pensamientos de lo humano, por ello nos dice: “La tumba no tiene espantos para quien ha pasado con decoro por la vida”, y cierto es que muchos nos avergonzamos ante nuestra falta de compromiso, nos ensordecemos ante la voz reclamante que nos expresa: “El pan no vale que se le amase con la propia vergüenza”. 40
A los escritores e intelectuales los insta a pensar en que: “Ni la originalidad literaria cabe, ni la libertad política subsiste mientras no se asegure la libertad espiritual”, él era un visionario cuya emoción estaba en sus actos, en lo que hacía, y en la misión que había venido a cumplir. No pudo tener la cómplice pasividad ante la injusticia: “Ver en calma un crimen es cometerlo”, así lo pensaba, así lo creía y no cruzó sus brazos ante ningún acontecimiento de dolor y de injusta razón. Recordemos que José Martí sólo estuvo en vida cuarenta y dos años, a los quince en prisión, en su juventud vivió el exilio, y a merced de esto conoció España (donde se tituló de abogado y licenciado en filosofía y letras), México(donde conoció a su única esposa), Guatemala, Venezuela, Honduras y Estados Unidos, países donde vivió y dejó honda huella por sus colaboraciones en la vida intelectual de cada uno de ellos. Es trascendente la creación del periódico Patria en Estados Unidos en 1892, que le sirvió como difusor de las ideas de libertad de su país, en Escenas norteamericanas podemos conocer la forma de vida de este pueblo. Años atrás, en 1889, el periodista tuvo a su cargo una publicación mensual dedicada a los niños: La edad de oro, que sólo apareció en cuatro ocasiones, ahí Martí descubre otra de sus facetas, la de traductor, textos de Andersen, Emerson, Helen Hunt Jackson y otros, se dieron a conocer en español gracias al trabajo incansable de nuestro poeta. Inscribir a Martí en una escuela literaria determinada sólo sirve a la comodidad investigativa de los literatos, Orgsmande Lescayllers advierte que “Fue el poeta que abrió, con nuevos giros y tonalidades, antes que Rubén Darío, el camino al movimiento modernista”, lo cierto es que el espíritu creativo de Martí es sin ataduras la del romántico, sus actos, su pensamiento, su hacer lo instalan en la fisonomía literaria del romanticismo: “Escribir no es cosa de azar, que sale hecha de la comezón de la mano, sino arte que quiere a la vez martillo de herrero y buril de joyería; arte de fragua y caverna, que se riega con sangre, y hace una víctima de cada triunfador; arte del cíclope lápidario”, nos advierte. José Martí vivió como poeta su vida cotidiana. El romántico al momento de su muerte llevaba en su bolsillo una fotografía íntima en prueba de la admiración y amor a María Mantilla, una niña que había crecido con él en los años en que vivió en Estados Unidos. El valiente poeta mandó hacerse del grillete que llevó en prisión un anillo que 41
también le encontraron el día de su muerte. En él decía con muy claras letras: Cuba. Despertó grandes pasiones y denuedos con sus poemas que hoy recordamos como nuestros, herencia de la lírica íntima de la América hispánica: “Quiero a la sombra de un ala” del libro Versos sencillos, se conoce como la Niña de Guatemala, cuya inspiración está en la figura de María García Granados, y que es la poesía amorosa de más alta intensidad que Martí enamorado haya escrito, “El odio canijo ladra y no obra, sólo el amor construye”, por eso su inspiración a lo sentimental en su poesía aparece como acto de superioridad y edificación, eso mismo vio en la amistad, en el amor a la patria, en la elevación del hombre. Tal vez he llenado estas páginas de lugares comunes, lo cierto es que la admiración particular hacia Martí viene de algunos años atrás, años de la primera juventud en que los ideales y la sangre fervorosa cantan con ardor y desazón en espera de algo inverosímil (la libertad), en que por primera vez tomamos un libro llamado Abdalá y en él, unos versos reclamaban con auge lo siguiente: “El amor madre a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas es el odio insensible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca” Nos quedamos con la idea de una poesía heroica que cada día se fue alejando más porque me fui volviendo comodino, despreocupado de causas notables, y en un individualismo de café en restaurante escribí poemas ajenos al hambre, a la injusticia, a la tortura, a toda causa reivindicativa, le aposté al amor, al ideal lírico, pero en mi profunda desolación miro con nostalgia al hombre épico que es José Martí, por ello hoy pido permiso a la historia, a la dignidad, al hombre y al poeta para unirme con admiración y respeto a este homenaje universal que la voz de esta América soñada por el héroe le rinden, porque como él lo dice: “Hasta muertos dan ciertos hombres luz de aurora”.
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LA CULTURA POLÍTICA DEL CAMPAÑAS DE HUMBERTO RICE.
NEOPANISMO:
LAS
Ursula Viridiana CÓRDOVA MORALES♣ ♣
Maestra en Ciencias por la Facultad de Historia de la UAS. Profesora de asignatura de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS. 43
Este trabajo es parte de una investigación de más largo aliento, concerniente a los líderes neopanistas sinaloenses en la alternancia de Mazatlán, 1982-1989. El objetivo de presentar una parte de la investigación es profundizar en el estudio de una de las categorías que conformaron el concepto de cultura política, en este caso el de las prácticas partidistas ejemplificadas por las campañas electorales, que se sumaron a la trasformación que experimentaba el país a nivel nacional, estatal y local. En Sinaloa, por primera vez en su historia, un municipio experimentó en 1989 el tránsito de un gobierno municipal de carácter priista a uno panista. Este primer proceso de alternancia que se dio en Mazatlán fue el resultado de la conjugación de transformaciones políticas en el ámbito nacional, tales como el rompimiento del pacto político con las clases medias y con la ciudadanía en general, debido a que los gobiernos no pudieron evitar las crisis económicas, ni representar los intereses sociales. Ello condujo a una crisis de legitimación política a finales de los años setenta, y agudizada a principios de los ochenta. Dentro de esta coyuntura el PAN entendió y capitalizó, aglutinando en su interior, a los grupos disidentes, entre ellos a los empresarios mismos que no sólo se instalaron en el partido, sino que lo encabezaron, conjugándose con ello prácticas políticas distintas a las que antes llevaban a cabo sus líderes antecesores. A partir de su arribo, veremos aquí un partido que intentó adecuarse a los tiempos modernos, y cuyas corrientes enfrentadas poseían concepciones diferentes. Aunque finalmente, la corriente empresarial o generación neopanista, se instalaría en el poder. La nueva corriente llamada “neopanista1 ―que para efectos de esta investigación nos habremos de referir como una generación2―, nació de la transformación interna del PAN a nivel nacional, estatal, y local, como un producto del impacto coyuntural de la transición democrática;3 esta 1
Carlos Arriola menciona que el término neopanista empezó a ser utilizado a partir de la crisis interna de 1975 y se usó para designar a una nueva corriente que surgía en el partido, la cual se caracterizó por el rechazo a las medidas populistas y a los aspectos de doctrinales; en general, fue por la poca reflexión política, y la importación de lenguajes mediáticos propios de la publicidad comercial, Carlos Arriola, Ensayos sobre el PAN, México, Porrúa, 1994, p. 47. 2 En el primer capítulo, acerca de la metodología que se implementará en la investigación, se explica con detalle la razón de su aplicación. 3 Cfr. O’Donnell y C. Schmitter, “Conclusiones tentativas sobre las democracias inciertas”, en Guillermo O Donnell, P. C Schmitter y L. Whitehead (Comps.), 44
generación neopanista modificó ampliamente la forma de hacer política al interior de este partido, lo que los llevó probablemente a concretar un mayor número de victorias electorales. Mazatlán fue un buen ejemplo de esas victorias producto de esta nueva configuración política Para el estudio de esta generación se utilizo un marco teoricometodologico en torno a la cultura política partidista,4 para referirnos al conjunto de valores, prácticas y anhelos del poder que mantienen los actores inmersos en el quehacer de la política. De manera práctica, estos tres elementos, que impactaron en las prácticas de los líderes del partido, se reúnen en las siguientes modalidades: el valor democrático, las prácticas asumidas; discursivas y políticas, tales como el lenguaje pragmático y publicitario, las estrategias de negociación a finales de los años ochenta, las movilizaciones y la identificación de los anhelos y expectativas5 políticas. Es decir, abordamos el tránsito del abstencionismo político conservador del panismo tradicional al pragmatismo político, el cual buscó ganar elecciones llegando hasta las últimas consecuencias posibles; además, tenía también una disminuida visión de Estado con respecto a la economía, pues éste afectaba sus intereses empresariales. En este artículo nos enfocamos fundamentalmente en el rubro de las prácticas asumidas; y dentro de las mismas recogeremos las
Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1988, cit. por S. Sánchez Ruiz, Derecho y transición a la democracia en México, México, UAS, 1999, p. 26. 4 Los partidos son también organizaciones…culturales acerca del poder y la convivencia humana. Se insertan en la sociedad y se justifican históricamente, reinterpretando el pasado para dinamizar su presente. En las luchas interpartidistas se desarrollan hábitos, modos de vida… Teorizaciones y prácticas definen el carácter ideológico de cada partido. Simbólicamente articulan valores y prácticas… cada partido es una especificidad cultural cambiante y en continua readaptación, que es su interrelación, y según los efectos sociales, son ordenados a su vez simbólicamente por la misma sociedad, Jorge Alonso, “Partidos y cultura política”, en Jorge Alonso (coord.) Cultura política y educación cívica, México, CIIH-UNAM, Porrúa, 1994, pp.116-117. 5 Estos tres elementos, el valor asumido de los líderes del partido, las prácticas realizadas y los anhelos y expectativas son un modelo de categorías de cultura política realizado por Juan Manuel Ramírez Saiz, “Cultura política y educación cívica del movimiento urbano popular”, en Jorge Alonso (coord.), Cultura política y educación cívica, op. cit., así como Soledad Loaeza, El Partido Acción Nacional: la larga marcha, 1939-1994, México, FCE, 1999. 45
relacionadas con las campañas electorales, resaltando que se configuraron campañas políticas diferentes: Hubo tonos de enfrentamiento constante por parte de los líderes empresariales hacia el gobierno, se incorporó publicidad en el diseño de las campañas intentando así alejarse del simbolismo del político priista formal, el cual era representado como apoyado por una multitud; asimismo, intentaron renovar la figura del candidato, dirigiéndose de una forma novedosa a la ciudadanía. Pero antes de introducirnos en el tema es fundamental hacer una revisión sintética de los autores que utilizamos para entender a la cultura política partidista. Jorge Alonso quien se inclina aún más en obtener teóricamente un concepto de cultura política partidista.6 Un partido político, al igual que la sociedad y el individuo, va transformándose y generando ideas, costumbres, acciones y expectativas de poder que los caracterizan con el paso del tiempo en el imaginario de sus propios militantes y líderes así como en el grueso de la sociedad. Las representaciones que se hacen no son las mismas. Su enfoque contribuye de manera fundamental a la investigación, en la medida en que realiza una importante compilación sobre las características del comportamiento político de los distintos actores, tales como la clase obrera, los empresarios, los partidos políticos y la sociedad en general con respecto al poder político. Además, expresa que la combinación de la práctica y los valores constituyen las raíces de la cultura política: principios, valoraciones, concepciones, fines, normas, prácticas, acciones y hábitos en torno al poder, su ejercicio y su interpretación.7 Y expone que hay determinados momentos coyunturales que provocan el surgimiento o el desenlace de un determinado tipo de cultura política, cuyo desarrollo puede extenderse sistemáticamente. Finalmente, Alonso analiza la cultura política de los partidos, lo cual es interesante por dos motivos. Primero, porque brinda a través del concepto de partido la conceptualización de cultura política partidista desde una perspectiva histórica: Los partidos son también organizaciones eminentemente culturales acerca del poder y la convivencia humana. Se insertan en la 6 7
Jorge Alonso, Óp.cit pp. 115-184. Ibíd., p. 9. 46
sociedad y se justifican históricamente, reinterpretando el pasado para dinamizar su presente. En las luchas interpartidistas se desarrollan hábitos, modos de vida… Teorizaciones y prácticas definen el carácter ideológico de cada partido. Simbólicamente articulan valores y prácticas… cada partido es una especificidad cultural cambiante y en continua readaptación, que es su interrelación, y según los efectos sociales, son ordenados a su vez simbólicamente por la misma sociedad.8
El PAN, como se observa a lo largo de la investigación, estuvo expuesto a cambios externos e internos que lo fueron transformando; como lo son las diversas reformas electorales, la militancia de ciertos grupos al interior, la pluralización de la sociedad, el debilitamiento del partido en el poder. El PAN desarrolló históricamente ciertas permanencias, hábitos y creencias como resultado de su capacidad de acción dentro del sistema político mexicano. En esta investigación se analizaron algunos cambios en la forma de hacer política dentro de un esquema de autoritarismo, con la finalidad de entender en qué dista una forma de panismo tradicional y un neopanismo circunscrito en una sociedad tendiente a la democratización, o en su caso a la apertura política. En este sentido, la conceptualización de cultura política partidista nos parece apropiada para mostrar cómo al interior de un partido conviven comportamientos políticos correspondientes a temporalidades distintas. El segundo elemento a destacar es la aportación metodológica que el autor nos regala al mencionar cuales son las fuentes a las que debemos de recurrir para conocer a la cultura política: entrevistas, principios de doctrinas, documentos generales del partido, discursos, diarios de campaña, y a la hemerografía para obtener algunos discursos y las acciones desplegadas por los actores en cuestión.9 Por su parte, Juan Manuel Ramírez Sáiz analizó la cultura política y educación cívica.10 Su incorporación al marco teórico es porque nos ofrece la posibilidad de utilizar la forma en que el autor categoriza a la cultura política, siendo un aporte teórico-metodológico esencial. Él presenta cuatro categorías para identificar aspectos de la cultura política del movimiento urbano: valores asumidos, prácticas socializadas, aspiraciones y proyectos definidos e incorporados de forma acabada y sistemática; finalmente, imágenes y símbolos. 8
Ibíd., pp.116-117 Ibíd., p. 119. 10 Ramírez Sáiz, op. cit. 9
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Como se menciono al principio de esta investigación, el estudio recoge fundamentalmente la categoría de prácticas que para efectos de este trabajo son las campañas electorales de 1983 y de 1989, de Humberto Rice García un empresario local mazatleco que se incorporo al partido en 1983 y le dio un vuelco a la forma de hacer campaña del PAN. Nuevas estrategias electorales: la campaña de Humberto Rice Como consecuencia de las diferencias en las políticas de Estado, los líderes neopanistas empezaron a reflexionar sobre quiénes eran los que tenían que estar involucrados en el poder de la toma de decisión política. Así, líderes empresariales con cierto arraigo local11 empezaron a contender electoralmente en Sinaloa. En 1983 compitió por Culiacán un panista de viejo cuño, pero con el sello empresarial de Jorge del Rincón; en Ahorme se presentó Ernesto Hays, y en Mazatlán estuvo Humberto Rice García12, acompañado de otros empresarios ya mencionados, como José Alfredo López Arregui.13 Rice y Arregui eran candidatos del PAN, el primero para presidente municipal y el segundo para diputado local. Como ya se mencionó, 1983 trajo consigo muchos cambios; por primera vez en la vida política contemporánea mazatleca se vivió una elección altamente disputada, en donde el arraigo e influencia de Humberto Rice como líder de su municipio, lo colocó en una posición de fuerte competencia con respecto al candidato del PRI, el arquitecto Quirino Ordaz Luna.
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Soledad Loaeza, op.cit., pp. 355 y 356. Nació el 13 de julio de 1940. Es Licenciado en Administración de Negocios, fue parte del Consejo Nacional del PAN (1987) y secretario general del mismo; de religión protestante. Estuvo en la COPARMEX. Sus actividades empresariales han sido en los ámbitos bancario, comercial, industrial y agropecuario. Participó en una de las elecciones más controvertidas de Sinaloa (1983), siendo el primer presidente municipal de alternancia en la entidad (Mazatlán, 1989) en el periodo 1990-1993, diputado federal (1985) y delegado de Banobras en Sinaloa. Véase la entrevista de El Sol del Pacífico, cuando asume el cargo de nuevo delegado del IMSS (4 de mayo del 2008). 13 Nació el 19 de enero de 1945 en Mazatlán. De 1974 a 1990 fue consejero, tesorero, miembro de la Comisión de Arbitraje, Vicepresidente y presidente de la CANACO y de Servicios y Turismo en Mazatlán; de 1976-1978, fue vicepresidente de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio del Estado de Sinaloa. De 1979-1991 fue miembro de la Comisión Consultiva Regional de INFONAVIT. Diputado local por la LI legislatura de Sinaloa de 1983-1986, por el PAN, entre otros. 48 12
El ambiente se encontraba cargado de las consecuencias de la crisis económica, además el gobernador Antonio Toledo Corro (1981-1986), era considerado por la clase universitaria como un represor. Los profesores se encontraban en huelga, comprometidos con el movimiento que exigía la defensa de la autonomía y la restitución del subsidio asignado a la UAS; al parecer había constantes represiones y persecuciones estudiantiles. Bajo ese escenario dieron inicio las campañas electorales en el mes de julio. La característica de los primeros meses de campaña estuvo centrada en la decisión de Humberto Rice por realizar una campaña de casa en casa, de puerta en puerta.14 Dicha estrategia se convertía después en una fórmula, fue usada en 1989; se le conoció como de “trato directo”, e incluso fue practicada también en la campaña de Goicochea para gobernador. La idea era crear formas novedosas de campaña para oponerse a las formas tradicionales, por lo que se desechó desde el principio la idea de los mítines y de las concentraciones en plazas, se puede inferir que con la intencionalidad de hacer una crítica implícita de la estrategia del “acarreo” que tanto había marcado a las campañas priistas.15 Esto no significó que en algún momento no se haya recurrido al mitin, sin embargo fue algo secundario, es decir, disminuido como recurso propagandístico. A través de los periódicos de la época, le dimos seguimiento a la campaña, y se pudieron observar los desplegados publicitarios. En algunos está la fotografía de Humberto Rice saludando a cada persona, o yendo a cada oficina pública o privada; por el contrario, resaltan las imágenes de la campaña de Quirino Ordaz en las cuales salía acompañado de numerosas personas, en reuniones sindicales.16 Aunque esta elección del trato directo no sólo era para distanciarse del PRI, sino que era la opción más viable, ya que los sindicatos tampoco se pronunciarían a favor del PAN. Por ello este partido intentó identificarse con la sociedad civil, mientras el PRI lo hacía con las corporaciones. Durante el tiempo de campaña, el candidato del PAN indicó que las acciones realizadas a lo largo del proceso electoral, se encontraban esbozadas en el “Plan Mazatlán”, que era como la fuente de toda la 14
El Sol del Pacífico, Mazatlán, 11 de septiembre de 1983. Práctica del priismo, en la que los ciudadanos eran llevados a un mitin o a una elección, se usaba la coacción o la ofrenda de beneficios para que estos expresaran una simpatía al lugar donde eran llevados. 16 Noroeste y El Sol del Pacífico, Mazatlán, Sinaloa, durante los meses de mayo, julio, agosto, septiembre, y octubre de 1983. 49 15
estructura de la campaña. En él se expresaron algunos de los elementos publicitarios a utilizar a partir, como lo ha sugerido esta investigación, de su experiencia en el ámbito de la publicidad y creatividad empresarial. Dentro del “Plan Mazatlán” se mencionó el tiempo en el que se transmitirían los promocionales de la campaña, en la televisión o radio. Se habló también de la utilización de los jingles,17 como el de “Nosotros”, pues el tema de la campaña era: “Nosotros”, y el lema fue: Nosotros no somos todos, pero todos podemos ser “Nosotros”. Rice menciona que la idea surgió18 en contraposición a la campaña del PRI con López Portillo, quien recurrió a la idea de que la solución eran todos. Después, el tema y el lema lo combinaron con el “Plan Mazatlán”, de la siguiente forma: “El Plan Mazatlán” es un plan de acción con libre participación para todos nosotros. El juego de palabras fue muy importante, pues mediante el ingenio los conectaba con la ciudadanía. Es interesante detenernos en el área de la publicidad. Durante la investigación se ha mencionado que los panistas de los años ochenta, principalmente los forjados en el sector empresarial, fueron una especie de pioneros en cuanto a la utilización del marketing político.19 Esto se comprueba cuando se contrastan las formas de propaganda en las que incurrió el panismo de antaño, para el caso de Mazatlán, las cuales fueron más tradicionales. Además, poseían menos recursos. 20 Sin embargo, pareciera que la visión empresarial de la publicidad es lo que trajo consigo por lo menos para la campaña de Humberto Rice, una incorporación de ideas creativas y más innovadoras. López Arregui, en relación con lo anterior, agregó que
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Efecto sonoro de corta duración como una melodía, cuya importancia estriba en la capacidad de este para insertarse en la mente del que lo escucha. 18 Entrevista de la autora a Humberto Rice, Culiacán, 4 de marzo del 2010. 19 Uriel Jarquín Gálvez y Jorge Javier Romero Vadillo describen la estrategia partidista de Acción Nacional de la siguiente manera: el desarrollo de un discurso político pragmático y convencional […] el diseño y aplicación de novedosas campañas electorales donde la propaganda política y la publicidad unifican los medios, en Andrés Valdez Zepeda, Democracia y oposición el partido Acción Nacional y la transición política en México, México, Universidad de Guadalajara 1999, pp. 52-53. 20 César Kelly recuerda que había una estrategia que se llamaba Tu peso- tu voto, en donde recorrían las calles del centro, utilizando una varilla metálica que cabía en la ranura un peso, y que de esta forma iban recolectando dinero para la causa, además que iban mostrando la propaganda que habían dibujado sobre el Partido. Entrevista de la autora con César Kelly, Mazatlán, 20 de enero 2010. 50
