FACTUM REVISTA LITERARIA
AGOSTO 2013 no. 1
AUTORES creación LIBROS Fabiano Marchiorato / Patricio Hodgers / Alex Madueño / Alejandra María Jordán / Julio Luna / Octavio Cabrera / Georgina Mojica Santoscoy / Julián Iriarte / Alan Mejía Varel / Cristobal Álvarez / Laura Rizzi / David Urrutia / Fabián Luna / Alejandro Ibáñez Fontan / Darío Sánchez / Armando Chivarria / Maite Cabrera / Bernardo Paez / Fernando Bermudez / Ángeles Cabrera
FACTUM REVISTA LITERARIA
FACTUM - Revista Literaria © Copyright. Todos los derechos reservados.
Las obras literarias y fotográficas presentadas en ésta publicación son propiedad de cada autor citado al final del escrito, la reproducción de los textos para un fin distinto al de ésta revista debe ser autorizado por su autor. Fotografías en portada y contraportada: © Felín
Dirección Maite Cabrera Hernández
eDICIÓN Agustín Campistegui Suárez Maite Cabrera Hernández Julián Iriarte Cortázar
Diseño y arte Maite Cabrera Hernández
publicidad Julián Iriarte Cortázar
cONSEJO EDITORIAL Octavio Cabrera Pimentel Ofelia Hernánez Hernández Fabián Luna Gutierrez Ángeles Cabrera Hernández Agustín Campistegui Suárez Maite Cabrera Hernández
CONTENIDO biografía 8-9
CREACIÓN 12 - 70
LIBROS 74 - 79
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Presentación Durante nuestras horas vividas -desde que tenemos memoria hasta el presente momento donde usted encuentra estas líneas- suceden interminables intercambios de experiencias que favorecen a la praxis; el desahogo del alma y los enredos mentales de los cerebros y los sueños que no descansan desembocan en la obra literaria. Escribimos más que por gusto, por cambio: el cambio que se logra con la seducción mental, el cambio del pensamiento. El pensamiento que cambia. Las letras se convierten entonces en una necesidad que saciamos escribiendo y que estimulamos compartiendo:
Letras de mi para ti, de ti para todos, de todos para nosotros. Letras infinitas.
M. L. F.
A la matriarca, dadora de vida, creatividad, seso e inspiración. La que te empuja lejos cuando pretendes dar pasitos para atrás. Para la Ofelia de Hamlet. Y para Teresa que creaba versos en los libros, y para Elizabeth, la que creaba por nosotros cuando estabamos tiernos.
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Biografía
ALBERTO FUGUET
Alberto Fuguet de Goyeneche es un escritor, periodista y cineasta nacido en Santiago de Chile el 7 de marzo de 1964. Estudió Periodismo en la Universidad de Chile. Ha sido de gran influencia para muchos escritores contemporáneos debido a su oposición al realismo mágico latinoamericano, él apuesta por una literatura más real y urbana; está en contra de las creencias extranjeras que emite el mundo al rededor de Latinoamérica, busca terminar con la idea de que el progreso en el continente se “frenó” y seguimos siendo las antiguas tribus existentes, sin dejar atrás la importancia de la identidad y legado de los antepasados culturales e históricos. Su obra consagrada es “Mala onda”, novela en la cual relata la vida de un joven santiaguino bajo un Chile dominado por el régimen de Augusto Pinochet. A esta le siguieron “Tinta roja” la cual fue llevada al cine y “Por favor, rebobinar”. En 2011 ganó el premio al mejor largometraje nacional en el Festival Internacional de Cine de Valdivia con Música campesina. Comentando su éxito, declaró: “Nunca quise ser escritor, siempre quise ser cineasta. Y creo que ahora lo logré”.
Sus obras: -Cinépata (2012) -Missing (2011) -Aeropuertos (2011) -Apuntes autistas (2011) -Primera parte (2011) -Cortos (2006) -Las películas de mi vida (2004) -Por favor, rebobinar (1998) -Tinta roja (1998) -Mala onda (1999) -Sobredosis (1990)
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“La observo: me parece perfecta, al menos para mí. Por eso también la siento lejos. Y como que me gusta eso. Tiene puesto sobre su pelo liso, esa melena color miel, el sombrero ése que le regalé, o que ella me quitó”
-Alberto Fuguet-
CREACIÓN
Infinito -Ella tenía los labios más dulces, más envenenados. Tenía, también, destellos en los ojos que eran como seguir la muerte. -Y ¿por qué terminó, Fausto? -¿Terminar? ¿Quien dijo que terminó? Fabiano Marchiorato, 24 años. Argentina. Estudiante de Periodismo.
