Revista de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey Campus QuerĂŠtaro
Mundo Ă rabe Marzo - abril 2016
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La Historia no es mecånica porque los hombres son libres para transformarla � Ernesto Sabato
Revista de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey Campus Querétaro
DIRECTORIO Profesor David Noel Ramírez Padilla Rector del Tecnológico de Monterrey Lic. Héctor Adrián Núñez Cáceres Rector de la Zona Occidente Dr. Salvador Coutiño Audiffred Director General del Campus Querétaro Dr. Ricardo Romero Gerbaud Director de Profesional y Graduados en Administración y Ciencias Sociales Mtra. Argelia Carrera Directora del Departamento de Relaciones Internacionales y Formación Humanística Kacper Przyborowski Director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales EQUIPO EDITORIAL Dr. Ricardo Romero Gerbaud Dirección Itzel Yllescas Balderas Mariana Schaich Graniel Comité Editorial Alethia Pesce Villagómez Luis Rodrigo Pesce Villagómez Francisca Castellanos Avalos Ernesto de León Williams Mariana Rodríguez Castañeda Natalia Fernández Miranda Mariana Marín Villagrana CONTACTO elfanzine.ri@gmail.com
Isabella Mejía Tenorio Pedro Casas Solorio Osvaldo Hernández Horta Verónica Yepes Moreno Enmanuel Ramón Núñez Nancy Sánchez Esquivel Asistentes de edición
ÍNDICE
Fanzine RI, Año 5, No. 13, marzo 2016, publicación bimestral. Editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro, a través de la División de Administración y Ciencias Sociales, bajo la dirección del Departamento de Humanidades, domicilio Epigmenio González 500 Fracc. San Pablo 76130 Querétaro, Qro. Editor responsable: Dr. Ricardo Romero Gerbaud. Datos de contacto: teléfono y fax: +52 (442) 238 3234. El presente ejemplar se terminó de imprimir en marzo 2016 con un tiraje de 700, en Impresos Jiménez. El editor no necesariamente comparte el contenido de los artículos y sus fotografías, ya que son responsabilidad exclusiva de los autores. Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido, fotografías, ilustraciones, colorimetría y textos publicados en este número sin la previa autorización que por escrito emita el editor. Imagen de la portada: © Omar Bilbeisi, Untitled, acrílico sobre lienzo, 2009, 137 x 115 cm
EDITORIAL CARTAS SOBRE LA MESA
ENSAYANDO NUEVAS PERSPECTIVAS
PUNTO Y SEGUIDO LA MESITA DE NOCHE EN CORTO SNAPSHOT
FANZINE RI 13 · MARZO ABRIL 2016 · MUNDO ÁRABE
Mariana Schaich e Itzel Yllescas
Miradas del Mundo Árabe
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Verónica Yepes José Alejandro Enríquez Emmanuel Goico Mawath Ali
Lo Occidental, lo Oriental y lo Árabe
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Herederos de Ciro el Grande La Segunda Guerra Fría Árabe Similarities between Arabic and Spanish
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Agustín Berea Paulina Flores José Beltre
¿Cómo el Mundo Árabe llegó a la actualidad? Lecciones de diversidad y olvido La Primavera Árabe: ¿éxito o fracaso? Democracia: la utopía del mundo árabe
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Samahara Hernández Richard Benavides
Silent people Somos pueblos con un mismo nombre
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Alessa Flores
La joya de Medina
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Maximiliano Santana
A buddhist film review
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Mawath Ali
A fisherman fixing his boat on the coast of Alexandria, Egypt Pan de pita Diversidad cultural promete más sonrisas
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Paulina Flores Isabella Bustamante
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EDITORIAL
MIRADAS DEL MUNDO ÁRABE Mariana Schaich e Itzel Yllescas ITESM Querétaro Relaciones Internacionales Comité Editorial Fanzine RI
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El Mundo Árabe se conforma por los países ubicados geográficamente en la península arábiga (con la excepción de Israel) y el norte de África; lo que actualmente se conoce como Mashreq, o Levante, y Magreb, respectivamente. Estos Estados son los pertenecientes a la Liga Árabe y, en general, tienen al árabe como su lengua oficial. Aunque muchas veces se utilizan de manera intercambiable —y erróneamente—, el Mundo Árabe no es equivalente al Mundo Islámico. El Islam forma parte del Mundo Árabe, pero como una parte de un todo, no como la totalidad. Por lo tanto, se podría establecer que existen elementos como la lengua y la posición geográfica que muchos países comparten, pero se debe entender que esta región no es un monolito, sino un espacio con gran diversidad interna y realidades cambiantes. En la actualidad, el Mundo Árabe se ha convertido en un foco de atención para Occidente;
atención que en su mayor parte tiende a tener un tinte negativo. Ya sea la reciente crisis de los refugiados sirios o la actividad de distintos grupos terroristas, la cobertura de los medios se inclina a reducir un todo a una imagen violenta y siempre en conflicto. El reduccionismo de esta vasta área geográfica, demográfica, cultural, política y económica en una categoría estereotipada es consecuencia de un proceso histórico, un tanto eurocentrista, en el que se recalca la imagen de un “Otro”, diferente y opuesto al “Ser” Occidental. Con esta construcción del “No Occidental”, se dejan en el olvido fragmentos de la historia y dinámicas relevantes para la zona y la humanidad. Esta edición de Fanzine RI reúne a estudiantes de distintas universidades para explorar la amplitud del concepto que corresponde al Mundo Árabe desde diferentes perspectivas y disciplinas. Este número busca recolectar un mosaico de facetas que vayan más allá de características ampliamente difundidas y utilizadas desde la construcción de una otredad no occidental. A través de características del lenguaje, análisis económicos, eventos políticos, literatura y reflexiones poéticas, se pretende abrir una ventana de posibilidades para entender la complejidad de una región que tiende a ser sobresimplificada; una visión que vaya más allá de las generalizaciones creadas desde Occidente para tratar de entender al Mundo Árabe. •
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C CARTAS SOBRE LA MESA Lo Occidental, lo Oriental y lo Árabe Verónica Yepes — Herederos de Ciro el Grande José Alejandro Enríquez — La Segunda Guerra Fría Árabe Emmanuel Goico — Similarities between Arabic and Spanish Mawath Ali
LO OCCIDENTAL, LO ORIENTAL Y LO ÁRABE
© AP
Verónica Yepes ITESM Querétaro Relaciones Internacionales veryvero300@gmail.com
“El Mundo Árabe”. Dicho título parece representar un mundo diferente, como si se refiriera a otro planeta, algo completamente desconocido. Y es que, ¿cómo no hacerlo cuando el mismo se construye desde una perspectiva occidental? Por supuesto que plantea un “otro” y enfatiza sus diferencias. Muchos llaman a este fenómeno —porque no se me ocurre otra palabra para describirlo— “orientalismo”, que para Edward Said, uno de sus grandes exponentes, es “un modo específico de pensamiento que opera a lo largo de categorías esencialistas entre el ‘Ser Occidental’ y su ’Otro Oriental’” (Küçük, 2011:6). No es un concepto nuevo, podemos encontrarlo de una forma implícita desde el Cantar del Mío Cid Campeador, una perspectiva donde ese otro oriental parece cazar permanentemente a Occidente y que explica el esfuerzo de mantener la línea divisoria entre ambos mundos, recalcando siempre la superioridad de Occidente. Sin embargo, no es completamente apropiado referirse al orientalismo para hablar del Mundo Árabe, pues el primero es una mera invención de Occidente para aludir a algo que debe ser temido y controlado, y que ciertamente abarca más, geográficamente hablando, que los 22 países que conforman el segundo. No obstante, hago mención de dicho término con la intención de probar lo fácil que es caer en la mezcla de conceptos y hacer asociaciones donde no corresponden. Lo
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anterior da lugar a falacias que parten de la creciente tendencia social a generalizar donde no hay que hacerlo, la cual se ve empeorada con la cantidad de información que nos bombardea día a día —no toda confiable, cabe recalcar. Conviene empezar por aclarar un poco el panorama. Es común encontrar a quien asocie lo musulmán con lo árabe, e incluso a quien los tome por iguales; mas no lo son, pues “una quinta parte del mundo es musulmana[,] pero tan solo una quinta parte de los musulmanes son árabes” (Rodrigo, 2016). El mundo musulmán ciertamente hace referencia a los países árabes, pero también a algunos países asiáticos que no hablan la lengua del Corán; mientras que “para ser un país del ‘Mundo Árabe’ es necesario hablar la lengua Árabe y pertenecer a la organización internacional panárabe ‘La Liga Árabe’” (Rodrigo, 2016). Últimamente parece que los tres mundos —el Occidental, el Oriental y el Árabe— están unidos por una sola cosa: el