Desde la primera campaña en que participé utilizamos la experiencia en la actividad empresarial, elaborando campañas innovadoras y convincentes, diseñadas por especialistas en marketing político y usando todos los medios de comunicación disponibles así como realizando campañas para recabar fondos que permitieran hacer encuestas profesionales, tener activistas de tiempo completo además de la participación de los voluntarios de tiempo parcial.21
En otro caso, Alejandro Camacho22 evocó que para la campaña de 1989 una de las ideas fueron “las tomas”.23 Eran invitaciones a la ciudadanía para asistir a lugares determinados y poblar dichos espacios, para mostrar cómo los panistas iban “tomando” simbólicamente, a través de concentraciones, sitios específicos de la ciudad, que iban desde la parte más lejana de la geografía citadina, hasta los puntos centrales, como el palacio municipal. Así, hay en su propaganda, invitaciones a la “toma del malecón”, “la toma del estadio” y la “toma del palacio municipal”. Estas “tomas” no sólo se dieron en Mazatlán, también se utilizaron en otras campañas del país. En 1983, con la primera campaña de Humberto Rice ya se iniciaba para el caso, por lo menos de Sinaloa, y más específicamente del puerto, una época en donde según el mismo Rice la creatividad en las campañas, era un elemento fundamental.24 Asimismo, se utilizaron los jingles aderezados con la ironía política, la burla, los pósters sin rostro del candidato. Para tal efecto, se incorporaron canciones de moda, como la de los grupos musicales, Menudo o Parchís, alterando la letra para incorporar mensajes de Acción Nacional; de esta forma modificaron una letra de una canción conocida 21
Entrevista de la autora a José Alfredo López Arregui, 10 de febrero del 2010. Nació el 16 de noviembre de 1955 en Mazatlán, Sinaloa. Fue gerente, prosecretario y director general de CANACO Mazatlán en 1980-1985; secretario de acción electoral, CDM Mazatlán, en 1985-1986; secretario general del CDM Mazatlán, en 1986-1989; candidato a presidente municipal de Mazatlán, en 1986 y 1995; candidato a diputado federal V, IV, RP y VI distrito en1988, 1991, 2000 y 2006; candidato a diputado local en 1992 y 2001; regidor propietario, XCV ayuntamiento de Mazatlán, en1987-1989; alcalde de Mazatlán, (XCVIII Ayuntamiento) en 1996-1998; entre otras actividades relacionadas con el partido y la función pública. 23 Entrevista de la autora a Alejandro Camacho Mendoza. Culiacán, Sinaloa, 26 de enero, 2010 24 Entrevista a Humberto Rice, op. cit. 51 22
de Parchís, quedando de la siguiente manera: Plan MAZATLAN, plan Mazatlán, mazatleco te invitamos a que votes por el PAN.25 Otro elemento novedoso que incorporó Rice a su propaganda, fue la contratación del asesor publicitario Jorge Arau,26 quien le dio una serie de instrucciones que debía seguir con respecto a la campaña. Por ejemplo, le mostró la táctica de dejar de utilizar los lentes oscuros; esta sugerencia del publicista era debido a que esa imagen representaba la del político tradicional encarnado por Fidel Velázquez; además, los lentes oscuros no le permitían tener una interacción directa con el ciudadano que saludaba. Este publicista, según cuenta Rice, lo siguió por semanas, para observar la forma en que éste se comunicaba con las personas que lo rodeaban y así hacerle sugerencias de comportamiento.27 En cuanto al uso de la ironía política Rice rememora una carta publicada en los periódicos, en donde le agradece a su contrincante Quirino Ordaz el que haya mandado quitar la propaganda del PAN, ya que esto le trajo como consecuencia mayores adeptos: Estimado Quirino: No tengo las palabras precisas para agradecerte el gran esfuerzo que tú personalmente, tu partido, y tus colaboradores han realizado para ganarme miles de adeptos y votos para mi causa […] La más reciente, la destrucción de la propaganda de mi partido […] Pero tan encomiable esfuerzo ya tuvo su recompensa. Como fue tu intensión -lo sé-, cientos de ciudadanos me han hablado dos días seguidos a mi casa, a mi partido y a mi oficina de campaña para manifestar su adhesión y simpatía a mi candidatura, entre ellos muchos miembros de tu partido, el PRI.28
En general, intentaron realizar cosas nuevas. Un elemento fundamental para el candidato blanquiazul es el uso de la risa. Para él, era fundamental que el ciudadano pudiera reírse del político. Da la impresión que intentó seguir el consejo de alejarse de la imagen del político tradicional, rompiendo con la investidura del respeto formal de la representación del político típico del sistema mexicano. Y esto se enlaza con el tipo de propaganda de panfleto que usaban: La publicidad que teníamos eran unas tiras de hojas de oficio, divididas en tres y ahí estaba como un acordeón, se doblaba la 25
Ídem. Hermano del conocido actor Alfonso Arau. 27 Entrevista con Humberto Rice, op. cit. 28 El Sol del Pacífico, 26 de octubre de 1983. 26
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cosita esa y se abría, eran un acordeón y ahí venía el Plan Mazatlán, con viñetas, que no decían mucho, no eran palabrerías: libertad y estaban unos pececitos en el agua; para vivirla como pez en el agua, pero también profundos; el centro histórico; lo que nos heredaron que sea patrimonio de nuestros hijos, no eran más que frasecitas así y unas viñetas. Unos tubos así: el problema del drenaje se irá por el caño y es por donde se debe de ir ¿no? Cosas así ¡ y nos divertíamos! La mera verdad que fue otra de las características de la campaña, que tuvimos que reírnos que había que reírnos de la política, y en la política, dejar a la gente que se riera de los políticos y eso la mera verdad también fue una innovación que ya no se usa, ni por nosotros mismos.29
Otro de los elementos innovadores, fue el sector social al que se dirigieron por primera vez. En un acto de campaña en donde no veían la respuesta de los ciudadanos de mayoría de edad, Rice, decidió pedirle a los niños que participaran en el acto, los subió al templete y les preguntó si había canchas de beisbol, futbol, etc., como consecuencia los adultos, escuchando a sus hijos participar, se sumaron a la reunión.30 Y así, cuando los niños marcaban lo que no había en la colonia, enlazaban otro elemento que explotaron durante el proceso electoral, las promesas incumplidas del PRI;31 el punto era destacar las fallas del sistema. Otra forma de propaganda que implementaron fue lo que Rice llamó el muralismo mazatleco,32 donde, en lugar de pintar las bardas con la clásica propaganda del nombre y el slogan, se pintarían murales con el tema del agua potable, o las cuestiones de las propuestas de campaña. Aunado a lo anterior, Rice comentó que se interesaron por realizar encuestas de opinión para saber qué pensaba la gente acerca de la política, y sondeos electorales para descubrir, entre otras cosas, la intención del voto. Estos elementos eran descritos en una columna al interior de El Sol del Pacífico, llamada “Nosotros”, escrita con una forma muy popular, florida y con humor para captar la atención de la ciudadanía. Las frases iban bajo este formato: Mientras el ambientillo político de Sinaloa sigue dando maromas, el lic. Humberto Rice y su equipo siguen a tambor batiente recorriendo todo el municipio […] Como quien dice, andan rodando de allá para
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Entrevista con Humberto Rice, op. cit. Ídem. 31 El Sol del Pacífico, Mazatlán, septiembre de 1983. 32 Ibíd., 24 de octubre de 1983 30
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acá […] Dicen por ahí que la deuda externa se parece a los pronósticos deportivos.33
Otro de los elementos que se incluyeron en la campaña, además de las propuestas de la forma del lenguaje, fueron los tópicos de contenido, que se rescatan en el “Plan Mazatlán”. Así, hicieron una declaración de principios sobre la importancia de la autonomía municipal y la necesidad de que la ciudadanía, a través de la democracia, pudiera ejercer el derecho del voto para ocuparse del desarrollo adecuado de la ciudad. Se estableció, enérgicamente, que era necesaria la descentralización y la eliminación del paternalismo y la arbitrariedad de un grupo en el poder. Cuando se mencionó al municipio, se empalmó con la doctrina del PAN, resaltando como prioritaria la autonomía del mismo, ya que era considerado como la base de toda sociedad.34 Posteriormente se incorporó el tema de la solidaridad, que debía de existir en la ciudadanía, y la subsidariedad,35 con respecto al Estado. Nuevamente se identificó con la visión organicista que González Luna le imprimió al PAN; este elemento pudo haber impactado en estos candidatos del norte, por ser parte de los estados que tienen una representación de rechazo a las políticas centralistas. En este sentido, se observó en dicho plan la mención de las necesidades concretas de la sociedad mazatleca, en cuanto a servicios públicos: el agua potable, el alcantarillado, el alumbrado público, etc.36 Estos servicios aparecieron constantemente como temas de campaña, de reclamos a las obligaciones del ayuntamiento. Incluso, hubo un momento durante la campaña en el que los candidatos del PAN, decidieron ir con los colonos de los poblados del Venadillo, Pozole y colonia Rubén Jaramillo, para presentar una queja frente al Ing. Juan Francisco Jáuregui 33
El Sol del Pacífico, 6 de septiembre de 1983. Archivo Histórico del PAN municipal. Hay una carpeta designada como el “Plan Mazatlán”, y en su interior se encuentra el plan para la campaña de dicho año. 35 Consiste en la determinación jerárquica de las funciones sociales de las instituciones, partiendo de la familia como institución fundamental hasta llegar a la federación como institución de gobierno al servicio del hombre y demás organizaciones intermedias; sindicatos, asociaciones profesionales, municipio, etc. Esta jerarquización, agrupa las funciones de abajo hacia arriba, de tal manera que la institución superior solamente se ocupa de las que no puede realizar la inferior, en Ma. Elena Álvarez Bernal, Alternativa democrática, México, EPESSA, 1986, p. 45. 36 Plan Mazatlán, 1983, en el Archivo de Humberto Rice, donado al PAN. 54 34
Tovalín, superintendente de la división noroeste de la Comisión Federal de Electricidad para denunciar que dichos lugares no tenían instalaciones de alumbrado.37 Este tipo de acciones, según cuenta César Kelly ―un panista nacido políticamente en los sesenta―, se practicaban constantemente en la campaña de 1983 para mostrar a la ciudadanía su capacidad de acción y solidaridad.38 Así, se puede concluir que era una estrategia nueva, el terminar de pavimentar una calle, o el ayudar con un asunto en particular para denotar la buena fe de los candidatos y así atraer más votos. Rice subrayó mucho la necesidad de trabajar hombro con hombro para el logro de los objetivos del municipio. Tal vez detrás de esta visión de trabajo conjunto se encuentra esa percepción de Estado y sociedad, en donde el primero le sirve al segundo, pero la sociedad era la que tenía que desarrollar las formas en que supliría la inacción del primero; ya fuera a través del involucramiento con organizaciones intermedias o el desarrollo de formas de exigencia al Estado. Un elemento más que es importante subrayar es la capacitación electoral masiva que hicieron los panistas para preparar a la ciudadanía, funcionarios de casilla y representantes de partido para cuidar la limpieza de los comicios. Lo que significó llevar a cabo la idea de sustituir las acciones del Estado, trasladándolas a la función que para ese entonces ya tenía, un partido político (reforma de 1977). En el “Plan Mazatlán” se mencionó que la combinación de las sociedades intermedias, el individuo y el Estado, tenían la finalidad de disminuir el paternalismo. Es allí donde se presentó la subsidiariedad del PAN, por eso el concepto de municipio resulta tan importante, así como el resguardo de su autonomía. Prácticamente era lo mismo que Clouthier había expuesto, quien argumentaba que el Estado mexicano ejercía en la sociedad una dependencia tal, que se guardaba el tutelaje de la identificación y conservación de lo que este consideraba como bien común.39 En pocas palabras, un Estado que coartaba la libertad de iniciativa y creatividad necesarias para el desarrollo humano y por obviedad eso incluía el empresarial. El último elemento a destacar de la campaña electoral es lo relacionado a la denuncia y a las tácticas de ataque por parte del PAN. La 37
El Sol del Pacífico, Mazatlán, 4 de octubre de 1983. Entrevista a César Kelly, op. cit. 39 Cuauhtémoc Rivera Godínez, op. cit. 38
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denuncia fue un elemento que estuvo de forma permanente en las acciones de la dirigencia nacional, respecto a lo que consideraron atropellamientos y actos de intimidación por parte del sistema político priista. Hubo enfrentamientos en la campaña con el gobernador de Sinaloa, Antonio Toledo Corro,40 y desplegados del PAN en Mazatlán, acusando a todo su gobierno sobre una campaña de difamación contra sus candidatos. A nivel nacional, el presidente del partido, Abel Vicencio Tovar, también hablaba de Toledo Corro y sus tácticas intimidatorias. En el caso de Humberto Rice, se le acusó de un supuesto fraude, cuando fue coordinador de los sectores activos del puerto de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado en Mazatlán (JUMAPAM), y después sobre un conflicto relacionado del choque con una de las camionetas de su empresa. Ante esta situación, el consejo directivo de la Cámara de Comercio le otorgó un voto de confianza, de credibilidad, ante lo cual, Rice, agregó que ellos, los empresarios, no somos saca dólares, los hemos traído para impulsar el comercio en Mazatlán en todos sus ordenes,41 haciendo alusión al ataque lópezportilllista, y también defendiéndose de lo que él consideraba una calumnia por parte del priismo para desprestigiarlo en la contienda electoral. En esta defensa, aparentemente lo cobijó parte del sector empresarial. Emilio Goicoechea Luna, desde su posición como presidente reelecto de la CONCANACO, intentaba restablecer la imagen del empresario mexicano frente a la sociedad, mediante escritos sobre la importancia y bien intencionadas acciones del empresario mexicano, y criticó contantemente al gobierno arbitrario. Reiterativamente, aparecían declaraciones en ese mismo sentido.42 Regresando al tema de los presuntos ataques a los candidatos del PAN, hubo denuncias públicas y penales por el uso del poder público para realizarles a los candidatos empresariales auditorías constantes, por el despido injustificado de funcionarios públicos que eran simpatizantes panistas, además por el supuesto atentado contra el presidente del Comité Directivo del PAN, en San Ignacio, a quien le balearon la casa y otro tipo de acciones. Estas denuncias, a veces se usaban en desplegados dirigidos al presidente Miguel de la Madrid Hurtado, exigiéndole el respecto al
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El Sol del Pacífico, Mazatlán, 10 de agosto de 1983. “Impugnan ataques a Rice García”, El Sol del Pacífico, 10 de agosto de 1983. 42 El Sol del Pacífico, Mazatlán, julio y octubre de 1983. 56 41
pacto de legalidad realizado, y explicándole que uno de los principales culpables era el gobernador del estado, Antonio Toledo Corro.43 En la mayoría de las entrevistas realizadas a los panistas, Alejandro Camacho, Rosendo Peralta, Humberto Rice, Emilio Goicoechea, Alejandro Higuera, José Alfredo López Arregui y a testigos simpatizantes como Rodolfo Fárber, recuerdan que el método constante para intimidar a los empresarios eran las auditorías fiscales. Rosendo Peralta planteó que muchos empresarios en los sesenta, setenta, participaban, pero sólo aportando dinero sin aparecer públicamente, pues esto era prácticamente exponerse a ser un blanco de ataques.44 En cuanto a la campaña del priismo en materia de ataque público, iban en el sentido de acusarlos de oportunistas, y de haber nacido políticamente, momentos antes de la elección, es decir, de ser políticos de temporal.45 Podríamos decir que esta es una de las razones por la que el término neopanista fue identificado por algunos políticos como un sustantivo con carga semántica negativa; además, el surgimiento del mismo obedeció al sentimiento de rechazo de algunos de los panistas tradicionales. Desde la perspectiva de Humberto Rice, la campaña política de 1983 fue única, por el arrastre y el entusiasmo que la gente la transmitió al involucrarse activamente día con día en los actos proselitistas. Desde el pedirle conforme avanzaba la campaña, que visitara sus casas, invitarlo a una comida, ayudarle realizando sándwiches para irlos a repartir desde muy temprano. Para él, el clientelismo desarrollado por el sistema priista no presentó ningún problema, la gente, a su parecer, estaba dispuesta a participar activamente. Para el candidato una campaña se ganaba con Sudor, Saliva y Suela, citando a Luis. H. Álvarez, para referirse a la pasión y entrega.46 Aunque para 1989, Alejandro Higuera recuerda uno de los comentarios clásicos dichos a la gente respecto a las prebendas del priismo: “Agarren lo que les den, pero voten por nosotros”,47 observando que la realidad, en ese aspecto, los superaba. 43
Noroeste, Culiacán, 10 de octubre de 1983. Entrevista de la autora con Rosendo Peralta Rodríguez, 22 y 27 de diciembre de 2009, Mazatlán, Sin. 45 “Impugnan ataques…”, El Sol del Pacífico, op.cit. 46 Entrevista con Humberto Rice, op. cit. 47 Entrevista de la autora con Alejandro Higuera, Mazatlán, Sinaloa, 26 de enero del 2010. 57 44
En esta investigación no se intentó esclarecer si el panismo en algún momento de esos años también incurrió en dichas prácticas o qué tanto les afectó en el quehacer político electoral. Lo que sí queda claro, es que una parte de la ciudadanía, de alguna forma, había encontrado una manera de expresar su descontento social, y habían logrado identificarse con un candidato de oposición, el cual con un carisma y tácticas novedosas, había levantado el espíritu de disidencia mazatleca.48 Es interesante resaltar que para Rice, las campañas también tuvieron un propósito educativo. Él rememora la de 1985, en la que competía para diputado federal, cuando se utilizaron unas transparencias y un carrusel con una pantalla para mostrar a los ciudadanos qué significaba ser un diputado federal. El ex candidato recuerda que la mayoría de la gente en las poblaciones rurales, no conocían la función del diputado federal, y que para él eso fue fundamental.49 Para concluir podemos destacar que lo que consideramos innovaciones de campaña en esta investigación, lo son con respecto a lo elaborado por el PAN en años anteriores y con respecto al PRI.50 Pareciera que el discurso y las acciones opositoras a las políticas del Estado priista, se trasmitieron también a las formas de propaganda electoral, adoptadas en este caso por Humberto Rice. Si la representación de las formas tradicionales de campaña política eran las concentraciones, Rice aparentemente optaba en la mayoría de los casos por las estrategias directas, el individuo, el hogar, el negocio propio y la familia como el núcleo social; en contraposición al sistema propagandístico basado en la conglomeración de sujetos, en las masas movilizadas por los sindicatos. Esto de cierta forma también llevaba implícito el sello de una aparente postura empresarial; la preponderancia del valor del individuo que no está supeditado en su totalidad a una colectividad. Si el político tradicional panista era rígido, poderoso y conservaba siempre una postura de autoridad y solemnidad frente a la ciudadanía, entonces se usaba la ironía, la burla y un lenguaje coloquial que iba mermando la representación social que se tenía del político conservador. 48
Con respecto a Mazatlán, la mayoría de los panistas concluyó —por los hechos ocurridos años después y por sus antecedentes históricos— que la ciudadanía es compleja y con un espíritu contestatario, sin importar a qué autoridad esté retando. Emilio Goicochea comenta que algunos gobernadores sentían que no podían conquistar la opinión de la ciudadanía mazatleca. 49 Entrevista con Humberto Rice, op.cit. 50 Aunque en esta investigación no se otorgan los casos empíricos sobre el tipo de estrategias realizadas por el PRI, sí se hace una reflexión al respecto. 58
Es decir, se construyó una campaña en donde se intentó modificar la relación del político con la ciudadanía, buscando una relación de mayor cercanía y flexibilidad en contraposición con la investidura que protegía y hacia ajenos a los políticos priistas. Pero esto también tiene que ver con la propia evolución de la sociedad, demandante de algo diferente, lista para empezar a romper dichos esquemas. Los panistas se apoderaron de un espacio simbólico,51 a través de las canciones de moda, de las notas editoriales con toques de comedia, de la denuncia, del notar las fallas del sistema de una forma novedosa. Pero también se apoderaron de un espacio físico,52 el de las calles y los lugares no usados por el priismo, es decir, cuando se optaba por utilizar el mitin que —como ya dijimos, no era la base de la campaña— se intentaba que fuera en colonias o calles que no habían sido usadas jamás por los candidatos de partido hegemónico; por ejemplo, el cierre de campaña de 1983 fue en la colonia Juárez, según Rice para innovar,53 pero también para aprovechar la cantidad de gente que pudo llegar a confluir en dicho espacio. Con lo anterior no se quiere decir que los panistas no usaran las estrategias tradicionales de una campaña, o que no hayan visitado lugares cargados de simbolismo histórico; sobre todo, es importante señalar que también poseían características de comportamiento político del sistema priistas, pues eran hijos de su tiempo;54 sin embargo el objetivo de esta investigación ha sido delimitar las distinciones, lo que sobresale de la uniformidad. Su perspectiva empresarial en algunos casos les permitió incorporar elementos de publicidad. Novedosos anuncios, jingles, ingeniosos eslogans, frases coloquiales, que posiblemente llamaron la atención de la sociedad mazatleca. Adoptaron estrategias como el “trato directo”, así como la elección de diferentes escenarios de la plaza pública para realizar sus actividades proselitistas, dirigiéndose a sectores como la niñez para captar la atención de los ciudadanos.
