Propaganda: detrรกs de las ideas Mayo - junio 2018
DIRECTORIO
David Garza Salazar Rector del Tecnológico de Monterrey Dr. Salvador Coutiño Audiffred Vicepresidente de la Región Centro y Director General de Campus Querétaro Mtra. Luisa Argelia Carrera Chávez Decana de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, Región Centro Verónica Martínez Estrada Directora del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política Kacper Przyborowski Director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales EQUIPO EDITORIAL
Mtra. Luisa Argelia Carrera Chávez Dirección Mariana Marín Villagrana Comité Editorial
«Propaganda is the art of persuading others of what you don´t believe yourself» Decimus Magnus Ausonius
Andrés Daniel Aguilar Acosta E. Alexander Ramón Núñez Ernesto de León Williams Hannia Yvonne Olan Paniagua Isabella Mejía Tenorio Luis Antonio Sierra Gaviña
Mariana Rodríguez Castañeda Mayra Sofía Zazueta Corzo Nancy C. Sánchez Esquivel Natalia Fernández Miranda Osvaldo Hernández Horta Asistentes de edición
CONTACTO
fanziniacontacto@gmail.com
ÍNDICE
FANZINE RI, Año 6, No. 17, mayo 2018, publicación bimestral. Editada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro, a través de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, bajo la dirección del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política, domicilio Epigmenio González 500 Fracc. San Pablo 76130 Querétaro, Qro. Editor responsable: Mtra. Luisa Argelia Carrera Chávez. Datos de contacto: teléfono y fax: 52 (442) 238 3234. El presente ejemplar se terminó de imprimir en junio 2018, se tiraron 300 ejemplares. El editor no necesariamente comparte el contenido de los artículos y sus fotografías, ya que son responsabilidad exclusiva de los autores. Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido, fotografías, ilustraciones, colorimetría y textos publicados en este número sin la previa autorización que por escrito emita el editor. Imagen de la portada: © Peter Chou, Lugan Street in Taiwan.
FANZINE RI 17•MAYO JUNIO 2018 PROPAGANDA: DETRÁS DE LAS IDEAS
EDITORIAL CARTAS SOBRE LA MESA
ENSAYANDO NUEVAS PERSPECTIVAS
PUNTO Y SEGUIDO
LA MESITA DE NOCHE EN CORTO SNAPSHOT
Mariana Marín Villagrana
Propaganda, el arte de seducir 4
Alejandro Enríquez
La propaganda del siglo XXI
L. Antonio Sierra Gaviña
La caja de Pandora de la escena nacional
Mariana Marín Villagrana
Voces sobre muros, la mirada disidente de la contrapropaganda 17
Ernesto de León Williams
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Understanding the Democratic Rise of Socialism-the Electoral Panorama of Salvador Allende’s Victory 23
Alessa Flores Vela
New tales about the counter-revolutions in the Arab Spring 35
Richard W. Benavides
Publicistas de mil amores 41
Carol Ballesteros Nufio
Pamplinas psicotrópicas 43
Sara Sandoval Flores
Tienda de repuestos 45
Caio Ruvenal
1984. La no muy nueva lengua del Totalitarismo 49
Estebana Mestegui
La Ola: el fascismo y la posmodernidad
Nicolás Rivero
No fue en vano 61
Andrea Camacho
Por menos barreras en nuestras fronteras
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EDITORIAL
PROPAGANDA, EL ARTE DE SEDUCIR
Mariana Marín Villagrana ITESM Querétaro Relaciones Internacionales Comité Editorial Fanzine RI
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Detrás de todo lo que nos rodea existe un mensaje; una poderosa idea cuyo impacto es directo en el actuar y pensar del individuo y la sociedad. La penetración de este mensaje se da a través del discurso, la propaganda y los medios de comunicación como ápices de un mismo triángulo. Es ahí donde la ideología y el poder toman un rol clave en la ecuación propagandística para informar, persuadir y seducir a la sociedad. A través de la difusión de información, ideas y opiniones —políticas, religiosas y comerciales—, la propaganda ha influido el pensamiento de las personas para, finalmente, imponer una idea que domine por un largo tiempo.
Día a día, nos vemos asediados por una narrativa preestablecida. El constante golpeteo propagandístico al que nos vemos sometidos por los medios de comunicación —tradicionales y modernos— hace costumbre una realidad sistemática; una verdad, o una mentira, que se contagia y se repite. Más aún, debido al perfeccionamiento, diversificación y tecnificado de la propaganda —así como del desarrollo de los medios de comunicación—, resulta difícil, hoy en día, discernir lo que es información, de lo que es propaganda. El aliciente del mensaje y su influencia en la historia ha sido utilizado, desde sus inicios, como una herramienta para moldear el pensamiento y las acciones de la sociedad. Más aún, en la actualidad la propaganda presenta retos y oportunidades. Hoy en día, la persuasión, homogeneización y promoción son el leitmotiv de la propaganda de xenofobia e intolerancia en campañas políticas; así mismo, presentan un rol importante en el reclutamiento de jóvenes en países occidentales —como un arma de terror de grupos religiosos—. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, encontramos la divulgación artística de protesta donde el arte y la política se han fusionado, y han comenzado a alzarse cada día como una crítica al status quo y los mecanismos publicitarios actuales. En este número de Fanzine RI buscamos explorar la nueva tendencia de las técnicas propagandísticas en el mundo, analizando el poder de las ideas y su influencia en la actualidad. A través de la colaboración de distintas universidades, carreras y países, este espacio invita al lector a realizar un análisis crítico de los mensajes e ideas, como herramientas de influencia social y política, que nos rodean a diario. Este número emplea una compilación de artículos de opinión, ensayos, reseñas, textos literarios y fotografías donde los jóvenes exponen la injerencia de la propaganda como una herramienta de publicidad, de cambio político, e incluso una réplica por parte de la sociedad como respuesta a la persuasión y creatividad detrás de la propaganda. 5
CARTAS SOBRE LA MESA La propaganda del siglo XXI Alejandro Enríquez — La caja de Pandora de la escena nacional Luis Antonio Sierra Gaviña — Voces sobre muros, la mirada disidente de la contrapropaganda Mariana Marín Villagrana
LA PROPAGANDA DEL SIGLO XXI
Christian wiediger de Unsplash
José Alejandro Enríquez ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
Un video corto en alta definición con cifras llamativas, temas en tendencia, creíble y sumamente emocional. Así es la propaganda del siglo XXI: retazos de verdad presentados de manera seductora. El público, poco analítico, se vuelve cautivo de su propia sensibilidad y, siendo fiel a su definición, la propaganda dirige las acciones de un ciudadano poco curioso. La búsqueda de la verdad, nuevamente, ha sido sustituida por una “comodidad intelectual”. Esto me lleva a distinguir tres situaciones: primero, la distinción entre propaganda y publicidad; segundo, la dominación de lo políticamente correcto y, tercero, la abrumadora propaganda de la comodidad intelectual. Es necesario distinguir entre propaganda y publicidad. La primera, usualmente (no preciso de una definición de un diccionario para exponer el común acuerdo en torno a ella) se trata de la difusión constante de ideas encaminadas a dirigir la conducta del individuo. El mayor ejemplo en la historia es el de Goebbels y los nazis. La publicidad, por otro lado, precisamente se trata de vender un producto, de conectar emocionalmente con el cliente potencial y despertar en él (podría poner él/ ella pero no lo haré) el deseo por consumir. Como la propaganda pretende guiar las acciones del individuo, la línea se vuelve muy delgada y me atrevo a distinguirla de la siguiente manera: mientras la publicidad tiene un fin comercial, la propaganda tiene un fin político. 9
Ciertamente, esta afirmación podría ser debatida, pero el argumento se esgrime al considerar la publicidad como un medio para obtener ganancias a través del consumo, y la propaganda como el intento de adoctrinamiento ideológico de los individuos. El segundo punto se relaciona con mi negativa a escribir él/ ella en el párrafo anterior, la tiranía de lo políticamente correcto. Ser políticamente correcto es aquella opinión cuyo principal distintivo es el de no ofender a ninguno de sus interlocutores, es decir, una especie de autocensura para evitar la crítica. En el afán de ser políticamente correcto, instituciones, gobiernos, políticos, intelectuales e individuos, han creado un cúmulo de temas de los cuales “no se puede hablar”. Poner ejemplos equivaldría a establecer un sesgo dada la imposibilidad de mencionarlos todos, pero le ruego al lector pensar en aquellas opiniones que él mismo se previene de expresar tanto en redes sociales como con sus amigos y así obtendrá ejemplos de sobra. Esta autocensura es precisamente el primer paso para el fin de la libre expresión. No es de sorprender las acciones llevadas a cabo en países como Francia, Reino Unido y Estados Unidos, donde las universidades se han saturado de “trigger warnings” o advertencias de contenido potencialmente sensible, áreas designadas para la “libre expresión” y políticas orientadas a censurar ciertas conductas. (Ver el ranking: The Worst Colleges for Free Speech, elaborado por la ONG Individual Rights in Education). En palabras del psicólogo Robin Skynner, “cuando las personas no pueden controlar sus propias emociones, empiezan a controlar la conducta ajena”. Esto me lleva al tercer punto: la abrumadora propaganda de la comodidad intelectual. El debate de las ideas, aquél motor de la sociedad desde el inicio de los tiempos, se ve mermado por una estéril propuesta de hablar de “lo que está bien” y evitar “lo que está mal”. Nuevamente, el lector podrá crear sus propios ejemplos. El debate se ha reducido y la búsqueda del conocimiento, en la era donde casi cualquier 10
