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PRESENTACIÓN Múltiples son las problemáticas de urgencia y de emergencia que están presentes en los escenarios del país. Sea en la esfera social, en la política, en la economía, en la cultura, los hechos, los sucesos, los acontecimientos y los eventos de coyuntura, parecieran imponerse las más de las veces a las posibilidades de atisbar otros horizontes y mejores rumbos, destinos y esperanzas nacionales. Y con ellas, también, las posibilidades de entrever y mirar las plausibles salidas y soluciones a los hondos y agudos problemas de la sociedad y de la población, que se traducen, en una síntesis que se antoja casi fatal, en el ensanchamiento sistemático de las desigualdades sociales. Observar tales cuestiones y advertir sobre su impacto social constituye una vasta tarea de los estudiosos y analistas. De modo que la reflexión sobre estos sucesos evenenciales y estructurales seguirá siendo, por la naturaleza de su trabajo, propia del mundo académico y de los sectores universitarios. Desde el Poder, habría dicho un emérito presidente mexicano de cuyo nombre no quisiéramos ni acordarnos, a ciertas realidades no se les ve ni se les oye. Pero los problemas y los fenómenos son parte de la vida diaria. A veces escatológicos de tan evidentes; a veces subrepticios e invisibles de tan excluidos. En esta entrega de ARENAS, número 34, abordamos varios temas como expresión de la diversidad de fenómenos que se manifiestan en la región y el país. En este sentido, con la participación de investigadores y colegas de otros centros de estudio e investigación de México y del extranjero, mostramos ejemplos temáticos de tales estudios y reflexiones que se efectúan o tienen lugar en diversos ámbitos universitarios, como una parte de las necesarias vinculaciones y extensiones del posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS, desde donde se gesta y se realiza nuestra publicación. Iniciamos con un agudo y sólido trabajo de interpretación, percepción y valoración sociocultural sobre el contradictorio presente, el rostro y la imagen del estado de Sinaloa, en relación que su misma historia, con su propia realidad y con acaso la doxa, las voces y las autoimpresiones del mismo talante y estampa que se ha venido construyendo, heredando y simbolizando al paso del tiempo, luego de que durante más de un siglo la entidad sinaloense haya estado enredada y que haya sido vista en el país y el mundo como región emblemática de las drogas ilícitas. El trabajo, que desde la ciudad de Culiacán retoma y amplía en esta ocasión para ARENAS el sociólogo y catedrático de la 6
UAS, Ronaldo González Valdés, de amplia trayectoria en las esferas de la cultura sinaloense, la teoría, la investigación y el análisis, se interioriza en la agreste y polémica vereda que se anuncia desde la primeras líneas de su texto en torno del simbolismo y la subversión cultural en la población sinaloense e indaga, escarba y teje ahí donde los sucesos, los hechos, los mitos y las creencias se cuecen, se cruzan, se reproducen y se estigmatizan. Fundamentado e ilustrativo, el ensayo de una significativa prosa, cuestiona, critica y provoca. Luego, desde la Universidad Autónoma de Tamaulipas, las investigadoras Cynthia Marisol Vargas Orozco y Karla Villarreal Sotelo, especialistas en criminología, abordan un tema de socorrida proliferación en los últimos años en el país, y que se recrudece como parte del mundo de la violencia, día a día, con el fenómeno de la migración hacia los Estados Unidos. Efectúan un estudio sobre la deportación y la violencia en la frontera norte de Tamaulipas. Han registrado de manera directa el viacrucis, las penas, los resentimientos de hombres y mujeres que han padecido las injusticias, la explotación y los abusos de grupos de mafiosos, ilegales y legales, que medran y explotan sobre el dolor de quienes huyendo de la pobreza en sus lugares de origen, han intentado alcanzar en su desesperada odisea contra el hambre el llamado sueño americano y que, en su infortunio, han terminado con ser deportados; es otra fase, no de dramas aislados, sino de la sintomatología de la gran tragedia nacional. Con una temática similar, el investigador canadiense Alex Debouin-Duquette, diserta sobre vetas de estudio pendientes en las ciencias sociales. En su colaboración, titulada como “La migración latinoamericana a Québec: urbanización, remesas y derechos humanos” advierte respecto de las dificultades que entraña ahora acceder al mercado laboral en Canadá, en algún tiempo concebido como un país de francas puertas abiertas, y que pese a las restricciones de los últimos años, es aún opción importante para los migrantes de América Latina y sus incesantes itinerarios en busca de comida y vida. La migración sus aspectos constituyen un abanico temático aún por indagar y conocer a profundidad. Por ello, desde la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), Berenice Contreras Hernández, aborda una muy específica cuestión, a la que se ha dado en llamar coloquialmente como “fuga de cerebros”, como figura que desde la jerga de la economía aludiría a la llamada “fuga de capitales” de un país a otro u otros. Aparte de la mano de obra barata de los trabajadores que 7
en los países subdesarrollados no encuentran empleo ni en su propio territorio o que casi son excluidos del derecho al trabajo, ¿qué tan importante es la migración de profesionales, especialistas y técnicos con ciertas habilidades hacia el extranjero? También desde el posgrado de la Unidad Académica de Economía de la UAN, Pedro Orozco Espinosa trata el asunto de la migración, pero en su relación con la cuestión religiosa. Se trata de un acercamiento teórico, de sólida fundamentación. Efectúa un esbozo o una suerte de dibujo radiográfico inicial sobre las tendencias e inclinaciones religiosas de los migrantes que desde las tierras del nayar y partes de Jalisco no buscan precisamente el cielo, sino trabajo y mejores condiciones de vida en los Estados Unidos y otros países. En una temática sobre la situación del turismo en Mazatlán, el joven investigador Omar Lizárraga Morales, echa una mirada sobre la situación y la actualidad del turismo mexicano que en particular tiende a visitar y llegar a la llamada “Perla del Pacífico”. Se acerca en su trabajo analítico respecto al tipo de turistas nacionales que llegan al puerto mazatleco, así como sus lugares de procedencia, nivel de ingresos, en las distintas temporadas vacacionales a lo largo del año. Luego, en forma conjunta, dos investigadores de la UAS (de disciplinas diferentes): César Covantes Rodríguez (Ciencias del Mar) y José Luis Beraud Lozano (Ciencias Sociales), exponen un trabajo que tiene que ver con las paradojas económicas y laborales de la actividad pesquera en Mazatlán. Llaman la atención los académicos, entre otros aspectos, sobre el hecho de que, pese a las cuantiosas ganancias que se generan en la actividad pesquera para beneficio del sector privado, los trabajadores de la pesca sobrevivan entre la pobreza y las carencias. Por último, desde Brasil, los investigadores y académicos brasileiros Mariana Pereira Chaves Pimentel y Thiago Duarte Pimentel, entregan un trabajo sobre la relación del turismo con las regiones y contextos específicos, con las zonas geográficas y los ambientes sociales. Y miran y comparan, desde la teoría y las realidades concretas, en particular para el caso de la actividad turística brasileña, las diferencias entre los destinos turísticos según regiones y según niveles de desarrollo. Entre los destinos, las realidades, los retos, los obstáculos, las limitaciones y las posibilidades, cuestionan la idea, ilusamente promocionada, de que el turismo por sí mismo es o puede ser una palanca o un motor de crecimiento económico y desarrollo social.
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Como parte de las ediciones de ARENAS, las ilustraciones que acompañan a este número son del pintor Blas Nayar, oriundo de Nayarit, aunque presencia cotidiana del Centro Histórico mazatleco desde hace muchos ayeres. Ha sido un protagonista del quehacer pictórico local y regional. Su obra, identificada en parte por la recurrencia de los mancheos que se hacen ora plasmas de coloridos densos, ora pinceladas de siluetas de tonos que se expanden desde la propia pintura y hasta se adivinan desde los hilos de las figuraciones, ha sido expuesta en diversos museos y galerías, tanto en muestras individuales como colectivas. Con la admiración que nos merecen los creadores (no siempre entendidos), por lo que implica el talento, y sobre todo el esfuerzo y el tiempo dedicado a la confección conceptual de sus colecciones o de cada obra, y por su fuerza y calidad, nos resulta especialmente honrosa la participación de cada uno de ellos.
Nery Córdova
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SIMBOLISMO Y SUBVERSIÓN SOCIOCULTURAL DE UNA POBLACIÓN: SINALOA*
Ronaldo GONZÁLEZ VALDÉS
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Versión reelaborada y aumentada de un ensayo publicado en la revista Nexos, No. 366, junio de 2008. Investigador y catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Fue director general de la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional (DIFOCUR, ahora Instituto Sinaloense de Cultura) del estado de Sinaloa. Autor de varios libros, entre ellos Sinaloa: una sociedad demediada, Ed. Juan Pablos.
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En la relatividad de los tiempos y hace no mucho se suscitó en Sinaloa –desde Sinaloa– una curiosa noticia: la artista plástica Rosa María Robles tenía montada en el Museo de Arte de Sinaloa, en Culiacán, una exposición, a la que tituló Navajas, en la que se mostraban diversos objetos relacionados con hechos delictivos reales (ropa, cobijas, palos y otros artefactos) que decían, de manera figurada, acerca de una porción de nuestra vida, de una dimensión moralmente miserable de nuestra relación social cotidiana: aquella que no habla de florecitas-y-amores-míos ni del carácter recio, francote y esforzado de la gente del norte, sino de la manera en que nos lastimamos y aniquilamos los mexicanos y los sinaloenses. La noticia cimbró a una buena parte de la sociedad convencional del estado, incluida, desde luego, su clase política. ¡Cómo es posible que el máximo recinto de las artes visuales en la entidad albergue una exposición dedicada a los temas de la violencia y el narcotráfico!, exclamaron airados más de tres conspicuos representantes de las buenas conciencias culiacanenses. De hecho, el balazo detonante de la primera nota aparecida en El Debate de Culiacán (20 de junio de 2007), rezaba: “Narcoexposición en el MASIN”. Era de esperarse que los medios sesgaran la nota hacia el morbo y el amarillismo. De eso se trata el mercado: de la ganancia, de lo-que-deja, del valor de cambio. Loque-deja en este terreno, se intercambia y se tasa en dinero igualador es el escándalo. Quizá esa sea otra forma de violencia, o mejor, una metaviolencia tan agresiva como la violencia a la que, según esto, denosta y se opone. Fue una lástima que Rosy Robles se enganchara al principio con este discurso ruidoso y mórbido. No sólo los medios locales, sino un número significativo de nacionales (Milenio, Reforma, La Jornada, Proceso, Televisa, algunas cadenas nacionales de radio) e internacionales (Washington Post, La Opinión de Los Ángeles y Univisión, hasta donde me consta) publicaron y transmitieron notas y entrevistas referidas al asunto: Sinaloa violento y narco, exposición sobre el narco y la violencia en Sinaloa. Salvo los comentarios informados y puntuales de articulistas locales como Martín Amaral y Ernesto Diez-Martínez, por ese rumbo se fue todo, o casi todo, que no es lo mismo pero es igual. 11
Aunque ha sido de reconocerse, después, la inteligencia de la misma Rosy para montarse en esa ola inicial e insistir, ahora sí, en su propuesta artística (con todo y temática) para mover su exposición en una itinerancia que, presumiblemente, tocaría lugares como Tijuana, Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México. Más allá del núcleo legal del asunto, que se desactivó pronto, es mi convicción que lo que hizo la artista visual, lo que nos propuso con su obra, estuvo y está bien (quien esto escribe era, ¡por mera casualidad!, titular del área de cultura del gobierno de Sinaloa). Por el contrario, más que señalarla con índice flamígero, a Rosy se le debería tomar como ejemplo. Tendríamos que hacer algo parecido desde la literatura, las artes plásticas y escénicas, la antropología y la sociología, para ponernos como sociedad ante un espejo que nos devuelva nuestra imagen de cuerpo entero, la imagen de lo que hemos hecho y deshecho en los últimos años, la imagen contrastante (aunque no contrastada) de nuestra abigarrada y espesa realidad. El desdichado lugar común se impone: si de violencia se habla, el caso de Sinaloa resulta paradigmático; pero también, hay que decirlo, Sinaloa se ha vuelto una suerte de estereotipo. Así ha ocurrido porque esa violencia que desafía los códigos convencionales de actuación colectiva, en especial la que se desprende del narcotráfico, tiene su origen y despliegue en esta entidad. Y así ha ocurrido porque, como sucedió con la exposición de la Robles, el tratamiento público y mediático del asunto, embozado tras la insoportable levedad de la numeralia oficial y la cruel chabacanería periodística y literaria (novelistas y cronistas incluidos) han alimentado una visión terriblemente ligera, y en el mejor de los casos apenas moralizante, del problema. Bien vale la pena ir a la pesquisa, entonces, de algunas pistas para entender, desde un mirador más elevado, la violencia que en Sinaloa, paradigma y estereotipo nacional, hemos vivido y padecido durante la última media centuria. Digamos, para empezar, que la sinaloense es una sociedad demediada, una sociedad que no ha alcanzado a cerrar los capítulos de su historia, o si se quiere decir más convencionalmente, que no ha logrado culminar sus procesos civilizatorios. 12
Sinaloa nació, como casi todo el Septentrión mexicano, a la intemperie espiritual. En la época prehispánica fue “Aridoamérica” y no Mesoamérica. La historia apresurada tomó desprevenida a la región, sin armas para incorporarse con algún decoro a su ancho torrente. Así ocurrió durante la Colonia, la Independencia, la Reforma y la Revolución. Los moradores de estas tierras no fueron protagonistas, más que marginalmente, de estos episodios decisivos de fundación y refundación nacional. Ya en el siglo XX advinieron las significativas transformaciones que cambiaron drásticamente la fisonomía económica, social y hasta física del estado: sin duda, el Milagro Mexicano tuvo su correlato en el milagro agrícola sinaloense. De esto, y de la manera en que el narcotráfico contribuyó a interrumpir un nuevo ciclo civilizatorio, nos hemos ocupado en otra parte varios autores sinaloenses.1 Me abocaré, por lo mismo, a sugerir algunas ideas que intentan responder ciertas preguntas. ¿En qué momento sobrevino la desagregación simbólica que propició el arraigo de una sui generis subcultura de la violencia en Sinaloa?, ¿qué pasó?, ¿cómo pasó?, ¿dónde se ubica el (uno de los) punto(s) de quiebre de su singular modernidad? Ciertamente, como los estudios antes citados lo documentan, la peculiar modernidad sinaloense ha sobrepujado tendencias tradicionales en la economía y la política, lo mismo que en la relación social ordinaria. Sin embargo, en este sobrepujar ha habido mucho de paradójico: se ha tratado de una modernización dispareja, que ha avanzado en el terreno material convencional, pero que ha supuesto retrocesos en el ámbito de las representaciones, en esa dimensión simbólica de la vida, aunque de consecuencias muy prácticas, que es la moral. Para avanzar en esta ruta, antes de mirar conclusiones especulativas e intuitivas, acaso sirva un rastreo cualitativo e 1 Cfr. Calderón Viedas, Carlos, Huellas de modernidad en Sinaloa, México, Gobierno de Sinaloa-Fontamara, 2008; Jorge Gastélum Escalante, Agricultura y agronomía. Sinaloa: un caso paradigmático, UAS-UdeO-Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, México, 2011; Ronaldo González Valdés, Sinaloa: una sociedad demediada, Juan Pablos eds., México, 2007, y “La semilla sinaloense”, en Nexos, julio de 2012; Adrián López Ortiz, Ensayo de una provocación, Culiacán, DIFOCUR, 2007, entre otros ejemplos de estudios animados por (y coincidentes en) este propósito.
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intentar, con la información que funde biografía e historia y que la entrevista aporta, una trama narrativa con sentido de esta parte de nuestro recorrido histórico. Bien vale intentar el rastreo de los cambios generacionales en la subjetividad, en la percepción del entorno inmediato, la política y la cotidianidad de los comunes protagonistas de la vida regional en este trecho de tiempo. PRIMERA GENERACIÓN: LA SÓLIDA AUTORIDAD Empecemos con el rastreo de una primera generación, que va desde los setenta a los noventa años cumplidos de vida, y que sobre estos temas ha construido representaciones como las que siguen. Con respecto a la ciudad, a la vida: Culiacán [en los cuarenta-sesenta] era muy chica. La explosión demográfica que hubo aquí en el valle de Culiacán vino con la apertura de la presa Sanalona; se abrieron tierras al cultivo, mucha gente se vino en busca de trabajo, inclusive comerciantes. La vida entonces era muy pacífica, había pocos automóviles en las calles, había poca violencia y podías dormir en las banquetas de las casas en unos catres y no pasaba nada, cosa que ahora no puede ser. En el Culiacán antiguo había centros sociales de todas las categorías: el Casino de Culiacán, el Atlético Humaya, el Tamazula, el Danubio Azul; había tardeadas, los bailes empezaban temprano, las tardeadas eran a mediodía y los bailes formales empezaban a las once y media de la noche, esa es la diferencia. Entonces no había violencia, podía salir a pie uno por toda la ciudad y sin preocupación.
Acerca de los gobernantes: Para la gente común y corriente, ver a un presidente de la República era una cosa inaudita y que causaba gran conmoción, igualmente los gobernantes tenían una presencia que impactaba. Ahora con la televisión los ve uno más seguido, con la radio los oye uno más seguido también. Se ha perdido un poco la admiración que antes se tenía y esto no es malo, pues yo considero que los gobernantes deben de verse, de tratarse como una persona más, ciertamente que representan las leyes de este país y por esa razón uno debe respetarlos (Entrevista con
Emilio Gastélum Angulo, agricultor de 70 años, octubre de 1999), El recuerdo de algunos gobernadores del estado: De los gobernadores en el que más vi su preocupación por Sinaloa fue en Alfonso G. Calderón (1974-1980), que siendo de extracción obrera hizo bastantes obras por Sinaloa, y sobre todo supo tener el poder en la
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mano, delegar responsabilidades y trabajar como un hombre de bien que le dejó a Sinaloa una estabilidad económica y social. Fue en aquellos tiempos que entró el narcotráfico que se tuvo que ver con mano de hierro.
De nuevo con la ciudad ida: (Culiacán) era un rancho grande…No era más que Tierra Blanca. Se venía a jugar al taste o a la carrera de caballos a San Antonio, que era el santo principal, para pedirle el casorio de las hijas solteras; y toda la sociedad, hasta las más ricas, venían en sus carruajes o en arañas a la misa y a pedirle a San Antonio y voltear al santo para que le diera su novio, un buen marido. Culiacán era tan chiquito, dividido en barrios. El barrio de La Vaquita, el de El Pescado, el de El Coloso. Estaba muy delimitado el caso de la ciudad, el mercado y la calle Colón y mejor dicho lo que es ahorita la Juan José Ríos, antes se llamaba la Santa Rosa, y pues ¡qué andabas haciendo por aquel rumbo! Era muy chico. Donde está ahora el parque Revolución, aquí en el centro, era la zona roja. Todavía cuando se hizo el parque Revolución (1958) no lo dejaban a uno ir a jugar a la pelota porque ahí estaban las casas de asignación.
Más sobre aquel entorno de la vida cotidiana: La amapola, pues antes uno la sembraba en la escuela y en sus casas, tenía uno sus jardines que nomás brillaban de colores tan hermosos, y era adorno. En la escuela nos peleábamos por el diez para el que tuviera más bonito su jardín, con la amapola y las plantitas del verano como nardo, las varitas de San José, la azucena. Y la amapola, pues entre ellas estaba.
Sobre las consecuencias de los movimientos sociales de los sesenta-setenta y el quiebre de un cierto principio de autoridad: Aún sin embargo (sic), se comenzó a tomar la libertad desde que empezaron tantos movimientos, tanta cosa, y ya no hubo respeto al padre y a la madre, y más bien ha habido relajamiento por culpa también de que cuando uno era muy chico le prohibían tantas cosas que todo era tabú.
La mujer, el particular caso de una franja de mujeres en la región, tal y como lo percibe una sinaloense adulta-mayor: La mujer fue cambiando precisamente esa percepción de libertad, llegan al libertinaje y se van a vivir solas. Ya van y vienen solas y no avisan en sus casas, ya cuando las encuentran están drogadas…Ahorita hay muchachas que viven con los narcos, tienen familia, las dejan por otras o las vuelven a recoger, o ellas se tienen que aguantar si no están preparadas, pero muchas también lo hacen por dinero y por la vida fácil.
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(Entrevista con María Luisa Acuña Félix, abogada y ama de casa de setenta años, septiembre de 1999). Más sobre la añorada mano dura: Agarras cualquier periódico ahorita, siete o diez delitos, y qué es eso, ¿dónde se había visto eso? Necesitamos ser más duros, desgraciadamente a veces se requiere mano dura, porque si yo hago una cosa que me la comprueban y al día siguiente me dejan libre por una fianza o un amparo, ¡pues a dónde vamos!
Otra vez el gobernador Calderón Velarde: Fue Calderón quien hizo un buen papel, y lo conocí muy relativo, pero haciendo un análisis de un principio hasta el final, fue el que más protegió a la sociedad.
La vida cotidiana, las fiestas… Eran más limpias, más honestas, de más confianza, te voy a poner un ejemplo de lo más sencillo. Tú venías con dos o tres compañeras del centro de Culiacán aquí a Tierra Blanca, que es la colonia más vieja, y a pie te ibas a las dos o a las tres de la mañana, pasabas el puente Cañedo y nadie les decía un piropo bonito, menos uno feo, había un respeto tremendo. [Ahora] en pleno día ¡qué no se ve! La moral está por los suelos, el respeto está por los suelos. (Entrevista con Rosario León
Beltrán, burócrata jubilado de 83 años, diciembre de 1999.) SEGUNDA GENERACIÓN: LA PUESTA EN ENTREDICHO El cambio en la percepción de la vida, su organización y su reglamentación moral se empieza a advertir con claridad en las opiniones de la segunda generación entrevistada, de los treinta a los cincuenta años, a la mitad del camino entre la primera de adultos mayores y la tercera representativa de la juventud actual. Sobre los movimientos estudiantiles de fines de los sesenta se mantiene una postura ambigua, pero de simpatía franca: Los estudiantes (de 1968) querían igualdad, querían tener respeto. En ese tiempo no había respeto por los estudiantes, entonces eso era lo que pedían, pero se dice que ahí hubo gente que venía de otros lugares – no mexicanos– que lo que hizo fue provocar a los muchachos para que se enfrentaran al gobierno porque estaban las Olimpiadas en proceso.
De las autoridades, de algunos presidentes de la República:
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A López Portillo lo conocimos en mi generación como el perro, porque eso dijo que él iba a hacer: a defender el peso como un perro y se lo llevó la fregada.
En respuesta a la pregunta acerca de la evaluación de las gestiones presidenciales en México: Ningún presidente creo que haya hecho algo bueno. O hacen más bien para sus bolsillos y cuentas bancarias, sus cuentas de inversiones, eso es lo que a ellos les preocupa, así es como yo veo a los presidentes.
Acerca de los gobernadores sinaloenses: De Calderón (Alfonso G. Calderón Velarde) se decían muchas cosas buenas. Nos dejó un edificio gubernamental muy moderno, nos dejó el Difocur (la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional), en su sexenio él empezó a hacer obras públicas pero en beneficio de los burócratas porque ellos son los que están ahí. Están también el señor Antonio Toledo Corro que sólo en su beneficio llevó la carretera a Las Cabras, y de él se dicen muchas cosas también: que lo que hizo fue fomentar el narcotráfico en el estado, él fue quien apoyó más a todos los narcotraficantes, les dio más libertad a los que siembran la hoja verde.
Esta segunda generación guarda un buen recuerdo del gobernador Francisco Labastida Ochoa (período 1986-1992): Labastida trajo cultura, nos trajo los eventos culturales, nos trajo artistas internacionales. Renato (el gobernador Renato Vega Alvarado) vino y los echó a la basura porque dijo que no era bueno para el pueblo, que era muy alto el presupuesto.
En la relación con los mayores algo permanecía y algo cambiaba ya: Yo sigo tratando a mi madre de Usted, ese era un respeto infundado, desde los abuelos así venía, y el que le hablaba de tú a un superior o a un padre era una falta de respeto enorme. Sin embargo, mis hijos me hablan de tú y con toda la confianza del mundo, esa no es una falta de respeto, es más confianza más bien….El Usted nada más reprime y el tú es abierto, franco, dice lo que quiere.
En el testimonio de esta entrevistada se da constancia también, a diferencia de la generación anterior, del cada vez mayor consumo de drogas entre sus contemporáneos: Los muchachos empezaron supuestamente a rebelarse, fue cuando empezaron a usar drogas, empezaron a salirse del dominio de sus padres,
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empezaron a andar más tiempo en las calles, a ser más independientes y todo eso. Deben haber sido los setenta más o menos, ya en los ochenta me di más cuenta. Los muchachos empezaron a usar la mariguana y eso después les resultó insuficiente y empezaron a buscar cosas más fuertes; entonces fue cuando empezaron a usar la cocaína. La cocaína no se usaba en cualquier nivel, era una droga muy cara, después empezaron a hacerla más comercial, más rebajada, con más “cortes” que es la palabra que ellos usan, para hacerla más accesible a todo mundo, y de esa manera se dio más fuerte la drogadicción.
Se echa de ver bien a las claras, de igual modo, la ruptura con los principios de autoridad oficiales, la emergencia de nuevos liderazgos surgidos de las entonces filas opositoras al PRI y sus gobiernos: Maquío Clouthier (Manuel de Jesús Clouthier del Rincón) fue una persona muy importante. A pesar de ser de una clase económica superior, se empezó a preocupar por la condición humana de los menos afortunados. Entonces él empezó a pelear por una causa por la que no tenía por qué haber peleado, él tenía todo…Después se afilia a un partido y ese partido lo lanza a la gubernatura, luego a la presidencia, y desgraciadamente nos lo quitaron muy pronto. Fue una persona que nos hubiera dado muchísimo más…Era un hombre muy valioso de nuestro hermoso Culiacán (Entrevista con Hercilia Arellano Heredia,
comerciante de 43 años, octubre de 1999). De la misma manera, otro testimonio deja muy claro cómo, en la otra punta de la madeja, se desagregaban los principios de autoridad emanados del Estado de la Revolución en esta región y en esta generación de sinaloenses nacidos en los sesenta: Claro que se criticaba a los gobernadores en caricaturas, editoriales. Sobre todo con Toledo Corro [el ex gobernador Antonio Toledo Corro] y antes con Calderón [el ex gobernador Alfonso G. Calderón Velarde], todo el asunto del narcotráfico y la desaparición de los estudiantes, las madres con hijos desaparecidos que hasta hace pocos años dejaron de poner las fotografías de los muchachos. Pero sí, esa inconformidad y esas evidencias muy palpables de represión del poder generaban mucha disputa, mucha crítica (entrevista a Dolores
Espinoza Sánchez, actriz y escritora, 39 años, noviembre de 1999). TERCERA GENERACIÓN: LA CRISIS DE LA AUTORIDAD El cambio en la percepción del mundo y la vida se vuelve más drástico en la tercera generación entrevistada. Para los jóvenes de nuestros días (18-30 años), pesa más la búsqueda pragmática del 18
bienestar, sus banderas son más prosaicas que las de generaciones anteriores, pero también más realistas y, quizá, menos gregarias, más cargadas al individualismo: En la actualidad ando por un proyecto muy ambicioso. En la escuela siempre te han enseñado que lo mejor es tener un bien empleo y lo mejor es tener un buen puesto y un buen salario con magníficas prestaciones. En mi opinión muy personal, yo considero, en cambio, que lo importante es llegar a desarrollar una pequeña empresa de la cual yo pueda ser y que mis decisiones o ideas sean las que se apliquen.
Más acentuadamente aún, vuelve a hacerse evidente la crítica de la representación oficial de la autoridad: Nosotros en lo particular aprendimos a ofender al presidente a diestra y siniestra porque era lo que se contaba en la escuela y lo que nos decía todo mundo, y así nosotros empezamos a decir “ratero” al gobierno.
El desencanto, casi obligado en esta tercera generación, por la recurrencia de las crisis económicas: Incluso con Carlos Salinas [el ex presidente] nosotros pensábamos que era un boom económico y que íbamos a crecer y que íbamos a salir de la crisis. Inmediatamente después del 95, cuando se dio la toma de poder [con Ernesto Zedillo, el presidente entrante] y que se viene la crisis de diciembre, alguien por ahí mencionó: “vamos a tener 25 años más de crisis”, y de pronto en mi mente se conformaba un argumento: “¿cuánto he vivido yo fuera de la crisis? Yo nací dentro de la crisis, he crecido dentro de la crisis y si voy a pagar 25 años más de crisis quiere decir que todavía a mis cincuenta años voy a seguir pagando la crisis.
De los gobernadores de Sinaloa se llegan a afirmar cosas como estas: De los gobernantes yo me acuerdo que en mi familia mencionaban a Calderón [Alfonso G. Calderón Velarde] y le daban mucho atributo de que había creado aquí en Culiacán el Centro Sinaloa. El mejor gobernador que yo tengo presente ha sido Labastida, y no porque ahorita esté como candidato del PRI a la presidencia, pero yo lo recuerdo mucho en lo que me tocó a mí […]. Siempre voy a recordar mucho ese período en que se puso [sic] a mi alcance óperas que incluso en la ciudad de México no hubiera podido pagar el boleto, gente que vino al Festival Cultural Sinaloa para todos los gustos, independientemente de si haya tenido buenos o malos manejos, eso no lo sé […] De Renato Vega considero, la verdad que si se fue a confesar no tenía ni pecado porque no hizo nada.
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Del narcotráfico en la región se tiene una versión equívoca en fechas y episodios, pero muy precisa, en lo general, en lo tocante a sus orígenes: Yo considero que ese problema es, en cierto modo, económico. Considero que en muchas zonas serranas se ha dejado de lado el apoyo para establecer un modo de vida honesto, que vaya con la Ley, y la gente tiene que vivir, tiene que buscar la manera de hacer algo. Esto no es un problema nuevo, es un problema, incluso, importado. Hay que recordar que esto viene desde la guerra de Vietnam. Los Estados Unidos vinieron aquí al estado para promover la producción de droga para habilitar a sus tropas y eso sembró precedente, y un precedente muy fuerte, y pues estamos pagando la factura de lo que se hizo en el pasado. (Entrevista
con Efrén Alonso V. García, comunicólogo, 24 años, empleado del área de ventas de empresa televisora, diciembre 1999). Es una generación sólo impactada por acontecimientos históricos recientes: El asesinato de Colosio es el acontecimiento que más me impactó, no sé, por la sorpresa. Yo venía en un camión y haz de cuenta que me habían dicho que habían matado a un familiar, sentí muy feo, y cada que veo siento igual. De más niña, más anterior a eso, no me acuerdo de algo.
