Revista arenas no.1

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Universidad A ~ t 6 ~ m deaSinaloa Escuela de Ciencias Sociales de Maatlán

Colaboradores Attum Santamafia Gómez Ernesto Hernández Norzagaray Enrique Vega Ayala &se Luis Beraud Lozano Rigobetio Ocampo Alcántar Ren4 Jiménez Ayala


Directorio

MC Jorge Luis Guevara Reynaga Rector Ing. Gómer Monárrez González Secretario General LCP Francicco Alvarez Cordero Tesorero Lic. Enrique Ruiz Cortez Dir. de SeMcios Eswlares

QFB Ma. Guadalupe Ramírez Zepeda Dir. de Editorial Universitaria Lic. Ramón Romero Herrera Dir. de Imprenta Universitaria MC Jorge Arturo Madrid Valenzuela Vice Rector de la Zona Sur Lic. Teodulo Flores Sánchez \/iceRector de la Zona Noite MC Renato Palacios Velarde Coord. Académiw de la Zona Sur MC Pedro Brito Osuna Dir. de la Escuela de Ciencias Sociales MC Muro üzárraga Hernández Coord. del Centro de Investigaciones Sociales Dr. Ernesto Hernández Norzagaray Coord. del Wmer Número


Sumario Presentación Campesinos y estrategias electorales después de la reforma eiedoral: costos,beneficiosy posibilidades Paúl L. Clark

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Uecciones, eiectores y partidos en América Latina en ladécadade 1 % ~ ManuelAlcántaraSaez 37 Alcances de la reforma electoral de 1996 José WoMenberg El voto mexicano en el extranjero Arturo Santamaná Gómez El impacto de la nueva geografía electoral federal en Sinaloa Enrique Vega Ayala

La transición política en Sinaloa: realineamiento, geografía y pronóstico electorales para 1997 Ernesto Hemández Norzagaray

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La comunicación política en México, más allá de la coyuntura dedora1 José Luis Beraud Lozano 123

Ahí donde la respuesta no está Rigoberto Ocampo Alcántar Notas para el eqtudio del cambio político René Jimenez Ayala Los partidos políticos Consuelo Quiroz Sandoval


Las transformaciones políticas que se están desencadenando en el mundo actual merecenunaatención más específicaque la brindadaen la actualidad por los institutosy comunidadesde investigadoressociales en México. Los cambios políticosen las sociedadeslatinoamericanasse han identificado como periodos de transición hacia la demcracia moderna, concentrandola atenciónsobretodo las medicaciones en los sistemaselectorales. Lapresencia de nuevas alianzas y la modificación de las orientaciones de los partidos y fuerzas políticasofrecen un Danorama distinto al acontecido dos décadas atrás en ~aísescomo Chile. Argentina, Brasily México, sin dejar de tomar en cuenta el ascenso electoral de fuerzas de la izquierda en El Salvador. La trancformación p o l í í en México coincide en parte con este esquema, debiendo añadirle las modiiciones regionales que han venido ocurriendo en los últimos años. Las reformas a los c~di~osde~rocedimientoselectorales~arecenir mása~ládesim~lesvari~ciones en la composición de las autoridades y en la prescripción de reglas y operación de mecanismos similares. En este primer número de arenas presentamos como cuerpo central las temáticasdel cambio ~olíticovlas modicacionesenbs~r'OceSOSeled0rale~sn varios niveles, orientacionesy líneas de acción. Se aborda el cambio político como resultado de las elecciones en América Latina; como producto de la interacción entre diversas fuerzas polílicas, de la acción de los partidos y de algunos actmessocialesimportanleswmoloscampesinos;como unatransición hacia la democraciay el cambio en la autoridad política; como modificacionesen la geografía electoral regional mexicana. También se reflexiona sobre la capacidad de algunos conceptosy modelos de lateoríapolíticaparaanalizar los nuevosenfoquesquepresenta el fenómeno de la transi&n y explicar el significado del cambio en su; distintos niveles y en sus dinámicas fluctuantes. Aunque sin tratar de manera específica la idea del cambio, se suma a estos estudios una discusión acerca de la comunicación políticaen México, mostrandoquese puede ir másallá de la coyuntura electoral. Las reseñas de los libros de dos autores de distinta tradición, pero considerados de lectura obligadacomo RobertMichelsy su Ley dehierro delaoligarquía y David Easton con su Análisis sistémico complementan este número.

RJA.



campesinas puedan seguir para ganar influencia política, sin embargo, esta relación partido-organizaciónpodría ser consideradacomo uno de los diversos caminos-(imperfectoe incieito, como cualquier otro) que los pobres del campo pueden utilizarparaincrementarsuinfluenciaenel proceso políticonacional. Las elecciones son más libres y justas en México como nunca antes y los partidos políticos son cada vez más relevantes en la política nacional. Los pobres del campo h a i estado organizándosefuera de las estructurascorporativastradicionales y, en general, se han adherido a puntos de vista no partidarios visa visa la política electoral. Con el cambio de naturaleza y el rol de las elecciones es pertinente examinar estrategias alternativas que los pobres del campo puedan usar para vincularse a partidos políticos con el propósito de lograr mayor influencia en el proceso político que tanto afecta sus vidas. Este ensayo iniciará con una discusión del cambio de naturaleza de las elecciones en México y de las estrategias no partidistas predominantes de los campesinos. El contenido de este ensayo será una presentación de cuatro posibles relaciones entre organizaciones campesinas y partidos políticos y la discusión de su positiva o negativa ramificación entre el campesinado, así como en el sistema político mexicano en su totalidad.

El cambio en el rol de las elecciones Los años de victorias electorales fáciles para el PRI terminaron en los años sesentas comoconsecuencia del gran incremento de votos cruzados a favor de partidos de oposición asi como por el abstencionismo. Diferentes factores coincidieron al final de los setentas, disponiéndose el gobierno a iniciar un serie de reformas electorales y un proceso de reforma política que continúa hasta el oresente. Estas reformas.tanes~eradas.avudariana restaurar lalegitimidaddel iobierno erosionadapor l&alto~nivelesd&bstencionismo-aproxhadamente mitadde losvotant&-péímaneciendola insatisfacciónpopular por el violento asalto aubernamental ante las protestas estudiantiles de 1968 y los conflictos posteriores entre el Estado y el sector privado. Los movimientos guerrilleros ;uralesy urbanosenlosseterÍtasconvencieronaún mása la élite políticadeque algúncambioeranececanoannececidaddedecmantelaralrégimencompletamente. La reforma electoral fue elegida como una henamienta para tratar estos problemas. El efecto acumulativo de las reformas ha sido el de hacer de las eleccionesun medio que incrementasignificativamentelasfuentesdelegitimidad del régimen y, al menos parcialmente, como medio para elegir funcionarios públicos.


Las elecciones son importantes incluso en regímenes que no pretenden iniciar un proceso democrático. Las elecciones en regímenes no democráticos pueden seMr para incrementar el interésy la conciencia política de losciudadanos, inclusoenwsosdonde sóloaparece uncandidatoen lasboletasdeelección para cada puesto.Laseleccionesen países no democrátisospuedenser usadas como método de distribución de recursos. Mientras los paiticipantesno puedan ganar puestos a través de elecciones justas, a menudo sienten como una obligación recompensar a sus eledores y comprar fuerzas de la oposición a través de estrategias de distribución de recursos públicos. Las elecciones pueden ser usadas para disminuir e inctigi9ooalizar a la oposición. Si las fuerzasde oposición se involuman en la c o m ~ e l e d o r a l tendrían pocos argumentos y justificación para oponerse al régimende manera más directa y, desde el punto de vista del régimen, en formas máspügmas. Además, si los g ~ p o de s oposiciónestán inmiscuidos en p ~ l h c J a G t o r & ~ d régimen puede responder a críticas pro democráticas, dentro o ~ d e l p a i s , con respuestasdelegitimidaddemocrática.Laselecciones-cin sine qua non de políticas democráticas- de alguna manera, para que un régimen político pueda portar con credibilidad el títulode tico. Laselecciones proveenal menos una fachada o presunción. =. democrática y requieren de una crítica profunda para substanciar al régn%i. Además, creando unafachada de legitimidaddemocrática, l a s e l e h e n regímenes no democráticos pueden también servir para dar alguna leafim*Ktad a las reglas del juego del régimen. Con la inclusión de grupos de gposición y partidos que participan en elecciones, bajo las reglas establecidas pqr los titulares del poder, estas reglas adquieren la legitimidad que ie otorga h aceptación de estas reglas por parte de la oposición, la cual contdwhia~ear un marco legalen laque estará incluida. Laoposición concede, entonces,alguna legitimidad a esta armazón legal autoritaria al acordar trabajar ain ella para lograr suspropósitos,a pesar deque el logrodeestospropósitos~niScar la muerte d d régimen existente.'

mpks El sueño autoritario del gobernante es vigilar las e-l proveen legitimidad al régimen, y mantener un espacio r e l a ~ l i m b d o para la actividad de la oposición política, siempre y cuando no seestá,comendo * En Chile y en Brasil, durantelosochentaslacuesti6nde aceptar lasregtaseledoralescreadas por losmilitares,fue de mucha irnportancla para los partidos pollhcos y gniposdeopm~dnEn los dos casos se aceptan las reglas de los regirnenes militares a pesar de que esta los kgüimaba


el 'riesgo democrático" de procesos electorales abieitos, en los cuales los resultados no son conocidos hasta que los votos son contados. Las elecciones mexicanas han jugado los roles explicados anteriormente. Mientras las elecciones mexicanas democráticas siwan cada vez menos para distribuir recursos, los canales de owsición aumentan v se omvee una módica

Desdeeliniuo delprocesodereformaelectoral, laseleccionesenMéxicohan empezado a jugar un rol limitado en elección de gobernantes. La relativa importancia de cada uno de estos roles ha cambiado conforme a situación política en México lo ha hecho (Peschard 1993). Las más recientes reformasalsistemaelectoralse hanconcentradoen limitar las oportunidades de fraude (Klesner 1995). La reforma después de 1988 parecehaber hechoalgunasincursionesenel problemadelaaüstención. En las elecciones intermedias de 1991para la cámara de diputados, se pudo observar que el nivel de participacióncreció de 50% en 1988 a 66%, tres aiíos después. La elección oresidencial de 1994 tuvo la más arandeconcurrenciade las últimas décadas recientes: aproximadamente80 ciento de los empadronados. Estoscambiosson importantesno sólo porque han logrado lostan esperados propósitos de reforma del PRI de revigcfizar un sistema de partido hegemónico en el cual las elecciones dan leaitimidad al réaimen sin el temor de aue la élite está pasando es que las elecciones han política pierda el poder. Lo empezado a dar mayor legitimidadal régimen en el contexto de un incremento en ¡a incertidumbre de losresultados. Las elecciones han llegado ha ser más importantes como método de elección de funoionarios públicos.

La discusión del rol que beben jugar las elecciones mexicanasen la elección de gobernantes debe empezar con una reflexión. Mudias eleccionesen México han llegado a ser genuinamente competitivasy los partidosde oposición, tanto de izguierda como de derecha, han logrado victorias sin precedentes desde 1988 (cuatro gubernaturas, repitiendoen Baja Calionia, presidencias municipales en trecede lasveinteciudades más grandes, varios escaños del senado). Un incremento en la incidencia de elecciones comoetitivas lo elecciones aue actualmente escogen gobernantes por medio del k t e o de'votos en lugar d e naociaciones en las cuales sólo parcialmente se toma el conteo total de los voks para los diferentes candidatos) no es sin embargo idéntico a un sistema 14


Aectoral competitivo y a libresy justas elecciones. Todaslaselecciones no son, por definición, compeütimas, libres o justas. La voluntad del Gobierno para acceder a la voluntad del electorado se explica fundamentalmente como una función de lavoluntaddel presidente, de la voluntad de losdirigentesdel partido local(PRI y oposición), la importanciapolíticadel puesto en cuestión, y el balance de poder entre las fuerzasen contención. Los resultados electorales en el cual los partidos de oposición han obtenido la mayoría de votos ha permitido un incremento eledoral, primordialmentedel PAN, quien ha ganadab mayor parte de los votos. El PRD, desde su victoria en la contienda senatorial del estadode híichoacán (donde Lázaro y Cuauhtémoc Cárdenas fueron gobernadores) y en el Distrito Federal en 1988. ha sufrido una considerable represión violenta v..pot murho tiempo se le han negado victorias, excepto a nivel municipal. La discrecibn presidencial sigue siendo quien determina cuáles elecciones cumplencon elmldeselección(Loaeza1994).MieWaslas&ccionesm-ntan su importanciapor su función, el mecanismo de elección es todavía Bmtadoy a la vez arbitrario. Aunado a esto creo que las eleccioneshan cambiado, especialmente desde lasseries de reformaselectoralesiniciadasen1977, en su rolcomodesignadoras de funcionarios públicos. El PAN dice gobernar a casi un tercio de todos los mexicanos a través del control de gobarnaturas y grandes municipios (Downie 1996). Es cada vez más evidente que las nominacionespara un puesto público por parte del PRI no son garantía para salir electo. Los diputadosy senadores de oposición son cada vez más -y sido electos tanto en distritos de mayoría relativa como de proporcional.

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han ntaaon

El inusual número de derrotas de candidatos del PRI en d i i d e mayoría relativa dafió la maquinaria electoral del PRIporque, por primeravez, el partido oficial descubrió que en las elecciones algunas veces se gana y en otras se pierde: el número.de candidatos del PRI para diputados federales que fueron derrotados en las eleccionesde 1988 casi igualó el númeroque habían perdido en el periodo que va de 1946 a 1985. En efecto, 66 candida& del pI3ipara la cámara de diiutados provenientes de distftos de mayoría relafwa fueron derrotados en las eleccionesde 1988:esto representa22 porciento del total que compitieron (Molinar y Weldon 1990). 15


Al principio el PRI permitió que en las elecciones la oposición ganara muchos escañosen'lacámara sin haber derr~tadoanin~ún candidatode¡m,estodebido a aue la cámara estaba compuesta de diputados del partido oficial v diputados Hasta 1988, solamente el 1.4 por ciento de los candidatos del PAI para la cámara habían perdido, mientras que en la elección de 1988 uno de cada cuatro candidatos del PAI fueron derrotados (Molinar y Weldon 1990). La expansión de un mecanismo de selección para las elecciones, es posteriormenteconfirmada por los esfuerzos de la élite dominante para limitar esa expansión a través de provisioneslegales en las reformas. Estos esfuerzos limitantes son parte de la contradicción interna del PRI iniciadas en las reformas electoralesque significó liberalizar la arena electoral, no para crear democracia sino para mantener el poder (Cornelius 1987). El mecanismo de selección para las contiendas electorales ha sido limitado de cuatro maneras. Primero fue la claúsula de gobernabilidad destinada a asegurar al partido oficial, ganando a su vez pluralidad para el voto popular al interior del partido. una absoluta mavoria de los escaños en la cámara de diputados. i a claúsula respondeal temor del PRI de perder el control del colegio electoral. el cual valida las elecciones presidenciales. Esta provisiónfue abolida por las reformas de 1993. La segunda táctica usada por el grupo gobernante para limitar el incremento delacompetenciaeledoralfuemodificarlosdi~alesdeRepresentación Por ley cinco regiones de RP han sido designadas con 40 diputados para ser electos para cada región9.Para designar estas regiones RP, el Consejo General del Instituto Federal Electoral ~IFE)el cual era dominado por incondicionalesdel PRI, claramente hizo un esfuerzo para dividir las regiones de fuerte oposición entre dos o más regiones de representación proporcional. A oesar de aue estas divisiones arbitrarias de distritos son naturales v comuhes en gobiernos más democráticosy representativos, en este contexto ta'l medida adhiere mavor , ,oeso a la conclusión de aue las elecciones han lleaado a ser más importantescomo designadores de cargos políticos. De esta manera la

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La Ley de Reforma Electoral de 1977 crea dipLtados de RepresentaciOn Proporcional. amplla la Cdmara de Dipinados a 400 representantes (300 de pnmera mayorla y IW de Representacdn Pro~orcional).~amb~os subsecuentes han ampliado la cámara a 5W escaflos (2Wde los cuales son de Representación Proporcional), y se crearon 5 regiones plurinominales.

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preocupacióndel PRI bajó al limitar la habilidadde los parüdosdeoposición para ganar un excesivo número de asientos de RepresentaciónProporcional. Una tercera medida de la reforma electoral, que sirvió para acotar la exaansiónde la competenciaen las elecciones. fue la deestablecer limitaciones sobre locpartidosde&indidatoscomunesohacer alianzaselectarales,instituidas después de 1988. Estas medidas hicieronvirtualmente imposiblerepetir lo que el Frente DemocráticoNacional hizo en 1988cuando la permanencia del PRI en el poder se vio amenazada (Becerra Chávez 1994). El cuarto método para limitar la competencia electoral no e& dentro del mecanismo legal en el cual las elecciones se llevan a cabo: el kidde. La reformas electorales han hedio un progreso significativo al liW1*unas formas de fraude posteriores a 1988. Así, por ejemplo, un tribunal&c&alfue creado .para .perseguir crimeneselectoraleseimponerduras penasaqphesse encontrara culpabk.. Ya se permite que obsewadores nacionaleseiidemdonales participenen las elecciones. Se han hecho modificacionesenlakmaen que los consejeros ciudadanos pueden ser electos, reduciendo la fuerm del PRI por el lado del poder ejecutivo (Aicocer 1995). No obstante , muchas inercias de prácticas pasadas permanecen aún y deben ser enfrentadas con el propósitode ampliar la capacidadde elegir en las elecciones mexicanas (Becerra Chávez 1994). Es muy significativa que la mayoríadel PRIobjetóestas medidasenla más recienteiniciativadereforma para limitar los gastos de campaña. Es claro que el propósito de limitar los gastos de campaña es hacer más igualitario el campo de juego electoral y hacer más amplio el e y e c b de la decisión eledoral, un cambio que no se espera que el PRI acepte %r&peafe.' ,?Y",: "

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Enresumen, laseleccionessiguensiendou n a f o r m a i m p o t t a n t e ~ ciudadana. distribución de recursos. canales para las fuerzas deoptrsaón, y siwen centralmente para legitimar el régimen y están incremen inpetencia e importancia como mecanismo de elegir gobernantess&@sar de barrerasconsiderables para una completa elección democrática elecciones han llegado a ser másimportantescomo foros y m cuales los ciudadanos organizados pueden influir en la p ~ l í t .i. m ~ ~ m e n t a l y en la identidad de sus gobernantes. Esto no quiere decir que los campesinos, como ciudadanos. no se unieran a paWos polltlcos ni votaran - e l PRI tanto como los partidos de oposici6n recibemn una parte Unpofiante de votos de las obres del camw. Lo imwrtante en este analisis es la afiliaci6n partidaria y la participaoión ele&orai de las or&nkacion& campesinas no de los campesinos en bs Individual

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Estrategia de organización electoral campesina La limitada apertura del gobierno de Salinas hacia las organizacionesindependientesdelospobresdelcampo,bajolaníbricadelCongresoAgrario Permanente (CAP) y la concertación social crearon un dilema para la organización de los pobres del medio rural. Para aprovechar la oportunidad de negociar con el Estado en estas áreas abiertas a la influencia, requirieron del abandono de esfuerzos para unificar las organizaciones campesinas independientesy tomar el riesgo de coptación y neutralización. Rechazar la oportunidad de tratar más diredamente con el Estado significó un avance limitado, pero conllevó significativas oportunidades para influir y, quizá lo mas importante, oportunidades para obtener recursosqueestabandisponibles paraquienes negociaran diredamente. Los pobres del campo han tenido que escoger entre incorporarse al Estado como organizaciones individuales a expensas de la unidad e independencia campesina, o rediazar las propuestas y perder el acceso a recursos materiales vitales pero preservando su independencia. Las organizacionesindependientesdel PRI resolvieronestedilemadediferentes formas. Formularon dos estrategias, las cuales llamaré autonomía radical y autonomíaoraamática. La elección de cada estratesiadependió del alcance de los propósitosde la organización y la habilidad de ss; miembros para competir, o potencialmentecompetir, en los mercados internacionalesde la agricultura, al cual el México económicamente liberalizado se integró rápidamente. Las organizacionesqueeligieron la autonomíaradicalcontinuarondándole una gran prioridad a los asuntos agrarios (por ejemplo el acceso a la tierra), asuntos de ciudadanía, derechos humanos y derechos indígenas. Por otro lado, quienes escogieron la autonomía pragmática concentraron recursos organizacionales en asuntos relacionados con la producción agrícola; su redamo de ataque ha sido, " la apropiación campesina del proceso productivo".

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Ningunade ectasclasesde organizaciones ha repudiadocompletamente las demandas principales del otro. los pragmáticos estaban también preocupados con la tenencia de la tierra y la represión en el campo mientras los radicales estaban aumentando su participación en proyectos económicamente productivos. Sin embargo, una clara diferencia desarrollada por cada grupo es la ectrategia empleada para dirigir sus intereses vis a vis al del Estado. Obo dilema enfrentado por las organizaciones de los pobres del campo fue el de que sí deberían aliarse a los partidos políticos, arriesgando su autonomía


y quizá terminando en un nuevo cwporatMsmo de oposición, o alejados y trabajar fuera del sistema elelectoral. Sorprendentemente, ambos grupos, el radical y el pragmático, este segundo dilema de la misma manera: permanecieron independie

parüdos políticos y por mucho tiempo fueron ignorados como hewamie caminos para el logro de Weiivas organizacionalec La forma en que variq ofganizaciorms independientes de campesinos resolvieron la disyuntiva de * unificarse contra el Estado o cooperar con él y el dilema de paiticipar o no en política electoral, parece haber ayudado a limitar el alcance del cambio en ias relacionesEstado-can~,~m. Hasta cierto puntolospobresdel campo permademandantesy no como ciudadanecen pol~~menteintegradascomsujetas nos, La reforma ebioral y su impacto positivo en el rol de las elecciones se hizo totalmente independiente de las esfuerzos de organinici6n de los pobres del campo. La respuesta campesina a la reforma electoral ha sido enfocar virtualmentetodos losrecursosorganizscionalesparaconstruiragrupaCioneque.%on explícitamenta no partidarias, hs cuales permanecen fuera de contiendas electorales. Como votantes individuales, los pobres del campo todavía suplen votos claves al PRI, sin embargo la preferencia por candidatos de partidos de oposición se ha ido incrementando, En dro nivel de organización, sin embargo, los pobres del campo están luchando por sus intereses, desde hace mudio tiempo, fuera de! luego electoral (Massieu Trígo 1994) .

No partidos Esta postura organizacional de los no partidariosfue pionera con el establecimiento de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) en 1970. La CNPA fue la primeraorganizacióncampesinanacionaien rechazar las estructurastradicionalesycentralizadas,creando en su lugar una reddeorganizacionesregiotxdes. a Esta red permaneció independiente del Estado y de las partidos ppllticoc y 5 . condujo sus asuntosinternos de una manera colegiada y participativa a través de un IiderazgoroMiivoeiegidodeentrelosrepreseBtantesde los miembrosdsd la organización. Esta coordinadora como modelo de organización ha WLa UNTA eveniuaimeniú termin6 su rplachbn mn el PST El mmpimlanto oeum6 sa autonomía organizadonal y fepreoentW6n de los wlmpadMs denira deldelegado nacronalcb V W n , del umn, dnir~vlstaeone~autor,w, 27 damesdn

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'iqkda por muchas otras organizaciones campesinas desde 1979 (ejemplos: UNORCA, CNOC). Los primeros esfuerzos de organización, independientes del PRI, entre los pobres del campo, adoptó una estructura más centralizada y jerárquica y en muchos de los msos estaba expüctamente aliada, como organización, con un parfidopolíticodeoposición. Por ejemplo, la Ceniral IndependientesdeObreros y Campesinos(~onc)eraelbrazo campesinodelPartidoComunista.Por muchos años la Unión Nacional de Trabajadores Agriwias UNTA estuvo aliada con el Partido Socialista de los Trabajadores ( ~ 4 . ~

Lasorganizacionescampesinashanimpulsadoelpluralismointernoinvitando a la participación en partidos políticos de diferente corte. Este no pariidismo internoes tambiin evidente entre algunas organizacionesof~aies.por ejemplo la Unión de Ejidos Emiliano Zapata (UEEZ), quienesa pesar de estar oficialmente afiliados a lachic,abiertamente invitanatodos loscampesinosaparticiparen sus programas. La UEEZproveede crédito y servicios de comercializacióna cualquier grupo decampesinossicumplencon losrequirimientoseconámicos,sin importar su filiación partidaria. Una organizaciónafiliada a la crc de productores de café enveracruzdio muestrade unacooperaciónsimilar con caíetalerosqueno eran dela CNC losasuntospariidariosestánsiendoeclipsadospor asuntoseconómicos y de producción. Las organizaciones autónomas de los pobres del campo han escogido en general una estrategia de no partidismo visa visen la arena electoral. También comparten eduerzos comunes para desarrollar y promover proyectos de desarrollo económico en áreas rurales y con manejados por los mismos, los pobresdelcampo, y tienencomo propósitoretenerel excedente paraelbienestar de los campesinosen lugar de los intermediariosptvados, oficiales del Estado o burocracias estatales.

A pesar de estas simlitudes importantes, el campesinado organizado independiente, no pudo lograr una unidad organizacional o programática. OraanizaaonesaotSmasradicalescon6núan en labúsauedadeladistribución o kitución de la tierra, mantienen una propensión favor de táciicas de movilización y protesta más que negociación directa con el Estado, y gastan

a

* Estoy lnvolucrado en la hwesiiaación emplrioa de estos aiatm tipos de rebcifin organkac16np d o . Este ensayo es parcialy másque na& daducUvotratando de crear m marco anallkv de la naturaleza de los eshierzos de las omnkacioneo oampesinas de lnñnr en las wlWes públloas que mas les afectan.


mucha energía en demandas por la preservación de la cultura indígena y la extensión y protección de los derechos ciudadanos para los pobres del campo. Las organizaciones pragmáticas concentran sus actividades en proyectos económicamente produdivos, están a favor de la negociación por encima de la movilización y se concentranenasuntosciudadanos,pero no como un propósito fundamental de demanda hacia los funcionarios u oficinas del Estado. Estas decisiones estratégicas se han desarrollado simultáneamente con el incrementodelalibertaddeeleccióny su importanciacomo método deselección deaobernantes.Mientraslareformadedoralseacontinua-aunaueincomoleta eiiportanteyhaciendoépocacuandovayaahaberelecciones, i?spreci&volver a revisar el asunto de la participación organizacional campesina en la arena electoral. Especíñcamente,podría ser degran ayuda examinar algunas posibles modalidades de un cambio de organizaciones campesinas hacia una mayor militancia y vínculos más diredos a partidos polítioos. Con ello se espera que, como en el desarrollode las coordinadoras,la creatividad campesina pueda ser encauzada para ayudar en la consíruccibn de un mejor nivel de vida y mayor democracia para los pobre del medio rural. Posibles modelos de política-campesina y su relación con los partidos Propongo cuatro posiblestiposde relaciónque las organizacionescampesinas ~uedenestablecerconbs~arüdos~oI'ícos. Estoscuatroti~oscon:acociacioniCta, de trueque, de presióny aquélla que repudiala existencia de partidospero no la pdíticaeledoral,formandoasíunpartidocampdnoo unaorganizaciónelectoral. Estos cuatro tipos no intentan representar a todo el universo de posibles relaciones, pero creo que ellos representan las principales posibilidades y merecen unexamen, inclucodemanerapreliminarmientrasotrasinvestigaciones se llevan a cabo? La literatura sobre movimientossociales se está incrementando, cobre todo aquélla concerniente a cómo los movimientos sociales se relacionan con el poder de la política tradicional e institucional (Jenkins y Klandermans l a ; Escobar y Alvarez 1992). Munk (1995) recientemente dijo que el triunfo de #m movimiento social depende de su habilidad para cambiar de una auto-lidda estrategia defenciva a una estrategia ofensivadonde ambasencajen en laareria institucional de la política y al mismo tiempo mantengan una correcpo

'

Por ejemplo, el Esiado ha intervendo al lado de la cnc en mnflicto$ enire Bsla y la undicaliración de los trabajadores agrímlas.

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entre identidad y estrategia. Si una estrategia ofensiva no obtiene logros concretos el movimiento social se limitará a ser ya sea una fuerza comunal o fundamentalista localizada en su propia identidad con poca influencia en la política (imponiéndose la identidad sobre una estrategia política ) que'enfatiza la estrategia sobre identidady pierde autonomía organizacional, convirtiéndose en tan sólo una gran fuerza política populista ( Munk 1995,33). De esta manera, desarrollar una estrategia ofensiva para un cambio de política implica necesariamenteciertas relaciones con partidos políticos lo cual implica un filtro entre el movimiento social y el Estado. Esta relación será tensa por la diferencia de objetivos y formas de acción de los partidosv del movimiento social. Munk(1995) afirma que esta tensión en la relación pa&do-movimientos implica la de laautonomía por parte del movimiento social. Hellman (1992) llama la atención contra aquéllos que ponen demasiado énfasisenlaautonomíadel movimiento social másaueenla evaluacióndeléxito del movimiento. La autora argumenta que la intericción entre partidos y movimientossocialespodría servista como una relacióndialécticaen laque uno altera al otro (Hellman 1992,58). Las relaciones con partidos políticos no necesariamente implican una pérdida de autonomía del movimiento social. Para el presente caso, queda claro que la mayor libertad v iusticia de las elecciones en México y el cr&imiento de ia preferencia de sedores de ciudadanosoaravotar~orcandidatosde ooosición.reDresentaunfuerte incentivo para los p o k o s que no está; en el Poder para reclutar posibles electores de entre los grupos que habían sido sub-representados y aquellos grupos cuyos votos habían sido monopolizados por el PRI. Asimismo, grupos organizados de la sociedad civil cuyavisión de México no la comparte la agenda de¡ PRI, tienen fuertes incentivos Para dar apoyo a los particlos polític& de oposición así como para exigir que estos partidos políticos de oposición representensus intereses. Los pobres del campo organizadosfuera del PRI y los partidos políticos de oposición, tienen incentivos para establecer relaciones de beneficio mutuo (aunque no necesariamentelibres de tensión ).

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El resto de este ensayo examinará los cuatro posibles tipos de relación que pueden servir como un modelo analítico para examinar el desarrollo de los @mies vínculos entre organizaciones campesinas y partidos políticos de opocici6n, y examinar el futuro de estos vínculos.


Relaciones corporativas La primera opción en ser consideradacomo relacióncorporativa es la que ceda entre organizaciones campesinas y partidos políticos. Ectaspodrían repmducir el modelo del PAI-CNC O seguir un modelo más parecido al corporativismo europeo. El modelo PRI-CNC es bien conocido. Ello implica la subordinación de la organización campesina.al partido y a su agenda, virtual eliminación de la autonomía de organización vis-a-vishacia el partido, y también la reducción de la organización campesina al papel de ser un agente de comunicación del PRIEstado hacia los pobresdelcampo, para distribución de recursos, y la periódica movilización de votos para el partido. Pnmeramente, esto permite el acceso institucionalizado con los hacedores de la política (inclusive si a menudo están limitados en la práctica), recursos materiales, y protección estatal en cuanto a organización territorial contraotrasorganizacionesquebusquentener influencia entre los pobres del campo. Este modelo les ha asegurado a los representantes campesinos mantener algunos escafios en el congreso y estar dentro de los gobiernos priíctas. El modelo PRI-cric tiene tambiénvarios problemas. La organización campesina sufre una drástica pérdida de autonomía. La agenda organizativa y las acciones siguen los dictados de una fuerza externa, y algunasveces para servir a los interesesde esta entidad externa más que a los intereses de los miembros de la organización. Por la experiencia histórica.de los pobres del campo en México, ésta no es obviamente una opción atractiva. Muchas de las críticas no partidaíis de las organizaciones campesinashansido resultadode la oposición a la intención del pariido para recrear este modelo corporativista. La alternativa del modelo wrporativistanos llevaa recurrir a las experiencias de EuropaOccidental con la representaciónde intereses corporativistas.Aquíla disiinción de Schmitter (1974) entre Estadoy corporativismosocietal se adara. En el corporativismosocietal, el Estadodescansaen corporaciones autónomas las cuales penetran en el Estado y hacen políca. Más que la caracierística de subordinación del modelo PRI-CNC, en el modelo de la Europa Occidental el partidoy lasorganizacionescampecinaspuedenectablecerrelaaonesaso~ativas o coalición. En este modelola organizacióncampesinapuede tener influenciaen moviiizarel apoyo electoral de la plataforma del partido ademásde trabajar sus miembrospara el partido. Aquíel dectino del partidoy de laorganizaciónde


los pobres del campo, está íntimamenterelacionado: una derroia eledoral para el partidoes también una derrota para la organización campesina. Las ventajas del modelo de corporativismo de Europa Oocidental son principalmente la preservación de la autonomía organizacional v la /nstitu~ionalización del acceso a la toma de decisionesdel p&do o a la toma de decisiones del Estado si lavictorialosfavorece. Lasdesventaiasde este modelo están principalmente relacionadas con las grandes barreras' para el establecimientodeéstascomo una relación. El movimientocampesino(comolosobreros organizados en paíseseuropeos) tendríaqueser relativamentegrande, unificado, y organizado de tal forma que los líderes de la organización pudieran redamar credibilidad para ofrecer el apoyo de sus miembros a los partidos políticos. Estos requirimientos en la actualidad no los cumplen los pobres del campo. El movimiento campesino está representado por múltiples organizaciones que compiten en sus objetivos y visiones del mundo. Los esfuerzos que se han hecho para lograr una unidad mmpesina han fallado debido a la coptación de parte del Estado así como por la intransigencia y manipulación de muchas organizaciones campesinas. Una desventaja adicional de este modelo de relacionespartido-organización, asumiendo que las barreras para su formación están resueltas, es que d bienestar de las organizaciones campesinas está directamente atado al bienestar de los partidos. Los cambios en la perspectiva electoral del partidopueden debilitar la.organización de los pobres del campo y deiarlos con poca influenciaen caso de aue los partidos a los cuales ellos están aliádosqued&fueradelpoder. porestarazón,entreotras,vemosunadeclinación de los sistemascorporativosen Europa Occidental conforme los partidossocialdemócratas pierden el poder. El segundo tipo de relación de las organizaciones que los campesinos pueden establecer con partidosdeoposición es el del intercambio o trueque. En esta relación la organización y los partidos acuerdan el intercambio de "bienes y ceMcios" electorales entre las dos entidades. Es típico que los partidos ofrezcan adoptar alaunas de las demandas de la organización como parte de la y defender los intereses de la organización en cualquier puesta de ek&h. A cambio. la omanización ofrece votos. recursos humanos Parael imbjoclrseainpana (propag&distas, rotulistas, ~r~ánizadores), y recursos materiales. EWsawerdos de trueque regularmente toman la forma de pactos formales o-datles enire la organización y el partido.

A diferencia de h-ralarjón corporativa, la relación de trueque no implica membresía de grupo o afüiación dentro del partido. Es un mecanismo


'onaiizado informal para que la organización influya en ; no existen los escaños 'campesinos" en los círcu Además, a dííerenaa del acuerdo corporativo,el ac implica permanencia en la relación. El acuerdo de trueque es coyuntural; campesinas y partidos acostumbran a unirse en elecciones especifi~asy no necwaiamentetienen unavidn de largo plaza o de relaciónexclusiva. Antes de negar a un acuerdo detcueque, la organ'mcibn puede buscar al partido que le ofrezcala combinaciónóptima de demandasque representanlos interesesde la organización y probablementelavidoriaelectoral. Laorganizacióncampesina puede establecer relacionesde trueque a nivelestaialcondiferentespartidos en cada estado dependiendo de su disponibilidad para intercambiar influenciapor apoyo campesino. En la relacióncorporativa los lazos entre las w~anizaciones y los partidos son más permanentes y probablemente no serán cortadas o reiniciadasal inicio de cada campafia electoral. Lasventajas de este $o de relaciónparala organizaciónde los campesinos son importantes.Laautonomíade grupo puedepresentarseen mayor gradoque en el modelo corporativo debido a que en la primera existe un intercambio explícito. Como cualquier relación contractual, pueden usarse mecanismos de compulsión para hacer que ambas partes cumplan sus obligaciones. Esto contrasta con el acuerdo corporativo en el cual lasorganizacionescampesinas han padecido sobre todo una experiencia de subordinación, dado que, quien abandona el principio de organización como herramienta de coacción, queda totalmente excluido como miembro formal de la organizaa6n y de los recursos del partido. Otra ventaja de la relación tipo trueque ec que exicte un lazo más diredo entre v o i ~ ysbeneficiopolíticodadoquelosvotosson intercambiadosde manera explicita por plataformaspdíiticasy por politicas publicas. Finalmente, una ventaja adicional es su flexibilidad. Si el intercambio no

resulta mutuamentebenéfico ni parael partido ni para la organizacián, no están obligados amantener loslazos. cadaquien eslibre parabuscar otras relaciónes resoectivasconotrasorqanizacbneso partidos. Nadie puedequedar estancado a n; perdedor. Esta ñexibilidad permie a la wgakación de campesinos "abandonar a un barco que se hunde", incluso antes de la elección, y establecer una relacián de trueaue con ot~opartido m& prometedor. Tal flexibilidadlimita, hasta cierto punto, ¡os eíectos debilitantes de las pérdidas electorales en la organización. Unarelaciónde trueque, sin embargo, presentadiversasdementaiasparala organ'ización de campesinos. Lostres tiposde recursosque se intercambianen


estas relaciones: votos, recursos humanos y dinero, son relativamentedifíciles de reunir Dara las organizaciones campesinas. Los votos son el recurso menos costoso, Pero requiere un cierto gradó de unidad organizacional, cohesión y coordinación,las cuales no han sido logradas entre los pobres del campo a nivel nacional. Parasersociosviablesenrelacionesdetrueque, los pobresdelcampo organizados deben ser capaces de darlecredibilidada susvotos. Los campesinos de manera individualdeben permanecer comociudadanos libres para votar por quien ellos deseen; por lo tanto, una relación de trueque implica que los líderes campesinos sean reconocidos por la mayoría de los miembros de la organización como representanteslegítimosde sus intereses. Si las relaciones de truequese establecieran con líderescampesinos no representativos entonces habríapocos incentivosdepartede loscampesinosenloindividualparavotaren favor de esa relación. Evidentemente algunas organizaciones podrían aportar votosde esta manera pero no lossuficientesparatener efectosacualquiernivel, y no tan sólo en el plano local o estatal. La división de las organizaciones independientesentre radicalesy pragmáticos reflejan una pobrezatáctica que no alcanza a conformar un bloquecampesinoelectoralque cambievotosporuna mayor influencia política a nivel nacional. Por el lado de los recursos humanos y financieros los problemas son quizá más agudos. Los campesinos organizados manejan muy pocos recursos financieros. Quienes pueden ofrecer mayor apoyo material a las campañas partidarias son aquellos sectores ligados a la exportación de café y azúcar. La gran mayoría de productoresde caña de azúcar están todavía dentro del sistema PRI-CNC y por lo tanto no desean establecer relaciones tipo trueaue con partidos de oposición. Los productores de café organizados la CN; controlan algunos fondos a través de cuotas pagadas por cada saco de café exportado. Hayrestriccioneslegalessobreelusode estosfondosque permanecencomo una barrera Dara su uso en laselecciones. Pero incluso haciendoa un lado esias restricciones legales, el continuo decremento de los precios del café en los mercadosinternacionalesha hechoqueloscafetaleros no puedancontribuir con mucho a las campañas en el futuro inmediato. Las demás organizaciones campesinasvimialrnentedependendel apoyodelaso~~odedinero proveniente de Pronasol para mantener sus operaciones y, por lo tanto, están dispuestas a contribuir a las campañas electorales de la oposición.


