La estructura de los planes para la formación facilita la preparación de la fuerza laboral nueva y la actualización de la ya disponible. Se forman en la misma ocupación o en ocupaciones afines o complementarias. Además, permite la promoción laboral, acorde con las necesidades y las posibilidades. Según su organización, dan lugar a opciones de formación, posibilitando su flexibilidad de acuerdo con las necesidades de formación. Los contenidos, como formas de saber, se articulan en el diseño de una manera constructiva y significativa mediante la arquitectura del conocimiento. Es necesaria la selección de los contenidos propicios, se toma en cuenta que lo importante es saber qué hacer con lo que se sabe, más que el saber en sí mismo. El primer paso en la estructuración de los contenidos de los planes para la formación es identificar, en función del contexto, las capacidades, las destrezas, los valores y las actitudes que se establecen como las grandes metas, fines o expectativas de logro institucional para conseguirlos durante la formación del participante. Además de lo anterior, el objetivo de la estructuración del contenido es concretar la forma de desarrollar capacidades, destrezas, valores y actitudes por medio de contenidos. El empleo de estrategias de aprendizaje cognitivas y metacognitivas facilita el desarrollo de las capacidades y las destrezas que, como potencial de aprendizaje, posee cada participante en cualquier nivel, incluido en el desarrollo profesional continuo. En el modelo que se postula en el paradigma sociocognitivo amplía el concepto de estrategia de aprendizaje centrada en la tarea por realizar, la cual se entiende como el conjunto de pasos de pensamiento orientados a la solución de un problema concreto. El aprendiz se hace consciente de estos pasos al identificarlos inicialmente y luego mejorarlos.
De esta manera, la estrategia cognitiva se convierte en un conjunto de pasos o componentes mentales, aplicables a múltiples situaciones de aprendizaje. Cuando el aprendiz identifica sus propios procesos de pensamiento y analiza cómo aprende, realiza una forma de metacognición o de estrategia metacognitiva, que favorece el aprendizaje consciente y se convierte en metaprendizaje. En este sentido, la estrategia de aprendizaje es el camino para enseñar a pensar y a sentir al desarrollar la cognición y la afectividad. Una estrategia de aprendizaje representa, por lo tanto, el camino para desarrollar una destreza, que a su vez desarrolla una capacidad y para desarrollar una actitud que a su vez desarrolla un valor por medio de contenidos y métodos de aprendizaje. En esta forma, se desarrolla de manera directa la inteligencia del aprendiz al mejorar sus capacidades y destrezas, mejorando su aprendizaje potencial y se desarrolla su afectividad al mejorar sus actitudes y valores. Las estrategias de aprendizaje orientadas al desarrollo del componente cognitivo y afectivo, son un proceso dinámico y activo orientado a la mejora de la inteligencia y sus capacidades; así como, a la mejora de la inteligencia afectiva, constituyendo el núcleo de una enseñanza centrada en procesos.
Adicionalmente, los conceptos se deben articular en forma jerárquica, partiendo desde los hechos a los conceptos o desde los conceptos a los hechos. En esta forma se favorece la memoria constructiva a largo plazo, pues los conceptos, al estar almacenados de manera adecuada en la memoria, su recuerdo permanece en el tiempo y su recuperación se facilita. Al diseñar los contenidos de un módulo no se deben incluir solo contenidos, es necesario añadir a estos el aprendizaje de procesos y de procedimientos.
La organización de los contenidos debe estar delimitada en temas y subtemas, con párrafos cortos y sencillos, acordes a su importancia. Los contenidos teóricos contienen la información relevante para entender hechos, conceptos, procedimientos, teorías, principios y normas que permiten fundamentar la ejecución del contenido práctico y realizar las funciones laborales. Para estructurar el contenido teórico es necesaria la investigación, la selección, el análisis y la clasificación de hechos relevantes, pertinentes y necesarios. Se desarrollan en forma secuencial y lógica a través del planteamiento de contenidos generales, específicos, procedimentales y actitudinales.
Los contenidos generales Permiten ubicar al participante en un contexto, contienen información descriptiva y fundamental de hechos o datos que ayudan a entender los contenidos específicos.
Los contenidos específicos Se diferencian de los contenidos generales en que presentan información relevante, puntual, profunda y amplia del tema.
Los contenidos procedimentales Son acciones ordenadas y orientadas al logro de habilidades y destrezas, con las que el participante consigue dominar una estrategia, una técnica, un método o realizar una práctica.
Los contenidos actitudinales Son temas afines a las capacidades sociales que el participante debe desarrollar en sí mismo. Se vinculan con las relaciones interpersonales, las buenas prácticas, el desarrollo o afianzamiento de valores, para mejorar su comportamiento en el medio. El diseño por competencias implica una transformación que requiere un proceso de ingeniería educativa, el diseñador debe poseer un gran conocimiento del escenario en donde será movilizada la competencia o del escenario productivo, en el caso de acciones formativas para el trabajo; y por otra parte, sobre los contenidos seleccionados para el logro de esas habilidades.