Cita con Dios - Trampas del enemigo (Julio 2015)

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Trampas del enemigo JULIO 2015



Trampas del enemigo

Elías Betanzos • Julio 2015



Tr ampas del enemigo Pastor Elías Betanzos Julio 2015 es unapublicación mensual gratuita Ediciones Ginosko Año v Número 7 20,000 ejemplares. Versión digital en www.familiacap.org Centro

de

A labanza

y

P roclamación Reuniones dominicales: 10 am, 12:30 y 7:00 pm Martes: 7 pm Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca) San Francisco Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Oficinas: Jazmines No. 909, Col. Reforma Oaxaca de Juárez, Oax. C.P. 68050. Tels: 01 (951) 5151733/ 01 (951)5184878 Si deseas anunciarte en esta publicación llama con Mario Mejía o Susana Lozano (951)1353675 / (951)1353676 susanloz@hotmail.com

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Mensaje Editorial Trampas del enemigo Intimidación Temor Angustia Ya no eres esclavo Cómo tomar decisiones sabias La trampa del desprecio La trampa del temor Victoria sobre el rencor Duda Lo que eres Desconfianza Baja autoestima Incertidumbre No estás solo Preocupaciones Impaciencia Envidia Un beso no es suficiente ¿No hay tiempo? Celos Rebelión Avaricia No dudes ¡cree solamente! ¿Acaso puedes aconsejar a Dios? No solo escuches ¡hazlo! Lujuria Amargura Arrepiéntete Acepta la confrontación Resentimiento



Cita con Dios · la reunión a la que no puedes faltar

TRAMPAS DEL ENEMIGO Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 1 Pedro 5:8 (NVI)

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uando el enemigo engañó a la primera pareja en el Huerto del Edén, lo hizo de una manera sutil, discreta y con mucha astucia; ésta es la técnica de Satanás hasta el día de hoy, pero hay algunas cosas importantes que debes saber sobre las trampas de este enemigo. Sus trampas son como un anzuelo con carnada, que ofrecen un placer inmediato y fácil, pero sus consecuencias son mortales, pues detrás de esa suculenta carnada hay un agudo y dañino anzuelo que cumplirá su cometido: atraparte para no soltarte. Imagina qué le pasaría a la industria pesquera si los peces supieran el peligro y las consecuencias de morder un anzuelo. Algunas carnadas son cosas que Dios diseñó para el bienestar del hombre, para su felicidad, deleite y placer; sin embargo, el enemigo las usa para atraparte.Te darás cuenta que ser cristiano y permanecer firme se logra tomando una decisión entre lo que es fácil y lo que es correcto. En la actualidad mucha gente toma el camino fácil, el cual nos lleva a caer en las trampas de Satanás. Durante mis años de ministerio como pastor de esta Iglesia y desde que conocí a Jesús, he visto a muchas personas deslizarse lenta y sutilmente a estas trampas, y quiero que notes que dije deslizarse y no caer. La razón es que una caída es algo instantáneo de un momento a otro, pero me he dado cuenta que estas caídas son las consecuencias y suma de pequeños detalles que el enemigo pone en nuestro diario vivir para que nosotros los “aprovechemos”, de manera que es todo un proceso de años de esfuerzo del enemigo hasta cumplir su cometido. El enemigo nos ha engañado con adicciones al poder, al dinero, al sexo y a la autocomplacencia; en principio la trampa que usa el enemigo es “trastornar los medios en fines”. Como te mencionaba arriba acerca de saber los peligros y consecuencias de morder el anzuelo, en este mes te mostraremos algunas de esas trampas que el enemigo nos ha puesto en el caminar cristiano para que puedas salir corriendo de la tentación. Pastor Elías Betanzos Director General



Miércoles 1 de julio | Lectura del día: 2 Corintios 11:1-15 Trampas del enemigo ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. 2 Corintios 11:14 (NTV)

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ara este mes hemos escogido el tema de “trampas del enemigo” por varias razones, pues a lo largo de mis años en el ministerio he visto a muchos buenos cristianos, líderes y aun pastores deslizarse lenta y sutilmente hasta lo más bajo. Muchos cristianos se preguntan cómo es que cayeron o cómo no se dieron cuenta de sus pecados y de las consecuencias que tendrían que afrontar. Pues bien, esta es la principal razón de este tema, ayudarte a re- 9 flexionar sobre el trabajo arduo que el enemigo hace en tu diario vivir • utilizando sus artimañas. Como dice Pablo a los corintios “Aun Satanás 40 se disfraza de ángel de luz” y esta es la trampa, un disfraz, una apariencia, en otras palabras la trampa más efectiva ¡una carnada en su anzuelo! Muchos piensan que el dinero es felicidad o que el poder es la realización de vida, que el sexo es autocomplaciente, etc. Como cristianos debemos tomar una decisión entre hacer lo que es fácil o hacer lo que es correcto, pues el enemigo sabe que al ser humano le gustan las cosas fáciles, ya que los deseos del hombre son tener dinero fácil, placer sin compromisos y disfrutar la vida sin trabajar. El peligro más grande de estas trampas es que están muy bien disfrazadas por Satanás y que son tan sutiles que, como lo mencioné al principio, no es una caída de la noche a la mañana, sino un proceso lento donde poco a poco nos vamos deslizando hasta darnos cuenta que ya estamos hundidos, no solo en el pecado sino en graves consecuencias. Finalmente, aunque veremos que el enemigo nos tienta, seduce y busca nuestra destrucción, también debemos reconocer que Dios nos pone la salida, y nos ayuda desde lo más profundo: nuestro corazón. Pero para poder ver estas trampas necesitamos tener comunión con Jesús y hacer caso a lo que Pablo nos recomienda, ¡huye de las pasiones! Y si piensas que estás firme, mira que no caigas. La envidia es el medidor de los logros; aquél que más la padece es el que nunca ha logrado nada.


Jueves 2 de julio | Lectura del día: 1 Reyes 19:1-10 Intimidación Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. 1 Reyes 19:2

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os dolió en días recientes escuchar la noticia de un niño, de una escuela del norte de nuestro país, que por ser intimidado por sus compañeros decidió suicidarse. La intimidación es el acto de hacer que los otros hagan lo que uno quiere a través del miedo. Puede ser por medio de una amenaza física, miradas, humillación intencional, manipulación emocional o maltrato físico. Los teóricos del comportamiento humano dicen que, a menudo, quien es una persona intimidadora, se debe a que cuando era niño fue intimidado por otros, que pueden ser los padres, hermanos o compañeros de la escuela. En el contexto de la vida actual, los mecanismos de intimidación se han vuelto parte de lo cotidiano de algunos estados de nuestro país. Comienza en la escuela como acoso, bajo el término inglés “bullying”. Ciertos niños utilizan su fuerza física y habilidades para generar temor en otros, infringiéndoles distintos tormentos. Reconocemos que los años que dedicamos a nuestra formación primaria y secundaria son muy importantes para nuestro desarrollo, porque en este tiempo tan cambiante vivimos muchas de las experiencias que formarán nuestro carácter. Pero también se pueden recibir heridas imborrables, que nos acompañarán el resto de nuestra vida, algunas comienzan con la intimidación por parte de nuestros padres, de nuestros familiares cercanos, de los maestros o de los compañeros. El enemigo de nuestra alma, quiere intimidarnos de manera directa o por medio de alguien, como al profeta Elías a través de Jezabel, para hacer sentirnos menos y desistir de ser fieles a Dios o de servirle. Para contrarrestar esa trampa del diablo, será bueno recordar cada día que nosotros somos hijos de Dios, siervos del Altísimo, profetas del Señor. Que cuando Satanás venga a hablarnos de nuestro pasado para intimidarnos, le recordemos su futuro es el infierno, preparado para él y sus ángeles caídos. Nuestra victoria está en la confianza de que Cristo nunca nos dejará solos, que está de nuestro lado. La envidia es el medidor de los logros; aquél que más la padece es el que nunca ha logrado nada.