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Tipología y aspectos de los espacios simbólicos y físicos en este caso de un partido político, según el Dr. Jordi Canales en la conferencia Historia política, nuevos objetos, nuevas perspectivas. 52 Ibíd. 53 Entrevista con Humberto Rice, op. cit. 54 En relación a lo escrito por Marc Bloch, en el sentido de que los hombres son más hijos de su tiempo que de sus padres. 59
Golpeando con su creatividad e iniciativa la forma tradicional de la envestidura del político tradicional, producto del sistema priista. Un político serio, encumbrado en una atmosfera de respeto cuyo origen era la designación magnánima de los gobernadores o presidente de la república. Rodeado de las multitudes contenidas en los sindicatos. Al intentar hacer una campaña distinta, tanto por esa intención cómo por la limitación en recursos económicos, políticos y humanos lograron sobresalir en ciertos sectores de la ciudadanía mazatleca. Bibliografía: Alonso Jorge (coord.) “Partidos y cultura política”, en cultura política y educación cívica, México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades, UNAM, Porrúa, 1994. Bernal, Ma. Elena Álvarez Alternativa democrática, México, EPESSA, 1986 Carlos Arriola, Ensayos sobre el PAN, México, Porrúa, 1994, Guillermo O’Donnell y Phillipe C. Schmitter, “Conclusiones tentativas sobre las democracias inciertas”, en Guillermo O Donnell, P. C Schmitter y L. Whitehead (Comps.), Transiciones desde un gobierno autoritario, 4 vols., Buenos Aires, Paidós, 1988, vol. 4, Loaeza, Soledad, El partido Acción Nacional: la larga marcha 19391994, México, fondo de cultura económica, 1999. Ramírez Saiz, Juan Manuel, “Cultura política y educación cívica del movimiento urbano popular”, en Jorge Alonso (coord.), Cultura política y educación cívica, op. cit., así como Soledad Loaeza, El Partido Acción Nacional: la larga marcha, 1939-1994, México, FCE, 1999. Valdez Zepeda, Andrés, en Democracia y oposición, El partido Acción Nacional y la transición política en México, México, Universidad de Guadalajara, 1999. Hemerografía El Sol del Pacífico, 26 de octubre de 1983. El Sol del Pacífico, Mazatlán, septiembre de 1983. El Sol del Pacífico, 24 de octubre de 1983 El sol del Pacífico, 6 de septiembre de 1983. El Sol del Pacífico, Mazatlán, 11 de septiembre de 1983. Noroeste y El Sol del Pacífico, Mazatlán, Sinaloa, durante los meses de mayo, julio, agosto, septiembre, y octubre de 1983. El Sol del Pacífico, Mazatlán, 4 de octubre de 1983. El Sol del Pacífico, Mazatlán, 10 de agosto de 1983. 60
“Impugnan ataques a Rice García”, El Sol del Pacífico, 10 de agosto de 1983. El Sol del Pacífico, Mazatlán, julio y octubre de 1983. Noroeste, Culiacán, 10 de octubre de 1983
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PROCESOS Y DESAFÍOS EN LA CONFORMACIÓN DE LA CIUDAD
Celso Iván OLIVARRÍA NÚÑEZ• Introducción •
Egresado de la Licenciatura en Economía de la FACISO. Estudia el posgrado en Ciencias Sociales de la UAS. 62
¿Qué es urbanizar? ¿Cómo se ha dado este proceso? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué retos enfrentan las autoridades? Aquí, hacemos hincapié en la ausencia de una política urbana que dé atención al fenómeno desde la óptica de la planeación, pues la ciudad padece de enormes problemas estructurales que impactan en el deterioro de la calidad de vida de sus habitantes. Antecedentes Desde hace años Mazatlán ha experimentado un acelerado crecimiento hacia las periferias, lo que generó la necesidad de suministrar nuevos servicios públicos; muchas veces las autoridades locales no han podido ni sabido resolver las carencias, en detrimento de colonias y áreas ya establecidas. Las manchas urbanas no son nada nuevo. Por años la ciudad ha sido protagonista en el auge de nuevos e irregulares asentamientos, los cuales han sido conducidos por banderas políticas y actores sociales que han contribuido en la configuración territorial del puerto, afectando al proceso de urbanización organizada. Los problemas se evidenciaron por décadas. Y en tanto que la ciudad posee características geográficas y de suelo que la han hecho vulnerable a fenómenos naturales, los problemas se han magnificado. Las nuevas zonas de crecimiento urbano demandan servicios de agua, luz eléctrica, transporte, infraestructura vial, que rebasan la capacidad del gobierno, por lo que se convierten en “verrugas” o rezagos dolorooas. Desde nuestra óptica el fenómeno de la urbanización ha estado enmarcado por luchas abiertas entre actores sociales que han pugnado por un espacio habitable que les permita su propia reproducción.
Concepto de urbanización La definición de urbanización a simple vista parece estar relacionado con la ciudad. Pero hay una relación más compleja que eso y que tiene ver con la dicotomía rural/urbano. Según Manuel Castells (1971:76) en cuanto al término, se distinguen dos conjuntos:
--La concentración espacial de la población a partir de unos determinados límites de dimensión y densidad.1
1
Castells retoma esta definición de: D. Bogue and Ph Hauser, en “Population Distribution, Urbanian and Internal Migration, world Population Conference”, 1963 63
--La difusión del sistema de valores, actitudes y comportamientos que se resume bajo la denominación de “cultura urbana”. La primera se enfoca a los niveles demográficos imperante en las ciudades y la segunda tiene que ver con las condiciones “estéticas” que las caracterizan. Una concepción oportuna es la “acepción culturalista de urbanización la cual se basa en un supuesto previo: la correspondencia entre un determinado tipo de producción, definido por la actividad industrial, un cierto sistema de valores (el “modernismo”) y una forma particular de asentamiento espacial” (ibíd.: 77). Existen otras acepciones en cuanto al término de “urbanización” y que son necesarias señalar. Por ejemplo, H. T. Elridge la define como “un proceso de concentración de la población, en dos niveles: 1) la multiplicación de los puntos de concentración y 2) el aumento en la dimensión de cada una de las concentraciones” (Ibíd.: 77). Finalmente, para Castells, el proceso de urbanización de un país se refiere al “proceso por el cual una proporción creciente de su población pasa a residir en aglomeraciones de […] más de 20.000 o más de 100.000 habitantes”. Bajo esta lógica se hacen evidentes las aglomeraciones que identifican a las ciudades: edificios, servicios públicos, infraestructura vial, población. El proceso de urbanización en México El proceso de urbanización actual en México se remonta a 1900; sin embargo es en los años 20 a los 40 cuando por segunda ocasión el país empieza a experimentar un proceso de crecimiento demográfico en las principales ciudades, a raíz de la incesante industrialización en el centro del país, sobre todo en el Valle de México; esta industrialización (Puebla, Ciudad de México, Pachuca, entre otras) se convirtió en un polo de atracción, en virtud de la demanda creciente de fuerza de trabajo. Conforme la situación de poblamiento se hacía más fuerte empezaron a surgir demandas de servicios públicos básicos, y a ello se añadía la necesidad de vivienda para los trabajadores. 64
México: distribución de la población urbana por regiones,
1900- 19952 Región Población urbana (miles de habs.) Distribución (porcentaje) 1.noroeste 2.norte 3.noroeste 4.centro norte 5.Occidente 6.Centro 7.pacífico sur 8.golfo 9.península de Yucatán
1900 1 437
1921 2 100
1940 4 013
1960 13 314
1980 37 563
1990 50 151
1995 58 384
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
1.2 5.9 5.5 24.1
2.0 11.5 7.9 13.5
2.7 9.6 9.1 10.6
7.2 9.7 9.5 8.6
7.3 7.8 9.2 7.9
8.2 8.3 9.0 9.6
8.6 8.2 9.0 9.7
14.5 36.2 2.4
10.5 42.2 1.3
9.6 47.7 1.5
11.1 44.4 2.3
11.1 44.6 3.3
11.9 39.1 4.7
11.8 38.2 4.9
5.7 4.4
6.5 4.6
6.2 3.0
5.1 2.2
6.5 2.3
6.5 2.8
6.5 3.1
El fenómeno migratorio hacia el centro urbano del país tuvo una tendencia elevada de 1900 a 1921 siendo las zonas rurales de las entidades federativas, principalmente, las que aportaban el mayor porcentaje de personas hacia las ciudades. El desarrollo industrial en las ciudades entre 1921 y 1940, que ponen en marcha los preceptos emanados de la Revolución, marcarían el inicio de un proceso migratorio sin precedentes, obligando al gobierno a generar las condiciones de habitabilidad en las áreas conurbadas. La distribución urbana en México pasó de 4,013 millones de habitantes en 1940 a más de 37 millones en 1980. Durante estos años la industrialización se enmarcó sobre el modelo de sustitución de importaciones, hasta llegar a la dependencia petrolera y la conformación de nuevos centros urbanos orientados al turismo, pasando por la zona del Golfo y la Península de Yucatán, lo que evidenció un incremento de la población urbana (véase cuadro anterior). En este escenario, “el proceso de urbanización ha sido uno de los más 2
Fuente: Delgadillo Macías, Javier; Iracheta Cenecorta, Alfonso (coords) (s/f)). Actualidad de la investigación regional en el México Central. Plaza y Valdez, México. 65
importantes generadores de cambios: sociales, culturales, económicos y políticos. La urbanización a partir del año 1900 a la fecha ha sido ininterrumpida: más o menos lenta a un ritmo de una tasa de 2.4% hasta 1940 y rápida hasta 1970, con incrementos promedio de 6.4% durante la década de 1950 a 1960, y moderada a partir de los años 70 hasta hoy en día. El ritmo de crecimiento urbano se explica en virtud de la migración interna de las áreas rurales a las ciudades”.3 Y los centros urbanos de mayor concentración poblacional, a la postre, serían Guadalajara, Puebla, Monterrey, Toluca y el área conurbada de la ciudad de México. Según el Consejo Nacional de Población –CONAPO-, al referirse al proceso de crecimiento de las principales ciudades señala que la urbanización sustentada en procesos de metropolización tuvo particular intensidad en la ciudad de México; así, mientras en 1950 ésta era la única ciudad con más de un millón de habitantes y absorbía 11% de la población total del país, veinte años después residía en ella 18% del total nacional; en cambio, Guadalajara y Monterrey rebasaron el millón de personas, pero sólo concentraron 6% de la población nacional.4
Problemas y actores en la urbanización de las ciudades de Sinaloa La ciudad es un ente con antecedentes históricos donde se han dado cita actores sociales y que han dejado testimonio a través de luchas por la habitabilidad de sus espaciios. Castells dice que “si para la burguesía industrial la ciudad no es ya sino el cuadro de vida y no su expresión espacial, para la clase social por ella suscitada, el proletariado, la concentración urbana es un elemento que refuerza su visibilidad social y su capacidad de autoidentificación” (op. cit.: 88). En la conformación territorial urbana en Sinaloa hubo un proceso de desfase económico. Según el investigador José Luis Beraud Lozano “en el capitalismo la distribución demográfica tiende a modificarse a partir de que el campo deja de ser el soporte principal en la generación de plusvalor, siendo desplazado por la “ciudad” en la medida que a ella se le asigna prioridad en cuanto asentamiento de fuerzas productivas vinculadas al desarrollo industrial, el comercio y los servicios” (Beraud Lozano, 1995: 77).
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Disponible en internet: http://inep.org/content/view/210/1/. Consultada el día 22 de diciembre de 2010. 4 Disponible en internet: http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/Otras/zmcm/01.pdf. Consultada el día 22 de diciembre de 2010. 66
En este sentido, la capacidad productiva del estado (que estaba en sustancia vinculada al campo) fue gradualmente desplazada por la actividad industrial y comercial en las ciudades y que se convirtieron en polos de atracción de fuerza de trabajo de las comunidades rurales. La habitabilidad de los conglomerados urbanos se hizo más evidente conforme la dimensión económica prevalecía concentrada en éstos. La demanda de vivienda y servicios se hizo cada vez más notoria, los índices de miseria en las zonas alejadas del centro no dejaban dudas sobre los conflictos que acarreaba la rápida concentración poblacional y la rigidez con que eran socavadas las disputas por obtener una espacio habitable. Los emigrantes continuaban llegando sin encontrar mejoría inmediata en el “espejismo” de las ciudades; al contrario, tuvieron que sobrevivir en medio de aquel atroz hacinamiento producido por la “inexistencia” de terrenos y vivienda. Y no es que nuestras ciudades…carecieran de ello, sino que fueron acaparados por unas cuantas familias, aprovechando diversos recursos, incluyendo a los mismos fundos legales con los que cada ciudad pudo definir su demarcación territorial (Ibíd.: 80-81).
La falta de visión por parte de las autoridades tendría un alto costo en la conformación territorial de las ciudades sinaloenses. Aparecieron las primeras “manchas urbanas”, que fueron catalogadas como “ilegales” pero que intentaban sofocar el rezago de espacios para vivienda. En tales circunstancias apareció un nuevo actor: el invasor de terrenos. Así, empleados públicos, trabajadores de diversas manufacturas, desempleados y emigrantes recién llegados a las ciudades, se lanzaron a las tomas de terrenos ante la ostensible carencia de espacios para habitar. Dichas acciones no se desarrollaban a título individual, pues casi siempre aparecía alguna agrupación partidista (PPS o PRI) dirigiendo a estos protagonistas (Ibíd.: 81).
Ante la ausencia de una política urbana con visión de largo plazo, lo que el gobierno sinaloense hacía era expropiar las haciendas urbanas de las familias pudientes, que en todo momento lucharon por preservar sus terrenos pero que al final de cuentas sus esfuerzos resultaban en vano. El problema de la vivienda se acompañó por décadas por la invasión de predios, lo que provocó el acelerado incremento de la “mancha urbana”, bajo el amparo de las autoridades locales que no tenían noción de la planeación. Las invasiones se hicieron muy evidentes en Mazatlán, al verse ocupada gran parte del área de marismas por grupos invasores, 67
además de la ocupación de lomeríos, esteros, reservas territoriales, áreas ejidales y espacios de propiedad privada (José Luis Beraud, 1998:70). En el transcurso, los pobladores empezaron a demandar los servicios de agua potable, luz eléctrica y transporte. Las necesidades iban en aumento en detrimento de la capacidad del gobierno por resolver las demandas de los nuevos pobladores. Pero la confinación en las manchas urbanas y el desabasto de los servicios fueron pretextos de grupos políticos que aprovechando las condiciones de miseria en tales asentamientos, pedían el voto para alcanzar puestos de representación y elección. Al respecto, Beraud hace énfasis en que el fenómeno urbano (las manchas) sirvió para “fortalecer a una serie de líderes corruptos y vividores de la miseria de los contingentes sin techo” (Ibid.: 71). Hacer ciudad. La planeación urbana Dice Claude Bataillon: “la “urbanización espontánea” es la vergüenza común y trivial de la mayoría de las capitales de los países en desarrollo. En todos los casos, los terrenos utilizados son los que el urbanismo abandona, bien sea por su pendiente, por su mal alcantarillado o cualquiera otra desgracia natural o legal (Bataillon, 1972: 287). Lo anterior refleja la idea de que la ciudad abandonada es la que pueblan los invasores o paracaidistas. Es la ciudad perdida que no posee los suministros de agua, de luz, de alcantarillado, de transporte pero eso si, es la que suministra recursos humanos baratos a las industrias. Jordi Borja (1998) dice: El progreso de la ciudad se mide por el progreso en cantidad y calidad de sus espacios públicos. Es prioritario conocerlos: los que existen legal y materialmente y los que pueden existir como tales. Hay que conquistar espacios públicos frente a otras autoridades del Estado […]. Y conquistar también los privados, institucionales […] o empresariales. Hay que derribar las murallas que impiden a la mayoría ver y usar la ciudad. 5
La visión de Borja lleva a plantearnos la necesidad de la planeación urbana a partir de realizar diagnósticos exhaustivos y claros en torno a las problemáticas que se materializan en las ciudades, sobre todo, la ausencia de espacios públicos y la carga del desgate ambiental que forman parte de la encrucijada de la ciudad del siglo XXI. De igual forma, Jordi Borja enfatiza que para transformar la ciudad 5
Exposición de Jordi Borja en el Instituto de Desarrollo Urbano de Bogotá, Colombia, 1995. Citado en Borja y Castells (1998) 68
hay que conocerla. Las ciudades se conocen con los pies. Para proponer programas viales y sistemas de transporte hay que andar la ciudad y mezclarse con sus gentes. El urbanista no trabaja en un laboratorio sino en la calle, no se traslada todo el tiempo en coche sino que salta de un medio a otro, no habla solamente con colegas o profesionales sino con las diversas personas que viven la ciudad. Hay que pisar en algún momento cada barrio y cada obra y entrar en las casas y hablar con su gente. Transformar la ciudad supone un estilo de vida (Ibid).
Es el gobierno que a través de políticas públicas con orientación estratégica puede resolver los problemas de fondo. Para André- Noël Roth Deubel (2006: 27), la política pública designa la existencia “de un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática”.
La definición de Roth no es para menos. Ante esto vale preguntar: ¿Qué significa un buen plan? La respuesta la encontramos en el caso de la ciudad de Curitiba, Brasil. Un buen plan “es el que especifica año a año como debe evolucionar la ciudad”.6 Curitiba es un caso de éxito en temas de la planeación urbana pues, de ser una ciudad sin importancia y con elevados índices de pobreza y precariedad antes de los años 50´s, pasó a ser una de las ciudades modelo que acapararon la atención mundial, sobre todo si se considera que se convirtió en un polo de atracción de inversión extranjera con el complemento de compañías transnacionales de renombre. Todo empezó en 1964 al establecerse el Plan Director de Desarrollo Urbano, propuesto por el IPPUC (Instituto de Investigación y Planificación Urbano de Curitiba). Este plan mantuvo propósitos comunes y con una orientación para alcanzar el desarrollo reconciliando la naturaleza con la industria y el progreso. De acuerdo a Jaime Lerner (ex alcalde e ideólogo de la transformación de Curitiba), para concretizar un modelo como el de Curitiba, “es necesario fortalecer el poder local. Es igualmente fundamental que los ciudadanos sean los gestores del cambio… si la población llega a entender los proyectos, es la que más 6
Disponible en internet: http://info.worldbank.org/etools/docs/library/112219/peru/docs/ModuloVI/Ardil a%20Curitiba%20total.pdf. Consultada el día 22 de diciembre de 2010. 69
ayuda a realizarlos”. Obviamente, los proyectos públicos deben ser del conocimiento público pues es la sociedad la encargada de resentir todo tipo de decisiones que emanan de las autoridades de gobierno7. Hasta aquí, hemos expuesto parte de las razones que dieron pie a la urbanización en el país y en las ciudades sinaloenses. En todo caso, las dificultades que presentan éstas como carencias de vivienda, empleo, servicios públicos, asistencia social, transporte y otras que en el camino se derivan, consideramos que tienen solución. El trabajo se queda corto, falta la versión de los actores, de los ciudadanos. Por lo tanto, la necesidad de una aproximación del estudio hacia los temas de la ciudad queda aún pendiente. Mazatlán: perspectivas Por décadas, las actividades económicas en Sinaloa han estado ligadas fundamentalmente al sector primario, actividades que han dado el sustento a miles de sinaloenses. La apertura comercial de 1990 indujo a que estas se enfilaran a participar en los mercados internacionales creando una fuerte dependencia con el exterior que con el paso de los años se agudizó al grado de descuidar el mercado interno. El turismo y la pesca han sido las actividades económicas predominantes y de mayor relevancia en Mazatlán. Estas dan empleo a miles de mazatlecos en épocas de fin de veda y periodos vacacionales. Los ingresos entre la población se incrementan, la capacidad de compra se dispara, algunos ahorran, otros invierten y otros más prefieren salir de viaje. En sí, los sectores arriba mencionados se reactivan provocando una reacción en cadena con resultados favorables que se ven reflejados en la calidad de vida de la población porteña. Sin embargo, cuando la temporada llega a su fin, estos miles de mazatlecos tienden a emigrar a otras partes de la República o a los Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades de trabajo, pero sólo una parte prefiere dedicarse al comercio informal de forma que les permita subsistir en estos periodos. Si bien es cierto que el rezago no es generalizado sí lo es parcialmente; se puede apreciar que esto en principio afecta de manera notable la cadena productiva y a la economía local en su conjunto. Es necesario añadir que para tal efecto, año con año la ciudad y el municipio, enfrentan una grave 7
Díaz Betancourt, José (2007). “Modelo probable para una ciudad imposible”. Entrevista realizada a Jaime Lerner/ enviado en Curitiba, La Gaceta, 30 de julio. Fecha de consulta, 23 de diciembre 2010. Disponible en: http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/paginas/492/492_cot_notas%204-5.pdf. 70
crisis económica derivada de la dependencia de los dos sectores arriba mencionados, los cuales han sido las palancas del desarrollo local pero las consecuencias saltan a la vista: desempleo y emigración hacia otros estados de la República o a los Estados Unidos. El objetivo de esta parte del trabajo es hacer un esbozo sintético de los factores que inciden en la problemática. De manera tentativa se hace una exploración del modelo de desarrollo endógeno propuesto por Antonio Vazquez Barquero (1999), como recurso teórico para aportar nuevos polos de desarrollo económico basado en la incorporación de nuevas actividades alternas de producción aprovechando el potencial humano, cultural, geográfico y, sobre todo, financiero, que junto con los organismos de gobierno, coexisten en el municipio. El turismo y la pesca: motores del desarrollo local El turismo es uno de los sectores con mayor dinamismo, compuesto por órganos empresariales, instituciones de representación estatal y local, asociaciones y sindicatos. A razón de vínculos que le han permitido llegar a nichos de mercados cada vez más altos, la actividad subyace a deficiencias internas y externas, lo que lo vuelve insostenible, puesto que el turismo está orientado a mercados foráneos, razón por la cual se deduce la gran dependencia económica porteña. Los empresarios dedicados a esta rubro se sienten incapacitados cada fin de periodo vacacional pues los niveles de demanda de ocupación disminuyen; se evidencian temporadas buenas unas veces y otras malas. El cierre de establecimientos y el despido de trabajadores es hasta cíclico. Las filas por cobrar los finiquitos dan muestra de que la situación se agrava. Hay quienes no encuentran alternativa y optan por otros modos de subsistencia como dedicarse al comercio informal. Y pareciera que la informalidad ganara terreno y por tanto, intentara convertir al puerto en una zona de segunda, con un bajo perfil de atracción de turistas. El investigador Pedro Brito Osuna (2007) señala que el turismo en Mazatlán “tiene la característica de estacionalidad”: (el turismo) recorre un ciclo anual de actividad con altibajos en la ocupación hotelera debido a variaciones en el número de visitantes, lo que implica que durante los periodos vacacionales se tenga el mayor nivel de actividad en hoteles, restaurantes, centros de diversión y demás
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empresas de servicio debido al aumento en la demanda dado por el incremento en el número de visitantes en la ciudad.8