Una generación que, en Sinaloa, no ha vivido la experiencia de los movimientos sociales: ¿Si he participado en algún movimiento social? No, de nada. Sólo contra la violencia, en las marchas que han hecho de los jóvenes de aquí de Las Quintas (se refiere a las acciones por la desaparición de tres
jóvenes del fraccionamiento Las Quintas, en Culiacán, en 1998). Otra vez el mismo desprecio por la figura presidencial, aunque ahora matizado por una ilustrativa anécdota familiar que acaso documente el tránsito del carisma rutinizado al estigma rutinizado en esa autoridad: El recuerdo que tengo yo, porque me dijo mi mamá, es que cuando estaba chiquita me tocó Echeverría, y pues me llevaron a verlo. Estaba muy enojada: ¡Ay, chingado, ahí viene Echeverría y no me dejan verlo! Más para acá, pues López Portillo que es un ratero. El que le siguió, Miguel de la Madrid, por las mismas cosas. Casi siempre se suponía que ya no era dedazo, pero ponían a su misma gente que era lo mismo, eran igual, son una bola de rateros. Con Salinas fue peor todavía.
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De los gobernadores aparecen las recurrentes apreciaciones: De Toledo me acuerdo más porque como mi mamá fue universitaria, me acuerdo del problema ese que les quería quitar las prepas y todos los universitarios andaban en eso. Labastida creo que ha sido diferente, es una persona más honesta. Cuando él entró estaba muy fuerte la violencia, los narcos y todas esas cosas, como que se desterró un poco todo eso. Con Renato Vega no sé, como que el señor no trabajaba muy bien, como que él más bien acá, tenía a otras personas que podían tomar decisiones por él, otras personas en las que delegaba el poder.
De los presidentes municipales se recuerdan asuntos hasta pintorescos, pero que prefiguran una capacidad de optar, ese sustrato que da sentido al ahora llamado voto “mixto” o “cruzado”, aunque siempre con un característico remanente de sospecha: De Sadol [Sadol Osorio Salcido, presidente municipal de Culiacán en el período 1996-1999, primero de extracción panista] tengo un buen recuerdo porque ha sido de la oposición, y cosas curiosas como que se vestía de policía, que quería estar más con la gente, pero yo creo que porque era de la oposición quería quedar bien con la gente. Con Gómez Campaña [Humberto Gómez Campaña, presidente municipal de Culiacán, de extracción priísta, en el periodo 1993-1996] yo puse el grito en el cielo porque me tocó cuando quería cerrar las discos a las doce y prohibir la minifalda, y yo no estaba de acuerdo. Yo no salía mucho, pero sí salía, y ya ves que cuando a uno le prohíben las cosas, pues más está ahí.
Se trata de una generación que sostiene opiniones muy moduladas por los medios electrónicos de comunicación. De un episodio del que se enteró “en la tele” porque “no soy muy afecta a leer los periódicos”, dice: Mira, a mí se me hace que a ese conflicto [el de la UNAM] se le debería haber puesto fin hace rato, porque le están dando nomás vueltas y se me hace, no sé, que los que propiciaron eso no tienen la razón. Ya no son jóvenes, los vemos en la tele que son pura lacra, puros fósiles de la UNAM que nomás quieren estar provocando problemas, que nomás quieren… por el cambio político que se avecina, o no sé si le quieran hacer problemas a Cárdenas, pero a mí se me hace que no tienen ni ton ni son. A más tiempo que pasa a mí se me hace que desde cuándo debieron haber puesto fin a eso.
Sobre el narcotráfico hay siempre, junto con la condena, una explicación justificatoria: el narcotráfico es un “trabajo”: 21
La gente, no sé, es pobre, y es un trabajo, si se puede decir, que pueden estar en él sin tantos requisitos como en otros, un trabajo que pueden hacer ellos mismos, que a la mejor es más cómodo, en el que se van metiendo y ya no pueden salir.
De nuevo el objetivo pragmático, casi se diría obligadamente individualista, la búsqueda del bienestar personal: Realizarte como profesional y en lo personal; bueno, en mi generación de amigas algunas ya están, otras todavía no estamos, pero esa es mi meta y yo creo que también de las conocidas que yo tengo, y gracias a Dios estamos bien dentro de lo que cabe, pero creo que cada quien quiere tener más. (Entrevista con Ana Cristina Frías Piña,
secretaria y profesora de inglés de 32 años, diciembre de 1999). Sobre la violencia y el narcotráfico hay una idea compartida en esta generación. Lo mismo el joven profesionista empleado de una empresa privada, que la secretaria y profesora o la estudiante del Tec de Monterrey, coinciden en las causas económicas, pero esta última joven va más allá, detecta una suerte de fractura moral y, de algún modo, matiza el juicio acerca de los gobernantes: Yo no creo que sea tanto por el gobernador que esté. Hay muchos problemas en el estado por el mismo narcotráfico. Así como nos vemos beneficiados a veces, hay cosas que dañan. No creo que sea el problema del gobernador, quieren solucionarlo poniendo más policías, vigilando más a la gente, y eso no lo resuelve. La violencia es un resultado de una sociedad que se está carcomiendo y está quedando, así, sin patas, no hay unos cimientos, una cultura. No es porque el gobernador sea bueno o malo. Esa es gente que tiene carencias, que no tiene una educación, que no tiene muchos servicios y se va por el camino fácil, gente que mata, que secuestra, que ha perdido toda sensibilidad, que no ha tenido una educación, que no sabe de escuela, ni de Dios, ni de gobierno. La violencia es así.
En lo que concierne al movimiento social, la opinión es, prácticamente, idéntica. De nuevo a propósito del conflicto de la UNAM a fines de los noventa: Lo que creo es que a lo largo de la historia muchas personas han aprovechado la fuerza de la juventud, el querer hacer algo. Veo que hay muchos malos dirigentes, hay gente que les mete ideas a los jóvenes y ellos creen que luchan por algo y en realidad son otros intereses.
Por último, la reiteradamente confusa opinión sobre los héroes, los íconos, los puntos de referencia de esa construcción 22
simbólica del pasado, del mundo y la vida que es la memoria colectiva y personal en esta tercera generación, aun en el caso de esta joven estudiante de profesional en una institución privada de prestigio: No encuentro un héroe que me guste todo lo que haya hecho. Como que de algún héroe admiro una cosa y de otros otra. Por ejemplo, admiro a Nicolás Maquiavelo, no por lo que escribió ni nada, lo admiro porque supo inmiscuirse en cosas, tuvo acceso a información que no todos tenían: como que era muy manipulador. Admiro a Hitler por su poder de demagogia, aunque fuera algo malo, como que tenía un fin y supo hacer a la gente que se convenciera de lo que él decía. Era una persona que no estaba bien, sin embargo movió a mucha gente y les dio sentido de nacionalismo, pero no fue una persona integral. No lo admiro por completo. Yo admiro de héroes o de líderes que tengan un objetivo y que sepan cómo hacerlo. Por ejemplo admiro a Ghandi, a lo mejor por poner una manera diferente de liderazgo, por lograr mover a toda la India de una manera pacífica. Ahorita yo creo que ya no hay héroes, eso es parte del problema. Antes había movimientos, la juventud se unía por algo, perseguía un fin. Ahorita no, la gente está muy desanimada. Somos hijos de unos papás, de una generación que te ha enseñado que con el gobierno, hagas lo que hagas (te quemes, te hinques, luches), no vas a lograr nada. Eso es lo que nos han hecho, y para los dirigentes del país, para el gobierno, eso está súper bien. Admiro a Bill Gates por lo inteligente, y porque de acuerdo al valor que hay, tiene el mundo en sus manos. Ha amasado una gran fortuna. Lo admiro porque sabe escoger a las personas que trabajan para él. Algún día le voy a pedir trabajo a Bill Gates, suena algo loco, pero así es.
(Entrevista con Alethia Norma Ward Hermosillo, 22 años, estudiante de Administración de Empresas en el ITESUS de Monterrey, Campus Culiacán, nov. de 1999). A su modo, las sociedades son generadoras de sus propias mutaciones (aunque siempre, desde luego, bajo el influjo de determinaciones externas) y, por consiguiente, son autocreadoras, productoras de sí mismas, como diría Alain Touraine. La sociedad sinaloense produjo su propio cambio, íntimo y radical, desde hace buen rato; pero gobiernos, políticos, educadores, académicos y la llamada “opinión pública” no lo han reconocido, y sólo parcialmente, más que en los terrenos de la economía y la política. 23
Después del Milagro Mexicano (y del Milagro Sinaloense), lo que ha cambiado es mucho más que un conjunto de relaciones económicas o políticas: en esos ámbitos se manifiesta nada más un fragmento del pathos social contemporáneo. Más allá, o mejor dicho, más acá, está la inquietud etérea, amarga, un poco ambiental y taciturna, de dos o tres generaciones que han perdido confianza y certidumbre en casi todo lo que antes las confortó y las conformó: la escuela y sus credenciales; el empleo y sus exiguas gratificaciones; el cálido entorno arquitectónico y natural de la vida parroquial; las ceremonias familiares alrededor de la figura paterna; los rituales cívicos y la gastada iconografía revolucionaria y posrevolucionaria; la imagen consagrada de los jefes de las instituciones nacionales, estatales y municipales; el carisma rutinizado en la institución presidencial o en el gobernante estatal y municipal en turno; el unánime reconocimiento de figuras de la epopeya nacional y local, de héroes epónimos e ídolos populares bien reales en su histórica representación. En el panorama nacional, después de 1968, y más tarde con el agotamiento del llamado modelo de desarrollo estabilizador, las pautas dominantes de comportamiento sufrieron un brutal trastocamiento, lo mismo en el terreno económico y político que en el de la relación cotidiana, el trabajo, el disfrute del tiempo libre o la vida familiar. A la certeza brindada por el eficaz y legitimado autoritarismo que va de los años treinta a principios de los setenta, le siguió el estallido de mil diferentes insurgencias, moleculares unas y multánimes otras, que erosionaron ácidamente los pilares sobre los cuales descansaba el edificio de símbolos y normas, la reglamentación moral (explícita y tácita) que asignaba a cada quien un espacio, un horizonte existencial, un programa de vida, el compartimiento de un pasado y el derecho a un presente y un futuro. Por eso, cuando en los años sesenta los jóvenes mexicanos y sinaloenses salieron a la calle a protestar por esto y por aquello, a culpar al gobierno hasta del mal clima y a la burguesía (y a su hija, la “pequeña burguesía”) de ser explotadora y demás, de manera simultánea en los hogares ocurrieron a diario enfrentamientos y disputas entre padres e hijos: la melena, esa boina verde olivo, aquel dije, los alaridos disonantes provenientes de la flamante 24
consola marca Majestic, cualquier quitamesaspajas resultó bueno para desestabilizar el domus familiar y, en consecuencia, poner entre paréntesis la autoridad del jefe de la sagrada célula de la sociedad. Con el quiebre del principio de autoridad cayeron también los iconos cívicos, económicos, históricos, culturales, religiosos y hasta domésticos. El techo de la acogedora casa diazordacista voló por los aires en 1968, igual que se cimbraron los cimientos de las estructuras familiares, políticas y económicas. Las formas corporativas modernas de integración social se derrumbaron, abriendo un enorme boquete cultural en la sociedad mexicana. La “casa de todos” sin techo, la vida a la intemperie. Sin certezas de ninguna índole, la desazón se apoderó de los espíritus, mientras la existencia gregaria perdió su sentido: ¿qué encanto tiene una vida sin empleo digno, sin referencias cívicas sólidas (para empezar, con una Revolución desmitificada y sin aliento)?, ¿a qué capilaridad social apostar sin confianza en la credencial escolar?, ¿en qué resguardarse sin el amparo del patriarca nacional y del familiar, sin una iconografía regional ordenada, creíble y reconocida por las sucesivas generaciones? Los males que todavía se padecen, algunos de ellos acentuados, son también resultado de un cambio en la percepción (que quizá culminó, en el extremo, en la ausencia misma de percepción) de una iconografía histórica y cívica que ha dejado a dos o tres generaciones, como dijera Rousseau, sin religión civil: en la orfandad cívica y moral. La relación social profunda y del día a día se desdibujó junto con el desdibujamiento de las figuras del patriarca nacional, el patriarca laboral, el patriarca religioso, el patriarca educativo y el patriarca familiar. Los credos mínimos y máximos perdieron su fervor y no fueron sustituidos por otros nuevos. En el caso de Sinaloa esta orfandad fue, sin duda, determinante para la incorporación de los “modos” del narcotráfico en significativos y diversos grupos sociales, con toda su muy conocida, y no por difusa menos efectiva impronta en la vida social, el habla, las formas de vestir, de mostrarse y de demostrarse, en el performance, en suma, de actuación ordinaria del sinaloense de los setenta a nuestros días. 25
Con su orden jerárquico interno, sus propios códigos de comunicación, su laxitud ética, su peculiar asignación de derechos y deberes, su disputa por la legitimidad frente al exhausto Leviathan estatal, su interpelación al poder establecido y sus instituciones, con todas estas características propias de lo que Wolfgang y Ferracuti llaman una subcultura, el narcotráfico encontró el caldo de cultivo propicio para su incubación y rápida expansión, como forma de vida, en un tejido social todavía no regenerado, en un cuerpo social aún dañado en algunos de sus órganos vitales, en una conciencia colectiva desarticulada y, en cierto sentido, afásica. Culmino diciendo que resulta pertinente (y de veras muy pertinente) revisar lo que, en términos hermenéuticos y fenomenológicos, podría describirse como nuestro problema, a saber: el quiebre de las representaciones y los principios de autoridad que dieron sentido a la vida de varias generaciones de mexicanos y sinaloenses desde la consolidación del Estado de la Revolución, pasando por nuestros milagros económicos y políticos de los cuarenta y cincuenta, hasta la primera mitad de los setenta. La manera en que, en esta región, la deconstrucción de un imaginario colectivo dio pie a la construcción de un imaginario alterno, difuso pero eficaz: el imaginario del narco, la narcocultura. La manera, en fin, en que los sinaloenses dejamos en el camino de nuevo, en nuestra historia, la perspectiva civilizatoria. De la mano del arte, acaso, como sugestivamente lo plantea la exposición Navajas de Rosa María Robles, la historia y la sociología pueden contribuir al desenmascaramiento de una trama que involucra a las dimensiones simbólicas igual que a las estructuras materiales. Abrigo la esperanza de que, realizada esta tentativa, pueda ensayarse un acercamiento a la explicación (acaso sea mejor decir a la comprensión) de lo que ha ocurrido con la organización simbólica del mundo en las posteriores generaciones, que son, dicho sea en honor a la obviedad, todas las actuales, todas las que hoy en día respiran y sueñan, deambulan e intercambian, se aman y aniquilan entre sí en esta parte del trópico mexicano.
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TAMAULIPAS: MIGRACIÓN, DEPORTACIÓN VIOLENCIA EN LA FRONTERA
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Cynthia Marisol VARGAS OROZCO y Karla VILLARREAL SOTELO
Profesora de tiempo Completo y Coordinadora de la carrera en Criminología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Licenciada, maestra en Criminología y doctorante en Administración Pública por la UAT. Miembro del Cuerpo Académico de “Criminología” de esa institución y de la Sociedad Mexicana en Criminología.
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RESUMEN Si bien el fenómeno migratorio no es nuevo ni inesperado, en la actualidad está muy ligado a la violencia, de diversa índole. Buscamos, aquí, mirar la problemática que enfrentan los migrantes en la frontera norte de Tamaulipas al ser deportados de Estados Unidos. La información se obtuvo mediante entrevistas estructuradas a los migrantes que se encontraban en el albergue Casa del Migrante de Guadalupe, de Reynosa. Fueron consultadas 608 personas, la mayoría de origen mexicano, varones, solteros, de entre 18 y 40 años de edad, del sector rural. En la frontera han sido víctimas de violaciones a sus derechos humanos y los principales victimarios son policías municipales, quienes les roban y los detienen ilegalmente. Palabras clave: vulnerabilidad, víctima, derechos humanos. INTRODUCCIÓN La migración ha sido un proceso social que permea de manera significativa las estructuras sociales, económicas y culturales de las zonas rurales, áreas metropolitanas, ciudades y comunidades en general de todo México. Durante las últimas tres décadas en el territorio nacional, se han manifestado importantes transformaciones en la dinámica de los procesos migratorios. Los flujos migratorios son un factor de suma importancia como componente del crecimiento demográfico de las ciudades del país. Una de las manifestaciones más claras de migraciones es el acelerado proceso de urbanización (Cruz y Quintero, 2011). La migración, aunque no es un fenómeno actual, encontrándose incluso como actividad natural del individuo, se ha proyectado y caracterizado como un problema que abarca distintas dimensiones (económicas, sociales, culturales, etc.). Sin embargo, el enfoque principal que se le ha dado a este movimiento, sea desde el enfoque gubernamental o institucional, es el económico, aunque ligado a un plano diferente al natural: la migración ilegal.
Miembro del SNI. Doctora en Ciencias Penales. Jefa de la División de Estudios de Posgrado e Investigación, Coordinadora de la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses y líder del Cuerpo Académico de “Criminología” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Representante en esa entidad de la Sociedad Mexicana en Criminología.
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Es difícil comprender que entre dos naciones como Estados Unidos y México esté autorizado el libre tránsito de mercancías y estos mismos países restrinjan la entrada de personas que no cuentan con los documentos legales para ingresar a su territorio, y que van en busca de mejores oportunidades para subsistir. Situación que obliga a las personas a cruzar las fronteras de forma ilegal y clandestina. Esta ilegalidad de la migración hace víctimas a tales migrantes de diversos delitos. Al ser la criminología una disciplina interdisciplinaria que tiene por objeto el estudio y análisis del delito, la pena, delincuente, víctima, criminalidad, reacción social institucional, cultural y económica, a los fines de la explicación, asistencia y prevención de los hechos de violencia (Marchiori, 1998), obliga a los criminólogos a abordar el contexto migratorio desde diversos ángulos, y para el caso particular desde el punto de vista de los derechos humanos. La criminología ha de dar respuestas con rigor a los problemas sociales desde una perspectiva basada en la investigación y la evidencia. En un incipiente Estado democrático y de Derecho, como el mexicano, para las personas que vivimos, convivimos y luchamos todos los días, por razones personales o profesionales, o por ambas, con los problemas de seguridad pública y su relación con los derechos humanos, su vigencia y aplicación, comprobamos que la relación Seguridad Pública-Derechos Humanos atraviesa en México y en general en todo el mundo, por una severa crisis, que tiene carácter de urgencia por la gravedad de la situación. Luigi Ferrajoli define a los derechos humanos como aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados de estatus de personas, de ciudadanos o personas con capacidad de obrar; entendiendo por derecho subjetivo cualquier expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurídica; y por estatus la condición de un sujeto, prevista asimismo por una norma jurídica positiva, como presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor de los actos que son ejercicio de éstas (Ferrajoli,2001). Por su condición estructural estos derechos naturales del hombre, comúnmente son vulnerados; entendida esta situación 29
como una condición de ausencia de poder del migrante frente al Estado y la sociedad de acogida, lo que los convierte en víctimas (Bustamante, 2007), entendiendo por víctima, a su vez, a la persona que puede sufrir cualquier tipo de afección en sus derechos (Villarreal, 2011); en tanto, para el Derecho Penal la víctima se concibe como sujeto pasivo del delito (Bustos y Larrauri, 1993). Este ambiente migrante criminógeno incrementa los índices de criminalidad, es decir, como totalidad de los delitos que se realizan, al margen de que hayan sido o no investigados o siquiera conocidos por la autoridad o los particulares (Reyes, 1987). En este contexto podemos notar que la migración es un proceso que afecta de forma particular y diferenciada a los grupos históricamente excluidos, situación que los coloca en un punto de mayor vulnerabilidad, lo que provoca la violación sistemática de sus derechos humanos. Es el caso de hombres y mujeres que salen de sus lugares de origen, de Centroamérica y el sureste de México principalmente, con el fin de cruzar la frontera norte e internarse en Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida. Es en la travesía (ya sea de ida o de retorno de Estados Unidos) por los estados de la República Mexicana donde principalmente los migrantes encuentran o sufren las mayores violaciones a su libre tránsito, a su integridad corporal, a su libertad, etc. Lo anterior muestra que en el simple hecho de migrar se prevé la violación de los derechos humanos, es decir, todas las personas migrantes están expuestos a situaciones difíciles en el camino, sobre todo las personas deportadas que no cuentan con recursos para volver a su lugar de origen. Las mujeres están más inseguras, ya que son deportadas solas, sin contar con redes de protección. Esta situación las hace más propensas a ser violentadas sexualmente, de manera que el sexo se transforma en un mecanismo de coacción por parte de los traficantes de personas. METODOLOGÍA Y RESULTADOS La recopilación de la información para este trabajo se llevó a cabo mediante la aplicación individual de una entrevista estructurada a los migrantes deportados de Estados Unidos, personas que se encontraban en el aludido albergue Casa del Migrante de Guadalupe. La aplicación se realizó de enero de 2010 a abril de 2011. 30
Se obtuvieron los resultados que a continuación de describen: Se entrevistaron a 608 migrantes deportados de Estados Unidos, de los cuales el 96.7 por ciento de origen mexicano y 3.3 por ciento centroamericanos. De la población total del estudio, el 99.2 por ciento corresponde al sexo masculino y el 0.8 restante al sexo femenino. De estas últimas cifras podemos notar que es más frecuente la salida del lugar de origen del hombre con relación a la mujer, caracterizado este movimiento de personas por la tradición histórica de que quien busca proveer los recursos del sustento familiar en general es el hombre como jefe de familia. Otro dato que muestra este estudio, tiene que ver con la edad promedio de los migrantes deportados. El rango de edad más frecuente es el de 31-35 años con el 23.7 por ciento, seguido del grupo de personas de entre los 18 y 25 años con el 21.1 por ciento. También con porcentajes muy representativos se localizan los de 26 a 30 y 36 a 40 con un 17.8 por ciento y 16.8 por ciento, respectivamente (figura 1). Esto indica que las personas principalmente se encuentran en una edad laboral activa y por lo tanto productiva. La idea anterior es complementada en el sentido de que el 79.4 por ciento de la población está dentro de los 18 a 40 años. Los números también indican que quienes emprenden el viaje a Estados Unidos tienen la fuerza física suficiente para enfrentar las dificultades que puedan presentarse durante el mismo. De las variables sociales observadas, una de ellas hace referencia al estado civil al momento de la entrevista. En este sentido, la mayoría de los consultados refirieron ser solteros: el 60.2 por ciento; el 24.2 por ciento casados y un 9.9 por ciento vivía en unión libre; los porcentajes constituyen las muestras más representativas (figura 1).
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Figura 1. Estado civil de los migrantes deportados de Estados Unidos de América.
Dentro de las actividades laborales que desarrollaban los migrantes hasta antes de partir en busca del llamado sueño americano, se encuentran las relacionadas con el campo y la construcción con el 34.7 y 26.6 por ciento, respectivamente. Le sigue la del trabajo en fabrica (15.6 por ciento). La migración obedece a múltiples factores, como el económico y laboral; o reencuentro con familiares, seguridad personal, desastres naturales, conflictos políticos, entre muchos otros; y en varios casos la necesidad obliga a las personas a abandonar sus estudios académicos; por ejemplo, el 8.4 por ciento se dedicaba a estudiar hasta antes de salir de sus comunidades (figura 2).
Figura 2. Actividad laboral que desempeñaban los migrantes deportados hasta antes de partir a Estados Unidos de América.
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Relacionando los empleos más representativos, como lo son el trabajo en campo o jornaleros con el de construcción, se puede establecer con claridad que esta movilidad de personas se origina principalmente en el medio rural. El grado de estudios con que cuentan los migrantes es por debajo del nivel básico ya que el 67.7 por ciento tiene como máximo la secundaria terminada; y es muy lamentable que el 40.1 por ciento del total sólo tenga la primaria terminada (tabla 1). El no acceder a un mejor nivel educativo, limita sus oportunidades de empleo y este factor contribuye a salir en busca de una mejor calidad de vida.
Respecto a los estados que tienen mayores movimientos migratorios de personas con destino a Estados Unidos son los de Veracruz y Chiapas con el 14.6 y 13.1 por ciento. Le sigue Guerrero (8.5 por ciento), y luego Oaxaca y Michoacán, ambos con un 6.1 por ciento. Los datos muestran que es la región sureste del país de donde más migran los individuos en busca de subsistir. Un punto más de la información que se logró obtener es la relacionada con el lugar específico y más cercano (colindante con la frontera sur de Estados Unidos) por donde se internaron a aquella nación. Considerando que estas mismas ubicaciones constituyen de forma general los principales puertos de entrada de migrantes indocumentados. Sobre esta característica particular se tiene que son los estados de Sonora (38.2 por ciento) y Tamaulipas 33
(36.8 por ciento) los lugares por donde más cruzan de manera ilegal con el objetivo de introducirse en aquel país (tabla 3). Siendo un poco más específicos en cuanto a las zonas de cruce se puede establecer que del estado de Sonora es el municipio de Altar por donde más registros se tienen de este fenómeno. Las principales rutas de acceso de migrantes indocumentados del estado de Tamaulipas son los municipios de Reynosa y Nuevo Laredo. De los demás estados que forman la frontera norte de México los menos utilizados para el cruce de personas a Estados Unidos sin documentos son Nuevo León, Coahuila y Chihuahua. Los datos descritos son algunas de las características sociodemográficas de los migrantes hasta antes de partir de su nación de origen. En busca de correlacionar el tipo de empleo desempeñado en México con el desarrollado en EU, se muestran las siguientes cifras: el 95.2 por ciento sí trabajó en el país de norte y el restante 4.8 no logró conseguirlo, por ser capturados por las autoridades migratorias cuando intentaban internarse en aquella nación, es decir principalmente por su corta estadía. De la población que sí trabajó independientemente del tiempo que lograron hacerlo, tenemos que principalmente se desempeñaron en los trabajos de construcción (39.7 por ciento), seguidos de los que tenían como ocupación las labores del campo (16.2) y restaurant (14.2), (figura 3). Como podemos notar, en general son los empleos de menor jerarquía y remuneración los desarrollados por la población migrante.
Figura 3. Actividad laboral que desempeñaron los migrantes en Estados Unidos de América hasta antes de ser deportados.
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Entre los factores que permean la decisión de migrar, uno de ellos tiene que ver con la existencia de redes familiares y sociales que alientan y facilitan el desplazamiento de los migrantes. Esto es, además de los actores principales de este fenómeno social, existen otros que ya esperan para darles un recibimiento y ayudar en la búsqueda de empleo y adaptación sociocultural. Así, el 41.3 por ciento sí contaba con uno o más de un familiar directo (padres, hermanos, primos, tíos, etc.) en Estados Unidos. Sin contar a los migrantes que tenían un conocido que les proporcionó ayuda para realizar el viaje. En otro orden de ideas, se puede establecer que en la mitad de los casos existen estas redes sociales. La relación existente entre seguridad y migración en México hasta hace algunas décadas había sido poco explorada; hoy constituye unas de las prioridades de los investigadores por el aumento considerable de hechos de violencia registrados contra migrantes, en especial centroamericanos. Los datos muestran que al margen de la nacionalidad muchos de ellos son victimizados al ser deportados y llegar a la frontera norte de México. El 37 por ciento de la población fue víctima de violaciones a sus derechos más elementales (figura 4). Es una paradoja: el 96.7 por ciento de los migrantes entrevistados son de nacionalidad mexicana y éstos, contrario a la situaciones de victimización que viven en la frontera, deberían sentirse y estar más seguros en territorio mexicano; pero los hechos muestran lo contrario.
Figura 4. Migrantes que fueron víctimas de violaciones a sus derechos humanos.
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El problema se agrava porque son las propias autoridades los principales responsables de victimizarlos; es decir, son los policías municipales con relación a las autoridades estatales y federales quienes mayormente convierten en víctimas a este tipo de personas (78.2 por ciento). El robo es el delito que con mayor frecuencia cometen los policías municipales en contra de los migrantes (38.2 por ciento), seguido de la detención ilegal de estos mismos (19.1 por ciento), por el simple hecho de no traer una identificación y en tercer lugar estas mismas autoridades los agreden de forma física. Es importante resaltar que en este punto se tomó en cuenta un sólo delito por persona, ya que en varias ocasiones se conjugaron varios ilícitos en una misma. Un dato que llama la atención es la violencia ejercida por civiles, los cuales al cometer el delito de lesiones (12.9 por ciento) y secuestro (2.7 por ciento) contra los migrantes refieren ser de un grupo de la delincuencia organizada. Del grupo de migrantes que fueron víctimas de un delito, sólo el 16.9 por ciento interpuso una queja, pero no se realizó una denuncia formal frente a las autoridades. Estas quejas fueron hechas a grupos de derechos humanos y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El 83.1 por ciento de los casos refleja el grado de impunidad, que representa la cifra negra de la criminalidad; esta impunidad está en aumento, pues los migrantes centroamericanos no denuncian por miedo a ser devueltos a su país y los de México por el miedo a sufrir represalias. A pesar de las vejaciones que sufrieron, el 24.8 por ciento de la población total intentará cruzar a Estados Unidos nuevamente.
Figura 5. Migrantes deportados de Estados Unidos de América que interpusieron una queja por sufrir violaciones a sus derechos humanos.