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Bulent K. (2011). Europe and the Other Turkey - Fantasies of Identity in the Enlarged Europe, Eurosphere Online Working Paper, (34). Recuperado de http://eurospheres.org/files/2011/03/ Eurosphere_Working_Paper_34_ Kucuk.pdf S. Rodrigo. (s.f.) ¿Qué es el Mundo Árabe? Entre Fronteras. Recuperado http://entrefronteras.com/que-es-elmundo-arabe/
terrorismo. No obstante, hay mucho más que los relacione, comenzando por el pasado colonial que moldeó la identidad tanto de Oriente como de Occidente. Europa, por ejemplo —retomando a Said y a Küçük—, construye su identidad en gran medida al diferenciarse de lo “no europeo”; lo cual, debido en gran parte a la ubicación geográfica, refiere lo oriental, específicamente lo árabe. Asimismo, la globalización y la creciente interdependencia lleva a que estos mundos se sincreticen de tal manera que quizás un día dejemos de diferenciarlos con tal ahínco como se hace ahora. Las relaciones económicas también nos unen, así como las culturales y sociales, debido a los flujos migratorios. No obstante, volvemos al conocimiento difuso y a la generalización, que facilita de sobremanera el esparcimiento de mensajes de odio; esto solamente contribuye a hacer la línea divisoria más marcada, creando un abismo entre ambos mundos. Es así que tristemente nos enfrentamos a un panorama cada vez más polarizado. Occidente día a día sataniza más lo oriental, concretamente lo árabe y lo musulmán. Igualmente, mensajes como los oficialmente emitidos por grupos subversivos como el Estado Islámico (refiriéndome, por ejemplo, a los videos que publicaron tras los ataques terroristas del pasado noviembre del 2015) buscan infundir rechazo hacia lo occidental, convocando a una guerra que no debe ser luchada y que, incluso si lo fuera, no podríamos sobrevivir como humanidad. Usamos muchas etiquetas para diferenciarnos, para marcar la línea entre Oriente y Occidente. Mi pregunta es, ¿somos tan diferentes en lo esencial? Al fin y al cabo todos somos seres humanos con sueños y anhelos, que posiblemente no buscamos cosas tan diferentes: sobrevivir y encontrar al menos algo de felicidad durante esta travesía que vivimos tan diferentemente y que, sin embargo, es la vida misma. •
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HEREDEROS DE CIRO EL GRANDE
José Alejandro Enríquez ITESM Querétaro Relaciones Internacionales @Alexei_ER
Poco se recuerda a la primera civilización del mundo, aquella tierra entre ríos situada en las fértiles llanuras de Irak. Poco se recuerda a las primeras rutas comerciales, establecidas por aquel pueblo habitante de Israel, Siria y Líbano. Poco se recuerda al derecho divino dado originalmente por Ahura Mazda y Marduk a los antiguos reyes. Y poco se recuerda al primer gran imperio de la humanidad civilizada: los persas aqueménidas, un imperio que dominó desde Libia hasta el caudaloso Indo un territorio que hoy abarca casi 13 naciones. Efervescente, eficiente y opulento, los persas legaron al mundo antiguo un ejemplo de administración, control y cooperación bajo los preceptos de justicia y libertad. La formación de la civilización persa proviene del establecimiento de diversos grupos nómadas en la meseta Iraní. Se cree que las diferentes tribus tenían un líder basado en su fuerza, sabiduría y astucia. Fue con Aquemenes que los líderes de las diferentes tribus formaron una peculiar federación que para el 550 a. C. se convertiría en un imperio naciente. Al mismo tiempo, otras civilizaciones tenían presencia en oriente próximo: los fenicios en el actual Líbano y Siria; el reino de Lidia en la hoy región sur de Turquía; Elam, Media en países de oriente próximo y, por supuesto, Egipto y el reino Babilónico (hoy Irak). En Europa, por su parte, los griegos y macedonios abarcaban casi en su totalidad las costas del mar Egeo.
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Es prudente imaginar el mundo antiguo como un mundo de grandes desconocimientos. Los griegos tenían al este a los persas y otros reinos con los que el comercio era reñido, pero fructífero. Al noroeste territorios casi inexplorados y al sur colonias y ciudades en el norte de África. En el mismo continente, la civilización Egipcia no brillaba por su impecable organización, y varios problemas acaecían al mundo de los faraones. Más al este, la región mesopotámica ostentaba en Babilonia su estrella cosmopolita (centro comercial del mundo), teniendo bajo su mando a la gran Jerusalén. Por otro lado los imperios menores, repletos de mercaderes vivaces y religiones propias, disputaban las rutas comerciales terrestres y marítimas para atraer prosperidad a sus reinos. Era un mundo heterogéneo, limitadamente comunicado, altamente volátil y fervientemente creyente. Fue Ciro el Grande (Kurosh en persa moderno) quien, con sus dotes de estratega y líder carismático, emprendió la conquista del mundo antiguo. Este rey aqueménida primeramente derrotó a los medos, logrando que los ejércitos de Astiages, rey de este pueblo, se volvieran contra él antes de iniciar la batalla. Después fue tras Babilonia, Lidia, Fenicia y las pequeñas regiones entre los grandes reinos. Su hijo Cambises II conquistó Egipto y cuando su sucesor Darío I amplió las fronteras hacia el norte y hasta el Indo, el imperio adquirió su mayor extensión. ¿Cómo lograron los persas controlar y administrar tan efectivamente a una amplia cantidad de credos, lenguas y ciudades? Las conquistas de Ciro no fueron violentas; algunas referencias indican que la conquista de Babilonia fue enteramente pacífica y el nuevo rey era recibido con honores. Ante las conquistas el rey era benevolente, no usurpaba credos ni costumbres; al contrario, la primera acción de Ciro era envestirse con el derecho divino del dios correspondiente (Marduk, en el caso babilonio y medo). Adoptaba los usos y métodos locales, adaptándolos al modo persa. Cuando sus tropas
invadían las ciudades no había saqueos ni destrucción, era el concilio antes que la fuerza. La bondad con que trataba a los conquistados no obstruía en ningún modo la firmeza que entregaba a sus adversarios. Incluso, según la Biblia, liberó a los judíos cautivos en Babilonia permitiéndoles reconstruir su templo. Ciro, sin embargo, fue el conquistador y después del corto periodo de reinado de su hijo Cambises, Darío se convertiría en el eficiente administrador del imperio. El ya entonces llamado “rey de reyes”, implementó durante los años de su mandato (522-486 a. C.) una serie de reformas que, sobre todo, resguardaban la libertad y la justicia, propiciando paz en el reino. La organización del vasto imperio se dividió en satrapías o provincias, el sistema tributario se organizó priorizando recursos para obras de infraestructura agrícola y de comunicación. Fue en este punto donde se desarrolló un amplio sistema de señales utilizado hasta la aparición del telégrafo. Mientras que Ciro instauró un sistema de correos de largo alcance en poco tiempo, Darío consolidó un sistema de torres de comunicación basado en señales de humo
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codificadas, lo que le permitía tomar parte en las decisiones de las regiones más alejadas. Por otro lado, la libertad fue ampliamente difundida por igual entre esclavos, súbditos y persas. Primeramente existía una libertad religiosa, que no sería vista en un ente político tan grande hasta después de muchos siglos; la indulgencia a la religión local permitía en gran manera fortalecer la identidad de los conquistados ante la administración aqueménida. La segunda gran libertad fue la económica, pues el comercio constituía para toda Asia menor la fuente de prosperidad y comodidad. Los persas con sus conquistas y obras fomentaron el intercambio de bienes entre todos los puntos del reino convirtiendo las distintas ciudades en opulentos centros de reunión de mercaderes. Incluso los esclavos participaban de la abundancia puesto que aun en su condición de esclavos, su inteligencia o habilidades les permitían acumular bienes y poseer concesiones a veces superiores a las del ciudadano libre. Las sencillas políticas de Darío eran amparadas por el gran
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Hicksm, J., & Persas, T. L. (1979). Orígenes del hombre: Los persas. México: Time Life.