Viernes 3 de julio | Lectura del día: 1 Juan 4:1-18 Temor En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18

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nvitó un joven a su pastor para que le acompañara a pedir la mano de su novia. Durante toda la reunión con los padres de su prometida el joven estuvo temblando por el temor a una negativa por su condición humilde. Al final, los futuros suegros consideraron de mayor valor su vida de fiel cristiano, responsable, trabajador y serio. Una trampa del enemigo de nuestra alma para impedir nuestro crecimien- 11 to espiritual es el miedo. La Biblia habla del temor a Dios, que no es • miedo, sino reverencia a Dios reconociendo su poder y gloria. Este 40 temor de Dios tiene muchos beneficios espirituales y bendiciones (Proverbios 14:26-27; 19:23). El mensaje de las Sagradas Escrituras es siempre de ánimo; un ejemplo entre muchos es Isaías 41:10 que dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” El temor es una emoción propia del ser humano. Puede ayudarnos en la supervivencia porque nos indica cuando el peligro está cerca y hay que moverse, pero puede paralizarnos e impedirnos seguir adelante en la vida, cuando surge de nuestro interior como los malos recuerdos, los traumas o las carencias. Dentro de los más comunes tenemos el temor al abandono, al rechazo, a la crítica, al fracaso, a lo desconocido, a la muerte, al futuro y a las enfermedades. Estos temores son manifestaciones de desamparo e impotencia, porque no tenemos control sobre la situación. Nuestros temores desaparecen cuando crece nuestra confianza en el poder, la fidelidad, el amor y la gracia de Dios para con nosotros. Confiamos en que Él tiene control de todas las cosas que nos suceden y que nada pasará si no lo permite. Nuestra confianza plena en la presencia permanente de nuestro Señor con nosotros, quita el temor paralizante y nos permite seguir adelante, a pesar de todo. Nos recuerda el apóstol Juan que el amor echa fuera el temor. La envidia es el medidor de los logros; aquél que más la padece es el que nunca ha logrado nada.


Sábado 4 de julio | Lectura del día: Salmos 4:1-8 Angustia Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Salmos 4:1

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os rostros de los habitantes de Ciudad Acuña, Coahuila, reflejaban una terrible angustia en los noticieros nacionales e internacionales. Un tornado, de sólo seis segundos, había destruido su casa y llevado a kilómetros su automóvil. La angustia se incrementaba al darse cuenta que el patrimonio de toda su vida se había perdido y su futuro era incierto. La angustia es un estado afectivo de carácter penoso que aparece como reacción ante un peligro desconocido o amenaza. Es acompañado por intenso malestar psicológico y por alteraciones en el organismo tales como elevación en el ritmo cardiaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o falta de aire. Una ansiedad extrema o miedo. Sigmund Freud habla de angustia realista y angustia neurótica. La primera es como una voz que alerta y prepara para la huida ante un peligro exterior. Es un estado de atención sensorial incrementada y una tensión motriz. Genera una reacción adecuada y nos pone a salvo del riesgo, o nos provee de una reacción inadecuada y nos paraliza. La segunda es una angustia que se da en forma de ataques o de manera permanente, sin que se le descubra fundamento exterior. Desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento la Biblia relaciona al ser humano con la angustia. El mensaje de Dios en momentos de angustia y desesperación es de mantener nuestra confianza en el Dios que nos libera de toda situación difícil y nos da la confianza de Su presencia con nosotros. Vivimos en un mundo donde hay inseguridad, criminalidad creciente, violencia, secuestros, amenazas de extorsión, altas tasas de desempleo y muchas otras dificultades que caracterizan nuestros días. Muchas personas son afligidas por problemas personales, enfermedades, escases, soledad, culpa. Ante esta situación, cada día debemos animarnos a confiar plenamente en el Dios Todopoderoso. No debemos permitir que el enemigo de nuestra alma robe nuestra tranquilidad. Recordemos que como hijos de Dios hemos ganado esta batalla con el sacrificio y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Podemos estar atribulados, pero no angustiados (2 Corintios 3:9-10). La envidia es el medidor de los logros; aquél que más la padece es el que nunca ha logrado nada.


Domingo 5 de julio | Lectura del día: Juan 8:31-46 Ya no eres esclavo Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:32 libre? Lo más seguro es que contestes que sí. Quizá ¿T enosientes estés en la cárcel ni atado con grillos ni cadenas, pero sí

seas cautivo de sistemas negativos de pensamiento o comportamiento pernicioso. Entonces, confiesas tu pecado y te propones mejorar para la próxima ocasión, pero al aumentar las presiones vuelves a caer en el mismo estilo destructor. Nadie intenta convertirse en esclavo del alcohol; ningún drogadicto deseó ser cautivo de una sustancia nociva. Lo mismo sucede 13 con los adictos de apetitos sexuales, de mentir constantemente, ro- • bar, defraudar, ser indolentes, chismosos, maldicientes o de cualquier 40 otro pecado. Otros quizá crean que eres un creyente fiel, pero en realidad también padeces de ansiedad, y conflictos internos como el temor, celos y envidia, culpa por acciones pasadas, rencor, etc. La paz, el gozo y la plenitud prometidos en la Palabra de Dios son solo espejismos irreales. Sin embargo, ¡hay esperanza! Cristo tiene poder para romper las cadenas que intentan mantenernos cautivos y alejados de Él. La verdad que nos libera nos exhorta a recordar: • Nuestra relación personal con Cristo. Si somos creyentes, Él ha perdonado todos nuestros pecados y tenemos nuestra salvación. • Nuestra posición. Ya no somos enemigos de Dios, sino hijos suyos y tenemos acceso al trono de la gracia para recibir el socorro oportuno en cualquier momento (Hebreos 4:16). • Nuestra posesión. El Espíritu Santo habita en nosotros y Él nos capacitará en cada circunstancia. Dios nos ha impartido su naturaleza y todo lo necesario para agradarlo y obedecerlo (2 Pedro 1:3-4). • Nuestra dignidad. Como hijos de Dios somos de gran estima para Él y muy útiles para cumplir su voluntad y servirle con fidelidad. Como hijos de Dios, ya gozamos de la libertad que Cristo nos ha dado. Para afirmarlo puedes orar de la siguiente manera: “Señor, te confieso que por mucho tiempo he sido cautivo de este aspecto de la esclavitud al pecado. Gracias por tu oferta del perdón y ahora te suplico que me liberes y me concedas la victoria sobre este pecado”. La envidia es el medidor de los logros; aquél que más la padece es el que nunca ha logrado nada.


Lunes 6 de julio | Lectura del día: Daniel 1:1-16 Cómo tomar decisiones sabias Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, así que le pidió al jefe de oficiales que no lo obligara a contaminarse. Daniel 1:8 NVI

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l tomar decisiones, hay quienes se dejan llevar por sus deseos o inclinaciones del momento; otros toman en consideración los pros y los contras y luego se deciden por lo que más les conviene; pero ambas alternativas se basan en preferencias personales. La mejor manera de tomar decisiones acertadas es dependiendo de los principios que encontramos en la Palabra de Dios. Daniel fue parte de los judíos que fueron llevados cautivos a Babilonia. Después de conquistar Jerusalén, el rey Nabucodonosor escogió a los jóvenes judíos más brillantes y competentes y los llevó consigo para “babilonizarlos”. Junto con otros compañeros, Daniel recibió instrucción sobre la cultura, la literatura, la religión y la razón de ser para los babilonios. Los cuatro jóvenes cooperaron en todo lo que se les ordenó hasta que surgió un conflicto entre esas normas y su determinación de ser fieles a Dios, y ellos optaron por seguir los lineamientos de su fe y el Señor estuvo con ellos en todo momento. Podemos tomar decisiones basándonos en principios o en preferencias. La primera consiste en un estilo de conducta determinado de antemano, fijo, basada en la Biblia, y la segunda se refiere a la opción moral basada en gustos, antojos y deseos; es decir, lo que parezca mejor en un momento dado. Para regirnos por principios, debemos vivir por una causa más grande que nosotros. En otras palabras, vivir para nuestro Señor Jesucristo, para el reino de Dios y para dar testimonio de quién es Él.Tener muy claro lo que creemos. Obedecer a Dios y luego dejar todas las consecuencias en sus manos. Confiar plenamente en la soberanía de Dios. Entrega tus preferencias en las manos de Dios y observa cómo Él te pone en capacidad de vivir conforme a sus principios inalterables y benéficos para tu vida. Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Martes 7 de julio | Lectura del día: Romanos 8:31-39 La trampa del desprecio ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Romanos 8:31