Los recursos humanos, sin embargo, podrían ser una pequeña pieza de negociación para los pobres del campo. Empero, su aklamiento y distribución geográfica limitan el valor de este recurso. Existenvarias regionesdel país, sin embargo, en las cuales los campesinos están concentrados y son muy numerosos al grado de que ellos pueden ser importantes como buscadoresdevotos u otras actividades de campaña. Puerta por puerta, rancho por rancho, ejido por ejido, el trabajo de campaña es una actividad de bajo costo para los campesinos pobres sub-empleados. Otras desventajas menos wnwetas de las relaciones de trueque son resultado de las propias condiciones del sistema político. Con partidos de oposición aún relativamentedébiles e institucionalizadosde manera desigual (el PANes el único partido con posibilidades de disputar al m la mayoría en el congreso en 1997)las organizacionesde campesinospobrespodríancancelar lasrelaciones de trueque para prevenir la pérdida de los pocos recursos que tienen. Además, el alto grado de centralización del poder político en el ejecutivo representa un desafío para las organizaciones regionales en sus afanes de lograr influencia nacional. Las voces regionalesson ahogadas por la poderosa voz del ejecutivo nacional. Estas organizaciones pudieran ser efectivas en eleccionesdenivel municipaloestatalen laswalessu poder pudierasertrocado. Finalmente, la relación de trueque presenta el peligro de degenerar en clientelismo, reforzando la vieja aditud de ser demandantes humildes, actitud que por décadas ha dañado al campesinado mexicano. En lugar de consolidar el progreso logrado por las organizaciones campesinas independientes en los ochentasy noventas,al promover una mejor concepción deciudadanía entre los campesinos, la relación de trueque podría revertir el camino hacia demandas dientelares más que demandar respeto de sus derechos como ciudadanos. El peligro del clientelismo se incrementa en proporción inversa al grado de unidad organizacional de los campesinos. A mayor fractura organizativadel campesinado habrá mayores posibilidadesde que las pequeñasy débiles organizaciones campesinasseconviertan en clientesdepartidos poliíws-pagando loscostos y disírutando poco de los beneficios del modelo corporativo. Los partidos de oposición han sido poco exitosos en evitar la creación de clientelismo en sus relaciones con votantes potenciales, o con grupos organizados en las áreas donde ellos gobiernan.


El tercer tipo de relación posible entre organización campesina-partidos

z olí tic os es el de la presión. Parecido en muchasformasalarelaciónde trueoue. r

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la relación de presión no llega a formalizarse en un intercambioo alianza con un partido en particular sino que se mantiene como algo no partidario. La organización de los campesinos formula una declaración de sus intereses y sus posicionesy presenta esta declaración a todos los partidos políticos, pidiendo la incorporacióndelosinteresesdeloscampesinospobresdentmdelas plataformas de los partidos y de los planes de gobierno. Los líderes de la organización campesina también dejan claro que a sus miembros les preocupan estos asuntos y que por lo tanto cruzarán sus votos a favor del candidato que más los convenza a ellos. Esta relación está dirigida a influenciar a la opinión pública y s~bretodoalaa~endadelacam~añaele~oral másquealaplatkormaoagenda exclusiva de un partido en particular. Idealmente. todos o casi todos los partidos verán en su intirés electoral adoptar partes de la agenda campesina. ' Los métodos de llevar a cabo esta estrateaia ado~tandos formas: encuentro directo con los lideresdelpartidoeindirectaiente haciendo campaña ( a través de los medios u otros métodos) con losvotantes y sobre todo, buscando apoyo para la agenda campesina, Participandoen una campaña política, los campesinos posiblementepuedan ganar mayor fuerza atrayendo a votantes no-campesinos que apoyan sus posiciones. Al grado de que ésta es la estrategia tomada por el m.Los zapatisias continúan generalmente alejados de los partidos pem aprovechan cualquier oportunidad para influir en la opinión públicay en el debate nacional. Lasexpresionesdeapoyopúblicohacialasdemandaszapatistasenparticular y los intereses campesinos e indígenas en general desde que el EZLN irrumpió indican que las organizaciones ~&~esinas&.iánen condiiones de crear h a opinión pública mulclasista, fuerza que podría influir en la agenda nacional. La relación de presión tiene la ventaja de preservar en mayor grado la autonomía de los campesinos aún más de como lo hace la relación de trueque que intercambia compromicos por demandas. En la relación de presión los campesinos pueden presentar su agenda completa a los partidos o a la poblacióny dejar que la agenda gane por sus propios méritos. Esto permiteque los campesinos pobres se concentren en perseguir sólo intereses claves. En la relación de trueque el acuerdo formal y la necesidad de ofrecer apoyo a las campañas ata a los campesinosa asuntos dirigidos por el partido que quizá no son de interés para ellos. En la relación de presión los pobres del campo


necesitan apoyo público sólo en los intereses que se conciben como más importantes. Los llamados grupos de presión singular tales como movimientos pro-vida, de las mujeresy de homosexualesy lesbianasejemplificanen muchos paises esta táctica de presión. La relación de presión también libera a la organización de campesinosdel costoso trabajo de campana y permite que se concentren más sus recursos de organización en asuntos no-electorales, en torno a los cuales ellos están organizados. La relación de presión también tiene una desventaja para los campesinos pobres. Está principalmente la posibilidad de su irrelevancia. Debido a la estrechezy extensión de los intereses campesinos, sus propósitos de presionar Dor un cambioen eldebatenacional~uedenserfácilmentehechocaunlado. Las brganizaciones rurales demandan mejor infraestructura, mayores precios, insumos baratos e intereses relativamente bajos en relación al medio urbano, elemento que wea una desventaja para los consumidores urbanos y los contribuyentes. Tambiéndemandan derechosciudadanosy democracia políticaenunámbito que va más allá de la pequeña porción que representan los campesinos en el país. Demandar estas reformas políficastan trascendentes desde una base de solamente un cuarto de la población diseminada en las áreas rurales, parece estar desiinado a la margin&dad. Otra barrera para la relación de presión es el alto costo que tiene influir en la opinión pública. El EZLN parece tener éxito al lograr influencia en el debate nacional precisamente porque ellos empezaron con violencia y con mucha habilidad usaron los medios nacionalese internacionales,ademásdel internet, paratransmitirsusideasydemandas. Este esun problema paralasorganizaaones rurales que están comprometidas a seguir caminos noviolentospara lograr el cambio. Sin la cobertura de los medios de manera gratuita como la oíreda a grupos de oposición armados, para muchas organizaciones de campesinos será imposible financiar campañas, a través de los medios de comunicación, para expresar sus ideas a los votantes. Las protestas de cierta clase son probablemente necesarias S¡ se quiere acceder gratuitamente a los medios?Tácticascomo las marchasenlaciudad de El odbiico cara el acceso a los medios de comunicaciónwr civicas -. financimiento . ~- . , . omanizaciones . es esperar demaslado del proceso de reforma electoral. Tal reforma todavla está empantanada en el asunto del financiamiemo pCblico den acceso a los medios de comunicacián por los partidos

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México, el bloqueo de calles, plantones y huelgas de hambre pudieran ser efectivaspero se paga un alto costo en términos hurnanossobre todo si se toma en cuenta la fuerza policiaca. Paratener éxito usando la estrategia de presiónse requiere habilidad de quienes protestan para comunicar sus demandas sin perder los escacos recursos humanos y organizacionales. Esta estrategia pública debe ser combinada con esfuerzos inteligentes que permitan iníluir directamente a los parüdos políticos a través de cabilderos o negociadores profesionales. Estosson los grandes desafíos que tienen las organizaciones de campesinos. Las organizaciones campesinas como partidos políticos La última estrategia posible que está disponible para los pobres del campo organizados, es la de repudiar a los parlidospolíticos existentesvmear un nuevo pahdo propio. Esta táctica ha sido k a d a de manera limitada a-nivel municipal. Evidgtemente laventajaes la maximizaciónde la autonomíaorganizacion& la oraanizaciÓn/~artidod o tendrá como fin la atracción devotos. De salir exitosa. ~ a ~ r ~ a n i z a c i ~ n / ~estará a r t i d oen posibilidades de gobernar en una forma e" donde vincule más directamente sus intereses a los resultados de la política pública más que a cualquier otro tipo de relación. Las desventajas de la organizaciónlpartido son considerables. Debido al tamañoy a ladistribucióndeloscampesinossolosepuedetriunfarenmunicipios rurales.. Los municipios urbanos Presentan un ahplio espectro de asuntos ajenos a los intereses o demandas de la organización campesina lo cual podría fallar en el intentodeatraersuficiente apoyo electoralo convertirse en un partido político tradicional con una agenda más amplia. Este último resultado no sería exactamente una desventaja si esta conversión no requiriera abandonar la esencia de los intereses campesinos lo cual significaría el fallecimiento de la organización. Fuera de los municipios rurales es muy improbable que la organización campesina, constituida como partido, presente candidatos para un puesto de elección. Los recursos financieros y humanos necesarios para una campaña electoral a nivel nacional están fuera del alcance induso de la más fueite organización campesina que existe. Es induso dudoso que los recientes movirnientoscampesinosunificados,yacomo parüdos, puedanllevaracabocon éxito una campaña nacional . La transformación de una organización campesina a un partido implica cambios en algunos de los aspectos de la naturaleza básica de la organización.


Los partidos buscan poder político y gobernar; las organizaciones campesinas buscan recursos, producción, autonomía e influencia sobre la política pública. Para representarse como un partido político, una organización campesina tendría que decidirse por reglamentar, lo cual constituye un cambio cualitativo conrespectoaserreglamentadocomocualquierciudadano. Estatransformaaón podría ~roducirfuerzas disidentes que pudieran fácilmenfe destruir a la organización más que forjar un nuevo partido político.

Conclusión y prescripcióntentativa Para resumir, brevemente debo decir que la polémica tiene para rato. Las eleccionesen México, aunque aún no perfectas, ectán siendogradualmente más libresy juctasdespuésdel proceso de reforma iniciado en 1977. Cada vez más, las decciones sirven para emger representantes públicos a través de votos más que a través de negociaciones y arreglos tras bambalinas. Durante este mismo periodolas eleccionesllegaron a ser más importantes como mecanismo de selección para elegir líderes, las organizaciones de campesinos pobres se innovaron en sus estructuras organizativas, creando internamente coordinadoras democráticas que han sido exitosas ante las fuerzas del PRI y el Estado que han pretendido cooptarlas. Estas nuevas organizaciones campesinas, sin embargo, han tomado posturas marcadamente no partidistas y han evitado tomar el proceso electoral como arena política de lucha por sus intereses. Con la importante contienda electoral que se avecina a escasos meses, para renovar el congresoamitaddel sexenio y en el cual el PRI podría perder la mayoríade los escaños , se podría examinar una estrategia electoral para los campesinos. He presentado las cuatro opciones de estrategia electoral disponibles para los campesinos. Cada una tiene ventajasy desventajas. En la tabla uno resumo los orin&ales costos v beneficios de cadá una de las estrateaias. Estas cuatro est;ategias pueden sekmparadas en términos de dos dimeñsiones :su efecto sobre laautonomíade la oraanizacióncarnoesinavla potencialinfluenciaoolítica que las organizaciones &mpesinas tendrán sobre el sistema político. Esta comparación está geográficamente representada en la figura uno. Creo que las estrategias que ofrecen mayor potencial de influenciay preservan la autonomía de las organizaciones campesinas, será una combinación de las estrategias de trueque y presibn -las cuales aparecen dentro de la caja designada como 'área de compromiso tenso". Si se eligiera la ectrategia corporativao la organización como partido, el resultadosería una pérdida dela autonomía y de pertinencia.


Tabla 1 Relaciones posibles entre las organizaciones campesinas independientes y los partidos políticos de oposición Tipo de Relación Conporatvkmo del Estado (PRI-CNC: campesinos subordinados

Corporativismo de la sociedad (campesinos como socios en el partido)

Ventajas acceso a los que formulan la polit-ka pública 'recursos materiales 'protección del espacio organizativo

' influencia en el partido (mayor a u t o ~ m i a ) ' acceso a 108 que formulan la poiíiica

'recursos matedales

' protección del espacio organizativo

Trueque (permuta de votos, recursoshumanos y1 o materiales por influencia en el partido)

Presión (campesinasintentan influir en la opinión pública y tambien en los partidos)

Desventajas perdida de autonomia ' intereses del partido subordinan a los

interesesdelaor(laniza~fincampesina;

se necesita garantizar que el voto rural Va DOr el Dartido-imDliCa Derdida de se necesita mayor unificación campesina ' se necesita número mayor de campsmos,senecesitagarantkarque el voto rural va por el partido, implica ioerdida de /¡bedes civiks 'bienestarde~aor~anizac~nvinculado al del partido * campesinos tienen pocos recursos

'presewaciónde autonomla ' influencia directa en el programa del partido * facilidad de terminar1 cambiar la relación

mra Dermutar (dificil Drometer votos) partidos de a~osició'no6biles presidencialirmolcentralizaci6n o W c u l o s para fuerzas regfonales el trueque puede degenerar en clientelismo (perdida de ciudadanla)

preservación de autonomia prrnite concentrar en los asuntos mas importantes

pmibUidaddeimpertenencia(mtereies demasiado especializados y10 generalizados) ' pooos recursos para acceso a los medios de comunicación ' protesta paclfica yio violenta desgastante y peligrosa

máxima autonomía 'correspondenciadirecta entre intereses y programa del partido potencial éxito en eieo ciones locales

'poca fuerza electoral a nivel nacional conflicto entre las metas de la organización(producir.participar)y las del partido (gobernar)


Relación entre iniiuenciay autonomía de las posibiesrelacionesenira partidos y organizaciones campesinas Influenciapotencial

Zona de compromiso tenso

Autonomía baja

Trueque

Sociedad Corporativismo OrganizaciónlPartido (nacional) Bajo

Es necesario hacer notar que para que las edrategiasde trueque y pr&n tengan los mayores efectos posilivos, las organizaciones campesinas deben resolverprimeramenteel problemadelfaccionalismo. Unasolaorganizaci6nque representea loscampesinoses probabiementealgo imprddicoeneste momento. No obstante, elincremento en lacooperacióny la unidadsobreasuntosdaves podrían ser logrados en tanto los campesinos se presenten más unidos conira lasfuerzas del mercadoy el Estado no democrático. Quizá una alianzatemporal podría ser fraguada para fines dedorales y de esa manera coordinar los


esfuerzos detruequey presiónde organizacionescampesinas particulares.Esta unidad coyuntural podría facilitar, dados los escasos recursos, financiar los esfuerzose influir en la opinión pública y al debate nacional. Como se puede ver, el camino no está daro; es decir, no es un camino que no contenga callejones obscuros, huecos y piedras en el camino. A pesar de los desafíos inherentes que tiene una estrategia orientada más a la participación partidaria y electoral de parte de los campesinos, creo que combinando una estrategia electoral y partidaria se podría lograr una mejora significante para el bien del campesinado y la posibilidad de participar en la elaboración de políticas públicas como ciudadanos completos.



tcciones, electores América Latina en

partidos* década de

Manuel Alcántara Saez *

Resumen E n este arbílo el autor aprovecha la recienteexperiencia eledorallafinoamericanapararealizaronestudiode los sistemaselectoralesde la región, analizanobaJ;oedsmh Iómiuiaeledoralyla relaciónenfre elsktema eledoralyla aobernalidad. Ssauidamenteestudia la relaciónente leves eledorales v sistehas de parüdos, & f m o las tendendas del mportamiento del eled&do y de los partidoslatinoameficanos.Finalmentese extraen mdusionesglobales a la luz de los recientesprocesos electorales.

l.Introducci6n Una de las características más sobresalientes que comportan los procesos de desano1lodemocráticoquese hageneralizadoen la úItimad6cada en los países proliferaciónde elecciones libres y competitivas, funcionales para los sistemas pditicosdemoaáticos,en el sentido dela operatividaddelos mismosalcanalizar la participación y representación de los ciudadanos, y asegurar reemplazos ordenadosde la dase política en elpoder, es una constante de los tiempos que corren que les diferencian signifi&tivamente de eiapas pretéritas. bien la Publicado onplnalrontsenia mvista espaliola ArnOdca Latina, Hoy (n6m 13,mayo de 1988) y su autor ha ai*Dflzado su repoduccün en nu.dns pilghs. La apofiaci6n pollloi64Ca dd pohwr Auntara. mmo lo porir4 mnaat.r.l l&r. esde SinpJlar impofiancla para el análirlsde lo pol-


bondad de las elecciones es acogida en grados muy diferentespor parte de los ciudadanos de distintos países latinoamericanos, el papel que desempeñan los comicios "para que las cosas sean diferentes en el futuro" o el conferido a los partidos para que con ellos "pueda haber democracia". es mayoritario.' Desde una perspectiva neoinstitucionalista,todo el entramado que envuelve a los procesos electorales contiene elementos sustantivos aue inciden en la dinámica políticayen la máscomplejasendahacia laconsolidahóndemocrática. Paraevaluar estasituaciónrelativamenterecientey crecientementehomogénea en América Latina es preciso analizar el significado de las eleccionesdesde una perspectiva lo más interdisciplinariamente posible.' En las páginasquesiguen se abordanaspectosrelativos al necesarioestudio de los sistemas electorales. contabilizamlo elementos como son la fórmula electoral y la relaciónteórica'entre sistema electoral y gobernabilidad. También se analiza la relación existente entre leyes electorales y sistemas de partidos, para finalizar con la exposición de diferentes patrones derivados del comportamiento electoral tanto de los partidos latinoamericanos como del electorado en la década de 1990 sobre la base de fuentes empíricas. La riqueza derivada del alto númerodeeleccionescelebradasencondiciones de normalidad en América Latina ofrece una insólita posibilidad. en términos históricos, para llevar a cabo, con el soporte empí;co der~adode dichos resultados, estudios innovadores sobre el sistema político en la línea de los realizados por Montero (1992) para España o por Shugart y Carey (1992) y Mainwaring y Shugart (1996) para la propia América Latina. Además de lo que significa este reto para el pol'iólogo, se presentan diferentes expresiones que llevan. una vez más. a cuestionar la homocieneidad de la reaión, pero aue también vienen a refórzar interpretaciones &S o menos tradicionales sobre el universo partidista, sus peculiaridades y sus funciones distintas en los diversos

'

En un reciente trabajo de apinidn píiblica (Labnobarúrnetm, 1995). a la pregunta de '¿Usted cree. en t6rminos cienerales. aue las elecciones en su m l s son Iirn~laso son íraudulentasT.. los aw . consideraron iimpias las elecciones fderon: Argentina: 68 por ciento; Brasil: 25 par ciento; Chile: 75 por ciento; M6xico: 12por ciento; Paraguay: 9porc4ento; PeW57porciento; Uruguay:71 porciento; Vriiuueld 18 por ciento. Por el wntrario, preguntados sobre si'la manen como uno vota puede hacer que las wsas sean diferentes en el Muro' contestaron afirmativamente: Argentina: 69 por ciento; kmsil: 50 porciento; cnile:53 porciento; Mhxiw: 49 porciento; Paraguay: 50 porciento; ~ e r ú : 67 oor ciento:. Uruauav: w sobre si - ~69 ,~ ~r ciento: , .v , Venezuela: 47 w r ciento. En cuanto a la ~reaunta 'sin partldosM puede ha~erdemocracla'lasrespuestasafima~ashieron Argentina. 71 por ciento: Brasil 47 por ciento; Chile. 57 por ciento. M6xiw 50 por cfenlo; Paraguay: 47 por ciento: Penj: 53 por c.enlo; Uruguay: 77 por ciento; Venezuela: 55 por ciento

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~~

Desdela perspectivaespanola. las aproximacmnesrnbs jurldicas y formales (Montem et al1 1992; Fernández Segado. 1M.) dejan . pasoa otras en lasque la 6ptica se fija misen aspectossistsfemiws. Este es el ca& de recientes estudios sobre laselecciones aiadorellas l~lc6ntara.1994). rnexicanas [Maitlnez. 1995) y uruguayas (Crespo y Mieres, 1996),y los que se'llevan a cabo en 6 presente publicación. ~

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países. Por último, igualmentese deducen 'leyes" del comportamiento en la mayoríade las situaciones coinciden con las formuladas en otmsam geográficos de mayor tradición de este tipa de estudio, y que, en las m llegan a plantear escenarios teóricos novedosos.

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11. El estudio de los sistemas electorales EnAmérica Latina, donde el iuego electoralestuvo viciado por fraudes. omscriociones partidistas e induso su propio cuestionamiento como, '& deda, 'mecanismo formal carente de significado real y reflejo del vacío mundo de la políticarepresentativan,los estudios electoralesapenas si tuvieron espacio en la reflexión académica. Este legado perdura en gran medida en la actualidad de en foro; reducidos separados de una realidadcerrada y exduyenie cuando no marcadamentehostil. La oleada demowatizadorade ladécadade 1980ouso en sintonía a la región, en lo atinente a los cuestiones electorales con las comentes neoinsiitucionaliis aue volvían la vista hacia los sistemas electorales como fuente interpretativad~sucesos en el seno del sistema político. Sin embargo, no será hasta la década de 1990 cuando la generalización de los procesos electorales libras y competitivos en todos los países latinoamericanos, salvo Cuba, permita la realización de análisis globales que dedujeran pautas de comportamientodiferenciadas.

1. U cuestionado peso de la fdrmula electoral DesdelostrabajosceminalesdeDuverger(1951) y de Rae (1967) hasta los más recientes de Sariori (1944) y de Lijphari (1995), los análisis que abordan los sistemas electorales han avanzado notablemente. Con dificultad se han encontrado repercusionesdelas lizaselectorales en América Latina en dicha reflexión teórica.'~node los criterios fundamentales usadostradicionalmente para clacificar los sistemas electorales,que es la fórmula electoral, esto es,el reparto de escañossegún losvotoc,y quedaorigenalosoonocidossistemasmayoriirio,de pluralidad y proporcional, apenas sí ha tenido repercusión aiguna en la historia de los sistemas políticosde los países latinoamericanos.Sin embargo, el hecho de que el propio carácter de estas fórmulas así como su insuficiencia analítica fuesen rebatidos a lo largo de la década de 1980-cuando en América Latina aflorabala democracia- y, además, fuese ganando aceptaciónla incorporación "' 313 de sistemas mixtos, sirvió para que el debate llegase también a la región.

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Rae(1967: 137-138)expresamentehabía sostenidoquelaprincipa entre las leyes (fórmulas) electorales yacía en el continuo cen proporcionalidad perfecta (donde no sucede la redistribu

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desproporcionalidadextrema(dondelos partidosfuertesse beneficianmásy los débiles sufren más). Este aspedo fue considerado irrelevante años más tarde por Rose (1948: 75) quien en un estudio con abundante trabajo empírico demostró que la diferencia total en el grado de proporcionalidad entre la fórmula de pluralidad y la de representación proporcional apenas si era de 8 puntos en la mediade siete casos regidospor la primera y diecisiete porta segunda. Por el contrario, Noheln (1948: 313) estimó que era más errónea la visión de un continuo en los sistemas electorales por cuanto que los dos principios de representación existentes "deberían considerarse como antitéticos". En esta discusión, América Latina como campo de estudio, estaba ausente. Una estricta fijación en la fórmula electoral no resolvía, por consiguiente, su peso real en el sistema electoral. Tanto los estudios citados por Roce como los de Nohlen, amparados en un sólido soporte empírico, conducian a posturas divergentes. El "resultado escéptico" que los datos de Rose alcanzaban no era, sin embargo, incompatiblecon laincuestionableafirmacióndeNohlen delgrado de oposición de ambas fórmulas. La solución a esta aparente paradoja debía incorporar o h s aspectos sistémicos de la mecánica electoral. Tomando como base de estudio el panorama electoral en América Latina, donde se debe paitir dela base deadopcióngeneralizadadelafórmuladerepresentaaónproporcional, y considerando que al menos tresson los aspectos que deben conkiderarse, se añadíaalgo de luz al contencioso sobre la fórmula electoral. Losaspectosatener en cuenta son: A) El índice de electoredescaños que permite plantear una primera aproximación del hecho representativo nacional toda vez que cuanto más alto sea, mayores conctricciones generará a la hora del reparto de los escaños. Se trata en iefinitiva, de asegurar un 'mínimo idóneo" el que no sea enormemente díficil y costoso alcanzar un escaño. En América Latina (véase cuadro 1) se registran,en este sentido, dos características:en primer lugar, hay dos modelos bien marcadosy un caso excepcional.Los primeros se refierena aquellos casos cuyo índice es inferior a 50.000 electoredescaño y a los que se inserta en el segmento de 50.000 a 100.000 electores / escaño. La excepción la consituve ~ r a s icon l un índice que se acerca a 200.000 electores 1e&ño. La segunda característica estriba en una tendencia a aue este índice oaulatinamente vava creciendo en todos los casos, bien por el incremento del censo bien pr'la disminución del número de escaños que se viene registrando en las úlmas reformas consti-tucionales 3. Es el caso de las reformas habidas en Cobmbia, Chile. Guatemala y Penl que redujeron sensiblemente el nomero de diputados w n respecto a la etapa wnaütucional anterior.


Cuadro I lndices de electoreslescaños

.+ -.3

País

Año

Censo

NÚmerosEscaños

1-

>> .r

Bolivia 1989 Costa Rica 1990

Honduras Guatemala Nicaragua Paraguay Rep. Dom. Uruguay Argentina Colombia

1989 1995 1990 1989 1990 1989 1989 1990 1994 Chile 1989 Ecuador 1988 México 1988 1994 Perú 1990 Venezuela 1988 1993 Brasil 1990 1994

.

2.1 36.587 1.692.050 2.366.448 3.204.955 1.752.088 2.226.061 3.275.570 2.319.022 20.022..072 13.793.566 17.037.771 7.556.613 4.679.684 38.074.926 45.729.053 9.923.062 9.185.647 9.975.944 83.817.593 94.782.410

130 57 128 116 92 72 120 99 254 199 163 120 71 500 500 180 200 201 503 513

26.435 29.W 18.500 27.630 19.000 31.O00 27.300 23.425 78.830 69.315 104.500 62.970 65.91 1 76.150 91.460 55.130 45.928 49.631 1'66.700 184.800

Los cálculos de estos cuadros han sido realizadospor Araceli Mateos la base de datos electoralesprocedentesde: Bolehíl ElectoralLabnoamericana (1990-1995), Martínez (1955) y Nohlen (1993). .

.

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El diferente esfuerzo nacional para alcanzar representaciónd parüdistases, de esta manera, muy irregular. Si lograra confima que un menor índice acarrearía una cierta equiparación entre proporcionaly mayoritaria, lafórmulaelectoraleswgidaen los en el primera delos modelos (aquél de índiceinferiora50.000 irrelevante. ;id%; &m32 :-~. u.'..:~*c: pr

B) El número de circunscfipciones electorales existerrte,~slv tamaño en términos de puestoselectivos y de electoresy, de311ií. @eIiim&dkx


de electoresiescaños existente para cada una de ellas. La vinculación de la circunscripción en la práctica totalidad de los paises latinoamericanos a un espacio administrativo, como es la provincia, el estado o el departamento, cuya desigualdad poblacional es frecuente, introduce un sesgo inicial de notable desproporcionalidad.Esta situación apenas es corregida mediante el reparto de escaños por número de habitantes toda vez que se suele fijar un mínimo de escaños por circunscripcióncon independencia de su tamaño. C) La existencia de un "umbral electoral" por el que se quedarán fuera del reparto deescañosaquéllasformacionespoliticas que no alcanzaran un mínimo porcentual de sufragios es otra de las prácticas más extendidas en todos los casos latinoamericanos. Este umbral varía del 3 al 5 por ciento, penaliza a las fuerzas minoritarias,hace que un buen número de votos no alcancen cuotasde representación y, consiguientemente, introduce otro factor de desproporcionalidad. Este factor es aún, si cabe, más agudo en las grandes circunscripciones en las que el umbral marcado significa dejar fuera de la representación a decenas de miles de votantes.

2. Desproporcionalidad Los diferentes sistemas electorales ejercen una gran influencia en los sistemas de partidos, de tal manera que, dependiendo de las características de la ley electoral de cada país se puede provocar, en un mayor o menor grado, una reducción del número efectivo de partidos electorales al convertirlos en parlamentarios. Es decir, dependiendo de las fórmulas utilizadas para la conversión de los votos obtenidos en unas elecciones en escaños, los países pueden presentar distintos grados de desproporcionalidad. Portodo ello, y de acuerdo con Lijphart(1995: 103), la desproporcionalidad, en cuanto "desviación existente entre el porcentaje de escaños y el de votos de los partidos", es una consecuenciapolítica de los sistemaselectorales,que, p o r medios mecánicos y psicológicos, reduce el número de partidos y aumenta la probabilidad de que puedan darse victorias de un partido mayoritario"(Lijphart, 1995: 123). Esta circunstancia se vincula con los propios efectos del presidencialismo.A pesar de que tiende a reducir el mukipartidismo habida cuenta quela presidenciaesel mayor premiopolítico, notablemente, el índicede desproporcionalidadde los paiseslatinoamericanos(véasecuadro II) sesituaen niveles inferioresa los de otros países con formas de gobierno parlamentarias (Lijphart, 1995: 187).


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Cuadm II lndiees de desproporcionalidaden las elecciones legislaiivas~

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Pais

Año

Indicade despioporciondi& Y

Bolivia

Wombia Costa Rica Chile

Ecuadw El Saivadw Guatemala Honduras MQxico

Nicaragua Paraguay Parú R. Dominicana Uruguay

Venezuela

El índice aquí utilizadoes de Bemard Grohnan.

Los valores del índice de desproporcionalidad para los paises de America Latina presentan una caracierícticacomún para todos ellos, consistente@c@e los efectos desproporcionales de sus sistemas electorales son me elecciones celebradas en los primeros años analizados que en con la excepción de Perú que ve disminuir su índice de despropo 4,2 a 3,l. -.... : z t e. M.n e

Las mayores diferencias entre los índices de las d eledorales corresponden a México con un índicede 1,8,9 y Guatemala con un índice de 7,6 en 1990y de 1l,6 en 1

..


la diferencia entre los índices de desproporcionalidad entre las diferentes elecciones son Uruguay, El Salvador y Chile. En cuanto a los países que, de maneraconstante,presentanuna desproporcionalidadmáspequeñasonUruguay y Colombia con índices inferiores a la unidad. La paulatina incorporación de sistemas mixtos, siguiendo el modelo del sistema electoralalemán (Morales v Alcántara. 1991). ha vretendido entre otros objetivos, eliminar la de~~ro~orcio~alidad. Este sisthna ha ido adquiriendo un notable vrestiaio (Sartori. 1994: 751a la hora de aseaurar un eauilibrio entre las ventajas de l& si'stemas de repre;entación proporional (el aprovechamiento máximo del voto al traducir la expresión vovular en escaños) v de los sistemas de pluralidad (la personalizaci& del candidato y su respÓrkabilidad directa frente a su electorado). Así, a la indusión inicial de este sistema en México en 1977con el fin de limitar las victorias electorales mecánicasdel m repartiendo los 'escaños proporcionales" entre los partidos de oposición, siguió tres luctros mástarde laadopcióndelsistemaenVenezuelaenvueltoendiferentespresiones para "estrechar losvínculos entre electores y elegidos, estimular los liderazgos locales y representar a las minorías" (Ramos, 1995: 155); ahora es objeto de estudio en Uruguay. De estemodo, complementariamente, sedaunaespecialatenciónalapropia estructura del voto, tanto en lo que se refiere a su objeto (listas o individuos aislados) como al procedimiento [número devotos aue tiene cada elector v tioo devoto-nominal; ordinal, numérico);y en iaestruckra del distriio electoral w n respecto a la naturaleza de su composición y a su magnitud. Todo ello. además, debe ser concebido en un marco que tenga en c u e k la situación histórica y sociopolítica específica bajo la que el sistema electoral debe operar y en conexión con la teoría democrática (Nohlen, 1948: 89)

3. Sistema electoral y gobernabilidad El sistema electoral se ha señalado como una explicación complementaria responsable de problemas de desajuste en el sistema polnico que deriven en crisis de gobernabiliad . Su impacto más relevante en un sistema poliíico se realiza sobre los partidos a quienes confieren representación efectiva en los distintosórganos pluripersonalesdegobierno .Durante mucho tiempo se pensó en América Latina que los patiidostenían un carácter autónomo con respecto al sistema electoral. Si esto pudo ser así hasta la incorporación del sufragio universal, en la inestablesegunda mitaddel siglo XX el impacto de los sistemas electorales sobre los sistemas políticostuvo un mayor reconocimiento^ Es en Chile y en uniguay donde $ direnie literatura monoeledoral y sistema políüw.

un mayor imp& eiiln sistema


Nohlen (1992) distinguedosefectosrelevantesdel sistemaelectoralsobre h gobernabilidad: el 'efecto reductivo" obtenido por la comparación entre el número de partidos que compiten y el de partidos que obtienen mandatos parlamentarios; y el proceso de formación de mayorías (tanto en su vertiente estictamente parlamentariacomo en la presidencial- esto es del mismo "color" político que el presidente). Para el caso latinoamericano en concreto,Nohlen (1992,27) encuentra que los sistemas electorales ejercen un efecto moderado, seaSredudivo(sobre la cantidadde partidos) o sea desproporcionador(sobre la relación entre votos y escaños), de manera que su influencia en los sistemasde partidos no llega a determinar su estructura en forma exclusiva y tajante". Lossistemaselectoralesprefiguran, en buena medida, el sistemade partidos y, asu vez, puedenllegar a condicionarenormementeel rendimiento del sistema político, sobretodo en situacionesdominadaspor unatransición política.Apesar de haber recibido críticas en otras facetas, queda todavía en pie el sesgo persistente que. seqún Rae (1967: 134h tienen todos los sistemas electorales. que elevó 41rangode ley, de favorecer a los partidosfuertes en detrimento de sus comoetidores más débiles. Esta característica aenera consecuencias diferentes' en sistemas políticos con grados de consolidación democrtitica diversos y, a la vez, repercuteen la propia credibilidad del sistema en cuanto a capacidad de poner verdaderamente en marcha algunas de las funciones tradicionales de los partidos. Además, en la arena latinoamericana donde el presidencialismo es un condicionante notable, los partidos fuertes reciben un impulso extra del presidente o de los candidatos con claras posibilidades de

y

.

Ahora bien, la consolidación del universo partidista debía tener en cuenta, para el caso latinoamericano, entre otros factores (Alcántara,l994) ,el puntode partida pretransicionalenel queel nivelde "vigorpartidista" cobraba importancia extrema. Por lriaor - .partidista" se entendía una calificación de la vida de )os partidos políticos preexistente, medida por la pluralidad de los mismos; iá continuidad temporal de las formaciones partidistas; la atraccibn de u&,&I movilización electoral popular de apoyo; y la gestación de subculturas . -. .

Peroen unsegundoescenariodebíatenercabida, en primer término,^ de movilización que logró conseguir la coalición social o políticasokak@we sostenía el régimen no democrático anterior y, después, el%$.'@ institucionalizaciónde éste. Combinando la movilizaciónv la i de los regímenes no democráticos se obtiene una d&i& de;ki%atienden bien a un nivel alto de ambas o a uno de perfil bajo.


La unión de los dos escenarios, a efectos de establecer el "dima" previo de los partidos políticos antes de la transición y la consecuente proyección en el periodo postransicional, permite establecer un plano con losdosejes conformados por el "vigor partidista" y por la combinación recién enunciada entre movilizacióne institucionalizaciónque dan paso a los cuatro tipos siguientes: el cuadrante dominado por valores máximos de ambas variablesse denomina de "facilidadpoliárquim"puestoquedacabidaasociedadesquerecogeniradiciones depa~dismodemocráiicocon altacapacidadmovilizadoray unafuertetendencia hacia la institucionalización expresamente formalizada. En este espacio, el nuevo régimen democrático se ve conformado por sistemasdepartidos fuertes. ampliam&e presente en la sociedad, con capacidad intermediadora y catalizadoresfundamentales de la vida ~olítica.El cuadrante dominado Dar los valoresmínimossedefine de "imposibilic¡ad poliárquica", siendo latónica Qenera~ la de la debilidad extrema, cuando no inexistencia, del sistema de partidos. Los cuadrantes que conforman la diagonal transversal generan una situación dominada por la combinación de un alto 'Vigor partidista" con una reducida institucionalización y movilización, este es el espacio intitulado "pmdividad poliárquica"; la política, sesgada por el déficit histórico institucional, adquiere caracteres personalistas a los que contrabalancea el sistema de partidos que desempeña unpapel bastante activo en el nuevo régimendemocrático.Laforma opuesta o de "dificultad poliárauica": contempla la escasa capacidad de un tiadicionalmente débil sistema' de partidos Para neutralizar 'los liderazgos caudillistasquealcanranuerkiscuotasdeinstitucionalizaciónydeapoyosocial. En un paso subsiguiente, camino de la consolidación del sistema poiííico democrático, el gradodeinstitucionalizacióndelospartidosestambiénobjetode preocupación. De forma que recae en cuatro elementos: el modelo de competiciónentre los partidosy la diferenciaque lessepara en número deescañocentre una elección y otra; el nivel de incardinacibn de los partidos en la sociedad medido por supervivencia a lo largo del tiempo y la fidelidad de los electores; la percepcibn,entérminosdelegitimidad, que tienen losciudadanosde los partidos y de las elecciones; y la estructura y el funcionamiento interno de los partidos (Mainwaring y Scully, 1995). Tanto en un caso como en el otro, junto con aspectos ligados a la estructura social, al surgimiento de divajes o a la legitimidad de los procedimientosde la democraciarepresentativa,apareceel factorinstitucionalcomodeterminantedel sistema de partidos. En este sentido, Sartori (1994: 27) ha denunciado lo equivocado de la asunción de que los sistemas electorales no fueran variables


independientesy de que sus efectosfueraninciertos. Las leyes eleetorales%ip las variables que se tienen en cuenta a continuación.

III. Le inRuencia de las leyes electoralesen los sistemas de perüdos 1. Introducción La influencia de las leyes eledoraies en los sistemas de parfidos se ejerce, básicamente, a lo largo de tres dimensiones que son: el número de partidos; la capacidad de sobreprimar a uno o varios partidos en detrimento de otros; y la fortaleza de los propios partidos. Las variables que entran en liza en las leyes electorales y que tienen quever con estas tres dimensionesson la votaci6n en sí misma considerada, la ciffiunscripcióny la fórmula electoral (Rae, 1967: 16y SS.). A menudo, el sistema electoral elegidacombina las tres dimensiones y en otras ocasiones sólo dos de ellas, pero esta circunstancia no es óbice para que ahora puedan examinarse por separado, habida cuenta de los impactos especidesquepudierantener cobre elsistemapolíb.Como premisarelevantedebe señalarse que el éxito real de un partido politico es obtener "parcelas de representación", esto es escaños que puedan garantizarle una presencia en el cuerpo legislativo mayor. Según este afirmación, quedan de lado aquellos wmiciosenlos que, por la naturalezadela elección, hayun únicovence& y que se sitúan en el ámbito de un determinado tipo de poderes ejecuüvos.