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CONCLUSIÓN De acuerdo a la temática planteada, podemos ver que en la mayoría de los estados del país imperan condiciones sociales de pobreza, violencia y desastres naturales, entre otros factores, que propician la migración, pero es sobre todo el entorno de la pobreza lo que obliga a las personas a buscar mejores alternativas de vida, recurriendo cada vez más a la migración y las más de las veces, indocumentada. Quienes en mayor medida buscan esta alternativa son hombres, del medio rural y con un nivel de educación precario. Aunado a la presión y en algunos casos la obligación de partir del lugar de origen por las condiciones desfavorables del medio, existen inmersas en este fenómeno migratorio vejaciones sufridas por los migrantes, ya sea de ida o de retorno, ocasionadas por las propias autoridades de los tres niveles de gobierno y de grupos de la delincuencia organizada. Estos son hechos de una compleja realidad en México. Las soluciones, múltiples. REFERENCIAS Bustos, J., y Larrauri, E. (1993). Victimología: presente y futuro. Promociones y publicaciones universitarias. Barcelona. Cruz R., y Quintero C. (2011) Ires y Venires “Movimientos migratorios en la frontera norte de México”. Ferrajoli, L. (2001). Derechos y garantías: la ley del más débil. Trotta. España. Marchiori, H. (1998). Criminología: la víctima del delito. Porrúa. México. Reyes, A. (1987). Criminología. Temis. Bogotá. Villarreal K. (2011) Principios de Victimología, Oxford, México.
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LA MIGRACIÓN LATINOAMERICANA A QUEBEC: URBANIZACIÓN, REMESAS Y DERECHOS HUMANOS
Alex BEAUDOIN-DUQUETTE
Licenciado en Estudios Hispánicos por la Universidad de Montréal y Maestro y Candidato a Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Realiza una investigación sobre la creatividad artística de los migrantes latinos en Montréal.
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INTRODUCCIÓN Sin avisar, el lunes 13 de julio del año 2009, el gobierno canadiense, dirigido por el primer ministro conservador, Stephen Harper, decidió imponer una visa a los visitantes mexicanos como requisito para entrar al territorio de la llamada hoja de maple. El ministro canadiense de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo, Jason Kenney, justificó la adopción sorpresiva: “el incremento de las solicitudes de refugio de mexicanos…crea demoras significativas, un aumento precipitado de costos” en el programa de refugiados, y “merman” la capacidad de “ayudar a las personas que huyen de verdaderas persecuciones”1. El periódico La Jornada consignaba en su información que de acuerdo con las autoridades canadienses, a partir de 2005 las peticiones de refugio por mexicanos prácticamente se triplicaron. Tan sólo en 2008 registraron más de 9 mil 400, las cuales representaron 25 por ciento del total que recibieron ese año, “y sólo 11 fueron aceptadas”. Estos datos fueron un argumento que parece haber sorprendido a los que se alzaron en contra de esta medida. En lugar de averiguar la veracidad2 y pedir al ministro que pusiera a disposición del público las fuentes de estas cifras, sólo criticaron la forma con la cual la medida se implementó. Esta crítica puede ser sintetizada en un párrafo editorial de La Jornada: 1
“Canadá exige visa a visitantes mexicanos, frente al exceso de solicitudes de refugio”, La Jornada, Martes, 14 de julio de 2009, p. 13. 2 Según las cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en 2008, unos 8,069 mexicanos solicitaron el estatuto de refugiado en Canadá; 3,368 fueron rechazados, 606 tuvieron una resolución favorable, 1,680 tuvieron expendientes “cerrados de otra manera” y el resto quedó pendiente (ver Total Population of concern to UNHCR: Refugees, asylum-seekers, IDPs, returnees, stateless persons, and others of concern to UNHCR by country/territory of asylum, end-2008, ACNUR, tabla 12 del archivo titulado 08TPOC-TB_v5_external_PW.xls. Disponible en: http://www.unhcr.org/pages/4a0174156.html). El índice de demandantes de asilo político subió desde el 2005. Ese año sólo 1,807 mexicanos solicitaron el estatuto de refugiado (ver, en el Annexes del Statistical Yearbook 2005 del ACNUR, el archivo mex.xls. Disponible en: http://www.unhcr.org/pages/4a0174156.html). Sin embargo, la cantidad de demandantes (aceptados 606) es mucho mayor de la que afirma el ministro (11).
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Es necesario enfatizar que el requisito impuesto a los mexicanos que deseen viajar a ese país obedece a una decisión soberana, derivada de una inquietud comprensible del gobierno de Ottawa, y debe ser, por tanto, respetada. No obstante, la manera en que dicha determinación fue dada a conocer –a unas horas de entrar en vigor y sin permitir que los afectados tomaran las previsiones necesarias– da cuenta de un dejo de desconfianza de las autoridades canadienses hacia las mexicanas, sentir que no corresponde al trato diplomático entre naciones amigas –que son, además de todo, importantes socios comerciales–, y apunta, por ello, a un retroceso sensible en las relaciones bilaterales3.
Cierto que la medida fue adoptada el mismo día de su anuncio, pero quienes estudiamos la región latinoamericana y en particular sus fenómenos migratorios, debimos entrever este acontecimiento como una posibilidad hace algunos años. En efecto, desde hace diez años, la política migratoria de Canadá respecto a los países de América Latina se ha vuelto cada vez más estricta. Uno de los primeros sucesos que prefiguraban el cambio de políticas migratorias fue la huelga de hambre realizada por un grupo de unos 20 chilenos en la ciudad de Montreal en 1998: “Estas personas habían llegado en 1995, luego de la firma de un acuerdo de libre comercio entre Canadá y Chile. Algunas agencias de viaje en Chile afirmaban en este momento que las puertas de Canadá se abrían completamente como consecuencia de este acuerdo, que de ahora en adelante iba a ser fácil entrar a Canadá, trabajar ahí y volverse ciudadano canadiense. El resultado fue que Canadá impuso una visa de entrada a los chilenos, dando cuenta del flujo considerable de reivindicadores del estatuto de refugiado que provenía de este país”4.
Podríamos haber considerado este acontecimiento como un fenómeno aislado en la política migratoria de Canadá si, en diciembre del año 2004, el gobierno canadiense no hubiera adoptado el llamado “Acuerdo del Tercer País Seguro”, que consiste en lo siguiente: “El Acuerdo del Tercer País Seguro (Safe Third Country Agreement) entre los Gobiernos de Canadá y los Estados Unidos, del 30 de Agosto del 2002, entró en vigor el 29 de Diciembre del 2004, lo que significa que la responsabilidad para determinar el estatus como refugiado de una persona estará a cargo del país (Canadá o Estados Unidos) en el 3
“Visas y equívocos diplomáticos,” La jornada, Miércoles 15 de julio de 2009. Disponible en http://www.jornada.unam.mx/2009/07/15/index.php?section=edito 4 Icart, 1998. Traducción libre del francés.
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que se encuentre o al que hubiere llegado primero (llamado “país de última presencia”)”5.
La consecuencia de este acuerdo fue una considerable reducción del flujo de demandantes de asilo político proviniendo de países suramericanos, debido a la casi inexistencia en esta región de vuelos directos con destino a Canadá. Uno de los grupos más afectados por esta medida fue el de los demandantes de asilo procedentes de Colombia. Como sostienen Pilar Riaño Alcalá, Martha Colorado, Patricia Díaz y Almantina Osorio en el texto “Forced Migration Of Colombians: Colombia, Ecuador, Canada”, este acuerdo permite que las “autoridades en los dos países pueden devolver a aquellos solicitantes de asilo que tratan de entrar a Canadá a través de los Estados Unidos o a los Estados Unidos a través de Canadá”6. Sobre las consecuencias de este acuerdo en los inmigrantes colombianos las investigadoras afirman que El acuerdo tiene especial importancia para Canadá, pues más del 50% de los solicitantes de asilo en ese país entran por Estados Unidos. Para el caso de los colombianos, tiene implicaciones directas, pues como se ha anotado anteriormente, entre el 2002 y el 2004 más del 90% de las solicitudes de refugio a Canadá se hicieron en la frontera con Estados Unidos.7
Asimismo, llaman la atención sobre el hecho que el acuerdo produjo una considerable disminución de la cantidad de solicitudes de refugio a Canadá por parte de colombianos: Como resultado de la implementación de este acuerdo, las solicitudes de refugio al Canadá disminuyeron drásticamente. En los primeros seis meses de su implementación (enero a junio del 2005), las solicitudes de refugio disminuyeron en cerca de un 50%, si se comparan con el número de solicitudes presentadas en la frontera en los primeros seis meses del 2004 (CCR, 2005d). En el caso de los colombianos, las solicitudes hechas en la frontera en los primeros seis meses del 2005 disminuyeron en un 70% en comparación con las solicitudes presentadas en los primeros seis meses del 2004. Las solicitudes de refugio de colombianos en Canadá referidas a la Junta de Inmigración y Refugio 5
Ver: “Acuerdo del tercer país seguro”; http://www.aquiencanada.com/InmigracionYRefugio/AcuerdoDelTercerPaisSeguro.htm 6 Riaño Alcalá, Colorado, Díaz y Osorio; 2008, p. 35 7 Ídem.
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entre enero y septiembre del 2005 fueron 1.164. En este mismo período en el 2004, se refirieron 2.496 solicitudes (IRB, 2004; 2005). Esta reducción es significativa no sólo por sus implicaciones en materia de protección y seguridad, sino porque Colombia en el 2004 fue el principal país de origen en el total de las solicitudes de refugio en Canadá.8
De acuerdo con las estadísticas de las investigadoras, la cantidad de demandantes de asilo de Colombia disminuyó más de la mitad, apenas a un año de que el acuerdo cobrara vigencia. En suma, la imposición de visas a los mexicanos no debería de habernos sorprendido. Consideramos que desde las ciencias sociales, los estudios latinoamericanos y desde el periodismo crítico se debió advertir de la situación. No se tenía qué ser adivino de que Canadá impusiera de la noche a la mañana el requisito para los turistas mexicanos de una visa. Sin embargo, debimos, por lo menos, entender los cambios dentro de la lógica del conjunto de políticas migratorias adoptadas por los países centrales hacia los países de la periferia en las últimas décadas9. Para articular una respuesta crítica al discurso que aboga en pro de medidas cada vez más estrictas ante quienes emigran a Canadá, es urgente estudiar a fondo el fenómeno de la migración latinoamericana a ese país desde todos los ángulos posibles, y tratar de entenderlo en su compleja totalidad. Por estas razones, a continuación, abordamos este tema desde tres enfoques: la relación entre urbanización e inmigración latinoamericana en Canadá en general y en Québec en particular; el problema del uso de las remesas por parte de los migrantes latinoamericanos que viven en Canadá; y los derechos de los solicitantes del estatuto de refugiado en Canadá. ENTRE URBANIZACIÓN E INMIGRACIÓN 8
Ídem. Empleamos la dualidad centro-periferia de acuerdo a Ominami: “A esta concepción [refiriéndose a la teoría“evolucionista”] que resta todo estatuto teórico a la noción de“subdesarrollo”, R. Prebich y los economistas de la CEPAL oponen la idea de una economía internacional compartida entre un centro y una periferia y de cuya base objetiva consistiría en el sistema de división internacional del trabajo (DIT), establecido en el siglo XIX. La repartición desigual de los frutos del progreso técnico y la deterioración de los términos de cambio que resultan de ello, habrían engendrado un desequilibrio estructural entre las diferentes naciones, destruyendo las premisas de la teoría clásica” (Ominami; 1979, p. 727). 9
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En una trabajo publicado por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) de la CEPAL, José Marcos Pinto da Cunha dice que “en los últimos 50 años la región se urbanizó aceleradamente; así, en 1950 menos de 42% de la población vivía en las ciudades y en la actualidad se estima que más de tres cuartas partes reside en las zonas urbanas” (Pinto da Cunha; 2001, p. 21). La provincia de Québec vivió un proceso similar. A pesar de que Alain-G. Gagnon y Mary Beth Montcalm afirman que “la imagen generalizada de un Québec de antes de 1945 ampliamente rural, agrícola y dominado por la iglesia constituye, en gran parte, un mito” (Gagnon y Montcalm; 1992, p. 36), los mismos autores observan que hubo un éxodo rural importante que tuvo lugar en ese período, más precisamente entre 1960 y 1966: …se considera generalmente como el de las grandes transformaciones en la vida social, intelectual y política de Québec. El despoblamiento rural, la expansión de los centros urbanos (más precisamente de la región de Montréal), la terciarización y desindustrialización conllevaron a la acentuación de la dicotomía urbano/rural y norte/sur en la provincia (ídem; p. 46)10.
Asimismo, estos autores llaman la atención en el hecho de que es durante esa época que la agricultura conoció su declive más importante: Miles de quebequenses abandonaron las granjas para buscar trabajos que pagaban más [...]. En 1961, apenas 11% de los quebequenses vivían en las granjas, en comparación con 25% veinte años antes. Durante los años cuarenta, más de 60% de las personas que dejaban las granjas se establecieron en las ciudades cuyas economías dependían de la explotación de los recursos [naturales]; en cambio, en los años cincuenta, un número importante de migrantes se dirigieron hacia los grandes centros urbanos de Montréal y de Québec (ídem; p. 41).
Los autores remiten a Behiels para subrayar el hecho de que este éxodo rural fue consecuencia de un descenso rápido de “la demanda para los productos agrícolas, de los sueldos y de los beneficios atractivos en los sectores industriales y los servicios, así como el modo de vida urbano centrado en el consumo, como lo representaban la televisión, el radio y los grandes diarios de la ciudad que se enfocaban en la publicidad” (ídem). Por tanto, al 10
Traducción libre del francés.
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igual que América Latina, Québec vivió un proceso de urbanización acelerada en la segunda mitad del Siglo XX. Ahora bien, el fenómeno de la inmigración en Canadá se empezó a hacer notorio a partir de la segunda mitad del siglo XX. En la década de los cincuenta, se triplicó el número de inmigrantes recibidos en comparación con la década anterior para alcanzar una cifra que ronda el millón y medio de personas recibidas. En los sesenta, la cifra se estabilizó, pero a partir de los años setenta, la población de inmigrantes recibidos por cada década no dejó de crecer hasta superar los dos millones de personas en los años que van del 1991 a 2001.11 Este crecimiento reciente de la población de inmigrantes en Canadá coincidió con una constante reducción del índice de crecimiento de la población nativa a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a tal grado que el crecimiento de la población inmigrante superó el crecimiento de la población nativa en el año 200112. Varios factores pueden explicar estas tendencias; por ejemplo, la mejoría del nivel de vida en Canadá, que convirtió al país en un polo de atracción para la inmigración, y el importante éxodo rural, que conllevó a un modo de vida en el cual una familia numerosa se estaba volviendo una carga económica en lugar de una fuerza necesaria para el trabajo de la tierra. Sin embargo, es notorio que el crecimiento de la población inmigrante en Canadá coincide con un período de suma conflictividad en los países expulsores. Uno de estos focos es América Latina. En los años setenta, la región del Cono Sur experimentó una época de dictaduras militares que provocó un vasto exilio de personas que buscaban asilo político y los países centroamericanos padecieron violentas guerras civiles de efectos similares. De hecho, en los sesenta, la inmigración a Canadá de latinoamericanos era casi nula; en los años setenta, ésta conformaba el 1,09% del total de los inmigrantes. A partir de este momento, la proporción de latinoamericanos se volvería cada vez más notoria, hasta llegar al 10,8% de la población total nacida en el exterior de Canadá en
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Cfr. el cuadro de Satistics Canada “Canada: Immigration 1851-2001” que se puede consultar en la página de Internethttp://www.canadaimmigrants.com/statistics2.asp (revisadoel25-06-2012). 12 Ídem; “Canada: Population Growth 1851-2001.”
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200613. Este mismo año, el español superó al italiano como el idioma no oficial más hablado en el país14. Podemos preguntarnos: ¿Cuál es la relación entre urbanización e inmigración latinoamericana en Canadá en general y en Québec en particular? Como hemos visto, en Québec el proceso de urbanización tuvo lugar al mismo tiempo que en América Latina. Asimismo, se ha observado que la migración latinoamericana a Canadá también empezó a cobrar importancia en la segunda mitad del Siglo XX. En el libro Los migrantes latinoamericanos en Canadá: Una mirada a su situación actual, Fernando Neira Orjuela afirma: “en los años cincuenta la situación económica y política canadiense no era la mejor pues, como resultado de un período de recesión, el país presentaba elevadas tasas de desempleo” (Neira Orjuela; 2011, p. 56). Sin embargo, De acuerdo con la mayoría de los indicadores económicos, el período de la post-guerra fue marcada por una prosperidad general. El ingreso por habitante aumentó de $655 en 1946 a 1492 en 1961, un brinco de 134%. A lo largo de los años cuarenta y cincuenta, la tasa de desempleo permaneció baja, a pesar de un aumento de 3.8% en 1953 a 9.2% en 1960 (Gagnon y Montcalm; 1992, p. 37).
Al menos en Québec, la sociedad de la post-guerra se basaba en una economía en la cual el sector primario era preponderante. Pero a partir de los años setenta, se nota una “terciarización” de la economía que coincide precisamente con el éxodo rural que, como lo vimos, se debe a un declive importante de la agricultura. En otras palabras, a partir de los años sesenta el trabajo en el campo se empezó a volver menos interesante para la mano de obra local. Esta época coincide con el momento en que el gobierno de Canadá emprendió la liberalización de su política migratoria (Gilbert; 2007, p. 13). A lo largo de las últimas décadas, Canadá ha conseguido forjarse una reputación de país hospitalario y acogedor para los inmigrantes. Fue resultado de una política de integración llamada “multiculturalismo”, pero que está en vigor solamente desde 1971.
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Ídem; “Canada: Foreign-born population by source area, 1921-2006”. Ídem; “Canada: Top non-official languages, 2001 & 2006”.
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Sin embargo, antes de ese momento, la política migratoria canadiense tardó en mostrar algún tipo de preocupación humanitaria. De hecho, antes de 1960, los criterios de aceptación de los inmigrantes eran abiertamente discriminatorios. Por ejemplo, Victor Armony llama la atención en el hecho de que, en los años treinta, el gobierno canadiense “detuvo la entrada de judíos en el país” (Armoni; 2007, p. 169): Como lo han demostrado los historiadores Erving Abella y Harold Troper, los regugiados del nazismo fueron sistemáticamente rechazados por Ottawa. Sólo fue hasta 1948 que Canadá volvió a abrirles la puerta, esta vez para recibir los sobrevivientes del holocausto (ídem)15. En “Legitimizing Neoliberalism Rather than Equality: Canadian Multiculturalism in the Current Reality of North America”, Liette Gilbert, afirma que en 1962 se aprobó una nueva legislación migratoria que “suprimió los criterios abiertamente discriminatorios de selección y admisión para los posibles inmigrantes” (Gilbert; 2007, p. 14). La investigadora cita datos del censo de 1961: en ese momento, “85 por ciento de los inmigrantes venían de Europa (de los cuales 34 por ciento eran del Reino Unido), 10 por ciento venían de los Estados Unidos y los 5 por ciento restantes venían de diversos países no europeos” (Gilbert; 2007, p. 14-15). Fernando Neira Orjuela remite a Taylor al afirmar lo siguiente: [...] cuestionado por la política discriminatoria de inmigración y presionado por representantes comerciales de Jamaica y Trinidad, Canadá permitió la entrada de un número pequeño de trabajadoras provenientes del Caribe entre 1950 y 1967, haciendo a un lado la restricción del Acta de 1952 hacia inmigrantes negros. De ahí que los años cincuenta puedan considerarse como el momento en que se da inicio a la migración latinoamericana con la presencia de los primeros caribeños (Neira Orjuela; 2011, p. 5657). Podemos establecer el nexo entre urbanización e inmigración latinoamericana en Canadá. En sus inicios, la migración de 15
Traducción libre del francés.
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latinoamericanos a Canadá no estaba conformada principalmente de trabajadores agrícolas. Podemos deducir que surgió de una necesidad para Canadá de remediar el problema del éxodo rural que constituía un fenómeno que cobraba cada vez más importancia, sobre todo a inicios de los años sesenta. Es de notar que los trabajadores temporales agrícolas siguen siendo numerosos hoy en día. LAS REMESAS Y LOS EMIGRANTES Según datos del Banco Mundial, se suponía que más de 400 mil millones de dólares US serían enviados hacia los países en desarrollo en el año 201316, lo cual da una idea de la importancia de las remesas y su impacto en el mundo y para América Latina y el Caribe en particular. Por ejemplo, en 2005, se calculaba que las remesas representaban entre 20 y 30 por ciento del PIB de Haití y entre 10 y 19 por ciento del PIB de Jamaica, El Salvador y la República Dominicana. En México, el monto de las remesas supera los ingresos generados por la industria del turismo y “equivale a las dos terceras partes del valor de las exportaciones de petróleo y alrededor de 180 por ciento del valor de las exportaciones agrícolas del país.”17 Investigar el envío de remesas de Canadá hacia los países latinoamericanos es una tarea difícil, dado que no se contabilizan a partir de censos, sino de encuestas llevadas a cabo con una muestra bastante reducida que incluye a inmigrantes que proceden de todas partes. Significa también que la información sobre el envío de remesas proviene de la palabra de los entrevistados y no corresponden a transferencias de dinero registradas en las agencias en las que se efectúan estas operaciones. Y para saber cómo se gasta el dinero de las remesas en los países de origen de los inmigrantes latinoamericanos, haría falta indagar en las fuentes de cada país. Por lo pronto, podemos observar el gasto que representa el envío de las remesas para los inmigrantes latinoamericanos que viven en Canadá.
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http://www.banquemondiale.org/fr/news/press-release/2012/11/20/developingcountries-to-receive-over-400-billion-remittances-2012-world-bank-report 17 http://www.statcan.gc.ca/pub/75-001-x/2008107/article/10656fra.htm#BANQUEMONDIALE
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Según el Banco Mundial18, en 2010 Canadá era el quinto país con más inmigrantes (7 millones) después de Estados Unidos, la Federación Rusa, Alemania y Saudi Arabia. Canadá ocupa también el lugar 20 de los países que recibieron más refugiados en 2010 con 200 mil. Si en términos absolutos sólo encontramos a dos países de América Latina y el Caribe dentro de los treinta países con más emigración, es de notar que México se encuentra en el primer lugar. El otro es Colombia. Sin embargo, hay que subrayar que cuando observamos el porcentaje de emigrantes por países, doce países de América Latina y el Caribe se encuentran dentro de la lista de los 30 con más emigrantes. De igual manera, llama la atención el hecho de que catorce países de esta región se encuentran en la lista de las 30 naciones con más emigración de personas con diplomas de estudios superiores. Dentro de los 30 países principales de destino de remesas, destacan cinco países latinoamericanos: México (3er lugar), Brasil (24o lugar), Guatemala (25o lugar), Colombia (27o lugar) y El Salvador (30o lugar). Sin embargo, hay nueve países se de América Latina y del Caribe que se encuentran en la lista de los 30 países en los cuales las remesas representan un porcentaje del PIB más grande. Así, Canadá es un país de destino de migrantes y la región latinoamericana constituye un foco del que salen una cantidad considerable de migrantes. Una fuente útil es un estudio de René Houle y Grant Schellenberg para Statistique Canada: “Les envois de fonds par les immigrants récents”. El texto se basa en la Enquête longitudinale auprès des immigrants du Canada (ELIC). Tal encuesta es una muestra de inmigrantes que llegaron a Canadá entre el 1 de octubre 2000 y el 30 de septiembre 2001, y que habían presentado una solicitud en “una misión canadiense en el extranjero”. Las entrevistas se realizaron seis meses, dos años y cuatro años después de su llegada. No se les pidió precisar el monto de sus envíos de fondos en la primera entrevista, pero sí en las otras dos.
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Los datos que se analizan en esta sección se encuentran en el siguiente enlace: http://siteresources.worldbank.org/INTPROSPECTS/Resources/3349341110315015165/Factbook2011French.pdf
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La encuesta revela que 23% de los inmigrantes llegados a Canadá entre 2000 y 2001 enviaron remesas a su país de origen 6 a 24 meses después de su llegada y el promedio del valor de las remesas enviadas en esta fase era de 2,500 dólares. Un 29% de los inmigrantes habrían enviado dinero a su país de origen 25 a 48 meses después de su llegada. Los países del Caribe y Guyana constituirían la segunda región hacia la cual salen más remesas de Canadá. 47% de los inmigrantes procedentes de esta región habrían mandado remesas 6 a 24 meses después de su llegada con un promedio de 1,400 dólares por año y 54% de ellos habrían mandado remesas entre 25 y 48 meses después de su llegada. En cuanto a los inmigrantes procedentes de Sur América y Centroamérica, 23% de ellos habrían mandado remesas, en promedio unos 2,000 dólares por año, y 25% habrían mandado remesas 25 a 48 meses después de su llegada con un mismo promedio de 2,000 dólares por año. Un 60% de los haitianos enviaron remesas a su país 2 a 4 años después de su llegada, mientras que lo hicieron entre 40 y 50% de los inmigrantes originarios de Jamaica y Guyana. Un poco menos de 35% de los inmigrantes colombianos lo habrían hecho y entre 10 y 20% de los inmigrantes mexicanos. El estudio señala que “la frecuencia de los envíos de fondos estaba más elevada dentro de los inmigrantes originarios de los PIB más bajos”. Y revela que los inmigrantes económicos envían en promedio más remesas que los refugiados: los primeros enviaban en promedio 3,000, mientras que los segundos habrían enviado1,900. En cuanto a la proporción de las remesas que los inmigrantes envían en relación con su ingreso y sus gastos, los autores reportan que éstas representaban en promedio 7.5% de su ingreso personal anual y 3.4% de su ingreso familiar anual. El promedio de los montos enviados por los haitianos, jamaicanos, los guyaneses era inferior a 3,000, mientras que era ligeramente superior en el caso de los inmigrantes mexicanos. DERECHOS HUMANOS Y MIGRACIÓN EN CANADÁ Como hemos visto, desde la implementación de la política de integración conocida como el multiculturalismo a principios de los años setenta, Canadá ha adquirido una reputación de país acogedor hacia los demandantes de asilo. De hecho, el multiculturalismo no 49
sólo funciona como una política, es una de las máscaras que las instituciones migratorias ponen en el rostro de este país. ¿Pero qué hay detrás de esta máscara? Si se busca conocer la situación de los demandantes de asilo en este país, se encontrará una multitud de perspectivas. Se estima que hay entre 200 y 500 mil indocumentados que viven en Canadá19 y que cada año, 8 mil son expulsados. En el marco del programa Enjeux de la televisión pública de este país, en el cual un equipo de periodistas siguió a cuatro migrantes rumanos que vivían en la clandestinidad, se daba cuenta de sus condiciones de vida. Muchos llegan después de cruzar el océano escondidos en contenedores de los barcos. Arriesgan su vida. Pueden ser echados del barco en medio del viaje o morir asfixiados. Si logran llegar al final del viaje, permanecen en la ilegalidad y tienen que aceptar trabajos difíciles y recibir un sueldo inferior al salario mínimo. En el mes de enero de 2013, le Conseil Canadien Pour les Réfugiés llamó la atención sobre otro aspecto que afecta a los que inmigran a Canadá en general y a los demandantes de asilo en particular. La política del gobierno canadiense es cada vez más estricta. Según este organismo, entre otras nuevas restricciones, los plazos para los que piden asilo se redujeron. Por ejemplo, quienes provienen de “países de origen designados” no tienen derecho a apelar la decisión y tienen plazos aún más cortos y los demandantes rechazados no pueden pedir “un examen de riesgo antes de ser reenviados”20. En entrevista con Guylaine Racine, profesora de la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Montreal, compartió su visión de la situación de los refugiados en Canadá y de cómo ellos van redefiniendo la ciudadanía. Sus reflexiones emergieron de su participación en una marcha en defensa de los indocumentados que salió de Montreal y fue hasta Ottawa. En el marco de esta manifestación, Racine y su marido realizaron dos documentales. Reproducimos buena parte de la entrevista que sostuvimos con Racine. Relata: “Entonces, tenían el espacio para eso cuando lo hicimos y, hablando con esa gente, me enteré de que había refugiados que estaban interesados 19
http://perspective.usherbrooke.ca/bilan/servlet/BMAnalyse?codeAnalyse=174 http://ccrweb.ca/fr/2012_bilan
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en organizar una marcha de Montréal a Ottawa. Es un grupo que se llama Solidarité sans frontière y No One Is Illegal. “Entonces, tres semanas o un mes antes de eso, había visto un artículo en el periódico sobre Jaggi Singh, que está muy involucrado y conocido, etcétera, y me parecía interesante lo que Jaggi decía: “Yo nací aquí, tengo mis papeles, no estoy en peligro. Entonces, cuando organizamos actividades, considero que yo tengo que realizar acciones, que pueden ser arriesgadas, y, la gente que está ahí, que participa, que son indocumentados, hay que protegerla.” Lo anterior me había sorprendido porque, muy seguido, cuando se organiza este tipo de actividades, en el nivel ético, la gente no se plantea esta pregunta: “Participen, participen, [pero] una vez que se les hayan castigado, ya no nos incumbe.” [...] Por lo tanto, me entero de la existencia de la clínica Santé-accueil y me dijo a mi misma: “voy a ir a la reunión, me interesa”. Entonces, en un momento dado, se organizó una reunión, voy a la reunión. Está Jaggi, otras personas que presentan la idea de la marcha y, en mi mente, la idea de participar como ciudadana germina. [...] También asistí a una segunda reunión, con Solidarité sans frontière, y, platicando, la gente me dice que tienen muy pocos... que no tienen espacios de difusión entre sus prácticas. Muy a menudo, están muy mal recibidos en los grupos comunitarios, porque la gente los ve como drásticos, a la gente le parece que tienen una posición extrema. Sabes, ninguna frontera, la gente freak (entra en pánico), es espantoso: “¿Qué va a pasar? Vamos a vivir el desbordamiento...” Es cierto que, además, Jaggi, no es siempre un personaje simpático. Entonces, no es sencillo y él lo sabe, pero hace su chamba. Jaggi es un provocador. En la sociedad necesitamos provocadores. Yo creo que agarró este papel, se lo otorgó a sí mismo y lo hace muy bien. Después de eso... quiero decir... no conozco todo lo que hace, pero, dentro de lo que veo que hace, lo hace muy bien. [...] Como siempre lo hacen como grupo, deliberan y nos significaron que sí, estaría bien, pero que, por supuesto, tuvieran acceso a lo que haríamos. Querían que los mantuviéramos al corriente. Sin embargo, no era tener acceso en términos de control, esto nunca fue el asunto. Era más bien tener un acceso sobre “¿qué es lo que van a hacer ustedes con eso?”, “¿podemos aprovecharlo?”.