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unque Dios ha dicho que está de parte de los que son suyos y que nada puede separarlos de su amor, con demasiada frecuencia las experiencias negativas del pasado nos llevan a dudar de esa realidad, sobre todo cuando hemos experimentado el desprecio. Aunque hay muchas razones para sentirse despreciados, la causa fundamental de esta emoción tan dolorosa es la opinión tan negativa que tenga una persona acerca de sí misma y que puede haberse originado en sus ex- 15 periencias adversas como: defectos físicos, heridas profundas del pasa- • do, el divorcio, experiencias de la infancia, recordar mensajes negativos 40 del pasado, entre otras. El Señor ha decidido entregarnos tres verdades esenciales que debemos entender para tener el concepto correcto de nosotros mismos: • El sentido de pertenencia. Somos parte de la familia de Dios; hemos sido adoptados por nuestro Padre celestial (Romanos 8:16). • El sentido de valía. El Señor Jesús consideró que somos tan valiosos que nos amó (Juan 3:16) y estuvo dispuesto a morir en nuestro lugar, por lo que nada podrá separarnos del amor de Dios. • El sentido de ser competente. Al aceptar a Cristo como nuestro Salvador, el Espíritu Santo vino a morar en nosotros. Una de sus tareas consiste en habilitarnos para lograr hacer satisfactoriamente cualquier tarea que Dios haya encomendado en nuestras manos (Filipenses 4:13). El primer paso para ser victorioso sobre el rechazo surge cuando decidimos creer en el Señor y encontrar plena aceptación de su parte. Dios ha dicho que le pertenecemos y que para Él somos muy valiosos. En segundo lugar, pidamos perdón al Señor por permitir que las emociones dañinas sean un obstáculo en nuestro caminar diario con Él y que nos ayude a eliminarlas de nuestra vida. En resumidas cuentas, todo se reduce a una decisión inevitable: o creemos y aceptamos lo que Dios dice o lo que otros pretenden e imaginan conocer acerca de nosotros. Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Miércoles 8 de julio | Lectura del día: Isaías 41:10-13 La trampa del temor Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: «No temas, yo te ayudaré. Isaías 41:13

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ivimos en una época de mucho temor. Estamos rodeados de incertidumbres que nos ocasionan pérdidas o dolor y que pueden abrumarnos con preocupaciones. En efecto, nuestra sociedad está asociada por el temor; basta con escuchar, leer o ver las noticias para informarnos acerca de eventos aterradores que constantemente ocurren en el mundo. Pese a todo eso, el pueblo de Dios ha sido llamado a vivir sin temor (Salmo 46:10).Y, ¿cómo podremos estar quietos y calmados en medio de una generación atemorizada? La única forma es recordando lo que el Señor ha prometido para fortalecernos, ayudarnos y defendernos, sin olvidarnos que Él siempre cumple su palabra. Es natural que todos experimentemos momentos de confusión inexplicable, pero si permitimos ser controlados por eso, habrá serias consecuencias debido a que el temor: divide nuestra mente, reprime nuestra facultad de pensar y actuar como debemos, causa indecisión, nos esclaviza con sentimientos de incertidumbre, ya que nos negamos a actuar por temor a cometer algún error, bloquea nuestro crecimiento espiritual y afecta nuestra salud física. ¿Qué debemos hacer para obtener la victoria sobre el temor? • Reconocer su presencia. • Identificar su origen. Preguntémonos a qué se debe nuestro temor. • Cambiar nuestro enfoque. Si fijamos nuestra atención en nuestros temores, éstos crecen, demandan más esfuerzos de nuestra parte y casi siempre determinan nuestras decisiones. • Depender de Dios. Isaías 41:10.Tomemos este versículo como ancla firme de nuestra fe y forma de proceder. Podemos continuar aferrados a nuestros temores y sufrir las consecuencias negativas o confiar plenamente en las promesas del Señor y depositarlos en Sus manos. Notemos que en Isaías 41:10 Dios no dice que nos librará de circunstancias adversas sino que promete que nos fortalecerá y nos ayudará a sobrellevarlas. Siempre que nos sintamos acosados por la incertidumbre, recordemos quién nos sostiene. Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Jueves 9 de julio | Lectura del día: Efesios 4:26-32 Victoria sobre el rencor Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados. Efesios 4:26 NVI

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l sentirnos ofendidos es muy peligroso guardar resentimiento, enojo, odio y deseos de venganza. Quizá logremos olvidar el incidente, pero el enojo jamás desaparece completamente y sus efectos perduran, causándonos trastornos y destrucción casi imperceptible. Lo cierto es que el rencor no debe tener cabida en la vida del creyente pues Cristo entregó su vida para que los que creyeran en Él fueran perdonados y liberados del poder del pecado. Como hijos 17 suyos se nos ha ordenado que sigamos su ejemplo, y al rehusarnos a • obedecerlo, Satanás aprovecha la oportunidad para inducirnos a hacer 40 lo que no es agradable delante de Dios. Tener rencor es rehusarse a ceder ante el resentimiento insistiendo en que el culpable pague por el daño que haya ocasionado. Perdonar puede ser difícil porque la creencia popular es que el culpable no debe escapar de ser castigado como lo merece. Sin embargo, al haber creído en Cristo como nuestro Salvador, renunciamos a lo que creemos que es nuestro derecho de vengarnos por nuestra propia cuenta. En realidad, nuestra responsabilidad es perdonar y dar lugar a que el Señor se ocupe de lo demás. Al no hacerlo, la trampa del rencor nos afecta de las siguientes maneras: afecta nuestra vida de oración, afecta nuestra adoración, afecta nuestro testimonio, afecta nuestro propósito al ofrendar, impide nuestro crecimiento espiritual, afecta a quienes nos rodean y nos afecta físicamente. Si tratamos de ignorar que el pecado del rencor todavía nos tiene cautivos, nos será muy difícil abandonarlo. Sin embargo, el Señor Jesucristo vino para hacernos libres (Juan 8:36). No solo nos perdonó de todos nuestros pecados, sino que por medio de su Espíritu también nos concederá la gracia y la fuerza para dejar a un lado nuestras heridas y rencillas para confiar en Él y disfrutar de la vida en abundancia que nos prometió. Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Viernes 10 de julio | Lectura del día: Hebreos 11:1-6 Duda Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6

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egresó Juan Antonio a su casa, para explicar a su esposa que la acusación a su hijo era un delito federal, que el abogado defensor le dijo que sería, humanamente hablando, imposible que recibiera su libertad y terminó diciéndole: “Creo que Dios no ha escuchado nuestras oraciones en este problema que estamos pasando”. La duda hizo eco en su corazón por la gravedad de la situación. Duda es la falta de determinación o una vacilación ante varias posibilidades de elección acerca de una creencia, noticia o hecho. Es una indeterminación entre dos juicios o dos decisiones. Cuestión que se propone para resolverla. Un estado de incertidumbre y un límite a la confianza o la creencia en la verdad de un conocimiento. Su contraparte es la certeza, la creencia, la fe. Para muchos filósofos hay dos tipos de duda: la escéptica o real y la metódica o científica. En las Sagradas Escrituras encontramos muchas cosas que no se pueden explicar, ni siquiera percibir, y el enemigo de nuestra alma las emplea para sacudir nuestra fe en la Biblia como revelación de Dios. También nos enfrentamos a diferentes circunstancias en la vida que nos llevan a dudar sobre si nuestro Creador tiene sus ojos puestos en nosotros para ayudarnos. Por ello diríamos que nuestra fe debe reposar sobre evidencias y promesas del Altísimo, y no sobre demostraciones. De allí que el consejo de Santiago 1:5-7 es, «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.» La bienaventuranza de Juan 20:29 es para nosotros hoy, “Jesús le dijo: Porque me has visto,Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Sábado 11 de julio | Lectura del día: Romanos 8:12-17 Lo que eres El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, Romanos 8:16