Al descender la ocupación hotelera los niveles de empleo se ven afectados, situación que se observa en toda la cadena que forma el sector. Se rompe el ciclo económico y las demás actividades establecidas también perciben las consecuencias. Así como existen efectos de derrame positivos lo existen negativos, provocando una disminución en el consumo, lo que genera que algunas empresas, las que no se vieron beneficiadas del todo durante la temporada, se vean en la necesidad de detener sus operaciones. El costo social es elevado, los ingresos merman, las cadenas productivas se estancan, sobreviven aquellas que literalmente no se vinculan a este sector, como la pequeña industria de la transformación exportadora o de ensamblaje. Respecto de la pesca, es una actividad mucho más perdurable que el turismo, como uno de los sectores más sumisos a las necesidades de la población. Un sector que ha sobrevivido por décadas y que ha ido introduciendo mejoras tecnológicas y de procesos industriales que lo colocan como alentador de nuevas técnicas en la producción, sea el empaquetado o “enmarquetado”, lo que orilla a ampliar el número de empleos en congeladoras y empacadoras. Esta actividad ha estado condicionada por múltiples factores, en especial por “la temporada”, dado que este sector se orienta en su mayoría a la captura de camarón. Uno de los problemas que enfrenta el sector es que no ha logrado diversificar las opciones de captura, que lo haga más sostenible y de frecuencia anual, es decir, que la ocupación fuera todo el año y no solamente en periodos. Esta situación la percibe el profesor Brito: …durante la etapa en que se decreta el inicio de cada nueva temporada, las compañías pesqueras – privadas y sociales- inician operaciones y el empleo se abre en el resto de sectores eslabonados a la cadena productiva al ampliarse el número de plazas de trabajo en las empresas empacadoras y congeladoras, las que a su vez generan grandes cargas para propiciar el transporte y la comercialización.9
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Brito Osuna, Pedro (2007). Desarrollo regional y migración, Universidad Autónoma de Sinaloa- Cuerpo Académico Migración y Desarrollo Regional, México, págs. 206-207. 9 Ibídem. Pág. 206. 72
Las consecuencias de la estacionalidad también se ven reflejadas en el sector. En el periodo de “piojillo”, el empleo se contrae y el resultado es que la mayoría de las actividades en la ciudad se estancan, se paralicen y se recurran a la misma opción que el turismo. La pesca no logra permanecer a flote por su fuerte dependencia del camarón, que implica dejar pasar meses de reproducción del crustáceo con la esperanza de si la temporada irá a estar mejor el próximo periodo; se cuenta además con la incertidumbre del costo de los insumos que implican para el productor el tamaño de su inversión y rentabilidad futuras. Lo que para unos representa una fuente de empleos para otros es un negocio. Familias enteras se ven en la necesidad de emplearse en otras actividades con menor peso pero con ganancias un poco elevadas o, en el peor de los casos, anquilosadas. Las autoridades locales poco han avanzado para promover nuevas líneas de desarrollo económico; se continúa queriendo aprovechar lo que el entorno ofrece sin elaborar una política de impacto colectivo y que suspenda de manera permanente los rezagos que año con año la comunidad tiene que soportar. La economía local es vulnerable a las crisis nacionales y mundiales. Un leve estornudo de los países desarrollados afecta a toda la economía en su conjunto. La ciudad y sus actores resienten los efectos; la pesca y el turismo parecen estar condicionadas por una dependencia externa enérgica, confinando su dinamismo a fortalecer sus mercados externos más que el interno. Esta dependencia ha ocasionado que la planta productiva se estanque, se paralice. Sin embargo, los empresarios locales parecen resistirse a buscar nuevos mercados y nuevas exploraciones productivas. En un estudio realizado en la Facultad de Ciencias Sociales se advierte: Hoy los sistemas productivos locales de producción están bajo la amenaza de ciertos elementos del sistema mundial. Por una parte la transformación y la segmentación de los mercados, lo cual implica mayor competencia internacional, en la cual deben desarrollar productos diferenciados frente a la volatilidad de los mismos, todo ello exige mayor innovación y uso de servicios especializados.10
La falta de una política de desarrollo económico integral para la ciudad y el municipio es evidente. El peso del desempleo y con la 10
Alcaraz, Jesús Iván (2004). El desarrollo económico local y los complejos productivos. Revista Arenas, No. 7, Facultad de Ciencias Sociales-UAS, México, pág. 149. 73
consecuente ola que acarrea como disminución de los ingresos en cientos de familias, es preocupante. Se vive en una ciudad donde existen perdedores y ganadores, donde unos ganan más que otros, donde unos comen y otros muy poco. La prensa local da testimonio de los problemas que enfrenta la población cada periodo. Y a esto se suman una serie de conflictos urbanos; los salarios no cubren muchas de las necesidades, los empleos no alcanzan para todos, se acota el consumo, las desigualdades afloran pero sin soluciones a la par. Además, en la ciudad se perciben situaciones derivadas de esa crisis como altos costos en el transporte, aumento de la desocupación, violencia generalizada, emigración, debilitamiento del poder del Estado, y otros que dejan a la vista el verdadero rostro de la crisis. El gobierno como gestor de nuevas alternativas de desarrollo El gobierno debiera ser uno de los agentes para la promoción de las políticas encaminadas a satisfacer necesidades sociales y privadas, políticas que tengan impactos concretos y equitativos; es el motor para que las actividades económicas se desarrollen y se dinamicen las ya existentes, mediante la aplicación de políticas públicas eficientes, mismas que impulsen la inversión en infraestructura, educación y otras áreas de corte similar. Estas medidas son el referente para crear un ambiente propicio que estimule la producción y el desarrollo local. Aquí habría que hacer una pregunta: ¿qué tan importante es el papel del Estado en la formación de nuevos cuadros empresariales y el fortalecimiento de las pequeñas empresas como contensores de los desequilibrios que se presentan año con año en la ciudad y el municipio? Ante este cuestionamiento sería necesario añadir que uno de los roles que juega el Estado es elaborar políticas orientadas al desarrollo económico, hacia nuevas exploraciones en otras áreas de la producción donde pueda competir tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Es axial reorientar las actividades, generarlas en casa y buscar nichos de mercado no sólo externos, sino fortalecer a la par el interno, pero buscando insertar mayores volúmenes de valor agregado a la producción. De ahí la necesidad de un modelo que permita la cooperación entre los actores de la localidad: los individuos, los empresarios y el gobierno y buscar los mecanismos e instrumentos de política económica que impulsen a las actividades nacientes y a las establecidas. Modelo de desarrollo endógeno
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La propuesta es la de generar condiciones apropiadas de desarrollo económico a partir de un “punto de partida”, que sea incluyente y que rompa con viejos paradigmas11. Habría qué replantear la necesidad de introducir la cuestión del desarrollo endógeno, como modelo a seguir y por el cual la localidad saldría beneficiada siempre y cuando se aplicara de forma adecuada. El modelo es el que plantea Vázquez Barquero: …la idea fuerza del nuevo paradigma es que el sistema productivo de los países crece y se transforma utilizando el potencial de desarrollo existente en el territorio (regiones y ciudades) mediante las inversiones que realizan las empresas y los agentes públicos, bajo el control creciente de la comunidad local. 12
El sistema productivo está organizado de tal manera que las partes que lo integran forman parte de un engranaje donde cada uno cumple una función.13 El potencial de desarrollo se refiere a los recursos naturales existentes, a la infraestructura de vías de comunicación y transporte, al capital humano, financiero y físico y, sobre todo, a la experiencia empresarial y la capacidad innovadora de sus actores. Estas condiciones son la punta de lanza para introducir la vía del desarrollo endógeno. Una empresa se establece donde hay potencial de desarrollo, donde existen las condiciones que le permitan competir por el mercado local o explotar los recursos existentes para minimizar sus costes de producción. El punto es fortalecer las empresas locales, hacerlas competitivas, diversificar sus opciones de producción, incrementar su capacidad productiva con políticas industriales de largo plazo. Es prioridad alentar la participación de la población, incluirla en proyectos productivos, con la resultante de que se avizoren en un futuro nuevos cuadros empresariales, competitivos en mercados internos y luego externos, con altos índices de innovación y valor agregado en los productos y /o servicios.
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Cuando nos referimos a la idea de romper con paradigmas lo hacemos en el sentido de buscar otras alternativas, puesto que la economía de la ciudad, por ubicación geográfica, ha mantenido una fuerte ligadura con el comercio exterior y con una dependencia elevada. 12 Vázquez Barquero, Antonio (1999). Desarrollo, redes e innovación. Lecciones sobre desarrollo endógeno. Pirámide Ediciones, Madrid. 13 El sistema productivo se compone de: producción, producto, actividad productiva, función de producción, proceso de transformación, factores de producción, outputs, entorno o medio ambiente entre otros. 75
Esta primera aportación resulta convincente y en el caso de Mazatlán, se ha construido todo un paradigma alrededor de los sectores que alternan en el desarrollo local; estos se complementan en distintas direcciones pero con un mismo destino. Pero en Mazatlán el aparato de gobierno municipal y los mismos empresarios no logran ponerse de acuerdo en lo que concierne a las necesidades que se demandan. Vázquez Barquero enfatiza que el desarrollo endógeno puede entenderse como “un proceso de crecimiento y cambio estructural liderado por la comunidad local utilizando el potencial de desarrollo que conduce a la mejora del nivel de vida de la población” (Ibid.: 32). La incorporación de economías de escala estimulan la competitividad local. Esto se ve reflejado alrededor de las actividades económicas existentes en una región, lo que provoca que para fortalecer a un sector sea necesaria la formación de pequeñas redes de empresas que provean de insumos a otras empresas. Además de estimular la competencia, las economías de escala tienen un efecto sobre el mercado interno y por tanto, que tienda a expandirse hacia el exterior. En tal situación la organización de la producción es el principal factor de la competitividad. Dentro del modelo de desarrollo endógeno existe una cuestión exclusiva que tiene que ver con la formación de un proceso industrial, una razón para que surjan nuevas actividades y se protocolice hacia nuevos escenarios. Para Vázquez Barquero la razón es evidente: …la formación de un proceso de industrialización se inicia como consecuencia de la crisis o pérdida de dinamismo del sistema productivo tradicional de la economía local y la aparición de nuevas oportunidades de mercado (Ibid.: 34).
La pesca enfrenta claros retos: diversificar sus opciones de captura y dejar de lado la dependencia del camarón. El turismo por su lado debe buscar otras alternativas que le permitan sobrevivir y continuar en el escenario. Sin embargo, se debe aprovechar el decaimiento de estas actividades porque abre la oportunidad para replantear la necesidad de incursionar en nuevas actividades. Así, el desarrollo endógeno busca la creación de riqueza desde el interior de las comunidades, con el esfuerzo de quienes trabajan para el propio provecho y bienestar. Conclusión Este trabajo es sólo el preámbulo de un estudio más extenso. Podemos decir de antemano que urgen nuevas áreas productivas. De manera que se debe trabajar en una política de desarrollo integral para la 76
ciudad, aplicar un modelo que le permita tejer redes de cooperación inter empresariales y fortalecer nuevos cuadros de emprendedores. Se cuenta con potencial de desarrollo y condiciones para la planeación y puesta en marcha de las políticas que requiere la ciudad. En el acicate que implica que la ciudad experimente un ritmo de crecimiento poblacional cada vez mayor, aglomerando los servicios y dejando sin oportunidades a miles de pobladores, no se debe esperar a regresar a la famosa economía del bienestar; imperativo es resolver los desequilibrios a partir de políticas económicas que sean verdaderamente incluyentes. Bibliografía Bataillon, Claude (1972). La ciudad y el campo en el México central. Siglo XXI editores. México, pág. 287. Beraud Lozano, José Luis (1995). Los movimientos sociales en la conformación territorial. UAS, Culiacán, México. ------------------------------------ (1998). Retos urbano- regionales de Sinaloa ante la globalización. UAS, Culiacán, México. Borja, Jordi; Castells, Manuel (1998). Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Taurus, Tercera edición, España. Castells, Manuel (2006). Problemas de investigación en sociología urbana. Siglo XXI editores, decimoséptima edición, México. Roth Deubel, André- Noël (2006). Políticas públicas. Formulación, implementación y evaluación. Ediciones Aurora, Colombia.
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CULTURA GASTRONÓMICA Y NACIONALISMO CULINARIO EN MÉXICO
Karina OCHOA LEYVA• y Arturo SANTAMARÍA GÓMEZ∇ •
Estudiante de la Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en estudios regionales inscrita en el PNPC de CONACYT, UAS. ∇ Profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales-UAS. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. 78
Cocina y cultura bien pueden ser sinónimas. Entendida como lenguaje, la trama de la alimentación humana nos arroja a una densa materia en la cual cuerpo, técnicas y símbolos se entreveran para producir una urdimbre en las distintas sociedades (Montecino, 2009: 19). Sonia Montecino nos propone ver a la sociedad a través de una actividad fundamental, como lo es la alimentación, y còmo esta va creando un conjunto de características únicas ligadas a la manera de organizar y preparar los alimentos. En este proceso se encuentran rasgos simbólicos del individuo que son reflejo de la sociedad de la que forma parte. Noelia Carrasco (2007) citando a Mauss (1925) señala que la dinámica social siempre subyace en la acción de alimentarse, toda vez que el hecho alimentario se organiza según las estructuras económicosociales, geografìa, gènero, clase y estatus, además de la propia concepción de comer. Esta interpretación sugiere que el ser humano, en efecto, cocina para alimentarse, pero esto lo realiza de acuerdo a su entorno cultural. Cocinar y comer expresan formas y estilos de vida, las cuales se van adquiriendo durante su interacción con los demás individuos. Las maneras de alimentarse se deben a distintos factores, tales como el alcance y aprovechamiento de los recursos naturales existentes en su mismo espacio, asì como las tradiciones heredadas por la familia en particular, y la sociedad en general. Tal y como sostiene Montecino (2009:19), lo que cada sociedad considera como alimento no solo tiene un correlato nutricional y de selección en un medio ambiente, sino también revela un sentido simbólico. De allí las prohibiciones, modos de consumo, las concepciones sobre las propiedades de los productos que se ingieren y los principios que rigen su deglución. Michel De Certeau expone una interpretación cercana a la de Montecino: “Las conductas alimentarias constituyen un dominio donde la tradición y la innovación importan de igual modo, donde el presente y el pasado se mezclan para atender la necesidad del momento, proporcionar la alegría del instante, adecuarse a la circunstancia. Con su alto grado de ritualización y su poderosa inversión afectiva, las actividades culinarias son para muchas mujeres de todas las edades un lugar de felicidad, placer e inversión. Estas cosas de la vida reclaman tanta inteligencia, imaginación y memoria como las actividades tradicionalmente consideradas como superiores, como la música o el tejido. En este sentido, tales cosas constituyen por derecho uno de los puntos más importantes de la cultura ordinaria.” (2006: 154) 79
Como se puede observar en esta aportación de Michel De Certeau se distingue a la alegría en la acción de cocinar. De Certeau se refiere a ese sentimiento que siente en este caso la mujer al momento de realizar comida, pero lo mismo podemos decir del hombre cuando asume ese acto plenamente. Acerca del placer de la creación culinaria, escribe Anthony Bourdain (2010:23) uno de los chefs màs reconocidos en la sociedad norteamericana: (…) No tenía planeado meterme a cocinero profesional. Pero con frecuencia miro atrás, en busca de ese tenedor en mi ruta, tratando de adivinar en qué momento tomé por mal camino y me convertí en buscador de sensaciones, en un sensual hambriento de placeres, siempre con el afán de provocar, divertir, aterrorizar y manipular. Siempre con el afán de llenar ese lugar vacio de mi alma con algo nuevo. Al margen del género, uno de los hechos culturales màs importantes que haya construido cualquier sociedad es la cocina. La acción es una de las actividades superiores de toda sociedad; es decir, forma parte del conjunto de actividades significativas claves de una cultura. Así, se puede afirmar que el acto de cocinar y, por consecuencia, la alimentación, son acciones que implican conocimiento, organización, tradición, gusto, hábitos e ideas, que están presentes en los individuos y la sociedad. Mercedes Iturbide1(2002: 361) indica que la cocina exalta los sentidos, aviva la imaginación y genera fantasías que en ocasiones quedan traducidas en deliciosos platillos. A su vez, dice, la cocina y el amor están estrechamente vinculados, van de la mano y se alimentan el uno al otro. Si los sentimientos y los alimentos pueden mezclarse al momento de cocinar, donde la emoción y la pasión son recursos que nutren los platillos, los alimentos, no serían, entonces, meras sustancias para nutrir el organismo de los seres humanos sino también productos del arte, e incluso, de la ciencia. Por lo tanto la preparación de los alimentos y su degustación, son procesos que van más allá del hecho de cubrir una necesidad primaria. Para ello López Morales2 (2002: 29) señala: 1
Memoria del tema: Cocina como literatura y erotismo, presentada en el 1er Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe. 2 Memoria del tema: Patrimonio gastronómico y cultural, presentado en el 1er Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe. 80
“comer es un acto biológico y cocinar un acto cultural, […] la cultura no es abstracción, sino dato concreto que se expresa mediante la capacidad creadora propia de los humanos. La cultura da las formulas para convivir y desarrollarse en todas las dimensiones materiales y espirituales, da también sentido a la existencia individual y colectiva.”
Para Morales el acto de comer, en primera instancia, es una acción de sobrevivencia, pero al momento de preparar los alimentos el ser humano cuenta con maneras distintas de hacerlo, así como diferentes utensilios o herramientas. Dichas maneras se traducen en conocimientos que a su vez generan tradiciones, hábitos o costumbres que se construyen de acuerdo al entorno al que pertenece el individuo. Otro aspecto importante en el acto de la alimentaciòn es el placer, tal y como lo señala Rafael Ansón Oliart3 (2002: 97): “la alimentación hay que entenderla, primero, como una disciplina fundamental para proteger la salud, con gran repercusión social desde el punto de vista estético y muy influyente en el comportamiento de las personas, por muchas razones debemos considerar a la cocina, y a todo lo que la rodea, como una gran fuente de placer “.
Esta reacción de placer se le atribuye a la satisfacción que tiene el individuo al momento de comer, el cual incluye al sabor que el platillo deja en su paladar, pero, además, el sabor suele relacionarse con algún acontecimiento, sentimiento o situación que ha vivido la persona. Comer, alimentarse y encontrar en la mesa las más profundas referencias propias de un pueblo y su sociedad, son parte de los derechos fundamentales y más deleitables de los hombres y las mujeres (Lody, 2002: 128). Raúl Lody4 agrega un factor para entender el valor cultural de la cocina: las recetas; las cuales pueden ser transmitidas de forma oral o
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Memoria del tema: Cultura, turismo y gastronomía, presentado en el 1er Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe. 4 Coordinador del programa de Antropología de la Alimentación Brasileña. Texto titulado: Comida y patrimonio Caju: fruto emblema de la identidad brasileña. 81
escrita. Sobre esto mismo, Pérez Martínez5 (2003:120) indica que la cocina tiene entre sus contenidos fundamentales y constituyentes, la tradición oral; es decir, el cúmulo de enseñanzas que se van transmitiendo de boca en boca las diferentes generaciones. Las tradiciones culinarias, enfatiza este autor, tienen en la tradición oral una de sus más grandes fortalezas. La tradición culinaria se refiere a los recetarios transmitidos oralmente a través de una serie de procesos configurados por varias formas y actividades de la vida cotidiana como la vida familiar o las diferentes formas en las que se relacionan padres e hijos. Pérez Martínez señala que la cocina, como tradición oral, es un sistema simbólico que interpreta el mundo cultural circundante y funciona como un lenguaje que posibilita una variada tipología de procesos de comunicación, lo cual la convierte en un centro de comunicación. Esta contribución indica los múltiples significados simbólicos que se presentan en el hecho de cocinar. Tales símbolos son referidos a las tradiciones que son transmitidas y que cuentan con significados sentimentales para sus portadores, y que a su vez, al momento de estar interactuando, salen a relucir, ya que no sólo es importante el hecho de cómo se fabricarà el alimento, sino también los habilidades de la persona que se apropia de la cocina, las técnicas y utensilios a los que recurre y, de alguna manera, las expresiones y sentimientos personales. Por ejemplo, en algunas regiones de México saber cocinar es característica de que una mujer que ya está preparada para el matrimonio. Lo cual nos diría que muchas sociedades ven en la cocina una tarea importante y compleja, difícil de realizar; por tal razón dominar tales técnicas y artes son algo valioso, a tal grado que el dominio de la cocina se relaciona con una de las decisiones màs importante del ser humano. A la vez, tal tesis, sin duda nacida en una sociedad tradicional, afirma que sólo sabiendo cocinar se tendrá un hogar feliz. La anterior idea quizá se relacione con la necesidad biológica de alimentarse y a que un buen sabor se convierte en un elemento para influir en los estados de ánimo; es decir, una buena comida en algunos casos puede traer, como consecuencia, ánimo, felicidad y satisfacción, lo que significaría tener contentos a los integrantes de la familia. El autor recuerda que en todas las culturas hay cocinas “ordinarias” y cocinas “rituales”, refiriéndose a la primera como la cocina para los 5
Memoria del tema: vínculos entre cocina y tradición oral, presentado en el 5to. Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe. 82
días no marcados, y la segunda para las situaciones especiales; es decir, para tiempos sagrados y festivos. Por ejemplo, conocemos diferentes comidas de celebración: de Cuaresma, Navidad, nupcias, primera comunión, o bien, comida de fiesta o dominguera. Esto indicarìa que la descripción de las comidas, sus instrucciones para la preparación y el consumo forman parte del folclor o bagaje tradicional de un pueblo (2003: 123). La complejidad en la elaboración de los alimentos y sus significados sociales revelan cómo el cocinar se ha hecho un arte; a tal nivel, que se han distinguido los ingredientes y platillos que se deben de utilizar con respecto al acontecimiento que sucederá en determinadas celebraciones y eventos. La cocina se ha convertido en una serie de acciones muy ricas en significados, debido a la diversidad de culturas. Una confirmación de esta interpretación es la que expone Monroy de Sada (2004:9): “Así como el hombre buscò un lugar para alojarse, también tenía otras necesidades físicas primarias, como era la de vestirse y alimentarse. Con el transcurso del tiempo se ha visto cómo el hombre que en un principio comía lo que podía para satisfacer su hambre, fue evolucionando y encontrando una forma agradable y placentera de satisfacer esta necesidad vital, descubrió nuevos y variados alimentos, tanto de origen vegetal como animal, diferentes formas de prepararlos para mejorar su sabor; una manera bella y armoniosa de presentarlos haciéndolos más apetecibles. Descubrió también cuales de estos alimentos eran mejores para su salud y cuáles podían serle perjudiciales. Así como fue progresando en su alimentación, también fue creando una forma más digna de alimentarse: horarios para las comidas, el uso de las mesa, manteles, servilletas, vajilla, vasos, cubiertos, etc. todas estas manifestaciones de refinamiento hacen más agradable la vida humana y la convivencia con los demás. La gastronomía proporciona el conocimiento de las maneras adecuadas para dar un servicio a los demás, tan importante en el desarrollo de la humanidad y característico de la dignidad humana.”
