2 minute read
Memorias pasadas
“Los pueblos indígenas hemos podido ocultar nuestra identidad porque hemos sabido resistir” Rigoberta Menchú
Memorias pasadas
Advertisement
El ojo guarda un profundo secreto; no es solo un sentido más. En el ojo, cabe una infinidad de imágenes en la que receptamos la realidad en la cual vivimos. Nuestros antepasados vivieron la esclavización que sufrieron en manos de aquellos españoles sin sentimientos y sangre fría. Nuestros ojos han guardado por años aquellas escenas de dolor, que quedaron impregnadas en nuestra memoria. Si pensamos cuales son las razones de estar en este mundo, cuál es nuestra historia o la necesidad de saber nuestra identidad, seriamos capaces de echar un vistazo a nuestras raíces. Así el ojo sanaría nuestra realidad.
En el artículo masticar la propia lengua de Watanabe “Todo cuerpo es Tótem” significa el símbolo de la tribu, como en el poema que nombra a Pachacámac, el creador de nuestros antepasados. Podemos imaginar un extenso mar de imágenes, de sonidos, de lugares; a pesar que Dávila utiliza mucho un lenguaje cotidiano entre español y kichwa. Hoy en esta época no es muy diferente, aún seguimos ignorando, tratando mal, irrespetando a nuestros hermanos indígenas, aún seguimos llenando nuestros ojos con una realidad indiferente. ¿Acaso no somos como ellos?, nos creemos de un status alto cuando son ellos quienes lucharon para ser un pueblo libre; con sangre guerrera que no se deja vencer.
La obra nos lleva a recorrer caminos místicos, de dolor, protesta de una identidad, un pueblo que sigue luchando para que sea escuchado, creando una historia mestiza, una historia que es nuestra. Boletín y elegía de las mitas, encierra en su estructura algunos recursos literarios tales como: onomatopeyas, aliteraciones, metáforas, anáforas, sinestesias, entre otros; los cuales dejan ver la sublimidad con la que escribió César
91
Dávila su obra poética para trasmitir el dolor del indio hecho suyo. (CABRERA, 2014).
Las injusticias que vivieron, los traslados forzados y las rupturas de sus lazos familiares hicieron caer en estado de depresión a muchos de nuestros aborígenes que llegaron al suicidio y la muerte. Debemos sanar nuestros ojos de esas memorias que quedaron a lo largo de la historia, alzar nuestras voces por aquellos que siguen siendo violentados, protegerlos porque no somos nada sin nuestro pueblo, sin nuestra sangre.
La ira y el dolor de los indígenas esclavizados, la opresión que tuvieron con los españoles; un pueblo tan frágil, los latigazos y cada gota de sangre que derramaron para sobre- vivir. Como descendientes llevamos ese dolor que nos llena de emoción y nostalgia. “Y, pateándole, a caminar delante de nuestros ojos llenos de lágrimas.” (DÁVILA, 1959). El escritor rememora el nombre de decenas de indígenas que fueron olvidados, resalta un clamor de un pueblo que luchaba por recuperar su vida y que seguirá luchando por los suyos. Boletín y Elegias de las Mitas es más que solo unas palabras en kichwa.
Alisson Factos
REFERENCIAS
• CABRERA, J. X. (2014). UNIVERSIDAD DE CUEN-CA. Obtenido de http://dspace.ucuenca.edu.ec/bits- tream/123456789/5274/1/tae11.pdf • DÁVILA, C. (1959).