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ace unos meses escuché una conferencia en la que la ponente hablaba sobre un discurso bastante interesante; el tema principal era “cuidado con lo que pones después de un Yo soy”. Un tema bastante de moda en las conferencias de superación personal; la gente está acostumbrada a decir “Yo soy”, pero no da importancia a lo que pone después de ello. He escuchado todo tipo de enunciados, desde: “Yo soy una persona luchadora” hasta “Yo soy un tonto”. La cuestión 19 es que al final, después de tanta repetición, la gente termina siendo lo • 40 que ellos mismos declararon ser. La gran noticia de hoy es que en nuestro caso extraordinario, todo lo que nosotros somos depende de una sola variante, depende de lo que Dios nuestro Señor es, y lo que la Palabra nos dice es que Él es Rey de reyes y Señor de señores. Él es el gran YO SOY y tú eres creación de Su mano y fuiste comprado con sangre. Siempre he creído que debemos aprender a hablar, como esta mujer decía; pongamos más cuidado en lo que ponemos después de un “Yo soy”, y si en algún caso tú no sabes qué poner después, aquí tienes una frase contundente con la que puedes completar tu enunciado y que la Biblia dice que eres: El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con Él. Romanos 8:16-17 A partir de hoy, ¡descríbete como lo que eres! Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Domingo 12 de julio | Lectura del día: 1 Juan 5:1-14 Desconfianza Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14

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partir de que Alejandro se enteró de que lo que había contado a su mejor amigo lo sabían otros, se volvió desconfiado, callado, aislado y no volvió a platicar nada personal con nadie. La desconfianza es lo opuesto a la confianza o a la falta de ésta última. Puede venir como consecuencia de haber sido engañados o defraudados por alguien o que forme parte de nuestra manera de actuar, ser y pensar en la vida. La desconfianza nos hará tener dificultades para la interacción social, para tener amigos, para formar una pareja o, en general, para relacionarnos con los demás en el trabajo, la escuela o la familia. Las personas desconfiadas se vuelven reacias a desahogarse o intimar con los demás, se sienten constantemente amenazados, guardan rencor en su corazón, interpretan mal los halagos a su trabajo o a su persona, son incapaces de olvidar los insultos, injurias o desprecios que hayan recibido en el pasado; el menor desprecio provoca una gran hostilidad, contraatacan con rapidez y reaccionan con ira, son cautelosos, reservados y aparentan no ser emotivos. Nosotros debemos aprender a confiar primeramente en nuestro Dios, desarrollar la confianza en nosotros mismos y después cultivar la confianza en los demás. El consejo del apóstol Pablo a Timoteo es que haciendo bien las cosas, podremos ganar la confianza en nuestro Salvador y la de otros, «Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.» (1 Timoteo 3:13). Para la Licenciada en Psicología clínica Celeste Rivera, la palabra confianza viene del latín Confidere, cuya raíz significa fe. De manera que tener confianza en ti mismo, tiene que ver con tener fe en quien eres y en lo que eres capaz de hacer cuando el miedo, la duda o la inseguridad están amenazando tu vida y tus circunstancias. Es bueno también, fomentar la confianza en todas nuestras relaciones personales; eso hace que el ambiente se vuelva amable y divertido. Nada se olvida más despacio que una ofensa, y más rápido que un favor.


Lunes 13 de julio | Lectura del día: 2 Samuel 9:1-13 Baja autoestima Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo? 2 Samuel 9:8

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unque Jerónimo era el experto en el área de seguridad en la empresa en la que trabajaba, por su baja estatura se consideraba menos que los demás y procuraba no tener amistad con otros empleados, mucho menos con las damas que allí trabajaban, sin saber que todos le tenían una gran admiración por su brillante trabajo de muchos años. Algunas personas, como Jerónimo, tienen un concepto muy bajo de sí mismos, se comparan con los demás, se concentran 21 en sus limitaciones y defectos, ignorando por completo sus virtudes. • Se menosprecian a sí mismos, tienen una imagen distorsionada de lo 40 que realmente son, se consideran menos que los demás, tienden a ser tímidos y huyen de los compromisos sociales; se consideran no aptos para enfrentar desafíos y oportunidades, manifiestan molestia por los que triunfan, suponen que todos los menosprecian, hablan mucho de sus defectos y sufren terriblemente cuando los critican. Aunque, paradójicamente, muchas veces las personas con baja autoestima se vuelven arrogantes, autosuficientes y atropellan a los demás, compensan su realidad con el mecanismo de defensa de la negación, dando la impresión de que su autoestima está muy alta, como una forma de protección emocional. Las razones de este autorrechazo e inseguridad pueden ser algún daño en la niñez, por ejemplo Mefi-boset, hijo de Jonatán, nieto del rey Saúl por estar lisiado de los pies se consideraba como “un perro muerto”. El que los padres comparen a los hijos con otras personas, los fracasos o el sentimiento de culpa, cuando se reconoce que algo se ha hecho mal y también cuando se sobrevaloran los defectos, puede afectar la autoestima. La Biblia nos enseña que para superar la baja autoestima debemos recordar siempre que somos hijos de Dios, que Jesucristo al morir en la cruz del Calvario nos dio un valor muy alto, que no somos menos que nadie porque tenemos un propósito que nuestro Creador nos ha dado, tenemos la esperanza de una vida eterna y reconocemos nuestras limitaciones y defectos. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Martes 14 de julio | Lectura del día: Santiago 3:13-18 Incertidumbre Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Santiago 3:17

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Angélica, quien trabaja en un Centro de educación superior, le notificaron que su director había sido trasferido a otro cargo, y ahora ella tiene incertidumbre respecto a conservar su puesto de trabajo o ser removida. Por ser empleada de confianza no está segura de que el nuevo jefe la mantenga en el cargo. Incertidumbre es la duda o perplejidad que sobre un asunto o cuestión se tiene. Es un sentimiento absolutamente opuesto a la certeza. Es el hecho concreto de no saber si lo que esperamos de nuestra vida se concretará, el no saber que nos depara el mañana, lo cambiante de la vida en todos sus aspectos. Muchas preguntas que el ser humano se hace manifiestan incertidumbre, por ejemplo: ¿Habrá vida después de la muerte? ¿Me despertaré mañana? ¿Mis padres vivirán hasta que yo sea adulto? Y muchas otras más. Por el temor a lo incierto, el hombre ha tratado de inventar técnicas y métodos que permitan controlar el futuro o ha puesto demasiado énfasis en una planeación exagerada de lo que hace. En otros casos, se ha acentuado que hay que vivir los días sin ninguna planificación, dicen algunos “disfrutar el momento, porque el mañana quizá ni llegará”. Para el creyente nuestra seguridad está en primer lugar en la confianza plena que hemos puesto en Dios y en nuestro Señor Jesucristo. En el Espíritu Santo, que hace posible su presencia palpable con nosotros cada día. En segundo lugar, nuestra seguridad en el cumplimiento total de sus promesas. No tenemos ni un mínimo de incertidumbre, porque nuestro Señor es fiel y cumple todo lo que Él promete. Cuando ponemos nuestro presente en las manos de Dios, nuestro futuro está asegurado. Cuando el enemigo de nuestra alma quiera ponernos la trampa de la incertidumbre, le recordaremos como el Señor Jesucristo cuando fue tentado: “Escrito está…” y cada día asegurémonos que tenemos la sabiduría de lo alto, que es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia, de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Miércoles 15 de julio | Lectura del día: Mateo 1:18-25 No estás solo He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo 1:23 que el nombre de Jesús no es solamente Jesús? Su nom¿S abías bre también es Emanuel, que significa, “Dios con nosotros”.