apego persa a la defensa de la verdad; de ahí que las leyes, supuestamente basadas en el código de Hammurabi, eran severamente aplicadas (ver el Libro de Daniel en la Biblia) y la aristocracia persa era educada para el puesto a desempeñar en su ejecución, vigilancia o elaboración. A pesar del carácter divino con el que Darío invistió a la cabeza del vasto imperio, los conflictos sucesorios, y una excesiva inflación provocada por el derecho que tenían las satrapías de acuñar la moneda real, truncaron su futuro. Aunque se estandarizaron los valores y se unificaron las medidas en todo el reino, los intereses de los créditos otorgados por los acaparadores aumentaban a la par de los impuestos y el gran imperio aqueménida, el imperio cuya extensión no había sido vista antes en el mundo, sucumbió ante el gran conquistador macedonio, y quizá el único digno heredero de él: Alejandro Magno y su caballo Bucéfalo. El mundo persa se regocijó con la justicia y prosperó con la libertad. Esa fue su gran lección, ampliamente aminorada por los historiadores clásicos. La herencia de Persia no fueron las guerras contra los griegos. El legado del primer imperio aqueménida, soberano entonces de las civilizaciones que abarcaron la mayor parte de los hoy países del mundo árabe, se resume en libertad y justicia, la inteligencia por encima de la fuerza. Tales destrezas no fueron olvidadas. ¿No fue Platón el que afirmó la necesidad de formar élites para gobernar? ¿No fueron después los reyes europeos los que aclamaban el derecho divino? Y, sobretodo, ¿no fueron precisamente las dinastías sucesorias en la región, durante el primer milenio de nuestra era, las que consolidaron en el norte de África y Asia menor una identidad bajo la cual las ciencias y descubrimientos sobrepasaron a los Europeos? Persia (Irán) se estudia con recelo y dificultad; y aunque no se puede considerar propiamente un país árabe, sin él la identidad del Mundo Árabe estaría incompleta. •
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LA SEGUNDA GUERRA FRÍA ÁRABE
Emmanuel Goico Universidad Iberoamericana Psicología
Vivimos en tiempos donde nos preocupamos por nuestro futuro en esta tierra, donde cada día que pasa desconfiamos más en nuestros pares, y donde la esperanza de un espacio de paz para el desarrollo se va difuminando rápidamente en un lienzo oscuro. Vivimos en tiempos donde nuestros líderes se enfocan más en el interés propio antes del bien común, dando paso a que conflictos que parecen brotar instantáneamente de una tierra sumamente rica y llena de bellezas como es el Medio Oriente. Estamos siendo testigos de lo que parece ser una nueva Guerra Fría; en esta ocasión, fuera de la corriente principal de los medios de comunicación, quienes se concentran en vender más que en informar. Partiendo del concepto de “Guerra Fría Árabe” acuñado por Malcolm Kerr, los conflictos actuales en el Mundo Árabe se asemejan al conflicto entre la Unión Soviética y Estados Unidos, donde dos bloques se disputaban la hegemonía de sus ideologías de manera indirecta, a través de conflictos en otros países o guerras proxy. El conflicto entre las facciones chií y suní se originó desde hace más de 1,400 años y, para poder comprender la complejidad de los eventos presentes, debemos de primero entender cómo surgió este conflicto que, más que estar fundamentado en diferencias religiosas — como comúnmente se piensa—, se debe a una lucha de poder político entre ambos grupos. La muerte del Profeta Mahoma en el año 632 d. C., deja un vacío en la cúspide de la comunidad musulmana, el cual debía ser llenado para asegurar la
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continuidad de las costumbres del Profeta y su liderazgo a través de la continuidad sanguínea. En este momento comienzan las disputas entre los dos posibles sucesores del Profeta: Abu Bakr, quien fue amigo de Mahoma y padre de su esposa Aisha, y Ali Ibn Abi Talib, quien fue primo del profeta y esposo de su hija Fátima. Quienes apoyaban a Ali se denominaron chiíes (“los ayudantes de Ali”), mientras que el otro grupo, que aceptaba la legitimidad del Califato pero se oponían a la sucesión basada en el linaje del profeta, se les conoció como suníes, que significa “seguidores de las costumbres”. En un principio, la mayoría de los líderes eligieron a Abu Bakr como el primer califa (sucesor en árabe) (Blanchard, 2009). Consideraban que, aunque Ali era importante en la vida del profeta, le faltaba experiencia dentro de la comunidad, por lo que fue ignorado para la sucesión. Esta decisión comienza a fraccionar el mundo musulmán, pues los seguidores de Ali nunca estuvieron de acuerdo con la elección de Abu Bakr y, aún hoy, no lo reconocen como el primer califa. No solamente eso, sino que los dos siguientes Califas —Umar y Utman—
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Blanchard, C. (2009). Islam: Sunnis and Shiites. CRS Report for Congress. Washington, D.C.: Congressional Research Service. Council on Foreign Relations. (2014). The Sunni-Shia Divide. Council on Foreign Relations. Recuperado de http://www.cfr.org/peace-conflictand-human-rights/sunni-shia-divide/ p33176#!/?cid=otr-marketing_urlsunni_shia_infoguide#resources Desilver, D. (2013). World’s Muslim population more widespread than you might think. Pew Research Center. Recuperado de http:// www.pewresearch.org/facttank/2013/06/07/worlds-muslimpopulation-more-widespread-thanyou-might-think Pew Research Center. (2009). Mapping the Global Muslim Population. Pew Research Center. Recuperado de http://www. pewforum.org/2009/10/07/ mapping-the-global-muslimpopulation/ The Future of World Religions: Population Growth Projections 20102050. (2015). Pew Research Center Forum. Recuperado de http://www. pewforum.org/2015/04/02/religiousprojections-2010-2050/ Shadid, A. (2007). Across Arab World, a Widening Rift. Washington Post. Stein, J. (2006). Can you tell a Sunni from a Shiite? The New York Times. Webel, C. (2007). Handbook of peace and conflict studies. Chicago: Routledge.
también son considerados como ilegítimos por este grupo. Ellos pensaban que el propio Mahoma había nombrado a Ali como su sucesor y que la elección de Abu Bakr era una violación al mandato del Profeta. En consecuencia, se desató una serie de conflictos entre ambos bandos, donde los chiíes organizaron el asesinato del tercer califa en 656 d. C.; nombrando a Ali como el cuarto califa e instaurando un corto periodo de calma reconocido por ambas ramas. Sin embargo, Ali fue asesinado en 661 d. C., seguido por dos de sus hijos —Husayn en 680 d. C. y Hasan en 670 d. C.; este último envenenado por el califa Muawiyah, quien era suní. Desde entonces estas diferencias continúan presentes, y a lo largo de la historia han tenido periodos de tensión y distensión. No hay afirmación más errónea que aseverar la heterogeneidad de los musulmanes, pues cuentan con una gran diversidad al ser la segunda religión más grande del mundo —casi un 25% de la población mundial (Pew Research Center, 2009)— y ocupar el territorio desde la costa oeste de África hasta las playas de Indonesia. No es de extrañarse entonces que existan tantas diferencias dentro de una misma comunidad (Desilver: 2013). Ni sorprende la lucha de poder entre las facciones del Islam, una lucha que no solamente existe sino que se ha recrudecido en estos últimos años. Irán se podría considerar como la cabeza de la rama chií, seguido por Iraq, Bahréin, Líbano y, a pesar de poseer una mayoría suní, del gobierno chií de Siria. Por el otro lado, a la cabeza de los suníes están la mayoría de los países del Golfo: Arabia Saudí, Egipto, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Mientras que en Yemen sigue la disputa por la hegemonía del poder entre ambos grupos. Estos países han convertido al Medio Oriente en el escenario de una lucha de fuerza, ignorando las acciones colaterales que han surgido debido a los conflictos que afligen la región. Problemas como isis, la crisis de los refugiados y la crisis de los inmigrantes se agravarán con el tiempo si se dejan desatendidos, perpetuando la Guerra Fría Árabe entre ambas facciones. •
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SIMILARITIES BETWEEN ARABIC AND SPANISH
Mawath Ali Universidad de Guelph Ingeniería Biomédica Ontario, Canadá