Es claro, pues, cómo ha evolucionado el arte de cocinar y su importancia sociocultural. Los gustos y las costumbres en materia alimenticia varían entre épocas y lugares. Lo que en ciertas civilizaciones 83
se juzga delicioso, en otras su consumo constituye una aberración; lo que en algún tiempo se tuvo como refinado en otro se vio como vulgar. Es decir que, al margen de las diferencias que hayan existido y que existen en materia culinaria, la gastronomía es un arte cuando en ella se cristalizan valores trascendentes; por ejemplo la sustancia, el estilo, el esmero, la verdad, el bien y la belleza. Con respecto a la evolución de la cocina, México cuenta con variados ejemplos de costumbres y tradiciones. Sus rasgos más auténticos proceden de la cocina prehispánica, la cual ha pasado por cambios y fusiones a partir de la conquista Española, pero aún con la influencia de este hecho histórico hay aspectos de la tal cocina que no se modificaron en absoluto, tal como señala Jeffrey M. Pilcher (2001:88): “Un auge económico a finales del siglo XVIII atrajo a gran número de inmigrantes del campo hacia la capital. La gente común, con viviendas deplorables o inexistentes, comían en las calles. La cocina prehispánica de metate6 y comal7, casi inmutable desde la conquista, proporcionaba una comida barata y deliciosa para ayudar a soportar la carga urbana. Una mujer podía poner un brasero en cualquier esquina, y en cuanto tenía el fuego encendido, hacia un buen negocio vendiéndoles enchiladas a los transeúntes, ampliar la operación solo requería unas cuantas piedras para poner una cazuela de frijoles sobre la lumbre. Estas cocinas callejeras estaban tan generalizadas que un funcionario se quejó de que prácticamente todas las calles y plazas de la ciudad tenían su propia cocinera. Las clases altas se lamentaban del espectáculo que daban unas personas semidesnudas arracimadas alrededor de cazuelas de burbujeantes guisados y frijoles.”
El texto nos remonta a las prácticas culinarias prehispánicas que se relacionaban con una condición social; es decir, por un lado estaban los individuos de los sectores populares que no tenían más remedio que alimentarse con comidas baratas y rápidas, y, por ende, optaban por no asistir a establecimientos de alto costo. Por otra parte, las clases altas percibían este hecho como corriente, antihigiénico y vulgar. Los 6
Piedra grande ovalada que sirve para moler, con ayuda de otra piedra más pequeña. 7 Artefacto de cocina de metal que sirve para calentar o cocer alimentos, principalmente tortillas. 84
individuos que comían en la calle, claro, pertenecían al vulgo, mientras quienes acudían a algún mesón u otro establecimiento mostraban su adscripción o condición social de prestigio y altura social. En el siglo XXI todavía persisten esas prácticas culinarias y sociales, sólo que en algunas partes, principalmente urbanas, han sucedido cambios en los utensilios. Tal es el caso del fogón, que ha sido reemplazado por la estufa de gas, aun cuando hay pueblos que siguen utilizando braceros como lo hacían nuestros antepasados. Al igual que hace tres siglos se sigue vendiendo comida en la calle para sectores sociales medios y bajos, mientras que las clases pudientes mantienen su distinción al asistir a lugares lujosos y especializados. Los segmentos populares cuando optan por lugares establecidos asisten a fondas, taquerìas, mercados y estanquillos casi al aire libre o en la vía pública. Pero el gusto de decidir dónde alimentarse no sólo reside en la pertenencia a determinada clase social, sino que también se atribuye a los efectos que tiene determinada alimentación en el cuerpo humano. Pierre Bourdieu, en su monumental y significativa obra La Distinción (1979) examina las diferencias de una clase social y otra, haciendo hincapié en el gusto, como un rasgo sociocultural que unifica a los que tienen preferencias similares y diferencia a los que tienen gustos distintos: “El gusto en materia de alimentos depende también de la idea que cada clase se hace del cuerpo y de los efectos de la alimentación sobre el mismo, es decir, sobre su fuerza su salud y su belleza, y de las categorías que emplea para evaluar estos efectos, pudiendo ser escogidos algunos de ellos por una clase e ignorados por otra, y pudiendo las diferentes clases establecer unas jerarquías muy distintas entre los diferentes efectos: así es como allí donde las clases populares más atentas a la fuerza del cuerpo (masculino) que a su forma, tienden a buscar productos a la vez baratos y nutritivos, los miembros de profesores liberales preferirán productos sabrosos, buenos para la salud, ligeros y que no hagan engordar. Cultura convertida en natura, esto es, incorporada, clase hecha cuerpo, el gusto contribuye a hacer el cuerpo de la clase: principio de enclasamiento incorporado que encabeza todas las formas de incorporación, elige y modifica todo lo que el cuerpo ingiere, digiere, asimila, fisiológica y psicológicamente”. (1979: 188)
Estas características encontradas en distintas clases sociales muestran la forma de tratar al cuerpo de acuerdo a sus necesidades 85
sociales y laborales; es decir, existe, en efecto, entre las clases sociales una distinción ya que los esfuerzos laborales de ambas clases son diferentes, al igual que sus intereses y gustos de clase. Por un lado, el ser humano necesita proteínas, vitaminas y energía que determinados alimentos les proporcionan a un bajo costo; pero, por otro lado, están los alimentos que también otorgan estos elementos, pero aun costo muy elevado, debido a que los lugares donde se ofrecen platillos muy elaborados son espacios exclusivos; es decir, que tienen fama de ser buenos y costosos. Esto otorga prestigio a las personas que ahì consumen, ya que ve a un individuo que tiene gusto por una cocina refinada y costosa, sin dejar a un lado que por lo general, los comensales de esos lugares pertenecen a las clases altas de la sociedad. Tal y como lo señala Bourdieu, en la sociedad se van creando jerarquizaciones en la degustación de alimentos, debido a que en las esferas sociales altas no sólo es el lugar el que da distinción, sino también el alimento que se ingiere. Como ejemplo de lo anterior, están las carnes exóticas, que provienen de animales no habituales. Considerando lo que anteriormente señala Monroy (2004) con respecto al tiempo y espacio, como ejemplo està la carne de iguana, la cual en algunos pueblos es un alimento muy común y popular, mientras que en algunos restaurantes la presentan como algo distinguido en la sociedad, ya que su cultura no la contempla como algo común; la opción por estos alimentos crea niveles sociales de gusto los cuales se distinguen por su costo y por la decisión de probar algo diferente a lo acostumbrado. Otro factor importante en este tipo de espacios para la alimentaciòn està lo relacionado con la preparación de los Chefs, ya que, en la actualidad, una medalla de distinción es asistir a lugares donde el Chef proviene de las mejores escuelas de gastronomía del mundo. Esto implica que los platillos estarán a la vanguardia, contarán con una excelente calidad, su elaboración será más compleja y refinada, y sobre todo, tendrán una buena presentación artística. Además de lo señalado, Bourdieu también expone lo relacionado con el bienestar de la salud, el cual se persigue según la condición social. Debido a distintos cambios sociales y económicos generados por la globalización, el avance de la ciencia y tecnología, y la polarización del ingreso, el ser humano se está inclinando hacia lo que el autor señala como cultura en natura, la cual desafìa la oferta de alimentos chatarra y otros productos que han pasado por distintos procesos químicos desafiando la salud del individuo. En este contexto, una parte de la sociedad contemporánea, la que posee información adecuada y recursos 86
financieros, está optando por consumir alimentos más naturales u orgánicos que artificiales; implica una menor utilización de productos químicos en la producción, conservación o deshidratación. Por otro lado, está la intensa publicidad para que el consumidor se vea y se sienta bien a base de productos light, los cuales contienen menos grasas y calorías. Un aspecto fundamental en las diferentes culturas gastronómicas del mundo, es lo que tiene que ver con el sabor de la alimentación, que en gran parte se debe a las recetas y a los condimentos. Como señalan algunos estudiosos del tema, en la cocina mexicana, por ejemplo, el sabor está relacionado con la mezcla de condimentos tradicionales. Es el caso del chile, que algunos autores vieron en el pasado como ingrediente principal de pueblos empobrecidos, debido a que éstos comían picante para anestesiar su hambre. Posteriormente se demostró que, en realidad, en México la gente suele comer chiles por el sabor y no para anestesiar el hambre, de tal manera que las distintas combinaciones de chiles, crean algunos de los platos más notables de cualquier cocina (Pilcher, 2001:43). También las recetas mexicanas generan un sabor muy caracterìstico. Se fueron construyendo con el paso de los años, ya que al inicio de la conquista las mujeres indígenas que cocinaban fueron sometidas a elaborar comidas de una distinta cultura. Pero la imposición no se logró del todo, ya que estas mujeres, por más que querían imponerles otros alimentos y sabores, no dejaban a un lado sus técnicas y sazón prehispánicos, generándose, entonces, una mezcla de cocinas distintas. Las recetas que de ese mestizaje emanaron fueron trasmitidas de generación en generación. A finales del siglo XIX, cuando empezaron a aumentar las oportunidades educativas, la mujer empezó a elaborar cuadernillos de recetas de platillos que cocinaba; tal dinàmica trajo consigo que estos recetarios se compartieran con mujeres de distintos lugares del país, lo que hizo que la cocina mexicana creara un amplio repertorio y en constante evolución. Es así que la cocina mestiza nunca ha dejado a un lado esa sazón que brinda un sabor peculiar, relacionado con condimentos, picantes y aromas fuertes. Se considera que la cultura nacional es una abigarrada mezcla del mosaico español con las culturas indígenas del territorio mexicano; dichas culturas contaban con distintas maneras de alimentarse, vestirse, comportarse y trabajar. Las dos culturas pasaron por momentos críticos durante la colonia española, debido a que por un lado estaba la alimentación europea basada en el principio del uso del trigo y, por el 87
otro, la alimentación indígena basada en el maíz; la consecuencia de este encuentro de culturas fue una fusión, como señala Pilcher (2001): “El trigo y el maíz llegaron a ser vistos como pareja complementaria, uno y otro, representación autentica de una cocina nacional mestiza. Comer esa cocina mixta con alimentos tanto de Europa como de América puede no diferenciar demasiado a los mexicanos en el mundo de los restaurantes posmodernos. Y este intercambio cultural tampoco es nuevo desde la antigüedad los cocineros han incluido en sus platos exóticos ingredientes de tierras distantes.”
Esta mezcla de sabores, técnicas y costumbres tanto de los indígenas como de los españoles, fue creando paulatinamente en todo el país una nueva gastronomía. Ya que, según este autor, después de la independencia, las élites mexicanas quisieron formular una cultura nacional que incluía por supuesto una cocina nacional, en la cual predominaba la tradición europea que excluía a la indígena. Pero este proceso del siglo XIX fracasó por completo en el intento de crear una cultural nacional que incluyera a la comida. Fue a mediados del siglo XX, tres décadas después de concluida la Revoluciòn Mexicana, cuando, finalmente, se establece una cocina nacional que combinaba las tortillas de maíz de los indígenas, con el pan de trigo de los españoles, convirtiéndose en los alimentos principales de la dieta de los mexicanos. Durante ese lapso que tardó la cocina mexicana en verse como cocina nacional, sucedieron distintos hechos en las diversas entidades del país. Un ejemplo se puede mirar con lo que ocurría con los primeros restaurantes de Mazatlán; en ellos no se ofrecía la comida nacional a los turistas ni a los comensales de las élites locales antes de los años cincuenta. Pero ya en esta década, con el nacionalismo ganando batallas culturales en el cine, la literatura y el muralismo, y en pleno crecimiento económico, los nuevos restaurantes combinarían en sus menús platillos mexicanos con “los internacionales” (Santamaría, 2009: 109). A partir de 1920 el nacionalismo cultural empezó a cobrar vigor en México y se convirtió en un vehículo para diferenciar a la nueva sociedad que se quería construir, en contra de los añejos resabios del porfirismo. El México posrevolucionario dio vida a una serie de imágenes de lo que debería ser lo mexicano; y se empezaron a distinguir y apreciar a las chinas poblanas, las tehuanas y el jarabe tapatío, reconociendo así diversos aspectos de la identidad nacional. Esta búsqueda por las actitudes y representaciones mexicanas generó sìmbolos representativos 88
de esta cultura, como el mariachi; también en este periodo se impulsò una cultura conformada por valores, pautas de comportamiento, formas de vida e incluso roles de género. Pero no sólo fueron éstos los elementos que se resaltaron de la cultura y la identidad mexicana, sino que también la cocina formaría parte. Su primer paso hacia su construcción como cocina nacional, fue agrupar componentes y cambiar nombres a lo que se conocía como comida casera. Este proceso se había iniciado en algunas regiones del país al margen de una ideología oficial. A finales del siglo XIX empezaron a ofrecerse carnes, verduras, ensaladas, ostiones, huevos y bistec a la mexicana, llamadas así porque contenían o eran adornados con algún ingrediente prehispánico como chiles, aguacate o jitomate. Algunos de los platillos, como el pavo a la mexicana, acompañado de un mole hecho con chiles anchos, mulatos y pasilla, otorgaban un sabor picoso, pero estas presentaciones no fueron suficientes para presentarse como un estilo nacional, como lo hacían platillos de otras cocinas. Fue entonces que empezaron a mostrarse los llamados antojitos como parte de los valores culinarios de México. Sin embargo, estos platillos no estaban exentos de desprecio, ya que al iniciarse la tercera década del siglo XX los antojitos hacían referencia a algo muy sencillo. Los alimentos que los conformaban eran quesadillas de maíz, chalupas, chilaquiles, pambazos, garnachas, enchiladas, quelites en chile verde y sopes acompañados con carne o frijoles y sus agregados como crema, queso, lechuga y frijoles. Algunos de estos alimentos se utilizaban en calidad de entrada para calmar un poco el hambre, para después pasar a degustar alimentos más sustanciosos (Juárez, 2008: 100). Después los antojitos se fueron limitando a tacos, gorditas, quesadillas y pambazos, quedando su nombre como antojitos mexicanos. Pasaron a ser parte sustancial de la cocina mexicana y hoy son vistos como una de las delicias de la gastronomía nacional, persistiendo las gorditas, tostadas, enchiladas, chilaquiles y quesadillas. Otro suceso importante dentro de la cocina nacional, tal y como señala Juárez López fueron los eventos sociales, poniendo de moda las tamaladas: una de éstas se organizó en honor al general Alvaro Obregón. Banquetes como los almuerzos mensuales de la Cámara de Comercio que se organizaba en Xochimilco, estaban conformados por platillos como guacamole con chicharrón de entrada, después sopa de tortilla, huachinango en salsa borracha, barbacoa, pulques y frijoles a la veracruzana; estos banquetes también se utilizaban en otros eventos como bautizos. 89
Para este autor la confirmación de la cocina nacional fue en 1929 con la aparición del Moderno Recetario de Cocina Mexicana, escrito por María Ibarrola de Salceda quien señala que la cocina nacional tenÍa tanto derecho legitimo a contarse como una de las cocinas màs originales del mundo, porque era una de las que proporcionaban mayor numero de platillos. Se argumentaba que los condimentos que se utilizaban en la comida mexicana eran totalmente desconocidos en el extranjero, pero todos ellos eran de exquisito sabor, gratos a la vista, al olfato y al paladar. El libro de Marìa Ibarrola contenía recetas que no eran invención de la autora, sino que habían sido facilitados por familiares y amistades, y también incluìa platillos extranjeros que ya habían obtenido su carta de naturalización en Mèxico. La comida nacional seguirÍa el curso de su internacionalización tanto por las imágenes del cine como la difusión que hacían de ella los emigrantes mexicanos en Estados Unidos y los turistas que de este mismo país visitaban Mèxico. Los tres procesos: la difusión del cine mexicano en toda América y España, la emigración y el turismo se inician simultáneamente en la década de los cuarenta del siglo XX. De esa manera, una comida que reivindicó sus raíces prehispánicas a través del nacionalismo que generó la Revoluciòn Mexicana, contribuyó a propagar en el mundo la imagen de un pueblo que había creado una densa parte de una cultura original. BIBLIOGRAFIA Bello Gutiérrez, J. (2000). Ciencia Bromatológica: principios generales de los alimentos. España: Díaz de Santos. Bourdieu, P. (1998). La Distinción. España: Taurus. Carrasco Henríquez, N. (2007). “Desarrollos de la Antropología de la alimentación en América Latina…”. Estudios Sociales vol. XV Núm. 030. México, pp.79-101 Certeau, M., Giard, L. & Mayol, P. (2006). La invención de lo cotidiano 2: habitar, cocinar. México: Universidad Iberoamericana, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2002). Patrimonio cultural y turismo. Cuadernos del Primer Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe, memorias. México: CONACULTA. CONACULTA (2003). Patrimonio cultural y turismo. Cuadernos del Quinto Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo 90
Cultural en América Latina y el Caribe, memorias. México: CONACULTA. CONACULTA (S/F). Patrimonio cultural y turismo, cuadernos 9, Patrimonio oral e inmaterial, la discusión está abierta. Antología de textos. 1era. edición. México: CONACULTA. Juárez López, J. L. (2008). Nacionalismo Culinario. México: CONACULTA. Montecino Aguirre, S. (2009). Fuegos, Hornos Y Donaciones. Alimentación y cultura en Rapa Nui. Chile: Catalonia. Monroy de Sada, P. (2004). Introducción a la gastronomía. México: Limusa. Pilcher, M., J. (2001). Vivan los tamales. México: Eds. de la Reina Rioja. Santamaría Gómez, A. (2009). El nacimiento del Turismo en Mazatlán. México: UAS.