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Por lo tanto, es una muy buena pregunta para un grupo: “¿acaso lo podemos aprovechar?” Entonces salimos, marchamos. Yo, en mi vida había agarrado una cámara ni nada por el estilo, pero tenía una aptitud para las entrevistas. De hecho, tal vez tenía una aptitud para las relaciones con la gente, después de eso, uno tiene una aptitud para las entrevistas. Entonces, nos encontramos marchando, haciendo entrevistas, pero también, sabes, viendo, observando una construcción de solidaridad, porque éramos un centenar, a veces doscientas personas máximo, y caminábamos entre Montréal y Ottawa. Entonces a veces éramos cien, de repente caíamos a noventa, al día siguiente podíamos ser ciento treinta... Había como un núcleo, pero eso era todo y cuando llegamos cerca de Ottawa, estábamos agrupados y tal vez alcanzamos ser un par de millares, pero muy pocos, en el fondo, para una situación que es muy importante. Entonces, te diría que de ahí surgió el documental y, a través de esto, se trataba de expresar un compromiso, un interés. Me interesaba también la palabra de la gente y, en el grupo, lo que me fascinaba era que, dentro del grupo, no había distinción entre ciudadanos y no ciudadanos en términos legales. La gente se sentía ciudadana, en todo caso, sentía una gran pertenencia a su conjunto. Por otra parte, queda claro que, una vez terminada la marcha, la distinción entre los que tienen sus papeles y los que no los tienen, la vemos. La vemos con violencia a veces. Nosotros, hemos visto, después de la marcha, que dos o tres personas con quien marchamos fueron deportadas durante el mes que siguió. Hay gente que fue deportada durante la marcha. Entonces, todo esto nos lleva a reflexionar. [...] Mientras marchaba, seguido me dije a mi misma: “Pero, Dios mío, la ciudadanía legal es una cosa, la ciudadanía jurídica, pero la que construimos en la cotidianidad, en nuestras relaciones con la gente, los compromisos que tenemos, para mí, era algo que valía realmente la pena ser observado y ser observado en un grupo de personas que no son ciudadanos jurídicos. Entonces, jugar con esta idea de los “no ciudadanos”... Así que llamamos el documental “Los No Ciudadanos” (Les Pas Citoyens), en francés. Entonces jugamos con lo de la marcha21 y el hecho de que no tienen la ciudadanía y, después, en el proyecto de investigación fue, precisamente, el análisis. 21
En francés, la palabra pas significa a la vez no y paso.
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[...] Sabes, todo lo que tenemos... cuando marchamos, todo lo que estaba construido, que cargábamos, que se encontraba en un nivel escénico porque la marcha era una gran puesta en escena, también hace falta verlo en este sentido, era muy teatral- todo esto fue hecho por la gente, tanto la gente de Solidarité sans frontière. Por ejemplo, hubo un joven que se deportó a sí mismo, cuando vio que no le iban a dar los papeles, se regresó. Hay unos que se deportan a sí mismos. Él hizo un cuadro. Se había construido -era magnifico- una especie de pájaro, en medio del cual, había una aguja del tiempo, pero que, justamente, representaba el tiempo para las personas deportadas y, al final, lo quemaron, para significar, “mira, esto es lo que nos pasa al final”. Por lo tanto, lo reivindicaban. La mayoría de las cosas que crearon eran obras efímeras. Como te decía, toda la marcha era una puesta en escena. [...] Sabes, me acuerdo que, al llegar un poco antes de Ottawa, hay alguien de la GRC22 que nos filma. Bueno, está bien. Una vez más, caminamos. Tenemos nuestros papeles, entonces, los que tenemos nuestros papeles, nos organizamos para ser los que van a ser las personas que también serán interpeladas por el cuerpo policial o incluso por los periodistas al principio y la gente decide si quiere o no. Pero, en un momento, veo una de las personas, que está en una situación de riesgo de ser deportada, tomar uno de los volantes de la marcha, ir a tocar al vidrio del señor de la GRC y entregárselo. Esto nos planteó unas preguntas éticas durante mucho tiempo: ¿Acaso, el efecto de la marcha, que es un efecto que te hace sentir potente, formas parte de un grupo [...], sabes, hay una solidaridad, ¿acaso no hemos creado algo peligroso para la gente al tomar tal riesgo? Sin embargo, a la vez, hay un lado en el cual te dices a ti mismo: “Sí, pero un momento...” En todo caso, no puedo saber que bien le hizo a esta persona.”
Es que en el fondo, es un acto ciudadano... CONCLUSIÓN Hemos mostrado tres líneas sobre el fenómeno migratorio de latinoamericanos a Canadá, que puede ser estudiado desde diversas perspectivas que no han sido abordadas.
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GRC: Gendarmería Real de Canadá, policía federal.
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Al estudiar de manera comparada la urbanización en Quebec y en América Latina, consideramos que el proceso de urbanización que hubo en la provincia francófona de Canadá coincide cronológicamente con el proceso de urbanización que se vivió en América Latina. Esta similitud debería de llamar la atención de los latinoamericanistas y llevarlos a preguntarse en qué medida Québec puede ser o no considerado como parte de América Latina y porqué. Asimismo, se ha observado que la inmigración de latinoamericanos a Canadá comienza cuando la región latinoamericana se urbaniza y que su campo se encuentra en crisis y que, en Canadá, gran parte de la población deserta del campo para buscar trabajo en la ciudad. Indagar sobre las remesas, sus usos y en qué se gastan en los países latinoamericanos es aún tarea pendiente. Llama la atención que ciertas comunidades migrantes no suelen ser abordadas con frecuencia como, por ejemplo, el caso de los guyaneses que forman una comunidad importante en Canadá. Y recientes datos confirman sobre el papel de Québec como foco receptor de inmigrantes latinoamericanos. Canadá es el país del G8 que tiene la más alta proporción de ciudadanos nacidos en el extranjero23 y, según una fuente electrónica, “hay más latinoamericanos y africanos que eligen establecerse en Québec”, además de que “la lengua es un criterio”24. Son otras razones por la cual Québec debería de ser un destino de estudio más trascendente y significativo en relación con la temática latinoamericana. Finalmente, sobre la cuestión de los demandantes latinoamericanos de asilo, quizá sea éste el aspecto que requiere más atención, dado que vidas humanas se encuentran en juego. Sin embargo, un trabajo en sustancia cuantitativo, aunque necesario, sería difícil de realizar a corto plazo. Por ello, se abre un campo inmenso para las ciencias sociales, las ciencias de la comunicación, la estética, la filosofía, entre otras disciplinas. Es una problemática que, sin duda, puede nutrir a los estudios latinoamericanos y al pensamiento crítico, con sus herramientas, su tradición y su
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http://www.radio-canada.ca/nouvelles/National/2013/05/08/001-statistiquecanada-immigrants-minorites-visibles.shtml 24 http://www.radio-canada.ca/nouvelles/National/2013/05/08/002-immigrationstatistique-canada-quebec-minorites-visibles.shtml
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creatividad y emprender un debate epistemológico con los que estudian la migración desde ese país receptor. BIBLIOGRAFÍA Anonyme (2013): Bilan de l'année 2012 pour les réfugiés et autres nouveaux arrivants au Canada, Conseil Canadien pour les réfugiés. Armony, Victor (2007): Le Québec expliqué aux immigrants, VLB Éditeur, Saint-Romuald. De Mer, Emmanuelle (2013): “Le Canada devient de plus en plus un pays d'immigrants”, Radio-Canada.ca, 8 de mayo. Disponible en http://www.radio-canada.ca/nouvelles/National/2013/05/08/001statistique-canada-immigrants-minorites-visibles.shtml (Revisado el 4-06-2013). _____(2013): “Immigration: le Québec attire les Latino-Américains et les Africains”, Radio-Canada.ca, 8 de mayo. Disponible en: http://www.radio-canada.ca/nouvelles/National/2013/05/08/002immigration-statistique-canada-quebec-minorites-visibles.shtml (Revisado el 4-06-2013). Gagnon, Alain-G. y Mary Beth Montcalm (1992): Québec : au-delà de la révolution tranquille, biblióteca numérica: "Les classiques des sciences sociales" , Biblioteque Paul-Émile-Boulet de l'Université du Québec à Chicoutimi, Chicoutimi. Disponible en: http://classiques.uqac.ca/contemporains/gagnon_alain_g/quebec_au _dela_revol_tranquille/qc_au_dela_revol_tr.html (Revisado el 9-042013). Gilbert, Liette (2007): “Legitimizing Neoliberalism Rather than Equality: Canadian Multiculturalism in the Current Reality of North America”, en Norteamérica. Revista académica, Centro de Investigaciones sobre Norteamérica de la Universidad Nacional Autónoma de México, año 2, número 1, enero-junio, México D.F.
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LA MIGRACIÓN Y LA “FUGA DE CEREBROS”
Berenice María del Rocío CONTRERAS HERNÁNDEZ RESUMEN La migración es parte de la naturaleza del ser humano; inicia con la necesidad de buscar más y mejores formas de vida. Desde que el hombre existe, se ha trasladado de su lugar de origen hacia otro que, intuye, le ofrece mejores condiciones para vivir plenamente. En la actualidad, el sistema capitalista mundial ha generado e impulsado distintos procesos de movilidad espacial de la población. El presente trabajo es una imagen panorámica del fenómeno de migración calificada o también llamada como “fuga de cerebros” en México. ¿Qué entendemos por migración calificada? ¿De qué manera impacta a nuestro país? ¿Es un
Cursa estudios de posgrado en la Unidad Académica de Economía, Universidad Autónoma de Nayarit.
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fenómeno nuevo? ¿Hacia dónde migran los talentos mexicanos? Son algunas de las preguntas a las que responde esta reflexión. PALABRAS CLAVE: Migración Calificada, Fuga de Cerebros, México. Why do people move? What makes them uproot and leave everything they’ve known for a great unknown beyond the horizon? Why climb this Mount Everest of formalities that makes you feel like a beggar? Why enter this jungle of foreignness where everything is new, strange and difficult? The answer is the same the world over: people move in the hope of a better life. Yann Martel, Life of Pi
INTRODUCCIÓN El sistema capitalista mundial ha generado e impulsado distintos procesos de movilidad espacial de la población. En México, la falta de oportunidades de empleo que satisfagan las aspiraciones profesionales, así como las enormes brechas salariales que existen entre nuestro país y los países desarrollados, constituyen algunas de las principales causas de migración. Los factores de atracción, así como los de expulsión que provocan que se dé la migración masiva de fuga de profesionales con habilidades y capacidades diversas, se construyen de elementos políticos, económicos, sociales, institucionales y personales que se interconectan; la búsqueda del desarrollo de los talentos, así como de niveles de calidad de vida, favorecen el fenómeno migratorio de profesionistas hacia países desarrollados, donde además el ambiente social y político es más estable que el de su país de origen. Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO) se distinguen dos tipos de migración: la interna (intra-país) y la externa (internacional). En este sentido, con el fin de captar recursos humanos en los últimos treinta años, Islandia, Noruega, Australia, Canadá, Irlanda, Suecia, Suiza, Japón, Holanda, Francia, Finlandia y Estados Unidos han abierto sus puertas a los emigrantes con perfiles educativos y profesionales altamente calificados, otorgando facilidades para lograr permisos de 58
residencia, propiciado así el fenómeno internacional de la migración calificada. Los profesionistas mexicanos con capacidad competitiva a nivel internacional, se han integrado a este proceso emigrando a naciones desarrolladas en la búsqueda de oportunidades de trabajo en áreas científicas y tecnológicas que sus países de origen no cubren. Tal es el caso de Estados Unidos, Europa y Canadá, que en los últimos años, parecen ofrecer mayores expectativas de desarrollo para migrantes calificados. LOS NÚMEROS DE LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL La migración internacional es un tema recurrente en las agendas de los países y de las organizaciones mundiales. Para comprenderla es necesario enfocarse en la recolección, análisis y diseminación de la información en los niveles y tendencias que en los últimos años este fenómeno ha tomado. Según el International Migration Report (2006) de la ONU, en 1965 había unas 75 millones de personas que residían fuera de su país de nacimiento. En el 2005 ya eran 191 millones de personas (tres por ciento de la población mundial). El 60% de esos migrantes, residen en regiones desarrolladas. La mayoría vive en Europa (64.1 millones), Asia (53.3 millones) y Estados Unidos (44.5 millones). Ver Grafica 1. 70 000 Miles de personas
60 000 50 000 40 000 30 000 20 000 10 000 0 Europa
Asia
Norte América
África
América Latina y el Caribe
Oceanía
1990
48,437
49,956
27,597
16,221
6,994
4,751
2000
56,100
49,781
40,844
16,277
5,944
5,835
2005
64,116
53,291
44,493
17,069
6,631
5,034
Grafica 1. Migrantes internacionales, por áreas geográficas, 1990, 2000 y 2005 Fuente: United Nations, International Migration Report 2002, New York, 2002; y United Nations, International Migration 2006, United Nations Publication, Sales No. E.06. XIII.6
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Para el año 2000, según cifras de la ONU (2006) existían alrededor de 20 millones de inmigrantes con un nivel de educación mayor al bachillerato y de más de 25 años, todos ellos residentes en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un aumento significativo comparado a los 12 millones de 1990. En este sentido, alrededor de 6 de cada 10 migrantes altamente educados que vivían en los países de la OCDE en el 2000 provenían de países en desarrollo. En sus registros, el CONAPO en México sólo reporta estadísticas migratorias hacia Estados Unidos. En el censo que se levantó en el año 2000 en Estados Unidos, refleja que la mayor población de migrantes que se encuentran en ese país es de habla hispana, y su población más numerosa es mexicana, tal como lo muestra la grafica 2.
Grafica 2. Población Hispana por Origen
En cambio y como un dato, el Commonwealth y el Departamento de Migración y Ciudadanía 25 del gobierno de Australia, en su reporte “settler-Arrivals” (2009), la comunidad 25
DIAC por sus siglas en inglés.
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hispanoparlante logró ocupar el lugar número 25 a nivel nacional con las 1,885 llegadas de migrantes latinoamericanos, de las cuales 212 corresponden a inmigrantes mexicanos que se agregaron con residencia permanente para el año de 2009. Por su lado, la Organización de las Naciones Unidas (2006), menciona que cerca de la mitad de los migrantes alrededor del mundo son mujeres; y en países desarrollados, este grupo supera en número a los migrantes masculinos. “BRAIN DRAIN” IGUAL A “FUGA DE CEREBROS” Mucho se ha visto sobre México y su aportación masiva de migrantes (mano de obra) hacia Estados Unidos o el hecho que sea un país de tránsito de centroamericanos para alcanzar el tan anhelado “American Dream”. Sin embargo, a partir de la década de los 70, México comenzó a experimentar otro tipo de migración que no sólo integraba a los jornaleros, el trabajo de campo y a Estados Unidos como destino final. A este tipo de migración se le llamado Brain Drain; y según Pellegrino (2001) “fuga de cerebros” o migración calificada. Esta ha sido una estrategia de países desarrollados para captar y retener migrantes con habilidades y capacidades necesarias y de utilidad para el crecimiento de sus economías. Regularmente, estos migrantes vienen de países en vías de desarrollo, que no tienen políticas que cubran sus necesidades laborales y de vida. La autora menciona a Argentina, Chile, Uruguay y Colombia como algunos de los países de origen. El Glosario sobre Migración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define la “fuga de cerebros” como la “emigración de personas capacitadas o talentosas de su país de origen a otro país, motivada por conflictos o falta de oportunidades”. Respecto de la expresión “fuga de cerebros”, como lo comenta Castaños, tuvo su origen en Inglaterra para describir la emigración masiva de técnicos y científicos a Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. La expresión se usó por analogía con la “fuga de capitales”, para reconocer que los talentos representan un capital humano, que puede huir o salir de un país por causa de discriminación, falta de oportunidades o inestabilidad política y no sólo por persecución. 61
Çaglar Özden, analista del Banco Mundial, señala en el estudio Aspectos sociales de la migración en América Latina, que hay que sumar al debate epistemológico sobre la fuga de cerebros la siguiente reflexión: “Generalmente, se supone que la fuga de cerebros es perjudicial para los países en vías de desarrollo, dado que pierden uno de sus recursos económicos más escasos. Más aún, la mayoría de la educación que reciben probablemente es financiada con recursos públicos. La migración de las personas con alta escolaridad que no retribuye de alguna forma a la sociedad que pagó sus estudios podría provocar problemas fiscales. Sin embargo, no queda muy claro si puede decirse lo mismo si los ciudadanos se forman en el exterior y si la educación de mayor calidad supuestamente es financiada por fuentes privadas o por el país de destino. Además, podría haber limitaciones en la capacidad del sector educativo en el país de origen del migrante de manera que, de quedarse su lugar de origen, no podría obtener un alto nivel educativo” (pág. 478). Atendiendo un poco a esta reflexión, podemos afirmar que: nuestro país tiene un plan de desarrollo con políticas educativas desligadas de las laborales, donde egresan más profesionistas de los que la economía y el mercado laboral tiene capacidad de cubrir. El salario promedio en México de un científico oscila entre diez mil y quince mil pesos al mes. En otras naciones, como Estados Unidos, Canadá o Australia, tienen un sueldo base de cincuenta mil, o su equivalente en moneda nacional. Estas diferencias, hacen un tanto atractiva la migración de nuestros nacionales. Otro factor que incide en la fuga de cerebros es el hecho de que los mexicanos que estudiaron en el extranjero al regresar a México se enfrentan a ambientes (sociales, culturales, políticos) muy distintos de los que vieron y vivieron afuera, lo que les ocasiona una gran frustración. Esto los impulsa nuevamente a migrar y con las redes sociales que construyeron durante su estancia en el extranjero generan sus posibilidades de retorno. En el proceso de formación en lo que concierne a México, el Estado, en parte, ha cubierto los gastos educativos de los sujetos que migran. Educa pero no emplea. De modo que las condiciones socioeconómicas del país favorecen el fenómeno migratorio; son 62
un freno para la consolidación de la ciencia y la tecnología, y se profundiza la brecha científica, educativa y cultural entre los países de origen y destino. ¿Qué requiere México, por ejemplo, para que los actores sociales que forma como profesionistas calificados, permanezcan y retribuyan con su fuerza de trabajo y conocimiento la inversión que la sociedad y el Estado realizaron; y al mismo tiempo generen condiciones que eleven su calidad de vida y las de su lugar de origen? La migración calificada, según señala Pellegrino (2008), funciona como desde los viejos tiempos en que los países intercambiaban científicos y pensadores, para concentrarlos en las “metrópolis” y así absorber el talento e irradiar la cultura y el saber. Sin embargo, en el siglo XX, esos mismos fenómenos clásicos han adquirido un volumen y una influencia mayor, con la expansión de actividades en un mundo globalizado en el que se impulsa el desarrollo científico y tecnológico, y la ampliación de los sistemas educativos. Específicamente, las universidades y los centros de investigación científica y tecnológica de los países receptores de emigrantes calificados, han extendido el reclutamiento de los mismos a nivel mundial. Los factores que influyen en la decisión de migrar de los profesionistas mexicanos a los diversos países como mano de obra calificada, son las oportunidades que estos países les ofrecen para poder desarrollarse profesionalmente. En el caso de México (Grafica 3) es el quinto país con mayor flujo migratorio de personas con escolaridad profesional y/o postgrado residente en Estados Unidos (Grafica 4).
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Gráfica 3. Población inmigrante con escolaridad profesional y/o postgrado residente en Estados Unidos por región de origen, 2005 Centroamérica 221816
2.6
México… 5.2 Resto de Inmigrantes… 12.3 Sudamérica y el Caribe… 13.5 Unión Europea y…
17.8
Asia 4179463
48.7 0
20
40
60
Porcentajes
Japón Taiwan 185443 217747 4.3% Vietnam 5% 227239 5.3% Alemania 300894 7%
India 944588 21.9%
Canadá 336401 7.8%
Filipinas 712290 16.5%
México 442960 10.3% Corea 447771 10.4%
China 498831 11.6%
Fuente: Estimaciones de CONAPO con base en Bureau of Census, American Community Survey (ACS), 2005.
Gráfica 4. Principales países de origen de la población inmigrante con escolaridad profesional y/o postgrado en Estados Unidos, 2005 64
En los últimos años, además, la baja en la oferta de estudios especializados y de calidad en México obliga a los jóvenes a salir del país mediante una beca; sin embargo, muchos de ellos no regresan; pues el único compromiso que tienen con el gobierno mexicano es “moral”. Al final, deciden migrar a otros países. En el 2000, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), con motivo de los 30 años del programa de becas, realizó un estudio que arrojó los siguientes datos: las dos terceras partes de mexicanos que fueron apoyados en sus estudios residía en Estados Unidos; 26% en Europa y el resto en Canadá y otros países. Al 2005 el mismo manifiesta que la fuga de talentos se dio hacia países como Estados Unidos, España, Francia, Canadá, Alemania y Gran Bretaña. Sin embargo, de los profesionistas mexicanos que han emigrado, Canadá es el segundo país de su elección en América. En muchos casos, la emigración de personal calificado incluso genera “vacíos” en las estructuras social y productiva de los países de origen, dependiendo de sus perfiles. No es ocioso subrayar que dicha salida debilita las capacidades de formación de más personal calificado, así como la transmisión intergeneracional de conocimientos y las de transferencia de tecnología apropiada. Además, las insuficiencias de ese personal calificado suelen generar distorsiones en los mercados laborales. LA “FUGA DE CEREBROS” La salida de profesionistas, técnicos y científicos tiene impacto en la migración de los países emisores, sobre todo en los subdesarrollados. Las personas que cuentan con un nivel más alto de preparación son las que tienen un índice alto de migración. Por su alto nivel educativo, por lo general salen primero como estudiantes de posgrado al extranjero; sin embargo también se da con aquellos que tienen un nivel mínimo de licenciatura, pero éstos, como menciona Castaños, son profesionistas más libres y hasta más dispuestos a arriesgarse por una vida y un empleo mejor (2004). En los años 60s y 70s, esta migración se daba principalmente en el área de la salud, con médicos y enfermeras, así como también en la educación con maestros. En la actualidad, la fuga de profesionistas se ha diversificado, pero enfocándose hacia los 65
especialistas de las tecnologías de la información y el conocimiento (TIC). La investigación y el desarrollo (I+D) han llegado a ser consideradas como la nueva y mayor fuente de riqueza y desarrollo (2008). La fuga de talentos se ha fomentado por la globalización. El conocimiento está alcanzando un valor mucho más alto, debido a que los países desarrollados se apoyan en la ciencia y la tecnología para generar más riqueza. Es decir, tal como señala Peña, los países desarrollados entienden que la mayor plusvalía se obtiene de las actividades ligadas a la innovación científico-tecnológica y que éstas tienen un impacto muy fuerte en su desarrollo (2008). Puesto que si se invierte en ciencia y tecnología se eleva el nivel de vida de la población, así como la economía del país. La fuga se da también porque en los países de origen se enfrentan situaciones adversas que muchas veces rebasan las de índole profesional. Por ejemplo, los técnicos especializados o los científicos disponen de pocos recursos para trabajar, o trabajan en equipo y grupos donde el supervisor o director puede ser menos preparado y capacitado; y se hallan frente a un sistema burocratizado que obstaculiza e impide llevar de manera eficaz las investigaciones o los proyectos; a esto se añade la inseguridad de una sociedad llena de problemas que inciden y terminan por afectar todos los entornos y sectores de la sociedad. El ambiente social en los países de origen resulta, en suma, hostil y desfavorable para el desarrollo profesional. CONCLUSIÓN La migración calificada de los mexicanos hacia los diversos países del mundo, muestran un incremento pertinaz, debido al desempleo y la carencia de infraestructura y oportunidades. El círculo vicioso de la escasez de plazas en las universidades públicas y la oferta de mejores oportunidades salariales y de desarrollo en otras naciones son algunas de las causas de la salida de mexicanos talentosos, de acuerdo con funcionarios y especialistas. Sin embargo, como advierten los investigadores Ana Paula Ordorica y Carlos Mota, a pesar de que la ciencia no es la panacea, sí ayuda a ser un catalizador para movilizar y dar la solución a problemas de carácter social, económico, político y laboral. Esto, en parte, debido a que los políticos en México no se 66
han preocupado o no entienden lo suficiente, ni tampoco han mostrado la visión y la sensibilidad por promover y dar el lugar que le corresponde en importancia estratégica a la ciencia, ignorando por completo su importante papel como generadora del cambio de las condiciones materiales de la población (2012). Ante esta situación sería importante aportar elementos que impulsen políticas públicas dirigidas, por una parte, a evitar la migración calificada; que el país aproveche el potencial de los profesionistas que forma y los incorpore a las tareas del desarrollo nacional y regional. Por la otra, que las políticas públicas estimulen el retorno y la reintegración del capital humano calificado que ya ha emigrado. Habría que destacar la estrategia de China que ha reconocido el valor de la ciencia y ha institucionalizado varios programas para revertir la fuga de cerebros. Para México habría qué pensar hasta en la creación de parques de ciencia y tecnología para estudiantes y profesionales que, con condiciones adecuadas, se atreverían a retornar al país. Si México no reacciona, sus posibilidades de desarrollo se harán cada vez más distantes. BIBLIOGRAFÍA Australian Bureau of Statistics, O. A. (2008). Australian Bureau of Statistics. Recuperado, 23-X2012, http://www.abs.gov.au/AUSSTATS/abs@.nsf/DetailsPage/3105.0.65.0012008?OpenDoc ument Castaños Rodríguez, Heriberta. (s.f.). Migración Internacional de y hacia México: oleadas de migrantes de alta calificación académica. Rec. 26-X-2012, http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/migracion_inte rnacional/politicaspublicas/10.pdf Castaños, Heriberta; Lomnitz. (2004). La migración de talentos en México, IIEc-UNAM y Miguel Ángel Porrúa, México CONAPO. (s.f.). Consejo Nacional de Población. Recuperado el 26 de octubre de 2012, de http://www.conapo.gob.mx/ La migración calificada de mexicanos a Estados Unidos. Boletín Año X, núm. 22. Recuperado el 27 de octubre de 2012, de: http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/migracion_inte rnacional/Boletines/bol22.pdf Department of Economic, a. S. (2009). Settler- Arrivals 2008-2009. Department of Economic and Social Affairs. Rec. 26-X-2012, de http://www.un.org/esa/population/publications/ittmig2002/ittmigrep 2002.htm
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RELIGIÓN Y MIGRACIÓN: UN ACERCAMIENTO
Pedro OROZCO ESPINOSA INTRODUCCIÓN
Cursa estudios de posgrado en la Unidad Académica de Economía, Universidad Autónoma de Nayarit.
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La conexión entre religión, territorio y sociedad sigue siendo un tema de gran interés para las ciencias sociales, desde muy diversas orientaciones teóricas. Por ejemplo, algunas teorías abordan la religión en tanto ideología (Thompson, Gramsci y Althusser, el mismo Marx), como fuente por excelencia de representaciones colectivas, a partir de las cuales una sociedad se concibe a sí misma y establece las coordenadas referenciales que organizan su convivencia (Durkheim). Otros entienden las ideas religiosas como necesarias para garantizar la continuidad de los grupos sociales y como plano que orienta la interacción entre sus miembros (Malinowski, Radcliffe-Brown y Evans-Pritchard). O aquellos que entienden los sistemas de creencia como discursos, o idiomas simbólicos a través de los cuales cada sociedad representa los temas centrales de su visión de mundo, así como refuerza las predisposiciones afectivas y las actitudes intelectuales, vitales para la continuidad de su cultura (Geertz es un exponente de este tipo de enfoque). La religión se presenta entonces como un fenómeno sumamente complejo y que comprende una gama de dimensiones y formas de vida, individuales y colectivas. Dependiendo de los intereses y alcances teóricos que se persigan, puede estudiársele como si constituyera un todo, sin tener que examinar sus conexiones con otros fenómenos humanos, de por sí complejos, como el arte, la política, la cultura, o la ciencia; o como un examen de las relaciones que vinculan a la religión con otras esferas de vida. Por tratarse de un fenómeno humano, la religión en su conjunto (instituciones, creencias, valores, etc.) no puede ser disociada de las transformaciones sociales, pues funciona u opera siempre dentro del marco conformado por la vida humana. En los años noventa, Samuel Huntington expuso una serie de trabajos sobre los mecanismos sociales de cohesión, desintegración y conflicto, que están moldeados, de forma sustantiva, por las identidades culturales (civilizaciones) que se identifican básicamente con las grandes religiones del mundo. Es decir, la constitución y prevalencia de las sociedades contemporáneas depende de la dinámica de los fenómenos de orden religioso que existen en su interior (Huntington, 1996). Anthony Marx refuerza esta idea y muestra cómo los conflictos de tipo religioso fueron los 70
ejes sobre los cuales surgieron y se afianzaron las democracias europeas modernas (Marx, 2003). Estos enfoques reflejan que este fenómeno social manifiesta una recomposición a nivel mundial. Por ejemplo, en América Latina, parece observarse un aumento de la pluralidad religiosa, la cual se ha ido manifestando en “el crecimiento gradual de agrupaciones protestantes, en la revitalización de prácticas indígenas ancestrales, en las expresiones de religiosidad en ambientes no convencionales y en el surgimiento de nuevos movimientos de tipo espiritual” (Parker, 1994; Gómez, 2008). Otro ejemplo es México, que sin sentirse ajeno a los cambios religiosos, ha considerado desde antaño la importancia de la determinación de la diversidad religiosa. Se observa una gran preocupación por detectar la filiación religiosa de la población y se manifiesta en cada uno de los trece Censos Generales de Población y Vivienda realizados entre los años 1895 y 2010 (INEGI, 2010). Los datos del XII Censo General de Población y Vivienda 2000 mostraron la tendencia a “un crecimiento exponencial de religiones no católicas… y el aumento proporcional de quienes se manifiestan sin religión” (De la Torre, 2007 y 2010). Y el Censo de 2010 reporta que el 82.72% de la población es católica; la disminución fue de casi un 5.27% respecto al censo del 2000 que reportó que 87.99% de población es católica, 13.45 menos que en 1970, y 15.49 menos que hace 50 años” (INEGI, 2010). Esta tendencia manifiesta no sólo la modificación en la dinámica geográfica y demográfica del fenómeno religioso, sino también la nueva configuración territorial e identitaria de algunas localidades. La misma dinámica interna y sus manifestaciones externas en el proselitismo, llevan a la necesidad de identificar y analizar los flujos migratorios, y la inclusión y exclusión en los lugares de origen y de destino. Por ejemplo, se puede constatar que en varios municipios del estado de Nayarit, sobre todo en las comunidades de la Sierra, en algunos grupos indígenas, se observan situaciones problemáticas al interior de las familias (De la Torre, 2010). Pero una lectura sólo cuantitativa no da para comprender e interpretar este fenómeno. Son necesarios los trabajos cualitativos. 71
En este sentido, la investigadora Renée de la Torre (2010), “cuestionada sobre los factores que pueden hacer que las religiones de cualquier culto puedan ser un peligro social que redunde en posiciones de autoagresión física, tales como el suicidio colectivo …señaló que según los estudios al respecto deberían de concurrir tres condicionantes: En primer término, el mesianismo, ejemplificándolo como Yo soy dios, yo hablo con dios, soy el profeta… otro… el de una institución totalitaria que rija los destinos, creencias y forma de pensamiento de los individuos que practican ese culto y, por último, la idea de una profecía del fin del mundo, un vaticinio milenario”. 1
Cuadro 1: Cambio religioso en México 1950 – 2010.