¡Qué confortable es saber que nuestro Dios Todopoderoso, quien es también nuestro Padre celestial, está siempre con nosotros! “Cuando el Dios Todopoderoso está contigo, buenas cosas pasan en ti, alrededor de ti y a través de ti.” Ahora, ¿qué significa decir “Dios con nosotros”? Para eso, de- 23 bemos entenderlo de la misma manera en que los hebreos lo en- • tendieron. La mente de los judíos entendía que cuando la presencia 40 de Dios está contigo, te conviertes exitoso en todos tus esfuerzos. Si miras a través de las Crónicas, la historia del pueblo de Israel, te puedes dar cuenta de ello. La Biblia registra que cuando el Señor estaba con ellos en la guerra, los hijos de Israel nunca eran atacados y cada campaña militar terminaba con un éxito abrumador. De hecho, en la batalla de Jericó, la ciudad era de ellos con tan solo un grito (Josué 6:20). ¿Por qué? Porque el Señor estaba con ellos. Incluso en las guerras en las cuales estaban superados en números, ellos triunfaban porque el Señor estaba con ellos. No es diferente contigo y conmigo hoy en día. Cuando la Biblia dice que Jesús está contigo, Él está contigo para ayudarte, asistirte, cambiar las cosas por ti y hacer que cosas buenas pasen para ti. Él no está contigo como algunos erróneamente creen, para juzgar, condenar o señalar tus faltas. Recuerda: Cuando el Dios Todopoderoso está contigo, buenas cosas pasan en ti, alrededor de ti y a través de ti. ¡Espera a que esto te suceda hoy! Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Jueves 16 de julio | Lectura del día: 1 Pedro 5:6-11 Preocupaciones Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7

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oy en día muchos creyentes no depositan sus preocupaciones en Dios. Probablemente porque no tienen una revelación de que Él tiene cuidado de ellos. A menos que tengas una absoluta confianza en que a Jesús le importas, no podrás poner tu ansiedad sobre Él. La verdad es que Dios es real y está intensamente involucrado contigo día a día y en los detalles de cada minuto de tu vida. Podrías decir, “bueno, estoy seguro que Dios tiene cosas más importantes que hacer como para molestarlo con mis problemas”. Pero, por pensar de esa manera, estás demostrando que no crees realmente que Jesús esté interesado en ti. La Biblia dice: “Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos” (Lucas 12:7). ¡Tu Padre celestial numera los cabellos que tienes en la cabeza! Espero que realmente estés empezando a comprender el corazón de Jesús y no generalizar su amor por ti. Su amor por ti abarca todo. Si a Él le importa tener un seguimiento de cuanto cabello tienes en la cabeza, ¿habrá algo más pequeño para Él que no puedas confiarle? Su amor por ti es definitivamente detallado. Jesús dijo que ningún gorrión cae en el suelo sin que fuera la voluntad del Padre. ¿Acaso no serás más valioso que un gorrión? ¿Será que Él solo está interesado en las cosas grandes que pasan en el mundo? ¿Será que solo está interesado en las cosas significantes que pasan en nuestra vida, como nuestra salvación, o será que Él está involucrado día a día y en cada minuto de nuestra vida? ¡Su amor por ti es personal, detallado y profundo! Él quiere que lo involucres en lo más pequeño de tu vida, en lo más mundano de tu ser, para que veas su favor inmerecido rodeándote, protegiéndote y guiándote a buenos éxitos. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Viernes 17 de julio | Lectura del día: Salmos 37:1-7 Impaciencia No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Salmos 37:1

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acinto, un chico de diez años, después de un rato de estar tocando a la puerta de la oficina de su padre, se retiró. Justamente cuando había desaparecido por el pasillo, la puerta se abrió y su padre no encontró a nadie que le buscara. Impaciencia es la falta de paciencia o tranquilidad para esperar una cosa. Es ansiedad, anhelo, intranquilidad por algo que se espera o se desea. La tardanza en suceder algo que se desea produce un sentimiento negativo, de irritación, que impide el 25 descanso e impulsa al movimiento. El enemigo de nuestra alma utiliza • la intranquilidad como una trampa que nos impide afirmar nuestra fe, 40 especialmente cuando esperamos una respuesta de oración, y ésta tarda, o cuando necesitamos la ayuda de Dios en alguna situación difícil por la que pasamos, y no llega pronto. El lado contrario de la impaciencia es la paciencia, que es la actitud que lleva al ser humano a soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien; la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre, no se deja dominar por él. Es un rasgo de la personalidad madura; es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. En el Antiguo Testamento, Job es señalado como ejemplo de hombre paciente ante las adversidades de la vida. En el Nuevo Testamento, Santiago exhorta a los creyentes a ser pacientes y pone como ejemplo al labrador que espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que llegue la lluvia temprana y la tardía. “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.” (Santiago 5:8). El apóstol Pablo pone a la paciencia como parte del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Escuchemos el consejo del salmista cuando dice, «No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.» y bajo ninguna circunstancia demos lugar al enemigo de nuestra alma para que use la impaciencia para que dejemos de confiar en nuestro Padre Celestial. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Sábado 18 de julio | Lectura del día: Tito 3:1-7 Envidia Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Tito 3:3

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uanita regresó a su casa con una terrible inquietud y preguntándose ¿Cómo era posible que su vecina se hubiera comprado el automóvil que ella tanto había deseado tener? La envidia comenzó a ser “carcoma de sus huesos” (Proverbios 14:30). La envidia es el sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer lo que tiene el otro, sea en bienes materiales, cualidades superiores u otra clase de cosas. Tristeza o pesar del bien ajeno, o deseo de algo que no se posee. La envidia es considerada por el cristianismo como un pecado capital porque da origen a otros pecados y rompe con el amor al prójimo que nuestro Señor Jesucristo proclama. En el momento en el que sentimos molestia y agobio por los triunfos de otros, cuando experimentamos cierto grado de inferioridad, cuando nos obsesionamos por estar al pendiente de su vida y sentimos amor por sus bienes, al punto de querer privarlos de los suyos, estamos cayendo en la trampa del enemigo y pecando contra Dios y contra nuestro prójimo. La envidia no sólo es causa de nuestra infelicidad y resentimiento, sino que alimenta también el deseo de hacer mal a otros. El relato bíblico de Caín y Abel, que muestran los conflictos y la rivalidad entre hermanos, puede también ser un ejemplo de envidia entre ellos. Pilato quiso soltar a Jesús, dice Marcos 15:10, «porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes.» Pidamos a Dios que nos conceda contentamiento con lo que tenemos, para no caer en el deseo desmedido de desear lo que otros poseen. Tenemos que aprender a vivir agradecidos con lo que Dios nos concede, sin compararnos con los demás y mucho menos desear con vehemencia lo que mi prójimo o mi hermano han recibido de Dios. No caigamos en la trampa del enemigo de llegar a sentir envidia por alguien, sino agradecer a Dios por lo que nos ha dado y por lo que otros tienen. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Domingo 19 de julio | Lectura del día: Mateo 6:5-15 Un beso no es suficiente Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mateo 6:6

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n las relaciones actuales, las personas solo nos hablan de rapidez, sin compromiso. Cuando leí este pasaje me di cuenta que el enemigo nos ha engañado en las relaciones y nos ha dicho que un beso es la muestra de amor. En la relación de pareja es interesante darnos cuenta que el amor se demuestra en pequeños detalles pero se disfruta 27 y mantiene en la intimidad, en el tiempo de calidad. Así mismo pasa con Jesús, nos muestra Su amor a través de pe- • queños detalles en público, a través de la creación o de la predicación, 40 pero disfruta pasar un tiempo de intimidad con nosotros. Lamentablemente nuestra manera de amar a Dios solo se basa en esos pequeños detalles en público. Jesús nos enseña claramente que esos detalles no agradan a Dios y no porque sean malos, más bien porque quieren mostrar una realidad que no existe. La invitación de Jesús es clara: ten intimidad con Él en lo secreto y eso te hará infinitamente feliz. Como te comentaba al principio, las personas quieren aparentar relaciones profundas con detalles públicos, pero una relación verdadera se disfruta, nace y se cultiva en la intimidad; lo que la gente ve solo es el resultado de esa intimidad. Por eso un beso en público no es una verdadera relación, la relación está en la intimidad, en ese lugar secreto, es interesante ver que Jesús menciona el lugar más íntimo de Dios y de las personas; Su atrio y tu habitación. Jesús no quiere que los demás vean tu intimidad con Él, solo quiere estar contigo y te recompensará por ello, con una vida victoriosa y abundante. Si no me crees, te recuerdo que Jesús dice que “… tú Padre, que está en lo secreto, te recompensará…” Qué hermoso poder encontrarte con tu Padre ahí en lo más secreto. Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.