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CREACIÓN Alena, un bar, una postal. Fausto Cuervos medía un metro ochenta y cabía justo en el tamaño standard de un ataúd. Su padre había jurado matarlo y ahora escogía un cajón de cedro lustrado con herrajes de oro que pronto sería cubierto con la bandera de México. Un Cuervos merecía cuanto menos pompas de lujo. Desoyendo su advertencia Fausto se presentó en la oficina de Sebastián Heigh, el fiscal que en los días venideros pondría a Alejandro Cuervos, su padre, a rendir cuentas por lavado de dinero y narcotráfico. La visita tomó por sorpresa a Alena quien preguntó atónita ¡¿Qué haces aquí?! Miró fijamente a esos ojos cafés que inevitablemente penetraban en lo profundo de su ser. Fausto habló sin rodeos “Escúchame aunque sea ésta la última vez. El sobre de papel madera enviado a nombre de tu padre contiene un bomba, debes actuar rápido. Mi padre sabe que he venido a verte y estoy dejando la ciudad ahora mismo” dijo extendiéndole una postal que ella reconoció de inmediato. Allí se mostraba una calle de piedras y un humilde bar de madera pintado de verde y rojo incrustado en la montaña. El mismo bar que secretamente juraron conocer un día. Cerró la puerta sin ruido. Alena quedó sentada inmóvil, abstraída por el instantáneo recuerdo de ese amor prohibido por ambas familias. Su mente viajó hasta esa primera noche. El dulce amarillo de una luz de vela alumbraba el contorno de las manos de Fausto que aferraban sus nalgas con fiereza sobre un raído colchón tirado en el suelo. Rozó su cuello con un dedo evocando las marcas de ese deseo que aún gritaba desde el fondo de sus entrañas. Dio vuelta por fin la postal y leyó “No tendré lujos para ti, he rentado una habitación justo arriba del bar ¿Lo recuerdas no?, allí te estaré esperando lo que sea que tardes en venir” Alena sentía ahora el vigor de un impulso que la empujaba nuevamente a sus brazos. Contradecida y ruborizada comprendía que el esfuerzo de olvidarlo era sencillamente inútil. Pasaron cuatro meses. Mercedes Cuervos lloraba inútilmente ante su marido pidiendo de rodillas clemencia. Los otros hijos del matrimonio, Bernardo y Anabel, discutían encarnizadamente a favor y en contra de la sentencia de muerte que aún pesaba sobre los hombros de su hermano menor. Una tarde vencido y recostado contra la pared celeste descascarada del viejo bar, sumergido ya en los tibios sueños del tequila, la fantasía transportó a Fausto hacia ese edificio en construcción frente al mar. Allí donde había saboreando palmo a palmo el entero cuerpo de Alena. Ese pequeño cuerpo casi adolescente que se abría al amor en suaves e intensos gemidos tan cálidos como el alcohol que lo envolvía en su delirio. “Alguien espera por ti” dijo el hombre del bar poniendo sobre la mesa aquella postal donde ahora resaltaban unos labios carmín estampados. Su corazón dio un vuelco y casi cayéndose de la silla se incorporó de repente saliendo en tropiezos a la solitaria calle de piedras. Tambaleante y extraviado murmuró ¿Alena? Extendió un brazo hacia el hombre de sobretodo negro que a pocos metros le apuntaba con un arma ¡Alena! dijo en un largo grito que la montaña multiplicó al infinito, el estruendo de un disparo se sumó al eco de su voz y su visión borrosa encontró las piedras, luego el cielo y finalmente el blanco absoluto de la muerte. Patricio Hodgers. Argentina. phodgers.blogspot.com.ar
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CREACIÓN Detective F. Cuervos Era tarde, no demasiado, para la tardanza habitual en él pero si tarde. -Sabes que a don Luis no le gusta esperar. -Valdrá la pena – Respondió él con desdén y se montó en el coche cerrando con un golpe brusco la puerta. Así, casi sin mediar palabra emprendimos nuestra marcha. No era la primera vez que me asignaban de compañero a el Cuervo, ambos nos conocíamos, sabía como era y él sabía que yo intentaría evitar a cualquier costa meterme en más problemas. Era un hombretón de 1,80m con la tez clara, ojos cafés, cabello castaño oscuro, complexión delgada pero había algo en él que intimidaba. Sería su mirada penetrante o su aire de pocos amigos, pero los delincuentes de poca monta empezaban a cantar a los pocos minutos de estar con él Su nombre real era Fausto Cuervos, pero todo el mundo le llamaba el Cuervo, se rumoreaba que por intentar sacarle los ojos a alguien en una riña de bar. Se sabía que era hijo del militar Alejandro Cuervos y que a los 18 años lo había alistado a la academia militar, de donde lo expulsaron por desobediencia rápidamente. Pero gracias a los buenos contactos del padre y para no crear conflictos en la familia se presentó a las pruebas de policía donde meses después lo aceptaron. Hoy en día es considerado uno de los detectives criminalistas con más prestigio del DF, como a la vez es conocido por sus malas formas y carácter. Suele estar en los casos más complicados, como el que se nos presentaba hoy. Ya entrados en el viaducto se encendió un cigarrillo. Sabía que no me gustaba que fumasen en el coche, lo miré de refilón como quien quiere decir algo pero el siguió sumido en su mundo. Así quedamos hasta llegar al cruce donde nos mandaban. -Llegáis tarde, una vez más. -Los muertos seguirán muertos, no creo que vayan a ninguna parte, mi comandante. – Respondió con sorna. -Ya veo, no has cambiado ni un ápice. Alex Madueño, 29 años. Barcelona, España. Escritor amateur.