From Urdu to Spanish and Turkish to Swahili, Arabic has influenced many languages around the world. In some cases, Arabic has blended with other languages resulting in a new language, such as Maltese and Swahili. And in some cases, Arabic has influenced some languages, such as Spanish, as a result of cultural, economical, or historical contact with Arabs in the past. Many Arabic words are still widely used among Spanish speakers; some words are still pronounced the same way as they are pronounced in Arabic while some have changed varyingly throughout the years. Arabs had ruled the Iberian peninsula for centuries leaving a huge impact on the Spanish language and culture. On a daily basis, Spanish speakers use Arabic words, and many don’t even realize these words are coming from Arabic. Some words are still pronounced almost as Arabs pronounce them. For instance, azúcar (السكّر ُ “alsukkar”), aceite (“ الزيتazzait”), almohada (“ ال ُم َخدّةalmukhadda”), pantalón (“ بنطلونbantalon”), blusa (“ بلوزةblusah”), and camisa (“ قميصqamis”). On the other hand, some Arabic words that were adopted by Spanish have slightly changed with time such as hasta which is equivalent to (“ حتّىhatta”) in Arabic, and asesino which is derived from the Arabic word (حشاشين “Hashashin”). Generally, Spanish words that have an Al prefix are originally Arabic, like alcohol (الكحول “alkohul”), alamud (“ العمودalamood”), alcuba (القبة “alqubba”), alfil (“ الفيلalfeel”), álgebra (“ الجبرaljabr”),
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alberca (“ البركةalberkah”), and Almudena (ال ُم َد ْي َنا “almudaynah”). Moreover, some places in Spain and Latin America are still carrying Arabic names. Again, names starting with Al, which means the in Arabic, are originally borrowed from Arabic. The best example is the popular city of Alhambra in Andalusia southern of Spain, Alcazaba, Almenara and also Almería. Guadalajara as well is derived from the Arabic word Wadi Al-Hijara which means “the valley of stones”. In general, names of places that start with Guada is taken from the Arabic word (“ واديwadi”) or “valley” in English; these places in Spain were most likely named during the Arab rule of the Iberian peninsula. The interesting fact is that some Spanish speakers hold Arabic and Muslim given names such as Fátima, Omar, Nuria, Shakira, Salma, Zaida and Laila. In addition, “money” is dinero while dinar ()دينار is an Arabic currency that is still used in countries such as Tunisia, Jordan, and Kuwait. No one can also ignore the borrowed words of food from Arabic in Spanish Language. Among the most common of these words are arroz (“ األرزalarroz”), aceituna (“ الزيتونazzaiton”), and tamarindo (تمر “tamr”). Regardless, all languages are uniquely beautiful and they are ambassadors of peace and love. No one can imagine what our lives would look like without this great communication tool that is called “language”. Additionally, languages bring cultures together and bridge the gaps between cultures and nations. Simply, languages have been astounding messengers to all mankind. •
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E ENSAYANDO NUEVAS PERSPECTIVAS ¿Cómo el Mundo Árabe llegó a la actualidad? Lecciones de diversidad y olvido Agustín Berea — La Primavera Árabe: ¿éxito o fracaso? Paulina Flores — Democracia: la utopía del Mundo Árabe José Beltre
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¿CÓMO EL MUNDO ÁRABE LLEGÓ A LA ACTUALIDAD? LECCIONES DE DIVERSIDAD Y OLVIDO Agustín Berea El Colegio de México Maestría en Estudios de Asia y África @AgustinBerea
Para entender al Medio Oriente debemos partir de la enseñanza esencial de la Historia: nada permanece igual para siempre. Las fronteras nacionales, las divisiones religiosas y los conflictos actuales se deben entender como fenómenos complejos y multidisciplinarios. La explicación simplista del enfrentamiento resultado por tensiones entre suníes y chiíes es insuficiente, y pensar que esa división es el único motor de las tensiones en la región, es absurdo. Los motivos detrás de las confrontaciones entre comunidades musulmanas responden a intereses identificables y explicables por circunstancias históricas que han llevado al estado actual de las cosas. Por tal motivo, el propósito de este texto será identificar puntos clave de la historia, especialmente en los dos últimos siglos, que dieron al Mundo Árabe y al Medio Oriente su cara actual. La región árabe es un grupo semítico ancestral que se mantuvo en relativa opacidad durante su historia temprana. Su lengua permaneció oral, hasta el siglo vi cuando aparecieron los primeros escritos en árabe. El salto definitivo al centro de la historia de la humanidad sucedió cuando los árabes de la península comenzaron a expandirse, motivados por el proceso de unificación de tribus que trajo Mahoma y el Islam. Las conquistas comenzaron en 633 y alcanzaron su cénit en 720, cuando abarcaron lo que hoy se conoce como región del Medio Oriente y Norte de África (mona), gran parte de la península ibérica y el sur de Francia.
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En este proceso se estableció el califato como la principal institución islámica de gobierno. A pesar de que se instauró un gobierno islámico, las conquistas no buscaban expandir la religión. Hasta el siglo ix los musulmanes nunca rebasaron más del 10% de la población del imperio. El proceso de conversiones masivas al Islam comenzaron apenas hacia el 750 y la población no musulmana llegó al 80% hasta los años 900 (gelvin, 2011, p. 15). La expansión de la religión vino mano a mano con la de la lengua árabe, debido a que el Corán sólo se debía leer y rezar en árabe. Además de lo religioso, este idioma se convirtió en la lengua de gobernantes y sabios, la lingua franca de la región que lentamente desplazó el siriaco en Iraq, el griego y copto en Egipto, así como el bereber en el norte de África. Con el incremento de hablantes también hubo una explosión de esfuerzos académicos por establecer las reglas de la lengua, por lo que se constituyeron los lineamientos para su escritura, reglas gramáticas, de sintaxis y de formación de vocabulario; la mayoría de éstos aún permanecen vigentes. En este mismo período se cultivaron las ciencias religiosas como jurisprudencia, teología, exégesis del Corán, compilaciones de hadices y, en fin, todo lo que constituyen los principios de la Shari’a y la Sunna. De hecho, es justamente hasta el siglo X que aparece el sunnismo como una rama del Islam definida con textos y principios doctrinales distintos de los demás grupos. Como sostiene Marshall Hodgson en The Venture of Islam (1974, vol. I), el Islam antes se dividía en el grupo mayoritario que estaba a favor de mantener la comunidad unida y los grupos disidentes, primero los Jariyies y después las numerosísimas ramas de Shi’a. También se cultivaron las ciencias profanas, hubo un gran interés por estudiar y traducir textos provenientes de Persia, India, Grecia y Egipto. Hubo grandes avances en Medicina, Física, Astronomía, Agricultura y las Bellas Artes. De hecho, los trabajos de Platón, Aristóteles, Galeno y Euclides llegaron a Europa en los albores del Renacimiento mediante los comentaristas árabes. Incluso las primeras universidades europeas, como en Padua o París, incluían en su currículo básico el estudio del latín, griego y árabe. En 1258 los mongoles conquistaron y saquearon Bagdad, que entre 750 y 1258 fue la ciudad más grande del mundo, una metrópolis cosmopolita, el centro de negocios y aprendizaje por excelencia de su época. Tras la conquista mongola siguieron un número de dinastías militarizadas cuya operación seminomádica implicó que
© Hassan Ammar
las bases agrícolas se descuidaran, que los ejércitos sobreexplotaran las bases productivas y que la inestabilidad cercenara las rutas comerciales terrestres que conectaban a Europa y África con Asia. La región que sobrevivió al ataque mongol fue Egipto, por donde empezaron a llegar los convoyes de las ciudades-Estado italianas. Janet Abu Lughod en Before European Hegemony (1989) sostiene que el comercio de larga distancia dejó de pasar por tierra y ahora se hizo por mar. Primero los comerciantes italianos y posteriormente las monarquías ibéricas aprovecharon las nuevas oportunidades que ofrecía el comercio marítimo. Mientras el corazón del Medio Oriente sufría condiciones económicas desfavorables, Europa empezaba a despegar. El resto de la historia es bien conocido, los viajes de exploración, las colonias y después la época del imperialismo. Aparecieron prominentemente los británicos, rusos, franceses y neerlandeses que crearon colonias en los diferentes continentes, explotando los recursos naturales y beneficiándose económicamente. Estos nuevos imperios asentaron las bases del sistema mundial actual y lo hicieron sin realmente tener contacto con el corazón del Mundo Islámico. En el siglo xix el Medio Oriente gradualmente pasó a formar parte de las colonias de los imperios ruso, británico y francés.