Kaiser, A. (2017, Marzo 21). La Moderación de la Moderación. Diario Financiero. Recuperado de, https://www.df.cl/noticias/ opinion/columnistas/axel-kaiser/la-moderacion-de-la-moderacion/2017-03-20/204643. html Lukianoff, G. (2017, Febrero 22). The 10 Wort Colleges for Free Speech: 2017. Huffington Post. Recuperado de, https://www. huffingtonpost.com/entry/58ac64bfe4b0417c4066c2f1 Schlapobersky, J. (2000, Septiembre 28). Obituary: Robin Skymmer. The Guardian. Recuperado de, https://www.theguardian. com/news/2000/sep/28/guardianobituaries. booksonhealth Will, G. (2016). A Progressive Guide to PC. Recuperado de, https://www.prageru.com/ videos/progressives-guide-political-correctness
conocimiento práctico está alcance de una pantalla, se ve enteramente reducida a videos cortos, a influencers, a respuestas rápidas y propaganda emocional para comandar a los ciudadanos bajo un solo ejército en la batalla de las ideas, la armada de lo políticamente correcto. La minoría ofendida se vuelve el sujeto hipersensible e intocable de la sociedad, y ¡cuidado!, a la menor provocación, la empresa va a pique, el político pierde votos y el individuo se vuelve un paria. Si el discurso es ofensivo, no sirve de nada ignorarlo, censurar o, incluso, negar su existencia. A los discursos incómodos se les debe combatir con argumentos, con ideas, porque sólo las ideas pueden contrarrestar argumentos vacíos o violentos. El conocimiento, y no la censura, es el mejor activista. No pretendo satanizar, ni volver políticamente incorrectos los videos o infografías en las redes. El espectador, el usuario, el consumidor, el individuo es quien tiene la responsabilidad de discernir entre un medio publicitario, un medio de propaganda y un medio informativo. Sin embargo, en las redes sociales, los medios informativos optaron por volverse influencers y, lejos de informar, seducen a un público ávido de lo políticamente correcto, de aquél contenido al cual darle “compartir” sin que sus contactos se sientan ofendidos. Poco a poco, las ideas, las discusiones, los conflictos intelectuales han sido relegados por una propaganda aparentemente inofensiva, intelectualmente cómoda y censuradora de cualquier debate intelectual. Pocos se atreven enfrentar la tiranía de lo políticamente correcto, pocos se atreven a buscar la verdad detrás de todo aquello. Goebbels no podría estar más complacido. 11
LA CAJA DE PANDORA DE LA ESCENA NACIONAL
Obed Hernández de Unsplash
Luis Antonio Sierra Gaviña ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
Controversial, contestatario, incómodo y divertido. Así es como se podría definir el disco debut ¿Dónde jugarán las niñas?, de la banda mexicana de rock/rap Molotov; disco que presenta un discurso politizado y refleja la situación crítica que se vivía a finales de los noventas en nuestro país, cuando –como ahora– reinaba la corrupción y la impunidad, pero con más ve-hache-ese y Pecsilindros. Tito, Randy, Mickey y Paco, integrantes de la banda, se encargaron de volcar toda esa rabia en sus temas y plasmarla en un disco que, en su tiempo, a muchos les pareció ofensivo y peligroso pues la forma de abordar temas tabúes, como la política nacional, la religión y la sexualidad, era sin duda un riesgo para la formación de la juventud mexicana de la época. Y no era poca cosa. Estamos hablando de México, un país con una tradición católica muy arraigada, la hegemonía partidista de casi setenta años controlando los medios de comunicación disponibles y una sociedad que reprimía de manera sistemática la expresión de la sexualidad y libertad de los jóvenes. Era lógico que un material con este tipo de contenido causará tal revuelo. A pesar del intento de censura por parte de las autoridades, como un auténtico cóctel Molotov sus llamas se esparcieron. Tal medida provocó que se potencializara, de manera casi clandestina, su difusión fuera de los medios. Se trataba de un grupo que abiertamente se enfrentaba al gobierno hegemónico representado por un grupo social que trataba de moldear la mente de las nuevas generaciones para preservar el status quo. 13
Asimismo, de las canciones se pueden escribir muchas cosas. Una de ellas es sin duda la actitud jovial y altanera que se aprecia en las letras escritas, tanto en español como inglés. Esto les ayudó a la diferenciación de la banda y a tener un sonido propio desde el primer disco; característica que muchas veces a las bandas les cuesta un par de discos obtener. Sin embargo, y sin rodeos, lo diré. No todo es perfecto en este disco. Por ello, retomo la apertura de la banda para tratar temas de índole sexual. En general, toda su discografía está repleta de canciones sexistas y machistas que denigran a la mujer. Presentándola como un objeto frente a los juicios entonados en canciones como Quítate que Ma’sturbas (Perra Arrabalera) y ¿Por qué no te haces para allá?... Al más allá. Lo sé, no todas sus canciones son así. Tampoco creo que todas las canciones tengan esa finalidad y, de manera simplista, se pudieran considerar como canciones eróticas. Sin embargo, no creo que la sociedad de la época estuviera tan consciente de esto; más bien, al tratarse de un tema tabú, se buscó su censura. Por ejemplo, si entramos en el debate acerca de sí la palabra puto en nuestro país tiene una connotación homofóbica o no, la discusión nos tomaría demasiado tiempo y no llegaríamos a ningún acuerdo. Este tema presenta material para redactar un artículo por separado. Retomando la idea principal, para Molotov dicha palabra no es utilizada con el fin de ofender o denigrar a las personas pertenecientes a la comunidad LGBT. Al contrario, es un himno en contra de la clase política. De acuerdo a los miembros de la banda, así es como debe entenderse. Esta particularidad no ha dejado de tener eco y repercusiones, pues cada que la banda sale de gira fuera de México, diversas organizaciones han mostrado su descontento. Viendo entonces el contenido de algunos éxitos de la banda, ¿por qué hacerles una reseña? Primero, bájale a tu pedo, chairo. Esto te interesa. Más allá de lo antes mencionado, el aporte cultural que este disco da a las causas sociales y políticas es indiscutible. Precisamente porque en sus canciones como Gimme the Power y Que No Te Haga Bobo Jacobo, se engloba perfectamente el sentimiento de enojo hacia los políticos. A sus cínicas acciones que estancan al país en una crisis de corrupción que inunda los medios y aliena a las personas con noticias falsas o manipuladas. Entonces, hablando de la corrupción y las Fake News, la canción Voto Latino no puede estar más vigente, ya que al tener a un integrante gringo en la banda es casi imposible no hablar de la relación con Estados Unidos y el trato hacia los migrantes por parte del gobierno. 14
Rob Bye de Unsplash
Cosas buenas, cosas malas. Sin duda Molotov es una banda diferente que logró sobrellevar la represión contra su libertad de expresión. Asimismo, de una manera u otra, trajo a la mesa temas polémicos que desde entonces han sido parte de la agenda nacional e internacional. Temas que los jóvenes ahora han hecho parte de sí; temas con los cuales pueden opinar y discernir. Incluso, alzar la voz y decir si están mal, sin el temor a represalias, porque éstas siempre existirán. ¿Dónde jugarán las niñas? provocó enojo, descontento y rabia. Tanto para bien, como para mal, dejó muy en claro que una vez prendida la mecha, como el hastío en la sociedad, es muy difícil acabar con el fuego de esta bomba Molotov. que sigue quemando parejo, cimbrando las bases de las instituciones podridas de este país y que se aviva cada vez que amenazan con seguir reprimiendo a la sociedad. 15
VOCES SOBRE MUROS, LA MIRADA DISIDENTE DE LA CONTRAPROPAGANDA Mariana Marín Villagrana ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
El arte debería confortar a los perturbados y perturbar a los
confortables. — Bansky
Eduardo Sánchez de Unsplash
El arte, un animal doméstico encerrado en cuatro paredes. Incluso aquel que se nombra radical y rebelde se ha visto bajo techo, protegido. Sin embargo, emulando a un felino —quien no olvida su naturaleza inquieta y merodeadora—, el arte urbano reacciona a su funcionalidad múltiple y se ajusta a las exigencias del ecosistema social y político en el que se produce. Específicamente, a la necesidad del ser humano para transmitir un mensaje por medio de expresiones visuales. Hoy en día, artistas callejeros fusionan el activismo político y la organización comunitaria dando como resultado el arte urbano de la era posgraffiti.