Fuente: Elaboración propia. Censo de población y vivienda 2010.
Este cambio de una sociedad católica a una sociedad de pluralidad religiosa, aunque no necesariamente tolerante y tendiente a la libertad religiosa, se vuelve un fenómeno muy 1
Hace mención de la tendencia suicida de miembros de la Luz del Mundo ERDELY, Jorge. “De Guyana a Uganda: Suicidios colectivos rituales”, en http://www.revistaacademica.com/TIII/Capitulo_7.pdf, p. 157 – 159.
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importantes en América Latina y, en este caso, de México y sus particularidades en el ámbito regional y local (Berryman, 1995). Este pluralismo religioso trae consigo el reto de encontrar no sólo una explicación cuantitativa y fenomenológica, puesto que las manifestaciones son diversas y, en ocasiones, contradictorias entre sí. Algunas de las variables que se asocian a este cambio religioso son: la pobreza, la etnicidad, la urbanización y la migración. Por ejemplo, la migración nos lleva a “recordar que el cambio socio religioso más intenso en México tuvo lugar en la frontera norte y en la región sureste, puntos en donde los contrastes y diferencia económicas y sociales son acentuadas” (Hernández, 1996; 2002). DIVERSIDAD Y MIGRACIÓN RELIGIOSA Una primera aproximación para el estudio sobre las religiones se encuentra en explicar los conceptos que configuran este fenómeno: religión, secta y asociación religiosa, y las categorías que se han ido desprendiendo de éstas y que se manifiestan en la sociedad actual. A partir del análisis empírico, podemos afirmar que para el concepto religión no existe una definición universal, aún cuando cada confesión religiosa posea una definición estricta de lo que debe entenderse como tal. Es el caso del cristianismo, o del judaísmo, o de cualquiera de las religiones consideradas tradicionales y nuevas. “…se han propuesto muchas definiciones, muy útiles algunas, pero ninguna realmente adecuada. Algunas de las más conocidas son tan vastas que incluyen demasiado, con el resultado de que pasamos muchísimo tiempo en bizantinismos tales como el discutir si las llamadas ideologías seculares deben considerarse, o no, “religiones seculares”, “sustitutos de la religión”, o “equivalentes funcionales” de la religión. También hay otras definiciones tan estrictas que dejan fuera fenómenos importantes, como ocurría cuando los teólogos teístas de antaño insistían en definir al budismo theravada como una filosofía, y no una religión” (Werblowsky, 1981). Por ello, los sociólogos de las religiones han considerado que la investigación en torno a éstas se refería a todos los objetos que la 73
sociedad asumía como religiosos, pero que por prudencia metodológica no se debía definir a la religión en sí (García, 2007). Sin embargo, lo que podemos observar es que el ser humano tiene una fuerte inclinación por lo sagrado, y que la religión cae en esta categoría. Por lo que se puede entender la religión como “una experiencia de lo sagrado” (Eliade, 1998). En general, entonces, los antropólogos tienden a distinguir esta experiencia en función de las características histórico teológicas propias de cada una de ellas, generándose así los términos que identificarán a las religiones del mundo en un sentido más amplio. Pero una definición de religión, desde un nivel operativo, y a partir de los estudios realizados por Carlos Garma en la Ciudad de México, podría plantearse como “un sistema de creencias y prácticas referidas a la relación entre lo humano y lo sobrenatural a partir de elementos simbólicos significativos para las personas creyentes, las que interactúan socialmente dentro de un organización” (Garma Navarro). En esta categoría de organizaciones es donde pareciera corresponderse el surgimiento de las asociaciones religiosas como tal, y que fueron adoptadas por la Dirección General de Asuntos Religiosos (DGAR) de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). Así, Asociación Religiosa e Institución Religiosa se presentan como sinónimos. De modo que aparecen inscritas dentro del Directorio de Asociaciones Religiosas un total de 7,394 asociaciones registradas hasta octubre de 2010. (SEGOB, www.asociacionesreligosas.gob.mx). Otro concepto es el referido a “secta”, importante en los trabajos teóricos de algunos de los sociólogos de la religión más influyentes del Siglo XX, como Ernest Troeltsch y Richard Niebuhr, entre otros 2 (Wilson, 1982). En el lenguaje cotidiano este concepto ha adquirido nuevas connotaciones, transformando su significado académico, en un término con implicaciones peyorativas que parecieran tener la intención de reprobar, o minimizar a ciertos movimientos religiosos.
2
La secta la presentan como “una organización de pertenencia exclusiva, que se opone a una institución religiosa que domina, o intenta dominar a la sociedad en la que está inmersa”.
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Armando García Chang afirma que “en un contexto europeo, donde existe un replanteamiento del concepto mismo de religión y de las fronteras de lo religioso, la denominación secta provoca ciertos problemas metodológicos que generalmente se evitan con el uso de la noción de “denominación religiosa”. La situación es diferente en el contexto mexicano. En él, la mayor parte de las denominaciones religiosas de arribo reciente provienen de los Estados Unidos. Se trata de grupos surgidos de una misma matriz, el cristianismo occidental, y su origen se encuentra generalmente en una serie de escisiones a partir de una o más iglesias madres. Para autores como Michel S. Northcott, la mayor parte de las denominaciones norteamericanas modernas, como los Mormones, Cientistas Cristianos, Testigos de Jehová y Adventistas del Séptimo Día, tienen sus orígenes en las revoluciones industrial y urbana del siglo XIX y son producto de secesiones de grupos de mayor tamaño, por lo cual estará justificado el uso de la palabra secta (García, 2007). En este sentido, en los años noventa, la clasificación del XI Censo de Población y Vivienda sobre religión era poco clara y, por ello, limitante para un análisis de la misma y para el acceso a la diversidad religiosa al interior del campo protestante, pues parecía seguirse una visión de religión única. Sin embargo, el XII Censo del 2000 abrió nuevas posibilidad para un mejor análisis, ya que se rediseñó el catálogo de religiones, pues planteaba 10 grupos: católicos, protestantes y evangelistas, Bíblicas no evangélicas; otras cristinas, de origen oriental, judío, islámico, nativista; otras religiones no cristianas y espiritualistas. Además de 13 subgrupos y 107 denominaciones. El concepto de secta, o de denominación no deja ver las puntualizaciones, o particularidades de todas ellas; el esquema nos presenta la gran variedad de subgrupos que se desprenden al registrarse en la Secretaría de Gobernación y que dicen de sus especificaciones y los ordenamientos que las hace ser. Sin embargo, los siete grandes grupos religiosos tienen una gran influencia en la dinámica social, cultural y económica de los distintos países. Más aún cuando su propia esencia llama a la movilidad de sus miembros. Estos grupos son: los cristianos, los mulsulmanes, los hindúes, los budistas, los adherentes de otras religiones y los no afiliados a alguna religión. Además, los 75
cristianos pueden ser divididos entre los de tradición cristiana y aquellos de otra tradición cristiana. Cerca de la mitad de todos los cristianos en el mundo son católicos (50%), mientras que más de un tercio son protestantes (37%). Comuniones ortodoxas comprenden el 12 por ciento. Otros grupos cristianos, que representan el 1% restante, son la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos (mormones), Los testigos de Jehová y la iglesia de la Ciencia Cristiana. Por otra parte, la mayoría de los cristianos viven en países donde los cristianos son mayoría. Pero casi 208 millones (10%) viven en países donde son una minoría religiosa y se encuentran en 10 países (Connor, 2012). Así, se tiene que cerca de 28 millones de cristianos en el mundo no pertenecen a las tres mayores tradiciones cristianas. Quienes pertenecen a otros grupos cristianos representan un poco más del 1% de la población cristiana mundial. Muchos de los otros grupos cristianos, incluyendo a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y los Testigos de Jehová, quienes comenzaron en los Estados Unidos. Estados Unidos es el hogar de 37% de los demás cristianos, a pesar de que sólo el 3% de los estadounidenses pertenecen a estos grupos. Cerca de dos tercios (67%) de todos los demás cristianos viven en los 10 países con el mayor número de otros cristianos (Connor, 2012). Estas expresiones e identificaciones de fe van acompañadas de toda una dinámica de movilidad local, regional, nacional e internacional. La movilidad humana o migración de sus integrantes vienen a reconfigurar las condiciones de la sociedad, en cuanto identidad, costumbres y cultura. Por eso, se vuelve interesante observar la migración religiosa, en cuanto a su origen y destino. Los cristianos componen casi la mitad de la población mundial de migrantes, con 214’000,000, considerando a éstos como el número total de las personas que residen en un país distinto de donde nacieron. Los musulmanes representan la segunda mayor cuota de personas que han emigrado, con casi 60 millones, es decir, el 27%. Los hindúes (casi 11 millones) son el 5% y unos 7 millones de budistas con el 3%. Y hay más de 3,6 millones de emigrantes judíos viviendo en todo el mundo (Connor, 2012). 76
Cuadro 3. País de Origen.
Fuente: Connor (2012). Desde otra perspectiva, a nivel internacional, el principal país de origen de los migrantes cristianos es México, con más de 12 millones. Otras fuentes de migración de cristianos es Rusia, con cerca de 8 millones; y Ucrania con unos 5 millones. La mayoría de los inmigrantes musulmanes a nivel mundial es de origen palestino, seguido por Pakistan, Bangladesh y la India. Mientras, Estados Unidos se ha convertido en destino de muchos, aunque con sus particularidades, pues se vuelve en el número uno de destino para los cristianos migrantes (74%). Pero, por ejemplo, para los inmigrantes musulmanes, Estados Unidos se ubica en el séptimo lugar como destino, por detrás de Arabia Saudita, Rusia, Alemania, Francia, Jordania y Pakistán (Figura 4). Al final, se observa que México se encuentra como la mayor fuente de inmigración (12.9 millones), seguido por India (11.8 millones) y Rusia (11.3 millones); China (8.4 millones), Bangladesh (6.5 millones) y Ucrania (6.5 millones) tienen más de 6 millones de emigrantes. Todo debido a que las Naciones Unidas cuentan tanto a los refugiados palestinos como a los migrantes.
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Principales origen México
India
Rusia
países
de
Principales países de destino
12’9 30,000
USA
11’8 10,000
Rusia
11’2 60,000
Alemania
8’44
China 0,000
Arabia Saudita
5’74
Reino Unido
5’01
6’450, 000 6’380,
España
0.000
000 4’63
5’440,
India
0,000
000 4’48
Pakistán
6’680,
Francia 000
0,000
Filipinas
7’200, 000
6’45
Reino Unido
7’290, 000
Canadá
0,000 Territorios Palestinos
10’760 ,000
0,000 Ucrania
12’270 ,000
6’48
Bangladesh
42’810 ,000
0,000
Ucrania
5’260, 000
CONFIGURACIÓN RELIGIOSA EN MÉXICO Después de considerar a la iglesia católica como predominante (de 98.21% en 1950 a 82.72% al 2010), poco a poco las iglesias protestantes, evangélicas y otras han alcanzado casi 9.72% dentro de los no católicos (7.46% protestantes y evangélicas, y 2.26% a bíblicas no evangélicas). Es significativo que quienes se han denominado sin religión pasó de 3.52% del 2000 a 4.68% en el 2010. Y quienes no especificaron la religión que profesaban pasaron de 0.86% del 2000 a 2.72% en el 2010. 78
Gráfica 1. Preferencias religiosas en México, 2010. Los resultados censales más recientes indican que las iglesias
denominadas otras evangélicas, con 51.22%, son las que obtienen mayor representación al interior de las iglesias protestantes. Además, éstas han aumentado 12.22% respecto al 2000. Esto pareciera sugerir que sean iglesias evangélicas independientes, y que no necesariamente se agrupan, o se sientan representadas por una institución de tipo pentecostal, o protestante. Respecto a las religiones no evangélicas, conocidas como paraprotestantes, se encuentran en segundo lugar con 23.23%, con una disminución de casi 5% respecto al 2000. Mientras que en tercer lugar están las denominaciones pentecostales y neopentecostales con 16%. Posteriormente, tenemos las iglesias históricas con 7.51%, y la iglesia Luz del Mundo, quien tiene registro aparte, representa 1.72% dentro de las religiones no católicas. Algo interesante de todo esto es la forma como se encuentran agrupadas en los registros. Así, las iglesias denominadas como paraprotestantes están registradas como Bíblicas no evangélicas. Aquí se encuentran localizadas tres iglesias de mayor presencia en México: Adventistas del Séptimo Día, con 661,878 adherentes, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o Mormones, con 314,932 creyentes y Testigos de Jehová, con 1, 561, 086 practicantes. Estas iglesias tienen una presencia fuerte 79
dentro de las iglesias no católicas en México, no tanto como una más de las iglesias protestantes evangélicas, sino por encontrarse como instituciones líderes en el país, y extendidas en varios países en el mundo. Por lo que estos datos nos ofrecen elementos para entender hacia dónde va el cambio religioso. No así, el apartado que corresponde a las de origen oriental, judaico, islámico, raíces étnicas, espiritualistas y de otras religiones, quienes tienen una presencia limitada. Aunque no hay que dejar a un lado el incremento de la categoría que se considera “sin religión”. LA EMERGENCIA DE NUEVAS RELIGIONES EN NAYARIT La realidad expuesta anteriormente sobre la religión en México, es una situación que se observa en una mínima escala en la localidad o el estado. Aunque los datos duros nos hablan de un fenómeno contrario, es decir, que las religiones protestantes y no cristianas se mantienen sin un movimiento significativo. Sin embargo, se observa que en distintos lugares se empiezan a diseminar pequeñas iglesias en colonias y ejidos. Iglesias que convocan un número de fieles y de ministros en aumento. En este sentido, las estadísticas expresadas por los censos anteriores y los registros presentes en la Secretaría de Gobernación3 no dan una visión clara y real de este fenómeno. Más aún, se podría decir que en Nayarit se percibe un incremento de iglesias, o asociaciones religiosas, protestantes, evangélicas e independientes. Y que no aparecen en los registros de la Secretaría de Gobernación del Estado. Los datos de 2010 sobre la religión en Nayarit muestran que quienes declararon profesar la religión católica son 88.26% de los habitantes, que muestra una disminución de 3.54 puntos porcentuales respecto del 2000, que reportó que 91.8% de los habitantes con 5 y más años de edad es católica y 5.04 menos que en 1990 (INEGI 2010).
3
En adelante se usará SEGOB al referirnos a Secretaría de Gobernación.
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Gráfica 2. Preferencias religiosas en Nayarit, 2010.
Estos datos se contrastan, cuando se encuentra que en promedio los católicos que asisten regularmente a misa dominical es menos del 12% (Diócesis de Tepic, 2010). Es decir, existe un alto porcentaje de personas que se consideran católicos, por estar bautizados, pero su identidad se ve cuestionada con este dato. Sobre todo, cuando los sacramentos, en especial la eucaristía, es central para los cristianos católicos. En cuanto a quienes prefieren las religiones protestantes, evangélicas y bíblicas no evangélicas comienzan a tener paulatinamente mayor representatividad, pues pasan de 3.5%, en 1990, a 4.5% en el 2000 y 4.93 en el 2010. Mientras que el porcentaje de personas que manifestó no profesar religión alguna y sin especificación, también tuvo un incremento del 2.9% en el 2000, mientras que en el 2010 aumentó a 4.68%. Las otras religiones empiezan a estar presentes en el estado, aunque de manera muy incipiente. Pues, mientras en el censo 2000 se hizo una distinción, considerando las religiones orientales, por ejemplo, la judaica presenta una población de 5 y más años, en números absolutos, de 72 en el 2000, la budista 9, la Nativista y la Islámica con 831 y 1, respectivamente. En tanto que la espiritualista tiene 534. Pareciera que en el 2010 están englobadas 81
en la categoría de otras religiones con 4,797 creyentes (0.44%), siendo diferenciada la judaica con 216 miembros. Además, de los 20 municipios que componen el Estado, 19 municipios se consideraban católicos en el 2000, pues se encuentran por encima de la media (95%). Sin embargo, hoy solo 10 se consideran católicos, pues están por encima de la media (89.86%). Es decir, la mitad de los habitantes de los municipios se manifestó, no católico, de otra religión, o sin religión. Por municipios, el de Ahuacatlán tiene un porcentaje de población católica de 95.80%, junto con Jala con 95.49% y Huajicori con 95.09%. En los municipios de Bahía de Banderas, Ruiz, Compostela, San Blas y Tepic, entre otros, se manifiesta una mayor población no católica. Y el de La Yesca presenta gran proporción de población de otras religiones con 20.64%, así como 1.3% de población sin religión y 1.07% no católica. De las asociaciones religiosas registradas, la católica cuenta con la Diócesis Tepic A. R.; comprende un territorio de 36,191 2 km , y abarca parte de Jalisco (desde Guachinango hasta Puerto Vallarta), además del estado de Nayarit, sin incluir la Sierra del Nayar, la Yesca, ni Amatlán de Cañas. En Tepic se encuentra la sede episcopal de la Prelatura territorial de Jesús María, el Nayar. De los 20 municipios nayaritas, 16 están integrados a la Diócesis y 7 a Jalisco. La Diócesis comprende 88 parroquias y cuasiparroquias, un seminario (con 105 estudiantes en Santa María del Oro), 171 sacerdotes y 6 casas de religiosas y religiosos. La división territorial (de gobierno) y atención pastoral de la Diócesis de Tepic es por zonas, decanatos y parroquias. Su organización eclesial es en 4 zonas pastorales y 16 decanatos, los cuales coadyuvan al Gobierno Episcopal y el servicio pastoral. Los decanatos son el conjunto de parroquias vecinas, con cierta homogeneidad social, que facilitan la atención pastoral mediante la actividad en común. Es un lugar donde se promueve y se expresa la comunión eclesial de los agentes de pastoral: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, y un espacio para la realización de unidad y fraternidad sacerdotal. Así, la parroquia se vuelve una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, bajo la autoridad del Obispo Diocesano, que encomienda a un párroco como su pastor propio. Es una 82
comunidad de católicos situada en un territorio con párroco al frente de la misma, para enseñar, santificar y regir a esa llamada porción del Pueblo de Dios. Y en una parroquia pueden convivir hasta dos, o más sacerdotes designados por el Obispo para colaborar con el párroco en la comunidad, los cuales son llamados vicarios parroquiales. Ante esta estructura y con una población mayoritariamente católica, las religiones protestantes y evangélicas, bíblicas no evangélicas y otras religiones cuentan con 115 ministros de culto y 16 iglesias, que aparecen registradas en la SEGOB. Sin embargo, la realidad indica que estas iglesias, ministros y fieles van en aumento y se encuentran diseminadas en todo el Estado. Como se puede ver hay muy poca información y la que existe pareciera no estar actualizada. Podemos observar, por ejemplo, que La Luz del Mundo tiene dos Iglesias importantes en el Estado: una en la colonia Hermosa Provincia en Tepic y la otra en Yago, pero varios templos, o puntos de reunión en distintas localidades, como El Ahualam, La Labor, Santiago Ixcuintla, entre otras. Esta iglesia mantiene una gran movilización de sus fieles a Guadalajara (sede internacional de La Hermosa Provincia), por una semana; en la segunda semana de agosto para La Santa Cena (con más de 3 mil delegados, 50 mil jóvenes de todo el mundo distribuidos en 4 sedes). Y portales en internet. (http://www.lldm.org/2007/index.html). CONCLUSIÓN Este acercamiento al fenómeno deja ver que otras religiones, considerando a la religión católica como predominante, han ido incrementándose paulatinamente. Y los factores que posiblemente están interviniendo son económicos, de movilidad y socioculturales. En el ámbito económico y de movilidad, las personas que se convierten a otras religiones, como Testigos de Jehová, La Luz del Mundo y Mormones han sido influidos por su propio tránsito hacia los Estados Unidos. Asimismo, las religiones protestantes, de diferente denominación, han llegado y han sido apoyadas por instituciones de Estados Unidos. Observamos que los distintos templos, o lugares de reunión de estas iglesias, se construyen con rapidez y calidad. Mientras que algunos templos católicos llevan mucho tiempo para ser construidos, o en su defecto si son rápidamente terminadas, se debe 83
a fueron apoyados por algún político, como compromiso de campaña electoral, como el caso de la sacristía de la comunidad de Barranca Blanca, como parte de la campaña a la presidencia municipal de Ney González. Así, por ejemplo, los templos de San Pedro y San Pablo, de Fátima, o de San Judas Tadeo, fueron construidos con apoyo de políticos como Emilio M. González. Además han surgido varias iglesias, o grupos de ayuda psicológica, con una orientación teísta (como enganche), pues no marcan alguna denominación. Es el caso de Amor y Libertad, que es un grupo que apoya a personas que con problemas de droga y alcohol. Se localiza en Santa María del Oro, y que por cierto genera un beneficio económico para quienes lo promueven. En el ámbito sociocultural, muchas de las religiones utilizan eventos culturales o sociales para lograr la conversión de las personas a su religión. Desde funciones de circo, películas, reuniones, etc. Destacan por su asiduo trajín de llevar “la palabra de Dios”, casa por casa, día a día (mormones, testigos de Jehová y luz del mundo). Vale la pena referirse al esfuerzo de éstas por el ecumenismo4 y el diálogo interreligioso. Mientras la religión católica manifiesta ciertos procesos de apertura a la cultura actual, La Luz del Mundo y Testigos de Jehová se mantienen tradicionales y con normas rigurosas. Esto se observa en su vestir y en la obligatoriedad del pago del diezmo. En suma, esta aproximación revela que la religión es un fenómeno social que permea una gama de dimensiones y formas de vida individual y social. De modo que abordarlo solamente desde los datos duros, deja mucho por analizar y revisar, como lo acabamos de observar en los elementos descritos aquí. BIBLIOGRAFÍA BERRYMAN, Philip (1995); “Is Latin America turning pluralist? Recent writing on Religion”, en Latin American Research Review. CONNOR, Philip (2012); Faith on the Move, Ed. The Pew Forum on religion and public life, USA.
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Ecumenismo es una tendencia o movimiento que intenta la restauración de la unidad entre todas las iglesias cristianas. Mientras que el diálogo interreligioso se desarrolla entre las distintas religiones, sobre todo las más antiguas.
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DE LA TORRE, Renée (2007); Atlas de la diversidad religiosa en México, Ed. Enlace, México, p. 16. DE LA TORRE, Renée (2000); Los hijos de la luz. Discurso, identidad y poder en la Luz del Mundo, Ed. U de G, México. DE LA TORRE, Renée (2010); “Presentación del Mapa de la diversidad religiosa en México”, en Filosofía y religión, UAZ, Febrero 02. GARCÍA CHIANG, Armando (2007); “De la década de los ochenta al primer lustro del S. XXI. Panorama de los estudios sobre lo religioso en México”, en Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. XII, No. 745, agosto 30. GÓMEZ MACÍAS, Gerardo; CRUZ MIRELES, Raúl M. (2008); La invisibilidad estadística como base de la discriminación religiosa”, Ed. Colección de Estudios 2008. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, México, p. 11. HERNÁNDEZ, Alberto (2002); “El nuevo mapa religioso de México”, en Revista Ciudades, Red Nacional de Investigación Urbana, Puebla, No. 56, octubre – diciembre, pp. 30 – 36. HUNTINGTON, Samuel (1996); The clash of civilizations and the remakind of world order, Ed. Surcos, Barcelona. INEGI (2005); La diversidad religiosa en México, Ed. INEGI. INEGI (2000); XII Censo de población y vivienda, Ed. INEGI. INEGI (2010); Censo de población y vivienda, Ed. INEGI. MARX, Anthony (2003); Faith in Nation: exclusionary origins of nationalism, Ed. Oxford University Press. ODGERS ORTIZ, Olga (2006); “Cambio religioso en la frontera Norte. Aportes al estudio de la migración y las relaciones transfronterizas como factores de cambio”, en Revista Frontera Norte, enero – junio, vol. 8, número 035, pp. 112. PARKER G., Cristián (1994); “The sociology of religión in Latin America: teaching and research”, en Social Compass, vol. 41, número 3, septiembre de 1994, pp 339 – 364. Secretaría de Gobernación. www.asociacionesreligosas.gob.mx. WERBLOWSKY, Zwi R. J. (1981); Más allá de la tradición y la modernidad.
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EL TURISMO MEXICANO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN, HOY
Omar LIZÁRRAGA MORALES INTRODUCCIÓN
Doctor en Ciencias Sociales por la UAS. Realizó la Maestría en Estudios de Estados Unidos y Canadá. Profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAS.
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En el presente artículo hacemos un diagnóstico de la estructura del mercado turístico nacional en Mazatlán, Sinaloa durante el periodo 2012-2013, entendiendo esto como la composición de los flujos de turistas nacionales de otras entidades hacia esta localidad, así como su perfil socioeconómico y demográfico. Un objetivo de este trabajo es estructurar un mapeo regional de los flujos turísticos nacionales que arriban a Mazatlán, Sinaloa, detallando el perfil de sus participantes, durante las tres temporadas vacacionales más importantes del año: invierno, Semana Santa y verano. Para lograr este objetivo se consultaron las cifras oficiales de afluencia turística en el estado, con el fin de analizar los flujos de los doce meses del año. El instrumento de captura de información para las diferentes variables del turista nacional durante el periodo 20122013fue la encuesta. Mediante esta técnica se obtuvo información sobre su perfil socioeconómico y demográfico. La encuesta se aplicó en puntos turísticos estratégicos de la ciudad. El muestreo se hizo tomando en cuenta como universo el número de turistas recibidos en la entidad durante el periodo de invierno del año 2012, y Semana Santa y verano del 2013, esto es 160,000; 200,000 y 250,000 respectivamente. Tomando un 95% de confiabilidad y 5% de margen de error, la muestra a levantar fue de 113, 132 y 152 cuestionarios. Para explicar la composición del mercado turístico nacional en el puerto y sus características socioeconómicas y demográficas, hacemos un esbozo teórico sobre los factores de atracción de los turistas al momento de elegir el destino para practicar el turismo. FACTORES DETERMINANTES EN LA ACTIVIDAD TURÍSTICA Para conocer la composición del turismo en Mazatlán, es necesario analizar los factores que inciden en el comportamiento del turista, estos factores de atracción se dividen en la literatura especializada en factores internos y externos de la demanda (London y Della, 1995; Solomon, 1997). Los factores internos están directamente relacionados al comportamiento del turista, es decir, aspectos psicológicos que moldean su conducta hacía un producto en específico; mientras que los factores externos se vinculan a todos aquellos agentes exógenos que el consumidor percibe tanto de su entorno como del producto demandado, ya sea aspectos económicos, culturales, sociales, políticos o geográficos. 87
Así, los factores internos y los externos combinados influyen en la decisión al momento de elegir un destino para practicar el turismo. En unos casos influirán más los aspectos internos o cognitivos (el aprendizaje, las actitudes, etc.) en su decisión, y en otros los factores externos (la publicidad, ubicación o el estilo de vida, por ejemplo). Los determinantes económicos de la demanda pueden explicar la utilización por parte de los consumidores turistas de servicios concretos, pero hay un conjunto de variables que, según los estudios realizados por Sancho y Pérez (1995), ejerce sobre la demanda mayores efectos que los puramente económicos. Se trata de factores de motivación, sociológicos, psicológicos, formas y estilos de vida, tiempo de ocio, nivel cultural, costumbres estacionales, creencias ideológicas y religiosas y factores demográficos, que se explican a continuación. Condicionantes socioculturales. Se incluyen dentro de este apartado factores como la edad, la profesión, el empleo, etc. Otros factores como el nivel de educación o la movilidad personal influyen positivamente en el hecho de que un individuo demande más tiempo de turismo. Así por ejemplo, a mayor educación, mayor información y conocimiento de las oportunidades existentes. El impacto del desempleo sobre la demanda turística es obvio, como lo son las perspectivas de estabilidad en el puesto de trabajo. Formas y estilos de vida. Las formas y estilos de vida y los atributos individuales de las personas–actitudes, percepciones, personalidad, experiencias y motivaciones–, dan lugar a diferentes tipos de turistas que Cohen (1974) clasifica en cuatro grandes grupos, describiendo los dos primeros como turismo institucionalizado y los dos últimos como no institucionalizado: El turista de masas organizado: tiene poco contacto con la cultura local y busca mantener su entorno habitual en el destino de vacaciones. El turista de masas individual: similar al anterior, aunque con un poco más de flexibilidad en sus decisiones. El explorador: organiza su viaje de forma independiente, buscando transporte y alojamiento confortables. Abandona el entorno habitual, pero de vez en cuando vuelve.