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PESCA Y COMPETIVIDAD INTERNACIONAL: UN DESAFIO PARA SINALOA
Roxana LOUBET♥ y J. Guillermo VALADÉS VALDEZ• Introducción La inocuidad en los alimentos es una preocupación internacional relativamente reciente. Se tiene registro que dicha inquietud se expresa a partir de la década de los sesenta del siglo XX con la creación de la Comisión del Codex Alimentarius (Código sobre los alimentos), comisión propuesta por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, es ♥
Socióloga. Maestra en Ciencias. Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS y Coordinadora de la Licenciatura en Sociología. • Médico Veterinario Zootecnista, Coordinador de Inocuidad Acuícola y Pesquera, DGIAAP-SENASICA-SAGARPA, Mazatlán, Sinaloa. 92
hasta la década del 2000 cuando se reconoce el papel fundamental de la inocuidad alimentaria para la salud pública, así como la magnitud de los riesgos en el contexto de la globalización de la producción y el comercio internacional, factores relacionados con la propagación de contaminantes que amenazan la salud humana. El motivo que desencadenó la preocupación por garantizar la inocuidad en los alimentos fue la cada vez mayor cantidad de personas que, año con año a nivel mundial, sufren enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Observándose, de manera particular, el impacto del tráfico de estas mercancías entre países y regiones en los índices de morbilidad y mortalidad, además de su incidencia en la generación y fortalecimiento de nuevos virus y de microorganismos que pueden dañar, asimismo, la salud de la flora y la fauna regional, afectar el equilibrio ambiental y a las actividades agropecuarias y pesqueras. Es así que el aumento de brotes y peligrosidad de las ETA, sumado al desarrollo expansivo del comercio mundial, explica la relevancia que ha tomado actualmente el concepto de inocuidad como un asunto de responsabilidad gubernamental y de interés internacional, Se comprende también la creciente generación de normas, políticas, estrategias, para fomentar las buenas prácticas en la producción y garantizar la inocuidad, así como restricciones y medidas no arancelarias en el comercio internacional. En México, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) es la encargada de promover la inocuidad alimentaria. De manera específica coordina el Programa de Inocuidad Acuícola con el propósito de fomentar una producción de especies de acuacultura basada en las buenas prácticas. La importancia de este programa tiene que ver, no sólo con la salud de los consumidores nacionales sino con aquellos residentes allende nuestras fronteras, impactando, por lo tanto, en las posibilidades de exportación de los productos acuícolas. El caso de la acuacultura de camarón es un asunto de especial valor para Sinaloa. El objetivo de este artículo es exponer los avances del estudio en torno a la producción inocua del camarón y su impacto en la competitividad el desarrollo de la acuacultura, particularmente, en la competitividad internacional del camarón. Partimos del supuesto de que una de las ventajas de la acuacultura frente a la pesca de especies silvestres es que puede existir un mayor control y supervisión de la producción para garantizar la inocuidad, cumpliendo cabalmente con los requerimientos internacionales. 93
Hasta el momento, nuestras indagaciones se encuentran en el nivel empírico y exploratorio, en este sentido, lo que hemos observado es que Sinaloa destaca en la pesca y exportación de camarón de altamar; sin embargo, es el segundo productor de camarón a nivel nacional y sólo participa con el 29% del camarón de acuacultura; esto, a pesar de que en el estado se concentra el 60% de las unidades de producción acuícola de camarón del total nacional. Por otro lado, es notorio su rezago en los procesos de verificación de buenas prácticas para la inocuidad, dado que sólo una de sus más de 400 granjas cuenta con este reconocimiento dado por la SAGARPA. Esta situación debe ser preocupante para Sinaloa ante las condiciones de las granjas y debido a los antecedentes de enfermedades producidas por el consumo de camarón sinaloense, así como ante el desarrollo de otros estados como Sonora –su principal competidor- en la producción de camarón. En el artículo se aportan los datos que dan pie a estas primeras reflexiones, iniciando con la descripción del fenómeno de las ETA y con la explicación de lo que se entiende por inocuidad; después, se muestran las tendencias de la producción acuícola del camarón y enseguida ofrecemos algunos datos que describen la situación de Sinaloa en relación a la inocuidad acuícola. I. La inocuidad en los alimentos: una preocupación internacional De acuerdo con la FAO (2010) se estima que alrededor de tres millones de personas mueren en el mundo a causa de estas enfermedades y muchas más las que sufren algún tipo de padecimiento. En México se registró una incidencia en promedio de 6.7 millones 1
de casos de infecciones intestinales e intoxicación alimentaria entre el 2003 y el 2007 (Secretaría de Salud, 2008). Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) han sido ocasionadas por el consumo de productos contaminados por distintas bacterias, virus y parásitos, pero también por sustancias químicas como metales pesados, plaguicidas o insecticidas, fertilizantes químicos, micotoxinas, antibióticos, así como dioxinas, hidrocarburos y biotoxinas marinas; resultando más afectados los grupos de población más 1
Cifra estimada a partir de los casos detectados en instituciones de salud, por lo que, es probable que el número de casos sea mayor. Según Rodríguez, et al. (2005) la incidencia notificada de estas enfermedades es del 1 al 10 por ciento del número de episodios. 94
vulnerables como niños y ancianos, así como personas con bajo nivel de inmunidad (inmunosuprimidos). El problema incrementa en magnitud cuando, además del aumento en el número de casos y de brotes de ETA, se identifica también el surgimiento de nuevas enfermedades e infecciones relacionadas con el consumo de alimentos, así como de cepas de bacterias y de virus que han generado resistencias a los antibióticos dificultando el tratamiento y reduciendo la posibilidad de cura (OIE, 2010; Käferstein y Abdussalam, 1999; Van de Venter, 1999) En nuestra revisión documental no hemos encontrado hasta el momento un tipo específico de alimento que provoque más brotes de enfermedad que otro. Sin embargo, sí hemos localizado evidencias de que, si bien existe una diversidad de alimentos relacionados con estos eventos (como pollo, lácteos, huevos, carnes rojas, vegetales, frutas y productos marinos), ha habido reportes de brotes en naciones industrializadas ligados preferentemente a la ingesta de pescados y mariscos crudos. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 58% de los casos domésticos de cólera (no relacionados con pacientes que viajaron fuera del país) ocurridos entre 1995 y 2000 fueron atribuidos al consumo de alimentos como jaiba, pescado importado, comidas mixtas, sushi y camarones (Araujo, 2003) y en menor medida a otros productos como ensaladas, carnes, frutas, hortalizas, pollo y lácteos (Castillo, 2005). En Estados Unidos se dispone de una norma de prevención para mariscos por ser un alimento asociado a repetidos problemas de salud (GAO, 2010). En Venezuela las ETA por consumo de productos marinos representaron el segundo lugar, después del queso blanco a fines del 2000 (Gutiérrez, Gómez y Hurtado, 2003). En México se ha observado la presencia de virus dañinos en alimentos de origen marino procedentes de las costas de Yucatán, Quintana Roo y Tamaulipas, mismos que provocaron cuadros graves de gastroenteritis, lesiones en la piel y septicemias mortales al ser consumidos crudos (Félix, Campas y Meza, 2005). Otro ejemplo es del sur de Sinaloa, cuando de septiembre a octubre de 2004 se reportaron más de 1200 casos de gastroenteritis por consumo de camarón crudo proveniente de la Laguna Huizache-Caimanero (Gómez, Cabanillas y Chávez, 2005). Además de las enfermedades mencionadas, los residuos tóxicos en los alimentos marinos pueden ocasionar también otras enfermedades 95
graves que no necesariamente se logran relacionar con un producto específico en el corto plazo, pero que, a la larga sí afectan la salud humana. Tal es el caso de intoxicación por acumulación de metales pesados, anemias o cáncer. La incidencia de estas enfermedades no sólo pone en riesgo la vida de las personas sino que también tienen un impacto socioeconómico por los costes que generan la atención médica, la investigación de los brotes, la productividad laboral, así como la inhibición a la actividad comercial de exportación e importación de productos alimenticios. Se estima que en los EEUU, por ejemplo, se gastan alrededor de 7.000 millones de dólares al año por concepto de tratamiento, investigación y ausentismo laboral (Neira, 2003). En Perú se perdieron 500 millones de pesos en exportación de pescado y productos marinos cuando se dio un brote de cólera por pescado en 1991 (OMS, 2007) y en el reciente caso de salmonelosis por el consumo de huevo en EUA, cuyo registro para el 21 de agosto era de al menos 2000 personas afectadas, se pronosticaron pérdidas de más de 6 mil millones de dólares por el retiro de cerca de 550 millones de huevos contaminados del mercado (CNN, 2010). Hechos como los aquí expuestos han convertido a las ETA en un problema de salud pública y a la inocuidad en un asunto de responsabilidad gubernamental, además de fundamental en los criterios de calidad para el comercio internacional. En este sentido, se ha propuesto una serie de medidas que garanticen la inocuidad de los productos en el mercado y establecido normas cada vez más estrictas como parte de las barreras no arancelarias a los alimentos de importación. Pero ¿qué es la inocuidad? La inocuidad es la garantía de que un producto se encuentra libre de contaminantes (químicos, físicos o microbiológicos) que puedan causar daño a la persona que los consume. Un alimento inocuo es aquel que no causa daño, cuyo consumo –dentro de los parámetros adecuados– no representa peligro para la salud de quien se alimenta de él. La inocuidad garantiza que el producto sea apto para el consumo, en tanto que está libre de contaminantes biológicos (virus, bacterias, hongos), químicos (metales pesados, plaguicidas, dioxinas, residuos de medicamentos veterinarios) y físicos (vidrio, clavos). Es un proceso que abarca toda la cadena de producción alimentaria, desde su origen hasta la mesa del consumidor. La preocupación por la inocuidad llevó a la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) a conformar una comisión en 1961 para 96
elaborar el Codex Alimentarius (Código sobre los alimentos) y coordinar el programa de normas alimentarias, con el propósito de orientar las buenas prácticas en la producción de alimentos, asegurar prácticas equitativas en el comercio y proteger a los consumidores. Las técnicas modernas recomendadas se basan en el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), la trazabilidad para recuperar la historia del alimento y los programas de alerta rápida o sistemas de prevención de emergencias. Para la Unión Europea la inocuidad tiene que ver también con el fortalecimiento de la confianza por parte del consumidor, de ahí que en el año 2000 se crea la Autoridad Alimentaria Europea con el objetivo de –se declara– establecer las bases para garantizar un elevado nivel de protección de la vida humana y asegurar un funcionamiento efectivo del mercado interior, contribuyendo al logro de un alto nivel de protección de la salud de los consumidores en el ámbito de la seguridad alimentaria, así como restaurar y mantener su confianza en los alimentos. Al mismo tiempo se generaron una serie de medidas legislativas para establecer los principios y requisitos básicos que debían satisfacer la comercialización y la seguridad de un suministro de alimentos inocuos a los consumidores (página web Comisión Europea, noticia del 8 de noviembre de 2000). Desde la perspectiva de la Unión Europea, los productos importados deben presentar los mismos estándares de calidad que se exigen a los países miembros y, por lo tanto, los países interesados en comercializar sus productos dentro de esa comunidad deberán entender la importancia de los principios y filosofía de la ley europea alimentaria en orden de garantizar la seguridad (International Trade Center, 2008). En el caso de Estados Unidos, si bien se cuenta con normas que regulan la seguridad alimentaria y colaboran, por ejemplo, en el entrenamiento de expertos para la inocuidad en el cultivo del camarón en países asiáticos2, hasta el momento la exigencia de certificados de inocuidad en la importación no ha sido lo suficientemente estricta de acuerdo con la percepción de sus autoridades, dado que no todos los productos se inspeccionan. Sin embargo, el brote de salmonelosis por 2
En noticia fechada el 16 de septiembre, la FDA informa en su página web que expertos estadounidenses participan en un programa de entrenamiento en materia de inocuidad de productos acuícolas, especialmente de camarón; el programa se inició en 2006 en Vietnam, y se ha aplicado a otros países asiáticos como Tailandia, Indonesia, Bangladesh y Malasia. Ver http://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm226141.h tm 97
consumo de huevo en junio de este año ha generado la inquietud por reactivar la normatividad existente en esa materia y promover la obligatoriedad de inspección para la totalidad de las mercancías considerando toda la cadena de producción alimentaria (García, 2010). Ya desde mayo de 2010 la oficina de responsabilidad gubernamental (GAO) de Estados Unidos informaba de la necesidad de reforzar la supervisión de alimentos importados a ese país, sobre todo en mariscos dado que el 80% del consumo corresponde a productos de importación. La Organización Mundial de Comercio (OMC) recomienda a los Estados la adopción de las normas del Codex relativas a la inocuidad y la calidad del pescado, así como las de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) relativas al comercio de peces vivos para la práctica de un comercio internacional responsable en cuanto a alimentos marinos (FAO, 2009a). El gobierno de México ha implementado programas para la inocuidad en productos acuícolas en el seno de la SAGARPA a través de su órgano SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) con base en lo que se declara en la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable, misma que le otorga las facultades y atribuciones en materia de sanidad, inocuidad y calidad de especies acuícolas (ver capítulo décimo primero y los artículos 118 y 119). Además de las regulaciones inscritas en la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable, y a falta de la aprobación del Reglamento especifico de la ley, las acciones de SENASICA se basan en diferentes normas oficiales mexicanas relacionadas con la sanidad e inocuidad, tales como las especificaciones zoosanitarias (NOM-ZOO) y las de las Secretarías de Salud (NOM-SSA), del Trabajo (NOM-STPS) y de Ecología (NOM-SEMARNAT). A la fecha, la participación del SENASICA a través de la Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera (DGIAAP) tiene un importante avance con la conformación de 26 Comités Estatales de Sanidad e Inocuidad Acuícola3 en quienes recae la responsabilidad de forma directa de promover e implementar buenas 3
Comités formados y trabajando en Inocuidad Alimentaria: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Nayarit, Hidalgo, Estado de México, Veracruz, Yucatán, Puebla, Morelos, Tabasco, Campeche, Tlaxcala, San Luis Potosí, Chihuahua, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, Guerrero, Nuevo León (sin comité formal). 98
prácticas para la inocuidad en las unidades de producción como Organismos Auxiliares del SENASICA. II. Tendencias en la producción de camarón de acuacultura El camarón es el producto pesquero más importante para Sinaloa y para México; es la segunda pesquería con mayor volumen, después de la sardina, pero el primero en cuanto a valor comercial se refiere. En el 2008 representó el 11% de la producción pesquera total nacional y el 20% de la estatal; por otro lado, concentró el 49% del valor total de la producción pesquera en el nivel nacional y el 64% en Sinaloa (Tabla 1). Tabla 1. Principales especies en la producción pesquera (nacional y estatal)
ESPECIE
TOTAL NACIONAL
SINALOA
VOLUMEN
VALOR
VOLUMEN
VALOR
(tons.)
(pesos)
(tons.)
(pesos)
ABS
%
ABS
%
ABS
%
ABS
%
ATÚN
91075438
5.2
1105385585
6.5
60192892
20.3
572366046
14.9
CAMARÓN
196289278
11.2
8256616865
48.9
60441324
20.4
2455503227
64.1
SARDINA
815520246
46.7
476598811
2.8
96706416
32.6
51403819
1.3
Fuente: CONAPESCA, 2008
Igualmente, el camarón destaca en el mercado internacional como el producto pesquero de mayor importancia por su valor, estimado en alrededor del 16% anual del total de las exportaciones, teniendo como mercados más importantes a Estados Unidos, a Japón y a la Unión Europea, y a más de 100 países productores (FAO, 2008). La producción mundial para el 2008 fue de 6.5 millones de toneladas al año con una tasa media de crecimiento de 5.83% para el periodo 1998 a 2008 (FIRA, 2009). Aun considerando la crisis económica mundial de los últimos años y considerando una caída en la tasa de crecimiento anual en las importaciones de camarón del 2006 al 2007 (de 8.3% a -3.5%), los estudios prevén una tendencia favorable de crecimiento en la 99
comercialización del camarón en tanto que se observa de 2008 a 2009 un aumento en la tasa de crecimiento (de 1.18%). Por otro lado, si bien el incremento en la oferta del producto ha ocasionado una baja en los precios, el consumo per cápita del camarón se mantiene a la alza. Por ejemplo, en Estados Unidos el consumo per cápita de camarón pasó de 3.4 libras en el 2001 (Wirth y Davis, 2003) a 4.1 libras en el 2007 (Public Citizen, 2005); en el 2003 fue el producto marino más consumido en Estados Unidos, desbancando al atún (Public Citizen, 2005) y en el 2008 representó el 29% de las ventas de pescados y mariscos (Seafood Business, 2009). En el caso mexicano, se observa un importante incremento en el consumo pér cápita en ocho años, al pasar de 0.70 kg. en el 2001 a 1.65 kg. en el 2009 (USDA, 2009). El origen de la producción mundial del camarón ha venido cambiando principalmente en la última década, aumentando cada vez más de manera significativa la participación del camarón cultivado. Esto coincide con el comportamiento general de la acuacultura, cuyo crecimiento se percibe más rápido que cualquier otro sector de producción de alimentos de origen animal, y a mayor ritmo que la población (FAO, 2009b). En ese sentido, se observa un revelador incremento en la participación del camarón de cultivo de aproximadamente 40% en los últimos 30 años, pues mientras que en los primeros años de la década de los 80 la producción de camarón de granja era del 5% (FAO, 2008) en la actualidad se estima en un 45%. Lo anterior implica una tasa media de crecimiento anual de 11.40% al pasar de 1 a 2.9 millones de toneladas, triplicándose en tan solo 10 años, en tanto que la pesca de camarón silvestre permanece con una tasa media de crecimiento anual de 2.90% (FIRA, 2009). En México, el desarrollo del camarón de acuacultura se ha dado con mayor intensidad que el promedio mundial. En nuestro estudio hemos podido constatar que a partir del año 2000 se observa una tendencia de crecimiento permanente rebasando al camarón silvestre (de alta mar y ribereño). Para fines de la década de los 90, la participación del camarón de bahías y esteros y el cultivado tenían una participación similar, del 27% y 30% respectivamente, en tanto que el de altamar representaba el 42%. Sin embargo, en esta primera década del siglo XXI, la producción de camarón de acuacultura ha tenido un crecimiento con pasos agigantados, correspondiendo a casi el 70% de la producción de camarón en el 2009; mientras que la captura de camarón silvestre se mantiene más o menos estable con una tasa media de crecimiento de 100
0.71% desde 1990, disminuyendo la proporción de su participación en la producción total4. En Sinaloa y Sonora se concentra casi el 80% de la producción nacional de camarón y el 91% del camarón de cultivo. Si bien Sinaloa destaca en la producción de camarón silvestre –el 69% del total nacional en el 2008– se observa que, por otro lado, aun cuando cuenta con el 60% de las granjas de camarón existentes en el país así como casi el 60% de hectáreas registradas, sólo contribuye con alrededor del 29% de camarón de acuacultura; mientras que Sonora, cuyo número de granjas y de hectáreas es menor al de Sinaloa, mantiene una alta producción en cultivo de camarón cubriendo poco más del 60% del total nacional (CONAPESCA, 2008). La diferencia estriba en que en Sonora la densidad de siembra es mayor, de 25 a 35 postlarva de camarón por metro cuadrado una vez al año, mientras que en Sinaloa es de 12 por metro cuadrado, dos veces en el año. México sólo exporta el 20% de la producción total de camarón; de éste, entre el 90% y 96% se comercializa en Estados Unidos, ocupando el sexto país en las importaciones de esa nación (con el 6.1%5). El restante 4% es enviado principalmente a China, Francia y España (Dubay, Tokuoka y Gereffi, 2010; SAT, 2009), sin embargo, la presencia del crustáceo mexicano en la Unión Europea es insignificante en contraste con otros países de América Latina como Argentina, Ecuador o Brasil que aparecen entre los primeros tres países en las importaciones de España, Francia e Italia (FIRA, 2009).
4
Estimación realizada con informes estadísticos de CONAPESCA (2008) y de la Secretaría de Comercio de EEUU, así como de información recopilada directamente en los comités estatales de sanidad e inocuidad. 5 Los países con mayor volumen en el mercado de Estados Unidos son Tailandia (32.4%), Indonesia (14.8%), Ecuador (9.9%), Vietnam (8.5%) y China (8.5%). 101
A nivel mundial, los países asiáticos son líderes en el cultivo de esta especie, concentrando el 80% de la producción. México se sitúa dentro de los 10 países con mayor producción pero con una cantidad muy inferior a los países que encabezan esta lista; por ejemplo, en el 2005 se posicionó en el sexto lugar con el 2.8% de la producción, siguiéndole muy de cerca Brasil, Bangladesh y Ecuador (Tabla 2). Tabla 2. Líderes mundiales en acuacultura de camarón, 2005 PAÍS China Tailandia Vietnam Indonesia India México Brasil Bangladsh Ecuador Resto del mundo TOTAL
PRODUCCIÓN Toneladas % 1024949 39.9 375320 14.6 327200 12.7 279539 10.9 130805 5.1 72279 2.8 63134 2.5 63052 2.5 56300 2.2 178145 6.9 2570723 100.0 FAO, 2008
A la par que se eleva la actividad acuícola, aumenta la participación del camarón de cultivo en las exportaciones. La FAO (2008) estima que la importación de camarón de acuacultura evolucionó del 48% en 1978 a 80% en el 2004. El desarrollo de la acuacultura se puede explicar por diversas razones; entre ellas, por la sobreexplotación de especies silvestres, el mayor costo de producción y grado de incertidumbre que implica la pesca de alta mar6, además de la imposición de condiciones y restricciones debido a la presión ejercida por organismos en pro del ambiente y al establecimiento de medidas de protección a la producción 6
El estudio de FIRA (2009) demuestra que la ganancia en la captura de camarón de alta mar es de 1.53 pesos por kg., mientras que el de acuacultura es de 5.95 por kg. 102
nacional por parte de los países importadores, sobre todo de Estados Unidos, el principal importador de camarón. En diversas ocasiones México ha vivido el bloqueo de Estados Unidos a productos pesqueros mexicanos, como el atún y el camarón, causando graves daños a la economía del país y del sector, pero sobre todo a Sinaloa por el nivel de importancia en la producción de esas pesquerías, y por ser Estados Unidos el principal mercado de exportación para México. De los casos más destacados podemos mencionar los embargos atuneros; el primero de 1980 a 1986, y el segundo que se prolongó, en términos reales, por más de una década (de 1990 a 2004) (ver Portilla, 2010). En marzo de este año, Estados Unidos bloqueó la importación al camarón de altamar mexicano debido a que los inspectores estadounidense sorprendieron a algunos barcos de nuestra flota pescando con los dispositivos excluidores de tortugas cerrados; este hecho provocó la pérdida de 38 millones de dólares y una disminución del 29% en las exportaciones de enero a julio de 2010 en comparación con el año anterior (El Economista, 2010). En caso de no levantarse el bloqueo una vez realizada la verificación por los inspectores estadounidense esperada en el mes de septiembre, se prevén pérdidas de más de 90 millones de dólares (Milenio, 2010). Hasta el momento los bloqueos se han originado por medidas proteccionistas y para obligar al desarrollo de una actividad sustentable, motivando la modificación de las prácticas de captura en el país y afectando, hasta el momento, sólo la captura en mar abierto. No obstante, una política más estricta en la inspección de certificados de sanidad y de inocuidad en el mercado internacional pondrá en riesgo también el producto de acuacultura si no se cuenta con la verificación oficial de las autoridades mexicanas; dicha tendencia obliga a poner más atención en la necesidad de aumentar los indicadores de inocuidad disminuyendo la probabilidad de que ocurran más embargos que hacen mella en la economía y en la vida social de las regiones. III. Programa de Inocuidad: un reto para Sinaloa El programa de Buenas Prácticas de Producción Acuícola para garantizar la inocuidad de los alimentos, implementado por el gobierno federal desde el 2003, es, hasta el momento, voluntario. Quizá, por ese motivo son aún muy pocos los productores de granjas acuícolas y los gobiernos estatales conscientes de la importancia de la inocuidad. 103
En al caso de las granjas acuícolas, las buenas prácticas para la inocuidad incluyen en general: • Análisis de riesgos del sitio de cultivo, lo que implica la identificación y monitoreo de peligros químicos y biológicos en suelo, agua y producto, tanto del sitio como de las zonas aledañas. • Calidad del organismo cultivado desde su origen en laboratorio (granja de desove). • Supervisión de que el abasto de agua para el cultivo cumpla con las condiciones de oxigenación, temperatura, ph, salinidad y se encuentre libre de contaminantes químicos. • Verificación de la calidad y cuidado en el manejo del alimento libre de micotoxinas • Análisis de residuos tóxicos en el producto • Uso responsable de químicos y fármacos • Supervisión de manejo higiénico de todo el proceso y de la cosecha. • Cuidado de la cadena de frío • Salud, higiene y capacitación permanente del personal En el caso del camarón sólo el 7% del total de granjas ha solicitado la verificación oficial en este año (54 de las 726 existentes en el país) siendo casi en su totalidad del estado de Sonora; el resto son de Tamaulipas, Baja California Sur, Colima y Sinaloa. Hasta septiembre del 2010 ya se habían aprobado todas las unidades de producción (UP) de Sonora que solicitaron verificación, lo que corresponde al 28% del total de su estado; lo mismo que Sinaloa, pero en nuestro estado el total de granjas verificadas y aprobadas significa el 0.22% dado que sólo una UP (ubicada en Escuinapa) tiene este reconocimiento (Tabla 3). Esta situación es preocupante cuando sabemos que Sinaloa concentra más del 60% de dichas granjas de camarón a nivel nacional. Al resto de las UP en proceso de verificación se les hará la visita de evaluación en lo que resta del año
104
Tabla 3. Unidades de Producción Acuícola de Camarón con solicitud de verificación de Buenas Prácticas por estado Solicitud de Verificación Estado Abs. % Abs. % Sinaloa 462 63.64 1 0.22 Nayarit 18 2.48 0 0.00 Sonora 169 23.28 48 28.40 Baja California 25 3.44 0 0.00 Tamaulipas 24 3.31 2 8.33 Tabasco 4 0.55 0 0.00 Colima 5 0.69 1 20.00 Chiapas 8 1.10 0 0.00 Baja California Sur 4 0.55 2 50.0 Campeche 3 0.41 0 0.00 Yucatán 3 0.41 0 0.00 Jalisco 1 0.14 0 0.00 TOTAL 726 54 100.0 Fuente: Tabla elaborada con datos de CONAPESCA (2008) y DGIAAPSENASICA Total de UP
Si bien en Sinaloa se mantiene el monitoreo de residuos tóxicos en las granjas acuícolas y el CESASIN7 lleva a cabo un programa de acciones sanitarias como medidas de prevención para el control de enfermedades del crustáceo, en algunas investigaciones como la de Pérez Casas, et al. (2006) se encontraron riesgos de intoxicación por coliformes en dos empacadoras sinaloenses debido a las malas condiciones higiénicas de las plantas, aunque no hubo peligro de salmonela ni cólera; y en el de Chávez y Montoya (2004) se indica la urgencia de asumir medidas de bioseguridad y buenas prácticas en el estado. El caso del camarón de la laguna Huizache Caimanero debe ser también una advertencia del cuidado que se debe tener en materia de inocuidad; así como el aumento en el índice de enfermedades gastrointestinales durante la temporada de verano.