El arte urbano es un cajón de sastre; es decir un conjunto de elementos diversos en origen, forma e intención cuyo diferenciador se encuentra en la autoría de la juventud. Una de sus versiones más significativas es la técnica del graffiti. Con esto, no aludo a la pintada de nombres y tags —o coloquialmente llamados firmas— que ocupan las vallas del territorio urbano. Hago referencia a manifestaciones que idean y proponen al transeúnte una experiencia diferente con su entorno. El street art, a través de la pinta de paredes, encuentra su verdadera esencia en la total libertad de obras autónomas e independientes realizadas en espacios públicos; sin reglas que prohíban mensajes incómodos o críticas a la sociedad.
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El mensaje, la forma, el público y el lugar son decisión del artista; quien hoy en día, adopta un modo de expresión artística en los muros mediante el uso de plantillas, posters, pegatinas, murales y graffiti. Así, algunas paredes viejas y abandonadas son transformadas en un campo de batalla intrépido contra las representaciones dominantes de los medios de comunicación, e incluso del mismo gobierno. El arte urbano se alza como una herramienta política que ha cobrado, desde su surgimiento, cada vez más fuerza. Por ello, hoy en día encontramos artistas como Princess Hijab, quien incorpora, subversivamente, hijabs a las modelos de las vallas publicitarias. Otros, como Banksy, Alexandre Orion y Paul Curtis, plasman una mordaz crítica a la sociedad actual, invitando al espectador a ser partícipe de la intervención artística. Estos últimos de manera ecológica y amigable con el medio ambiente. Por último, y no menos importantes, están artistas callejeros cuyos nombres no son reconocidos internacionalmente, pero que fungen como un conducto para expresar ideas que ayudan a la comunidad a contraatacar su situación social y política. Esta imponente libertad de expresión, en conjunto con el reclamo de un espacio público como propio, se reconoce como una forma de contrapropaganda; una herramienta donde el arte y el activismo se cruzan y nutren de forma recíproca —incluso, de manera no autorizada u ordenada—, con el claro objetivo de protestar sobre hechos políticos o culturales. En la actualidad puede parecer contradictorio, incluso insensato, asociar la pinta de paredes y la propaganda. Sin embargo, es importante reflexionar que el street art, aquél que causa picazón en la piel y la conciencia cuando lo observamos, es un acto de resistencia y disidencia ante una narrativa preestablecida. Esta forma de percepción, legitimación y redistribución sociocultural se ha convertido en un arma cargada de protesta; la cual, retrata —desde una mirada marginada— la diversidad de lo cotidiano en los procesos sociales y políticos del mundo. En la actualidad, los murales, a menudo, criticados por considerarlos ilegales al emplear paredes privadas, encuentran, en la mayoría de los casos, la oferta de muros para ser utilizados. Esto evidencia que la pinta de paredes no sólo ha evolucionado como forma de expresión, sino también en su modo de insertarse en la sociedad. Es decir, ya no es un arte conectado con lo vandálico. Forza al público a ser consciente, así como a interactuar con el mundo que le rodea. Los muros se sitúan como espacios únicos y reales, convirtiéndose en una forma de protesta subversiva. Más aún, históricamente, esta técnica ha sido una verdadera arma de lucha política. El muro de Berlín como un espacio de división y reivindicación.
Las calles de Belfast, transformadas en espacios ilimitados como instrumento de lucha contra la opresión, y herramienta de confrontación pacífica. La España Franquista, donde los murales eran una forma de avivar la vida social y política. Finalmente, asolada por conflictos fratricidas en constante guerra civil durante 70 años, Irlanda del Norte exhibía murales en edificios y pintadas que delimitaban zonas; marcando fronteras invisibles. Verde, blanco y naranja, aludiendo a los católicos republicanos; azul, blanco y rojo, para indicar ser protestante y unionista. Así, las farolas y las aceras adornaban símbolos de carga política e ideológica mayor que las propias palabras. Los murales y las pintadas eran el atractivo para un mayor número de visitantes que transmitirían el mensaje al mundo. Asimismo, es interesante el contexto específico de algunas de las imágenes contemporáneas creadas por artistas como Bansky, Princess Hijab, Alexandre Orion y Paul Curtis. Los artistas realizan con soltura acidez una sátira llena de matices a la moralidad imperante en el mundo occidental, y gestionan el papel fundamental del arte urbano como una forma de expresión, así como un reclamo político y cultural. Es interesante el contexto específico de algunas de sus imágenes, porque funcionan casi como caricaturas políticas. Para entenderlas, el espectador tiene que entender la situación política inmediata, debe estar informado, seguir las noticias. De lo contrario, son difíciles de precisar. Las pintadas o grafitis fungen como una identidad, una marca colectiva. A través de su técnica, la ciudad se convierte en escaparate y máximo exponente de la libertad de expresión. En los últimos años se ha producido un incremento notable en la proyección mediática y social de ese tipo de arte. La pinta de paredes es la representación más primaria y reivindicativa del arte urbano. Tomando muros de la ciudad como un papel en blanco al alcance de quien tenga algo que exponer al mundo. Esta técnica, revolucionaria o decorativa, va en busca de diversos públicos como un animal que, en medio del día o de la noche, sale al encuentro del caminante en cualquier callejón. La pinta de paredes pasa de considerarse una agresión, aludida a la frase “pared y muralla, papel del canalla”, a transformarse en murales que dan vida a la ciudad y conectan al caminante con la obra a través de colores intensos e historias frescas. Ahora, ya no hay indiferencia ante situaciones sociales, políticas y culturales. Al contrario, cada muro incita, a quien lo mira, a desnudar una historia llena de figuras curiosas, de símbolos y mensajes por interpretar.
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ENSAYANDO NUEVAS PERSPECTIVAS Understanding the Democratic Rise of Socialism-the Electoral Panorama of Salvador Allende’s Victory Ernesto de León Williams — New tales about the counter-revolutions in the Arab Spring Alessa Flores Vela
UNDERSTANDING THE DEMOCRATIC RISE OF SOCIALISM – THE ELECTORAL PANORAMA OF SALVADOR ALLENDE’S VICTORY
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Ernesto de León Williams Relaciones Internacionales ITESM Querétaro
In November of 1971, Salvador Allende, just a year after elected, received Fidel Castro with open arms in Santiago de Chile. This was not only the first time Castro had taken a step in the South American continent; most importantly, it was the first time Castro had been received by a South American socialist president. In this aspect, Fidel Castro and Salvador Allende were similar: they were the leaders of the only two Latin-American states at the time attempting a transition into socialism. However, despite their political affiliation, the leaders were clearly distinguishable by one aspect: the way they rose to power. While Fidel Castro valiantly (and violently) stormed La Habana with his revolutionary guerrilla —and successfully ousted Fulgencio Batista—, Salvador Allende reached the presidency through the constitutional process of democratic elections. 23
During his time in Chile, Fidel Castro did not miss this point and emphatically stressed that what was happening in the country was unlike anything he had ever seen before, claiming “it [was] a revolutionary process, [but one] where the revolutionaries were bringing about change in a pacific way. This [was] a unique process, practically the first in the history of humanity” (Castro, 2009). This difference between Allende’s Chile and Castro’s Cuba carved Chile away from all the socialist states up to that time, in the fact that Allende had chosen to dismiss the traditional Marxist call for an armed revolution, and instead embarked on a democratic path. This division sets Salvador Allende aside from the rest of socialist states implies a completely different analysis. An understanding of the democratic rise of a socialist president calls for a look at elements such as polarization within society, electorate support, campaign strategy, as well as mechanisms of popular support and the role of the opposition. These are all elements that this paper will focus on in an attempt to construct an understanding of the social panorama before and throughout Allende’s government. This article will focus on the 1970 elections that brought Allende to power, explaining the polarized electoral landscape, as well as constructing a profile for each candidate. The 1970 Election The presidential election of 1970 featured three major candidates. On the left side of the political spectrum is Salvador Allende Gossens, the candidate for the Unidad Popular (UP); a coalition of leftwing parties formed by the Frente de Accion Popular (FRAP – an alliance between the Socialist Party and the Communist Party), the Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), and the Acción Popular Independiente (API). It was not easy for Allende to obtain the nomination for this coalition, as each of the parties within presented their own candidate. Allende’s nomination was further complicated because of his past presidential defeats, as he had participated in the last three races for the presidency and failed each time. Moreover, numerous radical factions vehemently disapproved of Salvador Allende’s discourse on the Pacific and democratic path to socialism. Nevertheless, he managed to gain the majority of votes in the Central Committee, and therefore the nomination, 24
due to his popular support and the backing of Pablo Neruda, the nominee for the Partido Comunista (Davis, 1986). In the center of the political spectrum was the Partido Demócrata Cristiano (PDC - Christian Democrat Party), with Radomiro Tomic. In the 1970 election, the PDC was the incumbent party; however, they present a new candidate, as the previous president, Eduardo Frei, could not constitutionally stand for reelection. On the right side of the political spectrum was Jorge Alessandri, backed by the Partido Nacional (PN – National Party). Alessandri had the advantage that he had already won the presidency in 1958 and was the expected winner of the election (Hellinger, 1978). Jorge Alessandri and the National Party From these profiles, it is possible to observe a unifying element among all the candidates: none were new to the presidential race, with Alessandri being an ex-president, the Christian Democrat party looking for their second term, and Allende running for the fourth time. Nevertheless, it was Alessandri’s campaign that exploited this element to its fullest potential. The ex-president’s campaign had a strong focus on calling people to vote for someone they knew could do a good job, someone that already had experience running a country. As an example, Alessandri’s major slogan was Alessandri Volveraa – ‘Alessandri will return’ in Spanish, simplified into the letters ‘AV’, which were plastered throughout cities and towns. The importance of this slogan is that it laid direct emphasis on the fact that this candidate had already been president in 1958 and had left office with decent popularity in comparison to other presidents (Hellinger, 1978). 25