2. El número de pitidos Elnúmerodepartidosseencuentracondicionado, en primerlugar, porel sistema de representación utilizado. La ley formulada por Duverger (1951) de que 4 sistemade pluralidadfavoreced bipartidismomientrasqueelsistemaprop* nal desarrolla el pluriirtidismo tiene todavía bastantevigencia aunque par-, cuestionada por la realidad segun se incorporan nuevos casos de e bien, por otra parte, Sartori (1994) se ha ocupado de su desarrollo. afirmar quesiemprequeseaplicaelsistemade representaciónde plu bipartidismo,peromsiempreunsictemaderepresentaciónpro multipartidismo. En segundo lugar, como ya ha quedado partidos queda influido por la aplicación de un umbral mínimo' representación proporcional, de manera que los partidos qu quedan excluidos del reparto de escaños parlamentarios á correspondiesensegún un criterio de estricta proporcional

r.i


latinoamericanaes bastanteinteresanteen este apartado por cuanto que se ha puecto de relieve cómo puededarse una situaciónde bipartidismo"a pecar del" sistema de representación proporcional, como ha sucedido tradicionalmenteen Argentina, Colombia, Costa Rica, Honduras y Venezuela, entre otros países. Larelacióndel número de partidoscon el tipo de sistemapolítico es imprecisa e inconsistente. Mientras que se ha llegado a afirmar que un menor número de partidos favorece un tipo de sistema mayoritario, según la terminología de Lijphart, más proclive al juego simple gobierno-oposición, paralelamentese ha constatado quela representaciónproporcionalse inclinahacia untipodesistema wnsociacional en el que la negociación es casi permanente.' En el caso latinoamericano, donde el presidencialismo introducela nocióndel "oficialismo", wnvive la lógica gobierno-oposicióntípica del sistema mayoritario, generada desde el poder ejecutivo, con las necesidadesque a veces surgen en el poder legislativode cooperar entre gruposdiversos paraalcanzar mayoríassuficientes -aspecto éste clásico del wnsociacionismo. 3. No todos los partidos son iguales, algunos son "masiguales" que otros En cuanto a la capacidad desobreprimar a unos partidosfrente a otros, es obvia en el caso delasfórmulasdepluralidady mayoritaria. No obstante, enel cictema de representaciónproporcionalpuedeigualmentedarse si no se respetala regla de la estricta proporcionalidad(igualporcentajede voto popular que de escaños adquiridos), y se produce como consecuenciade la aplicaciónde tres mecanismos: la fórmula matemática de reparto de los "restos", que en muchos casos puede beneficiar a los partidos c6n mayor número de votos (como sucede cuando se aplica el método D'Hondt); la modificación artificial de los límites de la~circunscri~ciones~ara agruparel~ctorados~nvenientes"(gerrymandering), y la proporción del número de electores por escaño a distribuir, que en muchas circunstanciastiende a ser distinta ~e~únlascircunswi~ciones. ~n este sentido, Nohlen (1984:84) resalta que este mecanismo comporta la misma incidencia en daíiar la proporcionalidad pura que el establecimiento de umbrales mínimos señalado anteriormente. Esta situación ya había sido denunciada por Rae (1967: 138) al indicar que, como regla general, la combinación de la fórmula de la representaciónproporcionalcon las circunscripciones grandes producen con mayor proximidad resultadosproporcionales, mientras que el sistema de pluralidad combinado con circunscripciones pequeñas produce la mayor desproporcionalidad. Con respecto al tipo de impacto de la gestación artificial de partidos cobreprimadosen relación con sus efectos sobre el sistema político es también contradictorio. Los beneficios de la existencia de mayorías sustanciales que


'

supongan en un principio a& estabilidad para el sisiema politia, transformarse a largo plazo en tumores con efectos negativos sobre al Enunadeterminadacmntwadeaicicelsistemapolíücopuedeverse bloqueado hastala extenuación wr dichas mavoríasaienas a la realidadsocial. Los casas del Partido ~evoluciohariolntituao&mexi&no, del partido~olorado~ara~ua~o vde lospartidos LiberalvConsewadorcolombianossonclaramentedeterminanies en &e respecto. -

4. La fortaleza de los partidos polAicos La posibilidadde fortalecer a los parüdosdeacuerdo con los criterioselectorales escogidoses frutode la utilizaciónde insttumentosquerestringenenormemente la ca&cidad de decisi6n del elector. Entre ellos. e, más con&¡ v usado con las l i k s cerradas y bloqueadas elaboradas en'los "estados may&esn de las partidos y tente a las que el elector no tiene capacidad alguna de ejercer ni opciones de prelación, ni de combinación de sus candidatos preferidos entre listasde mrtidosdistintos. Esteinsirumentoaeneraotrasituación muvcriticada. que es la de alejar a los eleotores de sus @esentantes. por una párte, y la de atrapar al poli?'¡ en la red partidista dado que todo se lo debe a ella. También en este apartado la relación del grado de fortaleza, así adquirida, con el carácter que tomeel sistema politiw,es ambigua. Mientras que las listas cerradas y bloqueadas es un mecanismo básico para dotar de coiidez y consistencia al nuevo sistema de partidos en una situación transicional, su flexibilizaaón mediante la introducción de opciones de preferencia es una práctica que puede luego llegar a ser detestabie por su significado a la hora de impulsar polítimsclientelisticasden~odelos partidos. Además, la imposiciónde diputados cuneros ajenos a la realidad de la circunscripcióny con una elevada capacidad de escaparsedel control de sus electores contrasta con la necesidad de rompercon prácticascaciquilesque pudieranperdurar en el conocimientodi; estos problemas en América Laüna está en el origen de los intentos de re&Riqa electoral que se llevan a cabo, siendo el más efedivo el producido en l%&B%$ Venezuela ya descrito anteriormente. IV. Comportamiento electoral de la década de 1990 en América Latina De las diferentes aproximaciones que se pueden llevar a analizar el comportamiento electoral en América Latina, a la anteriormenteconsiderados,awntinuaaónseabordan úni al númerode partidos, a la concentración del voto, a la fragme

2 ,.: ZLI&* si .:misq!x

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y a la volatibilidadregistrada. Para ello, el escenario insEtuuona1donde se lleva a cabo esteanálisiseselconformado por laseleccionesal poder legislativoy, en aquellos casos en que hubiere bicameralismo, más concretamente a la Cámara de Diputados. Esta opción es limitada en muchos paises latinoamericanospor el excesivo Yirón" elecloral de las elecciones residenciale es, oero. a efectos del estudio de la representaciónefectiva de los partidos, su fuerzay su tendencia a la institucionalización,es la más adecuada. En cualquier caso, se trata de una primera aproximación que pretende animar el estudio del comportamiento electoral y de sus implicacionessobreelsistemas politicodesde una ~ers~ectiva . . novedosi a la luz del análisis comparado. 1. Numero e f e c t ~ ode parlidos La utilizacióndel número efectivode partidossegún la conocida fórmulacincoes oportuna para establecer cómo se traduce el tamaño de los respectivospartidos e" liza en un dígito concreto que permita llevar a cabo una perspectiva'comparada. todo ello a oesar de las duras críticas vertidas a este instrumento(Sartori. 1994). Este aná¡isis (Cuadro III) posibilita plantear que la evolución suirida en América Latina en las dos últimas elecciones al Congreso realizadas en los diferentespaíses muestraunatendenciaclara ala estabilizacióno,ensudefecto, a la disminución de dicho número. La disminución del número efectivo de partidos no indica más que la posibilidadde hablar de una cierta estabilidad en el sistema de partidos o de un realineamiento partidista. Unicamente el caso de Venezuela destaca por su manifiesto incremento, traduciendo la inestabilidad s consecuencia de la crisis de los ~artidosolít tic os vivida en dicho ~ a í como tradicionalesy del surgimiento delaopciónelectoral que apoyó a Rafael Caldera ensucarrerapresidencial. En Paraguay,donde tambiénseregistraunincremento en el número de partidos, éste esdebido a la superación en las elecciones de 1993 de la anómala situacióngenerada por el comportamientohegemtinico del Partido Colorado en los comicios de 1989; en 1993 la liza electoral se movió en el marco de una mayor competencia real. En todoslos casos, el número efectivo de partidos en términos de porcentaje de votos (número efectivo de partidos electorales) es siempre ligeramente superior al medido sobre porcentajes de escaños (número efectivo de partidos parlamentarios), lo que se traduce en una evidencia de la capacidad reductora de los partidos por parte de las diferentes fórmulas electorales. Diferencia que se manifiesta claramente en Chile, Ecuador y Guatemala, donde es aproximadamente de dos puntos. Estos países, además, coinciden con aquéllos en los


que el número es mayor, reflejando a la vez cornpefiividad superior entre los resultados obtenidos. Sin embargo, esta tendencia no aconteció en el caso de Perúy de Paraguayen laseleccionesde 1990y de 1989 respectivamente,ya que el número efedivo de partidos parlamentarioses mayor al electoral debido a la existencia de coaliciones electorales cuyos integrantestoman posesión de sus escaños posteriormenteen representación de sus propiospartidos, provocando que a la hora de decidir entre unas candidaturas haya un número menor de partidos pero después se aumente al traducirse en diputados. Los casos de Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Uruguay muestran diferencias pequeñas entre los números de partidos electorales y congresuales de suerte que su fórmula electoral no contribuye a reducir el número de partidos manteniendo una mayor proporcionalidad. Lospaíseslatinoamericanospuedenencuadrarseentrestiposde categorías. La primera integra a aquelloscasosen losque el número efectivo de partidos es inferior a 2,40, aproximándose a la lógica de los sistemas bipartidistas, y que recoge a Colombia, Costa Rica, Honduras, México y Paraguay (los índices inferiores a 2 de este país en 1989 se debieron a la presencia hegemónica del Partido Colorado en el Congreso). La segunda da cabida a los sistemas de partidos de número situado entre 2,40 y 4,00, o de pluralismo limitado, en la que se incluyen El Salvador, República Dominicana, Uruguay y Bolivia. En la última categoría, con un número efectivo de partidos mayor a cuatro se encuentran Guatemala, Ecuador, Chile y Brasi1,correspondiendo alacategoríadeSartoride pluralismo extremo. Entérminosde media. el númerode oartidosenlosoaísesdeAmérica Latina esligeramentesuperior aldado parael ieriodo 1977-1989parapaiseseuropeos (Montero, 1992: 278). Espaiía, en dicho período contaba con 3,87 partidos electoralesy con 2,66 partidosparlamentarios,situándose en una posiciónbaja de una tabla en que los extremos venían dados por el Reino Unido (2.97 y 2,12 respectivamente) y por Bélgica (7,27 y 6,42 respectivamente).

2. Concentracióndel voto El análisis de la concentración del voto permite visualizar la traducción de los flujoselectorales en escaños, medidosporcentualmente,delosdosparfidosmás votados y, en un segundo nivel, de los cuatro partidos más votados. De esta manera, se complementa el contenido del apartado anterior. Al partir de la


existencia de una competencia pariidista mínima de dos contendientes (los númerosefectivos de partidosde las últimaseleccionesson siempre superiiores a dos), esta forma de observación facilita constatar el diferente grado de concentración del voto entre los actores principales. De los quince países estudiados (véase Gráfica), cuatro presentan una alta concentración del voto en los dos partidos principales. En estos países: Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Paraguay, como promedio, nueve de cada diezelectoresoptaronpor uno de losdosprincipalespartidos. Además, en otros cuatro países: ElSalvador, Guatemala,México,y Uruguay, elelectorado cr>ncenM su voto en el mismo porcentaje en los cuatm partidos principales.

Los países que presentan una menor concentración del voto en los dos partidos principales son Brasil, Ecuador, Venezuela y Chile, aunque esta concentraciónaumentaconsiderablemente altenerse en cuentalos cuatro partidos principales. Cabe destacar el caco de Panamá, puesto que sin presentar una concentraci6ndevotoaltaenlosdocparüdosmayoritarios, noaumentamásque un 2 por ciento de los escaiíos en los cuatro partidos mayoritarios.


3. Fragmentaciónpartidista El índice de fragmentación evalúa, con mayor claridad, cuál es la relaci6n existente entre el número de partidos y su tamaño así como la competitividad interpartidicta. Este índice se refiere 'a la probabiiidad de que dos votantes seleccionadosalazar optenpor diferentespartidosen ~nadeterminadaele~ón, o alade quedosparlamentariosdeunamismaIqislatura,tambienseledonados al azar, pertenezcan a partidosdistintos" (Montem, 1992: 272). Elvalor mínimo, cero, delata la existencia de una única opción partidista y, por consiguiente, la ausencia de competencia. Elvalor máximo, uno, indicaquehay tantasopciones partidistas casos. El valor intermedio(0,5) traduce la existencia de dos partidos. En primer lugar hay que serialar que, al igual que en el número efectivo de partidos, pueden establecerse diferencias entre la fragmentación electoral y la pariamenkria. Para el caco de los países lationamericanos (Cuadro III), la fragmentación electoral es tambi6n ligeramente mayor a la parlamentaria; a excepción, igualemente, de los cacos de Paraguay y de Perú que en las eleccionesde 1989y de 1990, respectivamente,lafragmentaciónparlamentaria fue mayor que la electoral.


Cuadro III Número efectivo de partidos y fragmentación País

Año

Vde partidas

Di.

Fragment.

Dif.

BdMa Brasil Cdombia Costa Rica

Chile Ecuador El Salvador Guatemala Honduras Méxicn Nicaragua Panamá Paraguay Perú Rep.Dom. Uruguay Venezuela

Entreparéntesisfiguranlos índicesrelativosalámb¡odela Cámarade Diputados de suerte que solamente recogen a los pattidos con representación parlamentaria. Dif. alude a la diferencia electoral y congresual.


Dentro de las situaciones en las aue es oosible comoerar los r e s u dos eleaiones, se observa que la dierenba entre &mentaatm eiectmiq parlamentariaenel ÚItimoaño en elquetuvieronlugar las eleccionestiendeaser mayor que lade laseleccionesanteriores. Sin embargo, Chiley Uruguayson los dos países donde la 'diferencia entre ambas fragmentaciones se mantiene constante, lo que parece indicarque mantienenuna wnsiderable estabilidad en las preferencias de su electorado no produciéndose cambios electorales importantesrelacionadosconfenómenos de realineamientoo concentra& de referencias v desalineamiento en sus sistemas ~olíícos.Este hecho avala la ktetpretaciór; tradicional del alto grado de instituhonalizaciónde su sistema de partidos. La fragmentación parlamentaria se ha incrementado notablemente en Colombia y Venezuela, aunque no llega a los valores de ürasil y, en segundo término, de Ecuador, lo que traduce la crisis de sus sistemas de partidos. Por el contrario, ha disminuido, también de forma acusada, en Guatemala y Perú, paísesqueencontraron serias dificultadesal comienzo de la década de 1990en estabilizar su sistema de partidos. Los países latinoamericanos se mueven en un amplio abanico que, al igual que enel apartadoanterior,no permitepoderreferirsealaexistenaadepatrones comunes reaionales. Brasil. Ecuador v Chile contabilizan los valores más altos de fragmentación partidista, superio;a OJO, frente a Honduras, Costa Rica, Colombia y México que aportan los más bajos, inferiores a 0,63. En términos comparativos con los casos europeos, los indices de fragmentación latinoamericanos son ligeramente superiores, aunque bien es cierto que el Europaesmayor(1977-1989).Enestesentido,obsérvese ~ei~doestudiadopara Quepara dicho p&odo los'índices de fragmentaci& electoral y parlamentaria españoles fueron del 0,74 y del 0,63 respectivamente (Montero, 1992: 273). Ahora bien, la fragmentación partidista es más problemáticaen las democracias presidencialesque en las parlamentariastoda vez que aquéllas carecen de los mecanismos institucionales para alcanzar a formar coaliciones (Mainwaring y Scully, 1995:33). 4. La volatilidad

Los indices de volatilidad muestran "los cambios electorales agregados que se producen en un sistema de partidos entre dos elecciones sucesivas y que se debenatransferenciasindividualesdelvoto"(Montero,1992:283). Lavolatilidad


cristaliza, por tanto, la orientación del voto y la compeiiividad interpaitidka gracias a los cambios habidos en los porcentajes de voto enkmíos elecciones. De unaforma agregada como la aquí estudiada pone de relievela estabilidad de las oreferencias electorales hacia un sistema de oariidos determinado. Una vol&dad alta representa que el electorado ha desplazado sudantivamentesus preferenciasde unospartidosa otroslo queviene derivado normalmentede que se hubiera producido un imporiante número de altas y10 bajas dentro de los pariidos contendientes. Por otra parte, cuanto más bajos son los índices de volatilidad puede hablarse de una mayor estabilización y consolidación del sistema de partidos en esos países.

A pesar de no disponer de todos los índices devolatilidad correspondientes a aquellos países de América Latina en los que han tenido lugar elecciones legislafias sucesivas, pueden establecerse tres categorías nacionales a la luz de los índices obtenidos (véase Cuadro N). La primera categoría incluiría a Venezuela y a México con volatilidades altas superiores al valor 18; en estos casos el alto índice alcanzado no significa una falta de continuidad partidista o ausencia de partidos políticosfuertes, más bien es la respuesta del electorado ante la situación de crisis que se vive. La segunda categoría daría cabida a Uruguay,Guatemala, Hondurasya Perú, con índicesintermedioscomprendidos entre 11.2 . .v 8.5. . Finalmente se encontraría el caso de Chile con una volatilidad de 6,6 lo que traduce un alto grado de consolidación de sistemas de partidosy de estabilidad de las preferencias eledorales.

Cuadro IV lndices de volatilidad País Chile El Salvador Guatemala Honduras México Perú Uruguay Venezuela

Periodo

lndice de volatilidad


Con las limitacionesderivadasdequeel presente estudio abarca un periodo limitado en el aue todavía no se oueden dar cabida a "ciclos electorales". los valores de volatilidad de los países latinoamericanosestán en consonancia con los de otroscasos europeos (Montero, 1992:288). La volatilidad mexicana para el periodo 1991-1994es prácticamenteiguala la españolaparael periodo 19771989 (que es la más alta de entre 17 casos europeos considerados).

V. Conclusiones Los wmicioscelebrados en la décadade 1990 en América Latina han supuesto, de manera generalizada, la implantaciónde prácticas poliárquicascontinuadas a escenarios caracterizadoshistóricamentepor la existencia de las mismas, sus irregularidades o sus interrupciones cíclicas. Esta nueva situación permite la introducciónde elementosdeanálisispropiosdelapolitologíaeledoralhabituales en el estudio de las democracias consolidadas. Los índicesclásicos que miden el impacto de las elecciones en el sistema de partidos, en cuanto a su número ponderado, concentración del voto y fragmentación o en la volatilidad de las preferenciasdel electorado, pueden comenzar a calcularse aportando, a pesar de la inmadurez de muchas de las prácticas wliárauicas, de la pobreza e imprecisión de los resultados electorales ofrecidos y del reducido kmero de casos analizables, aproximacionesprimeras. Los resultadosque ofrecendichos índices que de alguna manera traducen la expresión del comportamiento electoral de los ciudadanos, han puesto de relieve la existencia de una gran heterogeneidad de los mismos. Lo que lleva a la constatación de la vigencia de diferentes modelos y al sinsentido de referencias regionales de carácter globalizante. Por otra parte, el predominio de la institución presidencial, en detrimento del poder legislativo,y la hiperconcentraciónde laatención públicaen laselecciones presidenciales frente a otro tipo de wmicios, es un factor que hace que, aparentemente, sean marginales los estudios como el que aquí se quiere esbozar. A pesar del sesgo introducido en la política por el presidencialismo y del influjo masivode los mediosde comunicación (especialmentelostelevisivos) tanto en la foja de liderazgos wmo en las campañas electorales, el universo partidistasigue desempeñando un papel relevante. Los procesosdeformación y selección de personal político, la articulación y representación de intereses. la gestación de canales para la participación política y la propia operatividad procedimental del sistema político en el seno de numerosas instituciones colegiadas,sonfuncionesnecesanasdelospartidos.Deahíquesurevalorización,


a través de las elecciones, siga teniendo un significado. Además, el impado de un sistema de partidosfuerte, traducido básicamente por índices reducidos de volatilidad y al& concentración del voto en la consolid&ión del sistema político democráticoesincuestionable. De estasuerte, losresultadosaquíofrecidospara loscasosde Uruguay,Chile, Costa Ricay Honduraseniadécadade1990avaian un correcto camino hacia la consolidación democrática. Circunstancia que es más cuestionable para los restantes casos estudiados. El numero efectivo de partidos presente en la vida política latinoamericana traduce realidadespluralesde lassociedades. Estasvisionescontrastancon las más monolíticas que, superficialmente, muestran el predominio de factores en clave de 'antipolítica", mediante los que se explican liderazgos coyunturales antipartido. La generalización de la fórmula de representación proporcionalha ayudado, inequívocamente, a definir este estadode cosas. Unavisiónsimilar se obtiene al observar los niveles de fragmentación existente. A través de ambos índices, en cualquier caso, no infiere, ni se contradice, la bondad del universo existente. Es en este terreno, típico latinoamericano,de relaaonarpresidencialismocon representación proporuonal donde se puedenobtener, con el tiempo, importantes resultadosteóricos. Por el momento. el universoestudiado muestraresultados tan heterogéneos que no permiten establecer correlaciones fuertes ni del númerode partidosni dela fragmentaciónpartidista, ni de lavolatilidadelectoral con ambas variables. Sin embargo, su presencia institucional, cuando se compara América Latina con Europa, aparece como el elemento diferenciador.


BlBLlOGRAFlA CITADA Alcántara, Manuel (1994). "Análisis comparado del papel de los partidos en los orocesos de transición ~olitica".En Silvia DutrénitvLeonardoValdés komo.) El h de siglo y losparti&sphiíicos enAmérica ~atha.lnsituto Mora. ltkpa¡ápa. México. 19-34 (1994b). "Las 'elecciones del siglo' salvadoreñas". Revista de Estudios Po1;ticos. Madrid. 85.323-337. Boletín Electoral Latinoamericano. 1993-95. CAPEL-IIDH. San José de Costa Rica. Crespo, Ismael y Pablo Mieres (1996). "Las elecciones uruguayas de 1994: continuidad en la transformación del sistema partidista". Revista de Eshidios Políticos. Madrid. Duverger, Maurice (1951). Les partis politiques. A. Colin. París. Edición en español: (1965) LospartidospolCfiws. Fondo de Cultura Económica. México. Fernández Segado, Francisco (1994). "La representatividad de los sistemas electorales". Cuadernos de CAPEL. San José de Costa Rica. 37. Latinobarómetro (1995). Apoyo, Opinión y Mercado S.A. Lima. Lijphait, Arend (1995). Sistemas eledoralesy sistemas de partidos. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. Mainwaring, Scott (1995). 'Presidencialismo, mukipartidismoy democracia: la difícil combinación". Revista de Estudios Pol~tioos.Madrid. 88 115-144. y Timothy Scully (1995). Building demouatic insftution. Party System in Latin America. Stanford University Press. Standford. y Maiihew S. Shugart (1996).Presidentialism and Democracyin LatinAmerica. Cambridge Universiiy Press. Cambridge. Martínez, Antonia (1995). "Las ele,cci~nesfederales mexicanas de agosto de 1994". Revista de Estudios Políf$os. Madrid. 88 311-339. Montero. José Ramón (1992).. "Las . eleccioneslegislativasn.En RamónCotarelo (comp.).'~ransiciónp o k a y consolidación dem-ocratica. Espaíia (1975-1986). Centro de Investigaciones Sociólogicas. Madrid 243-297.


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Alcances de la reforma electoral de 1996*

José Woldenberg**

Agradezco a la Universidad.de Guanajuato, a los miembros del Instituto ElectoralEstataly al Centrode Investigaciónen CienciasSocialesdeGuanajuato, la presente invitación y la oportunidad para dirigirme a un auditorio que es particularmente receptivo a la nueva realidad social del país. Mis notas quieren ser una reflexión doble: de cara a los resultados de la reciente Reforma Electoral Federal, la posición en que queda y las tareas que tiene pordelantelaautoridadelectoralparaofrecer unavíainstituaonalventurosa y productiva al tránsito democrático en el país. Como ustedes saben, la reforma al Código Federal Electoral no pudo ser culminada por el conscenso de todas las fuerzas políticas representadasen el Congreso de la Unión. El hecho es deplorableen sí mismo, pero es todavía más, puesto que era realmente muy poca la distancia que faltaba para redondear con éxito una enorme construcción reformadora que ya había cambiado por unanimidad a la Constitución de la República y que había nombrado a un nuevo Consejo General del IFE y a los nuevos magistrados del Tribunal Federal Electoral. Conferencia magi+tralpronunciada durante el Sepümo Encuentro de Investigadoresen Asuntos Electoralesdel Consejo Mexicano de Ciencias Sociales celebrado del 5 al 8 de diciembre de 1996 El tltulo de esta ponencia iue establecido por los responsablesde esta revista

" Profesor Investigador de la Facultad de Ciencias PolMcas y Sociales de la UNAM y Consejero Presidente del lnstiio Federal Electoral.


La o~eraciónde cambio. además.tocósustancialmentelalevRealamentaria delartículo 105constitucional, la ley orgánicadelpoder judicial,él~&gopenal, de manera muy importantemodificó el Estatutode GobiernodelDistrito Federal, se expidió una nueva ley referente al sistema de los medios de impugnaciónen materia electoral y finalmente modificó al Código Federal de Instituciones y ProcedimientosElectorales. Sóloalfinal deladiscusiónaparecieronlasdiferenciasincalvables;pero ellas residían en dos, y sólo dos puntos de la agenda del cambio: 1) El problema del financiamiento público y 2) las condiciones bajo las cuales es posible plantear una coalición electoral. Esos asuntos dieron al traste con el consenso en una agenda de cambio muchísimo más amplia. Aún así, a pesar de la alteración que trajo'el clima político, creo que en modo alguno podemos hablar de un fracaso. A pesar del modo en que conduyó la reforma constituye un avance muy importante en muchos puntos, en todos aquéllos que habían formado parte del litigio de los últimos años:

1) La autonomía total de los órganos electorales. 2) La protección de los derechos politicos de los ciudadanos.

3) Elcontrolde legalidady deconstitucionalidaddelosactosenmateriaelectoral.

4) La separación de los temas y la sustancial mejora en los medios del contencioso electoral. 5) La incorporación del Tribunal Electoral al poder Judicial. 6) Las condiciones de la competencia mejoran, no sólo porque los recursos

materialesen materia de medios entre los partidos se equiparan, sino porque la autoridad cuenta con meiwes instrumentos para fiscalizar, revisar v modular los gastos en las campañas de los partidos.

7) Muchosde los acuerdos progresivos en relación a los materialeselectorales que hicieron más confiables a las elecciones de 1994fueronincorporados a la legislación, tales como el talón con folio de las boletaselectorales, la exhibición de las listas nominales, etcétera.


8) Se ajustan las fórmulas de representación en el Congreso, restando los mhrgenes de sobre y subrepresentación de los partidos. 9) La apertura a la competencia electoral de la Ciudad de México, mediante la elección directa del jefe del Gobierno en la capital del país.

I

No es unalistaexhaustiva. Perocreoqueilustrabien, o al menoscontrarresta una cierta imagen pública que nubló el desenlace real de la reforma pasada. Es importante decirlo porque me parece que con la nueva ley y con la acumulación institucional que el país ya había logrado en materia electoral, podemos guardar esperanzas fundadas y confiar en que tendremos unas elecciones federales legales, limpias, equitativas e incontrovertibles.

I

Esimportantetambién para darcertidumbreatodaslaspostu~syatodaslas fuerzas políticas de que la vía electoral es una vía abierta y plenamente transitable.

I

No es un asunto menor. Lo que está en el fondo de estos complejos procedimientos y de esas abigarradas leyes electorales, es la clave del cambio político de México. Cuando hablo de cambio político en nuestro país, no me refiero a una coyuntura, a un momento o a una fecha relevante por importante que ella sea. No aludo a ésta o a la otra reforma legal o constitucional,a éste o aquél reclamo social, sino queintentosubrayarlaideade unprocesosibien dilatado, no por ello menos significativo. El tema de fondo, es el de la profunda transformación de una sociedad que se diversificó, se hizo más compleja y busca y encuentra canales nuevos para expresarse. Elpunto de partidaesese reconocimiento:Méxim es una sociedad plural, que ha alcanzado un grado relativamente alto de modernizaciónasí sea altamente desigual, es decir, un grado relativamente alto de desarrollo productivo, de diferenciación cultural, de consolidaciónurbana frente a la vida rural, de profundas influencias y relaciones con el mundo, y de una gran complejidad organizacional.


Estasociedadaltamente diferenciadaproduceformas deser, sensibilidades, diagnósticosy propuestasdistintasy aún encontradas. Nos encontramos ahora frente a una situación donde las múltiples sensibilidades y10 racionalidades socialesya no pueden unificarse bajo un $10 discurso, un sólo ideario, una sola organización. Dondesensibilidades y racionalidadesse materializanen organizaciones, en institucionesdiversasaue necesitaninteractuarentre sí. Y si insisto tanto en el hecho de la pluralidadsocial mexicana, es porque me pareceel rasgo más definitorio de este fin de siglo y más aún, el verdadero motor del cambio político.

A lo largo y ancho del territorio nacional, las sensibilidadesy racionalidades se han desagregado y se incorporan a mecanismosque funcionan de acuerdo con sus propias lógicas, con interesesespecificosque se ponen en juego frente a otros intereses. La diversificación de la sociedad "oroduce" actores también distintos: desde los organismos que defienden o proyectan intereses propios, agrupaciones que se orientan a cuidar éste o aquél aspecto de la vida social, o p&dos que ofrecen diagnósticos y formas de conducción politica general también diversas. Si algunatarea cumple la transición democrática mexicana, es precisamente la de atender ese proceso: adecuar las fórmulas políticas de acción, representación y gobierno a la realidad plural de México. Visto en perspectiva, la historia de la transición democrática es la historia de ese acomodo: construir, inscribir v naturalizar un procedimiento de disputa y de convivencia políticas para ;1 sociedad de fin de siglo. El avanceen las libertadespolíticas, la aparición de gruposy organismos que demandan v. .proDonen . sus puntos de vista, las sucesivas reformas electorales. el progresivofortalecimient~ de los partidos políticosy las competencias electorales cada vez más intensas, son todos síntomas de ese proceso, del esfuerzo y el proceso para modelar normas e institucionesa la nueva realidad social. Para ilustrar la magnitud del cambio, sólo hay que recordar cómo hasta hace unos pocos años, el momento clave de la transmisión del gobierno en los diferentes nivelesde la estructura política, no era el electoral sino la designación de los candidatos, luego de lo cual se cumplía la fórmula de una campaña más bien ritual. Buena partedela historiapolítica mexicanahasta hace menosde una década, sedeteníay subrayaba muchomásladesignacióndelpartidomayoritario que el momentopropiamenteelectoral.Muchasdécadasvieroncómoel momen-


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toque generabatensión y pasión era el 'destape", luegodelo cual lo demásera un expediente sin competencia real. En los últimos aíios, sin embargo, la competitividad no sólo va en aumento, sino que la misma ha roto con muchos de los presupuestos que parecían inconmovibles. Poco a poco, el proceso diferenciador del voto, fruto del proceso de diferenciación social fue creando y fortaleciendo polos partidistas distintos, hastaconvertiraquíy allá a laseleccionesenfórmulascadavezmáscompetidas. Indicadores de ese proceso se mulplican ahora ante nuestros ojos: gobernadores de partidos distintos al PRI, presidencias municipales ganadas por un variado abanico de organizaciones, ciudades en manos de corrientes políticas diferentes a las que gobiernan los estados, congresos legislativos plurales y dinámicos, y sobre todo, partidos que d e n e n y fortalecen esos procesos de cambio y reacomodo político. Así, la dinámica de eleccionessistemáticas y recurrentes, sirve para asentar la presencia delos partidos,loscualesensu propiodesplieguevanincrementando los grados de competitividad de las mismas. Peroaligualque los partidosnosólosehandesarrollado defactosino dejure, las elecciones no sólo se convierten en un momento cada vez más relevante y competido sino que su organización y condiciones han merecido una serie de reformas que acondicionan, fomentan, inhiben o modelan la propia acción electoral. Bastaría con observar las formascomo se organizaron loscomicios de 1988 y los de 1994, los temas que incluía la legislación electoral hace apenascincoo seis años y los que ahora regula, para constatar que las elecciones tienden a institucionalizarse,aabrirse pasocomola fórmula cadavez másabiertaaba& de la cual la diversidad de ofertas políticas compiten. Cierto es que las condiciones en las que transcurre la competencia eWml ~ i g u e nsiendo desiguales -y es ese uno de los litigios más impoitantecdela reformaelectoral recientementediscutida-pero lo cierto es queapesardeéaos otros rezagos, las eleccionespoco competidas cada vez son menos, mientras e la competencia se multiplica elección tras elección. Hace tan d o una mana-en los estadosde México, Hidalgo y Coahuila-el fenómeno volvió a cerse presente con especial énfasis: los procesos electorales se naturalizan,


los ciudadanos deciden, las disputas posterioresse reducen, los contendientes aceptan sus derrotasy asumen sus triunfos,y el mapa de la representacióny de la dirección en el gobierno cambia. Entiendo que una mecánica de esa naturaleza, progresiva, lenta y gradual, puede desesperar a algunos y a otros puede poner nerviosos, pero el cambio es un dato constante, permanente, que se confirma todos los días y hasta donde alcanzo a ver, también es irrefrenable. De suyo todo esto representa un enorme cambio en nuestras costumbres y tradiciones políticas: aceptar la existencia del otro, dialogar, convivir y competir con él, saber ganar y aprender a perder. Pero hay algo más: la modificación en el sistema de partidos impacta y acarrea modificaciones en el sistema de gobierno. Unaselecciones cadavez más competidas con su cauda de cambios en las posiciones de gobierno, con oscilaciones en la votación de las diferentes ofertas, con la eventual inexistencia de mayorías absolutas, trastocan también los mecanismos gubernativos, los conmueve y los obliga a cambiar. Hacia hoy, bajo el esquema republicano, democrático, federal y representativo, quemnsigna la Constitución, existió un bloque político que en todo momentofue mayoria en todos los espacios del poder estatal. Esa realidad está siendo erosionada, y obliga a establecer negociaciones, acuerdos, alianzas, en aenerar un nivel de comunicación v de intercambio mucho más alto que en el " pasado. Los partidos políticos n i solamente se consolidan como opciones electorales, sino que se instalan progresivamente en la sala de máquinas del sistema político y en el corazón mismo del Estado. Como seve, elcamino recorridoeslargo. Noesmipapel aventurar algo sobre el curso futurode latransicióndemocráticadeMéxico. Pero puedo echar lavista atrás, reconocer las estaciones de ese tránsito y escudriñar sobre su mecánica, con dos propósitos: primero, recordar las dificultades y los tiempos lentos inherentes al proceso, y segundo, confirmar que no obstante los zigzagueas, los retrocesos, los aparentes aplazamientos, el proceso democratizador no se detendrá, por la sencilla razón de que ésta es una sociedad rural, que exige un formato y un método político adecuado para poder expresarse. Creo que es ésta la tarea política más importantequetenemos en este fin de siglo: naturalizar, construir, consolidar, a las elecciones como el método de convivencia y disputa política de los mexicanos. Odavio Paz ha dicho que esta


es una tarea "civilizatoria", por cuanto lograría que México abandonara una trágica tradición de siglos: ensayar la democracia para despeñarse después en la ingobernabilidad. No es esta la situación de hoy. Y en buena medida no lo es por el tipo de trayectoria queemprendimos,por la mecánicaquese hadado:gradualpero con certeza, sistematicamente negociada aunque no sin desencuentros. Permítanme entonces y para terminar, resumir ese trayecto tal y como yo lo veo:

1. El proceso diferenciador del voto es manifestación de la pluralidad social real del paíxexpresa asuvez, lasdistintassensibilidades,diagnósticosy. propuestas . . que coexisien en la sociedad, lo cual se confirma y vuelve a aparecer como una ola expansiva que no puede ser revertida. 2. Esa diferenciación reclama y fortalece al sistema de partidos que de manera lenta pero consistente se viene construyendo en el país. 3. La creciente implantación de diversas ofertas políticas modifica el carácter tradicional delas elecciones,transformándolasdeactos ritualessincompetencia en eventos altamente competidos,

4. Y esa mecánica de eleccionessucesivasconviertea los partidosen entidades centrales del litigio político. 5. Ese proceso está modificando el mapa y las relaciones políticas. Paulatinamente pero de una manera que parece irreversible, dejan de existir candidatos predestinados al triunfo y otros a la derrota. Son los ciudadanos los que tienen la última palabra. 6. Pero al modificarse el mapa de la política se vuelve más complejo. En los

ayuntamientos coexisten representantesde partidos dierentes; gobernadores de un oartido tienen que aprender a vivir con gobiernos municipales de otros incluso en las capital& de los estados; las wnelaciones de fuerzas en los congresoslocalessemodificany enalgunoselgobierno delaentidadde uncolor tiene que convivir con un legislátivo donde la mayoríatiene otra tonalidad; y el propio gobierno federal se ve sometido a nuevas relaciones con los gobiernos estatales y municipales, al tiempo que el Congreso de la Unión se pluraliza. 7. Esadinámicamodificalasrelaciones entre los poderestantoen su coordenada vertical como en la horizontal. Entre presidente,. gobernadores .y .presidentes municipales se construyen relaciones'de necesaria tensión y colaboración, al

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igual que se modifican las tradicionales fórmulas de relación entre congresos locales y gobernadores, y del Congreso de la Unión y el Presidente. 8. Ello debe ser leido como venturoso, es decir, como expresión de un proceso democratizador de las relaciones políticas del país. 9. No obstante, ante la incertidumbre generada por el propio movimiento democratizador,más las dificultades mayúsculasgueemergen de otrasesferas de lavida social (la crisis económica sobre todo), algunos empiezan a añorar el pasado o pueden apostar a la descomposición, el empantanamiento o el conflicto perpetuo.

10. Es ante esas pulsiones conse~adoraso antidemocráticas que los políticos (de todos los partidos) tienen una enorme responsabilidad: conducir el proceso democratizador porcauces institucionalesvpacíficoc. v para ello son necesarios los pactosy las Operaciones políticasinclt&as. ~se%ael sentido profundode las~egociacionesparala~eformaelectoral:incluir atodoslosactores políícos,en especial a los que están representados en las cámaras legislativas. 11. Si el Droceso demoaatizador siaue su rumbo, la mecánica electoral nos demostkrá (como ya lo está haciendo) que no existen ganadoresy perdedores absolutos ni mucho menosvencedores eternos ni vencidos perpetuos. Es decir que la democracia significa alternancia. Y que esa alternancia la genera la adividad política. 12. Ectoccambiosseestánproduciendodentrodeun marco incütucional(el que a su veztambiénse modifica) que losfomentay permite. Locualno es poca cosa. 13. Las eleccionesentoncesempiezana ser lo que la teoría dice que deben ser: fuente de legitimidadpara los gobiernosy posibilidadpara que los ciudadanos opten entre diferentes ofertas. 14. El hecho de que los conflictos poselectorales vayan a la baja no sólo nos informan que los arreglos institucionales y legales son mejores que los del pasado, sino que los fraudes a estas alturas resultaríanaltamente costesos. 15. En sistesis, se puede afirmar que el voto sigue mosüando su poder y sus posibilidades. El voto como la fórmula para convivir y competir civilizadamente.