Lunes 20 de julio | Lectura del día: Eclesiastés 3:1-11 ¿No hay tiempo? Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1

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l mundo en el que vivimos nos distrae con actividades interminables y muchas veces sin propósito; el enemigo nos tiene atrapados con el ajetreo de la vida y la frase preferida es “el tiempo es oro”. Si bien es cierto que el tiempo tiene mucho valor y es importante, hay que saber aprovecharlo. El predicador de Eclesiastés dice “todo tiene su tiempo”, y si piensas que no tienes tiempo para tu relación con Dios, estás siendo engañado por el enemigo. Many Paquiao, uno de los hombres más famosos del mundo y con muchas ocupaciones en su vida diaria, tiene el tiempo para estar a solas con Dios. Dentro de su entrenamiento para ser uno de los mejores boxeadores a nivel mundial, él ha entendido que “todo tiene su tiempo” tiempo de correr, tiempo de estar con su familia, tiempo de ser famoso, tiempo de entrenar, tiempo de descansar y tiempo de estar con Dios y mantener su relación viva. En nuestros días, falta tiempo para las cosas sencillas pero importantes; tiempo de calidad con la familia o con tu pareja. Casi nadie tiene tiempo para los amigos y disfrutar de la vida, y lo más seguro es que sí tengamos tiempo, pero no lo estamos aprovechando al máximo. Jesús, por ejemplo, siempre atendía las necesidades de las personas y tenía compasión de ellas; las alimentaba, sanaba a todos los que le llevaban, visitaba a algunas personas durante el día, y en varias ocasiones la Biblia nos da a entender que Él no tuvo tiempo para comer pero incluso después del día mas agotador, Él se tomaba el tiempo para estar a solas con Su Padre. Sé que la mayor parte de la semana llegas a tu casa cansado, pero busca ese tiempo de intimidad con Jesús y encontrarás descanso. Jesús descansaba así. Recuerda: siempre hay tiempo para estar con Jesús en intimidad, no caigas en la trampa del enemigo. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Martes 21 de julio | Lectura del día: Proverbios 6:28-35 Celos Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza. Proverbios 6:34

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l matrimonio de Jacinto y Manuela está a punto del divorcio, porque los celos enfermizos de él han llevado la situación de hacer la relación algo insostenible, por las constantes peleas y agresiones entre ellos. Lo único que los mantiene en el mismo hogar son los hijos que han procreado en veinte años de matrimonio. Los celos llegan por el temor a perder al ser amado porque se siente una amenaza real y concreta, o por una situación irreal e imaginaria. Son el resultado 29 de inseguridad y desconfianza en la relación. Para la psicología, son un • mecanismo de defensa, una respuesta natural de un individuo ante la 40 consciente y concreta amenaza de perder una relación interpersonal importante y querida para la persona celosa. Generalmente los celos se dan en una relación esposo-esposa, novio-novia, pero también suele darse entre padres e hijos, entre hermanos, entre amigos, entre compañeros de trabajo, que puede ser por el puesto que se tiene o por el salario que se percibe. Santiago ubica los celos en el grado de no tener sabiduría de Dios cuando dice, “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.” (Santiago 3:13-16) En Corinto se dio la situación de que aun en el liderazgo había celos, de tal manera que provocó divisiones en la Iglesia. Unos decían que eran de Pablo, de Apolos, otros de Pedro, unos más de Cristo. Pidamos a Dios que nos ayude para no permitir que los celos invadan nuestro corazón, causen daño y provoquen amargura, dolor, desconfianza, inseguridad o pérdida del amor. Roguemos al Señor también que no provoquemos celos a nadie con nuestras actitudes triunfalistas, sino humildemente demos siempre la gloria a Dios por cada logro que nos permita tener. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Miércoles 22 de julio | Lectura del día: Oseas 14:1-9 Rebelión Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. Oseas 14:4

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artín era un joven modelo, obediente, buen estudiante y trabajador hasta que llegó a una edad en que cambió su actitud y se volvió desobediente, irresponsable, rebelde y desafiante de la autoridad de sus padres. Del latín rebellio, rebelión es la acción y efecto de rebelarse, resistirse, sublevarse o faltar a la obediencia debida. Es una manifestación de rechazo a la autoridad. Cuando es un levantamiento colectivo contra la autoridad o la disciplina militar, pero con grado menor que la rebelión, toma el nombre de sedición. El ejemplo más evidente de rebeldía en el Antiguo Testamento es el de Israel, que cuando Dios le entregó la tierra de Canaán, la tierra prometida, que sólo tenía que entrar y poseerla, en lugar de obedecerle, dice Moisés: “Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios” (Deuteronomio 1:26) y perdió la bendición por ser rebelde. El enemigo de nuestra alma puede hacernos caer en la trampa de tomar una actitud de rebeldía, dándonos justificantes para ello: Cuando nos negamos a pagar los impuestos, considerando que el gobierno malgasta los recursos; cuando, como trabajador, nos rebelamos a los jefes por considerar que no están haciendo bien las cosas o cuando un soldado no acata las órdenes de sus superiores o como ciudadanos nos lanzamos a las calles, en rebeldía civil, para exigir la renuncia de un funcionario público o cuando no reconocemos la autoridad espiritual de nuestro pastor o líder de célula o ministerio. En el caso del líder espiritual a quien Dios llama “mi Ángel” dice a Israel, «Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.» (Éxodo 23:21) Pidamos a Dios que nos conceda una actitud humilde y de obediencia a Él y su Palabra. Un espíritu de colaboración y reconocimiento de la autoridad de nuestros pastores y líderes. Y en el plano familiar, una obediencia hacia nuestros padres como hijos, aun cuando ellos fallen en sus decisiones. Dios se agrada de que seamos obedientes, evitando la rebeldía. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Jueves 23 de julio | Lectura del día: Lucas 12:15-30 Avaricia Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15

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or querer tener más bienes materiales, dinero, empresas, Federico se involucró con personas que le ofrecieron ganar dinero fácil en negocios turbios y terminó con una sentencia de 30 años de cárcel por no poder comprobar grandes cantidades de dinero aplicadas a sus inversiones. La avaricia tocó a las puertas de su corazón y él le abrió. Avaricia es el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para atesorarlas. Es un pecado desde el punto de vista bíblico y un 31 vicio que trasciende los límites de lo lícito y lo moralmente aceptable. • Muchas veces el avaro está dispuesto a afectar a otras personas y aun 40 violar la ley, con tal de lograr su objetivo. Es muy interesante la antigua novela de Charles Dickens, titulada “A Christmas Carol”, traducida al castellano como “Un cuento de Navidad”, publicada por primera vez en 1843, en el que su protagonista, Ebenezer Scrooge, es un anciano muy avaro que lleva una vida triste y solitaria, entregada completamente al trabajo, en el que no tiene espacio para ninguna otra cosa. Su único empleado y la persona más cercana a él es Bob Cratchit, que trabaja en condiciones de explotación. La vida de Scrooge da un giro extraordinario cuando una navidad se le aparece el fantasma de un antiguo amigo, quien le dice que su vida de avaricia se convertirá en una pesada y extensa cadena que arrastrará por la eternidad, pero que está a tiempo de cambiar si acepta la ayuda e instrucción de tres espíritus: uno del pasado, otro del presente y uno más del futuro. Finalmente, por consejo de estos espíritus, nace en él una fuerte vocación por ayudar a los demás, de compartir y de buscar la riqueza interior que no había conocido. Dios nos ayude a superar la trampa de la avaricia, escuchando el consejo de Hebreos 13:5 que dice: «Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré». Confiar en Dios será siempre lo mejor. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Viernes 24 de julio | Lectura del día: Juan 2:1-12 No dudes ¡cree solamente! Sin embargo, su madre les dijo a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga” Juan 2:5 NTV