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One popular poster of the time depicted Alessandri’s face with the words: “In crucial moments in history, the people watch the rise of their great elders. Chile is calling for Mr. Alessandri” (Rodríguez, 1980). The poster had Alessandri’s face in the center, with the profiles of numerous leaders of the right behind him, including Winston Churchill. This poster sheds a lot of light on Alessandri’s campaign. First, it is possible to observe the importance of the use of ‘great elders’ and ‘don’ Alessandri – the campaign was trying to spin Alessandri’s age to his benefit. Being 74 years old at the time, Alessandri was heavily criticized by opposing campaigns for being old and unfit to serve as president. One particular negative ad, aired on TVN’s Decision 70 (Rodríguez, 1980), showed Alessandri’s hand shaking uncontrollably, effectively showcasing him as old on national television. To combat these types of attacks, the Alessandri campaign aimed at portraying Alessandri’s age as a plus, referring to him as ‘don’ – a Spanish term of high respect used for older men – and pushing the idea that he was wise. Second, there is the importance of the phrasing ‘in crucial moments in history’ – the Alessandri campaign was framing the 1970 election as a path splitter, where a vote to Allende or Tomic would lead to uncontrollable Leninist Marxist platforms, which would lead to disorder and chaos, while a vote for Alessandri would mean the return to the comforting stability of liberal economics. 26
This view was even further encouraged by the propaganda campaign launched by the CIA. Declassified documents of the time show how the Central Intelligence Agency had an influence that “can only be described as massive” (Hellinger, 1978), through its 5412 Panel Special Group - a sub-cabinet body charged with reviewing proposed covert actions, created in 1962 to provide secretive assistance to the campaign of the Christian Democratic Party in 1964, which then set to support the 1970 Alessandri campaign. The CIA, as early as 1968, started a largescale propaganda campaign, where “an Allende victory was equated with violence and repression” (Hellinger, 1978: 256). A CIA report published on the 18th of September 2013, titled CIA Activities in Chile, describes how the CIA was given approval in 1968-69 to undertake additional propaganda operations intended to influence Chilean mass media. This included establishing a propaganda workshop and other mechanisms for press placements. Propaganda topics included the threat posed by the Soviet Bloc to Chile’s democratic tradition, the danger local leftist fronts posed to the country and promoting pro-democratic leadership in Chile”. At the beginning of 1970, months before the election, the CIA intensified its strategy as it saw the leftist movement growing in popularity. The CIA report shows that “the 40 Committee told the CIA to confine itself to attacking the UP coalition and not support any particular Presidential candidate. The objective was to divide the left and create conditions for a non-Marxist candidate to win the election. On 27 June 1970, the Station was directed to focus the ‘spoiling operation’ more directly against Allende’s candidacy. The plan was to alert the 27
Chilean people to the dangers of a Marxist regime under Allende” (CIA, 2013). Radomiro Tomic and the Christian Democrats The Radomiro Tomic campaign was different to the 1964 election that had brought the Christian Democrats to power under the leadership of Eduardo Frei. The CIA had heavily supported the Christian Democrats in 1964, as they were the only platform with the potential to beat Allende’s movement. In the 1970 election, however, the PDC did not receive the backing of the CIA, as they had turned to the left throughout their six years in power. With the high polarization rising between the Popular Unity and the Nationalists, the incumbent party struggled to distinguish itself in the presidential race. Tomic’s strategy was to differentiate himselfby appealing to the left-wing radicals who were benefiting from the unfinished reforms started in the Frei administration. Daniel Hellinger points out that Tomic essential tried to “out-Allende Allende” (Hallinger, 1978: 257) by presenting himself as the biggest supporter of the reforms that would lead to wealth redistribution. Nevertheless, being the candidate presented by the incumbent party, this message fell flat on the electorate looking for a dramatic change in Chile, and his message backfired. Instead of drawing in more supporters of the left, his rhetoric served to push centrist voters to support the right. As Ben G. Burnett describes in Political Groups in Chile: The Dialogue Between Order and Change, Radomiro Tomic had internal party struggles when he returned to Chile in 1968 from his post as the ambassador in the United States. The Christian Democrat youth was going through turmoil as some groups wanted to combine with the Communists, while others disregarded the Communists as too conservative, and opted for a more radical approach to politics. When the 1969 congressional election resulted in the loss of twenty-six seats in the Chamber of Deputies, Radomiro Tomic opted for a leftist platform (Mainwaring, 2003). However, it seemed that his strategy was to gather his party support by not attaching himself to any one side of the political spectrum, and therefore did not “endorse the non-capitalist road to economic progress, so urgently desired by the rebels” (Mainwaring, 2003: 282). 28
In order to properly understand the Tomic campaign and the results of the 1970 elections in Chile, it is essential to shed light on the historical lead up; specifically, crucial aspects of the 1957 voter reforms, and the two previous elections of 1958 and 1964, as these three events contributed to increased polarity in the elections, which depleted the support for the center candidate in the 1970 election. Daniel Hellinger (1978: 254) argues that the reforms of 1957 had crucial influence over the next three presidential elections in Chile; an even heavier influence than the 1949 voter reform that granted women the right to vote. The 1957 reforms contributed to polarization in four major ways: first, it returned the Communist Party to legal status, allowing it to participate in the elections. Second, it ruled against electoral pacts in municipal elections and elections for the Chamber of Deputies. Third, the government made a strong move against bribery and other “corrupt electoral practices” (Hellinger, 1978: 255), and fourth, it implemented compulsory registration of eligible voters. The reforms of 1957 marked a stance against an electoral structure that had systematically favored right-wing parties and their conservative backing. Before this reform, elections were heavily influenced by the control exercised by latifundistas (landlords) on the rural votes, specifically through their workers. An example of this control was the way the landlords, with their higher social standing and influence, used state authorities (such as the police) to give out and distribute rewards to rural voters for voting in a ‘correct’ way. While these mechanisms of influence were already in decline by 1957, the reform served to limit the ways big landowners and power groups directly influenced voting patterns of the rural masses, and thus served to polarize the electoral 29
landscape by diminishing the conservative and right-wing parties that benefited from these previous mechanisms. The increased polarization in the elections and the shift towards the left, from the 1958 election to 1970, the ruling party shifted from rightwing, to center, and then to left-wing. It could be argued that this three-stage shift is mostly due to the 1957 reforms that allowed the radical left to have a legitimate legal presence in the political sphere. Particularly, it opened a political space for those calling for an agrarian reform that would limit the power and control of the big landowners in Chile – one of the key proposals that won Eduardo Frei the 1964 elections. Nevertheless, in 1970 the agrarian reform was still a crucial element on the debate table, and with the increasing polarization of the electorate, Tomic and the Christian Democrats lost a lot of its support, going from an absolute victory in 1964 to losing with 28% in 1970. Salvador Allende and the Unidad Popular For the 1970 election, left-leaning parties understood the importance of unity. This was a lesson they learn the “hard way” when, in the 1958 election, an independent left-wing candidate gathered 3.3% of the votes that would have gone to Allende, leading him to lose the race which Alessandri led by 1.7%. Therefore, the numerous factions of the left, including disapproving extremist, came together under the banner of the Unidad Popular, with Salvador Allende voted in as their lead man. They embarked on a campaign that took advantage of the high polarization of the Chilean society and the rising appeal for the left. The key elements of Allende’s campaign were the pessimist vision of Chile, the importance of the respect of democracy and rule of law, and the focus on the working class (Steenland, 1974: 129). The Salvador Allende campaign, backed by the Unidad Popular (UP) coalition, strived, in part, by painting an extremely negative image of the current situation of Chile, and proposing that only the UP platform could fix its problems. For the left, the country was submerged in an economic crisis where rising inflation was 30
