UNA PIEL PESADA - muestra

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clara patiĂąo


UNA PIEL PESADA Una obra de Clara Patiño Bueno © 2019 Clara Patiño Bueno © 2019 Fandogamia Editorial por la presente edición Realización técnica: Rubén Solas Edición y revisión: Pedro F. Medina © 2019 Fandogamia Editorial C.B. Apartado de Correos 78 46930 - Quart de Poblet www.fandogamia.com ISBN 978-84-17058-38-8 Depósito Legal V-351-2019 Impreso en Villena Artes Gráficas 1ª edición abril 2019


Muchas gracias a mis padres, por lo obvio y por su constante apoyo. Gracias a todo el estudio Nipple por acompañarme en el viaje y conseguir que un trabajo solitario ya no lo sea. Gracias a Nico por arrastrarme al Salón del Cómic de Barcelona y casi obligarme a presentar un proyecto (que ahora es este cómic). Gracias a Lara por las tardes de pelis y silencios cómodos, a Ángela por ser una gran amiga, y a Cris por aguantarme lo mejor que puede. Gracias también a Elene y Eva, a quienes no veo mucho, pero eso no significa que me olvide de ellas. Espero que os guste el cómic, o que al menos no os decepcione demasiado.



VivĂ­an en un gigantesco castillo que al atardecer, cuando los rayos del sol poniente se reflejaban sobre su superficie esmerilada, brillaba con todos los colores del arcoĂ­ris. Junto a ellos tambien vivĂ­an sus dos hijas, a las cuales llamaron Alma y Nadia.


Pero la reina estaba embarazada.

Los nueve meses pasaron tan rápido que las niñas podrían haber jurado que no fue más de un día.


Todo ocurrió una noche nublada.

Un cuervo blanco se posó en la ventana, como si de un símbolo de mal agüero se tratase...

Y el rey comprendió que algo había salido mal.

Terriblemente mal.


y entonces el reino se quedó en silencio.

Fue en ese momento cuando Nadia se dio cuenta de que su padre no volvería a ser el mismo.

Y así era. Una extraña locura había invadido la mente del rey. convencido de que el destino no podía haber sido tan cruel con él, empezó a buscar culpables.

Decidió buscar respuestas en las brujas del pueblo, a quienes les habló de aquel cuervo blanco que se posó en su ventana justo en el momento en que el corazón de su esposa había dejado de latir.


estas le dijeron que existía una pareja de extraños seres que vivían en lo más profundo del bosque.

Y por mucho que sus hijas le rogaron y suplicaron...

Medio humanos, medio cuervos, podrían haber enviado aquella ave blanca.

Aunque dudaban mucho que fueran culpables de la muerte de la reina, con las criaturas del bosque nunca se sabe.

Las brujas siguieron hablando un rato, todavía indecisas e incluso algo nerviosas, Pero el rey ya no necesitaba escuchar nada más.

Nada podía ya detenerle, y partió hacia el bosque.

Cinco días después, el rey volvió herido de muerte...

Pero no lo hizo con las manos vacías.


y entonces llegaron los cuervos.

como una nube negra se extendieron sobre el pequeño pueblo, devorando todo lo que veían y atacando a todo aquel que se atreviera a desafiarlos.

Pronto empezaron a escasear las cosechas, y los cuervos siguieron aumentando cada vez más y más en numero.

hasta que el sol desapareció bajo la sombra que proyectaban sus alas.


Desesperadas, las dos hermanas decidieron pedir ayuda a las brujas.

Su respuesta fue decisiva.

el reino habĂ­a sido Maldecido.


Aquella misma noche, Nadia entró en la habitación donde todavía descansaba su padre.

Cada día que pasaba sus heridas se extendían un poco más, y hoy Nadia casi podía jurar que no quedaba ni un centímetro en el cuerpo del rey que no se hubiera consumido ya.

Fue entonces cuando comprendió algo que no quería comprender, que no podía comprender.

Su padre estaba a punto de morir. Su pueblo estaba muriéndose. Y por todos los demonios, ella también se moriría, tal vez presa de su propia rabia, si no hacía algo.

Y pronto. Nadia, mi pequeña...

Hoy me he despertado sabiendo que mañana ya no estaré aquí...

La voz del monarca era ronca, y sonaba como si cada palabra que pronunciara estuviera arrancándole poco a poco la escasa vida que le quedaba.

Pero tú sí.


Nadia, hija mía, eres fuerte, siempre lo has sido, y por eso tengo que pedirte un último favor.

Ya no hay esperanza para mí, nadia.

Pero nuestro pueblo aún respira, aunque sea con dificultad.

Debes evitar que su aliento desaparezca.

¿Cómo voy a hacer eso?

Son esas criaturas del bosque, nadia. Conseguí acabar con uno, pero todavía queda un segundo.

Debes matarlo.

Por el tono de voz de su padre nadia supo que aquello no era una petición cualquiera.

Era una orden.

Una sentencia.


¿Y así se romperá la maldición?

¡Claro!

Mira, nadia, estos monstruos están protegidos por una magia muy poderosa.

Para matarlos debes destruir el cetro que llevan siempre con ellos...

Y una cosa más...

llevarás mi espada contigo.

Es mi herencia, hija.

Así, en cierto modo, será como si nunca me hubiera ido.

Como si pudiera quedarme para siempre contigo...


La voz del rey se fue apagando, y nadia casi ni le oyó cuando, entre susurros, pronunció las que serían sus últimas palabras.

Una única emoción se apoderó del corazón de nadia en ese momento.

Era más fuerte que cualquier sentimiento que hubiera tenido hasta la fecha, y dolía como si le hubieran atravesado el pecho de una única estocada mortal.

por un momento llegó a creer que era tristeza, pero pronto se dio cuenta de su error.

Era ira.


Y así, arrancó la piel del mago cuervo que colgaba en la pared y se la colgó a la espalda.

Y aunque su hermana le suplicó que no se fuera...

...Que, por favor, no la dejase sola...

Nadia ignoró sus súplicas y se limitó a contestarle: Papá tardó cuatro días...

Si yo no he vuelto en cinco...

...Entonces ya no volveré.


Y al igual que su padre antes que ella...

...Nadia se adentrรณ en el bosque.


Vaya, ha sido rápida.

parece que la maldición ha dado sus frutos.

Y a su espalda, como si fuera un simple trofeo de caza, la piel de ella.

y qué... ¿q-qué vamos a hacer? no te preocupes, bocas.

Ahora solo tenemos que seguir el plan.

le ofreceré un trato. uno que acabará con todos sus problemas.

La pobre idiota no se dará cuenta del engaño.

Al menos...

...No hasta que sea demasiado tarde.


¡¡¡Ya te tengo, malnacido!!!

o tal vez no... en fin...

supongo que eso significa...

...que debo de estar cerca de su guarida.

ajá.


ughh... QUé mal gusto...

Vamos, ¿dónde te escondes?

¡¡Sal y pelea conmigo!!

¡No te tengo ningún miedo!


ohh, nadia, nadia... no tienes por qué levantar tanto la voz, estoy aquí mismo.

creo que tú y yo tenemos algunas cosas de las que hablar.


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