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a duda es una de las trampas del enemigo más comunes de la vida cristiana, sobre todo cuando apela a la lógica y a nuestra manera de pensar. En nuestra manera de razonar sería ilógico hacer vino con simplemente llenar unas tinajas con agua o alimentar a 5000 hombres, más mujeres y niños, con solo cinco panes y dos pececitos. Todo esto suena absurdo. Pero María, la madre de Jesús, nos da una lección tremenda de fe: ella simplemente dice “hagan lo que Él les diga”. ¡Qué confianza tan tremenda en Jesús! Por si fuera poco, esta historia no solo nos muestra la fe de María, sino nos muestra el poder de la obediencia, en este caso, de los siervos de esta casa. Ellos simplemente pudieron pensar “por qué le vamos a hacer caso a este invitado, si es un carpintero, mejor vayamos con el catador de vinos que es el que sabe de vinos”. Creo que a veces esta es nuestra actitud ante las órdenes de Jesús. Nosotros pensamos que nuestras ideas son mejores que las de Dios, le ponemos pero a todo o tratamos de justificar nuestra incredulidad. La desobediencia es incredulidad, y eso es una trampa muy sutil del enemigo que nos dice: ¿Qué lógica hay en lo que Dios pide de ti? ¿Por qué tienes que obedecerle, si sabes qué camino tomar? No obedecer tiene consecuencias muy graves. Ahora te voy a decir una gran verdad; “Entre más conoces a Jesús más obediente debieras de ser” ¿Cómo? Si, así es, cuanto más lo conoces te das cuenta de que el compromiso de oírlo y obedecerlo es mayor, pero los beneficios son mayores; imagina si los sirvientes no hubieran obedecido a Jesús, sencillamente no hubieran visto el gran milagro. Piensa en esto: “La obediencia es la llave que abre una vida abundante”. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Sábado 25 de julio | Lectura del día: Juan 10:22-30 ¿Acaso puedes aconsejar a Dios? Mis ovejas oyen mi voz; y Yo las conozco y ellas me siguen. Juan 10:27

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no de los más grandes problemas del ser humano es creer que lo sabe todo. Una vez leí la historia de una multimillonaria que, antes de serlo, asistió a una junta de millonarios y a la mitad de la junta ella alzó su mano para opinar, uno de los hombres de aquella junta le dijo algo que impactó mi vida: ¿Tú sabes de negocios? No –respondió ella- entonces para qué opinas, así nunca aprenderás porque piensas que lo sabes todo, tú estás aquí para escuchar. Muchos de nosotros estamos en la misma situación con Dios, 33 creemos que lo sabemos todo y le decimos a Dios qué es lo que tie- • ne que hacer para que nuestra vida sea bendecida. Muchas veces le 40 pedimos a los pastores que oren por las decisiones que ya tomamos y que bendigan lo que ya comenzamos, sin antes haber oído el consejo de Dios. Cuando comencé el ministerio me gustaba dar consejería, pero me di cuenta que las personas solo iban para que yo les dijera lo que ellos ya habían planeado, por lo que me frustré muchas veces. Dios nos ha dado muchos consejos para la vida, y cada domingo nos habla a través de las predicaciones, el problema se encuentra en que no lo escuchamos, no hacemos caso a lo que Él nos dice. Si tú tomas decisiones sin consultar a Dios, estás cayendo en esta trampa del enemigo, creyéndote más sabio que Dios e ignorando toda Su sabiduría. Finalmente te invito a reflexionar acerca de la oración, que es “platicar con Dios”, pues lamentablemente esa plática se ha vuelto un monólogo; tú y yo nos la pasamos hablándole y no dejamos que Él nos hable. Él tiene algo que decirte pero a veces no lo escuchas. Si quieres que sea una verdadera plática, deja que Él te hable, pues tiene consejos llenos de sabiduría para tu vida. Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Domingo 26 de julio | Lectura del día: Santiago 1:19-27 No solo escuches ¡hazlo! No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Santiago 1:22 NTV

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l título de esta reflexión es en otras palabras “sé obediente”. Jesús nos invita a ser obedientes; en Juan 15:14 nos dice que seremos verdaderamente sus amigos si le obedecemos. Es interesante reflexionar sobre la obediencia de lo que Jesús nos dice, pues no se trata de saber, ni mucho menos de tener mucha información en nuestra mente. Se trata de poner en acción lo que Jesús nos dice. La mayoría de los cristianos creemos que solamente por oír tenemos el derecho de la bendición de Dios para nuestra vida. La vida cristiana es un compromiso de poner en práctica las palabras que Dios nos da cada día, de lo contrario solo somos hombres necios que sabemos qué hacer pero no lo hacemos. En mi vida he conocido gente muy inteligente, con maestrías y doctorados en “iglecrecimiento”, en negocios incluso en filosofía, pero todo ese conocimiento no lo ponen en práctica y solo son personas llenas de cosas que nunca utilizan. Por ejemplo, el apóstol Juan tiene una historia muy ilustrativa de la tradición, ya que cuentan los historiadores que cuando era ya anciano, lo único que predicaba era “ámense unos a otros” y esa era toda su predicación, así que cada domingo se paraba para decir esa simple frase. Un día uno de sus oyentes se cansó de oír lo mismo vez tras vez, así que le reclamó para que dijera algo más. El apóstol Juan simplemente le dijo “Yo repetiré esta frase hasta que ustedes la pongan en práctica”. Te invito a que este día pongas en práctica lo que has oído en la predicación del domingo. Si aún no estas convencido de obedecer, te dejo este hermoso verso: Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman.Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos.Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos. (Juan 14:21). Quizá el orgullo te hará sentir fuerte, pero no feliz.


Lunes 27 de julio | Lectura del día: Romanos 13:8-14 Lujuria Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia. Romanos 13:13

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mitad de la clase en la Facultad de teología, en una universidad cristiana, una joven se paró para externar al grupo su preocupación por su padre, de quien dijo, “no lo puedo dejar sólo con una amiga o conocida, sin que le haga proposiciones indecorosas o le quiera grabar con su teléfono celular en forma obscena”. La conducta de esta persona ha cambiado en los últimos años, de manera que ejerce constante acoso sexual contra las mujeres de la familia. Lujuria 35 es el deseo sexual desordenado e incontrolable; un deseo apasionado • de algo; deseo excesivo de placeres sexuales. Se vincula con la lascivia, 40 que es la imposibilidad de controlar la libido. El asunto de la lujuria ha llevado a algunos países a legislar y penalizar con cárcel algunos comportamientos sexuales patológicos como la masturbación, la violación, la pedofilia, el incesto, la zoofilia, el adulterio, la prostitución y la pornografía. Estos comportamientos tienen como características la agresión y el descontrol sexual. A la luz de la Biblia, la lujuria es un pecado porque propicia una práctica inadecuada del sexo y porque es resultado de una sobreexcitación, que reduce la capacidad de amar sanamente. También lleva a un funcionamiento anárquico de la imaginación y de los deseos. La persona se deja arrastrar por los ojos o por sus fantasías sexuales y la incapacita para tener sentimientos nobles y conduce a desviaciones extrañas y malignas. Para contrarrestar esta trampa del enemigo de nuestra alma llamada lujuria, es necesario buscar la gracia de Dios que nos guíe a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, que nos ayude a quitar todo pensamiento posesivo sobre otra persona, reconociendo el valor que Dios le ha dado a todos los seres humanos y vivir una vida sobria, justa y piadosa. Lo primero que se debe hacer es arrepentirse y pedir perdón a Dios por el pecado de la lujuria, abandonando toda práctica que no honra ni glorifica a Dios y que devalúa al ser humano. No amar por temor a sufrir, es como no vivir por temor a morir.