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El impulsivo: no tiene ningún contacto con la industria turística, intenta abandonar su entorno de siempre, no tiene itinerario fijo y tiene contacto con las culturas que visita. Tiempo de ocio. El tiempo dedicado al ocio determina asimismo la disponibilidad para viajar de un individuo determinado. Normalmente, a mayor tiempo libre, mayor disponibilidad para viajar, aunque esta relación sólo está muy clara en los casos extremos. Costumbres estacionales. Algunos factores como las fiestas, vacaciones escolares o climatología son condiciones favorables para que los individuos decidan demandar turismo. Es por ello que los mercados turísticos se van adaptando a esta estacionalidad del negocio turístico, ofreciendo condiciones distintas para cada temporada, distinguiendo entre temporadas bajas, altas y medias. Creencias ideológicas, religiosas y políticas. Son variables que condicionan la demanda de turismo en los individuos. Ejemplos de este factor son las peregrinaciones a la Meca, así como las visitas a las basílicas, santuarios, etc. Los factores políticos. Las actuaciones políticas de los gobiernos pueden fomentar (creación de infraestructuras y apoyo a la industria turística por parte del gobierno central o regional, etc.) o impedir (exigencia de visado, régimen inestable, limitaciones de divisas que pueden entrar o salir de un país, etc.) el aumento de la demanda turística. Factores demográficos. La demanda turística está muy relacionada con la edad del individuo, ya que cada edad se caracteriza por una serie de actividades, intereses e inquietudes, que dan forma al tipo de vacaciones elegido por cada grupo. Además, los factores demográficos, ligados al desarrollo económico de una nación, también inciden en la capacidad para viajar. En los países desarrollados se produce lo que se conoce como paradoja del ocio, en la que queda reflejada la vida de un individuo: cuando se es joven se tiene tiempo, pero no dinero para viajar; cuando se es adulto, se tiene dinero, pero no tiempo. Las naciones en vías de desarrollo, fundamentalmente rurales, con altos índices de natalidad y de mortalidad, con jóvenes y extensas familias, se caracterizan por una baja propensión al viaje; subsisten de la agricultura y sus poblaciones no tienen ni tiempo ni dinero para gastar en el turismo. Sin embargo, las naciones desarrolladas, predominantemente urbanas, con bajos índices de 89
natalidad y de mortalidad, con un alto poder adquisitivo por parte de una población con necesidad de escapar de la urbe y con intereses diversos, se caracterizan por una alta propensión al viaje. Comportamiento del turismo en Mazatlán Según la Secretaría de Turismo (portal Datatur: http://datatur.sectur.gob.mx/), la ocupación promedio en Mazatlán durante el año 2012 fue de 47.52%, siendo ligeramente superior al del año anterior (47.35% en 2011), sin embargo durante los últimos 8 años el porcentaje de ocupación hotelera ha mantenido un crecimiento promedio negativo de -0.4%. A pesar de la tendencia a la baja de los últimos años de la ocupación hotelera, se observa un punto de inflexión a partir de 2011, que va acompañado de una ligera recuperación de la crisis económica del 2008. Al desplegar la ocupación de acuerdo a las temporadas del año que corresponden a los periodos vacacionales (invierno, semana santa y verano), observamos que en los últimos 8 años existe un comportamiento diferente entre éstas tres temporadas: en la temporada de verano se han presentan los niveles más altos en ocupación hotelera (74.65% de ocupación promedio), además de que a partir de 2011 presenta crecimiento positivo; mientras que en los meses en donde se programan las vacaciones de semana santa (en marzo y abril se registra 59.37% % de ocupación promedio) e invierno (51.26% % de ocupación promedio) cuentan con un comportamiento similar a la ocupación general con una ligera recuperación a partir de 2011. Al analizar la afluencia de turistas de acuerdo a temporada del año, tenemos que durante el mes de agosto se presentan los niveles más altos de ocupación promedio; cabe destacar que durante los días de Semana Santa, los niveles de ocupación alcanzan niveles de hasta el 100%, sin embargo esto solo se da durante una semana; mientras que el resto del mes los niveles de ocupación permanecen por debajo de la media; así, el promedio de los meses en los que se establece la Semana Santa (marzo o abril) ronde entre el 60% al 70%, sin alcanzar los niveles del mes de agosto.
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Porcentaje de ocupación por tipo de turista 80 70 60 50
No re
40
Resid
30 20 10 0 Sep'05 Nov'05 Ene'06 Mar'06 May'06 Jul'06 Sep'06 Nov'06 Ene'07 Mar'07 May'07 Jul'07 Sep'07 Nov'07 Ene'08 Mar'08 May'08 Jul'08 Sep'08 Nov'08 Ene'09 Mar'09 May'09 Jul'09 Sep'09 Nov'09 Ene'10 Mar'10 May'10 Jul'10 Sep'10 Nov'10 Ene'11 Mar'11 May'11 Jul'11 Sep'11 Nov'11 Ene'12 Mar'12 May'12 Jul'12 Sep'12 Nov'12 Ene'13 Mar'13 May'13
Porcentaje de ocupación (%)
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Gráfica 1. Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos en DataTur. SECTUR. Mayo 2013 en http://datatur.sectur.gob.mx/
FLUJO Y PERFIL DEL TURISMO EN INVIERNO (2012) Haciendo un análisis detallado de la composición del turismo en cada una de las temporadas altas del año en Mazatlán, encontramos, en la temporada invernal, que los visitantes son originarios en su mayoría de Durango y Jalisco; en menor medida del Distrito Federal, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León. Mazatlán es considerado como un destino potencial para los turistas del norte del país mientras que, a excepción del Distrito Federal, los turistas de los estados del centro y sur no consideran a Mazatlán una opción para sus vacaciones, influenciados principalmente por la cercanía a otros destinos de playa importantes como Cancún, Acapulco y Veracruz.
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De acuerdo a nuestra encuesta, el promedio de edad de los entrevistados es de 38 años, siendo el rango de entre 30 a 39 años el rango de edad donde se concentra la edad de los visitantes en inverno. El 63% de los turistas nacionales son empleados, seguido del 18% que son trabajadores independientes y 6.7% que son empleadores o propietarios. El nivel de escolaridad promedio entre los visitantes de Mazatlán durante la temporada de invierno es de nivel profesional ya que 65% de los entrevistados cuenta con carrera profesional terminada o posgrado como máximo grado de escolaridad. En esta temporada de invierno, el 25% de los entrevistados tiene un ingreso inferior a $5,000, seguido del 17% de los entrevistados que tienen un ingreso entre $5,001 a $8,000. 14% de los entrevistados tiene un ingreso superior a $30,000 pesos. Mazatlán, al no contar con numerosas rutas aéreas, es de esperarse que el avión no sea el principal medio de transporte para llegar a Mazatlán; pues el automóvil o el autobús son los medios de transporte más utilizados por los visitantes de invierno.
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En promedio los visitantes a Mazatlán se hospedan 6 días, el 32% se hospeda de 1 a 3 días, es decir por un fin de semana, mientras que 40% se hospeda durante una semana y 13% se hospeda por más de 10 días. El promedio del tamaño de los grupos de visitantes durante invierno es de 5 integrantes, lo cual puede entenderse a que son familias conformadas por la pareja y sus hijos. En relación al lugar donde se hospedan, 87% de los entrevistados se hospeda en hoteles, mientras que 9% llega con familiares y el 4% restante llega a otro tipo de locaciones como moteles, casas rodantes o cuentan con casa propia. El 79% de los entrevistados mencionaron que es la primera vez que visitan Mazatlán en el año, mientras que 21% ha visitado Mazatlán en más de una ocasión en el año. Sobre los principales aspectos que influyeron en la toma de decisión de Mazatlán como destino, el hecho de que sea un destino de playa y sol es la principal razón por la que los turistas vienen, seguido de la percepción que se tiene sobre el trato amable de las personas locales, seguido por considerarlo un destino tranquilo o por visitar a un familiar. En relación a los gastos, en promedio los visitantes gastan $5,024 pesos diarios, de los cuales la mitad se destina al hospedaje (50%), seguido de los gastos para actividades de recreación (14%) y el gasto en alimentos (14%) y otros gastos (22%). FLUJO Y PERFIL DEL TURISMO EN SEMANA SANTA (2013) Las principales ciudades de donde provienen los visitantes a Mazatlán en temporada de Semana Santa son originarias principalmente de Sinaloa y Durango debido a su proximidad con el puerto de Mazatlán; seguido de turistas originarios de los estados del norte como Chihuahua y Coahuila los cuales, con la apertura un nuevo tramo de la autopista Mazatlán-Durango, han encontrado rutas más accesible para llegar al destino por vía terrestre. Mapa 2. Entidades de origen de los turistas nacionales de Semana Santa en Mazatlán
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Origen de principales visitantes Temporada de Semana Santa Principales estados • Sinaloa………………….(25.1%) • Durango...............(16.5%) • Chihuahua……………( 10.2%) • Coahuila………..…….( 9.5%) • Nuevo León………….( 6.3%) • Jalisco………………….( 6.0%) Semáforo de afluencia turística de mazatlecos
>15% 14-5% 4-.06% <0.5% 0% 3
Al igual que en la temporada de invierno, prevalece la poca participación d la afluencia turística en Mazatlán de visitantes del centro y sur del país. El promedio de edad de los visitantes de Semana Santa, es de 32 años. El 53% de los turistas entrevistados son empleados; 18% trabajadores independientes y 17% estudiantes. El 61% dijo contar con carrera profesional mientras que 5% mencionó contar con maestría; el 4% tiene primaria como máximo de escolaridad. El 23% tiene un ingreso menor a $5,000 pesos mensuales, seguido del 24% con un ingreso mensual de $5,001 a $8,000 pesos. El automóvil es el principal medio de transporte utilizado por los turistas para llegar a Mazatlán; y gran parte de ellos provienen de ciudades cercanas al puerto. Durante Semana Santa, en promedio los visitantes de Mazatlán se hospedan 5 días, el 48% se hospeda de 4 a 5 días, mientras que 28% se hospeda de 1 a 3 días y 23% lo hace durante una semana o más. 94
En relación al lugar donde se hospedan, 64% se hospeda en hoteles, mientras que 16% llega con familiares, 6% llega a casa propia y el 14% restante a moteles, bungalos o casas rodantes Sobre los principales aspectos que influyeron en la toma de decisión de Mazatlán como destino, el hecho de que sea un destino de playa y sol es la principal razón por la que los turistas vienen, seguido por las atracciones que ofrece en la vida nocturna como antros, bares y restaurantes. Esto puede estar relacionado al hecho de que en ésta temporada los visitantes suelen ser jóvenes que buscan este tipo de características en un destino turístico. El gasto promedio diario de los turistas en Semana Santa es de $3,821, siendo el hospedaje el principal gasto ya que representa el 40% del total, seguido de las actividades de recreación (16%), los alimentos (16%) y otro tipo de gastos (28%). FLUJO Y PERFIL DEL TURISMO EN TEMPORADA DE VERANO (2013) Las principales ciudades de donde provienen los visitantes a Mazatlán en verano son originarias principalmente de Sinaloa, Chihuahua y Coahuila, éstos dos últimos presentan una tendencia de crecimiento respecto a la afluencia turística en semana santa.
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Como se puede observar en el mapa, el origen de los visitantes a Mazatlán se concentra en la región norte del país, así como como Jalisco, Sonora y Nayarit. El promedio de edad de los entrevistados es de 35 años, siendo el rango de entre 18 a 29 años el rango de edad donde se concentra la edad de los visitantes durante la verano. En relación al nivel de escolaridad, en verano 49% de los entrevistados dijo contar con carrera profesional mientras que 3% mencionó contar con posgrado; el 6% tiene primaria como nivel máximo de escolaridad y 2% no cuentan con escolaridad. El 54% de los turistas encuestados son empleados, seguidos del 16% que son amas de casa y 13% que son estudiantes. El 14% de ellos tiene un ingreso menor a $5,000, seguido del 29% con un ingreso mensual entre $5,000 a $8,000 pesos. El 32% tiene un ingreso mensual entre $8,001 a $15,000 pesos. En la temporada de verano se incrementa el número de visitantes que llegan al destino por autobús incentivados principalmente a las promociones que se ofrecen durante dicha temporada, por lo tanto el número de visitantes que llega por autobús es similar a los que llegan en vehículo particular. El avión sigue siendo un medio de transporte que es utilizado por pocos visitantes al no contar causado por la poca oferta aeroportuaria y a los altos costos del pasaje. La estancia promedio durante la temporada de verano es de 4.5 días, 54% de los entrevistados se hospedaron en un período de 4 a 5 días, 35% en un período de 1 a 3 días y el 11% se hospedaron durante 6 o más días. En relación al lugar donde se hospedan, 75% de los entrevistados se hospeda en hoteles, mientras que 9% llega con familiares, 3% llega a casa propia y el 13% restante llega a otro tipo de locaciones como moteles, bungalós o casas rodantes. Mazatlán es un destino identificado por sus playas. El principal factor entre los visitantes es el entorno de sol y playa que ofrece el puerto, seguido de la vida nocturna que ofrecen los bares y restaurantes de la zona dorada, marina y centro histórico. Poco influye en la toma de decisión la recomendación de familiares o amigos sobre el destino y los atractivos deportivos que pueden encontrarse en el puerto. 96
El gasto promedio diario de los turistas en verano es de $4,114, siendo el hospedaje el principal gasto; representa el 38%; actividades de recreación (16%) y los alimentos (16%). TEMPORADAS: INVIERNO, SEMANA SANTA Y VERANO
Una de las diferencias entre los turistas que visitan Mazatlán durante las distintas temporadas del año se encuentra en sus características demográficas; durante la Semana Santa se observa mayor concentración de jóvenes entre 18 a 29 años con un promedio de 32 años de edad, caso contrario en la temporada invernal en que el promedio de edad de los turistas es de 38 años y en verano 36 años. Este comportamiento se debe a que durante Semana Santa las campañas promocionales para los visitantes van dirigidas a consumidores más jóvenes, mientras que las temporadas de invierno y verano van dirigidas a familias de mayor ingreso. En relación a la ocupación del entrevistado, predomina en las tres temporadas los turistas que son empleados y aprovechan un período vacacional para realizar sus viajes; se destaca que durante las vacaciones de verano se incrementa el número de amas de casa y estudiantes entre los visitantes. La mayor parte de los turistas cuentan con licenciatura o ingeniería como nivel máximo de estudios, siendo en verano donde se presenta la participación más baja de éstos (49% de los encuestados). En invierno el promedio del ingreso mensual de los visitantes es de $14,560.00, la más alta en relación a otras temporadas; en verano el promedio del ingreso mensual es de $12,735 y en semana santa se registra el promedio más bajo con $11,737. Se observan claras tendencias en el movimiento del origen de los visitantes. En el caso de los turistas del mismo estado, éstos presentan una importante participación en la afluencia turística en Mazatlán durante todo el año pero toma aún más representatividad durante Semana Santa. Chihuahua y Coahuila muestran un desplazamiento uniforme conforme transcurre el año, ya que la afluencia se incrementa al aproximarse el verano y disminuye en invierno, lo cual puede significar que los turistas que vienen de éstos es estados buscan sol y playa dentro del destino. Los turistas originarios de Jalisco, Distrito Federal y Durango participan de forma importante en la afluencia de la temporada invernal, sin embargo durante las temporadas cálidas de Semana Santa y verano su participación es 97
menor. El comportamiento de los visitantes de Nuevo León es más constante, lo cual puede significar que son indiferentes a la temporada en la que deciden visitar Mazatlán. El uso de los medios de transporte se encuentra en función de las distancias y la disponibilidad de rutas y vías de acceso; es por esto que se puede observa como en invierno es cuando se registra la participación más alta en el año de turistas que llegan por avión debido a que también los visitantes llegan de ciudades más alejadas de los estados de Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal. Bajo éste mismo criterio se aprecia que durante semana santa se incrementa el número de visitantes que llegan por vehículo particular al provenir de ciudades cercanas de los estados de Sinaloa y Durango principalmente. Durante la temporada de invierno se registra la participación más alta de turistas que se hospedan en hoteles; mientras que en semana santa, al ser visitantes más jóvenes no cuentan con suficiente solvencia económica y optan por otro tipo de hospedaje como llegar a casa de familiares. La duración de la temporada vacacional no es un factor determinante que influya en la duración de la estadía de los visitantes ya que la temporada de verano, un período vacacional de más de 4 semanas, presenta el promedio más bajo de estadía con 4.5 días; mientras que en semana santa presenta un promedio de 5 días y en invierno con una duración de 3 semanas, registra el promedio más alto de 6 días de estancia. Durante las tres principales temporadas vacaciones destaca que el principal factor de atracción de Mazatlán para los turistas es que lo consideran un destino de sol y playa; la vida nocturna toma mayor relevancia durante semana santa y verano, mientras que en invierno éste aspecto es superado por los turistas que prefieren la tranquilidad del destino. Siguiendo la tendencia de que invierno presenta el promedio de estancia más largo y el grupo de visitantes con más integrantes; en esta temporada los turistas gastan más: el gasto promedio diario se encuentra en $5,024, siendo 31% más que lo gastado en semana santa ($3,821) y 22% que en verano ($4,114). Ésta diferencia se debe en especial a la diferencia de precios en el hospedaje.
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CONCLUSIONES Al analizar la actividad turística en Mazatlán, Sinaloa tenemos que las principales temporadas del año en que el puerto recibe un mayor número de visitantes nacionales es durante la temporada de invierno (diciembre), así como las temporadas de Semana Santa y verano (meses de julio-agosto). Así, se puede afirmar que Mazatlán es un destino turístico de tipo sólo estacional. De acuerdo al análisis que hicimos de los flujos de turistas que arriban a Mazatlán, durante estas temporadas del año, encontramos que los provenientes del mismo estado de Sinaloa es un segmento importante para la actividad en Mazatlán. Encontramos también que de manera general el turismo de semana santa es más joven y de menos poder adquisitivo que los visitantes de las otras dos temporadas. Con la información recopilada en las encuestas sobre el perfil y factores de atracción de los visitantes, podemos concluir que el mercado turístico nacional en Mazatlán es influido por factores internos y externos. Como externos, identificamos que la ubicación geográfica es un factor determinante en el mercado turístico de Mazatlán, principalmente en las temporadas de Semana Santa y verano, pues en estos periodos, los turistas son principalmente provenientes del mismo estado, seguido de entidades de la región norte de México y cercanos a Mazatlán, tales como Durango, Chihuahua y Coahuila. En el caso de la temporada de invierno, la cercanía geográfica no es un factor determinante, pues los turistas son provenientes de entidades más alejadas. Lo económico que es el destino, en comparación con otros sitios turísticos de sol y playa de la región, es otro factor externo que influye en la elección de los turistas, como apreciamos en el trabajo de campo, el grueso de la población encuestada en invierno y semana santa, tiene un ingreso de entre 5 y 8 mil pesos mensuales. Sólo en verano se captó un turismo con ingreso de entre 8 y 15 mil pesos mensuales. La existencia de redes sociales y familiares es otro factor externo que identificamos, pues un buen porcentaje de los turistas que llegan en las tres temporadas del año, se hospedan en casa de familiares (9% en invierno, 16% en semana santa y 9% en verano).
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En las tres temporadas del año el clima, la playa y la infraestructura turística de Mazatlán se identifican como el factor externo más importante en la toma de decisión para visitar turísticamente el puerto. Los factores internos que identificamos como atracción Mazatlán, son la satisfacción del mismo turista en visitas anteriores, la percepción de tranquilidad, seguridad y amabilidad de la comunidad anfitriona. BIBLIOGRAFÍA DATATUR (2013). SECTUR. Mayo 2013 en http://datatur.sectur.gob.mx/. LIZARRAGA, Omar (2008). La importancia del turismo internacional de jubilados. La migración de retirados en Mazatlán. Jorale Editores y Universidad Autónoma de Sinaloa. México. ------(2012). La transmigración plancentera. Movilidad de estadounidenses a México. UAS e IPN. México. LONDON, D. L. Y DELLA, A. J. (1995). Comportamiento del consumidor. Conceptos y aplicaciones. McGraw-Hill. México. SANCHO, A. y PÉREZ, J.M (1995): «Tourism demand in Spain: A Panel Data Analysis. Tourism and Travel Econometric», XLV International Conference of Applied Econometrics, Suiza. SANTAMARÍA, ARTURO (2002). El nacimiento del turismo en Mazatlán. UAS. Mazatlán. SANTAMARÍA, A. Y BARBOSA A. (2006). Estudio comparativo de playas: Mazatlán, Acapulco, Cancún y Los Cabos. UAS , Culiacán, Sin. SOLOMON, M. R. (1997). Comportamiento del consumidor. Comprar, tener y ser. Prentice Hall. México.
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LA PESCA DEL PACIFICO Y LAS PARADOJAS DE UNA INDUSTRIA
César COVANTES RODRÍGUEZ y José Luis BERAUD LOZANO INTRODUCCIÓN Mazatlán es uno de los espacios a nivel nacional por su potencial pesquero y altos estándares de captura. Su desarrollo pesquero, sobre todo en capturas del camarón de alta mar, no es resultado sólo de la calidad de sus ecosistemas acuáticos, estabilidad climatológica;
Doctor en Ciencias Sociales por el Programa Interinstitucional UAS-UABCUNISON-CIAD. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Investigador de la Facultad de Ciencias del Mar de la UAS. Comunicólogo. Doctor en Urbanismo por la UNAM. Miembro del SNI. Autor de varios libros, entre ellos, Manual de semiología, UAS, 2001 y Ciudades sostenibles para el siglo XXI. El caso Mazatlán (Coord.), UAS, 2009. Profesor de la Maestría en Ciencias Sociales de la UAS.