stripping homes from their purchasing power, public institutions were only benefitting the bourgeoisie of the Chilean society, and workers’ wages were too low to satisfy the basic needs that the State was failing to fulfill, such as education and health. The UP platform made this extremely clear when they published in their proposed policy program, ‘The Chilean way to Socialism’, that Chile was “in deep crisis, that manifests itself through economic and social stagnation, widespread poverty and the continued disorder suffered by all kinds of workers, peasants and other exploited layers of society, as well as the increasing difficulties faced by employees, professionals, small and medium-sized entrepreneurs, as well as the minimal opportunities available to women and the youth” (in Rojas, 1982). This description of a stagnated, unequal Chile was teamed with the rhetoric that a national monopolistic bourgeois existed, that took a political decision that only benefitted them, as they controlled all the industrial, agricultural, commercial, and financial activity in the country. Also, backing and working with this bourgeois were the big American corporations, who profited from Chile’s resources and laborers, while the Chilean workforce lacked all control and ownership of the means of production that they labored in. Although the UP campaign presented Chile under a pessimistic light, criticizing the institutions and class structures, their message was always lined with a call to uphold democracy and respect public rights (Allende, 1971). In this sense, Allende firmly believed (although some of the more radical factions of his coalition disagreed with him) that the only way to achieve was through democracy and popular elections, without resorting to violence and guerrilla movements. 31
On this same line, the Unidad Popular stressed their commitment to public rights. They guaranteed that once they took power, the government would not attempt to limit freedom of ideas, speech or protest, or the right to oppose the government through legal means. Allende made this clear when in a speech, he explained that “not only the parties that support me but all the political parties, including the opposition, will be able to exercise and act in accordance to the vast guarantees that they will have under the Government of the People” (Rojas, 1982: 263). Almost the entire Allende campaign was centered on the key role of the working class. The program established by the UP qualified the wage-earners of Chile as the only group that could lead the break current class structures and guarantee their full liberty and incorporation into the means of production. After this fight against the class structure was complete, the UP campaign pushed for the idea that it would be these very same workers those who would exercise the State power and lead the real changes that were necessary for Chile. As the UP platform established “the revolutionary transformations that the country needed would only be able to take place if the Chilean people take the power into their own hands and use it effectively” (Rojas, 1982: 267). In order to hand over power to the workers as soon as possible, and to demonstrate that the coalition’s commitment to them was real, the UP would implement thousands of “Popular Union Committees” during their campaign. These committees would go beyond being the electoral organizations that were so often set up to attract voters and would rather become “interpreters and combatants of the immediate demands of the masses and, above all, prepare them to exercise popular power” (Rojas, 1982: 268). The committees would also serve to enrich the UP program as the campaign continued towards Election Day, through the dialogue and participation of the working class (Rojas, 1982).In conclusion, when looking for answers regarding the rise of Salvador Allende, it is possible to observe that the Chilean society before the 1970 elections was highly polarized. 32
® Wikipedia Commons
Allende. S. (1971). La Vía Chilena hacia El Socialismo. Madrid: Editorial Fundamentos Boron, A. (1970). Movilizacion Politica en Chile. Aportes 20 (April 1970): 61 -61 Castro, F. (2009). La Revolución y la Contrarrevolución en el Chile de Allende. México: Ocean Sur. CIA Activities in Chile. (2013). Retrieved November 24, 2016 de, https://www.cia.gov/ library/reports/general-reports-1/chile/ Davis, N. (1986). The Last Two Years of Salvador Allende. Pacific Historical Review, 55(3), 506-508. Hellinger, D. (1978). Electoral Change in the Chilean Countryside: The Presidential Elections of 1958 and 1970. Political Research Quarterly, 31(2), 253-273. Mainwaring, S., & Scully, T. (2003). Christian Democracy in Latin America: Electoral Competition and Regime Conflicts. Stanford, CA: Stanford University Press Rodriguez, J. (1980). Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile (1980). Retrieved November 24, 2016 de, http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3470.html Rojas, G. (1982). Programa y Candidato de la Unidad Nacional. Revista Chilena De Derecho, 9(2). Steenland, K. (1974). Rural Strategy Under Allende. Latin American Perspectives, 1(2), 129-146.
Salvador Allende did not win his elections by an absolute majority, but rather a steady shift towards the left that was spurred by reforms dating back to 1957. As presented in this paper, the three political campaigns in 1970 had different approaches to winning the presidency, with Alessandri calling on his experience, Tomic on the supposed appeal of his party’s agrarian reforms, and Allende on the mass mobilization of the working class. In the campaigns leading up to 1970, foreign intervention is not something that should, or can, be overlooked, as the CIA clearly funneled vast amounts of resources into the defeat of Allende – something crucial when analyzing the role of the United States in the 1973 coup d’état that ended the UP’s platform. The lessons learned from this political campaign are numerous and deep in the understanding they shed on democratic processes in a highly polarized society. 33
NEW TALES ABOUT THE COUNTER-REVOLUTIONS IN THE ARAB SPRING
Ahmed Abu Hameeda de Unsplash
Alessa Flores Vela Relaciones Internacionales ITESM QuerĂŠtaro
The Arab Spring can be interpreted from various angles, through its causes, processes and consequences that are not monolithic in the region. This is why the Arab uprisings and the counter-revolutionary movements were developed in an environment which had both similarities and particular circumstances for the States and the insurgent movements. The Arab Spring flourished due to a political-structural opportunity for local forces in an attempt to fill the void of power existing in the States. However, such an opportunity to contend for power was complicated by an ethno-sectarian fragmentation in societies and power-relationships in the region. There were not only two parties in the history of the Arab Spring, but several local forces that confronted the State and disputed between them, to obtain the political power in different territories. In addition, the contrasting narratives and strategies that international forces used in different countries, to contain movements or overthrow their leaders, set the stage for the outcomes of the counter-revolutionary movements. Hence, the development of the Arab Spring mobilizations involved an intersubjective and collective learning to drive both revolutions and counter-revolutions. This resulted in different scenarios: the successful transitions to democracy, the abrupt overthrow of authoritarian leaders, or the modification of the legal and political framework of the regimes. A set of stories that cannot be explained in a monolithic, oversimplified and culturalist way, because it would be a political dishonesty and a reduced interpretation of the political transition. It is therefore important to see the Arab 35
Spring and the counter-revolutions as the sum of parallel and asymmetric processes, but also to point out the existence of particular circumstances for each country. First of all, the Arab uprisings did not emerge overnight, quite the opposite, grassroot associations already existed but remained in informal spaces of resistance. Thus, the mobilization didn’t come from nowhere, or emerged in societies to suddenly seek for democracy (Della-Porta, 2014). The revolutionary mobilizations in the MENA region were being formed since the aftermath of the neoliberal policies as a result of the discontent of the most vulnerable citizens; like in Egypt, that faced precarious social and economic conditions. An environment of increasing economic disparity, corruption in the privatization of services and products, and the growing use of political repression to contain the population protests. Not to mention the high rates of massive poverty and unemployment that ignited the gap between the elites and the remaining individuals in the society (Falk, 2016). In such a way, these circumstances nurtured the associational life of the States and helped the revolutionary movements to flourish. Wherefore, the previous historical and geopolitical tensions in the region along with the grievances and the discontent of the society, became the drop that spilled the glass in the Arab Uprisings of 2011. However, the developments of the mobilizations that started with Tunisia and Egypt from those in Libya, Syria, Yemen, Morocco, Bahrain and Saudi Arabia need to be distinguished (Falk, 2016). Despite this, the region was going through the “Third Wave of Democratization” and shared some similarities as how each country dealt with the uprisings with particular structural, political, social and economic circumstances. Second, the developments of the Arab uprisings were not monolithic, even though the mobilizations came into existence around the same period. A common reason among the insurrections relied on the condition of the poor, but the political development of the movements was determined by structural socio-political factors. According to Richard Falk, the suffering of the poor and the initial self-immolation of Mohammed Bouazizi became the event that sparked the furor of the instability in Tunisia, and eventually spread into a massive uprising that challenge the authoritarian regimes in the MENA region (Falk, 2016). 36
However, the author forgets to explain the wide variety of factors that allowed the Tunisians to engage in a strong collective action. In my opinion, the gist of the matter goes beyond a self-immolation act providing the spark to produce the uprisings. I rather consider the “spark” to be the opening of a sufficiently “free” and “fluid” space, in order to accommodate the political possibility for citizens to organize themselves publicly against the government. Yet, these spaces are only a part of social movements. These political opportunities are building spaces in the structure so that the local forces (uprisings and the regimes) can struggle for power. First, the States are involved in counter-revolutions to root out the protests and regain stability. Thus, the capacity of the State to repress the mobilizations, the organization, type and structure of government, the historical conditions of nation-state formation, the intra-regional relations, the support or intervention of local and international forces and finally, the consolidation of elites (military and government), play the conditions in which the State will be able to overcome, or not, the mobilizations (Heydemann & Leenders, 2014). Second, the revolutionary movements contend for the possibility of winning the leadership of the country. These movements are involved in a double competition for power: overthrowing the State and defeating other insurgent groups. Thereby, the ability of a group to stand out from others and being able to occupy the empty power turns into a race of legitimacy. Where the ability to organize, to take control of the political process and the possibility of providing protection, security and social services to the population becomes vital (Heydemann & Leenders, 2014). In addition to the successful differentiation from the other groups and the State to gain greater legitimacy, this is one of the reasons why Islamic forces stood out from other groups, such as the case of Tunisia and Egypt. 37