Martes 28 de julio | Lectura del día: Hebreos 12:11-17 Amargura Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. Hebreos 12:15

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l rostro bello de Jazmín se volvió adusto, sin brillo y apagado, parecía la ventana de un corazón lleno de amargura, por la experiencia de haber sido abandonada por el hombre en quien depositó toda su confianza y que decidió irse con otra mujer. Le recordaba a su padre que también dejó a su madre, precisamente cuando ella nació. Su conversación se tornó agresiva, con tonos de violencia hacia el hombre. Sus comentarios se volvieron negativos y ofensivos hacia los demás. En el griego del Nuevo Testamento, amargura proviene de una palabra que significa punzar. Su raíz hebrea agrega la idea de algo pesado. Uniendo los dos conceptos, la amargura se vuelve algo fuerte y pesado que punza lo más profundo del corazón humano. La amargura se desarrolla en el corazón del hombre o la mujer cuando no se está dispuesto a perdonar a alguien que le ha ofendido o que ha cometido una injusticia en su contra. Comienza por la autocompasión, que se vuelve resentimiento, enojo, deseos de venganza, rencor y termina teniendo raíz de amargura. Para el mundo puede ser una solución el tomar venganza de la acción en contra nuestra o escuchar a nuestros amigos que nos recuerdan que tenemos derecho de pagar a otros “ojo por ojo, y diente por diente” o bien, reconocer que la amargura es un pecado por el que tenemos que arrepentirnos y pedir perdón a Dios. No importa la gravedad de la ofensa, nosotros tenemos la obligación cristiana de perdonar. Y aun, “caminando una segunda milla” pedir nosotros perdón. Pidamos a Dios que nos llene del Espíritu Santo, que nos capacite para perdonar a todos los que nos han ofendido, lastimado, herido, tratado injustamente o maltratado. Si lo hacemos así, evitaremos que contaminemos la vida de otros con la amargura y nos permitirá vivir en paz, sobre todo si aprendemos a perdonar lo más pronto posible después de cualquier ofensa o agresión en contra nuestra. No amar por temor a sufrir, es como no vivir por temor a morir.


Miércoles 29 de julio | Lectura del día: 1 Juan 1:1-10 Arrepiéntete Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9 NTV

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l arrepentimiento es uno de los actos que el cristiano siempre hace, y existen dos maneras de hacerlo: La primera es como nos lo narra el salmo 51 de David, donde el pecado es más que obvio y por lo tanto se necesita arrepentimiento. Si tú como cristiano has pecado, no dudes en venir delante de Jesús a confesar tu pecado y Él te perdonará. El peligro de no confesar el pe- 37 cado es una agonía espiritual y una progresiva caída moral y espiritual. • 40 ¡No dudes, Él te espera para derramar su gracia sobre ti! La segunda manera de ver el arrepentimiento es como “el cambio continuo de mente”; esto es un continuo recalibramiento de tu vida, de tu mente, de tu actitud, de todo lo que eres. Aquí ya no se trata de pecados tan notorios y evidentes; se trata de pequeños detalles como dice el salmista “líbrame de los que me son ocultos”. Quizás te estés preguntando ¿y eso para qué me sirve? La respuesta es sencilla; para ser un excelente cristiano. También te lleva a ver el mundo desde otra perspectiva; si lees con atención el versículo de este día, notarás que al final dice “y limpiarnos de toda maldad” así es, ¡de toda! No solo de un poco, lo que Dios quiere hacer en tu vida y en la mía es algo maravilloso. Yo llevo toda mi vida en el cristianismo y más de 25 años en el ministerio y Dios sigue limpiando toda mi maldad, pero son cosas no tan evidentes, son cuestiones de calibrar mi carácter, mi manera de reaccionar y mi confianza en Él. Buscar a Jesús y conocerlo cada día más me ha ayudado a darme cuenta de cuánto lo necesito; muchas personas piensan que uno es un supercristiano o un angelito; pero la realidad es que entre más tiempo pasas con Dios y más cerca estás de Él, tus ojos se abren para ver dos cosas: la gloria esplendorosa de Dios y la necesidad total que tiene tu ser de Él. No amar por temor a sufrir, es como no vivir por temor a morir.


Jueves 30 de julio | Lectura del día: 2 Samuel 12:1-10 Acepta la confrontación Entonces dijo Natán a David:Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel:Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? 2 Samuel 12:7,9

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a falta del rey David fue grave y trajo consecuencias en todos los ámbitos, pero a diferencia de otros reyes se humilló delante de Dios y buscó su perdón. Su gran aliado fue el profeta Natán, no porque lo solapara, sino porque era el instrumento de Dios para guiarlo y amonestarlo cuando fue necesario. Natán fue el profeta que por orden del Señor confrontá al rey y le hizo ver su falta. Cada líder, cada persona en autoridad y cada uno de nosotros necesitamos un Natán. ¿Tienes alguien así en tu vida? ¿Hay cerca de ti personas que les has dado el derecho de confrontarte? Aunque la verdad muchas veces es muy incómoda, ¿tienes la disciplina de oírla, aceptarla y hacer algo en consecuencia? Quién es nuestro Natán, efectivamente así como lo oyes: ¿quién es el Natán en tu vida que te confronta? En la vida todos queremos saber la verdad pero no queremos oírla. La verdad es asunto que no nos gusta que nos toquen. Dietrich Bonhoeffer lo dice de esta manera: El que rechaza las palabras serias de otro cristiano a causa de su sensibilidad y su vanidad, no puede decir la verdad en humildad a los demás. La persona que es así, tiene miedo de que lo rechacen y de sentirse herida por las palabras de otros. Los que son sensibles e irritables siempre se convierten en aduladores y muy pronto se dedican a despreciar y difamar a otros cristianos de su comunidad. Cuando otro cristiano cae en pecado evidente es imprescindible amonestarlo, porque la Palabra de Dios lo exige. La práctica de la disciplina en la comunidad de fe comienza con los que tienen entre sí una estrecha amistad. Hay que correr el riesgo de decir palabras de reprensión y reproche. Si queremos profundizar en la fe, necesitamos ser confrontados. No hay manera de crecer a menos que alguien nos diga la realidad. No amar por temor a sufrir, es como no vivir por temor a morir.


Viernes 31 de julio | Lectura del día: Levítico 19:1-18 Resentimiento No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo.Yo Jehová. Levítico 19:18

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a muerte llegó a una mujer que pasó varias semanas en agonía, hasta que un cristiano le aconsejó perdonar a su hija, que 20 años antes le había desobedecido y a quien había dejado de hablarle y no le permitía visitarle. Cuando ella aceptó a Cristo en su corazón y estuvo dispuesta a perdonar, en paz se fue a la presencia de nuestro Padre celestial. Resentimiento es la acción y efecto de tener enojo o pesar por algo. Se puede manifestar en sentimientos y actitudes negativos, 39 tales como: hostilidad hacia algo o alguien, tener ira, enfurecimiento • o incapacidad para perdonar. Ejemplos de resentimiento hay muchos: 40 Hacia un jefe que nos negó el aumento de sueldo o no nos dio el puesto que creíamos merecer; hacia un familiar u otra persona con la que nos enojamos por cualquier motivo; hacia un profesor que nos dio una calificación que no merecíamos; hacia el mundo, la situación económica nuestra, o hacia cualquier otra situación o persona. El resentimiento está basado en hechos que ya sucedieron, que nos causaron dolor o una herida que no hemos podido superar y que sigue dañándonos interiormente, teniendo repercusiones en nuestra salud física, emocional y espiritual. Algunos estudiosos de la conducta humana atribuyen algunas enfermedades a situaciones que no hemos atendido adecuadamente y siguen molestándonos. Otras consecuencias pueden ser: mostrarse nervioso, ser muy sensible a ciertos hechos o personas, tener una actitud hostil, tener dificultad para confiar en nuevas relaciones o sentirse menospreciado. La Biblia nos da la clave para sanar del resentimiento, para no mantenernos atados a hechos del pasado que nos siguen afectando. Tenemos que considerar que son situaciones que ya sucedieron, nada podemos hacer para cambiarlas y tenemos que mirar con optimismo hacia el futuro.Y lo principal es que debemos perdonar a toda persona que nos haya causado algún daño y olvidar todo lo que nos hayan hecho. Seremos felices si aprendemos a perdonar, independientemente de la gravedad de la ofensa, recordando todo lo que nuestro Señor Jesucristo nos ha perdonado a nosotros. No amar por temor a sufrir, es como no vivir por temor a morir.



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