7
Comité Estatal de Sanidad e Inocuidad Acuícola de Sinaloa 105
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que la mayoría de UP de Sinaloa se alimentan de agua de estero, lo que implica mayor riesgo de contaminación, a diferencia de las granjas de Sonora que se proveen de agua de mar. Entre los factores que se observan como inhibidores de la participación de los acuacultores en el desarrollo de buenas prácticas se identifica a la política estatal. El apoyo brindado no ha tenido el mismo nivel de importancia que el otorgado a la agricultura. Además, la percepción de los acuacultores, es que el gobierno estatal actual no ha actuado en forma conveniente con respecto a esta actividad, pues se plantea que no se generaron las condiciones para beneficiar a todo el sector, privilegiando a unos cuántos (Región, 2009). En contraste, los acuacultores sonorenses tienen en el gobierno de su entidad un sistema de soporte y colaboración. Por ejemplo, el gobierno está apoyando el cambio de cárcamos de bombeo que funcionan com diesel por otros que utilicen energía eléctrica, lo que disminuye el riesgo de contaminación. En el 2007, el subsecretario de Pesca y Acuacultura estatal declaró que en lugar de fomentar la apertura de más hectáreas se preferia orientar las acciones hacia el cuidado de la sanidad. Reflexiones finales La acuacultura, como sistema de producción controlado, ofrece más posibilidades en la disminución de riesgos y en la obtención de los volúmenes proyectados a menor costo; además de aplicar estrategias y acciones que garanticen la inocuidad del producto, es decir, la posibilidad de mantener un sistema de vigilancia, planeación, registro y verificación constante para cultivar un organismo sano y producir un alimento libre de contaminantes. Si bien ha recibido críticas en cuanto al impacto negativo al medio ambiente de las regiones costeras y laguneras, la acuacultura puede desarrollarse con un carácter sustentable en tanto que las buenas prácticas promueven también un manejo cuidadoso en relación al entorno de cultivo. Hemos observado que la relevancia conseguida por la actividad acuícola de camarón en el norte del país supera con creces la pesca de extracción en alta mar y zonas ribereñas debido al agotamiento de la pesca de especies silvestres y el declive en su producción durante el último lustro, así como al aumento en las cosechas de camarón de cultivo. Aplicar medidas para contar con el certificado de inocuidad posibilitará a Sinaloa el incursionar en otros mercados como el de la 106
Unión Europea diversificando así los nichos de exportación y desarrollar ventajas competitivas como lo hacen ya otros países de Latinoamérica. Sinaloa tiene la infraestructura acuícola y condiciones naturales favorables; adolece, sin embargo, de una política estatal que dirija la mirada a las necesidades del sector pesquero, y en particular de los productores acuícolas, considerando las ventajas competitivas que ofrece la actividad, las altas tasas de crecimiento esperadas y las oportunidades de nuevos nichos de mercado. Sinaloa no es sólo agricultura. Referencias Araujo, Miguel (2003). Riesgos de transmisión del cólera a través de pescados, mariscos y hortalizas. Síntesis de evidencia. Ministerio de Salud, Chile, http://www.redsalud.gov.cl/archivos/Evaluacion_tecnologias_salud/ calidad_prestadores_evaluacion_Colera_RiesgoAlim.pdf Castillo, Alejandro (2005). Calidad e inocuidad en plantas lecheras. FEPALE, http://www.fepale.org/lechesalud/documentos/222_CC.pdf CONAPESCA (2008). Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2008. SAGARPA, México. El Economista (2010). Pierde México embargo camaronero contra EU, 19 de septiembre, México, D.F. FAO (2008). Global study of shrimp fisheries. FAO Fisheries Technical Paper, 475, Roma, Italia. FAO (2009a). Comercio pesquero responsable. Orientaciones técnicas para la pesca responsable, Núm. 11, Roma. FAO (2009b). El estado mundial de la pesca y la acuicultura. Roma, Italia. FIRA (2009). Situación actual y perspectivas del camarón en México, Boletín informativo, Núm. 3, México. GAO (2010). Food Safety. FDA Could Strengthen Oversight of Imported Food by Improving Enforcement and Seeking Additional Authorities. Highlights of GAO, Mayo 6, USA, http://www.gao.gov/new.items/d10699t.pdf 107
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INMIGRANTES… SE HACE CAMINO AL ANDAR… Un Relato de Vida
Roberto ONTIVEROS SOTO♣
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Sociólogo. Egresado de la Facultad de Ciencias Sociales. Colaboró con el cuerpo académico “Movimientos Migratorios y Desarrollo Regional” de la FACISO. 110
De inicio, debemos considerar la estadía que tuvimos en Tijuana y Rosarito, Baja California, antes de entrar a los Estados Unidos. Soy un inmigrante fortuito; el viaje a la frontera se debió al fallecimiento de mi hermano mayor, en Tijuana, en febrero de 1995. --Baja California (1995) Tijuana La estancia en la frontera, que se prolongó más de lo previsto, ocurrió en el contexto de la crisis económica provocada por el descenso del peso mexicano frente al dólar estadounidense, ocasionada con la salida de México de Carlos Salinas de Gortari, llevándose consigo varios miles de millones de dólares. Los primeros días en Tijuana los pasé con unos sobrinos en la Colonia 20 de Noviembre; y luego con los paisanos de la Mesa de Otay; la mayoría emigró en el éxodo generado por el cierre del ingenio azucarero de El Roble, en el sur del municipio de Mazatlán, a fines de los sesenta. Margarita Lizárraga es una gran señora. En su casa de la frontera hacinó a un gran número de inmigrantes que se aventuraron en aquellos tiempos tan difíciles para las familias del poblado del sur sinaloense. Una gran parte eran jóvenes adolescentes y ella los acogió como si fueran sus hijos; mi hermano fue uno de ellos. Se ayudaban unos con otros; éramos como una gran familia. No faltaba la comida aunque fueran puros frijoles. “Los hubieras visto en las noches a todos, tendidos en el piso de la salita, acurrucados como fetos”, decía doña Margarita. Casi todos vivieron muchos años sin papeles en Estados Unidos, pero luego obtendrían su residencia legal y algunos de ellos, aunque viven en tierra mexicana, trabajan en San Diego. A mi hermano y varios más, les gustó el ambiente de Tijuana, y se quedaron a vivir de este lado, sin importarles mucho lo del sueño americano. Abelardo, uno de los hijos de Margarita, me pidió que le ayudara con un trabajo de tallado en madera, que le mandarían del otro lado los patrones que tuvo cuando vivió en Los Ángeles; eran dos ebanistas italianos de Monrovia, California: Rocco y Pascuale Pavone. Me dieron trabajo por un año continuo, y nos quedamos en la Mesa de Otay.
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La Mesa de Otay es un área de suma importancia para la economía de Tijuana. Está instalada una garita de revisión para entrar a Estados Unidos, más las oficinas aduanales y el aeropuerto internacional; aglutina gran cantidad de industrias maquiladoras que dan empleo a un sinnúmero de gente del país, convirtiéndola en un foco de atención de múltiples negocios y en una zona de alto riesgo, estimulado por el tráfico de estupefacientes. La meseta es atravesada por el muro de la línea fronteriza. Y es también causa de la concurrencia de inmigrantes que deambulan cargando el fardo de su tristeza, su historia, sus tradiciones, su alma o su esperanza a lo largo y ancho del bordo, expuestos a los abusos de “coyotes” y autoridades veniales mexicanas que suelen despojarlos hasta de lo que no traen; pero, pacientes, esperan el descuido de la migra para dar el brinco hacia el otro lado. Fue una gran experiencia convivir con muchos de ellos, en su mayoría gente joven que decide dejar de sembrar la tierra que ya no produce lo necesario para subsistir y probar suerte en la frontera, o cruzar al otro lado en busca de una mejor vida, para poder ayudar a la familia que dejaron en sus lugares de origen. Otros deciden probar suerte integrándose a grupos de narcotraficantes, ya sea tirando droga o empaquetándola para pasarla a Estados Unidos; muchos paisanos involucrados en este negocio, aseguran que no hay riesgo porque las mismas autoridades los protegen, sólo hay que pagar una cuota por cada movimiento. Todo está bien controlado por el cártel de la zona. En caso de no cumplir son eliminados o les aplican todo el peso de la ley. 112
Fue la terraza del cuarterío donde vivía, un testigo tácito de muchas historias. Similares casi todas, con referentes sobre un sistema excluyente de los problemas reales, de una sociedad que desfallece ante la ineptitud de sus representantes, o ejecutores de las normas, predispuestas por un conjunto de incompetentes apostados en una curul del Congreso, que no ven más allá de los muros del recinto que los recluye. Playas de Rosarito El siguiente año estuvimos en Playas de Rosarito. Trabajaba en un taller junto a una pintora de Aguascalientes. Algunos de los trabajos que yo realizaba en la madera, ella les daba color con óleos o acrílicos y los convertía en obras de arte. Cierto día se acercó una persona a observar cómo trabajaba la madera. Era el arquitecto Charles Lee. Era un escenógrafo de la película Titanic en los estudios cinematográficos de Popotla. Le gustó el trabajo y me encargó la réplica de un panel para la filmación de la escena en la cinta donde ocurre el rescate de Rose DeWitt Bukater, después del hundimiento del barco. En esta etapa viví un caso de explotación típica hacia los inmigrantes -aún en este lado de la barda-. Al terminar el panel del filme, el dueño del taller no estuvo de acuerdo con lo que cobré, argumentando que estaba ganando más que los “emigrados” del otro lado. Muchos piensan como Vicente Fox: que los trabajos de los inmigrantes no son calificados y que sólo vienen a lavar platos, limpiar residencias, cortar el pasto y trabajar en los campos agrícolas norteamericanos y antes de cruzar la barda hay que morirse de hambre, luego de ser vejados o estafados por contratistas o empresarios, además de las autoridades policiales de las ciudades fronterizas mexicanas. Durante diez meses estuve en Playas de Rosarito, viviendo en una “traila”, a unos cien metros del mar; muy cómoda comparada con el cuarto de dos por tres que rentaba en la Mesa de Otay en Tijuana. De vuelta a Tijuana En1997, luego de las vacaciones de navidad en Mazatlán volví a Tijuana. Como es sabido, los viajes en autobús son muy desagradables. Entre la incomodidad y las revisiones en los retenes judiciales y militares, más cuando somos de Sinaloa, el acoso se vuelve insoportable; lo separan a uno del grupo de pasajeros para investigarlo aparte. Te señalan como narco por el hecho de ser sinaloense. Esto también sucede en los lugares 113
donde se vive o trabaja. En mi caso, la raza nada más sabía que venía de Sinaloa, me preguntaban si no traía algo de droga, o si podía conseguirla. En ese tiempo convivía con varios de los que andaban metidos en el negocio. Introducían la marihuana en una camioneta Van arreglada con doble fondo y bajo los asientos de un Camaro. Para evadir el olfato de los perros embadurnaban los “ladrillos” con “Vaporub” y los envolvían en papel celofán; el viaje era arreglado en las primeras horas de la madrugada y pagaban cien dólares por dos horas de trabajo. El Camaro lo manejaba un estadounidense y la Van un mexicano; los jefes de este grupo eran dos paisanos y los trabajadores eran de mi pueblo y sus alrededores. Pero yo más bien trabajaba para AAW Inc., una fabrica de puertas residenciales de Gardena, Cal; para los italianos de Monrovia; además de algunos clientes de Tijuana, como José Castro de Exportaciones Premier y Carlos Mora, dueño de una fabrica en la Avenida Revolución, entre las calles Once y Diez, en el mero reventón tijuanense. A mediados del año hubo escasez de trabajo y aproveché para conseguir la visa de USA. Desde mi llegada a Tijuana mis parientes que viven en San Diego querían que cruzara por el cerro, pero opté por conseguir la visa por mi cuenta, aunque no fue fácil. Pero en Tijuana todo se consigue. Lo único legal que tenía era mi registro de Hacienda y un recibo del agua. Los demás documentos eran falsos y al momento de la entrevista no los entregué, porque si algo no les gusta a los migras es que trates de engañarlos. Cuando me llamaron para entrar a la sala de espera estaba nervioso, igual que los demás. Nos percatamos de cómo quien atendía una de las ventanillas, rechazaba a todo el que entrevistaba; era un sajón de más de seis pies de estatura, de mirada dura y escudriñante. En el turno, volteó su vista hacia mí y con un ademán indicó que pasara a su ventanilla. Ya en la ventanilla me preguntó algo obvio, con un español muy bueno: “¿qué es lo que desea, señor?”. Le contesté con una respuesta obvia también: “Quiero solicitar una visa que me permita entrar a su país, señor”. Me pidió que le mostrara los documentos, le entregué mi pasaporte y los papeles de Hacienda, los revisó y me pidió más: ¿cómo qué más, señor?”, pregunté. Enumeró: hoja rosa del IMSS, talón de cheque de nómina, carta de la empresa donde laboraba, carta de no 114
anteced dentes penales, comprobante de d propiedades,, cuenta bancarria, compro obante de domiccilio, identificació ón, etc. -Bueno señor,, de lo que me m pide no teng go nada. Soy un trabaja ador independieente, por eso le entrego mi regiistro de Haciend da. Propieedades no tengo. Hace poco tiem mpo que estoy viviendo en Tijuan na. El trab bajo que hago es e talla en madeera y lo realizo en un espacio del d garagee de un parientee y ahí mismo vivo-. Me respond dió que con eso no calificaaba. Sin mirarlo a los ojos saquéé mi cartera, le mostré m la credenccial de elecctor y la tarjeta de d una cuenta dee ahorros, una taarjeta de crédito de TAESA A y un recibo deel agua potable. “Es “ todo lo que teengo”, dije. Al ver que se me escapaba laa oportunidad dee conseguir la visa hice ell último intento para p convencerlo o: “Sólo quiero la l visa para visittar su paíss, tengo más de dos años viviend do en Tijuana y lo más patético de vivir en n la frontera, ess no poder cruzar sólo porque no o trabajo para una u empressa, o porqu ue no tengo propiedades aún”. Entonces me interru umpió: “Okay, okay, o vuelve a las tress de la tarde”. Me M devolvió los papeles, menos el paasaporte. Volví por laa tarde y me entregaron el pasapo orte visado. Era el 7 de julio de 1997. mana fui a Los Ese fin de sem nte de National Ángelees con mi parien City, Ca.; C visité el parrque de beisbol donde juegan los paisaanos del pueblo, por el rumbo de la 4th st en el Este de LA. “A Aquí recala mu ucha gente del pueblo o para apoya ar al equipo, escuch har los chismees nuevos del “terruñ ño”, comer cevviche, mariscos, beber cerveza c y hablarr de la gente”. A los amigos de San Diego les gussta mucho Tijuaana y casi todos los fin nes de semana pasaban p por mí para ir i a comer; yaa en la tarde regresaaba con ellos a National N City, se reunían n con parientees y paisanos residen ntes de San Dieego a jugar dom minó o cartas, consumir cervezza, marisccos o tacos de assada; ese era un estilo de vida dee gran parte de los l 1 115
inmigrantes en el otro lado; igual que en México, para no perder la costumbre. El domingo muy temprano viajábamos a Los Ángeles a visitar a la familia. Se trataba de ir a curarse la cruda, comer menudo o pozole, conversar de cómo cruzaron la línea, contar anécdotas del pueblo donde nacieron; historias expuestas con mucha imaginación y lujo de detalles; es una manera de regresar el tiempo y revivir el pasado. En esos días me llegó un trabajo del estado de Washington. Eran tapas de urnas para las cenizas de los finados; en esto trabajé hasta diciembre de ese año porque detuvieron a la persona que enviaba las piezas hacia Washington; las pasaba por la garita de San Isidro sin declarar en aduana. Unos meses antes de irme a vivir al otro lado, tomé clases de inglés en una escuela del DIF de Tijuana, donde era maestro Ismael Sánchez, uno de los hijos de Abelardo y Chabela; Ismael y Anael, su gemelo, nacieron en LA al igual que sus hermanos; ahora vivían en Tijuana y estudiaban en la Universidad de San Diego. En enero de 1988 me fui para Estados Unidos. --California (1988) San Diego y Los Angeles Después de obtener la visa, estuve viviendo con un pariente en National City, en el condado de San Diego; él es tornero mecánico, se dedica al negocio de la rectificación de árbol de leva, igual que dos de sus hermanos en Los Ángeles. Fue el primero que me hizo una oferta de trabajo. Me ofreció cien dólares por semana y la comida, era lo que le pagaba a su hermano. Me pareció ridícula la oferta y no acepté; en Tijuana ganaba mucho más tallando madera. En enero de 1998 viajé para la ciudad de La Puente, Cal., con el Epy y su esposa; tenían una casa desocupada y ahí estuve viviendo antes de irme a Los Ángeles. El Epy es mi ahijado y primo hermano, en esa época trabajaba en FIDM (Fashion Institute of Design & Merchandising); una escuela de modas en el centro de Los Ángeles. Empecé a trabajar en la galería de FIDM. Se necesitaba el seguro social, y usé el número de un paisano, sobrino de don Juan Sánchez. Me contrataron por ocho dólares la hora para empezar, como ayudante de Horacio Ávila, decorador de la galería del instituto. En ésta se exhiben los vestuarios originales de las mejores películas del año producidas en Hollywood. Casualmente la mayoría de éstas son nominadas al Oscar de 116
la academia. En esta ocasión la exposición incluía diez filmes, entre ellas Men in Black, LA Confidencial, La Amistad, Titanic. Horacio conocía la distribución de la población sajona y latina en Los Ángeles, así como la peligrosidad de las zonas de hacinamiento de latinos y afroamericanos, en particular los maras centroamericanos y la M18 en el Oeste, por el Mc Arthur Park, desde la 4th st hasta la Washington blv; dominan el barrio de la Pico-Unión en el Oeste, la MM en el este de LA y casi todo California, y hasta San Diego y Tijuana. En esos días me fui a vivir a Los Ángeles con una prima. Me rentó una recámara. Ella vivía con su hija y su hermano 1
. Era un apartamento del gobierno ubicado en la 17th st y Union blv, frente a un parquecito donde los fines de semana se reúnen familias ecuatorianas y en años anteriores punto de reunión de la M18 de la Burlington, la Hope y la Pico. El barrio de la Pico-Union era una de las áreas más peligrosas en los ochenta, que fue limpiada por la administración de Tom Bradley, el alcalde de color más popular que ha tenido la ciudad; estuvo en el cargo por casi veinte años, y se retiró por vejez.
Cuando me mudé a LA, prohibían la reunión de dos o más pandilleros, no podían estar a menos de un bloque cerca uno de otro, en caso de hacerlo eran detenidos y encarcelados. Al terminar el trabajo de la exposición en la galería de FIDM me descansaron. Para quedarme con el empleo necesitaba al menos un dominio del 80% del inglés, mi jefe tenía que viajar a las ciudades de San Diego, Orange, San Francisco y los administradores de la escuela en su mayoría son sajones y algunos muestran cierto dejo de racismo hacia los latinos, como el caso de la jefa del Epy, que no permite que los empleados se expresen en español en el interior de la tienda de ropa del Instituto. Al quedar desocupado, utilicé el recurso del anuncio clasificado del periódico en español, La Opinión de LA, para buscar trabajo. El primer cliente que contacté por medio del periódico fue E&M, una fábrica de muebles en la ciudad de Commerce, Cal. Los siguientes fueron unos libaneses que tenían su fábrica por Avalon blv y 55th st. Al 1
Igual que muchos de los paisanos que viven al otro lado, en sus ratos libres se dedican al narcomenudeo, a diferencia de el “Piwi” que junto con otros de por acá trafican con marihuana; distribuyen grandes cantidades en California. 117
negociar el contrato me ofrecieron el salario mínimo del área de LA; al hacerme esta propuesta tomé la mochila de la herramienta y antes de salir de la oficina les dije que mi trabajo era profesional. Lo menos que cobraría serían diez dólares la hora y en efectivo para empezar. En este lugar sólo trabajábamos inmigrantes latinos; tres centroamericanos y cuatro mexicanos, entre ellos el manager y yo, además de Roberto Hernández, un tallador de origen cubano. Conocí a unos torneros de madera de origen español, ellos me vendieron un set de cuarenta y cinco gubias; herramienta con la que se realiza el trabajo del tallado. Antes de esto sólo contaba con unas veinte gubias que mandé hacer con unos colegas inmigrantes del DF allá en la frontera; los hermanos Chávez son maestros de tallado en madera de varias generaciones en Tijuana. Al estar en este lugar el manager me ofreció trabajo para realizarlo después de la hora de la jornada, lo hacíamos en el taller de don Pepe, un tapicero ecuatoriano que rentaba una parte de su local acondicionado para carpintería. Ahí trabajábamos por las tardes y los fines de semana. Realizábamos trabajos para Mario Grimaldi un vendedor colombiano que trabajaba para unos decoradores de los edificios verde y azul de la Melrose Place en la ciudad de Hollywood, y para Ángel Cruz de Worthington Associates, compañía de Baldwin Park, Cal. Al poco tiempo me mudé al taller de don Pepe, me ofreció el espacio que ocupada mi banco de trabajo a condición que hiciera trabajos para sus clientes de la tapicería. En este lugar conocí a varios inmigrantes centroamericanos, Edgar España de Guatemala y un pintor de muebles de El Salvador, tipos que participaron en las guerrillas de sus países, causa por la que éstos y muchos de sus paisanos adquirieron la amnistía política de Estados Unidos. El área donde se encontraba este taller era una zona de alto riesgo, primero por ser área de afroamericanos y luego porque el Slauson blv corre paralelo a las vías del tren, y las vías, los puentes y las estaciones son lugares de hacinamiento de vagabundos y drogadictos que en momentos de resaca se vuelven violentos y agresivos. Había que adaptarse a la presencia de estos grupos y asimilar los miedos para adaptarse al ambiente hostil del área. Baldwin Park Salir de este ambiente fue una de las razones por lo que acepté la propuesta de Grimaldi para ir a trabajar a la ciudad de Baldwin Park al 118
taller de don José Sánchez, ubicado en 1346 Maine ave. Gran ebanista, es un inmigrante de Coahuila y le va al equipo lagunero de futbol Santos; además patrocinaba un equipo en la liga de futbol de primera en LA. En este taller se tomaba cerveza a diario y los viernes eran días de fiesta. Había de todo: barbacoa de borrego, asado argentino preparado por el “Che”, que se encargaba del asado, los chorizos y el vino; de la droga se encargaba el “Pantera”, un tipo de Jalisco que tiraba “globitos” de coca en los alrededores de la Maine y la Virginia, y era el aprendiz y segundo del dueño. Futbolista, carismático y buena persona este “Pantera”, el primer día de trabajo se acercó y me preguntó por la música con la que trabajaba mejor, le dije que el rock y de preferencia Pink Floyd. Después de medio día llegó con lo mejor del género, y desde ese día se escuchó el rock en el taller, a todo volumen. Con esto me eché en contra a los otros trabajadores de Jalisco, pero me guardaban cierto respeto porque pues soy de Sinaloa. Trabajaban también dos carpinteros del DF, uno de San Luis y un hondureño. Los demás eran de Jalisco, parientes y amigos del “Pantera”, del rumbo de Autlán de la Grana y del Grullo. Los jalisquillos se creen “Chalinillos”. Se visten al estilo sinaloense, usan “jeans” de mezclilla Levi Strauss 501, botas y camisas vaqueras, sombrero tejano de veinte equis de lado y bigote bien recortado, escuchan narcocorridos, música de banda y le ponen al “perico”. Según ellos este era un modo de identificarse con la raza pesada de Sinaloa, o sea que tratan de parecer narcos. En el taller de José Sánchez trabajamos desde principio de diciembre del 98 y todo el 99. Aquí se construían réplicas de muebles finos antiguos, para Charles Pollock Reproduction inc., decorador muy reconocido en Hollywood, Mario Grimaldi, además de Barry C. Irvine de Costa Mesa y otros clientes de menor importancia. Al principio todo parecía ir bien, pero al poco tiempo este señor empezó a mostrarse tal como era en realidad, aunque los trabajos se entregaran con regularidad, la paga no se hacía de la misma manera, el problema se prolongó por casi medio año. En septiembre se acordó que cada quién iba cobrar por su trabajo, y sólo pagaríamos el diez por ciento para gastos de uso del taller y el nombre del dueño, aunque el prestigio de este nombre estuviera bastante desgastado. Aún así logramos organizarnos, el “Pantera” hizo equipo con sus paisanos; un carpintero del DF y yo trabajamos combinando el trabajo de la talla y la carpintería, y así estuvimos hasta diciembre de ese año.