¿Ycuál es la posición de la autoridad electoralfrente a todo esto? Asistimos al estrenode una instancia originalde su composiciónen las reglasquela rigen. Su radical novedad reside en que, vez, el gobierno federal no tiene . .por primera . presencia, no cuenta convoz ni con voto en la organización delaselecciones,lo que representa una modificacióndrásticaen la historiay la trayectoriapolíticade México; simboliza muy bien el lugar y el sentido de la transición mexicana. La ausencia del Ejecutivo significa sobre cualquier otra cosa, una mayor responsabilidadpolíti& de todoslos que conformamos el Consejo General del Instituto Federal Electoral. El renovado impulso a la autonomía del IFE no se traduceenotracosa másqueendosisadicionalesdetrabajoy en uncompromiso mayúsculo paralastareas porvenir. El preciode la renovadaautonomíadel IFE es la absoluta obligación de llevar a cabo unas elecciones limpias, legales y creíbles. Algo tan compleio como consolidar la vía democrática en una nación de nuesiadiversidad;historia no puede hacerse sin el comprornisoexplicitodelas fuerzas más significativas de la vida política, del Estado y de la sociedad. La tarea que tenemos enfrente es la de consolidar una institución autónoma; dis~uestaen todo momentoala fiscalización de los partidos. Una instituciónque sea totalmente independiente del gobierno pero también de las organizaciones políticas. Inmune a cualquier presión porque opera rigurosamente apegada al derecho. En mi papel de Consejero Presidente del órgano electoral federal, no escatimaré ninaún esfuerzo para obtener la confianza de los partidos políticos, y ello sólo sera: posible con&ruyendo puentes de entendimiento, procurando siempre que las decisionessean expresión de acuerdo entre todos y proporcionando las garantías que sean necesarias. Para cumplir con una labor así, vale la pena decirlo ante ustedes, contamos con la experiencia acumuladadeunainstitucióny desus cuadrosprofesienales. De un largo y dedicado proceso de maduración que viene de años atrás y que sabemos a~reciarv reconocer. La ruta es de atrás para adelante, removiendo con respbtkabilid~daquello que no nos satisface, pero reconociendo en todo momento el esfuerzo realizado por nuestros antecesores, con plena conciencia deaue sornosoarte de unproceso. de unlarnociclode construccih institucional que' no puede asimilar ánimos fundacionies, y que tampoco puede toierar ineficienciasy mucho menos comportamientos facaosos.


Pero por encima de todo, nuestro trabajo tratará de asentar definitivamente a la fórmula electoral como el expediente legítimo para la disputa y la conquisia del gobierno. Quisiera repetirlo: la vida electoral no es un expediente ganado. Nuesiroaprendizaje democrático representa una lucha permanente y múltiple, y en ocasiones se verifica a contrapelo de nuestros usos y costumbres y de nuestra cultura política. En México, la opcióndemocráticase sostendrá porque la sociedadya cuenta con opciones diferentes y reales, con partidos fuertes y arraigados; porque habremos de practicar la tolerancia política, porque las decisiones de la autoridad, empezando por la electoral, estarán limitadas por el imperio de la ley y porque es nuestra obligación garantizar a cada ciudadano la eficacia y el respeto de su voto. El México pluralno puede ser exorcizado. La diversidad no es un discurso, es una realidad objefma de nuestro país que busca encontrar un formato civilizado para poder convivir, reproducirse, disputar el gobiernoy lasdeoisionespúblicas. Nadie en singular puede proclamar para sí la representación, ni de la nación ni de la sociedad. El redamo democrático no responde a una idea o a unos esquemas preconcebidos, sino a la necesidad de hacer que convivan las opciones políticas diferentes, en paz y con legalidad. El horizontefinal es convertir a las eleccionesen un expediente naturalde la vida políticamexicana. Eléxitode nuestratareacomoaotoridadesdectoralesno consiste en hacer mas notorio nuestro esfuerzo,sino en esperar que lacelecciones se conviertan en instrumentos normales de la vida política de México. Nuestras instituciones serán exitosas si logramos que los programas, las ideas, la acción de los partidos, vuelvan a estar en el centro de la vida política, y que los procedimientosy las reglasformen parte de nuestro paisaje cotidiano y rutinario, aceptado finalmente por todos. El tamaño de nuestro compromiso no puede disimularse. En elecciones limpias, equitativas, legales y transparentes, el futuro de México tiene lugar. En la consolidación de este mecanismo se juega la estabilidad democrática de nuestro país. Muchas gracias.



El voto mexicano en el extranjero

Arturo Santamaría Gómez*

Introducción L a historay la socjedadwntemporáneade ~éxico han mutiladode sumemoria y reflexión a una parte de su ser: el "Méxicode afuera: es decirel México que ha emigrado a Estados Unidosy allá ha reproducido a la nación. Unpedazo de la naciónmexicanaqueno tieneniEstadonitemtoriojm'dicimentapropios;pero síidentidady vidapropia aún fuerade suterriforioyEstadopropios. Este "México de afuerawtambiénexigepadcipar en la vidapobka de supatria,por lo que ha exigido,sobre todo en los úiihos lOahs,paroCY,arenlaseiecdonesmexicanas, por lo que ha exigido se incurpore su derecho al voto al extranjero en las leyes electoralesy en la Constitucióndel país. Comomuestra de su interés en las dos últimas eleocianesspresidemalesha depositadoen vanas cjudades alnorfe del nó Bravo su voto simbólh. Poroira parte, es importante mencionar que el voto mexicano en el exterior se ha fundamentado en una información wftica tan amplia wmo la puede tener un ciudadano medio de unapoblación iambién de dimensiones medias en la República Mexicana,gracias a la revolución arHura1 de los medios de comunicación en español de Estados Unidos.

'Profesorjnvedipim del Centro de InvesEgaciones Sociales de la Escueia de Ciencias Sociales de La Universidad AuMnoma de Sinaloa.


La luchapor elderechoal voto es una l u d a legítima de losmexiwnos en Estados Unidos v ésta debe considerarse como parte necesaria de la transfomación démocrática más de Mxi&. Diversosgrupos de actMstas en varios estados de Estados Unidoscoinciden en que realizar elqaiones ciudadanas alnorte de la tontera sená la mejor campaña que en este pen'odo podnámos realizar a favor del derecho al voto para los mexicanos en e lextranjero. Así rezaba el ~rimer~árrafode un documento mirneoarafiado del Frente Mexicano con sede en chicaso, lilinois, firmado por ~ o ~ e l i o k een ~ emarzo s de 1994. En 1929, un editorial del diario La Opinión, creado en Los Angeles por inmigrantes rnexicanos tres años antes, pidió al gobierno callista concediera el derecho para ejercer el voto a los mexicanos establecidos en Estados Unidos. Para Ignacio Lozano, fundador y director de ese rotativo, convertido afinales de sigloenla publicaciónmásimportantedelacomunidadlatinadeEstadosUnidos, l& mexi&nos al sur y norte del río Bravo consZituían una gran patria sólo escindidapor barrerasjurídicasy políticas, perosostenidaporprofundosvinculos culturales y sociales. Tal creencia ha sido sostenida por diferentes grupos a través de varias generaciones de mexicanose hijos de rnexicanosavecindados al norte de la frontera desde el siglo pasado hasta nuestros días. En 1981 la demanda del voto para mexicanosresidentesen el extranjero fue levantada nuevamente por activistas del Partido Mexicano de los Trabajadores en Los Angeles, California. Esta agrupación propagó la idea a través de sus escasos medios pero sin éxito alguno porque, para empezar, ese partido, acaudillado por Heberto Castillo, no tenía registro legal ni participaba en los procesos electorales. Anos después de que el CNC demandara ese derecho, el Partido Socialista Unificado de México v posteriormente el Partido de la Revolución Democrática presentaron al congreso de la Unión iniciativas de ley que refrendaban tal petición. Fue hasta 1996, que en las negociaciones entre los diferentes partidos políticos y la Secretaría de Gobernación tal demanda fue aceptada dentro de las reforma electoral de dicho año. La explicación de fondo que exprese el repentino cambio del partido oficial y del Partido de Acción Nacionalen cuanto su anterior oposicióna auese hubiese legislado sobre la doble nacionalidady el derecho al ;oto al extranjero, posiblementeresida en el contextoantiinmigrantequedesató abiertamente la propuesta de ley 187 que presentara el gobernador de California Pete Wilson en 1993 y


fuera aprobada electoralmentepor la mayoría ciudadana calforniana, aunque posteriormentehieracongelada w r untribunal de la Suprema Corte de Jusücia 187, como seíialan'los invesügadores mede Estados Unidos. La $op& xicanos residentes en Calfornia, Rafael Alarc6n y Jesús Martínez "conmocbnó a los mexicanosresidentesen Califomiay tambíén cimbrólos cimienbs de Los ñnos. Deotramanera-diinAlarc6n y Martinez-no nospodemosexplicar la rapidez.con que se inició la discusión en el Congreso de la Unión sobre la posibilidadde que los mexicanoscontemoscon una "do "nacionalidad irrenunciable". ( La Jornada 20-6-95) El acuerdo transitorio de conceder el voto a los mexicanos &lentes en el extranjero fue precedidode un infenso debate acerca de la legislaciódsobrela doble nacionalidadde lds mexicanos que hubiesen optado por naturalizar& en otro país, que finalmentefue aceptada el 10de diciembre de 1996por lascuatro de la Cámara de Diputados. Si por vanos años el PRO fra&ones incidió en tal planteamiento. a windoios de 1995 el PRI tom6 la inopinada iníciativa de iníkar el debaie.Á&fta& de d o fue el Colociuio Sobre la:Doble Nacionalidadque organizó el Inctituto de ~nvecti~aáones ~&islatbasde la LVI Legislatura de la Cámara de Diputados los días 8 y 9 de junio de 1995. En torno al debate de la doble nacionalidad o doble ciudadanía entre los congresistas y diferentes expertos y comentaristas del tema existía una fuerte inclinación a interpretar ambos conceptos ya fuera como sinónimos o como términoscontrapuestos.olvidándose la estrecharelaciónque hay entreellos. En gran medidala confusión da hedio de considerar que la ciudadanía d o induye a los derechospolíticasy que fuera de esa órbita los demás derechos y obligaciones quedaban comprendidos en el concepto de nacionalidad. En realidad, una iniciativa que otorgase la doble nacionalidad, obligatoriamente tendria que otorgar facultades ciudadanas para ejeratar la capacidad nacional reconocida. Aunque el Senado mexicano 40apmb6 la propuestade la doble n a w a lidad mexicana pero sin deredios p o l i í s dobles, en realidadque& abierta la posibilidadde quelosmexicanosquehanadoptado laciudadania'estadunidense, deaprobarse definitivamenteelderechoalvotodelosmexicanosenelextranjero que no hayan optado por otra ciudadanía, puedan votar para las pr6ximas elecdonespresidencialesdelaño 2000 sies que no hay unamdinaci6ndelos gobiernos de Méxicoy EstadosUnidos paraverificar quiénes son los mexicanos que adoptaron la nacionalidadnorteamericana.


Otros elementos imporlantes en el contexto de este debate sobre la dobk nacionalidad o la doble ciudadanía y la propuesta de incorporar a ta M m a electoral de 1996 el derecho al voto en el extranjero, son los varios años de constante crítica y activismo políticosde ciudadanos mexicanos residentes en Estados Unidos. Muesba de ello es que las elecciones del 6 de julio de 1988 fueron unverdadero parteaguasen la vida políticade los mexicanosal norte del río üravo. Desde entonces, se inició una crecientey diversa actividaden relación al acontecer de la madre patria de los emigrantes. Una de las manifestaciones más importantesdel interés de los emigrantesen lavida ciudadanade sus tierra de origen ha sido la realización de elecciones simbólicas para elegir a los presidentesde México, tal y como sucedió en 1988 y en 1994. En este trabajo, se hace una breve reseña de las elecciones simbólicas de 1994.

II. Los mexicanos en Chicago y las elecciones de agosto de 1994 "Chicago vota por Cárdenas", cabeceó el 25 de agosto de 1994, El Ewfra, semanario en español de la Ciudad de los Vientos. Tres mil doscientos ciudadanos mexicanoshabíandepositadosus votos en las urnas diquesias en puntos principales de los barrios latinos de la ciudad . Los mexicanos avencidados en Chicago dijeron haber ejercitado su derecho constitucionalde Votar en ausencia". Con la asistenciasimbólica a las mesasde voto, los mexicanosemigrantesesperabanllamar la atención sobre su potencialidad electoral. declararon insistentementea las ~ubiicaciones aue se e d i n en español en el estado de Illinois. De aproximadamente 120,000 ciudadanos mexicanos adultos que residen en Chicago, 3,243 fueron a votar a las 18 mesas electorales instaladas en los diferentesrumbos de la ciudad. La asistencia más copiosa se dio en los barrios de la Villita, y Pilsen . En su declaración de prensa, el Consejo Electoral Mexicano, organismo formado por inrnigrantesmexicanos de la ciudad de Chicago para celebrar los comicios , entregó los siguientes resultados: P R D : ~ ~ ~ ~ V OPAN ~ O:1268votos. S. ~~1:509votos. PT: 19votos. PARM: 18votos PFCRN:

12 votos. WEM: 8 votos. PPS: 6 votos. W M :4 votos.


La declaración de prensa finalizaba diciendo:

ElConsejo ElectoralMexicano exige que estos votos sean contados por ellnsliMoFedera1Electoral, paralo cual, los votosy las correspondientes actasdelascasillasseránentregadasalconsuladomexicanoenChicago. Los mexicanos en Chicago le han dado una Isccon de civismo y de parücipaciónalasautoridades,yesperamosunarespuestadelasmismas. Asímismo -cundufan- exigimos respeto por elproceso oelebrado en México, e iniciaremosuna serie de accionesy movílizacionespara exigir tal respetopor la elección. La celebración de estas elecciones simbólicas ectwo orecedida Dor una recurrentepolémicasostenidaprinapalmenteporelcónsulmexbi+nio en Chicago y losintegrantesdelConsejo Electoral Mexicano .~undespuésde'l21deagosto, continuó lapugna por desacreditaro defenderel valory la l&¡midad del ej&icio cívico mexicano en el exterior. Para Oliver Parrés, cónsul mexicano en Chicago, "el procesoorganizadoen Chicago significó una agenda política de un movimiento encabezqb por un grupoqueensu mayoríaniciquierasonmexicanos". Lavotaaónfuedescali[ñada por el cónsul porque " a los que acudieron a las urnas no se les pedía nihgma identificaciónque comprobara su nacionalidad mexicana, y peor aun, es que pudieron votar en diferentes casillas, lo que comprobó la poca seriedad con la que se organizó el Consejo".

I

~ coordinólajornada Por su parte, Jorge Mújica, representantedelC E M quien electoral, dedaróal periódico La Raza que hasta un 60% de los votantes habían mostrado alguna identificaaón mexicana e incluso antiguas credenciales de elector. Agregó que, quienes no portaban ninguna identificación mexicana firmaron un "tectimonionde ciudadanía mexicana, que para el CEM era válido.

Llama poderosamente la atención en esta polémica entre el cónsul y los ciudadanos mexicanosen Chicago, que el representantedelgobierno mexicano descalificaraloscomiciocsimbólicosconlosmismosargumentosqueencuentran los paiiidos de oposición y las organizaciones no gubernamentales en las eleccionesque se celebranen México:"hubo personasquevotaronvarias veces y otras que lo hicieron sin credencial."


El semanario chicagoense El Extra,observó que loseledores simbólicos, en . contraste con el cónsul estaban muy optimistas por el "histórico precedente que estaba gestando y por la posibilidad de que la futura participación electoral (de los ciudadanos mexicanos en Estados Unidos ) aumente".

El Consejo Electoral Mexicano de Chicago envió a las oficinas del IFE en la Ciudad de México, anexando los resultados de la votación, la siguiente petición respaldada por 1740 firmas: Los abajo firmantes, ciudadanos mexicanos en uso de nuestros derechos residentes en los Estados Unidos de Norte América, considerando: 1- Que los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos forman el tercer renglón de ingresos para nuestro país, por medio de los envíos de dinero a nuestras familias. 2-Que hemos emigrado alos Estados Unidosenbusca de trabajosque nos hasido imposibleencontrarennuesfrapafriadebido alas equivocadas políticas económicasgubernamentales. 3- Que el hecho de haber salido del país no significa que seamos menos ciudadanos que aquéllos que viven en nuestro país.

DECLARAMOS: 1- Que exigimos que se ponga fin a la política que nos excluye de votar en las elecciones mexicanas. 2- Que exigimos se implemente el mecanismo adecuado para ser registrado en el padrón elecforaly expresar nuestro voto en las próximas eleccionesquesecelebren en México,a nivel Federal, Estataly Municipal. Entregado al Sr. CónsulgeneraldeMéxico en Chicago,Sr. Oliver Parrés el día 22 de agosto de 1994.


111. El voto simbólico en los Angeles y el norte de California En Los Angeles, a diferencia de Chicago, la organización de las votaciones simbólicas de agosto no lasorganizó un comité ciudadano u otra agrupación civil apartidista sino el Partido de la Revolución Democrática. Este hecho le pondría la etiqueta de la duda al levantamiento de los votos a pesar de ser éstos meramentesimbóliws;sin embargo, para otorgarle un mínimo de credibilidada ecos comicios habría que compararlos con los de Chicago, que fueron muy semeiantesen susresultadosvrelacionarloswnlaacerbavmavoritana posición - . crítica de los mexicanos avecindados en esa zona hacia el PRI y el gobierno, según nosindicansuscartasalosperiódiwsysusopinionesenlasradiodifusoras angelinas. Probablementeel hecho de que las votaciones simbólicas fueran organizadas por unsólo partido, y el hechodequeéste carezcade unasólidawganización y un amplio reconocimientode la comunidad mexicana angelina hayadesembocado en la poca participación de esta última. En Los Angeles v las áreas cirncunvecinas, Oxnard, Ventura, Riverside, San Benardino, S& ~ i é ~Santa o , Bárbara, San Clemente y San Juan Capistrano votaron tan colo 3,980 ciudadanos, alrededor de 250 menos que en Chicago.

La poblaciónde origen mexicano, incluyendo niños y adultosqueradican en las regiones mencionadas es superior al millón y medio de personas, mientras que en Chicago no supera a los ciento cincuenta mil. El cómputo final en 34 casillas de la región de Los Angeles fue la siguiente: Cuathemoc Cárdenas Diego Fernández Ernesto Zedillo Cecilia Soto Marcela Lombardo Rafael A. Talamantes José González Emilio Madero A. Treviño

2,309 votos 960 votos 655 votos 18 votos 8 votos 8 votos 8 votos 8 votos 6 votos


En Los Angeles las boletas para votar llevaban la siguiente leyenda: "como mexicano residente en el exlranjero, tengo derecho constituciona¡ para elegir al residented de la ReoúblicaMexicanaenlaseleccionesde121deaaostode 1994. ., Mivoto para presidentees..."y aparecían lassiglasdelospartidos participantes. Enel nortede California laseleccionessimbólicaslasorganizaronla Hermandad Mexicana Nacional v La Coalición de Labor. Derechos Humanosv Dernocracia en México. Estos fueron los resultados: CIUDAD Y % DE VOTO

PRD

PAN

PRI

OTRAS

NULOS

Watsonville, Cal. 359 Yo

1O0 Stockion-.S& 641

Cal.

% 1O0

Salinas, Cal. 466 %

100 San José, Cal

890 O h 100 Total 2356

% 100

El partido que triunfó en el norte de Californie fue: d PRD con 61% votos Males Información del comité del FWD en San José California, 22 de Agosto de 1994.

Con estas eleccionessimbólicas,decíanseisde susorganizadores, lo quese pretende es que " más que saber cuál de los nueve partidos tiene más simpatizantes es recalcar al gobierno que los mexicanos de acá estamos conscientes de que no se nos niegue el derecho al voto". Los resultados de estas elecciones junto con las boletas fueron enviados al InstitutoFederal Electoral(IFE) de Méxicoy a la comisiónde DerechosHumanos


de la Organizaciónde las NacionesUnidas (m)con el objeto de exigir que se cumplan las normasconsiitucionalesquegarantizanel derechoalsufragiodelos mexicanos en el extranjero; afirmaba La Opinión, el diario angelino en espaiiol, el 12 de agosto de 1994. IV. Los medios hispanos y las elecciones mexicanas de 1994 De 1988a lafecha, los medios de informaciónde lenguahispanaen los Estados Unidosaumentaron sustancialmentesu coberturade noticiassobre México. Los dos canales de televisión hispanos , Univisióny Telemundo, particularmente esta última empresa que,por razonesdecompetenciaconlaprimera incrementó la programación y la inforrnación dirigida a los mexicanos, (que constiuye el principal filón del mercado televidente latino en Estados Unidos), elevaron considerablementedentrodesustransmicioneslaexposiciónnotÑiosamexicana. El sesgo informativoque dan Univisión y Telemundo cobre M&&gmeralmente es más critico y plural de lo que exponen Televisa y T e k k a . Univisiónmantuvoaun unaposiciónmás independiente enrelariónakwmmtos mexicanos hasta que Televisa adquirió en 1991 una parte i r n ~ m acciones. Telemundo es frecuentemente crítico de las accionesgu- eí.: les mexicanas tanto federales como estatales. - p1.

Cuando México, ~ s t a d o s ~ n i d ~anadáiniciaronlasne~oci&onesdelnc os~ la cobertura de nuestro país aumentó aun más. tanto en Univisión a n n ~en Telemundo. Ello se ha traducido en que, como nunca antes en su historia, la población mexicana inmigrante recibe más noticias diarias de su país natal . Aun la población mexicana que vive en ciudades norteamericanasdonde no se editan publicacionesenespañol, o donde apesar de que lashaya, como enNuevaYork o Miami, el énfasis no se pone en México, a través de los canales de televisión hispanos se puede informar de los asuntos más relevantesal sur del río Bravo.

A los mexicanos de los Estados Unidos como a los mexicanos al sur de la frontera les llega la informacióntransmitida por las mismas empresas : Televisa, Telemundo, Univisíón. Sólo el canal Azteca quedaría fuera del circuito de los EstadosUnidos. Esdecir, el grueso dela población mexicanaalsuryal norte del río Bravo seve impactada prácticamente por la mismainformaciónsi es que es cierto que la TV es el principal vehículo en la divulgación de noticias políticas.

s


Hipótesis que parece muy convincente si conocemos las diferentes encuestas que se realizaron en México durante el proceso electoral pasado, y más particularmente después del debate del 12 de mayo. La diferencia de las transmisiones en esoañol en Estados Unidos v México estaría que en nuestro país, Telemundo y Uniisión transmiten por cable pero con un servicio menos masivo al sur de la frontera. Los mexicanos en Estados Unidos para recibir la señal de 24 horas ECOtienen que contratar el servicio de cableo parabólica.Asílascosas,lageneraciónvotantede 1994,tanto en México como en los Estados Unidos, con respecto a la televisión, estuvo sometida de hecho a los mismos impactos informativos. La informaciónpolítica de la realidad mexicana en la radio hispana dentro de los Estados Unidos es también constante. No tan solo ciudades arandes tienen una o varias estaciones de radio en lengua castellana, sino también ciudades medias como Fresno, Caliiornia, o Brownsville. Texas, por ejemplo, tienen una o más.

..

De manera semejante a lo que se observa en la televisión hispana de los Estados Unidos, la radio es frecuentemente crítica de las autoridades gubernamentales mexicanasy del PRI con la característica particular de que mediante la radio seconoce másdirectay abundantementela opinión del ciudadano común. Salvo las ciudades fronterizas o algunos programas que llegan más allá de la línea fronteriza a Los Angeles, por ejemplo, la radio mexicanano extiendesus ondas a la mayor parte deiterritorio estadounidense. Son sólo cuatro los grandes diarios publicados en español en los Estados Unidos: La Opinión en Los Angeles, La Prensaen Nueva York, ElMiamiHerald y Noticias del Mundo, en Miami. Sin embargo, en cualquier ciudad con una importante población de habla hispana hay un suplemento o publicación quincenal o mensual en castellano que normalmente da a conocer las noticias más importantes de América Latina en general y de México en particular. En el caso específico de La Opinión, debe decirse que es un diario con una amplia trayectoria e influencia en el sur de California, la región con más habitantes de origen mexicano en los Estados Unidos. Este periódico, con un tiraje superior a los cien mil ejemplares diarios, da una cobertura sistemática sobre los asuntos mexicanos y tiene como columnistas a conocidos analistas


mexicanos como Raúl Trejo, Lorenzo Meyer, Luis Rubio, José Woldenberg y Albetto Aziz. Hasta 1995tuvo como corresponsalen México a Blanche Patrich, repottera de La Jornada. La Opiniónes considerado por muchosperiodistasel mejor diario en español de la Unión Americana, tanto por su larga trayectoria, tiraje, calidad informativa latinos localy latinoamericana, como Porsu influenciáenciertoscírcu~os~olíticos y el conjunto de la comunidad hispana de California. Particularmenteen 1994, este diario fue la referencia más socorrida por los ciudadanos mexicanos en California, para informarse con más veracidad, oportunidad y abundancia sobre los grandes acontecimientos políticos en México. Los diarios y revistas de análisis político editadas en Méxim üenen una escasa e irregular distribución en los Estados Unidos. Algunas audadesfronterizas y otras al interior como Chicago, Los Angeles o Houston, reciben regular aunque escasamente el Excélsior, El Sol de Méxioo y ocasionalmente La Jornada. Las revistas semanales se distribuyen con más regularidad aa precios no muy accesibles para el ciudadano común. Epoca, QuéhacerpMm, Impacto, Siempre!, Proceso, se localizan en las zonas más comerciales o en los barrios mexicanos de algunas ciudades del suroeste de los Estados Unidos. Así pues, la información periodística escrita procedente de México sin ser masivaesdiversayplural,conel predominio demediosquepuedenconsiderarse progubernamentales.

V. La conducta política mexicana en Estados Unidos Evidentemente, los juicios políticos de un individuo o una comunidad no se forman tan solo por la influencia que ejercen en ellos los medios de información. En las sociedades modernas, particularmenteen las grandes ciudades, el papel de los medios masivos cobra una relevancia mayor, pero su influencia es desigual en la conformación de criteriosy decisionespolíticas. Esya muy sabido que la influencia de la televisión y la radio es mayor en aquellas capas sociales menos afectas a la información escrita. La propaganda electrónica bien puede anular o neutralizar los conflictos sociales y económicosque viva un individuo o un grupo social y encauzarlos por la vía del statu quo y no del cambio.


En realidad, los factores que más influyen en la poliizaci6n elelindMdtro y/ ogruposonloshechosmncratos,losadosde-soaaiquesah en lavidacotidiana,sin una interferenciadiredadeningúaacbpropgandíím. La opresión, la explotación, ladiiminaciónque vive elindividuo0queve darse en otros ind~duos,o algo menos estructural o permanente mmo los bajos salarios, el desempleo, la falta de opottunidades de estudio, incapacidad para obtener u&¡, etc., son hechos sociales que construyen o preparan los recepiáculospsicol6gicoseideol6gicosparaquelosindmduosy grupos sociales adopten determinadasmnduciaspolíticasque puedanser pasivaso adivas. No obstante, el contexto, la circunsiancia hictórica, determinan que, aun aceptando lo anterior, los individuos y los grupos no siempre tengan la misma reacción política. Es decir, frente a una misma explotación u opresión, o frente al desempleo, por ejemplo, los individuos o los grupos pueden reaccionar de la misma manera en un mismo momento, o un mismo i n d ~ d u o grupo pueden reaccionar de diferentes maneras a un hedio idéntico pero en contextos diferentes. Esta última apreciación ayuda a interpretar por qué en las elecciones pasadas en un contexto de crisis económica, los mexicanos al sur del río kavo, votaron, unos, la mitad, por el statuquo, y la otra mitad, por algúntipodecambio. Aunque todavía no se hacen las investigacionesque nos muestren con más claridad v contundencia cómo se resolvieronlas eleccionesdel 21 de agosto, si puede afirmarse que los controles corporativos del partido de ~stado; de los empresarios, aceitados por las gigantescas campahas propagandísticas de la mayoría de los medios informativos del país, siguen siendo eficaces como para seguir sujetando las riendas del poder político. La propagandagubernamentaly empresarial convenció a millones de mexicanos que, aun en un contexto de grave crisis política en la que la irrupción de la guerrilla y la muerte de Luis Donaldo Colosio aparecen como sus principales manifestaciones. el sistema político priista es el más capaz, o al menos el más conocido, de todbslos prota~nistas~poliíicos para darleha conducción menos accidentada a la nación. Cierto esque las eleccionesfuemn inequitativas como afirmó el PANy fueron desaseadas como declaró el PRO; pero aun así sorprendió que, aun habiendo millones de votos fraudulentos a favor del PRI, un númerotan alto de mexicanos siguiese respaldando a este último insütuto político en un contexto de profunda


crisis. En otras sociedades, la respuesta de la ciudadania en circunstancias similares, generalmente busca el cambio de gobierno. VI. Una nueva cultura política mexicana Lainmensamayoríade losciudadanosmexicanosenEstadosUnidosperteneció en algún momento a algunos de los organismoscorporativosdel partido oficial, y también participó en los ejercicios políticos clásicos del m; es decir, los mexicanosal norte de la frontera no desconocen la cultura política dominante al sur del río Bravo. ¿De qué manera se desembarazan de ella estando ya en Estados Unidos? Si, como se ha descrito anteriormente, en la era de la gkbalización de la comunicación, la inmensa mayoría de los mexicanos de ambos lades de la frontera están expuestospor lo general a la misma informaaóntelevisiva, no es entonces la propaganda gubernamentaldifundida por las tdevisosaspfiadas y nta a los disfrazada de informaciónimparcial, lo que hace actuar de mexicanos al norte de la frontera de los que están al sur de la iesisenunciadalíneas arriba. se puede entoncesafirmar que hechos sociales vividos cotidianamente en las esferas del trabajesaaknilia, el barrio, lasrelacionesinterpersonalesycon las institucionesgubenraaeptaleslos los aue determinan más que ningún otro factor las acciones -de i~dividuosy los grupos kcialea Los mexicanos en Estados Unidos al estar libres de la sujeción del mrporativismo estatal, y libres, por lo tanto, de sus prácticas políticas, rompen de una manera natural con la cultura política priista. Ni los programas de Sdiiridad o Procampo, ni las presiones gubernamentales o partidarias juegan un papel importante en los actos políticos de los mexicanos avecindados en el país del norte. Sólo indirectamente,en aquéllosquetodavíaguardannexosdepropiedad con algunosde losprogramasgubernamentales,se puede esperar unaconducta política de filón corporativo. En otro caso, las presiones sobre los familiares en Méxicotambiénpodrían obligar a los emigrantesa deíinirse por el paia&6ficiall. Hay, sin embargo, mexicanosque en Estados Unidossinpresión algunasino por convencimientopropio apoyan al paiado en el poder. Pero, ese respaldo es mucho menor que en México:norebasael20por ciento de lavotación simbólica. Los mexicanos radicados en los Estados Unidos, sólo tienen trato con autoridades gubernamentales mexicanas a través de los consuladoso al auzar


la frontera con los agentes aduanales y de gobernación. Sus experiencias con ellosgeneraknenteson negativas;provocan una reaccióncritica hacia la imagen gubernamentaly su partido. La imagen del ciudadano en su relación con los gobernantes cambia drásticamente conforme más tiempo residenlos mexicanosen Estados Unidos. Los mexicanosalnortede lafronteraaprenden avera lospolíticos y gobernantes como sujetos de crítica pública en todos los medios masivos de información. Aprenden que el ciudadano reclama, exige, propone y muchas veces decide. Los ciudadanos mexicanosemigrantesse apropian de muchos de los rasgos y de las prácticasde otra cultura política. Esa partir de sus nuevos referentesque empie;a a analizar y a enjuicia;los que conocieron en México. En este marco'de símbolos y ejercicios políticos distintos y sin presiones ni controles corporativos es que se encuadran la cultura política y su práctica en México. Hay, sin duda, otros elementossociológicosque intervienen en la respuesta politica que dan los mexicanos en los ~stadosunidos a la política que se hace en México.Uno, desuyoimportante,eslacondiciónsocialdelainmensa mayoría de ellos. El grueso deios emigrantes son "exiliadoseconómicos"; pertenecíana las clases asalariadas de México con baios inaresos o oocas o~ortunidadesde empleo y movilidad social. Pertenecían á un iéxico con pocos'privilegios;a un México castigado que poco tenía que agradecerle a su gobierno y a su partido. El ciudadano mexicanoaltraspasar la frontera norteseconvierteen un sujeto con una conducta social y política diferente. Si en México se le regatea su disposición y capacidad para el trabajo, en los Estados Unidos se disputa su empleo, no tan sólo por aceptar bajos salarios y condiciones de trabajo más difíciles, sino también por brindar un mayor rendimiento que los trabajadores nativos. Al instalarseel mexicanoenlasociedadnorteamericana,al adentrarseen ella y romper con los controles corporativosdel Estado mexicano y su cultura política, se convierte en un sujeto mas actuante y crítico. Losinmigrantesaldescargar su crítica al sistema político mexicanotorneado por el priísmo se sienten seguros de que no van a perder su empleo, que no se les van a negar créditos o se les va a reducir su salario. Si estas hipótesis son ciertas, puede afirmarse sin mucho margen de error queenMéxicolapoblaciÓntendríauna conducta políticadistinta, probablemente


parecida a la de sus paisanos al norte de la frontera, en un régimen dandeel partido hegemónico estuviera separado orgánicamente del Estado, donde las organizaciones sociales, paiticularmente las obreras y campesinas, laaipeoe estuvieran subordinadas al Esta130 vía el partido oficial y donde los masivos de comunicación no fueran propagandistas del partido ofÑial yBel gobierno. Enlas eleccionespresidencialesdelaño 2000, de confirmarseconstituaonalmente el derecho al voto de los mexicanos en el extranjero, podrá comprobarse o desecharse esta hipótesis. Si llegasen a votar cientos de miles o los millones de ciudadanos mexicanos que hay en Estados Unidos, por muchas razones podría hablarse de un notable acontecimiento histórico. La larga, más que centenaria batalla de las comunidades mexicanas en Estados Unidos por lograr el reconocimiento constitucional del derecho al voto trancfrontenzo como una mínima respuesta a su aporte económico, social y culturala la reproducciónde lavidanacional, podríaversealcanzadopor primera vez en el año 2000. Es decir, la constante e hisdórica reclamación de los mexicanos en Estados Unidos de opinar e incidir con su voto en la conducción de la nación podría entonces lograrse por primera ocasión. El ejercicio del voto mexicano en el extranjero sería el mejor laboratorio de la cultura política mexicana, porque podría observarse con más transparencia, sin controles comorativos v sin coerciones sociales v rmiíticas directas. cómo orientan paitidaiamente s i voto los ciudadanos méxkanos. En el año 2000 podríamos ver por primera vez que la vida políüca mexicana, la lucha de los partidos políticos por el poder mediante el ejercicio del voto se daría también fuera del territorio nacional. El voto mexicano en el extranjero sería el primer ejercicio político electoral transestatal del siglo XXI. El voto mexicano en el e&anjero sería la primera confirmacióncons&ionaldelaredefinicióndelasoberaníanacional mexicana; es decir. se constataría iurídicamente aue la nacionalidad mexicana existe más allá de Sus límites legales como ~stadoNación.


Conclusiones El voto mexicano en el extranjero, particularmente el que se ha expresado en Estados Unidos de manera simbólica, en las dos ocasiones en las que se ha depositadoendiferentesciudadesdelvecinopaís del norte, 1988y 1944, hasido marcadamentedesfavorable para el Partido Revolucionario Insütucional y ,por el contrario, se haindinadocontoda claridad a favor del Partidode la Revolución Democrática. El Partido de Acción Nacional ha quedado en una posición intermediaen lasdos ocasiones, entodas las regionesestadunidensesdondese celebraron comicios simbólicos, con la excepción de Dallas, Texas, en 1994, lugar en el cual el instituto políticofavorecido fue el blanquiazul. ( En este trabajo no se ofrecen cifras de la votación en Dallas, porque no se tuvo acceco a la información escrita). La hipótesis que se maneja en este trabajo es que los ciudadanos mexicanos residentes en Estados Unidos al no estar sujetos a los controlesmprativosdel Estado mexicano, y al modificar su cultura política en una sociedadcivil másautónoma adauieren una conducta ciudadana máscrítica e independiente que se ha inclinadoen las votaciones simbólicas a los partidos de oposición. Fue precisamente, uno de ellos, el PRD, quien propuso en varias legislaturas que .& aprobara constitucionalmente el derecho al voto en el extranjero. En 1996, seaprobóencalidaddetransitoriotalderecho,elcual podría confirmarse en 1999. Una segunda variación de esta hipótesis es que los ciudadanos mexicanos residentesen EstadosUnidossepresentancomoconctituyentesparadigmáticos de una nueva sociedad cMI mexicana en la que no hubiese los controles corporativos y autoritarios del Estado y los medios de comunicación de masas tuviesen una conducta informativa más equilibrada y veraz.



El impacto de la nueva geografía electoral federal en Sinaloa

Resumen E n este artkwIo se analizan /as repercusiones de la nueva geografía ektomi sinaloensesobrelos niveles de wmpetitividadeledoraleneleccionesfederals. El texto se divide en tres partes. En laprimerase describen lascaracten'sticasdecada unode losnuevos distritos. Para la descripción se parte de las variables contempladas por e l r en ~~ su trazo; pero, se agregan otros elementos como extensión territorial, Mas y medios de transporte, número y tipo de localidades, medios de wmunicación. De esta manera sepone aprueba la equidadwnla que sedefinieron los distritos y se determina elperfildelas campañasque deberán realizarse en cada ámbito. En la segunda, a través de un ejercicio de simulación, se establece el impacto que las tendencias electoralessufrirán w nmotivo de la redistritación.Se intenta conocer el sentido de las alteraciones de los resultados si las votaciones se hubieran efectuado bajo la nueva aeourafía. Los datos oficiales casilla por casilla de las elecciones federales de 7994y las locales de 1995 en sinaloa se agrupan en función de los antiguos vnuevos límites distritales. De esa manera, se evalúan las repercusionesde la redistritación en la eleoción de diputados de mayoría. En la tercera se plasman las wnclusiones que se desprenden de los dos capítulos anteriores. !

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'Profesor-investigador del Centro de Investigaciones Sociales de la Escuela de Ciencias Sociales de la UniverridadAui6noma Sinaloa.


La nueva geografía electoral sindoense en elecciones federales 1. La división política y la extensión de los d

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El acuerdotomadoenel Consejo Generaldel IFEi establece que para determinar los límites dictritales se combinaron diversos ciiterios: equilibrio demográfico, división política del país en municipios, infraestructuradevías de comunicación y tiempos de traslado de las secciones a la cabecera distntal, entre otros. La aplicación de los criterios de 'equilibrio demográfico" y respeto de la integridadterritorial delos municipios, en elcaso de Sinaloa generólassiguientes definiciones de límites: sólo dos distritos coinciden directamente con ámbitos municipales, el distrito ubicadodesde 1978 en el municipiode Guasave, que se mantiene igual en 1996 (aunque cambia su numeración para ser el cuatro, debido al estilo de ordenación impuesto ahora2),y el dos, en el municipio de Ahome:el municioiodeCuliacán. eldemavorvolumenooblacional enlaentidad. se dividé, contendrá losdistritos,'cinco y skte (antesdi lacreacióndel ~ u n i c i ~ i o de Navolatoen 1985, Culiacántenia tres distritos completos, despuéscompartia uno con Navolato): el municioio de Mazatlán tambikn estará dividido e'n dos distritos, comoloe'~uvoantes:sÓloqueahora ladictribuciónseparalapoblación urbana de la rural; así, la mancha urbana de la ciudad de Mazatlán integrará un distrito, el ocho, mientras la población rural de este municipiose integrad con la de las otras seis municipalidades del sur de la entidad, para formar un sólo distrito, el seis; los otros dos distritos se integrarán uniendo los territorios de cuatro municipios cada uno, el uno estará formado con las municipalidades de Chok, El Fuerte,Sinaloay SalvadorAJvarado;y, eltresenAngostura, Badiraguato, Mocorito y Navolato. La extensión de los distritos es muy variable, como puede apreciarse en el cuadro siguiente: Los nuevos d i s t k snialownses según su extensjdn temtorial

Distrito

Extensidn (has)

% (del total estatal)

Fuente: Anuario estadlstico de Sinaloa 1995, INEGl Diano Ofiaal de la Federación, Mhxico, DF, viernes 9 de agosto de 1996. tomo DVX. N' 7. "La distribuci6nde los disiritos se efectuará de norte a sur y de oeste a e*", Diaffo Oficial de la Federach, Mhxico. DF, viernes 9 de agosto de 1996, Tomo DVX, No7. p. 3.