Third, in accordance with these conditions, we can observe the different outcomes in the Arab Spring movements; some countries faced a negative abrupt change of their systems, others remained relatively stable through legal and political reforms, and some were able to transit into democratic systems. . For example, in the case of Tunisia. The State was unable and relatively unwilling to portray violence against their citizens, like the cases of Libya, Yemen, Iraq or Syria. The elites were fragmented, thus, the military contributed partially to the overthrowing of the regime; a condition that favored the protesters to occupy public squares and settled the stage for other Arab countries. Nonetheless, the main political actors (secular groups, left groups, human rights groups, feminist groups, etc.) and even the Ennahdha prefered to participate in political spaces rather than in violent demonstrations (Moghandam, 2014). Despite this, some political assassinations occurred because the opposition groups shared had contradictory visions in their struggle for power: one group was a military Islam militant group, and the other was secular with a pluralist approach. Other favorable conditions were that Tunisia did not deal with any kind of international intervention in its territory, the population had a better literacy rate and more political involvement than other countries in the region (Heydemann & Leenders, 2014). It also had better economic conditions and more development. After all that, Tunisia was able to engage in the transition to a democratic governance, yet the several unresolved circumstances make the country to possibly face threats of disruption. That was not the case of Lybia, one of the most contradictory cases of counter-revolutions. A counter revolutionary movement that reached exorbitant levels of violence and caused a NATO-led military intervention to overthrow Qadafi’s regime. Moreover, the ethno-sectarian tensions and inequalities in Libya fostered the rupture of the social cohesion of the country and weakened the associational movements to engage in a transition to democracy. After the overthrow of Qadafi, and the international intervention, the outcome strengthened the power vacuum in the country and allowed local militias and ethnic rivalries to dissolve the possibilities of an effective apparatus of governance. Consequently, since 2014 and until today the country has been going through a Civil War. 38
ÂŽ Wikipedia Commons
Della Porta, D. (2014). Introduction. In Mobilizing Resources for Democracy. Oxford: European University Institute. Falk, R. (2016). Rethinking the Arab Spring: Uprisings, Counterrevolution, Chaos and Global Reverbarations. Third World Quarterly. 37(2), 2322-2334. Heydemann, S. & Leenders, R. (2014). Authoritarian Learning and Counterrevolution. In M. Lynch (Ed.), The Arab Uprisings Explained: New Contentions Politics in the Middle East (pp. 75-92). New York: Columbia University Press. Moghadam, V. (2014). Modernising Women and Democratisation After the Arab Spring. The Journal of North African Studies. 19(2), 137-142.
In conclusion, the history of the Arab Spring revolutions along with their antecedents, developments and outcomes must be included in the narrative that explains how these political contestations occurred. Therefore, it is necessary to understand how a set of structural conditions and the space of political opportunity for local forces to get involved in the struggle for power, opened processes of contestation, learning and interaction among the different political actors. Also, I think that instead of asking if the Arab Spring was successful to bring democracy or not to the Arab countries, it is important to pay attention to the quality of the performance of the regimes and their aftermath transition. Today, with the cases of Yemen, Libya, Syria and others, it is possible to say the Arab Spring did not end in 2013, but the struggles for power are still taking place. 39
PUNTO Y SEGUIDO
PUBLICISTAS DE MIL AMORES Richard W. Benavides Ciencias Policiales y Seguridad Ciudadana Ecuador
Cuando los pensamientos nos llevan a mundos paralelos, a gozar de la falsa realidad con la vana imaginación de esa publicidad a la que nos aferramos para no sentir dolor, cuando nos hace falta la razón, cuando ya no entendemos nada, es en ese preciso instante en donde una carcajada tétrica se apodera de nosotros. El mundo a nuestro alrededor es sólo un patio de juegos y a la vez un lote vacío. Nuestra mente se va, vuela alto para no ser alcanzada. Hay que tomar en cuenta que todos tenemos un alma nocturna que divaga en pleno día. El poder tirano que fluye en nuestras venas nos lleva a carecer de sentido; de algún modo lo sentimos, como si nos carcomiera la piel. La mente ya no tiene lógica; es pública para criterios abiertos que colisionan entre sí volviéndonos dementes. 41
La luz no está porque es excesiva; la muerte se ha escondido y la vida la ha seguido. La noche del mediodía arranca horas a los minutos desaparecidos; al fin he logrado acabar con mi mundo sin matarme. Esto me ha llevado a quebrantar las normas conocidas de la perspectiva; me ha hecho ver que el tiempo va en contra del espacio y de la existencia.Tengo nada por un todo. Termino con manos vacías y una mente hueca. Tengo una niña en el patio y ha abierto un portal. ¡Qué irónico!, no tengo patio; estoy loco. Estoy cuerdo, no tengo realidad alguna. Vivo corriendo de mí mismo, con el miedo de desaparecer. Estoy pensando en dejar de pensar. Nadie sabe lo que oculto detrás de mis ideas porque he aprendido a sonreír mientras aniquilo mis neuronas. He aprendido a mentir con esta publicidad que vende la imagen de caballero y oculta el perfil de farsante. Aquí no todo es cansancio y dolor físico. También se trata de una lucha mental y emocional entre esas ideas y pensamientos que de trasfondo te quebrantan el alma, te ponen un nudo en la garganta y unas cuantas lágrimas en los ojos. He soportado las noches frías, la soledad y el encierro, el gas asfixiante y el calor sofocante, pero aún no puedo soportar empacar estas ganas de quedarme y decir adiós con una mueca disfrazada de sonrisa. Esa publicidad barata enfrascada en ideas de felicidad. Los anuncios y las luces de neón proclaman libertad; esa misma libertad que nos esclaviza, que endurece nuestro puño y nos quita el sentir. Porque ya el frío se ha vuelto normal; entre tanto ajetreo no sé si se siente bien o mal. Cuentistas sin cuentos, violinistas sin violín, pintores sin obras y poetas sin versos. En fin, personas llenas de libros sin hojas coleccionando las portadas. Son aquellos publicistas de ideas irónicas; de mensajes ocultos que van cantando las penas y alegrías momentáneas, divagando parodias un tanto extrañas. Haciéndose acreedores del crédito ingenuo de una sociedad llevada por publicistas de mil amores. Aunque llenos de historias y experiencias superfluas, siguen vacíos y sin contenido certero. Al paso del tiempo se van quedando en blanco, como la publicidad que en cartel se desvanece. Opaco y sin color, publicistas de mil amores que no conocen el amor. Al periódico público de varios lectores, a la publicidad barata y sin autores, es mejor un libro único con solo dos actores. 42
PAMPLINAS PSICOTRÓPICAS
Carol Ballesteros Nufio Comunicación Social Universidad Católica Boliviana “San Pablo”
Hay algo oculto en cada percepción, cada fotón de luz que entra por tu pupila. Ventanita ilusoria, se hacía grandota y se hacía chiquita. Parece ser una unidad contenida de información material que es llevada en forma de impulso electrónico a los más recónditos lugares del cerebro que habitas o que te habita. Luz, luz, luz. Ese impulso electrónico descarga la información, la traduce y prepara un adecuado f it bac o feed back o f ichi bachy. Sí hiciese cortocircuito y explotase, qué inadecuado llegaría a ser eso; tan inadecuado como hablar de guerra en una cena elegante y con platillos de oro. Por lo menos una gran parte del tiempo siento que estoy en cortocircuito. Tiempo, unidad de medida y dimensión. ¿Tiempo?, fantasía producida por el hombre al intentar tomar control sobre la naturaleza que lo rodea. ¿Tiempo?, paredes invisibles de altura proporcional a las limitaciones de la percepción humana. Tiempo. Tiempo en el que esa información llega al cerebro, es traducida y prepara un adecuado f it bac o feed back o f ichi bachy. 43
TIENDA DE REPUESTOS ¿El usual? La inapropiada, constante, desafiante, impulsiva y ansiosa: danza. Sí, la danza; habilidad creativa propia del ser humano que precisa canalizar una emoción y traducirla en movimiento. Danzando los problemas, danzando el tiempo, danzando las circunstancias, danzando la incomodidad, danzando el dolor de cabeza, danzando el extra-lóbulo que crece dentro para poder traducir más impulsos de electricidad, luz o información contenida y mandar un inapropiado f it bac o feed back o f ichi bachy. Danzando los días, danzando las horas, danzando los minutos, segundos y unidades más pequeñas de danza. No de tiempo; el tiempo no existe, la danza sí. O, no existe tiempo sin danza o danza sin tiempo. Tiempo para danzar, danzar las angustias seguidas de las esperanzas, danzar las perezas y asperezas. En mí, las emociones que me hacen danzar, no sólo lo negro oscuro denso e intenso, pasiones bajas que en mi vientre danzan; pero también lo blanco, lo sutil, lo puro, lo fluido. Riachuelos internos danzan juntos, en parejas disparejas danzan peleando por ver quién es más fuerte o quién interpreta en danza, por su puesto, aquellos impulsos electrónicos que no son más que luz que entra por una pequeña pero gran ventana llamada pupila. No saben que danzando juntos danzan más fuertes. No saben que, si uno danza y el otro no, la danza general se quiebra. No saben que la danza deja de existir en el momento que el otro no existe. Existir, característica constante del ser humano que se desplaza a través del tiempo. Existir, búsqueda permanente de la conciencia humana para dar explicación a las cosas que percibe a través de la relación con otros. Existir, realización transpersonal del ser que se define a partir del otro. Existir, insoportable levedad. Existir, pamplinas.