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El proceso culminó tras la Primera Guerra Mundial, cuando en 1924 se abolió la institución del califato junto con el último imperio islámico, el otomano. El panorama geopolítico del Medio Oriente moderno se dibujó principalmente con una combinación de elementos del período colonial y del período de mandatos. Entre 1916 y 1918, con apoyo británico, sucedió la revuelta panarábiga que enfrentó un ejército árabe liderado por el jerife de La Meca contra los otomanos en Siria e Iraq. El objetivo del movimiento era establecer un reino que abarcara a todos los países árabes bajo el liderazgo de la dinastía Hachemí. Al final la autoridad religiosa de la dinastía no fue suficiente para movilizar a la población, pero sus patronos europeos crearon el Reino Hachemí de Jordania. En la península arábiga la población se iba tras la ideología del wahabismo, un movimiento conservador sunita de purificación religiosa. Al principio éste encontró su brazo político y militar bajo el liderazgo de Ibn Saud. Cuando los líderes religiosos buscaron expandir el movimiento al resto del Mundo Árabe a tierras controladas por los británicos, Ibn Saud prefirió permanecer del lado británico y tornó sus armas contras los wahabís. Al final, los británicos crearon el Reino de Arabia Saudí, que hasta el descubrimiento de petróleo en 1938 era uno de los países más pobres del mundo. Yemen, por su parte, se conformó en un pequeño reino afiliado a los británicos en 1918, el cual después sería Yemen del Norte. Por su parte, Yemen del Sur se conocía como el protectorado británico de Adén desde el siglo xix, hasta que en 1967 se convirtió en un Estado comunista. Omán continuó siendo un sultanato independiente y hasta la fecha sigue siendo el único país de la región neutral en la rivalidad Iraní-Saudí. En 1913 otomanos cedieron a Gran Bretaña sus derechos sobre el Golfo Pérsico, región en donde luego se erigió Qatar, Bahréin y Kuwait regiones autónomas. Algo similar pasó con los Emiratos Árabes Unidos, quienes en 1820 firmaron conjuntamente un tratado casi equivalente a protectorado. Tras la Gran Guerra el resto de las tierras árabes también pasaron a manos británicas y francesas en forma de mandatos. Francia ocupó la mayor parte del Levante. Las estrategias que adoptaron los poderes europeos para gobernar los mandatos sembraron las semillas de muchos de los conflictos modernos del Medio Oriente. Francia dividió el Levante en Estados separados por filiación
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Abu Lughod, Janet, Before European Hegemony: The World System A.D. 1250-1350, New York, Oxford University Press, 1989. Bensahel, Nora y Daniel L. Byman [editors], The Future Security Environment in the Middle East: Conflict, Stability and Political Change, RAND Corporation, 2004. Gelvin, James L., The Modern Middle East, Oxford University Press, New York, Oxford University Press, 2011. Hewitt, Christopher y Tom Cheetham, Encyclopaedia of Modern Separatist Movements, Santa Barbara, ABC-CLIO, 2000. Hodgson, Marshall, The Venture of Islam, Vol. 1 “The Classical Age of Islam”, Chicago, The University of Chicago Press, 1974.
religiosa: Líbano para los cristianos, Jabal al-Druze para los drusos, el Estado Alawi para los alawis, el Estado de Damasco y el Estado de Alepo, ambos de mayoría suní pero el último con una gran concentración de cristianos, judíos, kurdos, armenios, chechenos, entre otras etnias que escaparon de la turquificación de Kemal Atatürk. Más tarde Siria se unificó y Líbano permaneció como un Estado independiente, pero el sistema de pesos y contrapesos políticos, basado en confesiones religiosas y etnia que establecieron los franceses, se heredó y son patentes en el balance de poderes en ambos países. Mesopotamia, Palestina y Transjordania estuvieron bajo el poder de Gran Bretaña y de ellos emergieron Iraq, Israel, Palestina y Jordania. En Palestina los británicos primero promovieron el asentamiento de judíos europeos, pero ninguno de los distintos planes de administración de la zona tuvo éxito y el conflicto terminó en la situación que hoy conocemos. El gran perdedor fue el pueblo kurdo, quien participó durante la Gran Guerra del lado de los aliados por la promesa de un país independiente; pero, al final, el Kurdistán se repartió entre Iraq, Irán, Turquía y Siria. La percepción de privilegios otorgados con base en filiación religiosa, de servilismo hacia los poderes occidentales y la violencia que representó la partición indiscriminada del Mundo Árabe se encuentra en el fondo de la mayoría de los conflictos actuales. Muchos de los movimientos políticos modernos de la región buscan regresar a aquel tiempo de gloria y unidad de los califatos, como demuestra el padre del islam político moderno, Sayyid Qutub, a lo largo de su obra. No por nada el autodenominado Estado Islámico busca restablecer el califato, expandirse por todo el mundo árabe y revertir los acuerdos de Sykes-Picot. Aun si se derrotaran a estos grupos por las armas, hay que replantear el sistema político en la región y las antiguas potencias coloniales deben buscar herramientas para resarcir daños a las poblaciones agraviadas. •
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LA PRIMAVERA ÁRABE: ¿ÉXITO O FRACASO?
Paulina Flores ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos considerados pueda cambiar el mundo. Verdaderamente, eso es lo único que lo ha logrado.
© Shehab el Den
— Margaret Mead
Sin duda alguna, la Primavera Árabe ha sido un evento que ha dejado estupefacto al mundo entero. No sólo alzaron su voz sociedades que en el imaginario de muchos se creían reprimidas para expresar inconformidad, sino que se gestó un movimiento que externalizó demandas añejadas. Se podrá criticar el verdadero éxito de este levantamiento; sin embargo, lo que no se puede hacer es cuestionar el impacto que todas estas revoluciones tuvieron en sus respectivos países, región y a nivel global. Por consiguiente, el propósito de este texto será replantear lo que algunos académicos consideraron como “fracasos” de la Primavera Árabe. Comenzando con un poco de contexto, la denominada Primavera Árabe se desarrolló en el año 2011, pero empezó en el 2010 en Túnez. Al referirnos a ella, es necesario estudiar dos factores que fueron fundamentales en todo el desarrollo del movimiento. Primeramente tenemos a los actores que, en gran medida, son jóvenes. La juventud jugó un papel clave en las protestas por su inconformidad a seguir viviendo en condiciones que no les beneficiaban; fueron ellos los que se atrevieron a exigir un mejor gobierno, un mejor país y una mejor vida. La masa juvenil, término
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con el que se hace referencia a la inusual desproporción de una población que tiene más personas de 15 a 29 años, se encontraba con grandes dificultades para conseguir trabajo. En África del Norte y Medio Oriente, el 60% de la población era menor a 30 años en ese entonces, de la cual un rango del 25% al 40% se encontraba desempleado (Ghosh, 2012: 15). A esta situación se le tiene que agregar la ineptitud y corrupción endémica de sus gobiernos para poder mantener a flote la economía; misma que sólo beneficiaba a una élite privilegiada y allegada a los gobiernos, mientras todo un pueblo sufría los estragos de una severa crisis económica (Ghosh, 2012: 15). Aunado a esto, un momento crítico, económicamente hablando, fue la crisis del 2008 que deterioró aún más las condiciones de vida en la región. No obstante, también los factores sociales jugaron un papel importante para empujar a la juventud a la acción. Dalacoura (2012) afirma que “más que cualquier otra cosa, las rebeliones fueron una llamada a la dignidad y una reacción a ser humillados por arbitrariedad, falta de transparencia y tiranías cada vez más depredadoras” (p. 67). La suma de elementos provocó una indignación tal que no se encontraba otra solución que no fuera la revolución. En este punto reside la primera victoria de la Primavera Árabe: la juventud movilizándose y recordando al mundo entero el poder de la unión. Esto representó una reconceptualización de la relevancia de los jóvenes para la transformación. Otro punto a tomar en cuenta son los medios de comunicación. Tal como Dalacoura (2012) establece, “el uso generalizado y sin precedentes de las redes sociales y otros medios de comunicación hicieron posibles las rebeliones e incrementaron su fuerza e inclusividad” (p. 67). A finales de los noventas, países árabes permitieron el acceso a televisión satelital, lo que abrió las puertas a cadenas como Al Jazeera, Al Arabiya y la bbc en
árabe. Además, dictadores como Ben Ali y Gaddafi abrieron los mercados al Internet y servicios de telefonía móvil, lo que fue una manera de que los espectadores comenzaran a percibir su país de una manera diferente y notar que había un sentimiento de insatisfacción colectivo. El desarrollo de las redes sociales permitió dos cosas: organizar las protestas y contarle a todo el mundo lo que verdaderamente estaba sucediendo. Sobre el primer punto, Ghosh menciona que “los ‘revolucionarios de Facebook’, como se llegaron a conocer, fueron capaces de burlar las censuras e infiltrados gubernamentales al planear manifestaciones y compartir información por Internet” (Ghosh, 2012: 16). Fue tan considerable el rol de las redes sociales que incluso se llegó a conocer a la Primavera Árabe como la “Revolución de Twitter o Facebook”, pues era a través de estos medios que la juventud se organizaba para salir a las calles (Aslan, 2012: 7). La rápida comunicación de las redes sociales influyó en que el movimiento social se difundiera a más
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países: “el uso del Internet le permitió a la revolución también traspasar fronteras fácilmente” (Ghosh, 2012: 16). Mas las protestas no sólo se quedaron en Libia, Siria, Yemen, Túnez o Bahréin, sino que en cualquier lado se transmitían noticias de que en la plaza Tahrir se estaba luchando por derechos. Esta fue una segunda victoria, al superar los obstáculos que sus gobiernos imponían y ser capaces de atravesar líneas fronterizas. Ciertamente las revoluciones en la región demostraron ser contraproducentes en la transición del poder. Concuerdo con Ghosh cuando declara que “los revolucionarios han demostrado ser políticos ingenuos, incapaces de trasladar la
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Aslan, R. (2012, Abril 17). Revolution 2.0. The New Middle East, I, 6-7. Dalacoura, K. (2012, Enero 20). The 2011 uprisings in the Arab Middle East: political change and geopolitical implications. International Affairs, I, 63-79. Recuperado el 2 de abril del 2014, de www.chathamhouse.org/ sites/.../88_1dalaco Ghosh, B. (2012, Abril 17). The Young and the Restless. The New Middle East, I, 12-17.