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CREACIÓN Mi primer amor Hoy me vinieron los recuerdos de ese que fue mi primer amor su nombre Fausto Cuervos como si fuera ayer ,estos recuerdos los veo yo. Esos ojos color café adornaban mi mundo guapo como ninguno ¡hermosa lucía su tez! melena castaño oscuro que yo la veo, como si fuera ayer. ¡Qué recuerdos ! que en mi mente felices yo retengo de mi amor primero del que yo me enamoré. Mi vida yo le entregaba le amaba con toda el alma sin que mi madre se enterara para que ella no se enojara cuando él venía en su coche a desearme las buenas noches y yo me escondía en los rincones. Era hijo de don Alejandro a quién él amaba tanto. Su madre era Mercedes que nuestros quereres intuía y la tonta y ciega se hacía. Él tenía dos hermanos que sabían nuestro querer eran Anabel y Bernardo que conocían todo de él. Un metro ochenta medía Fausto nació en una noche de estrellas y luna era delgado y poco robusto poseía Fausto una estilizada figura. Su madre achacaba su hermosa tez al día que nació él, en México D.F ese 25 de mayo de 1963 hermosa noche, hermosa como él la noche que el mundo le vio nacer Su madre lo recuerda una y otra vez mi Fausto es como esa noche de miel. Alejandra María Jordán. Colombia. Escritora y Poeta. Blog - El mundo de mis letras
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CREACIÓN
Clases -¿Qué es lo peor de la vida, maestro? -No existe lo peor de la vida. Existe lo peor del día, pero se pasa. -Entonces ¿qué es lo peor del día, maestro? -Los recuerdos de toda la vida, Fausto. Los pinches recuerdos. Julio Luna, 22 años. México. Estudiante de Ingenieria Industrial.
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CREACIÓN Fausto Cuervos y el sueño americano Yo no llegué buscando alguna quimera, pero de repente comencé a escuchar en boca de todos (políticos, líderes sociales, artistas…) Esa frasecita “el sueño Americano”. Pero qué extraño nadie se ha tomado el trabajo de definir el significado de dicha metáfora, aunque resulta claro que sueño Americano equivale a conseguir auto nuevo, estar pagando una Hermosa casa y, en algunos casos, a conseguir algún título académico. Y aunque esto suena muy bien siempre me ha parecido un engaño, una estafa. Es como antes: cambiar nuestro oro por cuentas de colores. Porque para conseguir ese sueño americano la mayoría de los inmigrantes tienen que aceptar el estilo de vida norteamericano y, por otro lado, tiene que renunciar a sus más preciados valores. Reconozco que existen grandes valores en la sociedad norteamericana (riqueza material, respeto a las leyes, tolerancia, libertad) pero por otro lado existe un ambiente en el cual los inmigrantes tienen que vivir sin Dios, sin familia, sin amigos. Viviendo a medias en un mundo con valores muy ajenos a los suyos: ateísmo práctico, diversión sin sentido, tener en vez de ser, vivir para trabajar en lugar de trabajar para vivir (en este país, en promedio, una persona trabaja más que un campesino de la edad media). Después de 20 años viviendo en california me siento moralmente obligado a denunciar que la frase el sueño Americano encubre el más terrible engaño en contra de los inmigrantes: la incomparable riqueza de la naturaleza y de la vida humana se ven reducidas a su mínima expresión. Como dijo un escritor “el estilo de vida de los norteamericanos se reduce a trabajar, comer, ver televisión, usar el celular y defecar”. Pero no me quejo, es a través de esta dura experiencia de que mi estadía en los Estados Unidos, como he aprendido a valorar y a aceptar a mi familia, a mi país y a mi cultura (“nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”).. No nos engañemos lo único que da sentido a la vida humana es el cultivo de la propia alma, son los valores espirituales: “si el señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles. Si el señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas, es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, los que coméis el pan de vuestros sudores: Dios lo da a sus amigos mientras duermen”. Pues bien, yo Fausto Cuervo me siento como el prisionero que va a ser liberado. Vuelvo a casa, a mi país con la satisfacción del deber cumplido, con el gozo de saber que el amor de mi familia y los valores de mi cultura me esperan. Octavio Cabrera, 58. México. Inmigrante, empleado y escritor.
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CREACIÓN
Amor. La distancia existe para tirarnos la cuenta de que algo nos falta. Vos me faltas. Volvé que me haces falta para respirar, para danzar, para quitarme la ropa, para llenarme de risas. Volvé o muérete, muérete de mi mente, Fausto. Georgina Mojica Santoscoy, 32 años. Argentina. Escritora y Chef.