Eldistrito másextenso ahoraserá el seisy el más pequeño, el ocho, taly como puede apreciarse, ambos ubicados en la región sur del estado; los dos tendrán comocabeceralaciudaddeMazaüán. Deestasuertesepropiciaunadesigualdad geográfica muy marcada entre dos distritos contiguos.

2. La concentración de los electores Sinaloa, a pesar de su fama de entidad agrícola, hoy vive fundamentalmentede las actividades del sector terciario de la economía. Esta transición se expresa, además, en unaexiensióncrecientedelcarácter urbanodesu población. kl64.1 por ciento de los sinaloenses se concentra en apenas el 1.6 por ciento de las localidades (las de dos mil quinientos o más pobladores); en las diez ciudades ciento). más im~ortantesdel estado residecasi la mitad de la población (47.7~1~ ~ientrasque entre las tres ciudades más important& reúnen e138.2por ciento de los habitantes, en el 98.4por ciento de las localidades(las demenos de dos mil quinientos habitantes) se dispersa el 35.9por ciento. En atención a esa dinámica poblacional,se incluye d númerode localidades en cada distrito como elemento a considerar para deñnir mejor d carácter de cada uno de estosocho espaciosgeográficos. Esta información, además, da una buena medidade la magnituddel esfuerzo operativo de localizaci6ny capacitación de las mesas directivas de casillas, así como en organización de la jornada electoralencadadistritoy puedeser útil enladefinicióndelostiposdecampañas políticas que podrán efectuarse y estimar, desde otro ángulo la cantidad de recursos que pueden y deben invertirse en cada caso. LXzóibuci6n de la población de cada dsttito porlocalidades. Localidadea

1 8 9 hab -1 hsb 50b2499 hsb 25M>d989 lub YKX1BSgs hsb 1 0 0 0 1 14998 hsb 1 5 0 0 1 4 8 9 9 9 hsb 50 0 0 1 9 9 899 hsb

DiSbtoe

1 855 267 75 B

5 1 2

.

2 151 45 49 10 4

1

4

3

71s 28s 88 8

4 1 1

7

B

5

m

in

1082

97 72 13 1 1

74

206

27

78 10

1 1 1

3

3

2 1

3

8

288 i n 45 1 1 1

1

Fuente:ldem

Como puede apreciarse en el cuadro anterior, el distrito 6 es el que presenta una mayor dispersión poblacional, con lo que se refuerza laimpresiónde que se trata de un distrito atípico. Sin embargo, en este rubro en particular, podrían


sustentarsecomoatenuantes,argumentosde organización electoralrespedo al escaso efecto que produce esta dispersiónen la disposiciónde las casillas, pues las cabeceras de sección siempre se establecen en las localidades más pobladas; además, si se tiene en consideración que uno de los tipos de campaña politica más usados es el del proselitismo por contacto personal y que en su operación se privilegian los siiios de mayor número de habitantes, es el d i ¡ 3 el que tiene más localidades, 397, con posibiiidad de ser incluidas en los recorridos de los candidatos; dispuestos con base en ese u&, le siguen el distrito 1 con 356 y en tercer sitio se encontraría el distrito 6 con 300.

Finalmente, al intentardefinir la naturaleza de cada nuevodistrito en función de lavariablede concentraciónpoblacional,distinguiendocomo urbana lade las localidades de dos mil auinientos o más habitantes. se observa la siauiente " distribución: cinco de los disiritos son urbanos: uno en forma total, el 8; cuatro, predominantemente urbanos3,el 2, el 4, el 5 y el 7. Los tres distritos restantes, el 3, el 1 y el 6 serán predominantementerurales'. Distrito 1 2

Urbana 36.5 74.4

Rural 63.4 25.6

Fuente: ldem

3. Comunicacióny transporte

La infraestructura de vías de comunicación y medios de transporte fueron factores significativos para la decisión sobre los límites distritales, según se expresaenel acuerdo respectivo. De ahiquese recumeraala integraciónde los cuadros siguientes para determinar la distribución de esos elementos en el territorio de los distritos y verificar los niveles de equidad existentes en estas materias. Se dice que un dstnto es predominantementeurbano cuando e160% o m6s de su poblaciónvive en localidadesde 25W o más habitantes. 'Se dice que un distrito es predominantementerural cuando el 60% o más de su poblaci6n vive en localidades con menos de 2500 habiintec.


Medos de comunicación en cada disfMo Oistnto

Emisoras de Radio

1 2 3 4

1 11 O 2

5

9

6 7 8

2 10 12

Canal bcal Líneas de T V TeleMnicas

O 1 O

10749 33883 5458

O 1

14022

Localidades oficinas de con Telefono correo

3MM) 1 9 8 0 0 1 50433 1 53994

109 73 135 96 47 133 78 1

39 23 47 48

45 123 76 3

oficinas de telegrafos

23 6 16 11 4

25 8 3

Fuente: ldem

Debido a las notorias deficiencias en la cobertura de los cervicMs de comunicación destacan de nuevo los distritos 3 , l y 6. Las dificultades'pieesto entraña para la organización de los comidos son significativasy se m n como obstáculo paracampañas másequitativas, sobre todosi se tieneenque, en materia de transporte, las condiciones son similares, pues b u e p & e de la geografía de los tres distritos aludidos es de corte serrano y los carreteros son, en el mejor de los casos, caminos revestidos, como & observarse en el cuadro siguiente: Vlas de iranspomipor Osinto Distino

Caminos Km. Revestidos

( % del total distntal) Terraceria

Estaciones de FC

Pavimenta&

Fuente: ldem

Las tendencias electorales en los nuevos distritos Entre 1979 v 1994 los partidos v sus militantes se organizaron v realizaron campañas bájo reglas de distribución geográfica distintas a las qeuni 1997 se pondrán en práctica. La base de la estructura territorial no se altera Además de la seflal abierta de canales locaies. las sbiiienies ciudades cuentan w n servicio de televlsibn por cable: GuamIichil (distrito 1).Los &chis-(dis~o 2). Guasave (distrito 4). Culiadin (distritos 5 y 7). Escuinapa (disirito 6)y Mazatlbn (disiritos 6 y 8).La uudad de Rosario (distrito 6) cuenta con servicio espedal de TV via satelite proporcionadopor el Ayuntamiento.

I


sustancialmente, pues se mantienen las secciones electorales tal y como se conocen desde 1991. Sinembargo,en esteestudioseparte delapremisadeque la redistritación modificará de varias formas las condiciones de competitividad. En primer lugar, al recomponerse los espacios donde se disputan losvotos, para obtener cada diputación, se altera también la distribución anterior de las votaciones por partido, por lo que es relevante conocer, por lo menos hipotéticamente, como se reestructurarán las clientelas electorales y, en consecuencia, poder establecer o negar algún efecto premeditado en la definición de los limites geográficos que ahora entran en vigor.

- -

Por otro lado. la nueva aeoarafia electoral va a imoadar en las contiendas internas por las candidaturas a diputados, en los paidos cuya base militante intervieneen la selección, deacuerdocon criteriosdeubicación de su residencia - c o m o es el caso del PAN y el PUF. Además, la redistritación deberá influir en las estrategiasde campaña de los partidos, pues no se trata sólo de un cambio en la geografíafísica, sino, que hay modificaciones importantes en la configuración de los grupos organizados o no, y nuevas conjunciones de intereses sociales, econ6micos.y políticos a los que habrá que poner atención. Para tener una perspectiva más clara del impacto de la redistritación en la distribucióndelosvotos,se realizarondosejercicios:enambos losdatosoficiales de resultados de elecciones son la base ; en el primer caso, se comparan la distribución de votos real de 1994, en la elección de diputados federales, frente a una distribución simulada de los votos conforme se ;egistraron en las casillas durante la elección de diputados locales en 1995, agrupados los resultados según los limites distritales antiguos, como puede apreciarse en el cuadro siguiente: EJERCICIO DE SIMULACIÓN 1 Votación por partido en antiguos distritos l Distrito Patiido PAN PRI PRO OTROS TOTAL

Partido PAN PRI PRD

OTROS TOTAL

Votación efectiva obtenida por partido en 1994 en elección de diputados de mayorla.

' Dirtnbucidn simulada con base en la votación registrada por partido en la elección para diputadas locales de 1995.


IIDistrito PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

IIIDistrito

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

IV Distrito PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

V Distrito PAN

.

PRI . ..

PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

VI Distrito PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN

.P.R..I

PRD OTROS TOTAL

VI1 Distrito PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRO OTROS TOTAL

Vlll Distrito PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN

.PRI . ..

PRD OTROS TOTAL


IX Distrito

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN

PRI PRD OTROS TOTAL

En el segundo ejercicio, se realizaunadistribuciónsimuladadelasvotaciones en función de la nueva distritación. Las mismas votaciones de 1994 y 1995, consideradas anteriormente, se agrupan como si se hubiesen realizado los procesos conforme la reorganización de las secciones electorales por distrito acordada en 1996 por el IFE. EJERCICIO DE SIMULACIÓN 2 Votación por pati~doen nuevos distritos Distrito 1 partido

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

partido PAN

PRI PRD OTROS TOTAL

Distrito 2 PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

.m n


OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRO OTROS TOTAL

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

PAN PRI PRO

PAN

PRI PRO OTROS TOTAL

30.7% 51.4% 14.8% 3.1% 100.0%

PAN PRI

PRD OTROS TOTAL

Distrito 8

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

41.7% 41.6% 12.4% 4.2% 100.0%

PAN PRI PRD OTROS TOTAL

De acuerdo con lo obtenido en el primer ejercicio, se puede obsenmrcánie las tendencias electorales sufrieron una alteración sustancial producto de la acciónciudadana. QuedaahíregistradocómosealteróelniveldecompetitMdad pordistrito,al grado que hipotéticamenteel~~~tendríacuatro triunfosde mayoría frente acinco del PRI. LOmásim~ortantedeeste eiercicio es que nos permitetener un marco de referencia cobre ¡a evolución de lac condicion'es de & m p ~ d a d que genera el electorado, al margen de las condiciones geográficas.

I

El segundo ejercicio evidencia cómo la nueva geografía altera la distribución de triunfos. De haberserealizado la elección bajo la redistritaciónahora implantada, uno de los distritos (el 8) lo hubiese ganado el PAN, por escaso margen, y los otros siete los hubiera obtenido el PRI. Mientras que en ocho de los nueve triunfos del PRI de 1994sus votaciones estuvieronarriba del 50 por ciento; en la simulación bajo el esquema de ocho distritos, además de perder uno de ellos, sólo en cinco se registrarían esos niveles de votación. La distribuciónsimuladade lavotaciónde1995 en los nuevosdistr¡itos, por su parte, muestra cómo el m y el PANse hubieran repartido en partes iguales los


triunfos de mayoría, mientrasquebajoel antiguo esquema de nueve distritos el PRI hubiese conseguido cinco dictritos por cuatro del PAN. Conclusiones 1. Los criterios oficiales

La redistiición de Sinaloa sólo presenta un problema: la extensión del distrito 6 que cubre un territorio equivalente a 30.6 por ciento del total estatal; abarca siete municipiosv . .el mavor número de localidades con 1382. Dimensionesaue contrastan con las del di&ito más el 8, que sólo incluye la casitotalidad de la mancha urbana de Mazatlán y tienen una extensión de apenas 4632 has aproximadamente. Como ambos distritos están ubicados en la región sur del estado y los dos tendrán como cabecera la ciudad de Mazatlán, la desigualdad geográfica tan evidente entre estasdosdemarcacionescontiguaspuede afectar la imagen que el ciudadano común se forma sobre el proceso. Las características demográficas de los distritos reflejan en general las del estado en su conjunto. Es razonablemente equitativa la composición urbanorural de los mismos: tres son de carácter eminentemente rural; cuatro tiene predominio de lasáreas urbanas y uno es totalmente urbano. 2. La competitividad electoral

Enfuncióndelo observado en los ejerciciosdesimulaciónreseñados, es notorio que la nueva geografía electoral favorece la pluralidad y la competitividad. De mantenerse las tendencias registradas en las votaciones consideradas, la competitividad seráalta en siete de losocho distritos. En este rubro el problema señalado con el dislrto 6 reaparece afectando negativamente el conjunto de la redistritación. El distrito 6 es el único en el aue PRI pudiera sostener votaciones por encima del 50 por ciento y con diferencia de más de quince mil votos a su favor. Lo cual contrastacon la configuracióndel distrito 8, del cual se segregaron algunas áreas urbanas de Mazatlán como las colonias Lomas del Ébano, lnfonavit Alarcón y Casa Redonda, cuyas votaciones habían significado buena parte de la diferencia a favor del PRI en las ocasiones en que ganaba la ciudad; lo cual acrecienta las posibilidades de triunfo para el PM en ese distrito. De acuerdocon los datos obtenidos del ejercicio desimulación, en dos delos distritos rurales, el 1 y el 3, que en 1994 hubieran significado resultados a favor


del PRI con el 60 por ciento o más de la votación, vistos a partir de las votaciones de 1995, se presentaríandiferencias entre el PRI y el PAN reducidas a menos de quince puntos porcentuales. En términos absolutos, de diferencias de casi cuarenta milvotos a favor del PRI. la distancia disminuiría a wcos menosde diez mil votos. Además, el escenario en ellos dejaría de ser bipartidista, debido a que el PRD obtendría entre 12 y. 15 por . ciento de los sufragios . en cada uno de esos nuevos distritos. Eldistrito4, de Guasave(la únicademarcaciónquesubsistedelasanteriores, aunque antes era el segundo distrito), seguirá siendo el más pluralista y sólo registra una alteración en cuanto al orden de los competidores: d PW habría superado ya al m en votos, según los resultados de 1995 y amenazaría el liderazgo del PRI del que sólo lo separarían cinco puntos porcentualesy poco menos de cinco mil votos. El avance del blanquiazul esconsiderableaqtií, pues en 1994 el PRI obtuvo más del doble de la votacióri panid. En losotrostresdistritos(el 2, el 5 y el 7) el grado deincertidumbreseríamuy elevado. Dues lasdiferenciasentrelosdoscontendientesprincipalesesbastante reducid;: Otracaraderísi¡casobresalientede ectoc distritose; que el ecoenario es totalmente bipariidicta, pues el tercer lugar de la competencia no alcanzaría, en el mejor de los casos, ni siquiera el 10 por ciento de la votación total d i W .



La transición política en Sinaloa: realimamiento, geografía y pronóstico electomks para 1997

Ernesto Hernández Nonagaray"

Resumen

En este trabqo de mvestigadán, elproposih, es daro: pretendemos amka~la transiciónpol~lcaen el estado de Sinaloa desde 1982hasta 1997.A tal&fo, uüiizamos indicadores relativos a los realineamientos y la nueva a eledoral. Asimismo, con el fin de darle adualidada la información esidkfh, realizamos una proyemión a los wmicios federales de 1997. La largatransición pdiíca mexicanaha seguido desdefinales de lossetentauna dinámica errática donde el ne~iosismodel viejo régimen coexiste mn4os balbuceos de un retofio democrático que no termina de madurar en un sistema de reglas capaz de regular la acción de los actores políticos. La definíábn de estas reglas, d reto más largamente amriciado por losreformistasmexicanosde finales de siglo, ha alcanzado su másjusta dimensión en el ámbito federal pero su auténtica expresiónen los procesos electorales de los estados y municipios. La máxima revolucionaria que enseñaba crudamente que todo dimanaba del centro a la periferiaestáencrisis cuandoelprotagonistaregionalimpone lavisión de que los cambios en la provincia inciden en forma creciente en los comportamientos de las élites metropolitanas.No es casual. La quiebra de los equilibrios regionales ha descubierto nuevos realineamientos electorales que han 'Profesar-investigador del Centro de lnvdgadones Sociales de la Eswela de Ciencias Sociales de la Universidad Autótmma Sinaloa.


transformado las preferenciasque habían dominado al sistema de partidos y ha sentado las bases de la construcción de un nuevo sistema ~olíticoaue habrá de sustituir los usos y costumbres autoritarios. En Sinaloa, esto ha ocurrido entre 1980 y 1995, siendo visible una nueva geografía electoral impensable a finales de los años setenta, cuando el peso de la oposicióntenía un carácter testimonial; mismo que era refrendado periódicamente cuando se ratificaba el sistema de partido hegemónico en elecciones cuasiplebisciiarias. Justamente, este trabajo de investigación pretende mostrar desde una perspectiva electoral, cómo se havenido dando este proceso de transformación como delsistemadepartidosquehapropiciadocambiosen~~sistemanormativo, también en las actitudes de una ciudadanía.. aue ha tomado ~ u l s sobre o el valor , del voto en la configuración de un sistema político más moderno y menos desproporcionadoen la representación partidista. Como un intento de redimensionar estos procesos, asimismo, expondremos al final del texto un ~osibleescenario de las elecciones federales en este estado del noroeste del

La evolución de los apoyos partidistas Las reformas a la constitución en materia ~olíticaen 1979. derivaron en Sinaloa en una nueva ley reglamentariaen materia electoral que entre los artículos más relevantes reconocía a los partidos como "entidades de interés público", de tal suerte que estimularonla participaciónciudadana en el alumbramiento electoral de formaciones ~oiíícacaue hasta entonces desenvolvían su actividad en la surgieronde las aulas.de marginalidadpolkca. as nksdeecta~or~anizaciones la universidadpúblicay las menosde lasluchas agrariasy popularesde losaños setenta. Del viejo sistema de partidos sólo sobrevivi&on dos con viabilidad electoral,que son los que hasta hoy han impuesto, en gran medida, el ritmo y los tiempos a la transición del sistema político en este estado: el PRI y el PAN. PRI Las eleccionesestatalesy locales de 1980se desenvolvieron en un ambiente de indiferencia a la oferta electoral el PRI postuló como candidato a la gubernatura a un miembro de la élite agraria del sur, Antonio Toledo Corro, quien se había


desempeñado como Secretario de la Reforma Agraria durante el mandato presidencial lopezportillista, realizó una campaña conforme al estilo de la vieja usanza que incluía una historiafílmica desu batallar por lavidaque fuecoronado con los, hasta entonces, infalibles 'baños de pueblo" en los principales centros urbanos del estado. El resultado en general, como lo indica el cuadro 1, fue positivo para loscandidatosdeeste partido que en promedio recibieronal menos tres de cada cuatrovotosde un raquítico25 por ciento de losempadronadosque concurrieron a las urnas para investir al nuevo ejecutivo de los poderes constitucionales. Atrás, ya, parecían ir quedando los poderes omnipotentes y omnipresentes delviejo sistema de partido hegemónico, que en esta elección a la par delos altos índices de abstencionismo, perdía más del 10 por ciento desus votos cautivos en favor de una oposición que emergía de la periferia del sistema para disputar espacios del mercado electoral. Estatendencia a la baja se hizo más evidente en las locales de 1983. En esa ocasión que se renovó el legislativo y los presidentes de los dieciocho ayuntamientos con su respectivos cuerpos de regidores, en las tres principales se dio una fuerte competencia entre los candidatos del PRI y los del PAN. A fin de garantizar los triunfos priístasfue necesario uno de los mayores fraudes de que se tenga memoria en la historia política de este estado. Se utilizamn todos lo recursos extralegales para imponer a los candidatos priístas y debilitar la presenciade la nueva generación panista que en este ectado contaba entresus miembrosa empresariosquedebutabanvirtualmenteen la política, como fueron los casos de Manuel Clouthier, Emilio Goicoecheay Humberto Rice. Aun con el uso de malas artes, en la contienda electoral los resultadosoficiales reconocen que el voto del PRI cayó en un 8% en las legislativasy, en las municipales, más de un 12%. El avance que tiene la oposición de derecha en las principales cabeceras municipales son resultado de la combinación de tres factores, que igualmente influyeron en otros estados del norte del país, como fueron: el deterioro de la oferta priísta que en estos años administraba las políticas de "ajuste y cambio estructural", que afectaban sensiblemente a los sectores mediosde la sociedad;la ruptura de una de las leyes no escritasdel sistema que consistía en que no deberian tomarse decisiones en materia de estatizaciones sin considerar a los empresarios, lo cual sucediócon la bancay, esto, en el norte llevó irremediablementea prominentes empresarios a que se afiliaran al PAN y, por último, provocó un despertar ciudadano que bajo el amparo ideológico del liderazgo panista votó a favor de la transición a un sistema de partido de predominancia priísta con franjas de oposición claramente establecidas.


En las elecciones generales de 1986 el PRI ya no postuló un candidato de la vieja dase política regional sino, por el contrario, fue un miembro de la élite burocrática metropolizada.FranciscoLabastidaW o a , ex Secretariode Energía e Industria paraestatal y, actualmente Secretario de Agriculura, Ganadería y Desarrollo Rural, se hizo acompaiiar de otros miembros de la élite burocrática para disputar las alcaldias de los principales municipios (Ahome, Culiacán y Mazatlán). El resultado les favoreció, no sin perturbaciones poselectorales, frente a unos candidatos panistas que aumentaronsu caudal devotos llegando a concentrar entre los dos partidos más del 90 por ciento de los votos. Aunaue. fue en las intermedias locales de 1989 cuando este avance panista lo& su primerayuntamientoaldeclarársele,enunambientedegranp&urt>ación&al, vencedor al emoresario Humberto Rice en las elecciones de Mazatlán. En esta e l d ó n el comportamientode los electores técnicamente fue erráticoy políücamente discriminatoria, ya que mientras en las legislativas la votación se le cayó al PRI en casi cinco puntos, en las municipales la recuperación fue de casi seis sobre los comicios de 1986. Sin embargo, lo errático de esta elección no se sostuvo en las generalesde 1992, la caída de la votación priísta fue a tres bandas: en la elección de gobernador el ~~tsufrió la caídade másdediezpuntos, enlas legislativasdemás de seis v en las municioales de once. No obstante. mantovo el control del Congre& y sólo prdió ei sureño municipio de ~scuinaia que se compensó con la recuperacióndel puerto de Mazatlán.Además, como elemento adicional, en esta contienda la variable del conflicto electoral estuvo presente a tal punto que elgobernadorenfuncionesrecibiólaconstanciademayoríaencondicionespoco convencionalesy prádic&ente seve obligado atomar protestacomo gobernador ante una multitudpriístay, no ante el plenodel Congresolocal, como lo marca el protocolo de habilitación4. En la elección intermedia de 1995 se omduio una verdadera debacle en la votación priísta. Los antiguosfeudos del 1hmad;o voto verde (leal) se rompieron desbordando simpatías blanquiazules; las principales ciudades fueron escenay losdistrhosque equilibrabanel peso del voto rios de rotundostriunfos verde con el voto urbano en vanos casos fueron incapaces de evitar los realineamientos de las preferencias electorales. El PRI, como veremos más adelante, manifestó una caída mayor si tomamos en cuenta la competencia cerrada que sostuvo en otros municipios donde logró triunfos por un escaso margen de ventaja. lnduso, el PRI, que tenía un asentaRlienbWitado elevó su votaciónsignificativamente llegando a ohtener el triunfo en el municipiemcio1. Pmceso, núm. BSB.

108


nalmente priísta de Angostura. La explicación del despegue perredista en este municipio donde prácticamente no existían antecedentes izquierdistas se encuentra, como sucede en muchos lugares del país, por el paso de priístas que buscan acomodo en las filas del cardenismo. CUADRO l

PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL (PORCENTAJE SOBRE VOTOS VALIDOS) APOYO ELECTORAL EN LAS ELECCIONES ESTATALES Y LOCALES EN SINALOA

ANO

GOBERNADOR AbsoIutoe

Reiaüvoa

LEGISLATIVAS Abhol~tcs

Relaovoe

MUNICIPALES Ab601Ytol

Rslativos

PAN La evolución electoral del PAN, como lo hemos señalado en el apartado anteriw, ha ido en constante crecimiento mediante un doble movimiento: primero, su asentamientofueenloscentrosurbanos,especiamente,entrela numerosadase media que se volvió permeable alos mensajes políticos del conservadurismo, y, más tarde, fue rompiendo los cotos tradicionalmente priístas en el medio nnal. Un ejemplopatéticodeeste procesoloconstituyeelmunicipiodeEl Fuertedonde hastala elección federal de 1991 IosprMasobteníanvotacionescercanasal80 por ciento y, en las localesde 1995, la diferenciapese a que siguió favoreciendo al parüdotncolor, sólo que en esta ocasión fuesuperior al 10 por ciento respecto de la primera minoría. El cuadro 2 da cuenta de este proceso en forma agregada. Las tmdencias que favorecen al PANson en cierto sentido las que explican el deterioro electoral del PRI, por lo que interesa destacar en nuestro análisis. las variables que esümamos dan cuenta del realineamiento de los eledores en favor del partido blanquiazul. El avance del w s e explica, al margen de la dinámica de la política nacional, por la combinaciónde factoresregionalesquese hanacumulado en las últimasdosdécadas:esto es. el abandonodelcam~o . aue . habiendosido eiemplo . . de capitalización ha forzadoia salida de contingentes de una generación hacia


los centros urbanosy el extranjero; la desapariciónde caudillos con capacidad regulatoria que creó un vacio cubierto por nuevos liderazgoc de origen empresarial imprimieron un sentido más pragmático a la actuación de este partido y, por último, como producto de este proceso acumulativo derivó en una mayor profesionalización de sus cuadros políticos, que crecidos en los triunfos, se compadaron organizativamentedesplegando fuertes campañas en favor de su fórmula. En la evoluciónde las preferenciasen las elecciones para gobernador existe un parteaguas en 1986 cuando este partido nomina como su candidato a la aubernatura a Manuel Clouthier. auien realiza una de las camoañas más hcisivas y contestarias, que haya'll&ado a cabo hasta entonces u; candidato dela ooosiciónen la búsauedadelas preferencias electorales. El incremento de las simpatías por la fórmula blanquiazul en prácticamente un trescientos por ciento y, un efecto colateral menor pero significativo sobre las elecciones legislativas y municipales, da cuenta del avance de este partido en la geografía estatal. La respuesta a este avance no se hizo esperar cuando desde el poder se instrumeni&onlos mecanismosmas socorrido^ de promoción del voto priísta y de inhibiciónde laspreferenciasdelvoto opositor. El desenlace no pudoser otro que el del conflido poselectoral que se wncentró en las principa¡es ciudades dejando un saldo simbólico de heridos y encarcelados por motivos políticos. Las eleccionesintermediasde 1989 dan cuenta de un nuevo avance del PRI, en los principlescentrosurbanosdela entidad, como resultadode la postulación de candidatos provenientes de las filas empresariales que constituyeron un atractivo para las amplias capas medias de la población y sectores sociales descontentos con las politicas ineficaces del gobierno labastidista. El ascenso cabeceras municipalesque fueron panisia se dio nuevamente en las escenariode confrontación entre lossimpatizantesde las dos principalesfuerzas políticas. El resultado, como lo dijimos-líneasatrás, fue el reconocimiento del triunfo del empresario industrial Humberto Rice en el municipio de Mazatlán y la negativadeaceptarotrasderrotasenel resto de alcaldías. LahabilitacióndeRice García como presidente municipal provocó tensiones enire la propia dase política tradicional que consideraba inaceptable que la diferencia de unas cuentasdecenas devotos hubieransido suficientes para entregar a la oposición el segundo ayuntamiento en el estado. El disgusto no pasó a mayores, sin embargo, entre el pflísmo quedó la sensación de que el reconocimiento del triunfo panista constituía la primera 'concertaces6n" del régimen salinista en perjuicio de las elites 10cales.~ El sociólogo Enrique Vega Ayala sostiene que el reconocimiento del triunfo del P ~ en N MazatMn fue producto de la primera "concertacesión"del gobierno salinista con la dirección nacional del partido blanquiazul. Cfr.Jaime Tamayo y Jorge Alonso (1994): Elecciones w n aiiernatiJas. ediciones La Jornada - IIES - U N ~ .


El avace del PANfue prácticamentede un cuatro por ciento en las legiiativas y, poco más de un tres por ciento en las municipales con lo que este parüdo obtuvo uno de cada cuatro votos válidos en la disputa. Las elecciones generales de 1992 mantienen la tendencia gradualista en la obtención del voto ciudadano. En estos comicios. en losaue no estuvo ausente el conflicto poselectoral, el PAN logró incrementar sus votos en la elección para gobernador en poco menos de un siete por ciento; cuatro y cinco por ciento en las elecciones de legislativas y municipales, respectivamente. Este avance del PAN, sin embargo, tuvo un efecto diferenciado en el nivel legislativo y los ayuntamientos. Asílascosas, el PAN mediante la nueva ley electoralque había incrementadolas posicionesplurinominale+logrÓ aumentar sus miembrosen el Congreso local y, sólo obtuvo el triunfo en el municipio de Escuinapa. En el otoño de 1995las eleccionesdieronunvuelco de cientoochentagrados que favoreció, como nunca antes, a un PAN que superó con creceslas exeectativas que sus estrategas habíanacariciado3.A nivelagregado lascifraspanistas nos indican un incrementode odio y nueve puntos en laselefflones legislativas v munici~ales.res~ectivamente. Mas, nocóloeso.Acción Nacionalmantienesus posiciones en el Congreso y logra triunfos en los principales municipios de la entidad. El eslado, como lo decían los publicistas panistas, se había pintado de blanquiazul, cuando sus triunfos se daban en las mayores concentraciones urbanas y avanzaba, significativamente, en franjas importantes de municipios rurales. CUADRO 2 PARTlDO ACCION NACIONAL 1980-1995 APOYO ELECTORAL EN LAS ELECCIONES ESTALES Y LOCALES DE SINALOA (PORCENTAJE SOBRE VOTOS VALIDOS) AÑO

GOBERNADOR RELATIVOS

ABSOLUTOS

1980 1983 1986

17304

7.2

164&10

n.9

LEGISLATIVAS ABSOLUTOS RELATIVOS

24174 105328 142469

10.5 22.3 24.9

MUNICIPALES ABSOIUTOS RELATIVOS

28432 113064 142728

12.9 24.9 23.8

Anuario Esiadlsbro del Estado de Sinaloa, edición 1992,INEGI- Gobierno del Estado de Sinaloa.

1

Ese aiio en el Conaresa del Estado se arirob6 una nueva ley electoral que entre sus reformas contemplaban una mayor c8udadanizacdn de los organismos eledorales, el incremento a 24 los dldntos uninomlnales y obseNaci6n eiectoral Ley Uecforal de) Estado de Slnaloa. Gobierno del


PRD La larga metamorfosisdela izquierdasinaloenseque ha pasado, como en pocos lugares de la provincia mexicana, por un mar de siglas que virtualmente han reacomodado el alfabeto políticotuvo hasta los noventa un carácter meramente testimonial. La atomización de sus expresiones como también su debilidad orgánica, las pugnashistóricas, su perfil universitario, la proclividadalcaudillismo y la estrechez de los espacios de competencia, le redituó en esios años una escasa presencia electoral como lo indican las cifras que nos ofrece el Cuadro 3. La articulación histórica del PCM-PSUM-PMS-PRD ha tenido un crecimiento parsimoniosoen laseleccionesparagobernador. Enlaseleccionesgeneralesde 1980 postula al dirigente campesino Patricio Guillén, quien apenas si cubrió los mínimos que se requerían para tener presencia en el Congreso, es decir, el 2,5 por ciento. En 1986 la coalición Movimiento Popular Sinaloense (MPS)postula al universitario Rubén Rocha Moya, exrector de la Universidad Autonóma de Sinaloa, para la misma posición cayendo su presencia relativa por debajo de lo obtenido en la elección anterior. Sin embargo, en ambos comicios la izquierda logra obtener diputaciones mediante la fórmula plurinominal. Será hasta las generales de 1992 -después de ocurrido el boom izquierdista de 1988cuando empiece adesprender de ese caráctertestimonialque lo había marcado durante toda su vida electoral. Los votos, entonces, fueron perfilando bolsas leales en algunas zonas del estado, especialmente en el norte agrario. Los resultados obtenidos por el abogado Enrique Rojas Bernal -yerno del ex gobernador priísta, Leopoldo Sánchez Celis-duplicaron la votación perredista teniendo un bajo impacto en un ambiente de competencia muy polarizado entre las principalesfuerzas políticas, aun así, es importante el avance de este partido en el munici~iosemiruraldeGuasave.dondeobtiene prácticamentedosdecada cuatro votos en todo el estado. La estabilidaddelvotode izquierdaque no lograbasuperar e15 por ciento, en casi ninguna elección, en las legislativasde 1995 se rompe cuando las simpatías lo favorecen superando en más de un ciento cincuenta por ciento de lo obtenido en la elección anterior. Una situación similar sucede en las municipales donde sorpresivamente incrementa los votos en un cien por ciento y logra su primer triunfo por mayoría en su historia cuando derrota al PRI en uno de sus bastiones tradicionales: el municipio rural de Angostura.


La explicación de este fenómeno de realineamientosque favorecieron a la izquierda se encuentra, al menos, en una doble vertiente: el abandono en que han quedado los cómites municipales del PRI les ha restado capacidad para procesar lademandade las regionesmás pobresde la entidad, lo que ha llevado a muchos de sus dirigentes a pasarse a las filas del PRD, desde donde, frecuentemente, con lanzados a disputar los puestos de elección popular; además, la polarización del voto en d centro derecha del sistema ha llevado a segmentosde la poblaciónr u r a l 4 menoses sugerente la hipótesi+a buscar referentesde identidad en lasluchas agrarias del pasado. Sinaloa, no podemos olvidar, todavía en los ochenta fue escenario de luchas por la tierra con un claro sesgo de izquierdas que en los últimos años forma parte de su imaginario. Cuadro 3 PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA 19801995' APOYO ELECTORAL EN LAS ELECCIONES ESTALES Y LOCALES DE SINALOA (PORCENTAJE SOBRE VOTOS VALIDOS)

ni40 1980

MUNICIPALES

LEGISLATIVAS

GOBERNADOR ~

ABSOLWOS

RELATIVOS

ABSOLWOS

RELATIVOS

ABSOLUTOS

6151

2.6

7041

3.1

5625

RaA-

25

Las cifrasde 1980.1983 y 1986 san las aoreditadasde PCM Y PSUM

¿Qué partido gobierna cada uno de los 18 municipios? Laseleccionesmunicipalesdelotoñode1995frustraronlasexpectativaspriístas

I '

de mantener el predominio de su partido en el estado mediante tácticas gatopardistas que modificaban la ley pero con un bajo impacto en la representación política. La postulación de candidatos de los grupos tradicionales, las pugnasen~elas'familias"priístas, campañaspolíticasostentosas,losestrechos márgenesparalamanipulacióndelvoto,entreotrascosas,fueron, conjuntamente con una ciudadanía que salió a votar masivamente, la observación electoral, la postulacióndecandid&osopositoresreconocidos,perosobretodolapsicología de cambio, lo que situó las diferenciasdevotos en niveles que exigían una gran


dosis de imaginación para revertir el fuerte realineamiento de las preferencias electorales. Las derrotas que sufrió el PRI en cuatro de los cinco principalesmunicipiosCuliacán, Mazatlán, Ahome y Navolab, dondesewncentra-según el Censo de 1990- más del sesenta por ciento de la población ,' desde 1983 ha sido escenario de una fuerte competenciaentre las dos principalesfuerzas políticas del estado. unacompetenciaqueha estado marcadapor &onflido p&ectoral v. ouizá.. lo novedoso de esios comicios fue que los relevos en los cabildos no significaron conflictos que enrarecieran el ambiente de la alternancia. , . o

El análisis del perfil de los municipios, en el Cuadro 4, nos dice que el PRI perdió buena parte de sus votos urbanosy mantuvo con serias fracturas franjas delvoto semi-ruralvrural. El m,por su parte, elevó sensiblementesusvotosen los municipiosmás grandes, avanza en los semiruralesy rompe inerciasdevoto oriísta en losmunicioiosrurales. El PRD. como lo mencionamos mhsarriba, eleva sensiblemente sus votos en la zona cenlm noite del estado, consolida su voto urbano y, lo más importante, es que logra romper la inercia biparüdisia que se prefiguraba hasta la elección de 1992.

.

Cuadm 4

¿QUE PARTIDO GOBIERNA CADA UNO DE LOS 18 MUNICIPIOS EN 19967 MUNICIPIO

POBLAClON

PARTIDO

CULIACÁN

601123 3 14346

PAN PAN

AHOME GUASAVE NAVOLATO SINALOA DE LEYVA EL FUERTE SALVADOR ALVARADO MOCORITO ROSARLO ANGOSTURA ESCUiNAPA BADlRAGUATO ELOTA CONCORDIA CHOlX SAN IGNACIO COSALÁ

303568

PAN

258130

PRI PAN

W~AN

131973 88002 86074 66659 51674 47416 47324

PRI PRI

PAN PRI PRI PRO

46928

PRI

37988 30319 2 6 3 14 26167

PR1 PRI

24086 16976

m1

PRI

PRI PRI

'En unestudioreoientementedadoaaimcersesodieneque,deexidrunsistamaderepresentación nmwrcional%a&. es previsible que la actual composici6ndel Congreso del Estado sea distinta; ~-decir. oue el PRI en l u i r de tenw&ntid6s diI)utadostendr(a diecisiete. el P#N dieciséib y notrecs, ei PRochCo en vezdeGatro y e l ~ uno, r mmo'hasta ahora. Woldenberg. Jos6 e l al. (19%): Arlse vota en la Repúollca: las IegsiaUones elsciordes en los eslados. Insüiuto de Estudios para la Transici6n Democrática ~~~


El Cuadro 5 nos muestra con mayor evidencia las tendencias de cambio, cuando al analizar losdieciocho municipiosexistenevidenciasdeque la wmpetencia es cerrada en otros municipios. Salvo Mazatlán y Navolato, en donde el triunfo panistafueconmenosdel1O%, enlos otrostres municipioslacompetencia fueinversa,estandoapunto Acción Nacionaldealcanzarotrostriunfosenlazona rural. Cuadro 5 MUNICIPIOS DONDE LA DIFERENCIA ENTRE LOS DOS PRINCIPALES PARilDOS EN VOTOS FUE MENOR AL 10% MUNICIPIO

PRI

PAN

EL FUERTE MAZATLAN MOCORITO NAVOLATO

Asimismo, el Cuadro 6 muestra con toda claridad los cambios que se dan a nivel dictrital como también la paradoja de la ley electoral que castiga a los partidos polítiwsque, habiendoobtenidomásdecinco diputacionespormayoría relativa, no pueden tener más de seis de representación proporcional. Esta distorsión del sistema electoral es mayor cuando es manifiesto que el PRI (véase cuadro 1) habiendo logrado 42,8% contra 40,5 exista una diferencia de 10 diputados de mayoría y de representación proporcionaP. Cuadro 6 (ELECCION OISTRITAL 1992-1996) NÚMERO DE DISTRITOS DE MAYOR~ARELATIVA OBTENIDOS POR LOS TRES PRINCIPALES PARTIDOS PARTIDO

1992

RP

1995

RP

PRI PAN PRO

El ejerckio de simulacl6neledoal se haceen hinci6ndebsdistritoselectoralesprevios a la nueva redirtntaci6na~mbadacon mdwo de$ reforma electoralde 1996.por loque la pmyecci6npara1997 Uene una lmitante de orden geográfica que en mayor o menor medida segmenta al electorado

115


Proyección para 1997 EICuadro 7exhibe lasposiblestendenciaselectoralesfederalesque pudieran estarse dando de mantenerse las que se han dado desde el verano de 1983 -que consideramos un momento de transición hacia un sistema hegemónico con oposición real-, en él podemos aprecíar, que en cinco elecciones el PAN aumentó más de un doscientos por ciento sus votos. Este cambio sustancial de los votos del panismo lo transforman en un referente obligado para el votante. Más aún cuando en este periodo lleva a cabo una defensa sistemática del voto mediantelos 'actosnde desobedienciacivil que consolkiaronsu presencia entre una ciudadanía que exigía por distintos medios transparencia y certidumbre electoral. Este cuadro, sin embargo, aun cuando no ofrece una desagregación nos indica que el voto panida seguirá en ascenso pero sin cambios espectaculares. El paso de 28,25hasta 32,85 en los votos recibidosnos da cuenta de ello aunque éste pudierasermayordecompararlocon losdelaseleccionesestatales y localesdonde el PAN hatenido un ascensoelectoralmásdinámico. Incluso, de mantenerseeste pmcesoderealineamientoelectoralquefavorecealaoposición, es previsible que ambos partidos superen el setenta por ciento de los votos totales emitidos. El mismo cuadro es la otra mra de Jano oara el oficialismo. El PRI se oresenta como un partido que muy probablemente mantenga su caída electoral como hasta ahora, salvo que se revirtierala tendencia histórica, que nos indica que en las elecciones intermedias, con frecuencia, se da un bajo &rfil de la elección a diferencia de lo que sucede con las presidenciales donde el despliegue de recursos es de tal magnitud que contrarresta franjas importantes del voto opositor. Aun así, en este cuadro la caída previsible para el PRIes de casi cinco puntoslo que pone por debajo de la mayoríarelativay con seriasdicultades para remontar esta involución electoral. Pero no es la única hipótesispocible. Siguiendoconlos datosque nosdanlas elecciones anteriores, una segunda hipótesis, que toma en cuenta la media de la elección de 1991 y 1994, podría ser que el PRI caiga hasta el 39,36 por ciento mientras el PAN llegue hasta el 33,lO por ciento. Asimismo, existe una tercera hipótesis, sustentada en lo sucedido en la elección local de 1995, que nos dice que de mantenerse la tendencia, el deterioro priísta llegaría al 38,51 por ciento mientras el PAN superaría el 35 por ciento. Perfilándose así una competencia cerrada entre ambos partidos que sólo üene comparación w n los sistemas poliüws biparüdistas sólidos, como es el caso del español.