voz de la calle a las urnas” (p.16-17). En Egipto la Hermandad Musulmana ganó las elecciones y traicionó a la revolución con reformas que no representaban las peticiones del pueblo; mientras que en Túnez, Ennahda, partido político también islámico, ganó las elecciones y es “sustancialmente más viejo que los activistas que se levantaron contra Ben Ali” (Ghosh, 2012: 16-17). Sí, a la Primavera Árabe le faltó un plan a futuro; nadie se preocupó por la estrategia postrevolucionaria. Esta ruptura en el cambio de poder provocó que no se respetaran los procesos democráticos mediante los cuales se cambiaron los gobiernos, pero tampoco se puede esperar un respeto a tales procesos cuando los “nuevos tiranos” se dedicaron a manipular a la masa juvenil para sus propios intereses. Al final, la revolución fue robada por nuevos dictadores. Sin embargo, la Primavera Árabe no fue una derrota. Claro que tuvo sus fracasos, entre los que podemos contar está que los islamistas obtuvieron mucho poder y no se han encargado exactamente de cumplir con lo que prometen o con las demandas del pueblo y que, en el caso de Siria, la revolución terminó en una guerra civil a la que no se le ve fin. Pero el movimiento fue más éxito que fracaso. Hay que recordar que “los problemas son ubicuos; la rebelión no” (Dalacoura, 2012: 67). La Primavera Árabe y su masa juvenil lograron no solamente despertar a todo un pueblo, sino a toda la región, superando barreras internas y concretando acciones. Asimismo, pudieron desestabilizar regímenes de décadas de existencia mediante derrocamientos o concesiones de dictadores. Y, finalmente, recordó al mundo entero que la lucha unida de los pueblos es mayor que el más tirano dictador. Podrán cortar todas las flores, pero nunca detendrán la primavera.
— Pablo Neruda •
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DEMOCRACIA: LA UTOPÍA DEL MUNDO ÁRABE
José Beltre Universidad Iberoamericana (UNIBE) Derecho @JoseBeltreC
© Mercy Corps
International Law Students Association Chapter UNIBE @ilsaunibe
A finales del 2010 y el primer trimestre de 2011, la región árabe se vio sacudida por una masiva oleada de protestas conocida como la Primavera Árabe. Dichas manifestaciones dieron inicio a la “democratización” del pueblo árabe, proceso que no puede parecer más increíble. El concepto de Primavera Árabe se utiliza para referirse a los levantamientos populares en algunos de los países árabes entre 2010 y 2013. Motivados por la difícil situación económica-financiera y la ausencia de libertades políticas, estos alzamientos originaron la caída de varios regímenes autocráticos en algunos países del Mundo Árabe como Túnez, Libia y Egipto. El presente ensayo analizará los procesos de democratización en los tres países mencionados anteriormente; los casos de Bahrein, Yemen y Siria no serán objeto de análisis en el presente ensayo. En diciembre de 2010 estalla la Revolución de los Jazmines en Túnez, logrando la destitución del dictador Ben Ali. Esto constituyó el primer brote de la Primavera Árabe; la autoinmolación de un joven vendedor de frutas de Sidi Bouzid fue la mecha de las protestas en Túnez. Durante sus 24 años de mandato, Ben Ali pretendió acabar sin éxito con las manifestaciones de la población civil, causando centenares de muertes y originando el primero de estos procesos (Ruiz, 2012); el cual culminó en su exilio el 14 de enero de 2011. Después de las manifestaciones en Túnez, parecería que los países cercanos comenzaron a
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inhalar aspiraciones democráticas desde este Mare Nostrum; en varios países árabes de la costa mediterránea el pueblo tomó las calles con la intención de manifestarse. Como un escenario sin antecedentes en su audacia y coraje, e inesperadas en su magnitud y determinación, las manifestaciones comenzaron por toda la región logrando el derrocamiento de autócratas como Hosni Mubarak de Egipto y Muamar Gadafi en Libia. Como fruto del efecto dominó posterior a la Revolución de los Jazmines (Chauprade, 2003), el 25 de enero de 2011, bautizado como el Día de la Ira, dio lugar al inicio de las protestas en Egipto. Los civiles, cansados de vivir bajo el yugo de la ley de emergencia que legalizaba el abuso policial, la censura y violación de derechos fundamentales (Shehata, 2004) desde hacía 30 años, se levantaron contra el gobierno exigiendo sus derechos. Las manifestaciones transcurrieron durante 18 días, en los cuales las redes sociales jugaron un papel preponderante al servir como medio para convocar a las manifestaciones; el auge fue tanto que el gobierno interrumpió el servicio a Internet por casi dos días. Como consecuencia, el viernes 11 de febrero de 2011, Mubarak renunció a la presidencia dejando el poder a los militares. Este grito de cambio que se suscitaba por todo el Mundo Árabe dio vida a la flama que devoraba las raíces de uno de los países más aislados de la región: Libia. De mayoría musulmana suní y con seis millones y medio de habitantes, Libia cuenta con las mayores reservas de petróleo probadas del continente africano. A pesar de esta riqueza, un tercio de la población estaba en 2011 por debajo del umbral de pobreza (Ruiz, 2012). En discrepancia con Túnez y Egipto donde el derrocamiento de sus líderes fue rápido, en la Libia de Muamar Gadafi la situación degeneró en una guerra civil y una intervención internacional (Zoubir, 2012). Gadafi se rehusó a dimitir y juró que lucharía hasta el último aliento, sentencia que se cumplió al ser asesinado por los rebeldes. Difícil camino a la democracia
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A lo largo del siglo pasado se ha podido contemplar que la democracia ha sido un factor de contención entre Occidente y el Mundo Árabe, a causa en gran medida del colonialismo británico y francés. Gran parte de la población musulmana tildaba a la
© Tarek el Gabbas
democracia como algo completamente ajeno a su idiosincrasia, una imposición occidental. Sin embargo, esta percepción ha cambiado en las últimas décadas, ya que los jóvenes han obtenido un acercamiento con la modernidad y la concepción del Estado Democrático, es decir con la libertad (Narvión, 2011). Pero a pesar de los esfuerzos y expectativas, la Primavera Árabe no ha logrado consolidar la democracia en el Mundo Árabe. Aunque este movimiento tuvo consecuencias visibles hasta cierto punto, debido a que los países involucrados no habían alcanzado el estado de “modernización” que Seymour Lipset considera indispensable para el acaecimiento y solvencia de la democracia —como la legitimidad política y desarrollo económico (Lipset, 1994)— no se puede hablar de que exista una democracia en estos países después de la Primavera Árabe. Las revueltas árabes fueron movimientos espontáneos, pero lo espontáneo no es progresista ya que repite lo que existe en la tradición y a veces lo consolida; es decir que, lo conocido
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se repite, si no se definen objetivos a alcanzar (Almeyda, 2015). Otra de las consecuencias del llamado “fracaso” de la Primavera Árabe, se le atribuye a la toma del poder de las élites islamistas. Como bien planteó Michels en 2008: “los movimientos tienden a ser capitalizados por la élite que dispone de más recursos económicos, más poder y más tiempo que invertir en ellos: es la ley de hierro de la oligarquía”. La comunidad laica, la cual conformó mayoritariamente las sublevaciones, no estaba preparada ni organizada para enfrentar las consecuencias que traería tomar el poder; por el contrario, la oposición islamista estaba mejor organizada para enfrentar las problemáticas posteriores a la Primavera Árabe. Por lo tanto, el conflicto recae en que la oposición islamista, al asumir el poder por el que lucharon los liberales laicos, impusieron su doctrina en la comunidad. Samuel Huntington, en su obra cumbre The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, señaló que la oposición laica es mucho más vulnerable a la represión que la oposición islamista, pues la segunda cuenta con una red de mezquitas e instituciones religiosas que el Gobierno considera que no puede suprimir. Esto es precisamente lo que sucedió en Egipto y Túnez, la oposición islamista tomó el control de las protestas y se estableció por encima de los objetivos de la oposición laica. Sin embargo, esto no significa que la Primavera Árabe haya sido un fracaso. Hay que recordar que la democracia tiene más opciones de establecerse en aquellos países con experiencias representativas frustradas, que en los que ensayan el liberalismo por primera vez. La democratización del mundo árabe es necesaria para enfrentar rotundamente la extensión del yihadismo, que hoy intenta adueñarse de la vida política del mundo musulmán. La agenda islamista tiene un electorado organizado, mientras que la no islamista se encuentra controlada por