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CREACIÓN
Fausto porque Cuervos. Tenía la piel pálida y los ojos negros; la cara como de lobo por eso el apellido Cuervos. Lloraba, como lloran los recién nacidos, por la desgracia de nacer en un mundo heredado por imbéciles y lloraba, porque nadie lo entendía. Julián Iriarte, 20 años. México, D.F. Estudiante de Ingeniería Ingeniería Aeronáutica.
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CREACIÓN
Como mi vida pero de la de Fausto “Amor de mi vida” se le dice al güey que te llena de besos la cara y el alma después de que algún cabrón te rompió el corazón. Fuiste ese cabrón y eres ese amor de mi vida. ¿Por qué no habré nacido yo hace veinte años? Así podría quitarte la excusa de los años y quedarme con el “no te amo”, que para el caso es lo mismo… Te aviso, Dios, que sigo esperando ese amor que jamás llegó. Pero que voy a saber yo, si el de las cartas eres tú. Alan Mejía Varel, 24 años. México, D.F. Estudiante de Medicina.
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CREACIÓN
Lupe Lo miraba caer, desde arriba, con sus ojitos de perro. Se preguntaba si él lo habría tirado, pero no. No recordaba haber estado en dos patas. Mendigo escuincle, ahora quien lo iba a sacar a pasear. Anabel no le gustaba, porque no hablaba con él y se la pasaba besuqueandose con Joaquín en el parque. Y el escuincle dejó de caer, tenía la cara sucia y los ojos cerrados, como un vil muerto. Mendigo escuincle, se había matado y él le faltaban 7 años antes de que se cansara de correr, babosear y jugar en el parque ¿y ahora quien? Y el chamaco exhaló poquito. Respiraba. Entre abrió los ojos. -¿Lupe? ¡Lupe! No me morí, carnal. Fausto tenía 9 años, una pierna rota, moretones en todo el cuerpo, un perro Lupe y los tornillos sueltos, como casi todos los viejos. Cristobal Álvarez, 23 años. México, D.F. Estudiante de Ingeniería Robótica Industrial.
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CREACIÓN Corría el año 1963, en aquella ciudad se escuchaba un grito de dolor, que ensordecía todo alrededor. Era Mercedes, que estaba dando a luz, emociones nuevas, llanto y dolor de la mujer primeriza. En el pasillo del hospital, caminaba nervioso, sin habla, don Alejandro Cuervos, esposo de Mercedes, las manos le transpiraban, las piernas le temblaban, ansioso esperaba ver a su primogénito. Escucha unos pasos apresurados, vienen a su encuentro. -Sr. Cuervos Exclama una voz, él se voltea y ve a la enfermera, con susto en su rostro, la observa, se apresura a preguntar: -Mi hijo, ¿Cómo está? -Tranquilo Sr, pase a la sala, el muchachito ha nacido bien, fue un parto difícil, puede ver a su esposa. Don Alejandro, corre a su encuentro, allí a la luz de los rayos del sol, que traspasaban la ventana e iluminaba la cara de Mercedes. Lo ve, es tan hermoso y chiquito, no podía creer que fuera parte de su corazón. -Mi amor, ¿Qué nombre le pondremos a este chiquitin? Exclama su esposa. Él la besa en la frente, como muestra de su amor y gesto de calma , por lo que ha sufrido. -Se llamará Fausto, como tu padre, ¿te gusta? Ella con una sonrisa asiente con la cabeza. Pasan los años, Fausto crece, se hace hombre de trabajo, hermoso, de tez blanca, 1.80 mtrs, ojos café…enamoraba a cuanta chica cruzaba.. Ha crecido en un ambiente lleno de amor, su padre le ha enseñado todo en cuanto a su trabajo, tenían una mueblería. Fausto, tenía dos hermanos mas chicos, Anabela y Bernardo,él era un ejemplo para ellos,lo adoraban. Fausto además de trabajar con su padre, estudiaba, era muy aplicado y su sueño era ser arquitecto. El tiempo avanzaba y logró con mucho esfuerzo ,terminar de estudiar la carrera , gracias a una beca que había conseguido. Su vida, había dado un vuelco increíble, era feliz diseñando esos espectaculares edificios de México DF. Sus hermanos y padres, lo apoyaban en todo lo que emprendía, Fausto llegó a ser muy famoso, formó una familia, tuvo hijos y así comprendió el gran amor que sus padres le brindaban, su apoyo incondicional, lo que él ahora hacía con sus hijos. Recibió un llamado, era de una empresa muy importante de Estados Unidos, una constructora, le darían una entrevista para poder trabajaren un proyecto colosal. Fausto , contentísimo, tomó el primer vuelo desde México DF hacía el país del norte. Allí se hospedo en un hotel, a la mañana siguiente tendría la audiencia. Era la mañana de Septiembre de 2001, emocionado entró en esa oficina, el lugar era increíble, desde el ventanal se podía ver toda la ciudad… Esa fue la última visión de Fausto, sus sueños desaparecieron por el aire, volaron en pedazos… Fausto fue una victima inocente del terrorismo del mundo... Laura Rizzi, 33 años. Buenos Aires, Argentina. Profesora de Historia y escritora.