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Sara Sandoval Flores ITESM Querétaro Relaciones Internacionales
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LA MESITA DE NOCHE 1984. La no muy nueva lengua del Totalitarismo Caio Ruvenal
1984. LA NO MUY NUEVA LENGUA DEL TOTALITARISMO
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Caio Ruvenal Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Ciencias de la Comunicación
1984, novela publicada en el año de 1949, supuso la última publicación del escritor y periodista George Orwell. Destacado por mostrar en sus obras un espíritu crítico y analítico de su entorno, Orwell escribió 1984 en un estado de desencanto con los gobiernos socialistas reinantes en la Europa de postguerra; entre los cuales se destaca el Partido Laborista Británico del Reino Unido, el Partido Comunista de la Unión Soviética y el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, más conocido como Partido Nazi (que, a pesar de estar llegando a su fin, sería reemplazado por el Partido Socialista Unificado de Alemania). El novelista estadounidense Thomas Pynchon señala que la visión política de Orwell no sólo era de izquierda, sino que se instalaba en un extremo de la misma, terminando incluso, en el sector disidente de los límites oficiales. Orwell demostró su convicción por el sistema socialista democrático cuando, combatiendo la dictadura de Francisco Franco en la guerra Civil Española, escribió El camino a Wigan Pier (1937) en el cual describiría las condiciones y la explotación de la clase obrera inglesa. Las atrocidades cometidas por la Unión Soviética de Stalin lo llevaron a escribir Rebelión en la Granja, una alegoría de esta misma realizada en forma de fábula. Lo más molesto para Orwell era ser testigo de las fechorías cometidas por los partidos socialistas en nombre de la igualdad social que juraban proteger. 49
Sin embargo, en 1984, Orwell no se limitaría únicamente al Partido Comunista, sino que realizaría una proyección de lo que para él sería la sociedad y la política en 35 años: gobiernos sacrificando los ideales por los que se guiaba el socialismo para aumentar su alcance y perpetuarse en el poder. Así, la novela nos sitúa en un futuro distópico donde el Socing (socialismo en inglés), liderado por el Gran Hermano, gobierna con mano de hierro la franja oceánica, controlando no sólo las acciones, sino también los pensamientos de la sociedad. Lo más impactante de la obra es la meticulosidad con la que el autor describe los métodos utilizados por el Gran Hermano para conseguir la subordinación total de sus gobernados. Entre los principales métodos de control y sumisión empleados por el Socing, también nombrado El Partido en la obra, se encuentran la Nuevalengua, el Doblepiensa, la restructuración del pasado y la abolición del amor. Nuevalengua: el pensamiento está en el lenguaje De todos los métodos implementados, la Nuevalengua es al que más tiempo dedica Orwell en profundizar; incluyendo un apéndice dentro del cual expone sus principios. La Nuevalengua era el idioma que trataba de imponer el Socing para poder sostener sus necesidades ideológicas. Su objetivo principal era eliminar la mayor cantidad posible de palabras, para así reducir al máximo posible el vocabulario del idioma haciendo que cualquier individuo no pudiese expresar su opinión o pensamiento. Esto se expone a continuación: El propósito de la Nuevalengua no era solo proporcionar un medio de expresión a la visión del mundo y los hábitos mentales de los devotos del Socing, sino que fuese imposible cualquier otro modo de pensar. En la medida que el pensamiento depende de las palabras (Orwell, 1949, p.115).
Para conseguir este objetivo la gramática era mutilada. Una palabra podría convertirse en su contraria añadiendo el prefijo “no”. Por ejemplo, en vez de malo se debía utilizar “nobueno” o –señalando otro ejemplo– “nofrío” como caliente. Mientras que para resaltar algún estado o condición se utilizaba el prefijo “más”, así sumamente frío era “másfrio”. 50
Eliminando la riqueza del idioma con la exclusión de sinónimos y antónimos. No deja de ser curioso que, cuando Orwell escribió 1984, las abreviaturas ya eran utilizadas por países totalitarios como la Gestapo (Geheime Staatspolizei: “Policía Secreta del Estado”) o el Komintern (Internacional Comunista) para, así, evitar las libres evocaciones. Doblepiensa: la guerra es la paz, la esclavitud es la libertad, la ignorancia es la fuerza El Doblepiensa es uno de los conceptos más abstractos que maneja Orwell. Solo puede ser entendido por completo al terminar la obra. El personaje Emmanuel Goldstein, rebelde por excelencia del partido, lo define como: “una forma de disciplina mental, cuyo objetivo deseable y necesario para todos los miembros del partido es ser capaz de crear dos verdades contradictorias al mismo tiempo” (Orwell, 1949, p.173). En otras palabras, aceptar la mentira hasta convertirla en verdad comienza con un proceso consciente pero llegado al punto requerido se transforma en inconsciente. Se extrae un pasaje de la novela para explicar de mejor manera el término: Todo lo que ahora era verdad, había sido verdad eternamente y lo seguirá siendo. Era muy sencillo. Lo único que se necesitaba era una interminable serie de victorias que cada persona debía lograr sobre su propia memoria. A esto le llamaban “control de la realidad”. Pero en nuevalengua había una palabra especial para ello: doblepiensa. Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas (Orwell, 1949, p. 75).
Un ejemplo claro son los tres eslóganes que enarbola el partido: la guerra es la paz, la esclavitud es la libertad y la ignorancia es la fuerza. Verdades que el partido quiere hacer creer mediante el doblepiensa. 51
Reconstrucción del pasado: El que controla el pasado, controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado El protagonista de la obra, Winston Smith, es un miembro del Partido Exterior quien trabaja en el Ministerio de la Verdad, en el Departamento de Archivos. Su función es registrar cualquier artículo, noticia, libro o poesía que contradiga el discurso del Hermano Mayor, para posteriormente“corregirlo” y que de esta manera permanezca la verdad que el partido quería que existiera. Habían aprovechado el resentimiento de los proles, la gente común de bajos recursos, hacía las clase sociales para crear un enemigo en común: los conservadores de derecha, capitalistas o industriales que —según el Socing— habían cometido fechorías inimaginables explotando a los demás. Esto resultaba imposible de corroborar ya que la única fuente era el partido mismo. Los mandamases del Ministerio de la Verdad eran los que coordinaban las líneas políticas según las cuales un fragmento del pasado había de ser conservado, falsificado y otro borrado de la existencia. La historia se reescribía diariamente. A través del pensamiento de Winston Smith, que poco a poco va volviéndose racional, Orwell reflexiona que la alterabilidad del pasado obedecía dos objetivos. El primero, para que los proles tolerasen sus condiciones de vida; porque, de acuerdo a lo que establecido por la “historia”, nunca antes se había vivido mejor. La segunda, para que la imagen del partido no quedase manchada y se mostrase infalible. Abolición del amor: sexo como medio de liberación El aspecto humano que más dificultad tenía para controlar el Partido eran los sentimientos. Para tener control sobre esta faceta debían instigar diariamente a los miembros del Partido Exterior (ya que los proles eran considerados demasiado ignorantes para realizar un acto de revolución). A pesar de que el matrimonio era permitido, éste tenía que ser aprobado por un comité y el único fin de la unión era para engendrar hijos. Sí la pareja daba la impresión de encontrarse enamorada no se le concedía el permiso de unirse en matrimonio. Relacionado con esta faceta, está el sexo. Como se mencionó anteriormente el único fin de éste debería ser para procreación. El placer físico estaba prohibido, quitándole toda complacencia para darle un sentido de “obligación” frente al Socing. Winston empieza una relación en secreto con Julia (otra rebelde miembro del Partido Exterior), y se expresa de la siguiente manera después de su primer acto sexual: 52
Pero ahora no se podía sentir amor puro o deseo puro. Ninguna emoción era pura porque todo estaba mezclado con el miedo y el odio. Su abrazo había sido una batalla, el clímax una victoria. Era un golpe contra el Partido. Era un acto político (Orwell, 1949, p.72).