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© Ria Novosti / Andrey Stenin
los regímenes, o carece de base organizada en la sociedad; por tal razón, después de la Primavera Árabe fueron los islamistas quienes tomaron el poder. La democracia no puede ser exportada, sino que debe ser producto de la voluntad popular de ese lugar y no ser impuesta por otro Estado. La Primavera Árabe dejó un precedente; si fue un fracaso o no, aún no está claro. Lo que sí debe quedar claro es que el Mundo Árabe necesita su Paz de Westfalia, y esto no será posible si la comunidad internacional no actúa de manera correcta, orientando al diálogo a toda la comunidad política, sean islamistas o laicos. •
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PUNTO Y SEGUIDO
SILENT PEOPLE Samahara HernĂĄndez ITESM QuerĂŠtaro Relaciones Internacionales
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People out there. There, people. People everywhere. Where? People. Who? People. There. Where? Inside a world fulfilled of repetition. What is repetition? Competition, intuition? Or even Vision trapped in a reality that is nothing but fiction, and fiction contrasting the bombing. That bombing? What bombing? Syria,
Paris, Libya, Madrid, New York. Who is Libya? Never heard of Syria or New York or Madrid. Paris? Why Paris? Because is the answer. And the answer leads us to action, and the answer leaves us with a camper, and that camper is violence. Who is a traveler on vacation? Who is planning on destruction? What destruction? We are all good here, nothing happens. Never. Ever. Forever bombs. Migrants. Residents. History, presidents. People. People, who is the people? And for the people. Violent, mysterious. Empty people, empty peace, which are the people? And people who is the violence, and violence that is Paris,
and Libya, and Syria, and Madrid, and New York, and Turkey, and the world that is violent, empty, lovable, trashy, contradictory, music, desperation, and reality. War is knocking our doors. Doors. Windows. Buildings. Cafeterias. Theaters. Poetry, politics, people. People and silence, and we still remaining silent. Dissolving in silence. We are, people, the loudly, revolutionary, silent, contradictory. “Never again”. They said. •
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SOMOS PUEBLOS CON UN MISMO NOMBRE
Richard Benavides Universidad Central del Ecuador Derecho
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Soy el idéntico desconocido, árabe, libio, iraquí y palestino. Soy el forastero que se ha perdido, el hombre transparente que busca su destino. Busco mi nombre en el viento, me hallo en el desconcierto, ¿quién soy? Le pregunto al sentimiento, espejos y cristales rotos en el desierto. Soy humano, soy el mundo. Somos hermanos con diferentes rasgos, somos pueblos con un mismo nombre. Espejos que distorsionan la imagen, cristales que se rompen, somos la paz oculta en un pasaje. Portadores de una identidad, de una vida desconocida, somos guardianes de la verdad, de la concordia en nuestra vida. Desde la Península Arábiga hasta la línea ecuatorial, a pesar de tener distintas rajaduras seguimos siendo un mismo cristal. Seguimos siendo la arena del desierto, un mundo árabe, un mismo pueblo de corazón abierto. Soy el tiempo, el momento y la acción; busco discernir igualdad sin discriminación.
No necesito pelear, no necesito violencia, porque yo soy virtud, soy paciencia. Soy el quimérico luchador de armonía, el tratado de luz en esta utopía. ¿Quién soy? Le pregunto al viento. Sentimientos rotos en un cristal. Y sin entender lo que no se entiende, soy quien busca saber quién es, soy el que cree que comprende, el que busca ignorar su estupidez. No sé mi nombre, no sé quién soy. Con ustedes me identifico, sin importar el color o la lengua, son el camino por donde voy. Ya no quiero ser, quiero que seamos, que luchemos por vencer, que luchemos por ser. Un solo espejo, un solo sentir, un mar en un desierto, un imposible que puede vivir. Seamos paz y manos de amistad, seamos unión y libertad, conozcamos nuestra verdadera identidad. Sin ustedes no sé quién soy, somos un pueblo, somos hermanos, somos la paz, el ayer y el hoy. •
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LA MESITA DE NOCHE
LA JOYA DE MEDINA Alessa Flores ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
Nos borran a nosotras, las mujeres pasadas, de sus historias de Mahoma, o alteran las historias con falsedades que queman nuestros oídos y el fondo de nuestros ojos. — Sherry Jones
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La representación de la mujer en el mundo árabe se asocia comúnmente con Medio Oriente y el Islam. La imagen percibida por Occidente sobre éstas es de aquella fémina vulnerada, sin derechos civiles ni políticos, reprimida en una sociedad machista donde la religión es la principal limitante. La información de la mujer en el Islam generalmente está sesgada, incompleta y estereotipada. Sin embargo, existen diversos libros, además del Corán, que permiten un acercamiento a la representación y la cosmogonía islámica con relación a la mujer; por ejemplo, la novela histórica de Sherry Jones, La joya de Medina.
La joya de Medina es un libro fascinante que cuenta la historia de Aisha, una joven que vive durante la fundación del Islam en el siglo vii. La narración comienza en enero de 627 d. C. cuando Aisha, a sus catorce años, contrae matrimonio con el profeta Mahoma y se enfrenta a la adaptación de una nueva forma de vida como esposa. No obstante, la historia de la joven no termina cuando contrae matrimonio con El Profeta a tan corta edad, sino que a lo largo de la novela se hace notorio que Aisha se gana el corazón de Mahoma por su personalidad, astucia, pasión y entrega. Se debe aclarar que antes de esta época, y de acuerdo con las tradiciones preislámicas, las familias prometían en matrimonio a sus hijas para afianzar los lazos políticos, económicos y sociales. Por lo tanto, las mujeres carecían de derechos y voz dentro de la sociedad. Situación que cambia durante la fundación del Islam en La Meca y su expansión a Medina y a Medio Oriente. Como se presenta en el libro, Aisha tuvo un papel protagónico para la fundación del Islam, pero su historia no ha salido a la esfera pública después de tantos siglos. Ella misma menciona en la novela: “nunca supieron la verdad acerca de mí, de Mahoma, de cómo yo salvé su vida y él la mía. De cómo yo salvé la vida de todos ellos” (Aisha en Jones, 2012:22). Historias como las de Aisha demuestran que el estigma de vulnerabilidad en el que muchos ubican a la mujer musulmana no es debido al Islam, como los medios nos hacen creer, ya que Mahoma estableció en el Corán y en sus enseñanzas el respeto a la mujer como un igual al hombre. Por otro lado, se debe reconocer que en muchos países que integran mona (Medio Oriente y Norte de África), el sistema social es poco equitativo o en algunos casos represivo, donde “los hombres todavía quieren tener ocultas a sus mujeres. Siguen escondiéndolas con velos o con mentiras de que son inferiores” (Aisha en Jones, 2012:22). Esta visión es una mala interpretación de las enseñanzas de Mahoma y de los principios del Islam, porque se
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está callando una parte importante de la historia en donde la mujer es un sujeto de derecho y un actor de influencia político-social. La joya de Medina más que ser una narración histórica sobre el Islam, es una perspectiva distinta de la concepción de las mujeres musulmanas. Es un fragmento que ha sido oscurecido por el tiempo y que necesita ser transmitido de nuevo a las que han sido calladas a lo largo de los siglos. Tal vez, la realidad de hoy en día para muchas mujeres en mona no es favorecedora “porque ignoran la verdad: Mahoma quiso darnos la libertad, pero los demás hombres nos la arrebataron” (Aisha en Jones, 2012:22). La historia de Aisha es la de una mujer cuya devoción “la convi[rtió] en una consejera fundamental del profeta, llegando a ser una de las mujeres más importantes del Islam y fiel protectora del legado de Mahoma” (Jones, 2012). Una creyente de la igualdad, defensora de la fe y un ejemplo de guerrera. Antes de que desaparezca, quiero que bebáis mi historia, Mi verdad. Mi lucha. Y después ¿quién sabe lo que ocurrirá? Si Alá lo quiere, mi nombre recuperará 50
su significado (Aisha en Jones, 2012:23). •
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Jones, S (2012). La Joya de Medina (López, A, Trans). Barcelona: Histórica.
