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¿Tienes manchas en la cara?
Melasma, cloasma, paño, máscara del embarazo, son algunos de los nombres de este padecimiento tan común que resulta por la producción excesiva de melanina por los melanocitos que son estimulados por la exposición a la luz natural, artificial e incluso al calor. Suele localizarse en las mejillas, labio superior y frente, pero puede abarcar casi la totalidad de la cara.
Algunos factores como la herencia, el uso de anticonceptivos hormonales y el embarazo pueden favorecer la aparición de estas manchas, sin embargo, estos factores no son indispensables ya que el melasma no es exclusivo de las mujeres, aunque sí mucho más frecuente.
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Existen tratamientos despigmentantes que pueden ser efectivos para atenuar o desaparecer las manchas, sin embargo, si no eliminamos el estímulo desencadenante, o sea la luz y la inflamación de la piel, no lograremos deshacernos de estas molestas zonas obscuras de la piel. Ese es el motivo por el que algunos expertos consideran que el melasma no es curable, porque implica un esfuerzo grande por parte de quien lo padece, para evitar la exposición al sol. En nuestra ciudad, los índices de radiación ultravioleta son altísimos todo el año, por lo que, incluso, la exposición casual, como el reflejo de las ventanas, el brillo al manejar, el sol que recibimos al caminar del vehículo hacia la casa o al trabajo, pueden perpetuar el estímulo productor de los melanocitos.
Por: Dra. Sara Reyes, Dermatóloga
Tel: 614.423.1888
Ced Prof. 4625535 UACH
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Dirección: Catedral de Querétaro 3700 int 102
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Para su tratamiento usamos medicamentos tópicos, fuentes de luz especiales como ILP y láser, así como de forma más reciente un medicamento oral que puede ayudar en algunos casos. Se ha visto que, aproximadamente, 10 años después de la menopausia, las manchas tienden a disminuir y pueden desaparecer por completo.
Al ser un padecimiento común y crónico, es frecuente encontrar cremas y remedios que, al no identificar claramente sus ingredientes y precauciones, suelen causar reacciones adversas y complicaciones que empeoran el problema original.
¡No uses remedios de dudosa procedencia!, si suena a magia, desconfía del producto, puedes terminar con un problema peor que el inicial.
Consulta a tu dermatóloga de confianza.