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CREACIÓN
Hombres. -La respuesta es sí. Te amo. -¿Y cuándo te pregunté? -Cuando te bajaste del bus y viniste a despedirte. -Yo también te amo, Carmen. Pero no ahora. David Urrutia, 21 años. Cordoba, Argentina. Estudiante de Derecho.
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CREACIÓN El sueño de la familia Cuervo. En la casa que esta frente a la cafetería, afirmaba Fausto a sus hermanos Anabel y Bernado que en silencio esperaban la salida de sus padres Alejandro Cuervos y Mercedes , que se encontraban tomando un café en las calles de la Ciudad de México D.F, Anabel cargaba una mochila en la cual guardaba los libros que le recordaban los lugares más vírgenes de su imaginación y una lata de cerveza, la cual decidió destapar, Bernardo un poco ansioso por querer llegar a casa comenzó a gritar a media calle. -¡Hermosa la hora en que pisó la calle y anhelo la llave de tu morada.! Terminando estas palabras Fernanda una chica que regresaba de la escuela atraída por Bernardo le contesta. -Si buscas y no encuentras, toca a mi puerta, hare que no te arrepientas. Fausto comenzó a reír cuando miro la cara de Bernardo que sorprendido camino de prisa hacia Fernanda, rodeándola como un animal, aspiraba para oler el perfume de su cabello. Anabel no se contuvo al ver el comportamiento de su hermano e invito a Fernanda a su casa, la cual acepto, indudablemente. Los cuatro se acomodaron en la sala y comenzaron a charlar sobre su vida cotidiana, cuando de pronto Anabel desato el listón del cabello de Fernanda que era castaño oscuro como el de Fausto, tomándola a la fuerza la hizo sentarse sobre una silla, donde Bernardo la ató. Fernanda, llorando gritaba -Suéltenme, me lastiman. Fausto mientras tanto miraba como se divertían sus hermanos con la jovencita, sentado frente a ella, escribió: A ti portadora de llanto y pupilas dilatadas De piel blanca semejante a la mía, Llena de vida y perdida, te miro como al mediodía Muza que se levanta, entre anatemas Impregnas esta casa con melancolía. Terminando de escribir esto, Fausto desato a Fernanda que inmediatamente salió corriendo, Bernardo la detuvo antes de que llegara al patio que daba hacia la entrada, la llevo a una habitación y le pidió que escribiera lo que había visto mientras dormía, esto es lo único que recordó. Fabián Luna, 23. México. Informático.
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Sigan al líder. Lo recuerdo bien, era un joven grande y apuesto, de buen cuerpo. Como somos todos de jóvenes, igual era yo, fornido y guapo, pero los años no pasan en vano… Ah, pero Fausto, sí Fausto era guapo, pero hace mucho que no vuelve, todos lo extrañamos bien aunque no habláramos con él, era un buen hombre, apoyaba siempre que podía, así bajito, a escondidas, sin alardear como hacen todos los héroes, pero que va, era más que un héroe, era guapo, hombre. Todas las chicas del edificio querían estar con él. Se le insinuaban, iban a pedirle cosas, lo invitaban, lo tocaban y le hablaban bajito al oído, le tocaban el cabello y se meneaban cerca de él esperando lo inevitable, ya sabes, sabiendo que era un hombre vaya. Él estuvo con varías, por soledad, por instinto. ¡Qué sé yo! Mira que le comían el alma, no la vida porque vivía bien con las mujeres, de una en una, guapas todas. Pero pasó a mejor vida, como los verdaderos hombres. No, no. No seas pesado, no murió. Encontró el amor y como pocos, como los inteligentes, lo siguió. Alejandro Ibáñez Fontan, 60 años. Mar de Plata, Argentina. Carpintero y Escritor.
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Llegaba siempre con su cara de perro, antes él no era así. Antes era como un lobo, pero primero como una hiena. Ya sabes de adolescente una hiena. Luego un león, vaya pues con los animales, pero es mejor tener más de animal que de humano, el humano destruye. Pero vaya que llegaba con su cara de perro, de perro joven. Cuando le cambio la cara a cara de perro supe que el mundo era suyo, de verdad estaba viviendo. Lo extraño. Darío Sánchez, 32 años. España. Obrero.