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tampoco puede atribuirse solamente a la tecnología, o a la creatividad de los trabajadores o construcción de infraestructura pesquera, porque ninguno de estos medios de por sí son capaces de producir riqueza, ni generar altos volúmenes de producción que se obtienen en la pesquería del camarón. En Mazatlán están la mayor parte de las plantas congeladoras e infraestructuras pesqueras que por años han estado al servicio de los principales productores nacionales dedicados a capturas de atún, camarón y sardina. Por lo que hace a la primer especie, la actividad pesquera se destaca como “orgullo nacional” por haber levantado una producción de atún en 2007, de 101 385 toneladas, y colocando a Sinaloa de 1997 al 2007, como el primer productor a nivel nacional; mientras que en la producción de camarón y sardina, la ubicación estatal ha fluctuado entre el segundo y el tercer lugar como una ocupación tradicional ejercida por habitantes de Mazatlán en el Pacífico mexicano. Resulta irónico que siendo la pesquería de camarón de alta mar una importante actividad generadora de divisas, los pescadores sean excluidos de los beneficios de la riqueza producida, desprotegidos en sus derechos laborales y sin acceso permanente a la seguridad social. Es totalmente insostenible la irracionalidad capitalista que privilegia la maximización de las ganancias, mientras predominan condiciones de extrema pobreza y ambientes de alto riesgo. Contrario a los apoyos gubernamentales a los armadores, vía la producción de infraestructura portuaria, subsidios al diesel, exoneración de impuestos, discrecionalidad en la aplicación de normas laborales, se ha propiciado que sigan prevaleciendo condiciones de explotación en que trabajan pescadores; abundan las violaciones a las garantías individuales y a los derechos humanos básicos. En la mayoría de los casos sus condiciones de vida y la asistencia médica no son vistas como indispensables para protegerlos ante la exposición que sufren en las embarcaciones, factores que no han contribuido a mantener la sostenibilidad productiva del sector, profundizado condiciones de pobreza de los trabajadores, en contraste con el enriquecimiento de pocas familias en Mazatlán. INFRAESTRUCTURA Sinaloa es geográficamente un estado privilegiado por sus ecosistemas marinos de alta productividad, con Mazatlán en la parte 102
sur de su litoral. En el año 2011, la población del municipio de Mazatlán ascendió a 438,434 habitantes, de los cuales 381,583 radicaban en la ciudad (87%). El municipio forma parte de una regionalización ecológica, denominada como “Llanura Costera de Mazatlán” (Franco Gordo, et al., 1991). Sus características naturales han hecho que en la ciudad se haya producido la infraestructura turística, pesquera e industrial más importante de la costa occidental de México y de la Región Hidrológica II (CNA, 2001: 19). INSTALACIONES PESQUERAS En instalaciones pesqueras destacan las de atraque y protección. Son indicativas de las principales actividades que se llevan a cabo en un puerto, subdividiéndose en obras de altura, cabotaje, pesca, turismo, así como las de PEMEX y la Armada. Para pesca es importante mencionar a nivel local 2,802 metros de extensión en atraque para todo tipo de embarcaciones pesqueras: 289 destinados a atuneros, 226 a sardineros o anchoveta, y 2 287 metros para las 642 embarcaciones camaroneras y de estas 560 tienen como puerto base a la ciudad de Mazatlán, lo que representa el 87. 22% de la flota localizada en el océano Pacífico (SAGARPA, 2009). Esta infraestructura cuenta además con 172 pesqueras o comercializadoras de camarón, ubicadas en el parque industrial Alfredo V. Bonfil, cuya infraestructura es pilar fundamental de la pesquería local. Capacidad que ha servido de soporte a una pesquería que posee la mayor infraestructura a nivel nacional, tanto en el Atlántico como en el Pacífico. PODER ECONÓMICO DE LOS ARMADORES Contar con dicha infraestructura portuaria, aún con los inconvenientes mencionados, ha hecho que se sostenga el crecimiento de la pesca del camarón de alta mar, fortaleciéndose la tendencia exportadora del crustáceo. Así lo indican datos del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas de Estados Unidos, que destacan para 2004 el envío al mercado norteamericano de 4 845.74 toneladas de camarón con un valor de 67.16 millones de dólares. El volumen del camarón exportado tuvo un incremento del 2.08 %, al pasar de 5 mil 748.95 toneladas en 2008 a 5 mil 868.80 toneladas hasta el primer bimestre 2009 (Noroeste Mazatlán, 23/IV/2009). No obstante el aumento del volumen de exportaciones, las ventas en Estados Unidos no respondieron como esperaban los armadores; 103
aun cuando el camarón fue colocado en empresas distribuidoras, no salió al mercado debido a la caída del poder de compra en los consumidores. Si a principios de 2008 el kilo de camarón mexicano en Estados Unidos registró un precio promedio de 9.86 dólares, en 2009 la cotización fue de 9.21 dólares, un 6.6 % menos (Noroeste Mazatlán, 23/IV/2009). Los ingresos por la comercialización del camarón, desde el 2000 al 2009, registran una disminución del 19.47 %, mientras en el primer bimestre de 2000, los ingresos ascendieron a 67.16 millones de dólares, en 2009 fueron de 54 millones. En la oscilación entre indicadores de envíos y el valor de los mismos, intervinieron diversos factores: la inversión requerida por la producción, costos de insumos, innovación de infraestructura y tecnología, la vulnerabilidad y altibajos que en el mercado provocan las crisis recurrentes en mercados globales, los riesgos naturales y requerimientos de la fuerza de trabajo. Incluso con fluctuaciones, no deja de ser negocio para unos pocos armadores al señalar que capturar camarón es como jugar a la lotería: si ganan, obtienen altas ganancias, pero si pierden, también son cuantiosas las cantidades. En épocas del boom camaronícola, en Mazatlán seis familias eran dueñas de las embarcaciones y de casi todas las empacadoras de la ciudad. Hoy la situación es parecida. En el ciclo 2007-2008, según información del programa de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), en Mazatlán operaron 171 Sociedades Mercantiles procesadoras de camarón de un total estatal de 177. Son accionistas 403 productores, miembros de 267 familias de la localidad; cinco poseen la mayor cantidad de embarcaciones (Carranza Beltrán, Medrano Freeman, Loya, Tirado Garzón y Lizárraga Lizárraga). Destacan: Pesca Industrial Maros, S.A. de C.V., de los accionistas Juan Fidel Carranza Beltrán, Rosalinda María Carranza Beltrán y Mariana Carranza Beltrán, tienen 37 barcos con un promedio de 222 pescadores. Operadora Marítima del Pacifico, S.A. de C.V., donde figuran Fernando Gabriel Medrano Freeman, Camilo Gabriel Medrano Olmeda, José Arturo Medrano Freeman, Alicia Gloria Freeman Figueroa y Diana Patricia Medrano Freeman de Cruz, con 28 barcos y un promedio de 168 pescadores. Pesquería 15 de Septiembre, S.A. de C.V., cuyos accionistas Jorge Luis Tirado Garzón, Roberto Tirado Tirado, Julia Garzón Aguirre de Tirado, poseen 25 barcos con un promedio de 150 pescadores. Pesquera JALILI, S.A. de C.V., de Javier Lizárraga Lizárraga, Rosa Imperia Manjarez Flores, David Lizárraga Lizárraga, Javier Galdino Lizárraga Manjarrez, 104
Daniel Francisco Lizárraga Manjarrez, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez y Lorena Guadalupe Lizárraga Manjarrez, 22 barcos con un promedio de 132 pescadores. A la Pesquera JUSAJELI, S.A. de C.V., de Jesús Agustín Loya Gaxiola, Luz Hermila Sarabia Álvarez, Lilian Loya Sarabia, Jesús Agustín Loya Sarabia, Saúl Ernesto Loya Sarabia y Julio César Loya Sarabia, corresponden 21 barcos con un promedio de 126 pescadores. En total, 133 embarcaciones y 798 pescadores. Poseer numerosas embarcaciones camaroneras, en Mazatlán, fue muy conocido por el uso de prestanombres como argucia para evadir el cumplimiento de leyes en lo que respecta a la acumulación de permisos y concesiones pesqueras. De esta forma, el control de las mejores pesquerías quedó bajo propiedad de pocas familias que resultaron beneficiadas de la inversión pública en infraestructura portuaria, permitiendo la acumulación de grandes capitales, cuyos dueños lo son de inmuebles, flotillas de transporte de carga y de acciones en bancos. LAS CAPTURAS DE CAMARÓN DE ALTA MAR La relaciones entre productores pesqueros locales con sus similares en el extranjero, ha definido el nivel de autonomía de propiedades pesqueras, imitando estilos de administración y de producción; asimismo, adoptan valores y códigos de conducta del país dominante. Esta aparente vitalidad es consecuencia de la declinación de la pesquería tradicional y la subordinación de actividades productivas hacia aquel mercado. Los tiempos son la condición necesaria para la reproducción del trabajo vivo (pescadores de alta mar) cuyas condiciones repercuten sobre los habitantes de la localidad, quienes apenas sobreviven en niveles mínimos de subsistencia o resisten calladamente la amenaza de ser expulsados de las embarcaciones. El nivel de empleo depende de aquellas unidades económicas, mientras empresarios pesqueros, ejercen control sobre la economía pesquera comercial, tanto en el ámbito local como en otras regiones del país. Las autoridades de SAGARPA Y CONAPESCA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca) pretenden negar esas expresiones de subordinación en la producción pesquera, escudándose en el Artículo 13, Fracción IV y Artículo 18, Fracción II en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (LFTAPG). Ésta es una de las dificultades para obtener 105
datos fidedignos acerca de nombres de personas morales o físicas, propietarias de barcos camaroneros que cuentan con permisos de captura y/o comercialización en México, captura por embarcación, promedios, porcentaje y avisos. Armadores o inversionistas privados evitan otorgar información sobre sus actividades. Tanto éstos como las autoridades, suelen no informar cuando se abre la posibilidad de una intervención de grupos ecologistas o de la sociedad civil, porque acaso armadores y autoridades no están de acuerdo en cambiar su modus operandis y vivendis. Aún con estos inconvenientes, se logró obtener cierta información, que corresponde a registros de CONAPESCA, tras lo cual pudo realizarse un cálculo sobre la producción nacional de camarón de alta mar en el período 2002-2005. En 2002 con 1495 embarcaciones se obtuvo una producción de 16,131,577 kilogramos, equivaliendo a un promedio por embarcación de 10,790,353 kg. En el 2003 fueron capturados 17,819,790 kg utilizando 1495 barcos, habiendo obtenido un promedio de 11,919,592 kg por embarcación. Para el 2004, se registraron 16,217,869 operando 1392 camaroneros con un promedio de 11,650,768 kg. En 2005 las capturas ascendieron a 21,703,800 kg a través de 1382 embarcaciones, promediando 15,704,631 kg por embarcación. Lo anterior significa que de 2002 al 2005 se obtuvieron 71,873,036 kg en total a nivel nacional; esto equivale a que capturaron 12,469.29 kg en promedio por embarcación. Ampliando el análisis en el mismo periodo de 2002 al 2005, por lo que hace a empresas y al número de embarcaciones que participaron en cada temporada, Pesca Industrial MAROS, alcanzó una producción de 2,437,355 kg, (3.391 % a nivel nacional), y desagregado por años da como resultado que en el 2002 tuvo capturas por 551,022 kg; en 2003, 580,427 kg; para 2004, 508,867 kg y 797.039 kg en 2005. Los datos indican 16,694.21 kg en promedio por embarcación. Operadora Marítima del Pacífico, registró 1´631 824 kg, (2.27 % a nivel nacional), habiendo obtenido en el 2002, 388,510 kg; para 2003, 392,459 kg; en 2004, 300,808 kg, mientras que en 2005, fueron 550,047 kg, dando 14 569.85 kg en promedio por embarcación. La Pesquería 15 de Septiembre, tiene reportes por 1´250 149 kg. (1.739 % a nivel nacional) con la siguiente distribución por años: en 2002, 260 243 kg; para 2003, 359.549 kg; en 2004, fueron 217,129 kg; y a 2005, fueron 413,228 kg, cantidad que implica 12,888.13 kg en promedio por embarcación. Pesquera JALILI, registra 731,881 kg. (1.01 % a nivel nacional). La distribución de sus capturas 106
muestra la siguiente tendencia: durante 2002, 241 520 kg; en 2003, 190 729 kg; para 2004, 142 065 kg; y 157 567 kg en 2005, dando 9 383.08 kg en promedio por embarcación. La Pesquera JUSAJELI, describió 1´014 254 kg, (1.41 % a nivel nacional), desagregándose en las proporciones siguientes: en el 2002, 241 656 kg; para 2003, 277 933 kg; en 2004, 205 136 kg; y 289 529 kg durante 2005, promediando 13 345.44 kg por embarcación. Con base en esta información, y para garantizar el aprovechamiento sustentable o responsable en la pesquería del camarón en las próximas temporadas, CONAPESCA propone establecer un programa de cuotas de captura anual a cada organización pesquera, la cual no debe ser rebasada y la cantidad dependerá del promedio de capturas registradas en los últimos 10 años, así como de la biomasa del recurso, meta que busca garantizar el máximo rendimiento. En base al ejercicio de capturas del 2002 al 2005, se reconoce que de establecerse un promedio de 12,469.29 kg como cuota de captura por embarcación, habría posibilidad de evitar la depredación pesquera, dada la prevaleciente competencia ilimitada entre cooperativistas, pequeños y grandes armadores, siendo los últimos quienes se llevan las máximas ganancias. De hecho, el liderazgo de las empresas pesqueras descansa en la obtención de mejores capturas para atender la demanda de mercados externos y en prerrogativas que generan compromisos políticos, factores que resultan determinantes para el incremento de la productividad. Pero dicho liderazgo es excluyente al seno de la productividad pesquera, ya que “el pez más grande termina devorando al pequeño”. Las disputas por mayores ganancias han causado agotamiento estructural en múltiples ámbitos, debido a que favorece a un selecto grupo de productores y margina a pescadores de camarón en alta mar. Estos productores obtienen utilidades extraordinarias no sólo por la venta de sus productos a Estados Unidos, sino por el incumplimiento de prestaciones laborales, seguridad social para los trabajadores, acciones ilegales que cuentan con la protección oficial que reciben de las autoridades políticas. CONDICIONES DE TRABAJO DEL COOPERATIVISTA DE ALTA MAR Al ser extensa la zona económica exclusiva se incrementa la fuerza de trabajo en el Océano Pacifico mexicano, demanda imposible de satisfacer con pescadores locales. Así, se contrata el 3.9 % de otros estados, quienes a pesar de ser un bajo porcentaje, representan una 107
competencia desleal para los locales, accediendo durante la veda a trabajar por un bajo salario, incluso sin recibir pago, salvo dejarlos dormir en los barcos y con la esperanza de garantizar un lugar dentro de la tripulación (Juan López Gaxiola, de la Unión de Pescadores de Altamar, Noroeste Mazatlán, 28/VI/2009). Los armadores emplean a estos pescadores en alta mar, expuestos a la indefensión e inseguridad por la evasión patronal a cubrir las prestaciones sociales; pero los inversionistas incrementan así sus ganancias. Aún con anomalías patronales, los pescadores anhelan subirse a barcos viejos de la flota camaronera, de los cuales cerca del 80.96 % ya cumplieron con la vida útil de 20 a 25 años (Cuadro 2) , representando alto riesgo para la tripulación que sale a las capturas (Alfonso González, gerente de la empresa Astilleros Pescadores Unidos de Mazatlán, El Debate Mazatlán, 15 /X/2007). De acuerdo con datos de SAGARPA (2009), la flota camaronera presenta considerable deterioro; tiene un promedio de 35 años de antigüedad, con elevados costos de operación por el alto consumo de combustibles. No cuentan con equipo adecuado de congelación, proceso y empaque a bordo; sólo realizan captura y congelan camarón encostalado a granel. Personal de astilleros de Mazatlán explicó que muchos barcos, antes del inicio de capturas reciben un mantenimiento adecuado en su estructura y área de máquinas, pero también son muchos los barcos que por problemas económicos de armadores menores, sólo reciben parches “momentáneos” que cubren fisuras de los cascos para evitar la entrada de agua. Durante cada temporada de captura de camarón quedan en evidencia las condiciones reales en que se encuentra la flota pesquera de alta mar, ya que a días de iniciada la temporada, decenas de barcos regresan a puerto para arreglar fallas en máquinas o en la estructura. Por ello, muchos no cuentan con un seguro, pues para asegurarlos son considerados la antigüedad de la embarcación y las condiciones en las que se encuentra, resultando que la mayor parte de la flota no es sujeto a estar asegurada, al menos en lo que se refiere a pérdida total; sólo les dan el seguro de responsabilidad civil (Ricardo Michel Luna, Unión de Armadores, El Debate Mazatlán, 16/II/2008). Los propios pescadores son conscientes de los riesgos que implica subirse a barcos en condiciones deplorables. Sin embargo, la necesidad los hace arriesgarse a salir para pescar en un barco camaronero, en un espacio físico no superior a cien metros cuadrados, 108
sin más pasatiempo que la intensa jornada diaria de trabajo y en donde un viaje “vía la pesca” tiene una duración de 28 a 45 días que puede acortarse: dependiendo de las condiciones climatológicas, como las tormentas tropicales y huracanes; por seguridad, las embarcaciones deben ser conducidas a resguardo en el puerto más cercano; así como por las descomposturas mecánicas. La faena está marcada por “lances” continuos durante los días que dura el viaje. Cada miembro de la tripulación tiene una función específica en el desplazamiento de la embarcación al inicio, durante y al término del “lance” o en la preparación de alimentos; a la vez todos participan en la selección y descabezado del camarón capturado. En promedio, por cada tonelada puede redituar a un patrón entre $8,000.00 a $12,000.00 pesos; al motorista entre $4,000.00 a $7,000.00; ayudante de motorista obtiene ingresos de $3,000.00 a $3,300.00; al marinero y cocinero de $2,000.00 a $3,000.00, cuando en tierra gana entre $ 1,000.00 a $1,800.00 por quincena, $ 3,600.00 mensuales como máximo. Los salarios varían, se fijan arbitrariamente dada la inexistencia de normas reguladoras para las diferentes empresas; las decisiones sobre el salario dependen de la calidad y el tamaño del crustáceo (según la percepción de los propios pescadores, pagan mejor pequeños armadores que los grandes). Además, se toma en cuenta el precio en el mercado internacional, por lo que las comercializadoras realizan la evaluación de capturas para determinar el monto a saldar a trabajadores. Ante esta situación los hombres de mar critican que no exista una regulación de su salario, por lo cual señalan: “Muchos patrones deben dinero y pagan cuando quieren, retrasando el cheque aun cuando nos embarcamos por más de 30 días” (Fermín Vargas, maquinista del barco “Pez de Acero 1”, Debate Mazatlán, 20/XII/2009). Los pescadores trabajan sin garantías laborales, donde la situación laboral ha caído en cuanto a sueldos, y muchos tienen experiencias negativas con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya que zarpan y después se dan cuenta que no se encuentran afiliados. Algunos patrones abusan del pescador porque cuando tienen algún accidente los llevan a la Cruz Roja, pues resulta que no cuentan con seguro (Victorio Flores, pescador, El Debate Mazatlán, 15/VIII/2008). Elocuente es el comentario de trabajar a destajo, hecho por Sergio Corrales de la congeladora JALILI, con más de 20 años en la actividad: “Aquí, si trabajas, ganas. Ninguna cooperativa te da prestaciones y sólo tenemos seguro el tiempo que duramos 109
embarcados” (El Debate Mazatlán, 15/VIII/2008). Alejandro Ocampo Mota, subdelegado del Instituto Mexicano del Seguro Social ( IMSS) ha señalado que representantes del sector pesquero sólo anotan el número del registro patronal o patrón de la embarcación, quedando el resto de la tripulación sin afiliación. Dijo que han detectado muchas empresas dedicadas a esta actividad incumpliendo con la obligación de afiliar a la tripulación de barcos al Seguro Social. Además, “Otras empresas, al terminar el viaje, dan de baja en el Seguro al pescador, a pesar de que siguen trabajando en el avituallamiento o mantenimiento del barco y la descarga del crustáceo” (El Sol de Mazatlán, 20/VIII/2008). ¿QUÉ HACEN LAS ORGANIZACIONES PESQUERAS Y EL ESTADO? La impunidad de los armadores en la violación de derechos básicos de los pescadores de camarón de alta mar ha sido posible, además de su poder económico, por la influencia y participación en la política estatal y nacional. Desde su surgimiento, la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (CANAINPESCA) buscó la simbiosis con los poderes económicos y los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), estrategia determinante para imponer condiciones laborales a trabajadores que participan en capturas de camarón. Son varios los dirigentes de la CANAINPESCA que después han tenido puestos públicos en el municipio o diputados, como José E. Carranza Beltrán, miembro de cabildo en la administración de Martín Gavica Garduño (1993-1995); Ricardo Michel Luna como integrante del cabildo en los gobiernos de José Ángel Pescador Osuna (19871989) y de José Luis Tostado Sánchez (1989-1990). Otros mantienen relaciones muy cercanas de parentesco con quienes han ejercido las primeras posiciones de mando político en Mazatlán. Algunos dirigentes de la CANAINPESCA se han ligado al poder político. Pueden citarse a varios que en su momento estuvieron como representantes del organismo de inversionistas: Humberto Becerra Batista (presidente), Jorge y Fernando Medrano Freeman (vicepresidente y dirigente de la sección de congeladoras de la CANAINPESCA), Armando Soberanes y Ana Laura Ibáñez. Lo mismo ha sucedido con armadores, donde aún persisten algunos cotos de control político, por aludir a la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico, bajo la vicepresidencia de José Andrés Aguilar Colado y su presidente Ricardo Michel Luna, quien además es Décimo Regidor Propietario, desempeñándose simultáneamente como Coordinador de la Comisión de Pesca en el Cabildo durante el período 2008-2010 (El 110
Sol de Mazatlán/20/VIII/2008) e integrante del consejo de la Sociedad Financiera de Objeto Limitado (SOFOL), cuyo titular es Manuel Véliz de la Unión de Armadores (Noroeste Mazatlán, 19/VI/2009). Conviene recordar que algunos capitalistas incursionan en otras actividades relacionadas a la pesca; así, propietarios de embarcaciones camaroneras, transfirieron ganancias al desarrollo de astilleros: Jesús Becerra Batista, propietario del astillero Servicios Navales S.A.; Jamiro Campos de Anda, dueño del astillero, Trabajos y Rescates Marítimos S. A. de C.V. (Noroeste Mazatlán, 25/VI/2009); Alfonso González, gerente de la empresa Astilleros Pescadores Unidos de Mazatlán (Debate Mazatlán, 11/X/2007), todos integrantes de las esferas corporativas del poder económico en la localidad. Así, los “grandes” negocios de la producción camaronera tienen como rasgo en común, contratar fuerza de trabajo que no cuenta con la protección legal y seguridad social, además de míseros salarios, mecanizan sus actividades, poseen la mayoría de las embarcaciones pesqueras. Integran el grupo privilegiado en que cada uno posee más de veinte barcos camaroneros, cuya peculiaridad es estar en buenas condiciones, elevando con ello la productividad en sus capturas. Su organización de intermediación socioeconómica, compactación productiva y participación política, les permite no tener problemas fuertes de financiamiento o caer en lo que se denomina cartera vencida. La garantía de propiedades, capital e integración vertical y horizontal les garantiza óptimas relaciones con la pesquería y otras actividades económicas y políticas, lo que facilita el establecimiento de redes y convenios para el fortalecimiento de sus negocios. Los dirigentes de estos potentados son militantes o funcionarios de primer nivel en los partidos PRI y PAN, proviniendo de instancias como el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa en el sur de Sinaloa (CODESIN), organismo integrado por consejeros institucionales que representan a los ayuntamientos de San Ignacio, Mazatlán, Concordia, El Rosario, Escuinapa, Gobierno del Estado, organismos camarales, Administración Portuaria Integral ( API), y diez empresarios de la región como representación ciudadana. Para el periodo 20092012, CODESIN tiene como presidente a Javier Lizárraga Mercado; Fernando Medrano Freeman es el presidente suplente; Fernando Valdez Solano, Secretario; Javier Magaña Lizárraga tesorero. Además forman parte del Consejo Directivo, Adrián Bastidas, Gaspar Pruneda, Oscar Sánchez, Nuria García de Peña, Sergio Escutia Zúñiga, y Sergio 111
Pelayo, en calidad de consejeros ciudadanos (El Sol de Mazatlán, 27/X/2009). En la dirigencia de CODESIN están incorporados directivos de varios partidos, que les permite obtener puestos de representación en los congresos federal o estatal. Merece particular mención la intervención del gobierno federal a través del Comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), Ramón Corral Ávila, en el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006), repitiendo en el siguiente sexenio con Felipe Calderón Hinojosa. Corral Ávila estuvo apoyando al sector productor de alta mar con los siguientes programas: “Flota Limpia”, a cargo de la API y el Ayuntamiento de Mazatlán, con la función de recolectar en forma gratuita a través de la empresa Inlubsa, el aceite quemado y desechos sólidos acumulados en casi dos kilómetros del muelle al inicio de la temporada de pesca, función encomendada por autoridades de la API y el Comité de Limpieza. Otros programas de apoyo del gobierno federal para las empresas pesqueras en Mazatlán que es oportuno mencionar son: “Retiro Voluntario de la Flota Pesquera”, “Diesel Marino Especial” y “Renovación de Flota (Proflota)”. Así lo demuestra Francisco Mayorga Castañeda, funcionario de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), al anunciar recursos adicionales para el subsidio al diesel marino del próximo año: “Son 600 millones de pesos, con lo cual los productores pueden estar tranquilos, asegurándoles que el recorte al presupuesto por subsidio al diesel marino, será compensado con recursos de la SAGARPA. El presupuesto de CONAPESCA es tres mil 600 millones, pero SAGARPA tiene 73 mil millones y en el programa especial concurrente son 270 mil millones. ´Entonces, pues; si hay mucho dinero, hay que gastarlo bien´” (El Sol de Mazatlán, 9/XII/2009). Con tal capital, el gobierno federal pretende mantener el programa “Retiro Voluntario”, al prescindir de 125 barcos de un total de 141, ofreciéndoles un millón trescientos mil pesos por cada embarcación y sus derechos de pesca, considerándolo como un rescate financiero a pequeños productores. No obstante que los patrones de embarcaciones retiradas son responsables de liquidar a sus empleados, no lo hacen. Por eso, el gobierno federal pretende integrar un padrón de pescadores que laboraron en las embarcaciones desmanteladas y a quienes se les busca apoyar en proyectos productivos alternativos de acuacultura rural, maricultura y pesca deportiva, a través del 112
“Programa Alianza Contigo para el Sector Pesquero de la CONAPESCA”. Ante lo anunciado por Corral Ávila, era necesario no ignorar una realidad de exclusión social y atentatoria contra los Derechos Humanos: que 875 pescadores desempleados busquen trabajo en el mismo ramo, “abaratando” la mano de obra, aceptando cualquier pago con tal de quedarse con el trabajo, o puede suceder que incursionen en otras actividades concesionadas a otros sectores. En relación al Programa “Diesel Marino Especial”, el sector pesquero recibe un apoyo especial de 2 pesos por cada litro de diesel que consumen (prestación no otorgada a los demás sectores productivos), reduciendo el valor del insumo que registra alta demanda durante la apertura de la temporada de captura de camarón; por ejemplo, se estima que un barco gasta en promedio 40 mil litros por viaje de pesca, lo que representa un gasto aproximado de $ 317,200.00 a precio de $7.93 por litro de diesel, pero como está subsidiado el gasto real asciende a $ 237 200 pesos con el precio a 5.93 pesos por litro para productores (cálculo realizado en base al precio del carburante el 22/VIII/2009), implicando un “ahorro” de $ 80,000.00 pesos por embarcación. Surge una interrogante: ¿Cuál es el beneficio económico que obtienen armadores por este rubro? La respuesta depende del número de embarcaciones bajo propiedad. El retiro de barcos, el sistema de cuotas y la modernización de la flota son alternativas para evitar el colapso. En razón de esto, CONAPESCA propuso para el 2010, asignar 500 millones de pesos al diseño del Programa “Renovación de Flota (Proflota)” para hacer competitivas a embarcaciones que participan en capturas de camarón, sardina, tiburón y escama, porque a la fecha la atunera es la única modernizada y con tecnología de vanguardia. Entrarían todos los barcos que no superen 25 años, susceptibles de ser renovados en todos los equipos de pesca y cascos, para que reactiven un mínimo de vida útil de 10 años y puedan asegurarse para ser certificados. El Programa registra ajustes de última hora como “Programa de Reconversión” que la Unión de Armadores está impulsando con el apoyo de CONAPESCA, SAGARPA por parte de la federación y la Subsecretaria de Pesca del Gobierno de Sinaloa para modernizar a la flota. Consiste en invertir más de un millón de pesos a cada barco mediante un esquema de inversión tripartita, en donde el Gobierno Federal aporta el 40 %, el Estado contribuirá con el 20 % y el 40 % restante lo pondrán productores mediante un crédito blando a largo 113
plazo, pagable con rendimientos que tenga la flota renovada. Las embarcaciones calificadas para entrar al programa, pertenecen a 78 empresas, distribuidas entre cooperativas, personas físicas y morales, integrando una flota de 218 barcos, en donde la primera etapa de reingeniería se escogerían 78 camaroneros (Ricardo Michel Luna, Noroeste Mazatlán, 19/II/2010). Con estos “nuevos” programas de apoyo sesgado a la inversión privada, es posible revivir problemas y conflictos con otros sectores de la pesca. Existe la percepción de que para dar solución al problema de la pesquería del camarón se requiere generar consenso entre las partes involucradas. Pero al parecer cualquier propuesta de solución no dejaría conforme a todos los sectores. Con el fin de construir ese consenso entre sectores involucrados es necesario agregar elementos que den mayor certidumbre a la regulación de las actividades, de tal forma que los sectores puedan convencerse de las “bondades” de la regulación propuesta: certidumbre jurídica, seguridad financiera, ordenamiento pesquero, a fin de conducir proyectos a mejores niveles de rentabilidad, sustentabilidad y disminución de efectos ambientales. INAPLICABILIDAD DE LA LEY PARA PRESERVAR LOS DERECHOS Todo el apoyo a grandes productores, y la inaplicabilidad legal en las relaciones laborales de los pescadores y la continua violación de sus derechos humanos fundamentales, son explicables por la complicidad entre el poder económico de los capitalistas pesqueros y la permisividad-tolerancia del gobierno Estatal y Federal. El haber mantenido durante décadas el control de la producción camaronera de alta mar acrecienta su fuerza, porque dominan una de las principales actividades productivas que le da renombre internacional a esta pesquería, a la par que reditúa altas utilidades a quien controla la producción. De esta manera los armadores han incidido en el desarrollo regional, haciendo sentir una mayor influencia en la toma de decisiones políticas, poder que se acrecienta al obtener divisas por concepto de exportaciones. Pertenecer a una asociación fuerte, como la CANAINPESCA, ha permitido ejercer presiones corporativas para defender sus derechos e intereses ante la autoridad, en detrimento de la vida de los pescadores. El enramado corporativo se extiende al ser miembros y establecer relaciones con la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN). 114
En las gestiones frente a instituciones gubernamentales, los armadores llevan la delantera para hacer valer sus reclamos y derechos. A través de la organización empresarial, los armadores no buscan la vigencia de la Ley Federal del Trabajo, sino que la prioridad es la defensa de sus privilegios e intereses como productores y como sector patronal, sistema organizativo que los pone en ventaja contra pescadores desorganizados, de baja preparación educativa, migrantes y contratados de manera eventual. Debido a la inaplicabilidad de la ley y a la eventualidad del trabajo, la inestabilidad e indefensión laboral genera vulnerabilidad de los trabajadores frente a los armadores, quienes deciden unilateralmente la asignación de empleo, de tal forma que cualquier reclamo o exigencia de respeto a sus derechos sirve de pretexto para que el patrón, o sus representantes, se nieguen a recontratarlos. Los despidos son la mejor arma de intimidación. Los armadores imponen condiciones de trabajo incumpliendo derechos y escatimando pagos, bajo una relación laboral individual, tal vez guiados por la máxima política de “divide y vencerás”. La preponderante condición eventual que se les adjudica a trabajadores ha dificultado su organización, situación que se traduce en ventaja para incumplir y violar derechos a la seguridad social, a recibir salarios remunerados, a trabajar en jornadas con pagos extraordinarios. Estos derechos se convierten en letra muerta, mientras representantes de instituciones públicas se “hacen de la vista gorda”. Un ejemplo que revela el desinterés del Gobierno Estatal hacia los pescadores, es la actitud asumida por la Dirección del Trabajo al no acudir jamás sus inspectores al parque “Bonfil” para aplicar sanciones a los armadores por incumplimiento de la ley, a pesar de ser públicas y notorias las violaciones a la Ley Federal del Trabajo. La dependencia ha protegido abiertamente a los armadores, hasta justificar sus violaciones. Para encubrir su parcialidad, se dedican a levantar actas y multas a pequeños comerciantes y productores. Y qué decir del IMSS, que nunca vigila que las tripulaciones salgan a alta mar protegidas por la vigencia de sus derechos a la seguridad social. Es estremecedora la reacción de trabajadores cuando se percatan que no fueron dados de alta en el IMSS, dejando en el más absoluto desamparo a sus familias. Los patrones no informan y los pescadores jamás saben acerca de sus aportaciones, ni cuántas semanas llevan cotizadas y con qué salario han estado registrados. Según estimaciones extraoficiales, cerca del 60 % de empresas pesqueras evade el pago de cuotas patronales, sin que nadie les haga nada y por si fuera poco, en caso de 115
haber sido reportada alguna anomalía ante la Junta de Conciliación y Arbitraje Federal, rara vez es a favor del trabajador (José Guadalupe Bandrich, líder del SINDIPES, Debate Mazatlán, 21/II/2010). Durante el auge de las cooperativas en la década de 1970, los socios decidieron afiliarse al IMSS con el salario mínimo, para evitar descuentos reales por sus elevados ingresos; no pensaron que la rueda de la fortuna diera vuelta, quedando sin capitalizar en su beneficio. Eran tiempos del despilfarro y falta de previsión, que pocos pescadores se atreven a reconocer como una causa que los tiene actualmente en la pobreza: “Cuando había bonanza en la pesca del camarón tirábamos el dinero en las cantinas, con la banda, con las mujeres, y ahora nos lamentamos de no haber ahorrado. Algunos hicieron su casita, otros pusieron un negocito, pero muchos llegamos a viejos y no tenemos nada” (“El Chino”, pescador, Debate Mazatlán, 21/II/2010). En otro caso, socios de Isla Paraíso aseguran que cotizaron hasta 10 años en el sector privado de la pesca y no se les tomó en cuenta porque los patrones no daban de alta; pero lo más grave es la maniobra a través de la que el patrón engaña al trabajador, dándolo de alta unos días previos a la partida con el fin de obtener el despacho de navegación en Capitanía, pero en cuanto se aleja el barco de las costas, dan de baja al pescador. Al pasar los años, esta acción fraudulenta e inescrupulosa afecta la cantidad que reciben en el retiro. Frente a estas maniobras, el subdelegado del IMSS en la zona sur, Alejandro Ocampo Motta, reconoció la evasión en que incurren productores pesqueros, mas como no son denunciadas prescriben y, de acuerdo a la Ley del IMSS, ya no se puede hacer nada. Además reconoce que esta Ley no favorece a trabajadores del sector pesquero, luego de ser reformada, estableciendo que los afiliados necesitarán mil 200 semanas cotizadas, en lugar de 500 para alcanzar una pensión. El subdelegado del IMSS advirtió lo complicado de otorgarles pronto una pensión, debido a que tripulantes de barcos pesqueros en su gran mayoría cotizan por temporadas; en el caso de los camaroneros seis meses por año. Entonces, llevaría 50 años llegar a mil 200 semanas como lo marca la ley, y pensar en las condiciones económicas en que se encuentran para adquirir un seguro voluntario, consistente en seguir pagando por su cuenta aportaciones al IMSS con el fin de continuar recibiendo los servicios de la institución y ganando puntos para el retiro, resulta inviable.
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Las pensiones oscilan entre mil 800 a 2 mil pesos mensuales; todo depende con qué salario cotizaron los aproximadamente 3 mil pensionados y jubilados (Jesús Mujica, presidente de la Unión de Pescadores Isla Paraíso, Debate Mazatlán, 21/II/2010). Ese dinero no alcanza para vivir, por eso los pescadores que deberían gozar de un retiro siguen laborando; están en condiciones físicas positivas, pero por su edad avanzada, los patrones ya no quieren contratarlos, pues el trabajo en alta mar es peligroso y consideran más productivo a un hombre joven. Hay dificultad para calcular los cientos de personas del sector pesquero que se encuentran hacia el final de su vida productiva y en condiciones de desamparo, ya que ni cooperativas, sindicatos y el IMSS tienen registros particulares del sector. Con el fin de hacer frente a la indefensión laboral de los trabajadores del mar, en Mazatlán ha habido varios intentos de organización independiente: Unión de Pescadores Isla Paraíso, dirigida por Jesús Mojica; Unión de Cooperativas Pesquera del Puerto de Mazatlán, con Daniel Galarza, quien es el presidente del Consejo de Administración; y el Sindicato Nacional Democrático de la Industria Pesquera, con José Guadalupe Bandrich, secretario general. Las dos últimas organizaciones siguen pugnando en hacer valer los intereses y derechos de pescadores y trabajadoras de plantas congeladoras, pero han visto mermadas sus filas y su potencial debido a conflictos y disputas internas; la situación los ubica en la marginalidad al negárseles registro y no contar con la cobertura del reconocimiento oficial que los facultaría legalmente para representar a este sector, para hacer valer sus derechos que implican mejores condiciones de trabajo y de vida en proporción a las utilidades generadas por los propios trabajadores. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LA PESQUERÍA DE CAMARÓN DE ALTA MAR? La actividad está inmersa en un remolino de conflictos muy serios que podrían amenazar la paz en las costas del país. Los intereses económicos de productores pesqueros están causando estragos en la vida diaria de los pescadores de altamar y en comunidades ribereñas con mayor frecuencia que antes, ocasionando movilizaciones de grupos de pescadores ante autoridades. Esta situación se presenta recurrentemente por la disputa de la pesquería del camarón en muchos de estados costeros: Tamaulipas, Campeche, Yucatán, Sonora, Baja California Sur, Nayarit y en especial Sinaloa.