E
EN CORTO
A BUDDHIST FILM REVIEW Maximiliano Santana ITESM QuerĂŠtaro Relaciones Internacionales
Spring, Summer, Fall, Winter‌ and Spring is a masterpiece that introduces us the Buddhist philosophy through the representation of a cycle of suffering. Through this cycle, a boy moves from innocent discovery to attachment and suffering, from redemption to Enlightenment and finally to Rebirth. Hence, the purpose of the essay will be to study how does the film relate with Buddhism, particularly to the teachings of the Four Noble Truths and the Heart Sutra. Spring Spring is the season of birth, discovery and childhood innocence. A young apprentice is guided by his childhood passions. However, such discovery leads to the development of the illusory five aspects that constitute the sensitive being, better known as skandhas. These aspects: feelings, forms,
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Š Dong-hyeon Baek
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perceptions, thoughts and consciousness drive the behavior of the boy and constitutes the creation of the illusion of the self, and the separateness of the world. Even though the master tries to teach his disciple, the boy is still too young to detach himself from the pleasures produced by his childish sensorial desires. For instance, one day, the apprentice, following his capricious childish impulses, torments a fish, frog and snake by attaching a stone to their bodies. The old monk, who notices the negative impact of his disciple’s action, tries to give him a
lesson of Karma attaching a stone on the boy’s back. The boy finds the fish lifeless and buries it.As a result, this metaphor teach us, through the fragility of life, about the First Noble Truth: all existence is suffering. The symbolism of the fish, frog and snake shows it in multiple ways this point. For instance, we perceive suffering in the boy’s lamentation, in the acquisition of knowledge that the things have and end in the death. Summer Summer, the season of aging, introduces us the continuation of suffering and struggle inside the formation of the now adolescent disciple. Now the young boy meets a beautiful woman from he passionately feels attracted. The lady awakens the deepest physical and mental desires of the boy. When the monk discovers the boy and the lady sleeping together, he takes back the girl and warns his disciple: “desire leads to lust to possess followed by anger and then to even commit murder” (Ki-duk, 2003). Ignoring these words, the young disciple abandons the temple and takes the Buddha Statue, not knowing that the source of his suffering is caused by attachment, even to Buddha. Attachment as the source of suffering is affirmed by the Second Noble Truth. Just as the stone caused him physical pain in the Spring season, now the young pupil finds a mental pain that blocks him to see the reality with clearance. That is to say, the disciple’s mind has non-stop thoughts from which he does not have any control. As it can be seen, the nature of its actions that drives him to operate with his feelings does not have any difference from the actions he committed against the fish, snake and the frog when he was a little boy. Fall The season of illness, portrays to us the most dramatic part of the film. The boy, driven by attachment and possession, transforms his feelings into anger after having killed the lady for falling in love with another man. As it is seen through the film, the boy returns to the temple full of anger, dissatisfaction, misery and immense suffering. Failing to release himself from his negative feelings, the boy attempts to commit suicide until the old monk represses him and prevents him from escaping so easily. This lead us to the Third
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Noble Truth: Suffering can stop. It is here, where we find that the illness of suffering has a cure. The monk writes the Heart Sutra in the wood ground of the floating temple and orders his disciple to carve on the wood until he marks all the letters. By analyzing the meaning of this Sutra, we can find the reason and source of all suffering and the search of Enlightenment. The sutra talks about the voidness of the five skandhas: forms, feelings, perceptions, wills and consciousness by denying that things, nor human existence is real through our biased sensorial experimentation. In doing so neither tongue nor eyes, mouth, ears, nose, body or mind can perceive the reality of this world. All our theorization of reality, experienced by those senses, is therefore nullified. The sensorial organs are the sources of our illusions, such as the illusion of the self . When the disciple carves the Heart Sutra, he seems to release himself from the anger, which ultimately leads him to surrender peacefully to the justice. Moreover, there is an important moment in the film when the boy is leaving. As the police officers start to row the boat, there is a moment in which the boat stops to move. Such intentional film effect is the representation of the attachment that the old monk had developed for his young pupil. He had developed affection for his pupil and deep inside his thoughts he did not want his boy to depart. From that moment, knowing that his life was pointless, the old monk commits suicide following the same ritual the boy tried to perform: The mouth, nose, ears and eyes are sealed, as a symbol of the voidness of sensorial experiences that has been discussed above. The monk’s suicide could have been described as clean of negative connotation, because he’s seen as a person that has been received Enlightenment and therefore his suicidal thoughts are not a merely escape from the suffering - as the boy intent-, but a pure and clean process that knows that death is not the ultimate end. However, we see that the monk fails to detach from his feelings towards the boy and reborns as a snake rather than continue the process of reincarnation into another human body or even better, releases himself from the cycle of suffering. Winter
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Winter is the season of death. It portrays an abandoned temple that is rescued by the now released disciple who found
redemption. He finds the rests of his older master and takes his place as the new monk in temple. He finds some old scriptures that teaches him the ultimate the path of spirituality in order to train mind and body. This season leads to the Fourth Noble Truth: the means to end suffering is the Noble Eightfold Path which is the ultimate affirmation that points out how one must direct its life in order to gain enlightenment and detach fully from the tricks of our senses. Coming back to the film, Winter, being the apparent end of the cycle, connects suddenly the whole cycle by the entrance of the mysterious woman who abandons her son in the temple. The woman suddenly dies after falling under the frozen lake. Here, once again, the karma law seems to retribute the consequences of human actions. Spring again… and conclusion
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Ki-duk, K. (Director). (2003). Spring, Summer, Fall, Winter… and Spring. [Motion Picture]
The fifth segment of the film presents the idea that everything is a cycle.The baby son becomes the new pupil of the new monk, who once was the disciple of the older monk. The new young boy echoes his master by committing the same mistakes he once made. This is represented by the cruel scenes in which the boy is laughing while he inserts a stone inside the mouth of a fish, frog and snake. As a result, the whole film and buddhist cyclical cosmology makes sense through the four seasons. Suffering is present in all of them, since its beginning to its end, since birth to death. Along the film we see many symbolisms and references to Four Noble Truths, the Heart Sutra, and more Buddhist teachings. As it is seen, the mind, tongue, nose, ears, eyes and mouth are the ultimate barriers that prevents humans to achieve nirvana —enlightenment— and they constitute in many ways the illusions that produces suffering in this cyclical story. Hence, the only path to get rid of suffering is by recognizing the voidness of the five aspects that constitute the sensitive being. •
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S
SNAPSHOT
A fisherman fixing his boat on the coast of Alexandria, Egypt 56
Mawath Ali / Universidad de Guelph / Ingeniería Biomédica
Pan de pita
Paulina Flores / ITESM QuerĂŠtaro / Relaciones Internacionales
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Diversidad cultural promete mรกs sonrisas 58
Isabella Bustamante / Universidad Catรณlica San Pablo, Cochabamba / Comunicaciรณn Social
DiseĂąo SĂŠ, taller de ideas taller-se.com
Licenciatura en Relaciones Internacionales