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La Habana. Dicen del otro lado de los océanos que nos rodean que es imposible sonreír en Cuba, dicen que aquí no se besa sin permiso. Pero dicen y dicen mal, porque Fausto trabajó aquí en la Habana y se reía sin pedirle permiso a Fidel ni a Raúl. Vivía aquí y regresaba, por amor, por felicidad, por gusto. Fausto se enamoró aquí, en la Habana, en día jueves y sin el permiso de nadie. Una hija de Fausto nació y vivió aquí, nadie le negaba la sonrisa y reía a todas horas, no cuando le daban arroz después de largas jornadas haciendo miles de Nike. Reía por la Habana, reía por Cuba. Armando Chivarria, 26 años. La Habana, Cuba. Fotógrafo.
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CREACIÓN Como alma en pena. -Dijo que llamaría a las 9. -¿A las 9? Pues con la pena, eh, con la pena. Pena. Sería una pena que no llamara. 7:35. Pensó en ella, en sus ojos. Recordó las promesas y lloró: pensó en el dinero y en las promesas, y la odió. Maldita perra. No, perra no. Bueno perra sí pero perra humana desalmada, no perra animal, perra animal Daisy, que le fue fiel hasta el día de su muerte. Ojalá hubiera sido perra animal para mirarlo diario con sus ojos grandes y abordarlo con el cuerpo a la espera, para lamerle la cara de pura felicidad. Se atrevía a dudar de sus sentimientos y adoraba –como todas las mujeres- hacerlo sentir culpable. Maldita por no amarlo a su manera. Maldita por faltarle entre los brazos. 8:42. Revisó la línea telefónica. Perfecta. Lloró de Nuevo, ya no de rancor, sino de tristeza, lloró y gritó. Ojalá Elena no oyera. Sería una pena… 9:00. El teléfono sonaba con urgencia. Se aproximó decidido, lo tomó y le temblaron las manos, derramó saliva y se detuvo… Pensó en menos de un minute en los dalos colaterales: celos, ternura, promesas, libros, familia, pasto, cine, peleas, perfume de mujer, pactos, planes de vida, hijos, una van, reflejos, enfermedad, trabajo, asesinato. Pena. Sería una pena que Fausto no contestara.
Diálogos. Profesor de Química II: … no sé ustedes pero yo no le encuentro motivo, valor ni beneficio a la protesta social, al contrario es una inutilidad y una molestiaaa... Fausto: Usted porque le va al América, profe. Maite Cabrera, 19 años. México. Artísta.
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Memorias. -Se orinaba en la cama, pero se le paso cuando le compramos calzones de dibujos. Ya sabes: le daba tristeza mancharlos. -Era tartamudo. No es cierto, era buen estudiante. -Era un cabrón, ahorita no tanto, ya está viejo. -Se calló ayer, pegó tremendos gritos. Sus hermanos se espantaron al verle la pierna llena de sangre, pero que va, son chiquillos. -Es mi mejor amigo, no en vano nos rompimos la cara un par de veces. -Es buen esposo. Yo digo, eso ha de decir su mujer. -Todos lloramos cuando se murió. -Era un jovencito largucho. No feo, más bien simpático. -Cuando nació pesó un kilo ochocientos. -Cuando tenía 15 años era punk, luego se le pasó. -Nació en México, por eso decían las chavalas que era un cabrón. -Dicen que una vez se besó con la esposa de Miguel pero nadie sabe. -No pudieron con él ni nueve balas. -Tenía un lunar en la nuca, por eso tenía suerte. Bernardo Paez, 21 años. Argentina. Guionista.
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CREACIÓN Todo comenzó en México el 25 de mayo de 1963, alrededor de las 3 de la tarde en la sala de partos de un hospital yacía una joven llamada Mercedes de apenas 21 años y en espera se encontraba el amor de su vida, Alejandro Cuervos con el que inesperadamente estaba a punto de dar a luz a su primer hijo al cual le pondrían como nombre Fausto Cuervos, después de una agotadora espera Fausto había nacido, Mercedes después de un gran y laborioso trabajo de parto pidió a la enfermera que le trajera a su hijo para tomarlo entre sus brazos, Mercedes al ver a su hijo no podía creer lo hermoso que era, tenía la piel clara como su padre los ojos cafés como su madre, un cabello castaño y rizado como el mismo atardecer, después de unos años Mercedes y Alejandro tuvieron una pareja de cuates a los que llamaron Anabel Cuervos y Bernardo Cuervos, Fausto ya tenía 15 años y para su corta edad media 1.80, igual a la estatura de un jugador de baloncesto con complexión delgada y un excelente cuerpo, Fausto amaba a los pequeños traviesos que tenía como hermanos a los cuidaba y protegía como ningún hermano mayor podría hacerlo. Pero en esta historia nos iremos un poco antes de este memorable asunto hace 16 años estos jóvenes se conocieron en la universidad autónoma de México; Alejandro cuervos estudiaba contabilidad y Mercedes relaciones exteriores, un día Mercedes estaba en la cafetería tomando el desayuno como de costumbre, Alejandro cuervos era un hombre decidido y de pocas palabras ya hacia un tiempo que le miraba y estaba hecho un loco por ella, así que Alejandro ese día tomaría la decisión más