2 minute read
El rompecabezas del éxito
“Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas” Madre Teresa de Calcuta.
El rompecabezas del éxito
Advertisement
La madre Teresa de Calcuta, siempre resaltó el valor de tener aliados en la vida, porque la importancia del éxito no radica en la individualidad. Aún en el trabajo más insignificante, necesitamos de alguien. Inclusive las personas más exitosas del mundo, llegaron hasta donde están hoy, gracias a la ayuda de alguien. La realidad es que, solos no somos nadie. Es la unión la que marca una diferencia en los resultados. Para alcanzar nuestros sueños, necesitamos trabajar en equipo.
El trabajo mancomunado asocia las aptitudes y las capacidades de los miembros. Además, potencia sus esfuerzos y la eficacia está asegurada. Es imprescindible formar equipos. Incluso nuestra existencia está garantizada por la agrupación y la unión de las personas. Desde los primeros primates hasta los primeros homínidos y hasta llegar a la era actual, la agrupación más conocida en el mundo es la familia, los mejores aliados para llevar a cabo misiones de sobrevivencia, duplicando la posibilidad de éxito. Los primeros seres humanos nos dieron la posibilidad de existir, gracias a su sentido de cooperación, de unión y de la creación y conservación de vínculos, que les ayudó a conseguir un objetivo, para elevar su espíritu y alcanzar lo impensable.
No podemos pensar en la independencia como sinónimo de éxito, ya lo dice el psico dramaturgo Jorge Bucay en la siguiente cita: “Para ser independiente habría que ser autosuficiente, y nadie lo es. Nadie puede prescindir de los demás en forma permanente. Necesitamos de los otros, irremediablemente, de muchas y diferentes maneras” (Bucay, 2017). Somos seres que necesitan estar rodeados de otros constantemente, somos como las piezas de un rompecabezas que cobran sentido sólo cuando son unidas y encajadas.
41
Es por ello que, desde pequeños nos enseñan que la unión hace la fuerza. Y cuando dejamos de ser niños y salimos de nuestra esfera familiar a conocer de qué va la vida y en busca del éxito, lo primero con lo que esperamos contar es con los amigos, con compañeros de trabajo o de estudio. Con ellos interactuamos en contextos diferentes, pero siempre con un objetivo en común, y cada logro que conseguimos es gracias al aporte de cada miembro que conforman nuestra esfera social. Aunque, esta tiene su debilidad y es que constantemente necesita afirmarse a través de la motivación, la confianza y la comprensión. Elementos que ocupan un doble rol, como columna que edifica las relaciones que forjamos y como lazos de cohesión que interactúan entre diferentes valores culturales, ideologías, creencias, etc.
Nos pasamos la vida entera intentando mantener un sentimiento de comunidad, tal vez porque así funciona todo en la naturaleza, incluso el reino animal, y hasta los insectos tienen claro que el éxito está asegurado por la unión. Pero quizá sean pocas las oportunidades que nos brinda la vida para entender que, para llegar a esto, debemos superar las orientaciones personalistas, los individualismos, el resentimiento y el más peligroso de todos, el egoísmo pues prima en casi todos los aspectos de la sociedad. La vida es una montaña que requiere trabajo en grupo y escalar una montaña es mejor si se lo hace con amigos o con la familia, por- que al llegar a la cima el sentimiento de triunfo no tiene el mismo significado ni la misma intensidad como cuando subes solo.
Jacqueline Nogales