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Durante este tiempo viajaba a diario desde la ciudad de Los Ángeles a Baldwin Park y viceversa, en transporte público. Al llegar por la tarde al centro de LA, había que caminar tres bloques para tomar el minibús de la ciudad que me llevaba a la 17th y Union por donde vivía. A veces caminaba las once cuadras, pero había que pensarlo muy bien, porque caminar por esas calles es muy peligroso. Por estos rumbos se tira todo tipo de droga, desde cocaína y marihuana hasta cristal, ice y crack. Esto se hace en plena vía pública y a cualquier hora del día o de la noche; ahí operan la mara “salvatrucha”. En diciembre de 1999, Horacio Ávila me invitó de nuevo a trabajar temporalmente en la galería del FIDM. Me gustaba trabajar en este lugar. Convivía con muchas jóvenes que venían de varias partes del mundo para convertirse en diseñadoras de moda; algunas de las estudiantes becadas, eran contratadas como ayudantes de medio tiempo.. El contrato con la galería terminó en febrero del 2001 y regresé a laborar a Baldwin Park, con Alfredo Sáenz, colega tallador de Ciudad Juárez. Rentaba un local con Silvino de la Torre, carpintero de Guadalajara y compadre de José Sánchez. Alfredo había trabajado para José antes que yo y tuvo el mismo problema con los pagos; pensaba que al invitarme a su taller era una forma de rescatarme y al mismo tiempo desquitarse de él, por los problemas que le causó tiempo atrás. Hasta ahora todo el trabajo lo había cobrado en efectivo, pero Alfredo me sugirió que me registrara en el IRS para obtener el ITIN; número de registro para reportar el pago de impuestos y así evitar problemas con los clientes y con el gobierno federal, y así lo hice. Fue a principios del 2001, cuando se hizo vigente la iniciativa de ley planteada por Bill Clinton, antes de dejar la presidencia de los Estados Unidos: la 245i2, fue aprobada por el Congreso a finales del 2000. A esta Ley, supuestamente le iba dar continuidad la administración Bush, proponiéndola ante el Congreso en la siguiente revisión de la Reforma Migratoria; esto nunca se le creyó a Bush, pues en su discurso de campaña electoral por la presidencia, afirmó que no estaba a favor de la
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La 245i es la iniciativa de Ley propuesta por el presidente Bill Clinton y aprobada por el Congreso, con vigencia desde diciembre del 2000 hasta abril de 2001. Esta Ley estaba dirigida a reunir a la familia de los ciudadanos y residentes legales extranjeros en Estados Unidos y a los trabajadores calificados solicitados por sus contratantes. 120
inmigración ilegal, y nunca aprobaría una amnistía para legalizar indocumentados que estaban dentro de Estados Unidos fuera de la ley. Don Silvino y Alfredo fueron siempre amables. Eran parte de un grupo de trabajadores que tiempo atrás había trabajado para una fábrica de muebles en LA, y siempre estaban en contacto. Darío Hernández es uno de ellos y también talla madera; es un inmigrante del DF que trabajaba en turno nocturno en City of Industry, como operador, descargando mercancía de los contenedores del ferrocarril. Fueron de mucha ayuda y apoyo. Ese año me fui a vivir a Baldwin Park. Adam Gómez era vecino de la familia de Darío, vivía solo y me rentó una recámara en el segundo piso de su casa. Adam es un estadounidense descendiente de inmigrantes mexicanos. Empero, la mayor parte de la población de Baldwin Park tiene raíces mexicanas y aún así se siente un rechazo hacia los inmigrantes indocumentados3 por gran número de residentes de esa ciudad. En 2001 fueron productivas las relaciones de trabajo. Conocimos a más personas del medio, como Max Ramírez y el peruano Pablo Luévano, que se dedicaban al terminado en oro de hoja en muebles finos y marcos. Y un norteamericano de Costa Mesa y otros decoradores de Hollywood. En este tiempo realizamos, aparte del tallado de madera, trabajos de ebanistería y carpintería comercial, con don Silvino y Noé Téllez, carpintero de Guadalajara que por las tardes y los fines de semana hacía trabajos en el taller. En este tiempo, Pablo instaló en el taller una máquina copiadora de talla y con Alfredo hacíamos las muestras para luego copiarlas. En uno de los contratos que obtuvo Pablo para la reproducción se integró al equipo otro tallador, Martín Guerrero, de abundante cuerpo y gran carisma, de la compañía de marcos de Jerry Solomon y también era amigo del paisano Gustavo Osuna, el “Socio”.
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En la ciudad de Baldwin Park se generó una manifestación antiinmigrante por el grupo de los Minutemen (en su mayoría descendientes de mexicanos) en la estación del Metro link en el año de 2006, a causa de una leyenda escrita en el monumento de una de las entradas que hace referencia a la presencia de los mexicanos en California, pues en el pasado fue territorio mexicano y en un futuro cercano volverá a ser de los mexicanos nuevamente. 121
En una de las ocasiones que escaseó el trabajo, viajé con Martín para Bakersfield a una entrevista en una fábrica de muebles. Se respiraba aire puro y fresco, con un valle inmenso y sus grandes viñedos, campos de cebolla y fresas. A mediados del 20014 fuimos a City of Industry con unos amigos de Jalisco a tallar y hacer muebles. Ya para terminar el año fui contratado por LMJ Cabinet, compañía dedicada a gabinetes y molduras de madera. El dueño y su esposa, son inmigrantes de El Espinal, Sinaloa. Esta empresa fue contratada por un decorador para realizar labores de carpintería en la remodelación de una de las residencias de Palmer, en las colinas de Beverly Hills; este norteamericano se dedica al negocio de “Real State” y es propietario de más de 500 apartamentos de lujo. Me pidieron el número de Seguro Social para trabajar en Estados Unidos. La dueña sugirió que fuera al MacArthur Park y en la salida del subway ofrecen el Seguro Social para trabajar por el costo de 20 dólares: “ese es el seguro que utilizan los indocumentados para poder trabajar y reportar los impuestos, no importa que sea chueco”-5, dijo la señora. Aunque este número fuera ficticio e ilegal, aún así cada fin de año le entregan al trabajador la forma W-02 para hacer el reporte de los impuestos. La ventaja de esto es que cuando un trabajador logra obtener su residencia legal, el gobierno le hace válido el tiempo que utilizó el número del Seguro Social aunque este fuera “chueco”. Empecé ganando doce cincuenta por hora con tiempo extra sencillo, lo raro de aquí era que el tiempo normal lo pagaban con cheque de la empresa y el tiempo extra en efectivo, situación que logre entender tiempo después. En este lugar tuve bastante trabajo, casi dos años continuos sin parar. De quienes trabajábamos para LMJ Cabinet, unos éramos de Sinaloa, como los hermanos de la patrona, dos hijos, un sobrino y el 4
El 11 de septiembre de 2001 ocurrieron los atentados terroristas por Al Qaeda en los edificios del Trade Center en New York, el Pentágono en Washington DC, y Shanksville, Pennsylvania, USA .Este suceso dio margen para que el presidente Bush no diera continuidad a la Ley 245i y además se aplazara por tiempo indefinido la Reforma Migratoria, dirigiendo su política hacia la seguridad de las fronteras, principalmente la de México. 5 Este tipo de documentos se pueden adquirir en lugares como MacArthur Park en la ciudad de Los Ángeles; Pacific blvd en Huntington Park y en la ciudad de El Monte en un supermercado ubicado en Amar Road y Valley blvd. 122
cuñado del dueño; los demás eran de Guanajuato, Jalisco, Estado de México y San Luis Potosí, dos cubanos y un costarricense. De los más de veinte trabajadores sólo los dueños, el jefe del taller, un carpintero y los cubanos tenían papeles. Así funciona el sistema. La empresa era amonestada por contratar trabajadores ilegales, sugiriéndole que no despidiera a ninguno de los contratados, pero si reincidían serían sancionados con una fuerte multa y la clausura de la empresa. Esto era todos los años. Todo funcionaba bien hasta que a mediados de 2004 se presentaron simultáneamente en el taller y en la casa de los dueños la DEA, la policía federal y del Estado relacionando al dueño con el tráfico de drogas y lavado de dinero. En la compañía ninguno de los trabajadores fue detenido o interrogado; revisaron los tres locales y la oficina, la casa fue registrada en su totalidad y sólo el patrón fue arrestado. Las investigaciones que lo relacionaban con el narcotráfico se estaban realizando de años atrás, pues casi toda su familia, desde sus hermanos y sobrinos, se dedican a esto allá en su pueblo de Sinaloa, lugar de donde emigraron y que supuestamente de donde trafican la droga. – “Ahora entiendo porque el tiempo extra nos lo pagaban en efectivo y no con cheque de la compañía”, diría alguien. Poco tiempo después el negocio se vino abajo, aparte de que el contrato en la residencia de Beverly Hills había concluido, ni la esposa ni el hijo pudieron darle continuidad. Para cubrir la fianza y los pagos de los abogados tuvieron que vender la casa, y al bajar la producción desocuparon dos locales y empezaron a despedir personal. Después de lo ocurrido en el taller de los paisanos de El Espinal, estuve trabajando aquí y allá, sin un lugar fijo; unos días en Industry con el “Pantera” y su hermano y en una compañía que se dedicaba al negocio del copiado de talla en esa misma área, además de un taller de una familia de Guadalajara en Baldwin Park por la Virginia Av; por cierto éstos eran hermanos de dos mujeres que se dedican a tallar madera. Realizamos trabajos de restauración de muebles antiguos para los hermanos Hernández, de Guatemala, que se hicieron de una parte de las empresas Mike inc., que se presentaban en quiebra para cerrar operaciones, pero seguían produciendo su línea de muebles por medio de
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prestanombres que se encargaban de la producción, contratando inmigrantes latinos y pagando salarios muy bajos6. En esos días se dispararon los costos de la vivienda creando una crisis, y las rentas se dispararon casi al doble, al igual que los pagos por sus viviendas; todos querían vender sus casas, refinanciarlas o cambiar de residencia a ciudades donde la vivienda fuera más barata. Adam Gómez, el dueño de la casa donde vivía, vendió su casa al doble de su valor, se mudó a la ciudad de Fontan donde vive su madre y sin previo aviso me pidió que desocupara la recámara que me rentaba; tuve que moverme a otra ciudad californiana: Compton. -Cuando la necesidad convierte al ser humano en un nómada, debe desarrollar en la capacidad de adaptarse a cualquier sistema de vida; luego aparentas ser un espantajo-. Compton En la categoría de ciudades con poblaciones de 75,000 a 99,999, Compton encabezó la lista de ciudades más peligrosas, seguida por Camden, Nueva Jersey y Youngstown, Ohio, en el 2004. Las ciudades más peligrosas de California y EU. Ciudad Rango Ca Rango EU
Población
Compton
1
4
096 834
Oakland
2
8
400 619
Richmond
3
11
102 997
San Bernardino
4
24
199 723
-Fuente: estadísticas del FBI publicadas en el City Crime Ranking; Crime Metropolitan in América, del año 2004 al 2007.
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Este es uno de los argumentos por lo que muchos norteamericanos, aún siendo descendientes de latinos rechazan a los inmigrantes; la competencia desigual por la mano de obra barata. Todos los contratantes además, con el hecho de ser latino y razón de más si eres indocumentado nunca pagan el valor del trabajo aunque este sea calificado, aprovechando que no está protegido por ninguna unión de trabajadores. 124
Convivir con la sociedad afroamericana y acoplarse a este grupo social no fue nada fácil y mucho menos en una ciudad como Compton, una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos. La mayoría de la población de Compton está conformada por afroamericanos; los mexicanos son minoría. Sin embargo se nota un creciente movimiento por lo barato de la vivienda y cada día se ven más paisanos por estos rumbos. Buscamos a Jesús García Guerrero, amigo de El Verde, Concordia (hijo de don Chago y doña Goya), para ver si me podía dar alojamiento en su casa, en la que vive con una familia de paisanos del mismo pueblo: don Porfirio Lizárraga y su esposa doña Alicia; ellos le rentan un garage acondicionado como vivienda con una recámara, baño, cocina y una salita. Así como don Porfirio, muchos acondicionan su garage –aunque está prohibido-- para rentarlo a los paisanos que van llegando a Estados Unidos, y de esta manera se ayudan con el pago de la renta. Dos cuadras más adelante viven otras familias de El Verde hacinadas en la misma vivienda. Mi camarada Jesús armaba gabinetes en una compañía de unos turcos en la ciudad de Paramount; si me adaptaba sería contratado. Sólo estuve dos semanas. El sistema de trabajo era muy monótono, no había creatividad, y sólo se trataba de armar las piezas que habilitaba una máquina previamente programada en un sistema computarizado. Por el rumbo de la Rosecrans pasando la Garfield se encuentra el restaurant de mariscos “Mi Lindo Sinaloa” y por la misma avenida como a unos seis bloques, al este, hay otro igual, al que visitamos con frecuencia para saborear los sabrosos tacos de marlin, o un filete de dorado al mojo de ajo, o a la diabla; es muy común encontrarse con paisanos de por acá jalando el tololoche, pues ahí también recalan muchos mañosos de Sinaloa que andan tirando droga en California. En esos días contacté una fábrica de marcos por Santa Mónica en West Hollywood: Vandeuren Archival Framing, propiedad de Bernard Vandeuren, Un día revisando el clasificado del diario La Opinión, encontré un anuncio solicitando un ebanista que tallara madera. Me entrevisté con Víctor Mayen, que junto con Phil Olson son los dueños de la empresa Mayen & Olson, Framemarkers & Gold Leaf Studio en la ciudad de Lake Forest, en el condado de Orange. La conexión fue inmediata. Habían sido compañeros de Alfredo Sáenz, en la compañía de Jerry Solomon. Lake Forest 125
Las ciudades más seguras de California y EU Ciudad
Rango Ca
Rango EU
Población
Mission Viejo
1
3
96 892
Irvine
2
7
179 501
Thousand Oaks
3
11
125 884
Lake Forest
4
15
77 523
*Fuente: estadísticas del FBI publicadas en el City Crime Rankings; Crime in Metropolitan América, del año 2004 al 2007. El resultado de la investigación se basa en las estadísticas del FBI: la ciudad más segura es Mission Viejo y en la posición número cuatro se encuentra Lake Forest. Detroit desbanca a St. Louis como la ciudad más peligrosa de Estados Unidos7. De noviembre de 2004 a diciembre de 2006 estuve viviendo en una de las áreas más peligrosas de Estados Unidos y trabajaba en otra de las más seguras. Esta parte del condado de Orange es un área donde están instaladas empresas de alta tecnología. En los viajes en tren, de casa al trabajo y del trabajo a casa, convivimos con gente de muchas razas. Chinos, hindúes, africanos, ecuatorianos, bolivianos y peruanos, costarricenses, salvadoreños, guatemaltecos y también mexicanos. Predominaban, sin embargo, los “gringos”, pero nunca sentí rechazo por mi aspecto latino a pesar de que la mayoría de los pasajeros eran sajones. La ventaja de viajar en tren sobre conducir un automóvil por el Freeway es que nos permite convivir con personas de diferentes culturas y cultivar alguna amistad, como el caso del amigo ecuatoriano Nelson Camarillo; platicaba de su país, de la costa, la selva o la montaña, de la familia de los “Jarrines”, parientes de don Jaime Jarrín, que junto con el
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La lista de ciudades más peligrosas la encabeza Detroit. El estudio compara índices de homicidios, violaciones, robos, asaltos, atracos y robos de coche en 378 ciudades de al menos 75,000 habitantes del 2004 al 2007. 126
paisano Pepe Iñiguez8 y Fernando “el Toro” Valenzuela, comentan los partidos de beisbol de Los Dodgers de Los Ángeles. Los compañeros de trabajo eran latinos. Solo Phil Olson era norteamericano y Víctor Mayén de Guatemala, igual que Julio Fajardo. Los cuatro hermanos que preparaban los marcos para la aplicación del oro de hoja son del DF y le van a las Aguilas del América; otro camarada es de Puebla. Con los hermanos casi no me llevaba bien, pues son de carácter muy difícil. Y en especial no les caía bien porque le voy a las Chivas del Guadalajara. Con los que más convivía eran Phil y los “chapines” Víctor y Julio y dos talladores que hacían el trabajo en su domicilio; uno vivía en Culver City y el otro en Santa Ana. Uno es de Guadalajara y el otro de Tijuana Los Ángeles El año de 2006 fue de mucho movimiento. La población latina se sintió amenazada por la Ley HR 4437, propuesta presentada para la Reforma de Inmigración de 2006 en la Cámara de Representantes por Jim Sensenbrenner como: La protección de la frontera, antiterrorismo y Acta de control de inmigración.9 La Ley HR 4437 clasificaba a los extranjeros indocumentados y a cualquier otra persona que los ayude a entrar o permanecer en Estados Unidos como criminales. Las protestas de la población latina en respuesta a esta Ley no se hicieron esperar, llamando la atención por su manifestación pacífica y concurrencia, además de su organización, la Coalición 25 de Marzo. Southern California movilizó a más de 750 000 gentes en la ciudad de Los Ángeles el 25 de marzo.
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José Guadalupe Iñiguez Mendoza inmigrante de El Roble Sin., ha trabajado en la cadena KWKW desde 1982, participó en varios programas de los Dodgers desde 1993, también fue comentarista de los Raiders de LA en la NFL entre 1993 y 1995 y ha narrado varios eventos para Fox Sports Internacional, incluyendo postemporadas de Grandes Ligas, Serie Mundial y Serie del Caribe. Actualmente es cronista de tiempo completo de los Dodgers, además de colaborar en los esfuerzos publicitarios del club para la comunidad hispana. 9 La Reforma de inmigración y el Acta de Control de 1986 dio amnistía a 2.7 millones de extranjeros ilegales. 127
Marcha del 25 de marzo de 2006 6, en Los Ángeless
Alianza Somos América, interrcomunicación nacional n de cienttos de co oaliciones regio onales que movilizaron a dos d millones de manifeestantes a través de todo Estadoss Unidos, el 10 de abril de 2006 6y coordin naron protestas nacionales n el 1 de d mayo de 2006.. La manifestaciión más grande a nivel nacionaal ocurrió el 10 de abril de d 2006, en 102 ciudades c de la Unión, U estimando o una congregaciión de entrre 100,000 y 750 0,000 personas. El E 1 de mayo dee 2006, “Un día sin s mexicaanos”, la Movilización Nacionall Inmigrante, coaalición nacional de 215 orrganizaciones, movilizaron m a más m de un milló ón en el territorio norteam mericano. Y laa Coalición Nossotros Somos América, A Southeern Califorrnia, de 47 organizaciones, o movilizó a más m de 400,0 000 manifeestantes sólo en Los L Ángeles en la marcha de esee día 1 de mayo de 2006. Las L protestas adicionales tuviero on lugar el Día In nternacional de los l Trabajadores; y much hos llevaron la emblemática fotografía del íco ono revoluccionario, Ernesto o “El Che” Guev vara. Los socialistass y otras organizzaciones de izqu uierda se unieron na las pro otestas, y hasta organizaciones o d derecha y gru de upos religiosos. El Grupo Mexica, fue uno o de los grupos que q más se hizo notar n con mensajjes polémiicos en las marcchas de Los Áng geles, llevando carteles con frasses como: “Todos los euro opeos son ilegalees en este Contin nente desde 1492 2”. Ademáás presentaron carteles c que reprresentaban a Jam mes Sensenbrenn ner simpleemente así: Nazi. l comunidad dee internet desem mpeñaron un pap pel Los sitios de la muy im mportante, corriiendo la voz, dee las fechas y ubicaciones u de las marchaas y manifestaciones de protestaa. Mientras que la l radio en españ ñol se con ncentró en las audiencias hisspanas, internett abasteció a los l mexico oestadounidenses y a otras juventtudes hispanas. 1 128
Debido a esto las marchas y mĂtines atrajeron mĂĄs que extranjeros ilegales, organismos e iglesias y abogados inmigrantes sin fines de lucro. Y acaso paradĂłjicamente, internet fue responsable, en parte, de atraer a un gran porcentaje de la juventud hispano-americana de habla inglesa.
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A R E N A S Revista Sinaloense de Ciencias Sociales Número 25 Se terminó de imprimir en los talleres Gráficos Once Ríos Editores, Rio Usumacinta No. 821 Col. Industrial Bravo Culiacán, Sinaloa Tel. 667-7122950