Cuadro 7 PROYECCIÓNDEL PRI Y PAN EN ELECCIONES DEMRYOR~ RELATIVA PARA 1997 EN SINALOA DIPUTADOS

SINALOA 1982

PADRÓN 864,566

V. TOTAL 584,125

PRI

PAN

451,122

65.949

En cuanto a la elección de los senadores el Cuadro 8 ofrece un escenario donde se profundizan los datos de las legislativas. En él, como lo indican los parámetros dela primera hipótesissostenidaen el cuadro anterior, el avance del PAN es más wnsistente ya quesu poslblevoto cautivosuperael treinta y seis por ciento. contra el cuarentayseisdel PRI, estoesquela oposición superala mayoría relativa. Sin embargo, la posición del PRI es evidentementemás holgada, lo que hace suoonerauede los doscomicioseslaaueenfrenta menosdificultadespara lograr triunfos de mayoría relativa. ~

~-

Cuadro 8 PROYECCIÓNDEL PRI Y DEL PAN EN ELECCIONES PARA SENADORES

SINALOA 1982 % 1982 % 1988 % 1994 % 1997 %

PADRÓN 864.566 87.52 e54558 87.52 1.113,969 0.00 1.2m235

V.TOTAL 587,879 68.W 539,788 62.43 460.252 41.32 941,407 0.W

PAN 59.549 10.13 ~,380 10.45 117.722 25.53 291,062 31.11

36.1

PRI 450,680 78.66 436,158 80.81 =,2W

63.m 481.W 51.41 46.3

NOTA: L a p m y e a i d n p a n 1 9 0 7 s e r e a k 6 s a c a n d o l a ~ d e l a s ~ m c M m a l e a i o m ; ~ o restando la tenduiaa sledonl de los dos p i n d p a b pllidos


Finalmente,si analizarnoselCuadro9, enconiramosdatosmuysignificativos en cuanto a lo aue pudiera suceder en la elección de 1997. en todos ellos es previsible el aumenio de los votos panistas sin que en ningún caco supere la franja del cincuenta por ciento. Aun cuando e& no suceda, una segunda hipótesisquetoma en cuenta lo sucedido entre la elección de 1991y 1994, nos permite concluir en dos tipos de distritos de acuerdo con la vieja nomenclatura: es decir, en el 1, II. N y VI con las cabeceras distritales de Ahome, Guasave, Mazatlány El Fuerte esdonde el realineamiento electoral será másfavorable al PAN ya que entre ambos períodos supera el quince por ciento; en tanto en el III, V, VII, Vlll y XIX, que es una combinación de distritos urbanos y rurales, el realineamiento es del orden del diez por ciento, aun cuando es necesario destacar que en las franjas urbanas exicte desde finales de los ochenta una competencia cerrada entre las dos principales fuerzas politicas del estado. Este mismo cuadro nos dice que la competencia más reñida será en los distritos que tienen como cabeceras los municipiosdonde en 1995 se dieron los triunfos p-anistasenformacontundente,sin descartar, losdistitosruralesdelsur de Sinaloa, Guasave, Salvador Alvarado y El Fuerte. Cuadro 9 DISTRITO

1982 PAN

PRI

1 AHOME

17.01

59.w

IXCULIACAN

11.06

72.33

1985 PAN

1988

1991 PAN

1994

PRI PAN PRI

1997'

PRI

PAN

PRI

PAN

m.-

14.77

28TS

6401

2S.S

70.02 1iSl S l O J

41.-

lSlD

S286

32.14

W.32

27.W

88.37 B.4s 58.M

2857

PR1

Il.07

1997. PAN

PRI

S07

33.78

21.0s

5290

La pmyecci6n para 1997 se reali6 sacando la m e d i de las úlilmasc i m elecciones, sumando o restando a la tendencia electoral de los dos principales partidos.

^


Conclusiones En este análisis de los realineamientoselectoralesque se han dado desde 1983 en el estado de Sinaloa, es posible extraer dos conclusiones sobre la transición política en el estado: 1) Existeunaredefinicióndelosapoyoselectoralesque marcaronlosfiemposdel sistema de partido hegemónico, pero también los del sistema hegemMlico con oposición, encontrándose en uno de elecciones ampliamente competidas que proyecta un reacomodo de las preferencias aue va desde los centros urbanos haai; la periferia rural. Una veiahí, la oposir&n rompe cotos priístas urbanos clientelares y semiclientelares que desdibuja la influencia del oficialismo, como también las redes de intermediación que han constituido la fuente de los votos priíctas.

2) Los triunfos del PAN en cuatro de los cinco principalesmunicipios, así como el ascenso global en lavotación y los triunfos de mayoría relativa en variosdistritos electorales lleva a la conclusión de que el fenómeno panista se incrementará sensiblemente en 1997. sin embargo. el carácter errático de los votos rurales ~os~errosen lagestión pudiera rePuntarafavordelm y el PRD.'~ainex~eriencia~ de gobierno panista pudierancaminar en sentido contrario,ya que no hantenido todas consigo por la continua inestabilidad en algunos. ayhamientos, en especial el de Ahome, donde su gestión ha estado marcada por el conflicto más o menos permanente.


Hernández Norzagaray, Ernesto (1996), Lazóab ncieairll poh?ica mexiwna: electorales de los estados de Baja Califomia, Midioacán legislación VD~OO~SOS y 3ina/oa@77-1992), tesis doctoral, Universidad ~om~lutense de Madrid. Woldenberg, José et al. (1998), Asíse vota en la República: las legislaciones eledoralesen los estados, Institutode estudios para la Transición Democrática, A.C. México. Ley Electoraldel Estado de Sinaloa, Gobierno del estado, 1992. Ley Electoraldel Estado de Sinaloa, 1995. Resultadosoficiales de los procesos eleciorales de 1983,1986,1989,1992 y 1995.



La comunicación política en México, más allá de la coyuntura electomi

José Luis Beraud Lozano"

Resumen Lasposibilidades delacom~nicación~l~tica en ~~xicosonreales~ en la medida que, quienes la generan representan actores que han deciddo asumir un protagonismo dinámicodentro de un contexto,cuya soc~edadpol~%cano termina por aceptar que segmentos representativosde su sociedad civil hayan decidido romperconlas atadurasqueimpuso un "Estadopaternalista: conculcadordelos derechosciudadanos.En estaperspediva, elentendrinientoyla wmprensión de losproblemasy cuestionesdelentomosocial,presentadosa travésdemensajes aparecencomo las característicascwntrastantes frentea la manipulaciónpropagandíctica que recurre, preponderantemente, a la explotación de la "reserva simbó1ica"para reforzar sentimientos reprimidos por nuestra cultura e inducir aditudes que fortalecen al poder establecido. 1. Planteamiento del problema

En la medida que la expresión "comunicación política" puede ser objeto de diferentes interpretaciones, es necesario hacer explícito el significado que en este ensayo se le asigna; asumo este principio en la medida que los Profesore investigador dela Escuela de Ciencias Socialesde la UniversidadAui6nomade Sinaloa; obiuvoel DoctoradoenUrbanismoen la Universidad NacionalAut6nomade Mexiw. Esmkmbm del Sistema Nacionalde Investigadores Para intercambio de opiniones dirigirse al B x (9169) 844393 o


'sobrentendidos" más que precisar los alcances de un término, inducen a confusionessemánticas,dadoelcarácterinbínsecamente polisémicode cualquier signo utilizado en la elaboración de un discurso. Por estas razones. una de las medidas iniciales es la separación y explición de cada componente del sintagma"comunicaciónpolítican.

2. Uso improcedente del término "comunicación" La palabra "comunicación" adualmente se usa en forma muy imprecisa, situación que provoca una elevada polisemia debido a la notoria influencia que ejerceel sentido común; al amparo de esta circunstanciaes frecuenteencontrarnos con expresiones como: "medios masivos de comunicación". "la comunicación social", 'las máquinasse comunican", "las hormigassecomunicann, incluso hastasepostulauncampodeestudiodenominado'cienciasdelacomunicación". Mas, no hay que atribuir únicamente al sentido común que se encuentre arraigadala polisemia o multiplicidaddesentidos, ya que las propiascontribucionesde la reflexiónsistematizadahaninfluidopara que losconceptosno se hayan consolidado plenamente en el trabajo científico; si ya existe un lugar para las "ciencias de la comunicación", lo mínimo que éstas deberían hacer es delimitar su campo de estudio. Sin embargo, habrá de aceptarse que el ejercicio hermenéutico es muy débil y más que esperar d predominio conceptual de la ciencia, talesdenominacionesseguirán utilizándosecon una marcadainfluencia del sentido común. Hemos de recordarque, al intentar la explicación del proceso comunicativo, se recurrió a un procedimiento que ha tenido considerables consecuencias; habiendo sido utilizado el marco referencia1aplicado por la Tsonáde la Información para dar cuenta de las particularidades que se presentan en los aparatos electromecánicos, los teóricos de la sociología, la psicología, el periodismo y la ciencia política en el primer tercio del siglo 20, recurrieronindiscriminadamente al uso de categorías como emisor o fuente, medio-canal, mensaje, receptor o retroalimentación, las que implicanreconocer la capacidadde almacenamiento, procesamiento v transmisión informativa. Asimismo. conviene mencionar aue por la especificidad del funcionamiento de la fuente, canal y receptor e' el de lasseñaleshace paradigmaseialado, también la ~~ficación-decodificación factiblealcanzar la sintonía, aunque debe preverse que en ocasiones aparezca la interferenciadel ruido.


ELEMENTOS DE LA E O R ~DE LA INFORMACIÓN FUENTE EMISORA---->CANAL O MEDIO-------->RECEPTOR i ! i feed-back o retroalimentación -_I I

---

El objeovo bewco conwsie en efiúentizarla transm%6n de la cani!dad de información y oqanizar la fideiidad de la misma

'

La obra clásica de Wilbur Schramm2muestramuchas de esas aplicaciones basadas en los "préstamos"de la terminología que Norbeit Wienner, Claude E. Shannon y otros utilizaron para explicar los intercambios de información entre máquinas. Dentro de esa tradición académica, con todo el sello norteamericano, "ia teoría de la comunicación y el control (hizo) entonces que se (requirieran) datos sobre la velocidad y el error probable de las comunicaciones, respuestas y decisiones políticas" (Deutsch, op.cit:l9).

i

Y aunque se i n d u y b n expresionescomo "institucionesny"públicos"para ya no usar sólo %misores"y 'receptores", poca relevancia e importancia se dio a las "pautas" y susformasdeexposición, llegandoal extremode intentar eliminar toda huella de los actores sociales que intewienen en ese proceso de emisiónrecepción de información, así como a la propiedad de los soportes técnicos transmisores o medios. Esta tendencia llegó al extremo con el "gurú de las telecomunicaciones"(Marshail Mduhan), quien ademásdepostularenla década delossesentalaemergenciadela"culturaglobal"que reemplazarías la"cultura aldeana". anuló la posibilidad de estudiaresas~autasmencionadas por Deuisch. ' al reivindicar que 'elmedio es el mensaje(

'

'La Drimera ola oriainal de los Dimeros intelectuales -íNorbert) Wiener. (Claude E.) Shannon. h. ( ~ o b eM.) i Fana, (O&) Gabor, (D.M ) McKay. (John V.) ~eumann( ~ o f f i ) ~ & i eparamenciona; a unos pocos creb una espeue de wnmoci6n que anunci6 el surgimiento de un nuevo campo alrededor de 1948...Al mirar hacla el Muro, observamos que se van creando en este campo departamentos en todas nuestras universidades. Se llaman Ciencias de la Comunicación en Michiaan. Ciencias de la Com~utaci6nen Comell. Wswnsin. Camede Tech, California v Texas: ~ a t e m d k Apllcada a e n ~ a ~ a iehetera. d. ~omeniamos avisl'umbrar~randes&nasn&nales' de control basados en los principios de control de la cibembtica". IW W Deutsch, Los neMos dei gobierno -modelos de comunicaúón y confrolpollbco. E d R o ~Paidds. l 2a ed , trad Alberto Ciria, i971. Buenos Aires, p. M. La Ciencia de l a Comunicaúón Humana, Editorial Roble, 4a ed.. had. Lionel Oignowity, 1974, Mexiw, lE6 pp. "Lo - imwrtante acerca de la información no es entonces la cantidad de enemla reauerida Dara iransportarla senal. sino la pauta transportada por la señal. y su rebchin w n el conlunto de pautas almacenadas en el receptof (Deutsch. op cit 172) Subrayado del autor Marshall McLuhan, La wmprensián de los msflos wmo las extensiones del hombre, Editorkal Diana. 5a reimpresión. trad. Ramón Palazón. 19i3, Mexico, 443 pp.

-

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Cual si fueran los nuevos "becerros sagrados", la idolaffí mass-mediáticao instrumentalista fue desplazando la percepción del conjunto de relaciones socialesquesoportanalasprádicasdelosfiujosdeinfwmaaón contemporánea, problema agudizado con la fascinación mítica que provocan las nuevastecnologías. En este sentido, es incuestionable que el desarrollo científico-tecnológico actual permitea los individuos recibir cantidades ilimitadasdeinformación, pero también es cierto que son inversamente proporcionales al aprovechamiento cualitativo. Conotras palabras, puedeafirmarsequeennuestrotiempoprevalece una extraordinaria~aradoia:el individuo es inca~azde asimilar los millones de bits que producen las sociedadesde la informacióncontemporáneas, mientras avanza su incultura. ¿Existe alguna forma para revertir esta tendencia? Evidentemente que sí, pero para ello es indispensable, como lo propone Adam Schaff, 'distinguir la comprensiónde signííiicadosdeexpresionesy el reconocimientode convicciones conectadas con tales expresiones. En otras palabras, se trata aquí de la distinción entre comunicaci6nen el sentido de la transmisión decignificados de expresiones, y comunicación en el sentido de transmitir convicciones. Si, por contraste con las confusiones, convenimos en que la comunicación es un proceso en que una parte produce signos y otra la percibe, acompaña& de la m~smacomprensióndetalessignosporambaspartes, entonceda comunicación eficazconcisteen ese proceso siempre que, además, la misma comprensiónde los signos vaya acompañada de las mismas wnvimoneSY. Entendery wmprenderlasexpresiones o signos utilizadaspor losactoresdel intercambio es la condición básica para utilizar con propiedad el concepto comunicación; de no cumplir con esta condición semántica elemental, podrá aludirse a cualquier otro fenómeno, menos a la relación comunicativa que establecen los integrantes de una sociedad6. ¿Este enunciado es un simple ejercicio voluntarista, utópico, sin sustentoreal o tieneviabilidad?Laemergencia de expresiones sociales, aún en Estados como el mexicano que había subordinado a la sociedad civil, nos indican que la real comunicación no es ninguna posibilidad remota, sino que cada dia se halla más al alcance del Adam Schaff. lntmduccidna la Semdnffca.Fondo de Cultura Económica. 3a reim-n. irad. Florentino M. ~orner.1978. M x m , p. 355Subrayados del autor. Esa relación se materializa a travbs de una esúuchrra d e l e n ~ ~ a ~ e qadoptan ue 'las personasque se mmunican"voue siive'alnmn69to deüasmibicie~cnnsamiintos mncemientesalaredidad esti ef cooc&&ntes al h n & exferior, o concemienk a expehndas inlsmes (erocionales e&ticas, volrbvas. slc.) de cualquiera delos coparbidpesdelpceso d.la mnumcaddnl: KW180. Subrayado del autor.

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ciudadano común que se decide a construir un futuro distinto a la realidad que predomina bajo el control autoritario y antidemocrático de la sociedad política.

3. La comunicación y el ejercicio de la políiica Así como se consideró conveniente delimitar el significado de "comunicación", también es pertinente acotar las relaciones entre ese conceoto v el de 'oolítica" con el fin de evitar ambigüedades. Aludir a cualquiera de los elementos que aparecen en el intercambio de expresiones o mensajes en el contexto de las relaciones sociales, implica reconocer que estas Últimas son un componente fundamental de los acontecimientos aue caraderizan la conformación de un eltipo de relaciones Estado ~acional;a~artirdeesta~remi~acabe~re~untar~or que al interior de cada Estado guardan su sociedadpolíticay su sociedadcivil. Del reconocimientode esta relación se observa que no obstante las particular¡dadesaueelanálisisesoecífico~uedaarroiar. atodoslos Estadosesconsustancial el eiercicio del ~ i c h b n c e ~denota t o y connota la capacidadque un grupo o dase social tiene para establecer las directrices del desarrollo en una nación-Estado, mediante el ejercicio combinado de la dominación y la hegemonía.

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En amboscomponentesdel ejercicio del poder destacan las institucionesadhoc que son las que se encargan de conservar la dominacibn mediante la aplicaciónde la fuerzaylo violencia, asícomo el convencimientoyloconsensoen el campo de la hegemonía. Lo anterior no quieredecir que ambas metas (fuerza y consenso) sean exclusivasde la estrategia dominante o hegemónica, respectivamente, sino que aparecen en esos campos como sus rasgoscaraderísticos, con la posibilidad de que la regulación estatal combine alternativamente domin a c i ó nhegemonía, ~ reconociéndoseasíel tipo de 'Estado ético"prevaleciente7. Durante la consirucción o edificación de todo Estado Nacional la 'guerra militar"hasidoel recursopor mediodelcual una daseaccede al poder,taly como lo explica Gramsci (Ibid57); la realidad mexicana lo demuestra en forma " s e puede decir a propdsio del Estado 6tico y de cukura (...) lo siguiente: cada Estado es Btim en cuanto una de SUS íuncmnes más imwriantes es la de elevar a la Qranmasa de la wblación a un determinado nivel cultural y moral. n i e l (o tipo) que conesponde alas necsddadesde desanollo de lasfuerzaspmducüvary p o r m n d ~ ( ~ I ~ a l o s i n t e n > s e s d edasesdodnantes. las La escuela cuma hinci6n educaii~apositiva y los tribunales como función educativa represiva y negativa. son las actividades &tales más mp&ntes en tal sentido. Pero en realidad hacis el logro de dicho Un tknden una mukiplicidad de otras inkial'ivai y aciMdades denominadas privadas, que forman el aparato de la hegemonia polltica y cultural de las clases dominantes",Antonio Gramsci, La polltica y el Estado moderno, Premiá Edüora, 1978, Mxico. p. 95. Subrayado nuestm.


contundente con los acontecimientos del movimiento armado de 1910-1917. Conduida la confrontación militar, vino la lucha por la consolidación de la hegemonía y en este campo 'La lucha poliíca es enormemente más compleja" (lbid57), ya que tiene que enfrentar la relacióndialéctica entre la consolidación del poder dominantey eldesgastesimultáneoquevansufriendolas instituciones encargadasde mantenerla dominacióny la hegemonía. De esta forma surge un paulatino distanciamiento entre las instituciones de la &dad ávily las de la sociedadpolítica,planteándose 'un nuevo problemade hegemonía, esdecir, la base histórica del Estado se ha desplazado. Se da una forma extrema de sociedad política: o para luchar contra lo nuevo o conservar lo que vacila consolidándolocohercitivamente, o como expresióndelo nuevo paradestruirlas resistencias que encuentra en su desarrollo" (lbid:124). Considerando las premisas anteriores y para los propósitos de este ensayo es necesariorecuperar el concepto consenso, el cual resultadecapitalimportancia para el ejercicio del poder ya que a través de su práctica se busca imponer la racionalidad dominante misma que fluye por el "enramadosocial", 1as"mediaciones sociales" o los "aparatos hegemónicos de Estado". Puede sostenerse que, como producto de este proceso, se organiza una estructura simbólica del podeQ que es -metafóricamente hablande la especie de cemento que pretendedar cohesión al statu-quo. Sin embargo, la'uniformidaddelasmentes" que sería la meta buscada por semejante "structura simbólica" no escapa a la permanente relación dialéctica de la hegemonía: consolidacióny crisis simultáneas. Por estas circunstancias es indispensable conocer las prácticas que en ambas direcciones ha registrado el flujode informaciónentre aquellos actores en disputa por el poder; para tal objetivo se plantea realizar una breve exposición acerca de lo que ha sido la práctica que aspira al "sometimiento de las conciencias" vía la propaganda tradicional y la práctica de la comunicación políticacomo una posibilidad al alcancede lasexpresionessocialesemergentes ante las crisis de la hegemonía dominante.

Mediante esta estructura se ejerce la "violencia simbólica" o 'intento de asegurar la validez de ciertos significados, wndituidosporjeraquiasdevalor'veticales' y parla materialiaciánhorizontal dq los signos ...La violencia shbólica es el poder de imponer la vigencia de un significada a o-, por medio de la coiocacidn de signos. es decir, por la simboliaci6n. con el efecto de que esas otras personas se identifiquen a si mismas con el significado alli afirmado". Hany Pross. Estnichrra simbólica del poder-Teorfa y práctica de la comunicación publicb. Editorial Gustavo Gili, Trad. Pedro Madrigal Devesa, 1980, Barcelona. p. 149.


4. Objetivos de la práctica propagandística Brownsnos ha hecho recordar cuál es el verdadero objetivo de la propaganda medianteel subtítulo de su trabajo, 'De la propagandaal lavado de cerebro": en esie recordatorio se encuentra ya una p& mÜy significativa. A través de la etimología latina de la palabra "propaganda" -propagare- se 'describe la práctica del jardinero que mete en tierra losesquejesfrescos de una planta para multiplicarla" (p.1O).Asíel'jardinero"equ~alealpropagandista,la "tierransonlos destinatarios o públicos, los "esquejes frescos" son las predicaciones. 'de una planta" corresponde a las ideas o temas que habrán de multiplicarse. Si se depara en las implicaciones del verbo de la acción del jardinero, "meter", ello obliga a reconocer que se ectá ante una acción que se efectúa por la fuerza e intenta vencer las resistencias que impidan la reproducción de la planta. Esta definición etimológica y la referencia que se ha hecho a la "violencia simbólica" (véase Pros, op.cit.), deben advertirnos acerca del fin real, asícomo de lastécnicasqueseutilizanpara alcanzarel'somefimiento de lasconciencias", más allá delassutilezascon que se busca encubrir el trabajo de la propagandaí0. Precisamente ese 'sometimiento" aparece como imperativo constante en los procesos históricosde conquista y conservación del poder; con el desarrollo de las sociedades se han ido perfeccionandolos mecanismos mediante los aue se elimina la huella de todo intento de manipulación perverso (con lo que normalmente se asocia el trabajo propagandístico), para terminar cayendo en la aceptación inconsciente de las racionalidades que propagan guerreros, gobernantes, dirigentes, etcétera. De las múltiples referencias históricas que se han rescatadott,pueden formularse las siguientes afirmaciones en torno a las características de la propaganda tradicional:

J.A.C. Brown, TBcnicasdepersqasibn4elaPmpagandaallavadodecerebnc.Alianza Editorial, Trad. Rafael Mazarrasa. 1978. Madrid, 302 pp. '"ontra el usa incorrectode expresionesrelacionadasconestetemino, diremos quees conveniente reservar la exDresi6n "~ublicidad"Dara B nromocibn de un oroducto destinado a la ventacomora. mientrasqLe la propaganda se cenira en la promoci6n de la imagen de personas e insiluciones, sin queporestovayaaentendersequelaacl'~~dadcomercialmespolica Lastécnicasy procedimientos de ambos tipos de promocibn explotan los mismos recursos. " Alaunos de esos modelos DroDaaandlsücosson: el de los aoóstoles aue 'salieron a oredicar la palabra del Setior, losde ~ahoma&o. Napolebn, Leniny ~ t l e iel . de ia'grandeza amekana' y e de la 'guerra Ma'. o hasta el del uso salinista de 'solidandad" y el de los 'wmbates simb6licos' de. m.El ensayo de Jhssicii Reüs ("Los secretos de la propaganda salinisia". Revrsta M e h n a de Comunicación, No. 46. AA0 9, noviembre 96-enero 97, Mdxiw) es muy úiíl para conocer las particularidadesde la estrategiapropagandisticaque elgobierna de Carlos Salinas de Gortari aplicó duarante su sexenlo.

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4.a. Ya sea en la guerrao en la paz, se buscafortalecer la cohesión del campo propio y minar los terrenos de los enemigos o conirarios. Dependiendo de las circunstancias y objetivos, serán los énfasis que se pongan, buscando en todo caso que prevalezca la identidad de la fuerza de los actores que buscan consolidar su presencia mundial, nacional, regional o local. 4.b. El recurso discursivo que adquiere prioridad en este esquema es el manejo de mensajes con una marcada presenciade predicaciones maniqueas, donde no caben términos medios, sólo calificaciones extremas (bueno-malo, héroe-iraidor, amor-odio, demócrata-autoritario, holgazán- emprendedor, etcétera). A partir del predominio de estas valoraciones y de la ausencia de explicaciones científicas en torno a los temas centrales del mensaje, termina imponiéndosela 'tipificación"~encasillamiento en posiciones irreductibles que fortalecen lavigencia absoluta del símbolo, como categoríacaracterizadaporsu fuerte carga valorativa que aleja al individuo de su capacidad razonawa. 4.c. El hecho de que en la propaganda destaque el contenido simbólico del mensajeobedecea quese parte de la premisadeque los individuosy colectivos que integran la denominada "opinión públican (grupos, públicos, auditorios, muchedumbres),ensu inmensamayoríapierdenlasfacultadespermanentesde reflexión,siendo presa de sussentimientosy actitudes más profundosy oscuros. En otras palabras, la explotación de emociones, fobias, traumas, temores, ansiedades, frustraciones, sueños-esperanzas,mitos-estereotipos,son parte de los componentes de esa tierra que deberán cultivar y explotar los jardineros o "propagandistas", recordando la definición citada por Brown. 4.d. En el trabajo de "diseminación propagandística", los estrategas deben seleccionar y programar los medios mediante los que darán a conocer sus prodamas; así, desde su propia persona que se convierte en un "mensaje andante", también ha de utilizarse el conjunto de organismos del poder. Con el desarrollo del complejocientífico-tecnológico,la adoración de las nuevas tecnologías de información desplaza a varias mediaciones sociales; esta proclividad tendrá que ser muy bien evaluada, ya que la euforia de los gobernantes, dirigentes y candidatos a elección de la primera década del siglo veinte en norteamérica los llevó a creer en el enorme poder de influencia de los medios para modificar actitudesy sentimientos. La investigación acerca de esta cuestión ha demostrado que dicha influencia se reduce a reforzar y ,en todo caso, a recrearcreencias,ideas,sentimientosy actitudesquesubyacenen ese extraordinario arsenal de la subietividad colectiva o 'reserva simbólica".


En función de los rasgos mencionados, puede reiterarse que la estrategia propagandística descansa en la utilización de esauemas aue consideran al hombre como objeto de su realidad y circunstancias, más que como actor. Y aunque tieneque reconocerseladecisivainfluenciaqueejer& unentorno sociocultural represivo, es necesario comprender aue esta tendencia histórica no es de carácthr lineal, sino dialéctica, donde la aspiración por mejores condiciones devida encuentra la permanenteoposiciónde los poderes establecidosiz. Debido a las anteriores circunstanciases pertinenteadentrarnos en los escenarios de esa contradicción políüco-cultural, pues sólo así comprenderemosque noobstanteelpredominiode una"rese~asimbóiica"aue~osibilita . la manipu¡ación colectiva, hay procesos sociales en que la dialéctica de la dominación social tiene que hacer frente al 'despertar ci~dadano'~~.

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5. La comunicación política, más allá de la coyuntura electoral en el México de fines del siglo veinte. 5.a. Una referencia básica acerca de los escenarios de la comunicación política

A partir de la capacidadque la clase burguesatuvo para imponer su proyecto de desarrollo nacional al resto de los sectores sociales de la formación social mexicana, después del movimientoarmadode 1910-1917, el ejercicio del poder se sustentó en el control corporativo de una "sociedad cerrada", donde los disensos de algunos sectores sociales fueron silenciados con el ejercicio de la represión de las armas. Así lo ilustran, se sostiene en nuestro trabajo recién citado. los ciudadanos que cuestionaron el fraude electoral que sufrió José Vaswncelos (1928-1929),el movimiento cristero en los Altos de JaliswMidoacán-Colima y Guanajuato que se alzó contra la disposiaón del Presidente Calles de dausurar los templos católicos (1926-1929), las permanentes rebeliones de g m p s indigenas- movilizaciones obreras y campesinas independientes,las acciones delmovimientomagisterial y el paromédiw a mediados de la década de 1960,las reivindicacionesde los

'' Acerca del carácter represivode toda cukura, instauradacomo poder dominante. consonense las Obras Completasde Sigmund Freud.Editodal Biblioteca Nueva.trestomos. 3a ed., 1973, Madrid. En (eiyo)y la masa(yowlectivo). el tomo3seexplica la intemlacióndialedicatanwmplejadelind~iduo Oúasfuentesde consultaindispensableserlan:a) HerbertMarcuse,Emsy Cirikacidn. EditorialSeix Barral. 8a ed., trad. Juan Garcfa Ponce. 1972. Barcelona. 253 pp. ; b) Elias Caneiti, Masa ypoder. Alianza Editorial. 2 volúmenes, trad. Horst Vogel. 1983. Madnd. Bajo el titulo "Despertar ciudadano en Mexiw" (inedito), he abordado esta problemática.

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comuneros morelenses dirigidospor RubénJaramillo, los ferrocarrileros encabezados por Demefrjo Valleio v Valenih Cama. el movimiento estudiantilde j968, losgnipos g ~ e ~ l e r yo de s lucha iudadana que de él se desprendieron, etcétera Desde esta última expresión contra el consenso impuesto por los sedores sociales dominantes, amplios segmentos de la sociedad mexicana empezaron a reconocerque sus derechosmás elementales ectaban conculcados. Así, han proliferado las más diversas acciones d a l e s que de alguna forma siguen contribuyendo a "minar" las bases del corporativismo nacional. A lo anterior, agréguenselas repercusionesquealinterior de la estructuraestatalocasionaron las políticasresiructuradoras de los gobernantes neoliberalesal privilegiar las exportacionesy la especulación de los capitales financieros internacionales. En mi ensayo citado, también apuntaba: Seguramente uno de los lasfes más negativos de la 'relativa estabilidad' delEstadopostre~~Iuuonario enMéxico, fuehaberprovocadoypropiciado la desmovililaciónyaislamiento delosdiversossegmentosdela~~ciedad, quienes más que reconocer su capacidad independiente para exigir el cumplimiento de sus derechos como ciudadanos con respecto alpoder polítcoysus correspondientesinstanciasdemediación, quedaronmucho tiempoatrapadosen acciones'peüdonarias'frenteal 'paternalismoestatal: Pero como nada permanece sin transformarse en la sociedad y en la realidadfisica, elEstadoMexicanocomenzóa sufrir elagotamientodelos pilares básicos en que se edifcú la dominacióny la hegemonia (lbid)". Semejante agotamiento de los mecanismos de ejercicio del poder en la sociedad mexicana presenta gran semejanza con el proceso que experimentaron las sociedades avanzadas de occidente, donde se han desarrollado durante los últimos dos decenios wnflictos que en muchosaspectos se desvían de lospaironesque caracterizanalconflicto

" No obstante que semepnte 'agotamiento" no presenta)a velooidad suriciente para transitar w n

beneficiariedel corporativismo. a una %aci¡dadabiertan (Ksrl mayor rapidezdela'sociedad cerradam, R. Pomer. Lasodedadabiertavsusenemmw. Editorial PaiddslWiica.trad. Eduardo Loedel, 1992. ~~,~~

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i ~ c ~el n pr- , dep v& una'siuati6nexpüida hacetiempo por Antonio Gramsd: 'S! )a clase dominante ha perdido la Iegiümidad entonces m es d s 'dirigenfe'.sino dniumente dominanle. detentadorade la solafuerracohercliva.locualsignikaquelasctasesdoMnantes8ehanseprado de las ~teohglastrsdicionales. no creen m& en lo que crelan anks", Obras de Antonio Gramsci Pasado y PleSente, Juan Pab!s Edaor, tMno 5.1577, W i ,p. 52.

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en tomo a la distribución, institucionalkadapor elEstado social. Ya no se desencadenanen los ámbitos de la reproduociónmaterial, ya no quedan canalizados a través de partidos y asociaciones y tampoco pueden apaciguarse en forma de rewmpensas wnforme alsistema. Los nuevos conflictos surgen más bien en los ámbitos de la reprodum8n~Iivral,la integraciónsocialyla socializacmn;..los nuevoswnfliictosse desencadenan no en tomo a problemas de distribución, sino en tomo a cuestiones relativas a la gramática de las formas de vidai5. Esta riqueza inédita de la acción socialcontemporáneaevita la tentación de caer en el fácil encasillamientotipológico,ya que 'la clasificaciónde los actuales potenciales de protestay repliegue chocan con grandes dificultades, ya que las escenas, las agrupaciones y los temas cambian con celeridad" (lbid.). fn otras palabras, no obstante el carácter limitado de algunas expresiones sociales, cuntinuará laemergencia, desaparición, transformaciónynuevossurgimientos de adores sociales w n reivindicaciones, luchas, protestasy demandas espeaIficas en los múltiplesescenarios de cada sociedad...lo realmente significativa (respecto a estos protagonistas) radica en wnoaer su d&msicián a conquistar intereses y objetivos particulares ante elpoder establecido, a pesar de que este tenga capacidad para recuperar las expresiones delmalestarsociaP. 5.b. La comunicación política posible, más allá de la coyuntura electoral Si de entrada reconocemosque entre los periodos electoraleseinterelectorales prevalece una gran diferencia del trabajo de convencimiento que han venido realizando tradicionalmente las organizaciones partidarias, la observación de Habermas,respedoaquelas modernasformasdeprotestasocial"y no quedan canalizadas a través de partidos y asociaciones" obliga a reRexionar en torno a cómo se están dando dichas expresiones en México, máxime c u d o hay la percepción colectiva de la 'inutilidad" de los partidos políticos, por ser una extensión del aparatogubernamental", fenómeno que se traduce en la manifesJUrgen Habermas. Teoría de la acción cornunicaliva, Ediciones T a u ~ strad. , Manuel Jm6nez Redondo, vol. 11,1990, Buenos Aires, ps. 555556. Subrdyado nuestro. l6 José Luis Beraud Lozano. Los movimientos sociales en la contomcidn bnitorid, Universidad Autónoma de Sinaloa. 19951CullacdwMéxico. D. 41 "Por asno esta prc8pcbn m es nada novedosa, pues como lo ha recordado Lorenzo Meyer. ya s siglo Roben k h s k demosir6 que 'los paiMos polltiios son en pnmcr bgar desde p n ~ i p n del


tación de dos correlatos significativos: incremento del abstenaonismo y crecimiento de las organizaciones no gubernamentales. Conrespectoalabstencionismo,un primer intentodeexplicarlonovamásallá del enjuiciamiento simplista, pues se concluye que es una manifestacibn de la apatía, negligencia,desinterés0desdénde los electores para ejercer el derecho a designarasusrepresentantesy gobernantes. Sin embargo, existelaposibilidad de que este fenómeno encubra una especie de protesta soterrada ante la constante burla de que ha sido objeto la voluntad ciudadana, dado el control ejercidodurante másdesesenta añospor el PartidoRevolucionariolnstitucional que recurrió a las más disímbolas estrategias, desde el llenado descarado de urnas, hasta el 'robo electoral" de que fue objeto Cuauhtémoc Cárdenas en 1987, vía el 'fraude cibernético" o "caída del sistema de cómputo" que aplicó la Secretaria de Gobernación para favorecer a Carlos Salinas de Gortariio.

Precisamente,la experienciade 1987pusodemanifiestoqueelabstencionismo encierra'algo"másque lasimple apatía ciudadana, pues en ese proceso, como en lassucesivascontiendaselectorales,se evidenció unfenómeno muyrelevante para las 'sociedades abiertas" o de aauéllas en transición hacia la democracia: por lo que hace a los procesos electorales, las organizaciones partidarias con posibilidadesde atraer la atenciónde segmentos importantesdelelectorado, no serán lasquecuentenconel mayor númerodeintegrantescautivos, sino lasque sirvan de plataforma electoral para permitir la expresión de numerosas organizaciones no gubernamentalesu "organizacionesciudadanas"; muchasde éstas sin otra reivindicación más que "las cuestiones relativas a la gramática de las formas de vida", como ya lo ha advertido Habermas ( op.cit.). No hay el menor equívocosise afirma que lasociedadmexicanaenfrenta una novedosa realidad de la acción socialaue trastoca el 'inmovilismo burocrático" de las organizaciones partidistas beneficiarias del corporativismo mexicano. Baio estascircunstanciases imoortantecomorenderaueel aocionaro movimiento de las más disímbolas expresiones coc'iales se multiplica como hongostP, aparatos dominados por unas burooracias cuyo obieüvo central no es tanto la puesta en prdctica de sus programas. cuanto la preservación de sus mileglos y espacios de poder, por pequenos que estos sean>íNomeste ISXII-96. MazaaákMexico. " " En esiesentido. la propia expresi6npopular'peraqu4 votar, sialfin ya sabemosquienvaa ganar ha dadocuenta delsi!aniñcadomfundoWela 'sabidurla WDular atribula a la %omDarsa electoral". Ecologisias, indlgiias. &&S, veadedoresambllklnies. adoresdegémm, d i v e m s a ~ s t t s y creadores inkleduales, 'cholos' y 'chavm banda', homosexuales y kshianas, estudiantes. habitantes de wlonias populares y "selloras de la aüa mckdad que desperiamn despues de la devaluación de 1994 nmductoresv deudores timados w r la risura bancaria v aue hov intearan los 'Elamanes', "amigos.& defensa del patnmonlo arqunad6nico.. campes-' i&onkmierion los 'precios de garantía'. organkadonesciudadanaspmdemoubticasensentido sstncio, organbmos de deiensa de b s Derechos Humams. y en nn. una lisia q w ya rebasa las d i mil organuacioms no gubernamentales, según c8lculos conservadoresde iwt'üucbnea oRciales como SEDESOL.