Por otra parte, Julia reflexiona que la “abolición del orgasmo” era producida para causar histeria, ya que el deseo sexual es inherente y subversivo. Julia piensa de la siguiente manera: “Cuando haces el amor gastas energías y después te sientes feliz y no te importa nada. No pueden soportarlo que te sientas así. ¿Por qué te ibas a emocionar por el Gran Hermano si eres feliz dentro de ti mismo?” (Orwell, 1949, p.76)
Orwell, G. (2001). 1984. Reino Unido: Secker and Warburg.
Vigencia de 1984 Muchos otros métodos son empleados por el Partido, como el control de los medios, control de las raciones o la industria cultural. Sin embargo, se han analizado los que personalmente han parecido más complejos y efectivos. Actualmente, existe unanimidad al declarar que 1984 está más vigente que nunca. No obstante, debo discrepar ya que, ante todo, la última obra de Orwell me parece un retrato de el ansia de poder del ser humano y su obstinación para recurrir a cualquier medio para conseguirlo. Las implicaciones de 1984 ya eran ciertas mucho antes de su concepción, son verdades ahora y lo serán de acá a cincuenta años. La corrupción del alma del ser humano es inherente a éste y nunca desaparecerá. Es curioso como Orwell escribe la obra en un contexto en el cual Europa se encontraba bajo el régimen de gobiernos socialistas con una supuesta ideología de igualdad, mientras que su único fin era permanecer en el poder. Hace una década, con la llegada de presidentes como Morales, Chávez y Correa, entre otros, Sudamérica se encontraba bajo la misma situación. Los intérpretes cambian, sin embargo, los papeles se repiten. En palabras de Orwell, “el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No [les]interesa el bienestar de los demás; sólo [les] interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro” (1949, p.151). 53
EN CORTO La Ola: el facismo y la posmodernidad Estebana Mestegui
LA OLA: EL FASCISMO Y LA POSMODERNIDAD.
Randy Colas en Unsplash
Estebana Mestegui
—¿En Alemania ya no es posible una dictadura? —Para nada, estamos por encima de eso. (La Ola, 2008)
Rainer Wenger, el genial profesor que usa una pollera de Ramones en clase, decide hacer un experimento social en el aula: instaurar un régimen autocrático. Comienza con una elección democrática. Continúa con enseñanzas inspiradoras de la fuerza en la disciplina, unidad y acción. Posteriormente, ejecuta un proceso de identificación; crean un nombre, el uniforme, saludo y logo. Finalmente, expanden su régimen hacia otras áreas: el elenco de teatro, el equipo de waterpolo y las calles de la ciudad. La Ola pierde control y comienza a generar problemas, peleas, censura y segregación a los disidentes de “los camisas blancas”, aquellos que pertenecen al grupo. Al finalizar el experimento, el Sr Wenger reúne a todos con la excusa de discutir el futuro de la Ola. Les demuestra su error de entrar a un sistema totalitario. Sin embargo, la Ola ya era demasiado grande para ser detenida sin grandes perjuicios. La película La Ola, sigue una estructura simple. Su narración es lineal, es decir, no usa recursos como flashbacks o flashforwards. Todo sucede en un orden cronológico. La construcción de los personajes está bien realizada, en especial en los protagonistas Rainer, Tim, Marco y Karo. Por ejemplo, Rainer, el profesor, disfruta el desafiar las creencias de sus estudiantes y de los demás; esto lo lleva a tomar decisiones y adoptar metodologías poco ortodoxas. Karo es mandona, rebelde e individualista en consecuencia a la educación dada por sus padres; esto le impide acoger la ideología 57
de la Ola a pesar de su intento de pertenecer a ella. Marco se identifica y se apropia de la Ola por la unidad que presenta frente a la disfuncionalidad en su casa. Tim, por otra parte, se obsesiona con la Ola al ser integrado por primera vez en un círculo social. Todo el background de los personajes tiene el propósito de justificar sus acciones en función de la historia. El estilo narrativo es bastante frenético. Tomas cortas, en movimiento y con diferentes cambios de escenarios. El ritmo de la película se entiende como el nacimiento de una ola. La consolidación de un régimen autocrático comienza despacio, como el sutil soplido del viento. Una idea, toma potencia y alcanza velocidades y alturas difíciles de manejar. Una metáfora de lo acontecido en el film. Esto es un acierto de la película y logra mantener al espectador al borde del asiento. La composición fotográfica ilustra lo que sucede en la historia. Por ejemplo, durante una discusión, Karo (quien usa una camiseta roja) se adelanta en su bicicleta y se aleja de Marco (quien usa la camisa blanca, símbolo de la Ola), representando así el estado de su relación. Además, la composición visual representa la relación de poder de Rainer sobre el séquito de estudiantes dispuesto a escucharlo. La edición dinamiza la narrativa y abarca una misma situación desde distintas perspectivas de los personajes. En general, el cambio de escenarios es natural y bien manejado a lo largo de la película. El sonido, por otra parte, refuerza la sensación de suspenso en ciertas escenas. Por ejemplo, Karo se siente perseguida en el colegio. El estruendo de la puerta al cerrarse y el murmullo de sus pasos contrasta con un silencio abismal en el ambiente. Asimismo, cuando el líder de la Ola es arrestado, el sonido de las cámaras fotográficas está desfasado en un tercer plano y la banda sonora toca suavemente en el primero. Esto complementa bastante bien el desconcierto de Rainer. Por lo mismo, la banda sonora realiza una función de acompañamiento y el soundtrack ambienta al espectador en un contexto de los últimos años de secundaria. Por último, las actuaciones son destacables en los protagonistas, en especial las de los actores Jürgen Vogel (Rainer Wenger, el profesor) y Frederick Lau (Tim, el chico raro). Jürgen maneja muy bien las emociones sutiles y los conflictos internos. Frederick es convincente y natural. 58
Fascismo y la Posmodernidad
—¿Qué causa queda hoy en día para poder luchar? No hay nada que valga la pena. Lo único que queremos es divertirnos. Nuestra generación no tiene una meta común que nos una. —Es la época. Mira a tu alrededor. ¿Quién es la persona más buscada en google?... ¡Paris Hilton! —No jodas (riéndose). —No te miento, es verdad. (La Ola, 2008)
Becker, C., Maag, N., Schneider, A. (productores) y Gansel, D. (director). (2008). La Ola [cinta cinematográfica]. Alemania: Rat Pack Filmproduktion.
A pesar de ser una película elaborada en el año 2008, su contenido adquiere mayor valor y relevancia en la actualidad. El ausentismo gana la mayoría de las elecciones en el mundo. El desencanto político es común entre varias generaciones. El temor hacia los inmigrantes y refugiados provenientes del Medio Oriente domina a Europa y a Estados Unidos. La insatisfacción general hace peligrosamente atractivas las ideologías radicales. Por lo tanto, ¿en Alemania ya no es posible una dictadura? El final de La Ola presenta la respuesta: —Sí, es posible. Sin embargo, la conclusión del filme puede trascender las fronteras de Alemania. No hace mucho el mundo vio a Donald Trump tomar el poder presidencial de los Estados Unidos de América con el apoyo del slogan “Make America Great Again”, discursos antiinmigrantes, el patriotismo estadounidense y promesas de muros. Asimismo, el Reino Unido dejó de formar parte de la Unión Europea por razones similares. Observando estas similitudes, se plantea las medidas que se están implementando para evitar repetir estos errores. En el documental “Where to Invade Next”, Michael Moore muestra el programa educativo alemán acerca del Tercer Reich y el Holocausto. En este modelo, los colegiales no experimentan en carne propia las consecuencias de un estado totalitario, como lo hacen en La Ola. Sin embargo, escuchan las historias de quienes fueron víctimas y conocen en persona a sobrevivientes del Holocausto Judío. Así las generaciones crecen concientes de los errores de sus antepasados e internalizan los resultados de ideologías excluyentes y extremistas. No obstante, una pregunta todavía queda pendiente a responder: ¿Qué causa queda hoy [en día] para poder luchar? 59
SNAPSHOT
No fue en vano. El pueblo boliviano dice NO MÁS reelecciones.
Nicolás Rivero Fossati / Universidad Católica Boliviana “San Pablo”
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CON F DE FASCINANTE
EXPRESIÓN
PASIÓN
HUMOR
CRÍTICA
Por menos barreras en nuestras fronteras Disfruta de nuestra nueva plataforma digital, así como del material exclusivo que te ofrece, y experimenta las diferentes formas de vivir y ser parte de la experiencia FANZINIA.
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Andrea Camacho Fiorilo / Ingeniera Financiera / Universidad Católica Boliviana “San Pablo”