importante de su vida claro impulsado por sus amigos y un poco de voluntad decidió hablarle, un poco temeroso pero decidido, Mercedes lo recibió sonrojada ya que le parecía muy guapo pero con mucha amabilidad lo miro a los ojos y lo saludo, desde ese día Mercedes y Alejandro se volvieron inseparables tanto así que en unas cuantas semanas ellos ya eran novios, así que Mercedes decidió presentarle a sus padres, pero los padres de ella no lo tomaron con buenos ojos ya que Alejandro no tenía la misma posición económica que ella, pero a ellos nos les importo aunque con el tiempo tendrían que pasar por retos innumerables para estar juntos, pero esta pareja de jóvenes inexpertos en el amor, hicieron de todo para estar juntos y nada de ello funciono gracias al padre de Mercedes que hizo hasta lo imposible para separarlos, en efecto decidieron separarse por decisión unánime pero antes de ello quisieron despedirse como debía, entregándose el uno al otro con tanta pasión que cualquier película de amor hubiera quedado corta, Alejandro decidió irse lejos de su amada, de su gente y de su propio ser. El amor que sentía por Mercedes iba más allá que cualquier cosa que pudiera pasar en su complicada y corta existencia, Alejandro no perdió comunicación con su padre al cual de unos meses le informaría que tendría un hijo y que debía regresar lo antes posible, al cual Alejandro emocionado por dicha noticia regreso para enfrentar a los padres de Mercedes y tomarla como esposa a lo cual los padres de ella accedieron de manera rápida y el matrimonio fue casi instantáneo… Fernando Bermudez, 20 años. San Cristobal de las casas, Chiapas. Escritor, poeta y fotógrafo.
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CREACIÓN Domingo. -Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. ... Mayo 25 del 79, era domingo uno muy soleado por cierto y lo recuerdo porque tanto brillo me molestaba, aunque en realidad a los 16 todo me molestaba. Me molestaba ir a casa del abuelo todos los domingos, me molestaban mis tías y que decir de mis primos, me molestaban mis papás por obligarme a ir, en fin que todo era molesto. Ese día estaba tan aburrida que me acerque a la ventana de la sala y fue ahí cuando lo vi. Que importaba si era alto y delgado, que vaya que lo era, que importaba si su cabello era castaño y su piel clara, a mí lo que me llamo la atención fueron sus ojos y no te voy a decir que eran los ojos más grandes y bellos del mundo, pero que quieres a mí me gustaron no por la forma o el color, yo creo fue por ese extraño gesto que los acompañaba, como de disgusto y hastío. Estoy segura que hasta hace unos instantes yo tenía ese mismo gesto. Hasta que por algún motivo él volteo y me miró fijamente unos instantes, así empezó mi historia con Fausto Cuervos. El domingo pasó a ser mi día favorito, era la primera en estar lista para ir a casa del abuelo, presionaba a mis hermanos cuando se tardaban, no podía llegar tarde a mis citas con Fausto, cada domingo a las 12, nunca antes, nunca después, siempre a las 12. Claro que todo tenía que ser absolutamente secreto, que iban a decir las chismosas de mis tías o cuanto se burlarían mis primos y ni pensar la cara de desaprobación de mis papás. No era una buena relación, siempre lo supe pero que se le va a hacer, el primer amor es así desastroso y doloroso. Yo aguante un año, ese año solo importaban los domingos a las 12 y claro Fausto, nunca falto a una cita, yo tampoco claro está y en todo ese tiempo nadie sospecho nada de lo que había entre nosotros. Yo estaba segura que nunca podría querer a alguien que no fuera él, nadie estaba a su altura, nadie podría provocar esa sensación en el estómago cada vez que el reloj marcaba las 12, no le vayas a decir a tu abuelo pero así fue, nunca sentí lo mismo que Fausto me hacía sentir, pero como dije estábamos destinados a no ser. -Y entonces ¿qué hiciste abuela?-Lo único que podía hacer. . . dejar de mirar por la ventana cada domingo a las 12 nunca antes, nunca después. Ángeles Cabrera, 23 años. México.
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libros Concierto Barroco De: Alejo Carpentier
Editorial: Alianza ISBN: 9788420609669 No. de páginas: 112 Lengua: ESPAÑOL
Novela que gira en torno a la concepción de la ópera Montezuma de Antonio Vivaldi la primera que adopta como tema el Nuevo Mundo y en la que, además, los hombres de América desempeñan un papel lleno de nobleza, Concierto barroco tiene como telón de fondo el encuentro entre dos continentes. Omnipresente a lo largo de l a obra, la música, una de las disciplinas más queridas y dominadas por Alejo Carpentier (1904-1980), no sólo articula el relato y le sirve de vehículo, sino que al cabo adquiere en la obra un papel casi demiúrgico, como lenguaje que funde en una misma realidad realidad maravillosa tiempos y espacios, y hace confluir en ella a maestros antiguos y modernos de uno y otro lado del Atlántico.