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dando origen a una protesta p m a ~ & ~y, diferenciada, pero siempre con demandasespecificasqueconslduyemAi~fador determioantedesuidentidaden el conjunto de las relaaonessmiab.

Por lo que se refierea las políticos, hastaahorahantagmentado su a periodo l entre aocínarend o s ~ e m p ~ ~ ~ d e l p r o c e s o e l e ydelwdel dosprocesoselectoralesErrWnal manejoinformab,durantelacoyuntura lospariidosrecurrenalae~aónpropagandísticatradiaonaP,parapersuadir a simpatizantesy seguidoresquesufraguena sufavor, aunque algunos de esos organismos también aprovechan el periodo intereledoral para consolidar y educar a los cuadros ya wnvencidos. Con base en las diferencias que se advieiten entre el accionar de las diferentes manifestaciones sociales y el accionar tradicional de los paitidos polrticos, este ensayo se ha titulado 'La comunicación política en México, más allá dela coyunturaelectoral': Al haber formulado el enunciadode esta manera, seestápro~oniendoanalizarlaexistenaade unpmceso hnovadoraueintroduce queasi&a prioridad páctids daerentesaaquéldecortepavloviano~skinneriano a la explotaciónde sentimientosy creencias parafortalecer actitudesy al poder establecidoN.Los ejes centrales de esa nueva práctica comunicativa son:

5.b.l. HistoriGjdad. Debido a la uisis de los mecanismostradicionales del ejercicio del poder, amplios segmentos de la sociedad civil cuestionan el autoritarismo de la sociedad poiííca e impulsaniniciativasparalamodaMczación del Estado Nadonalquese manifiesteen latransicióndeuna"sociedadcwrada" o ancien reaimen hacia una 'sociedad abierta" o de ~arücioadóndemocrática. donde la t&a de decisiones no corra a cargo exd&amente de las instancias responsablesde ejercer el wder, sino que se instaure la consulta permanente a la ciudadanía. En esla perspectiva adquiere especial r&evancia la "ciudadanitaoión"de los procesos electorales. Pr6dica que por W o caainea Is exploiaa6n de la "a simWOcaSy no se advietie gran difer2ncia enhe el Drnmooinnal de cuaisuier aaflal deeadiabk Y. el . pmmookmal de auien vivir8 halvaWmente del k ~ u e s t w o r un uerrdodaterminado. 2i k n P S V y~ S.F. sl<tnms esteúlomo arnsuiiarcmica alosarnceptosdeEbe@d. YcasW.Ant!ma Casa EditorkiCuenro, BuenosAKes~.~ueden~nmsidPrados armo los'rndres del conduchs~om: wstuiamn cHle mediante la selem;)n de los 'estimulas" avmDiados es b Inducir m~dmcsc1o'nesen la &duda de lasorganismos, vaivendo predecibleiks're&stas". Para ello h a M que idelear b s ' r e í o ~ M M k o u a d o s .En este W m W e j e r c k i o dela "aknoia" no se hacc m% que racunir a la sekccibn de e w s esthdos qrre tienen mmrspKxknoia ion la "mselvasimb6lica": 'ia r e W n nse anvierte en el prooedmisnto Rindamental, hasta llegara-

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5.b.2. Espacialidad de los escenarios. Comprender que la consulta a la ciudadanía se vertebra a partir de la relevancia que adquieren los temas y10 problemas locales, regionales, nacionales o globales. 5.b.3. Identidad social. La emergencia de nuevos actores o protagonistas socialesobligaa tomar conciencia de que la relación unilateral que ha prevalecido entre el 'polo emisor"y el "polo receptor': es posibleque se modifiquea favor del diálogo, con lo cual el monólogoimpuesto por la transmisión unidireccional de la información dominante, tiene posibilidades de ser sustituido por un auténtico y participativo intercambio de opiniones que lleve a reconocer los planteamientosparticularesentregobernantes-gobernadosdirigentes-dirigidos, votantes- electores, profesores-alumnos, esposmesposa, etcétera. En esta perspectiva es muy importante la sugerencia hecha por el Instituto Federal Electorala los industrialesderadio y televisión para que se evite el manejo de la "promociónpartidista" en lossegmentosinformativos, así como tratarequitativamente las informacionesrelacionadas con los partidos. 5.b.4. Privilegiar la explicación. La emergencia de nuevos actores con capacidad dialógica, implicareconocer en ellos el ejercicio de réplica a través del análisis y la crítica. Por esta razón las estrategias discursivas o del mensaje, necesitan priorizar el uso de la función referencia1explicativa del signo", en contraste con el predominio que ha tenido la función referencia1valorativa en la propaganda dominante. Es consustancial a la "explicación", ofrecer la información esencial acerca del referente (objeto, circunstancia, persona, proceso natural o social, etc.) que aparece como la ideanúdeodel mensaje, de tal forma que lo que se diga o modo de predicación, conduzca al entendimiento y comprensión del tópico a que aluden los interlocutores, evitando la burda manipulaciónsimbókaque aparececomo rasgosobresalienteen la propaganda. Además.. Dara hacer frente al estereoti~ode aue la "ex~licación"es aburrida, nada mejor que recurrir a las funcionLs lúdi& y estética, con lo cual puede lograrse una comunicación amena, interesante y atractiva (Ibidj.

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5.b.5. Evitar la mitificación del medio y aprovechar las "redes socia1es"para hacer llegar el mensaje. Como se ha señalado líneas arriba, la propaganda asume el mito macluhiano respecto a que "el medio es el mensaje", relegando a un planodeintrascendenciala'relación social"de losindividuos. Puesbien, los nuevos actores socialestienen la posibilidad de utilizar los maravillosos avances Consultar Jose Luis Beraud Lozana, Manual de Se~ologla,Universidad Aut6noma de Sinaloa. 1996, Culiacán-Méxiw, 118 pp.


telemáticos, sin olvidar que los intercambios más eficaces van a darse a través de las relaciones que establecen estos protagonistas. No hay ejemplo más contundente acerca de esta cuestión que la estrategia combinada de medios y 'redesn desplegada por el m;mediante su presencia en el ciberespacio logró aue 'la oalabra de los nunca escuchados" lleqara a los h a r e s más remotes del planetadondeexiste una terminal dentrodela supercarretera de la información. En tanto, la contrapropaganda gubernamentalinstrumentada para descalificar a los zapatisias en gran parte fue neutralizada por el eficaz accjonarde las redesciudadanasdelasociedadcivil mexicana. Puede afirmarse, entonces, que una excelente estrategia de manejo de medios para los actores que buscan transitar hacia la anhelada "sociedad abierta", es aquélla que aproveche las últimas innovaciones de la telemática y las redes que se van construyendo en este despertar ciudadano que está presenciando México. 5.b.6. Evaluar la interaoción cotidiana. A diferencia de la propaganda que privilegia la mediciónde las respuestasfinales, es necesarioque los protagonistasemergentes evalúenpermanentementelawmunicaciónpor ellos generada, ya que los interlocutores requieren conocer si sus mensajes están siendo debidamente interpretados o descifrados, evitando la tergiversación de los significados. En este aspecto, el uso de los numerosos recursos de la función apelativa (IbiiJ) contribuye a ubicar al perceptor en los códigos y objetivos del emisor. 6. Conclusión Las posibilidadesde la comunicaciónpoficaenMéxímson reales, en la medida que, quienes la generan representan actores que han decidido asumir un protagonismodinámico dentro de un contexto, cuya sociedad políticano termina por aceptar que segmentos representativosde su sociedad civil hayan decidido romper conlasatadurasqueimpusoun'Estadopaternalista", conculcadordelos derechosciudadanos. En esta perspectiva,el entendimientoy la comprensiónde los problemasy cuesüonesdel entorno social, a travésde mensajes, constituyen las características mas wntrastantes frente a la manipulación propagandística que recurre, preponderantemente,a laexplotaciónde la "reservasimbólica" para reforzar sentimientos reprimidos por nuestra cultura e inducir actitudes que fortalecen al poder establecido. Esevidentequeenlacomunicaciónpolíticatambiénsevaarecurrir al manejo simbólico, pues nadiepuedeabstraerse del enorme peso que ejerce el imaginario mlectivo, pero ello se hace con propósitos distintos (recordar el simbolismo explotado por el subcomandante Marcos), yaquelosactoresemergentesnovan


a permitir que se les siga manipulando tan burdamente, pues han decidido asumir su rol de actores-sujetos, superando así la pasividad y desmovilización que tantos beneficios dejó al poder establecido. Como ya he señalado en el trabajo inédito "Despertarciudadanoen México", esos actores

están superando su propio aislamiento y, conscientes de ser nuevos protagonistas, buscan identificarse desde su particular identidad con la diversidad de expresiones ciudadanas. Este fenómeno hace previsible esperar que ocurra un salto cualitativo en la modernización del Estado Nacional, no como producto de las dádivas de la sociedad polítca y sus 'correas de transmisión',sinomoconquista de una sociedadcivilqueha llegado a comprender que es necesario reconstruir el Estado a partir de que tengan vigencia la igualdad, la justicia, la libertady la democracia.



Ahí donde la respuesta no está

Rigoberto Ocampo AlcBntar"

Resumen El que presenta actualmente la acción po1,tica en México,supone cuestionarseacerca de las condícionesespeáfs que han venidoconfigurando su estructura y dinámica en cuanto al cambio y orientación que define la nueva racionalidaddelasociedad.Para ello sonseñaladas en elwntenidodelpresente trabajo las coyunturas históricas que dan sentido y determinan la naiuraleza y desarrollode la acción política duranteelpresentesiglo.Ahídonde la respuesta no está, busca comprender la funcionalidadyevolución del wrporatMsmo, dada la característica de dirimir y concatenar intereses mediante los pactos polífioos aue se han consolidado a través de la estructura comorativa vaue vislumbranla iansición de un régimen autocrátb y diciaforial hacia la~nstrucciónde la democracia. Con este objeto se precisan tres categonás conceptuales que, mediante la interpretación y discusión introducen los ejes analíticos apegados a la realidaddelpaís: el Estado, el Régimen y el Sistema Polftico meximos. De hecho, la clave parece estar en el pasado. El estudio del desanolio del sistema político mexicano durante este siglo nos puede dar una respuesta a la 'Profesor-investigador del Centm de Investigaciones Sociales de la Escuela de Ciencias Sociales de la Un~ersidad Aut6norna Sinaloa.


pregunta sobre su naturaleza, pero también sobre las razones de los cambios más recientes y la dirección hacia la que éstos apuntani. En un primer momento, sin embargo, puede decirse que el sistema político mexicano se apoya en cinco elementos básicos: a) Primero, como el origen, está el proceso políticoque provocó la Revolución de 1910. Esto ha dado al sistema político, hasta nuestros dias. una leaitimidad basada en la acción política que ha sucedido a la sangrienta l;cha arkada de inicios de siglo2. b) Segundo, la elaboración y promulgaciónde la Constitución de 1917, que ha creado el marco legal para la construcción de las institucionespolíticas y que hasido muy innovadoraenlosmecanismosderegulaciónde lasrelacionesentre el capital y los trabajadores, en las garantías individuales, en el régimen de propiedad de la tierra, y finalmente, en el campo de la educación s. c) Tercero, un Régimen presidencial que ha dirigido a la realidad politica, social y económica hacia un fuerte centralismo4,en menosprecio del cuadro constitucional federal. d) Cuarto, la formación de un Estado que incorpora a toda la clase dirigente al gobierno, al grado de confundir la administración de la "res" pública con el

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Refiriéndoseal Partido Revolucionario lnsiitucional en la coyuntura pollticade 1052, Jorge Alcocer establece b siwente: "... no Quiere declaue el PRI no hava BxDerimentadocambiasen estos anos. En todo caso. k s mismos no afectaronsuscaracteristicasesenciales Su carácterde partido oficial. Subordinado porcompletoaiasdecisionespresi&nciales, fundida y confundidoconelaparato estatal y de gobierno. &penOlenfe financiemmenledela@alhancferenciaderecusospib'ws. priecaonaio wmo maquinaria eledoral del gobierno y atmfiado como cohesionador ideológico del . grupo . en el poder Aicocer, Jorge; "El sistema de partidos y la transicidn polltiw en Mexico (un enfoque pngm6tim)"; en Cook, María L.. et alL(ediires); Las dmensionespallticasdela reesúucturacidn ecw>dm!ca; Cal y Arena; M6xico. 1996, pp. 197-210. A partir de una cita de S. Huntinaton hecha por B. Badie. 'un sistema polrtiw no es eficaz v viable sin un iuerte arado de instltucionaiaacibn .esdecir. si las i r n"a h c i o n e s v, las mwdimienksaue " ~,le sustentan axisten en número mnvenknte. son estables y eJtdn suficientemente valorizados por el público a que se supone deben afectar...': Badie. BeIlrand: Le DBveloppemsnt Poiitique; Economica, 4a ed.: Parls. 1988: 11.85. en la En lo aue resoeda a la definición de insiiiucmnakacibn. utilimremos la de S. Hunünaion. " medida en que ésta, adjunta a la nota anterior. nos puede ser al para explkar la accibn pollüca p o s revolucionana:'lainstilucionaliraci(uieselprocssoporelcuallasorganiracionesybspocedinientos adquieren valor y esiabilida<t" Huntington, Samuel; Pditical Ofderh Changng Sodetieg' Yale Univemitaire Prea; Nwv Haven. 1968, p. 12. La pobiacidn de la Ciudad de M6xico 4 e l Disbito Federaly de los municipios mnurbados del Eslado de Mbxico-representan m6s de120% de la poblaci6nnachnal según el Conteo Nacionalde Población de 1995, del Inmuto Nacionalde Geografla Estadistica e Informdtica..

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partidoen el poder. Sin embargo, este Estado ha favorecido considerablemente el fortalecimientoy expansión de una cultura política con un fuerte componente nacionalista: Adicionalmente, el Estado postrevolucionariose caracterizapor su importante presencia en la esfera económica '. e) Quinto, lainstitucionalizacióndelpartido políticoproductode la Revolución. Losdiferentes"Jefes"revolucionariosrenunciaron alas armas para incorporarse a la estructura política del Partido Nacional Revolucionario, que desde su nacimiento,bajo la tutela del general Plutarco Elías Calles, se concebía como un aparato de alcancey presencia nacional.El general Elías Calles se situó más allá delaluchapolíticadespuésdehaberrenunciado(contrariamenteasuantececor, el general Alvaro Obregón) a una eventual reelección7.A pesar de que 'el pluripartidismo prevalecíaen principio, es un monopartidismoel que se in~tala"~ en la escena política y electoral hasta finales de la década de los setentas. Estos elementos nos permiten tener una idea, así sea muy general, de la estructura del sistema político mexicanoy de la forma en que se desarrollan las acciones políticas al interior del mismo. No es necesario, sin embargo, profundizar mucho más en estos puntos. Son ya numerosos los estudios que se han aplicado a desentrañar la realidad mexicana, desmenuzando cada uno de los elementos que aquí citamos sólo como referencia. Nosotros no intentamoscontinuar bordandosobre las mismas ideas, sino que a partir del análisis del sistema político mexicano buscaremos La debilidad del sistema de partidas políticos ha hecho que la dinhica del mercado político sea regulada sin la intervención de estos; a parür de esta mnstatacidn, se puede comprender la imwrianciade laacci6ndel Estado en iaconstruccidndeunaculturapolíticanacionalistacomofactor a; consenso Esta cultura nacionalikta esta basada en el controiv la dirección de ia educacidn .~~~ espcblmente en el de la educscün primaria a secundada. Vease: Loaeza, Soledad; "Le Mexique Dans les Relations Caidinaks. L'exemple des Manuels Smlaires Omiels': in RevueFranwisede SciencePoli(rques.vol. 36.núm 6 d6cembre 1986. Paris, pp. 828. La importancia del Estado en la economía nacionalse puede medir a partir de ia participacióndel presupuesto del sectorp6blloo en el Pmdudo Interno ERdo (PIE): para 1991 el presupuestofederal representaba el 39.8% del PIB. aun y cuando la instrurnentacidn de la polltica de privatizaci6n de empresas públicas arrojaba los slguienks resultados: "a pafir de 1982y hasta 1991, de un totai de 1115 empresas pfJblicas, 822fueron vendidas, fusionadas, liquidadas, cenadas o transieridas a los gobiernos de los Estados" ( MBxico, un nuew penll econbmico, Secretaría de Hacienda y Credito Público. M6xico.junio 1991 ) ' El Presidente Plutarca Ellas Calles funda un partido sin bases personalistas q w se propone siiuarse encima de los danes y las Clientelas' Chevalia. Francois; "Cc La d ú l m c r a l k m e x ~ h e>>etsonpafidominan(.genbeetd6veloppements ".,.in.. .Revue .. .~mncairede Sdence Pdidaue:. vol. 38.núm. 2.avnl1988. Pans P. 237. Couffhignal,Georges; "Le PRI: crbpuxule d'uneh6@monie'? "in P ~ J / & S d'h6fique Latine, La DocumentationFranpise, nOm. 88-2. trimestre 1988; París, pp. 3-24. ~

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elementos que nos permitan,antes que nada, subrayar su organización corporativa. Elanálisisdeldesamllopolíticodeberáponeraldescubiertolascondiciones de origen y los elementos del cambio, que han permitido que dentro del corporativismomexicano-un corporativismode Estado, tradicionakse hayan generado pactos políticos neocorporativos, como una manera de relevar el autoritarismo tradicional del sistema político mexicano y de avanzar hacia una democratización sin transitar por los caminosde la violencia, la inestabilidado la ineficacia. En suma, con este Mmer ensayo pretendemos dejar sentadas las bases para establecer ejes de análisis del desarrollo político.

A fin de precisar estos ejes analíticos y para una mejor comprensión de la acción política en el país, tres categorías ameritan ser precisadas: Estado, Régimen político y Sistema politico.

A) Estado Ph. Schmitter ha llamado la atención sobre la necesidad de discutir lateoría del Estado ante la evidente insuficiencia que la discusión tradicional sobre el conceptoofi.eceparaentenderloqueestáocurriendoconlosEstadosmodernos9. Tradicionalmentela palabra Estado ha sido utilizada para referirseala forma de organización p o l í í de cualquier sociedad, sin importar sus características particulares,nisu momentohistórico.Ladefiniciónde un poder político soberano ejercido cobre una población que vive en un territorio determinado es aplicada, salvo a la comunidad primitiva donde no existía el concepto de frontera, de manera indiscriminada. Esta utilización es cuestionable si se considera que el término surgió para designar a una forma de organización política particular: los Estados de tendenciascentralizadorasde la Europa Renacenticta. Es en el siglo XVcuando en la Europa occidental comienzan a emerger los rasgos del Estado moderno. El impulso centralizador del poder político en las manos del Rey y su Corte y la Ph. Schmíüerdidingue tres niveles de dominio político en la sociedad: el primero. el mas general el Estada, el segundo. el Regimen polltico, y por úiiimo, el Gobierno. Los Estados'suelen formarse históricamente a paitir de un proceso de conflido interestatal o internacional y cambian muy lentamente..." Schminer, Phliippe: "La conceItaáón social en pempecfrva comparada",in Espina. Alvaro; Concertacián Sodel, Neomrporatismo y Democracia; Coll. "Economía y Sociologla del Trabajo", Minideno de trabajo y Segrsidad Sosial; Madrid. i99i. p.68


delimitación de un territorio sometido a una autoridad indiscutible s n procesos particulares del ocaso medievalloy el producto de los cambios folíticos que sobrevinieron. Otro argumento que apoya esta precisión es que elconcepto de soberanía, de poder soberano, fundamental paralanocióndelEstrdo,seorigina en el mismo periodo. Por lo tanto se puede asegurar que el UD del término Estado está íntimamente ligado al surgimiento y desarrollo de Lis estructuras politicas pocfeudales. La diferencia fundamental entre ambos modelos, medievaly moderno, se deriva de la configuración del poder político. Mientras el mndo feudal se sostenía en la dispersión del poder, los nuevos reinos tenían amo eje principal "la progresiva centralización del poder por una instancia cadavez más amplia, que termina por comprender el ámbito entero de las relacionts políticas."" Esta orientación centralista alcanzó su máxima expresiin en los Estados absolutistas. Despuésconla Revoluciónfrancesaseprodujodcambiodelaidea de una soberanía depositada en el monarca por la de una sberanía residente en el pueblo. La proclamación de los Derechos Universal6 del Hombre y los experimentos del gobierno tripartita fueron capítulos de lalucha por limitar la acción estatal frente a los individuos. Se buscaba un Esido que además de "evitar la anarquía fuera genuino, auténtico y justo, y nqdeformado, falso y En este empeño el derecho público jugó unpapel importante al proporcionar los principiossuficientes para tender el maro jurídico del Estado de Derecho entendido como aquél en que "el Derecho ocupa una posición de supremacía, y el poder estatal se ve limitado a la defenade la libertad."13 Con el desarrollo del capitalismo las áreas de inewención estatal se diversificaron. Las formaciones estatales crearon un apaato insütucional para atender y prevenir los desajustes sociales provocados prr la estructura económica. Al respecto destacan las medidas implementadp en el campo de la seguridad social. Unbuenpanoramadela forma en que lostradicionalessujeto~polllica~~~dievales reawmodan en el nuevo orden se desarrolla en la definición de "Estado" que apar* en Bodganar. Vernon (Coord.); Encidopeda de las insütudones porItic$ Alianza Editorial; Madrid, 1991.p. 805. SCHIERA,Pierangelo: '"Esiado",en Bobbio. Norbzrto y Maiteuci, N¡& (Coords.);Dicdonaffo de poliüca ;Siglo XXI editores; M6xico. 1982; t. 1,p. 626. l2 Miller, David(w0rd);Encidopedadelpensamientoporfbw;Alianza 6 r i a 1 ; Madrid, 1989, p.177. " Buchner,%lier; "Estado% G b ~ . A x e(u>ord);Dicaonatiodecienía@ltica;Aliama l Edbrbl; Madrid. 1986. p. 252. 'O

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I-by endíaexisten nuevosfadoressoaalesqueobüganaunaredefinici6n del mncelfo tradicional de Estado. La ideade un poderpoiíí concentradoen un8'sola e@dadno puede sostenerse frente a la creciente importancia de los partidos y IBgrupos de interés que "deben ser considerados como wrtadores de un pode cuasi público... que de manera legítima y controlable, afecta al Estado"14. Un claro tjemplo de lo anterior es la creciente injerencia que las empresas multinacionaltstienen en las decisiones económicasy financieras de las nacionescontemp~Bneas'~. Laforma en queestos poderesse enfrentan, se concilian y van mezclán4oseeselanticipo de una realidad políticacadavezmenoslejana. Es en razógde la insuficiencia de la definición tradicional de Estado, para explicar lo que Wá ocurriendo con él en estos tiempos de apertura económica y de trbsformaión política, que nos parece oportuno rescatar lo que Stephan D. Krasner dice (cerca del Estado. Este investigador norteamericano sostiene que en la literatira reciente existen hoy, en la concepción del Estado, dos corrientes principtles: la primera que lo considera como un actor, y la segunda que lo considera romo un conjunto de relaciones institucionales ("institutional network")? ~osotbsseguiremos, en este ensayo, la segunda corriente, dado que nuestro trabajt es el marco para un eje de análisis que girará, en nuestras próximas colaboriciones, en torno a los sistemas de representación e intermediacióndeiifereses-corporativisrno y neocorporativism&en la esfera pública y privadai7.) ~osotrosentend~emos, pues. por"Estadome~cano"loclazosinstitucionales que integran y estruluran 14srelaciones entre los actores públicosy privados: de una parte, el gotkrno, es decir, la administración pública -dirigida - .por el poder Ejecutivo, a sder, el presidente de la República-, asícomo el control y los vínculos metacodtitucionalesdel Ejecutivo Federal en el sistema político a partir de su acción e! el Partido Revolucionario Institucional. Por otra parte, " Ibid., p. 246.

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Maurice Duverger Plante el Droblema de cómo inteoraral canceoto tradicional de Estada- Naci6n estos fenómenos que nos cnducen hacia una era de globalización. Dmerger Maurice. Sociolqla dela Polltica: Ariel. Mexiw 1983 p 48 Krasner. Stephan D.; 'lundual Equiiibr;um. An Amroch to the Evoluhon of Sociew Relations' .. Deparment of Political Scioce. Stanford University; 1982; Memo. slp; pp. 35. " 'El Estado como conjuro de relaciones insbtucwnales (inntutional networkl es una wnceoci6n quese centra envlnculos $tnicturados. integraly orgdnicamente.que unen y relacionan laseskras instiiucionales pública y &%da. Krasner. Stephan D.; Ibicfp.5.

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cuando nos refiramos al Estado mexicano, será para hacer r e f ~ e n c i blas rdacionesinternacionalesdeMéxicoconelexterior-fundamentalmente p&cas y financiera- en este campo, por lo demás, la incfituuci pr@omin@n el control de estas funciones es, también, el Presidente.

6 ) Régimen político La situación de la discusión del concepto de régimen es muy Similar ala del Estado. En un sentidomuytradicional, un Régimenpolíticoes, ensentidoanplio, la forma en que está regido un Estado. Es, en consecuencia, el conjdpto de instituciones,normas, doctrinasy principiosque, enun "momentodadodekrmina la vida política y social de una comunidad políticamente ~rganizada"~~. El Régimen es la estructura que regula el acceso de la sociedad a los niveles de mando política, señalando también, lineamientosal ejercicio del poder$blico . Esta definición, sin embargo, parece resultar insuficiente toda vez que el Estado ha dejado de ser definido por elterriiorioy la soberanla. Siel Estado, por el contrario, es entendido como un conjunto de relaciones, habría qqe concebir el Régimen como la manera en que se plantean las relaciones entre las institucionesy lasociedad. Enestesentido,el régimensería,@nolodefine, Guy Hermet: "El concepto de Régimen se entiende como un modo de arreglo institucionaldel Estado -modo de derecho o de hecho, legitimo o no- que se establece bienen unarelaciónsubordinadavis-a-visdelasociedad($democracia liberal), o bien en una relación antagónica con ella (el autoiiarism~)"~~. Por otro lado, tenemos que Ph. Schmitter, al presenta; al Régimen como el segundo nivel de dominio político en la sociedad, lo define como el "fipo de aparato de gobierno", para luego exponer que el tercer nivel ds dominio político es el Gobierno, a este último lo definecomo 'el conjunto de personas que, en un momento determinado, en su condiciónde presidentes, ministros o altosfuncionarios, dirigen el Régimenque, a su vez, rige ese Estado o controla el acceso al mism~'~.

A partir de estas reflexiones, nosotros entenderemospor "Régimen politico mexicano" al gobierno de México a saber: el poder ejecuf~oy las instituciones

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Ganaro, Rafael; Di&ona!io de paIItica. ; Ed, Tecnos; Madrid, 1 9 i i Hemiel, G y , 'Les pays d ob I'on nicnt", Colloq~cintcrnationa. sur les defis d6mocratiqws. de I'Am&nqeu Latine aux pays de I'Esl. Memo, slp, p 4 " Schmitter, Phillpe; op. cit., P.69

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qued?éIdependentanto por mandatoconsütucionalcomo porel establecimiento de lees, asícomo, por otra paite, lasinstihiaanesdependientesdelosotrosdos podées, el legislativo y eljudiaal-aún cuando se expresa una supremacíadel ejectüvo sobre estos último+, y las organizaciones sociales, dependientes, o no, dt la esfera corporativa. C)Sistema político En cuanto al sistema político sabemos que por éste se ha entendido "aquellas interatsiones e instituciones sociales mediante las cuales una sociedad toma decisiaies que se consideran vinculantes por la mayor parte de sus miembros, la mayor parte del fiempaW Aunque nosotros podríamosinternarnosen una dicusión sobre el concepto de sistema p o l í h . aue necesariamente debe de adecuarse a las nuevas condiciones de la realidadde los diversos países, y el nuestroen lo particular, no es este el lugar y el momento para hacerlo con la debida profundidad y consistencia. Por ello, haremos énfasis en que ahora debemos entender que sistemapolitia, esnlaestructura de latoma de decisiones"en una sociedad. Para ello me remito, a lo que Ph. Schmiíter y T. Karl entienden por sistema de govemance:

"...sistemade'governance'es un conjuntode patronesquedetermina los métodos de acceso a los principales puestos públicos; las características de los actores admitidos o excluidosa tal acceso; las estrategias que los actorespueden usar paralograrsuaccesoy las reglasseguidasenlatoma de decisiones aue comprometen públicamente. Para babaiar adecuadamente el conjuntb debe ser'institucionalizado; es decir, íos diversos patrones deben ser conocidos, practicados y aceptados por hábito de la mayoría, sino es que por todos los adores. Cada vez más el mecanismo preferido de la insüiucionalización es un cuerpo e s d o de leyesque tienen como contexto una constitución escrita, aunque muchas normas poiííicasduraderas puedentener una base informal, prudencialo tradicional.""

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Bogdanor, Vemon (coor); op, cit., p. 681.

" Schmater, Philipp y Kari, Teny L.; " Lo que es ...y lo que no es la democracia ", en Teorfadel Neocorporativismo.


En este sentido, entenderemospor "sistema poküco mexicano" la mmifestación de los interesesde los diversos adores políticosy sociales del país a través de distintos mecanismos de intermediación, cuyo eje principal y'bácico es el presidentede la República;vértice de la pirámide políticae instituciónmediadora de intereses por excelenaa. Aunque estas definiciones de Estado, Régimen Político y Sistema Político suponen, por supuesto, una posición respectoala realidad mexicana, éstas nos permitirán, a partir de esta primera colaboración en la revista del Centm de InvestigacionesSociales, sentar lasbases para el análisisdeldesarrollopolítico de México en este siglo y vislumbrar una respuesta a la interrogantede nuestra construcción democrática.



Notas para el estudio del cambio polftico

René Jiménez Ayala*

Resumen

Este escrito sepropone haceralgunas anotacionesalrededordelsignificado de cambio, de las entidades cambiantes y de las formas de operar del cambio pol11ico. Se propone rastrear en distintas teonás la problemáticamencionada, buscando ilustrarcon algunos cambiosregistradosen distintas sociedadesy en diferentes momentos de la historia. Introducción El estudio teórico del cambio político posee una temática tan amplia y polémica que permite escribir una amplia diversidad de notas alrededor de preguntas clavescomo lassiguientes: 'Quéesel cambio político?¿Qué es loquecambia? ¿Cómoopera el cambio? ¿Cuálesson las resistencias?¿Cuálesson los actores o los agentes promotores? ¿Cuál es la duracibn en el tiempo? La licta, por supuesto, no agota todo el abanico de temas que pueden ser abordados, pero para nosotros son el principio de los intentospara sistematizar el estudio del cambio político. Este escrito sé propone solamenteanotar algunas 'Profesor-investigador del ceniro de Investigaciones Sociales de la Escuela de Ciencias Sociales de la U n i v e d d Autónoma de Sinaloa.


consideraciones referidasa las primerastrespropuestas. En la primeracuestión planteada no sólo estaremosconcentrados en las consideraciones que tiene la teoría política sobre el cambio, sino también algunos puntosde vista desarrolladosdentrodelateoríasocial.en laopinióndeaue losestudiosrealizados~or esta ú~tima~udieranenn~uecerelestudi~delaaccidn~olífim.~ase~undainte~o~ante nos permitirá situar los espacios donde ocurre el cambio y las características y dimensiones de ellos. La tercera nos ayudará a seguir la dinámica del cambio; a mirar las influencias mutuas de los distintos campos; a encontrar, finalmente, algunas de las fuentes del cambio y los mecanismos que se ponen en juego desde el impulso inicial.

¿Quées el cambio político? Cuando se busca en teoría políticay en teoría social una definición de cambio, lo primero que se encuentra es un conjunto diverso de significados. Una de las definicionesde lateoríasocial,queparece pertinente por el momento, lo plantea como 'la sucesión de diferencias en el tiempo en una entidad persistente" (Nisbet, 1979: 12 ).Varias precisiones merecen apuntarse. Según el autor, se requiereconsiderar de maneraesiridacadaunode lostreselementoscentrales de la definición para poder determinar el cambio en su justa dimensión. Pensar en una secuencia de eventos reaistrados en un es~aciodeterminado v su " repeticiónen eltiempo nospermiteestaratentospararegistraralguna diferencia, medir su repetición y poder saber si hubo alguna modificación en los rituales, valores, especialidadesy actitudes de los individuos en un sistema social dado. Podemos decirlo de otra manera: existe un 'antes" y un "después" para una entidad dada(Bendix, 1974: 16-26). En eiSdespués"puedehaber modificaciones o variaciones'en los rituales, en lo; valores o en al&nas actitudes sin que deje de persistir la entidad misma, condición necesaria para poder determinar las dimensiones del cambio. Ello significa que algo cambia y algo se mantiene; que notodas lasdiferenciassignifican unatransiormación.De no existir factoresque permanezcan, la unidad podría perder esa significación. En el campo de la teoría política es posible encontrar posiciones similares alrededor de la persistencia como los realizados por David Easton, por ejemplo. Para explicarla, comienza por reflexionar alrededor de su contrario, de la 'no persistencia", indicando con ello la desaparición del sistema político a consecuencia de una guerra civil, una revolución o una derrota militar, cacos en los cuales se derrumba la unidad política que predominay se reemplaza 'en forma temprana por centros independientes observantes de la ley, o bien por bandas


ilegales."(Easton, 1973: 120).Alemania,despuésdelasegundaguena,Francia durante la Revolución y Rusia en el momento que culminó la Revolución de Octubre son ejemplos de talestransformacbnes. De acuerdo con lo anterior, la no persistencia debe pensarse como algo más que un cambio: como la destrucccióncompleta del sistema político. En la antítesis la persistencia no se refiere a la situación contraria, es decir, a una situación estática. Tampoco se identificaplenamentecon lacontinuidad. Elcambio, para Easton,es perfectamente compatible con la persistencia debido a que los sistemas tienen que realizar modificaciones para poder adaptarse a las circunstancias fluctuantesdel medio ambiente, a pesar de que tales afirmacionesnos conduzcan a un planteamiento paradójico. El cambio y laestabilidadson dosaspecto;imporiantesde losestudiossobre los sistemas politicos en su nivel más general, aunque también existen investigaciones referidas a las alteraciones registradas en el comportamiento político de los individuos a través de su propia historh. De acuerdo con Roberia Siegel (1989), Easton y Dennis postularon en un esudio que la adquisición del apoyo difuso de los ciudadanos hacialasfigurasdelaautoridadpolítica obtenido desde la temprana edad tiende a mantenerse en la dad madura sin dejar de tomar en cuenta, por supuesto, las especificidades dd las etapas que experimenta el individuo durante su desarrollo.

Lo que cambia Los cambios politicos pueden encontrarse en el nivel más general en la estructura y en la cultura del sistema político fllmond y Verba, 1963; Gabriel, 1990). Almond y Verba distinguen tres aspeitos centrales de este sistema: estructuras o roles específicos como los cuerlos iegislativos, ejecutivos o las burocracias; los roles desempeñados por legishdores y administradores; finalmente, las políticas públicasparticulares,dirigidas a reforzar la toma de decisiones(Almondyverba, 1963: 13-14),involucrandcalospartidos,gruposdeinterés y medios de comunicación en los procesos policos de input. La cultura políticaestádefinidapor lasorientaiionesque los individuostienen hacia el sistema político o hacia alguno de los stbsistemas de interacción. Las orientaciones se'refieren a m~do~es~ecíficos di conducción individual hacia objetos políticos; es decir, "a aspectos internalizalos de objetos y relaciones". Incluye orientaciones cognitivas, afectivas y evalbtivas relacionadas con los conocimientos, sentimientos y evaluaciones de Iq individuos. Dentro de las


orientaciones habría que incluir, en un apartado especial, aquéllas que los individuos tienen de sí mismos como adores políticos, de central importancia para el análisis del sentido polítiq de una sociedad determinada. La relación entre estructura y Altura se ha vuelto un asunto de gran interés para el análisis de la estabilidad y los cambios políticos y sociales. El hecho de que estas dos grandes entidadessean partes componentes de una unidad no imolica aue podamos atribuirles a ambas una dinámica similar o una relación necesaria, de modo tal que podemos pensar en la coexistencia entre una avanzada industrializaci& e- instituciones políticas modernas con valores tradicionales. Poreiemplo, unacuhra políticaparroquial . .puedeser perfectamente congruente con una e&uctura democráticao una cultura particibativa con una estructura autoritaria. Podemos pensar entonces que los cambios en la estructura y la cultura pueden ocurrir también con distinta intensidad y magnitud, condicionándose de manera diversa. Como en GranBretaña, donde un lento y continuo patrón de cambioculturalfueacompa~adoporloscwrespondientescambiosenlaestudura; o como en Francia, donde la Sevolución contribuyó a modificar de manera abrupta las estructuras y los conportamientos políticos dominantes. Algunos otros ejemplos de cambio en la cultura política pueden estar bien representados por las modfimciones registradas en los casos de Italia y Alemania. La vida política ihliana se ha visto envuelta en una serie de modificaciones en la última década que han propiciado novedadesen aquellos planos más dispuestos a la vi* común, como los sucedidos en la participación política. "Nuevas formas de prticipación han emergido y han expandido el repertoriotradicionaldel comprtamiento políticodelas masas(votar,afiliarseen partidos políticosy en actividaiesasociadas, propagandizar en el trabajo, etc.). Las formas más novedosas nduyen demostraciones; plantones; huelgas no autorizadas por el sindicato;marchas no autorizadas, ocupación de plantas, oficinasy edicios públicos; bbqueodevíasdeferrowril y &rreteras;pksde slogansen las paredes; etc.' Gani, 1989: 311). Desde luego que esas actitudes no son nuevas en Italia ni a otra sociedad, pero sí lo es en cambio la alta frecuencia con que ocurren,uomparándolas con el periodo inmediato anterior, donde sucedían de forma aslada y esporádica. Es posible encontrar ahí con claridad una sucesión de direncias en el tiempo. Estas nuevasformas d~participacióntienen al menos cuatro características distintivas. En primer lugapuede decirsequeson 'mássocialmentevisibles";es


decir, ocurren y requieren necesariamentede un escenm'o público para iener alguna significación. En segundo lugar se puede hablar de una mayor espontaneidad y por tanto de una menor posibilidad de poder ser controlados por organizaciones formales. En tercero debe anotarse la confrontación que se da entre grupos opositores, generalmente pertenecientes a la ultraderecha o la ultraizauierda. Finalmente. en cuarto luoar está el cambio en la forma de parti~i~a~i6npdítica, lacualha psadoa ejkersedemanera direda. Elloquiere decir que no se delega a otros la resoluciónde un asunto considerado de vital imporkncia, sino quese considera una acción que el propio demandante debe ejercer. El casoAlemán plantea aspectosdistintosacercade loscambiosenlacultura política que son también sustanciales. El compromiso de las élites con la transformación de la culturapolíticaenlaposguerraresultaunabuenailusíración de este tipo de estudios. Algunas característicasque fueron encontradas en un estudio aplicado en 1959se han mantenido vigentes, han persistido. Tal es el caco de los niveles de conocimientoy las tasas de participaciónen actividades formales como las elecciones, las cuales induso sufrieron algunos ajustes incrernentándosesu tasade participación(Conradt, 1989228-29). Proporcionaremos un último ejemplo en este apartado, por ser de gran trasaendencia en la actualidad en el análisis de la transición del orden político. Nos referimos a un estudio clásico de Lipset de los años cincuenta donde analiza la continuidad y el cambio producidoen la participaciónelectoral. Encuentraen estudios sobre las ~olitica elecciones en Estados Unidos de 1948v 1952 aue la nueva seneración " es más republicana que la inmediata precedente. Como iluctración cita el caso de Elmira, Nueva Ywk,en 1948. Ese año sálo el 38% de los trabajadores asalariadosdeveintiunoaveinticuatro añosvotó por Truman, comparado con el 54% de votos de ciudadanos entre veinticinco y treinta y cuatro años. En el año de 1952 el 44% del grupo de veintiuno a veinticuatro años se manifestó por Eisenhower, comparadocon el 38% del grupo compuesto por ciudadanos entre veinticinco y treinta y cuatro años(Lipset, 1993:232). Se podría seguir ilustrando con otros cacos la diversa gama de cambios que puedenocurrir en la estructura y en el comportamientopolítico de los actores, pero nosinteresa por el momento pasa a otra secuenia \emá\ca, .teteida a \as tuenfes de\ cambia y a \as mecanismos que operan en el proceso a través dela pregunta ¿cómo se da ese cambio? Es lo que trataremos en el siguiente apartado.