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Para el investigador Alfredo Sánchez Palafox (2002), no ha sido casualidad que existan conflictos. Por eso México fue uno de los países protagonistas en la promoción y aprobación del Código de Conducta para la Pesca Responsable, celebrada en Cancún, en 1992 y la FAO haya sugerido en relación al código la necesidad imperativa del ordenamiento de la actividad pesquera como una condición insoslayable para lograr una pesca sustentable. Sin embargo, frente a la desorganización prevaleciente, Sánchez Palafox (2002) hacía referencia a la enorme complejidad de la pesquería de camarón, tanto en el orden jurídico, administrativo o económico, como científico, tecnológico, social y político. Según el investigador, los problemas se agravaron por reorientaciones introducidas en las políticas de gobierno, que dieron un giro radical a la política económica y social del país, particularmente durante los últimos cuatro sexenios, debido a la emisión de ordenamientos normativos, donde especies valiosas reservadas a cooperativas fueron “liberadas” de su régimen de exclusividad, asestando con ello un durísimo golpe al sector social de la pesca. Estas nuevas condiciones económico-políticas del país han determinado el carácter deficiente de la regulación legal en las relaciones de trabajo de pescadores, repercutiendo en la continua violación de sus derechos, y fortaleciendo al poder económico y político que tienen los productores, gracias a la tolerancia y permisibidad de los gobiernos estatal y federal. Semejantes prácticas de protección del poder público al poder económico, han dejado cuentas pendientes por saldar con pescadores, quienes todavía no llegan a manifestarse en acciones más críticas, evitando hasta ahora que los problemas no sean expresión de la ingobernabilidad. Ante esto, autoridades federales han puesto en marcha el ordenamiento pesquero, pero no van más allá del trasfondo del problema, encaminados a remover contenido ético y valorativo de las acciones, es decir que los diferentes actores sociales y políticos inmiscuidos en la pesca del camarón asuman su responsabilidad para emprender con seriedad acciones reorganizativas en la vida social, económica, política y ecológica. Bajo estas circunstancias, las dinámicas de una pesca sustentable o responsable, es una meta lejana de alcanzar, mientras la prioridad del modelo de crecimiento económico sea la maximización de la ganancia. BIBLIOGRAFÍA 118
-Comisión Nacional del Agua- (2001). “Estudio de calidad del agua de la bahía de Mazatlán”. Subdirección Regional Técnica, Gerencia Regional Pacífico Norte, México. Covantes Rodríguez César y Beraud Lozano José Luis (2011). La pesca de camarón de altamar en Mazatlán, Sinaloa. ISBN 978-607-7929-61-1, Universidad Autónoma de Sinaloa, Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, México. Franco Gordo, María de Carmen et al. (1991). “Proyecto de ordenamiento ecológico del estero del Sábalo y su área de influencia, Mazatlán, Sinaloa”. Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de Guadalajara, México. INEGI- Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática- (2011). XIII Censo General de Población y Vivienda 2010. Aguascalientes. México. SAGARPA-Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación- (2009). Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2007, México. Fecha de consulta, 13 de agosto 2009. Disponible en: http://www.conapesca.sagarpa.gob.mx/wb/cona/12_de_agosto_de_200 9_mazatlan_sin. Sánchez Palafox, Alfredo (2002). “El ordenamiento pesquero en México, ¿tarea imposible?”. Periódico La Jornada, México. Fecha de consulta, 23 de agosto 2009. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2002/09/30/ecod.htm. CNA
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ESPECIAL EL TURISMO Y LOS DESTINOS Y RETOS
ENTORNOS
SOCIALES:
Mariana PEREIRA CHAVES PIMENTEL y Thiago DUARTE PIMENTEL
Doctora en Ciencias Sociales y profesor de turismo del Instituto Southeast Federal de Minas Gerais, Campus Santos Dumont, Brasil.
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RESUMEN Un enfoque habitual entre los analistas del fenómeno del turismo, es cómo logra ubicarse como tal un sistema turístico, y porqué resulta una tarea tan compleja. El objetivo aquí es analizar cómo el posicionamiento de los destinos turísticos en el entorno, ofrece oportunidades o limitaciones. Miramos el concepto de los destinos turísticos como parte del macro entorno que se formó en el siglo XX y las implicaciones de su mismo posicionamiento. Los elementos del sistema turístico no son aislados y las características del medio ambiente constituyen un macro-ambiente que afecta también a los sitios y destinos en particular. Diferentes entornos pueden imprimir o promover límites, obstáculos o bien oportunidades. En otros términos, los proyectos de desarrollo del turismo por lo general se limitan a considerar el potencial del sistema, sin considerar que el medio ambiente puede restringir sus recursos y capacidades. INTRODUCCIÓN El turismo es visto como un fenómeno articulado por relaciones diversas. Se compone de moblajes o aspectos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales. Es decir, se ve influido y puede influir en el entorno en el que está establecido. Así, el enfoque más común entre los estudiosos del tema turismo es que se concibe como un sistema (Beni, 2001). Se puede definir como un conjunto de componentes ordenados e interrelacionados que se afectan entre sí (Bertalanfy, 1973; Buclkey, 1971; Churchman, 1972; Katz, Kahn, 1986). Sin embargo, de acuerdo con Beni (2001), la constitución del medio ambiente del sistema de turismo es una estructura muy compleja. Subraya que si tenemos en cuenta que algo está "fuera" del sistema significa que el sistema puede hacer relativamente poco sobre la naturaleza o el comportamiento de lo que está fuera. Pero, si el sistema puede hacer muy poco acerca de las características y el comportamiento de algo que es foráneo, el reconocimiento del entorno específico puede ser estratégico. En este sentido, el objetivo es analizar las relaciones del destino con lo macro, lo meso y lo micro
Doctor en Sociología y profesor del Departamento de Turismo, Universidad Federal de Juiz de Fora, Brasil. Maestro en Administración y Lic. en Turismo.
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del ambiente. Y cómo los entornos pueden presentar oportunidades y limitaciones de los destinos. EL SISTEMA EN LOS DESTINOS TURÍSTICOS El turismo es un agregado de varias características procesadas que dan lugar al producto turístico, y por lo tanto puede ser considerado como un sistema. Pero para ser considerado como tal, de acuerdo con Beni (2001), debe contener: Medio ambiente, como un conjunto de relaciones que no son parte del sistema, pero que influyen; Elementos o unidades que componen el sistema; Relaciones o vínculos entre los elementos del sistema; Atributos o cualidades de los elementos que caracterizan el sistema; Entrada (input): lo que el sistema recibe y será procesado; Salida (output): el producto final de los procesos de transformación; Según Leiper (1990), las relaciones entre los elementos del sistema están marcados por la influencia de los diferentes contextos en los que se producen, es decir, el entorno. Y este, de acuerdo con Beni (2001), se compone de objetos que no son parte del sistema, pero que no obstante ejercen influencia sobre él. ¿Cómo el medio ambiente puede influir en el sistema turístico? ¿Cómo es el ambiente? ¿Cómo definir el límite entre el sistema y su entorno? Según Luhmann (1997), un sistema no existe por sí mismo; acciones, procesos y estructuras actúan como componentes. Cuando se hace una distinción, para Luhmann (2009), la elaboración de una marca que separa dos partes, establece la forma del sistema. La forma es, por tanto, una línea que marca una diferencia. El sistema se caracteriza por una forma compuesta por dos partes: el sistema en sí y el medio. Ninguna parte de la forma es algo en sí mismo...la forma de auto-referencia es desarrollada, pero más específicamente desarrollada como auto-referencia en el tiempo (Luhmann, 2009, p. 86a). Pero, (...) La teoría de sistemas opera en un lado del formulario. Con esto también se afirma que a pesar de la afirmación de la universalidad de la teoría de sistemas, (...) no es en forma de teoría de un mayor nivel de generalidad y abstracción, como podría ser aplicado a las matemáticas, la semiología, la teoría de sistemas, e incluso un buen número de temas actualmente en discusión: medio/forma; acoplamiento débil/fuerte acoplamiento...(Luhmann, 2009, p.88).
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La teoría de sistemas tiende a considerar sólo un lado de la forma. El autor sugiere, además, que la discusión de los temas de la teoría de la incorporación de esta forma sub observada, es otra dimensión de la teoría de sistemas. Pero, ¿cómo es posible analizar la relación con el medio ambiente y las implicaciones de esta relación para los destinos turísticos? En general, aun sin tener un destino turístico de referencia, algunas características del entorno afectan no sólo el sistema de turismo, sino a muchos otros sistemas (económico, político, ambiental, tecnológico), formando así un entorno macro, que afecta de diferentes maneras los diferentes destinos turísticos, principalmente porque ahora vivimos en un mundo de interrelaciones globales. Varios teóricos se dedican a analizar las interdependencias entre las regiones y las naciones antes de la consolidación del capitalismo como sistema de producción dominante desde la Revolución Industrial (mediados del siglo XVIII). El surgimiento y la difusión de esta modalidad de producción de casi todo el planeta ha traído consecuencias diferentes para los distintos países y regiones. Como consecuencia, las implicaciones también inciden en los destinos turísticos, tanto locales, regionales o nacionales. Algunos estudiosos buscan, entonces, entender la ocurrencia de tales implicaciones en el sistema turístico. MEDIO AMBIENTE: LA CONSTITUCIÓN DE LAS CONTRADICCIONES La revolución industrial suele ser culpada de la ola de cambios económicos y de la vida en general de la sociedad moderna. Sin embargo, según Ribeiro (1979), un factor clave es debido al condicionamiento de las posibilidades de este avance tecnológico por dos factores: a) estructurales, en relación con los conflictos entre empleadores y empleados, b) formas de integrar a las personas en la civilización industrial, mediante la aceleración de la actualización productiva o histórica.1 Sin embargo, para el autor, ninguna de estas formas de condicionamiento es inherente a la revolución industrial, porque todas las revoluciones tecnológicas anteriores se extendieron en los procesos 1
Darcy Ribeiro (1979) asociado con la aceleración de la estructura productiva autónoma un pueblo, y para actualizar la conformación histórica de otras personas como dependientes de la prosperidad de los demás.
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de desarrollo, y cuya capacidad estaba relacionada con el carácter de la estratificación social. Por tanto, las sociedades humanas evolucionan en dos diferentes formas, complementarias. La primera tiende a desarrollarse intensamente, por el dominio de las nuevas tecnologías y la subyugación de los pueblos sometidos a los que se impone económicamente. La segunda, más frecuente, corresponde a la incorporación o actualización histórica, dominada por la expansión e involucramiento de variados grupos sociales y personas. Ribeiro (1979) se interioriza en las revoluciones tecnológicas, comerciales, industriales y termonucleares para resaltar el tipo de evolución socio-cultural resultante de las mismas. En cuanto a la revolución comercial, que se caracteriza en lo fundamental por la navegación oceánica, las armas de fuego y de la metalurgia del hierro, hubo dos procesos civilizatorios. El primer conjunto de aceleración evolutiva remite a los imperios mercantiles de la Península Ibérica y Rusia, y con la incorporación de formaciones históricas coloniales y de esclavitud (Brasil) o colonial de mercado (fábricas asiáticas). Otro proceso de aceleración evolutiva fueron las primeras formaciones mercantiles capitalistas (Francia, Reino Unido) y la incorporación de formaciones históricas esclavo coloniales (Antillas), colonial-market (Indonesia) y el asentamiento colonial (Estados Unidos). Como una extensión de la expansión industrial del siglo XVIII, una intensa acumulación de capital transformó los contornos del capitalismo y las formas de condicionar el progreso de las sociedades vigentes hasta entonces. La libre competencia, descrita por Marx en El Capital, y reconocido por la inmensa mayoría de los economistas como una "ley de la naturaleza" (Lenin), se conciben aquí como un generador de concentración de la producción, lo que conduce finalmente al monopolio. Ergo: la etapa de consolidación monopólica del capitalismo en el siglo XX, caracterizado por la concentración industrial y la expansión imperialista de los países hegemónicos (PAULA, 2005). La acumulación, que en las economías autónomas ha llevado a la escasez de mano de obra, ha creado las condiciones para un alza relativa de los salarios reales y la homogeneización social, pero al mismo tiempo ha producido en las regiones periféricas propósitos radicalmente distintos: las estructuras de marginación social engendradas y reforzadas con los reemplazados de la dominación (Furtado, 1995). Para Furtado, son los problemas y preocupaciones 124
que empiezan a manifestarse en los países en desarrollo, especialmente en América Latina, que van delineando los problemas del desarrollo económico. La reflexión sobre el desarrollo entra en juego en el escenario mundial a fines de la década de 1940, en el contexto de la reconstrucción de la Europa devastada por la guerra, durante la cual los países europeos, hasta ahora autónomos, comienzan a sufrir de problemas similares a otros suburbios: la estructura agraria anacrónica, retraso en la agricultura campesina, el desempleo crónico y subempleo, y la necesidad de un Estado capaz de afrontar el reto de establecer regímenes democráticos capaces de llevar a cabo simultáneamente la reconstrucción de la posguerra y para superar el atraso social y económico. A partir de ahí, se pueden destacar tres escuelas de pensamiento sobre el desarrollo (Sunkel, 1979). Concibe el desarrollo como el crecimiento, definido en términos de renta per cápita y la tasa de crecimiento. Esta corriente admite que el objetivo del desarrollo es lograr el mismo tipo de sistema económico, el desarrollo social y político de los países de alto grado de desarrollo; es decir, el desarrollo es el diseño de un proceso de transición hacia el capitalismo maduro. Sin embargo, el desarrollo y el crecimiento se pueden distinguir, según Paul Singer (1982), por el hecho de que el crecimiento es visto como un proceso cuantitativo de expansión, más comúnmente observado en los sistemas de los países industrializados relativamente estables, mientras que el desarrollo se considera un proceso de transformaciones cualitativas de los sistemas económicos que prevalecen en los países subdesarrollados. Luego sigue el reconocimiento de la naturaleza, entre los sistemas económicos de estos dos tipos de países. Un segundo momento es visto como una secuencia de etapas históricas que son en general las mismas tendencias que se observan en los países centrales. Sin embargo, para Frank (1966), la relación entre el desarrollo y el subdesarrollo no son sólo resultados comparativos de un proceso histórico de la influencia recíproca entre dos realidades del proceso de fortalecimiento simultáneo del sistema capitalista. Para el leninismo y su cuestionamiento al imperialismo, el proceso de acumulación siempre tendió a aumentar las diferencias entre un centro de homogeneización creciente, y una variedad de las
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economías periféricas, donde las disparidades continúan empeorando, tanto entre y dentro de las economías del propio territorio nacional. La tercera corriente, “estructuralista”, pone el énfasis de la política de desarrollo de una serie de reformas estructurales, el papel del Estado como un mentor y promotor, y una expansión de las condiciones de financiación externa y el comercio internacional. Como consecuencia de cierta frustración del desarrollo nacional y la cooperación internacional, los expertos han llegado a la conclusión de que este conjunto de políticas se dibujó a partir de modelos demasiado simplistas y unilaterales. Los nuevos enfoques, tales como el "desarrollismo" de Bresser Pereira (2007), denominado por el autor como una alternativa al proyecto neoliberal, y el "desarrollo como libertad" de Amartya Sen (2000), no consideran que podemos prescindir de la utilización de los mercados en el proceso de construcción de un desarrollo sustancial; de hecho, son indispensables como soporte. La estructura de la producción capitalista se mantiene así. Otros teóricos, sin embargo, bajo la influencia del movimiento revolucionario de Marx y Engels, después adoptado por Lenin, Trotsky y otros, se dedicaron a analizar el fenómeno del desarrollo no desde un análisis histórico lineal, sino más bien desde una noción de la totalidad, es decir, desde el conjunto de relaciones entre los países. La teoría del desarrollo desigual y combinado de Trotsky (Löwy, 1998) arroja luz sobre este debate. El autor sostiene que con el surgimiento del capitalismo a nivel de sistema mundial, la historia del mundo se convierte en una totalidad concreta y contradictoria. No se ha diseñado la importancia de un proceso de desarrollo equilibrado en el capitalismo ni la disminución de los desequilibrios, porque el desarrollo capitalista intrínsecamente produce la miseria. Lo que está claro es que a pesar de las transformaciones conceptuales y estructurales que sufre el concepto de desarrollo, sobreviven las profundas disparidades de los contextos globales y regionales. EL ENTORNO Y LOS DESTINOS TURÍSTICOS Para discutir las implicaciones de la posición del sistema de turismo en el medio ambiente, realizamos un breve análisis de la constitución del entorno de relaciones de interdependencia y que 126
caracteriza al mundo globalizado en el que caen los sistemas de información turística. Con esto en mente, analizamos las relaciones entre el medio ambiente y el sistema, con Brasil como ejemplo, en tres niveles: global (macro), nacional (meso) y regional/local (micro), con referencia al noreste de Brasil y también el estado de Ceará. Como se ha señalado, Ribeiro (1979) argumenta que las sociedades evolucionan mediante la aceleración productiva o histórica, y que la acumulación creó, por un lado, las condiciones de homogeneización social en los países y regiones de la economía autónoma y, por otro, también ha producido marginación social en las regiones periféricas y ha reforzado las estructuras de dominación. En cuanto al turismo, el debate sobre las formas de integración en el sistema capitalista mundial, también despertó el interés de algunos estudiosos del turismo. Montejano (2001), al comparar el desarrollo del turismo en los países desarrollados y subdesarrollados, se dio cuenta de que la disposición desigual de los recursos entre los países (materiales, tecnología, información, etc.), obviamente que tiene implicaciones en el sistema turístico. Divide el análisis de los países en cuatro grupos: los desarrollados, intermedios y en desarrollo, los países en vías de desarrollo o subdesarrollados y los países de economía planificada. Montejano parte de la premisa de que los países desarrollados (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Japón, etc.) son grandes emisores de turistas en el mundo, y los de mayor promedio de gasto diario por viaje; también, tales naciones tienen una alta demanda de turismo interno, además de presentar muy altos índices de un turismo receptivo internacional. En cuanto a los países de desarrollo intermedio (Grecia, Turquía, Croacia, etc.) son en su mayoría países receptores, y también con altos porcentajes de turismo interno. En relación con los países en vías de desarrollo o subdesarrollados son predominantemente receptores y según Montejano (2001) se pueden dividir en tres grupos: --Un primer grupo estaría formado por territorios pequeños y muy especializados, como por ejemplo Bahamas, Costa Rica, República Dominicana, entre otros. --El segundo incluye a países con restricciones pero también receptivos: China, Malasia, México.
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--El tercero está formado por países en esencia receptivos como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Brasil. Montejano (2001) estudió también el caso de los otrora países de economía planificada, en especial los de Europa del Este, que eran receptores y transmisores al mismo tiempo. Diferentes a los países desarrollados, ya que a pesar de tener alta emisión, los emisores y viajantes fueron principalmente para los propios países de Europa del Este, y de bajos gastos por viaje. Ouriques (2008), por su parte, señala que en los últimos 50 años, los países subdesarrollados han realizado un gran esfuerzo (exenciones, incentivos, donaciones de tierras, etc.). Sin embargo, no ha sido suficiente para cambiar la estructura global de la economía turística. El autor analiza cifras presentadas por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para el período de 1990 a 2004: Cuadro 1.1 Llegada de turistas por región del mundo Región
1990
1995
2000
2004
Europa
60,45
58,24
57,55
55,38
EUA + Canadá
12,42
11,17
10,30
8,51
México + América Central
4,35
4,22
3,63
3,44
Caribe
2,59
2,59
2,48
2,36
América Del Sur
1,76
2,17
2,21
2,09
Ásia + Oceania
12,77
15,30
16,19
18,98
África
3,47
3,78
4,11
4,50
Oriente Médio
2,19
2,53
3,52
4,73
Total
100,00 100,00 100,00 100,00
Fuente: Ouriques (2008, p.7)
128
Como se puede ver, Europa tiene la mayor proporción de los flujos internacionales de turistas (55,38%), seguido por el conjunto formado por las regiones de Asia y Oceanía, que presentan un aumento considerable. Este incremento se debe principalmente al crecimiento del turismo en China, debido, según Ouriques, a la apertura política y económica promovida por la enorme nación oriental a lo largo de la década de 1980, y en parte también a la baja valoración de la moneda china, lo que favorece el intercambio de turistas. Por lo demás, Europa, Estados Unidos y Canadá concentraron en 2004, el 63,89% del flujo turístico mundial. En su caso, y dado que el conjunto compuesto por México, el Caribe, América Central y América del Sur logró un rendimiento relativamente constante durante el período de estudio, que van desde el 8,7% en 1990 al 7,89% en 2004. En otros términos, su participación en la distribución del flujo de turistas a nivel mundial es modesto. En cuanto al conglomerado de África y Oriente Medio, se observa un aumento notable en el número de turistas, de 5,66% en 1990 al 9,23% en 2004 (alrededor de un 60%). Sin embargo, es válido destacar que a pesar del incremento de su participación en los flujos turísticos mundiales, este porcentaje en términos absolutos sigue siendo pequeño en comparación con las tasas en otras regiones. Como resultado de la distribución del flujo de turistas internacionales, la distribución de ingresos por turismo internacional, también es desigual entre los países desarrollados y subdesarrollados. Tabla 1.2 Ingresos por región destino turístico internacional (%)
Región
1990
1995
2000
2004
Europa
52,89
51,66
48,28
51,01
EUA + Canadá
18,83
17,74
19,70
16,08
1,93
2,40
2,58
2,98
3,56
2,99
México + América 2,37 Central Caribe
3,23
129
América do Sul
1,83
1,75
1,91
1,84
Ásia + Oceania
17,20
19,65
18,73
20,62
África
2,37
2,07
2,18
3,15
Oriente Médio
1,90
2,66
3,65
4,04
Total
100,00 100,00 100,00 100,00
Fuente: Ouriques (2008, p.9) Como se observa en la tabla, Europa, Estados Unidos y Canadá, en conjunto, concentran 71,16% de los ingresos globales en 1990, pasando en 2004 a un 64,96%. A pesar de esta reducción, sigue siendo innegable la concentración de la riqueza del sector en estos países. Así, el autor se pregunta si el turismo en sí mismo conduce al desarrollo. Para él, el desarrollo económico parece, por el contrario, establecer las condiciones para que el turismo se desarrolle. También advierte que en la periferia del capitalismo, el turismo ha sido presentado como una base para el desarrollo. Sin embargo, argumenta que en "los casos más extremos, el turismo internacional a los países emergentes les impuso una forma de tipo neocolonial de desarrollo; es decir, quita poder a nivel local y regional y se concentra en manos de empresas multinacionales" (Ouriques, 2008, p.12). MEDIO AMBIENTE Los efectos de los modos antagónicos de la integración de la civilización moderna no se reprodujeron sólo entre países sino también dentro de ellos. Dentro de éstos, algunas regiones de intensa producción expandieron su área de influencia en zonas marginales dependientes (Ribeiro, 1979). Son regiones de intensa actividad económica, pero en sus zonas de influencia periféricas y dependientes no hay suficientes productos, servicios, puestos de trabajo e ingresos. Como resultado, no sólo el sistema de turismo global se ve afectado por esta disposición del medio ambiente. Una vez que tal disposición se replica dentro de los países, sus consecuencias se dejan sentir también en los sistemas turísticos nacionales. Analizando el 130
caso de Brasil, por ejemplo, se puede ver una similitud con los resultados presentados por Montejano donde se puede observar la distribución desigual de los flujos entre las regiones. En Brasil, el sudeste, la región más desarrollada económicamente (Ruiz; Domingues, 2008), es el mayor mercado emisor de turistas del país y concentra más del 47% de los envíos aéreos realizados. Al mismo tiempo, también recibe a la mayoría de los viajeros, con más de 47% de los desembarques nacionales. De manera similar se comportan los países desarrollados analizados por Montejano (2001). En la región también se concentra la mayor parte de los ingresos procedentes de las actividades turísticas. Según el Ministerio de Turismo, las actividades del mercado brasileño en el rubro genera ingresos de 2,9 millones de reales; sin embargo, el 75% de los eventos realizados en Brasil se concentran en São Paulo. Otro segmento del mercado es el sector náutico, que genera ingresos de $500 millones de dólares por año en Brasil, pero más del 70% de la actividad se concentra en el sudeste, especialmente en São Paulo y Río de Janeiro. Ya el noreste, los menos desarrollados económicamente (RUIZ; Domingues, 2008), es la segunda región que recibe más turistas en el país, lo que equivale a casi el 20% de los desembarques nacionales, lo que corrobora el argumento de Montejano (2001) en cuanto a la recepción como tendencia turística en las regiones subdesarrolladas. Además, la región noreste es también la segunda mayor emisora. Ha registrado más del 19% de los envíos aéreos del país. Esta homogeneidad en la emisión y recepción en las regiones es un fenómeno reciente. Al considerar los datos de 2004, se prevé otro escenario. Ese año, el nordeste tenía sólo el 4,9% de los envíos nacionales y el 4% de los desembarques (vuelos regulares). En cuanto a los vuelos no regulares (charters, arrendamiento de aeronaves, vuelos privados), en los que el porcentaje de los viajeros de turismo es predominante, en ese año el nordeste brasileño recibió el 65% de los desembarques, con el predominio del turismo receptor en las regiones subdesarrolladas. MICROAMBIENTE Centrando el análisis, encontramos que un desarrollo turístico en uma región también produce resultados heterogéneos. En el noreste de Brasil (Dantas, 2007), los flujos no sólo se dispersaron; tampoco las 131
inversiones, proyectos e incentivos públicos a la empresa privada se distribuyeron de forma equitativa a los estados de la región. Dantas (2007) dice que en la primera fase de PRODETUR/NE (Programa de Desarrollo del Turismo en el Nordeste), para el año 2005, las inversiones previstas para los estados del noreste se acercaban a 900 millones; las mayores parcelas distribuidas para los estados de Bahía (300 millones de dólares) y Ceará (160 millones de dólares), con un total del 51% del monto total de los recursos. Cuando se analizaron los recursos invertidos por los gobiernos locales, en colaboración con los organismos regionales y nacionales, Bahía y Ceará tuvieron el liderazgo, concentrando 56,21% del total. En cuanto al apoyo al sector privado con la inversión pública en infraestructura básica (redes de alcantarillado, suministro de agua, electricidad, vías públicas de tráfico) y para apoyar el turismo (señalización, establecimiento de información y apoyo turístico), concluyeron que las ciudades con el mayor número de establecimientos hoteleros son, precisamente, las capitales de los estados de Bahía (Salvador) y Ceará (Fortaleza). En tales zonas se canalizó gran parte de la inversión pública. Aún así, Dantas estudia más específicamente el estado de Ceará, y se da cuenta de que las inversiones públicas se orientan de forma diferente para el territorio. Siguiendo los objetivos del PRODETUR con las obras de infraestructura en la costa oeste de Ceará, zona turística considerada una prioridad, con la ciudad de Fortaleza como capital, se encuentra en la recepción de inversiones estatales, por las obras de un aeropuerto internacional y carreteras costeras. El autor citado encontró que, en general, los resultados de las inversiones públicas (aeropuertos, carreteras) en el sector privado (en particular las empresas hoteleras) en Ceará son condiciones para la atracción y la distribución de los flujos turísticos en el noreste. Sin embargo, estos flujos se concentran principalmente en las capitales del nordeste, y sólo de forma marginal llegan a otros destinos costeros no menos importantes de todo el litoral. Teniendo en cuenta el contexto en el que operan los destinos turísticos, se impone la pregunta: ¿es el turismo como sistema un sendero viable para transformar la historia de las regiones y las naciones subdesarrolladas, a través de una inserción activa y autónoma en la dinámica del entorno global, nacional, regional o 132
local, y capaz de promover el desarrollo endógeno y sostenido con el fin de reducir y superar incluso la desigualdad de condiciones entre los centros y las periferias?. CONCLUSIONES Este estudio ha tenido como objetivo analizar las relaciones entre el medio ambiente y el destino turístico, con el sistema turístico que alberga, para reconocer cómo estos entornos pueden presentar oportunidades y limitaciones, un poco a partir del concepto sistema de Luhmann. El entorno no sólo es capaz de influir e interferir en los sistemas turísticos, sino que afecta su funcionamiento. Aunque el sistema no tiene control sobre el medio ambiente, es esencial reconocer sus características. El posicionamiento de los destinos turísticos en diferentes entornos pueden determinar las oportunidades para su consolidación. Por tanto, el argumento recurrente de que el turismo constituye una base sólida para el desarrollo se limita a considerar el potencial del sistema, pero no analiza cómo el medio ambiente puede maximizar o restringir los recursos y capacidades. De modo que la idea de que es la fuerza de atracción del destino lo que da energía a todo el sistema turístico, parece no tener en cuenta otros factores que son cruciales para su desarrollo. Los componentes propios de los destinos turísticos son básicos, pero es de suma importancia el entorno que influye de manera decisiva sobre la capacidad de un sistema determinado. BIBLIOGRAFÍA BENI, M. C. Análise Estrutural do Turismo. São Paulo: Ed. Senac, 2001. BRASIL. Ministério do Turismo. Dados e Fatos. Disponível em http://www.dadosefatos.turismo.gov.br/export/sites/default/dadosefatos/ anuario/downloads_anuario/Anuxrio_Estatxstico_2011__Ano_base_2010_-_24-05-2011.pdf. Acesso em 27 jul. 2011. BRASIL. Ministério do Turismo. Notícias. Disponível em http://www.turismo.gov.br/turismo/noticias/todas_noticias/201004102.html. Acesso em: 29 jul. 2011. COOPER, C.; FLETCHER, J.; FYALL, A.; GILBERT, D.; WANHILL, S. Turismo: princípios e práticas. Porto Alegre: Artmed Ed. 2007. 3ed. DANTAS, E. W. C. Imaginário social nordestino e políticas de desenvolvimento do turismo no nordeste brasileiro. Revista Espaço e Tempo, N. 22, 2007.
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ARENAS Revista Sinaloense de Ciencias Sociales Número 34 Se terminó de imprimir el día 31de Julio de 2013 con un tiraje de 500 ejemplares en los talleres Gráficos Once Ríos Editores, Rio Usumacinta No. 821 Col. Industrial Bravo Culiacán, Sinaloa Tel. 667-7122950