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libros Las venas abiertas de América Latina De: Eduardo Galeano
Editorial: SIGLO XXI ISBN: 9788432311451 No. de páginas: 379 Lengua: ESPAÑOL
Las venas abiertas de América Latina ha sido traducida a dieciocho lenguas y ha tenido una vasta difusión en el mundo de habla hispana desde que en 1971 se publicó la primera edición. “En los últimos años he leído pocas cosas que me hayan conmovido tanto.” Heinrich Boll, discurso en Colonia, 1976. “Este libro supera todo lo que yo jamás he leído sobre el tema, y permanecerá a lo largo de los años venideros. Una obra maestra. “ Carleton Beals, “Monthly Review”, USA. “Este reportaje-ensayo-mural-obra de artesanía admirable ensambla géneros que andaban dispersos: la historia económica, el relato vital.. “ Hugo Neira, “Expreso”, Perú. “El mejor libro sobre nuestro maltratado continente.” Hernán Invernizzi, “El Cronista Comercial”,Argentina. “Bienvenida sea esta historia de América Latina que recoge los hechos, tiene profundidad teórica y es sumamente legible. Un excelente trabajo. “ Peter Roman, “Science and Society”, USA. “Este libro de Galeano es absolutamente imprescindible para todos los interesados en América Latina. “Deutsche Bolkszeitung”, Alemania Federal. “Una contribución muy importante a la comprensión del pasado que alimenta un presente ambiguo e incierto. “ Marcel Niedergang, “Le Monde”, Franda. “Un gran escritor y una gran obra, que hoy me parece más actual y necesaria que cuando apareció. “ Jean Ziegler, “Afrique-Asie”, Francia.
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libros Pedro Páramo De: Juan Rulfo
Editorial: ANAGRAMA ISBN: 9788433920706 No. de páginas: 128 Lengua: ESPAÑOL
Pedro Páramo es una de las obras maestras de la literatura hispanoamericana. La novela cuenta cómo el protagonista, Juan Preciado, va en busca de su padre, Pedro Páramo, hasta el pueblo mexicano de Comala, un lugar vacio, misterioso, sin vida. Allí, el joven descubrirá que toda la gente del pueblo se llama Páramo, que mucho s de ellos son sus propios hermanos, y que Pedro Páramo está muerto. Estamos, pues, ante una novela misteriosa y fantástica cuya atmósfera envuelve al lector y los transporta a un territorio mágico de sorprendentes ramificaciones.
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libros Elogio de la vejez De: Hermann Hesse
Editorial: EL ALEPH ISBN: 9788476694992 No. de páginas: 144 Lengua: ESPAÑOL
Este libro ofrece una recopilación de las consideraciones de Hermann Hesse sobre la vejez, esa etapa de la vida en la que las cosas y el entorno adquieren un agradable surrealismo, y en las que los recuerdos superan en veracidad a los acontecimientos reales. Para Hesse, que escribe con la perspectiva que dan los años, la ve jez es ese tiempo de transición en el que, en busca de una especie de equilibrio ante los achaques del cuerpo, reactivamos «aquel tesoro en imágenes que llevamos en la memoria tras una vida larga, imágenes a las que, al reducir nuestra actividad, damos una dimensión muy diferente a la concedida hasta entonces. Personajes humanos, que ya no están sobre la Tierra, siguen viviendo en nosotros, nos pertenecen, nos proporcionan compañía y nos miran con ojos cargados de vida».
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libros Libro del desasosiego De: Fernando Pessoa
Editorial: ACANTILADO ISBN: 9788432219412 No. de páginas: 432 Lengua: ESPAÑOL
Atribuido por su autor a Bernardo Soares, «personalidad literaria» de quien dijo Pessoa «soy yo menos el raciocinio y la afectividad», esta maravilla es el diario íntimo de un ayudante de contable en la ciudad de Lisboa en los años 30. En él, el protagonista plasma sus divagaciones y ensueños, sus re flexiones estéticas, filosóficas y literarias, contraponiéndolos a lo gris de su vida cotidiana. Inédito hasta 1982, el Libro del desasosiego es probablemente la principal obra en prosa de Fernando Pessoa, que le ocupó durante la mayor parte de su vida de escritor: desde 1912, aproximadamente, hasta el mismo año de su muerte. Ha sido elogiado por la crítica como uno de los dietarios más bellos del siglo XX, y en él se entrelazan el ensayo, el poema en prosa e incluso lo narrativo y descriptivo. En la presente edición, Ángel Crespo dejó fijada la organización del material que sirvió de base a la publicación en otras lenguas, estableciendo la unidad de sentido que el autor hubiese deseado para sus textos si hubiera tenido la ocasión de darles una forma final.entonces. Personajes humanos, que ya no están sobre la Tierra, siguen viviendo en nosotros, nos pertenecen, nos proporcionan compañía y nos miran con ojos cargados de vida».
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Agosto 2013. NO. 1