Cómo cambie Aquí puede establecerse en principio una dierencia entre fipos o formas de cambio y el origen o la fuente del cambio, y su desencadenamiento hasta hacer surgir nuevos elementos o una recombinación de ellos, sea en el orden de la estructura o de la cultura política. Dicho de otro modo, habría que detenerse a mirar einspeccionar el cambio dentro del sistemay fuera de él. De acuerdo con tales consideraciones, puede entonces hablarse de cambios evolutivos, revolucionarios y cambios estructurales, de acuerdo con su intensidad o modo de desenvolvimiento y también acordes con las consecuenciasque pudiera traer. Autores como Cavanagh (1989) piensan que el cambio puede proceder desde diversas fuentes: de los procesosde socialización política, de losnuevos valores entre las nuevas generaciones, del alejamiento de madelos políticos extranjeros y de la experiencia de los individuos en los procesos políticos. lnglehart (1990) enfatiza la idea del cambio gradual a partir de la aparición de nuevas generaciones, quienes permiten que los valores tradicionales y las normas se mantengan de manera amplia entre las viejas generaciones y de la penetracióndenuevasorientacionesen lasrieneracionesióvenes.reem~lazando gradualmentealasviejas. ~troautorsehireferidoalcainbiodeorient~ciones cívicas y su relación con el bien público, preguntándose en particular: "¿de qué manera están afectadas las orientaciones cívicas hacia el bien público por la escala de la vida política en un sistema tan grande como un país. Oincluso más grande? (Dahl, 1991: 138). Robert Dahl concluye para esta temática que, en la medida que se incrementa el tamaño de la poblacióny el territorio, tendrán lugar dos cambios cruciales que van a reducir 'drásticamente las esperanzas de la virtud cívica individualista. Estos son un incremento en 1.- la diversidad de interesesy 2.- la necesidadde un conocimientoteórico en lugar de uno prádico para determinar el bien común en situaciones concretas." (Dahl, 1991: 142). Otros investigadores se han referido también a las modificaciones producidas por las nuevas generaciones (Lipset, 1993; Delli, 1989). Para ellos el relevo generacional puede marcar cambiosen el nivel globaldelasociedad. Para Delli, por ejemplo, es en el "...contexto de continuidad y cambio que el estudio de las generaciones puede ser bien entendido. No hay transferencia de poder tan fundamental y por conciguiente no hay potencial más fundamental para el cambio que el ocurrido entre generaciones. Esto es así porque, disímil con cualquier otro tipodecambio, esinevitable,estodo inclusivoy esno examinado." (Delli, 1989:ll). El autor piensa además que los cambios generacionales se relacionan estrechamente con los procesos de socialización a los cuales mira


como procesos imperfectos, de modo tal que las nuevas generaciones son socializadas bajo circunstancias que no son controladas por un sólo agente individual, sino por una pluralidad de ellos, abso~endode modo permanente estímulos y valores novedosos y distintos (Delli, 1989: 11-16). En un famoso e influyente trabajo de Ronald Inglehart, citado por Gabnel (1990), se reflexiona acerca del cambio de valores ocurrido en la sociedad posindustrial. lnglehart considera que en las democracias actuales se está llevando a cabo una "Revolución Silenciosa" mediante la cual se ha desplazado a las concepciones materialistas y se las ha sustituido por valores "posmaterialistas", poniendo el énfasis en la solidaridad y en la satisfacción estéticae intelectual, en vez de hacerlosobre el bienestar materialy la seguridad física (Gabriel, 1990:29). De lashipótesisdeladeficiencia-elindividuo nopuede realizartodoslosobjeüvosqueseproponedemanerasimultánea-y la soáalizacyón -que afirma la no adecuación inmediata de las orientacionesvalorativas a las condicionesde lasociedad, sinosu adquisición durante los primerosañosdevida del individuo-, 'Inglehart infiere sus enunciados acerca de las condiciones de cambio de valores de las democracias occidenatales." (Gabriel, 1990: 30) El cambio en el nivel de las diferentes estructuras y de la cultura puede proceder de muy diversasfuentes: del sistema mismo o de su entorno. lnglehart muestra cómo en el caso particular de las sociedades avanzadas, los cambios económicos y sociopolíticos impactan en la culura, al mismo tiempo que la cultura influye sobre la política, la sociedad y la economía. En este tipo de sociedades, en particular, el paso de los valores materialesa los posmateriales ilusira uno de los asoectos básicos de nuestra definición: los valores diferentes comienzan a repetirseaunque notodaviaparatodosloscacosdelassociedades más avanzadas. Por ejemplo el desarrollocientífico y tecnológico sin precedente de lasúltimasdécadasha contribuidocon cambiosgradualesenvaloresbásicos prevalecientes en los ámbitos político, laboral y familiar entre otros (Inglehart, 1990:41. ~, Daniel Bell11989\adoota , . unaposiciónsimilaralafirmarqueloscambios en las sociedades aianzadas se dan de manera más acelerada signicativa en el campo cultural que en el político o estructural, por las características mismas del orden socioeconbmico y político.

y

Elestudio del Cambio de régimenrealizadopor Robert Dahlen La Políarquia (1993) resulta un magnífico ejemplo de cómo pueden operar las modificaciones seconcentra en la secuencia desdequecomienzasuprocesodeadivaci~n.~~ahl del procesotomando como objeto de reiie>(lbnlastransiormacionesdelrégimen


político,sobre todoenelcambio'derégimen hegemónicoenotomáscompetitivo o de una oligarquía competiüva a una poliarquíaproduce consecuenciassignificativas" (Dahl, 1993: 29). Su pmpuesta teorética contiene varios momentos. Primerose presenta una amplia libertaden el debate públicoy en la participación políticadelosciudadanos.Laparticipaciónabieitay la competenciacombinadas implicantransformaciones en la composiciónde los dirigentes. Luego, al buscar el apoyo de los grupos sociales se les incorpora en la vida política y así sucesivamenteha& tratar de buscar una modificaciónsustancial en el sistema de partidos. Loscambiosmás drásticosy visiblestienenlugar, claro está, cuando

untejimen wnunso\opafiOohe~embriwa seueieem@azahOebimashbha por una poliarquía. Habrían de tenerse en cuenta algunas críticas a la idea del cambio y poder diferenciar entre evolucióny evolucionismo. Alain Touraine(l988), por ejemplo, nos alerta acerca de estas pretensiones. Piensaque el evolucionismo'no puede concebir el cambio social porque no puede disociar el análisis del sistema social del análisis del cambio" (Touraine, 1988: 83). Agraga que todo cambio social es en alguna medida exógeno, lo cual vuelve obsoleta la afirmación de la Segunda Internacionalque afirmaba que un tipo de sociedad podríadesarrollarse-tansólo cuando la sociedad que le precede ha agotado 'todas sus particularidades. "Induso lassociedadesmás dominantesnocambiancomo un resubdo delasimple acumulación de sus técnicas, sus logrosy sus intercambios." (Touraine, 1988: 84). En este momento es importante introducir el punto de vista marxista acerca del cambio social, por el acento que pone en la idea de crisis como un concepto ineludibleen el estudio del cambio social y político.Consideraesta teoría que¡as crisis ~uedenllevara una modificaciónde las estructuras básicasde la sociedad. tesisQuesigueunsendero distinto del andado por ~asteoríasdelcambio~radual: Jürgen Habermas, uno de los teóricos más importantes de esta tendencia, piensa que las crisis están indisolublemente ligadas al cambio, aunque piense que no todos los cambios deben ser tratados inmediatemente como crisis. El encuentra el principio de la crisis cuando la estructura de un sistema admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación, añadiendo que - e n marcado contraste con Touraine, por e j e r n p b las crisis de un sistema no se producen por cambios en el ambiente, sino por razones propiasdelsistema, de su propia estructura. 'Tales estructuras hande poderdistinguirsedeelementosdelsistemaqueadmitenalteracionessin que el sistema como tal pierda su identidad." (Habermas, 1991:17) Es posible encontraraiteriossimilaresen ClausOffe(l990)respectodelascontradicciones


del Estado de Bienestar y el cambio en el orden político. Puede afirmarse en términos muy gruesos en este nivel de análisis que, tanto para Habermas como para m e , las crisis del capitalismo son crisis de racionalidad del sistema capitalista mismo. David Hdd puntualiza a este respecto. Distingue dos conglomerados de argumentos en el estudio de la estabilidad y la crisis. De un lado sitúa a los teóricosde laUsobrecarga"ydeotro losrepresentantesde la crisisdelegitimación. Esta últimatendencia distingueentre cricisparcialesy crisisquepodríanconducir a la transformación de la sociedad. La primera clase es de corte cíclico y está referida a fenómenos tales como el ciclo política-negocios, incluyendo h m s y recesiones en la actividad económica. La segunda se refiere a una variación en el principio de organización de la sociedad; esto es, pone en cuestión el orden social en su conjunto. 'Los teóricos de la sobrecarga argumentan, en esencia, que la forma y operación de las institucionesdemocráticas son corrientemente disfuncionales para la regulación eficiente de asuntos económicos y sociales, una posiciónampliamentecompartidaconla Nueva Derecha ...Encontraste, los teóricos de la crisis de legitimación, sostienen que es s61o con un enfoque de relacionesdeclase y el mnstreñimientosobrela política impuestos por el capital que puede ser establecida una base adecuada para el entendimiento corriente de s1; tendencias a la crisis." (Held,1987: 233). Ambas propuestas teóricas coinciden sin embargo en que el poder del Estado ha sido erocionado debido al crecimiento de las demandas provenientes de los grupos sociales. A la idea de crisis habría que añadir la perspectiva que diferencia entre revoluciones sociales y políticas. Las revolucionesconstituyen una modalidad delcambioradicaltransformandolasorganizacionesdelosEstados,lasestructuras de clase y las ideologías (Skocpol, 1984:lg). La Revolución política se caraderiza por su capacidad de transformar las estructuras del Eslado. Algo distinto ocurre con las Revoluciones sociales. En ellas '...los cambios básicos de la estructura social y de la estructura política ocurren unidos, de manera tal que se refuerzan unos a otros. Y estos cambios ocurren mediante intensos conflictos sociopolíticos, en que las luchas de clase desempeñan un papel primordial" (Skocpol, 1984:21). Siguiendo el puntode vista de Ghalmers Johnsonexpresado en Revolotionary Change, Theda Skocpol añade el concepto marxista de violencia, al afirmar que violencia y cambio son los rasgos distintivos de la revolución porque aquélla representael medio para cambiar la estructurasocial. Tienecapacidad, finalmente, parapodertransformar lasorientacionesvalorat'~as y por tanto la cultura política de una sociedad determinada.


Conclusiones La definición explorada parece adecuada para el estudio del cambio político por considerarlosconceptosdetiempo, espacio, secuencia, persistenciaydiferencia como centrales. Nosposibilitasituar el estudio de la mismaentidadpo¡íticaendos tiempos distintosy poder encontrarlos rasgos diferencialespermitiendoconocer por tanto las modificacionesocurridasen la entidad cualquieraque ésta sea. Así, al fijar como entidades la estructura y la cultura de un sistema político dado, se puede determinar el nivel de persistenciay de cambio en cada uno de ellos. En nuestras notas consideramos aue ambos com~onentesdel sistema oolítico pueden sufrir modificaciones,sinque tengan que ocurrir de manera neceiariaen ambos al mismo tiempo y con igual intensidad. Más bien el cambio en el sistema o en alguno de sus' el&nentós se produce de manera independiente pero interactuante:cada uno de los componentestienecapacidad de influenciaen los demás para lograr dinamizado o provocar el cambio, que puede ser evolutivo o revolucionario y modificar o no las estructuras de la sociedad. Los cambios bruscos pueden provenir de los procesos de crisis que, convertidos en Revoluciones sociales o políticas, pueden modificar las estructuras sociales o políticas y las ideologías del sistema en general.


Conclusiones La definición explorada parece adecuada para el estudio del cambio político por considerar losconceptosdetiempo, espacio,secuencia, persistenciay diferencia comocentrales. Nos posibilitasituar elestudiodelamismaentidadpoliticaendos tiemposdisüntosy poder encontrarlosrasgosdiferencialespermitiendoconocer portantolas modificacionesocurridasen la entidad cualquieraque éstasea. Así, al fijar como entidades la estructura y la cultura de un sistema político dado, se puede determinar el nivel de persistenciay de cambio en cada uno de ellos. En nuestras notas consideramos que ambos componentes del sistema político puedensufrirmodificaciones,~in~uetengan~ueocurrirde manera necesariaen ambos al mismo tiem~ov con iaual intensidad. Más bien el cambio en el sistema . , o en alguno de sus elementos se produce de manera independiente pero interactuante:cada uno de los componentestienecapacidad de influenciaen los demás para lograr dinamizarlo o provocar el cambio, que puede ser evolutivo o revolucionario v modificar o no las estructuras de la sociedad. Los cambios bruscos pueden provenir de los procesos de crisis que, convertidosen Revoluciones sociales o politicas, pueden modificar las estructuras sociales o políticas y las ideologías del sistema en general.

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Los partidos políticos Un estudio socialógico de las tendencias oligárquicas de la demoaaria moderrna Roberi Michels -. . Amorrortu Editores, Paraguay, 1991 (Reseña)

Consuelo Quiroz Sandovaíf

Estetextoescritoporei sociólogoalemán Robert Michelsen 1911, es fevelador. Muestra la mutabilidad del ideal democrático y las tendencias que se oponen a la democracia, las cuales tienen su origen en el principio de organización de la sociedades modernas. Estas tendencias son clasificables y dependen: 1) de la naturalezade individuo humano; 2) de la naturaleza de la lucha politica; 3) de la naturaleza de la organización. Michels sostiene un argumento fundamental: "Que el mal funcionamiento de la democracia es una característica de todo sistema complejo, propio de la sociedades modernas que se cimientan en un entramado armazón organizativo a gran escala, que es incompatible con'la democracia. Quien dice organización dice oligarquía."

1. Para demostrar su tesis, Michels examina la conducta de los partidos conservadoresy socialistas en Alemania que parecían entoncesinteresadosen la democracia. En su análisis encontró una característica común en ambo& partidos: que sus ectructuras internasno eran democráticasdebido al principio de la organización. Toda organización a gran escala requiere de una administración igual que tiende a desarrollar una estructura burocrática distribuida jerárquiwmente,trayendo como consecuencia laconcentracióndel poder en los líderes, quienes son los que deciden sobre las masas. Esta inversión de posicionesen la direccióny controldela organizaciónhace imposibleel principio democrático. 'Estudiante de m a m a en la facultad de Ciencias Sociales de la UAS en Mazatián


La complejidad de las sociedades modernas sólo es posible entenderla bajo el principiodela organización. El crecimientoeconómico y la gran diferenciación de actividades también trae consigo un alto grado de especialización que requiereel uso de racionalidadcomo norma para hacer posible laadministración de un nuevo orden social. El hombre moderno adopta una personalidad móvil; se adapta aloscambiosde esa nuevasociedad,enlacualse presenta un avance creciente queva de lo individual a la identificación de valores más universalizados, donde se hace poible su capacidad electiva, reducida a un proceso electoral democrático. Respedode lajustificación ética de las luchassociales,ésta puedeencontrar su fundamento en el insünto de conservaciónde la clase burguesa, y debe su génesis a una tendencia innata en el hombre de transmitir a sus descendientes cuanto poseede poder, bieneseconómicos,etcétera. Estatendenciase nutrede unordeneconómico basadoenla orooiedadorivadadelos mediosdeoroducción . . y el poder político, por una analogía naturaly psicológica. Esta mismatendencia predomina también en el campo de la política Esta clase social que se niega a abandonar el escenario del poder de la aristocraciaburguesa se introducede dos maneras en los procesos políticosdel naciente Estado democrático: 1) por vía de la tradición, 2) con el nacimiento de fuerzaseconómicas que permiten la concentracióndel poder social ( anstocracia millonaria). La organización social del Estado moderno se construye de manera polarizada, dividida: por un lado los reyes de la moderna organización económicacapitalista(burguesía); por el otro,lasgrandesmasasdelapoblación. Una vez identificada la clase social de corte aristocrático, entrenada en el ooder. desciende a la arena oolitica adootando un disfrazde corte democrático ;portando valores éticos de'igualdad, libertad y fraternidad. Reconocen en el proletariado una dase inexperta e inculta, que requiere de guías con amplia experiencia. Sólo hay que identificarse con sus padecimientos, apoyar sus luchas laborales y aparecer en el escenario político de manera organizada, como Estado, como institución, como partido político, como representante de la voluntad popular. En el campo de lo político se conserva ese instinto de transmitir el poder creando una predisposición para considerarlo como una propiedadprivada. Los partidos políticos de la sociedad moderna enmascaran el germen de las tendenciasoligárquicasyaristocráticasdeuna élite,queasumeel podery control

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de una organización (Estado, partido político, sindicato u organizaciones de intermediaciónde intereses), usurpando de manera legal y por su condición de representantes, los derechos democráticos de las mayorías. Laorganización de un partidodemocrático modernoseresuelve en la división de masas y élites. Esta fragmentación se debe a la imposibilidad de que todos decidan sobre todo; es decir, el poder es delegado en manos de unos pocos:en manos de las élites. La delegación del poder contribuye a contrastar las actividades y los intereses entre élites y masas: "el pueblo ya no gobierna, es gobernado". Seinicia el ciclo del poder"todo poder procededel pueblo y termina levantándose por encima del pueblo". 2. La delegación del poder en unos cuantos es resultado de la imposibilidad de llevar a la práctica el ideal democrático, debido a la inmensa mayoría de miembros que existen en las organizaciones y su expansión geográfica. De ahí que surja la imposibilidad mecánica y técnica de un gobierno directo por parte de las masas, quienes sólo tienen poder el día de las elecciones, delegando su soberaníay lacapacidaddedirección enlasélitesoen Iíderesdelaorganización. Este tipo de conducción experta es una manifestación de la tendencia a la oligarquía. La formación de grupos especializados y la diferenciaci6ndefunciones dentro de la organización se apoya en el principio de división del trabajo, propiosdela organizaciónde los Estadoscapitalistas.Estetipode estruduración trae como resultado una burocracia jerárquica en la organización partidaria, debido a una necesidad técnica y práctica que responde al principio de organización.De estamanera,lavoluntadpopularesexpresadaenagrupaciones llamadas partidos políticos, dentro de los cuales existe una diferenciación en cuanto a categorías de participación y dirección dentro de una estructura organizativa. Michelsencuentraun argumentomás que seopone al ideal democráfico en las tendencias psicológicas desarrolladas en los líderes, sobre todo por la delegación continua del poder. Debido a la falta de capacidad orgánica de las masas y la enorme necesidad de liderazgo que experimentan, han contribuido a fortalecer la imagen de los Iíderescomo seres superiores. Esto crea un culto y una adicción de las masas hacia sus líderes, quienes se convierten en depositariosde la confianza, proporcionandoasía la masael terreno pcicológico donde pueda florecer una exhuberante hegemonia directiva.La gratitud de las masas y la atmósfera de adulación que viven y respiran los líderes desbordan


en laautosuficienciaqueseapoderadeellos y los autosugestiona.Se convierten en amos de la volu&d de otros al tener ~ n ~ ~ r e s t que i g i olos coloca a la altura de semidioses. Las cualidades de los líderesv la fascinación aue eiercen en las masas handependidofundamentalmente d 4 n excelente manejo de la oratoria y delacapacidaddedespertarpasionesatravésdelacontundenaadesusideas, permitiéndoles la identificaciónde sus intereses con los intereses de las macas. Las tendencias que dependen de la naturaleza de la lucha política son identificadas por Michels como luchas donde dominan ideas y métodos militaristas . Donde el mando descansa en autoridades jerárquicas se diseñan estrategias y tácticas. La masa debeser disciplinadayseguir ciegamentealjefe. Esto no es propiamentedemocracia, en el funcionamientointernoy la organización de un partido. La democracia no es para el consumo internosino un artículo de exportación. Otro rasgo de la organización de un partidodemocrático moderno es la lucha entre las facciones internas por conquistar el dominio que se debate entre las más perversas pasiones humanas: la envidia, los celos , la ambición y la presunción. Esta lucha generalmente está marcada objetivamente por la línea de laedad: losióvenescontralosvieios. La lucha se mide Dor la resistencia. Los veteranosposeen experienciay la re'cistensistemáticame"te, perfeccionándose en ella, atributo que se presenta con debilidad en los grupos de jóvenes. Robert Michels muestra en su texto un espacio de reproducción de las oligarquías en los partidos políticos, que en su naturaleza interna encierran el germen oligárquico debido al principio de organización que contribuye a la diferenciación entre élites y masas; entre quienes conducen y quienes son conducidos. Por tanto, la democracia debe ser entendida como una edificación delas masasparaprese~arlaviejayla nueva historia delasoligarquías.Michels creeenla democracia, perodelasélitesque luchanpor el poder. "Reconoce que la historia es el registro de una serie de luchas de clases, que culminan invariablemente en la creación de una nueva oligarquía que se fusiona con la anterior".



Esquema para el análisis político David Easton. (Resefia)

Nicolds Castañeda Lomas*

E n su libro Esquema para el análisis polftico, David Easton, a través de su análisis sistémico de lavida política, al cual leda un enfoquecondudualista, nos brinda la oportunidad de hacer un tratamiento de lo político ya no de manera tradicional, es decir, restringiéndonosal estudio del poder del Estado, de la toma de decisiones o al análisis del monopolio del empleo de la fuerza legítima, sino más bien considerandoalavidapolítica como unconjuntode interaccionesentre individuosy grupos, como un sistemade conductasorientado a hacer asignaciones autoritarias de valores para la sociedad. Easton enfoca la vida política corno sistema de conducta adaptativo, autoreguladoryautotransíormador,queoperaenel interior de unambienteyque responde a él, al hacer asignaciones obligatorias de valores. El análisissistémicodeEastonsefundaenlassiguientespremisasgenerales:

1. Sistema. Considera a la vida política como sistema. 2.Ambiente. El sistemapolíticosedistinguedesuambienteypermaneceabierto a sus influencias.

Estudiante de maesWa en la iacultad de Ciencias Socialesde la UAS en Mazaiián.


3. Respuesta. Los cambios en el sistema políticose considerancomo esfuerzos de sus miembros para regular o hacer frente a las tensiones que provengan del ambiente o del interior del sistema.

4. Retroalimentación. La capacidad del sistema político para subsistir a las tensionesestáen función de la presenciay naturalezade la informacióny demás influencias que vuelven a sus actores y a los que toman las decisiones. De acuerdo con estas premisas, se considera que el sistema político está sujeto a diversas tensiones que lo perturban constantemente o que inclusive lo puedendestruir. Parasu persistencia, el sistemaseveobligadoaretroalimentarse suficientemente con su ambiente, asícomo hace uso de su capacidad adaptativa a través de la transformación de su estructura y procesos internos. En esta dinámica de sistema-ambiente y tensión-adaptación, es preciso tener bien identificadoel sistema políticoparadistinguirlo deaquelbque no lo es, así como conocer las fuentes de tensión y las capacidades adaptativas del sistema. Las interacciones políticas se distinguen de otras porque éstas se orientan hacia la asignación autoritaria de valores para la sociedad, en tal sentido, la política debe comprender el sistema de interacciones mediante las cuales se implementan dichas asignaciones. En un sistema político, las autoridadesdistribuyen y llevan a cabo asignaciones autoritarias de valores entre personas o grupos, aplicando los siguientes procedimientos: Privando a la persona de algo que poseía Entorpeciendo la consecución de valores Permitiendoel accesoalosvaloresacierias personasy negándoloaotras Las asignaciones pueden ser autoritarias y consideradas obligatorias por diversas razones: por temor al empleodelafuerza o sanciones psicológicas, por interés personal, por tradición, por lealtad, por el sentido de legalidadopor elde legitimidad.Através dedichasasignacionesescomolas elitespolíticasgobiernan e imponen su autoridad en una sociedad. Todas aquellas interacciones o procesos que no asignen autoritariamente valores a la sociedad, forman el ambiente del sistema polifico.


Para distinguir el sistemadesuambiente, Easton utiliza el concepto de límite. Para él, dicho concepto constituye un elemento analítico que le permite entender la interrelación del sistema con su ambiente. A través de dicho concepto se diferencia lo internode lo externo, las variables dependientes principales de las variables externas, los insumos de los productos. Como para Easton los sistemas son de carácter analítico, los límites son producto de las decisiones del investigador que delimita sus intereses teóricos y empíricos; constituyen un principio de selección en el sentido de que son criterios de inclusión y exclusión. Con respectoalambientedelsistemapolítico, Eastonlodivide en intrasocietal v extrasocietal. El a rimero se refiere a todo aauello aue está fuera del sistema pero dentro de la sociedad y el segundo lo hace a la sociedad internacional. Easton asegura que la situación de estabilidad o cambio de un sistema depende fundamentalmente de las variables internas. Sin embargo, posiciones más actuales, como por ejemplo la de Jürgen Habermas en Problemas de legitimacióndelcapitalismo tardío, planteanque lasituacióncrítica de unsistema puede tener su solución en otro sistema, puesto que las crisis se trasladan de unos sistemas a otros, en ese sentido la posible solución al sistema se puede encontrar en otro lugar y no en él mismo. Aparte de considerar que el sistema es abierto y receptivo, Easton también lo concibecon capacidadde respuesta para enfrentar lastensiones provocadas por perturbacionesy cambios, es decir, que los sistemas políticos cuentan con diversas condiciones y recursos que le permiten persistir y reproducirse aun en condiciones de rápidos cambios. La persistencia es entendida como subsistencia es decir, que para que un sistemapolítico perdure en el tiempo, debe de cambiary adaptarseacircunstancias igualmente fluctuantes. Esto significa que los ciudadanos, como miembros del sistema político, deben de estar preparados para enfrentar las situaciones tensivas, lo que quiere decir que puedan adaptar, corregir, reajustar o modificar el sistema oara enfrentar efectivamente esas tensiones. Todo sistema político debe tenerka capacidad crítica autorreguladoray adaptativa hasta el p&o de la autotransformación. Eastonconsideraque en todoslossistemaspolíticos son las élites políticas los órganos que se encargan de desarrollar la función de adaptación; en este mismo sentido, los partidos políticoscomo parte de la élite, 173


constituyen un elemento de acción eficaz para la regulación del sistema. En David Easton, la relación insumo-produdo es en sí, un poderoso elemento analítico. Para él, los insumos de demandas y apoyos constituyen las variables sintéticas que transmiten la tensión al sistema, además de reflejar lo que en el ambienteessignificativoparalatensiónpolítica.Las demandasgenerantensión cuando no con resueltas y por lo tanto se produce una sobrecarga de demandas en el sistema, lo cual tiene repercusiones negativas en el insumo apoyo. El insumo apoyo también genera tensión cuando se reduce a niveles mínimos. Cuando esto sucede, el sistema puede dar las siguientes respuestas: a) Una regulación estructural del apoyo la cual consiste en la adopción de un nuevo orden constitucional que significa una autotransformación radical del sistema sin poner en peligro sus variables esenciales. b) El apoyo difuso, que se basa en lazos de lealtad, afecto, leg'imidad, patriotismo, amor al país, sumisión y sentimientos de comunidad. Todo esto mediante diversos procesos de socialización y medidas especiales que el sistema adopta. c) Los apoyos específicos. Esto se da a través de múltiplesbeneficios y ventajas &pecíficas. Los D ~ O ~ U ~del ~O sistema S constituven un elemento fundamental oara mantener sus variables esenciales, es decir para mantener vigente y reproducir un sistema político. Por eiemplo, las políticas públicas en los países modernos cumplen i e papel. Los ~rodudosG n la manera decomuni&al ambiente los cambios del sistema, vinculan lo que sucede en el sisfema con suambiente. Mediante los productos se estimula el apoyo y se refleja que la demanda fue resuelta. Los productos del sistema político con, entonces, todas aquellas asignacionesautoritarias devalores o decisionesobligatoriasy las accionesque las implementen o se relacionen con ellas, así como todas aquellas medidas tomadas por la autoridad política. La capacidad de un sistema para responder a la tensión, se ejerce mediante la creación de productos. Estos pueden crear o eliminar las condiciones del apoyo y regular el volumen de demanda. De acuerdo con Easton, todo sistema político estádotadoderetroalimentacióny de la capacidadpara responder a ella, a partir de estas capacidades. Un sistema regula su tensión modificando su propia conducta. De igual modo, para enfrentar la tensión, requiere que sus autoridades conozcan las condiciones tanto del ambiente como del sistema.


Además deben conocer la disposición que tienen los ciudadanos para brindar apoyo. Deben saber también sobre lasdemandasque infly e n políticamente, y sobre los efectos de los productosya generados. Todo lo anterior nos lleva a la necesidad de considerar que, en un sistema político, es necesario un permanente flujo de informaciónhacia las autoridades en un sistema oolitico. Sólo conociendo lo ocurrido v la situación actual de la demanda y el apoyo, las autoridades estarán en condiciones de dar una respuesta que reajuste una situación determinada. Para conservar un sistema político, las autoridades pueden responder a un nivel bajo de apoyo, con una serie de acciones, sólo si existe la retroalimentación. Finalmente, el sistema político es considerado por Easton como un modo de convertir o traducir demandas y apoyos (insumos) en asignaciones autoritarias de valores (productos). En este proceso de conversión se actúa en los insumos de demandas y apoyos, de modo que el sistema político persista y genere produdos que satisfagan las demandas de las mayorías, reteniendo así su apoyo. De esta manera, la persistenciade un sistema político dependerá de que mantenga en funcionamiento ese proceso de conversión.


Centro de Investigaciones Sociales Programa académico 1996 - 1997 La Escuelade Ciencia Socialesofrecepor primeravezunprograma de maestría en Ciencias Sociales. Este hecho coincide con la diversificación de \a oferta educativa y el fortalecimiento del posgrado que impulsa la administración universitariaactualy con el Plan Nacionalde Desarrollo 1995-2000delGobierno Federal. La Escuela de Ciencias Sociales ha impartido estudios a nivel profesional desde 1974. Al mismo tiempo, desde el inicio de su tercera etapa, en los dos últimos años, el Centro de InvestigacionesSociales (CIS) de la misma escuela ha venido desarrollando investigacióncientífica en el área social. Ambas tareas de docencia e investigación requieren de la actualización y de la formación de recursos humanos al más alto nivel para continuar haciendo frente a sus objetivos centrales. Fuera del ámbito de la Universidad existen también requerimientos de especialización y expectativas de desarrollo profesional por la vía de la realización de estudios de posgrado. Estos factores han llevado a la Universidad autónoma de Sinaloa, a través de la Escuela de Ciencias Sociales y del Centro de Investigaciones Sociales, a formular el presente programa de Maestría en Ciencias sociales, dirigido a formar, capac&r y actualizar con alta calidad a profesores universitarios, profesionistds y funcionarios públicos.

Objetivos El programa de la Maestría se propone: Capacitaciónen el conocimiento de lasteorías dásicas y contemporáneasde las ciencias sociales. Especializaciónen unas de las áreas del conocimiento de las ciencias sociales. Entrenamiento general en el uso instrumental metodológico de las ciencias sociales. Desarrollo de las capacidades personales de investigación y documentación teórica.


Plan de estudios de la Maestría en Ciencias Sociales

Materias Optativas 'Teoría Política II 'Teoria política III tTeoria Social III +Teoría Económica II ' Sistema Politico y Cultural Mexicano +Sistema Socioeconómico Mexicano Nota 1:Las materiasprecedidaspor elsímbolo (') o por el símbolo (t) deberán tomarse en bloque. Nota 2: Las materias optativas se ofrecen en el segundo y tercer semestres: se deben tomar dos en el segundo y una en el tercero. Además de las materias señaladas en el plan de estudios, el programa contempla impartir una serie de talleresde matemáticas,computacióny redacción concarácter nocurricularperosíobligatorio. Deigual modo, cada alumno deberá tomar los cursos de inglés que requiera para la comprensión de lectura.


Centro de InvestigacionesSociales Diplomado en Análisis Político Objetivo General: Proporcionar la conceptualización y las metodologíascontemporáneas apiicables al análisis de la acción política. Destinatarios : Funcionarios públicos, docentes, investigadores,tesistas, dirigentes y analistas políticos. Estructura Académica: Módulo 1: Teoría Política: Métodos de Análisis. Coordinador: René Jiménez Ayala (Candidato a Doctor por la Universidad Nacional Autónoma de México, México). Módulo II:Sistema Político Mexicano. Coordinador: Ernesto Hernández Norzagaray (Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, España). Módulo III: Intermediación de Intereses en la Acción Política. Coordinador: RigobertoOMmpoAlWntar(Doctwpor UniversidadLaSorbonneNouvelle, Paris III, Francia). Módulo IV: Movimientos Sociales. Coordinador: Arturo Santamaría Gómez (Dodor pw la Universidad Nacional Autónoma de México, México). Módulo V: Políticas Públicas. Coordinador: Pedro Brito Osuna (Maestro en Ciencias por El Colegio de la Frontera Norte, México). Módulo VI: Comunicación Política. Coordinador: José Luis Beraud Lozano (Doctor por la Universidad Nacional Autónoma de México, México).


Duración del Diplomado: 120 Horas Horarios: Viernes: De 16:OO hrs. a 21:OO hrs.Sábado: De 09:OO hrs a 14:OO hrs. Cupo Limitado: Mínimo 15 alumnos, máximo 30 alumnos. Inscripción e Información Centro de InvestigacionesSociales(CIS), de la Escuelade Ciencias Socialesde Mazalán, UAS. Horario:g:OO a 14:OO hrs. y de 16:OO a 20:OO hrs. Teléfono: 81-13-66 Coordinador General: Arturo Lizárraga Hernández (Maestro en Ciencias por la Universidad de Guadalajara, México).


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CENTRO DE IiVVESTIGACIONES SOCWES TEL(PAX): (91 69) 81-21-00 TEL: 81-1346


AMERICA LATINA, HOY Revista de Ciencias Sociales Segunda Epoca, números 11-12 Madrid, diciembre de 1995 COEüITAN


Susetipci6n 4 números: España: Eumpa: AmAtica:

Forma de pago: Talón bancario o giro pastal.

Redacción y AdmiNstraeión: Monte Esquinza, M 2." deha. Tel.: 310 46 % - Fsx: 319 45 85 28010 Madrid

3.200ptas. 4WOptas. 6.200 ptas.


REVISTAMEXIICANADES ~ ~ I O L Q G Í A Director: Ricdnio Pozas Hotrdsitas Editord: Sdra Gonfon Rdpopod Ó r p m oficial del Indhi~ode Invertigacionesbciobr de h Universidad Nocional Aut6nomodaMBxico. T a r e II deHurnanidades, 70. piso, Cd. Univeriilcrrio, C.P. OA5lO

NGM

? 1 A H H I I . - l l S l 0 1 1993


CIS

Reis Ji(llo&$.ila d. U n i l Llufi Fliqm Fanlii y d h a -Wco d aso

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CONTRIBUCIONES

Redeelm Admlnknsclbn: CIEDLü Leanda N. Alam 690 20°PB0 1001 ~ u e n m Aires. R ~ p ~ b l l c Argentino. a Telif~ns100541l313-3522 FAX 1005411 311-2902 Delechas adquiraar p a KONRAD-ADENAUERSTlFTUNG A.C. Res. de 1s P r w i d a d Intelectual N' 266.319 llrcho al dnr)sito que intarca la í y 11.723

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Desarrollo Econ贸mico Revista de Ciencias Sociales

Vd. 34

FEOERlCO NEIBVRG: CienUas socialas y so lar nacionales.La mwliluciin de la saciologhanla/\rgednay laimnci贸n dsl penn~mo. LUCIO KOWARICK Y ANORE SINGER: La eaemh'cia del W a de los rra!m!edcfm en d Mlnripio de Sui Pablo. E r a 1(19861992).

BIIIWGIASIC*.

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I PUBUCLCY~~RC~CIHOU

NSONCY(ISODE ~tlsrms rs c m c r m i o s w i n c A

D E S ~ R O L L O E C O N O M I W - R ~ ~ ~ V I & C esunapubIicaci6n ~~IK~~S~~~~ !rimesiral editada por el Insfiluto de Desarrollo Econiimica y Social (IMS). Suscripci贸n anual: R. Argenlina. $ 60.00: Pdses limiaofes. USS 68: Resto de Amenca. UJS 74: Europa. USS 76; Asia. Africa y Oceania. U$S 80. Ejemplar simple: USS 15 (recargos seg煤n destino y por envios via a0rea). Pedidos. correspondencia, slc61era. a:



RWISTA DE CIENCIAS SOCIALES

Universidad Nacional de Quilmes NwiOmbw d. 1994


REDES revista de estudios sodales de la c i G a

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Riccardo Petrek. ¿Esposible una ciencia y una temología para odio mil miilones de personas? Hebc &un: La ciencia academia en América Latina en el siglo xx

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Pablo Kreimcr: Estudios sociales de la ciencia: algunos aspectos de la conformación de un campo Leonardo S. Vacarrceea::Los problemas de la innovación en k gestión de la ciencia en la universidad: los programas espedes de investigación de k UBA

Pime Bourduu: El campo científico Comentarios de inv+b Reseiias bibliográü~2(

Susc~pcidnanual: W U r u : $30. Exrenor: U$S 40 Cheques y gims a nombre de L Universidad Nnciod de Quilms, Roque S h z P e h 180, (1876) Bemal, Buenos Aim, RepúblicaArgentina. Far: (541) 259-4278

Centro de Estndios e Investigaciones UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES


Armas Revista Sinalwnse de Ciencias Sociales, nĂşm. 1, edaadoporiaUWmidd Autii110made Sinaloa, sitsrmin6 dsimprimirenjuniode 1997, m l o s talleres de ialnwentaUnivershia.

Tiraje: 1000 ejemplares



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